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Entrevistas

Por : Oscar Vargas Romero

¿Quién es Ud. en realidad Dr. Basadre?


Soy un francotirador. He sido siempre un francotirador durante toda mi vida.

¿Por qué Razón?


Es por el legado histórico, por mi condición de tacneño.

¿Es sólo esa razón?


No. En mi tierra nunca han existido gamonalismo ni el latinfundismo. Era el pueblo
consciente que salía a las calles a defender lo suyo. Al respecto, un célebre
historiador inglés en su obra titulada "Bandists" (un libro sobre los rebeldes)
enfoca el sector de la clase popular tacneña. Dice que allí nunca hubo opresión. Y
sobresalió la pequeña propiedad solventada por un grado interesante de
alfabetismo. Una forma sólida de conciencia social.

Dr. Basadre Ud. es un hombre público y es indudable que tiene enemigos,


¿Me podría hablar sobre ellos?
He tenido muchos enemigos en mi existencia. Pero Ud. no me aceptará esta
concisa respuesta y preguntará el motivo. Entonces le diré que por dos causas:
cuando llegué a Lima era huérfano, pobre y provinciano. Tuve, como dicen
algunos, que luchar desde abajo, luchar contra todos los obstáculos y derribarlos
uno a uno.

¿Y la segunda causa?
Además, como tuve cierta preocupación intelectual y existían en ese tiempo
muchos grupos, cometí el delito de no pertenecer a ninguno de ellos. A ninguna
mafia. A ninguna camarilla. Razón por la cual fueron más los que levantaron el
palo para pegarme y los que fueron mis amigos optaron por no defenderme.

¿Solamente por esa actitud?


Si. Sin embargo, hay algo que quiero recalcar, nunca he tenido poder social, ni
político, ni económico.
¿Y su participación política como Ministro de Educación en los años 1945,
1946 a 1958?
A eso le contesto que al campo de la política a mí me llevaron como se enrola a
los reclutas en la sierra. Fenómeno de reclutamiento que obedecí con el
sentimiento de servir a la Patria, dejando de lado toda la intriga política. Actuando
meramente desde el punto de vista técnico. Acepté libremente y gracias a los
lúcidos consejos de entrañables amigos y maestros quise hacer obra. Tal vez
parecida a la del Dr. Polar en el régimen de José Pardo. Esta posición la sostengo
con elementos de juicio que se encuentran en mi obra"Elementos por otra
morada".

¿Cuál es su mejor obra ¿Qué piensa de ello?


Lo que considero importante en toda mi obra es, esencialmente, el trabajo que
hice en la Biblioteca Nacional. Levanté de las ruinas (debido al incendio de 1943)
este reducto de intelectualidad y gracias a la ayuda de hombres incondicionales,
logramos dotarla de material bibliográfico. Para ello me sirvió la beca que seguí en
Estados Unidos sobre Biblioteconomía, en 1931.

Ahora que se va a inaugurar lo que se llama "Restauración de la Biblioteca


Nacional" (la parte ubicada en el Jirón Miró Quezada), tengo el deber de revelar
que no fue negligencia la paralización de esta obra. Allí en los altos, funcionaba la
Sociedad Geográfica que fue alcanzada por las llamas. Así que con cálculo frío y
malicioso, pensando en el futuro, hicimos lo imposible para que nos cedieran esta
parte del local. El tiempo nos da la razón.

¿Le enorgullece ese aporte al Perú?


Si, me siento orgulloso de haber creado, sobre las ruinas de un incendio, una
conciencia bibliotecaria. De haber proporcionado una nueva imagen a la Biblioteca
Nacional. Hoy se confía en ella. Y hasta el plano que el insigne Raúl Porras
Barrenechea le haya proporcionado en su obra. Hoy miles de lectores, debido a la
labor de mis colaboradores de aquel entonces, principalmente al trabajo individual
de Carmen Checa de Silva, tienen todos los derechos sobre los libros. Nadie tiene
la facultad de negar la utilización de este sagrado patrimonio. De eso estoy
orgulloso.

¿Qué Planes tiene?


¡Trabajar! Si no lo hago muero. Tengo un libro en marcha. Se trata de una
confrontación generacional con mi buen amigo Pablo Macera. Se publicará en la
editorial "Mosca Azul". Le contaré que la obra va paso a paso, con cuidado. El otro
día con Macera conversé durante toda una tarde. Al final descubrimos que la cinta
magnetofónica no había registrado absolutamente nada. Hemos acordado (sonríe)
otro encuentro. Son las cosas de la técnica del momento.
¿Es esa su única obra en ciernes?
Por el momento. Pero este año publicaré dos libros. Uno se llama "El azar en la
historia y sus límites". Se refiere a probabilidades que se cumplen y que no se
cumplen. Incluyo como apéndice, un estudio sobre las probabilidades a lo largo
del proceso de emancipación. El otro libro es "La Vida y la historia". Se trata de
una revisión de mi experiencia, desde la mocedad hasta 1930 con un estudio
sobre el trabajo en la Biblioteca Nacional. Aquí esgrimo ensayos sobre temas
específicos, donde confluyen el comentario y la reflexión, unidos la anécdota y la
información. Mi esperanza mayor en estos días es que salgan estos dos libros.

Doctor Basadre ¿Qué piensa de un mundo que camina bajo el signo de la


violencia? ¿Qué piensa un hombre de 70 años de la juventud actual?
En primer lugar, me gustaría tener nuevamente 20 años. Es que yo viví un mundo
cerrado, circunscrito. Hoy en día todo es distinto. Y envidio, con una envidia sana,
a la actual juventud porque tiene más franqueza y sinceridad. Claro que tiene sus
excesos, sus defectos (como el consumo de drogas por ejemplo), pero en plano
general es un elemento sano en un mundo enfermo.

¿Ve televisión?
Mi receptor está malogrado, pero de tanto no usarlo. El nivel de programación me
molesta. Para enterarme de las noticias del mundo acudo a los diarios y de vez en
cuando a la radio.

¿Qué le hizo historiador?


Nací en Tacna durante la época del cautiverio, durante la ocupación chilena. El
recuerdo que evoco es el asalto a las imprentas tacneñas "la Voz del Sur" y "El
Tacora" por obreros chilenos que trabajaban en la construcción del ferrocarril Arica
- La Paz. Pasaron frente a mi casa. Tenía 8 años y vi como apedreaban los
balcones de mi casa. Es que se trataba de sofocar la educación y la expresión
peruana.

En Tacna se recuerda a su madre la patriota Olga Grohmann de Basadre...


La imagen de ella ya está hecha por Elvira García y García. Es muy difícil hablar
de alguien que uno tiene tan cerca. Pero ella inyectó en mí y en mi generación
amor por la patria. Y cuando murió mi padre (dejando 7 hijos huérfanos, siendo yo
el más pequeño) ella supo luchar contra la adversidad.

Una pregunta final: ¿Siente que ha llegado a las generaciones que como
Maestro cultivó en la Universidad?
Desgraciadamente no. Y fueron enemigos los que congelaron mi comunicación
con la gente joven.
Artículos periodísticos

Jorge Basadre, el historiador del Perú


Fundador de la historia de la República, Jorge Basadre nació y creció en Tacna en
la época en que la chilenización de la ciudad se hacía sentir de manera evidente.
Estaban prohibidas las escuelas peruanas, cantar el himno y ondear nuestra
bandera.
Cuando Basadre viajó a Lima, fue grande su sorpresa al ver que la idea de patria
era igual de invisible, pues más allá de los símbolos, no existia un espíritu que
uniese a quienes tenían en común un lugar y una historia. Es por eso que su obra
gira en torno a la investigación y comprensión del país como una manera de
identificarnos con él a través de su historia. Solo conociendo nuestra patria
podremos sentirnos vinculados con ella y con quienes compartimos un mismo
suelo.
Historia de la Republica del Perú de Jorge Basadre es el libro más revisado y
citado por la historia peruana en todos sus niveles. Este monumental trabajo es
de los pocos que es citado, por igual, ya sea por el alumno de nivel secundario
como por el estudiante de doctorado.
Y es que Basadre es quien hizo lo imposible –el esfuerzo titánico y demoledor a la
vez para el estudioso– para sintetizar la historia de nuestra abigarrada y
problemática república siempre con el dato preciso, la síntesis certera y la
redacción directa, sin atropellamientos o soliloquios inútiles.
Basadre es el hombre del trabajo como consigna. De perfil siempre bajo, si bien
aceptó cargos públicos, lo hizo siempre con la vocación de servir como su norte.
Para muestra nomás su nombramiento como director de la Biblioteca Nacional en
1943, cargo que ocupó tras el devastador incendio que consumió el local aquel
mismo año y que destruyó miles de ejemplares, lo que lo llevó, literalmente, a
levantarla de sus cenizas.
Pero lo suyo siempre fue la investigación, la recopilación, el ordenamiento de
datos de diversas fuentes, junto con la interpretación fresca y acertada, que lo
llevó a redactar su monumental obra, pilar de la historiografía peruana del siglo
XX.
Estudioso y maestro, no necesitó del golpe bajo o el amiguismo para hacerse de
un alto sitial en el pensamiento de su época. Bastó su mente preclara y su infinita
sabiduría para mandar a callar a tanto mercachifle vestido de intelectual o político
de lengua charlatana, y señalarnos nuestro camino como país y nación.
No ha existido otro historiador como Jorge Basadre. Ninguno con esa ambición y
desprendimiento para entregar su vida a un trabajo que se quedó en 1933, y que
nadie ha podido continuar. Ha sido complementado, aumentado y reelaborado por
partes, pero jamás igualado. Ahora, a 75 años de su publicación original, Historia
de la Republica del Perú sigue tan vigente que no es de extrañar que esta nueva
edición vuelva a romperla en quioscos y que varios lectores ya estén
reacomodando sus estantes para hacerle lugar a la nueva “joya de la corona”
de su biblioteca.
Por: Fernando Sarmiento. Escritor e historiador.

BASADRE VIGENTE
Para muchos el nombre de Jorge Basadre solo evoca los cientos y cientos de
páginas de la monumental Historia de la República del Perúo tal vez solo uno de
sus títulos más sugerentes y recordados, Perú: problema y posibilidad.
Fuera de estos es posible que muchos no sepan o recuerden que el ‘Historiador
de la República’ fue autor de muchos otros escritos, que bien conviene recordarlos
(algunos han sido felizmente reeditados en años recientes): ‘La multitud, la ciudad
y el campo en la Historia del Perú’, ‘La iniciación de la República’, ‘La promesa de
la vida peruana’, ‘El Conde de Lemos y su tiempo’, ‘Los fundamentos de la historia
del derecho’, ‘El azar en la historia y sus límites’, ‘Apertura’, ‘La vida y la historia’,
‘Introducción a las bases documentales para la historia del Perú’, ‘Elecciones y
centralismo en el Perú’ y ‘Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú
republicano’.
Basadre no es solo el dato preciso, como muchos creen. Es también el juicio, el
análisis, la interpretación. De uno de sus ensayos, ‘La promesa de la vida peruana’
(ed. 1958), tomo las siguientes palabras: “La promesa de la vida peruana sentida
con tanta sinceridad, con tanta fe y con tanta abnegación por próceres y tribunos,
ha sido a menudo estafada o pisoteada por la obra coincidente de tres grandes
enemigos de ella: los Podridos, los Congelados y los Incendiados.
Los Podridos han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e
instituciones al servicio exclusivo de sus medros, de sus granjerías, de sus
instintos y de sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de
ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus
dependientes, considerando que nadie más existe. Los Incendiados se han
quemado sin iluminar, se agitan sin construir. Los Podridos han hecho y hacen
todo lo posible por que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un
páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que
surja una gigantesca fogata. Toda la clave del futuro está allí: que el Perú se
escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de
convertirse en una fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los
peruanos”.
Por: Martín Ueda. Historiador
Biografía

Jorge Basadre fue un historiador e historiógrafo peruano de la etapa republicana y


contemporánea del Perú. Fue autor de la "Historia de la República del Perú", obra
cumbre de la historiografía peruana del período republicano.
Jorge Basadre Grohmann nació en Tacna el 12 de febrero de 1903. Fue hijo de
Carlos Basadre Forero y de olga Grohmann Butler. Durante sus primeros años,
Tacna estaba bajo la ocupación chilena post Guerra del Pacífico y el plebiscito que
estaba estipulado en el Tratado de Ancón de 1883 aún no se había realizado.

Su formación escolar la inició en el liceo Santa Rosa, escuela peruana que


funcionó clandestinamente en Tacna a causa del proceso de chilenización de
Tacna. Basadre recuerda que en esa época, no se podia flamear la bandera del
Perú ni estaba permitido cantar el Himno Nacional. Recién a los 9 años, Basadre y
su familia se trasladaron a Lima, donde siguió sus estudios en el Colegio Alemán y
el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe.

En 1919 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde obtuvo un


doctorado en Letras (1928) y Jurisprudencia (1935). Siendo estudiante, intervino
en el célebre Conversatorio Universitario de 1919, al lado de otros jóvenes
intelectuales de la llamada Generación de la Reforma.

Prestó servicios en la Biblioteca Nacional, primero como auxiliar y luego como


conservador y redactor del Boletín Bibliog´rafico de la Biblioteca de la Universidad
de San Marcos.

Em 1925 y 1926 formó parte de la delegación peruana enviada ante la comisión


plebiscitaria de Tacna y Arica. En 1928 inició su labor docente en la Universidad
San Marcos y fue el catedrático más joven con 26 años de edad. Luego fue
llamado para desempeñar el cargo de Director de la Biblioteca Central de la
universidad tanto en 1930-1931 como en 1935-1942. Gracias a una beca
concedida por la Fundación Carnegie, en 1931 viajó para realizar estudios sobre
organización de bibliotecas en Estados Unidos. Después siguió cursos en la
universidad de Berlín y realizó investigaciones en archivos de España,
permaneciendo en el extranjero hasta 1935.

En 1939 apareció la primera edición de la ''Historia de la República del Perú'', obra


que fue sucesivamente modificada y ampliada hasta llegar a la sexta edición en
1969. Es considerada como la obra más relevante de la historiografía peruana del
siglo XX.
Al producirse el incendio de la Biblioteca Nacional, en mayo de 1943, fue
nombrado por el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche para hacerse cargo de la
dirección de dicho establecimiento, promoviendo entonces su reconstrucción y
reorganización, durante los cinco años siguientes (hasta 1948).

Fue ministro de Educación en dos oportunidades: del 28 de julio al 11 de octubre


de 1945 (gobierno de José Luis Bustamante y Rivero), y de 1956 a 1958 (segundo
gobierno de Manuel Prado).

Murió en Lima el 29 de junio de 1980, a los 77 años de edad.

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