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Ritual del solemne inicio

pastoral del párroco


Ritual del Solemne inicio
Pastoral del Párroco
Ritos iniciales

Recibimiento y peregrinación hacia la


parroquia
1. PRIMERA FORMA: El Obispo y el nuevo Párroco son recibidos en el límite de
la Parroquia (o del Pueblo, o Colonia) y conducidos procesionalmente –con los
debidos Ministros– hasta la puerta del Templo.

2. SEGUNDA FORMA: El Clero, Ministros y una representación de la comunidad


van a la casa parroquial y acompañan al Obispo y al neo-Párroco hasta el Templo
Parroquial.

En ambos casos, además de cruz procesional, cirios e incensario, se puede llevar el


VARIPALIO para acompañar al Obispo. Los Clérigos pueden vestir el traje coral o
talar.

3. Llegados a la Puerta del Atrio, antes de ingresar, el Obispo presenta brevemente


al nuevo Párroco ante la feligresía.

[La presentación puede hacerse también al comienzo de la Misa. En este caso,


llegados a las puertas, el Obispo entrega las llaves].

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Entrega de las llaves del templo
4. Tras la presentación, el Obispo entrega las llaves del Templo al nuevo Párroco,
el cual abrirá las puertas tanto del Atrio como del Templo Parroquial:

Obispo:

Recibe las llaves de esta iglesia


como signo de autoridad.
Cuida de abrirla oportunamente
para que los fieles puedan acudir
a celebrar los Misterios cristianos
y a orar en la presencia del Señor.
Procura también que, en la misma forma
que cuidas que las puertas de este templo
estén abiertas, abras también,
con tu palabra y con tu conducta,
para Dios el corazón de los fieles.

[Si la presentación se hace al comienzo de la Misa, entonces el Obispo entrega las


llaves al nuevo Párroco llegados a la puerta].

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Entrega de las campanas
5. Después, el Obispo hace entrega del Campanario y las campanas al nuevo
Párroco:

Obispo:

Dios Padre,
que envió a su Hijo al mundo
para reunir a los hijos de Dios dispersos,
te encomienda que seas asiduo
en convocar a los fieles para que,
al sonido de estas campanas,
se apresuren a congregarse en esta iglesia.
Haz sonar, pues las campanas parroquiales
para señalar los días de fiesta,
los tiempos de oración
y los principales acontecimientos
que afectarán con alegría o con lágrimas,
a esta comunidad
o a algunos de sus miembros.
[El nuevo Párroco toca las campanas, o al menos una: la mayor].

Hecha la presentación y la entrega de llaves y de campanas, los Clérigos –


acompañados de los ceremonieros– se dirigen a la Sacristía para revestirse con los
ornamentos propios para celebrar la Misa.

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6. Estando todos formados para iniciar la procesión de entrada de acuerdo a las
normas litúrgicas –el nuevo Párroco va a la derecha del Obispo–, y habiendo puesto
el Obispo incienso en el turiferario se dice la monición inicial, como sigue:

MONICIÓN DE ENTRADA:
Al celebrar la Eucaristía hoy nos congrega un motivo particular.
Seremos testigos de un momento importante en la vida de nuestra
Comunidad Parroquial: la introducción de nuestro nuevo Párroco, el
Señor Cura N., por ministerio del Emmo. Sr. Cardenal Don N.,
Arzobispo de N.
Participemos con alegría en esta Celebración en la que pediremos al
Espíritu Santo que se derrame abundantemente sobre todos nosotros y
que haga muy fecundo el ministerio de nuestro nuevo Párroco.

Después, se dirigen al Altar; se entona el canto de entrada.

7. Mientras tanto, se acercará AGUA BENDITA al Obispo el cual le pondrá al


nuevo Párroco y luego rociará al Pueblo, como memorial del bautismo.

8. Llegados al Altar el Obispo, el nuevo Párroco y los Ministros hacen una


INCLINACIÓN PROFUNDA, pero NO lo BESAN, NI lo INCIENSA. El Obispo
se dirige a la Sede y los demás a sus sitiales.

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9. Terminado el canto de entrada, se inicia la Misa en la forma acostumbrada.
SANTIGUÁNDOSE, el Obispo dice:

En el Nombre del Padre, y del Hijo,


y del Espíritu Santo.
R. Amén.

Saludo
10. El Obispo saluda a los presentes:

La gracia de Nuestro Señor Jesucristo,


el amor del Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.

Lectura del nombramiento


11. Después del saludo, todos se sientan. Si no se hizo antes, en este momento se
procede a la PRESENTACIÓN del neo-Párroco, como se indica en el numeral III.

12. Hecha la Presentación, el Vicario Episcopal u otro Sacerdote lee el Documento


del Nombramiento. Antes se dice la monición del nombramiento, como sigue:

MONICIÓN DEL NOMBRAMIENTO:


Escucharemos, ahora, la lectura de las letras
con las que nuestro Arzobispo, el Señor Cardenal Don N.,
nombra como Párroco de esta Comunidad al Sr. Cura N.

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13. Convendría que el nuevo Párroco responda expresando brevemente el deseo de
corresponder a la misión confiada.

14. El nuevo Párroco, si no la ha hecho ya previamente, presta PROFESIÓN y


JURAMENTO según la norma de Derecho:

Obispo:

Querido hijo:
Te encomiendo la misión de dirigir
al Pueblo cristiano de esta Parroquia:
enséñale la Fe que la Iglesia ha recibido
de Nuestro Señor Jesucristo.
Conviene que ahora,
en presencia de este Pueblo
que te escuchará,
profeses públicamente aquella misma Fe
que les debes enseñar.

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Nuevo Párroco:
Amado Padre,
quiero profesar públicamente mi Fe
–que es la fe de la Iglesia–, a saber:
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo
[inclinado, hasta se hizo hombre]
y por obra del Espíritu Santo se encarnó
de María, la Virgen y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

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Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.

Acto penitencial
15. El Obispo invita a los fieles, diciendo:

Hermanos: para celebrar dignamente


estos Sagrados Misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
Se guarda un breve momento de silencio y luego todos dicen:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
[Golpeándose el pecho]: Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.

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[Prosiguen]: Por eso ruego a Santa María,
siempre Virgen, a los Ángeles, a los Santos,
y a ustedes, hermanos, que intercedan
por mí ante Dios, Nuestro Señor.
ObispoDios Todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.

R.: Amén
16. Cuando se prescribe, se continúa con el Gloria.
El Obispo introduce diciendo –o entonando–:

Gloria a Dios en el cielo,


Toda la Asamblea continúa:
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre Todopoderoso.
Señor Hijo Único, [inclinados]: Jesucristo;
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;

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Tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado
a la Derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor,
sólo Tú Altísimo, [inclinados]: Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
R. Amén.

Oración Colecta
17. El Obispo dice –o entona– la ORACIÓN COLECTA:

OREMOS:

Señor Dios, que has ilustrado


los corazones de tus fieles
con la luz del Espíritu Santo,
concédenos que, bajo su inspiración,
sepamos discernir lo que es recto
y experimentemos siempre
el gozo de su consuelo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo…

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Liturgia de la Palabra
18. Se hace como de costumbre: Las lecturas son proclamadas por los lectores y el
salmo responsorial es cantado por el salmista o proclamado por un lector,
alternando con el pueblo. Sentados todos se dice la monición como sigue:

MONICIÓN DE LA LITURGIA DE LA PALABRA:


El profeta Ezequiel, en la primera lectura,
anuncia le llegada del tiempo mesiánico
en que Dios será el verdadero Pastor del Pueblo Santo.
Esta promesa se cumple en Jesucristo, el Buen Pastor,
del cual están llamados a ser imagen fiel los Ministros Sagrados, como
exhorta san Pedro en la segunda lectura.
Escuchemos, pues, la voz del Señor
en estas lecturas que proclaman su Palabra.
19. Un lector, proclama la primera lectura.

PRIMERA LECTURA
COMO UN PASTOR VELA POR SU REBAÑO, ASÍ YO VELARÉ POR MIS
OVEJAS

Lectura del Libro del profeta Ezequiel 34,11-16


Esto dice el Señor Dios: «Yo mismo iré a buscar a mis ovejas
y velaré por ellas. Así como un pastor vela por el rebaño
cuando las ovejas se encuentran dispersas, así velaré yo por mis
ovejas e iré por ellas a todos los lugares por donde se
dispersaron un día de niebla y oscuridad. Las sacaré de en
medio de los pueblos, las congregaré de entre las naciones, las

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traeré a su tierra y las apacentaré por los montes de Israel, por
las cañadas y por los poblados del país.
Las apacentaré en pastizales escogidos, y en lo alto de los
montes de Israel tendrán su aprisco; allí reposarán en buenos
prados, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los
montes de Israel.
Yo mismo apacentaré a mis ovejas; yo mismo las haré reposar,
dice el Señor Dios. Buscaré a la oveja perdida y haré volver a la
descarriada; curaré a la herida, robusteceré a la débil, y a la que
está gorda y fuerte, la cuidaré. Yo las apacentaré en la justicia».
Palabra de Dios.

20. Otro lector, o cantor, pregona el SALMO.

EL BUEN PASTOR

R: El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar.


Cf. Sal 22(23)
El Señor es mi Pastor, nada me falta;
en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce
para reparar mis fuerzas. R.

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Así, aunque camine por cañadas oscuras,
yo nada temo,
porque Tú estás conmigo.
tu vara y tu cayado me dan seguridad. R.
Tú mismo me preparas la mesa,
a despecho de mis adversarios;
me unges la cabeza con perfume
y llenas mi copa hasta los bordes. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán
todos los días de mi vida;
y viviré en la casa del Señor
por años sin término. R.
21. Otro lector, proclama la segunda lectura.

SEGUNDA LECTURA
APACIENTEN EL REBAÑO DE DIOS QUE ÉL LES HA CONFIADO

Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pedro 5,1-4


Hermanos: Me dirijo ahora a los pastores de las comunidades
de ustedes, yo, que también soy pastor como ellos y además he
sido testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de su
gloria que se va a manifestar.
Apacienten el rebaño que Dios les ha confiado y cuiden de él
no como obligados por la fuerza, sino de buena gana, como
Dios quiere; no por ambición de dinero, sino con entrega

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generosa; no como si ustedes fueran los dueños de las
comunidades que se les han confiado, sino dando buen ejemplo.
Y cuando aparezca el Pastor supremo, recibirán el premio
inmortal de la gloria. Palabra de Dios.

Bendición para el anuncio del Evangelio


22. El Evangelio debe ser proclamado por el nuevo Párroco, el cual se sitúa delante
del Obispo para pedir la bendición:

Nuevo Párroco: Padre, dame tu bendición. Obispo:

El Señor esté en tu corazón


y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio;
en el Nombre del Padre, y del Hijo †,
y del Espíritu Santo.
Nuevo Párroco: Amén.

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Entrega del Evangeliario
23. El Obispo entrega al nuevo Párroco [éste arrodillado] el Libro de los
Evangelios con estas o parecidas palabras:
Obispo:

Recibe el Evangelio de Cristo,


del cual fuiste constituido mensajero;
anuncia su mensaje de salvación
con deseo de enseñar y con toda paciencia
por medio de la catequesis
y de la predicación,
ayudando a tus hermanos
a conformar su vida
con la Palabra de Dios.
En el nombre del Padre, y del Hijo †,
y del Espíritu Santo.
Nuevo Párroco: Amén.

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Aclamación antes del Evangelio
24. El Salmista pregona la ACLAMACIÓN, mientras el Obispo pone incienso en el
turíbulo.

R: Aleluya. Aleluya. [T.C.: Honor y gloria a Ti, Señor Jesús].


Yo Soy el Buen Pastor, dice el Señor; Yo conozco a mis ovejas y
ellas me conocen a mí [Jn 10,14].

Proclamación del Evangelio


25. Nuevo Párroco: El Señor esté con ustedes.
Asamblea: Y con tu espíritu.
Luego, anuncia la proclamación del sto. Evangelio.

El Buen Pastor da la vida por sus ovejas Jn 10,11-16.

V: Proclamación del Santo Evangelio, según San Juan


R: Gloria a Ti, Señor.

+ En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: «Yo Soy


el Buen Pastor. El Buen Pastor da la vida por sus ovejas.
En cambio el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño
de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las
ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa,
porque a un asalariado no le importan las ovejas.

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Yo soy el Buen Pastor, porque conozco a mis ovejas y
ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí
y Yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas.
Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es
necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi
voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor». PALABRA
DEL SEÑOR.
26. Proclamado el Evangelio, el nuevo Párroco ofrece el Evangeliario al Obispo
quien, después de venerarlo, bendice al Pueblo en silencio.

Homilía
27. En la homilía, el Obispo explica a los fieles las funciones del Párroco e ilustra
el significado de los ritos que van a tener lugar.

Renovación de las promesas de ordenación

28. Terminada la homilía, después de un momento de silencio, tiene lugar la


renovación de las promesas que el nuevo Párroco hizo el día de su Ordenación. Se
dice la monición como sigue:

MONICIÓN PARA LA RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS


SACERDOTALES:
Ahora, nuestro nuevo Párroco, renovará ante el Obispo y ante esta
Comunidad Parroquial que se le ha encomendado, las promesas que
hiciera el día de su Ordenación Sacerdotal.

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29. El nuevo Párroco se pone de pie ante el Obispo, quien lo interroga con estas
palabras:

Obispo:

Querido hijo: Delante del pueblo de Dios


de quien se te ha confiado la cura pastoral, renueva las promesas
que hiciste en tu Ordenación.
Obispo:

¿Estás dispuesto a desempeñar siempre el Ministerio Sacerdotal


como buen colaborador del Orden Episcopal, apacentando el
rebaño del Señor y dejándote guiar por el Espíritu Santo?
Nuevo Párroco: Sí, estoy dispuesto.
Obispo:
¿Estás dispuesto a presidir fielmente la celebración de los
Misterios de Cristo, para alabanza de Dios y santificación del
pueblo cristiano, según la Tradición de la Iglesia?
Nuevo Párroco: Sí, estoy dispuesto.
Obispo:
¿Realizarás el Ministerio de la Palabra, preparando la
predicación del Evangelio y la exposición de la Fe católica con
dedicación y sabiduría?
Nuevo Párroco: Sí, lo haré.

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Obispo:
¿Quieres unirte cada día más a Cristo, Sumo Sacerdote, que por
nosotros se ofreció al Padre como Víctima santa, y con Él
consagrarte para la salvación de los hombres?
Nuevo Párroco: Sí, quiero, con la gracia de Dios.
30. Enseguida el nuevo Párroco se acerca al Obispo y, de rodillas ante él, pone sus
manos juntas entre las manos del Obispo. Entonces el Obispo pregunta:

*Si es su Ordinario:

Obispo: ¿Prometes obediencia y respeto


a mí y a mis sucesores?
Nuevo Párroco: Sí, Prometo.
_______________________________________________________

*Si no es su Ordinario:

Obispo: ¿Prometes obediencia y respeto


a tu Obispo?
Nuevo Párroco: Sí, Prometo.
_______________________________________________________

31. El Obispo concluye:

Obispo: Dios, que comenzó en ti esta obra buena, Él mismo la


lleve a término.

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32. Concluida la renovación de las Promesas Sacerdotales, se puede organizar una
PROCESIÓN al interior del Templo precedida por el turiferario, con la Cruz
procesional, las velas y los Ministros, en la que el Obispo, recorriendo la Iglesia –
según el orden de los sitios– hace entrega al nuevo Párroco de los lugares en los
que ha de desempeñar su ministerio [pueden ser incensados cada uno por el nuevo
Párroco]. Para ello se dice la siguiente monición:

MONICIÓN PARA LA ENTREGA DE LOS LUGARES DONDE


SE EJERCE EL MINISTERIO:
En este momento el Señor Obispo hará entrega de forma significativa
de algunos lugares propios del ejercicio del ministerio sacerdotal como
*el Confesonario, donde el Párroco ejerce el ministerio de la
misericordia;
*la Pila Bautismal, donde son engendrados para la vida eterna los hijos
de Dios;
*la Sede Presidencial, desde donde ha de hacer presente a Cristo
Cabeza de la Iglesia, entre otros.
Se puede entregar:
- Altar o Ara
- Ambón o Púlpito
- Baptisterio o Pila Bautismal
- Sede Penitencial o Confesonario
- Sede Presidencial o Cátedra.

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33. Entrega del BAPTISTERIO o PILA BAUTISMAL:
Obispo:

Esta es la Fuente de la Vida


que mana del costado de Cristo
y limpia los pecados del mundo.
Aquí harás renacer,
por el agua y el Espíritu Santo,
tanto a los niños que te presenten
los padres cristianos y sus padrinos
como a los adultos
que se conviertan a la fe.
34. Entrega de la SEDE PENITENCIAL o CONFESONARIO:

Obispo: Dios ha amado tanto al mundo


que le ha entregado su Hijo
para que nadie perezca
sino que todos tengan vida eterna.
En este lugar el Señor,
a través de tu ministerio,
realizará maravillas.
Cuida, pues, de reconciliar con Dios
a los fieles que después del bautismo
habiendo recaído en el pecado
acudan a ti deseando convertirse
más plenamente a Dios.

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35. Entrega del AMBÓN o PÚLPITO:

Obispo:

Dios nos ama tanto que


hasta se digna hablarnos como amigos.
Pide a Dios la gracia de gozar
con la dulzura de su Palabra
para que te llenes y llenes a este Pueblo
del conocimiento del Verbo encarnado.

36. Entrega del ALTAR o ARA:

Obispo:

Esta es la Mesa del Banquete del Señor,


y Altar del Santo Sacrificio.
Alrededor de la misma congregarás
a los hijos de la Iglesia
y, en Nombre de Jesucristo,
presidirás la Eucaristía para que tus fieles
puedan unirse al sacrificio de Cristo
y participen así en la Pascua del Señor.

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37. Entrega de la SEDE PRESIDENCIAL o CÁTEDRA:

Obispo:

En tu persona Jesucristo Maestro,


Sacerdote y Señor de la Iglesia,
se hará presente en medio de su pueblo.
Es Él, en efecto, quien
por medio de sus ministros,
continúa anunciando el Evangelio
y presidiendo la oración de sus fieles.
Tú, por tanto, ocupando esta Sede,
serás imagen de Jesucristo,
predicarás su Evangelio
y presidirás la oración de la Iglesia.

38. Se continúa con el CREDO, cuando se prescribe. Puede ser dialogado.

Plegaria Universal
39. A continuación se hace la PLEGARIA UNIVERSAL.

Obispo: Elevemosa Dios nuestras plegarias, para darle gracias por


el bien que hace a su Iglesia por el ministerio de los Presbíteros,
y para pedirle que este servicio no falte nunca a su pueblo santo.
Responderemos:
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.

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Algún Ministro, u otro fiel, puede leer las peticiones:

1 - Por la santa Iglesia de Dios: para que sea testimonio vivo de


verdad y de justicia, y en un mundo dividido y lacerado por las
discordias aparezca como signo de unidad y de paz.
Roguemos al Señor.
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.
2 - Por nuestro Obispo, el Cardenal N.: para que en su Ministerio
Pastoral se encuentre asistido por la fuerza del Espíritu Santo y
confortado por la constante adhesión de todos los fieles.
Roguemos al Señor.
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.

3 - Por el Señor Cura N., quien hoy inaugura el Ministerio


Pastoral en esta Parroquia de N.: para que sea incansable en el
anuncio de la Palabra y en el servicio a esta porción del pueblo
santo de Dios. Roguemos al Señor.
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.
4 - Por nuestros anteriores Párrocos que han presidido esta
Parroquia: para que el Señor les dé el premio merecido por su
servicio generoso y fiel. Roguemos al Señor.
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.

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5 - Por las vocaciones al Ministerio Sacerdotal: para que nunca
falten en la Iglesia Ministros de Cristo, y dispensadores de los
Misterios de Dios.
Roguemos al Señor.
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad. .
6 - Por todos los presentes: para que el Señor nos dé la gracia de
formar una comunidad viva y misionera, que haga presente el
Reino de Dios en este lugar, bajo la guía de nuestros Pastores.
Roguemos al Señor.
R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.

El Obispo concluye:

Padre santo, que has querido servirte del ministerio de los


presbíteros para hacer a tu pueblo participe de la salvación,
acoge nuestras súplicas y oraciones y haz que aumente el
número de los que responden a tu llamada con disponibilidad
generosa y fiel. Por Jesucristo nuestro Señor.
R.: Amén.

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Liturgia de la Eucaristía

40. El Obispo INVITA A ORAR sobre las Ofrendas, con estas u otras palabras del
Misal Romano:

V. En el momento de ofrecer el sacrificio


de toda la Iglesia, oremos a Dios,
Padre todopoderoso.
R.: El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza y gloria
de su nombre, para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

Oración sobre las Ofrendas


41. Enseguida, el Obispo dice la ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS:

Santifica, Señor,
los dones que te ofrecemos
y purifica nuestros corazones
con la luz del Espíritu Santo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

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Prefacio
42. Comienza la PLEGARIA EUCARÍSTICA. El Obispo, con las manos
extendidas, dice:

V. El Señor esté con ustedes.


R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios Todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque Él, después de subir al cielo
donde está sentado a tu derecha,
derramó sobre tus hijos de adopción
el Espíritu Santo que había prometido.
Por eso, Señor,
con todos los ángeles,
te aclamamos ahora y siempre, diciendo:

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43. El Prefacio se concluye con el canto del SANTO:

Santo, Santo, Santo es el Señor,


Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en Nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Plegaria Eucarística
44. A continuación se realiza la PLEGARIA EUCARÍSTICA, propiamente dicha,
como sigue [u otra del Misal Romano]:

Rito de la comunión
PADRE NUESTRO
45. Una vez depositados el Cáliz y la Patena sobre el Altar, el Presidente, con las
manos juntas, comienza el Rito de la Comunión con la oración del Padre Nuestro

46. Para el rito de la paz, todos se intercambian un signo de paz, de comunión y


caridad. El nuevo Párroco da la paz a algunos fieles, de la comunidad.

47. Cuando el Obispo ha comulgado el Cuerpo de Cristo, se dice la monición de


Comunión, como sigue:

MONICIÓN DE COMUNIÓN:
Reconciliados con Dios y con los hermanos acerquémonos a comulgar
el Cuerpo de Cristo con reverencia y humildad. Hagámoslo con
nuestras manos juntas al pecho y respondiendo “Amén”.

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48. El Obispo, u otros Ministros, y el nuevo Párroco se acercan a los que van a
comulgar. A cada uno se muestra el Pan Consagrado –sosteniéndolo un poco
elevado– y se le dice: El Cuerpo de Cristo. El que va a comulgar responde: Amén.
Y comulga.

purificación
49. Finalizada la Comunión, el Presidente u otro Ministro [Presbítero, Diácono o
Acólito], purifica la patena y los platillos sobre el Cáliz.

Entrega del Sagrario con el Santísimo


Sacramento
49. Antes de la Oración después de Comunión, habiendo sido reservado el
Santísimo Sacramento en el Sagrario, se dice la siguiente monición:

MONICIÓN PARA LA ENTREGA DE LA LLAVE


DEL SAGRARIO:
En este momento le será entregada la llave del Sagrario
al nuevo Párroco, signo del cuidado especial que deberá prestar al
Sacramento de la Eucaristía, por la grandeza de este Misterio
y para el bien espiritual de los fieles.

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50. El Obispo entrega al nuevo Párroco la llave del SAGRARIO diciendo:
Obispo:

Recibe la llave del Sagrario.


Conserva con todo cuidado
el Pan Eucarístico,
para llevarlo a los enfermos
y moribundos, a los ancianos
y a cuantos no pueden tomar parte
en la Celebración de la Eucaristía.
Procura también que los fieles
se dediquen a la adoración eucarística,
y cuida de que la luz de la lámpara
permanezca siempre ardiendo
para señalar la presencia del Señor.
51. Luego el nuevo Párroco se dirige al altar donde está un copón con el Santísimo
Sacramento, si se cree oportuno puede hacer una estación menor, luego lo traslada
al tabernáculo, mientras se canta un canto eucarístico y de rodillas frente al
tabernáculo con la puerta abierta inciensa el Sacramento

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Oración después de la Comunión
52. A continuación el Obispo dice la ración después de la comunión:

OREMOS:

Que la efusión de tu Espíritu Santo,


Señor, purifique nuestros corazones
y los fecunde con la aspersión íntima
de su divino rocío.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

Alocución del nuevo Párroco


53. Terminada la Oración después de la Comunión, el nuevo Párroco
puede dirigir unas palabras al Pueblo.

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Rito de Conclusión

Bendición
54. El Obispo, mitrado, extendiendo las manos, dice:

V. Señor esté con ustedes.


R.Y con tu espíritu.
V. Bendito sea el Nombre del Señor.
R. Ahora y por siempre.
V. Nuestro auxilio es el Nombre del Señor.
R. Que hizo el cielo y la tierra.
Obispo (o Diácono): Inclinen la cabeza para recibir la bendición.

Obispo:
Que Dios, Padre de las luces,
que iluminó la mente de los discípulos
con la fuerza del Espíritu Santo
los alegre con su bendición
y los llene siempre
con los dones de su Espíritu.
R. Amén.

-Que el mismo Fuego Divino,


que de manera admirable descendió
sobre los Apóstoles,

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purifique sus corazones
de todo pecado
y los ilumine con su caridad.
R. Amén.

-Que el mismo Espíritu


que unió la diversidad de lenguas
en una sola confesión de fe,
les conceda perseverar en esa misma fe
para que puedan pasar de la esperanza
a la visión plena.
R. Amén.

-Y la bendición de Dios Todopoderoso,


Padre †, Hijo †, y Espíritu Santo †,
descienda sobre ustedes
y permanezca para siempre.
R.: Amén.
55. Obispo o Diácono: Pueden ir en paz.

El Pueblo responde: Demos gracias a Dios.

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Visita al cementerio
Oración por los fieles difuntos
56. Es muy laudable que el nuevo Párroco, acompañado del Obispo y del Pueblo,
se dirija al Campo Santo –Cementerio–, y allí ore por los difuntos en la forma
prescrita por el Ritual de Exequias.

Nuevo Párroco:

Recordemos ahora a nuestros hermanos que murieron en la


paz de Cristo y confiémoslos, con fe y esperanza, al amor de
Dios Padre.
Por el Bautismo fueron incorporados a la Iglesia, la familia
de Cristo, y, unidos a nuestra Comunidad participaron
asiduamente en la Mesa del Señor.
Pidamos, pues, ahora a Dios que los alegre también en el
Banquete de su Reino y que puedan gozar con los Santos y
elegidos de los premios eternos.
Todos oran unos momentos, en silencio.

57. A continuación se canta el siguiente responso, u otros cantos apropiados,


mientras se asperje y se inciensa:

–Tú que resucitaste a Lázaro del sepulcro:


concédeles, Señor,
el descanso y el perdón.

34
V.: Dales, Señor, el descanso eterno,
R. brille para ellos la luz perpetua.
58. Terminado el canto, aspersión e incensación el neo-Párroco dice:

OREMOS:

A utor de la vida y Señor de la muerte,


acuérdate de nuestros hermanos
que, confiando en Ti,
han ido a su descanso eterno; y, ya que
este primer mundo acabó para ellos,
alégralos ahora en tu paraíso,
donde no hay llanto ni luto ni dolor,
sino paz y alegría con tu Hijo
y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
R. Amén.
59. El Nuevo Párroco dice:

El Señor esté con ustedes.


R: Y con tu espíritu.

Neo-Párroco (o Diácono): Inclinen la cabeza


para recibir la bendición.

35
Neo-Párroco: ElDios de todo consuelo,
que con amor inefable creó al hombre
y, en la resurrección de su Hijo,
nos da la esperanza de resucitar,
derrame sobre ustedes su bendición.
R.: Amén.

Neo-Párroco: Élconceda el perdón


de toda culpa a los que vivimos aún
en este mundo,
y otorgue a los que han muerto
el lugar de la luz y de la paz.
R.: Amén.

Neo-Párroco: Y a todos nos conceda vivir


eternamente felices con Cristo,
al que proclamamos resucitado
de entre los muertos.
R.: Amén.

Neo-Párroco: Y la bendición
de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo †, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes
y permanezca para siempre.
R.: Amén.
60 Nuevo Párroco o Diácono: Pueden ir en paz.
R. Demos gracias a Dios.

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lndice
Ritos iniciales............................................................................................. 1
Recibimiento y peregrinación hacia la parroquia ...................................... 1
Entrega de las llaves del templo ................................................................ 2
Entrega de las campanas ............................................................................ 3
Saludo ........................................................................................................ 5
Lectura del nombramiento ......................................................................... 5
Acto penitencial ......................................................................................... 8
Oración Colecta ....................................................................................... 10
Liturgia de la Palabra ............................................................................... 11
Bendición para el anuncio del Evangelio ................................................ 14
Entrega del Evangeliario ......................................................................... 15
Aclamación antes del Evangelio ............................................................. 16
Proclamación del Evangelio .................................................................... 16
Homilía .................................................................................................... 17
Renovación de las promesas de ordenación ............................................ 17
Plegaria Universal .................................................................................... 23
Liturgia de la Eucaristía ........................................................................... 26
Oración sobre las Ofrendas...................................................................... 26
Prefacio .................................................................................................... 27
Plegaria Eucarística ................................................................................. 28
Rito de la comunión ................................................................................. 28
purificación .............................................................................................. 29

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Entrega del Sagrario con el Santísimo Sacramento ................................ 29
Oración después de la Comunión ............................................................ 31
Alocución del nuevo Párroco .................................................................. 31
Rito de Conclusión .................................................................................. 32
Bendición ................................................................................................. 32
Visita al cementerio ................................................................................. 34

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