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Generalidades.
A su vez, este modelo respalda al enfoque curricular Técnico Científico, que según
(Casares. s.f.), está orientado al producto, sobre la base de intenciones bien
determinadas y previamente establecidas, es decir, está preocupado por los
resultados de aprendizaje deseados en los estudiantes. En este tipo de diseño, el
currículo es entendido como un plan de instrucción en el que se explicitan los
objetivos de aprendizaje y las estrategias de acción que debe seguir el profesor
para conseguir los resultados esperados, para que el alumno desarrolle su
inteligencia. El profesor es considerado un técnico que pone en marcha el
currículo para conseguir los objetivos fijados socialmente, por lo que su papel es
esencialmente reproductivo.
6. Educación religiosa.
8. Matemáticas.
9. Tecnología e informática.
Las Evaluaciones SABER – ICFES
Hasta aquí todo parece bien, pero el problema comienza cuando el Icfes dispone
que las áreas a evaluar son: matemáticas, humanidades, ciencias sociales y
Ciencias naturales, cuatro áreas privilegiadas dentro de las áreas fundamentales,
que dejan a las otras cinco restantes en un segundo lugar, en consecuencia la
estrategia primera de la escuela, de la cual no es ajena la I.E. Cadillo, es reducir
la intensidad horaria de estas cinco áreas para favorecer las áreas evaluadas,
inclusive se llegan a eliminar del plan de estudio cuando está cerca la fecha de las
pruebas Saber, generalmente en agosto. Lo cual va en contravía de lo que afirma
la I.E. Cadillo en su Misión (2018):
La Administración Curricular
Los currículos de las instituciones del país deben recoger estos estándares o
competencias, entonces de acuerdo con el modelo de diseño curricular por
competencias, del cual es una de las teóricas Mastache, Anahí quien afirma que
es pertinente la formación por competencias en el diseño curricular pero no lo
considera apropiado en la educación básica. Por otra parte, analiza críticamente la
realización de diseños curriculares sobre la base de competencias laborales para
todos los ámbitos y niveles educativos, entonces se puede coincidir con ella en
que no es apropiado un diseño curricular por competencias, aunque no
descartable, pero estos diseños curriculares para la educación básica y media en
Colombia, y lógicamente la I.E. Cadillo, están más cerca del modelo por objetivos,
no por intención o punto de partida, sino como consecuencia de políticas
educativas nacionales.
Figura 2. Modelo curricular por competencia
http://www.terras.edu.ar/biblioteca/1/CRRM_Tyler_Unidad_1.pdf