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UNIVERSIDAD PERUANA UNION

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


Escuela Profesional de psicología

Monografía
“AUDIOMETRIA”

Por:

Frank Nikolaiev Aroni

Docente:
Wilson Apaza Apaza

Juliaca, noviembre del 2019


RESUMEN:

Todos los que trabajamos utilizamos pruebas, medias o comprobaciones de la audicio n que no siempre las hacemos igual
que el resto de colegas. Introducimos variables personales, de utensilio o metodolo gicas no siempre controlables que
pueden producir al menos dos consecuencias indeseables. En primer lugar, podemos considerar correctos resultados que no
lo son. En segundo lugar, necesitamos saber en qué condiciones mínimas trabajamos todos. La Asociación Española de
Audiología (AEDA) presenta con este texto una sugerencia de normalización n de la Audiometría Tonal Liminar, está de
acuerdo con la normativa ISO y pretende ser una aportación más a la necesidad que tenemos en España de poner en común
este tipo de protocolos.

INTRODUCCION:

La audiometría tonal liminal es la que se utiliza con más frecuencia y aun cuando se analicen cuidadosamente sus resultados,
en ocasiones se requiere la práctica de otras exploraciones, como los potenciales evocados auditivos, la resonancia
magnética, etc.
La audiometría es la exploración del nivel de audición. Es una prueba absolutamente exenta de complicaciones y riesgos,
no tiene contraindicaciones y solamente requiere un ambiente insonorizado (ausencia de ruido) y la colaboración del
paciente.
La audiometría es una prueba que permite medir la audición, para determinar la capacidad auditiva del paciente, indicando
también posibles causantes de la pérdida auditiva en los casos en los que se detecte.

1. Modo de utilización

a. ¿Cómo se hace una audiometría?


Debes entrar en una cabina insonorizada (aislada de ruido) y ponerte unos auriculares. Después, el otorrino
(médico que hace las pruebas), va presentando una serie de sonidos y ruidos. Si eres capaz de oír los sonidos
debes apretar un pulsador. Poco a poco estos sonidos irán bajando de volumen hasta que ya no oigas nada.
La última intensidad reconocida determinará nuestro umbral de audición para esa frecuencia en concreto.
Es entonces cuando se comprueba tu umbral auditivo, es decir, lo que eres capaz de oír. Esto se repetirá
varias veces con diferentes intensidades y distintas frecuencias para cada oído por separado durante unos
quince minutos y al final se sabrá cuanto eres capaz de escuchar
b. Representación de los resultados: el audiograma
Los resultados de la audiometría se presentan de forma resumida mediante dos gráficos, uno por cada oído,
denominados audiogramas. Estos diagramas muestran cuánto eres capaz de oír, midiendo en decibelios los
sonidos y en hercios las frecuencias (repeticiones).
c. ¿Qué información nos ofrece un audiograma?
Se considera normal una pérdida de hasta 20 decibelios. Cuando las pérdidas auditivas superan esta cifra
son consideradas "anormales". La comparación entre las pruebas de vía ósea y de vía aérea son muy útiles
para comprobar si la pérdida del oído se debe a problemas en el oído medio (constituido por huesos: yunque,
martillo y estribo), o si el problema está en el oído interno, aunque también pueden darse en ambas vías al
mismo tiempo. Hay tres tipos de pérdidas auditivas:
 Hipoacusia de conducción o de transmisión: se refleja en el audiograma con una línea que se
distancia entre la vía aérea y la vía ósea. Ésta última permanece en los valores normales,
mientras que la vía aérea cae por debajo de los 20 decibelios.
 Hipoacusia de percepción o sensorial: las líneas de la vía ósea y de la vía aérea se encuentran
por debajo de los 20 decibelios. La caída suele ser más acusada en las frecuencias agudas o
altas.
 Hipoacusia mixta: a pesar de la distancia entre ambas vías las dos están por debajo de los 20
decibelios.
Los diferentes niveles de audición reflejados en los audiogramas son:

 Audición normal: cuando se reflejan por encima de los 25 decibelios, valor que muestra que no tienes
problemas para oír y entender.
 Pérdida de audición mediana: cuando se obtienen valores entre 26 y 45 decibelios. Si obtienes estas cifras en
el audiograma es que tienes algunos problemas para escuchar y entender si te hablan a cierta distancia, en un
tono bajo o cuando hay ruido.
 Pérdida de audición moderada: cuando se registran valores entre 46 y 65 decibelios, lo que señala que tienes
problemas para entender conversaciones, aunque no haya ruido de fondo y te resulta casi imposible escuchar
conversaciones en lugares ruidosos.
 Pérdida de audición severa: el audiograma refleja entre 66 y 85 decibelios. Este margen indica dificultades
para escuchar siempre y percibir sonidos sólo cuando tu interlocutor te habla muy alto y muy cerca.
 Pérdida de audición profunda: más de 85 decibelios. Si tu audiograma registra este valor no oyes aunque te
griten o no haya ruidos muy fuertes cerca de ti
.
Sin embargo, para obtener unos resultados fiables es muy importante que el médico colabore con el paciente, que
preste gran atención durante la prueba y responda con sinceridad. Por lo tanto, los resultados de una audiometría
estarán distorsionados en niños pequeños, no siendo válida la prueba en menores de cuatro años ni en personas muy
nerviosas o con déficit de atención.

El audiómetro es un equipo electrónico que genera ondas sonoras de diferente frecuencia, en forma de tonos puros
entre los 62 Hz (frecuencia baja) y los 8.000 Hz (frecuencia alta). El Hz (Hertzio) es la unidad de frecuencia de una
onda sonora en este caso, es decir el número de ciclos por segundo que tiene esa onda. Gracias a un potenciómetro se
puede incrementar la intensidad de los tonos en saltos de 5 dB hasta que el paciente informa de que oye el sonido. El
dB (decibelio) es la unidad de intensidad de las ondas sonoras, a mayor intensidad más alto se oye el volumen del
sonido. La intensidad de los tonos puede aumentarse desde el umbral mínimo de audición hasta el umbral de malestar
o "umbral doloroso", aunque hay que evitar el trauma sonoro que un aumento adicional de la intensidad podría
ocasionar. El paciente percibe los sonidos primero por un oído y luego por el otro, primero por el auricular para estudiar
la conducción aérea y luego por un vibrador óseo para estudiar la conducción ósea de la audición. La intensidad sonora
del lenguaje de las conversaciones normales se sitúa entre los 60 y 70 dB. El umbral doloroso se sitúa en los 120 dB.
El audiograma es la representación gráfica en forma de curva de la anotación de los diferentes umbrales auditivos (en
dB) para cada una de las frecuencias sonoras exploradas (en Hz), para cada oído por separado y tanto para la
conducción aérea como la ósea. Gracias a estas curvas de audición se pueden diferenciar dos tipos de pérdida de
audición o hipoacusia: la hipoacusia o sordera de transmisión y la hipoacusia o sordera de percepción.

En la hipoacusia de transmisión se afecta la vía aérea más que la ósea. La curva de conducción aérea del oído enfermo
estará a niveles más elevados de intensidad sonora (más dB) que la del oído normal. Y más elevada también que las
curvas de conducción ósea de ambos oídos. La lesión suele estar en el oído externo o en el oído medio.

En la hipoacusia de percepción se afecta la audición de los sonidos más agudos o con frecuencias más elevadas (en
Hz). La lesión suele estar en el oído interno lo que se denomina sordera sensorial, en el nervio auditivo lo que se
denomina sordera nerviosa o neurosensorial, o en la vía auditiva interna del sistema nervioso central.

2. Preparación del paciente

El paciente no necesita una preparación especial antes de someterse a esta prueba, que es un procedimiento
relativamente simple, rápido ya que dura unos 20-30 minutos y que proporciona buenos resultados acerca de la
capacidad auditiva del paciente. Tras una mínima exploración física general, se explora el oído para descartar
enfermedades reversibles como los tapones de cerumen, las otitis, etc., y se explica al paciente la técnica de manera
que entienda que su colaboración es la base de esta prueba diagnóstica.
Si se realiza correctamente, la audiometría es un procedimiento que no tiene ninguna complicación ni contraindicación.
Su principal limitación es la falta de colaboración del paciente, como puede ocurrir en niños de corta edad o ancianos
de edad avanzada.

3. Indicaciones y usos de la audiometría

La principal utilidad de la audiometría es la evaluación de la pérdida auditiva, la hipoacusia previamente sospechada


por el paciente, su familia o por la exploración clínica.

También puede ser de utilidad como técnica de control periódico de la contaminación por ruido ambiental en las
industrias, para los individuos con riesgo o con sospecha de enfermedades otológicas o auditivas como el neurinoma
del acústico o la enfermedad de Meniére, por ejemplo, y como control periódico de la prevención de la sordera durante
tratamientos a largo plazo con medicamentos que producen toxicidad sobre al área auditiva.

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