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CAPITULO II

EL DELITO DE HOMICIDIO CALIFICADO


1. DESCRIPCIÓN LEGAL

Art. 108.- Homicidio Calificado


Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años el que
mate a otro concurriendo cualquiera de las circunstancias siguientes:
1.Por ferocidad, codicia, lucro o placer.
2. Para facilitar y ocultar otro delito
3. Con gran crueldad o alevosía
4. Por fuego, explosión o cualquier otro medio capaz de poner en peligro la vida o
salud de otras personas.
Salinas Siccha menciona que el homicidio calificado o asesinato es quizá la figura delictiva
más aberrante de nuestro Código Penal que cuando se verifica en la realidad, muchas
veces uno entiende hasta dónde puede llegar el ser humano en la destrucción de su
prójimo.1
El asesinato (también denominado homicidio cualificado) es un delito contra la vida
humana, de carácter muy específico, que consiste en matar a una persona concurriendo
ciertas circunstancias, tales como: alevosía; precio, recompensa o promesa remuneratoria y
ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido.
1.1. BIEN JURÍDICO TUTELADO
La vida humana independiente. Como en todos los hechos punibles homicidas, la vida es
el interés social fundamental que el Estado pretende proteger de manera rigurosa. Si
confluyen alguna de las modalidades enumeradas y analizadas la pena es más alta,
buscando con ello disuadir que no se atente contra la vida de las personas.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible denominado asesinato se configura cuando el sujeto activo da muerte a
su víctima concurriendo en su accionar las circunstancias debidamente previstas y
enumeradas en el artículo 108 del Código Penal. No obstante, se entiende que no es
necesaria la concurrencia de dos o más de las características descritas para perfeccionarse
aquel ilícito penal sino con la sola verificación de una de ellas aparece el delito.
Teniendo en cuenta que las circunstancias especiales que caracterizan al asesinato se
refieren a medios peligrosos o revelan una especial maldad o peligrosidad en la
personalidad del sujeto activo, podemos definirlo como la acción de matar que realiza el

1
SALINAS S. (2015). Derecho Penal. Parte Especial. Lima, Perú. Editorial: Iustitia SAC
agente sobre su víctima haciendo uso de medios peligrosos o por efectos de perversidad,
maldad o peligrosidad de su personalidad.

3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El asesinato es un delito netamente doloso, es imposible su comisión por culpa o
negligencia. El sujeto activo necesariamente debe tener conciencia y voluntad de segar o
aniquilar la vida de su víctima haciendo uso de las formas y desarrollando las
circunstancias específicas en el tipo penal.
La Ejecutoría Suprema del 17 de octubre de 2007 argumenta que: “para la configuración
del delito incriminado es necesario corroborar en el agente una especial intencionalidad
dirigida a la realización del resultado típico, esto es, producir la muerte del sujeto pasivo,
que dicho animus necandi importa un conocimiento de los elementos objetivos del tipo,
que está ligado al aspecto volitivo de la conducta, puesto que el agente tiene la potestad
de autodeterminarse, es decir, dirigir su acción hacia el fin que se ha representado,
consecuentemente, conciencia y voluntad, al ser dos aspectos indesligables del dolo, deben
concurrir necesariamente para la configuración del delito, constituyendo sus circunstancias
agravantes, aquellas situaciones expresamente descritas en el artículo ciento ocho del
Código Penal”
4. SUJETO ACTIVO Y SUJETO PASIVO

4.1. SUJETO ACTIVO


Agente o sujeto activo de la figura ilícita penal de homicidio calificado puede ser cualquier
persona. No se requiere que aquel tenga cualidad o condición especial que le caracterice.
El asesinato no se configura como tal, por alguna cualidad del autor sino por ocasionar la
muerte de una persona materializando las modalidades que describe claramente el tipo
penal. No obstante, este tipo de delito está reservado para personas de condiciones
psíquicas especiales, cuando no anormales.
4.2. SUJETO PASIVO
Víctima también puede ser cualquier persona natural y con vida. El objeto que resiste la
acción homicida es necesariamente un ser humano con vida independiente. De verificarse
que la acción homicida circunstanciada se produjo sobre un cuerpo cadavérico, el delito
no aparece, así se constate el uso de formas o medios perversos por el agente que
demuestren peligrosidad para el conglomerado social. Ello evidentemente se deriva de
uno de los presupuestos en los que se ampara el Derecho penal moderno, cual es que los
hechos se sancionan por lo que significan en sí mismos y no por la personalidad de su
autor: Modernamente, se ha impuesto el Derecho Penal de acto y no de autor.
5. ANTIJURICIDAD
Una vez que se ha determinado que en la conducta analizada concurren todos los
elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad de cualquiera de las
modalidades del asesinato previstos en el artículo 108 del Código Penal, el operador
jurídico pasará inmediatamente a analizar el segundo elemento o nivel denominado
antijuricidad. Es decir, se determinará si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico
o en su caso, concurre alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas en el
artículo 20 del Código Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en el asesinato
concreto concurre la legítima defensa en el estado de necesidad justificante o el agente
actuó por una fuerza física irresistible o compelido por un miedo insuperable o en
cumplimiento de un deber.
6. CULPABILIDAD
Si después de analizar la conducta típica del asesinato se llega a concluir que no concurre
alguna causa o circunstancia que lo justifique frente al ordenamiento jurídico, el operador
jurídico inmediatamente entrará a analizar si aquella conducta homicida puede ser
atribuida o imputable a su autor. En consecuencia, analizará si la persona a quien se le
atribuye la conducta típica y antijurídica de asesinato es imputable penalmente, es decir,
goza de capacidad penal, para responder por su acto homicida. En este aspecto, por
ejemplo, tendrá que determinarse la edad biológica de asesino.
Luego determinará si tenía conocimiento que su actuar homicida era antijurídico, es decir,
contrario al ordenamiento jurídico. Pero, de modo alguno, se requiere conocimiento
puntual y específico, sino simplemente un conocimiento paralelo a la esfera de un
profano.

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