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CRITERIOS DE ELECCIÓN

Una situación.
Antes que ninguna otra cosa vamos a situarnos con un
poco de imaginación:
Supongamos que una persona se ha determinado a servir al
Señor con todo el fervor de su alma. Quiere agradarle en todo:
en lo grande y en lo pequeño. Darle gusto en todo... Todo esto es
obra de la gracia y quizá después de años de servicio...
Su determinación es firme...
Pero...¿y cómo sabré yo en cada momento lo que al Señor le
agrada? Y esto en las cosas grandes e importantes, como la
elección de estado y en las cosas pequeñas, tantas como hay en la
vida...

Respuesta: Una seguridad absoluta, rotunda y clara es muy


difícil tenerla. Pero San Ignacio en sus Ejercicios nos acerca
mucho a la respuesta en su pequeño tratado de las Elecciones.
Voy marginalmente a poner unas notas, y te las resumo en
seis puntos:

1 - Clara manifestación de Dios.

“Es cuando Dios, nuestro Señor así mueve y atrae la voluntad


que, sin dubitar ni poder dubitar, la tal ánima devota sigue a
lo que es mostrado; así como San Pablo y san Mateo lo
hicieron en seguir a Cristo, nuestro Señor” [175]
Así nos lo cuenta San Ignacio en lo que él llama el “primer
tiempo”
La cosa está clara. Se te aparece el Señor o algún ángel suyo
y te dice: “Mi voluntad es que hagas tal cosa...”
No hay porque “dubitar”(dudar)...La cosa está clara...
Pero...por si acaso no nos ocurre esto con frecuencia, las
apariciones, digo, bueno será que demos alguna otra norma,
más al alcance de los mortales...¿no te parece...?”

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2 - Consolaciones y desolaciones

“Cuando se toma asad claridad y conocimiento por


experiencia de consolaciones y desolaciones y por
experiencia de discreción de espíritus” - [176]
Es impresionante ver a San Ignacio, herido, en el piso alto de
su Casa-Torre de Loyola, soldado, a quien nadie había instruido
en estos menesteres, haciendo por puro sentido común, un
discernimiento sobre el futuro de su vida...Claro, que también hay
que decirlo, iluminado con una gracia muy fuerte del Señor...:
Cuando leía la vida de los santos tenía mucha alegría, le
venían muchos deseos de imitarlos. Y esto mientras lo leía y luego
permanecía durante mucho rato esa alegría y esos deseos...
Cuando luego volvía a pensar en las cosas de mundo
(Emperador, Señora de sus pensamientos...) sentía alegría solo
cuando lo pensaba, pero después sequedad y vacío...
Y unas veces estaba en los unos pensamientos y otras veces
en los otros...
Y como los efectos se repetían, vino a concluir que los
primeros eran los más conformes con el agrado de Dios...
Este hecho del Santo puede ser un modelo. Voy a probar yo y
poco a poco lo voy a ir aprendiendo:
Tengo dudas si esto lo querrá el Señor, o más bien querrá lo
otro...Unas veces voy a pensar y llevar a la oración una cosa y
otras veces la otra. ¿Experimento algunas sensaciones o
“mociones” más positivas en unas que en otras...?
Por aquí puedo encontrar un camino de cercanía...
No definitivo, pero sí orientador...
Este segundo modo es más apto para cosas de alguna
importancia en nuestra vida. Pero los santos lo han aplicado,
muchas veces, incluso para cosas pequeñas y cotidianas,
dada su enorme pureza y sensibilidad espiritual...

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3 - Otra persona

“mirara un hombre que nunca he visto ni conocido, y


deseando yo toda su perfección, considerar lo que yo le
diría que hiciese y eligiese para mayor gloria de Dios,
nuestro Señor, y mayor perfección de su ánima; y
haciendo yo así mismo, guardar la regla que para el otro
pongo”. [185]
Una regla preciosa y muy práctica... Qué bien sabemos las
cosas y que claras las vemos, cuando se trata del prójimo...
No nos turba la mente, ni el amor propio, ni la pereza, ni las
pasiones... Qué bien pensamos el bien del prójimo...
En este caso concreto y a esta persona a la que yo tanto
quiero, ¿qué le recomendaría yo? Buscado solamente su bien
espiritual.
Pues eso que tan claro veo y recomiendo al otro, entiéndelo
para ti mismo, “haciendo yo así mismo...”
En la actual sicología le suelen llamar el de la “silla vacía”.
Allí, en esa silla vacía, junto a mí, siento imaginariamente a esa
tal persona a quien tanto quiero...con mucha paz y despacio...
¿qué le recomendaría...?

4 - A la hora de la muerte

“como si estuviese en el artículo de la muerte, la forma


y medida que entonces querría haber tenido en el modo de la
presente elección; y reglándome por aquella, haga en todo la
mi determinación” [186]
La vida enseña mucho, pero la muerte enseña mucho más y
mejor...
San Ignacio quiere a la hora de elegir una cosa, conforme a la
voluntad de Dios, que me traslade imaginariamente a ese

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momento. No es difícil hacerlo... Ya nada importa. Ya pasó todo.
Es la hora de la verdad...
“¿Qué me hubiese gustado haber hecho en ese momento?”
Es una visión rápida. No es difícil...Lo vemos muchas veces
tan claro...
Estoy dudando de si darle “esto” a un compañero o no...
¿Qué le agradará al Señor...?” Por una parte me parece más
generoso y evangélico el dárselo, por otra parte me quedo sin ello
y me viene bien, incluso lo necesito...
¿a la hora de la muerte...?”
Veo muy claro que en ese momento me agradaría más
habérselo dado...
Pues obra en consecuencia...

5 - Los “pros” y los “contras”

Seguimos en lo que San Ignacio llama el tiempo tranquilo. No


tengo ni grandes mociones ni grandes repugnancias...”Tiempo
tranquilo”...qué cosa puede haber más razonable que utilizar la
razón...Una razón que se supone está iluminada por la fe...
“Considerar, raciocinando, cuántos cómodos...y así mismo
incómodos...y otro tanto haciendo en la segunda parte...
Mirar dónde la razón se inclina...
Y ofrecerla la tal elección...” [181 resumido]
Una cuartilla con una línea vertical en medio...Escribir a un
lado, los motivos a favor de la tal decisión, escribir en la otra
columna las razones en contra......y luego:
No contar, sino pesar... Puede ser que delante de Dios pesen
más estas dos, que las otras siete...

6 - Un buen consejero

Este punto sexto, San Ignacio no lo coloca así y aquí... pero


está muy presente en toda su dinámica espiritual.

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Puede también arrojar mucha luz y completar los puntos
anteriores...
Ese consejero tiene que cumplir estas dos condiciones:
Tiene que conocerme.
Tiene que entender de aquello sobre lo cual le consulto.
Condiciones que son de sentido común, pero que es muy
necesario las tenga, pues de lo contrario valdrá poco su consejo,
si no es que incluso me hará daño...

Unas notas al margen


Voy a hacer referencia a una serie de cuestiones, que
encuentro con frecuencia, en el ministerio sacerdotal, sobre todo
cuando se refieren a la elección de estado...

 “No veo claro”.

“Y por más vueltas que le doy...y va pasando el tiempo, los


años y...no acabo de ver claro. Y en cosa tan importante no se
puede ir a ciegas...”
Efectivamente no se puede ir a ciegas...Pero no pretendas
tener una evidencia física, como tienes la evidencia y la claridad
con que ves estas hojas en tus manos u oyes estos consejos...
Es imposible. Nunca lo verás así. Evidencia física, nunca...
Aplicando las seis normas que te he expuesto, puedes
acercarte, vislumbrar, llegar incluso a una certeza moral, sobre
lo que es lo mejor, a cerca de lo que el Señor quiere...Nada más.
No te rompas la cabeza, ni tampoco te escudes en ese
parapeto para no actuar...

 Elegir, igual a, “sacrificar”

Te pongo un ejemplo: como llegan los Reyes en Navidad, el


papá va con su hijo a un enorme comercio de juguetes...
Hay que escribir la carta a los Reyes...

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El niño ha visto un precioso coche de bomberos con sus
escaleras y todo...le ha encantado...
Pero en el escaparate ha visto también un precioso tambor...
Las dos cosas son preciosas. Ya está la solución: pediremos a
los reyes el camión y el tambor...
Pero su padre interviene:
- No, hijo, las dos cosas no. Elige una...
- Es que me gusta mucho el camión...
- Pues el camión, dice su padre...
- Pero es que me gusta mucho el tambor...
- Pues el tambor...
- Las dos cosas, papá...
- No, una, elige...
Cuando ya el niño ve que no tiene más remedio que elegir una,
al fin lo decide:
- Pues el camión...
¿Qué acaba de hacer el niño en este momento?
Sacrificar en lo más profundo de su corazón el tambor...
Elegir, igual a sacrificar aquello que no se elige...
Si se tratase de elegir entre una cosa buena y una mala, la
elección no ofrecería dificultad...pero se trata de elegir entre
dos cosas buenas...
En referencia a la elección de estado a veces la elección es
angustiosa. El Matrimonio es una de las cosas más bellas que hay
en el mundo. Un esposo, unos hijos, un hogar...Qué maravilla...!!!
Pero el dejarlo todo y de por vida, para dedicarse al Señor
y su reino en el mundo entero...qué maravilla !!!
Siempre recuerdo a este respecto a un Padre Espiritual de
colegio, que a los que andaban con el asunto de la vocación
sacerdotal o religiosa les insistía:
”sed bien conscientes de lo que dejáis y sacrificáis. Que son
cosas bien hermosas...”
No tenía miedo aquel Padre al decirles esto, el que
perdieran la vocación, porque estaba bien seguro de que sabrían
elegir, si es que la vocación era verdadera...

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 El riesgo de equivocarme

“ Y si me equivoco?Hoy en el mundo hay mucha marcha adelante y


mucha marcha atrás... Y si en todo tiempo se tiene pavor a
poderse equivocar en estas elecciones trascendentales, en este
tiempo..., más...
- ¿Y si me equivoco...?
Mira, si en una de estas elecciones te equivocas, y te
equivocas porque o no lo has pensado, o porque eres un
precipitado o un atolondrado...no te lo puedes perdonar...
Pero si lo has pensado con tiempo, con paz, lo has consultado,
lo has discernido...y te equivocas, pues no pasa nada, por mucho
que te duela.
Hay mil caminos en la vida y el Señor te espera en algún
otro...Acéptalo.
No digas como aquel:
“si Dios no me asegura que voy a perseverar, no me decidiré
nunca a dar el paso...”
El riesgo de equivocarse es una de las cosas que más relieve
y valor da a las elecciones.

 Y en cualquier hipótesis PAZ

La paz es siempre la señal del buen espíritu. Sin embargo no


es infrecuente que cuando uno se enfrenta con cosas
importantes de su vida, nos pongamos nerviosos, haya
turbaciones, nerviosismos...A veces se sufre mucho...

Por ello y como última recomendación, en cualquier hipótesis,


paz...

Te ofrezco a continuación unos cuántos puntos de reflexión


que encontré en un cartel vocacional y que pueden ayudar en la
elección de estado...:

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DISCERNIR LA VOCACIÓN

Si estás esperando que


de la nada surja una voz
que te diga:
“Eh, tú, sígueme”
LO LLEVAS CLARO!!!

Si te piensas que Dios te


va a llamar al móvil
o mandarte un e-mail...
LO LLEVAS CLARO !!

Si esperas que los que te rodean


vean y sientan lo mismo que tú
para sentirte segura,
LO LLEVAS CLARO !!

Si te piensas que una decisión así


será valorada y apoyada
por tu gente...
LO LLEVAS CLARO !!

Si esperas tener una certeza 100%


para dar el paso
LO LLEVAS CLARO !!

Si te piensas que a Él
le valen las excusas...
LO LLEVAS CLARO !!

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