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ASIGNATURA:
INTRODUCCIÓN
INDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………. 2
INDICE………………………………………………………….. 3
I. CONCEPTOS GENERALES
1.1. Antecedentes............................................... 5
1.1.1. Código 1852………………………..… 5
1.1.2. Código 1936……………………….... 11
1.1.3. Código 1984………………………… 12
1.2. La Simulación en el Derecho Romano..….....15
1.3. Definición………………………………...…... 16
1.3.1. Acto jurídico…………………………. 17
1.3.2. Simulación de los actos jurídicos ..…17
1.4. Objetivo…………………………………………18
II. DIFERENCIAS DE LAS DEMAS FORMAS DE DIVIRGENCIA
VOLUNTARIA……………………………………………… 19
III. REQUISITOS DE LA SIMULACIÓN
3.1. Acuerdo simulatorio……….......……………... 20
3.2. Fin de engañar a un tercero…………………..21
IV. CLASES DE SIMULACIÓN
4.1. Absoluta………………………………............. 22
4.2. Relativa…………………………………........... 23
4.3. Parcial………………………………................ 24
V. CARACTERÍSTICAS DE LA SIMULACIÓN
5.1. Acuerdo entre las partes……………...……… 25
5.2. Fin de engañar a terceros………..………...… 27
5.3. Disconformidad intencional entre partes……. 28
CONCLUSIONES……………………………………………………41
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………… 41
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I. CONCEPTOS GENERALES
1.1. ANTECEDENTES
La Simulación en los Códigos Civiles Peruanos:
hace diferencia alguna sobre los actos con simulación relativa y/o
absoluta; consecuentemente, cuando el acto simulado no
perjudicaba a terceros ni era reprobada por la ley, entonces debía
reconocerse determinados efectos legales esto incluso sobre los
negocios jurídicos con simulación absoluta; consideramos que no
se puede señalar diferencia o tratos diferenciados cuando la ley
no lo ha hecho.
1.3. Definición
Puede definirse a la simulación como la experimentación con un
modelo que imita ciertos aspectos de la realidad. Esto permite
trabajar en condiciones similares a las reales, pero con variables
controladas y en un entorno que se asemeja al real pero que está
creado o acondicionado artificialmente.
Simular, o fingir, o aparentar, importa mentir, ya porque se quiere
ocultar (disimular), en todo o en parte, una verdad, ya porque se
quiere hacer aparecer como verdad una falsedad, o ya porque se
desea aparecer frente a terceros una verdad diversa de la
efectiva, esto es, con una verdad aparente se disimula (se
esconde) otra verdad real.
La idea es que la simulación permita comprobar el
comportamiento de una persona, de un objeto o de un sistema en
ciertos contextos que, si bien no son idénticos a los reales,
ofrecen el mayor parecido posible. Así, es posible corregir fallos
antes de que la experiencia, efectivamente, se concrete en el
plano de lo real.
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1.4. Objetivo
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4.1. Absoluta
Se puede decir que se da una simulación absoluta cuando las
partes realizan un acto fingido que no corresponde a un acto
real.
En el art. 190 del Código Civil Peruano nos proporciona un
perfil de lo que debemos entender por simulación absoluta,
en los términos siguientes: “Por la simulación absoluta se
aparenta celebrar un acto jurídico cuando no existe realmente
voluntad para celebrarlo”.
También es factible decir que produce la primera cuando las
partes buscan el propósito fundamental
“De crear frente a terceros la apariencia de cierto acto jurídico
y los efectos propios del mismo, obran bajo el recíproco
entendimiento de que no quieren el acto que aparecen
celebrando, ni, desde luego, sus efectos, dándolo por
inexistente. La declaración oculta tiene aquí, pues, el
cometido de contradecir frontalmente y de manera total la
pública, y a eso se reducen su contenido y su función” (Corte
Suprema de Justicia, 1969).
Es decir, aquí la negociación es toda fingida, de manera que
una vez corrido el velo que cubre el contrato simulado, no
queda absoluta- mente nada.
La simulación absoluta se aparenta celebrar un acto jurídico
cuando en realidad no se constituye ninguno, esto es, existe
un concierto de voluntades para presentar un acto jurídico que
no responde a la voluntad real de las partes, de manera que
no producirá consecuencias jurídicas entre las partes porque
la causa en este supuesto significa crear una apariencia de
vinculación jurídica entre estas, apariencia que no
corresponde a la realidad y que sólo sirve de medio para
producir engaño a terceros.”
Para que la simulación se pueda dar en un acto jurídico es
menester que concurran por lo menos dos elementos: el
propósito de provocar una falsa creencia sobre la realidad de
lo declarado y el acuerdo de simulación. Al haberse burlado
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4.2. Relativa
Esta clase se define “Cuando el acto declarado no responde
a la verdadera determinación de la voluntad, pero ésta última
existe, pero no se declara. Existen dos actos: uno aparente
que es ficticio y el otro oculto o secreto que es real. De manera
que este último se halla disimulado por el primero” (León
Barbadian), hay que tener en cuenta que el Código Civil
vigente se ocupa de esta clase de simulación en su art. 191.
Sostiene que “cuando las partes han querido concluir un acto
distinto del aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado,
siempre que concurran los requisitos de sustancia y forma y
no perjudique el derecho de tercero” por lo que es correcto
decir que el acto simulado no da origen a la verdadera
voluntad de las partes por lo que no tiene existencia jurídica y
por tanto carece de eficacia, más allá de los efectos que se
busquen con el engaño. De manera que la validez
corresponde al acto ocultado y es de este acto que emerge la
verdadera relación jurídica entre las par, también se debe
tener en cuenta que el tercero puede impugnar el acto
ocultado, mediante la nulidad, a fin que tenga prevalencia el
acto aparente, por el cual se orientó el tercero para celebrar
el negocio o acto jurídico.
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4.3. Parcial
Al hablar de una simulación parcial es porque es posible la
simulación completa o total, en la que lo aparente o
engañosos abarca todo el negocio. En tanto que en la parcial
solo una parte.
En la simulación parcial, un aspecto del acto es aparente,
pues puede haber cláusulas verdaderas, como puede ser la
extensión del bien, objeto del contrato, sin embargo puede
existir otro aspecto que es engañoso, como puede ser el
precio del bien.
Con oposición a la figura antes expuesta, se proponen varias
formas en las que la simulación es relativa, ya que en esta sí
existe un contenido negocial, aunque ocultado o disimulado
tras una falsa declaración pública, bien sea respecto de la
naturaleza o las condiciones de dicho contenido, o bien
respecto de la identidad de los verdaderos partícipes en el
negocio.
El art. 192 del CC establece que “La norma del art. 191 es de
aplicación cuando en el acto se hace referencia a datos
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V. CARACTERÍSTICAS DE LA SIMULACIÓN
Por otra parte el Dr. Juan Espinoza Espinoza que sólo considera
como elementos de la simulación
A) La intención de engañar y el acuerdo simulatorio. En la intención
de engañar, se suele ver la causa del negocio simulado,
entendida tanto como fin o como justificación (la razón de ser del
negocio) Ello hace que haya una objetiva divergencia entre lo
querido y lo declarado, que es consciente, lo cual diferencia la
simulación con el error, por cuanto en este último dicha
divergencia se produce de manera involuntaria. En el acuerdo
simulatorio se configura la manifestación de voluntad de las
partes a declarar una voluntad distinta a la verdaderamente
querida (…).
7.2.3. Valoración
Así las cosas, en la acción de simulación, el juez tiene
mayor amplitud al momento de fallar, sin por ello vulnerar
el imperativo de congruencia, pues no es necesario que
desde la demanda misma el actor formule
impecablemente1 las súplicas, ni que enumere
taxativamente los hechos que probará para acreditar la
simulación, ni que éstos permanezcan inmutables durante
el proceso. Por el contrario, para que el juez declare la
simulación basta que la intención del actor se deduzca del
libelo por una interpretación lógica basada en el conjunto
de la demanda que tales hechos aparezcan probados en
el proceso como fruto de la actividad y controversia de las
partes, y que ellos doten al juez de convicción sobre la
voluntad real de las partes, diferente de la declarada.
En lo que sí debe tener cuidado el juez es en hacer una
ponderación razonada del mérito de los medios de prueba
en su conjunto para determinar si los medios allegados
bastan para encontrar probada la simulación, pues cuando
la prueba sea indiciaria, éstas y las conjeturas deben tener
el suficiente mérito para fundar en el juez la firme
convicción de la simulación del negocio. Esto sólo ocurrirá
cuando las inferencias o deducciones sean graves,
precisas y convergentes Para determinar lo anterior es
menester analizar si los contraindicios y las pruebas
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IX. CONTRADOCUMENTO
X. PRESCRIPCIÓN DE LA SIMULACIÓN
En el art. 194° del CC., señala que “La simulación no puede ser
opuesta por las partes ni por los terceros perjudicados a quien de
buena fe y a título oneroso haya adquirido derechos del titular
aparente”, en este caso el Código tutela y es muy preciso al señalar
que todo el que adquiere un derecho de buena fe y a título oneroso
está protegido frente a los simulantes y demás terceros que no
ostenten la calidad de buena fe y la onerosidad del acto, también se
considera cierto que la buena fe consiste en ignorar el acuerdo
simulatorio y creer en la plena eficacia vinculante del negocio
simulado y en la legitimación de quién alega ser el poseedor del
derecho, quién es sólo un titular aparente pero esa apariencia está
por otra parte, consagrada por las formalidades establecidas por el
ordenamiento jurídico, como puede ser la escritura Pública, la
inscripción en los registros Públicos que los simulantes y terceros
adoptan todo lo cual contribuye al nacimiento de la buena fe, por lo
tanto, la simulación es inoponible al adquiriente de buena fe y a título
oneroso. En cambio, sí es oponible al adquiriente de mala fe sea a
título oneroso o gratuito. Es decir, lo que se sanciona es la mala fe.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA