Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Los tradicionalistas por lo general son escépticos ante el esfuerzo por predecir o por aplicar
el análisis probabilístico a los asuntos humanos. De tanto en tanto utilizarán datos
cuantitativos para ilustrar un punto que están tratando de probar, en una presentación que,
en otro sentido, es primordialmente discursiva, pero son críticos ante la proclividad de
algunos analistas contemporáneos a cuantificar a fin de demostrar a través de tortuosos
análisis estadísticos, una afirmación que debería ser obvia para una persona con sentido
común. Los tradicionalistas están prototípica pero no rígidamente interesados en el solo y
exclusivo acontecimiento, caso, situación o problema, que buscan entender en sus detalles
más sutiles, incluidas las relaciones con otros fenómenos importantes. A menudo los
tradicionalistas estudiarán varios casos de naturaleza similar, trazando comparaciones y
contrastes adecuados a lo largo de su exposición
Los 'tradicionalistas' insistirán en que son al menos tan meticulosos al recoger, escudriñar,
pesar e interpretar pruebas como cualquier especialista en ciencias sociales. No negarán que
hacen uso del juicio, la intuición y la reflexión para llegar a sus conclusiones, después de
haber revisado y digerido todos los datos que consideran importantes y confiables.
Los tradicionalistas a menudo critican a los conductistas por ser supuestamente demasiado
confiados en la capacidad de generalizar, de convertir afirmaciones problemáticas en
proposiciones causales y de usar tales proposiciones para predecir el comportamiento en un
área en la cual las cosas no son predecibles; por atribuirles a los modelos abstractos una
congruencia con la realidad que no tienen, por eludir los temas sustanciales de la política
internacional porque, en su celo por el método científico¡ ellos q ellas pueden no haber
dominado nunca realmente aquellos temas en toda su complejidad, y por sucumbir al
"fetiche de la medición" que ignora diferencias cualitativas crucialmente importantes entre
las cantidades que mide “Dougherty.J Teorias en pugna en las relaciones internacionales
(1990: 39)
Después que el debate entre realistas e idealistas perdió su vigencia surgió una nueva
querella, que dominó la disciplina durante los años cincuenta y sesenta, entre el enfoque
"tradicionalista" y una nueva escuela que pronto se autodenominó "científica". Varias
diferencias la distinguen del anterior debate. El primero se había originado específicamente
dentro del campo de las relaciones internacionales y se mantuvo confinado a él, en tanto
que el segundo fue una consecuencia de la revolución "behavioralista" en las ciencias
sociales e incluso penetró tardíamente en el dominio de la política internacional. Además,
mientras que el primero se refería a cuestiones de sustancia, aparentemente la nueva
querella se centraba en problemas metodológicos. Por último, las posiciones involucradas
en el anterior debate demostraron ser irreconciliables por apuntar a la naturaleza misma del
sistema internacional, al mismo tiempo que tradicionalistas y científicos terminaron
entendiéndose y produciendo un virtual sincretismo entre sus respectivos enfoques
“Tomassini. L Relaciones internacionales, teoría y práctica (1998: 13)
https://virtual.usergioarboleda.edu.co/pluginfile.php/437067/mod_resource/content/1/Parad
igmas%20de%20las%20RRII.pdf
(3) Las relaciones internacionales son por naturaleza esencialmente conflictivas, son, así, la
lucha por el poder y por la paz. El poder es el factor fundamental de esa política.
los neorrealistas, en que las estructuras y dinámicas claves del sistema internacional no han
cambiado substancialmente, como lo demuestra la realidad internacional de nuestros días,
en la que los Estados y el poder siguen siendo elementos esenciales de las relaciones
internacionales. Admiten que nuevos actores y fuerzas actúan en la sociedad internacional
pero rechazan que su protagonismo haya desvirtuado la acción del Estado y haya dado
lugar a una sociedad mundial no interestatal, hasta el punto de que sea necesario un nuevo
paradigma. frente a los realistas tradicionales, incorporar un mayor rigor científico en la
elaboración teórica. Los neorrealistas prestan una especial atención a las influencias y
condicionamientos que la estructura del sistema internacional tiene sobre la política
internacional de los Estados, lo que en paralelo con su acento en los métodos
cuantitativo-matemáticos, ha proporcionado a la reformulación del paradigma tradicional
un renovado vigor científico. Sin embargo, sus premisas filosóficas sobre las relaciones
internacionales no experimentan cambio substancial en relación a los realistas clásicos. En
este sentido, la concepción estatocéntrica continua siendo el eje de sus planteamientos. Lo
mismo cabe decir de sus consideraciones sobre el poder, sobre la no aplicación de los
principios morales universales a la acción exterior de los Estados y sobre la distinción entre
lo interno y lo internacional.
la afirmación de los nuevos paradigmas se produce precisamente en base a las críticas que,
sobre todo desde el paradigma de la sociedad global, se realizan respecto del paradigma
tradicional. Se afirma que dicho paradigma ya no sirve para interpretar y estudiar
adecuadamente la actual sociedad internacional, dados los sustanciales cambios que han
experimentado la estructura, los actores, los factores, los intereses y las interacciones de la
sociedad internacional. Se llega incluso a afirmar, como lo hace John A. Vásquez, que la
ausencia de progreso científico en nuestro campo de estudio se debe al dominio de un
paradigma inadecuado como es el paradigma realista
problemas actuales a que se enfrenta el mundo puedan resolverse por medios diferentes a
los de la tradicional negociación diplomática, creación de organizaciones internacionales
gubernamentales, medidas de presión política y económica, recompensas, e incluso el uso
de la fuerza, es decir, a través de las estructuras y procesos característicos del paradigma
clásico.2
el paradigma de la sociedad global aparezca sólo como un modesto reto al paradigma
tradicional, que no ha supuesto en ningún caso su superación.
Mientras que el paradigma tradicional se centra en los problemas de la paz, la guerra, el
orden y la seguridad, el paradigma de la sociedad global lo hace sobre el manejo de la
interdependencia y la necesidad de dar respuesta global a los problemas globales y
comunes y el paradigma de la dependencia se reduce a los problemas de la dominación, la
explotación, la desigualdad y la igualdad. Problemas y dimensiones que, sin embargo,
todos ellos son, sin exclusiones de ningún tipo, característicos de la actual sociedad
internacional.
no se puede desconocer que en la mayoría de los realistas clásicos, como es el caso, entre
otros, de Hans J. Morgenthau, la estructura del sistema internacional, jugaba implícitamente
un papel no desdeñable. No hay más que recordar que el realismo tradicional consideraba
que los Estados actuaban en el marco de un sistema de Estados, cuyo principio básico de
funcionamiento era el equilibrio de poder, que actuaba como imperativo estructural.
no es sólo la lógica interna del sistema estatal sino también los repartos relativos del
poder global entre las unidades estatales, que origina la estructura del sistema internacional,
los que fijan los parámetros de las relaciones políticas entre las unidades estatales
a las concepciones que han dominado tradicionalmente el estudio de la sociedad
internacional y que, por su conservadurismo a ultranza y su entronización del Estado y del
interés nacional, se han revelado insuficientes, cuando no incapaces, para dar cuenta de la
misma y ofrecer soluciones solidarías a sus graves problemas.
file:///C:/Users/zvann/Downloads/Dialnet-ELPapelDelRealismoEnLasRelacionesInternacio
nalesLa-26941.pdf
la teoría de la política internacional de Morgenthau se ha visto más atacada por su
tradicionalismo —confianza en la «intuición» y rechazo de los «métodos exactos» (65)—
que por las premisas de su pensamiento
La estructura del sistema internacional (es decir, la distribución del poder entre los Estados)
se asienta, según Keohane y Nye, en las premisas realistas. De este modo, su modelo de
interdependencia compleja —empeñado en explicar el cambio de régimen internacional
(71)— comienza por adoptar la visión realista/tradicional de las relaciones internacionales.
La limita, sin embargo, a una explicación global en la que la distribución de poder y, por
tanto, la estructura del sistema, está condicionada por la capacidad militar de los Estados
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/29427/S327T655R_es.pdf?sequence=1
&isAllowed=y
para los tradicionalistas el juicio es el final del análisis y lo emiten después de haber
revisado toda la información razonablemente disponible, tomado en cuenta los prejuicios
que influyen en la consideración del tema y haber descartado otras explicaciones
alternativas, con base en su formación y experiencia académicas. Para el científico, por el
contrario, su propio juicio es sólo un punto de partida que le permite proponer una hipótesis
acerca de la naturaleza o comportamiento de un fenómeno, hipótesis que él debe corroborar
o corregir mediante una exhaustiva acumulación de datos acerca de ese caso, sometiendo
así su juicio inicial al verdicto de los hechos, de tal manera que su conclusión sea lo más
objetiva e impersonal posible.
file:///C:/Users/zvann/Downloads/tradicionalismooooo.pdf