Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
morales que rigen su vida, el carácter ético que ayudará a formarla y los valores que
fortalecen la actuación de vida, que permitirá adquirir ciertos conocimientos del saber
los valores en el crecimiento del individuo desde su naturaleza humana, partiendo que
En tal sentido, el hombre nace con una condición natural que permite asumir
Martínez (2008) señala; “La ética es un tipo de saber que intenta construirse
2
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
La ética permite al individuo actuar bajo sus propios estímulos, sin pensar en la
profundidad de los hechos, sin medir su comportamiento, definido en libertad para vivir.
3
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
la realidad del ser mostrando lo que es y lo que sucede, conduciendo la vida de una
manera correcta y justa para lograr sus metas ajustadas a una moral que norma la
conducta social del hombre, que Cortina, (1994), asocia a “el respeto de los derechos
4
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
moral que como seres humanos llevamos a la practica con un fin específico, que tratan
de orientar el actuar del hombre sobre lo que se debe hacer para conducir nuestra vida
de un modo bueno y justo, como actuar, que decisión es la correcta, como comportarse
5
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Así pues, la ética forja el carácter con el que se busca aprender a tomar
que ambas son parecidas pero, diferentes a la vez, una busca lo que se quiere en la
vida y la otra, el por qué lo queremos. La ética le da sentido a la moral y ésta a su vez,
6
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
partiendo que trata de establecer un criterio de conducta moral que pueda ser aceptado
ética implica un cambio de nivel reflexivo, el paso de una reflexión que dirige la
7
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
el individuo ante cualquier circunstancia, orientado en la acción del ser en ello, es decir,
la moral maximiza la satisfacción del hombre dentro de su entorno social mucho más allá
8
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
moral y que debe aprender el hombre, quizás la más importantes, es entender que unas
son buenas y otras malas, que unas convienen y otras no, según como se presente en la
vida. Savater (1991) explica; “Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo
9
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Por ello, la moral se convierte en una norma que rige la costumbre de una
que forman la estructura del sistema social y a su vez, forman parte en la acción de la
10
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
ser un modelo de buena conducta establecida por una sociedad de patrones. Marlasca
(1991) explica que;” Las normas morales concretas están basadas en consideraciones,
11
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
regido por patrones sociales, éticos y morales que van a formar los cimientos de su
ética de vida, descartando, que aunque pareciera ser el mismo significado aluden a
diferentes aspectos que van a crecer a medida que el individuo desarrolle sus
12
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Así pues, el carácter ético y el carácter moral giran en función de los valores que
13
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
humano, alcanzando la satisfacción propia de la conciencia del ser. Por tanto, los
cualidades reales de las personas, las acciones, los sistemas o las cosas,…hemos ido
14
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Entonces, los valores son necesarios para el saber de la vida, los conocimientos
organización de la vida, para alcanzar las metas, sueños y objetivos, mientras que los
15
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
16
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Ética aclara en qué consiste la moral; fundamenta la acción del ser humano y proyecta
la razón ante los problemas morales que están abiertos a la vida, pero, no carentes de
rigor. La ética, la moral y los valores están unidos por un mismo fin que es el ser
17
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Referencias Bibliografía
18
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Cortina, A. (1994), Ética de la empresa: Claves para una nueva cultura empresarial. Editorial
19
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Cortina, A. (1986). Ética Mínima. Introducción A La Filosofía Práctica. Editorial Tecnos, S.A.,
2000
20
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Marlasca, A. (1991). El origen de la ética: Las raíces evolutivas del fenómeno moral en F. J.
21
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
El reino de este mundo. Es una novela publicada en 1949 por el escritor cubano Alejo
Carpentier cuyo tema principal, «lo Real Maravilloso», se enmarca en la revolución
haitiana.
El reino de este mundo es una obra basada en la teoría de lo real maravilloso americano,
22
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Personajes
Actualmente se les atribuye gran importancia a aquellos escritores, especialmente
latinoamericanos, que dedicaron sus estudios al descubrimiento de América; considerado
este proceso como un factor esencial para lograr entender la formación de la identidad
latinoamericana en la edad contemporánea.
Existen diversos ensayos, novelas, poesías donde el tema fundamental ha sido dedicado a
25
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
27
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Ambiente
Un ambiente donde el dinero y la raza hacen a uno importante, donde los negros solo
pueden ser esclavos y donde los esclavos son explotados y maltratados, donde cada
esclavo está inconforme con la situación que viven y solo se necesita un líder para iniciar
una revuelta.
28
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Lo real maravilloso
29
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
FuentesQuien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que
es. JP Sartre
30
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
31
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
33
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
34
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
35
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
36
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
37
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
38
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
39
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
40
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
41
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
42
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
43
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
44
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
45
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
La educación popular intercultural supone una relación horizontal entre sabidurías y saberes diferentes, y
este diálogo no se alcanza poniendo las sillas en forma circular. Ayuda el colocarlas así, sobre todo por el
efecto simbólico, pero está demostrado que se puede estar sentado en un círculo y sostener una posición
de predominio jerárquico sobre los demás, y se puede estar en una sala dando una conferencia en formato
tradicional y sostener diálogos horizontales con los presentes haciéndolos partícipes de la conferencia y
atendiendo, escuchando los diversos saberes en ella presentes, así como a los colectivamente elaborados.
46
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
¿Cuál sería el papel de educación popular en el proceso intercultural de construcción de los nuevos
pensamientos emancipatorios?
47
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
49
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
50
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
51
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
De lo que se trata, en definitiva, es de interactuar entre sujetos/as que tienen saberes y experiencias
adquiridas/desarrolladas durante años, en organización de tareas de sobrevivencia en diversos ámbitos.
Ellos tienen amplios saberes que reclaman ser incorporados protagónicamente y con identidad al
pensamiento y a los procesos emancipatorios en curso. Por ejemplo, la IAP permite desarrollar procesos
de sistematización de experiencias concretas de gestión intercultural, generalmente en ámbitos
comunitarios, y/o municipales.
52
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
• Identificar colectivamente y/o construir los elementos para la formación de la competencia intercultural.
(finalidad de la IAP)
• Desarrollar procesos de devolución de los estudios de las experiencias y rescate de saberes. Estos
constituyen importantes fuentes de auto-conocimiento y autoconciencia y son valiosos componentes para
los procesos de formación y/o fortalecimiento de capacidades colectivas de los participantes.
53
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
54
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
• Se refiere tanto a los saberes y las definiciones “técnicas” (saber hacer y poder actuar), como a la
formación de aptitudes (competencias) para llevar adelante las transformaciones que reclama la
interculturalidad.
55
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
56
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Es esta recuperación la que arroja como resultado más preciado la reapropiación de las propuestas y
construcciones colectivas de las comunidades u organizaciones sociales, de sus decisiones y empeños
prácticos, ya que a través de la recuperación crítica de las experiencias reconstruye sus miradas
proyectivas; es decir, sus capacidades creadoras y transformadoras enriquecidas por el empuje de sus
prácticas con sus dinámicas específicas.
57
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
58
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
59
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
60
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Esto supone:
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
62
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
Finalmente hay que subrayar que no hay metodología que garantice que los resultados constituyan un
saber colectivo social; se trata de un proceso complejo e interactivo en el que resultan inter-determinados
todos sus factores intervinientes, resaltando la participación en él de los protagonistas.
63
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
64
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
65
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).
https://es.scribd.com/doc/13
4117308/LA-
PEDAGOGIA-DEL-
POPOL-WUJ
66
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP
Sartre
Las prácticas cotidianas populares producen vida y conocimientos; las mujeres y los hombres construyen
propuestas superadoras de su estado de marginalidad o explotación y, desde sus culturas y sus modos de
vida, en reflexiones críticas que parten de sus realidades, van tomando conciencia de las injusticias de
género, clase, raza, entre otras. Así lo evidencian las innumerables experiencias sociopolíticas recientes de
movimientos indígenas y sociales de este continente.
El levantamiento indígena de Chiapas es impensable sin la toma de conciencia de sus integrantes acerca
de su realidad. Y esta se construyó con el apoyo de las concepción y las prácticas metodológicas de la
educación popular articulada con las búsquedas de alternativas concretas para transformar sus
condiciones de vida, que se tradujo en empeño colectivo de construcción de alternativas para la vida.
Similares procesos pueden referirse respecto del Movimiento sin Tierras, en Brasil, o en las experiencias
de las “Bartolina Sisa”, movimiento de las mujeres indígenas campesinas de Bolivia, entre otros.
Los movimientos sociales tienen claro que el desarrollo de su conciencia política no está separado del
desarrollo de sus prácticas; que los sujetos construyen y desarrollan su conciencia a partir de su
participación en los procesos de resistencia y lucha por sus derechos, reflexionando críticamente acerca de
ellos y también de las condiciones de vida local y social en las que construyen y desarrollan sus luchas (y
su conciencia).