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TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO

DEFINICION
Para el CIE-10, los TGD (código F84) se definen como un grupo de trastornos
caracterizados por alteraciones cualitativas de las interacciones sociales recíprocas y
modalidades de comunicación así como por un repertorio de intereses y de actividades
restringido, estereotipado y repetitivo. Estas anomalías cualitativas constituyen una
característica persuasiva del funcionamiento del sujeto, en todas las situaciones.

ETIOLOGIA

 No tiene origen neurológico.

 No es hereditario.

 Es determinado por la relación afectiva del niño con la madre o padre.

 Afecta mayormente a varones.

 Afecta a las distintas áreas del desarrollo.

 La gran mayoría de los casos es Genética No Definida (Genética Molecular)

 Infecciones congénitas: rubéola, toxoplasmosis, citomegalovirus.

 Infecciones adquiridas: meningitis bacteriana, encefalitis herpéticas.

 Enfermedades metabólicas: fenilcetonuria, alternaciones b de las purinas,


mitocondriopatías.

 Entidades estructurales: malformaciones cerebrales, lesiones estructurales del


cerebro en desarrollo.

 Trastornos perinatales (rol significante): hipoxia perinatal, traumatismo obstétrico.

 Otras entidades patológicas: síndrome de West, síndrome alcohólico fetal,


síndrome valproíco fetal.

ALTERACIÓN EN LAS TRES AREAS DEL DESARROLLO

1. trastornos de la comunicación verbal y no verbal

2. trastornos de las relaciones sociales

3. centros de interés restringidos y/o conductas repetitivas

Algunas características particulares


 Comienza antes de los 36 meses.

 Clara falta de respuesta a los demás (no fija la mirada, no responde a besos,
caricias)

 Deficiencias en el desarrollo del lenguaje.

 Si hay lenguaje, tiene un patrón especial, con ecolalia inmediata o demorada,


lenguaje metafórico o inversión de pronombres.

 Respuesta extraña a diferentes aspectos del ambiente: resistencia al cambio e


interés o vínculos con ciertos objetos.

 Dificultades en la percepción del cuerpo.

 Ausencia de conductas comunicativas para compartir experiencia

 Pensamiento estructurado

 Diferentes posibilidades de aprendizajes

¿Cuáles son los síntomas?

Cuando los padres observan o sospechan que el desarrollo de su hijo no es normal, es


importante realizar una consulta con un especialista para tener un diagnóstico completo y
un tratamiento a seguir.

Estas son algunas de las conductas ante las cuales hay que estar alertas:

En el área de la comunicación:
 No responde a su nombre.
 No puede decir lo que quiere.
 Está retrasado/a en su lenguaje.
 No sigue consignas.
 A veces parece oír y otras no.
 No señala ni saluda.

En el área social:
 No utiliza los juguetes de forma convencional
 Mantiene juegos extraños
 Prefiere jugar solo/a.
 No se interesa en otros niños.
 Hace poco contacto visual.
 Parece estar en su mundo.
 No presta atención.
En el área conductual:
 Repite las actividades una y otra vez.
 Pone las cosas en fila.
 Hace berrinches.
 Es hiperactivo.
 Es oposicional y no colabora.
 Realizan movimientos raros o incontrolados.
 Es hipersensible a ciertas texturas o sonidos.
 Camina en punta de pies.

¿Qué conductas podéis observar en vuestros alumnos?


– Problemas para establecer relaciones con sus compañeros.
– Dificultades para expresar sus emociones y responder adecuadamente a los
comportamientos de los demás niños.
– El contacto visual con vosotros será muy poco.
– Tendrá dificultades para comprender términos abstractos, para comprender metáforas.
– Su comportamiento será rígido y poco flexible a los cambios.
– No comprende juegos simbólicos.

¿Qué estrategias o actividades podéis realizar en el aula para favorecer su aprendizaje e


integración?
1. Anticipar, planear y explicarles las actividades que se van a realizar en el aula. Además
de hacerlo de forma verbal es en la mayoría de los casos realizar una agenda o
cronograma al niño (con ayuda de la especialista de PT). Esta agenda puede hacerse de
muchas formas, eso dependerá de cada niño, una forma puede ser: en una hoja blanca se
pondrá un encabezado en donde se anoten los siguientes datos que el niño
irá completando día a día. Para ello hay que realizar un dibujo o pictograma por cada
actividad que se vaya a realizar en el aula.

Todas las mañanas, antes de iniciar los trabajos del día, debe explicarse a todos los niños
de su grupo las actividades que se llevarán a cabo durante
todo el día a través del cronograma-agenda. El niño con TGD, colocará las imágenes de las
actividades en su cronograma-agenda y cada vez que termine una actividad, tachará o
dará la vuelta al rectángulo donde se encontraba el dibujo de la actividad realizada y decía
cuál era la que seguía. En cualquier momento que el niño no realice la tarea o se levante
de la mesa hay que recordarle mostrándole el cronograma-agenda que todavía no ha
acabado la actividad.
Otro tipo de agenda, más indicada para educación infantil, aunque siempre en función de
las características del alumno puede ser la siguiente:

2. Cuando haya eventos en la escuela, actividades extraescolares o cambios importantes


en las rutinas escolares como fiestas o excursiones, siempre se le tiene que explicar al niño
con TGD con todo detalle qué características tendrá el evento y cuál será su participación
en él. Asimismo, se le puede hacer una breve descripción del lugar que va a conocer y, si
es posible, se dibujarán los eventos principales.
Si aún así en el momento del evento el niño muestra signos de ansiedad, es conveniente
separar al niño del grupo durante unos minutos. Este tiempo fuera servirá para conocer
cómo se siente y cuál fue la causa que denotó la conducta negativa.
El conocimiento de las causas de su conducta nos sirve para desarrollar actividades
similares a través de dramatizaciones o narraciones de cuentos, por medio de las cuales el
niño irá aprendiendo a manejar su ansiedad y sus impulsos.

3. Para fomentar la participación activa de los padres en la tarea de flexibilización de las


conductas, anticipación de acontecimientos, formulación de hipótesis y manejo adecuado
de las actitudes de los niños y niñas, se puede elaborar “El diario de vida del niño o niña”
que es un cuaderno “que viaja” entre la casa y la escuela. En este cuaderno los padres y la
profesora escriben los acontecimientos más importantes del día. Cuando se crea
necesario, también se escribirán las actividades (extraordinarias) que acontecerán al
día siguiente. Esto se hace con la finalidad de que el niño o niña anticipe
los acontecimientos y pueda controlar con mayor facilidad su conducta. Se sugiere que
este “diario” contenga dibujos de los padres o del niño o niña que ilustren lo narrado en él.

4. Otra forma de estructurar el tiempo y de anticipar los acontecimientos importantes que


van a suceder es trabajando los calendarios mensuales. En ellos, se encuentran reflejados,
con pictogramas, las actividades, los acontecimientos y las fechas señaladas que no están
contempladas en las rutinas diarias de clase, como el Día del Padre, Carnaval, la visita de
alguien a la clase… además de los períodos vacacionales que rompen la rutina escolar.
Estos calendarios serán elaborados con la colaboración de todos los alumnos a principios
de cada mes.

RABIETAS Y PATALETA

1. Dejar que se calme solo


Los niños también tienen derecho a desahogarse, por lo que a veces es incluso positivo
que pasen por una rabieta. Cuando está inmerso en un ataque de furia, se le puede decir:
«Pues sí que estás enfadado, avísame cuando se te pase», y acto seguido alejarse un poco
de él. Será consciente de que nos preocupamos por lo que le pasa y de que no conseguirá
nada poniéndose así.
2. Intentar que escuche
Una vez que la rabieta ya ha comenzado, el pequeño parece fuera de sí. Para calmarlo y
hacerle entender que no puede ser, solo hay una opción: intentar conseguir que salga de
ese estado y hacer que nos escuche. Para ello, papá o mamá pueden arrodillarse frente a
él, cogerlo por los hombros con firmeza y mirarlo hasta que él fije sus ojos en los del
adulto. Entonces será el momento de hablarle con calma.

3. No responder con enfado


Responder con una rabieta es una forma de fomentarlas: les estaremos dando la mejor
de las excusas para iniciar un pequeño número de enfado en cualquier momento, ya que
para los niños sus padres son sus modelos de referencia y les encanta imita todo lo que
hacemos. También es importante no permanecer enfadados con él eternamente. Pasados
unos minutos, ya no sabrá por qué papá y mamá fruncen el ceño. Su pataleta ya pasó, y tal
vez ni siquiera se acuerda de ella.

4. No prestarse al juego
La mejor forma de luchar contra las rabietas es procurar que no aparezcan. Y para ello
conviene anticiparse a posibles problemas. Por ejemplo: uno de los lugares donde suelen
darse más rabietas es el supermercado, así que hay que ir prevenidos. Es bueno dejar todo
claro antes de entrar: avanzarle que solo se va a comprar leche, pan y huevos, y nada más.
Después, una vez dentro, podemos dejar que él participe en la compra cogiendo las cosas
que se van a comprar (las más pequeñas, claro) y metiéndolas en la cesta. De esa forma
estará distraído y se sentirá útil, lo que evitará otras tentaciones.

Cómo evitar las pataletas


Incluso los niños que mejor se portan tienen alguna pataleta de vez en cuando. Las
pataletas son comunes en los niños pequeños porque estos pueden entender más de lo
que pueden expresar y a menudo se sienten frustrados por no poder expresar sus
necesidades.

También hay otras maneras en que los niños se sienten frustrados, como, por ejemplo,
cuando no pueden vestir a su muñeca o no logran hacer lo mismo que hace un hermano
mayor. Las luchas de poder pueden producirse cuando su hijo quiere más independencia y
autonomía demasiado pronto.

La mejor manera abordar las pataletas es evitarlas, siempre que sea posible. Estas son
algunas estrategias que pueden ayudar:

 Dese cuenta de si su hijo está intentando simplemente llamar la atención. Intente


establecer un hábito para reconocer a su hijo cuando se porta bien, es decir,
recompénselo con atención por su buen comportamiento.

 Permita a su pequeño controlar pequeñas cosas. Esto puede satisfacer su


necesidad de independencia y prevenir las pataletas. Deje que tome algunas decisiones
pequeñas que usted pueda respetar, como, por ejemplo: "¿Qué quieres para comer,
una manzana o un plátano?".

 Cuando los niños estén jugando o intentando aprender algo nuevo, ofrézcales
juguetes y juegos adecuados para su edad. Además, empiece con algo sencillo antes de
pasar a tareas más complicadas.

 Reflexione sobre lo que su hijo quiere. ¿Le parece intolerable? Quizá no lo sea. Elija
cuando quiere mostrarse firme; ceda cuando pueda hacerlo.

 Conozca los límites de su hijo. Si sabe que el pequeño está cansado, no es el mejor
momento para ir de comprar al supermercado o para apurarse para hacer otro recado.

Cuando estallan las pataletas

Si su hijo estalla en una pataleta, manténgase frío. No complique la situación con su propia
frustración. Los hijos pueden sentir cuando los padres están agotados y esto puede
aumentar aún más su frustración. Intente entender qué le está pasando a su hijo. Por
ejemplo, si el pequeño acaba de tener una gran decepción, puede que necesite que lo
consuele.

Ignorar las pataletas es otra manera enfrentarlas, siempre que el berrinche no represente
ninguna amenaza para su hijo o para los demás. Continúe con sus actividades, sin prestar
ninguna atención al niño, pero de manera que pueda seguir viéndole. Si hay algún peligro
de que el niño que está teniendo una pataleta se haga daño a sí mismo o a otros, llévelo a
algún lugar tranquilo y seguro para que se tranquilice.

A algunos niños les cuesta mucho parar una pataleta. En estos casos, se les puede
tranquilizar si se les dice: "Te ayudaré a calmarte". Pero sea lo que sea que
haga, no recompense a su hijo dándole lo que quiere. En vez de eso, elógielo verbalmente
por calmarse.

A medida que su capacidad de expresarse a través del lenguaje mejora, los niños empiezan
a manejar mejor la frustración y las pataletas se hacen menos frecuentes.

TRASTORNO INTEGRACION SENSORIAL

Dispraxia: las dificultades observadas estarán relacionadas con la planificación motora,


con la secuenciación, y organización temporo espacial: torpeza motora, dificultad para
organizar y secuenciar tareas, organización de la conducta.

Integración Sensorial
La integración sensorial es la capacidad del sistema nervioso para interpretar la
información percibida por los sentidos y generar respuestas inmediatas. Cuando falla una
de las piezas que componen ese mecanismo, los niños se enfrentan a más obstáculos de
los habituales y se irritan, se retraen o explotan… emocionalmente

Se trata de “un proceso neurológico que nos permite utilizar nuestro cuerpo eficazmente en
cada contexto, organizando la información sensorial que recibimos de nosotros mismos y del
entorno para emitir respuestas adecuadas”, precisa Víctor da Silva Gamo, director del Centro
Sensory (Madrid).

La secuencia lógica es percibir, organizar y responder, pero muchos niños tienen


dificultades a la hora de seguirla y se enfrentan a la Disfunción de Integración Sensorial
(DIS) o Desorden en el Procesamiento Sensorial (DPS).
La terapeuta Isabelle Beaudry, por su parte, explica que una de las dificultades para tratar
el DPS es que no es fácil de detectar por una persona que no esté específicamente
formada porque se manifiesta en “dificultades sutiles que se pueden atribuir a otros
problemas” o se confunde con una mala crianza que despierta culpabilidad en muchos
padres.
Los expertos describen el perfil de los niños con DPS:

 Son hostiles, irritables, difíciles, agresivos o explotan en llanto sin razón aparente.
Los niños con DPS tienen muchas dificultades en el aprendizaje. EFE/Manuel Bruque

 Son retraídos, lentos, excesivamente tranquilos y mantienen la postura decaída o


todo lo contrario: extremadamente activos y ansiosos; no paran de correr y de
moverse.
 Se enfadan al percibir ciertos sonidos, estímulos visuales, movimientos, texturas y
olores. Les molestan las etiquetas de la ropa, las sábanas, cortarse las uñas, el pelo o
comer ciertos alimentos.
 No siguen el mismo ritmo de aprendizaje que los demás niños de su edad. Se
confunden al copiar de la pizarra, leer, escribir o recortar.
 Tienen dificultades en el razonamiento lógico, en la secuenciación o en la
planificación motora. También en las tareas matemáticas y en la memorización de
conceptos.
 Son descoordinados para practicar deportes y se tropiezan mucho. No les gusta
trepar, saltar, colgarse o columpiarse.

Tres clases de sensibilidad

 Hipersensibilidad / mucha sensilbilidad

 Hiposensibilidad / poca sensibilidad

 Reactividad Mixta / a veces mucha sensibilidad, a veces muy poca sensibilidad


Tips para trabajar TIS
Llegar al niño por medio del juego
Lograr mantener su atención en estas actividades
Hacer terapia individual o mantener un acompañamiento individual

SON MÁS VULNERABLES LAS PERSONAS ADOPTADAS


Muchas veces se ha asociado el hecho de ser adoptado con tener posteriormente
problemas psicológicos o de conducta

Problemas psicológicos
El causante de afirmaciones como la anterior fue el psiquiatra Marshal Schechter cuando
afirmó hace más de tres décadas que el porcentaje de pacientes adoptados que iban a su
consulta era mayor que el porcentaje de la población general aunque hay estudios que
demuestran que los adoptados no buscan ayuda mental profesional más que el resto de la
población

Se han realizado varios estudios para determinar esta relación. En Gran Bretaña se realizó
uno que halló que los problemas de conducta de niños adoptados se incrementaban entre
los 7 y 11 años; William Feigelman analizó datos de un estudio en EEUU y vio que había
más problemas de delincuencia juvenil y alcoholismo en los niños adoptados pero que en
la edad adulta no había ninguna diferencia entre los grupos. Hay varios estudios que
demuestran que el hecho de ser adoptado causa más trastornos en la adolescencia pero
no en la edad adulta.

Un dato importante es que los estudios no han analizado por qué se da este incremento
en la adolescencia. Brodzinsky y Feigelman apuntan a que es una época en la que los niños
deben asimilar el hecho de ser adoptados.

Las conclusiones de los estudios son por tanto las siguientes:

• La mayoría de niños adoptados no tienen problemas graves


• Los niños adoptados son más propensos a tener problemas psicológicos y de conducta
pero sin exceder los límites de la normalidad
• Los niños adoptados tienen menos problemas psicológicos, de conducta, más éxito
profesional que los que estaban en la misma situación al nacer y ésta no varió
• Se plantea que la adopción en sí no causa problemas, sino que en la época en la que los
niños deben asimilarlo es cuando pueden aparecer algunos
• Lo más importante es que los padres conozcan a su hijo y sus reacciones ante los retos
que le está planteando la vida
El síndrome del niño adoptado. Es un término acuñado por Kirschner que incluyé actos
antisociales, mentiras, robos, problemas de aprendizaje…

Trastorno de déficit de atención con hiperactividad y problemas de aprendizaje

Se sabe que este trastorno se da más en niños adoptados pero se está empezando a
plantear que no esté bien diagnosticado en niños adoptados ya que algunos sugieren que
el esfuerzo que tienen que hacer estos niños por asumir su adopción puede hacerles
parecer dispersos.

Sí se sabe que estos niños tienen más problemas de aprendizaje aunque se desconocen las
causas.

En cualquier caso los padres deben cercionarse de que sus hijos tienen dichos problemas y
no es un proceso normal de asimilación del proceso de adopción

Efectos a largo plazo de la exposición al alcohol y a drogas

Se ha postulado que algunos niños con TDAH y con problemas de aprendizaje pueden
estar mostrando los efectos de haber sido expuestos a drogas durante el embarazo. De
hecho Chasnoff sospecha que esta exposición influye en la capacidad del sistema
neurológico para enviar mensajes y recibirlos.
No obstante esta exposición no tiene tan malas consecuencias como se pensaba en un
principio

Síndrome alcohólico fetal y efectos del alcohol en el feto. El efecto más grave de esta
exposición es el retraso

Expectativas académicas

Las investigaciones dicen que como grupo, el nivel académico de los niños adoptados es
“aceptable”

Se realizaron estudios en GB y en EEUU y se halló que los resultados de estos niños eran
iguales o incluso superiores en tareas de escritura y lectura, aunque los resultados en
matemáticas no lo eran. Feigelman demostró que la proporción de niños adoptados que
iban a la universidad era la misma que los biológicos, aunque los adoptados dejaban sus
estudios antes que los otros.

No obstante la capacidad de recuperación ante las adversidades de estos niños es igual a


la de los niños biológicos

Aspectos positivos de la adopción

Uno de los aspectos que se proponen es que los niños adoptados al haber tenido que
asimilar un pasado incierto respecto a sus orígenes son mucho más tolerantes a la
ambigüedad entre otras cuestiones positivas.

DIFICULTAD DE APRENDIZAJE, APRENDIZAJE LENTO

Alumnos de Aprendizaje Lento. Son alumnos que presentan dificultades para seguir un
ritmo de aprendizaje normal, por presentar problemas a nivel de memoria, junto con na
menor capacidad de atención a estímulos verbales y de expresión, y dificultades para
evocar y recuperar la información aprendida.
Estos alumnos no estarían en la categoría de retardo mental, ni tampoco presentarían un
TEA, ni alteraciones en su desarrollo sensorial o afectivo. Este grupo está constituido por
niños con un desarrollo más lento y con un ritmo crónico de aprendizaje más bajo que el
resto de sus compañeros, Bravo 1994

Destacan, como principales rasgos característicos de estos alumnos, los siguientes:

 Lentitud para procesar la información.


 Inadecuación entre sus estructuras cognitivas y el grado de complejidad de los
contenidos.
 Baja motivación para aprender.
 Baja autoestima.
 Inadecuación entre sus habilidades psicolingüísticas y el lenguaje utilizado por el
profesor.
 Incapacidad para organizar y estructurar la tarea por sí mismo.
 Escasa atención.
 Bajo nivel de perseverancia.

ALGUNOS CONSEJOS PARA AQUELLOS QUE TIENEN UN NIÑO CON APRENDIZAJE LENTO

 Utilice métodos Sencillos. Use técnicas de enseñanza sencillas. La repetición es


buena. Los métodos de enseñanza “antiguos” funcionan mejor para estos casos.
Los maestros para niños de lento aprendizaje usan las antiguas tarjetas de repaso.
 Pocas Distracciones. Use páginas de libros y otros trabajos que no tengan imágenes
que puedan distraer la atención del niño. Las imágenes y el color innecesario
puede ser una distracción que puede causar frustración. Asegúrate de que el
cuarto esté libre de ruidos y objetos que sean innecesarios.
 Enseñanza Constante. Trabaje con el niño uno a uno. Él lo necesita allí con él todo
el tiempo. Es incapaz de enfocarse sobre una tarea y terminarla sin que usted esté
allí para ayudarle y motivarlo. Este preparado para pasar tiempo con el niño.
 Destrezas Básicas. Concéntrese en lo básico de la lectura y las matemáticas. Puede
leer historia al niño para hacer un experimento científico con él, pero asegúrese de
que esté progresando en las habilidades básicas de la lectura y las matemáticas.
Estas serán las habilidades que le serán indispensables cuando sea adulto.
 Reforzar positivamente sus esfuerzos afianzando su interés por la escolaridad.
Concéntrese en reforzar de manera positiva cada uno de sus logros y nunca lo
ataque personalmente. Las presiones y humillaciones que acompañan la
desesperación al hacer las tareas SOLO HARAN QUE EL NIÑO RETROCEDA EN SU
APRENDIZAJE. No lo juzgue, ámelo, respételo, entiéndalo y si es necesario busque
ayuda porque la mayoría de estos niños son inseguros y tiene una autoestima baja.

Algunas características de los niños con aprendizaje lento pueden ser:

 Necesidad de repetir las cosas muchas veces para que se le “queden.”


 Su forma de razonar es sencilla, prefiere lo práctico y lo concreto
 Su rendimiento es mayor en tareas cortas, y en ejercicios teóricos.
El niño con aprendizaje lento puede funcionar en casi todos los tipos de escuelas siempre y
cuando el personal que lo instruya tenga la sensibilidad de trabajar respetando su ritmo y
ofreciéndole la atención necesaria. Si se le da la oportunidad el niño sin dudas podrá
aprender y mejorar, hasta casi igualarse con sus compañeros, pero más lentamente.

El desempeño del maestro ante este tipo de alumno será el responsable directo del
impacto positivo o negativo ante las actividades lúdicas y todo lo relacionado a su vida
escolar. El maestro debe proporcionarle al niño metas que sean a su nivel y desarrollo,
(que él pueda superar), reforzarle cualquier progreso en el aprendizaje por mínimo que
sea, afianzar su interés por los estudios y jamás compararlo con otro alumno, en todo
caso, solo consigo mismo. Las notas deben calificar su esfuerzo y progreso, pues él
necesita más tiempo que sus compañeros, sus calificaciones les servirán de refuerzo, en
cambio las malas notas les harán abandonar sus estudios.

Las exigencias, las presiones, la impaciencia, producen en él tensiones emocionales que


dificultan su aprendizaje aún más. Por lo tanto es conveniente que sean evitadas.

SÍNDROME DE DOWN:

Inclusión Escolar:

Supone una escuela estructurada sobre la base de la diversidad, pensada y organizada en


función de las diferencias entre sus alumnos. Este es el ideal a alcanzar. En nuestro medio
aún debemos hablar de una integración escolar como realidad actual, porque son los
niños y jóvenes con síndrome de Down quienes deben adaptarse a una escuela y sus
demandas.

La integración escolar debe ser realizada desde el punto de vista física, social y pedagógica.
Pues los niños comparten la jornada escolar completa en el aula común.

Significa que también para ellos la escuela es un lugar de aprendizaje, no solo de


socialización. Y en esta tarea de apoyo y seguimiento es el equipo interdisciplinario, quien
busque mediar entre las posibilidades de cada niño integrado, las exigencias escolares, el
estilo de aprendizaje del niño y el estilo de enseñanza de cada institución.

Para aquello es fundamental que el equipo interdisciplinario tenga en cuenta el


conocimiento de las necesidades educativas especiales de cada niño, de sus posibilidades,
dificultades, y de cómo superarlas, de los apoyos específicos que requiere, para plantear
estrategias de enseñanza-aprendizaje creativas y flexibles según las necesidades del niño y
su situación áulica.

Y en este sentido es indispensable la confianza y expectativas alentadoras en el niño hacia


el máximo logro posible.

Son partes también de nuestros objetivos la fluida comunicación con el niño y sus padres
en la comunidad educativa; El trabajo cooperativo con la familia, con los profesionales
particulares.
Hacen a la calidad de servicio del equipo interdisciplinario, que a su vez éste debe realizar
un trabajo de seguimiento y evaluación de control cruzado de las observaciones áulicas
por parte del tutor y coordinador de la integración de cada niño.

La cuidadosa selección y control del personal; el conocimiento profundo del curriculum, la


creatividad y la flexibilidad en las acciones.

Los resultados nos muestran que esta integración apoyada sistemáticamente es


beneficiosa tanto para los niños con síndrome de Down, como para sus compañeros.

Los niños integrados aprenden más y mejor con el estímulo de sus compañeros y de un
docente que no le tema al desafío de enfrentarse sin prejuicios a una tarea
enriquecedora; Aprenden desde el curriculum común lecto-escritura y cálculo, etc.

Las personas con síndrome de Down, dentro de un marco integrado, pueden aprender a
ser autónomas e independientes, con autoconciencia de sus posibilidades, de sus
dificultades pero también de cómo superarlas.

TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

6 claves para enseñarle a perder

La primera y más importante es que no debemos dejarle ganar siempre, solo por el mero
hecho de que no se enfade, ¡esto es un gran error! Si le dejamos ganar siempre, acabará
pensando que las cosas deben para siempre como él las piensa. Pero tampoco nos
debemos pasar al otro extremo, hay que dejarle ganar en alguna ocasión, ya que favorece
que coja confianza y que aumente su autoestima, que también son importantes.

Cuando reaccione con mucho enfado o agresividad, lo mejor es ignorarlo por completo
cortar el juego y dejare solo. Hay que explicarle las consecuencias de sus malas reacciones
y que el resto de sus iguales no va a querer compartir los juegos con él. Luego se le deja
solo hasta que la reacción se extinga.

Es bueno reforzarle el proceso de las cosas (del juego) y no solo los resultados que
obtenga. Hay que ir recalcando las cosas que va haciendo bien y recordárselas una vez que
finalizó el juego aunque el resultado del mismo fuera negativo para él.

Debemos de permitir que exprese su frustración cuando lo esté haciendo de forma


adecuada. No debemos inhibir sus sentimientos y su expresividad. Hay que hablar con él y
preguntarle cómo se ha sentido, que le hubiera gustado, etc., y animarle a que siga
intentándolo.

No solo hablamos del juego, hablamos de todas sus actividades a diario. No conviene
dejarle que siempre haga lo que quiera o que siempre se salga con la suya. Tampoco
conviene un control estricto y férreo, hay que hallar el equilibrio, un punto intermedio.
El aprendizaje por observación es muy útil y eficaz, cuando podáis, observar el juego en
otros, bien en la calle, en la televisión, etc., remárcale las cosas positivas del juego, lo bien
que se lo pasan, la cooperación, la amistad… y no tanto el resultado de dicho juego.

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