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1. Diferencia entre ética y moral.

La ética es una parte de la filosofía que reflexiona sobre la moral y por eso recibe el
nombre de filosofía moral. La moral forma parte de la vida cotidiana de las sociedades y
de los individuos, por lo cual podemos entender que existen diversos tipos de moral de
acuerdo al lugar en donde se aplique.
La ética es un saber filosófico, previamente establecido por otras personas y analizada a
profundidad para entender sus repercusiones.
Aunque ambas modifican el comportamiento y accionar de las personas y encaminan sus
actitudes hacia su entorno.

2. A qué se refiere A. Cortina con “la moral del camello”

Se refiere a la “moral del camello” como esa analogía que se hacía con la figura de este
policía o inquisidor, o al camello en el cual viajaba, quien daba pie al cumplimiento de los
mandatos y que hacía de estos mandatos o preceptos algo a lo cual no se podía faltar; de
lo contrario existiría un castigo o penalización a quienes desarrollaran actos “inmorales”.
Esto claramente está que no era la moral ni es en la actualidad de esta forma, pues la
moral no puede ser impuesta por un tercero, sino más bien es una percepción que
encamina las acciones de la persona hacia bien.

3. ¿Por qué Ortega prefiere la contraposición ‘moral-desmoralizado’ que ‘moral-inmoral’?

Ortega hace esta selección de conceptos entre uno y otro debido a que considera que la
moral no es un “accesorio” de la vida del hombre, la moral no es algo que determine al
hombre; a su vez considera que la moral es aquello que el hombre practica
conscientemente y que le proporciona un sentido a su vida o una vital eficacia. Considera
que un hombre desmoralizado es simplemente un hombre que no está en posesión de sí
mismo, que está fuera de su radical autenticidad y por ello no vive su vida, y por ello no crea,
ni fecunda, no hinche su destino.

4. Siguiendo a Ortega, explica los siguientes vocablos: ‘moralina’ y ‘moralita’

La moralina es o puede interpretarse como una realidad superficial o falsa, una moral que
no es real, consistente y que resulta ambigua. Ortega menciona que la gente conceptualiza
a la moral como “moralina” en el momento en el que la consideran como un sermón cursi
con lo que se maquilla una situación impresentable. Es aquí y con estas características
mencionadas cuando la moral se convierte en “moralina”.

La “moralita” se fabrica con la imagen de lo que es un hombre -varón o mujer- en su


pleno quicio y eficacia vital, con el bosquejo de lo que es un comportamiento
verdaderamente humano. Tiene como fin último ir orientando nuestra vida hacia el
quicio humano y la eficacia creadora. La “moralita”, menciona Ortega, es el elemento
que puede funcionar como ese elemento corrector de todos aquellos aspectos de
nuestra sociedad que se encuentran viciados, como lo pueden ser en la actualidad el
manejo de información de manera arbitraria protegiendo intereses de particulares.
La “moralita” es la fuerza que encamina el accionar social hacia el bien, como debería
de ser y como establecen los cánones sociales establecidos, en donde una sociedad
debe de tender hacia el bien o hacia su mejoramiento.

5. Explica a través de un esquema visual (mapa mental, conceptual o semántico;


cuadro sinóptico, diagrama de flujo, etc) las cuatro formas de saber moral que
presenta Cortina.

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SABER MORAL
Las personas tendemos necesariamente a la
felicidad, de forma que la felicidad es el fin
natural de nuestra vida. Pero no sólo el fin
1) Búsqueda prudencial natural, sino también el fin moral, porque
alcanzarlo o no depende de que sepamos elegir
de la felicidad
los medios más adecuados para llegar a ella y de
que actuemos según lo elegido.

El placer es también el fin al que se dirigen


todas nuestras acciones y el fin por el que
2) Cálculo inteligente del realizamos todas nuestras elecciones. De
placer donde se sigue -concluyen- que el placer es el
fin natural y moral de los seres humanos.

La naturaleza es el reino de la necesidad, no


el de la libertad, por mucho que podamos
3) Respeto a lo que es en elegir entre los medios. Por eso serán fines
sí valioso morales los que podemos proponernos
libremente, y no los que ya nos vienen
impuestos por naturaleza. Por eso las normas
morales mandan sin condiciones y no
prometen la felicidad a cambio; sólo
prometen realizar la propia humanidad.

La razón moral no es una razón práctica


monológica, sino una razón práctica
dialógica: una racionalidad comunicativa. Las
4) Saber Dialogar en serio personas no debemos llegar a la conclusión
de que una norma es ley moral o es correcta
individualmente, sino a través de un diálogo.
Saber comportarse moralmente significa,
desde esta perspectiva, dialogar en serio a la
hora de decidir normas, teniendo en cuenta
que cualquier afectado por ellas es un
interlocutor válido y como tal hay que
tratarle.

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