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INSTITUTO UNIVERSITARIO PUEBLA

Alumno

JOAQUÍN RIVERA BROCAS

Catedrático

DALILA VERA HERNANDEZ

Diplomado

DESARROLLO EN HABILIDADES DIRECTIVAS

Tema

ENSAYO CAPITULO 8 TRABAJANDO EN EL TEJIDO SOCIAL

16 DE MARZO DE 2019, VILLAHERMOSA, TAB.


INTRODUCCIÓN

La violencia es un fenómeno social complejo que ha tenido consecuencias de gran


impacto a lo largo de la historia. Durante el siglo XX y lo que va del XXI, la
humanidad ha presenciado episodios de violencia a gran escala.

Su legado ha afectado el tejido social alterando la vida diaria de individuos,


comunidades y sociedades enteras. Históricamente, México también ha
experimentado distintos episodios de violencia. La masacre estudiantil de 1968, los
feminicidios en diferentes estados, las desapariciones y más recientemente la
violencia asociada con el narcotráfico son algunos ejemplos.

En la mayoría de las situaciones de violencia, no se han dado procesos profundos,


amplios y comprehensivos de reparación, reconciliación y sanación. Con frecuencia,
dichos episodios son censurados, ignorados, o presentados desde una sola
perspectiva que al final siempre son olvidados.

Tiene el objetivo de contribuir a la gobernabilidad del país a través del florecimiento


del tejido social, se ha buscado realizar la identificación del tejido social, el
diagnóstico y análisis de la situación actual del tejido social y elaborar una propuesta
para el fortalecimiento del tejido social. Con este objetivo se espera describir los
diferentes sucesos y antecedentes que conllevaron a la creación de las primeras
asociaciones y organizaciones sociales constituidas a nivel mundial y nacional,
llevando consigo reconocimiento por su existencia, función y finalidades retributivas
con el bien común.
TRABAJANDO EN EL TEJIDO SOCIAL

El tejido social es fundamental para garantizar la gobernabilidad y el bienestar, ya


que refleja el grado de pertenencia, solidaridad, cohesión existente, y relaciones
entre las personas en una sociedad. Incluye elementos como la religión, género,
cultura, tradiciones, sociedad civil, el sistema político y el balance de poder e
influencia intrincados en diferentes sectores, que es apoyada por las creencias, los
valores y actitudes de las personas.

Una sociedad en la que impera un tejido social fuerte se caracteriza por


la seguridad, la paz y la armonía que se vive en ella; por el contrario, su
debilitamiento da pauta a la formación de nuevos problemas sociales que
obstaculizan el desarrollo individual y colectivo.

Se requiere de mucha paciencia, compromiso y trabajo para tener un tejido social


fuerte y así poder reducir o evitar el sufrimiento futuro de muchas personas y para
que puedan vivir sus vidas en paz.

EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y LA JUSTICIA


“Educación es la más poderosa arma que podemos usar para cambiar el mundo y, en nuestro caso, para

la paz”. Nelson Mandela

La Carta de las Naciones Unidas define que, debido a que las guerras se originan
en la mente de los hombres, es entonces en las mentes de los hombres donde las
defensas para la paz deben de ser construidas. Ya que la educación que hombres
y mujeres reciben, asume que la violencia y la injusticia son factores de vida y se
acostumbran a vivir en un mundo sin leyes y por lo tanto sin justicia.

Debemos de entender que la educación, no es una opción más sino una necesidad,
por eso es importante educarnos para la paz, porque es una forma de educar con
valores. La educación para la paz lleva valores como justicia, democracia,
solidaridad, tolerancia, convivencia, respeto, cooperación, autonomía, racionalidad,
amor a la verdad y estos solo son algunos valores.
La educación para la paz busca corregir el balance, pretende ayudar a las personas
para que se den cuenta que tienen alternativas, para que todos podamos vivir en
armonía, al tener nuestros valores bien cimentados, cuidaríamos los uno de los
otros, y respetaríamos nuestro planeta. Debemos de mirar hacia el futuro y darnos
cuenta que nosotros somos los responsables de construir un mundo mejor,
desarrollando actitudes de tolerancia, respeto, justicia, empatía entre otras,
tenemos que dejar de ser personas que solo observan y comenzar hacer partícipes
activos. La educación para la paz es una actividad adaptable tanto para niños como
para adultos, en ambientes formales e informales, cuando las personas se reúnen
para hacer cosas juntas y aprender. Hay materias que están enfocados a este tema,
como la educación sobre los derechos humanos o la educación para la democracia,
si nos ponemos a pensar desde niños en la escuela nos van enseñando a como la
religión tiene sus mensajes de paz, la historia con ejemplos significativos de no
violencia y como fueron construyendo la paz, la geografía por medio de abordar los
prejuicios y mostrando las interrelaciones de los pueblos, la ciencia al momento de
hacer preguntas acerca de las necesidades humanas y la responsabilidad científica
y la literatura analizando escritos acerca de la paz y el conflicto.
La educación para la paz busca cambiar actitudes y comportamientos con el objeto
de lograr mayor cooperación y resolución pacífica de problemas. Puede ser
implementada tanto en sociedades violentas como en aquéllas donde la violencia
diseminada es solamente una amenaza, como se ilustra en el primer ejemplo más
abajo.
«Por 70 años fuimos educados todos para conformarnos a un sistema. Para cada cuestión allí había una
respuesta correcta que estaba en algún libro en algún lugar. Ahora nosotros sabemos que esas
respuestas han fallado, pero no sabemos cómo enseñar a nuestros niños a pensar por sí mismos.
Cuando los vemos a ustedes (el proyecto), que hacen que cooperen niños de ocho y nueve años para
resolver problemas juntos, nosotros sabemos que es algo que necesitamos enseñar.»

Del documento de John Lampen. «Educación para la paz: una introducción». Reino Unido, 1994.

En los años 80 se hizo un proyecto llamado Estudios mundiales, que ha sido desde
entonces tomado en cuenta ampliamente en distintas partes. Este proyecto abordó
muchas tradiciones alrededor del mundo. Abarco temas de conocimientos, actitudes
y habilidades.
La educación para la paz puede ayudar a las personas a ganar conciencia del
prejuicio y predisposición en ellos mismos y en su sociedad. Muchas veces cuando
nos preguntan sobre temas como los homosexuales, discapacitados o gitanos
surgen respuestas negativas, y es porque existe una razón para estas actitudes
subyacentes en las sociedades, y es que todas las personas hemos sido
condicionadas por la información que recibimos de la cultura alrededor nuestro. Lo
que es diferente lo vemos mal o nos asusta por eso reaccionamos de una manera
de defensa, sin darnos cuenta que lastimamos con nuestros comentarios.
La educación para la paz es una posible área de acción para muchas personas, las
acciones grandes y pequeñas tienen un sorprendente impacto en la elevación de la
conciencia, todo mundo puede hacer algo.
La acción que usted decida tomar debe estar apuntada a abordar aquellas
necesidades. Al mismo tiempo, es importante que reconozca que usted y su
organización tienen necesidades e intereses y que éstas y éstos pueden ser un
factor de motivación para usted al tomar esta acción. Sin embargo, tiene que tener
cuidado para anteponer los intereses de la situación delante los suyos.

PROMOVIENDO LA PARTICIPACIÓN DE LA GENTE EN LA TOMA


DE DECISIONES

La participación es un principio ampliamente aceptado en el desarrollo, las personas


deben estar involucradas en las decisiones que les afectan. Debido a que conduce
a mejores decisiones, porque motiva a la gente y, finalmente, porque es lo justo.

Una de las razones por las que grupos bien manejados y organizaciones tienen
éxito sobre el largo plazo es que todos los individuos se sienten parte de la totalidad
del sistema: existe un sentido de pertenencia y de apropiación. La gente siente una
responsabilidad compartida y se ve a sí misma trabajando por un futuro compartido.
La sociedad donde la paz positiva prevalece, asumimos que la gente en la sociedad
está empoderada lo suficientemente como para asumir una parte activa en la toma
de decisiones. Contrariamente, cuando la paz negativa y la opresión prevalecen, las
personas tienden a ser pasivas y a tener poco interés en cumplir con los roles
sociales y políticos.

Si la participación y el empoderamiento avanzan en su extensión más plena, el


resultado no es la independencia total de la comunidad del gobierno, sino la
cooperación real. El Estado es una parte esencial de la vida moderna. Las personas
pueden encontrar un rol en el fortalecimiento de sus instituciones y de su mandato
para trabajar por el bien de la gente más que por su propio beneficio.

DESARROLLANDO EL BUEN GOBIERNO

Las sociedades bien gobernadas necesitan poder manejar constructivamente el


conflicto para que sus causas subyacentes sean abordadas sin recurrir a la
violencia.
Las sociedades en las que las personas no están de acuerdo acerca de estructuras
y procesos de toma de decisión, también tienden a tener altos niveles de conflicto,
frecuentemente expresados a través de la violencia en parte debido a que se teme
a los desacuerdos y éstos son reprimidos.
Cuando se hay un conflicto, en cualquier sentido es más que un desacuerdo en la
superficie, no es generalmente el resultado de una acción o evento aislado. Las
causas principales son inherentes a la composición de la sociedad en lo social,
cultural y político, y al proceso que le corresponde.
El conflicto como hecho inseparable de la vida, aparece cuando se manifiestan las
diferencias.

Pero en realidad, el conflicto es la oportunidad de mejorar y aprender, de crear


nuevos encuentros interpersonales, superar el miedo y experimentar que podemos
mostrarnos como somos, en un ambiente de credibilidad, comunicación, aceptación
y comprensión.

El gobierno trabaja para garantizar las mejores condiciones para el desarrollo


integral de nuestras familias y de cada persona, se debe tener un compromiso con
todos nosotros e impulsar todos aquellos aspectos que inciden el bienestar.
La estructura y el comportamiento debe de ser constructivo y no destructivo, y el
gobierno debe de tener una transparencia para que sea más valido.
La cooperación entre los ciudadanos puede beneficiar a todos, ambos comparten
los mismos objetivos sobre el aumento de la eficiencia del gobierno, asegurando la
gestión pública, mejorando la transparencia, la rendición de cuentas que justifican
el sector público y, en definitiva, fomentando el desarrollo para todos.
El buen gobierno, por tanto, depende de la participación pública para asegurar que
las prioridades políticas, sociales y económicas estén basadas en un amplio
consenso social y que las poblaciones más pobres y vulnerables puedan influir
directamente en la toma de decisiones políticas, en particular con respecto a la
asignación de los recursos de desarrollo. Buen gobierno también es eficaz y
equitativo, y promueve el Estado de derecho y la transparencia de las instituciones,
funcionarios y transacciones.

El término sociedad civil funciona para incluir a todas las instituciones sociales, tanto
tradicionales como modernas, que operan en la sociedad. Es distinta del gobierno,
pero es vista de una manera esencial para el buen funcionamiento de cualquier
sociedad. Ya que tiende a ser un acuerdo de principios en nivel de estabilidad social
y política en cualquier sociedad puesto que depende de la fuerza de sus estructuras
sociales.
CONCLUSIÓN

La falta de cuidado en el trato dado a las personas, a la naturaleza, a los recursos,


al entorno, a la vida en todas sus manifestaciones, ha puesto en riesgo la
supervivencia no solamente de la especie humana, sino de todos los seres vivos.

El trabajo que se debe asumir con los viejos y nuevos retos en torno a la
transformación social teniendo como referente el imperativo de la convivencia, del
tejido social y la conciencia de su importancia en todos los espacios de
relacionamiento humano.

Teniendo una buena educación vamos encaminados para recuperar el tejido social,
claro que hay personas que por alguna situación de violencia se han negado a la
posibilidad de creer en las leyes y que estas los protejan, por eso que sea lo que
sea que decida, recuerde que sus acciones necesitan estar basadas en buenos
análisis de la situación y pensar con los mejores valores y actitudes para poder
abordar los asuntos y necesidades que tengan.
BIBLOGRAFIA

TRABAJANDO CON EL CONFLICTO ´´Habilidades y Estrategias para la Acción´´


Autores: Simon Fisher, Dekha Ibrahim Abdi, Jawed Ludin, Richard Smith, Steve
Williams, Sue Williams. Edición en español: A cargo de Luis Rodolfo Dávila
Sánchez. Publicado por CEPADE, CIDECA y RTC (Responding to Conflict). Cap. 8
págs. 145- 158
http://revistas.ibero.mx/didac/uploads/volumenes/21/pdf/DIDAC-
67_FINAL_10dic_(1).pdf
http://library.fes.de/pdf

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