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Desde la aparición del pretensado, que posibilita la construcción de puentes rectos de gran
luz, y del puente atirantado, que cubre con enorme facilidad las luces de 200m a 500m y
que puede alcanzar los 1000m, el puente arco, en general, y el concreto en particular, ha
experimentado un parón prolongado. La utilización de grandes cimbras constituía la
dificultad más importante que presentaba la ejecución de estos puentes, ubicados,
generalmente en zonas de difícil acceso, grandes valles o cursos de agua importantes.
Sin embargo, la aplicación a los arcos del método de construcción en avance en voladizo,
relanzó de nuevo la presencia de este tipo de puentes de concreto o metálicos en un ámbito
de luces que oscila entre los 100m y los 400m (puente del Krk, Croacia, L = 390,00 m), para
el caso del concreto o hasta los 350m (puente New River George, USA, L = 518,5 m), en el
caso de puentes metálicos. Junto con el avance en voladizo, está presente, en algunos casos,
el abatimiento, por giro, de arcos construidos en posición vertical, método que puso a punto
R. Morandi en las pasarelas de la Fiumerella.
No obstante, el puente de Waxian sobre el Yangtze China, 420m de luz y de concreto se ha
construido con autocimbra como los puentes de concreto armado de ribera o deTorroja.
La situación relativa entre arco y tablero viene establecida por la relación flecha-luz. A
partir de valores de esta relación inferiores 1/10, los problemas derivados de las
deformaciones de temperatura, fluencia y retracción, en los arcos de concreto o de los
asientos de los apoyos, son cada vez mayores. El arco con tablero intermedio o el arco con
tablero inferior, son la respuesta a aquellos casos en los que la distancia entre el apoyo del
arco y su coronación resulta muy pequeña.
Material. Acero, concreto y construcción mixta para el arco, las pilas y el dintel.
Articulaciones. Arco biempotrado, arco bi-articulado y arco triarticulado.
Condiciones de borde
Son arcos generalmente bi-empotrados. Las configuraciones bi-articuladas prácticamente no se
emplean, salvo en casos muy particulares. Los arcos tri-articulados no se emplean nunca.
Ahora bien, el concepto de utilizar la mayor flecha posible está muy clara en puentes sobre ríos, en
los cuales, normalmente, la distancia entre la rasante y la orilla no es muy grande. Hemos visto
muchos rebajamientos, del orden de 1/8 a 1/10, en puentes de la primera mitad del siglo, pues
entonces no se disponía de pretensado para hacer un puente recto, en avance en voladizo, que sería
la solución utilizada hoy en día. En cambio, un puente con una configuración tipo valle, el problema
de cuál es la flecha a utilizar depende además de otro tipo de conceptos. Si la flecha es muy grande,
el arco es demasiado corto y sirve para poco. Si es muy pequeña, el arco es más costoso y muy
vulnerable ante los movimientos horizontales de la cimentación. Una relación frecuente es ¼, que
produce arcos tranquilos y muy correctos. Conforme aumentamos el rebajamiento, el arco se hace
visualmente más tenso y hermoso. No se deben reducir en principio, la relación flecha/luz de 1/10.
Arco
La sección transversal más frecuente en los puentes arco es sección cajón, de una, dos o tres células.
Estas secciones pesan poco y tienen un radio de giro (I/A) excelente. La compresión tiene entonces,
una gran capacidad para eliminar las tracciones producidas por flexiones debidas a la sobrecarga.
En el puente de Parramata la sección transversal del arco, está constituida por cuatro cajones,
prácticamente independientes, adosados uno junto a otro y sin armadura de unión, a la manera de
las dovelas de piedra. La razón para esta solución fue la reducción del tamaño de la cimbra, que se
reutilizaba cuatro veces, una por arco, y la subdivisión del peso total en dovelas ligeras y manejables.
Cuando la luz del arco no es muy grande < 150 m, la sección en cajón, único, mono o pluricelular,
puede pasar a dos cajones a secciones en “U”, como en el puente de Serriers-sur-ain, o a dos simples
secciones rectangulares macizas.
Tablero
El tablero se apoya en el arco, a través de los pilares y le acompaña en su deformación. Es claro, que
cuando esto ocurre, arco y tablero se reparten el efecto de las cargas no simétricas en dirección
longitudinal, pero la cuantía de la contribución de cada uno de ellos a este reparto, depende de las
rigideces respectivas. Cuanto mayor es la luz del puente, la inercia del arco predomina, recibe, por
tanto, prácticamente todo el efecto de las cargas disimétricas y el tablero recibe el efecto de las
cargas directas y la flexión correspondiente a los asientos diferenciales que se producen entres sus
soportes, debido a las flechas del arco.
Vemos cuatro puentes clásicos de concreto de gran luz. En el puente de Parramata en Sydney (1) se
ve la configuración del arco, constituido por dovelas prefabricadas, colocadas a “hueso” sin otra
armadura longitudinal de la correspondiente a la situada en tres tiras intermedias delgadas. El
tablero se construyó sobre una cimbra completa apoyada sobre pilotes en mitad de la bahía de
Sydney.
La enorme compresión producida por la luz y la excelente forma de las vigas cajón, con un gran radio
de giro, evito que las flexiones debidas a la sobrecarga sacasen a las compresiones del núcleo
central.
Sando, también fue record mundial de luz. En este caso todo el puente se realizó “in situ” sobre
cimbra.
En el puente de la Guaira, la construcción se realizó en avance en voladizo en los arranques del arco
y con cimbra apoyada en los “riñones” la parte central.
En el puente de la Arrábida (Oporto), E. Cardoso, utilizo una gran cimbra metálica en arco para
soporte del concreto fresco del dintel concretado “in siu”.
El puente de Niesenbach, el tablero tiene un trazado curvo en planta, mientras que el arco es recto.
La diferencia entre estos dos trazados determina la cuantía de la solicitación torsora que el tablero
introduce en el arco.
El puente de Krummbach, la sección cajón arco está sustituida por dos secciones rectangulares
macizas. El comportamiento conjunto arco-tablero empieza a ser más eficaz cuando las inercias de
ambos elementos, arco y tablero, se igualan.
En la propuesta, no construida, del puente de Ricobayo, la sección del arco es un cajón doble,
arriostrado, mientras el tablero es una losa maciza. Se relacionan entre sí por un solo pilar vertical
biempotrado, lo que permite un comportamiento conjunto a flexión y torsión excelente.
El puente de Chateaubriand sobre el Rance, el tablero se hico mixto para reducir su peso y los
esfuerzos que se producen en el arco durante el empuje longitudinal del tablero sobre el arco, el
cual se construyó en avance en voladizo. Lo mismo pasa en el puente sobre la Roche-Bernard.
En cuanto a las vinculaciones de los pilares con el arco y tablero pueden establecerse varios
procedimientos. El tablero, continuo, flota sobre pilares, apoyándose en ellos por medio de apoyos
deslizantes. En este caso los pilares siempre están empotrados en el arco y se dispone una junta en
el tablero, sobre el pilar extremo del arco.
Sin embargo, esta disposición, aunque habitual, no es demasiado buena. Por un lado, tiene la
ventaja que los asientos del arco – asientos diferenciales en el dintel se eliminan por la disposición
de la junta. Pero por otro tiene el inconveniente que el viento transversal sobre el dintel no se
traslada al estribo del tablero con la eficacia debida, lo que produce, en muchas ocasiones, la
necesidad de realizar pilares especiales en el extremo del arco para transmitir al cimiento los
esfuerzos de viento actuando en el dintel. En segundo lugar, el tablero está formado por vanos bi –
apoyados en los pilares. En este caso el dintel no hace sino transmitir, por los pilares, sus cargas al
arco. No colabora con él en el trabajo conjunto. Los pilares se empotran en el arco y disponen de
dos apoyos para cada uno de los vanos del dintel que se apoyan en ellos.
En tercer lugar, los pilares quedan empotrados en arco y tablero, salvo los próximos a la clave, muy
cortos de longitud, y que pueden experimentar flexiones importantes por las deformaciones
diferentes de temperatura, fluencia y retracciones en arco y tablero y por los giros debidos a la
sobrecarga. En estos casos, los pilares cortos, se deben convertir en bielas o estar provistos de
apoyos deslizantes.
Cuando el arco y el tablero se empotran entre sí en clave, la deformabilidad del tablero se iguala a
la del arco formando un todo uno. El tablero puede dilatarse o acortarse con facilidad pues los
pilares altos de los extremos, por su gran flexibilidad no coaccionan apenas una deformación que
crece desde la clave del arco.
Desde un punto de vista del aspecto estético, la posición relativa de arco y tablero en clave, tiene
una importancia significativa. C. Menn recomienda que cuando el arco y tablero tienen la misma
anchura, el eje del arco debe coincidir con la parte inferior del dintel.
Mientras que en el Arno se dispone un dintel de vigas prefabricadas, en Glems, se adopta un ditel
continuo en sección cajón. En este puente, de 114 m de luz, la poligonal se enmascara en la forma
arqueada del trasdós del arco, aunque se forma una clara directiz antifunicular trapecial curvilínea.
El arco, biempotrado, tiene 1,3 m de canto en el cimiento y crece hasta 5 m en su unión con dintel.
En el puente de la Romita, también sobre el Arno, y de S. Zorzi, (1964), de 136 m de luz, el dintel
tiene cuatro tramos de 36 m de luz formados por vigas prefabricadas.
El puente Santigo en Zaragoza de T. Mur adopta una disposición similar en dos arcos de 65 m de luz
y vano intermedio de 30.00 m
El puente Juan de Austria de Valladolid (1986), tiene 120 m de luz y está formado por arco bi-
articulado sección cajón que varía desde 1,2 m en arranque a 1,8 m en clave. El dintel, también es
sección cajón tiene 1,5 m de canto y luces de 38 m.
Un caso absolutamente singular, lo constituye el Natchez Bridge (1995) constituido por dos arcos
de 177,4 m y de 140,85 m de luz que soportan un tablero de sección de cajón con dos únicos apoyos
intermedios, en el centro del arco, situados a una separación de 27,4 m. El arco está constituido por
dovelas prefabricadas construidas en avances en voladizo, de 5 m de anchura, canto variable en 3
m en clave y 4 m en la zona más gruesa, bajo el apoyo de las vigas y 0,3 m de espesor. El dintel varía
de 4,4 m en su soporte, en el arco o en las pilas, a 2,3 m en el centro del vano.
Bajo la carga permanente, el comportamiento del puente es normal. Bajo las sobrecargas no
simétricas, el tablero resuelve la parte de carga que va a transmitir al arco y las flexiones, cuyo valor
es importante en este tipo de estructuras, las debe resistir él.
La aplicación de esta tipología ha sido muy escasa pues, la falta de inercia del arco, impide eliminar
la cimbra hasta que esté concretado y endurecido el tablero.
Esta tipología de puentes ha encontrado acomodo en varias direcciones. Por ejemplo, en un puente
de Ferrocarril, como es el de VeitshÖhheim sobre el Main de 162 m de luz, pues en este caso, el
dintel es muy grueso para puentear la luz tipo, 47 m a 50 m de longitud del viaducto de acceso.
Cuando llega al arco, el dintel tiene la suficiente rigidez para soportar las flexiones de la sobrecarga
y entonces el arco se reduce a soportar la carga permanente.
Otro caso en que esto se puede realizar, es en acueductos. Fernández Casado utilizo esta tipología
para el acueducto sobre el río Alagón (1965), formado por cuatro arcos de 60.0 m de luz, pues el
cajero necesario para el transporte del agua, puede servir de viga de rigidez, que, por otro lado, es
innecesaria en este caso es que la carga y la sobrecarga siempre es uniforme.
Donde también se ha empleado es en arcos con tablero inferior, como por ejemplo en puente sobre
el río Tisa, de 134 m de luz.
El concepto de arco grueso o arco del grado es relativo a la inercia del dintel. Si en arcos con tablero
superior el tamaño del arco hay que forzarlo para que sea tan delgado como acabamos de ver, en
arcos con tablero inferior, tener relaciones entre arco y tablero muy pequeñas, es más difícil, dado
que en estos casos minimizar el tamaño del arco es una tendencia natural para que éste ocupe
menos sitio sobre el tablero.
Arco tímpano
La unión con fábrica del arco y tablero es permanente a lo largo de toda la historia de puentes. En
concreto armado aparece en una gran relación, el puente del Risorgimento en Roma en 1911, de
100 m de luz, construido bajo la licencia de Hennebique. A lo largo del primer cuarto de siglo XX se
realizan bastantes puentes de este tipo, cubriendo, generalmente, los tímpanos de hormigón con
sillares de piedra con el fin de ocultar la visión del concreto visto, rememorando los antiguos
puentes de fábrica. Fernández Casado, en los años 50 y 60, realizo varios puentes de este tipo, como
el puente del Caudal, en Mieres, de 70 m de luz y 12,5 m de anchura. Está formado por cinco arcos
tímpanos repartidos cada 2,5 m a lo ancho del tablero de 12,0 m. El espesor de los tímpanos es de
25 cm, los arcos prefabricados que los soportan y que sirvieron de encofrado inferior de los
tímpanos son de 0,7x0,45. El puente de Cubillas, entre otros son otras realizaciones de este tipo.
Este puente, sigue puntualmente, el diseño del Honeymoon Bridge (1898) de 256m. de luz, que
estaba situado, hasta su destrucción en 1983, sobre las cataratas del Niágara. Existen muchos otros
puentes de este tipo en el mundo. El puente del pino de Ribera, de 120 m de luz está situado en la
provincia de Zamora, y se construyó en 1895.
En la actualización que los americanos hacen de sus obras antiguas, reproducimos el alzado del
puente de Michigan Central Railway (1925) de 195m de luz, se ha vuelto a realizar en la misma
morfología en 1995 en el puente sobre el Gran Cañón de 220 m de luz, el cual reproduce a su vez,
al Navajo Bridge, situado a su vez en el mismo Gran Cañón.
El puente de Saikai de 243 m. de luz, con pilares separados 14,4 m. y arco biempotrado (1955), tiene
una relación flecha/luz de 1/6,5.
Dentro de los puentes con sección cajón, también conviene ir a la construcción americana para
encontrar los mayores puentes del mundo. En primer lugar, el puente arco, biempotrado, de
Queenston – Lewiston de 305 m. de luz (1962). El Rainbow Bridge (1941) de 289 m. de luz que
sustituyo al destruido Honeymoon Bridge. El puente de Henry Hudson de Harlem (Nueva York) de
244m. de luz y formado por dos arcos rectangulares de 3,75 m. x 1,05 m., y una relación flecha/luz
de 1/6,7.
En un planteamiento mucho más modesto, pero también de la misma tipología, el puente del Sella
en Arriondas (1988), con 80 m. de luz y 12,8 m de anchura, está formado por dos arcos rectangulares
de 0,8 m de canto (L/100) y 1 m de ancho, separados entre sí 6,4 m arriostrados por una
triangulación en “K” formada por tubos. La relación flecha/luz es de 1/8. Estos arcos soportan, por
medio de pilares cilíndricos de 40 cm de diámetro y separados entre sí de 10 m., las vigas metálicas
en sección cajón de 40 cm de canto, que se conectan a una losa de concreto armado.
Dentro de los puentes arco con secciones tubulares, el puente del Escudo, tiene 126 m de luz y 30
m de anchura y está formadospoe dos arcos formados, cada uno de ellos, por dostubos de 1,6 m de
diámetro y paredes de 20 mm de espesor, que soportan por medio de pilares, también cilíndricos
de 812 mm de diámetro, un dintel mixto formado por dos vigas cajón de 1,3 m de canto de 8 m de
anchura. La separación entre los pilares es de 15,8 m.
La configuración espacial del puente arco con tablero superior no es usual. La excentricidad de la
carga exterior se recoge con toda facilidad dando rigidez a torsión al arco o establecido, como es lo
más frecuente, dos arcos paralelos, adecuadamente dispuestos bajo el dintel, los cuales se reparten
entre sí ese efecto.
Como en el apartado anterior los dividimos en arcos de concreto y arcos metálicos y mixtos.
Relación Flecha/Luz
En un puente con tablero superior, el aumento o disminución de la flecha ocasiona, a su vez, un
aumento o disminución de la luz del puente, siempre que, como es usual, el arco se una al tablero
en su clave. Razón ésta por la cual se ven relaciones desde 1/3 a 1/12, según sea la voluntad del
diseñador y los problemas derivados de la repuesta del cimiento.
En un puente arco con tablero intermedio o inferior, la flecha y la luz son valores independientes,
por lo que establecer su relación depende exclusivamente de la eficacia resistente y el deseo de
proyecto. Las relaciones f/L oscilan en casi todos estos casos alrededor de 1/6.
¿Cuál es la relación entre canto y anchura del arco de un puente con tablero intermedio o inferior?
En primer lugar, la tendencia a hacer arcos con dimensión horizontal mayor que la vertical, en los
arcos con tablero superior, se quiebra en este, pues una mayor anchura del arco supone una mayor
anchura del tablero y por tanto encarecimiento del puente lo que determina que, es este tipo de
puentes, los arcos sean estrechos, de más canto que anchura.
Las esbelteces oscilan alrededor de L/40 a L/60, valores mayores que los correspondientes de un
arco con tablero superior. Sin embargo, estos valores pueden cambiar por dos hechos. En primer
lugar, como en el caso de los arcos con tablero superior, se puede reducir al mínimo la inercia
vertical del arco, adjudicándosela al tablero, que controla a su vez el pandeo vertical. En el puente
de TISA por ejemplo, la relación canto/luz es de 1/210 a 1/235. Se puede producir también el caso
contrario. Se aumenta extraordinariamente la rigidez del arco y el tablero puede reducirse a la
mínima expresión, caso del puente en Túnez, en el cual, el arco se constituye incluso como viga en
celosía.
En segundo lugar, si triangulamos los tirantes, el dimensionamiento del arco puede reducirse
extraordinariamente ya que arco y tablero funcionan en conjunto como una viga de gran canto. Esta
disposición, planteada por Nielsen se aplicó en el puente de Castelmoron, donde se alcanzan
esbelteces de 1/100 y en La Coudette, con esbelteces del arco de 1/90. Sin embargo, esta disposición
tiene dos inconvenientes. Si la carga permanente no es muy grande y la inclinación de las péndolas
pequeñas, la sobrecarga puede llegar a ponerlas en compresión y sacarlas fuera de servicio. En
segundo lugar, las péndolas inclinadas, son elementos con gran oscilación de carga, lo que puede
producir problemas de fatiga. Cuando la inclinación de las péndolas se incrementa, como en el
puente d´Hacourt en Bélgica, su tracción, para hacer frente a la carga permanente, aumenta y se
aleja, por tanto, el peligro de quedar fuera de servicio.
Cuando esta disposición se utiliza en puentes de ferrocarril, conviene convertir las péndolas en
elementos rígidos.
L: Luz
F: flecha
ec: Canto clave
ea: Canto arranques
b: ancho arco
d: separación entre arcos