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Actividades de la vida diaria (AVD)

El ser humano es un ser activo por naturaleza que ocupa su tiempo en actividades encaminadas a
responder sus necesidades y deseos.

Las personas se realizan a través de sus ocupaciones en interacción constante con el ambiente, de ahí la
importancia de la realización de actividades que sean significativas y gratificantes para ellas.

La salud y la ocupación están vinculadas porque la pérdida de salud disminuye la capacidad para
comprometerse en la actividad.

En este caso deberemos de adaptar la actividad teniendo en cuenta las características individuales de cada
caso, sus motivaciones, gustos e intereses.

Las actividades de la vida diaria (AVD) son un conjunto de tareas o conductas que una persona realiza de
forma diaria y que le permiten vivir de forma autónoma e integrada en su entorno y cumplir su rol o roles
dentro de la sociedad.

Varían entre las actividades que son más fundamentales para la supervivencia como la alimentación, hasta
algunas tareas más complejas del autocuidado personal e independencia vital, como hacer la compra,
cocinar o usar el teléfono. Así mismo todas las actividades relacionadas con el ocio, el tiempo libre y el
esparcimiento, y aquellas relacionadas con el ámbito laboral.

Todas las personas realizan las AVD en un grado, forma e importancia que varía de un individuo a otro, con
una gran influencia de su cultura.

Planificar actividades de la vida diaria


Antes de planificar las actividades que vamos a realizar con la persona dependiente intentaremos definir y
conocer las características de éstas:

Tipo de actividades:

• Actividades básicas de la vida diaria (ABVD)


• Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD)
• Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD)

Actividades básicas de la vida diaria (ABVD)

- Son universales
- Están ligadas a la supervivencia y condición humana, a las necesidades básicas de cada individuo.
- Están dirigidas a uno mismo
- Se realizan cotidianamente y de forma automática

Dentro de las ABVD se incluyen:

- Alimentación
- Aseo
- Baño
- Control de esfínteres
- Vestido
- Movilidad personal
- Sueño y descanso

Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD)


- Conllevan un mayor sesgo cultural
- Están ligadas al entorno
- Son un medio para obtener o realizar otra acción
- Suponen una mayor complejidad cognitiva y motriz e implican la interacción con el medio más inmediato.

Dentro de las AIVD se incluyen:

- Utilizar distintos sistemas de comunicación (escribir, hablar por teléfono…)


- Movilidad comunitaria (conducir, uso de medios de transporte)
- Mantenimiento de la propia salud
- Manejo de dinero (compras)
- Establecimiento y cuidado del hogar
- Cuidado de otros
- Uso de procedimientos de seguridad
- Respuesta ante emergencias.

Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD)

- No son indispensables para el mantenimiento de la independencia


- Están en relación con el estilo de vida del sujeto.
- Permiten al individuo desarrollar sus papeles dentro de la sociedad

Dentro de las AAVD se incluyen:

- Educación
- Trabajo
- Ocio
- Participación en grupos
- Contactos sociales
- Viajes
- Deportes

¿Por qué se afecta la realización de estas actividades?


Cada ocupación pone en juego una serie de habilidades o destrezas humanas fundamentales, que son
necesarias para la realización de las diferentes actividades la vida diaria. La imposibilidad de llevarlas a cabo
por uno mismo, puede estar condicionado por un déficit cognitivo-conductual, tanto como por déficits
motores.

La dificultad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria está directamente relacionada con el grado de
afectación de los componentes de ejecución. Veamos a continuación algunos de los déficits que podemos
observar en personas en situación de dependencia:

A nivel cognitivo:

Alteraciones en memoria, procesos atencionales, orientación de tiempo, espacio y persona, capacidad de


aprendizaje, secuenciación de acciones, planificación y organización de tareas, capacidad de iniciar y finalizar
una tarea…

A nivel psicopatológico:

Labilidad emocional, apatía, impulsividad, rigidez mental…

A nivel motor podemos observar:


Aumento o disminución del tono muscular, pérdida de amplitud de movimientos, disminución de la fuerza,
temblor, alteraciones de la sensibilidad…

Recomendaciones para mantener la autonomía de las personas en


situación de dependencia
La persona debe ser estimulada para realizar las AVD de la forma más independiente posible. Por ello
alentar a la persona en situación de dependencia a realizar la actividad por sí mismo debe ser prioritario.

Es fundamental apoyar el nivel de ocupación de la persona teniendo en cuenta los problemas que aparecen
en cada enfermedad y en cada fase de esta.

Mantener el funcionamiento ocupacional es la mejor arma contra la inactividad, sedentarismo, sentimientos


de inutilidad, alteración de conductas, desesperanza… Continuar realizando actividades en la medida que
sea posible, contribuye a la orientación, establecimiento de rutinas, disminución de conductas disruptivas,
fomentar el sentimiento de utilidad y conservar la identidad personal.

Con todo ello contribuiremos a mantener la independencia y en definitiva aumentar la calidad de vida, tanto
de la persona en situación de dependencia como de sus cuidadores.

Veremos una serie de estrategias que nos pueden ayudar a mantener la autonomía, siempre dependiendo
de las diferentes afectaciones a nivel cognitivo, psicopatológico y/o motor que podamos encontrar:

• Simplificar y secuenciar las tareas: Facilitan la realización de la actividad y proporcionan mayor confort y
comodidad al afectado y a los cuidadores. Permiten conservar la energía y establecen prioridades en el día a
día, con períodos de descanso y evitando tareas repetitivas.

• Mantenimiento de un posicionamiento adecuado: Mejora la funcionalidad de los brazos y compensa la


falta de fuerza de movimientos en contra de la gravedad.

• Dispositivos de apoyo: Conjunto de recursos de ayuda que facilitan la realización de la actividad,


disminuyendo la carga y los requerimientos físicos para realizarla.

• Modificación del entorno: adaptando los diferentes espacios en función de las necesidades y el grado de
deterioro.

• Colaboración de la persona: Si la persona en situación de dependencia no es capaz de realizar la tarea de


forma autónoma, siempre que sea posible, debemos facilitar el acceso a las tareas que sí es capaz de hacer,
aunque tarde más tiempo del habitual. Para ello, podemos ofrecerle apoyo verbal o pequeñas instrucciones.

Ocio y tiempo libre


Tanto las personas con discapacidad como sus cuidadores deben conocer que existen recursos que pueden
seguir dando continuidad a su recuperación y que fomenten el ocio y las actividades de esparcimiento.

Es importante entender y aprender a disfrutar del tiempo libre como medio para sentirse mejor, prevenir
enfermedades, aumentar la creatividad y proporcionar una mejor calidad de vida.

Para ello debemos aprender a organizar el tiempo libre de forma adecuada para que resulte provechoso.

Conlleva mayor beneficio si las actividades de ocio se comparten con otras personas, ya sean familiares,
amigos, compañeros, etc…

Algunas de las actividades que se pueden tener en cuenta:


- Realización de ejercicio físico o deporte, adaptado y en consonancia a las características de cada persona.
Aporta una mejora de la salud y de la calidad de vida. Ayuda a retrasar la aparición de enfermedades y evitar
el sobrepeso.
- Realización de alguna actividad mental, lectura de libros, crucigramas, sopas de letras…
- Acudir a talleres que organicen en la comunidad: taller de pintura, de teatro, de manualidades, música,
fotografía…
- Conocer otros lugares a través de excursiones y vacaciones

Recomendaciones generales para los cuidadores


- Mantener un horario y rutina constantes que permita automatizar las tareas.

- Realizar una secuencia de pasos simples y constantes para la realización de AVD.

- Mantener la regularidad del ciclo sueño-vigilia.

- Establecer un entorno seguro, estable, sencillo, facilitador, orientador y adaptado.

- No sobreproteger en exceso, estimular al máximo su autonomía.

- Adaptar cada tarea gradualmente en función del deterioro de la enfermedad.

- No proporcionar ayudas o apoyos que no necesiten por el tipo o fase de la enfermedad

- Estimular y mantener capacidades conservadas del individuo.

- Estimulación de aspectos cognitivos de la persona.

- Simplificar al máximo las tareas para permitir la participación de la persona, dando si es necesario,
instrucciones de forma oral para cada uno de los pasos.

- Estimular el habla y cualquier comunicación con el exterior. Emitir enunciados sencillos, claros y audibles

- Mantener orientación temporal, espacial y de persona.

- Respetar intimidad y preferencias

- Dar tiempos de tranquilidad y relajación tanto para el cuidador como para la persona con discapacidad.

- Realizar actividad física adaptada tan frecuente como sea posible.

- Buscar y realizar actividades de ocio y tiempo libre más motivadoras y participativas para el usuario.

- Estar en contacto con asociaciones o centros para personas con discapacidad, que puedan proporcionar
asesoramiento en las diferentes etapas.

- Ser flexibles y pacientes.

Actividades de la vida diaria


(AVDs)
También llamadas "áreas de ocupación", comprenden todas
aquellas actividades de la vida cotidiana que tienen un valor
y significado concreto para una persona y, además, un
propósito.
Las ocupaciones son centrales en la identidad y capacidades
de una persona e influyen en el modo en el que uno emplea
el tiempo y toma decisiones.

Actividades básicas

Son actividades orientadas hacia el cuidado del propio


cuerpo.
- Baño / ducha.

- Cuidado de la vejiga y de los intestinos.

- Vestido.

- Comer.

- Alimentación.

- Movilidad funcional.

- Cuidado de las ayudas técnicas personales.

- Higiene personal y aseo.

- Actividad sexual.

- Dormir / descanso.

- Higiene del inodoro.

Actividades instrumentales
Son actividades orientadas hacia la interacción con el medio
que, a menudo, son complejas y, generalmente, opcionales,
ya que se podrían delegar en otros.
- Cuidado de mascotas.

- Criar a los niños.

- Uso de los sistemas de comunicación.

- Movilidad en la comunidad.

- Manejo de temas financieros.

- Cuidado de la salud y manutención.

- Crear y mantener un hogar.

- Preparación de la comida y limpieza.

- Procedimientos de seguridad y respuestas de emergencia.

- Ir de compras.

Educación

Son las actividades necesarias para ser un estudiante y


participar en el medio educativo.
- Participación en la educación formal.

- Exploración de las necesidades o intereses personales en la educación.

- Participación personal en la educación informal.

Trabajo

Son las actividades necesarias para conseguir un empleo


remunerado o actividades de voluntariado.
- Interés y búsqueda de empleo.
- Encontrar y conseguir un empleo.

- Desempeño del trabajo.

- Preparación para la jubilación.

- Explorar el realizar un voluntariado.

- Participación voluntaria.

Juego

Son las actividades espontáneas u organizadas que provean


disfrute, entretenimiento, pasatiempo o diversión.
- Exploración del juego.

- Juegos de participación.

Tiempo libre

Son las actividades no obligatorias, elegidas


voluntariamente y desempeñadas durante un tiempo que
no entre en conflicto con la dedicación a ocupaciones
obligatorias como trabajar, el cuidado personal o dormir.
- Exploración del tiempo libre.

- Preparación para el ocio.

Participación social

Son las actividades asociadas con la organización de


patrones de comportamiento que son característicos y
esperados en una interacción individual o colectiva con
otros dentro de un sistema social dado.
- Comunidad

- Familia

- Compañero / amigo
LA CARGA MENTAL EN EL PUESTO DE TRABAJO

Autor: Unidad de Accesibilidad de COCEMFE. Maika Broncano (26/10/2015)


El concepto de carga se define como el conjunto de exigencias psíquicas y físicas a las que se ve
sometido el trabajador en una jornada laboral.

Según otra definición la carga es el nivel de actividad mental, sensoriomotriz y energética que son
necesarios para desarrollar el trabajo.

Así el trabajo tiene dos componentes:

· Vertiente física: hace referencia al esfuerzo muscular.

· Vertiente cognitiva: se refiere al esfuerzo mental.

En la práctica cualquier trabajo tiene ambas vertientes, por lo que se habla de carga física cuando
predomina el esfuerzo muscular y de carga mental cuando el trabajo supone un tratamiento de la
información.

El desarrollo tecnológico de los últimos años ha hecho que disminuya la carga física, mientras que
la carga mental ha ido en aumento. Cada vez es mayor el trabajo con menos contacto directo con
los materiales, quedándose el trabajador a cargo de las máquinas. La persona que trabaja es la
responsable de que estas máquinas funcionen correctamente y supone tener que estar atentos a
una serie de señales, conocer su significado y responder accionando los mandos como corresponda
para realizar la operación. Es decir, hay que interpretar correctamente las señales que se perciben
por los sentidos y que pueden ser muy variadas dependiendo del trabajo. (Por ejemplo un mecánico
puede oír que falla en un motor que funciona mal, detectar un olor anormal si el coche pierde aceite.)
Esto es lo que se denomina detección de la información. A continuación el cerebro interpreta la
información y decide una respuesta (la acción más adecuada). Cuando este proceso se realiza
constantemente y con cierta continuidad aparece la carga mental, por tanto la carga mental está
determinada tanto por la cantidad como por el tipo de información que se maneje en un puesto de
trabajo.

FACTORES QUE DETERMINAN LA CARGA MENTAL


Hay diversos factores que determinan la carga mental:

1. Tipo de trabajo o tarea que se realiza, dado que de ella depende la cantidad de información y
la complejidad de esa información.

2. Tiempo que repercute en la carga mental desde dos puntos de vista:

2.1. La cantidad de tiempo que se dispone para elaborar la respuesta. Si tenemos que trabajar de
prisa el esfuerzo que hay que realizar para dar esa respuesta es mayor que si se dispone de un
tiempo mayor.

2.2. La cantidad de tiempo durante el cual debe de tomarse esa decisión o permanecer atento.
Esto se relaciona con la posibilidad de hacer pausas o con la posibilidad de alternar con otro puesto
de trabajo que exija una menor atención para que así se pueda recuperar de la fatiga mental.

3. También hay que tener en cuenta el individuo que realiza el trabajo, ya que cada persona puede
ser diferente a otra dependiendo de muchos factores como pueden ser la edad, personalidad, nivel
de adiestramiento, etc. Para evitar la carga mental excesiva el trabajo debe requerir del individuo un
esfuerzo acorde a su capacidad de respuesta según sus posibilidades.

FATIGA MENTAL

Cuando el trabajo exige el mantenimiento constante de un determinado grado de atención aparece


la fatiga. Esta fatiga la podemos considerar normal cuando el descanso permite que nos
recuperemos de ella y los síntomas se dan durante el trabajo o inmediatamente después. Sueño,
cansancio, torpeza de movimientos son síntomas de fatiga y se traducen en errores. El descanso
adecuado, por ejemplo alternar con otras tareas que requieran menos carga mental, permite a la
persona recuperarse y poder continuar con la actividad normal. Pero puede ocurrir que la carga de
trabajo sea continua hasta el punto que la persona no pueda recuperar su ritmo habitual. Entonces
aparece la fatiga crónica que ocurre cuando se repiten unas actividades de nivel y atención elevados
de forma que los descansos son insuficientes para recuperarse.

Los síntomas de la fatiga crónica ya no sólo se sienten durante o después del trabajo sino que
pueden ser permanentes. Algunos ejemplos son los siguientes:

· Irritabilidad.

· Preocupaciones injustificadas.

· Falta de energía.
· Insomnio.

· Algunos problemas somáticos, como trastornos depresivos, mareos, taquicardia,


pérdida de apetito.

Las consecuencias de estos síntomas son:

· Absentismo laboral.

· Se afecta la vida familiar.

VALORACIÓN DE LA CARGA MENTAL

Cuando una situación de trabajo lleva consigo una carga mental excesiva tendremos que evaluar y
valorar qué condiciones de trabajo producen ésta situación y qué repercusiones tiene sobre la
persona. Para realizar una valoración lo más exacta posible hay que realizar diferentes valoraciones.
Así tendremos que recurrir a muchos indicadores que se complementen entre sí. Si aludimos a que
la carga mental se da cuando las exigencias de la tarea sobrepasan las capacidades del trabajador
tendremos en cuenta:

A) Factores de carga mental relativos al puesto.

Hay diversos métodos objetivos para la valoración global de las condiciones de trabajo que incluyen
un apartado dedicado a la carga mental. Los métodos para la valoración de la carga mental se
centran en si el trabajo exige un nivel de atención elevado y si esa atención debe mantenerse a lo
largo de la jornada. Además, estos métodos de valoración tienen en cuenta otros factores que
también pueden influir aunque no directamente. Por ejemplo, el ritmo de trabajo que puede imponer
cadencias demasiado rápidas o dificultar la distribución correcta de las pausas (trabajo en cadena o
de cara al público).

B) Repercusiones en el individuo.

Como ninguna medida es válida por sí sola para valorar la carga mental, el mejor método seria
relacionar las repercusiones sobre el individuo con las condiciones de trabajo de manera que pudiese
establecerse una relación causa efecto que permita conocer qué factores hay que modificar para
mejorar la situación del trabajador.

PREVENCIÓN DE LA FATIGA MENTAL

La prevención de la fatiga mental debe estar dirigida hacia dos objetivos:


1. Por una parte facilitar el proceso de información, por ejemplo que la información nos llegue más
clara.

2. La organización del trabajo para facilitar la recuperación.

1º Facilitar el proceso. Para ello se pregunta si puede simplificarse la cantidad y la complejidad del
trabajo.

2º Para organizar el trabajo de manera que reduzca la fatiga. Se debe de tener en cuenta el ritmo de
trabajo y el tiempo.

En lo que respecta al ritmo de trabajo en los trabajos de elevada carga mental debe corresponder al
ritmo normal de una persona entrenada. No es adecuado someterse a ritmos que impongan las
máquinas o a uno mismo tipo de producción.

En cuanto al tiempo de trabajo son importantes las pausas. Cuando una tarea lleva consigo un
esfuerzo mental considerable y con cierta continuidad es necesario introducir pausas cortas y
frecuentes.

Para los trabajos con pantallas de visualización de datos es recomendable pausas de 10 a 15


minutos cada 1.5 o 2 horas. Esas pausas deben realizarse en salas destinadas para ese fin y además
no se deben considerar como pausas los periodos de tiempo en espera de que el ordenador realice
sus procesos.

Cuando la fatiga está determinada por tareas monótonas con poco contenido entonces debe permitir
una mayor participación del trabajador en aspectos de su trabajo y que pueda elegir el método de
trabajo. Como último recurso cuando el trabajo no se puede mejorar con otras técnicas habrá que
recurrir a la rotación de puestos de trabajo.

9 factores que contribuyen a la


carga mental
 26SHARES
 5

 17

 4


 26SHARES
 5

 17

 4


Los factores que contribuyen a la carga mental en el trabajo deben identificarse


para cada puesto o situación de trabajo concreta y se pueden agrupar según
procedan de:
1. Las exigencias de la tarea: La incongruencia entre las exigencias del trabajo y las
posibilidades de respuesta de la persona perjudican a la carga de trabajo mental
percibida y sus consecuencias pueden ser negativas. Para la realización de tareas en
las que sea necesario el tratamiento de información se requiere un determinado grado
de atención, concentración y coordinación.
2. Las circunstancias de trabajo (físicas, sociales y de organización): Cuando se
requiera la realización de tareas con exigencias de trabajo mental, es imprescindible
contar con condiciones físicas (acústicas, térmicas, visuales, etc.), sociales y
organizativas adecuadas, ya que facilitan la detección de señales e informaciones
necesarias para el desempeño del trabajo.
3. Condiciones acústicas: el ambiente sonoro influye en la carga de trabajo mental ya
que afecta a la concentración y al esfuerzo necesario para mantener el nivel de
atención que requiere la realización de la tarea.
4. Condiciones térmicas: las sensaciones de frío, calor, humedad, circulación del aire
(ventilación y corrientes de aire), cambios bruscos de temperatura, etc., influyen en la
percepción de carga que conlleva el desempeño del trabajo mental, dificultando o
favoreciendo el mantenimiento de la atención sobre la tarea e influyendo en el estado
de vigilia
5. Condiciones de iluminación: los niveles adecuados de iluminación y contraste en el
puesto de trabajo, así como la ausencia de deslumbramientos, contribuyen al
bienestar en el trabajo.
6. Calidad del aire: la presencia de olores, humos, vapores, etc., que no constituyen
información necesaria para la realización del trabajo, tiene un efecto de distracción
sobre la atención y dificultan la concentración.
7. Factores sociales y de organización: estos factores incluyen:
 Tipo de organización laboral: su estructura de control y de comunicaciones.
 Clima social de la organización: aceptación personal y relaciones interpersonales.
 Factores de grupo: estructura de grupo, cohesión, etc.
 Jerarquía de mando: vigilancia, niveles de mando, etc.
 Conflictos: dentro de los grupos, entre grupos o entre personas, así como los
conflictos sociales.
 Aislamiento en el trabajo.
 Trabajo a turnos.
 Relaciones con clientes, etc.
8. Los factores externos a la organización: Los factores de la sociedad, externos a
la organización, hacen referencia: las exigencias sociales de responsabilidad con
relación a la salud y el bienestar, las normas culturales y la situación económica.
9. Las características individuales: El tipo y nivel de aspiraciones personales, la
motivación, las actitudes y los estilos de reacción, las capacidades, autoconfianza,
cualificación, capacitación, experiencia, los conocimientos, el estado general, la salud,
constitución física, edad, nutrición, el estado real y el nivel inicial de activación son
factores individuales importantes
Para saber si estamos sometidos a una carga mental importante, la primera operación
que tenemos que realizar, es evaluar las condiciones de trabajo para determinar los
factores que influyen en dicha situación y los efectos que dichas condiciones
producen en los trabajadores.
FACTORES DE CARGA FÍSICA

Introducción
Históricamente el trabajo estaba asociado a una serie de actividades que requerían
una mayor utilización del esfuerzo físico respecto al esfuerzo psíquico. Los cambios
producidos en el mundo del trabajo, por la introducción de las máquinas y las nuevas
tecnologías, han invertido esta tendencia: las máquinas realizan gran parte del
esfuerzo físico que antes realizaba el hombre, y se ha reducido el esfuerzo manual y
ha pasado a un aumento del esfuerzo mental. Aunque las patologías derivadas de los
esfuerzos físicos siguen siendo muy importantes.
Pero más que hablar de disminución del esfuerzo físico en el mundo laboral,
debe hablarse de transformación del esfuerzo.
Hemos pasado de tareas en las que se utilizaba un gran número de segmentos
corporales a tareas que se ejecutan con una mínima cantidad de grupos
musculares y la ayuda de las máquinas. Esto lleva implicado un cambio en las
patologías derivadas del desarrollo del trabajo y que están asociadas al ritmo que
imponen las máquinas, a las tareas cortas y repetitivas que se desarrollan a lo largo de
la jornada.
En este apartado se analiza la carga física a través de dos indicadores:
 las demandas físicas de trabajo según tiempo de exposición y
 la percepción de molestias musculoesqueléticas derivadas del trabajo realizado
Las demandas o variables que se asocian a la carga física y que se han recogido son:
 Permanecer en posturas dolorosas o fatigantes
 Mantener una misma postura
 Levantar o desplazar cargas pesadas
 Realizar una fuerza importante
 Realizar movimiento de manos o brazos muy repetitivos

Para definir un factor como riesgo, se estima la duración o intensidad de la exposición,


bien sea a una tensión o a una molestia, durante el tiempo considerado como
suficiente para provocar eventuales trastornos en la salud del trabajador o
trabajadora.
Los umbrales definidos a partir de los cuales la exposición a condiciones de trabajo
penosas o peligrosas pueden ser calificados de riesgo son:
 Durante la mitad de jornada laboral para los riesgos físicos.
 Durante ¼ de la jornada laboral (o equivalente) para los riesgos tóxicos.

Demandas físicas: exposición superior a la media jornada


Datos en porcentaje sobre total trabajadores. Comparativa

R. de Murcia

Movimientos de manos o brazos repetitivos 34,0 %


Mantener una misma postura 32,7 %
Permanecer posturas dolorosas o fatigantes 9,1 %

Levantar o desplazar cargas pesadas 4,7 %

Realizar una fuerza importante 4,2 %


Base: Todos los trabajadores. Pregunta de respuesta múltiple
Fuente: Cuestionario de trabajador

Estamos en unos valores similares a la media nacional, teniendo en cuenta que la


encuesta nacional no incluye el sector de agricultura. (En el informe, en PDF, se
presenta desagregado por sectores)
En las encuestas europeas se recoge que también está muy extendido el trabajo
repetitivo en los lugares de trabajo y entre las encuestas de 1999 y 2000 se observa
una disminución pero muy leve: del 33% al 31% aunque hay una modificación en las
preguntas y no se pueden comparar datos. Lógicamente los efectos sobre la salud son
los mismos.
Localización de molestias musculoesqueléticas
El apartado de carga física se completa con una pregunta de respuesta múltiple en la
que se pide al encuestado que señale las zonas del cuerpo en las que sienta molestias
derivadas de las posturas y esfuerzos del trabajo.
Las molestias no son una enfermedad: son un síntoma que con el tiempo puede
convertirse en un problema que limita la calidad de vida de la persona afectada y la
actividad laboral con el consiguiente quebranto económico personal y social.

Tipo de molestia Región de Murcia

Nuca / cuello 30,3


Bajo espalda 38,4
Alto espalda 27,2
Ninguna 24,9
Base: Todos los trabajadores. Pregunta de respuesta múltiple
Fuente: Cuestionario de trabajador
Nacional: Las molestias muculoesqueléticas localizadas en espalda y cuello así como
en las extremidades superiores (hombros, brazos/antebrazos, codos y
manos/muñecas) han mostrado un continuo aumento en las cinco encuestas
nacionales.
Cuando estas molestias son permanentes y persisten en el tiempo o se hacen
crónicas, (se trasforman en enfermedades) se denominan entre otras cosas “trastornos
musculoesqueléticos”.
CAP.11. Carga física de trabajo (condiciones ergonómicas) (Resultados I ERCT)

Contenidos Asociados:

Condiciones de seguridad

Encuestas de Condiciones de Trabajo

Condiciones ambientales

Factores de carga mental

Factores psicosociales

Organización de la prevención y actividades preventivas


Innovación tecnológica: maquinaria y equipos

Daños a la salud

Valoración global de las condiciones de trabajo

Carga física de trabajo


 34SHARES

 13

 21


 34SHARES

 13

 21


Se puede definir la carga física del trabajo como el conjunto de requerimientos


físicos a los que se ve sometida la persona a lo largo de su jornada laboral. Estos
requerimientos conllevan una serie de esfuerzos por parte del trabajador que
supondrán un mayor consumo de energía cuanto mayor sea el esfuerzo. A este
consumo de energía se le denomina metabolismo de trabajo.

Decimos que un trabajo tiene carga física cuando el tipo de actividad requerida por la
tarea es principalmente física o muscular.

El master oficial en prl desarrolla ampliamente este tema.


Índice de Contenidos [ocultar]
 1 Tipos de cargas físicas de trabajo
o 1.1 Carga física dinámica
o 1.2 Carga física estática
 2 Causas de la fatiga muscular
 3 Síntomas de fatiga muscular
o
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Tipos de cargas físicas de trabajo


Carga física dinámica
Determinadas demandas físicas, como andar o correr, obligan a que el músculo se
contraiga (acorte) y estire (alargue) rítmicamente. A este tipo de contracción muscular
se la denomina isotónica. El trabajo o ejercicio realizado recibe el nombre de
dinámico.

Ejemplos:
 Andar: trabajo dinámico para los músculos de las extremidades inferiores.
 Levantar un peso de una mesa: trabajo dinámico para las extremidades superiores.
Carga física estática
En otras ocasiones, el músculo debe contraerse y mantener la contracción durante un
tiempo variable. Es lo que ocurre cuando mantenemos una fuerza (sosteniendo un
peso, por ejemplo) o una postura determinada. A este tipo de contracción se la
denomina isométrica y al trabajo o ejercicio derivado, estático.

Ejemplos:
 Sostener un peso en brazos varios minutos: Trabajo estático para estos músculos.
 Mantener el tronco en la misma postura varios minutos: Trabajo estático del
tronco.

En principio, un trabajo dinámico puede ser realizado durante horas, siempre que se
ejecute a un ritmo adecuado a la persona y al esfuerzo y éste no sea de excesiva
intensidad. Además, la contracción rítmica del músculo favorece el riego sanguíneo a
la zona que trabaja.

Causas de la fatiga muscular


Sin embargo, durante el trabajo estático, la contracción prolongada del músculo
comprime los vasos sanguíneos provocando un menor aporte de sangre al músculo
contraído (y a los huesos y articulaciones de la zona), de modo que llega una menor
cantidad de nutrientes y oxígeno, necesarios para el trabajo muscular.

Esto origina la aparición de la fatiga muscular, que limita el mantenimiento de la


contracción. (Ver figura ).
Según el gráfico de la figura, una contracción menor del 15-20% de la fuerza máxima
de contracción (FCM) de un músculo puede ser mantenida indefinidamente sin que
aparezca la fatiga muscular (en teoría).

A medida que la contracción es más importante, se puede mantener menos tiempo.


Por ejemplo, una contracción del 50% de la FMC podría ser mantenida en torno a
unos 2 minutos, transcurridos los cuales el músculo se fatiga y no puede seguir
contraído mucho más tiempo.
Síntomas de fatiga muscular
La fatiga muscular se manifiesta con signos tales como: sensación de calor en la
zona del músculo, temblores musculares, sensación de hormigueo o incluso,
dolor muscular.

La fatiga muscular es un proceso fisiológico que afecta al músculo o músculos


implicados en el esfuerzo y se recupera con el reposo de los mismos. Si este reposo
no se realiza o es insuficiente para la recuperación de la fatiga muscular, pueden
llegar a desarrollarse trastornos musculoesqueléticos.

Otro efecto derivado del trabajo estático es el aumento de la frecuencia cardíaca, ya


que el corazón debe bombear más deprisa para tratar de enviar más oxígeno y
nutrientes al músculo contraído.

Por ello, se ha planteado que el trabajo estático podría ser un factor de riesgo de
enfermedades del corazón o cardiopatías.

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