Cuando falta el amor y quiere suplirse con conceptos o habilidades, surge la

desesperanza, la melancolía, el desencanto, la carencia de ilusión. 2.El difícil arte de motivar

No se puede educar sin convicción moral o religiosa. Los alumnos nos recla-
man algo más que el conocimiento de leyes, cifras y hechos.
La verdad les atrae y les fascina, pero hay que saber ofrecerla, no imponer-
la.
La realidad que presencian en nuestra sociedad les sorprende y ofusca; y es
que ven, paradojas de la vida, que en la familia y en la sociedad se vive con fre-
cuencia lo opuesto a lo que se muestra en la escuela.
Los ideales, las normas,los valores que se proponen en la escuela son con fre- La escuela actual, si quiere liberarse de las deficiencias que se le achacan, de
cuencia contradictorios de los que ven en política, en la prensa, en la familia, en esa tradición anquilosada que le da el aspecto de vieja, triste y aburrida, tiene
la sociedad. que realizar estos cambios que sintetizo en estas dos ideas que entrañan dos ac-
La escuela tiene que competir con un contrincante muy fuerte: el medio am- titudes:
biente. Antes la escuela era más influyente, más poderosa. Ahora la sociedad,el • sustituir la presión por la motivación,
medio ambiente la supera. Se calcula que la influencia de la escuela antes era de
80 % y un 20 % la del medio. • disminuir la actitud expositiva del docente y aumentar la actividad de
los alumnos.
Ahora se sospecha que se han invertido los términos: un 20 % la influencia
de la escuela y un 80 % o más la del medio ambiente. Estos dos enfoques bastan para que la escuela nos ofrezca un nuevo escena-
Es muy arriesgado el generalizar, pues pueden influir muchos factores, pero rio y tengamos la escuela que deseamos, la que verdaderamente educa.
los datos señalados tal vez sean ilustrativos. • És el reto que tiene planteado la escuela, si quiere recobrar el cometido prin-
La constatación de este hecho no debe inducirnos al desaliento, sino al con- cipal que la define: educar.
trario, impulsarnos a tener más entusiasmo en nuestra misión de educadores.
1. La motivación

Fácilmente se comprenderá la importancia que tiene la motivación.

Su estudio lo podemos calificar de esencial, necesario, ya que la motivación
es el gran secreto que garantiza el éxito en la tarea educativa.
Difícilmente se triunfará como educador si no se conocen los modos y los
medios de motivar a los alumnos.
Paralelamente podemos afirmar que no será fácil que el alumno adquiera un
aprendizaje si no está motivado.
Todo aprendizaje exige un esfuerzo más o menos grande, pero este esfuerzo
no se dará si no hay una motivación suficiente.
Hay quienes señalan que la voluntad es el factor principal, atribuyendo a ésta
el dinamismo de la vida.
Creen que la voluntad es el factor decisivo, impulsor, afirmando que lo que
se necesita es querer, sin darse cuenta que para poder querer es necesario estar
motivado.

2. Pero, ¿qué es la motivación?

Tenemos que reconocer que la motivación es el secreto para mover la volun-

tad, es la fuerza arrolladora capaz de revolucionar una vida. Es como el imán
que arrastra fuertemente.
La motivación es un arteque estimula el interés, un modo de hacetagrada-

18 19
ble el esfuerzo, una pericia para saber presentar unos valores que sean capaces
de despertar impulsos, tendencias, intereses.
Aclaremos el concepto de motivación, ya que ofrece matices variados:
Esjin factor dinámico que provoca la_acdmi.
Motivar es una actitud que implica respeto a la persona.Dista mucho de lo
que es presión y manipulación de incentivos. No se trata de doblegar la volun-
tad, sino de despertar interés por algo valioso que se ha percibido.
La actitud impositiva, la presión, pueden llegar a dominar, a reprimir, pero
difícilmente a educar.
La represión no educa, acumula fuerzas en el inconsciente que aflorarán de
modo violento cuando menos lo pensemos.
Motivar es ofrecer una meta luminosa, un objetivo atrayente. Es responder
a necesidades y sentimientos.
El motivo es una fuerza arrolladora que involucra la afectividad.

3. ¿Cómo explicar la motivación?

Existen muchas teorías que intentan explicarnos el porqué de la conducta hu-

mana, la razón por la que obramos de un modo u otro, la causa por la que nos
comportamos de una manera y no de otra, el modo cómo la motivación influye
en nuestro comportamiento.
Ninguna teoría satisface plenamente, ninguna resiste la crítica objetiva,
dejándonos el enigma de la conducta humana sin resolver.
¿Cuáles son los determinantes de la conducta humana?
Sólo enumeraré aquí las teorías más importantes. Cada una de ellas preten-
de dar respuesta al interrogante formulado.

1) Biogenética. Se suele denominar también fisiológica.

Mc.Dougall la llama teoría de los instintos u hórmica.
Pretende explicar la conducta humana en función de lo fisiológico, de los ins-
tintos. El instinto para Mc.Dougall es una disposición innata que impulsa al jn-
dividuo a conducirse..de unaiorm.a prefijada, dirigiendo su atención hacia obje-
tos precisos, suscitando reacciones emocionales.
Los instintos que afectan principalmente la conducta son: el paternal, de do-
minación, el sexual, territorial y gregario.

2) Sociogenética. El hacer humano obedece a los factores culturales.

Lewin concede tanta importancia al medio ambiente, que admite que iajcon-
ducta humana está determinada por el medio. Su teoría se llama "teoría del cam-
po". Opina que todos los factores del medio, incluso las características de la per-
sonalidad inciden como determinantes que rigen el comportamiento. Según él,
el comportamiento de una persona o grupo se debe más al ambiente social cjue
ajas propiedades intrínsecas del individuo.

v 3) Hedonística. Los seguidores deesta teoría opinan que el placer es eldueiio

soberano del hombre. Todo hombre tiende a buscar el placer y rehuir el dolor.

20
21
El placer es la sirena seductora que arrastra al hombre determinando su con-
4" ^ motivación y s „ dinamismo.
ducta.
Fácilmente se observará que se dan muchas conductas en la vida que des-
mienten esta teoría. Todo cumplimiento del deber destruye el credo hedonista. La motivación ofrece tres aspectos diferentes:
Lo que a mí me parece es que confunden lastimosamente el placer con la fe- • un estado motivante interno del organismo
licidad, cuando en realidad son cosas distintas.
• un comportamiento activado y dirigido,
• 4) Psicoanalítica. Freud desarrolla dos teorías sobre los impulsos básicos del • una meta hacia la cual se dirige.
comportamiento:
^ L» ^ d e Ja m o t i r a c ¡ ó n M p o M n ^ ^ ^ ^ ^ ^
- La primera los clasifica en instintos sexuales e instintos del yo.
- La segunda los clasifica en instinto de vida (Eros) e instinto de muerte
- desequilibrio,
(Tánatos).
- cambio,
* 5) Conductista o behaviorista. Da mucha importancia a los reflejos condi- - impulso,
cionados. Hace hincapié en el comportamiento aprendido. - dirección,
Afirma que el comportamiento humano está formado casi por completo de
conjuntos de reflejos condicionados. Esclarece esta teoría con este ejemplo: Dad- - interés,
me un niño cualquiera y yo me comprometo a hacer de él un mendigo o un abo- - superación.
gado u otra clase de persona que yo prefiera. (Watson).

6) De Allport. Su teoría recibe el nombre de "autonomía funcional". El proceso motivacional pasa por estas fases:
Allport reconoce que algunos motivos que en un principio fueron secunda- - fase carencial,
rios o derivados de otros principales, pasan a ser principales e independientes. - dinámica,
Como ejemplo esclarecedor, es el de aquel que se ve motivado para ejercer
la enseñanza por el relieve social que supone ser maestro y una vez que se halla - consumatoria.
en la escuela, descubre lo maravillosa que es la enseñanza y entonces, esta mo- Culmina con la homeostasis.
tivación pasa a ser principal y la primera, secundaria.

7) De la fuerza de las ideas. Cada una de las teorías anteriores explica par-
cialmente la conducta humana. Todas ellas reconocen una influencia. La teoría
de la fuerza de las ideas reconoce que éstas pueden arrastrar con fuerza arrolla-
dora hacia un ideal intelectual, religioso, político,...hasta llegar a transformar una

(
vida.
Es incalculable el poder motivador de una idea fuerte. Lasideassonlas que- - - -
rigen el mundo más que las armas atómicas.
s.
8) Teoría homeostática. Toda motivación supone la percepción de una ca- Has,a pueden S U I 8 ¡ r m o n i a o s que ^ ^ ^ ^ ^
rencia o necesidad. La conducta motivada emerge de la captación de un dese-
quilibrio, de la constatación de una indigencia. • acercamiento - acercamiento
Esta sensación es la que provoca la inestabilidad, el desequilibrio y de ahí na- E j e ^ l o : me gusta el cine - m e gusta cumplir con el deber.
ce_el impulso con el que se intenta eliminar el déficit o desequilibrio percibido.
evasión - evasión
La alteración puede ser provocada por carencia y también por exceso. Ejemplo-, no me gusta el cine - me aburre el fútbol.
Ün ejemplo lo tenemos cuando hay una superproducción de hormonas o unas
estimulaciones externas aversivas o estimulantes. • acercamiento - evasión
La función homeostática tiene como cometido restablecer el equilibrio y lo
EjemP'°: ^ gUSta VtóJar - - *- da miedo subir a las altura,
logrará eliminando la carencia o el exceso que provocó la motivación.

21

23
 6. Tipos de motivación
5. Leyes de la motivación
No todas las motivaciones son iguales, ni todas tienen la misma fuerza moti-
La motivación está en función de: vadora. El conocimiento de los diferentes tipos de motivación nos puede ayudar
para servirnos de cada una de ellas con más tino y eficacia.
. la intensidad,
. calidad del estímulo, • Hay motivaciones positivas, que pueden ser:
. deseo o necesidad y . intrínsecas o extrínsecas
. eficacia. Un ejemplo de motivación positiva intrínseca puede ser el estímulo que en-
cuentro en mí mismo, tendiendo a superarme, al realizar una experiencia. Sien-
Cuanto más intenso y de mejor calidad es el estímulo, tanto mayor será la to un goce al tocar una pieza sencilla de música y esto me estimula a proseguir
en el aprendizaje.
m ° t p o p i o podemos decir con relación al deseo o necesidad y al resultado lo- Ejemplo de motivación positiva extrínseca es el estímulo que viene del exte-
rior del sujeto. El aplauso que me tributan los que me han oído tocar.
g r a Como aplicación a estas leyes, podemos describir el proceso motivacional asi-
lo Hay que crear una necesidad. Que el alumno sienta e s t a necesidad o ca- • Motivación negativa. Es aquella que pretende mantener o modificar una con-
rencia y surgirá la reacción, tanto más fuerte, cuanto mas imperiosa sea la nece ducta con un estímulo doloroso. Este estímulo puede Ser físico: una bofetada; o
psíquico: una reprimenda o un desprecio.
sidad. Es lo que vulgarmente llamamos castigo.
22 Se producirá una tensión que estará en función de las leyes citadas.
La motivación ideal es la intrínseca. / ,
32 Se iniciará el esfuerzo. El maestro que logre para sus alumnos este tipo de motivación, no tendrá ne-
42 Vendrá la calma. cesidad de disciplina, de presión, ya que serán los propios alumnos quienes estén
motivados.
El niño tiene una capacidad admirable de recepción.
Nace con una disposición para adquirir nuevos conocimientos siempre que
se den las condiciones, adecuadas.
Todo cuanto le rodea le ofrece una oportunidad para enriquecerse de cono-
cimientos, aprendiendo cosas nuevas.
El ambiente en que vive es una incitación que le invita a explorarlo.
El contactó con cualquier noyedad origina en el alumno un desequilibrio que
trata de resolver. Cuando encuentra solución satisfactoria, experimenta un pla-
cer que le impele a actuar en busca de nuevas adquisiciones y así se da un pro-
ceso indefinido.
Si el maestro no presta la debida atención o interés por la actividad del alum-
no pueden derivarse consecuencias negativas para el mismo.
Wb-

Ha dominado, y en algunas escuelas sigue dominando, la idea de que el apren-

dizaje es duro, costoso, antipático y que por tanto, hay que servirse de la moti-
vación extrínseca para que el alumno aprenda. v
Opinar que al alumno no le interesa aprender es una concepción errónea que
desgraciadamente ha dominado la enseñanza durante mucho tiempo.
Como consecuencia de este enfoque equivocado, se juzga que la motivación
extrínseca es necesaria.
Las ideas que subyacen en esta mentalidad ya están apuntadas: todo apren-
dizaje es difícil, penoso, aburrido.

25
21
 Y por tanto la escuela tradicional se ha empeñado en enseñar cosas que no
interesaban al alumno y de forma que no le interesasen.
Piaget rechaza las teorías conductistas y opina que la verdadera motivación es
la intrínseca y llega a decir que el alumno aprende, sobre todo, porque le intere-
sa poseer conocimientos.

El alumno tiene disposiciones innatas para el aprendizaje y capacidad de ad-

miración por lo nuevo.

Lo que sucede frecuentemente es que el aprendizaje que ofrecemos no res-

ponde a los intereses del alumno.
Tarea del docente es conocer estos intereses.
La habilidad del maestro ha de consistir en hacer que partiendo de las preo-
cupaciones e intereses de los alumnos, sepa orientarles hacia cuestiones de va-S
lor formativo, respondiendo a sus numerosos interrogantes, aprovechando la
enorme capacidad de aprender que tienen, ampliando el horizonte de sus cono-
cimientos con problemas más complejos. ~

No es fácil la motivación, explicando siempre lo mismo, exigiendo a todos

igual, imponiendo los mismos controles.
La idea de que hay que tratar a todos los alumnos igual y exigirles lo mismo,
supone un desconocimiento de los principios de la educación personalizada, ig-
norando las diferencias individuales de cada alumno.
El docente se suele escudar en que hay que ver el programa entero, que hay
que responder a las exigencias del Ministerio, etc.

Lo cierto es que con esa mentaüdad se están provocando muchos fracasos en

los alumnos. Alumnos que pudiendo aprobar, no aprueban.
El problema de todos estos alumnos fracasados no es que la sociedad los con-
sidere como tales, sino que ellos mismos, los propios alumnos se consideren co-
mo seres fracasados.
Hay muchos otros alumnos que pudiendo triunfar en los estudios se confor-
man con ir tirando, alcanzar un aprobado y basta. Su rendimiento resulta muy
por debajo de sus posibilidades.
Hay alumnos hartos de que nadie reconozca sus méritos y están cansados de
que se les señalen constantemente las facetas negativas.
El buen educador sabe que, destacando los méritos del alumno, se logra más
que con la censura y recriminación de los aspectos negativos.

Esto no quiere decir que hagamos caso omiso de lo que no está bien.
El docente debe señalar lo defectuoso con la intención de orientar y con el
propósito de hacer que los aspectos positivos y las actitudes correctas vayan su-
pliendo progresivamente los aspectos negativos y las actitudes incorrectas.
>T_Jna actitud correcta, si se ve respaldada por unas orientaciones oportunas,
será la mejor manera de ir eliminando las actitudes de signo negativo.
Tenemos que reconocer que demasiados maestros usan el lápiz rojo pero pa-
ra destacar los errores y equivocaciones de sus alumnos más que para resaltar

27
21
 fijo
los aciertos. El subrayar constantemente los errores y deficiencias contribuye a
que el alumno vivencie una situación de fracaso muy perjudicial para el apren-
dizaje y que se apodere de él un sentimiento de impotencia.
Hay docentes que parece que son miopes ante los valores y actitudes positi-
vas de los alumnos y se ven inclinados a señalar sólo las debilidades, faltas, de-
fectos y errores. Parece que tienen una sensibilidad especial para captas facetas
negativas.
Tengamos presente que las experiencias de éxito o fracaso condicionan la ac-
tuación posterior de los alumnos.
Es mucho más acertado señalar, resaltar los aciertos, ya que estatécnica con-
tribuye a que el alumno tenga confianza en su propia valía.
Él aprendizaje se alimenta con éxitos. Él éxito inicial provoca nuevos éxitos.
Una sucesión de fracasos favorece la frustración, bloqueando y paralizando
todo esfuerzo.
Es verdad %ie todo aprendizaje supone afrontar una dificultad y no es me-
nos cierto que no conviene sustraer al alumno del esfuerzo que supone el venci-
miento de una dificultad, ya que es conveniente que el alumno conozca tanto sus
posibilidades como sus limitaciones.
Lo pedagógico es buscar unas experiencias que puedan suponer esfuerzo, pe-
ro que conduzcan al alumno al éxito, si bien se dan casos en los que el mismo
fracaso sirve de estímulo y da ocasión para una superación.
Las motivaciones emocionales, que pueden surgir al señalar lo que está bien,
haciendo resaltar los aciertos desmesuradamente, pueden resultar tan perjudi-
ciales, como el estar recriminando constantemente.
No se debe exagerar ni prodigar las alabanzas.
Tampoco creo que sea justo el elogiar sólo los resultados. Se debe reconocer
también los esfuerzos realizados independientemente de los logros obtenidos.
La calificación con una nota escueta suele ser muy fría. Es mejor calificar su
trabajo con una frase apreciativa. Esta técnica puede ser un poco trabajosa pa-
ra el educador, pero es compensatoria por los buenos resultados que se consi-
guen.
Otra técnica que sugiero para motivar a los alumnos es actuar conxadauno
de ellos como si ya tuviera las cualidades que deseamos ver en ellos.
Cualquier forma de corrección entraña un peligro y es qué en el alumno se
crea una dependencia con relación al docente y puede ser que vea mermada su
personalidad, cuando en realidad lo que se pretende es que el alumno llegue a
su autonomía.
La solución para obviar este peligro es que no se someta todo a control, ofre-
ciendo oportunidades para que el alumno se libere de esa censura rigurosa.
Hay docentes obsesionados en sancionar todo cuanto haga el alumno y es
que desconocen la teoría de Torrance cuyo autor opina que se deben introducir
espacios en el aprendizaje sin evaluación, pues como afirma el mismo autor, la
evaluación externa es siempre un peligro y crea la necesidad de defenderse, lo
cual impide que algún aspecto de la capacidad de experimentación y de sensibi-
18
lidad del niño logre su perfecto desarrollo. (Torrance, E.P. - "Educación y capa-
cidad creativa" - Madrid, Marova, p. 82).
¿Disciplina o motivación?
Entendemos por disciplina la fiel observancia del reglamento, la saludable,
sanción de cualquier falta, el orden riguroso, la exigencia inflexible, el someti-
miento por la fuerza a la autoridad, el mantenimiento del orden, la vigilancia ri-
gurosa,...
En tiempos pasados se calificaba la bondad de un centro educativo por el gra-
do de disciplina que regía en él, siendo el más estimado aquel en el que había
una disciplina más estricta.
Era la mentaliád de entonces. No se concebía poder mantener el orden y edu-
car sin disciplina y así, hasta Comenio dice que la escuela sin disciplina es como
un molino sin agua.
Traigo a colación unos pensamientos del P. Marcelino Champagnat, Funda-
dor de los Maristas, quien opina que es necesaria la disciplina para mantener el
orden y la considera como el alma de toda escuela, ya que ella es quien anima y
ordena todo. La disciplina, prosigue, es quien traza a cada cual el camino que
debe seguir, es creadora de orden, asegura los adelantos de los niños y protege
su fe y su piedad, conserva las buenas costumbres y previene las faltas robuste-
ciendo la voluntad contra el mal y contribuye a la formación de hábitos buenos.
Pero antes de proseguir, conviene que precisemos el significado y matiz que
da el P. Champagnat al término disciplina.
Es partidario de una disciplina rigurosa, como lo eran la casi totalidad de los
pedagogos de aquel tiempo, pero aboga por una disciplina paternal, creyendo
que así prestaba el mayor de los servicios a los alumnos.
La disciplina ha de ser paternal, dice, de lo contrario, en lugar de mejorar al
niño, lo empeora.
La disciplina paternal ha de ir unida a la religión, al amor y la indulgencia.
Según el P. Champagnat, el educador ha de ser consciente de que no basta la
sumisión forzada. Es necesario obedecer de corazón y someterse a la ley por sen-
tido del deber. Opina que el maestro que no ama a los niños no sirve para edu-
car, ya que la educación es ante todo obra del corazón.
Hay docentes que por su personalidad irradian una influencia poderosa so-
bre sus alumnos y tienen un poder especial para motivarlos.
¿Qué tienen estos educadores para poder suscitar esta motivación tan gran-
de en sus alumnos?
No es fácil el poder determinarlo ya que es como un influjo, algo misterioso,
y a veces, se nos ocultan las causas.
Es algo indefinible que hace que sin ningún esfuerzo aparente por parte del
educador, los alumnos se vean altamente motivados.
No obstante, podemos señalar unas características o factores que pueden fa-
vorecer la motivación.
Estos factores pueden ser: el estado de ánimo, el optimismo, la amabilidad,
29
la manera de hablar,el orden que sigue en sus explicaciones, su competencia, los
métodos que emplea en la enseñanza,...
Estos educadores no necesitan disciplina.Les basta la motivación.

7. Fuentes de motivación

Es fuente de motivación todo aquello que provoca en mí un cambio, que me LAS FUENTES DE LAS

#
afecta de algún modo, que hace nacer en mí un impulso. MOTIVACIONES ESCOLARES
Hay muchos factores que pueden originar una motivación, ser fuentes de la
misma, pero no se puede establecer un orden jerárquico estricto, ya que unos se
motivan más intensamente por un factor que por otro.

I
De todos modos, señalo los factores o fuentes de motivación que ejercen or- #1111;/
dinariamente una fuerza motivadora:
MOTIVACIONES MOTIVACIONES
- las necesidades que pueden ser : biológicas, MOTIVACIONES
INCIDENTALES PROVOCADAS
psicológicas, m INTENCIONALES
sociales.
- la actividad,
sgk
- la curiosidad,
- el ambiente, ¡•¡P SE IMPONEN SE DESENCADENAN
- los premios, POR SI MISMAS GRACIAS AL ARTE
RESULTAN DE
LA VOLUNTAD DEL NIÑO
- el juego, O PROVIENEN DEL EDUCADOR Y A L
POR LA PREOCUPACION
DEL MEDIO APARATO DIDACTICO
- los castigos, EXTERIOR QUE HA SABIDO PERSONAL DE MEJORA
EMPLEAR Y DE BUSQUEDA
- el docente, DE EXITO
ílpl»
- un ideal,
•SS»;
- el interés,
LA CALLE
- la aprobación social, EL DOCENTE

- el temor al fracaso, EL CAMPO EL ENTORNO DIDACTICO

- el éxito,
-<*¡¡F
LA CIUDAD
- el deseo de poseer, LOS METODOS PEDAGOGICOS

- el deseo de conocer, LA TELEVISION LAS EXPECTATIVAS

. DE LOS PADRES
- el afán de distinguirse,
-£KK>
- el trabajo en equipo,....
LA ENSEÑANZA
EN CONTACTO
El educador experto sabrá utilizar debidamente la motivación que crea más CON LA VIDA
eficiente en cada caso e incluso deberá cambiar de motivación cuando observe
que la que ha ofrecido, ya no surte los efectos deseados.
Cuando el maestro observe que decae la intensidad del esfuerzo en el apren-
dizaje, debe ofrecer con pericia los incentivos más eficaces.
Hay muchos docentes que se lamentan de la apatía y desgano que tienen sus
alumnos para el estudio. Según René Fourcade

30 21
 Es posible que tengan su parte de culpa los alumnos, pero ordinariamente
me inclino a culpar a los docentes que no aciertan a aplicar los métodos didácti-
cos convenientes.
Si mis alumnos no están motivados, la culpa puede ser mía. Opino que, ex-
cepto en casos extremos, el maestro tiene recursos suficientes para motivar a los
alumnos. Con los sistemas tradicionales creo que no y así está resultando que la
enseñanza, desde los niveles primarios hasta la misma Universidad es cansina,
no llega a entusiasmar. Se sufre la enseñanza, cuando debiera despertar gran in-
terés.
Propongo dos sistemas que juzgo de gran importancia para motivar a los
alumnos:
. la correcta programación,
. la auténtica evaluación.
Me reservo el estudio de ambos sistemas para tratarlos un poco más adelan-
te, pero afirmo con seguridad que estos dos sistemas tienen por sí solos una fuer-
za motivadora capaz de transformar la escuela.
8. Técnicas motivadoras
¿Cómo motivar?
Estamos ante la cuestión principal. Saber cómo se puede motivar a un alum-
no que no tiene la menor apetencia por el estudio.
Es el interrogante angustioso qué nos formulan no pocos padres: Mi hijo, di-
cen, no quiere estudiar. ¿Quépuedo hacer?
Es el interrogante que se hacen no pocos maestros que observan el es-
pectáculo desalentador de unos estudiantes que no ejercen ni quieren ejercer co-
mo tales. . recalcitrantes. Para que este trabajo sea correcto es necesario que todos y cada
Esta situación, amarga la existencia de muchos maestros, apaga el entusias-'
mo por la enseñanza con peligro de provocar una actitud de indiferencia o de
abandono tanto de parte de los alumnos como de los docentes.
Hay quienes sabiendo perfectamente las leyes de la motivación y las teorías
de la misma, no aciertan, no saben motivar.
No ignoro que hay circunstancias en las que parece imposible lograr una mo-
tivación.
Aun reconociendo estos inconvenientes; me atrevo a afirmar que la motiva-
ción es posible por muy difíciles que sean las circunstancias.
E1P. Manjón no creo que tuviera el ambiente propicio con los gitanillos del
Albaicín de Granada y sin embargo supo motivarlos de un modo extraordinario
valiéndose de dos factores: el acercamiento al alumno y la afectividad.
Los alumnos difícilmente se resisten, por difíciles que sean, cuando ven que
su maestro tiene estima por ellos. El afecto del maestro es más poderoso, más
fuerte que la rudeza e ingratitud que pueda haber en los alumnos.
A continuación enumero una serie de técnicas que creo eficaces para conse-
guir la motivación en los alumnos.
21
Todas ellas pueden suscitar fuerza en el alumno que le induzca a integrarse
en los distintos trabajos, una vez que perciba los objetivos, comprenda el alcan-
ce y significado de los mismos.
— I a - Que el tema de aprendizaje tenga relación con lo real.
- 2a- El éxito inicial. El alumno proseguirá su trabajo si lo ve recompensado
por un éxito inicial. .,
. # t
-- 3a- La participación., El arte del docente es que sepa convertir al alumno de
espectador en actor, que le facilite el participar y sea él quien realice su propia
educación y formación.
^ 4a- La autosuperación. Se conseguirá cuando se realice la autoevaluación.
Con esta técnica el alumno se ve inducido a superarse casi sin querer.
- 5a- La aceptación y aprobación por parte del maestro favorece grandemente
la motivación del alumno.
6a- El elogio y la censura. Si son usados con la debida prudencia y oportuni-
dad, pueden ser altamente motivadores.
—7a- El uso del material conveniente. El material didáctico sirve de estímulo
poderoso.
— 8a- La captación de las necesidades del alumno. Estas son fuente poderosa
de motivación.
9a- La experimentación. La experimentación encanta a los alumnos. Se pue-
de aplicar en casi todas las asignaturas.
En las escuelas deben funcionar los talleres donde sea posible. Experimen-
tar todo lo que sea experimentable.
10a- El trabajo en equipo. Hay que promover el trabajo en equipo para re-
alizar tareas escolares. Es una técnica que bien organizada estimula a los más
uno de los integrantes del equipo tengan una responsabilidad bien concreta.
11a- Un ambienté estimulante.
12a- El conocimiento preciso de los objetivos. Una excelente técnica de mo-
tivación es la de dar a conocer con toda claridad los objetivos que se persiguen,
ya que se trabaja mejor cuando se sabe lo que se pretende alcanzar.
13a- Reducción de los factores negativos y aumento de los positivos.
Es preciso reducir al mínimo las condiciones desfavorables para el trabajo
escolar y aumentar las condiciones favorables de forma que el alumno se encuen-
tre a gusto.
14a- Actividades lúdicas. Siempre que sea posible, es conveniente aplicar ac-
tividades lúdicas que gustan mucho a los alumnos.
15a- Servirse de las aspiraciones del alumno. Para ello es preciso conocerlas.
16a- El acercamiento al alumno mediante el diálogo.
17a- La personalidad del docente. Es un factor decisivo en la motivación. Si
33
el docente vive con entusiasmo y entrega a su profesión, los álumnos se verán
contagiados por el mismo entusiasmo.
18a- Señalar actividades de acuerdo con las posibilidades de cada alumno.
19a- Ofrecer una enseñanza intuitiva. Presentar, cuando sea posible, los ob-
jetos reáles que se pretende estudiar, y cuando no sea posible, ofrecer una re-
producción.
20a- Enlazar el aprendizaje nuevo con el ya adquirido. La teoría debe ir se-
guida de aplicaciones prácticas o debe ser extraída de ellas.
21a- Presentar el aprendizaje como algo enigmático. De este modo desper-
tará mayor interés en el alumno, ya que así representará una especie de aventu-
ra.
22a- El empleo de instrumentos y medios modernos como el proyector, gra-
bador, montajes, videos,...
documentarse, si amplía conocimientos, si formula preguntas al docente, si ha-
bla con frecuencia favorablemente de alguna asignatura.
Se puede detectar la motivación por medio de encuestas:
¿Cuál es la asignatura que más te gusta?
¿Por qué?
¿Cuál es la que menos te gusta!
¿Por qué?
Se puede ofrecer una escala de valores e invitarle a que manifieste sus pre-
ferencias y así conoceremos sus gustos e intereses.
Pero la técnica más eficiente es el acercarse al alumno para alentarle, para
conocer sus lagunas y subsanarlas cuanto antes.
10. Cómo se puede desmotivar un alumno

• Técnicas motivadoras ante el caso de un alumno que no quiere estudiar: • Es conveniente que el docente conozca los factores y actitudes que pueden
apagar y extinguir el entusiasmo de los alumnos para tratar de evitarlo.
Ia Conocer las causas por las que no quiere estudiar.
2a Detectar las necesidades del alumno. • Una táctica equivocada es presentar el estudio, el aprendizaje como algo an-
3a Fomentar la curiosidad, con lo que despertaremos el interés. tipático o doloroso.
4a Favorecer el trabajo en equipo y la sociabilidad. • Pedir al alumno más de lo que razonablemente puede dar. Es preciso cono-
5a Estimular mediante actividades variadas. cer el cociente intelectual que tiene cada alumno mediante la aplicación de una
batería de tests y así exigir a cada alumno según su capacidad intelectual.
6a Trabajar en forma de juego.
7a Alabar más que censurar. • El tópico que usan algunos educadores diciendo que para ellos todos los
8a Premiar más que castigar. alumnos son iguales, es injusto. Si no hay dos alumnos iguales, ¿por qué se va a
exigir a todos el mismo nivel?
9a Experimentar todo lo que sea experimentable.
10a Dar responsabilidad y participación. Aceptemos al alumno como es. No actuemos:
11a Practicar la evaluación continua.
• reprimiendo la curiosidad natural del alumno,
12a Proponer un gran ideal como garantía de éxito.
• ofreciéndole temas abstractos,
El estilo de trabajo que propongamos a los alumnos para motivarlos tiene • exigiéndole un aprendizaje meramente memorístico,
que ofrecerles unos objetivos de tipo: • pidiéndole conocimientos desconectados de los intereses del alumno,
a) informativos: que haya aprendizaje de unos conocimientos, • no dándole a conocer los resultados de su esfuerzo.
b) adquisitivos: con técnicas distintas a las de estar con los codos hincados
sobre el libro, No creo que las actitudes paleolíticas que nos ofrecen algunos docentes ten-
c) valorativos: que descubran los propios alumnos algún valor. gan fuerza motivadora. Me refiero a las actitudes de autosuficiencia del docen-
te, el aire autoritario e impositivo,el situarse en la clase en la cátedra elevada y
alejado de sus alumnos con pose de señor, vigilando a sus alumnos o lanzando
9. Cómo conocer si un alumno está motivado desde su sede un torrente de ideas, cuando no de amenazas por no escucharle
debidamente.
Es relativamente fácil saber cuándo una alumno está motivado o no. Basta
poner en práctica una actitud observadora por parte del docente y ver si el alum- • Diez formas de desmotivar al alumno :
no es puntual, si es diligente en comenzar el trabajo, si toma apuntes, si trata de
1- No fijar unos objetivos.

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 2- Señalar unos mismos niveles para todos los alumnos.
3- El baremo apreciativo para aprobar es: poder memorizar.
3. La programación
4- Pedir un trabajo repetitivo que consista en reproducir las ideas del maes-
tro o del libro.
como técnica motivadora
5- Realizar la evaluación sólo al final, lo cual supone un examen.
6- Dar sólo importancia al número de conocimientos sin que importe la
didáctica empleada.
7- Aplicar la evaluación sólo al alumno y nunca al docente o al programa.
8- Exigir mucho y aplazar más.
9- Convertir la recuperación en un nuevo examen.
1. Cómo hacer una programación
10- Pensar que la autoevaluación carece de sentido.
Sería lamentable que un estudiante de medicina no haya hecho alguna expe-
riencia con un cadáver. Los vivos corremos peligro de que se ensaye con noso-
tros.
Es inconcebible que un arquitecto no sea capaz de realizar unos planos para
construir una casa.
Sería vergonzoso que un educador no supiera realizar una programación.

Para poder programar debidamente necesita imponerse una reflexión seria y

rigurosa. Detenerse para ver lo que pretende, ver de antemano lo que quiere que
hagan sus alumnos.
La programación se debe hacer en función de muchos factores: tipo de insti-
tuto o centro escolar, estructura del mismo, nivel del alumnado, situación de la
escuela, si cuenta con espacios escolares, laboratorios, número de unidades, bi-
blioteca, recursos didácticos, material,...

Antes de programar se impone un conocimiento del alumno. No basta el co-

nocimiento general de la clase, sino que se requiere un conocimiento individua-
lizado de los siguientes aspectos:
- nivel de conocimientos,
- aptitudes de comprensión, análisis, razonamiento, síntesis,
• Fomenta la participación, no permitas que nos aburramos.
- fluidez verbal,
• No pongas exámenes absurdos que no nos sirvan para nada. Evalúanos todos
- cálculo numérico,
los días.
C.I.,
• Forma grupos en clase.
- historial académico,
• No dejes que aprendamos los contenidos sólo de memoria. Haznos experi-
técnicas de estudio que practica,
mentar y te calificaremos de maestro excelente.
- actitudes positivas o negativas con relación a determinadas materias,
• Llévate bien con tus alumnos. Es fundamental. Rompe las barreras que pue-
dan separarte de ellos. aficiones y gustos,
- intereses.
Y a ti estudiante, los educadores te piden que te esfuerces y entusiasmes por
el estudio y por tu propia formación.

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