Desde el siglo XVIIl, en donde se llevó acabo la redacción de los
derechos del hombre y del ciudadano de origen iusnaturalista y de carácter selectivo orientado al hombre, lo que se concebía como derecho, en relación, a lo que se promulgaría en la declaración de 1948 que, era de naturaleza universal e incluyente, ya que se establecía un reconocimiento omnicomprensivo que mantiene el principio de no discriminación. Por lo tanto se pretendía transitar de una prerrogativa de todos los hombres, a todos los seres humanos. Tal como afirmaba Nelson Mandela “Denegar a las personas sus derechos humanos es cuestionar su propia humanidad”
Los derechos del hombre y del ciudadano, se fundamentan en la
filosofía del iusnaturalismo en donde, se parte de unos derechos inherentes a la condición natural de los hombres. Sin embargo, Rousseau como uno de sus teóricos principales, no incluía a las mujeres como parte del pueblo soberano en la Declaración de los Derechos del Hombre, esto debido a que consideraba a la fémina como el bello sexo defendiendo una desigualdad por naturaleza. En 1791, en oposición a aquella exclusión Olympe de Gouges, escritora abolicionista y feminista francesa proclamo la declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana dando la vida por la causa ya que en 1973 fue guillotinada y declarada como “traidora de la revolución”
Mientras que la declaración de los derechos humanos de 1948, vista
desde el positivismo jurídico sustenta que surgen del derecho y se materializan en un acuerdo o pacto consensuado por sus contrayentes a favor. Los derechos humanos son “el reconocimiento de la dignidad inalienable de los seres humanos”. Libre de discriminación, desigualdad o distinciones de cualquier índole, la dignidad humana es universal. Teniendo en cuenta el marco histórico precedente e inmediato a la declaración de 1948 que la convirtió en la hija de las guerras mundiales, respondiendo a la perdida de la razón humana y a la búsqueda de asentar una plataforma que diera luz al concepto de paz universal, tal como lo proclama su preámbulo “el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos , ha originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad “ haciendo alusión a los crímenes nazis y el genocidio judío, que fueron los hechos que marcaron los inicios de esta declaración
Para determinar el alcance de la declaración de los derechos
humanos de 1948 nos corresponde analizar el contexto histórico y su antecedente, tomando en cuenta el contexto y el impulso de la filosofía ilustrada que estaba determinada en la emancipación de los ciudadanos y nos brindó la concepción moderna de estado. Los derechos humanos aparecen como factor clave en aquel gran movimiento social .manteniendo los principios que inauguro la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano de 1789 que ya hablaba de facultades inherentes del ser humano pero reconocidas a un selecto grupo (hombres) y la ley es expresada por la (voluntad general) .
En 1945 la humanidad salía del espantoso trauma que había
supuesto las dos guerras mundiales y tuvo la necesidad de crear doctrinas jurídicas e instituciones que imposibilitaron una repetición de lo acontecido , Teniendo como objetivo la (capacidad operativa para prevenir conflictos similares) se precisa una concepción de los derechos humanos no solo como un constructo mental que pide ser examinado cuidadosamente , sino también por su reconocimiento internacional incuestionable .Que transcurrido 50 años planteo una plataforma que permitió desarrollar escenarios de profundos cambios (políticos , económicos y sociales) que antes eras inimaginables.
Ambas declaraciones tienen algo común y es que fueron organismo
dotado de dinámica (en su tiempo) propia que se abre paso sobre la coordenada del tiempo y en un doble movimiento mira hacia el pasado y esta avizor del futuro. Está atento a cuanto se ha construido anteriormente y siente la obligación de hacer fructificar ese patrimonio en las nuevas generaciones. Específicamente la declaración de 1948 hace énfasis predominante en el ideal común por el que todos los pueblos y las naciones deben esforzarse para dar validez a estos derechos, todos reconociendo la responsabilidad de (nunca más) repetir los horrores vividos por gran parte de la humanidad. Cierro estas líneas con la frase de Víctor Frankl que para mí expresa el un amplio significado en el reconocimiento de los derechos y el efecto transcendental que provoca: A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.