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¿Y la segunda causa?
Además, como tuve cierta preocupación intelectual y existían en ese tiempo
muchos grupos, cometí el delito de no pertenecer a ninguno de ellos. A ninguna
mafia. A ninguna camarilla. Razón por la cual fueron más los que levantaron el
palo para pegarme y los que fueron mis amigos optaron por no defenderme.
¿Ve televisión?
Mi receptor está malogrado, pero de tanto no usarlo. El nivel de programación me
molesta. Para enterarme de las noticias del mundo acudo a los diarios y de vez en
cuando a la radio.
Una pregunta final: ¿Siente que ha llegado a las generaciones que como
Maestro cultivó en la Universidad?
Desgraciadamente no. Y fueron enemigos los que congelaron mi comunicación
con la gente joven.
Artículos periodísticos
BASADRE VIGENTE
Para muchos el nombre de Jorge Basadre solo evoca los cientos y cientos de
páginas de la monumental Historia de la República del Perúo tal vez solo uno de
sus títulos más sugerentes y recordados, Perú: problema y posibilidad.
Fuera de estos es posible que muchos no sepan o recuerden que el ‘Historiador
de la República’ fue autor de muchos otros escritos, que bien conviene recordarlos
(algunos han sido felizmente reeditados en años recientes): ‘La multitud, la ciudad
y el campo en la Historia del Perú’, ‘La iniciación de la República’, ‘La promesa de
la vida peruana’, ‘El Conde de Lemos y su tiempo’, ‘Los fundamentos de la historia
del derecho’, ‘El azar en la historia y sus límites’, ‘Apertura’, ‘La vida y la historia’,
‘Introducción a las bases documentales para la historia del Perú’, ‘Elecciones y
centralismo en el Perú’ y ‘Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú
republicano’.
Basadre no es solo el dato preciso, como muchos creen. Es también el juicio, el
análisis, la interpretación. De uno de sus ensayos, ‘La promesa de la vida peruana’
(ed. 1958), tomo las siguientes palabras: “La promesa de la vida peruana sentida
con tanta sinceridad, con tanta fe y con tanta abnegación por próceres y tribunos,
ha sido a menudo estafada o pisoteada por la obra coincidente de tres grandes
enemigos de ella: los Podridos, los Congelados y los Incendiados.
Los Podridos han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e
instituciones al servicio exclusivo de sus medros, de sus granjerías, de sus
instintos y de sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de
ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus
dependientes, considerando que nadie más existe. Los Incendiados se han
quemado sin iluminar, se agitan sin construir. Los Podridos han hecho y hacen
todo lo posible por que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un
páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que
surja una gigantesca fogata. Toda la clave del futuro está allí: que el Perú se
escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de
convertirse en una fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los
peruanos”.
Por: Martín Ueda. Historiador
Biografía