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Filósofos socráticos
Diferenciamos a los filósofos presocráticos como aquéllos en que no se encuentra influencia del
pensamiento de Sócrates (aunque fueran contemporáneos o incluso posteriores). Eso incluye a los
cosmólogos y a las famosas escuelas o círculos de pensadores (los milesios, los pitagóricos, los sofistas,
etc). Ahora bien, llegado un momento, las ideas antropológicas se habían extendido en la cultura griega
gracias, en parte, a los alumnos de Sócrates, y encontramos puntos de encuentro, ideas comunes e
influencias en una larga lista de filósofos y pensadores más modernos.
Un buen número de jóvenes, tanto atenienses como extranjeros, pudieron disfrutar de las ideas y las
enseñanzas de Sócrates (como Jenofonte, Alcibíades o Esquines el literato), y muchos crearon, a su vez,
una nueva escuela de pensamiento (así nacieron, además de la Academia de Platón, círculos como los
cínicos, los cirenaicos y los megáricos). Estas escuelas influyeron a su vez en pensadores aún más
modernos (respectivamente, neoplatónicos, estoicos, epicúreos y escépticos), llegando así, a través del
tamiz de helenistas, romanos y bizantinos, al mundo actual. Naturalmente, cuando hablamos de
«escuelas» no debemos entenderlas en un sentido moderno, sobre todo porque a veces (como en los
megáricos) nos encontramos ante un grupo de parecidas ideas, pero no siempre unido por una relación
doctrinal o estudiantil.
Si comparamos la contrastada visión que Platón y Jenofonte nos dan sobre Sócrates, y la aunamos a lo
que podemos obtener sobre él de los otros autores que llamamos socráticos, obtenemos una
reconstrucción caleidoscópica que ya sorprendía a los antiguos. La denominada «cuestión socrática» se
fija precisamente en la variedad de líneas de pensamiento creadas por los alumnos de Sócrates para
constatar que, como diría en el siglo V Agustín de Hipona, o bien Sócrates debió de haber sido
increíblemente confuso, oscuro y carente de ideas claras, o bien se trató de un individuo de excepcional
fuerza inspiradora.
Para buscar los puntos en común de las diversas escuelas, puede ayudarnos el orador Isócrates, quien en
dos de sus obras (Encomio de Helena y Contra los sofistas), establecía una dura crítica a los que acercaban
la filosofía (él mismo se consideraba filósofo) a la sabiduría (llamándolos, en su conjunto, «sofistas»,
término con el que hacía referencia tanto a los sofistas como a los socráticos). Estos testimonios muestran
cómo el grupo socrático era percibido por un sector de la vida cultural del momento. La queja principal y
básica de Isócrates era el uso de la erística (entendida como una dialéctica destructiva, basada en
derrumbar los argumentos del rival), queja ejemplificada también con otros métodos, como el
establecimiento de la unidad de la virtud (identificación de justicia, valentía, etc) o la imposibilidad de
contradecir. De importancia capital es también el criterio de utilidad, pues para Isócrates, fundador de
una escuela de hombres hábiles para gobernar, los socráticos o bien carecían de propuestas políticas (tal
sucedía con megáricos y cirenaicos), o bien sostenían visiones utópicas (la alambicada propuesta platónica
de un gobierno de filósofos, las alusiones de Antístenes a lo natural o las apuestas a la virtud individual de
Esquines). Así mismo, Isócrates dirige un agrio ataque contra los que prometen enseñar la felicidad, y
ofrecen un bienestar que no poseen, exigiendo dinero por ello, pues crean la ilusión de que la enseñanza
no sirve de nada.
Todos estos reproches pueden ayudarnos a inferir una serie de rasgos comunes a las diferentes líneas
socráticas, que de otra manera, dado el escaso volumen de los fragmentos conservados, se nos
escaparían.
Los socráticos conforman una larga lista de filósofos y pensadores. A continuación presentamos los
nombres de los principales, que estudiaremos en detalle en los lugares oportunos, junto con sus alumnos,
seguidores o pensadores en su misma línea.
El más insigne es, por supuesto, Platón, fundador de la Academia. De igual talla, alumno tanto de
Sócrates como de Platón, es Aristóteles, que originó el grupo de los peripatéticos del Liceo.
Mención especial merece Jenofonte, quien a pesar de no ser filósofo (habida cuenta de su
pragmatismo y su interés por las lecciones de la historia), también escribió dentro del género dialéctico y
sobre la figura de Sócrates.
Euclides es el primero de una larga lista de pensadores megáricos.
Arístipo fue el fundador de la escuela cirenaica.
De Antístenes se ha discutido si fue o no el iniciador del grupo cínico, pero en cualquier caso su
influencia es clara.
Fedón sentó las bases para los elíacos y erétricos.
Esquines de Esfeto no creó una escuela, pero tuvo un amplio reconocimiento.
Por último, debemos nombrar a Simón de Atenas, llamado el Zapatero. No es importante por sus
ideas o por su doctrina (de las que existen pocas referencias en la actualidad), sino porque, siendo
discípulo directo de Sócrates, tenía por costumbre apuntar sus conversaciones con él, mantenidas
mientras trabajaba en su taller del cuero.
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10 comentarios:
1.
hatee_lovee17 de agosto de 2014, 8:22
Pon la bibliografia
Responder
2.
hatee_lovee17 de agosto de 2014, 8:22
Si
Responder
3.
Narrador17 de agosto de 2014, 8:55
Tiene razón, se me escapó ese detalle en esta entrada.
Principalmente, la información proviene de los dos tomos titulados "Los filósofos
socráticos: testimonios y fragmentos", publicados por la editorial Losada.
Responder
4.
Unknown7 de julio de 2017, 21:36
esta bien
Responder
Respuestas
1.
Narrador7 de julio de 2017, 23:12
¡Gracias!
Responder
5.
yazmin barrientos7 de julio de 2017, 21:36
Respuestas
1.
Narrador7 de julio de 2017, 23:13
Muy amable. Muchas gracias por su visita.
Responder
6.
Anónimo19 de agosto de 2018, 23:47
el internet me dice que aristoteles y platon tambien son postsocraticos, entonces son
socraticos o postsocraticos
Responder
7.
Anónimo3 de febrero de 2019, 15:06
Me resulta muy interesante las síntesis de la Historia Filosófica que expone este
blog, pero me gustaría hacer una sugerencia sobre el contraste entre blanco y negro
de los escritos.
En mi caso particular, compruebo que me perjudica pues al retirar la vista quedo
con una sensación extraña de confusión visual.
Gracias.
Responder
Respuestas
1.
Narrador3 de febrero de 2019, 15:12
Muchas gracias por su sugerencia.
La verdad es que no me gustaría que los colores fueran al contrario, que es
lo habitual (letra negra sobre color claro), pero estos dos colores son los que
ofrecen mejor visibilidad (por el contraste entre ambos).
Esta misma tarde busco una solución.
Gracias de nuevo.
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LOS SOFISTAS
En el s. V a.C. algunas personas se convirtieron en sofistas: profesores
de retórica (el arte de hablar en público). Tomaron el nombre de la
palabra griega sofos, que significa sabiduría. Los hijos de las familias
más ricas empezaron a asistir a las clases de estos profesores.
SÓCRATES
Sócrates (h. 469 a.C.-399 a.C.), considerado el padre de la filosofía, no
estaba de acuerdo con los métodos de los sofistas, quienes enseñaban a
sus discípulos respuestas ingeniosas para usarlas en los debates
públicos. Sócrates animaba a sus alumnos a cuestionarse el mundo que
les rodeaba y a vivir según su propia conciencia, aunque eso significara
enfrentarse con la autoridad.
DIÁLOGOS
Sócrates no escribió ninguna de sus enseñanzas, pero algunos de sus
diálogos con los ciudadanos de Atenas quedaron reflejados en la obra de
su famoso discípulo Platón (427 a.C.- 347 a.C.).
BEBER CICUTA
Las ideas de Sócrates disgustaron a las autoridades políticas y religiosas
de Atenas. Tuvo que comparecer ante la asamblea y responder de las
acusaciones de corromper a la juventud y menospreciar las creencias
religiosas. La asamblea le condenó a beber un veneno mortal: la cicuta.
PLATÓN
Platón, discípulo de Sócrates, provenía de una rica familia ateniense. Su
primera intención fue dedicarse a la política, pero perdió su entusiasmo
cuando vio la corrupción que había en Atenas. Dejó la ciudad, pero
volvió al poco tiempo para crear la Academia, el primer centro de
enseñanza de la historia, donde trabajó hasta su muerte, a los 80 años.
La obra más importante de Platón es La república, donde describe su
ideal de estado. Él creía que la mejor forma de gobierno era una
monarquía que combinara la dureza de un gobernante con la sabiduría
de un filósofo.
ARISTÓTELES
El discípulo más conocido de Platón fue Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.),
nacido en Macedonia, en el norte de Grecia. Se trasladó a Atenas y
asistió a la Academia de Platón, donde demostró un especial interés por
el estudio de la naturaleza. Gracias a una cuidada observación del
mundo y sus fenómenos, Aristóteles intentó descifrar las leyes
fundamentales del mundo natural. Filipo (382 a.C.-336 a.C.), rey de
Macedonia, al norte de Grecia, le propuso que se convirtiera en maestro
de su hijo Alejandro (356 a.C-323 a.C.), quien más tarde se convertiría
en Alejandro Magno.
EL LICEO
Al cabo del tiempo, Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia
escuela, el Liceo. Mientras enseñaba a sus discípulos solía pasear, lo que
hizo que empezara a conocerse como la escuela peripatética.
LISTA DE PENSADORES:
1-Los Presocráticos
2-Los Clásicos
3-San Agustín
4-Santo Tomas
5-Renacentista
6-La Ilustración
7-Los Cientificos Modernos
8-Siglos XIX al XX
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