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LA LEGISLACION ANTIMONOPOLICA

y EL MITO DEL MURO DE BERLIN

Alfredo Bullard Gonzales


Profesor de Derecho Civil y Análisis
Económico del Derecho
Pontificia Universidad Católica del Perú

L INTRODUCCION

Hemos sido testigos en los últimos años de la caí-


da estrepitosa de los modelos intervencionistas y
estatistas. El símbolo es la caída del muro de
Berlín, monumento a la incompetencia de los es-
tados socialistas.

El muro fue por años el signo visible de la divi-


sión del mundo. Unos nos hablaban de la existen-
cia de libertad frente a la ausencia de ella. Otros
nos hablaban de la solidaridad frente al egoísmo
capitalista Ambos sistemas se reclamaban demo-
cráticos. Ambos se reclamaban justos.

Los cimientos del muro fueron construidos bajo


la (errada) convicción de que los individuos no
son los mejores para decidir qué es bueno para
ellos. Y esto se expresaba incluso en pensar que
quienes querían salir del «paraíso» socialista no
sabían qué estaban haciendo, o estaban locos o
eran unos ignorantes. Entonces el Estado tenía la
facultad de construir una pared que detuviera a
El presente artículo trata sobre la necesidad de una esos «irracionaleS» que no sabían decidir correcta-
legislación antimonopólica para preservar la exis- mente. Al otro lado del muro, el Estado decidía to-
tencia del sistema de mercado y lograr el bienestar do: qué consumir, cómo consumir y a qué precios,
de los consumidores. Dicha legislación debe cuidar- qué creer, a quién admirar, en qué trabajar, etc
se de caer en la tentación de ser intervencionista,
pues de lo contrario puede comJertirse en un foctor Finalmente, el muro cayó y con él las bases con-
de destrucción de la libre competencia, antes que de ceptuales y fácticas de un modelo que sólo supo
su destino. acumular fracasos. Y dicha caída fue inspirada,
El autor sugiere que en el diseño del sistema de antes que por la convicción de que el sistema libe-
control de prácticas monopólicas y restrictrvas de ral y capitalista era perfecto, por la convicción de
la libre competencia deben evaluarse cuidadosa- la absoluta imperfección del modelo de economía
mente sus efoctos en los mecanismos de mercado, dirigida. El mérito del sistema triunfante no ra-
las distorsiones en el sistema de precios y los costos dica en su ausencia de defectos (que sin duda los
administrativos en los que deben incurrir las enti- tiene), sino en el mar de defectos de su contra-
dades encargadas de su aplicación. parte.

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Hoy existe un consenso sobre el fracaso de las ex- mecanismo para destruir a las empresas demasia-
periencias históricas del socialismo. Los aún socia- do grandes. Ello llevaba a considerar que era el
listas sostienen que ello no se debe a los concep- Estado el que mejor podía decidir cuál era el ta-
tos que inspiran su ideología, sino a los errores en maño óptimo de una empresa y que en conse-
su puesta en práctica. Pero es un hecho que ni los cuencia el mercado era incapaz de llevar a cabo
más radicales defienden seriamente el régimen esta misión.
caído con el muro.
El gran problema con esta aproximación es que
La constatación más evidente que se deriva del aquello que llamamos «tamaño» suele ser el nom-
derrumbe de los modelos intervencionistas es la bre lego que le damos a un concepto más técnico:
incapacidad del Estado para hacer prácticamente el de eficiencia. Las empresas crecen nonnalmen-
cualquier cosa. Y ello es un fundamento concep- te cuando son más eficientes que sus competido-
tual. El Estado es una estructura incapaz de crear res y no pueden mantener su tamaño cuando se
y responder a incentivos para desarrollar una acti- tornan más ineficientes. El Estado debía entonces
vidad eficiente. Parecería que es el sector privado discriminar entre situaciones en que el tamaño
el que siempre puede hacer todo mejor. Sin em- obedecía a la eficiencia de la empresa y las extra-
bargo, hay algunas cosas que, aunque el Estado ñas excepciones en que ello no era así, labor prác-
haga mal, debe seguir haciendo: la seguridad in- ticamente imposible.
terna y externa, la provisión de bienes públicos, la
emisión de moneda, la persecución penal de los Lo que hemos dicho no difiere, en su esencia, del
delincuentes, la solución de conflictos entre parti- intervencionismo estatal en las concepciones de
culares que no han encontrado un mecanismo al- economías centralistas y socialistas. Pero además,
ternativo, son algunos ejemplos. Hoy día, sin em- esta posición ideológica generaba una antinomia
bargo, hacer esta lista es cada vez más difícil. Día en su interior: al destruir a las empresas grandes,
a día son más las cosas que dejamos de lado como aumentaba su propia intervención en la actividad
«inherentemente estatales» e incluso muchos de económica. Y nonnalmente dicha intervención te-
los ítems señalados están bajo una inmensa som- nía carácter monopólico, principalmente median-
bra de duda. te la reserva en favor del Estado de detenninadas
actividades o sectores calificados de las más diver-
Un área en la que estas dudas son monumenta- sas maneras (sectores estratégicos, actividad inhe-
les (casi tanto como el muro caído) es la regula- rente al Estado, servicios básicos, bienes de pri-
ción antimonopólica. ¿Debe el Estado intervenir mera necesidad, etc). Sin embargo, si el monopo-
para perseguir y sancionar los monopolios? ¿O lio privado puede ser malo, el estatal es peor,
sólo debe sancionar ciertas prácticas desarrolladas pues carece por completo de los incentivos que el
por ellos? ¿No puede acaso el mercado solucionar sector privado sí tiene para un comportamiento
estos problemas de mejor manera? ¿No sería me- eficiente.
jor olvidamos de esta función del Estado? En
otras palabras: ¿debe la caída del muro de Berlín Las similitudes que pueden llegar a existir entre
arrastrar tras de sí este rol del Estado, dejando a el sistema socialista y las regulaciones antimo-
los mecanismos de mercado en total libertad para nopólicas son temibles. Si a ello agregamos que
crear y destruir los monopolios? frente a la caída del modelo intervencionista, sus
escasos y fieles seguidores tratan de ubicarse pre-
Históricamente, las regulaciones antimonopólicas cisamente en áreas como las regulaciones antimo-
han sido una suerte de pariente cercano del inter- nopólicas, Derecho Ambiental o Protección al
vencionismo estatal. Es más: gran parte del dis- Consumidor, que aún mantienen un aceptado
curso ideológico del socialismo se ha basado en la grado de intervención estatal', descubriremos los
necesidad de destruir los monopolios privados, riesgos a los que estamos expuestos.
que son una suerte de «creación natural» del sis-
tema de mercado. Por ello, muchas legislaciones y No queremos sin embargo decir que no debe
la jurisprudencia de diversos países han conside- existir algún grado de intervención del Estado,
rado que las regulaciones antimonopólicas son un pero éste debe ser totalmente residual, referido a

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situaciones groseramente ineficientes. Trazar di- ma con el monopolio es que el proveedor de di-
cha línea es sumamente difícil, mucho más que cho bien o servicio, por su participación en el
construir nuevamente el muro de Berlín. Preten- mercado, está en capacidad de generar él mismo
demos en el presente artículo definir algunos la escasez Ello tiende a elevar el precio a un nivel
principios que pueden ser útiles para encontrar en el que el monopolista maximiza su utilidad
dicha línea. (precio monopolístico), y que se encuentra por en-
cima del precio de equilibrio que resultaría si el
2. ¿CUAL ES EL ENFOQUE CORRECTO? mercado fuera competitivo 4. Esta restricción en la
producción reduce las opciones de los consumi-
En el Perú, la Ley Antimonopolios es el Decreto dores y los obliga a pagar precios más altos, gene-
Legislativo N° 701 No trataremos en el presente rando una asignación ineficiente de recursos. Esta
artículo de hacer un análisis detallado de ella y de posibilidad de afectar el precio o las condiciones
su articulado, sino de establecer principios gene- del mercado es lo que se conoce como la «posi-
rales aplicables a cualquier realidad ción de dominio en el mercado».

Un primer punto se refiere al enfoque que debe El problema con el monopolio (o sus parientes el
utilizarse para formular y aplicar una ley antimo- oligopolio, el monopsonio y el oligopsonio) no ra-
nopolios. Nunca debe dirigirse a atacar los mono- dica tanto en el precio superior que tienen que
polios en sí mismos, sino las prácticas monopóli- pagar los consumidores, sino en la restricción de
cas. Esta es la tendencia que, en distintos grados y la producción. Si bien el precio y la escasez son las
con algunas excepciones, se sigue en la legisla- dos caras de una moneda, la elevación del precio
ción europea y la que ha venido adoptando en los en sí mismo sólo genera un efecto redistributivo,
últimos tiempos la jurisprudencia norteamericana. es decir tendremos proveedores más ricos y con-
sumidores más pobres, pero ello es un problema
Dentro de un mercado se produce un monopo- de justicia social, no de eficiencia El problema
lio (o un oligopolio, monopsonio u oligopsonio) 2 real es la restricción en la producción. Como el
cuando se cumple una serie de condiciones. Estas monopolista produce menos, satisface a menos
condiciones son las siguientes: consumidores haciéndole perder bienestar a la so-
ciedad.
a. Número de ofertantes en el mercado
Es deseable que aquellos consumidores que valo-
En primer lugar, no debe existir el número sufi- rizan el bien por encima de su costo lo adquieran,
ciente de ofertantes o demandantes en el mercado pues de esta manera tendremos una asignación
como para impedir que alguno (o algunos) pue- de recursos a usos más valiosos. Si al productor le
dan influir de manera determinante en el proceso cuesta S/. 100.00 producir un bien, y el consumi-
de formación de precios. ASÍ, en el caso del mono- dor lo valoriza en S/. 105.00, es deseable que se
polio, la empresa se encuentra en una posición transfiera, generando así una ganancia social de
que le permite restringir la producción, creando S/. 5.00. El mercado de competencia genera la ten-
un desbalance entre la demanda real en el merca- dencia a que el precio de los bienes iguale su cos-
do, dado el costo marginal de producción del pro- to, pues los competidores, por ganar más ventas,
duct0 3, y la oferta. Lo que hace es generar una es- irán reduciendo el precio hasta llegar al piso, es
casez artificial de bienes. decir el costo marginal. Debajo de él se vende a
pérdida, y quien vende continuamente a pérdida
Normalmente, el precio tiende a elevarse en tanto saldrá del mercado en el mediano o largo plazo.
un bien o servicio se toma más escaso. El proble-

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Cuando el monopolista ejerce su poder de merca- tancias muy excepcionales pueden darse prácticas
do, puede, por la vía de la restricción en la pro- de empresas que constituyan una auténtica barre-
ducción, fijar un precio superior al costo de pro- ra de acceso al mercado por parte de competi-
ducción (costo marginal) y por dicha vía obtener dores.
ganancias monopolísticas. Sin embargo, al subir el
precio a, por ejemplo, S/. 150.00 (a pesar de que el Muchas veces se considera como una barrera arti-
bien sólo le cuesta S/. 100.00), está alejando del ficial la mejor capacidad para competir de una
consumo del bien a los consumidores que, por empresa. Sin duda, la eficiencia de un productor
ejemplo, sólo valorizan en S/. 105.00 el mismo. Es- puede ser la mayor barrera de acceso a un merca-
tos ya no lo comprarán, a pesar de que la transfe- do, pues ella hace difícil que los consumidores
rencia sería en términos económicos, eficiente. cambien sus preferencias por los nuevos produc-
tos. Ello, lejos de ser negativo, es la mayor virtud
b. Barreras de entrada al mercado del mercado: permitir que alguien triunfe, incluso
a costa de quebrar a sus competidores. Es por ello
Una segunda condición es que existan barreras por lo que no se debe atacar el monopolio en sí
que impidan la libre entrada de competidores al mismo. El tamaño de una empresa puede ser una
mercado. El mayor enemigo del monopolio es expresión de su mayor eficiencia, lo que es final-
precisamente la competencia. Al poder el mono- mente un objetivo deseable.
polista fijar el precio monopolístico, está obte-
niendo una utilidad superior a la que obtendría c. Inexistencia de bienes sustitutos
en un mercado competitivo. Pero si los recursos adecuados
en una sociedad pueden moverse de manera fle-
xible, las ganancias monopolísticas crearán incen- Una tercera condición es que los productos en el
tivos a otros productores para entrar en el mismo mercado monopolístico no tengan sustitutos ade-
mercado. Se importarán los mismos bienes o se cuados, de manera que prácticamente la única op-
instalarán nuevas fábricas. Esta entrada de pro- ción del consumidor está entre consumir o no
ducto irá paulatinamente aumentando la cantidad consumir el bien, sin poder recurrir a un sustituto
ofertada hasta que se llegue a una situación en para satisfacer sus necesidades.
que la oferta responda a la demanda. Todo este
proceso conduce a una reducción del precio Dentro de este contexto, el efecto del monopolio
monopolístico hacia el precio de competencia, y se da en la reducción de las posibilidades de elec-
que, en términos económicos, debe ser igual al ción de los consumidores, quienes se ven obliga-
costo de producción o costo marginal. En este dos a pagar un precio superior al que determina-
sentido, el propio monopolio lleva a su propia au- ría la libre competencia por un producto dado, o
todestrucción a través de los incentivos que crea simplemente se ven obligados a dejar de consu-
para la entrada de nuevos ofertantes. mirlo. Por lo tanto, toda legislación dirigida a
combatir el monopolio debe orientarse desde el
La apertura de un mercado, la liberalización de la lado de los beneficios que el consumidor pierde al
economía, la reducción de los costos para formar ver restringida su libertad de elección.
empresas, la desaparición de medidas paraarance-
larias, ete., son mecanismos inmensamente más Debe quedar muy claro que el objetivo de la legis-
efectivos para acabar monopolios que la más so- lación antimonopolios no es proteger a las empre-
fisticada legislación antimonopólica. Además, ge- sas chicas ni destruir a las empresas grandes. Al
neran mecanismos mucho más efectivos para dis- destruir empresas grandes podrlamos estar des-
criminar entre monopolios buenos y monopolios truyendo la eficiencia derivada de una economía
malos. de escala, y ello, sin perjuicio de beneficiar a los
competidores de la empresa, daña a los consumi-
Si existen barreras que limiten la entrada de nue- dores.
vos productores, el monopolio subsistirá. Estas
barreras pueden ser de distintos tipos: la propia Desde la perspectiva del consumidor, no siempre
estructura del mercado (monopolios naturales), la el monopolio es malo. En los casos que se cono-
regulación estatal, o las prácticas monopólicas o cen como «monopolios naturales», el consumidor
restrictivas de la competencia por parte de las em- puede recibir un beneficio de la existencia de un
presas. Estas últimas conforman el área de acción solo ofertante en el mercado.
de una legislación protectora de la competencia.
Sin embargo, se han tejido mitos absurdos sobre Frente a las dimensiones de la demanda en un
la naturaleza de estas barreras creadas por prác- mercado dado, puede ser que la existencia de una
ticas de las empresas. En realidad, sólo en circuns- sola empresa sea necesaria para minimizar los
costos de producción y, por consiguiente, el pre- Los costos administrativos que enfrentan los apa-
cio. Ello es especialmente cierto en industrias (co- ratos estatales para discriminar monopolios con-
mo la producción de energía eléctrica o los teléfo- venientes de monopolios inconvenientes se deri-
nos) donde los costos fijos son desproporcional- van, principalmente, de la dificultad de identificar
mente altos en relación a los costos variables. A el costo marginal de producción de un bien o ser-
fin de poder alcanzar economías de escala que mi- vicio. Si asumimos que en un sistema de mercado
nimicen los costos, es necesario que existan pocas perfecto el precio será determinado por el costo
empresas o quizás una sola. El monopolio natural, marginal, para establecer que existe algún grado
cuando es lo más eficiente, es consecuencia de la de monopolio y que éste está afectando a los con-
propia competencia, pues aquella empresa que sumidores, bastaría determinar cuál es el costo
pueda minimizar sus costos podrá reducir sus marginal de producción y ver si el precio que se
precios y así quedar sola en el mercado. Esto la cobra está o no por encima de dicho costo. El pro-
hace más competitiva y paulatinamente la propia blema es que la determinación del costo marginal
competencia irá eliminando a las empresas cuyas es algo sumamente complejo, dada la cantidad de
dimensiones y escala de producción resultan ine- variables involucradas. El costo marginal no es un
ficientes en un mercado dado. costo que se refleje contablemente. Es un costo
económico. Si se produce una inundación que
Dentro del marco que venimos analizando, es su- destruye una carretera, ello puede afectar el costo
mamente difícil identificar cuándo un monopolio marginal del arroz Si sube el precio de la gaseosa,
se forma porque la empresa es capaz de minimi- puede afectarse el costo marginal de la cerveza.
zar los costos de producción frente a sus competi- Una huelga de ferrocarriles puede llevar a varia-
dores o es consecuencia de alguna barrera artifi- ciones del costo marginal de los minerales. En un
cial que impide la entrada de otros competidores mundo complejo e interrelacionado como el nues-
al mercado. Esto se debe al excesivo costo admi- tro, hasta una derrota de la selección en un mun-
nistrativo (para el aparato estatal) que puede im- dial de fútbol puede afectar el costo marginal de
plicar determinar el origen y eficiencia del mono- una variedad inmensa de productos y servicios.
polio. En consecuencia, no se puede establecer
claramente cuáles monopolios son eficientes y Sólo para tener una idea de la complejidad en el
cuáles no. Sin embargo, es muy difícil que una cálculo, podemos citar el fracaso de las economías
empresa esté realmente en capacidad de crear ba- socialistas. La idea básica que inspira una econo-
rreras suficientemente efectivas como para man- mía planificada es que es posible identificar admi-
tener su monopolio artificialmente. Muchas veces nistrativamente (por parte del aparato estatal) el
se ha pensado que prácticas como inversión de costo marginal de un nivel dado de producción.
capital, integración vertical, inversión en publici- Las economías socialistas intentan encontrar este
dad u otros casos similares son barreras cuestio- costo marginal para poder determinar cuánto es
nables de entrada al mercado de competidores y razonable producir de un bien en una sociedad. El
por tanto deben ser sancionadas. Ello no es así. descalabro económico de este sistema se funda-
Todos esos casos son expresiones de una mayor menta, principalmente, en errores de cálculo de
eficiencia productiva. Sin duda, cuanto más efi- cuál debe ser el costo marginal de cada producto
ciente sea una empresa, mejor se posicionará en y servicio a ser consumido. Curiosamente, a ello
el mercado. Cuanto mejor se posicione será más contribuyeron los aportes de la economía neoclá-
difícil que entren competidores. Pero de ello no se sica. Los economistas liberales fueron los creado-
puede derivar que se esté creando una barrera res de una serie de elementos matemáticos y con-
ilícita. Es más difícil competir contra empresas efi- ceptuales que permitían pretender calcular ele-
cientes. Ello dificulta la entrada de nuevas empre- mentos como el costo marginal: las curvas, las de-
sas. Pero dicha dificultad es deseable y es precisa- rivadas y los cálculos econométricos fueron los
mente la base misma de todo el sistema de merca- instrumentos que llevaron a los economistas so-
do, pues para mantenerla la empresa tiene que cialistas a pensar que era posible obviar al merca-
realizar inversiones que favorecen al consumidor. do. Este error llevó a la construcción del muro y,
paradójicamente, a su propia destrucción.
Las últimas experiencias (caída del muro incluida)
han llegado a determinar que la propia competen- En el plano teórico desarrollado, un sistema que
cia es un mecanismo más efectivo para discrimi- elija atacar el monopolio en sí mismo se enfrenta
nar los monopolios buenos de los malos, porque al reto «kafkiano» de incurrir en altos costos ad-
en un sistema de competencia pura es el propio ministrativos para determinar si el monopolio es
mercado el que elimina los monopolios ineficien- eficiente y si el precio refleja el costo marginal
tes y autogenera los monopolios eficientes. Una vía más directa es atacar aquellas prácticas
que generan artificialmente barreras de entrada al

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mercado o mecanismos de eliminación de compe- do, es decir, promover la libre competencia. No
tidores, y que evitan eventualmente que sea la basta saber qué se quiere lograr. Debemos saber
propia competencia la que termine por eliminar el además cómo hacerlo. La legislación antimonopo-
monopolio. lios es, como toda norma legal, un instrumento
jurídico. Sin embargo, su funcionalidad sólo pue-
En sentido estricto, la idea no es una ley antimo- de ser entendida en términos económicos y por
nopolio, sino una ley pro-competencia que proteja ello su interpretación, antes que un mecanismo
el funcionamiento de los mecanismos de merca- de hermenéutica, es una forma de entender y
do. Desde este punto de vista, el texto del artículo aplicar los principios económicos básicos. Ello
61 de la Constitución de 1993 5 y el propio Decreto plantea un nuevo reto que trataremos de explicar
Legislativo N° 701 aciertan en no atacar los mono- a continuación.
polios, sino las prácticas monopólicas. En esto hay
una diferencia sustancial con el artículo 133 de la 3. LA REGLA PER SE Y LA REGLA
Constitución de 1979 6, que sí pretendía prohibir DELARAZON
los monopolios, a pesar de que, ante el dictamen
definitivo y concluyente de la realidad, los mono- Como hemos visto, los costos administrativos son
polios seguían existiendo. un componente central para establecer el sistema
de protección estatal de la libre competencia Un
Además, la Constitución de 1993 tiene un acierto sistema que requiera aparatos estatales demasiado
adicional al prohibir los monopolios legales. De sofisticados aumenta las posibilidades de errores
hecho, ese tipo de monopolios es el peor, pues no y nos acerca más al fracaso. Si lo que se persigue
puede ser eliminado por el mercado. Si la ley le son las prácticas monopólicas y restrictivas de la
concede directa o indirectamente un monopolio u libre competencia (y no el monopolio en sí mis-
oligopolio a alguien, los mecanismos de mercado mo), existen dos formas de analizar estas prácticas
no podrán generar más eficiencia. O mejor dicho, para poder calificarlas como ilegales.
no podrán generar eficiencia legalmente. Un efec-
to de ello es la aparición de la economía informal, a. La regla de la razón
o de actividades ilícitas como el contrabando, y
que terminan siendo una expresión de las fuerzas Una primera posibilidad es aceptar las prácticas
de mercado presionando por la ruptura de un razonables, es decir aquellas que si bien pueden
monopolio que finalmente no pueden destruir le- aparecer a primera vista perjudiciales a la compe-
galmente, pero sí debilitar económicamente. tencia, no pueden, dadas las circunstancias, gene-
rar ni proteger un monopolio ni distorsionar los
Si la empresa de aviación del Estado es la única mecanismos de competencia. Por ejemplo, una fu-
que puede brindar el servicio de vuelos domésti- sión entre dos empresas pequeñas en un mercado
cos, la entrada de nuevas empresas no será posi- poco concentrado puede no tener ninguna posibi-
ble y el monopolio será, además de negativo, eter- lidad de generar un monopolio. Pero la fusión en-
no. Además, no se tratará de un monopolio que tre dos empresas de mayores dimensiones sí po-
base su existencia en su propia eficiencia o en ha- dría tener efectos anticompetitivos. Una parece ra-
ber alcaIl7.ado economías de escala. Se basará sim- zonable, la otra no tanto. Este criterio es conocido
plemente en una decisión política que podrá obe- como the rule of reason o la regla de la razón en la
decer a rawnes tan diversas como la incompeten- jurisprudencia y la doctrina norteamericana Se
cia o el deseo de conceder beneficios a un grupo analiza entonces si es razonable o no que la prác-
determinado en perjuicio de todos los demás. tica tenga un efecto anticompetitivo dadas las cir-
cunstancias. Se va entonces a un análisis caso por
Parece claro entonces cuál es el enfoque correcto. caso. Sin embargo, en muchas circunstancias el
Pero allí no termina todo. Debemos definir qué análisis de la rawnabilidad de una práctica es al-
instrumentos nos permitirían llegar al fin desea- go sumamente complejo y costoso. Por ejemplo,
saber si la concertación entre un conjunto de trario, cuando exista la posibilidad de daños al
competidores sobre los niveles de precios tendrá mercado que puedan destruir eficiencia de pro-
éxito puede ser muy difícil de evaluar. ducirse un error, es mejor aplicar la regla de la ra-
zón, de manera que nos permita analizar la con-
b. La regla per se veniencia o no de prohibir o sancionar una
práctica.
Una segunda posibilidad es acudir a reglas que
consideran una práctica per se ilegal (la per se rule), Adicionalmente, debemos considerar que, en el
es decir que prohiben objetivamente el desarrollo campo de la regulación antimonopólica, debe apli-
de ciertas conductas independientemente de que carse un principio según el cual, en caso de duda
en el caso concreto puedan o no generar un mo- sobre el carácter perjudicial de una práctica, debe
nopolio. La idea es evitar incurrir en costos admi- preferirse la no intervención. Ello porque si se co-
nistrativos para determinar la razonabilidad, mete un error, probablemente se estará destru-
cuando de ordinario la práctica no contribuye en yendo eficiencia, y la pérdida producida por la in-
nada al desarrollo de un mercado competitivo, y tervención será irreparable. Por el contrario, si no
mas bien lo común es que dicha práctica esté res- se sanciona una conducta por tenerse dudas sobre
tringiendo la competencia. su carácter anticompetitivo, el error puede ser co-
rregido por las fuerzas de mercado y los incenti-
Ambas reglas pueden ser aplicables dentro de un vos que las mueven.
mismo sistema. Por ejemplo, en nuestras normas
de tránsito existen reglas per se y reglas de razón. Nos corresponde entonces determinar cuándo de-
Pasarse una luz roja es per se ilegal Quien comete be aplicarse una u otra regla. En qué casos se jus-
la infracción no podrá argumentar que era razo- tifica incurrir en los costos administrativos para
nable pasarse la luz porque estaba apurado y vio determinar la razonabilidad de una conducta y en
previamente que no venía nadie en la intersec- qué casos conviene simplemente sancionar la con-
ción. El policía le pondrá una multa sin analizar la ducta objetivamente desarrollada con prescinden-
razonabilidad de su conducta No queremos en- cia de su razonabilidad
trar a complejas discusiones y análisis de prueba.
Queremos una regla clara, de fácil aplicación, y 4. LA POSICION DOMINANTE EN
que genere seguridad sobre qué está permitido y EL MERCADO
qué no está permitido, y que reduzca los costos
administrativos de su puesta en práctica. Nuestra legislación 7 distingue, de manera gene-
ral, dos tipos de infracciones en su artículo 3. Las
Por otro lado, la norma que prohibe maniobras te- primeras están vinculadas al abuso de una posi-
merarias a los conductores se regula con la regla ción dominante en el mercado. Las segundas se
de la razón. Se quiere prohibir ciertas conductas refieren a las prácticas que impidan, limiten, res-
peligrosas así no estén prohibidas expresamente trinjan o distorsionen la competencia. Comence-
con todo detalle. Si bien implican subjetividad y mos analizando la problemática del abuso de la
menos seguridad, es imposible definir todos los posición dominante.
casos que están prohibidos. En tal supuesto, en-
tramos a un análisis de caso por caso, aunque los Se entiende, de acuerdo con nuestra ley, que las
costos administrativos de determinar la razonabi- empresas gozan de una «[...] posición de dominio
lidad de la conducta pueden ser más elevados. en el mercado, cuando pueden actuar de modo
independiente con prescindencia de sus competi-
Estos dos tipos de reglas deben aplicarse a su- dores, compradores, clientes o proveedores, debi-
puestos distintos. La regla per se debe aplicarse do a factores tales como la participación significa-
cuando no aparece ningún efecto positivo de la tiva de las empresas en los mercados respectivos,
conducta y, sin embargo, sí aparecen posibles per- las caractensticas de la oferta y la demanda de los
juicios a la competencia que justifican la interven- bienes o servicios, el desarrollo tecnológico de los
ción. Al no haber ventajas aparentes, los perjui- bienes o servicios involucrados, el acceso de com-
cios ocasionados por un error desaparecen y se petidores a fuentes de financiamiento y suminis-
simplifica el control por la autoridad. Por el con- tros, así como a redes de distribución»8.

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Un primer punto importante es que no se consi- preferencias de los consumidores que le permite a
dera como infracción la situación dominante en sí su vez eliminar, a través de la propia competen-
misma, sino el abuso que se haga de ella. Se re- cia, a sus competidores. Finalmente, se recogen
nuncia así a establecer la razonabilidad del mono- las limitaciones a fuentes de suministro (monopo-
polio, es decir a determinar si e~amos ante un lios de recursos naturales), distribución o finan-
monopolio bueno o un monopolio malo. Se acepta ciamiento, es decir, a situaciones donde los recur-
el monopolio, y en general la concentración de sos muestran una falta de flexibilidad que permi-
poder económico como un hecho que puede ser ta la aparición de competidores. Debemos reiterar,
producto del propio sistema de competencia Sólo sin embargo, que la norma no critica ni sanciona
se prohibe el abuso de tal posición. Hasta aquí la tal situación en sí misma ni emite un juicio de va-
ley parecería asumir los presupuestos considera- lor sobre la existencia de estas «barreras» de en-
dos correctos en líneas anteriores. trada al mercado. Sólo nos dice que ellas existen.

Como vimos, la posición de dominio en el merca- Uno de los problemas no resueltos en nuestras re-
do se da cuando no existen suficientes ofertantes gulaciones para la definición de posición de do-
y/o demandantes en un mercado como para evi- minio es qué debe entender por mercado relevan-
tar que alguno o algunos puedan determinar o in- te. Esto se refiere a cuál es el área geográfica en
fluir de manera sustantiva el precio. En un merca- base a la cual se va a definir la participación en el
do competitivo, todos (ofertantes y demandantes) mercado 10 y qué productos deben ser considera-
son «tomadores de precios». Esto quiere decir que dos sustitutos adecuados para determinar con qué
asumen el precio como dado, y quien lo dicta es productos se compite 11. Las empresas van a tratar
el mercado a través de un conjunto indetermina- de definir el mayor mercado posible para así re-
do de decisiones atomizadas. Sin embargo, cuan- ducir su porcentaje de participación y considerar
do el número de ofertantes o demandantes no es así que no tienen una posición de dominio de la
suficiente para que esto se cumpla, uno o unos que puedan abusar. Ello porque una conducta
pocos tienen la facultad de fijar un precio por en- prohibida para una empresa en esta situación es
cima de aquel que el mercado arrojaría en libre perfectamente permitida para todas las demás.
competencia. A esto se refiere el Decreto Legisla- Así les conviene definir su participación dentro
tivo N° 701 cuando dice que <~...] pueden actuar del mercado nacional antes que dentro de un
con prescindencia de sus competidores, compra- mercado local. De la misma manera, tratarán de
dores, clientes o proveedores [...]» 9. señalar el mayor número de sustitutos posibles a
fin de sostener la existencia de una competencia
La norma hace alusión a factores generadores de que les impida aumentar unilateralmente el
los monopolios naturales descritos arriba. Así, las precio.
características de la oferta y la demanda son las
que determinan que la solución más eficiente sea, Es sumamente complejo definir los límites del
en términos de reducción de costos, la existencia mercado. Las situaciones cambian según las cir-
de una sola empresa, especialmente en casos en cunstancias de cada mercado particular, la movili-
que la estructura de costos está principalmente dad de los recursos necesarios para producir un
determinada por los costos fijos, antes que por los bien competitivo, el nivel de tecnología disponi-
costos variables. ble, las preferencias de los consumidores, etc La
casuística puede hacer el análisis de cada caso di-
El desarrollo tecnológico es otro factor que tiende ferente y son muchos los factores involucrados.
a la formación de monopolios, sea porque la em-
presa tiene un monopolio legal para la fabricación Un buen criterio para definir cuál es el mercado
de ciertos productos, a través de la protección de- pertinente es el que usa el Departamento de Justi-
la Propiedad Industrial, principalmente patentes; cia de los Estados Unidos para atacar las fusiones
o porque ha alcanzado mejoras tecnológicas que de empresas. En términos geográficos, se analiza
le permiten una reducción sustancial de los cos- cuál sería el efecto de un incremento en 5% del
tos de producción o una captura mayor de las precio en la aparición de nuevos proveedores de

THEMIS
250
un mismo bien o en las decisiones de los consu- demasiado grande del mercado. El criterio ordina-
midores. Así, por ejemplo, se considera que si al riamente utilizado es establecer el porcentaje de
incrementar un ofertante en Lima el precio de un participación. Así, por ejemplo, puede considerar-
producto en un 5%, crea incentivos para que pro- se que una empresa que tiene más del 50% del
veedores en otras localidades (nacionales o inter- mercado tiene una posición de dominio. Sin em-
nacionales) participen en ese mercado, o para que bargo, tener en cuenta sólo la participación por-
los consumidores hagan sus adquisiciones en otro centual en el mercado es insuficiente para enten-
mercado, se debe incluir esos mercados para defi- der la capacidad que tiene una empresa para in-
nir el porcentaje de participación de la empresa fluir en el precio. La idea no es sólo identificar su
en cuestión. Si el incremento de 5% en el precio participación particular, sino el nivel de concen-
del único proveedor de un bien en Lima hace que tración del mercado en que dicha participación se
proveedores de Arequipa se trasladen a Lima o da.
abran una distribuidora en esta ciudad o que los
consumidores viajen a hacer sus adquisiciones en La concentración de un mercado es una función
Arequipa, debe incluirse Arequipa como parte del del número de empresas y de la participación de
mercado relevante. estas empresas en el mismo. En mercados muy
concentrados aumentan las posibilidades de que
En términos de bienes sustitutos adecuados, el una o un pequeño grupo de empresas puedan
criterio debe ser similar. Si al incrementar el pre- ejercitar su posición dominante en el mercado de
cio de un bien en 5% los consumidores van a de- manera efectiva, principalmente porque se redu-
sarrollar una tendencia a escoger el bien sustituto, cen los costos de transacción para llegar a una
se debe considerar como parte del mercado perti- concertación o para desarrollar prácticas paralelas.
nente a efectos de definir la participación. Así, si Cuanto menor sea el porcentaje de la oferta total
al subirse el precio de las alarmas contra robo, el que controla una empresa, deberá ser mayor la
consumidor decidiera instalar cerraduras de segu- restricción de su producción para poder afectar el
ridad, se considera que las cerraduras son un sus- precio y es menos probable que esta restricción
tituto adecuado y por tanto sus productores son pueda serIe beneficiosa. Cuando la acción colecti-
competidores de la empresa fabricante de alarmas. va de las empresas es necesaria para controlar el
Lo mismo pasaría con productos como pan y ga- precio, se añade una limitación adicional. Si el nú-
lletas, cerveza y ron, fósforos y encendedores, si mero de empresas necesarias para controlar un
en ellos se presenta un desplazamiento similar porcentaje fijo de la oferta total es mayor, el cos-
como consecuencia de la modificación moderada to (entendido como costo de transacción) de que
del precio. éstas lleguen a un acuerdo y que puedan hacerlo
efectivo se eleva, y la posibilidad de que se llegue
La idea central es identificar el dominio en el mer- a ejercer el poder económico de manera efectiva
cado en relación al poder de determinar el precio. se complica 12.
Si esta facultad está controlada por la posibilidad
de que proveedores de otras áreas geográficas Por ello no basta establecer el porcentaje de parti-
abastezcan el área de la empresa en cuestión, o cipación de una empresa, sino el nivel de concen-
que los consumidores elijan bienes sustitutos, se tración del mercado en el que dicha empresa (o
considera, para efectos de determinar el porcenta- empresas) actúa. El Departamento de Justicia de
je de participación en el mercado, las alternativas los Estados Unidos utiliza lo que se conoce como
de los consumidores. No necesariamente el por- el HerfindahI-Hirshman Index (en adelante, HHI)
centaje tiene que ser de 5%. Este puede variar se- para medir el nivel de concentración en un mer-
gún las características de cada mercado. Lo impor- cado determinado. Este índice se calcula sumando
tante es establecer la relación entre la idea de po- los porcentajes de participación de todas las em-
sición dominante y la facultad de afectar el precio, presas en un mercado luego de elevarlos al cua-
es decir, de no ser un «tomador» del mismo. drado. Por ejemplo, si en el mercado existen cua-
tro firmas con participaciones de 30%, 30%, 20% Y
Un segundo problema importante es cómo deter- 20%, existe un HHI de 2600 13. El HHI puede ir
minar que una empresa ha concentrado una parte desde 10,000 (en el caso del monopolio puro, es

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251
decir, una empresa con el 100% del mercado) 14 has- ductor, el monopolista puede reducir su produc-
ta un número cercano a O(en el caso de un merca- ción, y al reducir la cantidad ofertada lograr el in-
do muy atomizado, donde ningún proveedor su- cremento del precio a niveles que maximicen su
pera el 0.1% de participación). Si bien puede ser utilidad Este puede ser considerado como un
deseable tener información sobre todas las empre- efecto no deseable, pues el único efecto deseable
sas involucradas, la falta de información sobre pe- de un monopolio puede ser la reducción de cos-
queñas empresas no es indispensable, pues no tos. Todo efecto distinto implica utilizar la posi-
afectan el Hlll de manera significativa ción dominante para fines no queridos. El obtener
un beneficio o causar un perjuicio son en realidad
En el caso del Departamento de Estado, en base a las dos caras de la misma moneda. Todo beneficio
observación empírica, se ha dividido los niveles que el monopolista obtiene se basa en perjudicar
de concentración en tres áreas: mercados descon- al consumidor, quien, como dijimos, es el protegi-
centrados (con un Hlll menor a 1,000), mercados do finalmente por la legislación dirigida a elimi-
moderadamente concentrados (HIll entre 1000 y nar las prácticas contrarias a la libre competencia.
1800) Y mercados altamente concentrados (Hlll
superior a 1800). Esto nos lleva a uno de los temas más complejos
en lo concerniente a toda regulación antimonopó-
Así, no es lo mismo tener un 20% de participación lica: el problema de la regulación de precios. Qui-
en un mercado desconcentrado que el mismo zás el punto más discutido respecto del abuso de
porcentaje en un mercado altamente concentrado. la posición dominante del mercado es el caso de
La posibilidad de acuerdos dirigidos a fijar pre- la imposición por parte de la empresa monopolís-
cios y reducir producción es mucho más clara en tica de un precio que se encuentra por encima del
el segundo caso que en el primero. Por ello no costo marginal del producto o del precio de equi-
sólo se debe considerar el porcentaje de participa- librio. Esto lo logra la empresa monopólica por
ción, sino el nivel de concentración en el mercado medio de una restricción en la producción que
correspondiente. genera una escasez artificial del producto corres-
pondiente, Como consecuencia de ella, se puede
5. EL ABUSO DE LA POSICION cobrar un precio que maximiza la utilidad del mo-
DOMINANTE nopolista y que se encuentra por encima del costo
marginal del producto.
El problema no es sólo definir qué constituye una
posición dominante, sino qué es abusar de tal po- Si aceptamos que un mercado competitivo genera
sición. El Decreto Legislativo N° 701 trata de dar una tendencia a que el precio se iguale al costo
respuesta a esta pregunta en su artículo 5, que es- marginal, todo valor que se cobre por encima de
tablece que una o varias empresas abusan de su este costo marginal constituiría, en teoría, un abu-
posición dominante cuando de manera indebida, so de posición de dominio en el mercado y podría
actúan «[...] con el fin de obtener beneficios o cau- justificar la intervención estatal para controlar
sar perjuicios a otros, que no hubieran sido posi- precios.
bles de no existir la posición de dominio». El <<ac-
tuar de manera indebida» debe entenderse referi- El gran problema son los costos administrativos
do a utilizar la participación en el mercado de ma- del sistema. Para determinar que un precio supera
nera tal que se produzca un daño distinto al mero el costo marginal del producto se requiere un
daño concurrencial, es decir el derivado de una cuerpo especializado de funcionarios capaces de
competencia leal y libre. determinar cuál es este costo marginal, lo que de
por sí es bastante complicado, por no decir impo-
Como dijimos, la existencia de empresas más sible. Pero además, esta determinación debe ha-
grandes puede ser beneficiosa para los consumi- cerse periódicamente a fin de que refleje todas las
dores si como consecuencia de una economía de contingencias que afectan los costos de una em-
escala, la reducción de los costos de producción se presa en su quehacer diario. El riesgo de un cálcu-
traduce en precios más bajos. lo demasiado bajo generará incentivos para una
producción por debajo de la socialmente necesa-
Pero que el monopolio produzca a menor costo ria, creándose escaseces que pueden ser tan nega-
no quiere decir que el monopolista cargue un me- tivas como el propio monopolio. Basta recordar los
nor precio. Aprovechando que él es el único pro- períodos de control de precios que se dieron en el

THEMIS
--m-
pasado cercano y cuáles fueron sus efectos. Los mejor alternativa sería que, por regla general, no
gobiernos de aquella época hablaban de prácticas se ejerza control sobre los precios y tarifas que co-
como la especulación o el acaparamiento que son bran las empresas y sólo por excepción, en casos
en sí mismas imposibles si es que no existe una de monopolios naturales evidentes (donde las ba-
posición de dominio; o acusaban directamente a rreras a la entrada de competidores son natural-
los monopolios de la escasez de bienes y servicios mente determinadas por la estructura de costos y
en el mercado. Eran, como hoy sabemos, simples las características de la demanda) y donde la de-
excusas para ocultar su incompetencia y la tre- terminación del costo marginal pueda hacerse a
menda irracionalidad de las medidas. Esto, a su un costo administrativo razonable, se admita un
vez, se convertía en justificación del propio con- control limitado sobre los precios. Pero éste es un
trol de precios. Ello nos muestra cómo el lenguaje tema que requeriría un artículo completo para ser
del <<antimonopolio» puede utilizarse para estable- analizado.
cer casi cualquier tipo de limitación o interven-
ción en la economía y cuáles son los riesgos de un La norma peruana vigente 15 contiene en su artícu-
manejo ideológicamente dirigido. Paradójica- lo 5 una enumeración de casos considerados co-
mente, es muy fácil pasar las regulaciones anti- mo abuso de posición de dominio en el mercado.
monopólicas al otro lado del muro. No es mi intención analizar cada uno de ellos al
detalle. Por otra parte, existen otros supuestos que
Pero el problema no termina ahí. Finalmente, en podrían estar regulados. Prefiero analizar los ca-
el supuesto negado que se pudiese determinar el sos más comunes presentados en la legislación
costo marginal de manera razonable, se requiere comparada, muchos de los cuales son sumamente
de un aparato coercitivo efectivo capaz de poner discutidos.
en vigencia el precio determinado administrativa-
mente, con todos los problemas que esto puede a. Uso de precios predatorios
significar.
Nos referimos al uso de precios por debajo del
Obviamente, la efectividad de un sistema de con- costo de producción del bien con la finalidad de
trol de precios es sumamente discutible y su costo liquidar a los competidores. Según la teoría de
administrativo puede ser significativo, al extremo precios predatorios, es perfectamente posible que
que sus costos pueden fácilmente superar a sus una empresa elimine a la otra reduciendo sus
beneficios. Dentro de esta línea es mejor, como di- precios.
jimos antes, atacar las restricciones que crean ba-
rreras ilegítimas a la entrada al mercado para de- Realmente, en la práctica, es poco probable que
jar que sean los propios mecanismos de este últi- ello pueda ser considerado como una práctica
mo los que generen límites a la facultad de fijar ilegítima e inconveniente. En sí misma, es una de
precios por encima del costo marginal. las reglas básicas del mercado que los competido-
res compitan mediante precios. De hecho, hemos
Cabe preguntarse, sin embargo, qué sucede con sido testigos de numerosas guerras de precios, so-
los monopolios naturales, los mismos que, en bre todo en estos últimos tiempos.
principio, no podrán ser controlados por el merca-
do pues son, precisamente, consecuencia de su También es posible que ocasionalmente las em-
funcionamiento. En estos casos, salvo que haya presas vendan por debajo de sus costos. Decimos
un incremento sustancial en la demanda que per- «ocasionalmente» porque de hacerlo permanente-
mita el surgimiento de competidores o una reduc- mente quebrarían en el mediano o largo plazo,
ción sustancial de los costos fijos que enfrenta la entrando en una práctica suicida. Por ello es poco
industria, el monopolio subsistirá, y como tal, probable que pueda considerarse como una
mantendrá su facultad de fijar precios por encima práctica comercial seria.
del costo marginal. El control de tarifas es común
precisamente donde el carácter de monopolio na- Pero además tenemos un problema adicional. Para
tural aparece como evidente. Tal es el caso de los determinar que alguien vende por debajo del cos-
servicios públicos como teléfono, agua y electrici- to, tenemos precisamente que calcular el costo
dad marginal, lo que es, en la práctica, virtualmente
imposible. No es sencillo poder distinguir la gue-
El problema es difícil de solucionar. Creo que la rra de precios propia del mercado, que es una

THEMIS
253
práctica saludable, de esta supuesta estrategia de muy especiales, como sería aquél en que se dan
precios predatorios. Tal situación podría ser precios predatorios en áreas donde existan barre-
atribuible a que si la empresa vende más barato lo ras de algún tipo para la entrada al mercado.
hace por ser más eficiente en términos económi-
cos, pudiendo minimizar sus costos en relación a b. Discriminación de precios
sus competidores. Y si nos equivocamos, lo que es
sumamente probable, estaremos sancionando y Según la teona económica, las empresas mono-
destruyendo eficiencia. pólicas pueden maximizar aún más su utilidad si
son capaces de vender sus productos a precios
Existe sólo un caso en que, en el campo teórico, distintos. Así querrá cobrar más a los consumido-
parece factible que una empresa desarrolle una res que estén dispuestos a pagar más, y menos a
política de precios predatorios sostenida. Las con- quienes estén dispuestos a pagar menos, siempre
diciones para que ello sea así son varias y normal- que no estén dispuestos a pagar menos del costo
mente es difícil encontrar una situación en la que marginal de un producto. Este efecto es diferente
resulta económicamente razonable para una em- al que se da en un mercado competitivo en el que
presa reducir sus precios a niveles en que se pro- existe un solo precio de equilibrio.
duzcan pérdidas con el solo fin de eliminar a sus
competidores. También puede producirse por la intención de un
productor de extender su monopolio a otros estra-
El caso en el que esto sería posible se daría si la tos de la actividad económica. Así, por ejemplo, se
empresa que utiliza este mecanismo de precios da condiciones distintas a dos distribuidores de
predatorios tiene una situación monopolística en un producto, con la intención de que uno despla-
un mercado que le permite «subvencionar» sus ce al otro del mercado. Esto también podría consi-
operaciones en otro mercado para poder vender derarse contenido en el inciso b del artículo 5 de
por debajo de sus costos y así desplazar a sus la Ley Antimonopolios.
competidores. Se trataría entonces de un intento
de transferir su monopolio de un mercado a otro. c. Negativa injustificada de satisfacer las
Pero incluso en este caso, la reducción del precio demandas de compra de productos
puede requerir de un período muy largo para ser
efectivo. Nada garantiza a la empresa que una vez Contemplada en el inciso a del artículo 5 del De-
logrado su objetivo, y cuando comience a cargar creto Legislativo N° 701. Puede ser un mecanismo
precios monopolísticos, nuevos competidores no para tratar de imponer la exclusividad de un pro-
entrarán al mercado y conseguirán la reducción ducto en el consumidor. Esta facultad puede ejer-
del precio nuevamente hasta sus niveles competi- cerse individualmente o por medio de una orga-
tivos. La empresa monopólica puede haber sufri- nización de ofertantes en lo que se conoce como
do grandes pérdidas para alcanzar su objetivo, pe- un boicot. Sin embargo, en el caso del boicot es-
ro nada le garantiza que podrá crear un monopo- taríamos más claramente ante un caso de práctica
lio en el nuevo mercado por un tiempo suficiente restrictiva que no necesariamente requiere de la
como para que pueda siquiera resarcirse de las existencia de una posición dominante en el mer-
pérdidas sufridas. Ello hace irracional la política cado. En cambio, cuando la negativa es individual,
de precios predatorios, incluso en el supuesto de ésta sólo será efectiva cuando quien la lleva a cabo
que la empresa que la desarrolle tenga posición tiene una posición dominante en el mercado.
de dominio en un mercado dado. Si triunfa en el
mercado, es posible que ello sea atribuible a una Por ejemplo, ello se produciría cuando en un pue-
mayor eficiencia, antes que a una práctica mono- blo existe un periódico que es el medio de publi-
pólica. cidad principal. Aparece una radio, y el periódico
decide no aceptar publicidad de quienes hacen
Podría pensarse que éste sería el problema que se publicidad en dicha radio. Tal práctica puede ser
ha tratado de contemplar bajo el inciso b del ar- considerada ilegal, pero siempre que sea analiza-
tículo 5 del Decreto Legislativo N° 701, aunque el da bajo la regla de la razón, pues pueden existir
lenguaje utilizado no resulta del todo claro. Así, motivos fundados para tal actitud, sobre todo si
podría pensarse que la aplicación de condiciones tenemos en cuenta que en el campo contractual la
comerciales desiguales para prestaciones equiva- posibilidad de negarse a contratar es una de las
lentes se produce cuando se vende en un merca- bases de la autonomía privada, pudiendo conver-
do a un precio distinto al que se vende en otro tirse injustificadamente esta norma en un meca-
mercado, reflejando la intención de obtener un nismo de contratación compulsiva.
nuevo monopolio. Sin embargo, por lo dicho, tal
interpretación debe restringirse a algunos casos

THEMIS
254
d Uso de cláusulas de atadura das) y por esta vía establecía cuáles de sus consu-
midores valorizaban las máquinas más que los
Infracción recogida en el inciso c del artículo 5 del otros. Así cobraban a los que más valorizaban las
Decreto Legislativo N° 701. Se trata de situaciones máquinas precios superiores. En este sentido, esta
en las que la empresa exige la adquisición de bie- práctica puede ser considerada abusiva sólo cuan-
nes o prestaciones suplementarias al producto do es utilizada con la intención de discriminar
que se adquiere. Es el caso del proveedor de cer- precios.
veza que se niega a vender cerveza al cliente que
no le compra además gaseosas. La idea es que una Además, debemos considerar que es realmente
empresa puede tratar de extender su poder mo- difícil determinar cuando existe una cláusula de
nopolístico en un mercado de un producto al atadura. Por ejemplo, en ocasiones se ofrecen
mercado de otros distintos. ofertas como «compre una pasta de dientes y reci-
ba gratis un cepillo en la caja». Como en el merca-
Se debe tener en cuenta que el intentar monopoli- do no hay nada realmente gratis, podría tratarse
zar otro mercado implica incrementar el costo en de una cláusula de atadura por la que me veo
el mercado original, 10 que no parece muy racio- obligado a comprar ambas cosas por un solo pre-
nal. Imaginemos que el consumidor valora la bo- cio que refleja el costo de ambas. Pero sin duda,
tella de cerveza en S/. 10 Y el precio al que se ven- ello aparece como una práctica comercial legítima.
de es S/. 8 por el monopolista. En principio, el En otros casos, las cláusulas de atadura se vincu-
cliente estaría dispuesto a comprarla Ahora, si el lan a contratos de franquicia donde el proveedor
monopolista obliga además a comprar una gaseo- exige la compra de todos los elementos integran-
sa de un precio de S/. 5 Y que no interesa en 10 tes de la misma. Por ejemplo, el franquiciante de
más mínimo al consumidor (es decir, que vale pa- una cadena de hamburguesas al paso obligará a
ra él S/. O), 10 estaría obligando a pagar S/. 13 por comprar la carne, el pan, las envolturas, los pos-
algo que el consumidor valora en S/. 10. Definiti- tres, las servilletas, las gaseosas, etc Aquí también
vamente, no comprará ni gaseosa ni cerveza y el parecen existir razones justificadas, es decir, man-
monopolista perderá las utilidades de dicha venta. tener la uniformidad en las tiendas franquiciadas.
Es más lógico vender sólo el producto deseado Llevado al extremo, se podría decir que la caja en
por el consumidor y cobrar por él un precio mo- la que viene un producto determina una <<atadu-
nopolístico. ra» con el propio producto. No se trata pues de
una conducta que deba ordinariamente san-
La irracionalidad descrita hace difícil pensar que cionarse, y parecería que los casos en que ello de-
cuando se da una cláusula de atadura la intención be suceder son bastante excepcionales (como es el
sea ampliar el poder de mercado a un producto caso de su utilización para discriminación de pre-
distinto. Parece más probable que dicha práctica cios). Sería pues otro caso de aplicación de la regla
debilite, por el contrario, el poder de la empresa de la razón.
en el mercado que domina reduciendo finalmente
sus ganancias. Ello quiere decir que las cláusulas e. Los convenios de exclusividad
de atadura obedecen a razones distintas a buscar
consolidar un nuevo monopolio. De ordinario es también difícil encontrar casos en
que los convenios de exclusividad deban de ser
Hay casos en que es evidente que la «atadura» es sancionados. Se habla de convenio de exclusivi-
eficiente. Por ejemplo, cuando tiene por fin prote- dad cuando un proveedor con posición de domi-
ger la calidad o el prestigio de un producto. Tal nio celebra convenios con los distribuidores de
fue el caso de la IBM en los Estados Unidos, que sus productos para que no puedan vender nin-
ataba a la compra de computadoras la compra de gún producto de otro competidor. De hecho, la le-
tarjetas perforadas a fin de evitar que tarjetas de gislación peruana no los recoge ni sanciona ex-
baja calidad perjudicaran el funcionamiento de las presamente.
máquinas, afectando su prestigio. Ello constituye
una práctica perfectamente razonable. En principio, no existirían razones para cuestio-
nar su validez Según algunos teóricos, éstos de-
En otras ocasiones, se utilizan para lograr una ben ser declarados ilegales en los casos en que
efectiva discriminación de precios. Ello sucedió en exista una posición de dominio en el mercado,
el caso de una empresa que vendía máquinas en- pues la empresa monopolística podrá, a través del
latadoras de sopa y que obligaba a sus clientes a <<acaparamiento» de distribuidores, crear una ba-
comprarle la sal. A través de este mecanismo po- rrera temporal (hasta que se desarrollen nuevos
día identificar cuánto utilizaban las máquinas (lo canales de distribución) para la entrada de compe-
que les daba un índice de cómo eran aprovecha- tidores en el mercado. Los convenios de exclusivi-

THEMIS
-255--
dad dificultan la entrada de competidores precisa- llevará a fijar un precio razonable. El precio míni-
mente porque obligan a éstos a desarrollar sus mo sólo funcionaría para asegurar un margen de
propias cadenas de distribución para poder acce- ganancia que permita una competencia por servi-
der al mercado, con los costos consiguientes. cios. Si existe una posición de dominio, el provee-
dor no tiene necesidad de fijar un precio mínimo
En sí, los pactos de exclusividad tienen un efecto a sus minoristas. Simplemente venderá a estos al
similar a la integración vertical, es decir, aquella precio monopolístico que le permita maximizar su
que se produce entre dos eslabones del proceso utilidad En uno u otro caso, la única razón apa-
productivo. Como veremos más adelante, este ti- rente sería mejorar los servicios que se brindan al
po de integración no restringe realmente la com- consumidor.
petencia (como sí podría suceder por ejemplo con
la integración horizontal, es decir la que se produ- El único caso en que podríamos pensar en un
ce entre competidores actuales o potenciales). Por efecto anticompetitivo es cuando los propios mi-
el contrario, pueden generar eficiencia ayudando noristas utilizan al proveedor para hacer efectivo
a alcanzar economías de escala. un cartel. Pero en dicho caso, el problema no está
en los precios mínimos de reventa, sino en la con-
f. Fijación de precios mínimos de reventa certación de precios entre los minoristas, infrac-
ción totalmente distinta. En todo caso, es difícil
La empresa fabricante de productos establece un imaginar las razones por las que el proveedor
precio mínimo, por debajo del cual no pueden los principal aceptaría ayudar a hacer efectivo un car-
minoristas o distribuidores vender al público. Una tel sin recibir aparentemente ningún beneficio.
modalidad menos radical es la de «precio sugeri-
do al público». Esta práctica tampoco se encuentra 6. PRACTICAS RESTRICTIVAS DE
prohibida expresamente en nuestra legislación, y LA COMPETENCIA
creemos que ello es correcto, pues en términos
generales no afecta negativamente la compe- A diferencia de los casos analizados en el punto
tencia. anterior, en estos supuestos no se requiere que
exista una posición de dominio en el mercado.
La fijación de precios mínimos de reventa evitan Nos referimos a ciertas prácticas que por su clara
la competencia vía precios entre los minoristas. naturaleza anticompetitiva deben prohibirse, in-
Debe destacarse, sin embargo, que incentiva la dependientemente de que puedan o no consoli-
competencia vía servicios entre ellos (promocio- dar un monopolio, o que sean o no una restric-
nes de ventas, salones de exhibición, propaganda, ción efectiva a la libre competencia.
publicidad, ete.). Esto es importante si se tiene en
cuenta que estos servicios secundarios pueden ser Muchas veces, el costo de determinar si ciertas
importantes para maximizar el nivel de ventas. prácticas tienen la posibilidad de restringir de
Así, si no se garantiza la existencia de un ingreso manera efectiva la competencia en perjuicio del
margen de utilidad que permita a los distribuido- consumidor es demasiado elevado, y a simple vis-
res, por ejemplo de automóviles, contar con un sa- ta aparece que estas prácticas no contribuyen en
lón de exhibición, estos no existirán. Se produciría nada a favorecer el funcionamiento del libre mer-
adicionalmente un problema de free riders. Aquél cado. Ellas deben ser declaradas per se ilícitas.
que construye, a su costo, un salón de exhibición,
genera beneficios a aquél que vende los mismos Básicamente, es atacable por esta vía toda acción
automóviles por catálogos y que puede vender a dirigida a concentrar poder económico para crear
menor precio por el hecho de tener menores cos- un monopolio, sea a través de coordinar a los
tos. El cliente iría a ver físicamente el automóvil al competidores fijando precios, distribuyendo mer-
salón de exhibición, pero lo compraría por catálo- cados, determinando cuotas de producción u
go donde le resultara más barato. El efecto sería otras prácticas análogas. Usualmente, las prácticas
que no habría incentivos para construir salones per se ilícitas son aquellos acuerdos, entre dos o
de exhibición a pesar de que en términos globales más empresas, destinados a concentrar poder eco-
pueda ser mejor tanto para los productores como nómico de manera horizontal a fin de poder fijar
para los consumidores. condiciones en el mercado.

No es por lo tanto una práctica que deba ser con- Todas las prácticas contempladas en el artículo 6
siderada ilícita, porque aparentemente no existen del Decreto Legislativo N° 701, llevan implícitas
razones por las que un productor deba recurrir a las necesidades de concertación entre competido-
esta modalidad Si el proveedor no tiene posición res potenciales o actuales. El caso más común es
de dominio, la competencia con otras marcas lo la fijación de precios.

THEMIS
~~
Quizás este tipo de problemas es el que más co- así la elevación del precio. Pero como ese precio
múnmente es objeto de sanciones, sobre todo en incentiva la entrada de nuevos competidores, se
economías como la peruana en que la cultura de irá paulatinamente aumentando la cantidad ofre-
mercado existente es tan pobre que no permite a cida hasta llegar nuevamente al precio de compe-
los agentes económicos tomar conciencia de su tencia o, en su defecto, a la descomposición total
carácter ilegal. Las concertaciones o carteles, como del cartel.
comúnmente se les llama, pretenden distorsionar
los mecanismos de fijación de precios, privando al Debemos destacar que tampoco debe entrarse a
consumidor de la facultad de contribuir a su for- un problema de regulación de precios. Una con-
mación. En términos reales, no difieren de la fija- certación para bajar precios debe ser considerada
ción de precios por la autoridad estatal. En ambos tan nociva como una concertación para subirlos.
casos se priva al consumidor de la posibilidad de Lo importante no es el precio, sino cómo se for-
participar en el proceso de determinación de pre- ma. Por eso decimos que no se analiza la razona-
cios. bilidad de la práctica, la que es considerada per se
ilegal.
Debemos destacar que la concertación debe darse
a nivel horizontal, es decir, entre competidores. Una pregunta que cabe formularse es por qué
Las concertaciones verticales no tiénen la posibili- sancionar una práctica de este tipo cuando final-
dad efectiva de limitar la competencia. El hecho mente el mercado la puede combatir con sus pro-
de que un fabricante obligue a su distribuidor a pios mecanismos. Creo que podemos encontrar
vender a un precio acordado no evita el funciona- dos razones, ambas íntimamente vinculadas.
miento del libre mercado. El problema se da cuan-
do la concertación se produce entre dos competi- La primera de ellas se vincula con el plazo para la
dores. eliminación del cartel. Si bien en términos eco-
nómicos el cartel puede estar condenado a desa-
Los carteles buscan dejar de ser «tomadores de parecer, esto sucederá sólo en el mediano o largo
precios» para convertirse en determinantes de los plazo. Al no existir razones de eficiencia para que
mismos. Reducen entonces la competencia entre se mantenga, durante el lapso que perdure gene-
sus integrantes a fin de lograr precios y condicio- rará una pérdida social irreparable. Por tanto, es
nes concertadas. mejor la intervención estatal para acabarlo de una
sola vez.
Sin embargo, al igual como sucede con el mono-
polio, el mercado es el peor enemigo del cartel. En Pero esta razón también parecería ser de aplica-
primer lugar, los incentivos para hacer <<trampa» ción al monopolio. Este será eliminado por el mer-
entre los integrantes de carteles son muy grandes. cado en el largo plazo, salvo que sea eficiente, es
Ellos pueden advertir que bajando sus precios decir, que sea la mejor manera de producir. Po-
pueden verse favorecidos por la demanda de los drían eliminarse las pérdidas generadas entre su
consumidores, mientras los demás, cumpliendo instauración y su desaparición por vía de la inter-
con su compromiso, mantienen un precio concer- vención del Estado. Pero existe una diferencia im-
tado más elevado. Además, los integrantes del portante. Hemos dicho que el monopolio se man-
cartel no pueden acudir al sistema legal para ha- tendrá si es eficiente. Por tanto, si nos equivoca-
cer que el pacto sea exigible, pues éste es contra- mos y destruimos un monopolio bueno, estare-
rio a normas de orden público y por tanto inexigi- mos destruyendo eficiencia.
ble. Ello lleva a que los carteles tengan en sí mis-
mos un claro defecto estructural. Esto también ex- Quizás una mejor manera de comprender este
plica por qué los carteles son muy poco probables punto es vincularlo al combate contra las fusio-
en mercados desconcentrados. La posibilidad del nes, otra práctica que podría ser considerada res-
acuerdo es difícil, y es aún mayor la dificultad de trictiva de la competencia, y con la aparición de
hacerlo exigible, sobre todo porque los incumpli- monopolios por crecimiento interno de la propia
mientos en un mercado con muchos competido- empresa.
res potenciales son prácticamente indetectables.
En principio, existen tres maneras de acumular
Pero incluso en el supuesto de que el cartel pudie- poder económico. La primera es por crecimiento
ra mantenerse unido, la fijación de un precio por interno. Una empresa comienza a ganar paulati-
encima del competitivo creará incentivos para la namente las preferencias de los consumidores y
entrada de nuevos competidores. Así como lo ha- con ello irá ampliando su participación en el mer-
cen los monopolios, los carteles logran su efecto cado, pudiendo incluso consolidar un monopolio
restringiendo la cantidad ofrecida y consiguiendo una vez que haya hecho quebrar a todos sus com-
petidores. La segunda es por la vía de fusiones o que ello sea una práctica que mejore los niveles
adquisiciones de propiedad de empresas competi- de eficiencia.
doras, acumulando el poder económico de dos o
más de ellas. La tercera forma es mediante la con- No atacamos formas de integración vertical
certación de precios o condiciones de comerciali- porque ello no reduce la rivalidad en el mercado.
zación, consiguiendo que los competidores, sin La fusión entre un productor y un distribuidor no
necesidad de integrar sus procesos productivos, reduce la competencia. No nos preocupa entonces
tomen decisiones centralizadas sobre los niveles el tamaño de la empresa, sino el grado en que la
de precios aplicables. integración limita los mecanismos de compe-
tencia.
En la legislación comparada son cada vez menos
los casos en que se cuestiona el crecimiento inter- Pero también las fusiones pueden no generar me-
no de una empresa. De hecho, en el sistema nor- joras en la eficiencia y ser sólo mecanismos de re-
teamericano no se considera bajo ninguna cir- ducir la competencia. En tales supuestos, deberían
cunstancia que el crecimiento interno de la em- eventualmente ser prohibidas. Por eso, en otros
presa sea una práctica monopólica. La razón es sistemas la fusión puede ser considerada como
muy sencilla: el crecimiento interno es conse- ilegal en aplicación de la «regla de la razón», ana-
cuencia de una mayor eficiencia, de la derrota de lizando si es o no razonable. Y es que la regla de
los competidores en la lucha por capturar las pre- la razón se justifica precisamente porque en oca-
ferencias de los consumidores. Estamos, pues, siones una conducta es eficiente y en ocasiones
frente a un éxito atribuible al reconocimiento que no lo es. Permitirlo siempre puede terminar res-
los consumidores -que son los que realmente nos tringiendo la libre competencia, pero utilizar la
importan- hacen de los productos de dicha em- regla per se puede conducimos a destruir eficien-
presa. El crecimiento interno acumula poder eco- cia en muchísimos más casos a aquellos en los
nómico y puede llevamos a consolidar una posi- que genera efectos negativos 16.
ción de dominio, pero alcanza a la vez una econo-
mía de escala. Lo hace en base a ser más competi- Por lo dicho, desde un punto de vista teórico, las
tivo y más eficiente. El Decreto Legislativo N° 701 fusiones de empresas o la coordinación de admi-
no sanciona bajo ningún supuesto el crecimiento nistraciones de las mismas mediante adquisicio-
interno, pues no sanciona la posición de dominio nes deben ser sancionadas en casos muy excep-
en sí misma. cionales. Ello sólo debe suceder cuando como con-
secuencia de las mismas resultan mercados alta-
Las fusiones, por el contrario, plantean una situa- mente concentrados y donde la unidad resultante
ción distinta. Las empresas pueden conseguir al de la fusión o concentración adquiere un porcen-
fusionarse o al establecer mecanismos de control taje sustancial de participación que le permite de-
administrativo por la vía de adquisiciones que ge- sarrollar ciertas capacidades para fijar precios,
neran grupos económicos, una mayor eficiencia siendo presumible la inexistencia de beneficios
productiva. Así, una fusión es en realidad un pro- palpables en términos de eficiencia.
ceso de integración entre empresas. La integra-
ción puede llevar a la reducción de costos fijos, Pero cuando llegamos a la concertación entre
mayor eficiencia productiva, establecimiento de competidores, todo cambia radicalmente. La con-
economías de escala y reducciones de precios fi- certación entre productores de un mismo bien no
nalmente beneficiosas para los consumidores y genera ninguna forma de integración vertical. No
para la sociedad en su conjunto. Si bien la fusión se reducen los costos de producción ni los precios.
o la adquisición del control de una empresa com- No se logra una mayor eficiencia productiva. Sólo
petidora elimina la rivalidad entre productores se logra determinar un precio concertado. N o tie-
que concurren a un mismo mercado, puede ser ne ningún efecto positivo que justifique el desa-

16 No ·.qtriSieraeri~ar.a1 de~ti
• • dificil.teJna·st):e.·.(ÚmO• •.r• •·.las• • fUSíÓne~; adqulsition~ d~[X)l1bul ~iem~e~•. ~
• • en• . Pe-
rú, tern;:I de gran act11<llídadcoIllaxepente~lIlpra por~ede l~cety~a~IJ$&J()lln~11 delJn}'1aqtie~~eJ:lli3.(::om~c
ñía Nad!Jl1a1<ieCerV~~jlq~)e~te tei1et~rontl'ól,~e~llllilÍ\aDe~~ó,n0lll.lyj,tnproll~t:ttpexptesoqe1
Decreto Legíslativo ·~ • 701.sobre . ~I • partio.d~.dejand().@abíert¡l.J¡¡·(ijscusiíil'l.sobre .• s1·.estllrÍá . o .nocOntenlPI~do en . ·1os··¡;U-
Ptiestosgené!'iq¡s delaley,L() que es
sl ey%tentees<w~~~prorUndarsesobreQ)mo~benre~enel.~. estas
situaciOfles utijjzan(!Omodetos provenientes~~ paísesd~ll¡tdos,.conJl'lel'cadosinrn~nSawent(!st:lperiOfesentamañoy
por tant9. queexigen~~tú<ljesihf~re~(iepart~pIlp6tl ~.~~cadoParáalcanzate~(ieC$Calí\.~ PeqUéi'\<\s . •.
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THEMIS
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rrolIo de esa práctica. Por el contrario, puede ayu- do así una presión para someter o alterar la vo-
dar a mantener demasiados competidores con luntad de éstos. Obviamente, debe desprenderse
costos ineconómicos por la vía de evitar la salida del tipo de boicot que se lleve a cabo que éste va-
de los mismos 17. ya dirigido a afectar el precio o los mecanismos
de competencia. Los boicots dirigidos a alcanzar
Por ello, es per se ilegal y tal conducta se sanciona fines políticos o sociales (por ejemplo, lucha con-
sin entrar a discutir sobre sus posibilidades reales tra actitudes discriminatorias) no deberían ser ata-
de éxito. Al no haber efectos positivos, que maxi- cables. Tampoco deberían ser atacables las organi-
micen eficiencia, y más bien se aprecian potencia- zaciones laborales de empleadores o trabajadores
les efectos negativos, no existen rarones para per- que tengan por finalidad la negociación de conve-
mitir la práctica y menos aún para incurrir en los nios colectivos de trabajo. En tal sentido, la huelga
costos de determinación de su posibilidad de éxi- no sería un caso de boicot. Los boicot s no están
to. Nuestra legislación sí contempla la sanción cla- considerados expresamente como infracción; de-
ra de este tipo de conductas en el artículo 6 del ben interpretarse como una forma de concerta-
Decreto Legislativo N° 701, aunque han surgido ción inaceptable.
dudas sobre su carácter de ser per se ilegales.
Vinculado al tema de la concertación están las fa-
Para graficar con un ejemplo las diferencias, un cultades concedidas a la Comisión Multisectorial
abogado puede ganar prestigio y con ello aumen- de Libre Competencia para poder autorizar algu-
tar su cartera de clientes, obteniendo así una ma- nas de las prácticas señaladas en el artículo 6 del
yor participación del mercado. Ello es crecimiento Decreto Legislativo N° 701, según lo establecido
interno y es perfectamente legítimo. Por otro lado, en el artículo 7 de la misma norma.
un conjunto de abogados puede asociarse para
formar un estudio. Al hacerlo, han renunciado a Debe tomarse en cuenta que el tipo de prácticas
competir entre sí, han eliminado rivalidad en el que se prohibe en el artículo 6 es de una naturale-
mercado «fusionando» sus actividades profesiona- za tal, que de ordinario no produce ningún bene-
les. Pero todo ello con el objeto de integrar sus es- ficio social en términos de eficiencia, pero repre-
fuerzos, complementar sus habilidades derivadas senta un riesgo real en lo que respecta a sus evi-
de la especialización de cada uno y reducir costos dentes efectos anticompetitivos. En este contexto,
fijos para ser más competitivos en el mercado. En y dado lo complejo y costoso, administrativamen-
principio, ello es legítimo porque deriva en un te hablando, que puede resultar determinar
mejor y más completo servicio al cliente. Podría cuándo estas prácticas pueden ser rawnables, se
sin embargo darse el caso de que los principales prefiere declararlas ilegales per se. Lo que el ar-
estudios de Lima se fusionen sólo con la inten- tículo 7 pretende es admitir que, bajo ciertas con-
ción de reducir competencia, sin que la unión ten- diciones, estas prácticas pueden ser eficientes, y
ga la intención de generar más eficiencia. Ello po- por lo tanto positivas, a pesar del riesgo que po-
dría justificar el cuestionamiento de la fusión. Fi- drían plantear en términos de afectar a la libre
nalmente, el Colegio de Abogados podría estable- competencia. No quisiera entrar a analizar en de-
cer tablas de honorarios mínimos aplicables a to- talle cada una de las excepciones planteadas. En
dos los abogados. Ello no mejorará bajo ningún términos generales, se recoge que el carácter ne-
aspecto la eficiencia del servicio profesional Sólo gativo de estas prácticas no está sujeto a una pre-
perjudica a los consumidores de servicios legales sunción iure et de iure, sino iuris tantum. Esto impli-
pues podrían verse obligados a pagar precios su- ca, en algún grado, aceptar el hecho de incurrir en
periores a los que establecería la libre competen- algunos costos administrativos que pueden ser
cia. Ello debe ser prohibido de todas maneras. importantes, con el fin de determinar si la prácti-
ca, a pesar de su aparente carácter anticompetiti-
No podemos dejar de mencionar un caso adicio- vo, es eficiente o en todo caso es inocua para la
nal de prácticas restrictivas conocido como los eficiencia. De alguna manera, la inversión de la
boicots. Se definen como los acuerdos entre varios carga de la prueba obligando al interesado a pro-
compradores o vendedores para dejar de comprar bar ante la Comisión que la práctica es eficiente,
o vender de ciertos individuos o empresas, crean- reduce parte de estos costos, pues normalmente

Y~~·.~~•. ~®~;~~~Jd~pof~iI~es.·<:()~pé~<#~s·(65itlo.a$9Utl~,~6áti~4e·.~ªoS,~~)jíl\cl~.·á{
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d.~.1(l$Iilil~~i<:i~..F.sp~'·Íl1'I~$~ponl~ti~\.4~~q~Y~.~ • ~~~~P~l1ctiY~~Ilef'i~e.... .. ..

THEMIS
-~-
es la propia empresa, antes que la Comisión, la 7. CONCLUSION
que dispone de una mejor información y está en
mejor aptitud para llevar a cabo el análisis y para El presente artículo ha dado sólo una visión pano-
demostrar su conveniencia. rámica de la problemática de las regulaciones anti-
monopólicas. La preocupación se ha centrado en
Los casos contemplados como excepciones suelen los riesgos que plantean para la economía, y sobre
vincularse a lo que se conoce como"competencia todo para los consumidores, una legislación inter-
ruinosa", es decir en que la concurrencia en el vencionista que trace los linderos de la regulacio-
mercado nos conduce a una quiebra masiva de nes más allá del Muro de Berlín y que cometa los
empresas. Es común que los casos de competencia mismos errores que cometieron sus constructores.
ruinosa estén vinculados a circunstancias en que
debería darse un monopolio natural. La necesidad Los riesgos son muchos. Una regulación que no
de economías de escala exige la eliminación de to- respete ciertos límites, que no comprenda como
da empresa cuyas dimensiones no alcancen la es- meta en su aplicación el logro de la eficiencia y el
cala suficiente como para minimizar los costos de bienestar final de los consumidores puede sufrir
producción. En este sentido, esta preservación de un derrumbe tan estrepitoso como el propio Mu-
empresas es precisamente contraria a las funcio- ro de Berlín. Pero el peligro está en que al hacerlo
nes que debe desarrollar el mercado. puede hacemos pensar que la legislación antimo-
nopólica es innecesaria, cuando ella, dentro de
En mi opinión, debería eliminarse la posibilidad sus límites naturales, es un mecanismo necesario
de obtener autorizaciones para desarrollar prácti- para la existencia del sistema de mercado.
cas restrictivas. Sin perjuicio de ello y de mante-
nerse vigente el artículo 7 debe limitarse la aplica- El logro de una regulación que fomente la compe-
ción por la Comisión de las autorizaciones a casos tencia, que no olvide que el tamaño empresarial
sumamente excepcionales expresamente contem- puede ser una expresión de eficiencia y que el
plados en la norma, para evitar desvirtuar las fun- mercado abierto es la mejor manera de asignar los
ciones de todo el sistema de regulaciones antimo- recursos, es un compromiso que debemos asumir
nopólicas. los que creemos en la libre competencia y descon-
fiamos de muros que cercan la libertad económica
que nos hace dueños de nuestro propio destino.

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