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NOTA DE RELATORIA: Se eliminan los datos relativos a direcciones personales

en garantía de los derechos a la intimidad y seguridad

INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA-Abandonar el cargo de manera presuntamente


injustificada

RECURSO DE APELACIÓN-Competencia

Es pertinente señalar que a la luz del parágrafo del artículo 171 de la Ley 734 de 2002 el
recurso de apelación otorga competencia al funcionario de segunda instancia para revisar
únicamente los aspectos impugnados y los que resulten inseparables del objeto de
impugnación.

ABANDONO DEL CARGO-Aplicabilidad jurisprudencial

ABANDONO DEL CARGO-Injustificado/ABANDONO DEL CARGO-Situaciones de


justificación/FALTA DISCIPLINARIA-Diferencia entre la ignorancia y error

Según la valoración probatoria, el abandono del cargo endilgado a la disciplinada se


presentó como resultado de la presentación de su renuncia, aunado a la creencia de estar
justificada, cuando argumentó sus problemas de salud, que le venían dificultando el
desempeño de sus funciones, pretendiendo dejar en claro la justificación exigida en el
numeral 55 del artículo 48 de la Ley 734 de 2002, el cual dispone: «55. El abandono
injustificado del cargo, función o servicio».
Así como existen algunas situaciones dentro de las cuales puede observarse una actividad
positiva e intencional del disciplinado, porque el hecho resulta jurídico, ante el derecho, hay
otras situaciones en que la justificación depende de la ausencia del elemento intencional, de
fuerza mayor, pues, se obra sin voluntad de hacerlo o por accidentes imprevisibles, por la
influencia del azar, por ignorancia, o por error que no está en manos del agente disipar. Así,
la ausencia de intención dañosa puede resultar de la ignorancia o del error.
Se produce un acto que tiene las características materiales de la falta disciplinaria, pero no lo
es, ya que le falta uno de los elementos constitutivos esenciales. Hay diferencia entre la
ignorancia y el error, ya que el conocimiento equivocado es una forma de ignorancia. Como
estados de la mente o situaciones de conciencia, los dos conceptos son diversos. La
ignorancia es la ausencia de nociones acerca de algo; el estado psicológico es Negativo. El
error es aprehensión o aceptación de una idea falsa o inexacta; el estado psicológico es
positivo. Como determinantes de un acto, las dos situaciones son equivalentes. La
ignorancia y el error pueden recaer sobre el hecho o el derecho y sobre el acto violatorio de
la ley en sí mismo o sobre una circunstancia que lo agrave o cambie su situación jurídica.

CAUSAL DE EXCLUSIÓN DE RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA-La conducta


de la disciplinada se desarrolló con la convicción errada e invencible de que no
constituye falta disciplinaria

Para la Sala en el presente caso habría lugar a la exclusión de la responsabilidad


disciplinaria establecida en el artículo 28 numeral 6° de la Ley 734 de 2002, por cuanto la
conducta de la disciplinada se desarrolló con la convicción errada e invencible de que su
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conducta no constituye falta disciplinaria, creyendo estar justificando su actuar en el


momento de motivar su renuncia, informando que le era humanamente imposible seguir
desempeñando sus funciones por problemas de salud. Lo creyó así justificado, siendo esto
uno de los ingredientes del tipo reprochado en el numeral 55 del artículo 48 del CDU.

Pártase entonces de la circunstancia de que la conducta a la que hace referencia la norma,


es aquella que no le permite al agente determinar que con su actuar, ha incurrido en la
comisión de falta disciplinaria. Sobre el tema los doctores JAIME MEJÍA OSSMAN y SILVIO
SAN MARTÍN QUIÑONES RAMOS, en su obra «Procedimiento Disciplinario», señalan:
«Esta causal de justificación de la conducta contemplada en el numeral 6° del artículo 28
del Código Disciplinario Único, conocida como error sobre el tipo, determina que el
destinatario de la ley disciplinaria actúa con error invencible; con la convicción de que en su
acción no concurre alguno de los elementos del tipo que de manera real se estructuran».
Obsérvese que el ingrediente fundamental para que opere este tipo de causal, además de la
existencia del error, es que éste sea invencible. Al respecto se debe tener en cuenta que no
es culpable quien realice el hecho con la convicción errada e invencible de que la conducta
no constituye falta disciplinaria, como lo preceptúa el numeral 6° del artículo 28 de la Ley
734 de 2002, por lo tanto, es necesario que se configuren dos (2) situaciones para que sea
procedente la causal de exclusión de la responsabilidad.
Por una parte tenemos, que la disciplinada tuvo la creencia plena y sincera de que actuaba
ajustada al ordenamiento jurídico, y por tanto existió un error de apreciación que no era
humanamente superable dadas sus condiciones personales y las circunstancias en que éste
se realizó, eventos en los cuales, la conducta no es reprochable a título de dolo, porque en la
encartada no existió la conciencia de la ilicitud de su acción, sin el cual el fenómeno no se
estructura. Tampoco le puede ser reprochable a título de culpa porque actuó con el cuidado
y diligencia para determinar que su conducta no era contraria a la ley.
En este orden de ideas y siguiendo los parámetros esbozados por el doctor Alejandro
Ordóñez Maldonado, Procurador General de la Nación, en su obra «Justicia Disciplinaria»,
«el carácter invencible del error demandará un análisis de las circunstancias particulares de
cada caso, con especial énfasis en las condiciones personales de quien lo alega y de sus
posibilidades efectivas de previsión y conocimiento, todas vez que no es lo mismo, por
ejemplo, el error que esgrime una persona con formación profesional de aquella que no la
tiene».
De acuerdo con lo anterior y en consonancia con las pruebas allegadas al proceso y
los planteamientos esbozados por la apoderada, se tiene en el caso que nos atañe,
que opera la causal de exclusión de responsabilidad prevista en el numeral sexto del
artículo 28 de la ley 734 de 2002. Veamos porque:
En conclusión, el error invencible se presenta cuando la señora disciplinada,
considera que bastaba con la presentación de la renuncia a su cargo, justificando el
hecho de su mal estado de salud (comprobado) para poder separarse
definitivamente del mismo, con el cual motiva su escrito de renuncia, « En razón a
problemas delicados de salud (anexo incapacidades), que me vienen dificultando el correcto
desempeño, en las funciones asignadas mediante el nombramiento en provisionalidad …»,
bajo el pleno convencimiento que estaba cumpliendo con uno de los ingredientes del
tipo reprochado, como lo es la justificación, dentro de su entendimiento intelectual
para el cargo de secretaria.

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Radicación n.° 161 - 4938

ABANDONO DEL CARGO-En el caso bajo estudio tuvo justificación

La Sala concluye que el abandono del cargo reprochado en esta actuación por parte de la
disciplinada, tuvo justificación, apoyada en su convicción errada e invencible de que podía
ausentarse de su cargo por motivos de su mal estado de salud, por el sólo hecho de
presentar la renuncia, conforme a la causal de exclusión de responsabilidad disciplinaria
descrita en el numeral 6° del artículo 28 de la Ley 734 de 2002, razón más que suficiente
para que la Sala Disciplinaria revoque en su integridad el fallo recurrido, con el cual la
Veeduría de la Procuraduría General de la Nación, sancionó con suspensión por el
termino de cuatro meses en el ejercicio del cargo, convertida a cuatro meses de
salario devengado, a la señora implicada, en su condición de secretaria grado 13 de la
Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos, con
funciones en la Procuraduría Segunda Distrital, para la época de los hechos.

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Radicación n.° 161 - 4938

SALA DISCIPLINARIA
Bogotá D.C., cuatro (4) de octubre de dos mil doce (2012)
Aprobado en Acta de Sala n°. 35

Radicación No 161 – 4938 (IUS 217598 – 2008)


Disciplinados FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA
Cargo y Entidad Secretaria Código 4SP Grado 13
Quejoso Informe de Servidor Público
Fecha queja 27 de agosto de 2008
Fecha hechos 15 de julio de 2008
Asunto Se procede a resolver el recurso de apelación
interpuesto por la disciplinada, a través de
apoderada, contra el fallo sancionatorio proferido
por la Veeduría de la Procuraduría General de la
Nación.

P.D. PONENTE: Dr. JUAN CARLOS NOVOA BUENDÍA.

Con fundamento en las atribuciones conferidas en el numeral 1º del artículo 22 del


Decreto Ley 262 de 2000, la Sala Disciplinaria procede a resolver el recurso de
apelación interpuesto por la doctora LILIANA MARCELA LOPEZ TORRES,
apoderada de la disciplinada FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA, contra el fallo de
primera instancia del 18 de noviembre de 2010, proferido por la Veeduría de esta
entidad, mediante el cual se le sancionó en su condición de secretaria grado 13 de la
Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos, con
funciones en la Procuraduría Segunda Distrital de Bogotá, con suspensión por el
término de cuatro (4) meses, la cual se convirtió a cuatro meses de salario
devengado por la disciplinada para el momento de la comisión de la falta
($2.148.856).

I. ANTECEDENTES PROCESALES

Las presentes diligencias tuvieron su origen en el oficio No. 0212542 del 27 de


agosto de 2008, suscrito por el Jefe de la División de Gestión Humana de la
Procuraduría General de la Nación, quien remitió a la Veeduría de esta entidad copia
de la documentación relacionada con la situación administrativa de la señora FLOR
DE LIBIA TORRES, quien habiéndose posesionado el 14 de julio de 2008 en el
cargo de secretario Procuraduría Código 4SP grado 13 de la Procuraduría Delegada
Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos, mientras duraba la licencia

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ordinaria no remunerada concedida mediante Resolución No. 0304 del 27 de Junio


de 2008 al servidor ROBERTO MAURICIO BURBANO CORDOBA, con funciones en
la Procuraduría Segunda Distrital, trabajó únicamente los días 17 y 18 de julio y
presentó 2 incapacidades que cubrían los días 21 a 24 de julio, sin volverse a
presentar a laborar, de conformidad con información reportada por el titular de la
Procuraduría Segunda Distrital de Bogotá. 1

Mediante auto del 9 de octubre de 2008, la Veeduría de la entidad ordenó adelantar


una indagación preliminar y la práctica de pruebas, con la finalidad de verificar la
ocurrencia de las presuntas irregularidades disciplinarias 2.

Por medio del auto del 3 de noviembre de 2009, se dispuso la apertura de


Investigación Disciplinaria contra la funcionaria FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA,
en su condición de secretaria grado 13 con funciones en la Procuraduría Segunda
Distrital, de acuerdo con los elementos de juicio allegados y a los presupuestos
fácticos consagrados en los artículos 152 y siguientes del Código Disciplinario
Único3. Esta decisión fue notificada a su apoderada mediante edicto desfijado el 9 de
diciembre de 2009 (folio 84).

Por auto del 28 de mayo de 2010, la Veeduría de la Procuraduría General elevó auto
de cargos contra la señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA, en su calidad ya
anotada4, notificando esta decisión personalmente a su apoderada 5.

A través del auto del 21 de julio de 2010, la primera instancia no consideró prudente
practicar pruebas de oficio ni tampoco fueron solicitadas por la investigada, por lo
tanto ordenó correr traslado a la disciplinada para alegar de conclusión 6; oportunidad
dentro de la cual, su apoderada allegó memorial en ejercicio de este derecho (fol.
136).

La Veeduría de la entidad profirió fallo de primera instancia el 18 de noviembre de


20107, declarando disciplinariamente responsable del cargo imputado a la señora
FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA en su condición de secretaria grado 13 con
funciones en la Procuraduría Segunda Distrital y le impuso sanción consistente en
suspensión por el término de cuatro (4) meses, la cual se convertirá a cuatro
(4) meses de salario devengado por la disciplinada para el momento de la comisión
de la falta ($2.148.856), providencia contra la cual la disciplinada interpuso recurso
de apelación concedido en el efecto suspensivo por la primera instancia mediante
auto del 13 de diciembre de 2010 (fol. 162 - 173).

I. PROVIDENCIA RECURRIDA.

La Veeduría de esta entidad, luego de hacer la sinopsis de los hechos y transcribir el


cargo imputado sustentó la sanción impuesta a la disciplinada FLOR DE LIBIA
1
Folios 1, 3 y 9.
2
Folios 27 - 29.
3
Folios 52 – 53.
4
Ver folios 88 – 91.
5
Folio 95.
6
Folios 132.
7
Folios 148 – 153.

5
Radicación n.° 161 - 4938

TORRES GARCIA, con base en los argumentos que se sintetizan enseguida:

Inicialmente indicó el fallador de instancia, frente al argumento de la defensa, según


el cual la Secretaría General de la Procuraduría indujo a error a la disciplinada al no
haber tramitado la renuncia presentada por la señora FLOR DE LIBIA TORRES el 25
de julio de 2008, la cual en su sentir cumplió con lo normado por el artículo 161 del
Decreto Ley 262 de 2000 haciendo aplicable el numeral 6 del artículo 28 de la Ley
734 de 2002, que no es de recibo por ese despacho, porque independientemente de
que la renuncia cumpliera o no con lo establecido por el artículo 161 antes citado, era
obligación de la investigada continuar en el ejercicio del cargo hasta la fecha
dispuesta en el acto administrativo de aceptación de su renuncia o, en su defecto,
hasta una vez transcurridos 30 días desde la fecha de presentación de la misma,
dando al nominador la posibilidad de estudiar su legalidad y determinar la fecha de
aceptación, la cual, para garantizar la continuidad del servicio, puede no ser
necesariamente la señalada por quien la presenta. Agregó que resultaba imprudente
que la disciplinada hubiese pretendido que se diera trámite y se le aceptara su
renuncia a partir del lunes 28 de julio de 2008, cuando la había presentado el viernes
25 de ese mismo mes, sin prever el tiempo que demandaba el trámite y aceptación
de la misma.

El a quo también señaló, que la procedencia del error como causal eximente de
responsabilidad esta supeditado a que el mismo sea "invencible" o "insuperable",
acercó un aparte de la Sala Disciplinaria en fallo de segunda instancia de abril 26 de
2005 proferido dentro del radicado 161-02468 (022-66234/02), el cual expuso: «para
que el error genere inculpabilidad es indispensable que al sujeto no le haya sido
humanamente posible superarlo, evitarlo o vencerlo, pese a la diligencia y cuidado
con la que actuó en el caso concreto», señaló que estas cualidades no se pueden
predicar frente a los supuestos de hecho base del presente proceso, ya que la
disciplinada no sólo tenía la posibilidad fáctica real de acudir al Decreto Ley 262 de
2000 con el objeto establecer los requisitos y el trámite que debía darse a las
renuncias presentadas por funcionarios de la Procuraduría General de la Nación o,
incluso, de haber solicitado esa información en el Centro de Atención al Servidor o en
cualquiera otra de las dependencias de la División de Gestión Humana de la
Procuraduría, (con lo cual seguramente hubiese conocido que sólo podía dejar el
cargo a partir de la fecha establecida en el acto administrativo de aceptación de la
renuncia o en su defecto, luego de pasados 30 días desde la fecha de presentación
de la misma).

Respecto del argumento propuesto por la defensa, consistente en que la disciplinada


presentó su renuncia y dejó su cargo con el fin de «darle prioridad a su salud tanto
física como mental»- comentó el a quo en su providencia,- si bien no lo hace de
manera expresa, sí de manera tácita cuando acude al numeral 4 del artículo 28 de la
Ley 734 de 2002, el cual exime de toda responsabilidad disciplinaria a quien realice
la conducta para salvar un derecho propio (en el caso de la disciplinada el derecho a
la salud) al cual deba ceder el cumplimiento del deber, que en razón de la necesidad,
adecuación, proporcionalidad y razonabilidad, tampoco está llamado a prosperar el
argumento de la defensa, porque según la historia clínica aportada la disciplinada
padeció trastornos depresivos y estrés en los meses de marzo de 1999, (fl. 127) julio
de 1999, (fl. 125, 126) junio de 2002, (fl. 124) y agosto de 2003 (fl. 129), sin que
existiera diagnóstico que diera constancia que para el momento de ocurrencia de los

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hechos (julio y agosto de 2008) hubiese estado afectada por esas mismas
enfermedades, lo cual impidió analizar e inferir cualquier tipo de incidencia
exculpatoria de esos padecimientos.

Lo anterior, la Veeduría señaló, porque para el 19 de julio de 2008 la disciplinada


presentaba «infección aguda de las vías respiratorias superiores no especificada » (fl. 137,
138); para el 21 y 22 del mismo mes « bronquitis aguda no especificada» (fl. 141 y 143);
para el 24 «bronquitis subaguda en resolución estacionaria» (fl. 144), y para el 26
«bronquitis aguda no especificada» (fl. 146), cuadro clínico catalogado como
«enfermedad general» frente al cual se otorgó una « incapacidad ambulatoria» que cubrió
los días 14, 15, 21, 22, 23, 24 y 25 de julio de 2008 (fl. 70, 71), no existiendo
certificación médica ni soporte probatorio alguno, que sustente o justifique su
ausencia desde el lunes 28 de julio y hasta el lunes 1 de septiembre de 2008.

Con base en lo expuesto, la Veeduría de la entidad concluyó que el cargo formulado


no fue desvirtuado y que se encontró debidamente probado que la disciplinada
habiendo sido nombrada y posesionada en el cargo de Secretaria Código 4SP Grado
13 de la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos
Humanos, con funciones en la Procuraduría Segunda Distrital de Bogotá, únicamente
trabajó los días 17 y 18 de julio 2008, presentó incapacidades médicas para los días
14, 15, 21, 22, 23, 24 y 25 de julio del mismo año y procedió a presentar 3 escritos
de renuncia, los dos primeros radicados el 25 de julio y el 8 de agosto de 2008 y una
tercera el 28 del mismo mes y año, y que, sin esperar a la notificación del acto
administrativo de aceptación de renuncia, dejó de manera definitiva y sin justificación
alguna el cargo y funciones bajo su responsabilidad, no regresando a su sitio de
trabajo desde el 28 de julio y hasta el primero de septiembre de 2008, cuando se
genera el acto de aceptación de la renuncia.

La Veeduría impuso sanción a la señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA, en su


calidad de secretaria grado 13 de la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la
Defensa de los Derechos Humanos, con funciones en la Procuraduría Segunda
Distrital de Bogotá, consistente en suspensión por el término de cuatro (4) meses, la
cual se convertirá a cuatro meses de salario devengado por la disciplinada para el
momento de la comisión de la falta ($2.148.856).

II. RECURSO DE APELACIÓN

Dentro del término para impugnar, la apoderada de la disciplinada interpuso recurso


de apelación contra la decisión sancionatoria adoptada por la Veeduría de la
Procuraduría General de la Nación, dentro del proceso radicado bajo el No IUS
217598-2008, cuyos argumentos se resumen a continuación:

La doctora LILIAN MARCELA LOPEZ TORRES, apoderada de la señora TORRES


GARCIA, señaló que su defendida se vio afectada por una situación de extrema
angustia, como quiera que ya se encontraba desvinculada de la entidad y Cajanal le
negó su derecho a la pensión; hechos que contribuyeron a aumentar la angustia y la
depresión, propios de una persona con el perfil clínico, que quedó demostrado
mediante la presentación de los antecedentes que reposan en la historia clínica de la
señora TORRES GARCIA, los cuales insistió, se deben tener en cuenta para

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Radicación n.° 161 - 4938

determinar la causa de la ausencia a su sitio de trabajo, y como prueba del precario


estado de salud de la disciplinada, para la época de los hechos. Manifestando que
éste fue realmente el motivo para que no continuara desempeñando sus funciones

Expuso que como de lo que se trata es de justificar la ausencia de la señora


TORRES, durante el mes de agosto de 2008, factor central del recurso, aunque la
disciplinada no solicitara nuevos certificados de incapacidad, el principio de la buena
fe está aquí plenamente respaldado por un historial clínico que se destaca por sus
estados depresivos y el pensamiento suicida, dejando al descubierto el perfil
psicológico de una persona especialmente vulnerable.

La defensa manifestó que la incapacidad de la funcionaría disciplinada se extendió


por el término de un mes y que correspondía a la entidad garantizar la prestación del
servicio hasta tanto ésta se reintegrara, encargando para tal fin a otro funcionario; y
de esta manera evitar la afectación en la ejecución de las labores. Adicionó que la
señora TORRES GARCIA, oportunamente, puso en conocimiento de la entidad los
problemas delicados de salud que le venían dificultando el correcto desempeño de
las funciones asignadas y que la Secretaría General de la entidad omitió advertir a la
señora TORRES GARCIA, que si continuaba enferma era necesaria la presentación
de nuevas incapacidades, en lugar de rechazar su escrito.

En el recurso de apelación se resaltó que la disciplinada radicó el mismo 25 de julio


de 2008 dos escritos de renuncia, el primero a las 10:35 a.m. y el segundo, una vez
realizada la corrección exigida por Secretaría General a las 4:40 p.m., y que la
disciplinada justificó expresamente su necesidad de separarse del cargo, que cuando
argumentó problemas delicados de salud que le venían dificultando el desempeño de
sus funciones. Lo que realmente pretendió su representada fue dejar manifiesta la
justificación exigida por el numeral 55 del artículo 48 la ley 734 de 2002. Comentó
que este hecho desvirtúa el abandono injustificado del cargo. Finalmente solicitó
analizar detalladamente los dos escritos mencionados.

III. CONSIDERACIONES DE LA SALA DISCIPLINARIA

De la Competencia.

Con fundamento en las atribuciones conferidas por el numeral 1 del artículo 22 del
Decreto Ley 262 de 20008 en armonía con lo previsto en los artículos 111, 112 y 115
de la Ley 734 de 2002 o Código Disciplinario Único, por vía de alzada, la Sala
Disciplinaria es competente para revisar la providencia del 18 de noviembre de 2010,
en virtud de la cual la Veeduría de la Procuraduría General de la Nación sancionó a
la señora FLOR LIBIA TORRES GARCÍA con suspensión por el término de cuatro (4)
meses, la cual se convertirá a cuatro meses de salario devengado por la disciplinada
para el momento de la comisión de la falta ($2.148.856), en su calidad de secretaria
grado 13 de la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos
Humanos, con funciones en la Procuraduría Segunda Distrital de Bogotá.

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Conocer en segunda instancia los procesos disciplinarios que adelanten en primera los procuradores
delegados

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Radicación n.° 161 - 4938

De la concesión del recurso de apelación.

El recurso de apelación fue interpuesto y sustentado por la apoderada de la


disciplinada FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA el día 10 de diciembre de 2010
(folios 162 a 165), teniendo en cuenta que la defensora se notificó personalmente del
fallo el 6 de diciembre de 2010 (folio 161), el término para la interposición del recurso
de apelación expiraba el día 10 de diciembre de la misma anualidad.

Por lo tanto, el auto proferido por la Veeduría, el 13 de diciembre de 20109, por medio
del cual se concedió en el efecto suspensivo el recurso de apelación interpuesto
contra el fallo sancionatorio del 18 de noviembre de 2010, se encuentra ajustado a
derecho.

Del estudio del asunto objeto del recurso.

La Sala Disciplinaria, pasa a decidir el recurso de apelación, conforme a los


siguientes razonamientos:

Es pertinente señalar que a la luz del parágrafo del artículo 171 de la Ley 734 de
2002 el recurso de apelación otorga competencia al funcionario de segunda instancia
para revisar únicamente los aspectos impugnados y los que resulten inseparables del
objeto de impugnación.

El artículo 142 de la Ley 734 de 2002 enuncia: « No se podrá proferir fallo sancionatorio
sin que obre en el proceso prueba que conduzca a la certeza sobre la existencia de la falta y
de la responsabilidad del investigado»; de ello se desprende que después de realizado
un análisis valorativo de las pruebas arrimadas al proceso no se presenten dudas
acerca de la existencia de la falta ni de la responsabilidad del implicado en su
cometido, sino que conduzcan al juez, en grado de certeza, al establecimiento del
reproche.

En este orden de ideas, la Sala hará un examen de la realidad o conducta


constitutiva de la falta, desde la perspectiva de la norma, la voluntad y conocimiento
de esa realidad, así como del conjunto de condiciones externas que sirven de
contexto de la misma, en torno a las imputaciones objeto del cargo y los argumentos
expuestos por la defensa, buscando determinar la existencia o no de una falta
disciplinaria, así como la responsabilidad en su comisión, en caso que ella existiere,
para lo cual se parte por transcribir el cargo único endilgado a la disciplinada.

Del cargo formulado.

El 28 de mayo de 2010, la Veeduría de la entidad elevó auto de cargos contra la


señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA, en su calidad de secretaria grado 13 de
la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos,
con funciones en la Procuraduría Segunda Distrital de Bogotá, cargo del cual fue
hallada responsable en fallo de primera instancia:

Usted señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCÍA, en su condición de


Secretaria Código 4SP Grado 13 de la Procuraduría Delegada
9
Ver folio 173.

9
Radicación n.° 161 - 4938

Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos, con funciones en


la Procuraduría Segunda Distrital, nombrada por Decreto No. 1688 de
julio 7 de 2008 y posesionada por acta 0776 de julio 14 de 2008, pudo
haber vulnerado el numeral 51 del artículo 48 de la ley 734 de 2002 en
concordancia con los artículos 163, 166 y 168 del Decreto 262 de 2000 al
haber abandonado el citado cargo de manera presuntamente injustificada.

Lo anterior, por cuanto una vez posesionada, sólo trabajó los días 17 y 18
de julio de 2008, presentó incapacidades médicas para los días 14, 15,
21, 22, 23, 24 y 25 de julio del mismo año, presentó 3 escritos de
renuncia, las dos primeras radicadas el 25 de julio y el 8 de agosto de
2008 -las cuales no fueron tramitadas debido a la ausencia de los
requisitos exigidos por el Decreto 262 de 2000 para la aceptación de las
mismas- y una tercera el 28 de agosto de 2008, y sin esperar a la
notificación del acto administrativo de aceptación de las mismas, dejó de
manera definitiva el cargo y funciones bajo su responsabilidad, no
regresando a su sitio de trabajo desde el 28 de julio y hasta el primero de
septiembre de 2008, fecha a partir de la cual le fue aceptada la tercera
renuncia presentada.10

A la implicada señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA, se le citaron como normas


infringidas las siguientes:

La Ley 734 de 2002 en su artículo 48 establece «Faltas gravísimas».

55. El abandono injustificado del cargo, función o servicio.

Artículo 163 Decreto Ley 262 de 2000:

Aceptación de la Renuncia. La aceptación de la renuncia corresponde al


nominador y deberá hacerlo por escrito dentro de los treinta (30) días
calendario siguientes a la fecha de su presentación.

Si transcurre este término y no se ha decidido sobre su procedencia, el


servidor podrá separarse inmediatamente del servicio sin que por esto
incurra en abandono del cargo, o podrá continuar en el desempeño del
mismo, caso en el cual la renuncia perderá su vigencia.

El servidor no podrá dejar de ejercer sus funciones antes del plazo


señalado en el acto administrativo de aceptación de la renuncia, so pena
de incurrir en las sanciones a que hubiere lugar por abandono del cargo.

Artículo 166 Decreto Ley 262 de 2000:

Vacancia del empleo por abandono del cargo. La vacancia del empleo
por abandono del cargo se deberá declarar cuando un servidor de la
Procuraduría, sin justa causa:
10
Ver folios 88 a 91.

10
Radicación n.° 161 - 4938

3. No concurra al trabajo por tres (3) días hábiles consecutivos antes de


habérsele concedido autorización para separarse del servicio o, en caso
de renuncia, antes de cumplir los treinta (30) días contados a partir del
momento de presentación de la misma.

Artículo 168 Decreto Ley 262 de 2000, el cual establece:

En todo caso de abandono del cargo, el servidor se hará acreedor a las


sanciones disciplinarias y a la responsabilidad civil o penal que le
corresponda, sin perjuicio de la declaratoria de retiro del servicio a que
haya lugar.

La falta se calificó como gravísima por estar así rotulada por el legislador y la
imputación subjetiva se hizo a título de culpa grave.11

Análisis y valoración probatoria.

La Sala Disciplinaria entra a realizar el estudio probatorio de algunas circunstancias


que permite obtener mayor claridad y poner en contexto los hechos objeto de
investigación, motivo por el cual se allegaron los siguientes documentos al plenario:

1. Decreto de nombramiento No. 1688 de 7 de julio de 2008 por medio del cual el
señor Procurador General de la Nación nombra « en provisionalidad a FLOR DE LIBIA
TORRES GARCÍA, quien se identifica con la cédula de ciudadanía No. 41.621.636, en el
cargo de secretario Procuraduría, código 4SP, grado 13 de la Procuraduría Delegada
Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos, mientras dura la licencia ordinaria
no remunerada concedida mediante Resolución No. 0304 del 27 de junio de 2008 a
ROBERTO MAURICIO BURBANO CÓRDOBA, con funciones en la Procuraduría Segunda
Distrital» (fl. 38).

2. Acta de posesión 0776 de 14 de julio de 2008 suscrita por el Jefe de la División de


Gestión Humana y FLOR DE LIBIA TORRES GARCÍA, mediante la cual la
disciplinada toma posesión del cargo de secretario Procuraduría, código 4SP, grado
13 de la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos
Humanos con funciones en la Procuraduría Segunda Distrital (fl. 40).

3. Oficios del 31 de julio, 4 y 13 de agosto de 2008, suscritos por el Procurador


Segundo Distrital de Bogotá, según los cuales la señora FLOR DE LIBIA TORRES
GARCÍA únicamente trabajó los días 17 y 18 de julio, presentó 2 incapacidades que
cubrían los días 21 a 24 de julio y no se volvió a presentar a laborar (fl. 9, 13 y 19).

4. Oficio de fecha 31 de julio de 2008 en el cual el Procurador Segundo Distrital de


Bogotá, ante la ausencia de la señora FLOR DE LIBIA TORRES solicitó al Jefe de la
División de Gestión Humana la asignación de un nuevo secretario « debido a que llevo
casi un mes sin contar con la persona que maneja este cargo y el Despacho se encuentra
represado en correspondencia y otras labores que corresponden a la Secretaría» (fl. 19).

5. Auto de agosto 26 de 2008, por medio del cual el Jefe de la División de Gestión
11
Folio 91.

11
Radicación n.° 161 - 4938

Humana señala que «… dado que el vencimiento de la provisionalidad de la señora


TORRES GARCÍA, tendría lugar el próximo 31 de agosto de 2008, fecha de vencimiento de
la licencia otorgada al señor ROBERTO MAURICIO BURBANO CÓRDOBA, resultaría inocuo
el trámite de actuación administrativa por presunto abandono de cargo, para definir su
permanencia en el servicio o el retiro de la entidad, pues para la culminación del trámite, la
mencionada funcionaría ya no prestará sus servicios a la Procuraduría General de la
Nación» (fl. 3).

6. Escrito sin fecha radicado el 25 de julio de 2008, suscrito por la señora FLOR DE
LIBIA TORRES GARCÍA y dirigido al señor Procurador General de la Nación según
el cual presenta renuncia en los siguientes términos: « En razón a problemas delicados
de salud (anexo incapacidades) que me vienen dificultando el correcto desempeño, en las
funciones asignadas mediante el nombramiento en provisionalidad, en el cargo de Secretaria
de la Procuraduría Segunda Distrital, que tuvo a bien concederme su Despacho; me permito
presentar renuncia a partir del próximo lunes 28 de julio» (fl. 69).

7. Certificados de incapacidad médica por enfermedad general con incapacidad


ambulatoria aportados como anexos al escrito de renuncia antes referenciado los
cuales cubren los días: 14, 15, 21, 22, 23, 24, 25 de julio de 2008 (fl. 70 y 71).

8. Oficio SG No. 3225 de 25 de julio de 2008 por medio del cual el Secretario
General (E) de la Procuraduría devuelve el escrito de renuncia presentado por la
disciplinada el 25 de julio de 2008 « teniendo en cuenta que el artículo 161 del Decreto-
Ley 262 de 2000 establece que la voluntad de renuncia debe ser libre y espontánea. En los
términos presentados no es posible adelantar ningún trámite ante el Procurador General de
la Nación» (fl. 68).

9. Escrito sin fecha radicado el 25 de julio de 2008, suscrito por la señora FLOR DE
LIBIA TORRES GARCÍA y dirigido al señor Procurador General de la Nación en el
cual presenta renuncia en los siguientes términos: « me permito presentar renuncia del a
partir [sic] del próximo lunes 28 de julio, al cargo de Secretaria de la Procuraduría Segunda
Distrital; para el cual tuvo a bien designarme el Despacho a su digno cargo» (fl. 76).

10. Oficio SG No. 3384 de agosto 8 de 2008 suscrito por el Secretario General (E) de
la Procuraduría en el cual se lee « Nos referimos a su escrito radicado ante la
Procuraduría el pasado 8 de agosto de 2008, mediante el cual presenta usted renuncia al
cargo de Secretaria Procuraduría Código 4SP Grado 13, a partir del 28 de julio del presente
año. Al respecto, cordialmente le informo que no resulta viable legalmente aceptar renuncias
con efecto retroactivo, motivo por el cual adjunto devolvemos su escrito sin trámite alguno.
En cuanto a los demás aspectos relativos a su renuncia, le solicitamos tener en cuenta lo
indicado por este Despacho en el oficio SG 3225 del 25 de julio del presente año» (fl. 77).

11. Escrito sin fecha radicado en el CAS el 28 de agosto de 2008, suscrito por la
señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCÍA y dirigido al señor Procurador General de
la Nación en el cual presentó renuncia en los siguientes términos: « De manera atenta,
me permito presentar renuncia a partir del 1 de septiembre de 2008, al cargo de Secretario
G-13 de la Procuraduría Segunda Distrital; para el que tuvo a bien designarme en
provisionalidad» (fl. 65).

12. Decreto 2030 de 29 de Agosto de 2008, mediante el cual el señor Procurador


General de la Nación aceptó «a partir del primero de septiembre de 2008, la renuncia

12
Radicación n.° 161 - 4938

presentada por FLOR DE LIBIA TORRES GARCÍA del cargo de secretario Procuraduría,
código 4SP, grado 13 de la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los
Derechos Humanos con funciones en la Procuraduría Segunda Distrital» (fl. 39).

13. Certificación del Jefe de la División de Gestión Humana según la cual la señora
FLOR DE LIBIA TORRES, figuró en el cargo de secretaria grado 13 de la
Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos con
funciones en la Procuraduría Segunda Distrital, « desde el 14 de julio de 2008 hasta el 31
de agosto de 2008» (fl. 37).

14. Oficio No. 193708 del 6 de agosto de 2008 por medio del cual el Jefe de la
División de Gestión Humana solicita al Coordinador del Grupo de Nómina que dado
el no ejercicio de labores de la señora FLOR DE LIBIA TORRES proceda al
«descuento de nómina por el tiempo no laborado de manera injustificada» (fl. 15).

15. Certificación del Coordinador del Grupo de Nómina en el cual informa que «...en
la nómina del mes de agosto de 2008, no aparece liquidado valor alguno por
concepto de salarios a favor de la señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCÍA» (fl.
61).

16. Calificaciones de servicios de los años 2005, 2006 y 2007 (fl. 116, 120, 123).

17. Fotocopia de antecedentes de historia clínica (fl. 124 a 129, 137 a 146 y 166 a
172).

Asunto examinado: De las pruebas anteriormente analizadas, se tiene que en el


presente caso se cuestiona el hecho supuestal irregular en que incurrió la señora
FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA sin esperar a la notificación del acto
administrativo de aceptación de su renuncia, dejó de manera definitiva el cargo y
funciones bajo su responsabilidad, no regresando a su sitio de trabajo desde el 28 de
julio y hasta el primero de septiembre de 2008, fecha a partir de la cual le fue
aceptada la tercera renuncia presentada.

Respecto del tema central de la apelación, cuando la defensa señaló que la


disciplinada justificó expresamente su necesidad de separarse del cargo, con el
argumento descrito en su carta de renuncia donde expuso: «…problemas delicados
de salud que me vienen dificultando el correcto desempeño…», argumentando que
de esta manera expresa la justificación exigida en el numeral 55 del artículo 48 de la
Ley 734 de 2002, esta Colegiatura entra a analizar el tema:

Se observa que desde los cargos y en el mismo fallo de instancia, se le reprochó a la


investigada la conducta tipificada en el numeral 55 del artículo 48 de la Ley 734 de
2002, cuyo texto expresa: «El abandono injustificado del cargo, función o servicio», pero
se enunció equivocadamente el número 51, como de idéntica forma lo señala
también la defensa en su escrito de apelación. La Sala Disciplinaria considera que
dicha situación no implica una irregularidad que afecte sustancialmente el trámite
procesal, en la medida que siempre se señaló la descripción típica consignada en el
numeral 55 del artículo 48, correspondiente a la conducta descrita en el cargo,
contrario a poder predicar una vulneración al debido proceso o al derecho de defensa

13
Radicación n.° 161 - 4938

de la disciplinada, lo que es factible deducir es la presencia de un error de


transcripción.

Teniendo en cuenta los hechos cuestionados frente a las pruebas que los soportan,
tenemos que esta investigación se originó como consecuencia del oficio No. 0212542
del 27 de agosto de 2008, con el cual se remitió a la Veeduría copia del auto del 26
de agosto de 2008, suscrito por el Jefe de la División de Gestión Humana de la
Procuraduría General de la Nación, para que se revaluara la presunta
responsabilidad de la señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA, señalando que
«resultaría inocuo el trámite de actuación administrativa por presunto abandono de cargo
para definir su permanencia en el servicio o el retiro de la entidad, pues para la época de
culminación del trámite, la mencionada funcionaria ya no prestará sus servicios a la
Procuraduría General de la Nación», informando que la investigada fue nombrada
mediante el Decreto No. 1688 del 7 de julio de 2008 y posesionada por acta 0776 del
14 de julio de 2008, en el cargo de secretaria Procuraduría Código 4SP grado 13 de
la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos,
con funciones en la Procuraduría Segunda Distrital, en provisionalidad hasta el 31 de
agosto de 2008, fecha del vencimiento de la licencia ordinaria otorgada al señor
ROBERTO MAURICIO BURBANO CÓRDOBA, trabajando únicamente los días 17 y
18 de julio de 2008; presentando incapacidades médicas para los días 14, 15, 21, 22,
23, 24 y 25 de julio del mismo año; presentó 3 escritos de renuncia, los dos primeros
radicados el 25 de julio y el 8 de agosto de 2008 los cuales no fueron tramitados por
la Secretaría General por considerar que no se daban los requisitos exigidos por el
Decreto Ley 262 de 2000- y el tercero de fecha 28 de agosto de 2008; y sin esperar
la notificación del acto administrativo de aceptación de su renuncia, dejó de manera
definitiva el cargo y funciones bajo su responsabilidad, sin regresar a su sitio de
trabajo desde el 28 de julio y hasta el primero de septiembre del mismo año, fecha a
partir de la cual le fue aceptada su renuncia.

En el fallo de instancia se plantea que, independientemente de que la renuncia


cumpliera o no con lo establecido por el artículo 161 antes citado, era obligación de la
investigada continuar en el ejercicio de su cargo hasta la fecha dispuesta en el acto
administrativo de aceptación de su renuncia o en su defecto hasta una vez
transcurridos 30 días desde la fecha de presentación de la misma, dando al
nominador la posibilidad de estudiar su legalidad y determinar la fecha de aceptación.

Frente al abandono del cargo la Corte Constitucional en Sentencia C-769/98, con


ponencia del Magistrado ANTONIO BARRERA CARBONELL, expone lo siguiente:

Abandonar el cargo, o el servicio, implica la dejación voluntaria definitiva y no


transitoria de los deberes y responsabilidades que exige el empleo del cual es
titular el servidor público. En consecuencia, dicho abandono se puede presentar,
bien porque se renuncia al ejercicio de las labores o funciones propias del
cargo, con la necesaria afectación de la continuidad del servicio administrativo,
o bien porque se deserta materialmente del cargo al ausentarse el servidor del
sitio de trabajo y no regresar a él para cumplir con las labores asignadas,
propias del cargo o del servicio.

Corolario de lo anterior es que el abandono debe ser injustificado, es decir,


sin que exista una razón o motivo suficiente para que el servidor se exima
de la responsabilidad de cumplir con las funciones propias del cargo o del

14
Radicación n.° 161 - 4938

servicio. Ello es así, porque de ser justificado el abandono del cargo o del
servicio desaparece la antijuridicidad del hecho y, por consiguiente, la falta
disciplinaria... (Negrilla y subrayado de la Sala).

De acuerdo con lo anterior y según la valoración probatoria, el abandono del cargo


endilgado a la disciplinada se presentó como resultado de la presentación de su
renuncia, aunado a la creencia de estar justificada, cuando argumentó sus problemas
de salud, que le venían dificultando el desempeño de sus funciones, pretendiendo
dejar en claro la justificación exigida en el numeral 55 del artículo 48 de la Ley 734 de
2002, el cual dispone: «55. El abandono injustificado del cargo, función o servicio».

Así como existen algunas situaciones dentro de las cuales puede observarse una
actividad positiva e intencional del disciplinado, porque el hecho resulta jurídico, ante
el derecho, hay otras situaciones en que la justificación depende de la ausencia del
elemento intencional, de fuerza mayor, pues, se obra sin voluntad de hacerlo o por
accidentes imprevisibles, por la influencia del azar, por ignorancia, o por error que no
está en manos del agente disipar. Así, la ausencia de intención dañosa puede
resultar de la ignorancia o del error.

Se produce un acto que tiene las características materiales de la falta disciplinaria,


pero no lo es, ya que le falta uno de los elementos constitutivos esenciales. Hay
diferencia entre la ignorancia y el error, ya que el conocimiento equivocado es una
forma de ignorancia. Como estados de la mente o situaciones de conciencia, los dos
conceptos son diversos. La ignorancia es la ausencia de nociones acerca de algo; el
estado psicológico es Negativo. El error es aprehensión o aceptación de una idea
falsa o inexacta; el estado psicológico es positivo. Como determinantes de un acto,
las dos situaciones son equivalentes. La ignorancia y el error pueden recaer sobre el
hecho o el derecho y sobre el acto violatorio de la ley en sí mismo o sobre una
circunstancia que lo agrave o cambie su situación jurídica.

Según el material probatorio allegado al expediente, se corroboró el mal estado de


salud manifestado por la disciplinada para la época de la presentación de su
renuncia, una afectación descrita como: «bronquitis aguda no especificada», la cual
padeció por más de dos semanas con un estado febril.

Además de lo anterior, la abogada de la señora FLOR DE LIBIA TORRES GARCIA,


planteó como defensa en los descargos, en los alegatos y en la apelación, un
historial clínico de la disciplinada, el cual anexa 12. La Sala encuentra las siguientes
prescripciones médicas: «trastorno depresivo mayor de pánico - cefalea, mareo,
visión borrosa», «stress», «neurosis depresiva y pensamientos suicidas», «Neurosis
de angustia y depresión – angustia, ansiedad, sensación de inestabilidad, insomnio»,
paciente de 49 años, madre de cinco hijos, separada y vive sola. Presenta atención
psiquiátrica que padece desde los 19 años de edad, lo cual según diferentes
anotaciones en la historia clínica del especialista que la atendió, señala que desde
hace 30 años se caracteriza por síntomas depresivos realizando intento suicida con
ingesta de múltiples medicamentos y relacionado con violencia intrafamiliar,
presentando un segundo episodio a los 25 años con inhibición motora, abulia y
relacionada con convivencia y disfunción familiar. También se describe que hace 10
años hubo reactivación depresiva por problemas económicos, que hace dos años
12
Ver folios 124 a 129 - 166 a 172.

15
Radicación n.° 161 - 4938

inició tratamiento psicológico con ocho (8) sesiones por ideas suicidas y finalmente
se señala que inició tratamiento psiquiátrico hace un año.

Para la Sala en el presente caso habría lugar a la exclusión de la responsabilidad


disciplinaria establecida en el artículo 28 numeral 6° de la Ley 734 de 2002, por
cuanto la conducta de la disciplinada se desarrolló con la convicción errada e
invencible de que su conducta no constituye falta disciplinaria, creyendo estar
justificando su actuar en el momento de motivar su renuncia, informando que le era
humanamente imposible seguir desempeñando sus funciones por problemas de
salud. Lo creyó así justificado, siendo esto uno de los ingredientes del tipo
reprochado en el numeral 55 del artículo 48 del CDU.

La causal prevista en el numeral sexto del artículo 28 de la ley 734 de 2002


establece:

«Está exento de responsabilidad disciplinaria quien realice la conducta»:

«6. Con la convicción errada e invencible de que su conducta no constituye falta


disciplinaria».

Pártase entonces de la circunstancia de que la conducta a la que hace referencia la


norma, es aquella que no le permite al agente determinar que con su actuar, ha
incurrido en la comisión de falta disciplinaria. Sobre el tema los doctores JAIME
MEJÍA OSSMAN y SILVIO SAN MARTÍN QUIÑONES RAMOS, en su obra
«Procedimiento Disciplinario», señalan: «Esta causal de justificación de la conducta
contemplada en el numeral 6° del artículo 28 del Código Disciplinario Único, conocida
como error sobre el tipo, determina que el destinatario de la ley disciplinaria actúa
con error invencible; con la convicción de que en su acción no concurre alguno de los
elementos del tipo que de manera real se estructuran».

Obsérvese que el ingrediente fundamental para que opere este tipo de causal,
además de la existencia del error, es que éste sea invencible. Al respecto se debe
tener en cuenta que no es culpable quien realice el hecho con la convicción errada e
invencible de que la conducta no constituye falta disciplinaria, como lo preceptúa el
numeral 6° del artículo 28 de la Ley 734 de 2002, por lo tanto, es necesario que se
configuren dos (2) situaciones para que sea procedente la causal de exclusión de la
responsabilidad.

Por una parte tenemos, que la disciplinada tuvo la creencia plena y sincera de que
actuaba ajustada al ordenamiento jurídico, y por tanto existió un error de apreciación
que no era humanamente superable dadas sus condiciones personales y las
circunstancias en que éste se realizó, eventos en los cuales, la conducta no es
reprochable a título de dolo, porque en la encartada no existió la conciencia de la
ilicitud de su acción, sin el cual el fenómeno no se estructura. Tampoco le puede ser
reprochable a título de culpa porque actuó con el cuidado y diligencia para
determinar que su conducta no era contraria a la ley.

En este orden de ideas y siguiendo los parámetros esbozados por el doctor Alejandro
Ordóñez Maldonado, Procurador General de la Nación, en su obra « Justicia

16
Radicación n.° 161 - 4938

Disciplinaria», «el carácter invencible del error demandará un análisis de las circunstancias
particulares de cada caso, con especial énfasis en las condiciones personales de quien lo
alega y de sus posibilidades efectivas de previsión y conocimiento, todas vez que no es lo
mismo, por ejemplo, el error que esgrime una persona con formación profesional de aquella
que no la tiene».

De acuerdo con lo anterior y en consonancia con las pruebas allegadas al proceso y


los planteamientos esbozados por la apoderada doctora LILIANA MARCELA LOPEZ
TORRES, se tiene en el caso que nos atañe, que opera la causal de exclusión de
responsabilidad prevista en el numeral sexto del artículo 28 de la ley 734 de 2002.
Veamos porque:

En conclusión, el error invencible se presenta cuando la señora TORRES GARCIA,


considera que bastaba con la presentación de la renuncia a su cargo, justificando el
hecho de su mal estado de salud (comprobado) para poder separarse
definitivamente del mismo, con el cual motiva su escrito de renuncia, « En razón a
problemas delicados de salud (anexo incapacidades), que me vienen dificultando el correcto
desempeño, en las funciones asignadas mediante el nombramiento en provisionalidad…»13,
bajo el pleno convencimiento que estaba cumpliendo con uno de los ingredientes del
tipo reprochado, como lo es la justificación, dentro de su entendimiento intelectual
para el cargo de secretaria.

La Sala concluye que el abandono del cargo reprochado en esta actuación por parte
de la disciplinada, tuvo justificación, apoyada en su convicción errada e invencible de
que podía ausentarse de su cargo por motivos de su mal estado de salud, por el sólo
hecho de presentar la renuncia, conforme a la causal de exclusión de
responsabilidad disciplinaria descrita en el numeral 6° del artículo 28 de la Ley 734
de 2002, razón más que suficiente para que la Sala Disciplinaria revoque en su
integridad el fallo recurrido, con el cual la Veeduría de la Procuraduría General de la
Nación, sancionó con suspensión por el termino de cuatro meses en el ejercicio
del cargo, convertida a cuatro meses de salario devengado , a la señora FLOR
DE LIBIA TORRES GARCIA, en su condición de secretaria grado 13 de la
Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos, con
funciones en la Procuraduría Segunda Distrital, para la época de los hechos.

En mérito de lo expuesto, la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General de la


Nación, en uso de sus facultades legales,

RESUELVE:

PRIMERO REVOCAR en su integridad el fallo de primera instancia recurrido, y en


su lugar, ABSOLVER de toda responsabilidad disciplinaria a la señora FLOR DE
LIBIA TORRES GARCIA, identificada con la cédula de ciudadanía 41.621.636, en su
condición de secretaria grado 13 de la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la
Defensa de los Derechos Humanos, con funciones en la Procuraduría Segunda
Distrital, para la época de los hechos, por el cargo que le fuera formulado, de
conformidad con lo señalado en la parte considerativa de esta providencia.

13
Ver folio 69.

17
Radicación n.° 161 - 4938

SEGUNDO: Por la Secretaría de la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General de


la Nación, NOTIFICAR esta decisión a la interesada. Para el efecto se tendrá en
cuenta lo establecido en los artículos 100 y siguientes de la Ley 734 de 2002,
advirtiéndole que contra la misma no procede recurso alguno. La dirección de la
apoderada de la disciplinada, doctora LILIAN MARCELA LOPEZ TORRES, es XXXX.

TERCERO: Por la Veeduría de la entidad, INFORMAR las decisiones de primera y


segunda instancia a la División de Registro y Control de la Procuraduría General de
la Nación, en la forma indicada en la Circular No. 055 del 23 de septiembre de 2002
emanada del Despacho del Señor Procurador General de la Nación y en el artículo
174 de la Ley 734 de 2002, respecto del reporte de sanciones disciplinarias.

CUARTO: DEVOLVER el proceso a la Veeduría, previos los registros y las


anotaciones correspondientes.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

JUAN CARLOS NOVOA BUENDÍA


Procurador Primero Delegado
Presidente

MARIA EUGENIA CARREÑO GÓMEZ


Procuradora Segunda Delegada

Proyectó: Doctor Manuel Gama Aguirre


Expediente número 161 – 4938 (IUS 2008 – 217598).

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