Sei sulla pagina 1di 5

Giann Di Giuseppe

Ci:26.897.233
El mundo como voluntad y representación.

Arthur Schopenhauer nace en Polonia en 1788. Desde muy joven tuvo la oportunidad
de viajar por Europa y estudiar, y en ese tiempo empezó a interesarse por la filosofía
dualista de Platón. Escribiría en 1813 su tesis doctoral, la cual lleva como nombre: La
raíz cuádruple del principio de razón suficiente. A pesar de el buen recibimiento del
libro por parte de grandes figuras de la época, el escrito no obtuvo tantas ventas, sin
embargo, esto no frenó al filósofo a escribir su obra más reconocida hasta la fecha: El
mundo como voluntad y representación.

Schopenhauer, al ser contemporáneo con Hegel y posterior a Kant, presenta una


filosofía que toma prestado de uno y ataca el pensamiento del otro. Es importante
destacar la rivalidad de Schopenhauer y Hegel, donde Arthur señalaría en sus escritos
el desacuerdo con la tesis hegeliana y usa a Kant para argumentar la distinción entre el
Fenómeno y El Noúmeno.
Kant desarrolla las ideas de Fenómeno y Noúmeno, definiendo al Noúmeno como “La
cosa en sí” y al Fenómeno como una simple apariencia diferente a la cosa en sí.
La cosa en sí es una esencia que se percibe únicamente por el intelecto. Dicho
concepto es introducido por Platón, el cual nos habla de un mundo lleno de almas, las
cuales son la esencia, lo real y lo verdadero. Schopenhauer pasaría a llamar esto
Voluntad.
El fenómeno entonces pasa a ser la apariencia del Noúmeno, o como diría Platón, una
mera copia de una idea. Los Fenómenos son “el objeto de experiencia y se forman
como resultado de la acción de un algo desconocido”, es decir, que , a diferencia de la
cosa en sí que se encuentra en el intelecto, el fenómeno se encuentra en las cosas que
podemos captar por la experiencia y por los sentidos. Nuevamente se pueden
encontrar semejanzas al dualismo platónico, donde el mundo material es una realidad
compuesta de copias imperfectas de las ideas perfectas, un mundo de fenómenos
aparentes a la cosa en sí. Schopenhauer pasaría a nombrar al fenómeno como
representación.

Antes de comenzar con su ​Magnum Opus ​hay que tener en cuenta distintas cosas que
ayudaran a entender la filosofía de Schopenhauer y su libro: El mundo como voluntad y
representación.
Primeramente hay que denotar el aprecio de Arthur por Platón, el cual inspirará la
visión dualista del mundo de Schopenhauer, de Kant, el cual le sentaría las bases de
Noúmeno y el Fenómeno y, a pesar de su admiración, argumenta que la cosa en sí
puede ser vista, y de la filosofía budista, de la cual tomaría distintos conceptos para
desarrollar su libro. Además hay que resaltar el menosprecio de Schopenhauer hacia
Hegel, el cual argumenta en distintos conceptos , principalmente en la relación de la
cosa en sí y el sujeto.

El mundo como voluntad y representación.

Schopenhauer comienza su libro afirmando una cosa: “El mundo es mi representación”.


Esta afirmación sienta las bases de su libro, en el cual se irá desarrollando más la idea
de el mundo, la representación y la voluntad. Pero ¿Qué es el mundo por
representación? Todo lo que sabemos del mundo que nos rodea y que somos capaces
de ver y sentir no es más que una mera representación propia, un fenómeno o una
fantasía que proviene de mi mismo.“no conoce ningún sol ni ninguna tierra, sino
solamente un ojo que ve el sol, una mano que siente la tierra”. Cualquier tipo de
conocimiento que tenemos la posibilidad de entender es una construcción mental
relacionada a mí, mi propia realidad. Con esta afirmación se da a conocer que la
realidad en la que vivimos es una construcción mental desarrollada por nosotros
mismos, y los objetos son una representación propia y subjetiva, puedo conocer la
cosa, pero no puedo conocer la esencia de esa cosa, simplemente puedo conocer lo
que yo estoy representando de esa cosa, por consiguiente no puedo conocer nada más
que no sea mediante mi representación del mundo.
A pesar de que el mundo es una representación propia construida por construcciones
mentales realizadas por mi al ver los objetos que me rodean, esto no significa que la
realidad carezca de reglas, al contrario, la realidad representada debe estar
conformada por ideas ​a priori, e​ s decir, ideas que vienen aprendidas conmigo, para que
la realidad pueda funcionar. Aca Schopenhauer utiliza el concepto de espacio, tiempo y
causalidad que desarrolló Kant, donde explica que la realidad debe estar atada a un
tiempo y un espacio determinado, y que las cosas que ahora puedo observar se
encuentran allí por distintas causas. Estas reglas son aplicables a cualquier ser vivo,
pero únicamente el humano, por medio de la razón, es capaz de comprender las
reglas.
También se encuentra en este mundo por representación una relación muy estrecha
entre el sujeto y el objeto. Sin un sujeto que vea la cosa dicha cosa no existe, y cuando
un sujeto ve una cosa la cosa existe como representación del sujeto que la está viendo.
Esta relación es inquebrantable ya que una no puede existir sin la otra.El sujeto posee
la representación y él es el soporte del mundo.
Así pues las representaciones creadas por el sujeto pueden ser intuitivas o abstractas.
Las representaciones intuitivas “Esta abarca todo el mundo visible, o
el conjunto de la experiencia, junto con sus condiciones de posibilidad”(p.25).
Y las representaciones abstractas son cuando se utiliza la razón para expresar
conceptos de una cosa, por ejemplo, el concepto de equino hace referencia a las
especies de caballos. Esta última representación es utilizada en el lenguaje y ayuda a
la comunicación de conceptos entre sujetos.
Ahora bien, mi representación es completamente subjetiva y puede diferir de otras
representaciones, y también el mundo como representación posee un límite el cual es
la capacidad del sujeto en entenderlo.
El cuerpo del sujeto es también una representación. “Así pues, el cuerpo es aquí para
nosotros objeto inmediato, es decir, aquella representación que constituye el punto de
partida del conocimiento del sujeto, en la medida en que ella misma, junto con sus
cambios inmediatamente conocidos, precede a la aplicación de la ley de la causalidad
ofreciéndole así sus primeros datos”(p.31)
Sin embargo, mi cuerpo es la única cosa que puedo conocer, ya que toda
representación se encuentra fuera de mi, y lo que queda entonces es el Noúmeno que
se encuentra dentro de mi. Aca Schopenhauer difiere de Kant al afirmar que la cosa en
sí, la esencia, la sustancia, si puede ser vista, a diferencia de Kant que argumentaba
que la cosa en sí no podía ser vista. A esta cosa en sí Schopenhauer la llamaría
Voluntad.
Es la Voluntad lo que mueve todo, lo que existe en lo orgánico e inorgánico, es la
gravedad que nos mantiene pegados a la tierra, es la roca que lucha contra la erosión,
son los actos del hombre para seguir viviendo, son las ideas platónicas, la cosa en sí,
la fuerza que mueve todo, todo esto es la Voluntad.
Para Schopenhauer la voluntad puede ser encontrada si se conoce el origen de esta
voluntad y , como todo lo demás es representación, es el cuerpo entonces, lo que está
dentro de mí, la cosa en sí, es decir, la Voluntad, entonces el cuerpo es la Voluntad
hecha visible.
Esta Voluntad, según Schopenhauer, se encuentra en la acción corporal del hombre y
es una Voluntad que se hace representación, y que el cuerpo del hombre es una
“Voluntad objetivada”.
En el hombre cada acción es un acto de voluntad, una voluntad de vivir, que guía al
sujeto a su propia supervivencia. Pero, es esta voluntad de vivir el origen de todos los
dolores.
Schopenhauer describe al hombre como un ser lleno de deseos, que mientras se
satisface uno otro aparece, y así constantemente, la voluntad de vivir siempre está
hambrienta. Y es en esa misma voluntad de vivir donde se puede encontrar su propio
fin, ya que todo lo que vive debe perecer.
Es por esto que la voluntad de vivir produce dolor, las formas de satisfacer los deseos
siempre cambian, pero los deseos son siempre los mismos. El hombre no es más que
una marioneta de la naturaleza de la voluntad de vivir.
Es por esto que Schopenhauer es calificado como pesimista. Condena a la voluntad de
vivir como raíz de todos los males.
El hombre es entonces un buscador de conocimiento insaciable, que emprende cada
actividad o proyecto con el objetivo de olvidarnos del dolor de vivir.
Schopenhauer también condiciona al hombre afirmando que las acciones que realiza
de forma interesada, es decir, buscarle un provecho o satisfacer un deseo, son
únicamente producto de la voluntad de vivir. Por ejemplo, considera que no existe amor
sin sexualidad, que el hombre está atado a su naturaleza de hacer sobrevivir la especie
y busca pareja no por amor sino con el objetivo de reproducirse y dejar descendencia.
Aca la naturaleza coloca distintos incentivos que estimulan a los humanos a la
sexualidad. No existe el amor, es meramente una reacción química que se produce en
el cuerpo de las personas que hacer que se atraigan unas a otras.

Es por esto que Schopenhauer condena a la voluntad de vivir. El humano que sigue la
voluntad encontrará únicamente dolor, dolor por querer satisfacer deseos hasta el dia
de su muerte.
Sin embargo, existe una salida del dolor, y esta se encuentra en las artes.
Schopenhauer considera que la búsqueda desinteresada, es decir, la búsqueda de algo
sin recibir nada a cambio o querer satisfacer un deseo, es parte de la lucha constante
en contra de la voluntad de vivir. La apreciación a distintos tipos de arte como la pintura
o la música liberan al hombre por un momento de los dolores de la voluntad de vivir.
Además, es posible afirmar que el arte es una representación exacta de la Voluntad, de
la cosa en sí, ya que esta puede ocasionar un punto de éxtasis, un estado fuera de mi
que me permitirá ver a la Voluntad.

Rescatando de la filosofía budista, Schopenhauer encuentra un concepto que puede


incrustar en su propia filosofía , y este es el Nirvana.
El Nirvana es la supresión de la voluntad, es la nada. Es la ausencia del dolor y de las
pasiones, es reprimir la voluntad de vivir. Pero dicho estado de Nirvana produce a su
vez un estado de No Voluntad,la renunciar a la voluntad de vivir y la eliminación total de
los deseos, la nada.

“Nosotros, antes bien, lo reconocemos abiertamente: lo que queda tras la total


supresión de la voluntad es, para todos aquellos que están aún llenos de ella, nada.
Pero también, a la inversa, para aquellos en los que la voluntad se ha convertido y
negado todo este mundo nuestro tan real, con todos sus soles y galaxias, es nada”
(Schopenhauer, 1818, p230)
Referencias:

- Copleston, F. , (2000).​ Historia de la filosofía vol. 7: de Fichte a Nietzsche.


Barcelona, España: ARIEL.
- ​ oscú, Rusia: Editorial Progreso.
Frolov, Iván T, (1984),​ Diccionario de filosofía. M
- C, Gershenson, (2001) ​Hegel vs. Schopenhauer. ​Recuperado
​ ttp://turing.iimas.unam.mx/~cgg/jlagunez/filosofia/HegelVSSchopenhauer.ht
de​:h
m

- M. Rosental y P. Iudin, (1959). ​Diccionario filosófico abreviado.​ Montevideo,


Uruguay: Ediciones Pueblos Unidos
- M. Rosental y P. Iudin, (1946).​ Diccionario filosófico marxista.​ Montevideo,
Uruguay: Ediciones Pueblos Unidos
- A. Schopenhauer, (1818). ​El mundo como voluntad y representación.

Potrebbero piacerti anche