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ANÁLISIS INTERPRETATIVO LA OBRA “RAZONES PRÁCTICAS SOBRE LA

TEORIA DE LA ACCIÓN” Y SUS CONCEPTOS CENTRALES. DE PIERRE


BOURDIEU.

AUTORA: MSC. MARITZA. A. BRAVO DE SUAREZ.


Doctora de Ciencias de la Educación.
MSc en Orientación sexual, M.G.I, Médico Cirujano.
Estudios continuos en el área de educación sexual,
Trabajos de investigación en medicina y sexualidad,
Conferencista de educación sexual nacional e
internacional, autora de proyecto de educación sexual
“Aprendiendo para Enseñar”, y LA O.N.G “La
Felicidad” Correo: maritzasuabra@hotmail.com
Resumen

En el presente análisis, se definen y contextualizaran de forma


interpretativa de los conceptos centrales de la teoría de la acción social de Pierre
Bourdieu, a saber: (Campo, habitus y capital simbólico). En el cual se valoran los
sistemas de disposiciones en vista de las prácticas sociales surgidas en campos
determinados (Bourdieu, 1997).
Dichas categorías, nos conduce desde una dinámica sociocultural y
realidad sociopolítica para el accionar de lo cotidiano de los agentes intervinientes
en un espacio social definido. Con características disimiles en cada uno de los
campos con sus habitus y la puesta en juego de capitales simbólicos. Desde aquí
se reflexiona acerca de las ganancias/pérdidas de los nuevos conocimientos
puestos en juego y de esta puesta en juego se deriva la teoria de la acción social.
Palabras Claves: Bourdieu, Campo, habitus, Capital simbólico, dinámica social.
INTRODUCCIÓN.

Cuando se intenta estudiar la obra de un autor y hacerse eco del conocimiento


plasmado en la misma, necesitamos ocuparnos no solamente de la lectura de la
realidad que éste maneja; también es necesario equiparar la instrumentación de la
cual se valió para ejecutarla y la internalización de dicha realidad. De allí pues,
que necesariamente se debe desconfigurar con el apoyo de dicha obra, todos los
elementos de su diseño con la intención de colocar al escritor y su obra en el
contexto sociohistórico donde se desarrollaron las acciones diseñadas en la
misma.

Además, para alcanzar este discernimiento es preciso transitar por una sucesión
de deliberaciones, habilidades y enfoques asumidos por él, y de esta forma,
encontrar su postura final manifestada en la construcción del conocimiento.
Pierre Bourdieu, P. (1997) confronta el mundo de lo social plasmándolo
desafiantemente como la construcción de un elemento que nos permita
percibirlo desde el conocimiento científico. Haciendo uso de la sociología que
emerge en ese instante para reclamar un sitio específico dentro del campo de las
ciencias, para ello adopta una posición de tenacidad teórico-práctica; ya que la
compresión del mundo social, pasa necesariamente por la construcción del
espacio de las posiciones de los individuos que lo conforman y que al mismo
tiempo son cimentados por él.

De esta forma, el mundo social se construye diariamente en lo habitual, aún sin


pretenderlo, por simple capacidad de la reproducción disposicional grabadas en
nuestras dispociones. Siendo un recurso imperceptible de sobrevivencia .Por lo
tanto, Bourdieu hace referencia a una concepción novedosa del mundo social y
nos invita a alcanzarlo comprendiendo la forma en que nosotros nos
desenvolvemos en él, como agentes constructores; a alcanzarlo, descubrirlo y/o
crearlo de forma coherente. Para alcanzar esta propuesta, se enunciaron los
siguientes objetivos:

OBJETIVO GENERAL: Revisar la Obra filosófica del psicólogo francés Pierre


Bourdieu, con la finalidad de profundizar en sus conceptos centrales de la Acción
social.

OBJETIVO ESPECIFICOS: Analizar críticamente los conceptos centrales del


modelo psico-social de Pierre Bourdieu.
Metodología.

Para la realizar este cometido se usó el método Bibliográfico Narrativo, se


procede a indagar en la bibliografía referente al tema, se encontró mucha
información (tesis doctorales, articulos, entrevistas de radio y televisión del autor
referido y hasta un corto metraje sobre la vida y obra del autor); Este material
bibliográfico se clasificó según el tema de interés, una vez priorizada dicha
información, comencé a realizar una primera lectura que denominé de
reconocimiento, con la finalidad de identificar dentro de ellas: Argumentos, tesis y
teorías. Una vez logrado este objetivo realicé otra lectura la cual denominé a
profundidad, comprensiva o segunda lectura; con el propósito de formular y
construir mis propias cogniciones a cerca de estos saberes.

Se pretende la comprensión teórica- conceptual y la concepción filosófica de esta


realidad social que involucra actores diversos y acciones particulares de cada
campo sometido a diferentes fuerzas interactuantes en un espacio social definido

En esta ocasión, intentó analizar, crítica- reflexivamente la obra de un autor


con una visión social muy particular, específicamente los conceptos (Campo,
habitus, Capital simbólico), es necesario por lo tanto, indagar a cerca de la
realidad manejada por éste; y equiparar los elementos usados para disuadir esa
realidad, y las bases filosóficas influyentes en su pensamiento social.

Ahora bien, se debe desconfigurar con el soporte de dicha obra los elementos
del diseño para ubicar al escritor y su obra en el contexto sociohistórico donde
ocurrieron las acciones diseñadas en la obra. Mas sin embargo, cuando nos
aventuramos con pierre Bourdieu y su mundo que va de un simbolismo a otro, la
realidad que aconteció podría representarse en otro espacio con agentes
diferentes intercambiando similitudes con capitales de recambio en un espacio
social definido por otras realidades pero que conjugan interacciones
semejantes.(Bourdieu, P. 1997).

Para alcanzar esta reflexión, es preciso transitar por un curso de discusiones,


destrezas y enfoques asumidos por el autor, y de esta forma, encontrar su postura
final manifiesta en su teoria de la acción social. Bourdieu, confronta el mundo de lo
social plasmándolo desafiantemente como la construcción de un elemento que
nos permite percibirlo desde el conocimiento científico. Haciendo uso de la
sociología que emerge en ese instante para reclamar un sitio particular dentro del
campo de las ciencias, para ello adopta una posición de tenacidad teórico-
práctica; “ya que la compresión del mundo social, pasa necesariamente por la
construcción del espacio de las posiciones de los individuos que lo conforman y
que al mismo tiempo son cimentados por él.” (Bourdieu ob. Cit)
De esta forma, el mundo social se construye diariamente en lo habitual, aún sin
pretenderlo, por simple capacidad de la reproducción disposicional grabadas en
nuestras dispociones. Siendo un recurso imperceptible de sobrevivencia. Por lo
tanto, Bourdieu hace referencia a una concepción novedosa del mundo social y
nos invita a alcanzarlo comprendiendo la forma en que nosotros nos desplegamos
en él, como agentes constructores; a alcanzarlo, descubrirlo y/o crearlo de forma
coherente. (Bourdieu, P.1992)

A propósito de aproximarnos al pensamiento de Bourdieu, especialmente en lo


que concierne a tres conceptos centrales de su obra: (hábitus, campo y capital
simbólico), la forma adaptarlos a distintas realidades sociales con sus
intersubjetividades, que se distinguen dentro del accionar de la sociedad,
comportándose como el espacio social donde se produce una trama
interactuante entre los diferentes actores y sectores de esta

En este sentido Bourdieu, diseña conceptos innovadores para la comprensión del


mundo (teórico/ práctico). Cuando se da a la tarea de construir de estos
instrumentos, su objeto de estudio final, es hombre y mujer estableciendo al
mundo. Definir conceptos de la obra bourdieu, va más allá de detallarlos y
comprenderlos, es una conceptualización subrayada y esquematizada que
asemeja el sincronismo del universo donde se permean unos a otros para
configurar los comportamientos sociales inscritos de forma indeleble en nuestra
memoria individual y colectiva.

A manera de ilustración, encontramos que las bases de esta forma esquemática


de la teoria de la acción social-Bourdieu y su triada (campo-hábitus-capital
simbolico); se origina en la utilización de conceptos tales como: estilos de vida de
Max Weber, el de capital de Karl Marx, y los de experiencia corporal y espacial y
hábitos de Austril y Ludwing Wittgensten (Nogales, 1999). “Bourdieu, utilizó del
marxismo dos ideas; que la sociedad está estructurada en clases sociales, y que
las relaciones entre las clases sociales son relaciones de lucha… Estos le
permiten describir e identificar la forma específica de los mecanismos y conceptos
más generales, como los de capital, inversión interés…”

Se comienza, expresando que la triada conceptual de: (campo, habitus y capital


simbólico), comprende estudios sobre distintos campos inmersos en el espacio
social donde se desarrollaron estos eventos y para comprender la conjunción de
estos tres conceptos interactuantes en la filosofía Bourdieusiana, y que solamente
se comprenden en conjunción de los tres (Bourdieu, p. 1997). Poseen solo una
explicación integral y son ideados para ponerse en práctica empíricamente de
manera sistemática. “Tales nociones pueden definirse, pero solamente en el
interior del sistema teórico que constituyen, nunca en estado aislado. Lo que es
auténtico con respecto a las concepciones, es indiscutible con respecto a las
relaciones” (Bourdieu, p.1992).

De esta manera, la noción de campo, puede definirse como una distribución de


relaciones objetivas entre lugares. Estos lugares se definen objetivamente en su
existencia y en los valores impuestos a sus colectividades, agentes o instituciones,
por su situación vigente y tácita en la organización distributiva de las diferentes
especies de poder, cuya práctica direcciona los bienes específicos que están en
juego en el campo, y, al mismo tiempo, por sus relaciones objetivas con otras
perspectivas.

“En las sociedades altamente diferenciadas el cosmos social está constituido por
el conjunto de esos microcosmos sociales relativamente autónomos, espacios de
relaciones objetivas que son el lugar de una lógica y de una necesidad
irreductibles a aquellas que rigen los otros campos”… Los límites del campo se
encuentran donde terminan los efectos del mismo, el campo es un espacio donde
se despliega un efecto de campo, no está integrado por partes, pero si posee
reglas y regularidades, cada campo puede contener un subcampo que proviene de
un proceso de distribución. Estos campos pueden ser artísticos, literarios,
escolares, científicos, religiosos, de poder, jurados, burocráticos que existen
independientemente de las voluntades individuales (Bourdieu, P. 2001).
Entrevista. La lógica de los campos).

El esquema explicativo de Bourdieu consiste en lo siguiente:

1.- El campo está constituido por el espacio de las posiciones de los agentes.

2.-las clases sociales no existen, lo que existe es un espacio social un espacio de


diferencias, en el que las clases existen en cierto modo en estado virtual.

3.- estos agentes están dispuestos e interesados en ejercer ciertas prácticas por
medio de los hábitus y con ellas tomar una posición relativamente estable durante
sus relaciones.

De manera que, El significado de hábitus que según (Spedding, 1999) fue una
reflexión de las propuestas de J.L. Austril y Ludwing Wittgensten, es citada por
Bourdieu “Habitus es un sistema socialmente constituido de disposiciones
estructuradas y estructurantes, adquirido mediante la práctica y siempre orientado
hacia funciones prácticas … la noción de hábitus intenta posibilitar una teoría
materialista del conocimiento que lo relegue al idealismo la idea de que cualquier
conocimiento, ingenuo o científico, requiere un trabajo de construcción, sin
embargo recalca que este trabajo no tiene nada en común con un trabajo
meramente intelectual que se trata de una actividad de construcción, incluso de
reflexión práctica, que las nociones, comunes de pensamiento, conciencia y
conocimiento nos impiden concebir adecuadamente.”

Podríamos definir habitus, desde diferentes ángulos así podríamos decir que: a)
Un sistema de disposiciones duraderas, eficaces en cuanto esquema de
clasificación que orientan la percepción y las prácticas más allá de la conciencia y
el discurso, y funcionan por transferencia en los diferentes campo de la práctica. Y
también diremos que: b) Estructuras estructuradas, en cuanto proceso mediante el
cual lo social se interioriza en los individuos, y logra que las estructuras objetivas
concuerden con las subjetivas. Además son c) Estructuras predispuestas a
funcionar como estructurantes, es decir, como principio de generación y de
estructuración de prácticas y representaciones (García, N. 1989).

El concepto social del hábitos alude a un conjunto de relaciones históricas


situadas en cuerpos individuales bajo la forma de esquemas intelectuales (diseño
estructural que maniobra dentro de los agentes, y trasciende al sujeto) y
esquemas corporales (internalización de estructuras que existen externamente)
de apreciación, evaluación y operación (umbral productor de habilidades, que
permite a los agentes confrontar diferentes realidades, estas estrategias
gestionadas son consecuentes y liberadas por el conciliación con un campo en
particular) (Bourdieu, p. 1997).

Se reconoce, que se trata de un sistema de disposiciones, es decir, de


virtualidades o potencialidades relación con una situación determinada… el
mismo hábitos puede generar prácticas diferentes e incluso opuestas” (Bourdieu,
P. 1992).

En primera instancia, Bourdieu presenta la génesis del habitus como proceso de


inculcación de un arbitrario cultural y como incorporación de determinadas
condiciones de vida; lo que parece insinuar dos modos distintos de generación del
habitus: la inculcación y la incorporación.

Además, en la formación del habitus primario en el seno de la educación familiar,


el efecto de inculcación efectiva de la educación parental constituye también el de
las condiciones precedentes de existencia que fueron incorporadas en el curso de
la trayectoria de los padres, ya que “la pendiente de la trayectoria paternal
contribuye a modelar la experiencia originaria de inserción dinámica en el universo
social” (Bourdieu, p. 1997).

Lo que Bourdieu demanda, es una articulación reflexiva entre inculcación y


asociación, entre lo social y la práctica del mundo social. En consecuencia, el
orden simbólico como universo del sentido, enlaza siempre un sistema de
diferencias organizadas por elementos reflexivos, mientras que las formalidades
esquemáticas obedecen a colocaciones duraderas constituidas por variaciones
imperceptibles. Por consiguiente, el orden objetivo de las realidades existenciales
sólo puede ser un precepto simbólico pre-establecido, producto de las
objetivaciones del habitus en una etapa precursora. (Gutierrez, 1994).

Por eso Bourdieu piensa que las estructuras sociales actuales no son más que las
estructuras simbólicas del pasado engendrado por la lucha de clases, que es
también una lucha por los ordenamientos sociales. Así ilustrado, el habitus tiene
un perfil multidimensional: es a la vez asumido como: sistema de esquemas
lógicos o estructuras cognitivas, disposiciones morales, registro de posturas y
gestos y gusto, disposición estética

Esto señala, que este concepto comprende de forma particular tanto el plano
cognitivo, como el axiológico y el práctico, con lo cual se está debatiendo los
estilos filosóficos intelectualistas “entre categorías lógicas y valores éticos, por un
lado, y entre cuerpo e intelecto por otro”. Bourdieu especifica de este modo el
doble movimiento constructivista de: internalización de lo exterior y de
demostración de lo interno. El habitus sería el resultado de la incorporación de las
estructuras sociales mediante la internalización de lo exterior, mientras que el
campo sería el producto de este proceso de internalización de lo externo, es decir,
realizaciones institucionales de un procedimiento de habitus efectuadas en una
fase precedente del transcurso histórico-social.

Cabe añadir, el término capital simbólico: que es cualquier propiedad, cualquier


especie de capital: (físico, económico, cultural, social) mientras sea percibido por
los agentes sociales cuyas condiciones de apreciación son tales que están en
condiciones de descubrirlo, reconocerlo y darle valor. Es decir la representación
que los otros conciben en la medida en que participan contiguamente de opiniones
acordadas para hacer distinguir y respetar ciertas posesiones y ciertas conductas
como honorables o deshonrosas.

Más precisamente, es la forma que toma toda especie de capital cuando es


percibida a través de las categorías de percepción que son el producto de la
incorporación de las divisiones o de las oposiciones inscriptas en la estructura de
la distribución de esta especie de capital. Se deduce que el Estado, que dispone
de medios para imponer e inculcar principios durables de visión y de división
conformes a sus propias estructuras, es el lugar por excelencia de la
concentración y del ejercicio del poder simbólico.

Según Bourdieu, el capital simbólico así entendido “no es más que el capital
económico o cultural en cuanto conocido y reconocido” (Bourdieu, P. 1997). En
efecto, lejos de ser naturales o inherentes a la persona misma, tales propiedades
sólo pueden existir en la medida en que sean reconocidas por demás agentes.
Sería cualquier forma de capital en tanto que no reconocida como producto de una
acumulación arbitraria, no reconocimiento debido a los esquemas de percepción
generados en el seno de los campos en los que ese tipo de capital produce
efectos; por tanto, su posesión es percibida como natural. Este capital opera
según la lógica de la distinción, la diferenciación, por lo que es vano perseguir su
igual distribución.

La estructura de un capital, puede diferir entre dos sujetos dotados de un capital


global más o menos equivalente tanto en su posición como es sus tomas de
posición, en tanto que uno tiene respectivamente mucho capital económico y poco
capital cultural; y el otro tiene mucho capital cultural y poco capital (Bourdieu, 1992
Ob.Cit.)

Así también de los bienes que el agente posee y como elige lo que posee ya que
un mismo bien puede ser distinguido para uno, pretencioso o vulgar para otro).
Existe una correspondencia que se establece entre el espacio de las posiciones
ocupadas en el espacio social y el espacio de las disposiciones de sus ocupantes
y también por mediación de esto últimos.

Un capital no existe ni funciona sino en relación a un campo; confiere un poder


sobre el campo, sobre los instrumentos materializados o incorporados de
producción o de reproducción, cuya distribución constituye la estructura misma del
campo; sobre las regularidades y las reglas que definen el funcionamiento del
campo; y sobre los beneficios que en él se engendran.

En conclusión:

Bourdieu, Hace uso de estos conceptos centrales Capital Simbólico, Hábitus y


Campo para introducir la Teoria de la Acción Social. Este accionar ocurre en un
determinado espacio social donde se pone en juego los diferentes capitales en
especial el Capital Simbólico, condicionado este último por los Hábitus de los
diferentes agentes involucrados en este juego. Estos tres conceptos existen en
tanto estén en concordancia, es decir están íntimamente ligados e interactúan en
el accionar del intercambio de los valores simbólicos en campos contiguos que
son permeables entre sí, y donde sus hábitus migran entre ellos.
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