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TEXTO 2

ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS EL ARTE DEL: SIGLO XVIII

El arte neoclásico

Durante una buena parte del siglo XVIII las formas barrocas mantuvieron su
vigencia, ya fuese como continuadoras de las que habían surgido en el siglo XVII o
como resultado del triunfo en los ambientes cortesanos de la estética característica
del rococó. Sin embargo, conforme el siglo avanza, puede observarse un cierto
agotamiento de estas tendencias artísticas y su progresiva sustitución por un nuevo
estilo, el arte neoclásico.
En la aparición del neoclasicismo confluyen varios fenómenos: de un lado una
tendencia hacia el redescubrimiento de los principios que habían caracterizado al
arte clásico, propiciada por los impactantes hallazgos arqueológicos de Pompeya y
Herculano; por otra parte, la difusión de las ideas de la Ilustración y su vinculación
a la nueva clase social en ascenso, la burguesía, que acabó produciendo una crítica
al estilo rococó, asociado a los ambientes cortesanos y nobiliarios, considerados
ahora como propios del Antiguo Régimen.
Así pues, debemos entender al arte neoclásico como el que caracteriza el espíritu
de un siglo, el XVIII, en el cual los principios de la razón van a ir adquiriendo
progresivamente, de la mano del movimiento ilustrado, una mayor importancia,
hasta dar por el suelo con los planteamientos sociopolíticos que habían regido a
Europa desde la Edad Media. Por ello, en cierto sentido, el arte neoclásico, con su
pureza de líneas y su búsqueda del orden y la armonía, es el arte del siglo de las
revoluciones.

Arquitectura y escultura neoclásica

Desde el punto de vista arquitectónico, el neoclasicismo constituyó una fase de


transición hacia la arquitectura del siglo XIX, en la que se desarrollarían los
principios de la Revolución Industrial, con el consiguiente auge de la ingeniería.

Los arquitectos más notables del estilo neoclásico fueron:

William Kent (1685-1748), inglés, autor de la Chiswick House de Londres.


Robert Adam (1728-1792), escocés quien, también en Londres proyectó el edificio
de la Real Sociedad de las Artes. Creador de un estilo propio, el «estilo Adam».
K. G. Langhans (1732-1808), alemán, cuya más célebre creación es la puerta de
Brandenburgo de Berlín.
Jacques-Germain Soufflot (1713-1780), francés, autor de la iglesia de Santa
Genoveva, secularizada durante la Revolución Francesa y convertida en el
Panteón.
La arquitectura neoclásica en España está representada por:
Francesco Sabatini (1722-1797), de cuya producción sobresalen la puerta de Alcalá
y los jardines del Palacio Real, de Madrid.
Juan de Villanueva (1739-1811), autor de proyectos como el Museo del Prado o el
Oratorio de Caballero de Gracia, ambos en Madrid.
Ventura Rodríguez (1717-1785), entre cuyas obras destacan la fachada de la
catedral de Pamplona y el palacio de Liria, en Madrid.

La escultura neoclásica fue posiblemente la rama artística en la que la aproximación


a los ideales de la Antigüedad clásica resultó mayor. Según el escritor y teórico del
arte alemán Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781), la finalidad de la escultura era
la «ordenación de los cuerpos y no del tiempo», un arte intemporal que la
Antigüedad clásica había llevado a su culminación y que, en consecuencia,
constituía el modelo a imitar. Ese modelo era seguido en «su noble sencillez y su
serena grandeza, tanto en la actitud como en la expresión», según definición del
historiador del arte y arqueólogo, y gran inspirador del neoclasicismo, Johann
Joachim Winckelmann (1717-1768).
Este carácter imitativo hizo que fueran pocos los escultores de trascendencia en
este periodo, destacando:
Antonio Canova (1757- 1822), cuya obra, muy en consonancia con el espíritu
neoclásico, se centró en la representación de dioses de la Antigüedad y de figuras
heroicas de su tiempo, como reyes, papas, militares o damas de la más alta
sociedad. (Cánova, "Las tres gracias")

La pintura del neoclasicismo

En pintura no se disponían de modelos clásicos de la antigüedad como ocurre con


la escultura o la arquitectura. La única referencia eran los relieves que ya habían
perdido u anterior cromatismo, por lo tanto la pintura neoclásica se fundamenta en
la temática, sin aportar nada nuevo en cuanto a sistemas de representación ni a
técnica.
El máximo representante de la pintura neoclásica es Jacques Louis David. Su
biografía refleja el curso de los acontecimientos revolucionarios hasta la caída de
Napoleón. En un primer momento recibe influencia d los últimos pintores barrocos
contra los que después arremeterá. Después se pasa a cultivar la pintura de tema
clásico estenografiando pasajes de la antigüedad con una técnica realista, una
cierta rigidez y seriedad en el tratamiento de las figuras y un cromatismo muy vivo.
A este período corresponde El juramento de los Horacios (1785). Pero al estallar la
Revolución, David se entrega ciegamente a la política, puso su arte al servicio de la
Revolución y así realizó su Juramento de la Pelota y su Marat muerto. Al hacerse
Napoleón con el poder, David fue nombrado pintor oficial y se entregó a conformar
un “estilo imperio” del que es ejemplo La Coronación de Napoleón, donde se realza
el lujo inherente a la Corte del emperador.

TAREA:

1. Busque y pegue los ejemplos dados en el texto sobre arquitectura y


escultura.
2. Indague sobre el arte Rococó y de 2 ejemplos (dibuje o pegue) con su
descripción y características.

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