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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA

LA MOLINA

FACULTAD DE ECONOMÍA Y PLANIFICACIÓN

Departamento Académico de Ciencias Humanas

CURSO: Lengua y comunicación

Cuestionario

ALUMNO CODIGO FACULTAD ESPECIALIDAD


Enriquez Becerra,
20190125 Ciencias Biología
Angel Gabriel

Horario de clases: Martes de 14:00-17:00

Profesor(a): Domínguez Chenguayen, Frank Joseph

Fecha de entrega: 10/09/2019

LA MOLINA-LIMA-PERÚ
1. ¿Qué es lo que hace que el lenguaje humano goce de una
singularidad propia de la condición humana, a diferencia de
los sistemas de comunicación de otras especies?
No cabe duda que el lenguaje es una de las características más resaltantes
de la condición humana, y le permite distinguirse ante otras especies. Para
los generativistas, la singularidad del lenguaje humano reside en la biología,
es una “propiedad de la especie” y no existe nada análogo en otras especies.
Para el estructuralismo, el lenguaje es una imposición intencional de los
humanos para posibilitar la comunicación entre ellos, el lenguaje entre ellos
es una actividad humana universal que evoluciona históricamente, y es usado
de manera individual.
2. Relaciona el lenguaje con la naturaleza humana y exponga
cuales son las características del lenguaje de los animales,
por ejemplo, del chimpancé, de los delfines
En la naturaleza, se ve que el lenguaje esta íntimamente asociada a la
naturaleza social de una especie, así, delfines, bonobos, chimpancés, hasta
abejas desarrollan algún tipo de lengaje para poder comunicarse entre sí. Sin
embargo es uso del lenguaje en ellos es circunstancial y responde a
necesidades inmediatas, carecen de una intención de comunicación.
3. Citas y comentarios
2.1 “América” en el horizonte colonial de la modernidad
“«Descubrimiento» e «invención» no son únicamente dos interpretaciones distintas del
mismo acontecimiento: son parte de dos paradigmas distintos. La línea que separa esos dos
paradigmas es la de la transformaci6n en la geopolítica del conocimiento; no se trata
solamente de una diferencia terminológica sino también del contenido del discurso. El primer
término es parte de la perspectiva imperialista de la historia mundial adoptada por una Europa
triunfal y victoriosa, algo que se conoce como «modernidad», mientras que el segundo refleja
el punto de vista crítico de quienes han sido dejados de lado, de los que se espera que sigan
los pasos del progreso continuo de una historia a la que creen no pertenecer” (Mignolo, 2007;
p.29)

“La configuración geopolítica de los instrumentos con que se medía la naturaleza de los seres
humanos en base a una idea de la historia que los cristianos occidentales consideraban la
única idea verdadera y aplicable a todos los habitantes de1 planeta llevo al establecimiento de
una matriz colonial de poder, a dejar a determinados pueblos fuera de la historia para
justificar la violencia en nombre de la evangelización, la civilización y, más recientemente,
del desarrollo y de la democracia de mercado. Esa configuración geopolítica trazo una línea
divisoria entre una minoría dedicada de lleno a las misiones evangelizadoras, civilizadoras o
de fomento del desarrollo y una mayoría de marginados convertidos en el objetivo a
conquistar de esas misiones” (Mignolo, 2007; p.30)

2.2 Los primeros “barbaros” no fueron “latinos” de América: la


invención del racismo moderno/colonial
“Cuando el término «raza» (principalmente en cl siglo XIX) reemplazo a «etnia» y así se puso
el acento en la «sangre» y el «color de la piel» en desmedro de otras características de la
comunidad, «raza» se transformó en sinónimo de «racismo», EI «racismo» surge cuando los
miembros de cierta «raza» o «etnia» tienen el privilegio de c1asificar a las personas e influir
en las palabras y los conceptos de ese grupo. EI «racismo» ha sido una matriz clasificatoria
que no solo abarca las características físicas del ser humano (sangre y color de piel, entre
otras) sino que se extiende al plano interpersonal de las actividades humanas, que comprende
la religión, las lenguas (en primer lugar, el griego, el latín, el inglés, el alemán y el francés; en
segundo lugar, e1 italiano, el español y el portugués; en tercer lugar, el : árabe, el ruso y el
bengalí; y después, el resto) y las clasificaciones geopolíticas del mundo (Oriente-Occidente,
Norte-Sur; Primer, Segundo y Tercer Mundo; el Eje del Mal, etc.)” (Mignolo, 2007; p.42)

“Los indios, en particular los aztecas y los incas, eran «racionales». Tenían un sistema de
gobierno y eran «sabios y pulidos». No eran parte, entonces, de una «barbarie negativa», pues
no tenían conocimiento de la existencia de la Iglesia Catolica antes de la llegada de los
españoles al Nuevo Mundo. Por ese motivo, el sacerdote (Las Casas) los incluyo en la cuarta
clase, la de aquellos que no eran cristianos, y en la segunda, la de los que carecían de
«locución literal»; en ese sentido, los primeros «barbaros» del mundo moderno/colonial no
eran «latinos»” (Mignolo, 2007; p.46)

2.3 El occidentalismo y la “americanidad” de América

“Desde el inicio del siglo XVI, las historias y las lenguas de las comunidades indígenas «se
volvieron históricas» en el momento en que perdieron su historia. En otras palabras, pasaron a
ser culturas de museo al dejar de ser historia viva. Cuando Gerardus Mercator trazo su
mapamundi en 1542, representando al Nuevo Mundo como un continente separado,
contribuyo a la creación de una identidad «americana» que no tenía en cuenta ni Anáhuac, ni
Tawantinsuyo ni Abya-Yala. Esa supresión se conceptualizó como «modernidad», como si la
modernidad fuese una fuerza histórica necesaria con derecho a negar y suprimir todo lo que
no se ajustara a un modelo de historia del mundo considerado como «un proceso histórico
esencial»” (Mignolo, 2007; p.51)

“Así, si «descubrimiento» es una interpretación imperial, «invención» es más que una


interpretación distinta, es un intento por decolonizar el saber imperial. No se trata de decidir
cuál de las dos es la verdadera. No se trata de saber cuál «representa los acontecimientos con
mayor precisión» sino cual es el diferencial de poder en el campo el saber. Lo que tenemos
aquí son das interpretaciones, una que brinda la visión imperial y otra que propone la visión
decolonial” (Mignolo, 2007; p.57)

2.4 El occidentalismo y la “americanidad” de América

4. Religión
“La religión, para los críticos marxistas, implica la enajenación del hombre en un mundo
ideal, que se concretiza como expresión de la enajenación del hombre en un mundo real. En
Feuerbach la definición de Dios se corresponde con la proyección idealizada de la imagen que
el hombre se hace de sí mismo. Los seres superiores creados por las fantasías religiosas del
hombre son reflejos de su propia esencia.
Pero la religión no es exclusivamente la proyección del deseo de otro mundo que el hombre
sitúa en un más allá desconocido. Es también, en la crítica de Marx, protesta contra el mundo
presente y ésta puede conducir, como lo han mostrado Engels y Mannheim, hasta la rebelión,
rebelión que adopta un lenguaje religioso, ya que es la expresión de las clases dominantes”
(Cano, 1975)
“Una religión es un sistema de símbolos que actúa para establecer en los hombres ciertos
estados de ánimo y ciertas formas de motivación, muy poderosas, penetrantes y duraderas,
mediante la formulación de concepciones de un orden general de existencia, y revistiendo
esas concepciones de tal aura de facticidad que los estados de ánimo y las motivaciones se
presentan como singularmente realistas” (Geertz, 1973)

“Weber habla de racionalización para calificar diversos procesos cognitivos: la búsqueda de la


coherencia y la credibilidad en la explicación de fenómenos, pero también la búsqueda de
medios adaptados a medios, ellos mismos inspirados por necesidades fundamentales; la
simplificación de teorías propuestas para explicar los fenómenos naturales o humanos: la
definición de prácticas y la concepción de técnicas que se derivan de las teorías o, incluso, la
codificación de esas técnicas y esas prácticas. El pensamiento religioso le parece someterse,
como toda forma de pensamiento a esos procesos de racionalización. En una palabra, el sujeto
busca producir explicaciones de los fenómenos que le interesan o le preocupan (el
sufrimiento, la abundancia de las cosechas, la sobrevivencia Y la reproducción de manadas,
etc.), que sean creíbles, de manera tal que pueda derivar de estas creencias comportamientos
útiles, sometiendo éstas explicaciones teóricas a una mirada crítica, basada en el estado de los
cocimientos de que dispone” (Boudon, 2004)

5. Tótem
“¿Qué es un tótem? Por lo general, un animal comestible, ora inofensivo, ora peligroso y
temido, y más raramente una planta o una fuerza natural (lluvia, agua) que se hallan en una
relación particular con la totalidad del grupo. El tótem es, en primer lugar, el antepasado del
clan y en segundo, su espíritu protector y su bienhechor, que envía oráculos a sus hijos y los
conoce y protege aun en aquellos casos en los que resulta peligroso. Los individuos que
poseen el mismo tótem se hallan, por tanto, sometidos a la sagrada obligación, cuya violación
trae consigo un castigo automático de respetar su vida y abstenerse de comer su carne o
aprovecharse de él en cualquier otra forma” (Freud, 1913)

“El totemismo es un sistema social fundado en aspectos ideológicos para establecer relaciones
intrínsecas y extrínsecas del clan en referencia. Por lo tanto, no representa por sí mismo una
forma de religión o algo similar. El tótem, de hecho, tiene funciones distintas en las culturas,
cuyos miembros llegan a tener una especie de relación mística con él. Si se asume un animal
como tótem, este no puede ser sacrificado ni consumido, puesto que es el guardián o protector
del grupo. El elemento totémico se convierte en el emblema o insignia hereditarios del grupo
que recibe su nombre” (Abad-Merchán, 2002)

“El totemismo es una representación del universo como un orden moral y social y regula las
relaciones entre hombre y entre el hombre y la naturaleza. "El totemismo no es una cosa sino
un nombre general dado a un número de diversas instituciones que tienen, o parecen tener,
algo en común"; lo que las diferencia entre sí es que cada una está asociada a uno o varios
animales o plantas. El totemismo abarca, pues, a todas estas relaciones rituales entre los
hombres y las especies naturales; así, cada grupo se responsabiliza del mantenimiento de un
cierto número de especies. En este caso, las especies son elegidas como representativas, en
contra de lo que piensa Durkheim, porque ya son objeto de actitud ritual” (Mandianes, 2001)
6. Alienación
“A lo largo de los siglos, el término alienación fue utilizado muchas veces y con diferentes
significados. En el discurso teológico, designaba la distancia entre el hombre y Dios; en las
teorías del contrato social, servía para indicar la pérdida de la libertad originaria del
individuo; mientras que en la economía política inglesa, fue utilizado para describir a la
cesión de la propiedad privada de la tierra o de la mercancía. Sin embargo, la primera
exposición filosófica sistemática de la alienación sólo apareció a comienzos del siglo XIX y
fue obra de G. W. F. Hegel. En La fenomenología del espíritu (1807), Hegel hizo de la misma
la categoría central del mundo moderno y adoptó los términos Entäusserung (literalmente,
auto-exteriorización o renunciamiento) y Entfremdung (extrañamiento, escisión) para
representar el fenómeno por el cual el espíritu deviene el otro de sí mismo en la objetividad.”
(Musto, 2015)

“Marx sirviéndose de especificaciones sociohistóricas para explicar la división del trabajo y la


producción mercantil, alude al concepto de alienación en dos sentidos. Primero, como una
reprobación contra realidades improcedentes del hombre. Segundo, como una protesta contra
los espejismos derivados de dichas situaciones. La alienación básica es la económica pues
afecta la actividad esencial del hombre: el trabajo. Este trabajo alienante produce que el
hombre mismo, su cuerpo, su espíritu y su mundo, le sean ajenos y hostiles.
En sus análisis a la sociedad capitalista y a las relaciones sociales del individuo, expone que
las condiciones que ayudan a la enajenación del hombre son tres. Primero, la propiedad
privada de los medios de producción. Segundo, el proceso de la división del trabajo. Por
último, el hecho de que el trabajo humano, el cuerpo del obrero, se convierta en una
mercancía más dentro del mercado de la sociedad capitalista” (Rojas, 2010)

“El fenómeno general de la alienación, sobre el cual tanto se ha escrito desde que Hegel creó
el término y Marx le dio significado político. El vocablo se usa para denotar un problema
social y otro psicológico, sin ser ambos más que dos aspectos del mismo problema, el cual en
esencia la progresiva separación entre las facultades humanas y los procesos naturales. Aparte
de las muchas facetas sociales del problema (la división del trabajo, que conduce a su
eliminación, es decir a la automación, y demás consecuencias de la revolución industrial, tales
como la aglomeración y la congestión urbanas, las enfermedades y la delincuencia), existe un
fenómeno general que, pesa a haber sido observado por filósofos sociales como Ruskin y
Thoreau, no alarma a los sociólogos “científicos”: es lo que podríamos llamar la atrofia de la
sensibilidad” (Read, 1976)

7. Colonialidad
“La colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial de
poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de la población
del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder y opera en cada uno de los planos,
ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia social cotidiana y a escala
social. Se origina y mundializa a partir de América” (Quijano, 2015)

“Colonialidad no significa lo mismo que colonialismo. Colonialismo denota una relación


política y económica, en la cual la soberanía de un pueblo reside en el poder de otro pueblo o
nación, lo que constituye a tal nación en un imperio. Distinto de esta idea, la colonialidad se
refiere a un patrón de poder que emergió como resultado del colonialismo moderno, pero que
en vez de estar limitado a una relación formal de poder entre dos pueblos o naciones, más
bien se refiere a la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones
intersubjetivas se articulan entre sí, a través del mercado capitalista mundial y de la idea de
raza” (Maldonado-Torres, 2007)

“Al instaurar una jerarquía racial de identidades sociales (blancos, mestizos, indios y negros)
borrando así las diferencias culturales de estas últimas, subsumiéndolas en identidades
comunes y negativas de “indios” y “negros”, la colonialidad del poder contribuyó de
manera clave a la configuración del capitalismo mundial como modelo de poder global,
concentrando todas las formas del control dela subjetividad, la cultura y la producción del
conocimiento bajo su hegemonía occidental” (Walsh, 2007)
8. Bibliografía
Abad-Merchán, A. (2002). El tótem virtual. Universidad Verdad, (27),
47-62.
Boudon, R. (2004). La racionalidad de lo religioso según Max Weber.
Revista Colombiana de Sociología, (22), 7-39.
Cano, J. S. (1975). La sociología de la religión y el concepto de
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De Sevilla, M. U., de Tovar, L. M. y Arráez Belly, M. (2006). El mito: la
explicación de una realidad. Laurus, 12(21), 122-137
Freud, S. (2008). Totem y tabú, 1913. Vol. XIII. Obras Psicológicas
Completas de Sigmund Freud.
García, P. G. (1976). La estructura mitológica en Lévi-Strauss.
Teorema: Revista Internacional de Filosofía, 6(1), 119-146.
Geertz, C. (1973). La interpretación de las culturas, Ed. Gedisa,
Barcelona.
Maldonado-Torres, N. (2007). Sobre la colonialidad del ser:
contribuciones al desarrollo de un concepto. El giro decolonial.
Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del
capitalismo global, 127-167.
Mandianes, M. (2001). La identidad o las marcas: el totemismo
postmoderno.
Mundaca, J. P. (1983). ¿Qué es el mito? 3. Anthropologica, 1(1), 33-
36.
Musto, M. (2015). Revisitando la concepción de la alienación en Marx.
De regreso a Marx: nuevas lecturas y vigencias en el mundo
actual, 171-208.
Quijano, A. (2015). Colonialidad del poder y clasificación social.
Contextualizaciones Latinoamericanas, (5).
Read, H. (1969). Arte y alienación. El papel del artista en la sociedad.
Editorial Proyección.
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de utilidad. Revista de Ciencias Sociales (Cl), (25), 37-55.
Walsh, C. (2007). Interculturalidad colonialidad y educación. Revista
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