Sei sulla pagina 1di 100

desleal, controla la buena calidad de la III.

ETAPA DEL AFIANZAMIENTO ACTUAL DEL


mercadería, y-realiza la asistencia mutua. ASALARIADO.
El "maestro", a título propio, dirige el Esta exigencia de la industria, evolucio-
taller y los colaboradores, sometido a es- nada al dejar de lado el monopolio de la
tatutos y disposiciones de su especialidad, fabricación cerrada del régimen anterior,
sea en el inicial período de libertad de los perfila aún más los elementos de trabajo
oficios o en el ulterior de su monopolio. subordinado y de salario. Estas formas,
No siendo de urgencia la producción, y decididas y netas, dan, al parecer, defi-
absolutamente local la clientela, por la nitiva ciudadanía al asalariado en esta
inseguridad de las rutas, el trabajo es re- nueva etapa del proceso evolutivo del
ducido y reducidas las exigencias del que trabajo. Los artesanos independientes, por
lo desempeña. los avances de la técnica, que crea nue-
Sin embargo, la condición de obrero so- vos instrumentos mecánicos en la produc-
metido, existe, y el salario no siempre se ción —con la que no pueden competir—, no
manifiesta en una forma exclusiva de tienen otro camino que el del asalariado.
pago, periódica y profesional, como más En el período llamado de la gran in-
adelante se conoce. Constituye una contri- dustria, se advierten para el asalariado
bución, a veces convencional, en oportu- estas dos etapas sucesivas:
nidades facultativa, señalada a voluntad a) La de libertad de contratar en base
del principal o regida por disposiciones al principio de la autonomía de la volun-
estatutarias. No constituye esencialmente tad de los propios interesados. Hay con-
un elemento fundamental, por la forma trato, nos dice la clásica doctrina civilista
de vida y de trabajo, en ocasiones semi- incorporada a los Códigos vigentes, cuando
comunitarias, en que se realiza. La situa- las partes se ponen de acuerdo en una
ción de "compañeros" y de "apredices" se expresión de voluntad común, destinada a
agudiza con la corrupción del ulterior reglar sus derechos. Estas partes —emplea-
monopolio del sistema, desde que, en ob- do y empleador— concretan así sus límites
sequio a una economía cerrada, no se res- al contrato que regla la tarea. En materia
petan jerarquías ni normas preestableci- de trabajo, los propios interesados señalan:
das. duración de jornada, monto del salario,
Al margen de esta ordenación —en su etcétera.
última etapa—, aparecen las formas de Tal libertad —que con agudeza Alfredo
las "manufacturas reales", o "manufactu- L. Palacios llama "liberticida"— conduce,
ras nacionales", donde el Poder público lógicamente, a la gama más amplia de
hace de fabricante en verdaderos ordena- demasías. Hace conocer jornadas de doce
mientos de fábrica, con reclutamiento for- y catorce horas. Lleva al niño de diez y de
zado de la mano de obra, control severo y doce años a socabones mineros. Tolera re-
paga de salario con arreglo a ocupación, nuncias de jornales. Autoriza despidos in-
etcétera («). Esta intervención del propio justos, etc.
Estado en la fabricación de tipos indus- b) Dichos abusos son legalmente acep-
triales, como la producción de porcelanas tados. Aunque resulte paradoja, dan fruto
de Sevres, de tapices de Oobelinos o de de beneficios. Hacen desembocar —por
Beauvais, etc., ha dado origen al ulterior reacción— en un nuevo régimen legal ba-
desarrollo de la riqueza francesa. Consti- sado en el principio de la pérdida de esta
tuye también el nacimiento de un asala- autonomía de las partes para señalar las
riado de nuevo cuño, que desemboca en la cláusulas del contrato de trabajo, que debe
gran industria a consecuencia de la in- ajustarse a un mínimo reglado por la ley.
incorporación de la máquina como instru- Es el imperio del mal llamado derecho
mento esencial en la producción (?). "obrero" —cuando debe serlo "del traba-
Cae el sistema corporativo a consecuen- jo"—, con legislación específica sobre jor-
cia de privilegios que se constituyen en nales, reparación de accidentes, asocia-
armas de agresión, y es llevado por el miento, retiros jubilatorios, etc.
vendaval de la Revolución francesa. No Se orienta con más justeza a considerar
respondía en esa época a las necesidades el trabajo como un derecho social en base
de la industria, que comenzaba a mani- a otorgar seguridad a todo individuo que
festarse con imposición del sistema de li- se desempeña, sea por cuenta de terceros,
bertad de trabajo y de libre empresa que sea por sí mismo, en concepto de auto-
cerraban las corporaciones. empresario.
(6) Paul Durand y K. Jaussaud. Traite de Droit IV. EL ASALARIADO EN EL FUTURO.
4u trotioil, t. 1, pág. S?, Dalloz. París. 1947.
(7) Paul Pie, Traite de législatlon industríeme, ¿Termina en esta etapa la evolución del
pág. 460, Rousseau. París. 1923. asalariado? ¿Desaparece esta figura que
dolorosamente ha acompañado tantas ve- tivo? ¿Persistirá en el futuro? Los cam-
ces desde su umbral, el andar evolutivo de bios de sistemas económicos, como el que
la humanidad? ofrece Rusia soviética, nos dicen de la
No, por cierto. El asalariado no se va. persistencia de los elementos trabajo su-
Se transforma tan sólo. Cobra nuevas bordinado y salario. Se es obrero y patrono,
formas o, mejor dicho, sigue adaptándose de forma que las figuras de empleado y
en su eterno mimetismo. empleador se mantienen en toda su inte-
a) Lo que en un comienzo sólo contiene gridad.
al hombre de trabajo manual, hoy se Estimamos así, que para el futuro, sin
extiende también al de actividades inte- apartarse de estos elementos, el asalariado
lectuales. Así, protege al escritor con su se extenderá a un mayor número de acti-
legislación especifica. vidades, en busca del asalariado total. El
Las llamadas "profesiones liberales" si- estatismo creciente —alimentado por su
guen idéntica senda. En definitiva, al am- funcionarismo—, que tiende a orientar y
pararse en el articulado protector del De- dirigir la producción y el concepto de que
recho laboral-social, ceden en sus privile- el trabajo no es un deber, sino una obli-
gios y situaciones de trato y de conside- gación social, justifican esta desgraciada
raciones especiales. Son así también los conclusión para el individuo. Se tendrá asi,
profesionales asalariados con señalamien- no una nueva figura del asalariado, sino
tos de tiempo, de prestación de tareas, de su readaptación.
protección a la integridad de su paga, Aparece el asalariado con el primer hom-
de retiros jubilatorios, de asociación, etc. bre sometido a la obligación de dar su
En estas formas expansivas se repiten trabajo. Hoy continúa en este estado, res-
siempre los elementos constantes que ori- pondiendo así —según la vieja fórmula
ginariamente tipifican el asalariado: tra- de Garriguet—, a que el hombre viene al
bajo personal por cuenta de otros y retri- mundo rodeado de necesidades, y la sola
bución. No interesa el nombre con que se forma de8 satisfacerlas es por medio del
designa a estos elementos calificadores. trabajo ( ). Mientras no se quiebre esta
b) Su nueva etapa, es la de su mayor conclusión, no podrá tampoco detenerse.
protección legal, tendiente a otorgarle se- Por otra parte, cualquiera sea el sistema
guridad social. Sin embargo, su actual económico que impere en definitiva, la
modalidad da razón a la teoría expresada iniciativa propia —en iguales oportunida-
por algunos filósofos, de que la libertad des— hará triunfar al asalariado de me-
disminuye con el aumento de la civiliza- jores cualidades y condiciones para su des-
ción. El asalariado de hoy —y lo será con empeño.
mayor razón en el futuro— se desempeña BIBLIOGRAFÍA. — La citada en las notas del texto.
en orden jerarquizado, con pérdida de su
absoluta autonomía profesional. El ejerci- ASAMBLEA.* SUMARIO: 1» Definición. 2»Orí-
cio del oficio va encadenado a exigencias genes históricos. 3* Las asambleas griegas.
sindicales o estatales —o de ambas a la 4» Las asambleas romanas. 5° Los germa-
nos. 69 Inglaterra. 7» Suiza y el referen-
vez—, con ausencia de gran parte de su dum. 8» Países americanos. 9» República
contenido individual. Argentina. 10. Asambleas Constituyentes
El imperio de convenios colectivos de argentinas. 11. Asamblea General Consti-
condiciones de trabajo no se contenta con tuyente de 1813. 12. Asambleas Legislati-
vas.
tomar a sus elementos en la fábrica o en
la oficina donde actúan, sino que se ex- 1° — Reunión de personas con el objeto
tiende, como expresión del asociamiento de tratar algún asunto y de opinar o de-
obligatorio, hasta sus expresiones íntimas cidir acerca de él.
o su vida ciudadana. El asalariado moder- Aunque la expresión puede ser aplicada
no sólo puede "moverse" en las formas a cualquier reunión originada por cualquier
colectivas sindicales y ¡guay! del que no causa o sin ninguna concreta, desde el
siga su línea. punto de vista institucional sólo se da ese
De esta forma, lo que gana en protec- nombre al conjunto de individuos convo-
ción, en beneficios materiales y en segu- cados legalmente o reunidos por espontá-
ridad para su ulterior retiro, con una le- nea determinación, para tratar un asunto
gislación tutelar integral, lo pierde en su que interesa a todos ellos y que requiere
libertad y en su condición específica de una manifestación de opinión o de volun-
hombre. En ocasiones, es víctima de la tad.
propia tiranía de su grupo asociado al (8) Garrlguet, L., El trabajo, t. 1, pág. 77,
que debe pertenecer y del que difícilmen- Madrid.
te se desliga.
c) ¿Es el asalariado un estado defini- * Por vi Dr. CÁELOS SÁNCHEZ VIAMONTE.
2? — Los poemas homéricos contienen el das hasta nosotros. Es evidente la influen-
relato de asambleas en que los jefes de los cia que ejerce en ellos una lejana tradi-
pueblos griegos que lucharon contra Tro- ción clásica, conservada a través del yenos
ya, discutían y decidían las cuestiones mi- o gens, de Atenas o de Boma, respectiva-
litares y aun las de carácter personal que mente. El desarrollo político o evolución
les afectaba, sin perjuicio de que, como en del clan, hasta la ciudad-Estado, no anu-
la disputa producida entre Aquiles y Aga- la del todo una cierta voluntad colectiva
menón, este último impusiese la superio- del pueblo reunido en asamblea, al cual se
ridad jerárquica de que estaba investido. atribuye y reconoce la soberanía y el po-
En esos mismos poemas homéricos los dio- der constituyente que de ella emana.
ses se reúnen en asamblea o concilio, en 3"? — En las ciudades griegas de la an-
donde suele acontecer también que la auto- tigüedad toda legislación, aun la más an-
ridad y el poder se sobreponen a la razón. tigua, supone la presencia del pueblo re-
El historiador griego Herodoto al rela- unido en asamblea, no obstante el carácter
tar la vida del pueblo medo-persa, consig- impreciso y legendario de los datos que lle-
na algunas asambleas celebradas para re- gan hasta nosotros. Licurgo y Solón actúan
solver los más importantes problemas ins- en representación del pueblo de Esparta o
titucionales. Vale la pena recordar dos de de Atenas, en su caso; obran en nombre
ellas; en una los medos, que poblaban la de la comunidad nacional de la ciudad-
ciudad de Ecbatana, se reúnen en asam- Estado. En Esparta la asamblea del pue-
blea o congreso para crear el gobierno blo o apella, es soberana pero carece de
adoptando la forma monárquica y desig- iniciativa, y su soberanía sólo se pone en
nando rey a Deoices, que tenía fama de movimiento cuando uno de los dos reyes,
ser hombre muy justo. En otra, los siete o el senado o, más tarde, los éforos, le pro-
sátrapas persas que descubrieron y casti- ponen leyes a dictar o resoluciones a adop-
garon la impostura del usurpador Gauma- tar. El pueblo reunido en la apella lo for-
ta —quien se había hecho pasar por Es- man los espartanos propiamente dichos, a
merdis, hermano de Cambises y heredero quienes está reservado el ejercicio de la
del trono—, se reunieron y "deliberaron ciudadanía, con exclusión de periecos e ilo-
acerca de la situación y arreglo del impe- tas. No delibera ni gobierna por sí mis-
rio persa", dice aquel autor, y agrega: "En mo. Por lo menos, no delibera en voz alta
la deliberación se dijeron cosas y pareceres y no tiene la iniciativa de los actos de go-
que no serán creíbles a los griegos, pero bierno, ya sean legislativos o ejecutivos.
que no por esto dejaron de decirse". Según Su función consiste en aceptar o rechazar
Herodoto, hubo en esa deliberación toda lo que se le propone, no obstante ser la
clase de opiniones; el sátrapa Otanes opi- asamblea la que elige a los senadores y a
nó en contra de la monarquía y en favor los éforos.
del gobierno popular republicano; el sátra- La asamblea del pueblo ateniense o ec-
pa Megabizo se pronunció en favor de la clesia, titular de la soberanía, desempeña
oligarquía, y Darío lo hizo por la monar- una función política mucho más comple-
quía, arrastrando los votos de los otros cua- ta que la apella espartana. A ella pertenece
tro sátrapas que formaban parte de la re- la iniciativa y también la decisión defini-
unión. Decidida así la forma monárquica tiva de todo acto de gobierno. Pero sus
de gobierno, se libró a la suerte la desig- funciones están reglamentadas constitucio-
nación del monarca, y resultó favorecido nalmente. El ejercicio de la soberanía se
Darío, utilizando una pintoresca estrata- halla reglamentado y, por consiguiente, li-
gema, con la cual burló el propósito teocrá- mitado. En Atenas, el conjunto de requisi-
tico de entregar la decisión a la voluntad tos y formalidades exigidos para la sanción
divina. de una ley en la ecclesia, y la prohibición
Las fábulas con que nos obsequia Hero- de reformar las leyes mediante decretos
doto excluyen toda seriedad histórica, pero dictados por la misma ecclesia anticipa la
interesan como visión del origen del Es- fijación de un orden jurídico estable. Los
tado, con anticipación a las teorías con- poderes ordinarios se hallan sometidos al
tractuales de la soberanía, evolucionadas poder constituyente, y este principio ad-
desde Tomás de Aquino hasta Juan Jaco- quiere un valor especial cuando el poder
bo Rousseau, cuya idea del contrato social ordinario es nada menos que el pueblo mis-
no es totalmente ajena a estos relatos de mo reunido en asamblea. Eso es ya el an-
Herodoto. La idea de una soberanía popu- ticipo de una jerarquización institucional
lar y de un poder constituyente emanado y el reconocimiento de un poder constitu-
de ella subyace en todas las opiniones po- yente distinto y superior al legislativo or-
líticas de los escritores griegos y romanos, dinario.
que son las únicas de la antigüedad llega- Atenas se presenta en la historia polítí-
ca de la humanidad como una verdadera no se reunían en una sola asamblea, sino
maravilla de perfección técnica en el di- en varios cuerpos, llamados curias (asam-
fícil y complicado mecanismo democráti- blea por curias o asamblea cunada). Luego,
co, en el que ya se advierte la más delica- bajo la república, los ciudadanos eran con-
da y sutil percepción de los problemas del vocados por un cónsul y se reunían por
constitucionalismo, cuyo rasgo principal "centurias" o compañías militares, cuya or-
consiste en la distinción entre el poder ganización se atribuía al rey Servio Tulio.
constituyente y los poderes ordinarios del Finalmente, los plebeyos que se reunían
gobierno o constituidos. en asamblea por convocación de los tribu-
El régimen jurídico de Atenas reposaba nos, obtuvieron que las resoluciones de la
en la existencia de un orden constitucional, plebe o "plebiscita", se convirtieran en
creado por voluntad popular mediante le- asambleas por tribus, a las cuales concu-
yes y susceptible de ser reformado tam- rrían todos los ciudadanos, y cuyas deci-
bién por medio de leyes, para lo cual exis- siones tuvieron fuerza de ley. A todas estas
tía un procedimiento, de tal manera rigu- asambleas romanas se les llamó también
roso y prudente, que excluía toda precipi- comicios (comitia). Tenían a su cargo la
tación y la imposición de efímeros capri- designación de los funcionarios elegidos.
chos. Sólo un día en el año —en la pri- La asamblea o comicio por curias tenía
mera reunión de la ecclesia— era permitido por base la organización familiar de ori-
presentar proyectos de ley. Se les contro- gen ciánico (la gens), formada por todos
laba por cuerpos especiales y hasta cierto los descendientes varones de un antepasa-
punto técnicos. Se debatía la abrogación do común y sus respectivas familias con-
de la ley anterior y. en caso favorable, la sanguíneas. Las mujeres pasaban, por
adopción del nuevo proyecto. Todo eso pau- matrimonio, a formar parte de la gens
sadamente y con plena conciencia del acto del marido. La asamblea por curia la for-
y de sus consecuencias posibles. Todavía maban todos los miembros varones de una
después de dictada, la ley podía ser ata- misma gens, y tenía carácter patricio. Va-
cada en la persona de su autor durante el rias "gentes" formaban una curia, y las
transcurso de un año, y esta acción, deno- treinta curias que había convocadas por el
minada graphé paranomón, podía invali- rey se reunían en asamblea o comicio cu-
dar la ley ya dictada por contraria a los riado, que siempre tuvo carácter religioso,
Intereses de la colectividad y al espíritu aunque ejercía funciones políticas. Más
de sus instituciones fundamentales. Algo tarde, cuando se creó los comicios por
así como un anticipo de la demanda di- centurias, en los que también intervenían
recta por inconstitucionalidad de la ley. los plebeyos, las curias ejercieron funcio-
En el sistema ateniense, todo acto de auto- nes exclusivamente religiosas, con el nom-
ridad, incluso los que emanaban de la ec- bre de comicios calados (comitia calata).
clesia o asamblea del pueblo, debía suje- Los comicios por centurias era la re-
tarse estrictamente a las leyes en vigen- unión del ejército, que actuaba como pue-
cia, dictadas de conformidad con el com- blo, reunido en compañías militares. Vota-
plicado procedimiento antes referido. A ba las leyes y los tratados y elegía a los
este respecto decía Esquines en su famoso magistrados revestidos de "imperium", es
debate con Demóstenes sobre "La Coro- decir, los cónsules, los pretores y los cen-
na", dirigiéndose a los ciudadanos atenien- sores. La reunión se efectuaba de acuerdo
ses que formaban el tribunal de los Helias- con tradicionales fórmulas religiosas.
tas: "Tened por seguro que cuando uno de Las centurias, en número de 193 se re-
vosotros sube al tribunal para juzgar una unían cada una detrás de su respectivo
infracción a la ley, trata de su propia li- estandarte y eran preguntados sus miem-
bertad. El legislador ha escrito a la cabe- bros, uno por uno, sobre el asunto aue se
za del juramento de los jueces: «Decidiré iba a resolver. Se hacia el recuento de vo-
con arreglo a las leyes». Pensaba que el tos por cada centuria, y la mayoría de
culto de las leyes es la salvaguardia del po- votos de las centurias era la que decidía
der popular. De este espíritu animados, votando según el orden que les correspon-
perseguid al que ataque a la ley por medio día, de acuerdo con una jerarquización
de un decreto; no creáis ligeras faltas lo basada en la fortuna de sus componen-
que es un crimen enorme; no os dejéis tes, y como la mayor parte de las centu-
arrebatar por nadie el derecho de casti- rias estaban formadas por patricios y ca-
gar". balleros (optimates), y a ellos se les con-
49 — En Roma, desde sus orígenes, los sultaba en primer término, el voto de los
asuntos muy graves eran sometidos a la más ricos era el que decidía.
aprobación del pueblo. Durante la monar- El último tipo de asamblea popular ro-
quía, el rey convocaba a los ciudadanos, que mana fue la asamblea por tribus (comitia
J
íribitfa), llamada también concilium ple- cuando Inglaterra logró su unificación. El
bis. Se reunía en el foro y era convocada hundred, como las unidades más peque-
sin observar fórmula religiosa alguna. La ñas del sistema, incluso las aldeas, tenía
presidía un magistrado, casi siempre un su "moof o asamblea que desempeñaba
tribuno de la plebe, quien explicaba a los principalmente funciones judiciales. Por
ciudadanos reunidos el objeto de la convo- encima de esta asamblea de centuria, y
catoria. Luego concedía la palabra a los en la cumbre de este sistema primitivo,
ciudadanos que la solicitaban y, por últi- estaba el folk-moot o asamblea general
mo, los concurrentes se reunían en tribu de los hombres libres, que desempeñaba el
para votar. Primero, se votaba dentro de mismo papel de consejo de tribu o de na-
la tribu y luego se computaba el voto de ción que aquél al que se refiere Tácito en
cada tribu obtenido por la mayoría de sus la Germania del siglo i.
componentes. Las tribus eran 35, 31 rús- En la época en que los reinos ingle-
ticas y 4 urbanas. En el año 131 se adoptó ses eran muchos, cada uno tenía, proba-
para el voto el sistema escrito cuando se blemente, su consejo general, que se re-
trataba de dictar leyes. unía bajo la presidencia del rey y le ase-
59 _ LOS pueblos germanos, organizados soraba en los asuntos de interés común.
en clanes y tribus, se reunían en asam- Más tarde, cuando Inglaterra formó un
bleas populares que Tácito describe minu- solo reino, los pequeños reinos anteriores
ciosamente: "Los príncipes (jefes) re- se convirtieron en condados, y sus folk-
suelven las cosas de menor importancia, moots, antes asambleas nacionales, pasa-
y las de mayor se tratan en junta ge- ron a ser shire-moots o asambleas de
neral de todos; pero de manera que, aun condados, presididas por el sheríff como
aquellas de que toca al pueblo el conoci- representante del rey, el obispo como re-
miento, las traten y consideren primero presentante de la Iglesia, y el ealdorman
los príncipes...". "Siéntanse armados y como representante de la tribu. Estaban
cada uno como le agrada. Los sacerdotes compuestas por los landowners, propieta-
mandan que se guarde silencio, y todos los rios de los condados, el bailío, el sacerdote
obedecen, porque tienen entonces poder y cuatro hombres de cada township, más
de castigar. Luego oyen al rey o al príncipe doce representantes de cada hundred y to-
(jefe), que les hacen los razonamientos dos los funcionarios.
según la edad, nobleza o fama de cada En aquel tiempo la autoridad nacional
uno adquirida en la guerra, o según su superior ejercida por las asambleas pasó
elocuencia, teniendo más autoridad de a un gran consejo llamado Witenagemot,
persuadir que poderío de mandar. Si no o asamblea de sabios. Es probable que
les agrada lo propuesto, contradicenlo, ha- todo hombre libre tuviese en un comienzo
ciendo estruendo y ruido con la boca; pero el derecho de asistir a esta gran asam-
si les contenta, menean y sacuden las frá- blea de la nación y de participar en su
meas, dando con ellas en los escudos que votación, pero de hecho concurrieron a
tienen en las manos. Que entre ellos es la ella sólo los principales representantes
más honrada aprobación la que se signi- del condado y los principales funcionarios
fica con las armas". "Eligen también en que rodeaban al rey. Cuando éste desea-
la misma junta los príncipes (jefes), que ba reunir una verdadera asamblea nacio-
son los que administran justicia en las nal, convocaba las de todos los condados
villas y aldeas. Asisten con cada uno de y a los principales funcionarios, los reunía
ellos cien hombres escogidos de la plebe, en un gran Mycelgemot, en alguna locali-
que les sirven de autoridad y consejo" dad central del reino y les pedía la apro-
(Tácito, De la Germanla). bación de las leyes. Era una manera de
Esas asambleas germanas son el ante- ahorrarse el trabajo de transmitirlas a las
cedente directo de las que se realizan to- distintas asambleas de condado, según cos-
davía en los cantones suizos de Uri, Un- tumbre de los reyes anteriores. Con el
terwalden, Gladis y Appenzell, con el ca- aumento del poder real, el Witenagemot
rácter de asambleas comunales, no de una se convirtió en una ceremonia tradicional
nación, sino de un distrito (landsgemein- de mera fórmula.
den). 7"? — Las asambleas populares de los
8<? — En Inglaterra también se conservó cantones suizos, o landsgemeinden, son de
el sistema. Las comunidades estaban agru- origen inmemorial. El más antiguo lands-
pasadas en centurias (hundreds) y eso fue gemeinde conocido es el de Schwyz y data
lo que constituyó pequeños reinos desde del año 1294. Fue una institución común
los primeros tiempos de la dominación a los cantones de Uri, Schwyz, Unterwal-
anglosajona, y algunas de ellas, segura- den, Berna, Saint-Gall, Tessino y Domo
mente llegaron a ser condados o shires, D'Ossola. Los ciudadanos se reunían a
pleno aire cuando hacía buen tiempo, y 99 — En la República Argentina, el re-
la asamblea se llamaba ding, como entre ferendum constitucional fue creado en la
los antiguos germanos, o landtg, como las provincia de Buenos Aires en 1873, para
cortes de justicia de los gaugraves y lana- las enmiendas de la Constitución. La
graves. La palabra landsgemeinde no apa- Constitución de 1873 prevé tres situaciones
rece sino hacia la mitad del siglo xv (ge- diferentes: a) reforma total; b) reforma
meinde, comuna o municipio). Primero parcial; c) enmienda. En los dos prime-
fueron de carácter judicial, pero luego ros casos, el voto popular o referendum
ejercieron el poder legislativo, y asi nació, tiene por objeto decidir si se reúne o no
en el siglo xvi, el referendum, que practi- la convención constituyente que discutirá
caron iniclalmente los cantones de Grau- y sancionará la reforma; en el tercer caso,
bunden y Valais, que entonces no forma- se prescinde de la convención: la en-
ban parte de la Confederación, sino que mienda se hará por sanción legislativa so-
eran meramente distritos aliados. metida al voto popular.
El sistema que hoy es conocido con el El plebiscito se halla unido en nuestro
nombre de "facultativo" tuvo su aplica- país al recuerdo de la dictadura de Rosas,
ción en el cantón de Berna, en 1439 (en- y a ello se debe su exclusión casi absoluta
tonces República de Berna), con motivo de nuestro Derecho público. Rosas lo uti-
de la situación creada a esa ciudad por lizó en 1835 para reforzar popularmente
sus fuertes deudas y ante la necesidad de la ley de 7 de marzo de ese año, por la
hacer frente a la llamada guerra de Zu- que se le nombró gobernador y capitán
rich. Luego el sistema se extendió y en general de la provincia por el término de
las Asambleas intervenían todos los homr cinco años, con la suma del poder público.
bres mayores de catorce años. Había dos Tal antecedente hizo del plebiscito un ins-
formas de votar: una consistía en pasar trumento del despotismo.
al costado los que se manifestaban nega- 10 — En la República Argentina se sue-
tivamente, otra el levantar las manos por le dar el nombre de asamblea a todo
sí o por no, respondiendo a la consulta de cuerpo constituyente. Acaso valdría tam-
los funcionarios. bién el calificativo para los cabildos abier-
Suiza también creó la "iniciativa", me- tos y, especialmente, para el que se reunió
diante la cual el voto popular ponía en en Buenos Aires el 22 de mayo y sirvió de
movimiento la función legislativa. La adop- punto de partida a nuestra emancipación
tó por primera vez el cantón de Vaud, en y formación institucional.
el año 1845. En general, cuando se habla de asam-
8<? — El sistema del referendum popular bleas, se hace referencia a los cuerpos
fue adoptado por los Estados Unidos de constituyentes que casi siempre fueron,
Norteamérica. En todos los Estados de la también, de carácter legislativo.
Unión se adoptó el sistema para la san- En el año 1882, don Uladislao S. Frías
ción de Constituciones y para las enmien- publicó tres grandes tomos conteniendo
das constitucionales. Se realiza en forma "Trabajos legislativos de las Primeras
de plebiscito. Asambleas Argentinas (desde la Junta de
Entre las Constituciones vigentes hay 1811 hasta la disolución de 1827)", y en
algunas que exigen el voto popular o ple- 1937, el Instituto de Investigaciones His-
biscito para la reforma constitucional con tóricas de la Facultad de Filosofía y Le-
carácter imperativo (Cuba, art. 286; Pa- tras de la Universidad de Buenos Aires,
raguay, arfc. 94; El Salvador, art. 188; y publicó una gran obra documental relativa
el Uruguay, art. 284). En la de Brasil (ar-. a las "Asambleas Constituyentes Argenti-
tículo 174), el presidente de la República, nas, seguidas de los textos constituciona
tiene el privilegio de proponer la reforma, les, legislativos y pactos interprovinciales
de desaprobarla cuando la hubiere ini- que organizaron políticamente la Nación",
ciado la Cámara de Diputados (veto sus- bajo la dirección del doctor Emilio Ravig-
pensivo) , y de someterla a plebiscito cuan- nani.
do su proyecto hubiese sido rechazado o A partir del Cabildo abierto del 22 de
cuando el Parlamento aprobare definiti- mayo de 1810, se habló en nuestro país del
vamente contra el veto presidencial, el Congreso que debía organizar al país, crear
proyecto Iniciado en la Cámara de Dipu- sus instituciones y, sobre todo, dictar su
tados. Las Constituciones de Cuba y de El Constitución, y se dio el nombre de Con-
Salvador acuerdan la iniciativa popular greso al cuerpo constituyente y legislativo
para la reforma constitucional por peti- que se reunió en Tucumán en 1816 y de-
ción de dos tercios por lo menos de los claró la Independencia, y que continuó en
ciudadanos hábiles para votar. Uruguay Buenos Aires hasta 1819, año en que san-
tiene iniciativa y referendum. cionó la primera Constitución, que fue
rechazada en las provincias por ser uni- la libertad de vientres y fija la dieta de
taria. los diputados.
Luego se llamó también Congreso al El día 19 ratifica la composición del
que dictó la Constitución de 1826, y "Con- Triunvirato, y en la sesión del 27, en su
greso General Constituyente" al que san- carácter de Asamblea Constituyente, dicta
cionó la Constitución de la Confederación el Estatuto para el Poder Ejecutivo.
Argentina en 1853, reformada luego en Entre otras cosas, ese Estatuto para el
1860, 1866 y 1898. Poder Ejecutivo autoriza a éste a "suspen-
En cambio, el primer Congreso que se der en caso de invasión o inminente pe-
reunió en Buenos Aires con el propósito ligro de ella, de sublevación u otro aten-
de dictar una Constitución en el año 1813, tado grave contra la seguridad del Estado,
fue llamado oficialmente Asamblea Gene- el decreto de seguridad individual, dando
ral Constituyente. cuenta a la Asamblea General Constitu-
11 — El Triunvirato dicta el Reglamen- yente de la innovación expresada, dentro
to de la Asamblea General y se reserva la del término de veinticuatro horas".
atribución de alterarlo o modificarlo, pre- La Asamblea se reserva el derecho de
via consulta a la misma. nombrar, juzgar y remover a los miembros
El 9 de marzo, y sin haberse reunido del Poder Ejecutivo.
aún la Asamblea, introdujo algunas modi- En la sesión del día 8, la Asamblea re-
ficaciones en el Reglamento, "con prece- solvió: "Los diputados de las Provincias
dente consulta del Excmo. Ayuntamiento Unidas son diputados de la Nación en
de esta Capital". general, sin perder por esto la denomina-
Reunida la Asamblea, declara: que le ción del pueblo a que deben su nombra-
corresponde la autoridad suprema sobre miento, no pudiendo, en ningún modo,
toda otra constituida en las Provincias obrar en comisión".
unidas del Río de la Plata. Insiste en que En esta resolución se reconoce, de una
el Triunvirato admita la designación que manera indudable, la existencia de la
ella ha hecho de un triunviro suplente. Nación como una unidad integral, en la
El Triunvirato rechaza la intervención de que se resuelve la existencia de aquellas
la Asamblea y la disuelve por decreto del provincias que hasta ese momento sólo
6 de abril de 1812. habían sido divisiones administrativas de
El 24 de octubre, un nuevo Triunvirato la época colonial, cuyo núcleo estaba cons-
convoca a nuevas elecciones para dipu- tituido por una ciudad-cabildo. Ese mismo
tados de la Asamblea General, y fija por concepto lo vemos aparecer en el Preám-
primera vez un procedimiento electoral, bulo de la Constitución de 1853, con ca-
que consiste en lo siguiente: Los goberna- rácter definitivo.
dores o tenientes gobernadores, de acuer- El día 10 de febrero, la Asamblea san-
do con los Ayuntamientos, ordenarán a ciona el Reglamento relativo a la invio-
los alcaldes de barrio para que citen "a labilidad de los diputados. Consta de once
todos los vecinos libres y patriotas de sus artículos, en los que se ampara, con pro-
respectivos cuarteles", a fin de que con- lija eficacia, el privilegio de esos legisla-
curran a sus casas o a los lugares que de- dores.
signen, a una hora señalada, y una vez Es evidente que se ha tomado de ese
reunidos, nombren un elector a pluralidad decreto todo lo que contienen los artícu-
de votos. "El nombramiento de electores los 60, 61 y 62 de la Constitución de 1853,
se hará en el mismo día y, si es posible, reformada en 1860.
en una misma hora en todos los cuarteles, El decreto excede en algo a esos tres
debiendo concurrir, acto continuo, a con- artículos constitucionales, pues prohibe
gregarse en la sala capitular del Ayunta- que se les entable juicio a los diputados
miento del lugar, para proceder inmedia- por causa civil, quienes no pueden, tam-
tamente, en consorcio de éste y su presi- poco, ser procesados por causas criminales
dente, a la elección del diputado o dipu- hasta un mes después de haber cesado, ni
tados para la Asamblea, sirviéndose del violada la inmunidad de las casas en que
escribano del Cabildo para la autorización habiten, si el allanamiento no lo ordena
de los sufragios". la Asamblea o el presidente de ella, o la
Las votaciones serán libres y en voz comisión permanente, con la obligación
alta. Podrán ser electores o electos dipu- de dar cuenta inmediatamente al cuerpo.
tados "todas las personas libres y de co- El desaforo y la exclusión los hace la
nocida adhesión a la justa causa de Amé- Asamblea, como tribunal de justicia.
rica". El día 24 de marzo, la Asamblea declara
El día 30 de enero de 1813 se inaugura absolutamente extinguida la autoridad del
la Asamblea, y el día 2 de febrero declara tribunal de la Inquisición.
El 22 de enero de 1814, crea el Directo- rrogar las sesiones; 23) Reunión espontá-
rio unipersonal, para "que la suprema po- nea de las Cámaras; 24) Atribuciones del
testad ejecutiva se concentre en una sola Poder Ejecutivo (coincidencia general con
persona, bajo las calidades que determina el artículo 86 de la Constitución de 1853.
la ley". reformada en 1860); 25) Secretarios de
Luego dicta disposiciones reglamenta- Estado o ministros del Poder Ejecutivo y
rias de carácter interno, y el día 26 de refrendación de los actos; 26) Indepen-
enero de 1814 reforma el Estatuto Provi- dencia del Poder Judicial; 27) Inamovili-
sorio y crea el Consejo de Estado, com- dad de los jueces; 28) Corte Suprema de
puesto de nueve vocales. Justicia y tribunales inferiores; 29) Juicio
La Asamblea designó una comisión es- por jurados; 30) Juicio previo y ley ante-
pecial, formada por Chorroarín, Gó- rior para condena penal y civil; 31) Prohi-
mez, García, Vieytes, Herrera, Somellera bición de obligar a declarar contra sí mis-
y Agrelo, para proyectar una Constitución. mo; 32) Abolición de tormento; 33) Abo-
Por renuncia de Chorroarín, integró la lición de la confiscación de bienes; 34)
comisión don Gervasio A. de Posadas. Ese Prohibición de que la infamia de una
proyecto se presentó, pero no fue tratado. pena pase a la familia del delincuente.
Se halla redactado en 276 artículos. De En el segundo caso se encuentran: 1)
sus disposiciones mencionaremos aquéllas Determinación de la ciudadanía y condi-
que tienen especial interés, ya porque sig- ciones para ser ciudadano; 2) Pérdida de
nifique el primer antecedente orgánico de la ciudadanía. (Estos puntos los omite la
la Constitución de 1853, reformada en 1860, Constitución de 1853, pero la ley de ciu-
o ya porque lleven una dirección franca- dadanía N<? 346, dictada por el Congreso,
mente opuesta. reproduce algunas de las disposiciones
En el primer caso se encuentran las si- del proyecto de 1813); 3) Sistema electo-
guientes declaraciones: 1) La forma de ral. (También omitido por la Constitución
gobierno es la República; 2) La sobera- y legislado en la ley N<? 8871); 4) Natu-
nía del Estado reside esencialmente en el raleza del cuerpo legislativo. (El proyecto
pueblo; 3) Libertad de culto; 4) División no establece el régimen federativo actual);
de poderes; 5) Igualdad ante la ley, li- 5) No atribuye exclusividad a la Sala de
bertad civil y seguridad individual y real; Representantes en la iniciativa de las le-
6) Derecho de los ciudadanos a sufragar yes sobre reclutamiento de tropas; 6) El
y ser elegidos; 7) Abolición de la escla- Senado puede desaprobar los reglamentos
vitud; 8) Un Congreso formado por dos del Ejecutivo y demás funcionarios cuan-
cámaras: Senado y Sala de Representan- do sean contrarios a algún articulo de la
tes; 9) Derecho de acusación de la Sala Constitución; 7) Las Cámaras no pueden
de Representantes; 10) Exclusividad de actuar sin un quorum de dos terceras par-
esta Cámara para la iniciativa en materia tes de sus miembros; 8) Incompatibilidad
de contribuciones; 11) El Senado juzgará del cargo de legislador con cualquier otro;
en los casos de acusación por la Sala de 9) Comisión Legislativa permanente; 10)
Representantes; 12) La sentencia conde- El Congreso otorga cartas de naturaliza-
natoria del Senado produce la remoción y ción; 11) El Congreso declara la guerra;
declara la inhabilitación; 13) Cada Sala 12) Declara la paz y hace tratados de
juzga las elecciones de sus miembros; 14) alianza; 13) Aprueba los impuestos mu-
La minoría puede compeler a la mayoría nicipales; 14) Examina y aprueba las cuen-
a asistir a las sesiones; 15) Cada Sala tas de la inversión de caudales públicos
puede castigar a sus miembros por desor- y hace efectiva la responsabilidad de los
den de conducta y excluirlos por dos ter- funcionarios; 15) No puede dictar leyes
cios de votos; 16) Ninguna suspenderá sus de proscripción o con efecto retroactivo;
sesiones por más de tres días, sin consen- 16) Cada una de las Salas del Congreso
timiento de la otra; 17) Privilegio de los debe ser convocada por sus presidentes.
legisladores de no ser molestados por sus (Es más claro y terminante el proyecto
opiniones, discursos o debates; 18) Privi- que la Constitución de 1853, reformada en
legio de no ser arrestados; 19) Remu- 1860, porque el Ejecutivo no tiene en él
neración de los legisladores; 20) Las más facultades, a ese respecto, que con-
facultades del Congreso coinciden apro- vocar a sesiones extraordinarias, o decidir,
ximadamente con las del artículo 67 de la cuando haya discrepancia entre las dos
Constitución de 1853, reformada en 1860, Salas, respecto a la prórroga); 17) El Po-
con excepciones que luego estableceremos; der Ejecutivo está formado por un Direc-
21) Formación y sanción de las leyes; 22) torio de tres miembros, nombrados por el
Veto suspensivo del Ejecutivo, exceptuada Congreso; 18) Inviolabilidad de los miem-
la resolución de ambas Cámaras de pro- bros del Ejecutivo; 19) El Poder Ejecutivo
no podrá vetar las leyes originadas en pro- 11) También se prohibe el juramento en
yectos de él emanados; 20) Un Consejo los procedimientos judiciales, incluso a los
de Estado, compuesto de diez miembros, testigos.
uno por cada provincia: dos eclesiásticos, El otro proyecto es muy parecido al de
tres militares y cinco ciudadanos, nom- la Sociedad Patriótica y, en algunos pun-
brados por el cuerpo legislativo; 21) Los tos, más minucioso.
secretarios de Estado o ministros no tie- Un cuarto proyecto, del año 1813, es de
nen relación directa con el cuerpo legisla- carácter federal. En él se declara que
tivo; 22) La justicia corresponde a una "cada provincia retiene su soberanía, li-
organización unitaria; 23) La institución bertad o independencia, y todo poder, ju-
del habeos corpus; 24) La organización de risdicción y derecho que no es delegado
los Ayuntamientos en las ciudades, villas expresamente por esta confederación a las
y cabezas de partido correspondiente al provincias unidas, juntas en Congreso".
sistema unitario. Los artículos de este proyecto se decla-
En el año 1813, y como para orientar la ran: "artículos de Confederación y perpe-
tarea que debía realizar la Asamblea Ge- tua unión entre las provincias de Buenos
neral Constituyente, aparecen otros tres Aires, Santa Pe, Corrientes, Paraguay, Ban-
proyectos de Constitución: uno de la So- da Oriental del Uruguay, Córdoba, Tucu-
ciedad Patriótica y otros dos anónimos. mán". Muchas disposiciones de este pro-
El de la Sociedad Patriótica es seme- yecto se encuentran en la Constitución de
jante al de la Comisión oficial, que ya 1853, reformada en 1860, y de un modo
hemos comparado con la Constitución de especial las que se refieren al régimen
1853, reformada en 1860 en forma suma- federativo de gobierno.
rla. Está redactado en estilo y tono dog- 12. — En la República Argentina se da
máticos, y en forma acentuadamente pre- el nombre de Asamblea Legislativa a la
ceptiva. reunión conjunta de ambas Cámaras que
Presenta las siguientes particularidades forman el Congreso.
interesantes: 1) Define la libertad, la Según la Constitución de 1853, la Asam-
igualdad, la propiedad y la seguridad; 2) blea Legislativa se reunía: a) para admi-
Reconoce a los extranjeros iguales dere- tir o desechar la dimisión del presidente
chos que a los americanos, sean ciudada- y vicepresidente (art. 67, inc. 18); b) para
nos o no; 3) Concede a los extranjeros declarar el caso de proceder a nueva elec-
mayores de veintinueve años, propietarios ción (art. 67, inc. 18); c) para hacer el
de inmuebles y con profesión u oficio, y escrutinio y rectifícaoión de la elección
que además sepan leer y escribir, el de- de presidente y vicepresidente (art. 67,
recho de sufragio; "y después de los diez inc. 18); d) para elegir presidente de la
años de residencia podrá también ser Nación entre las personas que hubieren
elegido para cualquier empleo de la Re- obtenido mayor número de sufragios cuan-
pública, menos para el Gobierno". Se ex- do no hubiere mayoría absoluta (arts. 83,
ceptúa a los españoles, mientras el go- 84 y 85); e) para recibir el mensaje anual
bierno de España no reconozca al nuestro; del Poder Ejecutivo (art. 86, inc. 11).
4) En el funcionamiento del Congreso, la La Constitución argentina no es bastan-
Cámara de Representantes propone las te explícita en algunos casos de atribu-
leyes, y el Senado las aprueba o rechaza; ciones conferidas al Congreso, y la prác-
5) El Poder Ejecutivo es unipersonal: en tica ha sido la de dictar una ley en vez
la Nación lo desempeña un presidente, y de reunirse la asamblea legislativa. Así ha
en las provincias, un prefecto; 6) El su- ocurrido cuando declara el estado de sitio
perior tribunal de justicia, o Suprema en caso de conmoción interior (arts. 23 y
Corte, lo forman "nueve individuos ma- 67, inc. 26); cuando aprueba o suspende
gistrados, que se escogerán de los más el estado de sitio declaraSo durante su
provectos de todas las provincias"; 7) receso por el Ejecutivo (art. 67, inc. 26),
En todas las ciudades debe establecerse o cuando determina qué funcionario des-
un Acusador e Irenarca, con obligación empeñará la presidencia en caso de ace-
principal de descubrir y acusar los delitos falía (art. 75).
que no tuviesen acusador; 8) Se crea la En este último caso del artículo 75, la
defensoría de pobres y de menores en ca- Constitución argentina, que sigue a la
da pueblo, nombrados por el tribunal pro- norteamericana, se aparta de ella en un
vincial de apelaciones; 9) Se declara que punto, que es precisamente motivo de nues-
nadie está obligado a hacer lo que no tra observación anterior. La Constitución
está obligado por la ley, y que no hay pena de los Estados Unidos dice que "el Con-
si una ley no la establece; 10) Se prohibe, greso podrá por una ley, prevenir el caso
de un modo absoluto, la incomunicación; en que presidente y vicepresidente sean
destituidos, mueran, etc.", y declarar qué jurídicos de suma importancia en el De-
funcionario los reemplazará en el desem- recho civil. Como esta materia debe ser
F°óo Uel Pcrtsr Ejecutivo. La Constitu- tratada integralmente en la voz paren-
ción argentina omite la referencia a una tesco, aquí sólo se mencionarán a título
ley, y esta omisión debe entenderse como ilustrativo, en una apretada síntesis.
deliberadamente dirigida a considerarla Se debe partir de la idea esencial del
innecesaria, por lo cual es correcta la in- parentesco como relación jurídica entre
terpretación del artículo 75, en el sentido las personas y, en ese sentido, se debe te-
de que el Congreso, en Asamblea Legisla- ner en cuenta que así como confiere de-
tiva o reunión conjunta de ambas Cáma- rechos, crea al mismo tiempo obligacio-
ras, está encargado de la designación del nes.
funcionario reemplazante en caso de ace- En el Derecho civil se pueden señalar
falía. las siguientes consecuencias jurídicas de
Los países de sistema presidencial o eje- la situación de parentesco: En el derecho
cutivo, organizados a imitación de los de las sucesiones, donde más notable es
Estados Unidos de Norteamérica, poseen la manifestación de los efectos aludidos,
un Poder Legislativo ejercido por un cuer- para los consanguíneos de las lineas as-
po que unas veces es llamado Congreso, cendentes y descendentes. Existe entre
otras Asamblea Nacional y, en el caso de ellos el derecho y el deber de sucesión he-
Haití, Cuerpo Legislativo. Más de la mi- reditaria. (V. SUCESIÓN. HERENCIA.)
tad de esos países poseen Senado y Cá- En el derecho de familia, el parentesco
mara de Diputados o de Representantes, da origen a los impedimentos (art. 9?,
que en algunos casos semejantes a los inc. 19, L. M. C.). En el parentesco por
previstos en la Constitución argentina, se consanguinidad, en la linea recta ascen-
reúnen conjuntamente en asamblea. dente, el impedimento se produce en to-
La Constitución argentina fue reforma- dos sus grados.
da en 1949, en lo referente al sistema de Asimismo la obligación alimentaría (ar-
elección de presidente y vicepresidente de tículo 367 y sigs., Cód. civ.). Esta obliga-
la República. Según esa reforma, la elec- ción es recíproca, sin distinción de gra-
ción se hace directamente por el pueblo, dos entre ascendientes y descendientes
de manera que quedan suprimidos los legítimos.
casos de asamblea legislativa previstos en Derecho a la tutela legitima (arts. 389,
los artículos 83, 84 y 85 del texto anterior. 390 y sigs., Cód. civ.), lo mismo que a la
cúratela (art. 475 y con., Cód. civ.). En
ASAMBLEA LEGISLATIVA. (V. ASAM- igual sentido, el derecho de ejercer sobre
BLEA.) los representantes legales del menor ana
función de observación y contralor (ar-
ASCENDIENTES. * Del latín ancestor tículo 414, Cód. civ.).
(antecesor), la persona que precede (com- Dentro de las múltiples funciones ju-
puesto de ante y cederé, marchar). rídicas a desempeñar: El derecho y deber
De acuerdo a la terminología del De- de formular las siguientes denuncias: de
recho civil, ascendiente es la persona que ausencia, con presunción de fallecimien-
representa un grado (una generación) en to (art. 113, Cód. civ.); de insania (ar-
la línea perpendicular recta que se eleva tículo 144, inc. 29, Cód. civ.); de sordomu-
del tronco hacia los grados precedentes. dez (art. 156, Cód. civ.).
(V. PARENTESCO.) Pueden asimismo deducir oposición al
El Código civil argentino tiene respecto matrimonio (art. 21, inc. 29, L. M. C.);
al parentesco, el vocabulario de la época impugnar la paternidad (art. 250, Cód.
de su redacción; de acuerdo al mismo, son civ.), la legitimidad (art. 257, Cód. civ.);
ascendientes: los padres, los abuelos, los el reconocimiento (art. 335, Cód. civ.).
bisabuelos, los tatarabuelos, etc. Tienen el derecho de gestionar la desig-
En la linea ascendente del parentesco nación de los representantes legales de
consanguíneo, es decir, en la serie de los menores huérfanos (art. 378, Cód. dv.);
grados o generaciones que liga al tronco así como ejercer los derechos de la patria
con los parientes antecesores, el padre potestad. (V. esta expresión en el lugar
está en el primer grado, el abuelo en el correspondiente.)
segundo, el bisabuelo en el tercero, etc. En otro aspecto jurídico se originan in-
(art. 352, Cód. civ.). compatibilidades como las estatuidas por
Con respecto a los ascendientes, en fun- el artículo 985, sobre actos autorizados
ción de parentesco, se producen efectos por un funcionario público en el que al-
gunos de sus parientes, dentro del cuarto
* Por el Dr. ARMANDO V. SILVA. grado, fueren personalmente interesados,
.
o la del artículo 990, respecto a los testi- lle, H, Curso de Derecho civil, "Derecho de fami-
gos en instrumentos públicos. lia", págs. 384 y slgs., Bs. Aires, 1931. — Rébo-
ra. J. C., Instituciones de la familia, t. 2, § 45,
En materia procesal, el parentesco por n» 1, págs. 534 y slgs.. y t. 4, § 39, nos. 3 y slgs,
consanguinidad origina efectos procesales Bs. Aires. 1946.
en cuanto a la prueba de testigos. Por
ejemplo, en el Código de procedimientos ASEGURADO. Propiamente hablando, es
civiles y comerciales para la Capital Fe- la persona a cuyo favor se contrata un
deral, se dispone, en el artículo 207, que seguro, o sea el beneficiario del mismo;
el estado de pariente consanguíneo den- pero en la terminología corriente se en-
tro del cuarto grado civil, es una causal tiende por asegurado al tomador del se-
de tacha relativa. Asimismo, en el artícu- guro, o sea a la persona que ha contra-
lo 186, prescribe que no podrán ser pre- tado el seguro con el asegurador, aun
sentados, entre otros, como testigos con- cuando no sea su beneficiario. Esta se-
tra una de las partes, sus parientes con- gunda acepción es la única recogida, con
sanguíneos en línea directa. impropiedad jurídica, por la Academia
El Código de procedimientos criminales, española al definir al asegurado como "la
por su parte, dispone en el artículo 163, persona que ha contratado un seguro". En
la prohibición de denuncias entre parien- muchas clases de seguros se confunden la
tes, salvo el delito ejecutado por los mis- persona del asegurado con la del bene-
mos contra el denunciante. En el artícu- ficiario, ya que el propio contratante del
lo 278, similar norma a la del artículo 186 seguro es quien ha de percibir los bene-
del Código de procedimientos civiles, ya ficios, cual sucede, por ejemplo, en los que
indicada. Con la excepción señalada en cubren los riesgos de las cosas, o en aque-
los artículos 279 y 280 del Código de proce- llos otros en que el tomador de la póliza
dimientos criminales. Asimismo se señalan se asegura una renta vitalicia o un capital
en el fuero civil y criminal, entre las cau- a cobrar en vida. Contrariamente, en otras
sas de recusación a los Jueces, la del pa- especies de seguros, particularmente en
rentesco civil, dentro del cuarto grado los que cubren el riesgo de muerte del pro-
civil (art. 75, Incs. 1? y 29, Cód. proced. pio contratante (llamados también de
crim., y art. 368. incs. 1?, 2? y 3?, Cód. "vida entera"), o en los dótales a favor
proced. clv., Cap. Fed.; conc. art. 43, incs. !•?, de terceros, las personas del contratante
2? y 39, ley 50). de la póliza, vulgarmente denominado
En materia penal, se produce la exen- asegurado, y del beneficiario o asegurado
ción de responsabilidad por razón de pa- propiamente dicho, son distintas e in-
rentesco, sin perjuicio de la civil, por hur- confundibles. (V. ASEGURADOR. BENEFICIARIO
tos, defraudaciones o daños que recípro- DEL SEGURO. SEGUROS (Compañías de). SE-
camente se causaren (art. 185, Cód. pen.). GUROS (Contratos de). SEGUROS SOCIALES.)
En la ocultación del reo (arts. 278 y 279, (M. O. y F.)
Cód. pen.). En general, puede originar
una agravante de pena como asimismo ASEGURADOR. Denominación aplicada
una eximente. En el primer caso se en- a la persona o entidad que, a cambio de
cuentra la disposición expresa del artícu- la prima o premio que le abona el toma-
lo 80. inciso 19 del Código penal, respecto al dor del seguro, vulgarmente llamado ase-
homicidio. En el mismo sentido, con refe- gurado, se hace cargo de los riesgos que
rencia a los siguientes delitos: lesiones puedan sobrevenir a las personas o a las
(art. 92, Cód. pen.), abuso de armas (art. cosas aseguradas y que constituyen el ob-
104, Cód. pen.), abandono de personas jeto del contrato. Cuando se trata de se-
(art. 107, 19), violación y estupro (artícu- guros de tipo mercantil, el asegurador—
los 122 y 123, Cód. pen.), corrupción y generalmente una compañía autorizada a
ultraje al pudor (arts. 125, in fine, y 127, tales fines— realiza una actividad lucra-
in fine, Cód. pen.), complicidad en los de- tiva. Cuando se trata de seguros sociales,
litos contra la honestidad (art. 133, Có- el asegurador —generalmente un organis-
digo pen.), detención ilegal (art. 142, in- mo oficial— actúa sin propósitos lucrativos
ciso 2?). Como una eximente de pena y con el sólo objeto de realizar la función
puede considerarse, a los efectos de su que le está atribuida. (V. ASEGURADO. BE-
aplicación, lo dispuesto en el artículo 41, NEFICIARIO DEL SEGURO. SEGUROS (Compañías
inciso 29 del Código penal. (V. ALIMENTOS. de). SEGUROS (Contratos de). SEGUROS SO-
PARENTESCO.) CIALES.) (M. O. y F.)
BIBLIOGRAFÍA. — Busso, E., Código civil anotado, ASEGURAMIENTO DE BIENES LITI-
t. 2, "Familia", págs. 344 y slgs. y 849 y slgs.,
Bs. Aires, 1945. — Gómez, E., Tratado de Derecho GIOSOS. (V. EMBARGO PREVENTIVO. Juicio
penal, t. 2, nos. 372 y slgs., Bs. Aires. — Laíal- EJECUTIVO. MEDIDAS CAUTELARES.)
ASEGURAR. (V. ASEGURADO. ASEGURADOR. porque se aseguren con ellos; e andan muy
BENEFICIARIO DEL SEGURO. SEGUROS (Compa- encubiertamente en estas maneras sobre-
ñías de). SEGUROS (Contratos de). SEGUROS dichas o en otras semejantes, porque pue-
SOCIALES.) dan cumplir su trayción, e su maldad..."
Y más adelante: "Otrosí decimos: Los
ASESINATO. * En el lenguaje técnico assesinos, e los otros ornes desesperados,
de la ciencia penal, con la voz asesinato que matan los ornes por algo que le den.
se designa a una forma particular del ho- que deuen morir porende".
micidio, y más concretamente, al homici- El Derecho romano legisló el homici-
dio calificado por la concurrencia de dio calificado bajo diversas denominacio-
ciertas circunstancias de agravación. Cien- nes, sin emplear el término asesinato.
tíficamente, pues, dicho término repre- Los prácticos aceptaron el nombre, desig-
senta una figura delictiva específica, que nando con él a los que mataban por en-
sirve, a su vez, para distinguirla de otros cargo de otro. Farinaccio lo definió de la
tipos penales afines, tales como el homi- siguiente manera: "Assasinus dicitur is qui
cidio simple, el homicidio atenuado y aun suscepta as aliquo pecunia, mediante man-
del homicidio calificado por otras circuns- dato, alterum, occiderit". Los antiguos
cias agravantes. prácticos alemanes denominaron al man-
Los autores no coinciden en manera dante de homicidio, "homicida mediato", y
absoluta respecto del origen de esta pa- al mandatario, "homicida inmediato"; en
labra. La opinión prevaleciente, sin em- cambio, los franceses emplearon la pala-
bargo —concordante con Carrara (Progra- bra "assasiner", como sinónimo de homi-
ma... 1198, n1? 1)—, reconoce el mismo cidio por mandato.
en la época de las Cruzadas (Edad Media). Tejedor sostiene que en el Derecho ro-
Afirma el autor citado, que en aquel tiem- mano se distinguían diversas especies de
po existían ciertos pueblos llamados "ase- homicidio, según que el hecho se hubiera
sinos", que habitaban en los alrededores cometido "propósito", "ímpetu", "casu".
del Monte Líbano (Asia Menor) y que es- El cometido en un momento de arrebato,
taban dominados por un príncipe llama- "ímpetu", era más leve que el premedita-
do Arsácides, o Viejo de la Montaña. do. De los principios sobre el "dolus ma-
Este príncipe seducía jóvenes que le eran lus" y el "ímpetu", conforme la opinión
ciegamente adictos y les encomendaba del autor citado, nació la distinción entre
la muerte de los príncipes enemigos. Du- el asesinato y el homicidio.
rante las Cruzadas, los enviaba al campo Siguiendo a Carrara (Programa... § 1192),
de los cristianos disfrazados a la europea, la palabra fue usurpada luego por los
para que, fingiéndose cruzados, los ma- códigos francés y sardo, para indicar, in-
tasen insidiosamente. De allí que cual- exactamente, cualquier homicidio preme-
quier muerte cometida por mandato o ditado. Lo cierto es que, tanto el concepto
merced, se llamó asesinato, tomando su como el nombre, al pasar a la Europa, al
nombre de aquellos pueblos. principio fue limitado para significar el
Cuello Calón participa de este criterio homicidio por precio, luego se extendió al
sosteniendo, además, que el término ase- premeditado, y poco a poco se fue adop-
sinato proviene .del árabe "asis", que sig- tando tal denominación para designar los
nifica insidia. delitos de homicidios calificados por la
En su origen, pues, asesinato era sinó- concurrencia de las más variadas causas
nimo de homicidio cometido a "traición" agravantes.
y "por orden y cuenta ajena", siendo este A través de sus distintos usos, sin em-
último el significado que le atribuía la bargo, se advierte siempre que los motivos
escuela toscana de Derecho penal. de la agravación reconocen como funda-
En el Derecho positivo, la expresión se mento un mayor grado de peligrosidad,
empleó por primera vez en Las Partidas. respecto del homicidio simple, revelado por
La ley &, título 27, Partida 7*. decía: el autor en ocasión del hecho o en los
"Assesinos son llamados vna manera que actos preparatorios, sea por el modo de
ha de ornes desesperados, e malos, que ejecución del delito, sea por el medio em-
matan a los ornes a trayción, de manera pleado para consumarlo, o bien por el
que non se pueden dellos guardar. Ca móvil determinante de la acción crimi-
átales y ha dellos, que andan vestidos nosa.
como Religiosos, e otros, como pelegrinos, A través de los tiempos, el uso de
e otros que andan como labradores, e palabra ha ido perdiendo terreno, tanto!
aluerganse, para labrar, con los ornes, en la legislación como en la doctrina. Sil
bien algunos Códigos se sirven aún de ella, í
* Por el Dr. BERNARDO GARIOS VAMXA. la mayoría legisla este delito bajo la de-j
nominación de homicidio calificado o agra- ditación o ensañamiento. El Código penal
vado. El Código penal argentino prevé la de 1822 de aquella nación, empleaba tam-
forma del asesinato sin asignarle denomi- bién el término, con mayor amplitud que
nación especial, comprendida en la deno- en Las Partidas, caracterizándolo por la
minación genérica de delitos contra las muerte de un hombre en forma premedita-
personas, y más específicamente, delitos da e intencional, mediando, además, la
contra la vida. Lo que luego de todas las concurrencia de alguna otra circunstancia,
variaciones sufridas se entiende moderna- tal como realizar el hecho por dones o
mente por asesinato, se encuentra legisla- promesa, por medio de acechanzas, o con
do pues, en nuestro país, en los incisos alevosía, o a tración y sobre seguro, por
29 y 3? del artículo 80, capítulo I, título I, medio de veneno o explosión, con tormen-
del libro segundo del Código penal. La doc- tos o actos de crueldad, o con el fin de
trina, al referirse a tales hechos delictivos, cometer otro delito. El del año 1848 su-
lo hace generalmente empleando la expre- primió el término, considerando tales de-
sión homicidio calificado por circunstan- litos como homicidios agravados, pero el
cias agravantes, o bien simplemente, homi- vocablo volvió a emplearse en los Códigos
cidio calificado u homicidio agravado. de 1870 y 1928, en los cuales la regulación
No obstante, no todo homicidio califi- de esta materia es idéntica, salvo la penali-
cado constituye el llamado asesinato, así, dad, a la del de 1932 y del Código vigente.
v. gr., los homicidios calificados por vínculos En consideración al desuso en que la
de parentesco (parricidios, uxoricidios, et- palabra asesinato ha caído en nuestra le-
cétera), reservándose aquella denomina- gislación y, en consecuencia, a su escasa
ción para designar los casos de homicidio y casi nula aplicación por parte de la
en que concurren circunstancias revelado- doctrina y de la jurisprudencia, el estudio
ras de un ánimo frío y calculador, por del concepto y de la figura delictiva que
parte del agente, o bien una excesiva per- ella representa, será materia de considera-
versidad, o el hecho de haber colocado a ción especial en esta obra, al tratar del
terceros en grave peligro de su persona homicidio calificado.
o de su vida, etc. BIBLIOGRAFÍA. — Tejedor, C., Proyecto de Código
En Argentina, sin embargo, no siempre penal para la República Argentina. — González
la palabra asesinato ha sido dejada de Boura, O., Derecho penal, t. 2. — Blvarola, B.. Ex-
lado por parte de los autores. El Proyecto posición y crítica del Código penal de la Repúbli-
ca Argentina, t. 2. — Carrara, F., Programa del
de Código penal elaborado por el doctor curso de Derecho criminal. 1192 y 1193. n« 1.—
Carlos Tejedor, que sirvió de base al Có- Cuello Calón, E., Derecho penal, ed. 1949, t. 2.
digo de 1886, empleaba el término para — Grelzard, A., El Código penal de 1870, t. 4.
designar todos aquellos homicidios come- ASESINO. Llámase así a la persona que
tidos con premeditación o alevosía, por asesina, o sea, de acuerdo con la defini-
precio o promesa remuneratoria, o con ción de la Academia, que mata alevosa-
ensañamiento, o por medio de inundación, mente, o por precio, o con premeditación.
incendio o veneno 1(Proy. Tejedor: arts. 1° Desde un punto de vista estrictamente ju-
a 49, párr. 29, tít. I ?, libro I, parte 2*). El rídico, será asesino quien cometa asesina-
Código penal del año 1886 no adoptó esta to, concepto cuyo valor y significado se
denominación, que también fue suprimida estudian en la voz correspondiente. (V. ASE-
en el Proyecto de los doctores Villegas, SINATO.)
Ugarríza y García; lo mismo aconteció en
los proyectos de 1891, de los doctores Pi- ASESOR. Del latín assessor, que, a su
nero, Rivarola y Matienzo, en el de 1906 y vez, se deriva de assidere, asistir o ayudar.
en el de los doctores Coll y Gómez, del Asesor es, pues, la persona que asesora, es
año 1937. decir, que asiste o ayuda a otra con su
Los Códigos penales de Méjico, Brasil y consejo o dictamen. Especialmente se de-
Perú, entre otros, han prescindido tam- signa asi al letrado que aconseja e ilustra
bién de la palabra asesinato para refe- con su opinión a un juez lego o a las per-
rirse a este delito, considerándolo como sonas que acuden a él en consulta.
tina forma agravada del homicidio. En el vocabulario jurídico argentino tie-
En España, en cambio, el Código de la ne aplicación concreta referido al aseso-
materia vigente dispone, en su artículo ramiento de los incapaces. (V. ASESOR DE
406: "Es reo de asesinato...", etc., y se- MENORES.)
guidamente enumera las causas que con-
tribuyen a configurar tal delito, que son ASESOR DE MENORES. * Todo lo relati-
la alevosía, los cometidos por precio o vo al patronato, representación y custodia
recompensa, por medio de inundación, in-
cendio, veneno o explosión, o con preme- * Por el Dr. EDUARDO ERNESTO BORCA.
de personas menores de edad o insanas y, Es decir, que las formas de organización
por ende, incapaces, inspira la preocupa- se ofrecen bajo la preponderante acción
ción de toda sociedad organizada en familiar, o con la directa y absorbente
cuanto exige debida protección, por la intervención estatal.
desigual situación en que se encuentran. La primera forma es característica de
Ello motiva un modo de conducta que la organización para la protección de loa
constituye desde antiguo un capítulo es- incapaces de Francia, donde, como nos lo
pecial en Derecho: la protección de los recuerda Josserand, el Consejo de Familia
incapaces a través de su respectivo esta- es el poder deliberante de la tutela y,
tuto. teóricamente, el más poderoso. "De él
Dado el interés social que está en jue- emanan con frecuencia los poderes del tu-
go, tan pronto esa protección se resiente tor y siempre los del tutor sustituto. Es
o vulnera, se dice, con razón, que se ha él quien lo vigila en su labor y, en caso
comprometido el orden público. de necesidad, quien lo aparta de sus fun-
El modo de llevarla a cabo ofrece una ciones; constituye el centro de gravedad
variedad de formas posibles, pero obser- de la organización tutelar. Es de natura-
vadas en su historicidad, según el criterio leza y de tradición francesas: en nuestro
que las decida, pueden mostrarse dos, co- país, de Derecho consuetudinario, se des-
mo las más fundamentales, a saber: 1<?) arrolló la institución".
aquella en que predomina la familia, a No es el caso de extendernos en las atri-
cuyo cargo queda la resolución de todos buciones, composición y funcionamiento del
los problemas referentes a la representa- mismo, ya que nos alejaría sobremanera
ción, contralor, asistencia y custodia de de lo que reclama esta nota; sólo quere-
los incapaces; y 2<?) la que reserva al Es- mos anotar al respecto la opinión del autor
tado, con manifiesta preponderancia sobre citado, porque denota la acentuación de
la familia, esta misión. la intervención estatal, aun allí donde la
Por supuesto que la realidad no ofrece, institución se ofrece con la raigambre fe-
en concreto, ninguna de estas formas en cunda de la tradición.
toda su pureza, en el sentido que la fami- Al respecto, expresa el egregio civilista
lia o el Estado se excluyan en forma recí- francés: "Desgraciadamente, no rinde los
proca y total, pero se advierte la preemi- mismos servicios que rendía antaño, por-
nencia de la primera o del segundo, y con que el debilitamiento de los lazos familia-
ello se definen las instituciones que carac- res hace menos eficaz que en el pasado
terizan la organización de la protección. esta forma de asistencia familiar; el eje
Hay países, por ejemplo, donde la inter- de la tutela tiende a desplazarse en sen-
vención estatal tiene caracteres confesa- tido estatal".
damente totales, como en Rusia, y en la En nuestro país, la protección de los
que, de acuerdo con lo dispuesto por el incapaces se ha decidido con manifiesta
artículo 72 del Código del matrimonio, la preponderancia de la intervención estatal,
familia y la tutela, los organismos son: los cuyo contralor bajo el sistema que orga-
presidiums de los Comités ejecutivos terri- nizó el Código civil, se ha ido acentuando
toriales y regionales, o de Gobierno de dis- con la sanción de la ley 10.903, que atri-
tritos, o de los Soviets de aldeas, etc.; de buye el patronato al Estado, y el que debe
acuerdo con el artículo 71: "los padres y ser ejercido por los jueces, con la concu-
adoptantes serán reconocidos como tutores rrencia del Ministerio Público de Menores
y curadores sin designación especial", y (art. 4<?); todo lo cual confirma la tenden-
antes han dispuesto los artículos 38 y 39 cia moderna, en cuanto se refiere a la
para la patria potestad: Todas las dispo- ingerencia estatal en el ejercicio de la
siciones relativas a los hijos han de to- patria potestad, al reconocer la necesidad
marse por ambos padres conjuntamente. de su contralor.
En caso de desacuerdo de los padres, la El sistema organizado por el Código ci-
disparidad se resolverá por los órganos de vil ha establecido el Ministerio Público de
tutela y cúratela, con la participación de Menores, "órgano de interés público en la
aquéllos. actuación de la ley", distinto y separado
A la inversa, en los países en que ha del Ministerio Público Fiscal, y a cuyo car-
quedado reservada a la familia la tarea, el go queda la actividad estatal, con respec-
Consejo de familia es presidido por el juez to al problema de la protección de los
de paz, que tiene voz deliberante y pre- incapaces, como eje de las instituciones
ponderante (art. 416 del Código Napo- que organiza, para hacerla efectiva.
león), y están sujetos a revisión los actos El Ministerio Público de Menores, o Mi-
del Consejo de familia, por recursos para nisterio Público Pupilar, se integra con los
ante el Tribunal de primera instancia. defensores de menores y los asesores de
menores, tanto en la Capital Federal como exceder de un mes; 5° Inspeccionar los
en la Provincia de Buenos Aires. establecimientos de beneficencia y caridad,
En esto se ha seguido la línea señalada e imponerse del trato y educación que se
por el Código civil en sus artículos 491 a dé a los menores, dando cuenta a quien
493, diferenciándose las funciones de uno corresponda, de los abusos o defectos que
y otros en la siguiente forma: a) corres- notaren; 6"? Hacer arreglos extra judiciales
ponde a los defensores de menores todo con los padres sobre prestación de ali-
lo referente al cuidado de los menores en mentos a sus hijos naturales, y con los
tanto no se suscite controversia judicial, tutores o curadores sobre las personas y
siendo, pues, su caracteríctica, preponde- derechos de los incapaces; 7"? Ejercer to-
rantemente administrativa, en tanto que: dos los demás actos que fueren del caso
b) a los asesores de menores e incapaces para la protección de los menores, como
corresponde la representación promiscua, lo haría un buen padre de familia; 8<? Las
contralor y complemento en la defensa disposiciones precedentes son también apli-
de la persona, intereses y derechos de los cables a la guarda y protección de las
menores e insanos, vale decir de todos los personas e intereses de los incapacitados
incapaces, ya que han de incluirse tam- mayores de edad, sin excluir en uno u otro
bién las personas por nacer, en su caso, y caso los derechos que a los padres, hijos,
los penados con la incapacidad del artícu- parientes, tutores y curadores correspon-
lo 12 del Código penal, sometidos a la cú- dan; 91? Los defensores de menores pueden
ratela del Código civil. llamar y hacer comparecer a su despacho
Esta organización ha sido establecida a cualquier persona, cuando, a su juicio,
para la Capital Federal en virtud de lo sea necesario para el desempeño de su
dispuesto por la ley 1893, en sus artículos ministerio, para pedir explicaciones o con-
128 y 137, y nos ocuparemos inmediata- testar cargos por malos tratamientos a
mente de los defensores, para realizar lue- menores o incapaces, o que por cualquier
go el estudio del asesor de menores en otra causa se le formulen. Pueden, con el
extenso, ya que interesa sobremanera todo mismo objeto, dirigirse a cualquiera auto-
cuanto concierne -al mismo en el orden de ridad o funcionario público; 10. Los de-
su actuación judicial, desde el punto de fensores pueden proceder de oficio y ex-
vista del Derecho de fondo y de forma, trajudicialmente en la defensa de las
privado y público, al cual cabe ceñir esta personas e intereses puestos bajo su guar-
investigación en lo fundamental. da; 11. Los defensores pedirán dictamen
Defensores de menores. — De acuerdo verbal o escrito a sus asesores letrados,
con lo que resulta del capítulo VIII de la sobre dudas o dificultades que les ocurran
ley N? 1893, orgánica de los Tribunales de en el desempeño de sus funciones.
la Capital, artículos 129 a 136, correspon- El desempeño del cargo de defensor de
de a los defensores de menores: menores requiere personas que sean ma-
19 Cuidar de los menores huérfanos o yores de cincuenta años, ciudadanía ar-
abandonados por los padres, tutores o gentina y la aptitud necesaria para su
encargados; tratar de colocarlos conve- ejercicio. No se requiere título de aboga-
nientemente, de modo que sean educados, do. Los nombra y remueve el Presidente
o se les dé algún oficio o profesión que les de la República, sin formalidad alguna.
proporcione medios de vivir; 2° En caso .asesor de menores. — Hemos visto que
de tener bienes, tomar las medidas nece- el Código civil prescindió del Consejo de
sarias para su seguridad y para que se familia y estableció, para la defensa de
les provea de tutores; 3? Atender las que- los intereses y derechos de los incapaces,
jas que se les formulen por malos trata- la representación promiscua de un orga-
mientos a menores, dados por los padres, nismo oficial, el Ministerio de menores,
parientes o encargados, y dar cuenta a los en el cual el asesor de menores es el fun-
asesores letrados, para que, en caso que cionario letrado del mismo para todos los
corresponda, eleven la queja a los jueces, asuntos judiciales que interesen a la per-
o tomen por sí medidas para evitar tales sona o bienes de los incapaces (art. 137,
hechos, sea sacando a los menores del po- inc. 1? de la ley nacional N<? 1893).
der en que se encuentren, cuando no es- Antecedentes históricos (i). — El Cabildo
tén con los padres, para colocarlos en de Buenos Aires lo nombraba anualmente;
mejores condiciones, o procediendo como pero, proclamada la emancipación, du-
se considere más prudente; 4<? Imponer rante el Directorio de Posadas, se dictaron
penas de reclusión correccional con inter-
vención judicial, en las casas destinadas a (1) Ibáñez Procham, M., la organización ju-
dicial argentina, La Plata, 1938, y Alslna, H., Tra-
tal objeto, a los menores que observasen tado teórico práctico de Derecho procesal civil
mala conducta. Esas reclusiones no podrán y comercial, t. 1, pág. 616.
las ordenanzas provisionales del Excmo. menores son nombrados y removidos di-
Cabildo de Justicia y Regimiento de la rectamente por el Presidente de la Re-
Ciudad de Buenos Aires —21 de octubre pública, de acuerdo con lo dispuesto por
de 1814—, creándose el cargo de defensor la ley 1893, artículos 133 y 139. Actúan en
general de menores y declarándose su primera instancia, y existe un asesor de
intervención "indispensable en toda causa menores para la actuación ante las Cá-
en que intervengan menores, sea en prime- maras. Para desempeñar el cargo se re-
ra, segunda o tercera instancia", el que quieren las mismas condiciones que para
sería asistido al efecto por un asesor le- ser agente fiscal, los que, a su vez, deben
trado. reunir los requisitos para ser juez de
Al suprimirse los Cabildos, en 1821, por primera instancia, con dos años de ejer-
las reformas de Rivadavia, se estableció cicio de la profesión de abogado en el
que la Defensoría de Pobres y Menores, país (3).
conjuntamente con la Procuración Gene- En la Provincia de Buenos Aires, de
ral de la Provincia, sería desempeñada acuerdo con lo que establece la Constitu-
por un letrado permanente e inamovible. ción en su título III, referente al Poder
La Defensoría de Pobres y Menores separó- Judicial, capítulo V, sobre elección, dura-
se en 1824 de la Procuración General; y la ción y responsabilidad de los jueces letra-
reorganización realizada por Viamonte en dos y miembros del Ministerio público,
la magistratura, en 1829, a su vez dividió dispone el artículo 136 que serán nombra-
la Defensoría de Menores de la de Po- dos por el Poder Ejecutivo, con acuerdo
bres. del Senado, y el artículo 137 consagra su
Por decreto del 23 de noviembre de 1864 inamovilidad, mientras dure su buena con-
se dispone que: "En todos los asuntos ju- ducta.
diciales o extra judiciales que tengan rela- Para ser nombrado asesor de menores
ción con las personas, derechos e intereses se requieren las mismas condiciones que
de los menores huérfanos, es necesaria la para ser juez letrado (art. 147), a saber:
intervención y audiencia de los asesores. ser oriundo de la Provincia de Buenos
Intervendrán también en los asuntos de Aires, o tener un año de residencia, seis
menores que estén bajo la patria potestad años de ciudadanía en ejercicio, veinti-
siempre que hubiese contradicción o se cinco años de edad y tres años de ejer-
deslinden los derechos e intereses del pa- cicio en la profesión de abogado (art. 138,
dre y de los hijos. Es además necesaria su in fine de la Constitución).
intervención si el padre hubiese perdido o La representación promiscua del asesor
mediasen causas por las que debiere per- de menores. — Sancionado el Código civil
der la patria potestad sobre sus hijos". en septiembre de 1869, y vigente desde
En este estado se encontraba la repre- 1871, el Ministerio de Menores ejerce la
sentación de los menores ( 2 ) en la opor- representación promiscua de los menores
tunidad en que se dictó el Código civil, y e incapaces, ya que el artículo 59 del
de la cual la nueva legislación tomaba, mismo dispone al respecto: "A más de
en gran parte, sus líneas más generales; los representantes necesarios, los incapa-
ya que al organizarse la protección de los ces son promiscuamente representados por
incapaces se mantenía la ingerencia esta- el Ministerio de Menores, que será parte
tal con predominio sobre la familia, y se legítima y esencial en todo asunto judicial
establecía con funcionarios que llevan el o extra judicial, de jurisdicción voluntaria
título de defensores de menores y aseso- o contenciosa, en que los incapaces de-
res de menores. manden o sean demandados, o en que se
Designación actual. — Antes de consi- trate de las personas o bienes de ellos,
derar todo lo referente a la tarea de los so pena de nulidad de todo acto y de todo
asesores-de menores, consignemos breve- juicio que hubiere lugar sin su participa-
mente aquí la manera con que se les de- ción".
signa en la actualidad en el orden nacio- Se trata de la protección del incapaz,
nal y en la Provincia de Buenos Aires. por la representación, pues el artículo 58
En el orden nacional, los asesores de excluye todo beneficio o privilegio, e in-
cluso suprime el beneficio de restitución
(2) La Defensoría de Menores, como la de Po- in integrum. El asesor concurre en for-
bres sufrieron otros cambios en las distintas reor- ma colectiva o conjunta con la del repre-
ganizaciones operadas después de la emancipación
y antes de 1864; pero no las consignamos porque sentante necesario, de ahí su denominación:
no Inciden sobre el aspecto fundamental de la promiscua; y con carácter imperativo, se
institución, cuyos antecedentes históricos brinda-
mos muy brevemente, para poner de relieve la (3) Alsina, H., Tratado teórico práctico de De-
perduración de sus lincamientos generales en el recho procesal civil y comercial, t. 1, págs. 517,
Cód. clv. vigente. punto 16, letra o, y 504, punto 7, letra b.
establece su necesidad, así como su ca- del asesor de menores incluye una acción
rácter complementario; porque el asesor preventiva en defensa de la capacidad, ya
de menores no es mandatario convencio- que interviene en el juicio de insania aún
nal o legal, ni realiza actos a nombre de antes de declararse incapaz al insano
los incapaces, ya que su representación se (art. 147 del Cód. civ.), y es parte asimis-
concreta en beneficio de los incapaces, mo en el juicio de rehabilitación de los
dictaminando en todo litigio en que el dementes declarados, de acuerdo con lo
menor sea parte, controlando y, en su caso, dispuesto por el artículo 150 del mismo
complementando la actuación judicial o cuerpo legal.
extrajudicial de los representantes nece- La actuación del asesor de menores se
sarios. vincula siempre a actuaciones judiciales,
Estas circunstancias deciden la actua- aun cuando, como dice Busso («), se trate
ción del asesor de menores, que, según la de actos jurídicos ordinarios, como en los
doctrina y Ja jurisprudencia reiterada (•*) casos de ventas, permutas, donaciones,
al respecto, está llamado a asesorar y ase- etcétera, que en personas capaces se tra-
gurar . la justicia de las resoluciones ju- taría de actos extrajudiciales; pero que no
diciales, por lo jque no es un defensor a ocurre lo mismo con los incapaces cuyos
tmtrance de los intereses y derechos del representantes, para llevarlos a cabo, ne-
incapaz, debiendo adoptar una posición cesitan la autorización judicial.
que no tenga en mira sólo el interés del Por ello cabe distinguir entre la actua-
incapaz, aun a costa de la igualdad ante ción judicial, propiamente dicha, y la que
la ley y la justicia de la decisión, sino que compete en circunstancias en que se re-
ha de interesarse por el auténtico sentido quiere autorización judicial, para los actos
de la ley en su aplicación y afirmar los que los representantes necesarios no pue-
intereses y derechos del incapaz en cuan- den realizar por sí solos.
to puedan tener de legítimos, sosteniendo Actuación judicial. — De acuerdo con lo
la solución que estime legal y justa. dispuesto por los artículos 59, 493 y 494,
En tal sentido, ha de integrar su cri- el asesor de menores es parte necesaria
terio el principio de que el menor, dentro en todo juicio en que resulten interesados
de una directiva educativo-moral, ha de incapaces, debiendo intervenir en cada
conformar su conducta, en el aspecto ju- oportunidad procesal en que deba ser oído,
rídico, a lo justo y legal; de ahí que pue- a lo largo de la actuación que el juicio
da incluso expedirse en contra de los provoque.
intereses y derechos que pretende la re- Al efecto, corresponde remitirle en vis-
presentación necesaria, sin que ello sea ta las actuaciones en todos los casos en
motivo de nulidad del procedimiento. que pudieran afectarse los intereses y
Debiendo, pues, formar su criterio de derechos de los incapaces, y no para la
acuerdo con lo que resulta del juicio en oportunidad de actuaciones de trámite, o
que es parte promiscua, y estándole veda- en tanto no existen elementos de juicio
do recurrir al conocimiento personal que acumulados para que pueda expedirse. A
tenga de los hechos, propiciando la solu- título de ejemplo, recordamos que debe
ción que estime justa y legal, aun cuando intervenir en el sucesorio y ser oído, exis-
aparezcan menores con .intereses contra- • tiendo incapaces en la oportunidad de
puestos con representación necesaria dis- requerirse inventario, designación de ad-
tinta, basta la intervención de un asesor, ministrador, declaratoria de herederos, de-
puesto que el Ministerio Público es único signación de tasador, partidor, etc., apro-
formalmente y materialmente ha de deci- bación de cuenta particionaria, declara-
dirse por la ley y la justicia. ción de créditos de legítimo abono y cuan-
Actos que comprende la intervención ta cuestión se suscite entre los herederos.
del Ministerio de Menores. — Los artícu- Debe oírsele después de la citación de re-
los 59, 493 y 494 del Código civil han mate y antes de la sentencia en el juicio
establecido con inconmensurable ampli- ejecutivo; desde el inicio en el de divorcio,
tud la intervención del asesor de meno- si reclaman las partes visitas y tenencia
res; pero corresponde armonizar, como lo provisoria de los menores hijos del matri-
expresa Spota ( s ), estas disposiciones con monio, o después de contestada la de-
otros textos, para alcanzar una clara manda si sólo se reclama la tenencia de-
comprensión de los mismos. finitiva. En los juicios de indemnización
Cabe agregar, además, que la actuación por responsabilidad extra-contractual en
que los menores sean demandantes o de-
(4) J. A., t. 25, pág. 138; t. 44, pág. 640; t. 6,
pág. 639, y Q. del F., t. 123, pág. 332.
(5) Spota, A. O., Tratado de Derecho civil, (6) Busso, E. B., Código civil anotado, t. 1,
Parte general, t. 1, vol, 31, págs. 271 y siga, y 274. 430 y sigs., n» 64, y pág. 436.
mandados, de reivindicación con idéntico acto de percepción de sumas, de venta de
carácter, etc. frutos, de contratos de alquiler y otras
Se considera por la doctrina y la juris- inversiones o estipulaciones relativas al
prudencia que no es parte el asesor de vestido, educación, o alimentación del
menores en el juicio de concurso (?), mien- menor, ni sería soportable que el tutor
tras no se presente uno de los casos pre- tuviera que recurrir a ese funcionario por
vistos por la ley para la intervención del cada acto pequeño o grande de adminis-
concursado, debiendo intervenir en las tración ni por último lo exige la ley: ad-
sucesiones concursadas —existiendo inca- ministra solo. Y lo mismo el padre. Cuan-
paces—, en todas las circunstancias en do la ley quiere impedir para ciertos actos
que la ley da intervención al deudor ce- la libre acción del padre o tutor, procede
dente («). por vía de enumeración limitativa, y dice
La ley 9688, en su artículo 16, confiere para qué hechos y bajo qué supuestos
al asesor de menores la representación de necesita de autorización suplementaria...
la Caja de Garantía, para ejecutar y per- Y aun para esos actos exceptuados es ne-
cibir en su respectiva jurisdicción los va- cesario otra cosa que la autorización com-
lores que deben ingresar a la citada caja, plementaria. Obtenida, el tutor sólo con-
en virtud de lo dispuesto por el artículo 10 trata u obra: no suscribe esos actos con
de la misma ley. Ocurre que aclaremos que el Ministerio de Menores. No vende éste
no obstante tratarse de actuación judicial los ganados, no efectúa arrendamientos:
del Ministerio de Menores, dichas funcio- sólo el padre o el tutor" (arts. 287 y 411
nes son ajenas a las que la ley civil le del Cód. civ.).
confiere para la protección, vigilancia y Es decir, que aunque, como observa Spo-
representación de los incapaces, según así ta, la afirmación es demasiado absolu-
lo ha resuelto la jurisprudencia y lo sos- ta con respecto al carácter limitativo de
tiene la doctrina (9). las enunciaciones legales que imponen
Autorizaciones judiciales. Actos jurídicos. la venia judicial, lo cierto es que todos los
— Cabe advertir, como lo expresa Spota, actos jurídicos que entran en la admi-
de acuerdo con lo dispuesto por el Código nistración y no requieren autorización ju-
civil, que "el padre, el tutor, el curador dicial para su realización, no son tampoco
gestionan y administran solos, salvo la sometidos a la representación promiscua
intervención —en función de «control» y del Ministerio de Menores, sino que que-
asistencia— del Ministerio de Menores y darían solamente reservados a su inspec-
la del juez en los casos en que la autori- ción y vigilancia, de acuerdo con lo dis-
zación judicial para realizar un acto ju- puesto por el articulo 381 del Código
rídico se halla impuesta por la ley" (artícu- civil.
los 293, 297, 298, 411, 434-50). En cuanto a los actos de disposición,
Si bien el artículo 381 establece con ventas, gravámenes, donaciones, permutas,
carácter general, y para todos los actos transacciones, etc., ellos están sujetos a
de la tutela y, por ende, de la cúratela la autorización judicial, de acuerdo con
(art. 475, in fine del Cód. civ.), la inspec- lo que disponen los artículos 293, 297, 298,
ción y vigilancia del Ministerio de Menores, 434 a 450, 475, etc., del Código civil.
lo cierto es que, como apunta Bibiloni en Pero cabe destacar la jurisprudencia
su crítica al sistema del Código civil, para distinta establecida al respecto en materia
concluir aconsejando la inserción del Con- de fondos de menores, en cuanto se re-
sejo 10de Familia en ciertas oportunida- fiere al usufructo que el artículo 287 con-
des ( ), de hecho, el tutor administra y fiere a los padres, de los bienes de los
gestiona sólo "los actos y los contratos hijos y en cuyo caso puede implicar su
que interesan al incapaz y que entran en entrega para administrarlas la propiedad
la calificación de actos de administración, de los mismos.
los realiza solo, bajo su exclusiva decisión La jurisprudencia de los Tribunales de
y responsabilidad. Ni el Ministerio de Me- la Capital, Cámaras civiles en pleno, han
nores podría intervenir de hecho en cada resuelto que cuando se trata de disponer
de fondos de menores, los padres han de
(7) Alslna, H., Tratado teórico práctico de De- obrar bajo el contralor de los jueces y con
recho procesal civil y comercial, t. 1, pág. 520, intervención del Ministerio de Menores (»).
agregando Busso el texto entre comillas, op. cit., Inspirados en esta interpretación, se niega
pág. 437, n« 76; citando ambos el fallo de la Cám-
Clv. 1», publicado en J. A., t. 35, pág. 897. la entrega a los padres, de títulos al por-
(8) Busso, op. cit., pág. 438, n» 77. tador pertenecientes a los menores; lo
(9) Busso, E. B., op. cit., t. 1, pág. 445,
nos. 152-54. y J. A., t. 31, pág. 919 allí citada.
(10) Anteproyecto de reformas al Código civil, (U) Cáms. Clvs. en pleno (J. A., t. 43, pág. 1141,
t. 5, págs. 399 a 404. y G. del P., t. 106, pág. 259).
mismo que la entrega de la indemnización dispone para el sucesorio —haya o no
de accidentes del trabajo, en la que los menores— que "cuando el causante forme
menores tenían una parte (12). parte de alguna sociedad, el juez de la
Si bien ésta es la orientación de la sucesión deberá limitar su intervención
jurisprudencia de las Cámaras civiles de en los negocios y bienes sociales, a auto-
la Capital, cabe destacar que la jurispru- rizar ante el que conozca de la disolución
dencia de la Suprema Corte de la Provin- y liquidación de aquélla la representación
cia de Buenos Aires afirma la necesidad legal que corresponda"; todo ello en mi-
de autorización para los actos de disposi- ras de no perturbar el normal funciona-
ción y gravamen de bienes, pero sostiene miento de las sociedades, como lo tienen
que, en materia de bienes de menores, co- expresado la doctrina y la jurispruden-
rresponde a los padres la administración cia (").
y el usufructo legal del artículo 287, y que Extensión de la representación promis-
el usufructo sólo puede cumplirse estando cua. — La representación promiscua del
en posesión de los bienes que deben en- Ministerio de Menores se extiende, en ra-
tregársele al padre, sin distinguir entre zón de lo dispuesto por el artículo 59, a
bienes inmuebles o muebles, títulos de todos los incapaces señalados en los ar-
crédito, aunque sean al portador, y dinero. tículos 54 y 55, cuya representación nece-
La jurisprudencia al respecto del Alto saria señala el artículo 57; exceptuándose
Tribunal de la Provincia de Buenos Aires la mujer casada, en virtud de lo dispuesto
data del año 1902, y ha sido reiterada con por el artículo 60, y por lo que resulta de
fallos ilustrados, en los que se han ago- la ley 11.357.
tado los argumentos en pro y en contra Sin embargo, no obstante, deben seña-
de la tesis central del Tribunal, que dis- larse los incapacitados por condena, de
pone que el padre puede disponer libre- acuerdo con lo dispuesto por el artículo 12
mente del dinero de los hijos, atento a del Código penal, y mientras dure su re-
las facultades que le conceden los artícu- clusión, agregados con posterioridad, pues-
los 287, 293 y 2816 del Código civil (is). to que la sanción del Código penal sobre-
En cuanto a los actos realizados por los vino cincuenta años después del Código
tutores y curadores, en tanto se conside- civil.
ran de disposición y respecto, incluso, de Pero si bien el artículo 59 se refiere a
fondos, títulos o dinero, la intervención todos los incapaces, señalando que, ade-
del asesor de menores y la autorización más de los representantes necesarios, se-
judicial son inexcusables. rán representados promiscuamente por el
No ocurre así,' como vimos al comienzo, Ministerio de Menores, el hecho de que en
con los actos de administración en que el el artículo 57, inciso 29, se expresara que
Código establece que el tutor (art. 411, son representantes de los menores Impú-
Cód. civ.) y el curador (art. 475, in fine, beres o adultos, sus tutores, había ex-
y 441, Cód. civ.) gestionan y administran cluido la representación promiscua del
solos, lo que se corrobora con la jurispru- Ministerio de Menores en los casos en que
dencia que registra Jurisprudencia Argen- los menores estaban sometidos a la patria
tina, en el tomo 26, página 567, de la Cá- potestad y contaban con la representación
mara civil primera de la Capital, y lo de los padres.
expuesto por la doctrina, según vimos en Esta afirmación ha dividido el pensa-
Spota, Bibiloni, Alsina, etc.; y en idéntica miento jurídico en la doctrina nacional,
forma, por expresa disposición del Código según se esté por la inclusión o no de la
de comercio, queda excluida la autoriza- intervención y representación promiscua
ción del juez y la intervención del asesor del Ministerio de Menores, en los casos de
de menores, en cuanto se refiere a la di- incapaces sometidos a la patria potestad;
solución de sociedades comerciales, de por lo que cabe examinar brevemente las
acuerdo con lo dispuesto por el artícu- consideraciones en pro y en contra de
lo 445 del citado cuerpo legal, que otras una y otra posición.
disposiciones concretan para determinadas I. Por la representación promiscua de
circunstancias, como, por ejemplo, el ar- los menores bajo patria potestad. — Con-
tículo 654 del Código de procedimiento de sidera esta posición, frente al problema,
la Provincia de Buenos Aires, en cuanto
(12) Cám. Civ. 2», G. del F., t. 107, pág. 88. (14) J. A., t. 14, pág. 521; t. 16, pág. 742, y
U3) Sup. Corte de la provincia de Bs. Aires: t. 13, pág. 603; Alsina, op. cít.; Salvat, K., Tratado
Fallo», serle 6» t. 6, pág. 266; serle 10», t. 9, de Derecho civil argentino, Parte general, t. 1,
pág. 534; serle 13», t. 1, pág. 338, y serle 20», pág. 361. n« 715, ed. 1947; Segovla, L., Código de
t. 4, pág. 151. V. asimismo Manuel J. Argafiaraz comercio argentino, explicación critica y notas
y Ellas Casas Peralta: Jurisprudencia de la Sup. art. 446; Busso, E. B., op. cit'., pág. 438, n' 83,
Corte, t. 1, pág. 148, ed. 194». t. 1, ed. 1944.
que los menores sometidos a la patria po- en cuanto el debilitamiento de los lazos
testad están representados promiscuamen- familiares torna menos eficaz la tarea de
te por el Ministerio de Menores, en razón asistencia de la familia, y desplaza el
de que la ley no ha establecido expresa centro de gravedad de la protección, que
excepción, como lo hizo con la mujer necesariamente debe organizarse para los
casada; por lo que no cabe admitir la incapaces hacia el Estado. En idéntica
exclusión por vía interpretativa, opinión forma surge del Derecho alemán ("").
que sostuvieron Segovia («), Machado (*«), Es que, precisamente, la función pater-
entre los primeros comentaristas del Có- na, como lo señala Spota, ha de ganar en
digo civil, y Lafaille (">, Spota (i") y Or- posibilidades de seguridad y acierto; y
gaz (i»), entre los actuales. cabe agregar, ha de encontrar una cola-
Por supuesto, que en los primeros gra- boración inexcusable, para satisfacer el
vita notablemente la ciencia jurídica de interés de la familia, que lo es de todos
su tiempo en su fundamentaclón, lo mis- y, por ende, público, como lo señalamos
mo que en sus adversarios se trata de la al comienzo de esta nota.
letra de la ley, de la voluntad del legis- A ello debemos atribuir que el Proyecto
lador, etc.; en los segundos, la madurez de reformas al Código civil del año 1936
del pensamiento científico auna el senti- haya incluido en la representación pro-
do de las valoraciones que las instituciones miscua a todos los Incapaces, señalando
suponen, y así, se agrega a aquellos pri- expresamente a los padres como represen-
meros argumentos, el hecho cierto y deci- tantes necesarios de los menores impúbe-
dido del acrecentamiento de los derechos res y adultos, a fin de eliminar toda duda
de patronato del Estado, lo cual, a juicio al respecto.
de Spota, constituye el motivo para que La jurisprudencia ha compartido esta
el "intérprete pueda decidir el problema doctrina y tendencia legislativa en fallos
planteado, no sintiéndose vinculado por que corresponden a la Cámara civil de la
los antecedentes históricos", relativos a la Capital, publicados en el Poletín Judicial,
discusión parlamentaria con motivo de la número 4243; Cámara civil 2a, en Juris-
fe de erratas, en que ocasionalmente se prudencia Argentina, tomo 58, página 884,
tocó el punto, tratándose de una ley de y tomo 11, página 1288; Gaceta del Foro,
correcciones y no de reformas al Código tomo 52. página 37, como asimismo la Cá-
civil, por lo que tales antecedentes no re- mara civil 1», en el año 1942, publicado en
sultan inequívocos, en tanto que coincide Jurisprudencia Argentina, afio 1942-1, pá-
la buena solución con la "necesidad del gina 899, antes en Gaceta del Foro, to-
control" estatal en el ejercicio de la pa- mo 77, página 409.
tria potestad. "Ya tuvimos ocasión de se- La Corte Suprema de la Nación se ha
ñalar —dice Spota— que se trata de una decidido por la Intervención y represen-
función social de los padres, que pone de tación promiscua del Ministerio de Me-
resalto deberes, siendo los derechos medios nores, aun en los casos en que los me-
para alcanzar el cumplimiento de tales nores estén representados por los padres,
deberes"; puesto que, como lo decía Clcü, como puede apreciarse en los fallos que
aludiendo a esa función social, "los dere- registra su colección, tomo 34, página 183,
chos son con respecto a terceros, pero y tomo 46. página 260.
para con el hijo no quedan más que de- En idéntica forma, la Suprema Corte
beres" (20). de la Provincia de Buenos Aires (**) tuvo
Del punto de vista de la tendencia le- oportunidad de pronunciarse por la am-
gislativa, la intervención estatal se hace plia Intervención y representación pro-
sentir de más en más, en orden precisa- miscua del asesor de menores, antes y
mente a lo que señalaba Josserand (21), después de la discusión parlamentaria qne
(15) Segovia, L., Código civil argentino, expli-
provocó al respecto la sanción de la fe de
cación critica y notas, t. 1, pág. 36, nota 5, Ed. La erratas, como puede apreciarse en los fe-
Facultad, 1938. líos que se registran en su colección, a
(16) Machado, J. O., Exposición y comentario saber: Serie I, tomo IV, página 181, y Se-
del Código civil, t. 1, pág. 132, art. 59. Ed. Lajoua-
ne, 1898.
(17) Lafaille, H., Curso de Derecho civil, "De- (22) Enneccems, L.. Kipp, T., y Wolff, K,
recho de familia", n» 606, pág. 433, ed. 1930. Tratado de Derecho civil, "Derecho de familia",
(18) Spota, A., Tratado de Derecho civil, t. 1, t. 4, vol. 2, pág. 111, parágr. 84, en lo referente j
"Parte general", vol. 31, pág. 271, apart. c, n» 664. a la tutela sobre Tribunal de Tutelas, coopen-
(19) Orgaz, A., Personas individuales, pág. 203, clon de los parientes y afines y Consejo Munici-
Ed. Depalma. pal de Huérfanos. Parágrafo 79, pág. 49, sobw 4j
(20) Clcú, A., El Derecho de familia, pág. 183, Tribunal de Tutelas y la patria potestad.
nos. 5, 6 y 7, Ed. Edlar, 1947. (23) Argañaraz, M. J., y Casas Peralta, E.,
(21) Josserand, L., Derecho civil, t. 1, pág. 313, risprudencia de la Sup. Corte de la prortntft (
n" 385, vol. 1. Bs. Aires, t. 1. pág. 170.
rie 20, tomo VIH, página 456, este último misma. Encuentra esta corriente del pen-
publicado también en Diario de Jurispru- samiento dentro de su agudo psicologismo,
dencia, tomo VI, página 881, y en La Ley, en la discusión de la fe de erratas, la ex-
tomo 47, página 752, con nota crítica del clusión de la representación promiscua
doctor Argañaraz que señala el acierto de del Ministerio Fupilar, no obstante que en
la decisión en cuanto reitera la jurispru- dicha ocasión no se dio solución al proble-
dencia del Tribunal, que la doctrina y la ma por tratarse de una discusión ocasional
jurisprudencia nacional auspician con los al respecto.
mejores y más convincentes argumentos. Suscriben esta doctrina autores presti-
Las Cámaras civiles de la Capital, en giosos como Salvat ( 2B ) y Alsina (28) en
fallo plenario, se decidieron por la tesis sus respectivos tratados, ceñidos a méto-
de mayor amplitud, con los votos ilustra- dos de interpretación cuya superación ha
dos, entre otros, de los doctores Tobal, logrado la ciencia del Derecho; como así
Barraquero y Figueroa Alcorta. también2 en trabajos menores Enrique2 V.
Esta corriente del pensamiento jurídico Galli < ') y Manuel Ibáñez Froncham ( «).
argentino, que se exterioriza en la doctrina, Si bien pueden exhibirse (como lo hace
en la jurisprudencia y en la tendencia de Busso( 2a ), para declarar erróneamente, a
la legislación, recoge la autenticidad de nuestro juicio, que .la jurisprudencia ha
la valoración que la comunidad vive como adoptado últimamente esa tendencia), nu-
vigente no sólo aquí, sino en la corriente merosos fallos, incluso de Cámaras de la
universal del pensamiento al respecto. Capital, Eva Perón, San Nicolás y Suprema
Para abonar nuestra afirmación, transcri- Corte de Mendoza (so), lo cierto es que
biremos, sin comentario alguno, las pala- dicha tendencia no alcanzó a concretarse
bras con que Planiol y Ripert (2*) exponen, en el pensamiento del más Alto Tribunal
explican y justifican esa intervención es- del país, ni ha sido recogida por la Supre-
tatal: "Como el grupo familiar ha perdido ma Corte de la Provincia de Buenos Aires,
parte de su cohesión, la intervención del cuya constancia en el pensamiento que
Estado se ha hecho sentir en forma más hemos exhibido, y en cuanto concuerda con
decisiva. En efecto, ha intervenido en la la opinión más ilustrada y general de la
vida familiar para proteger la debilidad doctrina jurídica contemporánea, como lo
del hijo contra los abusos de la patria po- hemos puesto de relieve al examinar el
testad y para asegurarle instrucción; se punto I, denotan que no es la jurispruden-
preocupa también de la solución de los cia prevaleciente la que excluye la repre-
conflictos familiares sobre educación de sentación promiscua del Ministerio de
los hijos y 'de la distribución de la au- Menores, cuando los menores aparecen
toridad paterna entre los padres; organi- representados por sus padres, en toda ac-
za la alta tutela judicial de los hijos huér- tuación judicial.
fanos o de padres desconocidos; recoge y Y es precisamente la tendencia universal
protege a los niños abandonados. Este del pensamiento jurídico en materia de
movimiento intervencionista no puede por organización de la protección de los inca-
menos de merecer aprobación, por cuanto paces, la que señala la intervención esta-
se inspira en una idea de protección de tal, por intermedio del ejercicio del Pa-
los miembros más débiles de la sociedad". tronato y, con ello, la ingerencia del Mi-
II. Pof la exclusión de la representación nisterio público pupilar, en todo lo rela-
promiscua del Ministerio de Menores, para tivo a incapaces, cualesquiera que fueren
los menores bajo patria potestad. — Esta sus representantes.
posición encuentra en la letra de la ley
la voluntad del legislador, que constituye (25) Savalt, R., Derecho civil, Parte general,
el punto central de su interpretación, mo- t. 1, pág. 361, n« 715, ed. 1947.
viéndose dentro de un psicologismo que, (28) Alslna, H., op. cit., t. 1, pág. 519.
(27) Galli, E. V., La Revista Notarial, año 23,
por supuesto, ha de haberse exteriorizado n» 273, págs. 5084 a 5098, La Plata, junio 1917.
en cuanta aptitud pueda atribuirle, para Estudio que desconoce el estado de la jurispru-
captar el sentido de la institución y toda dencia al respecto.
(28) Ibáñez Frocham., M., "La función del
valoración de la realidad que conceptúa. Ministerio Pupilar en el proceso civil" (crítica de
La representación promiscua del artícu- una dirección jurisprudencial), en Revista de De-
lo 59 existe para los representantes nece- recho Procesal, año 3, n" 4, 4» trim. 1945.
sarios enumerados por el artículo 57, y (29) Busso, E. B., op. cit., t. 1, pág. 436, n» 58.
(30) Las citas comprenden: Diccionario de la
como los padres no están allí mencionados, Jurisprudencia Argentina; Carette, v. Menores,
es porque el legislador los excluyó de la n» 22, fallo sin fecba del Juez doctor Giménez
Zaplola, y J. A., t. 12, pág. 603; t. 32, pág. 629;
(24) Planiol, M., y Bipert, J., Tratado práctico t. 33, pág. 968; t. 33, pág. 1110; t. 57, pág. 774;
de Derecho civil francés, "La familia", t. 2, pág. 10, t. 44, pág. 345; t. 53, pág. 832; t. 55, pág. 679;
n» 5, ed. 1939, Habana. t. 48, pág. 796, entre otros.
La intervención y representación pro- digo civil; en la oportunidad en que in-
miscua del asesor de menores es comple- terpone recursos, como lo estableció la
mentaria y necesaria. Suprema Corte de Buenos Aires al esta-
Analizaremos por separado ambos ca- blecer que puede recurrir el asesor de me-
racteres, porque aluden a Situaciones dis- nores el fallo de primera instancia, aunque
tintas, que es necesario considerar, en ra- el padre de los menores lo hubiese con-
zón del efecto que produce la omisión de sentido (3 2 ), lo mismo que en los casos
uno u otro. en que ejerce la facultad del artículo 144,
a) Complementaria. — La intervención inciso 3°, del Código civil, sobre insania;
del Ministerio de Menores, en razón preci- como también en los casos de reclamar
samente de tratarse de una representación alimentos del padre remiso en proporcio-
promiscua que se agrega a la represen- narlos (art. 272 del Cód. civ.), o en la
tación necesaria, de acuerdo con lo dis- denuncia del embarazo en el caso previsto
puesto por los artículos 57 y 59 del Código de las personas por nacer (art. 66, inc. 39)
civil, no excluye ni puede sustituirse a la y de la nulidad absoluta del artículo 1047
actuación que cabe al representante di- del mismo cuerpo legal.
recto del incapaz. b) Necesaria. — Hemos visto que la re-
Como ya quedó establecido antes, al fi- presentación promiscua del Ministerio de
jar el alcance de los actos que comprende, Menores es complementarla, por lo que al
y de acuerdo con lo que dispone el artícu- excluirse la de los representantes directos
lo 56 del Código civil, los incapaces ad- del artículo 57 del Código civil, dándose
quieren derechos y obligaciones por medio sólo la del asesor de menores, ello provoca
de sus representantes necesarios, sin que en principio la nulidad de lo actuado; en
al efecto "intervenga como otorgante — idéntica forma y a la inversa, la omisión
dice Spota— el Ministerio de Menores; la de la representación promiscua también
representación promiscua se explica sólo vicia lo actuado judicialmente, cuando co-
en los asuntos judiciales o en aquellos ca- rresponde su intervención; lo que está
sos en que se requiera autorización judi- expresamente establecido en los artículos
cial". 59 y 494 del Código civil, en términos
Y dentro de estos casos, se ofrece, con inequívocos. Sobre ello no hay discrepan-
carácter complementario, es decir, que, cias ni en la doctrina ni en la jurispru-
prácticamente, se muestra como un con- dencia, dada la claridad de la ley.
tralor del Poder público de lo que realiza Hemos dicho que vicia el procedimiento
el representante necesario del incapaz, y no directamente que anula las actuacio-
concurriendo con su intervención a coad- nes, porque es necesario considerar de
yuvar en la defensa de los intereses del acuerdo con la doctrina y la jurispruden-
incapaz, en la cual corresponde la inicia- cia, de qué nulidad se trataría y, en con-
tiva al representante directo. secuencia, si es susceptible de confirma'
En tal sentido, la jurisprudencia se ha ción o no.
pronunciado por la nulidad de las actua- Algunas decisiones de tribunales consi-
ciones promovidas por el asesor de me- deraron que la nulidad tiene carácter ab-
nores, sobre cambio y adición de nombre soluto (J. A., 32-1095; 41-277; 1-326) y, en
sin participación del representante direc- consecuencia, corresponde declararla sin
to; lo mismo que el contrato celebrado más, y no es susceptible de confirmación,
sin la intervención del padre, como lo re- en razón de lo dispuesto por los artículos
cuerda Busso ( 31 ). Y en idéntica forma no 1038 y 1047 del Código civil.
le es dable pedir la partición de los Pero la corriente más acertada de la
bienes heredados por el cónyuge e hijos doctrina y la jurisprudencia al respecto, y
menores, pues no existe disposición —di- además prevaleciente, considera que dicha
ce— que prohiba al padre o madre sobre- nulidad no ofrece el carácter absoluto oue
viviente mantener el condominio con los presupone tan estrictamente el artículo
hijos menores. 494 del Código civil, y que remataría con
No obstante el carácter complementario lo dispuesto por los artículos 1038 y 1047,
de la representación, la ley lo autoriza en y admite, en consecuencia, la perspectiva
cierta oportunidad a tomar la inicia- de ratificación de la actuación judicial
tiva en forma directa, como ocurre en los por parte del asesor de menores, o del
casos señalados por el artículo 493 del Có- acto jurídico cumplido sin su intervención,
con lo que el acto o la actuación quedarían
<31) Busso, E. B.t op. cit., t. 1, pág. 434, nos. 37, purgados de su vicio y plenamente válidos.
38 y 39 y jurisprudencia allí citada; J. A., t. 3, Al respecto, dice Spota, "la nulidad de
pág. 509; t. 20, pftg. 790; t. 18, páR. 367; G. del F.,
t. 76, pág. 81; Jurisprudencia Trib. Nac., 13-7-911,
Cám. Ped. La Pinta, pág. 96. (32) L. L-, t. 47, pág. 752.
los actos realizados sin la intervención del declararse la nulidad de las actuaciones;
representante del Ministerio público, no es, y convalidarlas aún, cuando éste no laa
sin embargo, de tal carácter que no pueda ratifique, si ello no obstante, no se ad-
el acto de procedimiento o el acto de la vierte perjuicio para el incapaz. Al res-
vida civil quedar convalidado con la rati- pecto, no debe olvidarse que la nulifica-
ficación del Ministerio de Menores. La ción de lo actuado se Inspira en el propó-
nulidad desempeña aquí una medida de sito de proteger al incapaz, por lo que no
protección, del incapaz en lo que atañe a cabe decretar nulidades si dicha protec-
su persona y a sus derechos. No obstante ción ha sido cumplida aún sin la interven-
la letra de los artículos 59, 494 y 1038, ción del Ministerio pupilar; y sí decre-
Importaría una interpretación desmedida tarlas, cuando no obstante existir perjuicio
de la valoración emergente de esos precep- que denota el resentimiento de la protec-
tos. Nuestra jurisprudencia ha sabido en ción organizada, el Asesor de Menores ra-
ese sentido ceñirse a ese espíritu de pro- tifica el procedimiento.
tección que surge de los preceptos jurídi- Cuando se trata de la nulidad de actua-
cos, sin pagar tributo servil a su letra" (33). ciones judiciales deben ser reclamadas por
En tal sentido, cabe señalar que rela- vía de incidente, con todos los requisitos
tivizada asi la nulidad a que da lugar la que la doctrina y la jurisprudencia han
omisión del Ministerio pupilar, sin menos- establecido para las nulidades procesales;
cabo de la protección debida a los intere- porque deben ser reparadas en el curso
ses y derechos del incapaz, el propio Mi- del litigio y contra las mismas no hay
nisterio de Menores no puede pedirla en acción de nulidad.
el solo interés de la ley (art. 1048, Códi- Para los actos jurídicos que requieren el
go civ.), y "debe señalar en concreto la cumplimiento de ciertos requisitos que de-
lesión sufrida por su representado, por la ben necesariamente contar con la Inter-
omisión de su promiscua representación. vención del asesor de menores, y se han
De ahí que pueda advertirse la existen- omitido, la nulidad debe reclamarse por
cia de fallos en que la omisión provoca la vía de acción. Por ejemplo, los actos que
nulidad, en tanto que otros no la admiten, contempla el articulo 473 del Código ci-
lo cual denota la circunstancia particular vil.
señalada, que no depende de la ratifica- Una situación especial se plantea cuan-
ción o no del Ministerio pupilar, sino de si do un juicio ha concluido, habiéndose
esa omisión ha perjudicado efectivamen- omitido en él la intervención del asesor.
te los intereses del incapaz o sus dere- Al respecto, no habiéndole sido posible, no
chos (34) . obstante la necesidad de su intervención,
En el sentido de declarar la nulidad de expedirse al asesor de menores sobre el
las actuaciones se han pronunciado, en- procedimiento, la jurisprudencia ha re-
tre otros fallos, los que se registran en suelto declarar la nulidad de lo actuado,
Jurisprudencia Argentina: 33-181; 32-1096; de oficio, como ocurrió en el fallo que
28-64; 32-810; 8-627; 33-790; 27-1165; 33- registra Jurisprudencia Argentina en el
166; 13-659; Gaceta del Foro: 96-83; 50-181; tomo, 63, página 446, con nota, sobre el
53-364; 77-409; 75-234; 105-294; 55-362, etc.; particular.
y han declarado la validez de lo actuado sin La nulidad reclamada por él asesor de
la intervención del asesor de menores, los menores, al no ratificar el procedimiento,
fallos que se registran en: Jurisprudencia en juicios en que al tiempo de su inicia-
Argentina: 24-800; 16-877; 14-1080; 32-556; ción era notoria la incapacidad del de-
70-849; 11-105; 8-596; 57-774; Suprema mandado, resulta procedente, aun cuando
Corte Nacional, 27 set. 1888 citado por se esté en ejecución de sentencia; por
Busso; Suprema Corte de Tucumán, Juris- cuanto se considera que se ha litigado de
prudencia de Tucumán: 2-450; Superior mala fe, al tener conocimiento de la cau-
Tribunal de Santa Fe: La Ley, 17-833, etc. sa de la incapacidad, no denunciarla, y ello
Algunos autores, como Busso, con la no obstante, seguir adelante un procedi-
cita de fallos, consideran que la ratifica- miento, que no puede dar como resultado
ción es requisito sí ne qua non, para que sino el despojo intencional del incapaz. Se
se purgue el vicio, por parte del Ministe- considera que sobre tales supuestos no
rio de Menores. Estimamos que no se trata puede hablarse de la existencia de cosa
de eso, sino de si la omisión ha perjudica- juzgada. (Jurisprudencia ira re: Asad, M.
do o no al incapaz, en cuyo caso, aun con contra Filosa de Chiabra Teresa: cumpli-
la ratificación del Ministerio pupilar, debe miento de contrato, Juzgado 3, Secretaría
15, La Plata, Exp. 24.378. Conforme en
(33) Spota, A., op. ctt., pág. 274.
(34) Jotré, T., Manual de procedimientos, t. 4, doctrina Carnelutti, Francisco: Sistema de
pág. 265, nos. 8 y siga. Derecho procesal, t. I, pág. 352, núm. 105).
Por lo demás, no tratándose de los ca- señanza primaria en las escuelas rurales
sos excepcionales señalados, las nulidades tenderá a inculcar en el niño el amor a
deben repararse durante el curso del litigio la vida del campo, a orientarlo hacia la
y en la instancia en que se producen. Por capacitación profesional en las faenas ru-
ello, la Cámara de Apelaciones de Tucumán rales..."; en el inciso 3"?: "La orientación
declaró improcedente la nulidad de lo ac- profesional de los jóvenes, concebida como
tuado en juicio, puesto que afectaría me- un complemento de la acción de instruir y
diando sentencia firme, la inmutabilidad educar, es una función social que el Estado
de la cosa juzgada; no habiendo tampoco, ampara y fomenta mediante instituciones
por tratarse de actos procesales, acción de que guíen a los jóvenes hacia las activida-
nulidad en su contra (J. A., t. 16, pági- des para las que posean naturales apti-
na 877). tudes y capacidad, con el fin de que la
Función de patronato del Ministerio pu- adecuada elección profesional redunde en
pilar. — La función de patronato del Mi- beneficio suyo y de la sociedad".
nisterio de Menores está referida al cui- Con esto, ha venido a culminar, en el
dado de la persona y bienes de los país, desde el punto de vista legislativo,
incapaces, que el ordenamiento Jurídico una política educativo-moral que numero-
argentino organiza con disposiciones que sas leyes anteriores abordaban en forma
tiene incorporadas el Código civil, por fragmentaria y dispersa (35), orientación
ejemplo, artículos 66, inciso 3"?; 144, inciso que ha motivado también numerosos pro-
3°; 147- in fine; 150; 272; 381; 414; 470; 491; yectos de leyes y códigos referentes al
492 y 493, y en leyes especiales, como ocu- niño W.
rre con la de matrimonio civil para la La resonancia universal del problema
oposición al matrimonio que el incapaz alcanzó la mayor prestancia en la "Decla-
pretenda contraer mediando los impedi- ración de los Derechos del niño", de Gine-
mentos del artículo 9? de la misma ley, bra, en el año 1938; y el movimiento uni-
facultando al Ministerio público para de- versal se exterioriza en la sanción de
ducir oposición o reclamar su nulidad si se numerosos Códigos, cuya nómina recoge-
hubiese realizado (arts. 21, inciso 4°, y 84); mos de Busso, a saber: Brasil, 1927; Uru-
y por fin, también en forma expresa en guay, 1934; Venezuela, 1939; Costa Rica,
la ley 10.903, al disponer en su artículo 4°: 1932; Paraguay, Nicaragua, Perú, Estatuto
"El patronato del Estado Nacional o Pro- orgánico de la Educación de Méjico; Chi-
vincial se ejercerá por medio de los jueces le, ley de Dirección general de Protección
nacionales o provinciales, con la concu- de menores; Guatemala, ley de Tribunales
rrencia del Ministerio Público de Menores", para Menores en Estados Unidos de Nor-
el que deberá ejercitarse atendiendo a la teamérica, el Departamento Nacional del
salud, seguridad, educación moral e inte- Niño; en Inglaterra hubo disposiciones
lectual del menor, según la citada dispo- desde 1908, con agregado y modificaciones
sición legal. en 1933; Alemania, ley del bienestar de la
Desde este punto de vista, la función del juventud, de 1922, y creación de Tribunales
Ministerio público toca el problema fun- de menores en 1923; y en forma similar
damental de la protección general de los
menores, por la cual los Estados denotan (35) Pueden citarse las leyes nacionales 8999,
10.903, 11.317, modificadas por decreto-ley del
particular preocupación, aumentando la 24 de agosto de 1943, que atribuye la represen-
previsión con medidas que aseguren desde tación de los menores, a falta de padres y tuto-
su nacimiento hasta la adolescencia, su res, entre los 14 y 18 años, a los Asesores de Me-
nores, para la celebración de contratos de trabajo
salud física y moral, la educación e ins- o aprendizaje; 11.544, 11.640, 11.933, 12.111, modi-
trucción. ficada por la 12.568, 12.317, 12.331, 12.341, 12.383,
En tal sentido, cabe señalar que en 12.558, etc.
(36) Los proyectos de Código del niño presen-
nuestro país alcanzó el problema jerarquía tados al Congreso de la Nación son: 1919, Bullrlch
constitucional, dándose las bases y los Y Gaché; 1925, Bard; 1941, Cabral; 1949, Herrera.
principios que el Estado sustenta al res- Entre los proyectos que no son códigos, Pinto
pecto, en la Constitución de 1949; dispo- (1925), Ley de Menores; Loyarte y Gonzales
(1932), Creación del Departamento Nacional de
niendo su protección antes de nacer, es- Asistencia al Niño; Castillo (1933), Asistencia
tando concebido, en el artículo 37, II, Social y Patronato de Menores; Coll (1933), Ante-
inciso 49, que aclara: "La atención y asis- proyecto sobre Patronato Nacional y Tribunales
de Menores; Mouchet (1937), Consejo Nacional del
tencia de la madre y del niño gozarán de Niño. En las provincias: la de Bs Aires, creando
la especial y privilegiada consideración del la Dirección de Protección de Menores, ley n' 4547,
Estado"; como así en el mismo artículo, y los Tribunales de Menores la ley 4664; en Santa
apartado IV, inciso 2?, que: "La enseñanza Pe las leyes nos. 2804 y 3480, sobre las cuales pue-
de verse comentarlo de José L. Araya, autor de
primaria elemental es obligatoria y será "Proyecto de Código de Menores para la provin-
gratuita en las escuelas del Estado. La en- cia de Santa Pe", en La Ley. t. 54, pág. 956.
Dinamarca, Bélgica, Francia, Grecia, Ho- en los intervalos de descanso o durante el
landa, Hungría, etc. (37). trabajo si su naturaleza no lo impide. La
JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto.
expresada norma es aplicable a los vehícu-
los de transporte, ferroviarios, tranviarios,
BIBLIOGRAFÍA. — Josserand, L., Derecho civil, t. 1, automotores, ascensores, etc. En la propia
vol. 1, pág. 313, n» 385. — Planiol, M., y Blpert. J., ley se consignan las sanciones correspon-
Tratado práctico de Derecho civil francés, "La la-
milla", t. 2, pág. 10, n» 5. — Enneccerus, L., Klpp, dientes a los infractores de las disposicio-
T., y Wolíí, M., Tratado de Derecho civil, "Dere- nes aludidas, que han sido reglamentadas
cho de familia", t. 4, vol. 2, págs. 79 y 111, pará- por el decreto 85.474/36, modificado por el
grafos 79 y 84. — Luban, M., Legislación soviética decreto 14.748/38.
moderna, trad. directa del ruso de los Códigos
vigentes en la Unión de Repúblicas Socialistas En otro aspecto del vocablo examinado,
Soviéticas, Ed. U.T.E.H.A., México, 1947. — Spo- entiéndese por asiento la anotación de una
ta, A. O., Tratado de Derecho civil, t. 1, "Parte operación en los libros de contabilidad.
general", vol. 31, págs. 271 y sigs. — Busso, E. B.,
Código civil anotado, t. 1, págs. 430, 436 y 438 Este concepto tiene su reflejo en la legis-
a 446, Ed. Ediar, 1944. — Argañaraz, M., y Casas lación positiva, como, por ejemplo, en el
Peralta, E., Jurisprudencia de la Suprema Corte Código de comercio, que al referirse a los
de la provincia de Buenos Aires, t. 1, pág. 148,
ed. 1949. — Alsina, H., Tratado teórico práctico libros que obligatoriamente deben llevar
de Derecho procesal civil y comercial, t. 1. pá- los comerciantes, dice que día por día
gina 620. — Salvat, R., Tratado de Derecho civil asentarán en el diario las operaciones que
argentino, Parte general, t. 1, pág. 361, n» 716, hagan, bastando asentar en globo en la
ed. 1947. — Segovia, L., Código civil (explicación
critica y notas), t. 1, pag. 26, nota 5, Ed. La Fa- fecha en que salieron de caja los gastos
cultad, 1933, y Código de comercio (explicación domésticos {art. 45, Cód. com.). Si llevan
crítica y notas art. 445). Ed. La Facultad, 1933.— libro de caja, no es necesario que asienten
Machado, J. O., Exposición y comentario del Có-
digo civil argentino, t. 1, pág. 122, art. 69, en el diario los pagos que hagan o reciban
Ed. Lajouane, 1898. — Laíaille, H., Curso de De- en dinero efectivo (art. 46); pero los co-
recho civil, "Derecho de familia", no 606, pag. 433, merciantes por menor deberán sentar to-
ed. 1930. — Orgaz, A., Personas individuales, pá- dos los días en el diario la suma total de
gina 203, Ed. Depalma. — Clcú, A., El Derecho de
familia, pág. 183. nos. 5, 6, y 7, Ed. Ediar, 1947. las ventas al contado, y por separado la
— Ibáñez Frocham, M., La organización judicial de las ventas al fiado (art. 47). El artícu-
argentina, La Plata, 1938, y "La función del Minis- lo 54 prohibe, entre otras cosas, alterar en
terio Pupilar en el proceso civil. Crítica de una los asientos el orden progresivo de las fe-
dirección Jurisprudencial", Separado de la Revista
de Derecho Procesal, año 3, n» 4, 4» trim. 1945. — chas y operaciones, debiendo salvarse los
Jofré, T., Manual de procedimientos, t. 4, pág. 265, errores por medio de un nuevo asiento sin
no». 8 y slgs. — Carneluttl, F., Sistema de Dere- efectuar interlíneaciones, raspaduras ni
cho procesal, t. 1, pág. 352, n» 105. — Herrera, J.,
Redención y prevención. Ley orgánica de apli- enmiendas, y no pudiéndose tampoco ta-
cación de la pena y amparo social. Código del char ningún asiento. Si el comerciante no
niño, Bs. Aires, 1949. — Llerena, B., Concordan- llevare los libros de comercio obligatorios,
cias y comentarios del Código civil argentino, o se negase a exhibirlos en caso de con-
t. 1, pág. 144, art. 59, Ed. La Facultad, 1931. —
Guastavlno, J. M., Notas al Código civil argen- troversia judicial, será juzgado por los
tino, t. 1, pág. 106, art. 59, n» 88, Ed. Lajouane, asientos de los libros de su adversario
1898. — Blbllonl, J. A., Anteproyecto de reformas (art. 56). Los libros de comercio serán
al Código civil argentino, ed. 1929, t. 1, pág. 18, admitidos en juicio como medio de prueba
y t. 5. págs. 399 a 404, tít. XX: De la autoridad
y vigilancia en lo concerniente a los incapaces. entre comerciantes, y sus asientos harán
— Proyecto de la Comisión de Reformas al Código prueba contra aquellos a quien pertenez-
civil; antecedentes, informe y proyecto, t. 2, pá- can; pero el adversario no podrá aceptar
ginas 71 y 370, ed. 1936.
los asientos que le beneficien y rechazar
los que le perjudiquen, sino que habiendo
' ASIENTO. En su acepción de silla, ban- adoptado ese medio probatorio, estará a
co u otra cosa destinada, para sentarse en las resultas combinadas que presenten to-
ella, tiene valor y significado en el Dere- dos los asientos. En cambio, los libros
cho del trabajo, por cuanto la ley 12.205, harán prueba en favor de su dueño cuando
de 25 de septiembre de 1935, determina la contraparte no presente asientos en
que todo local de trabajo en estableci- contrario (art. 63).
mientos industriales o comerciales de la A su vez, el Código civil, en su artícu-
Capital Federal, Provincias y territorios lo 979, incisos 39 y 10° califica de instru-
deberá estar provista de asientos con res- mentos públicos respecto de los actos ju-
paldo en número suficiente para el uso rídicos, los asientos en los libros de los
de cada persona ocupada en los mismos, corredores, en los casos y en la forma que
con objeto de que puedan ser utilizados determine el Código de comercio, así como
por el personal de dichos establecimientos los asientos de los matrimonios en los li-
bros parroquiales o en los registros muni-
(37) Busso, E. B., op. cit., t. 1, nos. 146-151. cipales. Por otra parte, si la palabra que
examinamos se toma como equivalente de los abusos que se realizaron desvirtuaron
anotación o inscripción, será de constante sus verdaderos fines. Se practicó, no como
uso en las normas relativas a los Regis- una ayuda excepcional, sino como una cosa
tros civil, de la propiedad, de mandatos, de todos los días, con lo que ei índice de
de prendas, de la propiedad intelectual, delitos aumentaba de manera escandalo-
de reincidentes, de comercio, de escrituras, sa. Claro que, a pesar de este factor nega-
etcétera. Concretamente se utiliza la locu- tivo, se hace necesario resaltar también su
ción asiento en muchas de las leyes pre- pro, al restañar heridas de muchos escla-
citadas, como, por ejemplo, en los artícu- vos y desvalidos inocentes.
los 14, 21, 22, 25, 28, 49, 53, 77, 80, 82 y 86 de Fue la conquista romana en territorio
la ley del Registro civil; 267, 268, 270, 273, griego la que trajo aparejado un carácter
274, 275, 279, 285, 287, 291 y 292 de la ley más jurídico, más severo, más restringido
de Organización de los Tribunales de la del derecho de asilo. Roma no hizo des-
Capital, etc., etc. aparecer este derecho de tipo místico, pero
Otra acepción gramatical de la palabra lo hizo más humano. Su razón de ser se
asiento es la de sitio en que está fundado basó más en el respeto a la majestad del
un pueblo o edificio, y, por extensión, el principe que a la divina. Se llegó a consi-
lugar en que se reside. En este sentido es derar Inviolable a todo aquel que llegaba
empleado en el artículo 89 del Código civil a tocar la estatua del emperador. Fueron
cuando expresa que el domicilio real de las Honorio, Teodosio, Valentiniano quienes
personas es el lugar donde tienen esta- dieron las más importantes disposiciones
blecido el asiento principal de su residen- referentes al derecho de asilo. León ex-
cia y de sus negocios. tendió este derecho a toda clase de delitos,
En otras muchas disposiciones legales se así fueron de la más diversa índole. "Pero
ha de encontrar el vocablo examinado, en las Novelas de Justiniano ya se observa
pero no es posible indicar todas ellas sin la negación del derecho de asilo a los ho-
incurrir en inevitables omisiones. No es micidas, a los adúlteros y a los culpables
tampoco necesario, porque lo que importa del delito de rapto" (i).
es dejar consignadas las acepciones que El derecho de asilo, que en sus comien-
con alcance jurídico tiene la voz de que zos fue de origen típicamente pagano,
nos hemos ocupado. (M. O. y F.) pasó por sus rasgos humanos y benevo-
lentes al Cristianismo, que le supo imprimir
ASILO (Derecho de).» Etimología: del un carácter netamente religioso. Se prac-
griego ásylon, sitio inviolable, de "a", priv. ticó no sólo en las iglesias y conventos,
y "silaein", despojar, quitar; lugar de sino también en los cementerios y hasta
refugio o de retiro. Consecuencia directa en las Universidades, sobre todo en las ciu-
de la inmunidad de las iglesias o templos, dades de España.
en virtud de la cual, los sujetos criminales Durante la Edad Media, el derecho de
o no que se refugiaban en ellas, no podían asilo que poseían las iglesias, templos y
ser extraídos por la fuerza. De manera algunos castillos, tenia como fundamento
que es el recinto sagrado en donde se co- esencial la institución del mismo para
bijaban los criminales y los deudores, no evitar a los acusados las venganzas perso-
pudiendo ser sacados por la fuerza, ya que nales y la ruda justicia germana. Es invo-
tal acto importaría una profanación cuya cado por algunos Códigos bárbaros de la
consecuencia inmediata era una pena. Los época. Un ejemplo digno del encomio mun-
perseguidos, veían, de esta manera, en dial es el Fuero Juzgo, que en el título ni
la iglesia, un lugar de protección: un asi- del libro IX se refiere con magnífica pre-
lo. cisión y limpia palabra al derecho de asilo.
Resultado de la civilización griega, el Así, en su ley I, dice: "que al que fuye á
derecho de asilo toma distintas formas a la eglesia que nond saque nenguno de
través de las épocas de la historia. El ella, si se non defendier por armas"; en
templo de Zeus en Arcadia, el de Apolo en su ley m se refiere a la pena que sufrirán
Efeso, el de Cadmo en Tebas y otros, fue- los que saquen por la fuerza a los refugia-
ron, en las primeras manifestaciones del dos en las iglesias, y en su ley IV dice:
Derecho que nos ocupa, grandes exponen- "Que el malfechor, ó el debdor que fuye á
tes de las inmunidades que éste confería la eglesia, non deve seer sacado de la egle-
a los allí refugiados. sia, mas deve pagar lo que deve".
Poco a poco fue reduciéndose el nú- El Fuero Real (lib. I, tít. H), en la ley
mero de templos dedicados a proteger la 2 y 3, se dedica a indicar las personas y
seguridad de los perseguidos, puesto que lugares que lo disfrutan. La Partida I del
* Por el Sr. FRANCISCO JOSÉ FICUEROLA. (1) Vico, C.. Derecho internacional privado.
Código de las Siete Partidas trata tam- vado, fue suscrito un tratado de Derecho
bién del derecho de asilo. penal internacional el 23 de enero de 1889,
Así, este derecho se fue afirmando como por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Pa-
indiscutible costumbre que no dejaba de raguay, Perú y Uruguay, y ratificado por
arraigarse en las precedentes civilizacio- éstos, salvo Brasil y Chile, reconociendo
nes. Era natural que ante sistemas inicuos, el derecho de asilo, distinguiéndose del
que se basaban más en la venganza de la mero refugio y haciendo la importante
sangre y la ley del Tallón, que en la acción aclaración de que sólo se aplicará a los
judicial humana, se buscare el medio ne- delincuentes políticos y no a los comunes,
cesario para escapar de tales violencias. que se reintegrarán al Estado de donde
De esa manera, las Iglesias, los conventos, hubiesen huido, de acuerdo a las reglas de
tuvieron por misión cobijar bajo sus techos la extradición.
a todos aquellos que eran perseguidos. Na- En 1927, la Comisión Internacional de
cía el derecho de asilo. Jurisconsultos Americanos, reunida el 20
Mezcla del sentimiento de religiosidad y de mayo en Río de Janeiro, elaboró un
solidaridad entre los hombres es el derecho proyecto sobre asilo.
de asilo, que en la época moderna ha tenido El 20 de mayo de 1928 se realizó en la
distintas derivaciones. En todo Estado hay Habana otro acuerdo, respecto al derecho
un derecho de asilo para los perseguidos de de asilo. Varios países americanos lo sus-
otro Estado, aunque en la práctica sólo se cribieron: Argentina, Bolivia, Brasil, Co-
tiene en cuenta para los delitos políticos lombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador,
y aún sólo en determinados casos. Las El Salvador, Estados Unidos (con reserva),
iglesias y las universidades de nuestra Guatemala, Haití, Honduras, México, Nica-
época perdieron el carácter que las había ragua, Panamá, Paraguay, Perú, República
particularizado antaño, y se pasó el de- Dominicana, Uruguay y Venezuela. Lo ra-
recho de asilo, ya desfigurado, a las Em- .tificaron Brasil, Colombia, Costa Rica,
bajadas, 2puesto aue para justificarlo in- Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
ventóse ( ) la ficción de la extraterritoria- México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Re-
lidad, que hoy ha caído en desuso. La pública Dominicana y Uruguay. Fue mo-
Asamblea Constituyente de Francia, reco- dificado y completado por otro instrumen-
noció de manera explícita la ficción de la to que se denominó Convención sobre Asilo
extraterritorialidad, y quedó sancionada Político, aparecido en el año 1933, en Mon-
consuetudinariamente hasta nuestra épo- tevideo.
ca. En 1937, el Ministerio de Relaciones Ex-
Notable antinomia presenta el derecho teriores y Culto de la República Argentina
de asilo a través del correr de los años: en redactó un importante proyecto de Con-
sus primeros tiempos eran los criminales vención sobre derecho de asilo, que sirvió
de derecho común los que conseguían con de base para el Segundo Congreso sudame-
facilidad el asilo, mientras que para los ricano de Derecho Internacional Privado,
asilados políticos había diversas dificul- reunido en Montevideo, y que agrupó en su
tades; en su evolución posterior, ocurrió seno a la Argentina, Uruguay, Bolivia, Chi-
como vimos, todo lo contrario. le, Perú y Paraguay, suscribiéndose un tra-
América latina, directa heredera de Es- tado sobre asilo y refugio político, el 4 de
paña, ha sido y es quien más ha aplicado agosto de 1939. Brasil y Colombia, que
el derecho de asilo dinlomático (también luego asistieron, no lo firmaron.
llamado político), con amnlia generosidad El 12 de septiembre de 1950, el "Institut
y bastante frecuencia. Encuéntrase el fun- de Droit International", aprobó una reso-
damento jurídico afirmado por el amnaro lución sobre asilo en Derecho internacional
que tiene obligación de prestar un Estado público y más reciente en Madrid, se apro-
a todos los emigrados políticos de otro. Es bó una resolución sobre derecho de asilo,
una cuestión de derecho que hoy se zanja en el Primer Congreso Hispanolusoameri-
de acuerdo a lo que cada Estado piense, cano, el 11 de octubre de 1951.
aunque la doctrina lo ha impuesto de ma- Él actual derecho de asilo diplomático
nera rotunda, y es así como casi la totali- ha provocado interesantísimas cuestiones,
dad de los países lo ha reconocido en nu- para resolver las cuales, además de los
merosos tratados internacionales, sea como tratados que existan, es necesario tener
ejercicio de un derecho o como cumoll- un alto sentido humano y jurídico, que
miento de una obligación. En Montevideo, son la base de aquéllas.
como resultado del Primer Congreso Sud- Creemos interesante referirnos a la ju-
americano de Derecho Internacional Pri- risprudencia recientemente sentada por la
Corte Internacional de Justicia, en un liti-
(2) Grocio, H.. gio sostenido por dos países americanos, a
raíz de determinados sucesos motivadorcs la entrega del asilado al encargado de Ne-
de un procedimiento judicial seguido con- gocios de Colombia en Lima. Pero esta
tra los presuntos autores y coautores en petición es negada, invocando Colombia
Perú. El jefe de un partido político solicitó que la Corte no ha decidido tal cuestión.
y obtuvo el asilo en la Embajada de Co- El 13 de diciembre de 1950, Colombia in-
lombia, en Lima. La Cancillería colombia- terpuso recurso ante la Corte para que
na pidió un salvoconducto para que el asi- dilucidara la forma de cómo se llevaría a
lado pudiera salir del territorio peruano, cabo la sentencia e informe si correspon-
amparándose en la calificación de la de- día la entrega o no del asilado. El 13 de
lincuencia política establecida en la Con- junio de 1951, la Corte declara que Colom-
vención de Montevideo, de 1933; pero a bia no tiene ninguna obligación de entre-
esto opuso Perú, negando la concesión gar al asilado, pero que el asilo debió
del salvoconducto, que no había ratificado haber terminado luego de haberse dictado
dicha Convención. En octubre de 1949, Co- la sentencia del 20 de noviembre de 1950.
lombia acude ante la Corte Internacional BIBLIOGRAFÍA. — Basset Moore, J., A Digest of In-
de Justicia, fundando, substancialmente, su ternational Lato, t. 2, págs. 755 y 758. — Bollinl
demanda, en que ambos países habían re- Shaw, C., Derecho de Asilo, págs. 11 hasta 61,
conocido el derecho de asilo y la teoría de Bs. Aires, 1837. — Bula More'io, I., Lecciones de
las reglas de la extradición, por lo que Derecho internacional púuúcü, t. 1, pág. 200, Bs.
Aires, 1934. — Moreno Quintana, L. M.. El sistema
procedía otorgar el salvoconducto para internacional americano, t. 1, pág. 79, Bs. Aires,
salir del territorio peruano, dada la natu- 1925-27, y Derecho de asilo, Instituto de Derecho
raleza del delito, que pidió se expresase Internacional, 1952. — Moreno Quintana, L. M.,
y Bollinl Shaw, C., Derecho internacional público,
por el Tribunal. Además, invocó el DerecLo págs. 241, 248 y 279, Bs. Aires, 1950. — Fuero Juz~
internacional americano. El 21 de mayo ."O, llb. 9, tit. 3, Ed. Códigos Antiguos de España,
de 1950, la demanda colombiana fue con- ílarcelo Martínez Alcubilla, Madrid, 1885. — Las
testada por Perú, quien solicitó el rechazo Siete Partidas, Ed. Códigos antiguos de España,
M. Alcubilla, Madrid, 1885. — Bahramy Abdollah,
de las peticiones formuladas y alegó que Le Droit d'asile (These pour le doctorat), págs. 11
el asilo prestado, viola fundamentalmente a 27, París, 1838. — Barcia Trelles, C., "Derecho
la Convención de La Habana, suscrita y de asilo diplomático", en Revista de Derecho 7n-
ternacional, Junio 1951, pág. 16, La Habana. —
ratificada por Perú y Colombia el 20 de Podestá Costa, L. A., Manual de Derecho interna-
febrero de 1928. El alegato peruano nega- cional público, págs. 485 y slgs., Bs. Aires, 1943.
ba al asilado la condición de político, afir- — Conr Internationale de Justice affaire Haya de
mando que el asilado estaba bajo la ju- la Torre, Anel du 13 Juln 1951, Leyde, 1951.
risdicción judicial competente y que el
asilo se había otorgado con posterioridad ASISTENCIA. * En su común acepción,
al movimiento. conforme a un punto de vista general, sig-
La sentencia, esperada con curiosidad nifica prestar ayuda o socorro; y en un
por los internacionalistas mundiales, fue sentido ya más restringido, atención pro-
dictada por la Corte Internacional de Jus- fesional, sea médica, jurídica o religiosa,
ticia el 20 de noviembre de 1950, expidién- etcétera, a toda persona o grupo de ellas,
dose en cada una de las cuestiones plan- en trance de necesitarla. Así, se dice delí
teadas. En lo referente a la calificación del médico que asiste a un paciente; del abo-
delito, desestima la petición colombiana gado que atiende a un litigante, o bien
(14 votos contra 2), lo mismo que en la del sacerdote que administra servicios es-
otorgación del salvoconducto para la sa- pirituales.
lida del asilado (15 votos contra 1), la que En el campo del Derecho, el vocablo ad-
no corresponde al Estado asilante, cuando quiere una significación ya más definida;
el territorial no exige la salida del asilado y en el Derecho argentino, en particular,
(Convención de La Habana). Con respecto el concepto —concretamente— se le en-
a la invocación colombiana del Derecho cuentra en las ramas civil, penal y de la
internacional americano, el Tribunal re- previsión.
suelve que Colombia no ha probado la exis- Así, por ejemplo, en el Derecho positivo
tencia de una costumbre sobre el caso, que argentino, se trata el punto en el Código
tenga carácter de obligatoria para el Perú. civil, en el título III, "De la patria po-
Colombia no se conformó con la última testad", y también en la ley de Matrimo-
decisión del Tribunal, y pidió la Interpre- nio civil, donde se consignan una serie de
tación del alcance de la calificación del normas relativas al deber de asistencia
delito y entrega del asilado. La Corte (12 recíproca entre ciertas personas que inte-
votos contra 1) declara el 27 de noviem- gran el grupo familiar, ya sea por consan-
bre de 1950, inadmisible el pedido colom- guinidad y/o por afinidad, según sea el
biano. El 28 de ese mes y año, el ministro
de Relaciones Exteriores del Perú solicita * Por el Dr. FÉLIX OLMOS.
grado de panrentesco y también entre es- La obligación de asistencia subsiste en
posos. (V. MATRIMONIO. PATRIA POTESTAD.) ciertos casos especiales, como ser cuando
Respecto al deber de asistencia recíproca el hijo menor de edad se ausenta de la
entre las personas que por consanguinidad casa paterna y se encuentra en estado de
y/o afinidad, integran el grupo familiar, urgente necesidad, en cuyo caso la ley
cabe destacar, en primer término, la obli- autoriza las suministraciones necesarias
gación impuesta a los padres por la ley, para su subsistencia, considerándolas co-
en relación a sus hijos, de alimentarlos, mo hechas con autorización de los padres,
cuidar de su educación y de elegirles pro- y también en los casos de divorcio, o sepa-
fesión, a cuyo fin deben destinar no sólo ración judicial de bienes o de nulidad del
los bienes de ellos, o de la madre, sino tam-matrimonio, cuando los hijos quedaren en
poder del padre.
bién los suyos propios (arts. 265, Cód. cit.).
(V. ASISTENCIA FAMILIAR.) También esta obligación existe entre los
Si faltasen a esta obligación, pueden ser esposos.
constreñidos a darle cumplimiento, me- Así, en la ley N<? 2393, de noviembre 12
diante una acción judicial en la que, acre- de 1888, modificada por la ley 2681, del 12
ditado el vínculo, caudal del que deba de noviembre de 1889, llamada "De matri-
darlos y estado de necesidad del solicitan- monio civil", existen disposiciones como
te, justificación que puede hacerse por ser las contenidas en el artículo 51, que
medio de documentos, información suma- sientan una serie de normas respecto a las
ria de testigos, sin citación, ni otra solem- recíprocas obligaciones de asistencia entre
nidad, o bien por posiciones que se pidan los esposos, y en especial del marido, en
al obligado; el magistrado, si la encontra- relación con la mujer, a quien le impone
se justa, fija el importe de la pensión la obligación de prestarle todos los recur-
alimentaria, de acuerdo a las circunstan- sos que le fueren necesarios... etc.; auto-
cias del caso y en cantidad suficiente para rizándola, en su defecto, a pedirle ali-
cubrir las necesidades del hijo, en manu- mentos judicialmente y todas las expensas
tención, vestido, habitación, asistencia y que le fueren indispensables en los juicios.'
gastos por enfermedades, la que mandará En cuanto al campo del Derecho penal,
pagar por mensualidades anticipadas. (V. en el Código penal argentino, en el capí-
AUMENTOS.) tulo VI, bajo el título "Abandono de per-
El juicio por el cual se solicitan los ali- sonas", los artículos 106, 107 y 108 están
mentos, es sumario, no admitiéndose en él consagrados a tratar esta obligación de
discusión alguna sobre el derecho a perci- asistencia, bajo el punto de vista de la
birlos, en razón de que la ley sólo tiene en configuración de delitos, contemplando el
cuenta en esta clase de solicitudes, el es- caso, en cuanto ocurra entre personas de
tado de necesidad y la urgencia de la una misma familia, como así en relación a
persona en recibirlos; por ello, dicha obli- terceros, extraños, graduándose la grave-
gación es exiglble, aun cuando las nece- dad del delito y de la pena de acuerdo a
sidades del alimentario provengan de su la mayor o menor consanguinidad o afini-
mala conducta. Toda controversia, el que dad entre las personas, edad de la víctima
la formule, debe ventilarla en el respecti- e importancia y consecuencias del hecho.
vo juicio ordinario. (V. ABANDONO DE PERSONAS.)
A su vez, los hijos aun emancipados, Así, en general, reprime con penas que
deben igual asistencia y cuidados a sus oscilan entre los seis meses a diez años
padres en la ancianidad y cuando se en- de prisión y/o reclusión, cuando la persona
cuentren en estado de demencia o enfer- abandonada es un menor de diez años, lí-
medad, estando obligados a proveer a sus mite que los autores consideran reducido,
necesidades, en todas las circunstancias de estimando como más acertado extender el
la vida en que tales auxilios les sean in- amparo a todo menor, cualesquiera fuere
dispensables; auxilios y cuidados extensi- la edad, teniendo en cuenta más bien la
vos asimismo a los demás ascendientes imposibilidad de valerse por sí, o fuere un
legítimos (art. 288, Cód. clv.). incapaz por causa de enfermedad, a quien
Las normas a que se sujetan estos pro- se deba mantener o cuidar, graduándose,
cedimientos, en el Derecho positivo argen- además, el tiempo si como consecuencia
tino, están consignadas en el título XX, resultare un grave daño en el cuerpo o la
"Del juicio de alimentos provisorios y litis salud de la víctima, u ocasionare su muer-
expensas", del Código de procedimientos te, máximum y mínimum que se aumenta
civiles y comerciales de la Capital Federal, en un tercio, cuando lo cometieren los pa-
como así en los demás Códigos de proce- dres contra los hijos o viceversa, o por el
dimientos de cada provincia. (V. Juicio DE cónyuge, atenuándose, por razones obvias,
ALIMENTOS PROVISORIOS Y LITIS EXPENSAS.) en la mitad cuando lo fuere de un menor
de tres días, aún no inscripto en el Regis- gente. Es la llamada beneficencia. Cons-
tro civil, con el fin de salvar el propio tituye, en general, un acto de caridad, con
honor, o el de la esposa, madre, hija o honda raíz, en particular, en las enseñan-
hermana, prescribiendo pena de multa de zas de las doctrinas impartidas por Jesu-
100 a 500 pesos, para todo quien, encon- cristo, y continuadas por su Iglesia. (V.
trando perdido o desamparado a un me- BENEFICENCIA.)
nor de dicha edad, o a una persona herida Así considerada, su campo de acción es
o inválida, o amenazada de un peligro reducido, restringido, no alcanzando a
cualquiera, deje de prestarle el socorro abarcar la totalidad de los complejos pro-
necesario, cuando el hacerlo no le cause blemas que la edad contemporánea crea
riesgo personal o no diese cuenta inme- en la sociedad.
diata a las autoridades. Por otra parte, su mismo carácter be-
Como se ve, se trata de un típico delito néfico le resta eficacia, en especial en cier-
por omisión, por dejar de hacer o prestar tos sectores de la población —los trabaja-
asistencia a ciertas personas, en circuns- dores— que no se avienen a recibir como
tancias especiales, y su cumplimiento una gracia lo que las nuevas doctrinas le
constituye un mandato legal, cuya ubica- otorgan como derecho.
ción en la legislación extranjera, es va- Esta situación da origen a la interven-
riable; encasillándole la holandesa, por ción del Estado, que organiza la llamada
ejemplo, entre los delitos contra las bue- asistencia pública, como un deber, exten-
nas costumbres y contra el estado civil y diendo su acción a nuevas situaciones y
el orden de las familias y las libertades categorías de personas.
individuales, en otros cuerpos, tal como Al presente, la asistencia social, para
acontecía en el anterior Código penal ar- aquellos que admiten la existencia de un
gentino; pero, en definitiva, todas tienden Derecho social, constituye una importan-
a preservar la vida y la integridad del ser, te rama del mismo, y su ámbito de apli-
no debiéndosele confundir asimismo con cación y cobertura trata de extenderse y
la mera "exposición", que no constituye- abarcar todas o la mayor parte de las si-
delito en el Derecho argentino, aunque sí tuaciones y de las personas, articulándose
en otros países, como ser Francia, donde en una planificación integral de los más
este hecho es reprimido, por estimársele variados problemas, que van desde la ad-
ciclo de un mismo acto delictual. quisición de la propiedad de familia, ga-
En resumen, tanto en el orden del De- rantía de salarios mínimos y suficientes,
recho civil, como del penal, el deber de planes de ahorro, y de lucha contra los
asistencia es impuesto a las personas por males sociales, como ser el juego, el alcoho-
la ley, por razones de preservación de la lismo, la mendicidad, etc., hasta todo tipo
integridad física y de la vida de quienes de indemnización y de asistencia médica
se encuentren en estado de necesidad y, y farmacéutica, como acontece en materia
además, en resguardo de un mínimo esta- de accidentes del trabajo, por ejemplo,
do de tranquilidad social. tendientes a cubrir las necesidades crea-
Pero es en el campo de la previsión don- das por paro, enfermedades, inculpables o
de la asistencia, con carácter público o del trabajo, invalidez, senectud, etc.
privado, adquiere jerarquía de institución, La asistencia social, por la complejidad
no como imperativo de un deber entre y extensión de sus prestaciones, guarda
ciertos grupos familiares, sino actuando íntima conexión, aunque sin confundirse,
mediante toda una serie de medidas, pre- con el seguro de igual tipo, atento a su fin
ventivas y curativas, con el fin específico común: la lucha contra la miseria. En cier-
de remediar, aunque más no sea en lo'me- tos aspectos, sus fronteras se identifican.
jor y mayor posible, los males sociales. Resumiendo: en su forma más elemental,
Desgraciadamente, en la vida del núcleo la acción tendiente a remediar ciertos ma-
social, existen personas o grupos de ellas les sociales, se le conoce con el nombre
que, en determinado momento, se ven ne- de beneficencia, la que al evolucionar y
cesitadas de la ayuda de quienes se en- perfeccionarse, mediante la acción del Es-
cuentran en situación de prestarla. tado, se denomina asistencia social, la que,
Nace así la asistencia que, de privada, a su vez, al presente se insume en la no-
por sucesivas etapas, pasa a ser pública, vísima concepción de la seguridad social.
prestada por el Estado mediante organis- (V. ACCIDENTES DE TRABAJO. SEGURIDAD SO-
mos creados al efecto. CIAL. SEGUROS SOCIALES.)
La asistencia privada, en su origen, es En la República Argentina, la asistencia
de carácter esencialmente benéfico, obe- pública se remonta a los orígenes de la
dece a un impulso filantrópico y humano, fundación de la ciudad de Buenos Aires, y
y alcanza sólo al verdaderamente indi- sus servicios se organizan y perfeccionan
siguiendo las distintas etapas marcadas dlviduo político, denotando, como afirma
por el progreso del país; creándose en el un autor ( 2 ), que en el "siglo xx, el sentido
año 1883, por iniciativa de don Torcuato social del Derecho no es sólo una doctrina,
de Alvear, a la sazón intendente de la Ca- no es sólo una escuela jurídica, sino la
pital Federal, la Asistencia Pública, cuyo vida misma".
primer director general fue el doctor José Las Constituciones más avanzadas, como
María Ramos Mejía. la de Méjico de 1917, en su artículo 27, pa-
Al presente, los servicios, que han adqui- rágrafo f ) , en lo referente al aspecto eco-
rido gran desarrollo e importancia, se lle- nómico; la de Alemania de 1919, denomi-
van a cabo mediante la atención domici- nada de Weimar, al procurar la sanidad
liaria, en hospitales y de consultorios. y mejoramiento social de la familia, en su
Otra manifestación de la asistencia so- artículo 119, y las posteriores, como las de
cial está representada por la acción de la Italia de 1947, artículo 29, y la Argentina
entidad que actúa bajo la denominación de 1949, reconocen plenamente la familia
(aprobada por decreto N° 20.268, de 25 de "como núcleo primario y fundamental", y
septiembre de 1950) de "Fundación Eva Pe- con feliz expresión, esta última, en su
rón". La ley 13.992 confiere a la misma per- artículo 37, parágrafo II, la hace "objeto
sonería jurídica como entidad de derecho de preferente protección por parte del Es-
privado, pero declara que las funciones a su tado, el que ratifica sus derechos en lo
cargo son de orden público y de interés na- que respecta a su constitución, defensa y
cional. En dicho precepto legal se encomien- cumplimiento de sus fines".
da a la "Fundación" la atención de los fi- Intervención estatal. — Es que la inter-
nes sociales enumerados en el articulo 49 vención estatal se había hecho tanto más
del decreto 33.302/45, sobre turismo social, necesaria cuanto mayor era la pérdida de
colonias de vacaciones y lugares de des- cohesión del grupo familiar, y mereció la
canso. Esa labor se ha de entender, claro aprobación de todos por inspirarse en una
está, sin perjuicio de las demás que esta- idea de protección de los miembros más
tutariamente le correspondan, dentro del débiles de la sociedad.
orden de la asistencia social. Pero la familia no sólo se desintegraba
por obra del individualismo que campeaba
ASISTENCIA FAMILIAR.* La familia en la creciente industrialización y el ma-
constituye el núcleo básico de la sociedad, qulnismo capitalista, sino que factores in-
por cuanto en ella el hombre recibe el ma- ternos perturbadores, incidían sobre la
yor aliento para la formación y desarrollo médula de su unidad, incitando a los
de su personalidad. miembros de la familia al abandono ma-
En los últimos tiempos, y con anteriori- terial y moral de la misma. La desocupa-
dad al movimiento de renovación social ción y la miseria por un lado; la prosti-
que caracteriza la vida de relación en el tución de la mujer en el tránsito de la
período subsiguiente a la primera guerra niñez a la adolescencia, junto a la corrup-
mundial, la familia debió soportar los ción de menores y el aumento de la cri-
embates del individualismo extremo, obs- minalidad juvenil, por otro, terminaban
tinado en ignorarla, al mostrarse indife- dislocando totalmente este núcleo prima-
rente a todos los problemas que le creaban rio y fundamental para la organización de
factores múltiples, emergentes de la indus- la sociedad.
trialización creciente; contribuyendo con El Estado ha debido protegerla en todos
ello a su debilitamiento y disolución'í1). sus aspectos, y el económico debía ser,
Sin embargo, la jerarquía del núcleo fa- por supuesto, en tanto que soporte o subs-
miliar ha sido exaltada al plano constitu- trato material de la unidad moral y espi-
cional, dado la cohesión que representa, ritual objeto de preferente atención, pues-
para la organización jurídico-social, su to que incide directamente sobre la satis-
pleno reconocimiento. facción de necesidades inexcusables de to-
Se opera en los textos de las primeras dos sus miembros.
Constituciones, que recogen el movimiento Es en tal sentido que la acción del Es-
de renovación social. Oponen al Indivi- tado, advertido de la posible desintegra-
dualismo el nuevo Derecho, que distingue ción de la familia, se acentúa frente a los
con toda nitidez al individuo social del in- modos de conducta que implican la abdi-
cación de los deberes de asistencia a la
• Por el Dr. EENESTO EDUARDO BORGA. misma, y llega así, con independencia de
todas las acciones y sanciones civiles, a
(1) Planiol, M., Rlpert. J.. Tratado práctico de
Derecho civil francés, t. 2, p&fj. 10, n» 6. Sobre el
delito que nos ocupa, t. 2, nos. 47, pág. 39; 475, (2) Mirklne-Guetzevltch, B., Las nuevas Cons-
págs. 363 y 828. Ed. Cultural, Habana, 1939. tituciones del mundo, pág. 37, Ed. KK'iaña, 1931.
establecer sanciones penales, tipificando plimiento de otras obligaciones y deberes,
un modo de conducta ilícita dolosa, y cons- son numerosísimos los países que han le-
tituyendo con ella el delito que lleva, en gislado sobre el particular.
Derecho penal, la denominación de "in- Así legislan sobre el particular: Alema-
cumplimiento de los deberes de asistencia nia, en el parágrafo 361, incisos 5°1 y 10 del
familiar". Código penal; Argentina, por ley N ? 13.944,
Legislación. — Se atribuye a Inglaterra del año 1950; Bélgica, artículo 360 bis del
la paternidad del primer intento en la Código penal y ley del 17 de enero de 1939,
materia, según el Acta de sanción por des- que modifica la ley del 14 de enero de 1928,
órdenes de personas abandonadas y3 vaga- sobre abandono de familia, que ya había
bundos, 5 George IV, C. 82-1824 ( ), y a modificado la del 30 de mayo de 1931;
Francia haber iniciado la historia del Brasil, artículo 244 del Código penal; Ca-
delito en la legislación continental. Lo nadá, sección 242-1 del Código penal;
cierto es que el delito ha sido incorporado Checoeslovaquia, ley del 16 de diciembre
a la mayoría de los países de legislación de 1930; Dinamarca, Código penal, artícu-
más adelantada, aun cuando con diferen- lo 213; Francia, ley del 17 de febrero de
cias de contenido. 1924, modificada por ley del 3 de abril de
En efecto, no todas las legislaciones se 1928; Holanda, Código penal, artículo 255;
circunscriben al aspecto económico en Inglaterra, Acta de sanción por desórdenes
cuanto se refiere al incumplimiento de los de personas abandonadas y vagabundos, 5
deberes de asistencia familiar, ya que al- George IV, C. 82-1824; Italia, artículo 570
gunas, como la de Italia, que tomaremos del Código penal; Japón, art. 217/19, Có-
por ejemploí 4 ), involucran en la expre- digo penal; Luxemburgo, artículo 46, Có-
sión otras obligaciones y deberes carentes digo penal; México, artículo 336/39 del
de contenido económico, y llegan hasta Código penal; Noruega, artículo 219 del
sancionar, en Derecho penal, el incumpli- Código penal; Portugal, ley N° 20.431, del
miento del débito conyugal, el abandono 24 de octubre de 1931; Polonia, artículo
del hogar, etc. 201 del Código penal; Rumania, artículo
Pero, con referencia sólo al aspecto eco- 554 del Código penal; Rusia, artículo 158
nómico, o extendiendo el delito al incum- del Código penal; Suiza, artículo 217 del
Código penal; España, ley del 12 de mar-
(3) Dice el acta referida: III. El que pudiendo zo de 1942, artículo 487 del Código penal;
proveer, por completo o parcialmente, mediante
BU trabajo o por otro medio cualquiera, a sus ne- Uruguay, artículo 217 del Código del niño;
cesidades o a las de su familia, y voluntariamente Neufchatel, artículo 207 del Código penal.
se negare o descuidare hacerlo, será reputado hol- La legislación no puede resultar más
gazán y de mala conducta en el sentido de la abundante y la doctrina advierte en ella
presente ley y condenado a un mes de trabajos
forzados, si por esta negativa o por esta negli- diferentes caracteres, por lo que se na
gencia aquellos a quienes esté legalmente obliga- esforzado por destacarlos, agrupándolos en
do a mantener cayeren a cargo de una parroquia, tipos, qus atienden: a la subordinación, o
de una ciudad o de una villa. IV. El que se mar-
chare abandonando a la mujer o a sus hijos, o a no de la sanción penal, a la existencia de
los hijos de su mujer, dejándolos a cargo de una condena civil, o a la exclusividad o no del
parroquia, de una ciudad o de una villa será re- aspecto económico; de ahí que resulten los
putado vagabundo en el sentido de la presente que han dado en llamarse tipos indirectos
lev y castigado con tres meses de trabajos forza-
dos. TJre, E. E., El delito de incumplimiento de o directos, según exista o no dicha subor-
los deberes de asistencia familiar, ley 13.944, dinación; realista o idealista, según se
pág. 87, Ed. Ideas, Bs. Aires, 1950. refieran con exclusividad o no a la cues-
(4) Dice el art. 570 Cód. pen. italiano: Quien-
quiera que abandonando el domicilio doméstico, tión económica; y también por la combi-
o teniendo una conducta contraria al orden o a nación de estos caracteres,5 a cierto tipo:
la moral de la familia, se sustrajere a las obli- cabe denominarlo mixto ( ).
gaciones de asistencia Inherentes a la patria po- Según lleven imbricados unos u otros
testad, a la tutela legitima o a la cualidad de
cónyuge, será castizado con reclusión hasta un caracteres, se destacan los siguientes gru-
año o con multa de 1.000 a 10.000 liras. Estas pos: franco-belga, ítalo-rumano, y polaco
penas se aplicarán conjuntamente al que: con Países Bajos.
1» Malversare o dilapidare los bienes del hijo Sistema franco-belga. — El sistema fran-
menor, del pupilo o del cónyuge;
2' Privare de medios de subsistencia a sus des- co-belga subordina la posible perpetración
cendientes menores, o Incapacitados para el tra-
bajo, a los ascendientes o al cónyuge del que no (5) Una explícita clasificación realiza Ure en
se halle legalmente separado por culpa de éste; la obra que llevamos citada. También puede ver-
3» Las disposiciones de este artículo no serán se "Abandono de familia a la luz de la legislación
aplicadas cuando el hecho se hallare previsto polaca y extranjera" de Emile Stanlslas Rappí-
como delito más grave por otra disposición legal. port, en Gíustisia Pénale, Boma, febrero 1937,
(V. Ure, E. J., op. cit., pág. 88; Gómez, E., Tratado 2» parte, pág. 178; de cuyo trabajo hay reoepclán
de Derecho penal, t. 2, pág. 259, cap. 42, nos. 468- en La Ley, t. 7, pág. 8. de la sec. Revista de Be-
70, Ed. Ediar, 1939.) vistas.
del delito a la existencia de una sentencia como condición previa la existencia de
civil que condene a suministrar los subsi- condena civil firme. Además, por ser com-
dios debidos, determinados por el juez res- prensivo de deberes y obligaciones fami-
pectivo y sólo después de transcurridos liares que exceden del ámbito económico,
tres meses desde que quedó firme. se lo califica como sistema idealista, por
Esta situación previa, inexcusable para oposición al sistema realista, según expre-
llegar al delito, hace que se lo califique de sión de Rappaport ( 8 ).
sistema "indirecto"; siendo, por ello mis- En efecto, hemos visto que el artículo 570
mo, objeto de severas críticas en razón de del Código penal italiano se refiere a toda
considerársele sumamente restrictivo y, "conducta contraria al orden o a la moral
además, porque tergiversa la verdadera de la familia", y en términos parecidos dice
índole del delito, ya que en lugar de admi- el artículo 554 del Código penal de Ruma-
tir la ilicitud dolosa de la conducta remisa nia: "El que con intención se ausentare
en la prestación de alimentos, como un del domicilio familiar, abandonando a to-
atentado contra la familia, resulta a la dos aquellos respecto de los que tenga un
postre una sanción a la desobediencia del deber de asistencia moral o material pro-
mandato judicial civil y, en definitiva, un veniente de la patria potestad, de la auto-
delito contra la administración de justi- ridad, o de la tutela legal, o de la cualidad
cia. de esposo, exponiéndolos de este modo a
Recuerda Ure (*), uniendo su crítica a la miseria física y moral, comete el delito
la de otros autores, que la ley francesa del de abandono de familia".
17 de febrero de 1924, modificada por la Así como la restricción del sistema fran-
del 4 de abril de 1928, contiene errores téc- co-belga, por su carácter indirecto ( 9 ), ha
nicos y prácticos, ya que, además de hacer movido la crítica, concitando general re-
de un delito típicamente atentatorio con- probación, el sistema ítalo-rumano, al que
la familia, uno de simple desobediencia, sigue la legislación española ( 10 ), es objeto
Implica ello una tímida incursión de san- también de la misma, por su amplitud, ya
ciones penales, en un dominio tenido slem7 que Involucra obligaciones y deberes que
pre como exclusivamente civil, según Luis exceden del ámbito económico, extendién-
Hugueney; y una remora que defrauda a dose en tal forma hasta abarcar toda la
la numerosa prole, a la que reclamando esfera ético-jurídica, además de la eco-
por el hambre que padece, se le requiere nómica, al extremo tal que cualquier ac-
muñirse de una sentencia que implica titud que denote un Incumplimiento de
tanto como aquella "receta que daba todo , deberes u obligaciones paternales o conyu-
el tiempo necesario para que el enfermo gales, hace que su autor se encuentre In-
muriera antes de surtir efecto", según la curso ,en el delito que estudiamos.
perspicaz observación de Ugo Alolsi. La jurisprudencia italiana ofrece al res-
El sistema franco-belga es, además, cla- pecto múltiples fallos de los cuales Ure{")
sificado de "realista", pues se refiere, pura nos ofrece una exquisita selección, a saber:
y exclusivamente, al aspecto económico o "Se condenó al marido que decidió a su
material, haciendo pasible de sanción al mujer a separarse por mal tratamiento
que omite el aporte pecuniario, debido (Giuztizia Pénale, 1934, II, c. 977); al que
para el sostén de la familia ( 7 ). expulsó de la casa a la esposa (Annali di
Sistema ítalo-rumano. — El sistema íta- Dir. e Proc. Pen., 1933, 322); al que rehusó
lo-rumano es "directo", porque no existe constituir hogar alegando falsamente ca-
rencia de medios (Giurispr. Italiana, 1936,
(6) Ure, op. cit,, pág. 37. II, 23); al que en los momentos en que
(7) Dice la ley de 7 de febrero de 1924, modi- se hacía presente en la casa no dirigía la
ficada por ley de 3 de abril de 1928 de Francia: palabra a la esposa y descuidó la educa-
Art. 1» Será culpable de abandono de familia y ción de los hijos (Giuzt. Pen., 1936, II, 75);
castigado con prisión de tres meses a un año o
con multa de 100 a 2.000 francos ej que dejando al que se separó de la mujer para vivir
d« cumplir una decisión pronunciada contra él fuera del domicilio doméstico (Giuzt. Pen.,
en virtud del art. 7' de la ley de 13 de julio 1934, II, 318); al que abandonó a la mu-
d« 1907, o una ordenanza o de un juicio que le
hubiere condenado al pago de una pensión ali- jer por una sospecha de infidelidad no
menticia a su cónyuge, a sus descendientes o a comprobada (Giuzt. Pen., 1935, II, 507); a
su» ascendientes, hubiese voluntariamente dejado
pasar más de tres meses sin suministrar los sub- (8) Rappaport, E. S., op. cit., L. L,, t. 7, pá-
sidios determinados pov el juez, o sin pagar las gina 8, sec. Revista de Revistas.
cantidades de la pensión. (9) Bélgica: Art. 360 bis Cód. pen., modificado
En cnso de relncMencia se impondrá siempre por las leyes de 14 de enero de 1928, 30 de mayo
pena de prisión. Toda persona condenada por de 1931 y 17 de enero de 1939.
abandono de fámula podrá ser privada de sus (10) España: Ley del 12 de marzo de 1942,
derechos cívicos. Los padres y madres podrán, art. 487 Cód. pen.
además, ser privados de la patria potestad. (11) Ure, op. cit., págs. 39 y 40.
la esposa que recibió en su casa al amante, tencia civil previa, por lo que cabe clasi-
con pernicioso ejemplo para los hijos ficarlos de directos.
(Giuzt. Pen., 1935, II, 504); a la esposa El criterio que mencionamos es el que
infiel (Rivista Pénale, 1937, 137)". ha primado en la legislación vigente, co-
Además, recuerda Ure un fallo de la mo veremos a continuación.
Corte de Ñapóles, que condenó al marido La ley 13.944. — Esta ley tuvo su origen
que durante varios años no cumplió con la en un proyecto del Poder Ejecutivo de la
prestación sexual respecto de su cónyuge. Nación, remitido a la Cámara de Diputa-
El autor citado se hace cargo de una fron- dos, con extenso y fundado mensaje el 29 de
dosísima crítica en libros y revistas, que julio de 1949; el que, seguidos los trámites
concluyó mostrando precisamente el error correspondientes, fue sancionado, como ley
del sistema ítalo-rumano. de la Nación, en 1950, desde cuyo año rige.
Sistema polaco. — Este sistema ofrece La ley argentina, según lo expresa el
una situación intermedia, ya que toma de propio Poder Ejecutivo, en el mensaje de
los sistemas precedentes la forma directa exposición de motivos con que acompañó
o indirecta, según se trate de parientes el proyecto (13) va más allá de la legisla-
próximos o lejanos, refiriéndose en este ción francesa, sin alcanzar por ello la ex-
último caso, incluso a cualquier persona, tensión del Código penal italiano, pues se
si mediare obligación de sustento ( 12 ). abstiene de la intervención estatal en la
Es decir, que para el caso de parientes intimidad del hogar, por considerarlo in-
próximos: esposa, hijos, padres, que se compatible con la sensibilidad y las valo-
sustrajeran maliciosamente a sus deberes raciones actuales del pueblo argentino,
asistenciales, se encontrarían incursos en Dice el Poder Ejecutivo: "En verdad, el
el delito previsto independientemente de proyecto adopta, podríase decir, una posi-
la sentencia civil, acercándose así al siste- ción intermedia. Tiene en mira la protec-
ma directo ítalo-rumano. En tanto que ción del desamparado en cuanto miembro
tratándose de otros parientes que los se- de la comunidad económica familiar, fren-
ñalados o de cualquiera otra persona, res- te a quien tiene deberes, fundados en ele-
pecto a los cuales se tenga la obligación mentales sentimientos de solidaridad, de
de subsistencia, es preciso la existencia de atender a los medios para su subsistencia".
fallo judicial que condene a la prestación Expresa el texto de la ley: Artículo 1?
alimenticia, pasado en autoridad de cosa Se impondrá prisión de un mes a dos años
juzgada; con lo cual se acerca al sistema o multa de quinientos a dos mil pesos, a
franco-belga o indirecto. los padres que, aun sin mediar sentencia
Siguen la inspiración del Código de Po- civil, se sustrajeren a prestar los medios
lonia los Países Bajos. indispensables para la subsistencia a su
La legislación argentina. Antecedentes.— hijo menor de dieciocho años, o de más si
No ofrece el país antecedentes remotos estuviere impedido. Artículo 2° En las
sobre el delito de incumplimiento de los mismas penas del artículo anterior incurri-
deberes de asistencia familiar. Señálase rán, en caso de substraerse a prestar los
el primer intento en el proyecto de los doc- medios indispensables para la subsisten-
tores Coll y Gómez, de 1937, siendo inclui- cia, aún sin mediar sentencia civil: a) El
do en los artículos 148 y 149; y en idéntica hijo con respecto a los padres impedidos;
forma el proyecto del doctor Peco, de 1941, b) El adoptante con respecto al adoptado
que lo incluía en el artículo 211. Ambos menor de dieciocho años, o de más si es-
antecedentes se refieren al aspecto econó- tuviere impedido; y el adoptado con res-
mico, tratándose en consecuencia de sis- pecto al adoptante impedido; c) El tutor,
temas realistas, no exigiendo ninguno sen- guardador o curador con respecto al me-
nor de dieciocho años o de más si estu-
(12) El art. 201 Cocí. pen. de Polonia dice: viere impedido o al incapaz que se ha-
1. El que sustrayéndose maliciosamente al deber llaren bajo su tutela, guarda o cúrate-
que la ley le impone de proveer a la subsistencia la; d) El cónyuge, con respecto al otro no
del pariente más próximo le dejare en la miseria separado legalmente por su culpa. Artícu-
o en la necesidad de tener que recurrir a subsi-
dios, será castigado con prisión hasta de tres años lo 3° La responsabilidad de cada una de
o con arresto también hasta tres años. las personas mencionadas en los dos ar-
2. Incurrirá en igual pena el que cometiere el tículos anteriores no quedará excluida por,
hecho indicado en el n" 1 respecto de cualquiera
otra persona, si el deber de proveer a su sustento la circunstancia de existir otras también
hubiese sido reconocido por sentencia firme de un obligadas a prestar los medios indispen-
tribunal. sables para la subsistencia. Artículo 49
3. La persecución tendrá lugar a instancia de
la parte ofendida, y en el caso en que su muerte
hubiere sido causada por la Infracción Indicada (13) Anales de Legislación Argentina, t. 10-A, f
en el parágrafo 1 ó en el 2, tendrá lugar de oficio. pág. 86, 2f col. y nota 8.
Agrégase al artículo 73 del Código penal el por enfermedad mental o física, aun cuan-
siguiente inciso: 5? Incumplimiento de los do se hubiere originado en causa imputable
deberes de asistencia familiar, cuando la al progenitor; pero no para el supuesto
víctima fuere el cónyuge. Artículo 59 La de que la falta de medios provenga de su
presente ley se tendrá por incorporada al falta de voluntad para lograr el sustento
Código penal. por sus propios medios.
Independencia del delito de la institu- En general, todo lo relativo a los ma-
ción alimentaria civil. — Como puede ad- yores de la edad señalada por la ley, im-
vertirse, la prestación de alimentos debida pedidos para lograr los medios de sub-
a los fines del delito, es totalmente inde- sistencia, y que se funda en razones de
pendiente de la institución civil, tanto en humana solidaridad, queda librado a la
cuanto se refiere a su establecimiento, ya apreciación del juez en cada caso con-
que no requiere la sentencia civil previa creto, ya que la inhabilidad ha de apreciar-
firme, como a su monto, ya que la ley se se con arreglo a las circunstancias particu-
refiere a los medios indispensables para la lares del caso, con adecuada valoración de
subsistencia. Sobre esto último insistiremos la personalidad física y moral del sujeto,
más adelante. como así de sus condiciones, pues, como
Presupuestos y elementos del delito.— dice Ure (14), "un hombre joven, Inhabili-
Señala la ley los siguientes: tado para tareas físicas, podrá desenvolver-
I. Vínculo: se en trabajos mentales y viceversa, el que
acuse un déficit mental podrá tal vez des-
Familiar )parental: hijo, padres, cónyuge. empeñarse en faenas que sólo requieren
(Legal: adoptante, adoptado.
esfuerzo físico".
Cuasi- \Legal: tutor, curador. La equiparación que la ley 13.252 hace del
familiar jFáctico: guardador. hijo adoptivo al legítimo, y la expresa men-
H—Omisión de suministrar los medios ción recíproca del artículo 29, inciso b,
indispensables para la subsistencia. hacen aplicable a esta situación todo lo ex-
III.—Estado de necesidad en el sujeto puesto precedentemente.
pasivo. La tutela y la cúratela importan una ins-
I. El vínculo. — La enumeración explíci- titución cuasi-f amular legalmente, como la
ta áe la ley 13.944, en cuanto se refiere a del guardador lo es de hecho; pero la ley
los sujetos posibles del delito, activos y civil no imponía al tutor, curador, ni guar-
pasivos, es, como puede advertirse, más dador la obligación de contribuir a su sub-
reducida que la del Código civil —arts. 367 sistencia de su peculio, sino que se limitaba
y 368—, en cuanto se limita a: hijos, padres a facultar a los dos primeros para requerir
y cónyuges; excluyendo, por ejemplo: abue- autorización del juez de la tutela o cúratela
los y abuelas, hermanos entre sí; en tanto para exigir de los parientes la prestación de
que resulta n;ás amplia al extender la aumentos debida, y a falta de parientes, o
obligación alimentaria en cuanto se refie- que no se encontrasen en condiciones de
re a los medios indispensables para la sub- darles alimentos, a ponerlos en otra casa,
sistencia al: tutor, curador y guardador. o contratar el aprendizaje de un oficio y los
La ley no distingue al referirse a los alimentos —arts. 428, 430 y 475 in fine del
hijos entre legítimos e ilegítimos, sean Código civil y 8 de la ley 10.903). La ley
estos últimos naturales o adulterinos, por 13.944 amplía considerablemente el criterio
lo que cualesquiera fuere la filiación del de la legislación civil vigente al respecto,
hijo, menor de edad de dieciocho años, o cuya vetustez acusa tan estrecho marco
mayor impedido, tiene derecho a la sub- para el sentido social de la realidad de
sistencia y, por ende, la obligación de nuestro tiempo aún en materia de familia,
asistencia incumplida, hace incurrir en el que cuanta legislación especial se dicte so-
delito previsto a su autor. -bre puntos contemplados en el Código civil,
Cabe decir lo mismo con respecto al hijo señala con aquél notables diferencias, tales
como sujeto activo en relación a los pa- como la que comentamos. En cuanto se re-
dres sujetos pasivos del delito; pero ha de fiere al guardador, su incorporación obedece
advertirse que si bien la obligación subsis- a! reconocimiento de una verdadera insti-
te para el padre respecto del hijo aún tución que la realidad impone de hecho en
mayor de dieciocho años, que pudiéndolo la sana costumbre de nuestro pueblo, in-
hacer no contribuye a su sostenimiento, clinado a la práctica de elevados sentimien-
por holgazanería, mala conducta o cual- tos de humana solidaridad y de protección
quier otra causa dependiente de su volun- de la niñez, al recoger los menores aban-
tad —art. 268 del Cód. civ.—, en cambio, donados o expuestos. Esa costumbre es la
del hijo con respecto al padre, el delito
sólo existiría para el caso de incapacidad (14) Ure, E., op. cit., póg. 56.
que recoge el legislador, instrumentándola ra de la omisión que trae aparejado el in-
técnicamente, sancionando a quien, siguién- cumplimiento de los deberes de asisten-
dola, la viola después. cia (i»).
La institución del guardador es frecuen- La omisión dolosa —ya que se descar-
te y de extraordinaria utilidad en la asis- ta la culposa— consiste en substraerse a
tencia de la menor edad abandonada o "prestar los medios indispensables para la
expuesta, fue reconocida por nuestra legis- subsistencia", hallándose en la posibilidad
lación civil al sancionarse la ley 10.903 económica de hacerlo.
—arts. 8, 18 y 21—; pero antes había sido Empecemos por advertir que se trata de
aludida por el Código penal en sus artícu- suministrar "los medios indispensables" y,
los 36, 37, 39, 122 y 125, alcanzando ahora, sobre el particular, la expresión del legis-
con la sanción de la ley 13.944, la consa- lador ha sido suficientemente explícita
gración de su estructura jurídica euasi- para despejar toda discusión doctrinaria
familiar al equipararla con la tutela y la al respecto, en cuanto se trata de la sa-
cúratela, a los efectos de la ley («). tisfacción de necesidades vitales, en la
El inciso d) incluye el "cónyuge, con medida que es preciso para subsistir, aun
respecto al otro no separado legalmente cuando deba serlo con respecto a todos los
por su culpa"; restando así toda protec- rubros que implica la expresión alimentos:
ción penal al cónyuge culpable de la sepa- manutención, vestido, habitación, asisten-
ración, para con el cual sólo queda sub- cia y gastos por enfermedades (").
sistente en caso que "le fuese de toda No ha de proveerse en la medida que
necesidad" la obligación de alimentos del demande la posición social del alimentado,
artículo 80 de la ley de Matrimonio ci- puesto que no se trata de la obligación
vil. establecida por el Código civil al respecto,
Al respecto, ha de tenerse presente que sino de los medios indispensables para la
si la separación de cuerpos y bienes debi- subsistencia, es decir, lo imprescindible
lita el vínculo entre los esposos, tanto para vivir, por cuanto, contrariamente a
más ha de reconocer la ley que es el cul- lo que ocurre en lo civil (art. 372 del Cód.
pable de la separación quien ha de sopor- civ. y 602 del Cód de proced. civ. y com., de
tar las consecuencias de la misma y por la Capital, y 626, inciso del Cód. de proced.
ende ha de alivianar todas las obliga- de la Provincia de Buenos Aires), no se
ciones emergentes del vínculo notable- tomará en consideración el monto del
mente disminuido en caso de divorcio, en caudal del alimentante, sino de lo que ha
favor del no culpable. Si la ley civil así suministrado o dejado de suministrar.
lo ha contemplado, es consecuente el le- Se desprende de lo expuesto que si el
gislador al acentuar la vigencia de una imputado acredita imposibilidad económi-
valoración, actualizándola, al negar pro- ca para satisfacer la obligación, no hay
tección penal al cónyuge culpable, que ha delito. Sin embargo, i«. qu a así sin más,
de extenderse al de mala fe en caso de sino que es preciso atender al origen de la
matrimonio nulo (art. 88, inc. 1° de la ley
de Matrimonio civil). (16) Dice el mensaje del P. E. al respecto:
II. Omisión de suministrar los medios "Por medios de subsistencia se entiende en este
indispensables para la subsistencia. — Pre- proyecto el conjunto de los elementos vitales in-
dlspensables para subsistir materialmente —ali-
cedentemente hemos visto todo cuanto se mentos, vestido, habitación— y no a todos Iw
refería a los sujetos pasivos y activos del demás deberes Impuestos por la ley a los abue-
delito, cabe, pues, que nos ocupemos aho- los, padres, hijos, cónyuges, adoptantes, curado-
res y tutores,"
(17) El mensaje dice con referencia a la omi-
(15) El mensaje del P. E. lo recuerda muy sión dolosa: "De más está poner de relieve que
bien cuando dice al respecto: "Se agrega a este el delito previsto en el presente proyecto, requie-
elenco el «guardador», pese a que el Cód. clv. no re, para su comisión, dolo por parte del sujeta
lo menciona entre los representantes legales de los activo. En otros términos, sólo caen dentro de las
Incapaces, en razón de que rio es posible descono- previsiones legales aquellos que, además de en-
cer su realidad en nuestro medio y a que 3a contrarse económicamente capacitaflos para cum-
ley 10.903 lo mencionó y el Cód. pen. de 1922 le plir con sus deberes de asistencia, deciden adop-
reconoció personería en las disposiciones relativas tar una actitud esquiva o remisa con pleno COBO-
a los menores delincuentes y a la agravación de cimiento de las circunstancias. De ahí que los
los delitos de violación, corrupción, estupro y abuso textos proyectados, para evitar toda confusión, no
deshonesto. El concepto de «guardador» ha dicho Incriminan simplemente a los que «no prestaren»
la Cám. Crlm, de la Cap. Fed., debe entenderse los medios de subsistencia, sino a los que se «subs-
referido nada mes que a una potestad de hecho trajeren» a préstanos. Y es claro que, para aíir-
ejercida sobre el menor (Fallos, t. 5, pág. 2671. mar que alguien se ha substraído al cumplimiento
La figura del «guardador» no es insólita. Por el ds los deberes familiares no basta con que haya
contrario, es frecuento en aquellos casos, bastante sido negligente en alguna oportunidad, sino que
numerosos por cierto, en que la ausencia del inte- es menester la comisión significativa de hechos
rés economizo hace Innecesario acudir a la jus- deliberadamente omisivos." (También, Cám, Nac,
ticia para la designación del representante legal." Pen., L. L., t. 66, pág. 216.)
Imposibilidad (Cám. Nac. Pen., La .Ley, supuesto como causa de legitimación, fun-
t. 65, pág. 272). dándose en que no compete al obligado
SI ha mediado mala fe, creando la Im- sancionar al necesitado, privándolo de los
posibilidad con malicia, para sustraerse a medios de subsistencia (VII, 765), en tan-
la obligación: ocultando bienes, transfirién- to que lo aceptó la Casación italiana en el
dolos, abandonando deliberadamente el caso de la hija que había sido prostituida
trabajo, se ba concretado la omisión do- por la madre. Lo mismo en el caso del
losa, y la prueba de la imposibilidad no lo artículo 373 del Código civil W).
exonera del delito y la sanción consi- IIL Estado de necesidad. — Para que el
guiente. delito resulte consumado por quien esté
Pero, en cambio, si la imposibilidad pro- obligado a la asistencia, es preciso que se
viene de una conducta culposa (prodigali- compruebe que el sujeto pasivo es indi-
dad, vicios, holgazanería) no hay conducta gente, que22pasa por un estado de necesidad
punible (1S). efectiva ( ), lo cual queda en nuestra ley
Por lo que hace al alimentario, su con- librado a la apreciación judicial, contra-
ducta puede exonerar de responsabilidad riamente a lo dispuesto por otras legisla-
al alimentante, cuando rehusa la habita- ciones, que establecen al respecto un modo
ción y alimento que se le ofrece en el do- legal de determinación, por ejemplo: haber
micilio de este último, y no tiene razones recurrido al socorro ajeno.
suficientes para rehusarlos; como así si ha Es preferible el criterio de la ley argen-
rechazado efectivo ofrecimiento de la tina, toda vez que la indigencia puede so-
prestación que dice omitida. (En este sen- portarse, sin recurrir al socorro ajeno, con
tido puede verse: Cám. Nac. pen., La Ley, lo cual lo mismo se habría consumado el
t. 88, pág. 218) (i») delito por el sujeto remiso en dar la pres-
En doctrina, y para ciertos casos, se tación debida.
admite que cuando ha cesado la obligación Existe, pues, una apreciación distinta
civil, se acaba también la protección penal, para el estado de necesidad en este delito,
por ejemplo, Ure (20) dice: que no sería que en la prestación alimentaria civil. Así
erigióle la prestación en los casos en que como advertimos que en esta última ha-
la ley priva de todo derecho a los bienes bría de fijarse con arreglo a la fortuna del
del obligado, como son los de indignidad alimentante y según la posición social del
para suceder, de los artículos 3291, 3293 y alimentado, consecuente con ello, no es
3295 del Código civil. Entrarían en estos necesario caer en la indigencia para que
actos la tentativa de homicidio, la denun- resulte procedente la acción de alimentos
cia falsa o calumniosa y el abandono del civil, sino acreditar la necesidad, en los
incapaz. En tales supuestos no concurriría términos precedentemente señalados.
razón plausible para conservar la protec- En cambio, aquí, como se trata sólo de
ción penal donde ha cesado la civil (ar- los medios indispensables para la subsis-
tículo 373 del Cód. civ.). No cabría, en tencia, es necesario que la efectiva nece-
vez, el agregado liso y llano de la hipótesis sidad muestre la indigencia del que debe
del inciso I1? del artículo 307, del mismo ser asistido.
Código civil, reformado por el artículo 3° De ahí que si las personas mencionadas
de la ley 10.903, pues esos comportamien- en los artículos 1° y 2<? de la ley poseye-
tos, si bien tornan justo que aparejen la ran medios suficientes para subvenir a
pérdida de la patria potestad, pueden no sus necesidades, no habrá delito por la no
ser de tal gravedad (por ej., lesiones le- prestación de asistencia económica. Así lo
ves) que autoricen a colocar a los padres resolvió la jurisprudencia ( 2S ).
en el trance de sufrir penurias económi-
cas. Más dudoso —dice— sería considerar (21) Gómez, E., "Incumplimiento de los debe-
como excepción ciertos delitos contra la res de asistencia familiar", en Revista de Derecho
honestidad (violación, corrupción, prosti- Penal, año 7, ler, trim. 1951, n« 1, pá?. 64.
tución), si se atiende al vínculo del autor (22) Cám. Nao, Pen., L. L., t, 66, pág. 216.
con la víctima. Manzini no admite ese rre(23) La Cám. Nac. Pen. resolvió que no Incu-
en delito el esposo que no abona la pensión
en razón de su íalta de medios (L. L., t. 64,
(18) Cám. Nac. Pen., L. L. t. 65, pág. 272. pág. 179); y en otro caso: Que no determinando
(19) Puede verse: Díaz de Guijarro, E., "Inde- el abandono que de la familia hace el padre y es-
pendencia del delito de cumplimiento de los de- poso, estado de necesidad de la misma en virtud
beres de asistencia familiar con respecto a la de que la madre y una de las hijas trabajaban
prestación de alimentos", en Jurisprudencia Ar- con anterioridad, contribuyendo al sostenimiento
gentina, 19-12-951, y "La Iniciación de Juicio de de los gastos familiares, no existe el delito pre-
divorcio y el delito de incumplimiento de los de- visto por la ley 13.944 (Cám. Nac. Pen., 7-10-952,
beres de asistencia familiar", en Jurisprudencial L. L., 19-12-952). En contra: Díaz de Guljarro. E.,
Argentina, 7-12-951. "El concepto de medios indispensables para la
(20) Ure, E., op. cií., pág. 63. subsistencia, en la ley que reprime el incumplí-
La ayuda que se reciba de otros parien- mitir la tentativa; y es de peligro, porque
tes o extraños, que no estuvieren obliga- no requiere que se haya producido un
dos a la prestación, lo mismo que de- la perjuicio efectivo, ya que basta para que
beneficencia pública, o la propia provisión se consume un único acto de abstención,
de los medios con sacrificio personal, no substrayéndose al cumplimiento de los de-
exime de sanción a quien está obligado a beres debidos, no excluyéndolo el cumpli-
prestarlos y se muestre remiso. miento tardío. Es una situación similar al
La existencia de otras personas obliga- delito de abandono de personas, al cual
das no exime tampoco a la 24que obligada nos remitimos sobre el particular. Además
es objeto de requerimiento ( ), como lo es continuo ( 26 ).
dispone expresamente el artículo 39, según Nuestra ley, contrariamente a lo que su-
hemos visto; como así también se está in- cede con el delito de abandono de perso-
curso en el delito si siendo varios a quienes nas, no ha creado el delito calificado por
debe suministrarse los medios de subsisten- el resultado, ya que puede resultar, del
cia, se presta a unos y, se omite para otros. incumplimiento de los deberes de asisten-
No cabe tampoco al respecto la com- cia familiar, daño en la salud o la muerte,
pensación de créditos; y la renuncia mo- sin que se caiga en el delito de abandono.
tiva discrepancias en doctrina, pronun- Otras legislaciones, atendiendo al resulta-
ciándose unos en favor de su procedencia, do, crean agravantes, por ejemplo, según
en tanto que otros en contra, argumen- lo recuerda Ure: Méjico, Paraguay, Nica-
tando que no es renunciable el derecho a ragua y Salvador; sin llegar por ello a
la vida. dejar de considerarlo delito de peligro y
Por nuestra parte, pensamos que no hacerlo delito de resultado, como ocurre
siendo renunclables los derechos, sino con Canadá, Alemania, Siam y Perú (").
cuando sólo miren al interés individual La circunstancia de que no se haya
(art. 19 del Cód. civ.), y no esté prohibida creado la agravante por el resultado, hace
su renuncia, y como no pueden dejarse expresar al autor citado que no se ve óbi-
sin efecto las leyes "en cuya observancia ce para aplicar el concurso de delitos, si
estén interesados el orden público y las se produce lesión o muerte con motivo del
buenas costumbres" (art. 21 del Cód. civ.), incumplimiento doloso.
no cabe admitir la renuncia de los dere- Hace Ure una observación muy impor-
chos concedidos por la ley 13.944. tante con respecto a la subsidlaridad del
La única excepción es la del artículo 49, delito en cuanto a los descritos en los ar-
en cuanto incorpora al artículo 73 del Có- tículos 173, Inciso 29, del Código penal, y
digo penal, declarándolo delito de acción 281 del mismo cuerpo legal, y dice al res-
privada ( 2 °), como inciso 5"? del mismo, el pecto: "porque el tutor, curador, guarda-
"incumplimiento de los deberes de asis- dor o adoptante (los cónyuges, hijos y
tencia familiar cuando la víctima fuere el padres se hallan cubiertos por la excusa
cónyuge"; con lo cual la regla queda con- absolutoria del art. 185) se coloca en la
firmada, o sea, que está prohibida la re- Imposibilidad de cumplir con el deber por
nuncia en forma expresa, por los princi- haberse apropiado de los bienes del inca-
pios generales del ordenamiento jurídico y paz o del Impedido, será de aplicación la
por expresa exclusión de la ley, en todos citada norma del artículo 173, inciso 2?, y,
los casos que no fuere el previsto por el en su caso, la del artículo 261 del Código
artículo 49. penal. Se trataría dentro del llamado con-
Observaciones finales. — A través de curso aparente de leyes, de su supuesto de
nuestra exposición, el delito de Incumpli- subsidlaridad tácita, que descarta, por lo
miento de los deberes de asistencia fami- tanto, el funcionamiento de los dispositi-
liar ha quedado caracterizado como un vos del concurso de delitos".
delito de omisión, por lo que no cabe ad- Con excepción de la situación prevista
por el artículo 49 y de la que ya nos ocu-
mlento da los deberes de asistencia familiar" pamos, el o los autores pueden ser per-
(L. L., t. 65, pág. 920. y J. A., 23-10-951). seguidos de oficio, además de serlo por los
(24) La Cám. Nao. Pen. ha resuelto que la dis-
posición del art. 3» de la ley 13.944 que establece damnificados y sus representantes legales;
que el delito rio se excluye por la existencia de siendo competente para entender en la
otras personas obligadas a la prestación de ali- causa el juez del crimen del lugar enqw
mentos, debe entenderse en sentido abstracto; por
lo que cuando cualquiera de los otros obligados, debió efectuarse la prestación.
por una acción efectiva y voluntarla, ampara al
alimentado, el delito queda ex'cluido (en el caso, (26) Cfr. Ure, op. cit., y Cám. Nac. Pen.: B
hijos que cumplieren con la obligación alimenta- delito de incumplimiento de los deberes de id»
ria, por el padre que hizo abandono del hogar) tencla familiar es de carácter continuo (L. L,
(L. L., t. 04, pág. 317). t. 63, pág. 774).
(25) V. Cám. Nao. Pen., L. L , t. 63, pág. 127. (27) Ure, E., op. clt., pág. 69.
Prescripción. — Estableciéndose prisión texto del artículo 1304, determinante de
de un mes a dos años, o multa de quinien- que se debe salario de asistencia cuando
tos a dos mil pesos, la prescripción es de el buque y carga, conjunta y separada-
dos años (art. 62, inciso 29), y comenzará mente, son repuestos en alta mar o con-
a correr desde la medianoche en que dejó ducidos a buen puerto. De ahí puede dedu-
de cometerse; ya sea porque se dio la cirse que, para la legislación argentina, la
prestación debida o porque el agente que- asistencia marítima consiste en reponer
dó en la imposibilidad de efectuarla o cesó en alta mar a un buque o a su carga, que
el estado de necesidad del sujeto pasivo se hallan en peligro, o en conducir a uno,
(art. 63 del Cód. pen.). a otra o a ambos, a buen puerto. En cuan-
Dado también el cuántum de la pena, su to al salvamento, de acuerdo con el pre-
máximo autoriza, sí las condiciones esta- citado artículo 1305, debe entenderse que
blecidas en las leyes respectivas se cum- se ha producido: si se recuperan o salvan
plen, a conceder la suspensión del cum- un buque o efectos encontrados sin direc-
plimiento de la pena y el beneficio de la ción en alta mar, o en playas o costas;
libertad provisional (art. 26 del Cód. pen. si se salvan efectos de un buque encallado
y ley N° 12.583}. que se encuentra en tal estado de peligro
BIBLIOGRAFÍA — Pianiol, M., y Ripcrt, J., Tratado
que no puede ser considerado como lugar
•práctico de Derecho civil francés, t. 2, pág. 10, seguro para los efectos ni como asilo pa-
n« 6; pág. 39, n» 47; págs. 363 y 828, n» 475, ra la tripulación; si se sacan efectos de
Ed. Cultural, Habana, 1939. — Mlrkine-Guetze- un buque que se ha roto efectivamente;
vltch, B., Las nuevas Constituciones del mun-
do, pág. 37, Ed. España, 1931. — Ure, E. J., El de- si hallándose un buque en peligro inminen-
lito de incumplimiento de los deberes de asisten- te o no presentando ya seguridad, es aban-
cia familiar. Ley 13.944, Ed. Ideas, 1950. — Rappa- donado por la tripulación, o cuando ha-
port, E. S., "Abandono de familia a la luz de biéndose ésta ausentado, ocupan el buque
la legislación polaca y extranjera", en Giusti-
zte Pénale, Roma, febrero 1937, 2» parte, pági- los que desean salvarlo y lo conducen a
na 178. Recensión en La. Ley, seo. Revista de Re- puerto con toda la carga o parte de ella.
vistas, t. 7, pág. 8. — Anales de Legislación Argen- Los tres últimos casos de salvamento se
tina., t. 10-A, pág. 86, 2' col. y nota 6. — Go-
me?:, JE., Tratado de Derecho penal, t. 2, pág. 259, distinguen perfectamente del concepto de
nos. 468-70, cap. 42, Ed. Edlar, Bs. Aires, 1939. — asistencia que hemos deducido del texto
Manzinl, V., Tra.tta.to di Diritto pénale italiano se- del artículo 1304. La confusión pudiera
cando U Códice di 1930, vol. 7, pág. 735, nos. 2829- presentarse entre la asistencia y el caso
38, Ed. ünlone Tipográfico, 1936. — Peco, J., Pro-
yecto de Código penal. Exposición y motivos. De- de salvamento señalado en primer término
litos contra los bienes jurídicos de la familia, por el artículo 1305, ya que presentan si-
cap. 4, art. 211, pág. 737, La Plata, 1942. — Díaz tuaciones similares. Las diferencias que
de Guijarro, E., "Correlación entre la obligación se advierten no son otras sino que en el
civil de alimentos y el delito de Incumplimiento
de los deberes de asistencia familiar", en Juris- salvamento en alta mar, el buque ha de
prudencia Argentina, 19-11-950, D. J. A., n' 4416, estar sin dirección, mientras que en la
y "El concepto de «medios indispensables para la asistencia no es necesaria esa circunstan-
subsistencia» en la ley que reprime el incumpli-
miento de los deberes de asistencia familiar", en cia; y en que la asistencia se refiere a
La Ley, t. 65, pág. 920. — Gómez, E., "Incumpli- buques que se encuentren en peligro en
miento de los deberes de asistencia familiar", en alta mar, en tanto que en el salvamento
Resista de Derecho penal, Bs. Aires, año 6, n» 1, el buque puede también hallarse en peli-
ler. trim. 1951, pág. 51. — Coll y Gómez, Pro-
yecto de Código penal. gro en las playas o costas. Por lo menos,
esas son las disparidades que se advierten
ASISTENCIA MARÍTIMA.* El Código en un examen literal de uno y otro pre-
de comercio argentino, cuyo título XIII cepto.
está dedicado a los naufragios, se refiere, La distinción de esos dos conceptos no
en algunos de sus preceptos, a la asisten- aparece clara ni en el Derecho positivo
tía y al salvamento de una nave en peli- argentino, ni en la jurisprudencia, ni en
gro; pero así como en el artículo 1305 se la doctrina general sobre la materia. Esa
determinan los casos de salvamento, no se dificultad doctrinal de diferenciación es-
hace otro tanto con los de asistencia. Sin tá señalada en el Diccionario de Derecho
embargo, se trata de conceptos diferentes, privado (Ed. Labor, Barcelona, 1950), en
ya que el artículo 1303 expresa que el sa- el artículo sobre "asistencia y salvamen-
lario debido por los socorros prestados a to", si bien expresa, de acuerdo con Car-
buques o efectos en peligro o naufragados, lomagno, que la doctrina entiende por
es de dos clases: salario de asistencia y asistencia el hecho de socorrer en el mar
salario de salvamento. Tan sólo se puede a un buque en peligro o a personas que se
deducir el contenido de la asistencia, del encuentren igualmente en peligro, mien-
tras el equipaje o las personas conservan
• Por el Dr. MANTJBI. OSSORIO T FLORIT. una relativa posibilidad de obrar; y por
salvamento, a la operación de prestar so- tre ambos conceptos "radica en la natu-
corro, haciendo llegar a tierra al buque o raleza jurídica de la obligación, carecien-
al cargamento, conjunta o separadamen- do el segundo (el salvamento) de todo
te, cuando ha ocurrido el siniestro y las elemento contractual y haciéndose sola-
cosas no se hallan a disposición de nadie, mente en la primera (la asistencia) obli-
lo que puede suceder lo mismo si el equi- gatoria la condición del resultado útil al
paje ha abandonado el buque o el carga- cual queda subordinada la pretensión de
mento, que si se encuentra en la imposi- la compensación".
bilidad física de obrar. Ya hemos visto que nuestro Código de
Scialoja afirma que, según la doctrina comercio establece una distinción más o
tradicional, hay asistencia cuando el bu- menos clara entre ambos conceptos. Vea-
que socorrido tiene todavía a bordo su mos ahora cuáles son los que en dicho
tripulación; y salvamento cuando el buque cuerpo legal se refieren concretamente a
está abandonado a la deriva. la asistencia marítima, dejando los rela-
El Convenio de Bruselas, de 23 de sep- tivos al salvamento y los comunes a las
tiembre de 1910, sobre unificación de al- dos locuciones, para el estudio que de esa
gunas reglas en materia de auxilios y voz se haga en el lugar correspondiente.
salvamentos marítimos, elimina toda dife- En primer término, el artículo 1284 deter-
rencia entre asistencia y salvamento, cri- mina que nadie puede entrar a bordo de
terio que fue seguido por la legislación un buque con pretexto de salvarle o de
italiana. De ahí que Brunetti afirme que auxiliarle (término este segundo equiva-
"asistencia y salvamento pueden con- lente a asistirle, puesto que se emplea en
siderarse como sinónimos", sin que las sentido de diferenciación del otro) sin
palabras tengan mucha importancia, "es- consentimiento expreso del capitán o de
pecialmente después de que la anterior quien haga sus veces. El artículo 1303, ya
legislación quiso comprender en el con- citado, que divide en dos clases (de asis-
cepto salvamento todas las formas de tencia y de salvamento) los salarios de-
asistencia a una nave en peligro, tanto a bidos por los socorros prestados a buques
las personas como a las cosas". Esa iden- en peligro o naufragados. El artículo 1304,
tidad de conceptos se encuentra también que fija el caso, a que ya nos hemos refe-
en la legislación española, en la escan- rido, en que corresponde salario de asis-
dinava y en la inglesa. Sin embargo, un cri- tencia, el cual se determina teniendo en
terio jurídico más moderno vuelve a pro- consideración la prontitud y naturaleza
pugnar el restablecimiento de la diferencia del servicio, el tiempo que se ha empleado
entre asistencia y salvamento. V así, la ley en prestarlo, el número de las personas
italiana de 30 de noviembre de 1939, que que indispensablemente debieron asistir,
aprueba y convierte en ley la Convención de el peligro que se ha corrido y la fidelidad
Bruselas de 29 de septiembre de 1938. sobre con que las personas que lo han prestado
asistencia y salvamento de aeronaves por hayan hecho entrega de los objetos sal-
parte de otras aeronaves en el mar, se vados. El artículo 1307 establece que, en
orienta en tal sentido. La ponencia n<? 229, caso de contestación, la tasación de los
señalando el mejor criterio del Código de salarios, así como el nombramiento de los
la navegación, dice que deben compren- peritos arbitradores, serán hechos por e!
derse en la asistencia los casos en que el tribunal competente. El artículo 1310 se-
socorro se dirige al salvamento con la co- ñala la nulidad de toda convención, tran-
laboración del sujeto pasivo, y en el salva- sacción o promesa sobre salario de asis-
mento, aquellos otros en que no existe tal tencia o salvamento, si es hecha con el
colaboración. En favor de la diferencia- capitán u otro oficial en alta mar, o al
ción encontramos a Danjon, quien criti- tiempo del varamiento, ya sea respecto del
cando la unificación establecida en la Con- buque o de los efectos que se hallaren en
vención de Bruselas del año 1925, dice que peligro. Terminado el riesgo, es lícito ha-
la idea es tan falsa como lo sería pretender cer transacciones y arreglos amistosos,
en el terreno administrativo la supresión pero los mismos no serán obligatorios res-
de toda diferencia entre medidas preven- pecto de los propietarios, consignatarios o
tivas y represivas. Los redactores de la Con- aseguradores que no los hayan consentido,
vención han fracasado al querer violentar Finalmente, el artículo 1311 somete, en
la naturaleza de las cosas, por lo cual, a la República, a la decisión del Tribunal de
pesar de ellos, la diferencia entre asisten- comercio del lugar de destino del buque
cia y salvamento aparece continuamente o del puerto donde entrare o fuere condu-
en las disposiciones mismas del texto co- cido, las cuestiones que se suscitaren so-
mentado. De igual opinión es Brunetti, bre pago de salarios de asistencia y salva-
pues para este tratadista la diferencia en- mento.
v Ahora bien, los preceptos del Código de asistencia o el salvamento, o si resultasen
comercio relativos a. asistencia y salva- culpables de hurtos, ocultaciones u otros
mento, únicamente tienen vigencia en tan- actos fraudulentos (art. 81?). Sin menos-
to no se opongan a la precitada Conven- cabo de lo que dispongan las leyes na-
ción de Bruselas de 23 de septiembre de cionales al respecto, no se debe remune-
1910, que fue suscrita por Argentina y ración ninguna por las personas salvadas.
aprobada por ¡a ley 11.132, de 15 de julio Sin embargo, los salvadores de vidas hu-
de 1921. Ya hemos indicado que en dicho manas que hubieran intervenido en oca-
Convenio se unifican los conceptos de la sión del accidente originario del salva-
asistencia y del salvamento y se declara mento o de la asistencia, tienen derecho
su aplicabilidad cualesquiera sean las aguas a una parte equitativa de la remuneración
en que los servicios de socorro hubiesen concedida a los salvadores del buque, del
sido prestados (art. !<?). Se declara el de- cargamento o de los accesorios (art. 9<?).
recho a una remuneración equitativa a La acción para exigir el pago de la remu-
todo hecho de asistencia o salvamento, neración prescribe a los dos años contados
pero a condición de que haya tenido un desde la terminación de las operaciones
resultado útil, y sin que en ningún caso de socorro. Las causas de suspensión y de
pueda exceder del valor de los objetos interrupción de la prescripción se deter-
salvados (art. 2?). El derecho a la remu- minan por la ley del tribunal que entienda
neración no es aplicable a quienes hubie- en la acción (art. 10). Salvo caso de pe-
sen tomado parte en las operaciones de ligro para su buque, equipaje y pasajeros,
socorro contra la prohibición expresa y todo capitán está obligado a prestar asis-
razonable del buque socorrido (art. 31?). El tencia a toda persona, aunque sea enemi-
remolcador sólo tiene derecho a remune- ga, hallada en alta mar en peligro de
ración, con respecto al buque remolcado sucumbir. El propietario del buque no es
o a su cargamento, si hubiese prestado responsable de la omisión del capitán (ar-
servicios excepcionales de asistencia o sal- tículo 11). Las partes contratantes se obli-
vamento, ajenos al contrato de remolque gan a proponer las medidas necesarias
(art. 4?). El derecho a la remuneración es para reprimir el incumplimiento de la
también debido cuando la asistencia o obligación a que se refiere el artículo pre-
salvamento se realizaren entre buques de cedente, si no las tuviesen ya establecidas
un mismo propietario (art. 5<?). El impor- (art. 12). El Convenio no deroga las dispo-
te de la remuneración y la proporción en siciones de las legislaciones nacionales so-
que debe distribuirse entre los salvadores bre organización de servicios de asistencia
se fija por convención entre las partes y, y salvamento por las autoridades públicas,
en su defecto, por el juez. El reparto entre especialmente en lo referente a los apa-
el propietario, el capitán y las demás per- rejos de pesca (art. 13). La Convención
sonas de servicio de cada uno de los buques no es aplicable a los buques de guerra ni
salvadores, será determinado por la ley a las naves del Estado especialmente dedi-
nacional del buque (art. 6?). Todo conve- cadas a un servicio público (art. 14). Bajo
nio de asistencia y salvamento efectuado determinadas reservas, el Convenio es
en el momento y bajo ta influencia del aplicable aunque una de las partes per-
peligro puede, a requerimiento de una de tenezca a un Estado no contratante, si la
las partes, ser anulado o modificado por otra lo es (art. 15).
el juez si estimare que las condiciones Conforme a la doctrina, la obligación
pactadas no son equitativas. Lo mismo su- del socorro puede ser contractual si se
cede si se comprueba que el consenti- presta en virtud de un acuerdo entre el
miento de una de las partes está viciado socorredor y el socorrido; y legal cuando
por dolo o reticencia (art. 79). El juez de- obedece a imperativos de humanidad con
termina la remuneración teniendo en respecto a las personas, no a las cosas, que
cuenta: a) el éxito obtenido, los esfuerzos se encuentran en peligro. Se trata, como
y el mérito de los auxiliadores, el peligro dice Brunettl, de una obligación "que por
corrido por el buque asistido, por sus pa- la naturaleza coactiva corresponde al ám-
sajeros, por su tripulación y por su car- bito del Derecho público, aun cuando como
gamento, el riesgo corrido también por los consecuencia de su prestación, se deduz-
salvadores y por el buque salvador, el tiem- can efectos que interesan al Derecho pri-
po empleado, los gastos y perjuicios su- vado". Claro es que la compulsividad de
fridos y el valor del material expuesto por la obligación de socorrer no dimana ya
los salvadores; b) el valor de los objetos únicamente del precitado estímulo moral,
salvados. El juez puede reducir o suprimir sino de la existencia del precepto legal
la remuneración a los salvadores si éstos, aprobatorio del Convenio de Bruselas.
por su culpa, hubiesen hecho necesaria la En lo que se refiere a las cosas que se
encuentran en peligro a bordo, la doctri- fuera de peligro ha bastado con aligerar su carga
na más generalizada sostiene que se trata (Cám. Fed. Cap. Fed., 29-12-931, J. A., t. 37, pá-
gina 79). Lo que caracteriza el servicio de asisten-
de una obligación contractual cuando la cia es la gravedad del peligro en que se encuentre
asistencia ha sido prestada en virtud de el buque asistido, no siendo posible tomar en sen-
una llamada de auxilio (el conocido S. O. tido absoluto el término asistencia (Cám. Fed.
S.) radiotelegrafía, acústica u óptica. Cap. Fed., 19-12-934, J. A., t. 48, pág. 753). Pro-
cede al salarlo de asistencia si el buque asistido
Quien reclama el socorro y quien acude a se hallaba sin gobierno por falta de hélice y de
prestarlo adquieren compromisos contrac- velamen y con una sola ancla, expuesto a peli-
tuales con obligaciones recíprocas: de or- gros, aunque no fuesen inminentes, y fue con-
ducido a buen puerto por el buque asistente
den económico, para el asistido; y de rea- (Cám. Fed. Cap. Fed., 25-9-939, J. A., t. 69, pá-
lizar las maniobras necesarias al fin per- gina 535). No constituye servicio de asistencia
seguido, para el asistente. Mas puede ni de salvamento del buque el prestado por varios
ocurrir que la asistencia se preste volun- de sus tripulantes a quienes el capitán autorizó
para ir en un bote al puerto más próximo a dar
tariamente, es decir, sin que haya habido aviso a las autoridades y a la casa armadora de
petición de socorro por parte del buque la posición de dicho buque que por la mala con-
en peligro, caso que puede presentarse dición del combustible quedó al garete y debió
fondear, pues esa actuación constituye la obliga-
bien por imposibilidad material de hacer- ción que a los tripulantes Impone el inc. 5» del
lo (inexistencia o rotura de los aparatos art. 989 del Cód. com., lo que no obsta al carácter
indispensables para formular la llamada), extraordinario del servicio previsto en el art. 1009,
bien por desconocimiento de la inminen- susceptible de una recompensa especial (Cám. Ped.
Cap. Fed., 22-7-942, J. A., 1942-III, pág. 395). El
cia y gravedad del peligro. En tal hipótesis, valor del servicio de asistencia no es necesaria-
la opinión de los tratadistas se divide, pues mente determinable en base al valor del buque
mientras para unos, como Danjon, el sim- asistido y a su carga, como ocurre en el salvamen-
to, sino que debe calcularse teniendo en cuenta
ple hecho de la aceptación pasiva de la la prontitud y naturaleza del servicio, tiempo em-
actuación del salvador supone la existen- picado y personal que intervino (Cám. Fed. Cap.
cia de 'un verdadero contrato, para otros, Fed., 16-7-930, J. A,, t. 33, pág. 757). El salarlo
como Brunetti, tal criterio no es válido, de asistencia o salvamento se debe por la embar-
cación que estuvo en peligro, a la que prestó sus
porque supone la admisión de la teoría del servicios (Cám. Fed. Cap. Fed., l«-2-932, J. A.,
silencio en la conclusión de los contratos, t. 37, pág. 555). En el monto de los salarlos de
que requiere mucha cautela para su acep- asistencia no se debe incluir los daños y perjui-
cios derivados del tiempo que perdió para la pese»
tación. Eliminados los orígenes legal y el barco asistente, porque en la remuneración que
contractual de la obligación, sólo quedaría es costumbre hacer con largueza, están incluidos
en apoyo de ésta la existencia de un cuasi- todos los conceptos; ni tampoco y por igual ra-
contrato: para Erunetti, una negotiorum zón, se debe considerar el capital arriesgado en la
asistencia (Cám. Fed. Cap. Fed., 25-9-939, J. A.,
gestio, que produce la obligación de la t. 69. pág. 536).
remuneración si el negocio ha producido
BIBLIOGRAFÍA. — Scialoja, Sistema del Derecho
un resultado útil; para Ripert, un cuasi- de la navegación, ed. en castellano, Bs. Aires,
contrato sui generis, consistente en una 1950. — Brunetti, Derecho marítimo privado, ed.
asociación temporal de intereses entre los en castellano, Barcelona, 1951. — Danjon, Traite
dos navios con vistas a un fin común, al- de Droit maritíme, París, 1929. — Ripert, Drttí
marítime, París, 1929-1930. — Ripert, H. H, Stuíe
canzado el cual el buque asistido, que ob- des Conventions de Bruxelles sur l'abordage, l'assis-
tiene todo el beneficio de la operación, tance et le sauvetage du 23 septembre 1910, Alx,
transfiere una parte al asistente. (V. SAL- 1911. — Lombardo-Pellegrlno, 11 Diritto marittim
Ae asststenza e salvataggio, Roma, 1932. — Game-
VAMENTO.) chogolcoeehea, Tratado de Derecha marítimo a-
JÜRISPRTTOENCIA. — 81 los remolcadores con su pañol, Bilbao, 1941. — Diccionario de Derecho
Intervención evitaron la consumación del sinies- Privado, Barcelona, 1950.
tro, sus servicios son de asistencia (Cám. Fed.
Cap. Fed., 19-6-925, J. A., t. 16, pág. »3). Corres- ASISTENCIA SOCIAL. (V. ASISTENCIA.)
pqnde "calificar de asistencia la operación consis-
tente en llevar a lugar seguro una chata sin go- ASOCIACIÓN. Es la acción y el efecto
bierno y a su remolcador, cuyo cabo de remolque,
enredado en la hélice, le impedía maniobrar por de asociarse, o sea de unirse dos o más per-
el mismo para salir de la varadura en que se en- sonas con una finalidad determinada, que
contraba a causa del temporal, máxime si se ha puede ofrecer muy diversos aspectos o in-
expuesto la seguridad y estabilidad del barco que
prestó auxilio (Cám. Fed.. La Plata, 4-5-927, J. A., tenciones: políticas, religiosas, benéficas,
t. 24, pág. 756). El auxilio prestado al buque que culturales, profesionales, mercantiles, etc.
se encontraba en situación crítica y en condicio- La asociación como hecho, ya que no co-
nes Inseguras, supone asistencia y no remolque mo derecho, puede incluso perseguir fines
extraordinario (Cám. Fed. Cap. Fed., 4-4-930, J. A.,
t. 32, pág. 934). La circunstancia de que el buque que en las leyes penales llegan a constituir
auxiliado se encontrara en puerto y no en alta una figura delictiva. (V. ASOCIACIONES ti-
mar, no obsta para que el auxilio prestado pueda LICTTVAS.)
calificarse de asistencia (Cám. Fed. Cap. Fed.,
18-7-930, J. A., t. 33, pág. 757). Hay asistencia Cuando la unión o asociación busca un
y no salvamento cuanüo para poner un buque fin lucrativo, entra en el terreno de las
asociaciones o, más propiamente, de las so- de asociaciones civiles. Dentro del concep-
ciedades mercantiles y es en las correspon- to de las Personas jurídicas se examina-
dientes voces de esta Enciclopedia, donde rá cuanto afecta a la capacidad de las mis-
el tema debe ser consultado. mas y a su autorización para actuar.
Si su objeto está encaminado a la defen- Considerando el asunto desde un punto
sa de los intereses gremiales su estudio que- de vista doctrinal, se ha entendido que la
da remitido al tema relacionado con las asociación constituye un derecho de origen
Asociaciones profesionales. natural por cuanto es consecuencia de la
Cuando la asociación no persigue un fin sociabilidad humana, puesto que permite
lucrativo, su contenido entra en el terre- la mejor consecución de ciertos fines que
no de la Asociación civil y ha de ser estu- individualmente no se podrían lograr. En
diado también en Comunidades religiosas definitiva, la agrupación en comunidades,
y en Partidos políticos. no es sino una manifestación de la nece-
La locución a que nos referimos, en su sidad que tienen los individuos de asociar-
sentido general, queda, pues, reducida al se para el cumplimiento del Derecho in-
aspecto político de la cuestión, es decir, a dispensable a la convivencia social. Nadie
la asociación como derecho individual pro- podrá, pues, negar el derecho de asocia-
tegido, en mayor o menor medida y con ción. La única exigencia posible está en
más o menos extensión, por las leyes de que tal asociación se haga para fines lid'
cada país, muchas veces como principio de tos o, como dice la Constitución argentina,
Derecho constitucional. útiles. Las discrepancias nacen en la de-
En la Argentina, el artículo 14 de la Cons- terminación de lo que es lícito y útil y de
titución de 1853, entre los derechos corres- lo que es ilícito o inútil, especialmente exa-
pondientes a todos los habitantes de la Na- minado el tema desde un punto de vista
ción, señalaba el de "asociarse con fines político.
útiles"; precepto que literalmente se re- En opinión de algunos autores, la liber-
produce en el artículo 26 del capítulo II tad de asociación constituye un derecho
de la vigente de 1949, relativo a los "dere- individual ilimitado, que debe ser jurídi-
chos, deberes y garantías de la libertad per- camente protegido en tanto no salga de
sonal". A ese derecho de asociación se re- una esfera de actividad privada, pero que
fiere también el artículo 37 de la Consti- requiere una regulación legal en cuanto
tución de 1949, cuando incluye en los de- entra en un terreno político. No parece
rechos del trabajador el "de agremiarse li- muy acertada esa distinción porque de ella
bremente y de participar en otras activi- parecería derivarse un antagonismo entre
dades lícitas tendientes a la defensa de los libertad de asociación y reglamentación,
Intereses profesionales". La propia Consti- cuando son términos perfectamente com-
tución establece normas limitativas del de- patibles. La libertad asociativa se refiere
recho de asociación (además de la genéri- a la imposibilidad de impedir legítimamen-
ca relativa a asociaciones cuyos fines no te su ejercicio, mientras que la reglamen-
fuesen útiles) cuando en el artículo 15 ex- tación afecta a la forma de ejercerla y en
presa que el Estado "no reconoce organi- ese sentido no debe haber diferencia en-
zaciones nacionales o internacionales, cua- tre los fines políticos o apolíticos de la
lesquiera que sean sus fines, que susten- asociación. Y aun la legitimidad o ilegiti-
ten principios opuestos a las libertades In- midad de los fines ha de ser determinada
dividuales reconocidas en esta Constitu- legislativamente. El atropello a la libertad
ción, o atentatorias al sistema democráti- no se deriva de su regulación jurídica, sino
co en qu •; ésta se inspira", y también cuan- de calificar como ilícito lo que debe ser
do en el artículo 21 remite a una ley espe- naturalmente considerado como lícito y vi-
cial la sanción de quienes organizaren, ceversa. Así, por ejemplo, crear una aso-
constituyeren, dirigieren o formaren parte ciación cultural para la difusión de obras
de una asociación o entidad que tenga literarias, constituye una actividad que no
como objeto visible u oculto preconizar o sale del terreno de lo particular; libertad
difundir métodos o sistemas mediante los que no sufriría ningún menoscabo por el
cuales, por el empleo de la violencia se hecho de que el Estado prohiba una aso-
propongan suprimir o cambiar la Constitu- ciación dedicada a difundir libros porno-
ción o alguno de sus principios básicos. gráficos. Contrariamente, una asociación
En orden asimismo a la legislación ar- encaminada a la formación de un parti-
gentina, además de las remisiones hechas do político, contiene una finalidad que evi-
al principio, es conveniente señalar que al dentemente escapa a la actuación priva-
referirnos en el lugar correspondiente a la da, y sin embargo no se podría limitar su
Inspección de justicia se examinará la In- formación a pretexto de que su idearlo era
tervención de este organismo en materia opuesto al de la fracción gobernante, sin
herir profundamente el principio de liber- cido en Francia con la Constitución de
tad de asociación. Contrariamente, dentro 1848, y en los años 1884, 1888 y 1898 son
del orden político, seria perfectamente lí- respectivamente reconocidas las asociacio-
cito prohibir las asociaciones de ese tipo nes profesionales, las de propietarios y las
que propugnen o empleen como métodos de socorros mutuos. El proyecto de Wal-
de lucha la violencia, la agresión, el in- deck-Rousseau da lugar a la ley del año
cumplimiento de las leyes, o cualesquiera 1901 que, en opinión de Hauriou, pone fin
otros vulgarmente conocidos como de "ac- al período individualista de la Revolución
ción directa". Esa es, precisamente, la fi- francesa. En realidad Waldeck-Rousseau
nalidad que persiguen los artículos 15 y seguía atribuyendo a las asociaciones un
21 de la Constitución argentina, antes men- concepto netamente individualista, basado
cionados. en su formación contractual; sin realidad
Los sistemas legislativos han ido desde la corporativa, sin patrimonio y sin persona-
total libertad para constituir asociaciones lidad. Pero la ley que prevalece, se aparta
lícitas, hasta la exigencia de previa autori- de tal orientación y, ateniéndonos siempre
zación gubernativa, pasando por el proce- a las palabras de Hauriou ( 2 ), consagra su
dimiento intermedio de mera notificación. realidad de fenómeno a la vez individual
En Francia, donde durante muchos si- y social. Individual en cuanto la asociación
glos, al igual que en otros países europeos, "se realiza bajo la forma de una conven-
las corporaciones de oficios, es decir, las ción en la que participan los individuos
asociaciones profesionales, tuvieron fuerte aportando recursos individuales". Y social
arraigo, se dio la paradoja de que al pro- en cuanto en el contrato de asociación
clamarse los principios de libertad políti- "se desliza una operación de fundación por
ca que constituyeron la esencia de la Re- voluntad común, que da nacimiento a una
volución, el derecho de asociación fue re- institución corporativa cuya existencia de
chazado como atentatorio al principio de hecho reclama la personalidad jurídica".
Igualdad individual, error manifiesto que Toma como punto de partida el contrato
dejó prácticamente desamparada a la ma- de asociación, pero no tarda en reconocer
sa proletaria porque la impidió compensar la existencia de la institución que resulta
con la unión de sus fuerzas la desigualdad del cont'rato, al admitir la adquisición de la
económica individual de sus componentes personalidad por simple declaración y con-
en relación a las clases sociales más ele- sagrar la separación del patrimonio social.
vadas y más fuertes. No soló no se reco- Y, finalmente, la Constitución de 1946 pro-
noce la libertad de asociación en la De- tege de manera expresa la asociación sin-
claración de derechos del hombre y del dical.
ciudadano, del año 1789, sino que en la En España el derecho de asociación re-
ley Chapellier se invoca como una de las conocido por el artículo 13 de la Constitu-
bases de la Constitución francesa de 1791, ción de 1876, fue desarrollado en la ley de
el aniquilamiento de toda clase de corpo- 30 de junio de 1887 que sometía a sus pre-
raciones de ciudadanos del mismo estado ceptos a todas aquellas asociaciones que
y profesión y, en consecuencia, se prohi- no tuviesen como único y exclusivo objeto
be restablecerlos de hecho bajo cualesquie- el lucro o la ganancia. El sistema adopta-
ra forma y condición. Este hecho ha sido do en ella era de gran respeto a la liber-
señalado por Hauriou (!) cuando afirma tad de asociación, puesto que quienes qui-
que la Revolución francesa suprimió la li- siesen constituirla únicamente estaban obli-
bertad de asociación porque, en su deseo gados a presentar sus estatutos o regla-
de someterlo todo al Estado, pretendió eli- mentos a la autoridad gubernativa, la cual,
minar toda manifestación espontánea de si consideraba que los fines de la misma
sociedad civil, corporaciones del trabajo y eran ilícitos, tenía que remitir el asunto
establecimientos. Claro es que puede resul- a la autoridad judicial, única competente
tar equivocado juzgar con un criterio ac- para declarar la ilicitud de la asociacióa
tual aquella medida revolucionaria, tal vez La Constitución de la República españo-
indispensable para establecer una Igual- la de 1931 determina en su artículo 39 que
dad esencial para la libertad política, des- los españoles podrán asociarse o sindicarse
montando una organización social asenta- libremente para los distintos fines de'la
da en un sistema de privilegios, entre los vida humana, conforme a las leyes del Es-
cuales no dejaban de tener importancia i tado, debiendo los sindicatos y asociacio-
los derivados del corporativísimo. ! nes Inscribirse en el Registro público co-
El derecho de asociación es restable- rrespondiente. Dejó, pues, en vigor, la pie-

(1) Principios de Derecho público y corutitu- (2) Preda élémentaire de Droit constífiíííon-
cional, ed. en castellano, Madrid, 1927. nel, 4« ed., París, 1938.
J
citada ley de 1887. La ley de 8 de abril de recho de asociación y de modo particular
1932 estableció las normas para la consti- el de asociación obrera, sin que, en ningún
tución de asociaciones patronales y obre- caso, el ejercicio del derecho de asociación
ras encaminadas a la defensa de sus in- pueda tener fines obstruccionistas.
tereses profesionales. Actualmente, el Fue- En Italia no se reglamentó el derecho
ro de los españoles, reconoce en el artícu- de asociación, por lo cual el Poder público
lo 16 que éstos se pueden asociar libre- frente al hecho de la asociación, limítase
mente para fines lícitos: pero entre las Ili- a establecer restricciones, además de las
citudes señaladas por las leyes, figuran las establecidas en el Código penal. Como con-
que tienen fines sindicales o políticos. Y, secuencia de un informe emitido en 1862
por otra parte, el decreto de 25 de enero por el Consejo de Estado, el Gobierno se
de 1941, que modifica parcialmente el ré- atribuyó la facultad de disolver las asocia-
gimen establecido en la ley de 1887. exige ciones cuyos fines estimare perjudiciales al
para la constitución de las asociaciones la orden público. Esa orientación limitativa
previa aprobación de sus estatutos por el se acentuó en los años siguientes a pretex-
Ministerio de la Gobernación, excepto si to de combatir las actividades anarquistas
se trata de asociaciones regruladas por las y revolucionarias, y culminó en el decreto-
legislaciones civil o mercantil, de asocia- ley de 22 de junio de 1S99. La reacción que
ciones religiosas católicas, de institutos o el mismo produjo, obligó a derogarle en el
corporaciones regidos por leyes especiales, siguiente año, abriéndose paso a una liber-
de cooperativas registradas en el Ministe- tad de asociación, aunque sin estatuirse
rio de Trabajo, o de asociaciones sujetas a una reglamentación de carácter general.
la legislación sindical y a la disciplina del Esta aparece en el año 1925 (ley de 26 de
partido y sindicato únicos. noviembre) y en ella se decretaba la obli-
En Inglaterra la libertad de asociación, gatoriedad de comunicar a la autoridad la
aun sin contar con la protección de una constitución de las asociaciones y demás
garantía legal escrita, representa uno de entidades o institutos, acompañando los
los fundamentos de su vida social en to- estatutos y la lista de las personas que la
dos los órdenes muy principalmente en el integraban. Como es lógico, dado el régi-
político y en el sindical: pudiendo decirse men político a la sazón imperante en aquel
algo muy similar en lo eme respecta a los país, no se permitía la formación de par-
Estados Unidos de Norteamérica. tidos políticos, puesto que a los mismos era
En Alemania se reconoció la libertad de aplicable el principio fascista de partido
asociación sin necesidad de aprobación pre- único. La norma precitada fue recogida pos-
via, en el Código civil prusiano de 1794, teriormente en la ley de seguridad públi-
con la sola condición de la licitud de sus ca de 1931. Desaparecido el régimen tota-
fines. Ese derecho es luego garantizado litario, la Constitución de 1947 se orienta
por ley del Reich de 19 de abril de 1908 y en un sentido de libertad, reconociendo el
por la Constitución de Weimar de 1919. El derecho de asociación para fines no pro-
nacionalsocialismo al imponer el partido hibidos en la ley penal.
único, establece una grave limitación, igual En Rusia la Constitución de 1936, reco-
a la que posteriormente se implantó en Es- noce el derecho de asociación y lo incluye
paña, mediante la prohibición de asociarse entre los derechos de los ciudadanos. Aho-
con fines políticos distintos de los reore- ra bien, si se advierte que conforme al
sentados por el único partido admitido. propio texto constitucional, los derechos
Terminada la segunda guerra y derrocado ciudadanos se conceden en la U.R.S.S. "con-
el régimen hitlerista. la Constitución de forme a los intereses de los trabajadores
Alemania occidental, de 8 de marzo de 1949, y a fin de fortalecer el sistema socialista",
restablece íntegramente el derecho de aso- se comprende sin esfuerzo el muy distinto
ciación salvo para aquellas cuyos fines o sentido que en ese Estado —como en todos
actividades sean contrarias al orden cons- los totalitarios— tiene el concepto de la
titucional, a las leyes penales o a la so- libertad de asociación o de cualesquiera
lidaridad de los pueblos. De modo concre- otros derechos individuales, con respecto a
to se reconoce el derecho de asociación para los Estados que se desenvuelven dentro de
la defensa y mejora de las condiciones del sistemas liberales. (M. O. y F.)
trábalo y de la economía. No obstante, el
derecho de asociación se wiede perder por JURISPRUDENCIA.— Los estatutos de las asocia-
ciones constituyen para los socios normas a que
abuso de esa libertad tendiente a combatir deben someterse como a la ley misma (Cám. Ped.
el orden democrático, a .iuicío del Tribunal Cap. Ped., 20-11-922, J. A., t. 9, pág. 683). Los
constitucional federado. En la Constitución contratos celebrados por los socios de asociaciones
sin personería jurídica, no les obligar, solidaria-
de Alemania oriental, de 19 de marzo de mente (Cam. Clv. 2» Cap. Fed., 23-7-924, J. A.,
1949 se reconoce de manera general el de- t. 13, pá{j, 370). La asociación extranjera con per-
sonería jurídica acordada por la autoridad com- Igual forma que en los contratos comunes, la re-
petente, únicamente necesita la autorización pre- lación se crea por el acto voluntarlo del asocia-
via def gobierno cuando haya de ejercitar una do al aceptar los estatutos o reglamentos, y de la
acción permanente, llenando en nuestro país las asociación al admitir el ingreso del postulante
Junciones propias de su institución, y no cuando (Cám. Civ. 2» Cap. Fed., 24-4-939, J. A., t. 66,
pretende ejercitar un acto ordinario o común re- pág. 199). En el supuesto de que el art^!684 no
gido por el Derecho civil (Cám. Civ. 2' Cap. Fed., fuera aplicable a las asociaciones con personería
21-12-925, J. A., t-48, pág. 1110). Los tribunales jurídica, la Justicia siempre tendrá la posibilidad
no pueden rever las resoluciones de orden interno de conceder la medida precautoria de nombrar un
de las comisiones directivas de las asociaciones administrador (Cám. Civ. 2» Cap. Fed., 16-10-939,
privadas o personas Jurídicas (Cám. Civ. 1» Cap. J. A., t. 68, pág. 296). La aprobación por autori-
Fed., 3-5-928, J. A., t. 27, pág. 721). Los Jueces dad administrativa de una resolución ilegal de
carecen de facultades para remover a los admi- los órganos de una asociación, sobre puntos regi-
nistradores o directores de una asociación con per- dos por el Derecho privado, no impide la Juris-
sonalidad Jurídica, y designar un administrador dicción judicial (Cám. Clv. 1' Cap. Fed., 8-4-942,
Judicial provisorio, con carácter previo a la sus- J. A., 1942-11, pág. 354). Los derechos de los miem-
tanciaclón del Juicio sobre nulidad de las actas bros de una sociedad con personería jurídica, se
o resoluciones de la comisión directiva o asamblea, rigen por sus estatutos, y solamente en caso de
aun en el caso de que el Poder Ejecutivo haya silencio de éstos debe acudirse a las disposiciones
suspendido toda resolución con motivo de la ini- sobre sociedades de los Códigos civil y comercial,
ciación del Juicio (Cám. Civ. 2' Cap. Fed., 24-4- teniendo en cuenta el objeto de la asociación
929. J. A., t. 29, pág. 478). Los miembros de una como un medio de establecer los derechos confor-
asociación, en su calidad de tales, pueden soli- me a la Intención o voluntad presunta de las par-
citar la intervención Judicial sin dependencia de tes (Cám. Civ. 1' Cap. Fed,, 8-4-942, J. A., 1942-11,
la deliberación de la mayoría, siendo procedente pág. 354).
tal intervención Judicial cuando median el reco-
nocimiento y el desconocimiento sucesivo por el BIBLIOGRAFÍA. — Boix, J. M., Régimen legal de las
presidente, del carácter de directores que revis- asociaciones en España, Barcelona, 1915. — Sch-
ten los socios elegidos,para esas íunciones (Cám. mltt, C., Teoría de la Constitución, ed. en caste-
Civ. 1» Cap. Fed., 17-6-930, J. A., t. 33, pág. 477). llano. Madrid, 1934. — Benito, L. de. El derecho
La comisión de socios designada por una asocia- de asociación, Barcelona, 1903. — Waldeck-Hous-
ción, se encuentra respecto a ésta en la situación seau, Xssodaííons et congregations, París, 1901.—
del mandatario (Cám. Civ. 2» Cap. Fed., 28-11- Crouzll, L., La liberté d'association, comentain
930. J. A., t. 34, pág. 875). La institución que ob- de la loi de 1901. — Blelsa, R., Estudios de Dere-
tiene personería jurídica, es sucesora de la exis- cho público, Bs. Aires, 1952. — Ferrara, F., reorto
tente con anterioridad a serle concedida (Cám. de las personas jurídicas, ed. en castellano, Ma-
Civ. 2f Cap. Fed., 28-11-930, J. A., t. 34, pág. 875), drid, 1929. — Además las obras de Haurlou cita-
Las corporaciones o asociaciones son personas en- das en el texto y notas.
teramente distintas de sus miembros (Sup. Corte
Nac., 7-9-931, J. A., t. 36. pág. 817). Las relacio- ASOCIACIÓN CIVIL. * En el Derecho
nes jurídicas de los miembros de una asociación positivo argentino, la palabra asociación
sin personería jurídica, entre ellas y con respecto
a terceros, se rigen por las leyes generales (Cám. no tiene un significado preciso, a conse-
Civ. li Cap. Fed,, 29-3-933. J. A., t. 41, pág. 370). cuencia del empleo diverso de la misma
No es de aplicación a las asociaciones con perso- en el Código civil.
nería Jurídica e! art. 1684 de! Cód. clv. (Cám.
Civ. 2» Cap. Fed., 28-12-931, J. A., t. 37. pág. 345). Indudablemente que en un sentido am-
La personalidad Jurídica de las asociaciones cons- plio, asociación abarca un complejo de re-
tituye una creación estadual dentro de la teoría laciones jurídicas que configuran entida-
de la ficción aceptada en nuestro Derecho (Sup. des corporativas caracterizadas dentro del
Corte Es. Aires, 26-9-933,, J. A., t. 43, pftg. 828).
Las asociaciones con personalidad Jurídica reco- género, como especies definidas legalmen-
nocida no constituyen un conjunto amorfo de te, v. gr., la asociación civil y la asociación
individuos aislados, sino que son grandes unida- mercantil; la asociación profesional y la-
des colectivas para la consecución de fines e inte-
reses comunes, cuya eficaz y adecuada protección asociación mutual, etc.
sólo es posible mediante esa forma Jurídica de la En la doctrina se ha definido, latus sensu,
personalidad (Cám. Clv. 1» Cap. Fed., 23-2-934, la asociación como "la pluralidad de per-
J. A., t. 45, pág. 324). El retiro de la personalidad sonas, independiente en su existencia del
jurídica equivale a la muerte de la asociación y
determina la cesación del mandato de los miem- cambio de miembros, que tiene una cons-
bros que la representaban (Cám. Civ. 2' Cap. titución corporativa y un nombre colectivo,
Fed., 25-11-935, J. A., t. 52, pág. 530). Las publi- correspondiendo la administración de los
caciones que determina el art. 349 Cód. com. no asuntos de la misma a los miembros"
son aplicable a las sociedades civiles de fines
Ideales y no lucrativos (Cám. Civ. 1» Cap. Fed., (Enneccerus, op. cit., pág. 442).
24-8-935, J. A., t. 51, pág. 560). La intervención "Es una organización de personas, con
judicial de las asociaciones con personería jurí- independencia jurídica, a cuyas decisiones
dica, es medida excepcional sólo adoptable cuando y acuerdos se concede el valor de actos de
se hayan agotado todos los recursos del meca-
nismo interno (Cám. Clv. 1» Cap. Fed., 30-9-936, voluntad, con poder de disponer y obligar
J. A., t. 55, pág. 917). Toda cuestión privada que su patrimonio" (Castro, nota en Dice. Der.
se suscite con motivo de un acuerdo de volunta- priv. citado).
des como el que entraña el acto constitutivo de
una asociación, aun con personería jurídica, debe En la legislación, la ley francesa del I?
resolverse en definitiva por vía judicial (Cám. de julio de 1901 ha definido la asociación
Civ. 2« Cap. Fed., 24-4-939, J. A., t. 66, pág. 199).
En las asociaciones con personería Jurídica, el
bien no existe el Intercambio de voluntades en * Por el Dr. CÁELOS B. OBAL.
por oposición a la idea de sociedad: "Es micos, profesionales o de producción. Se
la convención por la cual dos o más per- caracterizarían por su índole económica.
sonas, ponen en común de un modo per- 39) Las que tienen un propósito polí-
manente, sus conocimientos o sus activi- tico, ya que persiguen el ejercicio de una
dades con otro fin que el de partir bene- acción sobre el gobierno, la ordenación
ficios". social y toda manifestación de la vida
Nuestro tema queda circunscripto de esta pública.
manera: Dentro de la esfera del Derecho En realidad, la distinción exacta se pre-
privado, la asociación civil se delimita por senta difícil en la práctica, ya que mu-
exclusión de otras asociaciones dentro del chas asociaciones adoptan finalidades com-
género respectivo, v. gr., en nuestro Dere- plejas que pueden abarcar las diversas
cho, atendiendo ai fin esencial de la en- finalidades señaladas en la clasificación
tidad, se pueden diferenciar la asociación de Miele.
civil de la sociedad, Aquélla comprendería En el sistema del Derecho civil argentino
toda la gama de entidades con fines no la palabra asociación puede tener tres
lucrativos, que desarrollan sus actividades significados, según Lafaille:
dentro de una esfera de intereses pura- !<?) El más extenso, que equivale al
mente privados por oposición a los inte- concepto genérico y abarcaría a todos los
reses públicos, v. gr., las asociaciones cul- entes de derecho de carácter corporativo
turales, 'recreativas, científicas, deportivas. —asociaciones y sociedades—, quedando ex-
Pero también conviene tener en cuenta la cluidas del concepto solamente las funda-
distinción fundamental, desde el punto ciones (arts. 38, 40, 46 y 50).
de vista del tratamiento legal, que se hace 2?) Puede ser sinónimo de sociedad,
de las asociaciones civiles reconocidas o v. gr., en las disposiciones sobre personali-
no reconocidas por el Poder administrador, dad jurídica y de acuerdo al modelo uti-
atendiendo a un requisito de carácter for- lizado (Freitas, Esbogo, arts. 34, 39 y 45).
mal-constitutivo. 3"?) Las llamadas simples asociaciones,
En la legislación y la doctrina compa- caracteriaadas por su finalidad no lucra-
radas se han efectuado las siguientes dis- tiva (arts. 46 y 33, y conc. Cód. civ.).
tinciones respecto a las asociaciones: Derecho positivo argentino. — Dispone el
Sistemas legislativos que caracterizan las artículo 46 del Código civil: "Las asocia-
asociaciones: I1?) El sistema de la unidad ciones que no tienen existencia legal como
en Inglaterra, por ejemplo; no existen personas jurídicas, serán consideradas co-
normas específicas para las asociaciones mo simples asociaciones civiles, comercia-
sin fin lucrativo, las que son registradas les o religiosas, según el fin de su insti-
como, sociedades de responsabilidad limi- tuto".
tada. Esta disposición debe concordarse con
2?) El sistema de la dualidad vigente el texto constitucional que garantiza a los
en España, Bélgica, Francia, donde la legis- particulares el derecho de asociación, siem-
lación opone fundamentalmente los con- pre que persigan fines útiles.
ceptos de asociación y sociedad. En el mis- La caracterización jurídica de la simple
mo se han dictado leyes especiales para las asociación en nuestro ordenamiento posi-
primeras. tivo lo constituye el fin de "bien común",
3<?) El sistema tripartito, propio de la que deben proponerse (Busso). La juris-
legislación germánica y suiza. Se legisla prudencia entiende asimismo la subsisten-
sobre asociación y sociedad en los respec- cia de la asociación, si prevalece por sobre
tivos Códigos civiles, distinguiéndose: la la desaparición temporal de los miembros
asociación y la sociedad de ñn ideal, de la dicho atributo finalista. (V. Cám. civ. 2*,
asociación de fin económico. Estas últimas 8-XI-1939, en J. A., t. 68, pág. 467.)
forman el grupo intermedio, v. gr., las En nuestro Derecho se ha planteado la
cooperativas inscriptas y asociaciones de cuestión de la diferenciación entre la
seguros mutuos. asociación y la persona jurídica. Para
En la doctrina se distinguen, en un in- Busso y la mayoría de los civilistas que le
tento de clasificación, los siguientes gru- precedieron, las simples asociaciones "no
pos de asociaciones: son personas jurídicas, ni pueden actuar
1?) De tipo moral o ideal: que persi- como sujetos de derecho mientras no ob-
guen el perfeccionamiento moral o espiri- tengan la autorización oficial" (Ello re-
tual-cultural de los asociados, v. gr., aso- sultaría de la misma nota del codificador
ciaciones culturales, religiosas, recreativas, al artículo transcripto). "Tales asociaciones
de caza, deportivas. no son sujetos de derecho distinto de sus
2<?) Las que tienen por finalidad la miembros y, por ende, no son personas, ya
defensa de determinados intereses, econó- que el atributo de la personalidad es la
titularidad de derecho" (Busso, op. cit., en simples, solamente no reconocidas por un
la parte bibliográfica). En todo caso, el acto administrativo, se les atribuye un
autor citado reconoce que las asociaciones patrimonio afectado al fin común, "el
existen como una realidad de hecho. que queda obligado, sin perjuicio de que
Para Spota, las asociaciones, tengan o deba presumirse la obligación simple o
no carácter lucrativo, "se trate o no de solidaria —si se hubiera pactado— de los
asociaciones reconocidas, son personas ju- que actuaron en nombre y por cuenta de
rídicas". "No se trata de entes de hecho, la asociación no reconocida" (Spota, op.
ni de meras sociedades de personas, ni cit., pág. 765).
tampoco de simple agregado de personas Responsabilidad. — El problema es, si
individuales. Son verdaderos entes corpo- los representantes del ente responden pa-
rativos, aun cuando la falta de reconoci- trímonialmente, cuando actúan en su nom-
miento expreso las coloque en una situa- bre y representación, en la esfera contrac-
ción de entes con autonomía patrimonial tual. Spota entiende que la regla debe
imperfecta, en el sentido de que sus buscarse en el principio del articulo 1161
miembros que actúen ante terceros, en ca- del Código civil. Es decir, "la responsabi-
lidad de órganos, responde ante éstos. lidad personal de los que actuaron por el
(Spota, op. cit., en Bibliografía de este ente, así como el poder de agresión de los
trabajo.) acreedores contra la prenda común que
Régimen legal. — En el Código civil constituye el patrimonio de la asociación",
existe una laguna respecto a la reglamen- es un distingo necesario que debe efec-
tación de estas asociaciones. La jurispru- tuarse. Por otra parte, agrega, "en todo
dencia ha entendido que deben aplicarse caso, la responsabilidad de los miembros
los principios de leyes análogas y los ge- no es solidaria, sino por su parte civil, lo
nerales del Derecho. (V. Fallos, Cám. civ. cual es la regla del Derecho común, al que
1?, 5-VIII-1937, en J. A., t. 61, pág. 68; se remite el artículo 46" (op. cit., pág. 794).
Cám. civ. 2*, 14-X-194L en J. A., t. 76, V. en este sentido el fallo de la Cámara
pág. 845.) Se considera que, en consecuen- civil 2*, Capital Federal, 23-VII-1924, en
cia, se han de aplicar los principios conteni- Jurisprudencia Argentina, t. 13, pág. 500.
dos en el artículo 40 del Código civil, como En cuanto a. la responsabilidad extracon-
¿ey general, de la cual habla el codificador tractual, aquí rigen los principios del De-
en la nota al artículo 48. (V. Fallos, Cám. recho común y de aplicación sobre respon-
civ. 2^, 14-X-1941, cit. y del 29-UI-1933, sabilidad aquiliana de las personas jurídi-
en J. A., t. 41, pág. 370.) cas. Mas todavía reconociendo a estas
El acto constitutivo. — Se considera que asociaciones simples una personalidad res-
el acto constitutivo al cual acompaña la tringida, como ya lo dejamos señalado
adopción- de un estatuto "no tiene otro (arts. 1113, 1133, 1066 y conc. del Código
valor que el de un complejo de cláusulas civil).
contractuales". El estatuto, en estas aso- Capacidad procesal. — Se debe partir del
ciaciones, es un contrato de asociación y principio de que aquí existe un ente, con
debe correlacionarse con el principio sen- un fondo común, con un fin colectivo y con
tado en el artículo 1197 del Código civil, órganos de voluntad, en definitiva, como
según el cual, el contrato es ley entre las lo hace notar Spota, que existe un sujeto
partes. Todo ello como una consecuencia jurídico (op. cit., pág. 793). De ahí que
de la falta de personalidad jurídica, atri- pueda reconocerse a estas asociaciones ca-
buida por una autorización y reconoci- pacidad procesal como demandante y co-
miento del Poder administrador, lo que mo demandada. (V. Fallos, Cám. civ. 1»,
trae como consecuencia la no existencia 5-VTII-1937, en J. A;, t. 61, pág. 68, y 29-
de la entidad encargada de expresar una 111-1933, en J. A., t. 41, pág. 371. Cám. civ.
voluntad distinta a la de cada uno de los 2», 19-V11I-1927, en J. A., t. 25, pág. 967.)
miembros. Otra corriente jurisprudencial niega a la
El aspecto patrimonial. — En cuanto no simple asociación capacidad procesal para
se la considera un ente diferenciado jurí- actuar como actor o demandado, partien-
dicamente, el patrimonio que resulta de do, como es lógico, del concepto del ente
los aportes y contribuciones de los asocia- sin ninguna personalidad jurídica, diferen-
dos, pertenece a la colectividad de los ciada de la de sus componentes. (V. Cám,
mismos. No representa ni forma un todo apel. La Plata, sala I, 20-11-1948, La Ley,
único y exclusivo del ente. t. 51. pág. fallo 24.648. Confr. Busso, op. ctf,
Pero, teniendo en cuenta la posición pág. 386, N° 46 y sigs.)
doctrinaria apuntada, que considera la JuEispEtrDENciA. — La citada en el texto.
existencia de un sujeto de derecho, distin- BIBLIOGRAFÍA. — Busso, E. B., Código tívü ma-
to de sus miembros, a estas asociaciones tado, t. 1, "Ley Personas", arts. 33, n' 179, y 16,
Bs. Aires, 1944. — Enrieccerus-Klpp-Wolff, Trata- confianza social en el seguro desenvolvi-
do de Derecho civil, Parte general, t. 1, pág. 442, miento pacífico de la vida civil" C 1 ).
Barcelona, 1934. — Ferrara Fr., Teoría de las per-
sonas jurídicas, págs. G, 872 y s!gs., Madrid, 1929. Así como cuando se trata de las activi-
— Lafallle, H., Curso cié contrato, t. 2, págs. 340 dades humanas útiles, la asociación de
y sigs., Bs. Aires, 1928. — Páez, J. L., El derecho varias personas posibilita y asegura una
de las asociaciones, 2* ed., Bs. Aires, 1940. — Sa!-
vat, R., Tratado de Derecho civil, Parte general, mejor, más amplia y exitosa realización
t. 1, págs. 723 y sigs., Bs. Aires, 1950. — Spota, de las empresas, en el ámbito criminal, la
A. O., Tratado de Derecho civil, t. 1, "Parte ge- concurrencia de diversos individuos unidos
neral", vol. 3, "El sujeta del Derecho. Personas por una finalidad de ese carácter aumenta
jurídicas", págs. 67, 175, 189 y sigs., y t. 1, vol. 3,
nos. 624 y sigs., Bs. Aires. 1951. — Diccionario de la magnitud del peligro social, puesto que
Derecho Privado (español), voz Asociación civil. la influencia del número, al facilitar la
consumación de los atentados criminales,
ASOCIACIÓN ILÍCITA. (V. ASOCIACIO- disminuye en los particulares la garantía
NES DELICTIVAS.) de la propia seguridad. La víctima que
ve invadida su casa por tres o más indi-
ASOCIACIÓN MERCANTIL. El término viduos decididos a robar, se siente mucho
asociación es más amplio que sociedad. menos segura de poder ejercitar el derecho
Hay una relación de género a especie, si de legítima defensa, dice De Rubeis. Y
nos atenemos a la interpretación gramati- este ejemplo tan simple, demuestra que
cal. En efecto, asociación se refiere a toda las asociaciones delictivas, por la conmo-
reunión de personas que persiguen un fin ción social que causa su existencia, sig-
común. Pero en Derecho, se distinguen las nifican un peligro común de por sí dañoso
asociaciones que no persiguen fines lucra- y más que suficiente para que el Estado,
tivos de aquellas que así lo hacen: estas frente a él, haga valer su potestad puni-
últimas son las llamadas sociedades, que el tiva, declarando penalmente ilícitas esas
artículo 1648 del Código civil define como agrupaciones cuando el número de sus
asociación de dos o más personas que se hu- miembros pasa de cierto límite, variable
biesen mutuamente obligado, cada una con según las legislaciones; y cuando su exis-
una prestación, con el objeto de obtener tencia, por su finalidad, constituye un fac-
alguna utilidad apreciabíe en dinero, que tor de intranquilidad colectiva.
dividirán entre sí, del empleo que hicieren En las asociaciones delictivas toma, pues,
de lo que cada uno hubiere aportado. especial significado, lo que Carrara de-
El artículo 282 del Código de Comercio, nomina la fuerza moral objetiva del de-
por su parte, define la compañía o socie- lito.
dad mercantil como "un contrato por el Este instituto, en realidad, precisa re-
cual dos o más personas se unen, ponien- cién su moderno concepto jurídico penal
do en común sus bienes e industria, o al- en el Código toscano de 1853, artículo 421,
guna de estas cosas, para practicar actos en donde las otras nomenclaturas, de
de comercio, con ánimo de partir el lucro banda del Código francés de 1810, artícu-
que pueda resultar. Son también mercan- los 265 y siguientes, cuadrilla del Código
tiles las sociedades anónimas, aunque no español de 1822, artículo 338, asociación
tengan por objeto actos de comercio". (V. de malhechores del Código sardo de 1859,
SOCIEDAD MERCANTIL.) (H. Ch.) artículos 426 y siguientes, que se remon-
tan a2 las antiguas conventículas roma-
ASOCIACIONES DELICTIVAS. * Si la nas ( ), son substituidas por la nueva de-
delincuencia es un fenómeno grave cuando nominación jurídica de asociaciones para
resulta del acuerdo momentáneo de varias delinquir, o asociaciones delictivas o ilíci-
personas para cometer un hecho criminal tas, que expresa en forma más exacta qué
determinado, mayor y extraordinario es la (1) Soler, Derecho penal argentino, t. 4, pa-
alarma social que ella provoca cuando es gina 630.
el resultado de una conjunción de volun- (2) La palabra conventiculum o conventícula
tades referida a un modo de actuar per- en los primeros tiempos se usó para designar las
manente que comprende hechos inde- reuniones de eclesiásticos con el objeto de pro-
paganda religiosa. La bula de Sixto V comprendió
terminados. En este caso la tranquilidad también bajo tal nombre las sociedades de ban-
general resulta amenazada en forma más doleros que asolaban el Estado romano, constitui-
grave, porque la falta de seguridad que das para atentar contra las personas y la propie-
dad, siempre que se hubieran reunido "con mal
Implica para los individuos una tal alian- íin y con armas". Los prácticos romanos y luego
za, es propensa a provocar un estado de los Italianos, extendieron el uso del vocablo para
temor colectivo que afecta el orden públi- designar las agrupaciones armadas con fines de
co, entendido como "la tranquilidad y venganza o para cometer saqueos, depredaciones
u otros hechos de tal Índole maléfico (Carrara,
Programma, § 2094, nota 1, y Enciclopedia Giu-
* Por el Dr. JOSÉ MANUEL NÚÑEZ. ridica Italiana, vol. 1, 4» parte, pág. 1116).
actuación humana es la que cae dentro ciación delictiva, el criterio seguido no es
del ámbito penal. uniforme en lo que se refiere al número de
En las legislaciones diferentes a la tos- personas requerido para constituirla.
cana, como el Código penal francés de En el Código francés, artículo 265, con-
1810, la simple resolución y acuerdo entre forme a su letra, es suficiente la concu-
varias personas para cometer delitos in- rrencia de dos personas: "Toute associa-
determinados, no constituye de por sí la tion formée quelle que soit sa durée ou le
causa de la incriminación, sino que es ne- nombre de ses membres..." En el Código
cesario que la asociación se manifieste por Zanardelli, artículo 248, era necesario un
actos previos: su organización jerarquiza- mínimo de cinco, que en el Código Rocco,
da y operativa y la determinación de la artículo 416, se ha reducido a tres. En el
forma en que debe participarse en el Código del Brasil, artículo 288, se exige
producto de los delitos. En cambio, en el también tres personas, lo mismo que en
Código toscano, el delito se agota con el el Código argentino, artículo 210, y que en
simple pacto de cometer los atentados que el proyecto del Poder Ejecutivo, artículo
señala la ley (¿). 380, sometido a consideración del Congre-
Tal es también el delito en el derogado so Nacional, en donde se prevé el delito de
Código italiano (art. 248), en el que se asociación ilícita bajo el título "De los de-
abandona el nombre de asociación de litos contra la tranquilidad pública".
malhechores, reemplazado por el de aso- En realidad, como lo sostiene Manzi-
ciaciones para delinquir, porque la res- ni (5), la fijación del número mínimo de
ponsabilidad por el delito surge por el personas para la constitución de la socie-
simple hecho de haber tomado parte en dad, es una cuestión de política criminal
la asociación, con independencia de los que más interesa al legislador que al ju-
antecedentes y conducta anterior de los rista. Pero no se puede dudar de la con-
participantes. Igual concepto recepciona veniencia de que se fije en la ley el nú-
el Código Rocco en el artículo 416, y la ley mero de personas suficiente para integrar
del 18 de diciembre de 1893, que reforma la asociación, no solamente por las difi-
el Código penal francés (*). cultades que se evitan en la práctica, sino
El substráete material del delito consis- también desde el punto de vista de la bue-
te, como dice Manzini, en el hecho de aso- na técnica legislativa, que aconseja eli-
ciarse para cometer delitos (o los delitos minar en lo posible el arbitrio judicial,
señalados en la ley). Es suficiente el acuer- sobre todo en puntos que son propensos a
do de voluntad de los diversos individuos, cobrar complejidad al apreciarse por el
sin que sea necesaria formalidad alguna, juzgador («).
bastando su existencia concreta. El fin específico de los asociados debe
Desde el punto de vista de cada partici- ser cometer delitos, pero no delitos deter-
pante, lo importante es que sea conscien- minados, que es lo que caracteriza la
te de que se liga para actuar por y en pro participación criminal, sino indetermina-
de la asociación, por acuerdo de volun- dos. El programa de acción de una con-
tades tendiente a la comisión de delitos c junción de voluntades, para ser penal-
de los delitos que prescriben las diferen- mente ilícita como asociación, deberá te-
tes legislaciones. ner por objetivo la comisión de delitos, sin
Para que se configure el delito de aso- que su actividad quede limitada a la con-
sumación de un plan que comprenda un
(3) En el art. 338 del Código español de 1822,
determinado número de hechos, previstos
si bien ya se precisaba este concepto, todavía no específicamente, pues lo que tipifica a la
se lo diferenciaba del simple complot, es decir, asociación delictiva, es el peligro de la va-
no tomaba aún valor particular la asociación de- riedad y de la repetición de los atentados
lictiva para cometer delitos indeterminados como criminales, es decir, el peligro de la divul-
instituto criminal típico.
(4) Vid. Bafaele de Rubels, "Dell'associazione gación del crimen. Y esto, precisamente,
per delinquere", en Enciclopedia Pessina, vol. 7, es lo que distingue la societas delinquen-
pág. 1022; Carrara, "L'associazione a delinquere tium, o asociación delictiva, de la societas
secondo l'abolito Códice toscano", en Enciclopedia
Giuridica Italiana, de Manzlnl, vol. 1, 4* parte, delinquendi, o concurso de varias personas
pág. 114; Crlvellari-Suman, II Códice pénale per en el delito (T).
il regno d'Italia, vol. 7, págs. 33 y slgs.; Manzlnl, La asociación delictiva supone asi una
Trattato di Diritto pénale italiano, ed. 1936, t. 6, "relativa estabilidad", cierta permanencia,
págs. 647 y slgs.; Zerbogllo, A., Delitti contra l'or-
dine publico, etc., pág. 51; — Chauveau y Hélie.
Theorte de Code penal, t. 3, págs. 267 y slgs., (5) T. 5, pág. 649, nota 1.
París, 1873; Ooyet, F., Précis de Droit penal spe- (6) Di Rubela, op. cit., pág. 1024; Soler, t. i
cial, 3i ed., pág. 171, París, 1937; Oroizard, Código pág. 644.
penal de 1870, 2» ed., t. 4, págs. 116 y slgs., Ma- (7) Impallomeni, Istituzioni di Diritto pénate,
drid, 1914. pág. 309, Torlno, 1908.
que es de donde deriva la eventualidad del quiere una "reunión material de los aso-
peligro que constituye ( 8 ). ciados, ni la identidad del lugar de resi-
El Código italiano derogado limitaba la dencia, ni el conocimiento recíproco de los
categoría de los delitos que, formando el que la constituyen, ni, en fin, la identifi-
objetivo de la asociación, la volvían ilíci- cación de todos y cada uno de los respon-
ta; y al elaborarse el mismo se admitió esa sables y tampoco es necesaria una organi-
limitación, temiéndose que en otra forma zación ni la unión en concreto. Basta la
cualquier inocua asociación política fuera rudimentaria organización inherente al
considerada delictiva. El Código Rocco no criminal convenio y al propósito común y
la contiene, porque se estimó que la mis- la resolución de delinquir" ( 10 ). Es indis-
ma no corresponde a una absoluta exi- pensable que la asociación se componga
gencia de justicia y por constituir un obs- de tres o más personas que tengan por ob-
táculo para la eficaz represión de las jetivo común cometer delitos, no debiendo
asociaciones ilícitas ( 9 ). Pero este criterio, existir duda sobre la "seriedad de la de-
que es también el del Código argentino y terminación de su propósito criminoso". La
el que mejor responde a la verdadera fina- asociación debe tener, por lo tanto, "un
lidad del instituto, no es el que común- carácter de relativa permanencia" (").
mente siguen las diversas legislaciones. La asociación ilícita es delito per se, y
En el Código argentino se prevé el delito de los hechos concretos cometidos sólo res-
en el libro segundo, título VIII, capítulo 2°, ponden los que participan en su ejecu-
como atentado contra el orden público. Su ción (12) .
definición está dada en el artículo 210: El objetivo de la asociación no debe ser
"Será reprimido con reclusión o prisión una actividad limitada, definida, en el
de un mes a cinco años, el que tomare sentido de que con su constitución se esté
parte en una asociación o banda de tres solamente frente al peligro de la ocurren-
o más personas, destinada a cometer de- cia de hechos determinados, pues es de
litos, por el solo hecho de ser miembro de su esencia, como antes lo señaláramos, que
la asociación". sea susceptible de hacer temer la13repeti-
Tanto en el proyecto Tejedor (arts. 18 ción del crimen, su propagación ( ). Los
y 19) como en el proyecto Villegas, Uga- hechos que constituyen su objetivo tie-
rriza y García (arts. 18 y 19) y Código nen que ser delitos, exclusivamente, y en
derogado (arts. 25 y 30), el complot y la el sentido técnico legal de la palabra, por
banda eran objeto de previsiones particu- lo que no incurrirían en infracción al
lares en la Parte General, contemplados artículo 210 del Código penal, quienes se
ambos como modalidades de la autoría, asociaran para contravenir, por ejemplo,
no estando reprimida la simple asociación el reglamento de tránsito, o para cometer
delictiva, que recién toma significación pe- otras infracciones que no fueren de carác-
nal como delito per se en el proyecto de ter estrictamente delictivo (14).
1891, en el artículo 252, y en la ley 4189, Frente a los artículos 216 y 233 (traición
artículo 30, eliminándose ya en el primero y sedición), el artículo 210 pierde su vi-
de" la Parte General, las disposiciones re- gencia en virtud del principio de especia-
ferentes a la banda y ,al complot, por con- lidad (18) .
siderarse a éste como una especie de la Como lo que caracteriza a las asociacio-
codelincuencia y por pasar la banda a nes delictivas es la finalidad de cometer
constituir un delito. El proyecto de 1906, delitos, no quedan, por consiguiente, com-
con ligeras variantes, sigue al de 1891. prendidas dentro de ellas otras asociacio-
En el Código vigente se abandona así el nes que, aunque su objetivo determinado
antiguo criterio y obtiene sanción legisla- pueda implicar la comisión de delitos, no
tiva la asociación ilícita como Instituto sea ésta su finalidad específica. Así ocurre,
criminal típico. por ejemplo, con las conjuraciones anár-
Respecto a las condiciones requeridas quicas, con la propaganda comunista, cu-
para la constitución de la asociación, la ya finalidad, la transformación del orden
Cámara en lo Criminal y Correccional de
la Capital, tiene declarado que no se re- (10) Cám. Crim. Corr. Cap. Ped., La Ley, t. 16,
pág. 150.
(8) Vid. Manzinl, op. cit., t. 5, pág. 661; So- (11) Cám. Crlm. Con. Cap. Ped., Fallos, t. 2,
ler, t. 4, pág. 647. Sentencias del Tribunal de Ro- pág. 70; La Ley, t. 14 ,pág. 432; Cám. Apel. Ro-
ma del 31 de enero de 1938 y del 13 de mayo de sario, La Ley, t. 29, pág. 233, especialmente.
1939, en Annali dt Diritto e Procedura Pénate, (12) Cám. Apel. Rosario, La Ley, t. 29, pág. 233.
año 7, íasc. 8, 1928, pág. 706, y en Se. Posít., (13) Cír. Soler, t. 4, pág. 647.
año 19, nos. 11-12-, 1939, 2' parte, pág. 363, res- (14) Soler, t, 4, pág. 645.
pectivamente. (15) Supr. Trlb. Entre Ríos, Rep. La Ley 4,
(9) Vid, entre otros Zerbogiio, op. cit., pa- pág. 130; Oderlgo, Código penal anotado, 2» ed.,
gina 64. 1946, pág. 319; Soler, t. 4, pág. 645.
social y estatal, puede suponer actividades del artículo 210, proporciona elementos
contrarias al régimen jurídico imperante, decisivos de juicio, que son los que han
y caer por cierto, dentro del ámbito cri- determinado a la doctrina a ver, casi uná-
minal, pero siempre que resulte una con- nimemente, en el artículo 210, la definición
creta infracción penal (i«). legal de lo que dentro de la ley penal ar-
A este respecto, como lo señala Anasta- gentina debe entenderse por "banda" («).
si ( 1T ), la deliberada supresión del artículo En cuanto a lo que sostiene Finzi (2'),
18
229 del proyecto de19 1906 ( ) por la Co- que no es del todo exacto que en el ar-
misión del Senado ( ), significa que den- tículo 210 se haya querido definir la "ban-
tro del régimen del Código penal, sólo da", ello sólo podía afirmarse hasta que
existen como asociaciones ilícitas las del por iniciativa de la Comisión del Senado
artículo 210, es decir, las destinadas a co- no se suprimió del artículo 78 del proyecto
meter delitos. en revisión esa definición, por considerar-
El concepto de asociación ilícita, o ban- se que ya se la daba con toda precisión
da, tiene también importancia frente a los en el artículo 210, expresándose que esa
artículos 166, inciso 2°; 167, inciso 2?, y noción "debe ser la misma de que tratan
184, inciso 49, del Código penal, en que se los artículos 166, 167 y 184, porque de no
califican el robo y el daño por su comisión ser así, esa palabra (banda) tendría dos
"en banda". Se ha discutido al aplicarse acepciones: la del artículo 78 y la del ar-
la ley, si en estos incisos se hace referencia tículo 210". Y estimándose conveniente con-
al concepto tradicional de la calificante o servar una sola significación, la del artícu-
a la excepción especial que asume en el lo 210, se suprimió la contenida en el 78 («).
artículo 210. Informa ampliamente sobre Es por lo tanto evidente que el legisla-
la controversia la sentencia de la Cámara dor ha utilizado la palabra "banda" en el
en lo criminal y correccional de la Capital, concepto limitado del artículo 210 del Có-
reunida en pleno í 20 ). digo penal.
Se declara allí: "Que para que la aplica- Con acierto se ha señalado en apoyo
ción de los artículos 166, inciso 2°; 167, de esta conclusión, que el simple concurso
inciso 21?, y 184, inciso 4° del Código penal, de varias personas en un hecho es cir-
y con respecto a la banda, se requiere la cunstancia comprendida en los artículos
concurrencia en el hecho de los elementos 40 y 41 del Código penal, y por consi-
constitutivos de la asociación ilícita o guiente, importante para la determina-
banda del artículo 210 del mismo Código". ción de la magnitud de la pena ( 2 s>. Mien-
Previéndose esta resolución "contraria a tras que al calificar el robo y el daño por
la adoptada en casos anteriores", fue que su comisión en banda, el legislador argen-
la Cámara convocó a tribunal pleno. Con tino, desviándose de la doctrina tradicio-
anterioridad, aunque no uniformemente, nal, ha fundado la agravante en la mayor
se había llegado a la conclusión de que a alarma social y temor colectivo que pro-
los efectos de la calificación del robo, la voca la actuación criminal de individuos
asociación formada para cometer un de- asociados para delinquir W.
lito determinado, el complot, debía equi-
pararse a la destinada a la ejecución de (22) Es Finzi quien en la antes recordad»
nota constituye la excepción, pues piensa que los
delitos indeterminados, o sea la banda, arts. 186, 167 y 184, al referirse a la "banda", pre-
bastando para darse la calificante que en vén una circunstancia agravante que alude a U
la consumación del robo concurrieran tres forma de comisión del robo. Mientras que el ar-
21
o más personas ( ). tículo 210 reprime, en cambio, a quien forma
parte de una asociación o banda de tres personas
Es nuestra opinión, que el examen de los o más, destinada a cometer delitos, por el solo
precedentes inmediatos a base de los cua- hecho de ser miembro de la asociación. Observa
les se elaboró, y a que se remonta el origen Finzi que no es del todo exacto que el art. 210
haya querido defina- la banda, porque tiene mal
bien un sentido interpretativo, ya que aclara el
(16) Vid. Manzinl, t. 5, págs. 652-3. Senten- concepto de que comete también el delito de aso-
cia del Tribunal de Roma del 26 de octubre de ciación ilícita quien toma parte en una banda.
1923, in re Bordíga y otros, en Se. Posit., 1923, Su conclusión es que en los arts. 166, 167 y 184
2» parte, pág. 633; Soler, t. 4,1 pág. 645; Cám. la palabra banda —concurrencia en el hecho de
Crlm. Corr. Cap. Ped., J. A., t. 39, pág. 882. tres o máa personas— conserva su sentido tradi-
(17) J. A., t. 25. pág. 10. cional, no requiriendo por lo tanto la preexisten-
(18) "Será reprimido con prisión de quince cia de la asociación destinada a la comisión de
días a un año, el que formare parte de cualquier delitos, siendo suficiente la reunión accidental de
otra asociación con un fin ilícito". El art. 228 se los concurrentes.
refiere a la asociación ilícita. (23) Loe. ctt.
(19) Código penal, ed. oficial, págs. 200 y 458. (24) Código penal, ed. oficial, págs. 262 y 546.
(20) J. A., 1944-IV, pág. 423, con nota del doc- (25) Gómez, Tratado de Derecho penal, 1941,
tor Marcelo Finzi, contraria a la opinión de la t. 4, pág. 149.
mayoría del tribunal. (26) Núñez, H. C., Delitos contra la prople-
(21) Fallos, t. 2, págs. 384 y 391, entre otros. dad, pág. 230.
Si en virtud del acuerdo criminal se lle- temas de historia argentina, Ed. J. Maggi & Cía.,
ga a la perpetración de delitos por los aso- Villa María, 1938, págs. 7 y sigs. — Anastasi, L.,
su nota en Jurisprudencia Argentina, t. 35, pág. 9.
ciados, los hechos cometidos concurren — pinzl, M., "La banda como agravante del robo
materialmente con el de asociación ilícita, y del daño" (arts. 166, inc. 2'; 167, Inc. 2», y
que constituyendo un delito per se, con- 184, Inc. 4«, Cód. pen. arg.), en Jurisprudencia
Argentina, 1944-IV, pág. 423; etc.
serva también su Independencia cuando
califica al robo y al daño ( 2T ). ASOCIACIONES PROFESIONALES.* SU-
Como ejemplo de asociación ilícita que MARIO: Capitulo I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
llegó a ser en nuestro país grave causa de 1. El espíritu de asociación. 2. El clan. 3. Los
intranquilidad colectiva, debe citarse la gremios y las corporaciones de oficios. 4. Con-
Mafia, que culminó en el tristemente céle- secuencias de la Revolución francesa. 6. Di-
ferencias entre las corporaciones de oficios
bre secuestro y homicidio de Abel Ayerza. y las asociaciones profesionales. — Capitu-
Del contenido del proceso incoado por lo 11. DEFINICIÓN y FINES. 6. Distinción en-
este hecho, resultó acreditado que se tra- tre asociaciones, sociedad y sindicato. 7. De-
finición y concepto de asociación profesio-
taba de una derivación de la Mafia sici- nal. 8. Finalidad sindical. 9. Limitación de
liana, que trasplantada de Italia, encontró los fines sindicales. — Capítulo III. NATU-
aquí, en cierto momento, campo apropia- RALEZA JURÍDICA. 10. Sociedad, asociación y
do para sus actividades, llegando a un alto sindicato. 11. Personas moral«s y Jurídicas.
12. Teorías diversas sobre la personalidad
grado de organización jerárquica y opera- Jurídica y moral. 13. Las corporaciones co-
tiva («). mo sujetos de Derecho público. — Capítu-
lo IV. LIBERTAD DE ASOCIACIÓN. 14. Tendencia
JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas. natural a la asociación. 15. El derecho de
reunión y la libertad de asociación. 16. Li-
BIBLIOGRAFÍA. — Chauveau y Hélle, Theorie de bertades de coalición, trabajo y asociación.
Code penal, t. 3, pág. 267, París, 1873. — Ga- 17. Libertad de asociación. 18. La asociación
mma, E., Traite theorique et pratique ¿tu Droit libre y la asociación compulsiva. 19. Limi-
penal /roncáis, t. 4, págs. 78 y slgs., Ed. Larose et tación de la libertad sindical. 20. Limitacio-
Foroel, París, 1801. — Ooyet, F, Preda de Droit nes por razón de orden público. 21. Reno-
final special, 3» ed. pág. 171, Páris, 1937. — Ca- vación de ¡a tendencia corporativa. 22. Ten-
rrera, P., Programma del corso di Dirítto crimi- dencia al monopolio sindical. 23. La sindi-
nóle, 11» ed., 1924, pág. 146, | 2094 y 3039, cación obligatoria. 24. La libertad de aso-
nota 1, — "L'&seoclazlone a dellnquere secondo ción en Hispanoamérica. 25. La libertad de
l'abollto Códice toscano", en Enciclopedia Giuri- asociación en el plano internacional. — Ca-
áica Italiana, de Mandril, vol. 1, 4» parte, pág. 1114. pitulo V. TEOR!A Y CONTENIDO DEL SINDICA-
— OaróíaJo, R., "Associazione per delinquere", en LISMO. 26. Los sindicatos y la acción política.
Enciclopedia Giurídica Italiana, de Mancini, vo- 27. Intereses políticos e intereses profesio-
lumen 1, 4» parte, pág. 1111. — Buhéis, R. de, nales en los sindicatos. 28, El sindicalismo,
"DelTassociazlone per dellnquere", en Enciclope- 29. La doctrina de la Iglesia. — Capitulo Vf.
dia Festina, vol. 7, pág. 1022. — Crivellarl-Suman, DIVERSOS REGÍMENES SINDICALES. 30. Tenden-
11 Códice pénale per il regno d'ltalia, vol. 7, pá- cias diversas. 31. El régimen sindical ar-
ginas 33 y sigs. — Manzini, V., Trattaío di Diritto gentino. 32. El movimiento sindical en His-
pénale italiano, ed. 1926, t. 5, págs. 647 y sigs.— panoamérica. — Copííiíío Vil. CLASES DE
Zerboglio, A., Delitti contra l'ordine publico, etc., SINDICATOS. 33. Clasificación general. 34. Di-
pág. 61. — Sforza, U., "Associazione di malíattori versas clases de sindicatos en la legislación
o per delinquere", en Digesto Italiano, vol. 4, positiva. 35. Sindicatos de oficios varios y
2i parte. — Ferri, E., La lotta contra la Mafia in mixtos de patronos y trabajadores. 36. Fe-
Sicilia, Be. Pos., 1928, 1' parte pág. 289. — Man- deraciones y confederaciones de sindicatos.
cl,, P., /! problema della delinquenea in. Sicilia, 37. Otras clases de asociaciones de patronos
Be. Pos., 1828, 1» parte, pág. 389. — Salenno, N., y trabajadores. 38. Sindicatos agrícolas.
Cancano delittuoso e associasione a delinquere, 39. Los sindicatos agrícolas en la legisla-
Se. Pos., 1930, 1» parte, pág. 52, — Puglia, O. M,, ción comparada. 40. Los funcionarios pú-
11 mafioio non é un associato per delinquere, blicos y el derecho de sindicación. 41. Agre-
Se. Pos., 1930, 1» parte, pág. 452. — Rivarola, R., miación de las profesiones liberales. — Capí-
Derecho penal argentino, Parte general, pág. 544. tulo VIII. DERECHOS Y OBLIGACIONES. I. CA-
— Moreno, R. (h.), El Código penal y sus aittece- PACIDAD SINDICAL. 42. Calidad de sujeto de
áentes, 1923, t. 5, n» 131, y t. 6, nos 165 y 247. — las asociaciones profesionales. 43. Trabaja-
Malagarriga, C., Código penal argentino, ed. 1927, dores menores de edad. 44. Mujeres trabaja-
t 2, pág. 352, y t. 3, pág. 73. — González Rou- doras. 45. Trabajadores extranjeros. 46. Pa-
ra, O., Derecho penal, 2» ed. 1826, t. 3, nos. 165 tronos. 47. Incapacidad para formar parte
y 347. — Diaz, E., £1 Código penal, 3» ed. 1928, de un sindicato. II. DERECHOS Y OBLIGACIO-
págs. 322 y 398. — Peco, 3., La reforma penal en NES DE LOS SINDICATOS. 48. Capacidad del
el Senado de 1933, págs. 523 y 542. — Soler, S., Dere- sindicato. 49. Capacidad contractual. 50. De-
cho penal argentino, 1846, t. 4, págs. 283 y sigs. y recho a comparecer en justicia. 51. Poderes
641 y sigs. — Gómez, E., Tratado de Derecho penal de los sindicatos. 52. Derechos de los sindi-
t. 4, pág. 149. — Oderígo, M. A., Código penal ano- catos. 53. Poder normativo de los sindica-
tído, 2» ed. 1946, págs. 233 y 318. — Núfiez, R. C., tos. 54. Participación en huelgas y "lock-
Delitos contra la propiedad, 1951, pág. 228.— outs". 55. Obligaciones de los sindicatos.
Núfiez, J. M., Tres casos de Derecho penal y dos III. DERECHOS Y DEBERES DE LOS ASOCIADOS.
56. El titulo de asociado. 57. Cláusula de
(27) Oír. Soler, t. 4, pég. 285; Núfiez, R. C., ex ilusión. 58. Derechos y deberes de los
op. cit., pégs. 282-3. asociados. 59. Derechos sindicales. 60. Po-
(28) Vid. Núfiez, J. M., Tres casos de Derecho
fenol y dos temas de historia argentina Ed J
teggi & Cía., Villa María, 1938. • Por el Dr. GUILLERMO CABANELLAS.
der disciplinarlo. 61. Causales de expulsión. ras, en las cuales la fuerza no es menos
Capítulo IX. ESTATUTOS, PATRIMONIO Y DISO- real porque sea menos aparente, y en las
LUCIÓN DE LAS ASOCIACIONES PROFESIONALES.
I. FORMACIÓN Y ESTATUTOS DE LOS SINDICATOS. que las diversas relaciones, bien observa-
62. Trámites previos. 63. El acto constituti- das, constituyen el verdadero conocimien-
vo. 64. Requisitos esenciales. 65. Estatutos. to de las costumbres. Todas esas asociacio-
68. Contenido de los estatutos. 67. Inscrip-
ción. II. ÓRGANOS DE LOS SINDICATOS. 68. No- nes, tácitas o formales, son las que modi-
ciones generales. 69. Asambleas. 70. Juntas fican, de tantas maneras, mediante su in-
directivas. 71- Los diversos cargos directi- flujo, las expresiones de la voluntad pú-
vos. 72. Responsabilidad por gestión. 73. Le- blica" (3).
gislación nacional. III. PATRIMONIO. 74. No-
ciones generales. 75. Formación del patri- Son pues, diferentes tendencias asocia-
monio. 76. Administración, gastos, garan- tivas que dan origen a sociedades de di-
tías, rendición de cuentas. IV. DISOLUCIÓN versas dimensiones y de distinta especie;
Y LIQUIDACIÓN DE LAS ASOCIACIONES PROFESIO-
NALES. 77. Nociones generales. 78. Causas la máxima expresión de tal tendencia, co-
de disolución. 79. Autoridad competente. mo se ha dicho, la constituye la colectivi-
80. Liquidación. 81. Destino de los fondos dad estatal (*). Sean de un tipo u otro, en
sociales. todas las comunidades los individuos se
Capítulo primero unen para la realización de un fin común,
con la tendencia firmemente impresa por
ANTECEDENTES HISTÓRICOS un esfuerzo colectivo que proporciona ma-
1. El espíritu de asociación yores posibilidades de triunfo. La asocia-
ción constituye, pues, un resorte del di-
La vida humana se caracteriza por un namismo de los seres humanos en su ca-
definido espíritu de asociación. Cada una mino incesante hacia el progreso, en ese
de las necesidades que el hombre tiene, avance constante que la humanidad sigue
hace posible una forma diferente; y des- hasta la implantación de sus ideales ( B );
de la más simple, la reproducción de la pero es, al mismo tiempo, "un fenómeno
especie, hasta las más complicadas de la que aparece en provecho del individuo, un
existencia moderna, todas integran varie- medio natural destinado a protegerlo y
dades de asociación; son tantas como ne- desarrollarlo; porque merced a ella los su-
cesidades humanas surjan, cuyas finalida- jetos acrecen sus fuerzas, las amplifican
des cumplen. La familia, la tribu, la igle- en virtud del concurso que le aporta la ac-
sia, el municipio, el Estado, constituyen es- ción de otros hombres. En todos los órde-
pecies diversas de asociación; así, la socie- nes, el individuo extrae de la asociación
dad aparece como inseparable de la huma- el beneficio que comporta el crecimiento
nidad (i). de la propia personalidad, porque todo su-
Antokoletz señala que desde los tiempos jeto puede ser parte de un grupo con tal
más remotos los hombres se agruparon en que adopte su programa" («).
clanes, tribus, gens, familias. Dentro de la
colectividad se formaron castas, órdenes, 2. El clan
colegios y otras agrupaciones sociales que Si la familia es unidad orgánica creada
adoptaron formas religiosas, semirreligio- por la propia naturaleza, evidentemente el
sas o semipolíticas ( 2 ). Entre esas agrupa- primer tipo de sociedad ha de tener su ori-
ciones destaca sobre todas el Estado, el gen en aquélla. Este primer tipo de socie-
cual, como afirma Rousseau, nace de un dad, cuya existencia aparece probada ya
contrato social. En su "Discurso sobre la desde la prehistoria, es el clan. De ese tipo
Economía Política", el filósofo ginebrino de sociedad habrán de derivar otros distin-
señaló: "Toda sociedad política está com- tos, origen de la sociedad actual. Pero ¿qué
puesta de otras sociedades más pequeñas es el clan? Para Renard, el clan está com-
y de diferentes especies, cada una de las puesto por seres que reconocen un ante-
cuales tiene sus intereses y sus máximas; pasado común. "Es la familia agrandada,
pero estas sociedades, que todos advierten, prolongada. Supone que comprende, no so-
porque tienen una forma exterior y auto- lamente una pareja inicial y sus hijos, sino
rizada, no son las únicas que realmente los hijos casados y sus retoños; que llega
existen en el Estado; todos los particulares así a contener dos o tres generaciones uni-
a quienes un interés común reúne compo- das por la comunidad de sangre, y, ade-
nen otras varias, permanentes o pasaje-
(3) V. también Rousseau, El contrato social
(1) Oír. Nuevo Digesto Italiano, artículo Asso- donde asimismo sostiene tesis semejante.
ciazioni (Diritto civile), t. 1, paga. 1035 y sigs. La (4) Nuevo Dlgesto .Italiano, t. 1, pág. 1018.
bibliografía especializada sobre esta materia es (5) Cfr. R. Moreno, Las personas en el Dere-
mencionada en las notas. cho civil comparado, pág. 9, Madrid, 1911.
(2) Tratado cíe legislación del trabajo, t. 2. (6) Páez, El Derecho de las asociaciones. • Áio
pág. 748, Bs. Aires, 1941. (•¡aciones civiles, pág. 13, Bs. Aires. 1940.
más, miembros adoptivos que pueden ser del mismo oficio que estaban sujetas a re-
clientes que buscan una protección o es- glas comunes. Junto a la corporación exis-
clavos que fueron en principio prisione- tía, generalmente, en Francia y en Espa-
ros de guerra. Entonces se convierte en el ña, el jurado y la cofradía. El jurado era
clan, en un grupo estrechamente solidario, la corporación funcionando con jurisdic-
homogéneo, igualitario, hasta el punto que ción disciplinaria; o tenía por misión vi-
no solamente está prohibido matar o herir gilar a sus miembros y asegurar la aplica-
a alguien perteneciente al grupo, sino que ción de íos reglamentos sobre el aprendi-
toda Injuria hecha a uno de sus7 miem- zaje, fabricación y venta. La cofradía solía
bros debe ser vengada por todos" ( ). ocuparse de obras de caridad: doblábase
La aparición de la propiedad rural tien- así casi siempre la corporación mediante
de a sustituir el clan por otra organización una cofradía religiosa, colocada bajo la ad-
distinta, y la base de la sociedad cambia vocación del santo patrono del oficio í11).
inesperadamente. "En lugar de la comu- El régimen corporativo, con sus privilegios,
nidad de sangre, es la comunidad de do- estaba fuertemente arraigado; y tanto es
micilio y de intereses la que une a los hom- así que, cuando Turgot decidió su supre-
bres. Así se formaron, en el antiguo Egip- sión, las corporaciones se alzaron elevan-
to, los distritos llamados nomos; así fue- do al rey memorias en defensa de sus in-
ron creados en el Ática los acmés; así, en tereses ( 12 ). La Ley Chapelier, del 14-17 de
el Perú de los Incas, se puede comprobar junio de 1791, que abolió las corporaciones
la coexistencia de los dos sistemas. El clan, de oficios; expresaba en su preámbulo: "De-
desprovisto de su poderío, se reduce, lenta- be, sin duda, permitirse a los ciudadanos
mente, a no ser más que una piadosa co- de un mismo oficio o profesión celebrar
fradía que honra a los mismos antepasa- asambleas, pero no se les debe permitir
dos" ("). que el objetivo de esas asambleas sea la
La base del Estado, en los primeros tiem- defensa de sus pretendidos intereses comu-
pos de Grecia y Roma, son agrupaciones nes; no existen corporaciones en el Esta-
u organismos de carácter social y político, do y no hay más interés que el particular
conocidos con el nombre de gens. de cada individuo y el general; no puede
permitirse a nadie que inspire a los ciu-
3. los gremios y corporaciones dadanos la creencia en un interés inter-
de oficios medio que separe a los hombres de la cosa
Los antiguos collegia, gildas y corpora- pública por un espíritu de corporación".
ciones de oficios, son antecedentes obliga- La Ley Chapelier prohibía tanto la aso-
dos de los modernos sindicatos, formas de ciación como la coalición í 13 ), y el rigor
asociaciones que constituyeron base sufi- de 14los términos en que estaba concebi-
ciente para el desarrollo del trabajo. da ( ) revela la preocupación de una épo-
Las corporaciones de oficios sufren vici- ca en que el concepto de libertad se debía
situdes diversas, pero sus bases más defi- cimentar en el más crudo individualismo.
nidas han sido: a) la estructura Jerárqui- Tal propósito, para desarrollarse, tenía
ca, o) el monopolio del gremio, c) la re- que vencer, y venció, múltiples dificulta-
gulación de la capacidad productiva, d) la des. La más grave de todas, era la sanción
regulación de la técnica de la producción. legal, que en Francia, modelo en esto de
Esas bases permitieron que el trabajador la mayor parte de los países europeos, está
gozara de una situación quizás muy supe- incluida entre las prescripciones de la ley
rior a la que tiene hoy en día (»), aun del 14 de agosto de 1791, la cual determi-
cuando fuera a costa de perder gran par- naba: "Siendo una de las bases de la Cons-
te de su libertad. El carácter de asocia- titución francesa la anulación de toda es-
ción voluntaria que en sus comienzos ofre- pecie de corporaciones de un mismo esta-
cieron las corporaciones fue perdiéndose do y profesión, se prohibe restablecerlas
al instaurarse un sistema exclusivista que con cualquier pretexto y en ninguna for-
obligaba a cuantos quisieran ejercer un ofi- ma que sea... los ciudadanos de un mls-
cio a inscribirse en el gremio ( 10 ).
La corporación era la reunión de gentes (11) Perrette, Manuel de législatíon industrie-
lie, 2i eá., pág, 19, París, 1913.
(7) Ob. clt. y también Nardl-Grfico, Sociología (12) Perrette, ob. clt., págs. 35 y 36.
jurídica, Bs. Aires, 1949. (13) Cfr. Capltant y Cuche, CUTÍ de législation
(8) Ibidem. industríele. 2' ed., pág. 95. París, 1921.
(9) Cír. Jay, La protección legal de los traba- (14) Dice el art. 1« de la referida ley: Siendo
jadores, pág. 181, Madrid, 1905;, y Mahalm, Etudes la anulación de toda especie de corporaciones d«
tur l'association professionelle, pág. 50, Bruse- los ciudadanos del mismo estado y profesión una
las, s/f. de las bases fundamentales de la Constitución
(10) Cfr. Balella. Lecciones de legislación del francesa, queda prohibido restablecerlas de he-
traba/o, págs. 23 y 24, Madrid, 1933. cho, bajo cualquier pretexto y forma que fuera".
ir.o estado y profesión, ¡os contratistas, los que imponían unilateralmente la ley del
que tienen tienda abierta, los obreros y trabajo, la masa obrera dividida, todo, en
demás de un arte u oficio no podrán, cuan- suma, contribuía a que la libertad se con-
do se reúnan, nombrar presidente ni se- fundiera con el aislamiento; procedimien-
cretario, ni síndico, ni tener registro, ni to éste, a juicio de Bureau, el más seguro
tomar acuerdos o deliberaciones, ni formar para caer en la servidumbre; así la liber-
reglamentos sobre sus pretendidos intere- tad se transformó en negación de la auto-
ses comunes". Y concluía con una sanción nomía (1C>).
a los contraventores: "Si algunos ciudada- De ese estado de falsa libertad habrían
nos de una misma profesión, arte u oficio de derivar, como con acierto señala Ra-
tomasen acuerdos entre ellos tendientes a mírez Oronda, "las causas de la coalición
rechazar o fijar, de común concierto, un momentánea destinada a la acción direc-
precio determinado para prestar el concur- ta, primero, y al movimiento sindicalista,
so de sus industrias o de sus trabajos, las posteriormente, que tienden a la lucha con-
dichas deliberaciones y convenios serán de- . tra la injusticia. La unión hace la fuerza.
clarados anticonstitucionales, atentatorios a Esta es la máxima vieja y siempre nueva
la libertad y a la Declaración de los De- que formará parte del credo de los traba-
rechos del Hombre". jadores con conciencia de su potencial po-
A partir de esas prescripciones, el poder derío, y que se lanzarán a la conquista, pa-
absorbente del Estado se mostró celoso de cífica o violenta, de lo que creen su de-
sus prerrogativas. "La historia de los mo- recho" (").
vimientos sociales —dice Páez— da fe de Para combatir el atomismo de la clase
ello. La revolución de 1789 temió, desde el trabajadora surgen las asociaciones pro-
principio, la aproximación entre los asala- fesionales, y con sus cajas de resistencia,
riados, y la legislación que siguió a ese pro- su organización de carácter internacional
nunciamiento no tuvo por objeto solamen- y su acción revolucionaria e intransigente
te destruir las viejas corporaciones, des- constituyen un valladar que se opone para
acreditadas por sus abusos y exclusivismos, la acción conjunta o aislada de los patro-
sino que tendió a prohibir, en nombre de nos. Pero esta acción no se desarrolla sino
aquellos prejuicios, la asociación en sí, que en forma lenta, continua, que es como en
no ha de legalizarse sino en nuestros días, sus movimientos actúan las multitudes. Co-
después de haber suscitado, bajo todos los mo señala Contenson, "por el momento co-
regímenes políticos, una gran desconfian- mienzan solamente a tener conciencia de
za. Este temor, inspirado por la asociación su fuerza, pero no saben todavía exacta-
obrera, aun en la época contemporánea, mente el uso que de ella les conviene ha-
ha hecho reducir paralelamente la consa- cer" («). Para lograr esa fuerza es nece-,
gración, en provecho de la asociación pro- sario "un factor psicológico en la vida pú-
fesional, de la libertad que esta última de- blica, que es el espíritu y conciencia del
bía aprovechar, y que a veces ha sido cer- clase" O»), espíritu que alienta unas ve-
cenada" (i») . ces en el ataque y otras en la defensa, y]
que se concreta en las asociaciones profe-j
4. Consecuencias de la Revolución sionales.
Francesa Otra circunstancia que ha contribuido i
La reacción contra los gremios tenía que poderosamente a combatir el atomismo de]
ser, como hemos visto, exagerada: de un la clase trabajadora y que ha favorecido*
sistema monopolizador, regido sistemática las coaliciones obreras consiste en la con-
y minuciosamente por reglas precisas, se centración, base de la sociedad actual: con-
pasó a otro caracterizado por el más vio- centración de capitales, de mercados, de po-
lento individualismo, por un culto Incom- blaciones, de trabajo; o concentración de
prensible de la libertad, en todos los ór- los individuos en sindicatos, y de éstos en
denes de la vida social, política y econó- federaciones.
mica. Fue esa la consecuencia más nota- Todos estos elementos, condiciones y fac-
ble de la Revolución, la cual, como afirma tores han facilitado el desarrollo de un
Renán, no dejó a su paso más que un gi- derecho de sindicación, de accidentado
gante: el Estado; y millones de enanos: los desenvolvimiento. Las medidas de represión
individuos. Triunfaba plenamente el tipo (16) El contrato colectivo de trabajo, pág. S1T.
de Estado-gendarme Madrid, 1904.
El culto exagerado a la libertad, un Es- (17) Derecho del trabajo, 2» ed., pág. 372, Bs.
tado que desarrollaba funciones de bene- Aires, 1040.
(18) Syndicats, mutuantes, retraités, pág. 9,
ficencia sin prevenir los males, patronos París, 1904.
(19) Gallart Polch, Derecho español del traba-
(15) Ob.-clt., págs. 17 y 18. jo, pág. 118, Barcelona, 1938.
subsisten en algunos países, quizás debido de el capital, creador y organizador de la
a los problemas que en su evolución efec- gran industria, no tiene límites en su am-
tiva plantean las asociaciones profesiona- plio desarrollo. Los gremios no mueren por
les y por ser, además, premisa obligada del efecto de una disposición legal que los su-
derecho de asociación el de huelga, no bien prima, sino por el convencimiento de re-
visto por quienes pretenden estructurar la sultar innecesarios y perjudiciales, y por-
realidad social en la armonía de una cola- que carecen de utilidad. Las asociaciones
boración dentro del Estado y al servicio de profesionales nacen, se consolidan y crecen
éste, desconociendo que a ese derecho de por una necesidad hondamente sentida, y
sindicación le sirve de base una pugna los obreros cierran sus filas para defender
real materializada en la necesidad de su- sus intereses frente a otra agrupación de
primir, por la acción colectiva de los gru- hecho: la del capital.
pos, la ley de la oferta y de la demanda Para combatir los efectos de la nueva
en el trabajo o, por lo menos, disminuir industria se creó un sistema sindical tam-
los efectos de esa realidad social, que re- bién diverso del de los antiguos gremios,
sulta imposible ignorar. La realidad sindi- los cuales no se enfrentaban sino con ne-
cal tiene efectividad desde el momento en cesidades puramente profesionales; mien-
que la industria se desenvuelve y concen- tras los actuales sindicatos tienen como
tra, cuando la población obrera aumenta principal problema la defensa de intereses
y se aglomera en las fábricas, a partir del totales, de carácter profesional y econó-
día en que la ascención al patronato se mico. Las asociaciones que en todo tiem-
torna imposible para los trabajadores (20) po han existido, no tienen otra relación
y esta realidad muestra distinta visión se- con los actuales sindicatos que la de ser
gún que las asociaciones sean patronales éstos también una combinación de indi-
u obreras. Estas últimas, que tienen una vidualidades tendientes a una finalidad. El
finalidad defensiva de intereses profesio- sindicato moderno, producto o hijo de la
nales, son las primeras que surgen. Los pa- gran industria, ha nacido, como ésta, en
tronos, que unílateralmente fijaban las una etapa muy próxima a nosotros.
condiciones de trabajo, se encontraron de A pesar de la clara diferencia entre las
pronto frente a una fuerza insospechada: corporaciones de artesanos y las actuales
la que la organización de los trabajadores asociaciones profesionales, hay quienes in-
daba a sus subordinados. Los ukases dicta- sisten en encontrar en aquéllas los antece-
dos por los dueños de fábrica comenzaron dentes de éstas. Desde luego, las corpora-
a ser discutidos, y la solidaridad obrera ciones han significado una organización
pudo más —hasta cierto punto— que las laboral y, por ende, pueden confundirse al-
individualidades que usufructuaban la di- gunos de sus fines con los de los sindica-
rección de la industria y del comercio. Los tos modernos; pero difieren esencialmente
empresarios formaron entonces efectivas una y otra organización social, la de en-
coaliciones, y surgieron los primeros sindi- tonces y la de ahora, por ser distintos los
catos de patronos que, en esa forma, y en problemas y diversas sus causas. Los gre-
un plano de aparente igualdad, enfrenta- mios constituían organizaciones de traba-
ban sus intereses con los de los trabajado- jo integradas por patronos y obreros y, al
res. Así, el sindicalismo patronal se produ- mismo tiempo, cofradías religiosas; los ac-
ce como un movimiento de defensa contra tuales sindicatos son independientes, como
el sindicalismo obrero. norma, de todo orden confesional, no agru-
pan en su seno más que a obreros o a pa-
5. Diferencias entre las corporaciones de tronos, pues los sindicatos mixtos forman
oficios y las asociaciones profesionales la excepción que confirma la regla. Esa di-
El Edicto de Turgot y luego la Ley Cha- ferencia se acentúa ante la existencia de
pelier de 1791, que prohibió las asociacio- nuevos problemas cuyo origen está en el
nes en Francia, abren un paréntesis que nacimiento de la gran burguesía, en la fa-
permite establecer una diferencia precisa bricación en serie, en la división entre ca-
entre los actuales sindicatos y la añeja con- pital y mano de obra y en el carácter es-
cepción corporativa. Los problemas que se trictamente profesional de las asociaciones,
debaten son distintos. Durante este parén- donde cada uno de los asociados tiene los
tesis llega a su cénit la Revolución Indus- mismos derechos e idénticas obligaciones.
trial y continúan progresando el maquinls- Los gremios eran instituciones de mono-
mo y la técnica. Pasamos así de una etapa polio encaminadas a restringir el ejercicio
en la que los gremios constituían un privi- de la profesión: las asociaciones profesio-
legio de clase —los maestros— a otra don- nales presentan, por el contrario, un ca-
rácter defensivo de intereses, que no en-
(20) Capitant y Cuche, ob, cit., pég. 94. frentan normalmente a los trabajadores en-
tre sí, sino que actúan únicamente para presenta rasgos comunes, son específica-
combatir los privilegios del capital. La or- mente disímiles".
ganización corporativa fue contraria a la La teoría clásica consagra la distinción
libertad de trabajo: los sindicatos tratan estableciendo que las sociedades son per-
de reconocer esta libertad, pero reglamen- sonas jurídicas que persiguen un propó-
tada en el propio beneficio de los trabaja- sito de lucro, y, por tanto, egoístas; mien-
dores. Pero donde la diferencia resulta más tras que las asociaciones carecen de esa
precisa es en el carácter que revisten unas finalidad y se caracterizan por el altruis-
y otras organizaciones: los gremios fue- mo. Pero, como señala Tabeada, "por la
ron instituciones nacidas de un orden pro- ambigüedad y sutileza de tal diferencia-
fesional, mientras que las actuales asocia- ción, la doctrina jurídica contemporánea
ciones profesionales revisten una finalidad la ha desestimado, atenta a que es muy
de clase, tendiente a dar a los trabajado- difícil, si no imposible, descubrir el ele-
res, y en su caso a los patronos, la idea mento diferencial y la clara y exacta de-
de solidaridad en la defensa de sus inte- marcación de las finalidades perseguidas
reses frente a otras fuerzas con ellos en por ambas entidades, en las infinitas y
pugna. complejas manifestaciones económicas de
Por otra parte, las funciones, facultades la vida moderna". Y más adelante agrega:
y competencia de los antiguos gremios se "En el Derecho moderno se busca y explica
dividieron; los sindicatos sólo ejercen una su diferenciación, apreciando los elementos
parte de aquellas facultades y funciones. esenciales que, generalmente, se computan
Su competencia se encuentra determinada para distinguirlas, los que, en último aná-
por el cuadro profesional, el cual se ha lisis, pueden reducirse o concretarse en la
hecho más complejo conforme se ha pro- aifectio societatis del Derecho romano, o
ducido una mayor división del trabajo por espíritu de colaboración activa en el con-
la aparición de nuevos oficios y profesio- cepto de Thaller; es decir, que cuando el
nes y la multiplicación de los existentes. ente colectivo de que se trata se caracte-
En otro aspecto, las funciones de asisten- riza por la variabilidad de los miembros
cia han desaparecido casi de los actuales individuales que lo constituyen, por la
sindicatos así como lo referente al culto desvinculación de unos y la incorporación
religioso. En cuanto a la organización del de otros, estaremos en presencia de una
trabajo profesional, subsiste sólo como un asociación o corporación; si, por el con-
recuerdo del pasado, cual ocurre en Fran- trario, el ente colectivo se hallare for-
cia, con las llamadas Chambres de mé- mado por personas unidas en función de
tiers, o con los colegios profesionales en la confianza recíproca y de la mutua es-
España. timación de las cualidades individuales
de sus miembros, tendríamos una socie-
Capitulo II dad".
Hauriou declara que la asociación es un
DEFINICIÓN Y FINES grupo de hombres obrando en común de
6. Distinción entre asociación, socie- un modo permanente. La asociación, por
dad y sindicato tanto, al contrario de la sociedad, como
bien se ha dicho, se particulariza por un
Conviene aclarar que decir sindicato no elemento de estabilidad: la permanencia
equivale a referirnos a organización profe- del grupo. Los asociados, indica Páez, de-
sional de trabajadores. El sindicato no es ben poner en común, de un modo perma-
sino el denominador que recibe la asocia- nente, su actividad. En la sociedad, en
ción profesional; puede, indistintamente, cambio, no es así. Los grupos temporales •
estar integrada por obreros o por patronos, no pueden considerarse como asociaciones,
o por obreros y patronos conjuntamente. en el verdadero sentido jurídico de la pa-
Por otra parte, con Páez, podemos decir labra (21).
que la "sinonimia asignada a las palabras La ley 1*, título X, Partida V, definía
asociación y sociedad es aparente, al menos la sociedad como un contrato consensúa!
en el Derecho aplicado. Los juristas oponen celebrado entre dos o más personas, que
la asociación a la sociedad; y, así, la pri- ponen en común sus bienes e industrias,
mera se ha empleado para designar los o alguna de esas cosas, con objeto de lo-
g;upos formados sin fin lucrativo, reser- grar algún lucro. El codificador argentino
vándose la segunda para aquellos que tie- también señaló que la sociedad persigue,
nen por objeto la realización de beneficios como fin principal, alguna utilidad apre-
pecuniarios. Así, ha venido a oponerse la ciable en dinero que los socios dividirán
asociación a la sociedad, y a formarse dos
figuras de contextura diferente que, si bien (21) Ob. cit., pág. 43.
entre sí. El Código de Comercio de la Re- 1920, modificadora del artículo 6° de la
pública Argentina, en su artículo 282, de- ley del 21 de marzo de 1884 ( M ).
fine la compañía o sociedad mercantil Las diferencias más acentuadas entre las
como "un contrato por el cual dos o más asociaciones y los sindicatos son, de acuer-
personas se unen poniendo en común sus do con la legislación francesa, y siguiendo
bienes o industrias, o alguna de estas co- a Bry ( 2 1 ): a) basta un objetivo común
sas, para practicar actos de comercio, con para la asociación, que puede comprender
ánimo de partir el lucro que pueda resul- a personas de toda condición y profesión:
tar". el sindicato debe ser homogéneo; b) el
Hasta ahora hemos tratado de caracteri- depósito de los estatutos en la alcaldía,
zar la sociedad, tanto civil como mercan- exigido para los sindicatos, no se requiere,
til, por el fin de lucro perseguido por las sino en casos muy excepcionales, para las
partes; excluyendo dicho fin pecuniario asociaciones; c) es la ley la que determina
es como el legislador francés llega a con- la esfera de actividad de los sindicatos;
cretar la asociación. Así, el artículo 1° de son los estatutos los que indican la activi-
la ley francesa del 1° de julio de 1901, dad de la asociación; d) el sindicato puede
define la asociación como "la convención recibir donaciones y legados: la asociación
por la cual dos o más personas ponen en no puede aceptarlos, salvo estar reconocida
común de un modo permanente sus co- como establecimiento de utilidad pública;
nocimientos o su actividad con fin distinto e) la acción sindical puede ejercerse para
al de repartir los beneficios" ( 22 ). Páez, asegurar la defensa de los intereses co-
por su parte, da la siguiente definición: lectivos de la profesión; no cabe ejercitar
"Es todo grupo organizado en vista de la acción colectiva de la asociación sino
servir los intereses o los fines comunes de cuando los intereses comunes de la agru-
aquellos que se han adherido a la Idea en pación han sido perjudicados.
cuya virtud el grupo fue formado". La asociación constituye el género; el
Las anteriores definiciones nos sirven sindicato, la especie. Todo sindicato es una
para tener una idea de las diferencias sen- asociación cuya finalidad particular con-
sibles que hay entre sociedad y asociación. siste en la defensa de los Intereses profe-
Los sindicatos, o asociaciones profesiona- sionales, no sólo en su aspecto económico,
les, son, dentro de ese cuadro, un tipo de sino" también moral. Cabe así decir que el
asociación formado por un conjunto de objeto de los sindicatos es "la defensa, el
voluntades coincidentes en obtener un estudio y la protección de los intereses
mejoramiento de clase y de las condicio- económicos y culturales del gremio y de
nes laborales. Conviene, así, reservar la los asociados".
denominación asociación profesional para Lo expuesto hasta aquí permite deducir
designar la unión de personas que ejercen la existencia de un derecho de asociación
una misma profesión, poseen Idénticos in- y de un derecho de sindicación, situación
tereses y se encuentran en igual necesidad bien definida por el legislador francés: por
de unirse a efectos de la defensa de sus la ley de 1901 se reconoce el derecho de
derechos. asociación; por la de 1884 se aceptan los
Entre las asociaciones voluntarlas dota- derechos de los sindicatos profesionales.
das de personalidad se encuentran las La primera crea un derecho común para
asociaciones sindicales y los sindicatos todas las personas jurídicas; mientras la
profesionales, distinción que aparece en segunda, anterior en el tiempo, origina un
Francia. Las primeras se encuentran for- derecho de excepción: el sindical, sola-
madas por propietarios y terratenientes, mente ejercítale por quienes pertenezcan a
para llevar a cabo ciertos trabajos de In- una categoría profesional, y con tal ca-
terés común, y gozan de personalidad rácter.
siempre que se trate de asociaciones sin- Ese derecho, que hemos llamado de
dicales libres. Las segundas, también en sindicación, debe ser reglamentado esta-
Francia, suelen constituirse mediante la talmente en forma distinta del relacionado
presentación, en la alcaldía, de los estatu- con el de las sociedades en general. Una
tos y de los nombres de los administrado- ley sobre asociaciones profesionales tiene
res. Tales sindicatos adquieren de pleno una extensión mayor de lo que a primera
derecho personalidad civil, que es comple- vista se supone. Así, aparte lo relativo
ta a partir de la ley del 12 de marzo de propiamente a su formación (fines, go-
bierno, existencia, capacidad y disolución
(22) La ley belga del 24 de mayo de 1921 de-
fine la asociación sin fin lucrativo "como aquella (23) Cfr. Planlol y Rlpert, Tratado práctico de
que no se dedica a operaciones Industriales o co- Derecho civil, t. 1, pág. 165. La Habana, 1940.
merciales, o que no busca procurar a sus miem- (24) Les lois du travail industriel, págs. 558
bros ganancia material". y 559, París, 1921.
de la entidad), debe regular las relaciones cionarios que se proponen, como obje-
jurídicas que nacen de los pactos colecti- to, la mejora de las condiciones de traba-
vos de condiciones de trabajo que ellas jo de sus miembros, aplicando para lograr-
pueden suscribir y de la reglamentación lo, entre otros procedimientos, en caso
de las condiciones de trabajo que les necesario, la abstención de trabajar" («).
compete, también está comprendido el En la legislación positiva, la ley chilena
derecho de huelga y el de lock-out, así del 8 de septiembre de 1924, en su artículo
como los sistemas de conciliación y arbi- 24, da la siguiente definición: "Entiéndese
traje, el "control" obrero y las medidas por sindicatos profesionales las asociacio-
represivas de los delitos que atacan la li- nes que se constituyen, de conformidad a
bertad de asociación. este título, entre empleados y obreros de
una misma profesión, industria o trabajo,
7. Definición y concepto de asociación o profesiones, industrias o trabajos simi-
profesional lares o conexos, con el fin de ocuparse ex-
La voz sindicato sirve para designar muy clusivamente del estudio, desarrollo y le-
diversas clases de asociaciones, con distin- gítima defensa de los intereses económicos
tas finalidades; y así existen sindicatos comunes de los asociados". Incurre en la
agrícolas, financieros, de producción, cré- misma falta, la de considerar el sindicato
dito, venta, etcétera. Pero conviene, como o asociación profesional como privativos
ya hemos señalado, reservar esta palabra de la clase obrera, el decreto del 2 de
para aquellas asociaciones cuyos integran- octubre de 1945, en vigor en la Argentina;
tes persiguen como fin la defensa de los su artículo 2"? considera tal al formado
intereses a la cual pertenecen sus miem- "por trabajadores manuales o intelectuales
bros. El fin del sindicato es lo que lo que desempeñen su actividad en una mis-
caracteriza; y tal objetivo, en los profe- ma profesión, industria, oficio u otros si-
sionales, consiste exclusivamente en el milares o conexos que se constituya para
robustecimiento de los intereses de la ca- la defensa de sus intereses profesionales".
tegoría frente a otros intereses opuestos. No incurre en tal parcialidad la ley fe-
Si, con Antoine, podemos definir el deral del Trabajo de México; en su artícu-
derecho de asociación como la facultad que lo 232 define al sindicato como "la aso-
tiene el hombre de unir sus fuerzas con ciación de trabajadores o patronos de una
las de sus semejantes, de una manera misma profesión, oficio o especialidad, o de
constante, con el objeto de2 realizar un fin profesiones, oficios o especialidades simi-
común, lícito y honesto ( 5), el derecho lares o conexos, constituida para el estu-
de sindicación se configurará cuando dicho dio, mejoramiento y defensa de sus inte-
objeto tenga carácter profesional; esto reses comunes".
es, como señala Sforza, cuando la aso- Omitiendo considerar otras definiciones
ciación voluntaria de personas se propon- de la legislación positiva comparada (**),
ga "desenvolver colectivamente una acción cabe examinar la caracterización del sin-
jurídica para la tutela de los intereses de dicato a través de dos distintas concep-
la categoría profesional a que pertene- ciones: la primera, la liberal clásica, puede
cen" W. Tal categoría profesional la de- expresarse con la definición de Ferrete, el
fine Bottai como "la agrupación ideal de cual concibe el sindicato profesional "como
todos los que cumplen una función idén- una asociación de personas que ejercen la
tica en un determinado proceso producti- misma profesión, y que tiene por objeto el
vo" (27) . estudio y la defensa de los intereses eco-
Hasta ahora hemos caracterizado el nómicos, comerciales industriales y agrico-
sindicato en el sentido de agrupación vo- (28) Compendio de política social, pág. 225,
luntaria de personas cuyo objetivo es la Barcelona, 1931.
defensa de los intereses profesionales, por (29) Cfr. las definiciones contenidas en lo»
lo cual pueden integrarlos tanto patronos arta. 2» de la ley argentina de asociaciones prole-
sionales; 99 de la Ley Gen. del Trab. de Solivia;
como obreros. Empero, ni en la doctrina 511 de la Consolio de las Leyes del Trab. del Bra-
ni en la legislación positiva tal aspecto sal; 1° de la Ley 83, de 1931, de Colombia; 269 del
ha sido admitido con unanimidad; y así, Cód. de Trab. de Costa Rica; 1» de la Ley de aso-
dentro de la teoría, Heyde expresa que elaciones de patronos y obreros, del 8 de abril de
1932, de España; 1» y 2' del lib. 3 del Cód del
se "llaman sindicatos las asociaciones Trab. de Francia; 206 del Cód. de Trab. de Gua-
profesionales de obreros, empleados o fun- temala; 232 de la Ley Fea. del Trab. de México;
276 del Cód. de Trab. de Panamá; 1» del De-
(25) Curso de economía social, t. 2, pág. 55, creto-ley 1.217, del 11 de noviembre de 1943, del
Madrid, s/f. Paraguay. Otras leyes y códigos de trabajo carac-
(26) Corso di Dirítto corporativo, pág. 95, Pa- terizan al sindicato, pero se abstienen de definirlo,
dua, 1935. como las legislaciones rusa, portuguesa, italiana,
(27) Ob. cit., pág. 54. etcétera.
las" ( 30 ); la segunda, estructurada en el sona jurídica, aparte las limitaciones im-
régimen corporativo se expresa en el con- puestas por la ley o por los estatutos, tiene
cepto de Bottai al concebir a las asocia- plena capacidad para realizar actos que
clones profesionales como "la unión de rebasen incluso los fines a ella asignados.
varias personas que perteneciendo a la "Compete, naturalmente, a la autoridad
misma categoría se unen con el fin de tutelar, donde su aprobación preventiva
desenvolver colectivamente una acción ju- sea requerida, la denegación del permiso
rídica para la tutela de sus intereses y para legalizar el acto, cuando reconozca
de los de la categoría". que éste traspasa los confines de la acti-
vidad de la persona jurídica en relación
8. Finalidad sindical a los fines".
Las asociaciones pueden tener fines idea- Mas para establecer las finalidades que
listas o de lucro y ser egoístas o altruistas. los sindicatos persiguen se requiere deter-
La asociación profesional persigue finali- minar las causas que impulsan su naci-
dades egoístas", fines que, además y como miento, pues, como dice Ruzo, los motiva
norma, son fijados por leyes de fondo en un sentimiento solidario de defensa. Y
forma expresa. Cualquiera entidad de pa- agrega el citado autor: "Es el medio más
tronos o trabajadores que se constituya eficaz, porque significa una organización
para dar cumplimiento a propósitos dis- seria de que se vale el elemento más débil
tintos de los expresados en la ley con- en la lucha por el reconocimiento de sus
figurará una actividad, pero no una derechos: son instituciones perfectamente
asociación profesional. Solamente las aso- regulares, organizadas sobre una base ra-
ciaciones de obreros y de patronos, cons- cional y que llevan en su acción la fuerza
tituidas para cumplir los fines establecidos imponderable de las uniones que obedecen
en las leyes sobre asociaciones profesiona- a un propósito levantado".
les, presentan el carácter de sindicatos. Además de ser medios de lucha, las aso-
Tales objetivos, como norma, son el estu- ciaciones profesionales representan una
dio, la defensa y la coordinación de los base de unidad y de colaboración, mucho
intereses profesionales. Si además de los más fácil de lograr por medio de la con-
propósitos indicados se incluyen otros, no junción que considerando aisladamente
por ello dejará el sindicato profesional de cada uno de los individuos. Ese aspecto es
tener el carácter que la ley le da; pues muy pocas veces reconocido en la defensa
los primeros son fines esenciales y los que se hace de los sindicatos. Los obreros
demás resultan accesorios, no previsibles y los patronos, concebidos aisladamente, no
en la mayoría de los casos por la ley. Esas representan más que sus intereses, normal-
tendencias accesorias no pueden, por otra mente impulsados por ese egoísmo ingénito
parte, oponerse a las principales que hayan en el ser humano. Enfocado colectivamente
sido expresadas en la ley o en los estatutos el problema, la situación cambia, pues el
de la entidad. Interés superior que el grupo representa
La determinación de los fines sindicales carece de los móviles que podrían impulsar
reviste singular importancia, ya que por o inspirar a cada una de las individualida-
ellos está limitada la capacidad de las des, y quedan tamizados por la acción co-
personas jurídicas. Como indica Bale- lectiva. Y mientras que el obrero Indivi-
lla ( i), en los Estados Unidos y en Ingla- dualmente considerado resulte más fácil de
3

terra, por ejemplo, está admitida la teoría llevar por un derrotero contrario a sus
vltra, vires, basándose en la cual una per- propios intereses, por encontrarse en la
sona jurídica puede obrar en cuanto ello necesidad de ganar un salario, en la unión
es necesario para la consecución de su fin: que forma dentro del sindicato logra una
los actos realizados fuera de ese círculo fuerza de resistencia que en definitiva lo
de vida son nulos. En Francia rige un sis- ampara. El capital, por el contrario, indi-
tema análogo, con el nombre de teoría de vidualizado en una o pocas manos, impone
la especialidad. En Italia prevalece, por el normalmente condiciones más onerosas que
contrario, la opinión según la cual la per- cuando el problema se plantea a través
de un grupo; porque entonces surgen sen-
(30) Manuel de législation ináustrlelle, pá- timientos de cooperación, humanitarios,
gina 466, París, 1913. Cfr. las definiciones de Ca- que tratan de lograr una compenetración
pitant y Cuche, Cours de législation industrielle, colectiva bien distinta a la individual. La
2t ed., págs. 102 y 103. París, 1S21; Bouast y Du-
rant, Precis de législation industrielle, 3, ed., Pa- gran evolución experimentada por el De-
rís. 1948, para quienes los sindicatos son asocia- recho de Trabajo y su tendencia a suavizar
ciones que tienen por objeto la defensa de los In- el problema social se logran precisamente
tereses profesionales.
(31) Lecciones de legislación del trabajo, pá- por la acción combinada de grupos.
gina 65, Madrid, 1933. Planteada en esa forma la cohesión de
la clase trabajadora y de la patronal, cada sindicatos, como una de sus funciones es-
una de ellas se traduce en sindicatos pro- pecíficas, intervienen en la elaboración
pios. Por tanto, el principal de los fines del Derecho de Trabajo; ya que son con-
perseguidos por las asociaciones profesio- sultados, o deben serlo, generalmente, an-
nales no es otro que el de regularizar el tes de la promulgación de las leyes refe-
mercado de trabajo, dirigir la mano de rentes a las relaciones derivadas de la
obra y establecer un precio justo y equita- actividad laboral, para obtener en esa for-
tivo para ésta. En esa finalidad coinciden ma información directa, mediante la opi-
con la acción del Estado, como se demues- nión de los núcleos representativos, sobre
tra por e j itervencionismo de éste en los problemas relativos al trabajo.
materia laboral. Ahora bien, si aquél cons- Participan también en la elaboración del
tituyera el único objetivo, la vida de los Derecho Laboral, por cuanto son, hasta
sindicatos tendría poca vitalidad una vez cierto punto, los creadores de los pactos
resuelto el primer y principal problema: colectivos de condiciones de trabajo, que
el de diluir los choques derivados de las constituyen, con la ley, decretos, usos,
relaciones contractuales entre patronos y costumbres y jurisprudencia, las fuentes
obreros. Pero subsisten otros propósitos, los principales de aquel Derecho. La inter-
de dignificar la profesión, proporcionarle vención de los sindicatos en los contratos
medios superiores de desenvolvimiento, me- colectivos de condiciones de trabajo y en
jorar la situación general y de las catego- la elaboración de las normas legislativas
rías profesionales y, en particular, la de que versan sobre las relaciones entre pa-
los, agremiados; y tender, por último, a que tronos y obreros está justificada por tra-
la producción se logre en forma armónica, tarse de partes interesadas. Eso no impide,
en virtud de la unidad que la preside. empero, el reconocimiento de que, surgida
Clasifica Unsaín las funciones de los la diferencia, pertenece a los sindicatos
sindicatos estableciendo en la siguiente aportar los elementos de juicio para lograr
forma las diversas manifestaciones que en el arbitraje, cuando la situación no puede
su desarrollo pueden darse: "a) vida in- resolverse por el mutuo acuerdo de las
terna del sindicato, que comprendería su partes o están en juego los intereses de
gestión interior, elección de autoridades, terceros, como en el caso del consumidor.
estatutos, administración de fondos, crea- Los sindicatos se proponen también in-
ción de cooperativas, cursos profesionales, tervenir, en forma directa a veces, e indi-
cajas de socorros, etcétera; b) relaciones recta otras, no sólo en la elaboración de
con los patronos, que admitirían una do- las normas legislativas que integran el
ble vía: (I), por los medios pacíficos (con- Derecho de los oficios, sino, asimismo, en
venciones colectivas, "control" obrero, par- la administración de la justicia del tra-
ticipación en los tribunales mixtos); (II), bajo; en este último caso, bien en los
por los medios de acción directa (huelga, tribunales o jurados mixtos, ya por meólo
boycot, etcétera); c) relaciones con las de jurados o por asesores, para los tribu-
autoridades administrativas- (derechos de nales de Derecho.
denuncia, intervención de los representan- Más difícil se presenta el problema, en
tes de los obreros en las condiciones de la realidad de los hechos, cuando se plan-
tarifas para la fijación del salario mínimo tea la participación de representantes de
o en la administración de las cajas de se- los sindicatos en los tribunales o jurados
guros sociales); d) relaciones con el poder mixtos del trabajo, lo cual toca a la esen-
judicial (el sindicato puede estar en jus- cia de tales organismos. El procedimiento
ticia) ; e) relaciones del sindicato en el ha sido objeto de fogosas polémicas, lle-
orden internacional. Actúa como conse- vadas en ocasiones al terreno de la vio-
cuencia de la organización permanente del lencia; pero no creemos que haya sido
trabajo prevista en el Tratado de Versalles resuelto el problema, ni siquiera en teoría,
y en las asociaciones o confederaciones y menos en la práctica.
existentes de índole internacional, que as- También los sindicatos quieren partici-
piran a obtener la unificación de los tra- par, y a veces lo consiguen, en las funciones
bajadores de todo el mundo" ( 32 ). inspectoras relacionadas con el cumpli-
Tres funciones principales desarrollan, miento de las leyes de trabajo.
con más o menos efectividad, los sindicatos También es misión esencial de los sindi-
profesionales; presentan, respectivamente, catos, para la cual se encuentra en in-
carácter legislativo o normativo, judicial mejorables condiciones, la de distribuir a
y de inspección. En primer término, los veces, principalmente en momentos de cri-
sis, la mano de obra. Como afirma García
(32) Legislación del trabajo, t. 2, pág. 170, Oviedo, "nadie como ellos conoce el mer-
Es. Aires, 1926-1928. cado del trabajo en su respectiva profesión
y pueden con;|3 más éxito acoplar el personal Ahora bien, cuando se expresa cuáles
excedente" ( ). Como colaboradores de los son los fines que persiguen los sindicatos,
organismos correspondientes, o por medio se menciona siempre la prohibición de
de las bolsas de trabajo, por los mismos desarrollar los de carácter lucrativo. Las
organizadas, los sindicatos están capaci- asociaciones profesionales pueden tener
tados para distribuir la mano de obra de objetivos de carácter económico; pero no
acuerdo con las necesidades de la industria han de traducirse en lucro para la entidad,
y el comercio; pero sin que tal misión por no constituir ése el móvil que deben
signifique suprimir en absoluto el derecho pretender, al no tratarse de entidades
que los empresarios o patronos tienen para mercantiles. Pero como son organismos
elegir, conforme a sus necesidades, la con vida propia, requieren medios econó-
mano de obra requerida por ellos. micos para su desenvolvimiento, los cuales
Pero la principal finalidad de los sindi- se obtienen para un solo fin: hacer que
catos es la de regular el trabajo en su la entidad pueda desarrollar con recursos
manifestación contractual. Los sindicatos privativos la acción necesaria para lograr
procuran, en todo caso, mejorar las con- los objetivos que se propone.
diciones de trabajo, y en esa forma, los La prohibición de los fines lucrativos no
contratos individuales que sus afiliados impide que la entidad adquiera fondos. El
subscriben están influidos por las conquis- sindicato puede percibir cuotas de sus
tas que la organización sindical ha obte- asociados y obtener otros beneficios, pero,
nido. Esa finalidad se une a la facultad, en su manifestación visible y directa, no
reconocida a los sindicatos en casi todas es ésa la finalidad propia y principal que
las legislaciones, de concertar pactos co- debe pretender, sino la defensa de los in-
lectivos de condiciones de trabajo. tereses económicos y profesionales de que
Aparte las finalidades reseñadas, las se trata.
asociaciones de patronos y de obreros Como se expresa en la obra de Planiol
sostienen con frecuencia escuelas de ense- y Ripert el principio de la especialidad
ñanza técnica y profesional; y funcionan, implica el que las personas morales no
en ocasiones, como cooperativas de pro- reciban derechos y no celebren actos sino
ducción, consumo y crédito. También se de conformidad con su objeto ( 35 ). Así,
empeñan en lograr mejores condiciones de una agrupación gremial no está autoriza-
vida, para lo cual constituyen fondos de da para realizar negocios como la compra-
reserva y realizan obras de asistencia mé- venta de inmuebles o actos de comercio
dica y social mediante sanatorios, servicios con fines lucrativos. Hay que tener presente
médicos y demás organizaciones adecuadas. la posibilidad de que, por acuerdo de los
Además, se preocupan de fomentar el integrantes, la entidad modifique el objeto
desarrollo cultural, mediante la creación de la misma; la extensión de los fines es
de bibliotecas, la edición de órganos pe- variable, pero siempre queda sometida la
riodísticos, conferencias, clases nocturnas asociación a la competencia preestableci-
y diurnas; y, por último, realizan eficaz da para el desarrollo de su función prin-
obra de solidaridad, al emprender el reme- cipal. Una asociación profesional, regla-
dio de magnos problemas sociales, tales mentada como tal, no puede pretender
como la defensa colectiva en momentos de realizar sino los actos necesarios para des-
crisis o de carestía de las subsistencias, u envolver eficazmente los propósitos pre-
orientando y normalizando situaciones di- viamente fijados en sus estatutos, que
fíciles, para resolver las cuales las aso- constituyen la ley a la cual deben some-
ciaciones profesionales prestan su concurr terse.
so de amplia colaboración. Capítulo III
NATURALEZA JURÍDICA
9. Limitación de los fines sindicales
10. Sociedad, asociación y sindicato
Resumiendo lo dicho hasta aquí, cabe
concluir que el objeto exclusivo de los Muchos de los elementos contenidos en
sindicatos consiste en el estudio y defensa la ley civil sustantiva para la sociedad
de los intereses económicos de la profesión
a que correspondan, finalidad expresamen- y a la defensa de los Intereses económicos, y no
pueden ejercer comercio. Sin embargo, de confor-
te señalada por el artículo 3° de la ley midad con el art. 14 de la ley en vigor, los sindi-
francesa de 1884, modificada por otra del catos pueden subvencionar sociedades cooperativas
12 de marzo de 1920 ( 84 ). de producción o de consumo. De esa manera, los
sindicatos pueden asumir ciertos objetivos de ca-
rácter económico, siempre que los mismos no sean
(33) Ob. clt., pág. 126. principales en relación a su desenvolvimiento y
(34) De acuerdo con la ley francesa, el fin de no tengan estricto carácter comercial.
los sindicatos se limita exclusivamente al estudio (35) Ob. cit., t. 1, pág. 77.
en general son de aplicación a los sindica- ruarlos: !a asociación tiene carácter des-
tos profesionales; los cuales reconocen, sin interesado.
embargo, la especialidad de sus fines. Los El artículo 1.832 del Código civil francés
términos de asociación y sociedad, aun expresa como definición: "La sociedad es
cuando jurídicamente signifiquen cosa bien un contrato por el cual dos o varias perso-
distinta, en el lenguaje corriente se con- nas convienen en poner algo en común
funden. Aún más, se llega a denominar con propósito de repartirse los beneficios
sociedades a asociaciones de carácter típi- que puedan obtener". Y el artículo 1.883 del
camente profesional, que no persiguen mismo cuerpo legal dispone: "Toda socie-
por sus estatutos propósito alguno de lucro dad debe tener un fin lícito y pactarse
o beneficio directo en las utilidades ( 38 ). para el interés común de las partes. Cada
El vocablo sociedad conviene reservarlo asociado debe aportar a ella dinero y otros
para las entidades dedicadas con fines de bienes o su industria". Los conceptos con-
lucro a la industria o al comercio; el de tenidos en ambos preceptos se resumen
asociarían simple, para las agrupaciones en la definición que da el articulo 1.648
constituidas con fines distintos de los de lu- del Código civil argentino: "Habrá socie-
cro o utilidad directa; el de sindicato o aso- dad cuando dos o más personas se hubie-
ciación profesional para las organizaciones sen mutuamente obligado, cada una con
gremiales, sujetos del Derecho laboral. una prestación, con el fin de obtener al-
Como dice Lafaille (3?), entre los auto- guna utilidad apreciable en dinero, que
res franceses surgió la diferencia de la dividirán entre sí, del empleo que hicieren
llamada asociación simple y la sociedad. de lo que cada uno hubiera aportado".
El individualismo de la Revolución Fran- Dentro de esa definición no caben aquellas
cesa se incorporó al Código civil de Napo- asociaciones que no persiguen un fin de
león, el cual, prohibió, como ya hemos visto, lucro o en las cuales no hay efectiva apor-
toda clase de asociaciones. Durante el pe- tación al propósito de obtener utilidades
ríodo que media entre la promulgación de apreciables en dinero.
aquel Código —o, mejor dicho, desde la ley De lo dicho puede deducirse que la»
Chapelier— y la del 1884, que autoriza los asociaciones profesionales o sindicatos son
sindicatos, las sociedades estuvieron per- personas jurídicas, lo mismo que las socie-
mitidas tanto en el orden civil como co- dades, tanto civiles como mercantiles. Se
mercial; pero, en cambio, permanecieron diferencian en que estas últimas persiguen
prohibidas las asociaciones. En Derecho un inmediato objetivo de lucro; mientras
francés se llamó simple asociación, como las primeras constituyen uniones perma-
opuesta a sociedad, a toda agrupación de nentes, dirigidas a obtener beneficios to-
personas que no persiguiera cual finalidad tales, sin atender a especulaciones concre-
la distribución de beneficios. Cabe, pues, tas. Las asociaciones, dentro del Derecho
como señala el mismo Lafaille, dentro de del Trabajo, ofrecen carácter distinto al
la técnica del Código civil argentino, la de las sociedades admitidas por las legis-
palabra asociación, en tres significados laciones civil y mercantil. En este orden
distintos: a) el más extenso, equivalente a existen tres clases de personas jurídicas,
todos los entes jurídicos compuestos por con confusión posible: o) las reconocidas
miembros (corporaciones y sociedad, con por el Derecho civil; o) las aceptadas por
la única exclusión de las fundaciones); b) el Derecho mercantil o comercial; c) las
como sinónimo de sociedad; O las llama- admitidas por el Derecho laboral. Estas
das simples asociaciones, que serían aque- últimas, para distinguirlas de las anterio-
llas desprovistas de propósito de lucro O38). res, reciben el nombre de asociaciones
Lafaille se muestra partidario de adoptar profesionales. Tales asociaciones tienen
la terminología francesa, que establece un tienen carácter gremial y señalan la uni-
límite bien preciso entre sociedad y aso- dad de individuos reunidos por razón del
ciación. Las sociedades se integran por ejercicio de una misma actividad.
miembros que persiguen beneficios pecu- Los sindicatos profesionales pueden, a su
vez, presentar dos caracteres: uno, pura-
(36) Se acostumbra a utilizar, erróneamente, mente sindical, que interesa al Derecho
el término de sociedad para designar cierta clase Laboral; otro, de asociación simple, con •;
d« sindicatos de trabajadores; asi, se dice Socie- fines culturales, científicos, artísticos, re- ¡
dad de obreros marítimos, Sociedad de obreros
panaderos, etc., a entidades de carácter exclusi- creativos, benéficos, de asistencia, coope- }
vamente profesional que no persiguen, por sus es- ración, etcétera. «, i
tatutos, propósitos de beneficio directo, y sí de
carácter profesional. 11. Personas morales o jurídicas í
(37) Curso de contratos, t. 2, pág. 341, Ba.
Aires, 1928. Con los expresados antecedentes podemos i
(38) Ob. c!t., t. 2, pág. 342. señalar que los sindicatos constituyen per- >
sonas jurídicas, seres ficticios, cuya exis- concebía, en su Sistema de Derecho ro-
tencia resulta hasta cierto punto imagi- mano actual, la persona jurídica como su-
naria. jeto creado artificialmente, capaz de tener
Dentro de un orden general se llaman un patrimonio. En la obra de Planiol y
personas, según Planiol, los seres 39capaces Bipert se define la personalidad moral
de tener derechos y obligaciones ( ). Las como "la atribución de derechos y obliga-
personas se dividen en reales y íicticias o ciones a otros sujetos que no son seres
morales. El Código civil argentino define, humanos". Se dice que "esos sujetos de
en su artículo 30, las personas como "to- derecho son llamados personas morales,
dos los entes susceptibles de adquirir de- personas civiles, personas jurídicas o, tam-
rechos* o contraer obligaciones". Y el ar- bién, personas ficticias, denominación que
tículo 31 agrega: "las personas son de una implica ya una cierta concepción de la
existencia ideal o de una existencia visible". personalidad" («).
El artículo 33 del citado cuerpo legal pun- Como acertadamente se afirma, "mien-
tualiza que "todos los entes susceptibles tras que las personas físicas se hallan, en
de adquirir derechos o contraer obligacio- principio, sobre un pie de igualdad, las per-
nes, que no son personas de existencia sonas morales tienen derechos desiguales;
visible, son personas de existencia ideal o porque esos derechos dependen del papel
personas jurídicas". que tienen que representar, y que son muy
Las que el codificador argentino llama diversos" ( 4 2 ). Las personas morales, según
personas de existencia no visible han re- representen a la autoridad pública en el
cibido muy diversos nombres: Miraglia las ejercicio de sus funciones, o se creen por
denomina personas incorporales; Wins- simple iniciativa de los particulares, per-
cheid, personas ficticias; Vauthier, perso- tenecen al Derecho público o al Derecho
nas místicas; Comas, personas colectivas; privado: o, mejor dicho, son de Derecho
Flori y Giorgi, personas morales; Colmeiro, público o de Derecho privado. Esta clasi-
personas abstractas; Giner de los Ríos, ficación de personas privadas y personas
Azcárate, Taparelli y otros, personas so- públicas no está limitada prácticamente:
ciales. Puede aceptarse, doctrinalmente, así, puede decirse, en ocasiones, que la
cualquiera de tales denominaciones, me- clasificación jurídica corresponde, como
nos la de personas naturales o personas veremos más adelante, al texto legal que
Jurídicas; pues tanto las personas físicas formula la definición.
como las morales, son personas naturales, Por otra parte, como se señala en la
surgen espontáneamente de la naturaleza. obra de Planiol y Bipert, "hay entre estas
Además, ambas son jurídicas, porque su dos clases de personas morales otras dife-
existencia tiene efectos jurídicos, recono- rencias numerosas e importantes. Mientras
cidos en todo tiempo y por todas las leyes. que para los seres humanos hay igualdad
Por otra parte, si unas fueran personas desde el punto de vista de goce y ejercicio
jurídicas, las otras serían antijurídicas o, de los derechos privados, para las personas
por lo menos, "ajurídicas" ( 40 ). morales el goce y ejercicio de esos derechos
No obstante ello, por la difusión alcan- se hallan sometidos a ciertas condiciones,
zada, comprensión evidente de la idea y, de acuerdo con el servicio público llamadas
sobre todo, por su uso frecuente en textos a llenar" (* 3 ).
legales, nos vemos obligados a emplear el
dudoso tecnicismo de "persona jurídica". 12. Teorías diversas sobre la per-
SI tenemos en cuenta que para la reali- sonalidad jurídica o moral
zación del Derecho se requiere un sujeto, Dos tendencias principales disputan su
el cual se llama persona, comprenderemos hegemonía en lo referente al momento de
que las de existencia no visible son indis- la existencia de las asociaciones profesio-
pensables para el gobierno y acción de las nales. Por una de ellas se da vida a la
relaciones colectivas, y que surgen como asociación con el reconocimiento oficial
una necesidad inobjetable e insustituible. que los poderes públicos otorgan al aprobar
Por eso, las legislaciones de todos los paí- su constitución; por la segunda, el sindi-
ses admiten la existencia de entidades cato tiene existencia independiente de su
colectivas y les atribuyen personalidad; reconocimiento oficial. Esas dos tendencias
es decir, las consideran susceptibles de no sólo se presentan en el campo legisla-
adquirir derechos y contraer obligaciones, tivo, sino en el de la doctrina, generalmen-
al igual que la persona física. Savigny te en lo relacionado con las personas
(39) Traite élémentaire de Droit civil, t. 1, (41) Tratado práctico de Derecho civil, t. 1,
pig. 139, París, 1914. pág. 61, La Habana, 1940.
(40) Cfr. Enciclopedia Jurídica Española, t. 24, (42) Planiol y Bipert. ob. clt., t. 1, pág. 67.
articulo Persona jurídica, Barcelona, s/'í. (43) Ob. cit., t. 1, pág. 68.
jurídicas. Según unos, su constitución pue- actuar como sujeto de derecho. No obs-
de ser previa; pero su existencia parte del tante, el principio de la libertad de aso-
principio de que no tienen vida si no son ciación parece autorizar la tesis de quienes
reconocidas por la autoridad estatal. Otros sostienen la posibilidad de que los sindi-
estiman que constituyen dos hechos que catos profesionales adquieren personalidad
se excluyen: las personas jurídicas nacen sin necesidad de autorización, inscripción
por un concierto de voluntades hacia un o publicación de los estatutos; pero tenien-
fin concreto; ese concierto de voluntades do en cuenta que la reglamentación legal,
da vida a la sociedad, y por ello el reco- que de derecho y de hecho se produce, no
nocimletno oficial carece de eficacia para limita esa libertad, únicamente la fiscaliza,
hacer viable un organismo ya constituido. no tenemos inconveniente en admitir que
Una tercera doctrina, con menos partida- la personalidad jurídica de las asociaciones
rios, equilibra las dos anteriores. Las per- profesionales puede estar supeditada tanto
sonas jurídicas tienen vida desde el mo- al reconocimiento legal como a la autori-
mento en que existe acuerdo de volunta- zación previa, o a cualquier otro requisito
des para un fin concreto; pero el Estado que la ley establezca.
legaliza con su autorización, la cual posee En cuanto al problema de la considera-
efecto retroactivo, la existencia de esta ción de la personalidad jurídica o moral,
clase de personas morales. se han podido señalar sistemas fundamen-
Empero, evidentemente, la ley es la que tales, reducidos prácticamente a dos ( 44 ):
debe reconocer una u otra situación. Así, o) el de la personalidad ficticia, esto es,
en Francia, la ley del 21 de marzo de 1884 teoría que considera la personalidad jurí-
consagraba el principio del derecho de dica de los entes sociales como sujetos fin-
asociación, que podía ser ejercido sin ne- gidos; b) el de la personalidad real, o sea,
cesidad de autorización previa. En esa teoría que conceptúa a los entes sociales
forma, según se adopte una u otra de las como sujetos efectivos. Examinaremos en
teorías que se disputan su predominio en primer lugar estas dos teorías fundamen-
el campo de la legislación positiva, así tales, para encuadrar después la que co-
también se establece la extensión de los rresponde, a nuestro juicio, aceptar.
derechos que tienen las personas jurídicas. A) TEORÍA DE LA FICCIÓN. — Ha sido de-
Por el primero de los sistemas expues- fendida por juristas como Laurent, Seig-
tos, la autorización legal crea la persona neur, Vauthier, Heine, Arndts, Unger, Roth,
jurídica; por el segundo, ésta existe sin y expuesta magistralrnente por Savigny, en
necesidad de autorización alguna. Pero su Sistema de Derecho romano. Para él,
ambos sistemas, a dúo, se armonizan las personas jurídicas deben su existencia
prácticamente, dentro del Derecho com- a la ley, son una ficción del Derecho. La
parado, en virtud de la reglamentación entidad se constituye con un conjunto de
legal. La asociación no sólo requiere aque- personas físicas. Textualmente expresa:
lla personalidad jurídica con fines de ins- "Por una parte hay personas sociales (la na-
pección, porque en ellas está interesado el ción) que no son un agregado de individuos,
poder del Estado, sino, además, a los efectos sino verdaderos seres naturales, dotados de
de la necesaria publicidad de su constitu- conciencia; y, por otro, las personas jurí-
ción. Se persigue, esencialmente, el deter- dicas que son seres ficticios, sujetos arti-
minar la verdadera trayectoria de los ficialmente creados por y para el Derecho
fines de las entidades, y que éstos no sean
ilícitos ni contrarios al orden público o a
(44) Sobre el tema propuesto pueden exami-
'las buenas costumbres. El sistema de re- narse con provecho las obras de Barcia López, La
gistro, con variantes que no llegan al fondo teoría de las personas jurídicas; Chiarelli, La per-
de la cuestión, prevalece en la mayoría de sonalitá giuridica delle associazione profesionali;
las legislaciones. Pese a esa aparente una- Donatl, Natura giuridica del novo Diritto italiano
del lavoro; Duguit, Las transformaciones del De-
nimidad, los dos sistemas —el de la con- recho privado desde el Código de Napoleón; Gs-
cesión estatal que da vida a la organización llart Folch, "E! sindicato profesional y sus proyec-
sindical, y el del reconocimiento de la or- ciones en e) Derecho público", en rev. Derecho del
ganización por inscribirse en el registro Trabajo, t. 5, n" 7; GIner de los Rfos, La persona
social; Gottschalk, Norma pública e privada no
establecido— divergen en cuanto a la na- Direito do trabalho; Páez, El Derecho de asocia-
turaleza jurídica de la personalidad de las ciones; Pérez Botija, "La autonomía del Derecho
asociaciones; pero coinciden en la necesi- del trabajo", en rev. Derecho del Trabajo, t. 5,
n« 8; Plañía! y Klpert. Tratado práctico de Dere-
dad de tal fiscalización, de ese intervencio- cho civil, t. 1; Purpura de Lulgl, Capacita di Di-
nismo que es en la práctica común, bien ritto privato del sindicati; Rava, La posizioni delle
para dotar a la asociación de capacidad, associazioni sindican nel Diritto privato; Beale,
bien para reconocerle, por el hecho de su Teoría do Direito e do Estado; Saleml, Caratterl
politici e giurtdici del sindicato; ZanelH, Le fonü
Inscripción, personalidad suficiente para di Diritto corporativo.
positivo, pues la idea primitiva y natura! Estado; de ahí la necesidad de subordinar,
de persona coincide con la de individuo". a la autorización del Estado, la posibilidad
Criticando esta tesis, expresa Chiarelli: para esas agrupaciones de poseer un pa-
"Admitido el principio, del cual parte Sa~ trimonio y la utilidad de limitar la com-
vigny, de que sólo el hombre es sujeto de posición de su patrimonio a los derechos
derecho, y reducido el Estado, como toda que el Estado les permitiera comprender
persona jurídica, a una ficción, no se pue- en el mismo. En el sentido de esa doble
de explicar ya su soberanía, sobre la cual limitación se hacía observar, además: que
se basan ¡as funciones públicas de los sin- el patrimonio inmovilizado en poder de
dicatos. No se puede, por tanto, entender personas morales, por un período casi in-
la personalidad jurídica de las asociacio- definido, se sustrae al aprovechamiento de
nes sindicales, tal como es regulada por los demás miembros de la sociedad política
nuestra ley —se refiere a la italiana— sin y resulta frecuentemente bastante mal
considerar el ordenamiento jurídico de que administrado,
forma parte, y que constituye lo que se "El error o la exageración de esos te-
llama Estado corporativo; esto es, el Es- mores apareció a fines del siglo xrx y pro-
tado que, en sus particulares ordenamien- vocó un ataque general contra la teoría
tos, es la realización jurídica de determi- de la ficción. Al ver en la personalidad
nados fines políticos, económicos y mora- moral una realidad natural, ya objetiva,
les de la nación, y no aquella figura o bien simplemente técnica, se ha querido,
jurídica artificial, espirítualmente compa- en efecto, evitar la intervención del Esta-
rada a un maniquí, a que lo reduce la do, evidentemente inútil para reconocer
teoría de la ficción" («). esta realidad preexistente" (* 7 ).
La anterior tesis, no del todo acertada, B) TEORÍA DE LA PERSONALIDAD REAL. —
ya que modifica en parte la de Savigny, Por esta teoría se concibe la existencia de
no enfoca la totalidad de la teoría, con- conjuntos efectivos que tienen un fin con-
cretada por Giorgi ( 46 ) en la siguiente for- creto, dentro del Derecho, finalidad no
ma: no puede existir derecho sin sujeto, creada por el legislador, sino anterior a la
es así que en las personas jurídicas falta ley, realidad absoluta capaz de obrar y de
individuo que sea sujeto de derecho; luego, desear. Uno de los más genuinos repre-
y a fin de evitar contradicción entre el sentantes de esta teoría es Ihering; afir-
hecho y el principio racional que reclama ma que los verdaderos sujetos de las
un sujeto, se finge su existencia y se per- corporaciones son los miembros que las
sonifica su abstracción. Esta teoría es la integran; y los de las fundaciones, los in-
de la personalidad (personificationstheo- teresados en sus beneficios. Por otra par-
rie), sustituye la ficción radical de Savigny, te, sostiene que no se "entiende la asocia-
que da vida a una personalidad inexisten- ción únicamente en el sentido que se
te, por un artificio menos completo. Al refiere ai Derecho privado, ni en particular
ente social le atribuye no una personali- a las sociedades comerciales... Tomada
dad, sino una representación de persona- en sentido jurídico, la sociedad es un caso
lidad; por lo cual el ente colectivo no de aplicación particular de una noción
constituye verdadero sujeto, sino que des- más general. Es una institución tipo, como
empeña el papel de tal. Esta teoría no el cambio y la donación... en la asociación
salva ninguno de los muchos inconvenien- vienen a juntarse todas las relaciones de
tes que invalidan la doctrina antes seña- igual naturaleza; las comunidades, las
lada. uniones todas, desde las más humildes
La teoría de la ficción, como ha sido hasta las más4Í!elevadas, el Estado mismo
expresado, "en su exceso de liberalismo, y la Iglesia" ( ). Para Ihering, la persona
se acomoda perfectamente a las concep- social, como se ha dicho, se convierte en
ciones sociales en boga a principios del un nomen juris que sirve de medio a va-
siglo xix. Esas concepciones, impregnadas rios individuos para proporcionarse un
de individualismo, tendían a ver en las cierto goce de los derechos fijados eri el
agrupaciones con personalidad reconocida estatuto corporativo o en el acta de fun-
instrumentos opresores para los individuos. dación. No tiene en cuenta la diferencia-
Al mismo tiempo temían que las agrupa- ción que existe entre el individuo y la
ciones demasiado poderosas, y cuya per- persona Jurídica, esto es, entre el derecho
petuidad aumentaba indefinidamente su y patrimonio de la universitas y el dere-
fortuna, se convirtieran en rivales del cho y patrimonio de los particulares.
Son tantas las opiniones formuladas que
(45) ta personaUta giuridica delle assoriazioni
pro/essionaii, pág. 121, Padua, 1931. (47) Pianlol y Ripert, ob. clt., t. 1, pág. 82.
(46) La áottrina della persone giuriáiche e (48) El fin en el Derecho, pág. 109, Bs, Ai-
eorpo moraU, t. 1, pág. 142. res, 1945.
tienen su punto de partida en las dos ya tos, afectos, propósitos, una expresión co-
esbozadas, que su desarrollo llevaría espa- mún, un fondo homogéneo de ideas y emo-
cio y tiempo superiores a los limitados de ciones, tendencias que no es la mera resul-
un estudio de orden general. Podemos con- tante mecánica de los elementos individua-
cretar que por la teoría de la realidad les. Antes el ser social, subordinando estas
objetiva se le reconocen a las personas fuerzas y contrayéndolas dentro de su
jurídicas los mismos derechos que a las esfera, necesidades, condiciones y límites,
personas físicas, sin perjuicio de las res- las determina por relación a su fin en un
tricciones impuestas por el legislador. Por producto orgánico" (50).
la teoría de la ficción legal, se limitan los Otra teoría, también realista, es la del
derechos a aquellas facultades que el Es- patrimonio sin dueño; valiéndose de un
tado concede expresamente a las personas curioso sistema, se pretende que un patri-
morales. Por la teoría de la realidad téc- monio puede existir perfectamente sin
nica, las personas morales poseen exclusi- dueño, mientras esté destinado a un fin.
vamente los derechos correspondientes a No se investiga el sujeto de derecho, pues,
los intereses cuya finalidad persiguen. según se afirma, no hace falta; el patri-
Modalidades distintas son, entre otras, la monio destinado a su fin hace sus veces.
que formula Zittelmann, con su nueva Pero como hay entes sociales que carecen
teoría de la persona social, y la que de- de patrimonio, esta teoría cae por su pro-
riva de la filosofía hegeliana, y llamada pia base.
sistema de la voluntad (wittenstheorie'). Después de lo expresado hasta aqui, ¿qué
Tal sistema pretende que el sujeto no es es la asociación? A ello responde Páez:
otra cosa que la voluntad, mientras el todo, menos un contrato. Y agrega: "Es
Derecho supone sólo potencia de querer. fácil admitir que constituye un acuerdo,
Afirma que dondequiera se encuentra una un pacto, una unión o acto colectivo; pero
voluntad, ya sea adherida al ser corporal esta clasificación, asimismo, no alcanza a
o separada de él, nos encontrarnos en envolver sino su aspecto formal. Cuando
presencia de un sujeto de derecho; de tal es necesario profundizar su mecanismo
manera que, en la corporación, la voluntad interno, ella es insuficiente, y debía echar-
de los particulares que la componen, ma- se mano de las normas contractuales que
nifiesta acerca de los intereses comunes, pretende son adaptables a todas las rela-
de acuerdo con el estatuto corporativo, ciones que se derivan de un acuerdo, de
constituye el sujeto jurídico de la univer- una unión o de un pacto. Este error es
sitas. Esta teoría olvida, como bien se ha justamente el que viene a subsanar la
dicho, que hay necesidad de un elemento teoría de la institución. Todos sus elemen-
corporal y que, por otra parte, esa voluntad tos básicos se encuentran en la organiza-
abstracta y aislada, propuesta como prin- ción corporativa; ella se funda sobre tina
cipio explicativo de la personalidad social, idea de bien común cuyo desarrollo y
no se encuentra en el mundo. practicabilidad exige, con tactores coad-
Hasta cierto punto similar es la ten- yuvantes, la comunión integral de los su-
dencia de Gierke, el cual expresa: "Tan jetos conglutinados alrededor de esa idea,
luego como entre varios individuos se es- y el poder de autoridad que haga posible
tablece una comunidad de vida, sea con la cohesión y mantenimiento; porque el
intervención de su voluntad, según acon- día que aquella idea desaparece, caduca
tece en una corporación profesional, sea naturalmente la institución. Ello vendría
sin ella, que es lo que ocurre en una de- a demostrarnos que el elemento principal
terminada familia; y ora esta comunidad es la idea directriz, ya que sólo a 5su exis-
abrace la vida entera en todas sus energías tencia se aplican las restantes" ( I ).
y aspectos, al modo de la Nación, ora a Define Páez, como teoría de la institu-
un solo elemento y función de ella —una ción, aquella que comprende todos los as-
asociación industrial—; no bien existe un pectos parciales destacables de la vida de
fin común, más o menos permanente, y la asociación y son fácilmente explicables
una cooperación para dicho fin, nace al por esa tesis: "Está en pequeño su natu-
punto una personalidad real" (*»>. Coin- raleza- con el privilegio de su autonomía;
cidente es Giner de los Ríos, el cual apoya funcionarios, sus órganos; autoridad le-
también esta teoría. Dice este último: "La gítima, su poder de gobierno; ley positiva,
comunión de los individuos que forma —la sus preceptos estatutarios, etcétera, y todo
sociedad— va engendrando, mediante la ello reglado por un Derecho corporativo que
compenetración de sus diversos pensamien- abarca desde un Derecho constitucional
(50) Estudios y fragmentos sobre la teoría it
(49) La naturaleza de las asociaciones huma- la persona social, Madrid, 1899.
nas, pág. 72, Madrid, s/f. (51) Ob. cit,, pág. 109.
hasta un poder disciplinario propio, el más 13. Las corporaciones como sujetos
necesario para mantener incólume los tres de Derecho público
elementos fundamentales conocidos".
Páez se pliega, como se ve, al sistema Para evitar confusiones es necesario
institucional sostenido por Hauriou; esti- considerar el derecho de los sindicatos
ma éste que el concepto orgánico establece dentro de concepción absoluta impresa por
que la multiplicidad de los intereses hu- los regímenes corporativos y por la que se
manos coincidentes en el grupo —inte- revela en las legislaciones inspiradas to-
grado por un número de sujetos, siempre talmente en el principio de libertad de
extenso— no puede lograr satisfacción si sindicación. Establecer la misma norma
no es por una cooperación. para unos y otros sería incurrir en contra-
Si a la legislación civil (52), que concibe dicciones.
la sociedad como un contrato, oponemos el Las corporaciones, definidas por el Có-
espíritu típicamente social que anima a digo civil español en su artículo 35, son
las asociaciones profesionales, se substrae personas jurídicas de interés público reco-
de aquella fórmula individualista a los nocido por la ley. Esa caracterización, sin
sindicatos, cuya importancia resulta ma- ser exacta para las corporaciones gremia-
yor aún si se analizan como tales entidades les, corresponde, empero, a la distinción
profesionales con un fin determinado, fundamental que media entre las corpora-
visible, con proyecciones históricas. En la ciones simples y las asociaciones. La dife-
asociación no hay acreedor ni deudor: rencia estriba en que la personalidad de
todos los socios son, al mismo tiempo, las primeras procede de la ley: y las de las
acreedores y deudores. El concierto de vo- segundas, de los estatutos; unas son en
luntades que preside, conjuntamente, el absoluto producto de la ley; las otras, de
acto asociativo y el acto contractual diver- la voluntad de los integrantes. Esta tesis
ge por senderos opuestos: en un sentido se resulta, hasta cierto punto, falsa; pues
dirige a un fin donde todos los derechos tanto la corporación como la asociación
y deberes tienen una determinada armo- tienen en la mayoría de las legislaciones
nía; en otro, tanto unos como otros, de- su origen en la ley, por concederles ésta
rechos y deberes, tienden a una pugna por eficacia jurídica, y ambas proceden de !a
parte de cada uno de ios contratantes. voluntad humana, que es, en último ex-
Las teorías que hemos expuesto presen- tremo, la creadora de todas las relaciones
tan interés meramente teórico; ya que, jurídicas. En realidad, la corporación tien-
en realidad, se amalgaman en el campo de a realizar fines de orden general, que
del Derecho positivo. La ley, como norma, corresponden más bien a una determinada
comunidad; mientras la asociación cum-
va desechando su elección entre dichas teo- ple fines particulares en beneficio exclu-
rías e interviniendo de hecho regula la sivo de sus asociados.
existencia de las personas jurídicas, y, en Conforme a la Declaración VII de la
especial, la de las asociaciones profesiona- Carta del Lavara, el Estado italiano era
les, dados los amplios intereses que ellas un Estado corporativo. El Fuero del Tra-
encierran. Por otra parte, tal como defi- bajo de España declara personas de De-
namos la asociación en el acto de su Ini- recho público a los llamados sindicatos
ciación, como contrato, acto colectivo, verticales. De ahí, que en los países donde
acuerdo o unión, pacto estatutario o ins- se identifica el Estado con el sistema cor-
titución, tal será el carácter y naturaleza porativo, hay cierta uniformidad en la
del fenómeno corporativo: y así se aproxi- clasificación de Derecho público, que im-
mará a cualquiera de las teorías que par- pide toda distinción particular. Cuando
cialmente hemos enumerado, sin pretender, así ocurre, el Derecho corporativo parece
ni con mucho, haber agotado el tema, ni identificarse con el Derecho administrati-
siquiera haber concretado sus principales vo, constituir una misma cosa; la auto-
matices. nomía del uno desaparece al ser absorbido
(52) Hemos tenido- necesidad de basarnos y re- por el otro. Este sistema es el de los Es-
producir las teorías referentes a la persona Jurí- tados totalitarios, en los cuales, como dice
dica dentro de la técnica del Derecho civil. El Brandao Cavalcanti, se "confunde el indi-
Derecho laboral acepta una realidad: la existen- viduo con el propio Estado, y sólo puede
cia de las personas Jurídicas, y, sobre tal realidad,
construye el régimen de los sindicatos profesiona- considerárselo como una de sus partes, y
les. Eslias entidades son personas Jurídicas; pero constituyendo con él una unidad moral y,
en su desarrollo no se gobiernan sólo por los prin- política. Esta integración completa del in-
cipios del Derecho civil, sino por los del Derecho
d«l trabajo. Por esa razón hemos desarrollado pre- dividuo con el Estado es lo que se puede
viamente los caracteres de las personas Jurídicas llamar totalitarismo" (w).
en general, análisis orientado a través de la doc-
trina civilista. (53) Tratado de Direito administrativo, t. 1,
Estudiando la ley italiana, Balella se corporativo, "una entidad de Derecho pú-
pregunta: "Las asociaciones profesionales blico, que no es órgano del Estado; pero
reconocidas, ¿son entidades privadas de que, una vez reconocida por el Estado y
utilidad privada, o entidades privadas de funcionando bajo su dirección, contribuye
utilidad pública, o entidades públicas de a la consecución de los fines de interés
Derecho público? Parece indudable que general que el Estado se propone" ( 5e ).
se debe excluir, por razones obvias, la Esa tesis no es del todo exacta, y ha sido
primera hipótesis; la elección entre las contradicha tanto por Ranellettl (6?) como
otras dos depende del criterio que se adop- por Gottschalk ( 5 8 ); ya que la corporación
te para distinguir las personas jurídicas puede ser, de acuerdo con su estructura-
públicas de las privadas. Así, pues —si, ción en ei Derecho positivo, tanto órgano
como creemos, debe aceptarse el principio del Estado como persona jurídica del De-
según el cual personas públicas son aque- recho público. Entre ambas formas existe
llas que tienen derecho de saberania, o una distinción fundamental; las personas
potestad pública, o bien funciones de au- de Derecho público, conforme señala Ra-
toridad y de imperio, y que participan, por nelletti, no se confunden con los órganos
ley o por su intrínseca naturaleza, de la del Estado, por cuanto se hallan dotadas
soberanía y autoridad del Estado, según del poder de imperio propio, aunque sea
la teoría profesada principalmente por Je- derivado del Estado; poseen finalidades
llinek y seguida por los principales auto- propias, que también constituyen objetivos
res—, se debe concluir que nuestra ley ha del Estado; pero su actividad y sus actos
impreso a las asociaciones proíesionales el son propios, y no actos y actividades del
carácter de personas jurídicas de Derecho Estado. La corporación, que no asume ca-
público" («*). rácter de órgano estatal, constituye una
Para lograr mejor la distinción se ne- entidad paraestatal o, como se expresa mo-
cesita establecer que la corporación gre- dernamente, una entidad autárquica.
mial puede ser persona de Derecho público Ahora bien, si la corporación gremial
u órgano del Estado. En el primer caso, tiene poder de imperio, cabe observar que
tiene cierto poder de imperio, pero respon- su procedencia no puede ser otra que la
de a fines que le son propios. "El poder de delegación de facultades privativas efec-
imperio —como con acierto señala Gotts- tuada por el Estado. Una corporación no
chalk— encierra el derecho de dictar ór- nace con poder de imperio: sería absurdo
denes incondicionales, esto es: indepen- que sus creadores pretendieran, por el he-
dientes de la previa sumisión o aceptadas cho de aprobar sus estatutos, que los mis-
por el destinatario de estas órdenes, cuyo mos les confieren facultades, si éstas no
cumplimiento tiene como garantía la san- figuran previamente en la ley; el poder
ción coercitiva del Estado. El poder de de imperio es una concesión graciosa de
imperio no es otra cosa que el modo de los poderes públicos. Las corporaciones
actuar y de concretar el ordenamiento gremiales tienen evidentemente fines pro-
jurídico del Estado, de cuya unidad el ente pios que, hasta cierto punto, pueden coin-
de Derecho público forma parte integran- cidir con los estatales, sin confundirse unos
te" í55).,Siendo la corporación órgano del con otros. Ahí reside el error de creer que
Estado, su finalidad es la misma de éste; puede darse la existencia a un Estado cor-
ya que si el Estado requiere órganos para porativo, como si el fin del mismo pudiera
su desenvolvimiento, ellos formarán nece- ser una asociación gremial o los simples
sariamente parte integrante del poder pú- intereses de una categoría profesional.
blico, y su personalidad se confundirá con Cavalcanti de Carvalho estima que, tan-
la del Estado. to en el antiguo Derecho italiano como en
La corporación gremial, órgano del Es- el nuevo Derecho sindical brasileño, "el
tado, es difícil de concebir, porque tales reconocimiento por el Estado no confiere
entidades representan también intereses tan sólo plena capacidad jurídica, sino
particulares, los de cada uno de los in- que atribuye a la asociación el carácter de
tegrantes de la categoría profesional; y ente público, al investirla de una serle de
esos intereses, en un momento dado, pue- poderes jurídicos; poderes respecto a los
den resultar incompatibles con los gene- fines puramente sindicales y poderes rela-
rales del Estado. cionados con los intereses públicos" (").
Bortolotto indica que la asociación pro-
fesional representa, en el ordenamiento (66) Diritto corporativo, pág. 83. Milán, 1936.
(57) Instituzioni di Diritto publico, 7» ed,
pág. 88, 1942. pág. 526, Padua, 1940.
(54) Lecciones &e legislación del trabajo, pá- (58) Ob. cit., pág. 53.
gina 67, Madrid, 1933. (59) Direito social e corporativo, pág. 188, Ufe j
(55) Ob. cit., pág. 108. de Janeiro, 1941.
Pero, aun considerada en esa forma, la ras que se les deben vedar, porque en ellas
corporación gremial tendrá siempre una actúa, con entera libertad, la propia auto-
doble capacidad que es tanto de Derecho ridad del Estado representada por sus
público'como de Derecho privado: la pri- funcionarios.
mera se revela por la capacidad normativa, En esa organización gremial —con im-
procesal, tributaria, judicial, etcétera, que pulso estatal en la creación y freno ulte-
dentro del sistema italiano y brasileño se rior para su genuino desarrollo— se
le da a los sindicatos, al conferirles el invierte el origen espontáneo de los sin-
Estado cierto poder de imperium; 'la se- dicatos; y los elementos productores se
gunda se expresa por su capacidad patri- movilizan y estucturan más bien como
monial y contractual, que no podrá ser unidades militares, no cual factores profe-
nunca de Derecho público. sionales.
Cuando, como en el caso de las concep-
ciones que hemos resumido, lo que se Capítulo IV
plantea consiste en el valor supremo de los LIBERTAD DE ASOCIACIÓN
intereses del Estado; cuando la doctrina
imperante es absolutista, en el sentido de 14. Tendencia natural a la aso-
no reconocer más prerrogativas que aque- ciación
llas que demandan los intereses públicos;
cuando surge unilateralmente una norma Ya Aristóteles señaló que "es el hombre
que no puede ser contradicha; cuando se ser sociable por naturaleza; lo es más que
establecen principios que anteceden a la la abeja y que todos los otros animales
doctrina y que ésta debe necesariamente que viven agrupados. La vida social es un
justificar, no resulta posible la discusión; imperioso mandato de la naturaleza. El
porque la polémica exige un margen de primero que fundó una asociación política
libertad, desconocida en las situaciones en hizo a la humanidad el mayor de los be-
que el Estado, ególatramente, por medio neficios; porque si el hombre, perfeccio-
de sus órganos representativos, establece, nado por la sociedad, es el primero de los
sin posible contradicción, principios que animales, es también el último cuando
son para su uso propio, y los cuales, pese vive sin leyes y sin justicia" (6°). La so-
a adulterar las normas invariables fijadas ciabilidad del hombre representa la soli-
por la doctrina, tienen la fuerza coactiva daridad entre los seres humanos, que cons-
que el poder, que la autoridad, que el mando tituye móvil principal de toda sociedad
dan. Esa es, con otras palabras, la vieja humana y así, en todos los tiempos,
tesis alemana e italiana; conciben tanto al los Individuos se han agrupado con un
patrono como al obrero como "soldados al fin: inicialmente esa solidaridad tenía
servicio de la comunidad"; y, por ende, se por principal objetivo la conservación y
establece, en todos los casos, la suprema- la defensa, después surgió la coopera-
cía del interés público sobre el privado, ción («i). Con Ihering («2), podemos se-
sin posible polémica. Llevan así las cosas ñalar que ciertos fines no podrían alcan-
a extremo tal, que la tiranía de la norma zarse con los esfuerzos aislados de los
se hace patente; y la conducta individual, individuos y que exigen, Imperiosamente,
que debe ser espontánea, resulta dirigida,- el concurso de varios. Aislados, los indivi-
Impuesta coercitivamente, sin posible reac- duos no podrán obtener esas mejoras que
ción. En situación tal, poco queda que ha- les son necesarias, y que se hacen más
cer en lo referente a la clasificación del sensibles conforme la aglutinación natural
Derecho corporativo en las ramas tradi- de grandes empresas y de capitales posi-
cionales en que se divide el Derecho; pues bilita la formación de un frente único
no resulta posible concebir la existencia natural. Situación tal obliga a crear aso-
de un Derecho público y otro privado, uno ciaciones donde los empeños mancomuna-
subordinado al otro, sin emancipación po- dos de sus miembros permiten obtener,
sible, sin prerrogativas propias, sin valor sumadas en ellas diversas voluntades, una
alguno contractual. Así sobran, exacta- fuerza tan poderosa como la que se le
mente, todas las tesis construidas que enfrenta.
parten de una base errónea; un Derecho La necesidad de asociarse se torna más
privado, en total supeditación a los órga- vehemente en el hombre "cuando se trata
nos del Estado, no es tal Derecho privado. de Individuos ligados por la solidaridad de
Y eso tiene enorme importancia; pues si
los entes no son autónomos, sino al ser- (60) política, lib, 1, cap. 1.
vicio más de una doctrina política que del pág.(61) Cfr. Amadeo, ¿os sindicatos •procesionales,
21, Bs. Aires, 1922.
Estado, carecen de esfera de acción pro- (62) El Un en el Derecho, pág 107, Bs. Ai-
pia, reservada; sólo pueden subsistir esfe- res, 194S.
clase y de oficio"; por esa causa, "las desembozada, en todos los problemas po-
prohibiciones legales no han tenido, ge- líticos planteados en la Europa de la post-
neralmente, otro efecto que obligar & las guerra, y su voz se deja oír, si no con
asociaciones que se forman a permanecer carácter oficial, por lo menos con carácter
secretas y a transformar en una actitud autorizadamente oficioso, en las grandes
delictuosaG 3una actividad que debió ser fe- asambleas internacionales, en las que se
cunda" ( ); asi también "los que ejercen gesta Bel nuevo estatuto político del mun-
el mismo oficio tienen necesidad de aso- do" ( «).
ciarse para estudiar las cuestiones concer- Todo tiende a que la asociación sea libre
nientes al ejercicio de su profesión, defen- y no impuesta por la ley. De esa manera,
der los intereses comunes y lograr que como señala Sbarbaro, el individuo encuen-
prevalezcan sus reivindicaciones cerca de tra en su seno nuevas razones de dignidad
los poderes públicos" ( e *). y nuevos auxilios para el incremento de
A esta tendencia natural a la asociación la propia espontaneidad, "no el sepulcro
se opone el liberalismo puro, el cual al- de su nativa autonomía" («'O. Por eso, la
canza su pleno desarrollo desde finales del libertad de asociación no puede trocarse
siglo xvni a mediados del XDC. Ya a prin- en obligación coercitiva. XJnsain declara
cipios de nuestra centuria y en forma que "la asociación es todo lo contrario de
titubeante se inician las primeras leyes de una obligación, ya que hasta el presente
carácter intervencionista, pero no consi- no aparece consagrada sino como derecho.
guen amplio desenvolvimiento hasta dictar- El derecho a la libertad que un obrero
se aquellas disposiciones por la cuales el tiene a asociarse es tan digno de respeto
Estado intervenía en forma efectiva en las como la libertad o el derecho que un obre-
relaciones contractuales entre patronos y ro tiene a no asociarse; y tan injustas se-
obreros, tendientes a suprimir la ley de rían las trabas que al primero se impusie-
oferta y de la demanda en el trabajo, ran como la obligación que se decretase
base principal del proceso económico libe- para el segundo" (««).
ral del siglo xix. Junto a tal evolución apa- Ese concepto que nos lleva a la asocia-
rece el fenómeno sindical; éste, como ción libre, como organización espontánea,
señala Balella, ha "dado hace tiempo el se rige por principios que están en la ley
más rotundo mentís a la teoría proclama- natural; constituye, pues, un derecho in-
da y actuada por la Revolución francesa, nato, por encontrarse en la misma natu-
según la cual, como se decía en la exposi- raleza del hombre. Por razón tal no cabe
ción de motivos de la ley Chapelier, en el concebir la libertad individual sin la de
Estado no existen sino el interés parti- trabajo; y esta última, sin la libertad de
cular de cada individuo y el interés gene- asociación.
ral; y, por tanto, no debe permitirse a Pero antes de llegar a la situación esbo-
nadie inspirar a los ciudadanos un interés zada ha habido, en el propósito de defen-
intermedio, y separarlos de la cosa pública der a los más débiles, tremendos errores.
con un espíritu de corporación ( 65 ). Uno de ellos ha sido, sin duda, la ilimitada
Para concretarse como realidad social y libertad de trabajo; otro, la abolición ab-
jurídica al mismo tiempo ese hecho sin- soluta de las asociaciones profesionales,
dical, ha exigido un principio de libertad por el temor de que significaran la vuelta
y una consideración especial por parte del a los antiguos privilegios. En ese sentido,
legislador. Su fijación ha sido desarrolla- al juzgar la ley Chapelier, ha podido decir
da en apretada síntesis por Gallart, al ex- Renard: "Era la reacción absoluta, exce-
presar: "Después de poco más de un siglo siva, impracticable, contra la asociación
de vida, el sindicato profesional obrero, profesional; era, bajo el nombre falaz de
institución que apareciera de una manera libertad de trabajo, el aislamiento obliga-
espontánea, como concreción de clandes- torio como consecuencia del abandono del
tinas rebeldías proletarias, y cuyos prime- débil a la merced del fuerte, del pobre a
ros resultados positivos se redujeron a la merced del rico; era el individualismo
hacer triunfar, apenas parcialmente, mo- desnudo y sin armas colocado 8frente a
destas reivindicaciones sobre condiciones frente del Individuo armado" (« ).
de trabajo, interviene hoy, de una manera
(66) "El sindicato ptoreslonal y sus proyec-
ciones en el Derecho público", en rev. Derecho it\
(63) Soelle, Le Droit ouvrier, páe. 48, París, Trabajo, t. 5, n» 7, págs. 321 y sigs.
19^2. (67) Filosofía de la riqueza, pág. 315.
(64) Capltant y Cuche, Cauro de législation (68) Legislación del trabajo, t. 2, pág. 198
industrielle, 2» ed., pág. 94, París, 1921. Bs. Aires, 1925-26.
(65) Lecciones de legislación del trabajo, pa- (69) Sindicatos, "Trades Unions" y eorporodo-
gina 68, Madrid, 1933. nes, Madrid, 1916.
15. El derecho de reunión y la ten reunidos La naturaleza jurídica de la
libertad de asociación reunión y de la asociación difieren: la pri-
mera es un hecho que no constituye víncu-
La unión de los esfuerzos de varias per- los jurídicos; la segunda da origen a
sonas para un fin común integra la figura relaciones jurídicas, y tiene una persona-
de la asociación; constituye, como señala lidad y categoría distinta de la de los
Antoine C°), una aproximación de intere- miembros que la componen.
ses que tiene diversos grados. Dentro de
la legislación se distinguen cuatro: a) la 16. Libertades de coalición, trabajo
reunión, consistente en el hecho de en- y asociación
contrarse personas en el mismo sitio, ilus-
trándose o deliberando sobre sus intereses. La coalición no debe confundirse con la
La conversación colectiva puede bastar asociación; ya que, como señala Pie, las
para constituir la reunión; 6) la coalición, asociaciones obreras o patronales tienen,
que es, según Antoine, la acción colectiva un carácter durable y permanente que
decretada por personas del oficio, para falta a la coalición agrupamiento momen-
obrar de concierto en una ocasión deter- táneo, llamado a disolverse en vista del
minada. Según del Diccionario de la Aca- resultado obtenido, que se juzga satisfac-
demia Española, coligarse equivale a unirse, torio o se reconoce, a la inversa, como
a confederarse unos con otros para algún inaccesible. A veces, la una nace de la otra.
fin; c) la asociación, que constituye, en La asociación permanente forma la coa-
este caso, una organización colectiva re- lición; y ésta, a su vez, se transforma,
sultante de un contrato formal que agrupa después de la lucha, en un grupo perma-
a las personas para deliberar y obrar de nente o da origen a un sindicato disiden-
manera continua en esfera determinada te ("). Por otra parte, como igualmente
de intereses; d) la sociedad, que integra observa Pie, si los trabajadores pueden
una especie de asociación, caracterizada luchar eficazmente con objeto de mante-
porque los asociados ponen valores en co- ner y aumentar sus salarios, y están inves-
mún y persiguen un provecho pecunia- tidos del derecho de coligarse, con más
rio. razón es necesario concederles el derecho
Sin reiterar el examen ya efectuado de constituirse en grupos permanentes,
acerca de la naturaleza jurídica de la destinados a la defensa de sus intereses
asociación y de la sociedad conviene, an- comunes. El derecho de coalición crea,
tes de proseguir, establecer las diferencias lógicamente, el derecho de asociación (?2).
y analogías entre el derecho de reunión y La libertad de trabajo consiste en el de-
de asociación, y ello por estimarse que la recho a exigir del Estado el reconocimiento
libertad sindical posee su base en el dere- de la facultad de elegir, aprender y ejerci-
cho de reunión. Hay distinciones muy es- tar, sin coacciones, la profesión o industria
pecíficas entre la asociación y la reunión: que cada cual estime preferible; la liber-
a) en cuanto que la segunda no implica, tad de sindicación es el derecho que se
como la primera, relaciones de derecho tiene a reunirse y organizarse para la de-
entre sus miembros; b) porque la reunión fensa o logro de aquellos intereses y obje-
supone la confluencia de actividades para tivos comunes a la colectividad. Ambas
un fin momentáneo, mientras que el ob- libertades tienen su origen, como hemos
jetivo es permanente en la asociación. Por dicho, en la libertad individual; y también,
otra parte, la asociación es estable^ mien- como expresa Miceli, en su Diritto Costitu-
tras la reunión presenta carácter transi7 zionale, en el propio interés de conviven-
torio. La organización tiende en la asocia- cia.
ción al cumplimiento de un fin; en la 17. LIBERTAD DE ASOCIACIÓN
reunión, el fin queda, como norma, cum-
plido con la realización de la misma. La Se pretende reconocer la más completa
reunión no constituye otra cosa que una libertad de asociación, la cual tiende a
manifestación de voluntad; la asociación que las personas sociales no encuentren,
se propone la realización de esa voluntad. al formarse, traba alguna. Nadie debe ser
La reunión posee una existencia de hecho, impelido a formar parte, contra su volun-
tad, de un sindicato; pues nos encontra-
ilslble y concreta; la asociación configura ríamos con que un derecho se convierte
una comunidad distinta al hombre aislado, en un deber. Lo mismo que nadie puede
m existencia es ideal y subsiste su perso- ser forzado a ingresar en una asociación,
nalidad aun cuando sus miembros no es-
(71) Traite élémentiiire d¿ législation indus-
(70) Curso de economía social, t. 2, pág. 63, trielle, 5i «d., pég. 16C, París, 1922.
Ibdrld, s/í. (72) Ob. clt., pág. 166.
el Individuo es libre para separarse de 18. La asociación libre y la aso-
los sindicatos. "La libertad de no asociar- ciación compulsiva
se —ha dicho Páez— es parte integrante
de la libertad de asociación. No es posible, Las diversas modalidades de la asocia-
en su nombre, crear obligaciones coerci- ción, en sus tipos esenciales, se circuns-
tivas. Ella presupone en los individuos un criben a tres etapas. Conforme enseña
derecho subjetivo, pero no es un deber; ya Figuerola, son: la sindical, la del sindicato
que, si así fuera, se pervertiría su concep- obligatorio impuesto por la coacción y la
to... El asociacionismo compulsivo es la violencia de los trabajadores y la del
negación de la libertad; así como el dere- sindicato obligatorio impuesto por el Es-
cho de asociación significa la consagra- tado (7«). Esas tres fases, en realidad, co-
ción universal de la libertad' indivi- rresponden a la época actual, y se yuxta-
dual" ("). ponen en forma tal que resulta difícil
establecerlas en orden cronológico.
Evidentemente, como se ha afirmado, la Tales situaciones, sobre la libertad sin-
libertad de trabajo sin la de asociación dical, se reducen a dos tesis diametralmen-
sería incompleta, desprovista de sentido. te opuestas; una, consiste en la de la aso-
El trabajador aislado queda a merced del ciación libre, que, a su vez, puede ser
más fuerte; y su libertad, por más que particular u oficial; otra, la de la asocia-
se proclame enfáticamente, resulta nula, ción obligatoria, que también se manifiesta
Incierta, falsa. El Individualismo obrero, como particular u oficial, según que pro-
frente a la coalición natural de fuerzas, ceda de la voluntad coincidente de los
de medios, de relaciones del capital, no individuos o de la imposición de éstos so-
constituiría otra cosa que la negación de bre quienes no han prestado su consenti-
toda libertad. Prueba de ello es el inter- miento a la afiliación, o lograda coactiva-
vencionismo estatal en materia de trabajo, mente por los podres públicos, sin necesidad
equivalente a la confesión inequívoca de de consentimiento alguno.
que el sistema de libertad de trabajo, en Por otra parte, tal como indica Antoine,
el individualismo histórico, es perjudicial, el derecho de asociación, como todos los
al menos para la clase trabajadora. derechos, tiene sus límites. Provienen: a)
Dice acertadamente Páez que, "sin la de su propio fin; nadie puede, en efecto,
libertad de asociación, la fórmula exacta tener derecho a asociarse para fines con-
del convenio de trabajo y de la locación de trarios a la naturaleza de los hombres y,
servicios estaría aún por encontrarse; por- por consecuencia, a la ley moral; b) de
que el problema consiste en unir a los derechos superiores, de conformidad con
contratantes de otro modo que por los el principio de la colisión de derechos. Así,
vínculos de sus intereses, siempre necesa- no cabe legitimar una asociación particu-
riamente contrarios... La realización del lar opuesta al bien común del cuerpo so-
principio de solidaridad, su traducción en cial, de donde deriva el poder del Estado
reglas de Derecho, no se podrá imponer de vigilancia sobre las asociaciones (").
jamás a golpes de decretos, y no puede Dos principios, como ya señalamos, se
resultar más que del esfuerzo continuo de disputan su hegemonía; el de la asociación
las asociaciones libres" ( T4 ). libre (libertad de asociación) y el de la
De la libertad de asociación surge la asociación obligatoria (asociación compul-
multiplicidad sindical; la cual, según Ga- siva). En relación con esos dos principios
llaft, obtiene plena justificación; pues puede dividirse la legislación positiva en
"desde el momento en que los sindicatos dos granues grupos: a) aquellos países en
no son puramente profesionales, no pueden los que la libertad sindical se desarrolla
exigir la adhesión unánime de los obreros sin Ingerencias del poder público, como
de la profesión. La diversificación parti- ocurre, en Inglaterra y los Estados Unida
dista de los sindicatos, tanto por lo que de América; 6) aquellos en los cuales el
se refiere a las técnicas a emplear, como Estado vigila la actividad sindical, regulán-
al contenido de ideario que los inspira, dola a su antojo u orientándola en su be-
lleva consigo, dentro de un ambiente de neficio.
convivencia, el derecho para el obrero de 19. Limitación de la libertad sindical
libre elección entre los diversos credos sin-
dicales" ("). En el terreno de las realizaciones prác-
ticas, la libertad de sindicación, concebida
(73) El derecho de las asociaciones, pág. 22, como un derecho absoluto, ha provocado
Bs. Aires, .1940.
(74) Ob. cit., pág. 21. (76) La colaboración social en Hispanoamérica,
(75) Las convendor.es colectivas, Barcelona, Bs. Aires, 1943, pág. 11.
1932, pág. 131. (77) Ob. clt., t. 2, pag. 57.
consecuencias, algunas de ellas tan graves, surge la posibilidad de que estas entidades
que ha llevado a muchos a sostener la se constituyan libremente, siempre que los
necesidad imperiosa de limitar esa libertad fines perseguidos sean lícitos. La libertad
restringiéndola a adecuados cauces. Ese de asociación, como ya hemos dicho, es el
concepto de libertad ha provocado la lla- corolario obligado de la libertad de tra-
mada tiranía sindical; mediante ella, un bajo. Aquélla tiene un límite, y es el orden
corto número puede ejercer su despotis- público, el cual aparece donde el interés
mo sobre una mayoría no solidarizada ni de la sociedad está por encima del de los
unida. particulares. Dicho orden público impone
una serie de restricciones que modifican
20, Limitaciones por razón de orden los diversos conceptos mantenidos acerca
público de! Derecho, de la moral y de las buenas
costumbres en relación con el factor tiem-
Son pocos los que consideran hoy la li- po. La unión de fabricantes de artículos
bertad de asociación como ilimitada; pues de primera necesidad, para dictar un pre-
hay determinadas normas de orden gene- cio uniforme al consumidor, pudo ser le-
ral que regulan y amparan la eficacia de gitimar, pero no lo es si este precio significa
este derecho. La libertad de asociación se monopolio. Igual cosa ocurre cuando la
convertiría bien pronto en libertinaje si finalidad de la asociación lleva a fijar
no existiera la vigilancia del Estado; lo condiciones de trabajo que, por lo onero-
cual no significa admitir ciertas restric- sas para los trabajadores, resultan insos-
ciones que adulteran y anulan esa libertad. tenibles. Todas las situaciones extremas
Como señala Werner Sombart, hay dos son perjudiciales, y es más grave, mucho
clases de protección obrera: "sobre el pa- más peligroso, un poderoso sindicato crean-
pel y práctica"; y así la libertad de aso- do leyes para los consumidores o para los
ciación, admitida en teoría, viene a re- trabajadores, sin otra razón que su propio
sultar, por las restricciones impuestas, arbitrio y su personal egoísmo, que la res-
nula prácticamente. tricción a la libertad sindical; esta última
En nombre del orden publico vienen li- puede degenerar en opresión y producir,
mitándose derechos que aparecen registra- como consecuencia, ese malestar general
dos en los textos constitucionales, pero sin que las dictaduras de clase llevan consigo
conseguir realización. Este cacareado orden aparejadas. En ese sentido, el legislador
público, para cuya salvaguardia se han debe tratar de buscar el plano de igualdad
cometido tantos atropellos y se han lega- entre las partes; y, para conseguirlo, al
lizado tantas arbitrariedades, se esgrime mismo tiempo que la declaración previa
como motivo principal para atacar el aso- y formal del derecho de libre asociación,
clacionismo; sin tener en cuenta que el se requiere la fiscalización por parte de
orden no puede basarse en la imposición los organismos estatales. En todo caso,
unilateral de tin sistema, y que la fuerza éstos deben examinar si los móviles per-
empleada para tal fin revierte en defini- seguidos por los asociados son efectiva-
tiva contra aquellos mismos que la utili- mente los establecidos en los estatutos del
zan. El espíritu alcanza cierto grado de sindicato; y si no han de crear, en su pleno
tensión que deshace y destruye cuanto desarrollo, situaciones contrarias a esta
encuentra a su paso, si un dique contiene concepción, amplia y equitativa, del orden
esa expansión natural y espontánea. Por público. Como señala Bry, "si la asociación
más que se quiera decir que el orden pú- resulta útil para multiplicar las fuerzas
blico exige atemperar la libertad con la aisladas y si la actitud organizadora cons-
fiscalización, aunque se sostenga que el tituye un signo de civilización, es con la
Estado, como ente superior, ya vela por condición de respetar la libertad indivi-
los intereses particulares, lo evidente, lo dual y de no convertirse en un instru-
comprobado, es que la libertad de asocia- mento de monopolio o de opresión" (").
ción contiene en sí el resorte dinámico del
progreso, y que solamente al restringirla 21. Renovación de la tendencia
ge convierte en una fuerza dlsgregadora y corporativa
nefanda.
Una necesidad impone a los trabajado- Para resolver el problema, al que ne-
res la unión de sus fuerzas con el objeto cesariamente lleva la libertad de sindica-
de, en bloque, conseguir condiciones labo- ción, han surgido varios sistemas tendien-
rales mejores; pues con tal proceder cabe tes a organizar el trabajo; en ese sentido,
obtenerlas en plano de igualdad en rela- la corporación resurge, pero en forma le-
ción con los patronos. Y como derivación (78) Les lois du travatl industriel et de la
del principio de libertad de asociación, prévoyance sacíale, París. 1921, pig. 554.
gal, con personalidad propia y distinta. do de desenvolvimietno de la convivencia
La pregunta que muchos se han formulado Estos grupos, puede decirse, dan fe de la
es: ¿resultaría hoy posible y conveniente existencia del Estado; porque él mismo le
el restablecimiento de los gremios de ar- debe su razón de ser y su existencia a la
tes y oficios? Tal interrogante ha sido asociación. Aún más, el Estado es orgánico
contestado en forma diversa, si bien, por y perfectible si estos grupos tienen li-
lo general, se admite que la organización bertad para crearse y desenvolverse y, en
corporativa de la Edad Media evitó los caso contrario, es atómico y tiende a la
inconvenientes de la libre competencia, disgregación, si faltan aquellos elementos
asoma la discrepancia de las opiniones en de cohesión, verdaderos cartílagos de toda
el punto concreto de si la institución an- sociedad política bien constituida". Esa
taño fecunda podría serlo asimismo en la tesis, que encuadra la sugestión aparente
actualidad. Como se ha dicho con acierto, del sistema corporativo, tan desarrollado
se torna obligado reconocer que hasta los en los últimos años se basa en una reali-
espíritus más tradicionalistas convienen dad: la existencia de la categoría profe-
en que resucitar los gremios en su antigua sional, aspecto independiente en absoluto
organización, sin introducir grandes mo- del sindicato obligatorio, pero sí muy rela-
dificaciones, sería hoy anacronismo. Pero cionado con la renovación de la tendencia
tal tesis no la comparte, ni mucho menos, corporativa.
la doctrina. Ya a finales del siglo pasado,
en un informe de Ducarre sobre las con- 22. Tendencia al monopolio sindical
diciones del trabajo, se expresaba: "Todos
los remedios propuestos conducen a esta Contrariando el sistema de libertad ab-
conclusión: reducir o suprimir la libertad soluta de sindicación, Paul Bureau se
individual de trabajo y reemplazarla por formula en los siguientes términos: "Sin
colectividades, asociaciones y sindicatos duda, los asalariados, con los que luchan
encargados de vigilar los intereses de cada los sindicatos poderosos, no están reduci-
profesión. Esto es, en una palabra, el re- dos a esta miserable situación, y porque,
torno al régimen de las corporaciones de al lado de ellos, los hombres, a costa de
oficio,..." Hitze, jefe que fue del Partido mil esfuerzos, algunas veces heroicos y,
Católico Social del Reichstag, decía: "La en todo caso, a costa de serios sacrificios
solución de la cuestión social está en la pecuniarios, se han agrupado para obtener
organización social de las profesiones. Los una tasa más elevada de su salario, los no
gremios eran, en la Edad Media, vehdade- sindicados se benefician como los otros, y
ras organizaciones sociales. Ahora, el úni- les es lícito alardear de su independencia
co modo de poner un freno a los abusos e invocar la libertad de trabajo. Pero ese
del capital y a los males del maqumismo sofisma es evidente, y sólo manifiesta
es hacer que los progresos de la produc- que se decora aqui con el nombre de li-
ción aprovechen a todos. Es inútil desear bertad lo que no es realmente más que
las corporaciones libres. Una corporación egoísmo y deslealtad. A mayor abunda-
libre es un cuchillo sin filo, con el cual miento, y si se quiere, contra toda eviden-
no se puede asestar un golpe serio contra cia, conceder algún valor a ese argumento
la dominación del capital; toda la re- de la libertad, debe reconocerse a los sin-
glamentación admite el constreñimiento: dicatos un derecho igual para invocar esta
quien dice obligación, dice constreñimien- libertad" (™).
to. Organización social de los Estados;, he Son los llamados males de la libertad,
aquí la solución de la cuestión social". males sólo curables con la libertad, no
como sistema que preconiza la inacción del
Por su parte, Miceli conceptúa que el Estado, sino como propósito de educar la
ejercicio de la libertad de asociación, sensibilidad colectiva, adecuándola a las
como facultad, se apoya en un doble fun- posibilidades que el sistema sindical lleva
damento: de un lado, la libertad indivi- consigo. Es en esa forma cómo Waldeck
dual; de otro, el interés de la convivencia. Rousseau declaraba, al discutirse la ley
"Si todo hombre tiene el derecho de dis- que defendía la libertad de sindicarse:
poner de su actividad del modo que mejor "El derecho de un solo obrero que no quie-
le parezca, bien se comprende que pueda re sindicarse es igual al derecho de diez
unirse a los demás para la realización de mil obreros que quieren sindicarse". Era la
todos los fines de la vida humana. Pero la expresión definida del significado y con-
sociedad no se compone únicamente de tenido de la libertad de asociación, o me-
individuos, se compone también de grupos, jor dicho, del derecho de asociación.
más o menos extensos, que tienden a la El sistema monopolizador no es propio
realización de uno y otro fin, y que son
en mayor número cuanto mayor es el gra- (79) Ob. Cit., g. 21.
de las asociaciones aisladas, sino que se ditarla en los hechos, sin permitir que de
eleva a las federaciones, confederaciones la libertad se abuse por parte de quienes
e internacionales. Así se suscita una lucha pretenden tener adquirido el supuesto mo-
permanente, de resultados estériles, don- nopolio de la misma (80).
de la fuerza de organización, de combate Esta tendencia a ejercer el monopolio
y de disciplina se agota sin finalidad al- de la categoría respectiva lleva a las or-
guna en pugnas constantes entre las di- ganizaciones, como bien se ha dicho, a
versas entidades nacidas de la libertad de hacer imposible la actividad de las em-
sindicación, y que son como su natural presas industriales o comerciales no afi-
consecuencia. Por tal causa tenemos que liadas; y, también, "algunos sindicatos
enfrentarnos con el régimen monopollza- obreros se proponen negar o reducir no-
dor y deducir diversos corolarios: el pri- tablemente, más o menos abiertamente,
mero, la justicia evidente del postulado las posibilidades de empleo a los trabaja-
que exige de la masa obrera, para la rea- dores que no se adhieren a los mis-
lización de sus fines, el constituir unidad; mos" (si).
exigencia que destruye, por entero, la li-
bertad de no asociarse. Esta pugna entre 23, La sindicación obligatoria
libertad y exigencia compulsiva resulta Para obviar los males a que conduce la
más aparente que real: la exigencia mo- libertad de asociación sin límite, se pro-
nopolizadora es viable cuando se formula pone reducir la misma, o sustituirla por el
en el sentido de requerir que la masa tra- sindicato obligatorio. Empero, a finales
bajadora sea representada unida, sin per- del siglo pasado y comienzos del presen-
mitir escisiones en la misma, por demás te, el Derecho penal positivo ha sanciona-
ventajosas para la clase patronal; es in- do, como delito contra la libertad, la coac-
justa, arbitraria e Inoportuna cuando pre- ción ejercida para obligar a un trabajador
tende establecer, por medio de un sindi- o a un patrono a ingresar en una entidad
cato, el dominio absoluto de la profesión sindical o para dejar de pertenecer a ella.
o de la clase trabajadora, sin permitir la Pero en la actualidad, y principalmente
existencia de otros sindicatos ni la de los en la tercera década del corriente siglo,
obreros libres, esto es, no sindicados. Tal se Inaugura un nuevo sistema, tan extre-
situación repugna al sentimiento de liber- mista como las ideas que le sirvieron de
tad, inmanente en la clase trabajadora y origen; por obra del mismo, esa libertad
que debe serlo en la patronal igualmente. desaparece para convertir al individuo en
En algunos aspectos, el criterio de los unidad dentro de la masa, a la cual, sí, se
Integrantes de la categoría profesional se le conceden derechos, pero basados en la
revela semejante, mientras que en otros más absoluta supeditación al régimen po-
aparecen pugnas y antagonismos imposi- lítico imperante.
bles de unificar en iguales opiniones: mó- El sindicato profesional obligatorio ha
dulo común de clase son las ventajas sido defendido con múltiples argumentos.
Inherentes a los propios intereses profe-
sionales. En los problemas referentes a ese
módulo común puede considerarse a la (80) He aquí un curioso caso que menciona
clase trabajadora formando unidad, repre- Bureau (ob. clt., pág. 308): Un obrero había aban-
donado el sindicato a que pertenecía. Trabajaba
sentada por uno o varios sindicatos y por por otra parte, un número normal de horas, y por
la masa no adherida a ninguno. Resultan el precio de costumbre. El sindicato lo sometió
inadmisibles, en tal supuesto, diferencia- a Interdicción y manifestó a los patronos la for-
mal prohibición de contratarle, bajo pena de
ciones en la manera de enfocar los desalojar los talleras. Como la Inmensa mayoría
problemas cuando son consecuencia de de los obreros de la profesión pertenecía al sindi-
necesidades comunes; como no puede acep- cato, se encontró con todas las puertas de las fá-
tarse la libertad contractual absoluta en bricas cerradas para él; ningún patrono se exponía
a afrontar una huelga, que sólo hubiera servido
materia laboral. Pero cuando los proble- para atestiguar la omnipotencia de los sindicatos.
mas son de otro orden, cuando la diver- El obrero demandó al sindicato daños y perjui-
gencia de opinión existe de hecho y está cios: un fallo del Tribunal de Bourgin, del 11 de
enero tíe 1890, y una sentencia de la Corte de
respaldada por un derecho, no cabe man- Grenoble, del 23 de octubre siguiente, absolvieron
tener el principio monopolizador, debe al sindicato; pero el Tribunal de Casación le con-
hacerse efectiva la libertad de sindicación, denó e hizo triunfar al obrero reclamante. El
de acuerdo con la ley que ha de garanti- Tribunal Supremo consideró que el art. 7» de
la ley de 1884 reconocía a todo miembro de un
zarla, por considerar que la libertad no sindicato el derecho de retirarse y que el ejer-
es sólo una palabra, sino un contenido. cicio de ese derecho resultaría ilusorio si su uso
Por ello no resulta necesario, como se se encontrara expuesto al "boicot" pronunciado
efectúa, pregonar tanto la existencia de por sus antiguos coasociados.
(81) "Nota sobre fallo", en rev. Derecho del
la libertad en materia sindical, sino acre- Trabajo, t. 5, págs. 549 y slgs.
Se dice de él que libra de las violencias y ciaüsta. El sindicato oficial, privado de la
coacciones que la multiplicidad de aso- adhesión popular, sería un instrumento
ciaciones obreras y patronales crea; que, inútil" ( 83 ),
en esa forma, el proletariado constituye En esta polémica entre la asociación li-
unidad y consigue mayor fortaleza; que, bre y la asociación obligatoria se olvidan
el sindicato único obligatorio representa !os factores que influyen en el problema
los intereses de clase que están por enci- y no se ve sino la fase política, aquella
ma de los intereses de los individuos ais- que ha desviado precisamente la solución
lados. Se afirma, por otra parte, que el y la que enturbia la visión de conjunto.
fin perseguido con la asociación obliga- Esa misma confusión se plantea al exa-
toria consiste en dar mayor unidad a la minar la tesis del sindicato obligatorio y
masa trabajadora. Los que opinan así ar- la del sindicato único. Al parecer, son
gumentan de la siguiente forma: a) existe ideas gemelas; pero, en realidad, se diver-
una mayoría de obreros no agremiados que sifica uno de otro porque el primero su-
resta fuerza al conjunto; b) la huelga, prime la übertad sindical; mientras que,
como expresión colectiva de mejoramien- en el segundo caso, la representación de
to, fracasa por falta de unanimidad entre clase se obtiene por una sola asociación,
los obreros, cuando no dependen de un mas dejando a los individuos en libertad
centro o sindicato las decisiones predomi- para incorporarse o no a ella. Esas dife-
nantes en los obreros de la empresa o rencias, prácticamente, no son sensibles,
profesión interesada. por cuanto el sindicato único suele per-
Argumentando en contra de la sindica- seguir un monopolio en su acción, privan-
ción obligatoria, Sorel señala que "el sin- do al obrero no afiliado dft medios de vida,
dicato obligatorio es la destrucción de to- al negarle la posibilidad de encontrar
do lo que tiene de socialista la institución trabajo; pues como exigencia se impone
sindical, fundada en la libre asociación contar con el "carnet" sindical, requisito
de individuos que. persiguen fines prácti- que, ante razones perentorias, se ven obli-
cos, próximos y razonables. Un sindicato gados a aceptar los patronos.
obligatorio es un contrasentido". Y el pro- A cuanto se ha expresado puede agre-
fesor Despontin declara: "Doctrinalmente, garse que la sindicación obligatoria anula
la sindicación obligatoria significa la anu- la libertad y crea una obligación destina-
lación del principio de libertad, por un da, generalmente, a asentar regímenes de
lado; y, por otro, que la potestad legisla- predominio. El derecho de asociación re-
tiva es reemplazada por la sindical, que clama, para ser tal, una libertad que re-
Impone su voluntad como expresión colec- chaza el establecer el sindicato obligatorio
tiva, no consultando o manifestando la oficial; pues equivale a negar práctica-
realidad de la opinión de sus componen- mente ese derecho de asociación. Si el
tes" (82) . obrero o el patrono es libre de sindicarse,
Gallart Folch se proclama contrario a la lo es totalmente; porque aquí no caben
sindicación obligatoria al decir: "A la luz términos medios. El derecho de asociación
de un criterio meramente racionalista, significa que tanto obreros como patronos
prescindiendo en absoluto de considera- puedan crear sus propias organizaciones,
ciones de vitalismo social, indudablemente darles vida, regirlas, reglamentar su efi-
el sindicato oficial obligatorio presenta una cacia, proveer a su sostenimiento; todo
enorme superioridad sobre el sindicato es- ello dentro de los límites legales absolu-
pontáneo. El sindicato oficia; estaría inte- tamente indispensables para el manteni-
grado por todos los trabajadores de la miento del orden público. Obligar a la
profesión; sus directivos, elegidos por és- sindicación es lo mismo que negar ese
tos, representarían auténticamente la ma- derecho. En la sindicación obligatoria, los
no de obra de aquella especialidad produc- fines de los sindicatos están predetermina-
tora y, por tanto, serían los únicos man- dos, sus autoridades vigiladas, su regla-
datarios autorizados para convenir con el mentación impuesta por personas extra-
capital el régimen de trabajo a que esta ñas a los mismos; lo que era un derecho
mano de obra habría de sujetarse. Pero se convierte así en un deber. Los sindicatos
este mecanismo, tan perfecto teóricamen- no pueden desviarse de sus verdaderos
te, no daría un buen rendimiento funcio- propósitos; pero tampoco cabe variar sus
nal. El sindicato dejaría de ser una ma- fines, modificar su estructura, imprimirles
nifestación Viva de la conciencia colectiva, derroteros contrarios a su vocación. El de-
para convertirse en un frío organismo oíi- recho de sindicación, concesión benévola
o forzada de la autoridad estatal, debe ser
(82) La técnica en el desarrollo del moderno
Derecho del tra&o/o, pág. 184, B». Aires, 1941. (83) Las convenciones colectivas, pág. 129.
eso: un derecho, nunca un deber impuesto tos constitucionales europeos, que igual-
coercitivamente desde arriba. mente consagran el derecho de asociarse
libremente í88). Los Códigos de trabajo y
24. La libertad de asociación en leyes especiales sobre asociaciones profe-
Hispanoamérica sionales establecen en sus textos, y lo re-
Un absurdo planteado frecuentemente gulan, el derecho de libre asociación (»«).
consiste en sostener que el derecho de 25. La libertad de asociación en el
sindicación representa, a lo más, una con- plano internacional
cesión benévola de la autoridad estatal. Se
ha afirmado muchas veces, principalmen- La expresión más definida del derecho
te situando el problema en los pueblos del de asociación, como tal, ha sido plasmada,
Nuevo Mundo, que en ellos, a difereílcia en el orden internacional, entre los prin-
de Europa, la sindicación no ha sido ga- cipios que hizo suyos el Tratado de Paz
nada después de largas y cruentas luchas. de Versalles. Su artículo 427, inciso 2°,
Llégase a declarar que este derecho no ha declara: "El derecho de asociación, en
encontrado una clase obrera madura para vista de todos los objetos no contrarios a
la perfecta comprensión y ejercicio de los las leyes, lo mismo para los asalariados
derechos y prerrogativas. Lo precedente re- que para los patronos".
sulta sólo y en parte cierto, porque, para El problema de la libertad sindical fue
saber hasta dónde pueden conducirse los el tema principal tratado en la conferen-
grupos sociales, se necesita que éstos dis- cia general de la Organización Interna-
pongan de una mínima libertad de desen- cional del Trabajo, reunida en Ginebra,
volvimiento, no concedida, prácticamente, en mayo de 1927. En ella no se llegó a
hasta ahora. ningún resultado práctico, por cuanto las
En Hispanoamérica, las asociaciones pro- delegaciones representativas de los diver-
fesionales no han tenido un desarrollo tan sos intereses de clase se opusieron a una
eficaz y combatiente como en el Viejo fórmula que armonizara sus diferencias
Mundo, debido, sin duda alguna, a que en de apreciación, en punto tan delicado
la etapa inicial de la independencia de las cual era el régimen de los sindicatos. Las
antiguas provincias españolas de América amplias discusiones que se desarrollaron
no existia en ellas el llamado problema en dicha conferencia son buena prueba
social. Incluso, actualmente, el movimien- de que el problema candente en los pro-
to asociacionista no resulta comparable legómenos de la contienda iniciada en el
con el desarrollado en la, mayoría de los año 1939 era el del desarrollo sindical, y,
pueblos europeos. Son situaciones distin- por ende, el de la situación social, que se
tas, y no encuentran ajuste en una misma debatía de esa manera dentro de los com-
e idéntica fórmula. La conciencia de la petentes organismos laborales en el plano
masa trabajadora, como clase, no se pro- internacional.
duce en América sino ya a finales del pa- Empero se ha protegido, en diferente
sado siglo, y la gran industria, con sus forma, el derecho de sindicación tanto de
ingentes pfoblemas, sólo por excepción se los obreros agrícolas como de los extran-
ha hecho presente en algunas grandes jeros. Así, la Recomendación 2, adoptada
ciudades. El problema se diluye en enor- por la Conferencia Internacional del Tra-
mes extensiones superficiales, territorios
inmensos que esperan aún al hombre para de la República Dominicana; 187 del Ecuador;
hacerse productivos. El problema europeo 35 de El Salvador; 32 y 53, Inc. 8», de Guatemala
es distinto; allí las ciudades concentran 26 de Haití; 9' de México; 81 de Nicaragua; 40
en fábricas a millares de obreros someti- y 67 de Panamá; 19 de Paraguay; 27 de Perú;
42 de Venezuela; 38 y 56 del Uruguay.
dos a la disciplina del trabajo, sin otros (85) Por ejemplo, Const. de Bélgica, del 7 de
medios de defensa que el sindicato; allí noviembre de 1831, art. 20; de Holanda, de 1848.
la situación se estabiliza y la dificultad es art. 10; de Checoeslovaquia, del 28 de lebrero
insuperable para lograr una armonía en- de 1920, art. 113. La Const. rusa, del 18 de Junio
de 1918, reconocía a favor de los trabajadores el
tre las clases que se disputan por todos los derecho de asociación en el art. 16.
medios su supremacía. (86) Art. 1" de la ley argentina de asociaciones
En general, los textos constitucionales profeslonaless obreras; 99 y 511 de la Consolid.
latinoamericanos, que han reconocido tan- de Leyes del Trab. del Brasil; 1» de la ley colom-
biana; 271 del Cód. de Trab. de Costa Rica; 362
to el derecho de reunión como la libertad del de Chile; 2» del llb. II del Cód. del Trab. de
de asociación (**), se Inspiran en los tex- Francia; 209 del de Guatemala; 234 de la Ley Ped.
del Trab. de México; 188 y 190 del Cód de Trab.
(84) Arta. 14 de la Const. argentina de 1853; de Nicaragua; 1? de la ley especial del Paraguay:
128 de la de Solivia; 150 de la de Brasil; 44 de la ley del 1» de marzo de 1902, enmendada el 26 de
de Colombia; 55 (Ley 24, del 2 de Julio de 1943) abril de 1939, de Puerto Rico; 132, 135 y 136 de
de Costa Rica; 37, 69 y 70 de Cuba; 6», Inc. 6', la Ley del Trab. de Venezuela.
bajo, prevé que sea asegurado a los obre- el punto de vista político. Declaran no estar
ros extranjeros el goce del derecho de aso- afiliadas a ningún partido político. Pero
ciación reconocido, en los límites legales, aun entonces, desde que esas asociaciones
a los obreros nacionales. En este orden de proclaman, como actualmente lo hacen en
cosas, las restricciones y limitaciones son la mayoría de los casos, que su finalidad
desgraciadamente tan numerosas, que poco es la supresión del asalariado, que su fin
o nada queda a los obreros extranjeros de es la transformación del régimen, de la
la libertad de asociación, pues en bastan- propiedad, ciertos gobiernos consideran
tes casos ha sido cercenada o limitada. En este programa como un programa polí-
ese sentido parece que el derecho de aso- tico" (87) .
ciación constituye un privilegio de orden
político y no profesional o laboral, conce- Capitulo V
dido al obrero nacional por méritos de su
acción revolucionaria y no para el des- TEORÍA Y CONTENIDO DEL SINDICALISMO
arrollo de una eficiente política sindical.
En cuanto a los obreros agrícolas, el 26. Los sindicatos y la acción
proyecto de Convenio 11 de la Conferencia política
Internacional del Trabajo, que entró en Es sabido que para lograr mejores con-
vigor el 11 de mayo de 1923, establece en diciones de trabajo se requiere una orga-
su artículo 1"? que "todo miembro de la nización sindical fuerte, libre y espontánea,
Organización Internacional del Trabajo así como un espíritu colectivo robustecido
que ratifique el presente convenio se obli- por la cohesión disciplinada que la profe-
ga a asegurar a todas las personas ocupa- sión da; en tanto que "las actividades al
das en la agricultura los mismos derechos margen de los intereses profesionales dis-
de asociación y de coalición que a los tra- persan las fuerzas morales y materiales
bajadores de la industria, y a derogar toda de los sindicatos en 8asuntos que no son
disposición legislativa o de otra clase que típicamente suyos" (» ).
tenga por efecto restringir dichos derechos La teoría sindicalista se desenvuelve,
en lo que atañe a los trabajadores agrí- como señala Gonnard, "en una florescencia
colas". de doctrinas con frecuencia muy diferen-
Por lo que hace a los citados trabajado- tes unas de otras con su color político,
res, en la práctica, se ¡es ha venido limi-
tando los beneficios del derecho de sindi- social o religioso, y que no se parecen más
cación; en algunos países únicamente se que por su tendencia uniforme a convertir
les ha reconocido a los de la industria y los sindicatos en el gran instrumento de
el comercio, los privilegiados por parte de la reforma (o de la revolución) social y
los gobiernos comprometidos por las cam- en la piedra angular de la sociedad futura.
pañas electorales previas, o como conse- Efectivamente, junto al sindicalismo obre-
cuencia de la acción revolucionaria de rista más o menos expresamente revolu-
aquéllos, a darles mayores ventajas, cier- cionario se hallan el sindicalismo legal,
tas veces en detrimento de los trabajado- pacífico y reformador, de ciertos teóricos
res del campo. pertenecientes a los partidos políticos de
El problema de la libertad de sindicación, izquierda; el sindicalismo confesional, de
los católicos socialistas; y, más recien-
reconocido como hemos visto por el Tra- temente, el sindicalismo fascista italia-
tado de Versalles, fue abordado por la no" (89) .
Oficina Internacional del Trabajo, al plan-
tearse-ante ella un caso de violación, ocu- Esta expansión de la teoría sindicalista
rrido en Hungría. En tal oportunidad, el parece indicar que la política es, o debie-
citado organismo se pronunció en los si- ra ser, no inconciliable con la organización
guientes términos: "Casi ningún gobierno, sindical. Se considera que en eso hay error,
ni aun aquellos que parecen como más "porque la acción sindical, aunque sus
acusados de violar el derecho sindical, propósitos inmediatos sean económicos, es
niegan este derecho a los trabajadores. esencialmente política en el bueno y es-
Resulta que todos los gobiernos poseen le- tricto sentido del vocablo" (»°).
yes que consagran el principio y definen
el ejercicio de la libertad sindical. Cuando (87) Cita tomada de XTnsain: obra mencio-
los sindicatos son perseguidos, en la ma- nada, t. 2, págs. 168 y 169.
(88) Krotoschin, Instituciones de Dertcho íel
yor parte de los casos, lo son como sin- trabajo, t. 1, págs. 128 y 120, Bs. Aires, 1947-48.
dicatos de tendencias políticas, como sin- (89) Historia de las doctrinas económicas, pá-
dicatos revolucionarios. Es verdad que, en gina 682. Madrid, 1938.
(90) Oír. editorial del diarlo La Prensa, de
un gran número de países, las organizacio- Bs. Aires, sobre "Política y sindicalismo", publi-
nes sindicales se declaran neutrales desde cado el 9 de diciembre de 1946.
00 J. ASOC

27. Intereses políticos e intereses descomponerse en dos matices: el econó-


profesionales de los sindicatos mico y el político. Lo permanente, en el
sindicato, es el fin profesional, económico;
En su faz positiva, cabe considerar a los lo accidental, la posibilidad de su inter-
sindicatos como instrumentos de pacifica- vención en política, que, como transitoria,
ción social, como órganos, para el mejora- puede, a veces, no desnaturalizar aquel fin
miento de las clases, tanto obrera como principal.
patronal, y como elementos de transfor-
mación económica. Lo mismo que existen 28. El sindicalismo
por parte de cuantos trabajan aspiraciones Si el sindicato representa una organi-
de orden político y aspiraciones de orden zación profesional, y como tal, sancionada
profesional, así también persiguen ios sin- en su realización práctica por la ley; el
dicatos intereses políticos e intereses pro- sindicalismo es una doctrina, y como tal
fesionales. Generalmente sacrifican las as- puede ofrecer una serie de objeciones.
piraciones profesionales al juego de los Integra un movimiento amplísimo, cuyo
Intereses políticos, error en el que reinci- desarrollo se basa en los sindicatos, estruc-
den, por más que se haya visto el poco tura primaria que señala el fundamento
resultado del sistema. Precisamente las de la organización laboral. El sindicalis-
organizaciones de trabajadores de mejor y mo es así un sistema doctrinal, político e
más fructífera labor han sido aquellas que ideológico. Su desenvolvimiento se inicia a
han logrado definir sus aspiraciones de finales del siglo xrx, y sus postulados di-
orden profesional apartándolas de las de fieren conforme a la distinta táctica que
orden político. se emplee, de diversos matices, desde los
El problema resulta de difícil solución moderados a los revolucionarios.
si se tiene en cuenta que los sindicatos Han pasado de moda los ataques dirigi-
han tomado posiciones en la llamada lucha dos contra el sindicalismo. La discusión,
de clases. ¿Existe ésta? El problema abar- en este punto, no se produce, por cuanto
caría, en su planteamiento, mayor exten- las viejas doctrinas, como anticuadas, ape-
sión que las posibilidades de este estudio. nas interesan hoy. Quienes ven al sindica-
Podemos adelantar que la lucha de clases lismo revolucionario, que constituía el
se reduce a una pugna de intereses, y que, terror de los hombres de orden de la se-
por lo tanto, no puede concebirse aislada, gunda década de este siglo, como una ame-
sin participar en el conjunto de problemas naza, son tan contados que casi no me-
que interesan, principalmente, a la mejor recen se les preste atención. Por otra
Justicia en la distribución de la riqueza. parte, el sindicalismo como doctrina polí-
Ya hemos dicho en otra oportunidad í»1) tica parece haber sido rebasado, por la ra-
que el problema social irá diluyéndose con zón de que en el presente constituye
el tiempo, como no puédamenos de ocurrir. axioma la libertad de asociación. Junto a
Lo que queda, lo perenne, son los grandes tal criterio son pocos los que consideran
principios por los cuales los hombres lu- al sindicato como medio de lucha para la
chan y mueren, y estos principios son la conquista de posiciones políticas; la ma-
Tida en sociedad, el pan diario, la libertad yoría los considera cual factor para la
y la dignidad. Este 'fin es propio de las or- obtención de las mejoras necesarias co-
ganizaciones sindicales, porque, estando rrespondientes a los intereses profesiona-
integradas por individuos, lo natural con- les.
siste en que respondan al palpitar de to- Posada señala que el sindicalismo revela,
dos ellos, manifestación general traducida "en su sentido amplio, la formación de una
en una superación constante de mejora- más clara y profunda conciencia de la
, miento. naturaleza social del hombre, y un más
Esta situación, la de la lucha de clases agudo conocimiento de los estímulos so-
y de Intereses políticos, origina en ocasio- ciales y de la suprema satisfacción que el
nes que los sindicatos, con la fuerza que ser humano alcanza, a consecuencia de
representan, se pongan al servicio de gru- una mejor y más adecuada aceptación,
pos y partidos, y arrojen en propio bene- comprensión y realización práctica de las
ficio, dado el régimen liberal de la política exigencias contenidas en aquellos estímu-
Imperante, un saldo más favorable mien- los".
tras mayor resulte tal intervención. El Duguit ve en la formación de sindicatos
régimen democrático facilita las posibili- potentes, que encuadren a todos los indi-
dades de esa intervención, pero esto no viduos de todas las clases sociales, una
impide que la actividad sindical pueda garantía firme y la única eficaz contra la
(91) ti derecho Sel trabajo y sus contratos, omnipotencia de los gobernantes; esto es,
Al 190 y sigs., Bs. Aires, 1945. contra el absorbente poderío de clases.
partidos o mayorías que ejercen el mono- sindical, en verdad consistente en medita-
polio de la fuerza. Y resumiendo a Dur- ción, calma, profundidad en el cálculo,
kheim, señala la parte diferente "que cada visión serena del futuro, comprensión y
cual pone en el trabajo destinado a rea- alteza de miras y, principalmente, armo-
lizar la satisfacción de las necesidades de nía entre los diversos elementos que pre-
todos y de cada uno". Supuesto esto, "fá- tenden consolidar en la acción común su
cilmente se concibe que existe un lazo propio bienestar. El sindicalismo no con-
esencialmente íntimo entre los hombres duce necesariamente a la huelga, como
que realizan el mismo orden, de tareas u pretende Sorel, aun cuando puede em-
ocupaciones en este vasto taller de la so- plear la misma como9B medio para la con-
ciedad entera. Este lazo más estrecho re- quista de sus fines ( ). Es, empero, pro-
sulta, ante todo, de la semejanza de los ducto de una rectificación, tanto referente
intereses y de las aptitudes, de la natu- al individualismo atómico como al libera-
raleza de la labor cumplida, manual e lismo abstracto y sin contenido social.
intelectual; pero, además de la analogía Por otra parte, la cuestión fundamental
de los hábitos, de las maneras de vivir, de de que el sindicato debe ser político o
las aspiraciones, de los goces y de los apolítico, según la posición personal de los
sufrimientos". Concretando su pensamien- informantes, es absurda y fuera de sen-
to, agrega más adelante: "El sindicalismo tido. Se afirma que el sindicato que no se
es la organización amorfa de individuos, encuentra dentro del Estado, está necesa-
es la constitución en la sociedad de gru- riamente frente al Estado. Tal tesis se
pos fuertes y coherentes, de estructura muestra inexacta. El sindicato apolítico
jurídica definida, y compuestos de hom- debe estar ineludiblemente fuera de la
bres ya unidos por la comunidad de ocu- órbita estatal, pero no frente al Estado.
pación, de tarea social y de interés pro- En cambio, el sindicato político se halla,
fesional". Y vaticinando un inmediato forzosamente, dentro o enfrente del Es-
porvenir, concluye diciendo: "Ese gran tado. El sindicalismo de Estado convierte,
movimiento de integración que entraña de manera obligatoria, a las asociaciones
el sindicalismo se extiende y comprende profesionales en organismos políticos; pues
a todas las clases. Está aún en su aurora. no en vano los gobiernos, cualquiera sea
Llenará nuestro siglo,92 será, sin duda, su su matiz político característico, representan
señal característica" ( ). una política determinada, y aunque se
Del sindicalismo revolucionario es repre- diga que todo gobierno es nacional, los
sentante Sorel, para el cual una huelga hombres que los integran actúan como
general constituye el elemento primordial producto de coaliciones políticas, que im-
de lucha, basada en el choque de las di- primen a su obra el sello que las mismas
versas clases y en la acción directa. Cons- poseen. De ahí que el sindicalismo nacional
tituye ése uno de los muchos mitos que represente un sindicalismo político, aun
circulan; y, como señala Rugglero, la teo- cuando sea dentro del Estado, y colabore
ría de Sorel no merece crítica, en cuanto con sus fines.
no es verdaderamente una teoría, sino un El sindicalismo político, hasta siendo
noble y elevado estado del alma y la pro- nacional, puede encontrarse frente al Es-
testa de un hombre de gran altura moral tado; puesto que pretende, con el empleo
contra la actual mediocridad democrá- de la fuerza, que los organismos dan a
tica (»3) . sus miembros, la conquista del poder, para
Además, no resulta posible concebir el el logro de sus fines. Ese es el sindicalis-
sindicalismo como una supuesta filosofía mo revolucionario, contra el cual no se
de la9 4 acción, cual una filosofía de la huel- ha luchado más que utilizando su misma
ga ( ), como una manifestación de la fuerza, pero dentro de la organización po-
violencia organizada, aunada, firme, re- lítica, para convertir un sindicalismo fren-
suelta, dispuesta siempre a nuevas con- te al Estado en un sindicalismo de Estado.
quistas. Si así se concibiera, caeríamos en No sabemos si el remedio es peor que la
el error de ver sólo una faz del problema, enfermedad.
quizás la de menor importancia, la más Para centrar la tesis que corresponde
débil de toda la parte dé la organización adoptar, basta determinar que el derecho
de asociación está en la propia naturaleza
(82) Ob. cit., págs. 297 y 298, 302 y 303.
humana; la. ayuda mutua, la colaboración
(93) La filosofía contemporánea, págs. 200 y hacia una finalidad útil, la unidad de lu
201, Bs. Airea, 1945. fuerzas para la defensa, la acción de lm
(94) Cfr. Challage, Syndicalisme révolutionnai-
re et syndicalisme reformiste; y Sorel, Reflexiona (95) Oír. Gide, Le droit de gréve, págs. 1 y i
sur la violence, 4» ed, París, 1920, y tes illusions (vol. de la Blbllotéque Genérale des Sciences Soc.
du progrés, París, 1908. 1909).
intereses comunes y la necesidad de dar tutos, una sociedad persigue un fin en
satisfacción a un impulso ingénito, que oposición flagrante con la probidad, con
no se dirige contra el ordenamiento legal la justicia y con la seguridad del Estado,
del Estado, sino que colabora con éste en los poderes públicos tendrían el deber de
el desenvolvimiento de la economía, al impedir su constitución; y si estuviera
propulsar el empleo de la actividad en el constituida, el de disolverla. Pero también
trabajo y en su defensa. Hay, empero, es preciso que en todo esto obren con
quienes señalan que nada debe oponerse grandísima circunspección, a fin de evitar
a la obra del Estado, encarnación suprema la usurpación de los derechos de los ciu-
de todas las bondades y de todos los be- dadanos, y estatuir, so color de utilidad
neficios. La tesis actual, que impone el pública, algo que desaprobara la razón;
desconocimiento de derechos absolutos, porque una ley no merece obediencia sino
nos lleva necesariamente a un plan rea- cuando está conforme con la recta razón
lista, dentro del cual debe desenvolverse y con la ley eterna de Dios".
la libertad de sindicación. Absoluta esta La doctrina política de la Iglesia, ex-
libertad, sin concebir la íinalidad que la presada por León XIII, fue aclarada por
autoriza, daría lugar a hef-emonías con- Pío XI, en su Encíclica Quadragessimo
trarias al Estado como fuerza; sería., por anno, que se circunscribe al corporativis-
lo tanto, el triunfo de los que confunden mo, caracterizado por su apoliticismo y
el derecho de asociación con lo anárquico. por la colaboración clasista que constituye
La cuestión ha sido centrada por el espa- su causa y motivo. Esa doctrina sostiene
ñol Posada, al expresar que "el problema que el derecho de asociación es anterior y
fundamental del Estado frente a las co- superior al Estado, y con nostalgia vuelve
rrientes diversas del sindicalismo, estriba la vista hacia los antiguos gremios, donde
en hallarles cauce, en elaborar un amplio la mutua convivencia, el sentido religioso
orden jurídico que facilite su incorpora- y el elevado espíritu de compenetración
ción al régimen político. En suma, estriba hacían posible ese sentimiento de herman-
en lograr su propia transformación en dad que es aspiración de la Iglesia católi-
consonancia con las reales y positivas ca (» 7 ). Así, la corporación cristiana apa-
transformaciones que las necesidades nue- rece como una nueva teoría, defendida por
vas de la vida, o las nuevas formas de los economistas de la Reforma social, co-
sentirlas, imponen a las sociedades con- mo Le Play, Perin, Janet, etcétera, y re-
temporáneas". comendada y aprobada por León XIII en
sus dos Encíclicas: Humanum genus y De
29. La doctrina, de la Iglesia conditione opifieum. Este régimen corpora-
La Iglesia católica ha reconocido la li- tivo de orden confesional y libre se basa
bertad de asociación por voz de su máxi- principalmente en los sindicatos mixtos,
ma jerarquía, León Xin (»«), el cual ha entidad natural Intermedia entre la fami-
aportado uno de los más claros elementos lia y el Estado, donde se sostiene la ar-
de juicio en su famosa Encíclica Rerum monización de la gran industria con las
Novarum. Declara: "Mejor es que estén tradiciones del viejo sistema gremial. Apo-
dos juntos que uno solo, porque tiene la yada, más que en principios económicos y
ventaja de su compañía. Si uno cayese, le sociales, en consignas de orden moral y
sostendrá el otro. ¡Ay del solo que cuando religioso, la corporación cristiana carece
cae no tiene quién lo levante! El hermano de fuerza combativa, y los obreros ven en
ayudado del hermano es como una ciudad ella el grave inconveniente de inutilizar
fuerte: obedece a la existencia de un de- sus fuerzas para la conquista de sus rei-
recho natural en el hombre que el Estado vindicaciones, en virtud de la resignación
ha de reconocer, pues, que la necesidad cristiana, que, si sirve de consuelo ante
civil ha sido instituida para defender, no males Irreparables, no evita el egoísmo del
para aniquilar el derecho natural: los capital, sin Dios ni religión alguna.
hombres son, por naturaleza, sociables". El Código Social, o Código de Mali-
Y es terminante el sabio pontífice cuando nas (98), concretó la doctrina social ca-
señala la plenitud del derecho de asocia- tólica en los siguientes términos: "Reco-
ción al decir: "Seguramente hay motivos nocer que el hombre tiene una personali-
que autorizan a las leyes a oponerse a la dad, un fui individual, no es incurrir en
formación de algunas sociedades de este
género. Si, en virtud de sus mismos esta- (97) V., sobre la doctrina social de la Iglesia,
la obra de Martín Artajo y Cuervo, Doctrina social
católica de León XIII y Pió XI, Barcelona. 1939.
(96) SI bien los gremios fueron suprimidos en (98) Adoptado por ¡a Unión Internacional de
los Estados Pontificios por Pío VTI, por la ley del Estudios Sociales, fundada en Malinas, en 1920,
16 do marzo de 1801. bajo la presidencia del cardenal Mercler.
el error del individualismo". Su concepto vo. Aquí nos encontramos verdaderamente
de la profesión, expresado en el artículo con un Estado dentro de otro Estado. Y
91, es suficientemente claro y expresivo: como los sindicatos no son sino unidad
"Un centro de relaciones sugeridas por la teórica, y como prácticamente la división
naturaleza misma de las cosas entre to- de los patronos y trabajadores subsiste,
dos los que, en un mismo centro geográfi- descubrimos dentro de la organización es-
co, ejercen dicha profesión". tatal, como consecuencia lógica, la de otra
En cuanto al contenido de los sindica- organización que tiende, porque las fuerzas
tos católicos, el Código de Malinas estable- por su origen se repelen, a disgregarse.
ce, en su artículo 96, que el "sindicato La situación anotada ha dado lugar a
profesional tiene un fin temporal; pero, doctrinas, sistemas y legislaciones que
obligado a conformar sus actos con la jus- tratan de buscar la esencia de la libertad
ticia y la caridad, no puede proclamarse de asociación, para desconocer ésta so
neutral con respecto a la moral y a la pretexto de afianzar un régimen sindical
religión. Debe, pues, subordinarse, en todo unificado con el régimen político. Los tí-
lo que concierne a la moral, a los princi- tulos varían, pero el contenido y el proce-
pios del catolicismo y a las direcciones de dimiento coinciden. Italia fue la innova-
la Iglesia. Esta obligación incumbe a los dora; cundió el ejemplo y se tornó ne-
sindicatos de patronos lo mismo que a los fando. La Carta del Lavoro dio origen al
de obreros, lo cual no veda a los sindica- Estatuto del Trabajo Nacional, en Portu-
tos cristianos celebrar momentáneamente, gal (.Estatuto do Trabalho Nacional); a
y sobre cuestiones particulares, alianzas la Carta del Trabajo francesa (Charte du
con sindicatos que se inspiran en otras Travail) y a tantos otros engendros en
fuentes y obran con un espíritu diferente, los cuales, bajo el disfraz de un exacerba-
con tal de que se eviten todos los peligros do nacionalismo, se copian modelos forá-
para la fe o la sana moral que esas apro- neos y se somete la legislación patria a
ximaciones podrían traer consigo si fue- un impuesto sistema gregario.
sen demasiado íntimas o prolongadas". La norma, que era la del reconocimien-
to del derecho de asociación, admite ya
CapífuZo VI tal número de excepciones, que la regla
DIVERSOS REGÍMENES SINDICAL?» deja de serlo para convertirse, a su vez, en
excepción. Al iniciarse la segunda guerra
30. Tendencias diversas mundial había muchos países que, sin ne-
gar expresamente la libertad de sindica-
Los sindicatos representan una formida- ción, no la aceptaban más Que muy limi-
ble fuerza puesta al servicio de los inte- tada. Así, en Rusia, el derecho de asocia-
reses profesionales. Esta fuerza es fácil ción es desconocido en cuanto se rechaza
que, por razón natural de la vehemencia la legalidad de los sindicatos patronales;
característioa de la lucha social, adquiera pues representaría, dentro de su sistema
desviaciones en su curso y que su desarro- político, la supervivencia del capitalismo,
llo admita influencias extrañas, desnatu- teóricamente al menos, abolido allí. En
ralizadoras de la bondad de sus fines. Por Alemania e Italia, bajo los regímenes "na-
ello, este tema, el de la legalidad y des- zi" y fascista, se negó la libertad de sin-
envolvimiento de las asociaciones profe- dicación. En España, en razón de los lla-
sionales, ha suscitado, sobre todo en estas mados sindicatos verticales, y en Portugal,
ultimas décadas, una abundante legisla- la organización corporativa se ha decla-
ción, la mayor parte contradictoria, que rado oficial por decreto. En el Brasil, la
ve en las organizaciones sindicales la po- organización sindical roza teorías varias.
sibilidad de un peligro mediato o Inme- Y frente a todos esos ejemplos, en otros
diato contra el orden social establecido. países se anula la fuerza de los sindicatos,
Se ha hecho la disección del sindicato proscribiéndolos de la legalidad, en pueblos
como compendio de todos los bienes y cuyas constituciones gritan un sentir de-
males del profesionalismo. La desnatura- mocrático que no se refleja en la labor
lización de los fines de tos sindicatos se de sus gobernantes. En tales naciones se
ha logrado de acuerdo con especulaciones establecen dos categorías sindicales: una
políticas, las más de las veces llevadas a es el sindicato reconocido, representativo
cabo con propósitos interesados. Esa es- de la categoría profesional; otra, el sin-
pecie de sindicalismo que intenta competir dicato libre, la asociación profesional, no
con el Estado, adueñándose de los órganos reconocida. Al uno se le conceden cierto»
de gobierno —sistema incorporado a varios derechos que se le niegan al otro; y de
países—-, no ofrece, dentro del Derecho esta manera, aun subsistiendo en princi-
Laboral, margen alguno de interés positi- pio, la libertad de asociación se anula, al
no dar iguales derechos y prerrogativas miento jurídico de las asociaciones profe-
a uno y otro sindicato. Se logra así un sionales por parte del Estado, las legisla-
monopolio de hecho de ciertas asociaciones ciones pueden agruparse así: 1<? Asocia-
profesionales. ciones no reguladas por normas especiales,
Si cada país promulga, como ocurre sino que siguen la suerte de las asocia-
prácticamente, un distinto ordenamiento ciones en general (como en Alemania, an-
jurídico de las organizaciones sindicales, tes del "nazismo", las que no eran de
habrá una dificultad hasta cierto punto artesanos). 2? Las asociaciones profesio-
insuperable, para concretar normas gene- nales que lo deseen pueden obtener un
rales. Pero siendo, en gran parte, igual la especial reconocimiento jurídico que, a la
finalidad perseguida, y estableciéndose un vez, impone determinados deberes y atri-
principio general que armoniza la situa- buye particulares ventajas y privilegios a
ción, cual es el de la libertad de sindica- las entidades reconocidas. En relación con
ción, se cuenta ya con base inicial para la posición jurídica de las asociaciones
agrupar en cuatro sistemas los distintos reconocidas, opuestamente a las no reco-
regímenes, en realidad más similares entre nocidas, consideraremos dos categorías,
sí de lo que aparentemente revelan. Estas según que: I) las ventajas de las asocia-
situaciones son: a) libertad de sindica- ciones reconocidas se limiten a la adqui-
ción; o) regímenes mixtos de libertad de sición de la personalidad jurídica, plena
sindicación e intervención estatal; c) o limitada; las asociaciones no reconoci-
países que no reconocen la libertad de das pueden desarrollar igualmente en la
asociación; d) Estados que han establecido práctica su actividad, y perseguir sus fines
el régimen corporativo. (Bélgica, Inglaterra, Estados Unidos); II)
Balella clasifica las asociaciones profe- las prerrogativas de las asociaciones re-
sionales reduciéndolas a algunos tipos conocidas son tan relevantes y la condi-
fundamentales. A su juicio, desde el pun- ción de inferioridad de las no reconocidas
to de vista de la libertad de sindicación, tan grave, que resulta indispensable para
las asociaciones: a) pueden actuar bajo éstas solicitar y obtener el reconocimien-
el régimen general de estas instituciones; to. Esa situación de inferioridad puede de-
b) o bien pueden ser reguladas por leyes rivarse de incapacidad contractual (Ruma-
especiales, que unas veces amplían y otras nia), de mayores posibilidades de acción
restringen el régimen general de la liber- represiva por parte de la autoridad pública
tad de asociación: Inglaterra, Francia, (Rumania) y de capacidad procesal (Aus-
Estados Unidos, etcétera ("). tria). 3"? Todas las asociaciones profesio-
Con mayor amplitud pueden clasificarse nales, para existir como tales, deben cum-
los sistemas sindicales en los siguientes: plir ciertas formalidades; y todas tienen,
o) sindicato obligatorio, donde todos los de derecho, el reconocimiento jurídico y
que ejercitan un oficio o una profesión capacidad civil (Francia). 4"? Para deter-
deben inscribirse en las asociaciones res- minadas categorías profesionales se insti-
pectivas; b) sindicato voluntario, cada tuyen asociaciones donde se inscriben
cual puede ejercitar un oficio o una pro- obligatoriamente aquellos que ejercitan la
fesión sin estar inscripto en una asociación; misma profesión (Austria, Alemania, an-
c) sindicato mixto (llamado también de la tes del "nazismo", para los artesanos,
corporación integral), en el que se admite varios países, para los órdenes y colegios
en una misma entidad la coexistencia de de profesionales libres). Es de notar, sin
patronos y de obreros; d) sindicato homo- embargo, que las asociaciones de este tipo,
géneo, según el cual están separados, en cual existen hoy, tienen fines notablemen-
distintas categorías y asociaciones, los te diversos de las asociaciones de otra
patronos y los trabajadores; e) sindicato índole; pues mientras estas últimas se
plural (o sindicatos libres), donde se re- proponen, sobre todo, además de la de-
conoce a cada categoría la existencia del fensa genérica de los intereses profesio-
mayor número de sindicatos que pueden nales de los inscriptos, la estipulación de
constituirse dentro de ciertos límites; /) contratos colectivos, aquéllas tienen gene-
sindicato único, en el cual sólo se admite ralmente, por su naturaleza y por la cua-
una asociación para cada categoría, una lidad profesional de sus representantes,
de patronos y otra de trabajadores (1(M>). esta función fundamental de las asocia-
Desde el punto de vista del reconoci- ciones de la otra especie.
A la anterior clasificación dada por Ba-
(99) Lecciones de legislación del trabajo, pá- lella puede oponerse la de Brethe de la
gina 37, Madrid, 1933. Qressaye; ordena los grupos profesionales
(100) Oír. Feroce, Instituciones de Derecho sin-
dico! y corporativo, pógs. 42 y 93, Madrid, 1942. en la siguiente forma: a) los grupos pro-
lesiónales integran por sí solos al Estado, ta públicamente y se reconoce a través de
es decir, el poder político es absorbido por programas y declaraciones.
el poder económico: es la doctrina sin-
dicalista; b) los grupos profesionales es- 31. El régimen sindical argentino
tán representados en el Estado y compar- La Constitución nacional argentina, en
ten la dirección, estatal junto con las su artículo 26, consagra, entre otros de-
fuerzas políticas: es la doctrina corpora- rechos, ei de asociarse con fines útiles. Esa
tiva; c) los cuerpos profesionales y eco- declaración de orden general ha sido, en
nómicos constituyen en el Estado un poder materia sindical, concretada en diversas
económico, de índole consultiva, diferen- leyes reguladoras de tal derecho. Omitien-
ciados claramente del poder político: es do considerar otros antecedentes legislati-
la doctrina del poder económico (i»i). vos, para desenvolvernos en el cauce de
Teniendo en cuenta la inspiración de la legislación positiva vigente en la ma-
los principios fundamentales del ordena- teria, cabe recordar que el derecho de
miento sindical, éstos pueden clasificarse asociación, con la libertad inherente al
así: a) libertad sindical; b) unidad sindi- mismo, no ha sido en la Argentina letra
cal; c) exclusividad sindical; d) finalidad muerta, sino concretado efectivamente en
sindical; e) fiscalización del Estado. organizaciones sindicales de vida potente.
En lo referente al sistema legal, cabe Sin embargo, éstas no se caracterizan por
formular esta otra clasificación: a) países la vehemencia y acción de las asociaciones
en los que los sindicatos se rigen por la profesionales de Europa, debido, principal-
legislación común; b) aquellos donde se
rigen por legislación especial; c) nacio- mente, a ser distintos los problemas del
nes en las que la legislación especial sobre trabajo y a ia naturaleza esencialmente
asociaciones profesionales se encuentra profesional de sus militantes, más inclina-
contenida en los códigos de trabajo. dos al desenvolvimiento laboral que al
sindical, por resultar e! primero propio de
Por la tendencia de los sistemas políti- los países que proporcionan fuertes núcleos
cos y sociales podemos establecer el si- de inmigrantes.
guiente resumen: a) países en los que el
sindicato es obligatorio; b) aquellos donde Sin que el decreto de 20 de julio de 1943
no se reconoce, prácticamente, la libertad hubiera entrado en vigor, por haber sido
de sindicación; c) ordenamientos que ad- suspendida su aplicación inmediatamente,
miten un régimen de libertad absoluta de con lo cual subsistía la vieja legislación
asociación; d) Estados en que el derecho sobre asociaciones profesionales, fue dicta-
de asociación ha sido reglamentado; e) do el decreto 23.852, del 2 de octubre de
sistemas donde se propugna por la sindi- 1945, que aprueba el régimen de las aso-
cación, y por medidas legislativas se pro- ciaciones profesionales de trabajadores.
cura lograr la incorporación de los traba- Esa misma enunciación de consagrarse a
jadores y de los patronos, en un régimen los trabajadores hace que la reglamenta-
de libertad, a las asociaciones profesiona- ción parezca unilateral. Hubiera sido más
les; /) naciones en las que se ha estable- conveniente, sin duda alguna, considerar,
cido el régimen corporativo; g) aquéllos dentro de igual ordenación y en un plano
que autorizan a los sindicatos a participar de igualdad, a las asociaciones de traba-
en la vida política; h) países en los que jadores y a las patronales, estableciendo
no se reconoce sino una clase de sindica- idéntico régimen para unas y otras, aun
tos; e i) aquellos donde no se acepta ré- cuando se consideraran las particularida-
gimen sindical alguno. des propias de cada una de ellas.
Dentro del anterior cuadro, que puede El artículo 1"? del citado decreto estable-
completarse con otras situaciones más ce que la "asociación profesional podrá
anormales aún, cabe establecer los dife- constituirse libremente y sin necesidad de
rentes regímenes que sobre la materia se autorización previa siempre que su objeto
observan. Debemos señalar la dificultad no sea contrario a la moral, las leyes y
de una determinación exacta de fronteras las instituciones fundamentales de la Na-
en la mayoría de los casos; ya que el de- ción". Ese precepto, que reconoce en for-
recho de asociación, aun por los gobiernos ma amplia y generosa la libre asociación
más contrarios en los hechos a él, se acep- consagrada en el texto constitucional, se
completa por el artículo 2?, donde se de-
(101) "La représentatlon professionelle et cor- fine la asociación profesional como "la
poratlve", en Archives de PhilosopMe du Drott et formada por trabajadores manuales o In-
de Sociologie Juridlque, nos. 3-4, paga. 62 y slgs., telectuales, que desempeñan su actividad
París. 1934, cit. por Sampay, La crisis del Estado
<le Derecho Uberalburgués, pág. 353, Es. Aires, en una misma profesión, oficio u otros si-
1943. milares o conexos, que se constituya para
la defensa de sus intereses profesionales". (art. 33); d) el de defender y representar
La anterior definición no adolece de defec- los intereses individuales de cada uno de
tos técnicos apreciables, y resulta acorde sus asociados ante las instituciones de
tanto con la doctrina como con la legis- previsión, ante la justicia y toda otra en-
lación comparada. tidad del Estado (art. 33); e) el de parti-
El principio de libre asociación, pleno y cipar en los organismos estatales de
eficaz, que establece el artículo 1? del ordenación del trabajo (art. 33); /) el de
decreto ley 23.852/45, de modo tan amplio, intervenir en las negociaciones colectivas,
pues ni siquiera exige la necesidad de celebrar y modificar pactos y convenios
autorización previa, queda hasta cierto colectivos, contribuir a la vigilancia en el
punto disminuido por imperativo del ar- cumplimiento de la legislación del trabajo
tículo 39. En primer término, éste requiere y promover su aplicación y perfecciona-
la inscripción en la forma determinada miento (art. 33); g) el de colaborar con
por el artículo 43, esto es, en un registro el Estado, como órgano técnico y con-
especial que estará a cargo del Ministerio sultivo, en el estudio y solución de los
de Trabajo y Previsión; y, en segundo lu- problemas concernientes a su profesión
gar, declara que esa asociación inscripta (art. 33); h) el de participar circunstan-
podrá actuar libremente y "ejercer, para cialmente en actividades políticas, siempre
el cumplimiento de sus fines, todos aque- que así lo resuelva una asamblea general
llos actos que no estuviesen expresamente o congreso. Sólo en el caso de que la
reservados a los sindicatos con personali- asociación profesional decidiera una par-
dad gremial". ticipación permanente y continuada en la
El decreto del 2 de octubre de 1945, co- actividad política debería ajustarse, ade-
mo su antecedente, el del 20 de julio de más, a las leyes, decretos y reglamenta-
1943, reconoce cuatro clase de asociaciones ciones sobre partidos políticos (art. 33).
profesionales: a) asociaciones profesio- Caracterizando estas asociaciones pro-
nales con personalidad gremial; b) asocia- fesionales con personalidad gremial, dijo
ciones profesionales con personalidad jurí- Unsain que en ellas "se concentra todo el
dica; c) asociaciones profesionales ins- poder sindical. Son las asociaciones con
criptas; pero sin personalidad gremial; juego pleno. Su reconocimiento oficial les
d) asociaciones profesionales no inscrip- confiere derechos exclusivos y, correlati-
tas (ios). vamente, les impone obligaciones. No pue-
Examinaremos cada una de estas clases de, ciertamente, decirse que se sienta el
de asociaciones profesionales, agrupadas principio del sindicato único en cada pro-
en la forma establecida anteriormente, fesión; pero del examen de las disposicio-
para deducir sus rasgos sobresalientes: nes pertinentes se desprende que resultará
a) Asociaciones profesionales con per- difícil la coexistencia de dos sindicatos
sonalidad gremial. — La "personalidad" reconocidos para una misma actividad
gremial se concede por el ministro de Tra- profesional (arts. 9 a 12)" (i°3). En rea-
bajo y PrevlsióQ, en la capital federal; lidad, a nuestro juicio, lo cierto es que des-
cabe apelación ante el Poder Ejecutivo. aparece, en virtud de la personalidad
Puede ser de asociación o de federación. gremial, la pluralidad sindical en cuanto
Cuando haya federación con personalidad que esta diversidad pueda ser representa-
gremial, "sólo podrá concederse el recono- tiva de la categoría profesional, por haber
cimiento gremial de un sindicato no adhe- una representación obligatoria en benefi-
rido cuando el número de afiliados coti- cio de un solo sindicato. Esto, si no cons-
zantes sea superior al total de los que tituye el sindicato único, se le parece
constituyen esa federación" (art. 11). bastante. Si existen personas jurídicas, en
Los derechos que confiere la personalidad el mismo orden de la categoría profesional,
gremial a la asociación profesional son: deben tener iguales derechos. No cabe con-
a) el carácter de persona jurídica, pues cebir la libertad sindical y conceder a una
"puede ejercer los derechos y contraer las de las asociaciones el derecho de repre-
obligaciones que autorizan el Código civil, sentación mientras a otras se le niega;
las demás leyes y el presente decreto" como no resulta posible en el orden polí-
(art. 18); b) el derecho a realizar sus re- tico establecer distinciones entre los ciu-
uniones y asambleas en local cerrado sin dadanos, concediendo a unos el derecho de
recabar permiso previo (art. 21); c) el representación y negándoselo a otros.
de defender y representar, ante el Estado Aparte el inconveniente señalado res-
y los patronos, los intereses profesionales pecto a la representación de la categoría
profesional, conviene tener muy presente,
(102) Oír. Unsain, "Síntesis del régimen legal
de las asociaciones profesionales", en rev. Derecho
del Trabajo, t. 6, pég. 329. (103) Ot>. Clt., pág. 529.
entre las atribuciones que se confieren a personalidad, o le hubiere sido retirada,
los sindicatos reconocidos con personalidad del derecho de solicitar y obtener de los
gremial, la establecida en el inciso h) gobiernos nacional y provinciales, en su
(n<? 6"? del art. 33 de la ley); por ella se calidad de simples asociaciones, la perso-
acepta la posibilidad de participar cir- nería jurídica, ajustando su funciona-
cunstancialmente en actividades políticas, miento a las disposiciones legales y regla-
desdoblamiento éste de la personalidad mentarias vigentes. La asociación con
gremial que carece, en la realidad de los personalidad gremial a la que se le hu-
hechos, de bases firmes, destruye el apo- biese suspendido o dejado sin efecto esa
liticismo de los sindicatos y convierte o personalidad podrá continuar funcionan-
puede convertir a la asociación profesio- do como simple asociación regida por el
nal en instrumento ocasional de las luchas derecho común".
políticas. Tal aspecto, que creemos único La simple personalidad jurídica no con-
en la legislación comparada, se contradice fiere derecho alguno en particular a
abiertamente con la terminante disposi- la asociación profesional que la obtiene;
ción del artículo 22, donde se establece constituye una situación intermedia seme-
que "no podrán obtener personería gre- jante a la de las asociaciones profesiona-
mial, ni ser inscriptas, las asociaciones les inscriptas que no tienen categoría gre-
profesionales que se constituyan, diferen- mial. En puridad, esta clase de asociación
cien o denominen en base a religiones, profesional no ofrece razón para existir,
credos, nacionalidad, razas o sexos". La y el decreto sobre asociaciones profesiona-
intervención en política significa, en ver- les ni siquiera define sus posibilidades,
dad, una diferenciación sensible; pues no caracteres y funciones; en cambio, pun-
es dable exigir a todos los miembros de tualiza cuanto se relaciona con las otras1
los sindicatos igual concepción de los pro- categorías establecidas.
blemas de orden político, y ni siquiera c) Asociaciones profesionales inscriptas,
idénticas aspiraciones en lo referente a los pero sin categoría gremial. — Son aquellas
sistemas del gobierno, y menos de partido. que han dado cumplimiento a lo dispuesto
Tal ingerencia alcanza aún mayor gra- en el artículo 43 del decreto sobre asocia-
vedad por la posibilidad que la asociación ciones profesionales, y las que no han so-
gremial tiene de convertirse, de hecho y licitado o no han obtenido personalidad
de derecho, en agrupación política, no cir- gremial. Los sindicatos pertenecientes a
cunstancial, sino permanente, cual lo au- esta categoría pueden, si no existe sindi-
toriza expresamente el legislador; por eso, cato o federación con personalidad gre-
evidentemente, si corresponde a un orga- mial, defender y representar, ante el Estado
nismo ministerial el reconocimiento, de- y los patronos, los Intereses profesionales
negación o supresión de la personalidad (art. 34). Aparte el derecho consignado
gremial, es posible cierta Influencia del anteriormente, les pertenecen a las aso-
mismo en el desarrollo y eficiencia política ciaciones profesionales inscriptas, pero sin
de la entidad y también en las conquistas categoría gremial, las siguientes facultades
sociales que obtenga aquélla. Se pierde de que les confiere el artículo 32 del decreto:
esa manera la objetividad que debe presi- a) formular peticiones en defensa de los
dir el desenvolvimiento de las relaciones intereses profesionales; 6) fundar Institu-
derivadas del trabajo. ciones de previsión y asistencia social; c)
b) Asociaciones profesionales con per- establecer colonias de vacaciones, come-
sonalidad jurídica. — Los artículos 19 y dores, sanatorios, hospitales y todo servicio
20 del citado decreto consignan la natu- social que tienda a elevar la cultura, pre-
raleza de esta clase de asociaciones pro- servar la salud y mejorar el nivel de vida
fesionales. El primero de dichos preceptos moral y material del gremio; d) organizar
expresa: "A partir de la vigencia del pre- y promover la formación de cooperativas
sente decreto, las funciones ejercidas por de producción, de consumo, de crédito J
las autoridades con respecto a la persone- vivienda, de acuerdo con la legislación
ría jurídica, tratándose de asociaciones vigente; e) promover la Instrucción gene-
profesionales que hubieran obtenido la ral y profesional de sus asociados me-
personalidad gremial, estarán a cargo de la diante obras apropiadas, tales como biblio-
Secretaría de Trabajo y Previsión, con tecas, conferencias, publicaciones, escuelas
prescindencia de todo otro organismo". Y técnicas, talleres y exposiciones; /) cons-
el artículo 20 dispone: "Lo dispuesto en el tituir federaciones y participar en ellas;
articulo anterior con respecto a las aso- g) imponer cotizaciones o cuotas a sus afi-
ciaciones profesionales que gozaren de liados; h) ejercer, en el cumplimiento de
personalidad gremial no privará a las sus fines, todos los demás actos que no la
asociaciones que hubieren obtenido esa estén prohibidos.
d) .Asociaciones profesionales no inscrip- primer término, el Paraguay, donde, le-
tas. — Esta categoría, a pesar de figurar gislando por el socorrido sistema de los
en el decreto sobre asociaciones profesio- decretos-leyes, se ha reglamentado el de-
nales, no tiene en realidad existencia efec- recho de asociación gremial, copiándose la
tiva, por cuanto, de acuerdo con el artícu- legislación brasileña, sin tomar de ella
lo 4?, "no podrán actuar como asociaciones sus ventajas y bondades, y sí tan sólo sus
profesionales de trabajadores". Nos encon- inconvenientes. El decreto-ley 1217, del 11
tramos aquí con una evidente contradicción de noviembre de 1943, por el cual se regula
en el texto legal, ya que, por imperativo el derecho de asociación gremial, muestra,
del articulo 19 del decreto, la asociación como ya hemos señalado, esa tendencia a
profesional "puede constituirse libremente imitar modelos foráneos; se acaban así
y sin necesidad de autorización previa, aplicando, en nombre de un falso nacio-
siempre que su objeto no sea contrario a nalismo, medidas extrañas a la particular
la moral, a las leyes y a las instituciones idiosincrasia del país y a las característi-
fundamentales de la Nación". Si la asocia- cas sociales y económicas de la nación.
ción profesional nace a la vida sin nece- Esa ley, basada en la brasileña, tiene in-
sidad de dar cumplimletno a ningún otro cluso el defecto de que sus redactores ni
requisito fuera de los anotados, con ello siquiera han sabido traducir del portugués
adquiere evidentemente personalidad; pero los términos en que estaba concebido el
como a renglón seguido se establece (ar- original; y si algo de nuevo hay en ella,
ticulo 49) que "las asociaciones que no se es tan poco y tan contrario al menor co-
inscribieren de conformidad a lo dispuesto nocimiento de la técnica sindical y del
en el artículo 43 no podrán actuar como Derecho, que más valía no figurase en la
asociaciones profesionales de trabajado- ley. Como prueba de la tendencia deriva-
res", nos encontramos en presencia de una da, basta citar el texto del inciso b) del
entidad a la que se reconoce vida y per- artículo 89 del mencionado decreto-ley;
sonalidad, y a la cual se niega toda posi- establece: "Los directores responsables de
ble actuación. ¿Qué son esas entidades sino la desnaturalización de los fines del sin-
un cuerpo sin vida legal, un organismo dicato sufrirán penitenciaría de uno a
autorizado para integrarse e impedido cinco años. Esta pena será aplicada por el
para desenvolverse? juez competente, de conformidad con lo
En síntesis, el vigente decreto de aso- dispuesto en las leyes de procedimientos".
ciaciones profesionales en la Argentina En otro orden de cosas, el problema sin-
contiene ciertas contradicciones en su dical se plantea en Cuba a través de los
texto, que habremos de puntualizar con términos amplios en que lo desarrolla la
más detalle; pierde así el ordenamiento Constitución. Determina ésta que "los em-
gran parte de su eficacia y anula en mu- pleados particulares y los trabajadores
cho el concepto general de libertad sindi- manuales tienen derecho a formar asocia-
cal que anuncia en forma terminante el ciones sindicales para el lin exclusivo de
texto constitucional y reconoce el artícu- proteger sus intereses económicos y so-
lo 1? de las disposiciones reglamentarias ciales. Las personas ocupadas en profesio-
del mismo. Medidas hay, empero, como las nes para las cuales se requieren títulos
referentes a los derechos sindicales, que universitarios están obligados a ingresar
constituyen una bella página en defensa en sus asociaciones".
del derecho de asociación. Reconocido sin límites el derecho de
asociación, cabe, empero, señalar la in-
32. El movimiento sindical en congruencia de establecer la. obligatoriedad
Hispanoamérica de las asociaciones para las profesiones en
que se requiera título universitario; se
En general, las leyes de trabajo vigentes confunden las asociaciones y sindicatos con
en Hispanoamérica se caracterizan por los colegios españoles u órdenes francesas,
una concepción amplia y generosa de la organismos que tienen por misión princi-
libertad sindical. Hemos Indicado las par- pal distribuir impuestos y contribuciones
ticularidades sobresalientes de algunos sis- entre los miembros de las profesiones. Es-
temas sindicales, y podemos aclarar que te sistema no presenta graves inconvenien-
el movimiento sindical hispanoamericano tes ni disminuye la libertad sindical, como
se caracteriza principalmente por admitir no la vulnera el hecho de declarar la co-
el régimen de libertad de asociación co- legiación obligatoria.
mo norma legal, aun cuando haya al res- En cuanto a los restantes países latino-
pecto ciertas excepciones que podemos se- americanos que regulan, por leyes o códi-
ñalar. gos laborales, el régimen de asociación
Dentro de tales excepciones destaca, en profesional, se consagra en ellos la líber-
tad de asociación; se inspiran, en general, parte de él; pero pueden servir también
en la ley federal del Trabajo, de Méxi- de base a entidades ajenas a toda orga-
co ( 104 ), regulación apenas diferente de la nización sindical. No han de confundirse
que pudiéramos calificar de normal, basa- tampoco los sindicatos con ciertos órganos
da en una estructura jurídica que separa que, como las instituciones parasindicales,
a las organizaciones sindicales de la po- los entes parasindicales, colaterales o sub-
lítica, en consideración a un régimen sidiarios, constituyen órganos auxiliares de
liberal (106). Excepcionalmente, en aquellos las asociaciones que sirven para desarro-
países donde no existe una ley de asocia- llar algunos de los fines perseguidos por
ciones, como en el Perú, el régimen jurí- los sindicatos.
dico de los sindicatos profesionales es el Toda asociación profesional descansa
común para las asociaciones por el Código sobre una base física, sobre un territorio
civil geográfico determinado, en el cual ejerce
su acción sobre los trabajadores o patro-
Capitulo Vil nos en él residentes. De ahí que puedan
CLASES DE SINDICATOS clasificarse los sindicatos, de acuerdo con
la posición geográfica que ocupen, en lo-
33. Clasificación general cales, comarcales, provinciales, regionales
y nacionales, según que en su seno agru-
Las asociaciones profesionales pueden pen a los trabajadores o patronos de un
dividirse en licitas o ilícitas. Son lícitas pueblo o ciudad, de una determinada co-
aquellas legalmente reconocidas o autori- marca, de una provincia, de una región
zadas, como asimismo las asociaciones de o de un Estado. Puede existir un sindicato
hecho que por su finalidad no están fuera que corresponda a los obreros de una sola
de la ley. Son ilícitas las asociaciones pro- empresa y que tenga el carácter nacio-
fesionales de hecho cuyos fines contravie- nal, sin requerirse que haya una federa-
nen las disposiciones legales, las que ac- ción i"").
túan en forma contraria a la verdadera Los sindicatos que se proponen defender
finalidad sindical, así como las que se los intereses económicos de la profesión
proponen, por el empleo de medios violen- se dividen por la actividad de sus miem-
tos, obtener situaciones contrarias al orden bros. Así, hay sindicatos obreros y patro-
público establecido. nales, de profesión o industria, de obreros
Al objeto de nuestro estudio interesan manuales o intelectuales. En todo caso,
aquellas asociaciones cuyo contenido con- para pertenecer a un sindicato se necesita
siste en la defensa de los intereses profe- tener determinada profesión y que ésta
sionales y que, al desenvolverse, de acuer- sea igual o similar a la de cada uno de las
do con las normas legales, representan el integrantes de la entidad o, al menos, que
sistema que rige al Derecho sindical. As- exista conexión entre ellos. Evidentemen-
pectos distintos ofrecen las asociaciones te, un grupo de obreros de distintos ofi-
profesionales, según los puntos de vista cios, si trabajan en una misma empresa,
para apreciarlas, lo cual facilita, a veces, puede constituir un sindicato; hay enton-
una posible confusión. El fin principal es ces conexión entre las diversas profesiones
el profesional; pero persiguen además y oficios. Tal sería el caso de un sindicato
otros objetivos secundarios para los sindi- de trabajadores de teléfonos, dentro del
catos y que pueden dar origen a asocia- cual caben todos los empleados y obreros
ciones principales: como cooperativas, ins- a sueldo de la misma empresa; reunirían-
tituciones de asistencia económica y social, se en él, por tanto, electricistas, celadores,
mutualidades, economatos, secciones de chóferes, operadores, auxiliares de oficina,
deportes, científicas, bibliotecas. Tales fi- empalmadores, mecánicos, cobradores, or-
nes, por completar al sindicato, forman denanzas, repartidores, etcétera.
Para comprender la extensión que pue-
(104) V. arts. 232 a 257 de la clt. ley. de darse a las distintas clases de sindica-
(105) V. arts. 99 a 105 de la Ley Gen. del Trab.
de Bollvla y 120 a 148 del reglam. de dicha ley; tos conviene, con García Oviedo (108), con-
arts. 262 a 292 del Cód. del Trab. de Costa Rica; siderar el fenómeno sindical desde sus
ley 520 del 26 de julio de 1920, sobre Incorpora- varios aspectos y examinar las diversas
ción de asociaciones que no tengan por objeto modalidades de la asociación. Puede ser
un beneficio pecuniario; ley 311, del 8 de julio de
1943. sobre reconocimiento de las asociaciones de
trabajadores; ley 1105, del 6 de febrero de 1946, (107) V. la clasificación que formulan Io« er-
sobre agrupaciones obreras de la República Do- tículos 6» de la ley Italiana; 189 del Cód. del Trab.
minicana; arts. 360 a 368 del Cód. del Trab. del de Nicaragua, y 134 de la Ley del Trab. de Vene-
Ecuador; 206 a 238 del de Guatemala; 188 a 209 zuela.
del de Nicaragua; 269 a 308 del de Panamá. (108) Tratado elemental de Derecho social, pá-
(106) Arts. 46 a 63. ginas 490 y 491, Madrid, 1934.
ésta: a) libre o voluntaría: la primera se pió de que se trate, el número de obreros
produce por la mera voluntad de sus com- de un mismo gremio sea menor de veinte.
ponentes y no es impuesta, mientras !a
segunda deriva de una decisión del poder 35. Sindicatos de oficios varios y
público; b) particular u oficial: aquélla mixtos de patronos y trabajadores
tiene su origen en la exclusiva voluntad Conviene reservar la denominación de
de los particulares, la oficial considera al sindicatos mixtos para designar a aquellas
sindicato como una entidad de Derecho asociaciones dentro de las cuales partici-
público, intercalada en la organización del pan, conjuntamente, patronos y obreros;
Estado; c) simple o mixta: son, respectiva- y emplear el nombre de sindicatos de ofi-
mente, la que agrupa a uno solo de los cios varios para los formados por traba-
elementos profesionales (obreros o patro- jadores que se ocupen en actividades co-
nos), o la que reúne a entrambos; d) sim- nexas.
ples o complejas: las primeras integran Los sindicatos de oficios varios constitu-
unidades o células asociativas, las segun- yen una excepción, pues, en general, los
das forman uniones de sindicatos. integrantes de un sindicato deben estar
Dentro de una clasificación, ya particu- unidos por cierta comunidad de intereses
larizada, los sindicatos pueden ser: a) y corresponder a profesiones bien deter-
gremiales o profesionales; Z» de empresa;
c) de industria; d) de oficios varios; e} minadas. Pero como ocurre que, en oca-
mixtos. En estos conjuntos se aprecian, no siones, los miembros de una profesión, por
ya las unidades profesionales, sino las su número, no pueden constituir una en-
sociológicas, la afinidad existente entre tidad sindical, se autoriza la formación
grupos y la necesidad de unir a los ele- de sindicatos entre elementos de profesio-
mentos que participan en el estadio supe- nes similares o pertenecientes a profesio-
rior de la industria o de la empresa; sec- nes conexas; componen así, como se ha
tores que, por la división del trabajo, no dicho, grandes familias industriales con
intereses comunes que defender (110). In-
ofrecen núcleos ponderables de la misma cluso puede suceder que se formen sindi-
profesión, pero en los cuales se descubren catos de oficios varios integrados por tra-
coincidencias indiscutibles en lo relativo
a una dependencia común por la industria bajadores que se ocupen en actividades
a la que se dedican o por la empresa a. inconexas; en general, se autorizan cuan-
la cual pertenecen. do, en determinado lugar o empresa, el
número de obreros de una misma actividad
34. Diversas clases de sindicatos no alcanza el mínimo legaL
en la legislación positiva Los sindicatos mixtos de trabajadores y
patronos tratan de reunir en el seno de
En la legislación positiva comparada una sola entidad, como en las antiguas
hispanoamericana, los sindicatos se clasi- corporaciones, a todos los que trabajan en
fican de muy diversas maneras. El artículo una misma industria, sean patronos, ge-
233 de la ley federal del Trabajo de Mé- rentes o trabajadores. Estos sindicatos
xico, inspiradora de la mayoría de los có- mixtos han fracasado "por la lógica des-
digos de trabajo centroamericanos (1OT), confianza de ios trabajadores y por la ex-
establece las siguientes clases de sindica- cesiva intransigencia de los patronos" («*);
tos: a) gremiales, los formados por in- de ellos puede decirse que constituyen el
dividuos de una misma profesión, oficio o ideal de la colaboración de clases, pero,
especialidad; b) de empresa, los constitui- en realidad, sólo son eso: un ideal. Aun
dos por elementos de varias profesiones, cuando los sindicatos estén en muchos
oficios o especialidades, que presten sus casos autorizados por la ley, o por lo me-
servicios de una misma empresa; c) in- nos no prohibidos expresamente por ésta,
iustriales, los integrados por los emplea- resulta indudable que plantean una difi-
dos en varias profesiones, oficios o espe- cultad Insuperable para su realización. Si
cialidades que presten sus servicios en dos el sindicato tiene por fin la defensa y
o más empresas industriales; d) de oficios mejoramiento de los intereses profesio-
varios, los que agrupen a trabajadores de nales, al ser distinta la posición desde la
diversas profesiones. La mencionada ley cual se sitúan obreros y patronos, se ha-
establece que estos últimos sindicatos sólo ce difícil, evidentemente, por no decir
podrán constituirse cuando, en el municl- imposible, aunar sus encontrados inte-
reses.
(109) V., «demás del código y leyes enuncia-
do» en la nota 107, los arts. 272 del Cód. de Trab. (110) Cfr. Rouart y Durant, Prests He legisla-
de Costa Bles, 361 del de Ecuador y 277 del de tion industrielle, S» «d-, pag. 172, París, 1948.
Pinaniá, (111) Caldera, ob. clt., pág. 621.
El sindicato mixto, formado por patronos 36. Federaciones y confederaciones
y por obreros, se presenta por la escuela de sindicatos
católica como medio para resolver, de mo-
do natural, los conflictos, entre capital y Es sabido que la constitución de los sin-
trabajo. Estos sindicatos, como dice Oide, dicatos no asegura una organización su-
evocan el recuerdo de las antiguas corpo- ficiente del movimiento obrero; pues un
raciones; y agrega: "El sindicato mixto sindicato, aislado en una localidad, limi-
ha carecido de la virtud necesaria para tado a una profesión, está sin fuerzas, por
resucitar la edad de oro de las corporacio- lo cual un movimiento organizado supone
nes medievales, y con mayor razón por unión entre los sindicatos, asistencia mu-
cuanto las corporaciones, a lo que parece, tua, creación de servicios comunes, direc-
no tenían nada de semejante con los ac- ción de conjunto (113). Por esta causa, las
tuales sindicatos mixtos. El mismo nom- asociaciones profesionales pueden ser de
bre de maestrías, empleado como sinónimo carácter unitario y de índole federativa;
de la voz corporaciones, parece indicar pero únicamente las primeras están inte-
que eran simples instituciones patronales gradas por personas físicas, ya que las se-
y que los compañeros tenían en ellas es- gundas han de estar compuestas necesa-
casa participación" (112). riamente por personas jurídicas, esto es,
A lo expuesto por Gide puede añadirse por sindicatos legalniente constituidos. Esa
que los sindicatos mixtos apenas tienen re- extensión del área universal del moderno
lación con las antiguas corporaciones de sindicalismo es la tendencia, en él mani-
oficios; pues carecen de jurisdicción así fiesta, "de superar las simples asociacio-
como de supremacía legal sobre los que nes de individuos, para formar ulteriores
integran el gremio, cosa que caracterizaba organizaciones, compuestas de asociacio-
a aquéllas. Por otra parte, en un sindicato nes, las cuales, con los nombres de unio-
mixto resulta materialmente imposible que nes, federaciones, confederaciones o con-
el obrero pase, en virtud de un examen y federaciones generales, reúnen grandes ma-
de la presentación de una obra maestra, sas de productores diseminados por todo
a ser patrono; ni qxie el patrono colabore el territorio del Estado, y que comprenden
con su propio esfuerzo en la realización a trabajadores de todos los ramos de la
efectiva de los productos que lanza al producción" (114).
mercado, cosa que sí hacía el antiguo Conviene señalar, previamente, que d
maestro, que no era realmente sino un los sindicatos se agrupan en uniones, fe-
operario, el primero en el taller, el que deraciones o confederaciones, cada uno
más conocimiento del oficio tenía. de estos organismos tiene una personalidad
Aun cuando no resulte del todo imposi- jurídica propia y distinta a la de los sin-
ble constituir sindicatos mixtos en los que dicatos que los integran. Las uniones se
con 'guales derechos y deberes, y en co- forman por adhesiones voluntarias de sin-
munidad, estén incorporados patronos y dicatos; y así como esta unidad está cons-
obreros, la realidad es que estos últimos tituida a su vez por individuos que prestan
niegan sistemáticamente, y por múltiples su consentimiento a las bases contenidas
razones, a los patronos el derecho a in- en los estatutos de la entidad sindical, así
gresar en los sindicatos por ellos consti- las federaciones y confederaciones se in-
tuidos; y poco razonable parecería el tra- tegran por sindicatos que adhieren a las
bajador que pretendiera, por su parte, normas de esta organización de grado su-
asociarse a un sindicato patronal. perior.
Considerando que el obrero no debe Las asociaciones profesionales pueden
sentirse cómodo en un sindicato donde ser de primero, segundo y tercer grado.
conviva con sus patronos, y quizás por la Las de primer grado son las asociaciones
creencia del antagonismo existente entre profesionales simples; las de segundo gra-
los intereses obreros y patronales, gran do configuran las federaciones de sindica-
parte de las legislaciones sobre asocia- tos; las de tercer grado originan las confe-
ciones profesionales siente repulsión por deraciones de federaciones. Esta clasifica-
reconocer esta categoría de sindicatos. En ción no comprende las uniones de confe-
ellos cabe que el elemento más débil en deraciones que podrían ser las internacio-
la contratación —el trabajador— pueda nales obreras o patronales.
ser coaccionado por el más fuerte; por eso, Sermontl clasifica las asociaciones pro-
los sindicatos mixtos constituyen más as- fesionales en la siguiente forma: a) aso-
piración que realidad. ciaciones de primer grado: las asoclacio-
(113) Cír. Rouast y Durant, ob. clt., pág. 306.
(114) Zabonlnl, Corso de Dirttto corporativo,
(112) Economía social, págs. 190 y 191. pág. 122, Milán, 1837.
nes unitarias; b) asociaciones de segundo más grande escala, los mismos fines que
grado: federaciones simples; c) asociacio- éstos considerados como unidad. Las con-
nes de tercer grado: confederaciones ma- federaciones, organismos superiores que
yores; d) asociaciones de cuarto grado: aunan a varias federaciones, cumplen en
confederaciones generales ("«). el más alto grado la función de solidaridad
La unión de sindicatos en federaciones que la sindicación crea.
fue ya autorizada por el artículo 5? de la
ley francesa de 1884, el cual disponía: 37. Otras clases de asociaciones
"Los sindicatos profesionales regularmente de patronos y trabajadores
constituidos, de acuerdo con las prescrip- Aparte los sindicatos de estricto carác-
ciones de la presente ley, podrán libremen- ter profesional, materia de nuestro estu-
te concertarse para el estudio y la defensa dio, hay ciertos tipos de asociaciones de
de sus intereses económicos, industriales, patronos y de trabajadores que se les ase-
comerciales y agrícolas". Y según la ley mejan hasta el punto de confundirse con
brasileña, los requisitos esenciales para la aquéllos. Así, por ejemplo, están las que
formación regular de una federación son: en España se denominan hermandades de
a) el concurso de cinco o más asociaciones labradores. Se trata de asociaciones de
unitarias; 6) que esas asociaciones repre- agricultores, establecidas en algunas loca-
senten profesiones o actividades idénticas, lidades; su objeto consiste en prestar so-
similares o conexas; c) que la duración corro económico, ayuda material y tra-
del mandato del directorio no exceda de bajos, sin remuneración alguna, a sus
dos años; d) el ejercicio del cargo de pre- miembros necesitados o enfermos que los
sidente por brasileño nativo y de los de- precisen. Estas hermandades, de las cuales
más cargos de administración y represen- forman parte los dueños de las tierras la-
tación también por brasileños. borables y los colonos y arrendatarios de
El artículo 255 de la ley federal del Tra- las mismas, estuvieron muy generalizadas
bajo de México determina que los sindica- en otros tiempos, y de ellas todavía quedan
tos pueden formar federaciones y confede- vestigios de alguna importancia en ciertas
raciones, en lo conducente regidas por las regiones.
disposiciones relativas a aquéllos, Por el También se encuentran las llamadas
artículo 256 se dispone que todo sindicato sociedades de resistencia, que son las for-
adherido a una federación o confederación madas "por una o más agrupaciones obre-
podrá retirarse de ella en cualquier tiem- ras del mismo o de distinto oficio o de
po, aunque exista pacto en contrario ("6>. varias similares, cuya finalidad principal
El artículo 51 del proyecto de Código del es el mejoramiento material de los asocia-
Trabajo para ¡a Argentina, del que es dos, el perfeccionamiento moral de los
autor el doctor Saavedra Lamas, estable- mismos, el facilitar su mayor cultura, y
ce que la función de las federaciones o cuanto puede elevar la vida social de los
uniones es ejercer, por medio de delegados trabajadores manuales; al propio tiempo
elegidos a dicho efecto, la representación que sirven para imponerse al capital en
de los respectivos gremios; además, poseen aquellos momentos oportunos y necesarios
la facultad de proponer los delegados pa- para los interesesm sociales y económicos
tronales y obreros para las conferencias de los obreros" ( ). Este tipo de sociedad
internacionales del trabajo. se confunde con los sindicatos profesio-
Los derechos y deberes de las federacio- nales de trabajadores; pero se caracteriza,
nes y confederaciones de sindicatos se como su nombre indica, en que propende
corresponden con aquellos que se estable- a aglutinar fuerzas, para ofrecer al capital
cen para las asociaciones profesionales un frente unido de lucha; se protege así
consideradas en forma aislada. Por lo tan- contra Ja posible crisis, debida a la debili-
to, la unión de sindicatos persigue, en dad propia de la clase trabajadora, cons-
tituyendo fondos y organizándose a tal
(115) II DMtto sindícale, pág. 491, Boma, 192S.
(118) V. sobre uniones, federaciones y confe- efecto.
deraciones de sindicatos los arts. U y siga, de la
ley argentina; 517, 533 a 639, 581 y 562. 573 y 38. Sindicatos agrícolas
574 de la Consolld. de Leyes del Trab. del Bra-
sil; 102 y slgs. de la Ley Ckm. del Trab. de Soli- Reconocido, por la mayoría de los tex-
via; 4» y 11 de la ley esp. du Colombia; 288 del tos constitucionales, como un derecho el
Cid. de Trab. de Costa Rica; 393 y 411 del de de asociarse con fines lícitos, y siendo el
Chile; 24 a 26 del de Francia; 232 y 233 del de
Guatemala; 255 da la Ley Ped. del Trab. de Méxi- derecho de sindicación una consecuencia
co; 207 a 209 y 250 del Cód. de Trab. de Nicara- legal del de asociación (como éste, a su
gua; 303 del de Panamá; 21 a 26 de la ley esp.
del Paraguay; 155, 167, 163 y 168 de la Ley del (117) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelo-
Tr»b. de Venezuela. na, s/f., t. 28, articulo Sociedad de resistencia.
1
•vez, lo es del de reunión), aparecen, den- por cuanto las delegaciones representati-
tro de la legislación positiva comparada, vas de los diversos intereses de clase se
excepciones diversas que, más que derogar, opusieron a una fórmula que armonizara
confirman la regla general. Tales excep- sus diferencias de apreciación en punto
ciones, fundamentalmente, se refieren a tan delicado como el régimen de los sin-
los funcionarios al servicio del Estado, dicatos. Las amplias discusiones desarro-
provincia o municipio, y también a los lladas en aquella conferencia son buena
trabajadores agrícolas. En cuanto estos prueba de las dificultades que el problema
últimos, más bien que una prohibición o planteaba.
limitación formal del derecho de coligarse: El proyecto de Convenio número 11,
se ha pretendido establecer una divergen- adoptado por la O. I. T., en su HI Reunión
cia en el sistema legislativo, por conside- (Ginebra, 1921), determina en su artícu-
rar imposible concebir iguales normas lo 1?: "Todo miembro de la O. I. T. que
jurídicas para los sindicatos de trabajado- ratifique el presente convenio, se obliga a
res de la industria o del comercio que para asegurar a todas las personas ocupadas
los agrícolas. en la agricultura los mismos derechos de
Ocurre que, dada la índole especial del asociación y de coalición que a los traba-
trabajo agrícola, las asociaciones de obre- jadores de la industria, y a derogar toda
ros rurales no se han constituido con fines disposición legislativa, o de otra clase,
solidarios de defensa de los intereses pro- que tenga por efecto restringir dichos de-
fesionales; en tanto que los trabajadores rechos en lo que atañe a los trabajadores
de la industria y los dedicados al comer- agrícolas". Dicho convenio había sido, en
cio han tenido, en muy diversas épocas de 1946, ratificado por treinta y tres países,
la historia, asociaciones gremiales estima- entre los cuales figuran: Argentina, Co-
das cual antecedente de los actuales sin- lombia, Cuba, Chile, México, Nicaragua y
dicatos. Uruguay, esto es, por todos los Estados
En general, no se intenta desconocer el americanos miembros de la O. I. T., ex-
derecho de sindicación a los trabajadores cepción hecha del Brasil, República Domi-
agrícolas, se juzga únicamente la oportu- nicana y Venezuela.
nidad; se considera que en el momento Sobre la situación derivada de dicho
presente, cuando el mundo necesita de convenio ha dicho Vehils que "el compro-
mayor producción, resultaría inadecuada miso que estos países contrajeron, por obra
la organización de fuertes sindicatos de de la expresada ratificación, significa que
trabajadores que perturbaran la obtención cada uno de ellos está obligado a asegurar
de tales productos. a todos aquellos que se dedican a la agri-
Conviene, sin embargo, observar que el cultura los mismos derechos de asociación
derecho de sindicación de los trabajadores y unión que se otorgan a los obreros in-
rurales es el común de los demás traba- dustriales, debiendo rechazar todas las
jadores, reconocido en la parte XIII del disposiciones que restrinjan tales dere-
Tratado de Versalles, en cuyo artículo 427, chos" (11S). En efecto, el Convenio 11 de-
inciso 2<?, se proclama "el derecho de aso- termina derechos igualitarios para los tra-
ciación en vista de todos los objetos no bajadores agrícolas en relación con los de
contraríos a las leyes, lo mismo para los la industria; pero no establece, en modo
asalariados que para los patronos". Este alguno, derechos preferentes para aqué-
derecho ha sido ratificado expresamente llos con respecto a éstos. En ese sentido,
por el proyecto de Convenio número 11, de las normas legislativas promulgadas en los
la Conferencia de la O. I. T., que entró distintos países, y relacionadas con el de-
en vigor el 11 de mayo de 1923, el que, a recho de sindicación, reconocen, en prin-
su vez, lo ha sido por gran número de cipio, este derecho tanto a unos como a
países americanos, en cuya legislación la- otros trabajadores. La excepción surge de
boral en ocasiones se incluyen y en otras la reglamentación independiente, la cual
se excluyen a los trabajadores agrícolas. en todo caso descansa en necesidades de
Como norma, éstos gozan, al menos en la orden económico y laboral, a causa de la
letra de la ley, de Iguales derechos de misma distribución geográfica de los obre-
asociación gremial que los trabajadores ros agrícolas y como consecuencia de pro-
de la industria. Empero, la realidad de su blemas de orden nacional que algunos go-
distinta situación resulta evidente; y tan biernos abordan con un criterio autóc-
es así, que el problema de la libertad sin- tono.
dical constituyó el tema principal tratado También el problema del derecho de
en la X Conferencia General de la O. I.
T., reunida en Ginebra, en mayo de 1927. (118) Los principios sociales de la Conferendt
No se obtuvo ningún resultado práctico de Chapultepec, pág. 41, Montevideo, 1945.
asociación relativo a los sindicatos de los o de la agricultura; y así, cabe aplicar
trabajadores rurales fue planteado en la las normas generales a unos y a otros. Tal
III Conferencia Internacional Americana es el caso de las leyes vigentes en Puerto
de Agricultura, celebrada en agosto de Rico (12°), Colombia ("i), Argentina ("2)
1945. Recomendó a los gobiernos que "es- y Paraguay (12S).
timulen por todos los medios a su alcance El régimen del Código del Trabajo fran-
la agremiación de los obreros agrarios, y cés comprende toda clase de sindicatos,
muy especialmente la de ios pequeños sean éstos agrícolas, industriales o comer-
productores". La declaración no implica ciales ( m ).
sino la formalización de sindicatos agra- Particularizando en diversas legislacio-
rios, que pueden o no tener carácter pro- nes, puede observarse, en primer término,
fesional; y el hecho de particularizar es- el régimen mixto que observa la ley fe-
pecialmente a los pequeños productores deral del Trabajo de México, que consagra
indica que, sobre el reconocimiento del el capítulo XVII del título II al trabajo
derecho de sindicación, se tuvo en cuenta en el campo; determina un régimen es-
la necesidad de unir fuerzas para la de- pecial para esta clase de trabajadores,
fensa de la vida y producción rurales. aunque las normas sobre sindicación son
Para establecer una reglamentación es- comunes para toda clase obrera. La ley
pecial y adecuada a la organización sin- del Trabajo de Venezuela incluye en sus
dical de los trabajadores agrícolas se ar- preceptos, aun cuando se basa en dispo-
gumenta con la existencia de factores siciones reglamentarias 125 autónomas, a los
imponderables que, en cada caso, es ne- trabajadores agrícolas ( ). En efecto, el
cesario tener en cuenta, además de co- decreto del 4 de mayo de 1945, que puso en
nocer los problemas que rodean al trabajo vigor el reglamento del trabajo en la agri-
agrícola en el lugar mismo donde se cultura y en la cria, consagra el capítulo
desarrolla. Así, el diputado chileno Pereira VII (arts. 92 a 129) a los sindicatos; su
Larraín, como miembro informante del artículo 92 declara que "tanto los patro-
proyecto de ley sobre sindicación campe- nos y los trabajadores del campo pueden
sina, aprobado por la ley 8811, del 8 de organizarse en sindicatos con el objeto
julio de 1947, sostuvo: "Nuestros campos de propender al estudio, defensa, desarrollo
se caracterizan por una diversificación tal y protección de los intereses profesionales
de labores, por una discontinuidad en las de los asociados".
faenas de temporada, por un cambio per- Excepción de las normas señaladas es
manente en cierto sector de la población el Brasil, ya que en el cuadro de activida-
trabajadora de los fundos, que aumenta des y profesiones, establecido en el ar-
o disminuye según las épocas, por la in- ticulo 575 de la Consolidación de las Le-
fluencia de fuerinos, y especialmente, por yes del Trabajo, no figuran los obreros
el sistema de inquilinaje, que constituye agrícolas; quedan excluidos así de las dis-
una forma de trabajo absolutamente di- posiciones del título V, referentes a la or-
versa de las industrias de la ciudad, en tal ganización sindical, dado lo expreso del
forma que los mecanismos del sindicato artículo 7°, inciso b, de dicha Consolida-
industrial no pueden funcionar con efi- ción.
ciencia alguna" í"8). En la legislación positiva, la diferencia
En general puede afirmarse que, así co- entre sindicatos agrícolas o campesinos y
mo en la legislación particular del contra-
to de trabajo se tienen en cuenta, para (120) Ley del 1' de marzo de 1902, modificada
por la del 26 de abril de 1939.
la reglamentación especial, los caracteres (121) El Nuevo Estatuto del Trabajo, dado por
de ciertos contratos, en la reglamentación la ley del 19 de febrero de 1045, no modifica en
general del derecho de sindicación se de- cate punto sustanclalmente la ley 83, de 1931,
ben observar también determinados tipos especial sobre sindicatos.
(122) Decreto 23.852. dictado el 2 de octubre
de sindicación, creados por las peculiari- de 1945, que fija en la Argentina el derecho de
dades de los sujetos que los integran, co- sindicación de los trabajadores.
mo ocurre con los trabajadores agrícolas. (123) Decreto-ley 1217, del 11 de noviembre
de 1943, que establece el derecho de asociación
gremial.
39. ¿os sindicatos agrícolas en la (124) V. el art. 1« del tlt. I, cap. I, del lib. m.
legislación comparada Las referencias a artículos del Cód. del Ttab. de
Francia se hacen, en lo relativo a sindicatos, con-
Las legislaciones europeas y americanas forme al llb. m, por la enumeración especial de
no suelen distinguir entre sindicatos de éste.
trabajadores de la industria, del comercio (125) V. Ramírez Mac Oregor, "Observaciones
sobre la reglamentación del trabajo del campo en
Venezuela", en rev. Trabajo y Comunicaciones,
j (119) En la sesión celebrada por la Cámara de Caracas, n» 7, pág. 95 (hay "separata" de dicho
Diputados de Chile, el 8 de enero de 1947. estudio).
sindicatos urbanos puede ser útil en cier- de funcionarios y, en España juntas de
tos casos; así, y destacando tal aspecto, defensa; por cuanto la doctrina es uni-
el artículo 208 del Código de Trabajo de forme en considerar que el contrato que
Guatemala define los sindicatos rurales los funcionarios realizan con el Estado no
como "los constituidos por trabajadores presenta los caracteres de un convenio de
campesinos o patronos de empresas agrí- trabajo'. No hay aquí situación de des-
colas o ganaderas, o personas de profesión igualdad, ni tampoco intereses en pugna,
u oficio Independiente, cuyas actividades ni un deseo o propósito de especulación
o labores se desarrollen en el campo agrí- por parte de los poderes públicos. La si-
cola o ganadero". tuación de funcionario público y del
trabajador dependiente de un patrono es
40. Los funcionarios públicos y el absolutamente distinta. El funcionario tie-
derecho de sindicación ne reconocidos derechos, reglamentados
Se preguntan algunos autores si la por un estatuto o código de general apli-
libertad de sindicación debe ser tan ab- cación; en tanto que los trabajadores ce-
soluta que permita la formación de sin- lebran contratos individuales, cuyas cláu-
dicatos de funcionarios al servicio del sulas varían en virtud de la libre estipu-
Estado. Para determinar tal cuestión se lación. Los funcionarlos sirven intereses
necesita previamente tener en cuenta que de orden general y, por tanto, carecen del
funcionario es todo aquel que desempeña derecho de huelga, corolario obligado del
una función pública; y por ésta, se en- derecho de coalición; los trabajadores son
tiende, según Mayer, un "círculo de asun- sometidos, por una coacción previa, a
tos que deben ser regidos por una persona condiciones de trabajo que se encuentran
ligada con el Estado por la obligación de obligados a aceptar, y su situación se me-
Derecho público de servirle". jora precisamente por el reconocimiento
Hay quienes distinguen entre funciona- de aquellos derechos de huelga y de coali-
rios y empleados públicos. Sin ser exactos ción. El funcionario no puede ser separado
los límites entre unos y otros, ni siquiera de su cargo, y solamente cabe destituirlo
precisos y definidos, puede considerarse, mediante la formación de expediente, y
con Orlando, que el funcionarlo hace del por una de las causas expresamente seña-
servicio que presta una profesión, le dedi- ladas en su estatuto: su prestación de
ca de modo permanente su actividad, fí- servicios es vitalicia; el trabajador se en-
sica e intelectual, como medio de obtener cuentra en estado de indefensión: puede
su subsistencia, y posee ciertas facultades ser despedido con una indemnización, aun
de decisión; en tanto que el empleado pú- cuando no haya causa justificada para la
blico carece de dichas facultades y su re- rescisión del contrato. El funcionario no
lación jurídica presenta determinado ca- depende de un patrono caracterizado por
rácter contractual. Esa distinción resulta su afán de lucro, ya que la misión del
innecesaria para los fines propuestos; se Estado no es, ni con mucho, especular con
reducen éstos a establecer si el funciona- la diferencia entre el costo del trabajo y
rio pierde, por revestir esta calidad, el su valor real: el trabajador se encuentra
derecho general concedido a todos los ciu- frente a un patrono que es su contendien-
dadanos de formar asociaciones para la te. Así, la huelga o cesaciór laboral colec-
defensa de sus intereses, en este caso de tiva de los trabajadores se dirige contra
los profesionales. El problema planteado una individualidad o un grupo de intere-
consiste en determinar si los funcionarios ses generales, que no están ni deben estar
pueden, como tales, asociarse entre sí pa- en juego; razón por la cual la primera es
ra la protección, la defensa y mejora de lícita y no la segunda. Esta diferenciación
sus derechos. Pie se opone a conceder este entre funcionarios y trabajadores se hace
derecho a quienes se encuentran ligados, patente cuando se estudia la finalidad que
no por un contrato de trabajo, sino en persigue el sindicato: el mejoramiento gre-
virtud de un compromiso con el Estado, mial. Los obreros necesitan de la unidad
compromiso que corresponde al Derecho que la organización crea con el objeto de
obtener medios suficientes de defensa; los
público. Ese mismo criterio coincide con funcionarios, reunidos en sindicato, irían
la doctrina y la legislación positiva, salvo contra el propio Estado, contra la organi-
contadas excepciones que oportunamente zación suprema de la Nación, lo cual re-
examinaremos. dundaría en perjuicio general y, por tan-
Desde luego se reconoce a los funciona- to, en el de ellos mismos.
rios la facultad de asociarse con fines de Pese a cuanto se ha dicho, hay quienes
cooperación y mutualidad, no así para distinguen entre funcionarios y funciona-
formar los llamados en Francia sindicatos rios de gestión; y niegan a los primeros y ,
conceden a los segundos el derecho de empresas privadas y beneficia a las rei-
formar tales asociaciones. Contra tal cri- vindicaciones obreras con el apoyo de los
terio se alzan opiniones, como las de Hau- funcionarlos públicos. El sindicato de los
riou y Moreau, que consideran la sindica- funcionarios presenta para el Estado el
ción como ilegal; porque el ejercicio de peligro de mezclar la función pública con
una función pública no puede identificar- los conflictos de trabajo" i1").
se con el de una profesión privada. Ade- En un somero examen de las diversas
más, se alegan el carácter revolucionario situaciones prácticas planteadas nos en-
y los peligros que128en la práctica ofrecen contramos con que en Francia han sido
estos sindicatos ( ). tolerados los sindicatos de hecho consti-
La situación esbozada varía si se consi- tuidos por funcionarios públicos, aun cuan-
deran simplemente las asociaciones de do los mismos no han sido reglamentados.
funcionarios como cooperadoras encamina- Es una situación mal definida, ya que el
das a la compenetración y al desarrollo artículo 123 del Código penal prohibe "todo
de fines ajenos a las reivindicaciones concierto de medidas contrarias a las le-
gremiales. Orientada en ese sentido debe yes prácticas, sea por la reunión de indi-
permitirse la asociación, ya que no hay fin viduos o de cuerpos depositarios de alguna
alguno contrario al orden público. Esa es parte de la autoridad, sea por depuración
también la tesis de Antokoletz; considera o por correspondencia entre ellos". Las
que, a lo sumo, los funcionarios podrán coaliciones de funcionarios se prohiben
constituir una asociación de Derecho co- también; y el artículo 128 del mismo có-
mún, con fines de orden moral, cultural, digo castiga a "los funcionarios públicos
de asistencia o petición respetuosa a las que hubieran intentado deliberadamente
autoridades. presentar sus dimisiones, si su objeto fue-
Cabe, empero, distinguir entre funciona- ra impedir o suspender la administración
rio público propiamente dicho y funciona- de justicia o el cumplimiento de un ser-
rio o dependiente de las entidades autó- vicio cualquiera".
nomas. El Estado puede contratar, como Las leyes de 1884 y de 1920, en Francia,
persona de Derecho privado, los servicios son inaplicables a las asociaciones de fun-
de trabajadores,.caso en el cual el contrato cionarios; la última de ellas se remite a
se regula dentro del Derecho laboral; y a una ley especial que debía ser promulga-
esta clase de trabajadores les corresponde da. La jurisprudencia francesa, fuente de
el derecho de sindicación, pues sus proble- Derecho a este respecto, ha reconocido a
mas son muy semejantes a los de los res- los funcionarios el derecho de asociarse.
tantes trabajadores de la industria o co- A propósito de ella, señala Fry que, de
mercio. acuerdo con la ley de 1901, los funcionarios
En conclusión, podemos afirmar que los públicos pueden asociarse, pues toda per-
funcionarios públicos, si no son sujetos sona tiene este derecho; pero no podrán
del Derecho de Trabajo ni del contrato de acogerse a la ley de 1884 para dar a su
trabajo, mal pueden constituir sujetos del unión el carácter, la forma y el objeto de
derecho de asociación profesional; y si un sindicato profesional.
bien el Derecho sindical difiere del con- El anotado problema fue planteado en
trato de trabajo, no por ello deja de ser un informe del gobierno a la Cámara de
evidente que para tener la calidad profe- Diputados de Italia, con motivo de la dis-
sional se requiere, al menos, la posibilidad cusión de la ley promulgada el 2 de abril
de ser sujeto de un contrato de trabajo. de 1926. En dicho informe se expresa que
Otra razón, que resaltan Rouast y Durand, "las relaciones entre los organismos pú-
lleva a negar el derecho sindical a los fun- blicos de carácter político y sus dependien-
cionarios, y ésta es de orden político: "La tes son de naturaleza tal, que no condicen
forma sindical permite la adhesión de los con la creación de órganos sindicales de
sindicatos de funcionarios a las confede- Derecho público; porque es inconcebible el
raciones generales de asalariados. Afirma reconocimiento jurídico de una defensa
una solidaridad de clase entre el personal de categoría o de clase contra organismos
de las colectividades públicas y de las que representan el interés general" ( 128 ).
En Inglaterra ha sido reglamentado el
(128) En España llegaron a constituirse Jun-
tas Militares de Defensa, disueltas oficialmente (127) Ob. clt., pág. 137.
en el año 1922, que eran especie de sindicatos (128) El art. 11 de la ley Italiana disponía:
donde se agrupaban desde el veterano coronel "Las normas de la presente ley sobre reconoci-
hasta el oficial recién salido de la academia. Sobre miento Jurídico de las asociaciones sindicales no
dichas Juntas nos remitimos a cuanto hemos di- se aplican a las asociaciones de empleados del Es-
cho en Militarismo, militaradas. - Acotaciones so- tado, de las provincias, de ios municipios y de las
bre la historia polltieomilttar de España, Madrid, instituciones públicas de beneficencia, para las
1933. cuales serán dictadas disposiciones por separado".
derecho de asociación de los funcionarios los sindicatos de obreros y de patronos y
púbücos por la ley del 29 de julio de 1927, aquellas asociaciones integradas por quie-
con la prohibición expresa de toda activi- nes, siendo también trabajadores, ejercen
dad política y de recurrir a la huelga. su profesión con independencia. Tal es el
Por disposición terminante del artículo caso de las llamadas profesiones liberales.
365 del Código del Trabajo de Chile, se En el primer supuesto, el interés de pa-
prohibe la sindicación de los empleados u tronos y de obreros se opone; en el segun-
obreros que presten sus servicios al Es- do, la situación se presenta como la de
tado, a los municipios o que pertenezcan una organización tendiente a lograr una
a empresas fiscales. Dicho precepto está mejora, pero sin que ella signifique en
inspirado en el artículo 23 de la ley del modo alguno, un choque directo de inte-
8 de septiembre de 1924, donde se dispone reses. En las organizaciones profesionales
que los empleados públicos no pueden or- comprensivas de las profesiones liberales
ganizarse en sindicatos. no hay propiamente un interés de orden
El decreto del 5 de diciembre de 1938 económico, puesto que sus integrantes no
aprobó el estatuto jurídico de los trabaja- se encuentran en relación de dependencia
dores al servicio de los Poderes de la por los contratos que suscriben para la
Unión; así, en México, los servidores del prestación de sus servicios. Varía la si-
Estado pueden organizarse en sindicatos, tuación cuando los profesionales contratan
por unidad burocrática, para el estudio y sus servicios, como tales trabajadores, con
defensa de sus intereses. De este derecho un patrono; en este caso, su contrato es
están excluidos los funcionarios de con- el de trabajo, y gozan entonces de idén-
fianza o que desempeñen cargos públicos ticos derechos que los demás obreros tie-
de cierta categoría, enumerados como ex- nen para sindicarse en defensa de sus in-
cepciones en el citado decreto. De acuerdo tereses. Así, las organizaciones gremiales
con el mismo, en México pueden organi- conocidas con el nombre de colegios, ór-
zarse en sindicatos los trabajadores que denes, etc., no constituyen precisamente
prestan servicios materiales o intelectuales entidades sindicales; porque por sus fines
a los poderes legislativos, ejecutivo o ju- no consideran el problema de aquellas re-
dicial, sin otras limitaciones que las seña- laciones contractuales dentro de las cua-
ladas. les se desarrollan intereses adversos.
Aun cuando la ley dictada el 11 de no- Por ello, los colegios, considerados nor-
viembre de 1943, sobre asociación gremial, malmente como entidades de Derecho pú-
no admite en el Paraguay la posibilidad de blico, tienen el mismo carácter que las
constituir sindicatos de funcionarios de- antiguas corporaciones de oficios, del que
pendientes del Estado, dicha situación fue carecen los sindicatos constituidos por
prevista por el artículo 11 de la ley del ¿raba j adores que se encuentran obligados
12 de marzo de 1931, que "prohibe las sin- a coligarse para obtener mejores condi-
dicaciones de los operarios, empleados y ciones de trabajo. Conviene, entonces, re-
funcionarios de la administración pú- servar el nombre de asociación profesio-
blica". nal para designar aquellas uniones de
El sistema enunciado es el que rige, con trabajadores o de patronos creadas para
la excepción de México, en los países his- la defensa de sus propios intereses de
panoamericanos ( 129 ). clase y económicos. Debe tenerse en cuen-
Dicha excepción, que confirma la regla ta para ello que el mismo carácter que
general, no ha tenido aplicación práctica. reviste quien ejerce una profesión lo im-
Tampoco la ha logrado el derecho de huel- prime a las organizaciones de las cuales
ga concedido en aquel país a los funcio- forma parte.
narios públicos, que se considera como una Los colegios y órdenes, tal como estaban
conquista simbólica, efectista no efectiva; concebidos en Italia, España y Francia,
sin contenido y sin bases doctrinales que no son, en realidad, asociaciones profesio-
la sustenten y definan. nales en el concepto general que se tiene
de éstas; porque la finalidad de los mis-
41. Agremiación de las profesio- mos no consiste en la defensa, como he-
nes liberales mos dicho, de intereses propios frente a
El principio de la libertad de no aso- otros antagónicos. Los profesionales como
ciarse reconoce determinadas restriccio- médicos, abogados, ingenieros, odontólo-
nes, y para ello conviene distinguir entre gos, farmacéuticos, arquitectos, etcétera,
no tienen necesidad de constituirse, ni ser
(129) Por ejemplo, el art. 104 de la Ley Gen. ría lícito, en organizaciones de resistencia
del Trab. de Solivia dispone que "no podran or-
ganizarse sSndícalmente los funcionarlos públi- frente a su clientela, pues al absurdo se
cos, cualquiera que sea su categoría y condición". añadiría la injusticia. Los colegios perd-
guen como fin la defensa de la profesión, Las categorías fundamentales de pro-
su mayor decoro, la fiscalización de sus ductores son, en el ordenamiento clásico,
miembros, el saneamiento de la conducta tres: patronos, obreros y trabajadores
moral de los mismos, la defensa de sus profesionales liberales. Esa especie entre
intereses privados, la mutua ayuda; pero patronos y obreros, el llamado profesio-
no las reivindicaciones de clase o de tipo nal, no tiene razón para encuadrar una
económico. Precisamente por no constituir categoría distinta en el ordenamiento sin-
entidades con fines proselitistas, ni enca- dical; ya que, sí se considera como tal
minadas a la lucha social, suele el Estado profesional libre, carece para él de utili-
delegar en ellas ciertas atribuciones, y las dad el derecho de sindicarse, y cuenta con
autoriza a percibir impuestos, a imponer la agremiación, ya examinada anterior-
la agremiación obligatoria, a estatuir san- mente; en tanto que, si se la estima como
ciones y a aplicarlas; lo cual, en suma, profesional al servicio de una empresa,
supone facultades de que carecen los sin- reviste idéntica calidad que cualquier otro
dicatos profesionales. La colegiación obli- obrero.
gatoria permite, en esa forma, la inte- Por otro lado, todo sindicato profesional
gración de sindicatos profesionales por exige la conexión de dos elementos esen-
aquellos mismos que están colegiados. La ciales: uno de carácter individual y otro
razón de ello se encuentra precisamente de índole colectiva. La integración del
en que los colegios no crean en si orga- sindicato se logra mediante individuos
nismos que tengan por finalidad la de- aislados que lo componen, por lo cual se
fensa de los intereses de clase, y para esa requiere la pluralidad; un solo individuo
defensa es para lo que se constituyen los por sí no puede constituir un sindicato;
sindicatos profesionales; porque éstos, al son necesarios varios, unidos a su vez por
margen de la organización que los colegios el elemento colectivo, constituido por la
representan, actúan libremente para obte- situación de hecho de pertenecer a la
ner en beneficio de sus adheridos las me- misma categoría profesional.
joras que corresponden a la profesión que Aun cuando varios individuos se reúnan
ejercen en el concepto de asalariados. para formar un sindicato, éste no será
profesional si no existe ese nexo que crea
Capítulo VIII la solidaridad en el trabajo. Siguiendo en
parte a Bortolotto, expone Cavalcanti de
DERECHOS Y OBLIGACIONES Carvalho: "Los individuos, como expresión
/. CAPACIDAD SINDICAL económica, como elementos válidos que
concurren a la creación de la riqueza, se
42. Calidad de sujeto de las Aso- encuentran naturalmente distribuidos en
ciaciones profesionales categorías de diferente dimensión, edifi-
cadas sobre la base de identidad y afini-
La capacidad que rige para formar par- dad de funciones. Las categorías se dis-
te de una asociación profesional es en tinguen en profesionales y económicas.
mucho distinta a la general establecida Las primeras, consideradas como el con-
por el Derecho civil y a la especial consi- junto de los productores agrupados y en-
derada por el Derecho de Trabajo. Como cuadrados en la observancia de dos crite-
norma, cabe sentar que pueden ser sujetos rios distintos y concurrentes (el de Ja
del Derecho de asociación, sin restricción actividad económica y el de la división del
alguna, todos los obreros y patronos, con trabajo), constituyen el núcleo básico del
tal que pertenezcan a la respectiva cate- ordenamiento sindical" («<>).
goría profesional y reúnan las condiciones Los sujetos del derecho de asociación
requeridas por los estatutos de la entidad. profesional son los patronos y los traba-
La capacidad es, por lo tanto, la regla; y jadores; y difieren de los posibles sujetos
la incapacidad, la excepción. Las condicio- del Derecho de Trabajo en cuanto a la
nes para ingresar en los sindicatos, en calidad exigióle para serlo del Derecho
calidad de asociados, se fijan por los sindical. Por eso se necesita señalar que,
estatutos, pero tales requisitos no pueden, para pertenecer a una asociación profesio-
de ninguna manera, eliminar las causas nal, debe reunir la persona las siguientes
de incapacidad determinadas por la ley condiciones: c) ser trabajador o patrono,
que reglamenta el derecho de sindicación. según formen trabajadores o patronos el
Cavalcanti de Carvalho señala que "se en- sindicato de que se trate; b) pertenecer
tiende por capacidad sindical el conjunto a la misma profesión para la cual el sln-
de condiciones exigidas por el Derecho
objetivo para que el individuo pueda for- (130) Direito social e corporativo, pág. 7, Río
mar parte de un sindicato". de Janeiro, 1941.
dicato se constituye o integrar la industria con la legislación comparada ( 13l ) 7 el ar-
a que se refiera éste; c) residir en el lugar tículo 5"? del decreto-ley vigente en la
o área territorial del sindicato. Argentina dispone que "los menores adul-
tos podrán formar parte de una asociación
43. Trabajadores menores de edad profesional sin que para ello requieran
autorización de quien los represente legal-
La mayoría de edad que fija la capaci- rnente"; en virtud del artículo 27 se exige
dad en el Derecho de Trabajo difiere de que los cargos directivos sean desempeña-
la establecida en el Derecho civil. La ca- dos por personas mayores de edad.
pacidad laboral para contraer obligacio-
nes y ejercer derechos relacionados con 44. Mujeres trabajadoras
la prestación de servicios parte del prin-
cipio de que el trabajo, necesidad vital, Como norma, la mujer goza de plenitud
satisface un estado de hecho de todo in- de derechos para ejercer su profesión, sin
dividuo: su actuación dirigida a ganar los otras restricciones que las determinadas
medios indispensables para poder subsis- por el legislador ante razones de capaci-
tir. dad física y por el estado de mayor in-
Salvo contadas excepciones, la regla ge- defensión de aquélla. La regla es que la
neral vigente en el Derecho laboral es que mujer obrera puede ingresar libremente
el obrero mayor de dieciocho años tiene en los sindicatos profesionales, sin impedi-
capacidad para todos los actos y derechos mento alguno, y ejercer dentro de ellos
emanados de su situación como prestador los cargos directivos y de administración
de su trabajo. A partir de esa edad puede para los cuales fuere designada.
ingresar libremente en los sindicatos y ejer- Conviene tener en cuenta, en lo relativo
cer dentro de ellos todos los cargos de a la mujer obrera casada, que autorizada
representación para los cuales fuere desig- por la ley o por su marido, como repre-
nado. Son, por lo tanto, considerados ple- sentante legal, en los casos en que la
namente como mayores de edad, emanci- misma establezca tal condición para des-
pados a los efectos de las relaciones que se empeñar una profesión u oficio, significa
derivan de su contrato de trabajo. ello la posibilidad de realizar todos los
En cuanto a los menores de dieciocho actos y ejercer todos los derechos inheren-
años, la situación resulta diferente y ad- tes a su calidad de trabajadora. Por lo
mite dos supuestos: 1) Menores de ca- tanto, si posee capacidad para contratar
torce años: están incapacitados de hecho sus servicios, podrá ingresar libremente
por la ley, en. casi todos los países, no en las organizaciones obreras, sin traba
sólo para contratar sus servicios, sino pa- legal de ningún género.
ra ejercer la función que es el trabajo en Las condiciones de capacidad deben ser,
su desarrollo práctico. Las personas me- en este sentido, las mismas que se exigen
nores de catorce años no son trabajado- para los obreros; así, la mujer menor de
res en sentido legal; tampoco podrían dieciocho años no puede ingresar en un
serlo de hecho, pues carecen de facultades sindicato, ni ejercer la menor de edad car-
corporales suficientes para desarrollar una gos directivos o de representación dentro
eficaz labor productiva que no redunde del mismo, de acuerdo con cuanto hemos
en desmedro de su formación física e in- dicho al referirnos a los obreros menores
telectual. 2) Mayores de catorce años y de edad, todo ello de estricta aplicación
menores de dieciocho: pueden pertenecer aqui.
a los sindicatos profesionales, si la ley les También cabe establecer la incapacidad
autoriza para ejercer funciones laborales; proveniente de sus condiciones físicas. Así,
pero no se les considera, como norma, ap- a una trabajadora que pretenda ingresar
tos para desempeñar dentro de la asocia- en una organización o sindicato de mine-
ción profesional cargos directivos, ni de ros debe serle denegada su afiliación,
responsabilidad, pues pesa sobre ellos una por cuanto la ley prohibe que la mujer,
incapacidad para contratar sin el auxilio por su estado de debilidad física, realice
de la representación necesaria. Cabe re- trabajos en subterráneos. Mal puede com-
conocerles el derecho de pertenecer a los binarse el ejercicio de un derecho, como es
organismos sindicales, porque resulta im- el de asociarse, con la prohibición que pa-
posible desconocer una realidad: la de su ra ejercer determinadas profesiones u
propio trabajo que, por el hecho de rea- (131) V. los arts. 5' de la ley argentina; 366
lizarlo, los capacita para reunirse y co- del Cód. del Trab. del Ecuador: 4» de la ley es-
ligarse en defensa de los intereses profe- pañola; 6» del lib rn del Cód. francés; 212 del de
sionales. Guatemala; 239 de la Ley Fed. del Trab. de Méxi-
co; 197 del Cód. de Trab. de Nicaragua y 139 de
Considerando la situación de acuerdo la Ley del Trab. de Venezuela.
S i g u i e n t e P á g i n a

Potrebbero piacerti anche