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VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO Y POST-CONFLICTO

ANDREA VALENCIA PARRA


MARIA CAMILA MARTINEZ
MARIA ISABEL BAEZ BONILLA
MARIA FERNANDA MALAVER
YESICA YESENIA JAIMES
Estudiantes

DIANA MILENA CELIS PARRA


Docente

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
FACULTAD DE SALUD
TERAPIA OCUPACIONAL
JUSTICIA Y REHABILITACION PSICOSOCIAL
2019-2
VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO Y
POST-CONFLICTO

INTRODUCCION

Desde el marco jurídico colombiano, la Ley 1448 de 2011, conocida comúnmente


como la Ley de Víctimas, que reconoce a las víctimas del conflicto armado y
establece las medidas de reparación de los daños causados, ha sido uno de los
instrumentos legales propuestos por el Estado en el camino hacia la construcción
de la paz. Una de las modalidades que establece dicha ley para reparar a esta
población vulnerada es la rehabilitación, definida como un «conjunto de estrategias,
planes, programas y acciones de carácter jurídico, médico, psicológico y social,
dirigidos al restablecimiento de las condiciones físicas y psicosociales de las
víctimas» (República de Colombia, 2011: 63). Asimismo, se establece que el
acompañamiento psicosocial debe ser transversal al proceso de reparación, para lo
cual se establecen los lineamientos del Programa de Atención Psicosocial y Salud
Integral a Víctimas, PAPSIVI (Ministerio de Salud y Protección Social, 2017).
Uno de los grandes avances de esta ley es la ampliación de los criterios de
reconocimiento de las víctimas: se identifican como víctimas a todas aquellas
personas que hayan vivido un evento del conflicto armado que haya vulnerado sus
derechos humanos o hayan sufrido la pérdida de un familiar; lo que implica efectos
por vía de la reparación administrativa (Bolaños, 2011; Gustin y Palau, 2013). Este
es un avance respecto a la anterior Ley 975 de Justicia y Paz, dado que uno de los
riesgos que se corría con esa ley era que las víctimas se convirtieran en objetos de
indemnización del Estado y no en sujetos de derecho (Salgado, Nobles y Ruiz,
2011). Sin embargo, la ley no se encuentra libre de críticas. Las víctimas no tuvieron
participación durante su formulación, acto que las ubica en una posición pasiva, y
como simples beneficiarias del saber de los expertos (Bolaños, 2011; Gustin y
Palau, 2013). Las víctimas, además, son consideradas de forma individual,
desconociendo que esta forma de sufrimiento ha sido producida socialmente
(Aguilera, 2013), dando lugar a una privatización de los daños vividos por estas
comunidades (Centro de Memoria Histórica, 2013). Adicional a lo anterior, a partir
del informe de seguimiento realizado por Quintero, Recalde, Gómez y Flechas
(2015) respecto a la implementación de políticas públicas en materia de salud
mental en niños y adolescentes desplazados, se identificaron algunas limitaciones
relacionadas con la atención psicosocial que se está prestando a las víctimas, a
través de la aplicación de la ley mencionada.
MARCO TEORICO

El conflicto armado en Colombia tiene entre sus múltiples causas las históricas
falencias del Estado como proveedor de oportunidades de desarrollo y órgano
facultado para satisfacer las necesidades de todos sus integrantes, sobre todo las
de los más desprotegidos ó en desventaja. El alivio para esta larga problemática no
se conseguirá de manera fácil y sencilla, o como el mágico resultado de una
conversación de paz entre el gobierno de turno y uno de los actores al margen de
la ley, sin embargo, eso no puede apartarnos de soñar colectivamente con que
dichos diálogos resulten positivos, ya que esto es fundamental para poder visualizar
un futuro diferente y esperanzador.

Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), año tras año el país pierde
dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB) como consecuencia de la violencia en
todas sus formas (alrededor de 1.800 millones de dólares anuales); por lo anterior,
nuestro país está llegando a lo que algunos expertos en resolución de conflicto
denominan "un empate mutuamente doloroso", en donde la persistencia en la
confrontación tiene costos profundos para ambas partes.

Si la negociación No se enfoca en atacar las causas históricas y estructurales de


nuestros problemas, tendremos un postconflicto complicado y sin garantías de una
solución que permanezca en el tiempo. No es positivo apresurarse a firmar una Paz
negociada sin haber sorteado o definido totalmente un tratamiento para los
detonantes o factores causantes del más prolongado de nuestros conflictos
internos.

Para abordar las posibles salidas al prolongado conflicto armado, se podría


proponer un mandato nacional acompañado de un acto de legitimación, el cual
podría tratarse de un referendo, una constituyente o un plebiscito, en el cual tendrán
que tratarse temas muy delicados, espinosos y polémicos como la posible
participación política de algunos miembros de las FARC o de otros grupos
insurgentes; también se deberán analizar puntos neurálgicos y estructurales para el
país, entre los cuales están: primero, la lucha contra la corrupción con métodos
contundentes que cobijen hasta a las altas esferas de la sociedad si es necesario;
que se contemple la muerte política y penas ejemplarizantes; segundo, la reforma
al sistema educativo público, con educación gratuita y garantizada hasta el nivel
técnico ó profesional; tercero, una reforma integral a la salud que garantice la
prestación del servicio con equidad a toda la población; cuarto, reformar el sistema
pensiones para que todos ten gamos posibilidades reales de disfrutar sus
beneficios; quinto, una reforma política que permita la inclusión de todas las
manifestaciones sociales y políticas sin temor a la eliminación sistemática (garantías
de seguridad); sexto, un profundo proceso de cultura ciudadana, para que cada uno
de los habitantes del territorio nacional tenga consciencia de la importancia de
identificar el lugar que se tiene dentro de la sociedad y que de esta forma se
construya un ambiente de verdadera justicia social y equidad para todos; séptimo,
una reforma agraria verdadera y radical, el cual es un punto neurálgico y transversal,
ya que se considera que la tenencia de tierra es una de las raíces de todos nuestros
demás conflictos sociales, porque éste punto representa el mayor foco de exclusión,
discriminación y violencia, por cuenta del desplazamiento forzoso, la pérdida del
arraigo ó identidad local, pérdida de la productividad económica y de los lazos
familiares y sociales. Adicionalmente no podemos dejar por fuera a todos aquellos
temas necesarios que propicien el fortalecimiento de instituciones legales y
oficiales, la cuales son la esencia del funcionamiento del país, y por medio de las
cuales se ejecutarán y materializarán todas las medidas compensatorias para la
población vulnerable y para las víctimas directas e indirectas del largo conflicto.

POSTCONFLICTO

Período de tiempo que sigue a la superación total o parcial de los conflictos


armados. Puede entenderse como un concepto de un único atributo: la reducción
del número de homicidios relacionados con el conflicto por debajo de un umbral
determinado, que le otorga o le niega el estatus de conflicto activo.
BIBLIOGRAFIA
http://www.scielo.org.co/pdf/recs/n25/2011-0324-recs-25-00081.pdf

https://www.elheraldo.co/conflicto-armado-y-post-conflicto-110408

https://www.urosario.edu.co/jurisprudencia/jurisprudencia-reconciliacion/ur/Postconflicto/

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