Sei sulla pagina 1di 12

ÍNDICE

Introducción……………………………………………………………………. 2
Desarrollo………………………………………………...………………………3
Conclusión…………………………………………………………………….. 11
Bibliografía………………………………………………….…………………..12

1
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia, un grupo de la sociedad ha sido castigado de manera
desproporcionada vulnerando sus derechos. Durante siglos, se las tacho de
brujas e incluso fueron víctimas de constante persecución. Esas épocas
pasaron, sin embargo, a todas ellas que no cumplían o no cumple, aun hoy,
con aquel estereotipo de mujer sumisa y madre que impuso la cultura patriarcal
se las sigue juzgando.
Inmensamente se extendió una cultura que se llevó tantas vidas por delante,
a tal punto de hacernos creer que es cotidiano y que es culpa de nosotras. Que
no tenemos derecho a decir no, ni mucho menos a decidir qué plan de vida
queremos llevar.
Porque nos hicieron creer que por el simple hecho de nacer mujer, tenemos
la obligación de procrear y ser la “esposa de”. A tal punto, de estigmatizarnos
por querer tener relaciones sexuales libremente sin la obligación de procrear y
a su vez, penalizarnos por querer interrumpir una situación traumática y no
planificada, como lo es el embarazo coaccionado.
Si nos detenemos en el tiempo y analizamos lo sucedido desde 1921 hasta la
fecha con respecto al aborto, se puede notar como no hay ningún cambio
favorable, todo lo contrario. Pareciera que todo sigue igual o peor, casi 100
años han pasado y tenemos los mismos resultados.
La persecución penal a las mujeres es una forma de estigmatización escrita
dentro del Código Penal. Además de reforzar estereotipos sobre la crianza y
cuidado de las niñas, negar a las mujeres la decisión sobre si tener o no hijos y
el control sobre cuándo ser madre, agrava las desigualdades de género en la
vida educativa, cultural, económica y política.
Mantener la penalización del aborto es contrario a la construcción de
sociedades igualitarias. Un primer paso para la igualdad de género es que las
mujeres tengan control sobre su capacidad reproductiva, que incluye acceso a
la anticoncepción y al aborto seguro. La soberanía de las mujeres sobre sus
cuerpos es clave para lograr esta igualdad.
El proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro
y Gratuito, que garantiza el derecho de toda mujer a decidir la interrupción de
su embarazo durante las primeras catorce semanas de gestación, no busca en
ningún momento definir cuándo es el comienzo de una vida ni justificar
moralmente la interrupción de un embarazo, sino que encara la problemática
desde la salud pública tomando en consideración el elevado número de
mujeres que mueren año tras año, por realizarse abortos inseguros.

2
Ahora bien, a continuación desarrollaremos las distintas razones por cuáles
consideramos debe legalizarse el Proyecto de Ley de “Interrupción Voluntaria
del Embarazo” (IVE).1
1. La penalización del aborto no disuade a las mujeres
El altísimo número de abortos muestra el poco o nulo efecto disuasorio que
tiene la penalización en la decisión de las mujeres. Al mismo tiempo, si lo que
se busca es proteger al embrión, la penalización no es un medio efectivo. Su
protección puede lograrse mediante políticas públicas que sean, a la vez,
consistentes con los derechos de las mujeres.
La penalización solo hace que:
• los abortos sean clandestinos
• se practiquen en forma insegura
• aumente la mortalidad de las mujeres pobres y jóvenes
En marzo de este año, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que “Todos
los individuos y grupos, incluyendo jóvenes y adolescentes, tienen derecho a
información basada en la evidencia sobre todos los aspectos de la salud sexual
y reproductiva, incluyendo salud materna…aborto seguro y atención
posaborto…”. La desinformación y las restricciones en el acceso a la
información sobre salud sexual y reproductiva son una violación a los derechos
humanos.
“Penar la interrupción voluntaria del embarazo implica que la mujer no es
sujeto de derecho, que es una cosa”2.
La penalización solo genera un trato cruel hacia las mujeres, como el caso
Belén. Lo que se castiga es la decisión de no querer ser madre. La
penalización es discriminatoria ya que solo se aplica a las mujeres. El derecho
a la vida de una mujer supone el derecho a no morir por la interrupción de un
embarazo.

2. Afecta, restringe y viola derechos humanos fundamentales de niñas,


adolescentes y mujeres
La falta de acceso de las mujeres en situaciones de embarazos no deseados
a servicios de salud en condiciones de igualdad, dignidad y seguridad es
discriminatoria porque afecta únicamente a las mujeres. Va a contramano de
los artículos 1 y 12 de la Convención sobre la Eliminación de toda forma de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

1
Proyecto de ley presentado ante el Congreso Nacional en el año 2007 y posteriormente en siete
oportunidades hasta que en 2018 fue tratado por primera vez.
2
Barbageleta, Maria Elena. Marzo de 2014

3
“La abolición del derecho de una mujer al aborto, cuando y si lo quiere,
equivale a la maternidad obligatoria: una firma de violación por parte del
estado“ 3
Los abortos practicados en condiciones inseguras ponen en riesgo a muchos
jóvenes e incluso cobra la vida de numerosas niñas adolescentes. Las cifras
de embarazo adolescente en nuestro país son preocupantes, con un porcentaje
que se ha mantenido estable en los últimos años en torno del 15% sobre el
total de nacidos vivos en el país. Peor escenario se configura aún en las
provincias del norte, donde la incidencia del embarazo adolescente es muy
superior a la media nacional, por encima en algunos casos del 23%.
Un estudio efectuado por la Organización Mundial de la Salud, en 2003, calculó
que el 14% de todos los abortos en condiciones de riesgo que se efectúan en
el mundo en desarrollo - 2,5 millones ese año - involucran a adolescentes
menores de 20 años. La mayoría de los que se practican a adolescentes tienen
lugar en circunstancias peligrosas y antihigiénicas, por personal que carece de
la capacitación necesaria4.
UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en 2011 5declaro
que reunir datos sobre el aborto es casi imposible por el hermetismo y la
vergüenza que lo rodean, aun cuando se calcula que todos los años se realizan
entre 1 millón y 4 millones. Muchas mujeres recurren a este procedimiento por
falta de control sobre su propia fertilidad, lo que puede deberse a la pobreza, la
ignorancia, los problemas con los compañeros sexuales o la falta de acceso a
métodos anticonceptivos.
La falta de garantía del Estado para el ejercicio en igualdad de condiciones
de los derechos reproductivos, viola los derechos de las mujeres a la vida, a la
salud, a la integridad física, psíquica y moral, a la autonomía, intimidad,
dignidad y a estar libre de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Según el
Relator Especial sobre el Derecho a la Salud de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) “La promulgación o el mantenimiento de leyes que
penalicen el aborto puede constituir una violación de la obligación de los
Estados de respetar, proteger y hacer efectivo el derecho a la salud” 6
En correlación, el Comité de Derechos del Niño de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) instó a nuestro Estado argentino a que asegure
“El acceso a servicios de aborto seguro y atención postaborto para
adolescentes, garantizando que sus opiniones siempre se escuchen y se
tengan debidamente en cuenta como parte del proceso de toma de decisiones”
7

El órgano que monitorea el cumplimiento de las obligaciones que tienen los


países como firmantes de la Convención Internacional de Derechos del Niño,

3
Edward, Abbey. Enero 1973
4
OMS (Organización Mundial de la Salud), estudio elaborado durante el año 2003
5
UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), 2011
6
Grover, Anand. Marzo 2017
7
Onu. informe del 1 de junio del 2018

4
refiere sobre la autonomía de las niñas de 13 a 16 años para decidir una
interrupción de embarazo y si tienen que tener el consentimiento de los padres
para acceder a un procedimiento como tal, ese fue uno de los tantos temas
sobre los que informa. Bien sabemos, Argentina al ser uno de los países
firmantes, se encuentra obligada a respetar dicho informe, y por ende,
estaríamos hablando de una responsabilidad a nivel internacional.
3. Las induce a recurrir a métodos inseguros y riesgosos para su salud
Son niñas y mujeres pobres las que mueren desangradas por ser víctimas de
una sociedad conservadora y machista que prohíbe y censura derechos.
Haciendo especial mención a las mujeres con bajos recursos, en situaciones
económicas complicadas, porque son ellas quienes no pueden acceder y
atenderse en sanatorios bajo condiciones dignas para no correr peligro.
“Las mujeres hoy están condenadas a la clandestinidad, la muerte y a las
consecuencias del aborto inseguro. Las mujeres se mueren y eso no puede
seguir pasando. No sé puede seguir favoreciendo que las mujeres ricas
accedan al misoprostol y las pobres a la rama del perejil” 8
Las más vulnerables, terminan recurriendo a métodos antiguos y muy
peligrosos, métodos a los que nadie quisiera acceder, pero desgraciadamente
no cuentan con otras alternativas. Porque el Estado no se hace cargo de la
cuestión y la legislación hace oídos sordos ante los numerosos reclamos.
En los países cuya legislación permite el aborto con un modelo de
indicaciones amplias, es decir aquellos países donde existe un Estado
presente, las complicaciones derivadas de un aborto inseguro son menores
que en los lugares donde el aborto legal está más restringido, tal como afirma
la Organización Mundial de la Salud.
En Argentina, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL), se estima que se realizan un promedio de entre 486.000 y
522.000 abortos clandestinos al año (lo que equivale a más de un aborto por
cada dos nacimientos) y cada año el sistema de salud registra más de 50.000
internaciones en hospitales públicos de todo el país a causa de abortos
inseguros. Desde hace dos décadas el aborto ocupa el tercer lugar entre los
egresos hospitalarios por causas relacionadas con el embarazo, parto y
puerperio a nivel nacional.
Tan solo vislumbrando algunas estadísticas, claro está que en Argentina el
aborto inseguro se convirtió en un grave problema de salud pública, que implica
serios riesgos para la salud y la vida de miles de mujeres.
En los últimos treinta años, las complicaciones derivadas de abortos
practicados en condiciones de riesgo son la primera causa de mortalidad
materna y representan un tercio del total de esas muertes. Las estadísticas del
quinquenio 2007-2011 muestran que 23% de las muertes derivaron de abortos

8
Novaresio, Luis; Nota en el programa “Debo Decir” sobre la legalización del aborto en Argentina. 10 de
Abril 2018

5
inseguros. En la actualidad, el aborto continúa siendo la principal causa de
mortalidad materna en más de la mitad de las provincias del país.
Ahora bien, como sabemos se trata de un procedimiento clandestino, y por tal
no existen números precisos. Las cifras estimadas de abortos inducidos en
nuestro país, ¿De dónde surgen? No existe un registro que cuantifique la
práctica, ni que discrimine los abortos espontáneos, de los inducidos: la
práctica sigue tipificada por el código penal como un delito con excepciones.
Uno de los estudios más sólidos de estimación de aborto inducido fue
publicado en 2005 por Edith Pantelides y Silvia Mario. La investigación fue
financiada por el Ministerio de Salud de la Nación y coordinada por el Centro de
Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y por el Concejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET-CENEP).
Las investigadoras aplicaron dos métodos de estimación utilizados
habitualmente cuando la práctica es clandestina. Con dos alternativas distintas
para cada uno arriban a cuatro valores estimados. Según el método basado en
egresos hospitalarios la cantidad de abortos inducidos para el año 2000 fue de
446.998 para la opción 1 y 371.965 para la opción 2. El método residual arrojó
para los años 2004 y 2005 otras dos estimaciones del número anual de abortos
inducidos: 485.974 para la alternativa 1 y 522.216 para la alternativa 2. Datos
que coinciden con otros estudios previos en nuestro país.
De ahí que indudablemente el debate debe centrarse como una cuestión de
salud pública. Y como tal, debemos procurar garantizar a todas las mujeres del
país a que, en condiciones de igualdad e independientemente de su situación
social, puedan acceder a la interrupción voluntaria de su embarazo de manera
segura y gratuita, sin poner en riesgo su salud o su vida.
Por último me gustaría destacar, algo muy importante que muchos ignoran, y
es que el proyecto presentado en la legislación no solo pide la legalización del
aborto, sino que además busca promover la ESI (Educación Sexual Integral),
ley sancionada en 2006 9que aún no se respeta, fomentando también el uso de
anticonceptivos. Reforzando una vez más, se trata de un proyecto integral,
donde el aborto debe aplicarse en última instancia. Si funcionaran las dos
primeras instancias no habría necesidad de llegar a la última. Por eso el lema:
“Educación sexual para decidir; anticonceptivos para no abortar; aborto legal
para no morir”.
Lo cual sería muy interesante para poder acompañar y contener a las
mujeres, que no tienen acceso a una educación suficiente ni mucho menos
respaldo en sus hogares, para evitar quedar embarazadas y a su vez contraer
ETS (Enfermedades de Trasmisión Sexual).
La legalización del aborto es un paso fundamental para garantizar el pleno
ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y adolescentes,
pero no debemos quedarnos solamente con ello. Quienes tengan la
responsabilidad de participar en la función pública deben redoblar los
9
Ley 26.150 ESI, sancionada el 4 de Octubre y promulgada el 23 de Octubre de 2006

6
esfuerzos, recursos y políticas en aras de promover y garantizar el efectivo
acceso de toda la población a una educación sexual integral, de calidad y a
métodos anticonceptivos seguros.
4. Valida un mercado millonario y clandestino que lucra con la
autonomía de las mujeres
El tener un Estado ausente y, a la vez, cómplice que dirige la vista hacia otro
lado como si nada pasara, se convierte en una de las mayores dificultades para
llevar adelante dicho proyecto.
“Los estados no son libres; bajo el disfraz de proteger la salud de las madres
o vida potencial, se intimida a las mujeres para que continúen con su
embarazo" 10
Si tuviéramos un Estado que desempeñe sus funciones al servicio de sus
ciudadanos, que acompañe con convicción y con políticas públicas que nos
permitan evitar los embarazos no deseados a través de una correcta educación
sexual integral, junto con la provisión de anticonceptivos en el sistema de salud
público. Todo ello evitaría la existencia de quienes se aprovechan y lucran con
situaciones delicadas y riesgosas de muchas mujeres. Detrás de la
clandestinidad siempre están los “cazafortunas” que se aprovechan de la
desesperación de una mujer al no tener libertad, una mujer que se encuentra
entre la espada y la pared, es decir el aborto clandestino o la maternidad
coaccionada como explica Luis Ferrajoli 11en sus escritos.
En aquellos países que cuentan con una legislación restrictiva de acceso al
aborto, el mercado moviliza cifras multimillonarias por abortos clandestinos – a
través de los abortos quirúrgicos y la comercialización de pastillas de
misoprostol o mifepristona –. Es decir que la penalización del aborto valida un
mercado no regulado y clandestino que negocia con la vida, la salud y la
autonomía de las mujeres.
“Es lamentable que cifras oficiales no sean actualizadas en periodos estables
y establecidos. Esto es producto de la clandestinidad pero también de la falta
de voluntad política de tomar cartas en el asunto” 12 .

Vale señalar, el misoprostol fue declarado “medicamento esencial” por la


Organización Mundial de la Salud. En su manual de práctica clínica para un
aborto seguro indica dos métodos: el de medicamentos (misoprostol o la
combinación de mifepristona más misoprostol) y el quirúrgico (aspiración por
vacío), todo ello avalado por el mencionado organismo internacional (OMS).

Por tal, resulta indispensable que la provisión de un medicamento de este


tipo, no quede librada a las reglas del mercado. Una vez más, mencionamos la
necesidad de un Estado presente, un Estado que no se entrometa en el

10
Backmun, Harry, Andrew; en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Enero de 1973
11
Ferrajoli, Luigi. La cuestión del embrión entre derecho y moral, Revista INAM, 2006
12
Zurbriggen, Ruth y Anzorena, Claudia. El aborto como derecho de las mujeres-Otra historia es posible.
Buenos Aires, 2013. Ediciones Herramienta

7
derecho a la libertad de decisión de las mujeres, decidiendo por ellas, por su
plan de vida, por su futuro. Dejando de lado sus ideales, legislando de manera
neutral, apartando con convicciones personales y religiosas, poniendo como
prioridad su única función, la de garantizar y ampliar derechos.

5. Finalizar con la intromisión por parte de la sociedad


A pesar de identificar que nos encontramos ante una emergencia nacional
por la cantidad de mujeres que mueren en nuestro país, hay quienes con su
moral y formas de pensar, eligen juzgar y creen que pueden avasallar los
derechos de las mujeres a poder decidir por su propio cuerpo, por su propia
vida y por su propia autonomía reproductiva.
“La posición expresada por la religión católica, refiere casi de manera
emblemática, a una confusión entre cuestiones jurídicas y cuestiones morales,
donde si un comportamiento es considerado inmoral debe ser también
prohibido por el derecho; si es pecado debe también ser tratado como delito” 13
Por tanto, si la supresión de un embrión, como consecuencia de
intervenciones abortivas o de experimentaciones médicas, es considerada
inmoral, entonces debe ser configurada además como un ilícito por parte del
derecho.
Estas tendencias ideológicas no solo vulneran sus derechos sino que
tampoco conocen el derecho a la autonomía reproductiva que posee cada
mujer, entendida como la facultad de poder de decidir progresar o no procrear.
Implican a su vez, discriminación hacia la mujer como lo sostiene el Comité
para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer (CEDAW).
Si bien nos quedan muchas luchas por delante, hemos visto cómo poco a
poco el tema dejó de ser tabú para pasar a formar parte de la agenda política
de medios, instituciones y familias. Eso ya de por sí vislumbra un gran avance.
Escuchamos cifras, testimonios, historias: todo esto ayuda a construir las
condiciones para una discusión madura y profunda que nos permita saldar esta
enorme deuda que la sociedad nos debe.
6. Porque sigue existiendo y seguirá existiendo
Bien sabemos que quien no quiere continuar con un embarazo no deseado,
no lo va a hacer. Va a buscar la solución más rápida, sin importar los riegos.
Ante la desesperación y la falta de información, las mujeres hacen lo que tienen
a su alcance para interrumpir ese embarazo que corrompe con su integridad.
No regular el aborto, permitir su denegación o postergación del mismo, así
como también la no atención posterior del aborto - según las circunstancias -
puede constituir tortura, trato cruel, inhumano o degradante según afirman
Organismos internacionales, como el Comité de los derechos económicos,
sociales y culturales.

13
Ferrajoli, Luigi. La cuestión del embrión entre derecho y moral. Revista UNAM, 2006

8
Claro está, el aborto debería ser legal, seguro y gratuito para todas las
mujeres. No existe argumento válido que sostenga la negativa a garantizar este
derecho. No nos mienten nunca más, como cuando nos hicieron creer que un
aborto no es un asesinato. Lo cual no es cierto y por esta razón es que desde
hace 100 años, cuando sancionaron el código penal, estipularon el delito de
aborto en un artículo distinto al homicidio, dándole una pena sumamente
menor. Allí es donde se refleja el denominado principio de proporcionalidad.
La penalidad del aborto no disuade a las mujeres. La penalidad solo hace
que los abortos sean encubiertos, a escondidas, clandestinos, que se
practiquen en forma insegura y aumente la mortalidad de las mujeres, por
sobre todo las más pobres y de menor edad.
7. La ciencia como nuestra aliada
Según el artículo 21 del Código Civil y Comercial (vigente desde 2015) “Los
derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer, quedan
irrevocablemente adquiridos si nace con vida. Si no nace con vida, se
considera que la persona nunca existió.” De hecho el propio código penal de
1920 reguló siempre diferente el homicidio simple, del delito de aborto, porque
justamente se reconoce que no es lo mismo la persona nacida con vida plena,
que lo referido al delito de aborto.
Esto fue así, porque nadie podría afirmar que el feto es una persona. Ni hace
100 años ni ahora, ya que, hasta el día de la fecha lo único que la ciencia ha
comprobado es que no estamos ante un persona ni una cosa (no se le podría
dar una categoría con exactitud) no se sabe que es. En el vientre de la mujer,
no hay un niño, hay un feto. De lo contrario, ¿cómo podrían existir los
embriones crio-congelados? O ¿cómo puede existir la revocación del
consentimiento en la reproducción asistida, provocando así el desecho de
estos embriones? Es lógico, que no estamos ante una persona. Y también es
mucho más lógico, entender que nadie quiere abortar, nadie quiere vivir una
situación como tal, pero es la única solución a tener que vivir algo tan
traumático como un embarazo coaccionado.
A través del caso Artavia Murillo14, queda en evidencia que no es lo mismo un
embrión no implantado o in vitro, que feto, concebido, persona no nacida o
persona nacida. Dichos conceptos apuntan a la idea de gradualidad. Por lo
tanto, no puede regularse y darse la misma entidad a algo que de base, es
diferente, de hecho me encuentro obligado a darle mayor protección a la
persona nacida, en este caso la mujer, por sobre esta tensión antes
mencionada. Debemos considerar el principio de proporcionalidad.
De hecho, es imperdible recordar que a partir del año 2013 el Congreso de la
Nación Argentina votó a favor de la ley de técnicas de reproducción, que

14
El caso Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica es una sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos sobre a la responsabilidad internacional de Costa Rica por las afectaciones
generadas a un grupo de personas a partir de la prohibición general de practicar la fecundación
in vitro. Noviembre 2012

9
permite la donación de embriones, la crio-preservación de embriones y la
revocación del consentimiento para la implantación del embrión.15 Si el embrión
fuese persona, nadie podría ni revocar ni donar ni mucho menos crio-preservar.
Claro está, se le debe brindar mayor protección a la persona nacida!
“El derecho a la vida no es un derecho absoluto” considerando que nuestro
Congreso sancionó sin objeción, la ley de “Muerte Digna” Ley n° 26.74216. En
donde claramente se deja ver que la vida no es un derecho absoluto, ya que
nuestras leyes posibilitan acceder a una muerte digna donde uno puede elegir
hasta qué punto uno quiere realmente vivir o morir con dignidad.
Los derechos son indivisibles e interdependientes, esto implica que aquellos
que hacen alusión a la frase “el derecho a la vida es un derecho absoluto” se
encuentran errados, ya que el derecho a la vida nunca es solo, se encuentra
siempre interdependiente y tal derecho depende de muchos otros derechos.
La Corte establece, que los tratados de derechos humanos son instrumentos
vivos, tienen que acompañar la evolución de los tiempos y las condiciones de
vida actuales. Instrumentos que nos interpelan constantemente.
Por otro lado, el ministro de ciencia y tecnología también se expresó a favor,
y de hecho el Comité de Ciencia y Técnica ha dicho que todo este debate se
realice conforme a los principios fundamentales de una sociedad democrática,
plural y laica, que tengan en consideración que los principales instrumentos
internacionales de derechos humanos establece que corresponde legalizar la
práctica para evitar vulneraciones de derechos fundamentales. Además de ello,
la propia comisión asesora del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva (MINCYT) ratifica estos dichos. Sin lugar a dudas, todos estos
precedentes nos muestran que la ciencia también se encuentra a favor del
aborto, porque tiene que ver con un principio de realidad y con una ciencia
laica. Debemos dejar de lado la mirada religiosa que solamente es para
algunos, sabiendo que la mirada de derechos humanos es para todos.

15
Ley 26.862. La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que apunta a garantizar el
acceso integral a los procedimientos y técnicas de reproducción humana asistida. Junio, 2013
16
Ley 26.742. La denominada Ley de «Muerte Digna» promulgada en Mayo y entrará en vigor
el Viernes 1º de Junio.

10
CONCLUSIÓN
Aunque se trate de temas tan movilizantes como éste, que tocan fibras
sociales, culturales, religiosas e ideológicas, es necesario avanzar en el debate
y dar una pronta respuesta de manera imperiosa. Pero ello, requiere la
madurez suficiente para escuchar al otro, apartarnos de nuestras vivencias y
prejuicios e ir más allá. Entendiendo que dicha respuesta no debe enlazar
términos morales y mucho menos posturas tan dicotómicas como la elección
de la vida o la muerte.
Por esto y mucho más, consideramos que la legalización del aborto es una
deuda pendiente para con las mujeres, colectivo que ha sido discriminado y
perjudicado a lo largo de tantos años. Las normas deberían actualizarse
amoldándose a las necesidades de las personas que conforman la sociedad,
de lo contrario estaríamos alejando las normas de los individuos imponiendo
cuestiones desde una posición sumamente lejana y abstracta.
El desafío será reducir las altas tasas de mortalidad materna, por
complicaciones derivadas de abortos en nuestro país, al tiempo que se debe
profundizar la labor de concientización e información para evitar los embarazos
no deseados, dándole a mujeres y hombres todas las herramientas para que
puedan llevar una vida sexual informada y segura.
En este punto vale insistir, vale remarcar una vez más, la despenalización del
aborto no obliga, sino que permite y posibilita elegir, sin clandestinidad, sin
criminalización. Cuando una persona elige abortar podrá ser por múltiples
razones, en el marco de diversas historias sean familiares, sociales,
económicas, la persona podrá ser cristiana o atea, podrá tener marido, novio,
amante, o no tenerlo, podrá tener hijo o hija, uno o varios, o podrá no tener
todavía, o no querer tenerlos jamás, podrá ser mujer, transexual, o tener otra
identidad. Sin embargo, hay algo más allá que nos une, que nos hermana. La
misma lucha, la misma convicción.
Como puede ser que todavía en nuestro país no haya una ley que garantice
este derecho. Aquí lo que en verdad se disputa es nuestra capacidad de decidir
ni más ni menos que sobre nuestros propios cuerpos y sobre nuestros
destinos. ¿Quién decide? ¿el otro? ¿el Estado? ¿la familia? ¿la iglesia? ¿el
médico? No. Decidimos nosotras. Lo decidimos 500.000 veces al año y lo
vamos a seguir decidiendo. Queremos que esa decisión sobre nuestros
cuerpos no sea más en la ilegalidad, ni en el silencio. Queremos que sea en el
marco del derecho y con el acompañamiento de los servicios de salud.
Queremos una ley que garantice el aborto voluntario y seguro, que garantice
nuestro legítimo derecho a decidir.
De nuevo y siempre: “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no
abortar y aborto legal para no morir”.

11
BIBLIOGRAFÍA GENERAL

• OMS (Organización Mundial de la Salud) Estudio, 2003


• ONU (Organismo de Naciones Unidas) Informe, Junio 2018
• UNICEF, disponible en
https://www.unicef.org/spanish/sowc2011/pdfs/Capitulo-2-021011.pdf
• Revista Anfibia, disponible en http://revistaanfibia.com/

BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA

• Abbey, Edward. Escritor. Arizona. Enero, 1973


• Barbageleta, María Elena. Reportaje de la comisión para la reforma,
actualización e integración del código penal. Marzo, 2014
• Blackmun, Harry. Redacción de la decisión de la Corte Suprema de Estados
Unidos sobre la legalización del aborto. Enero, 1973
• Centro de estudios legales y sociales, disponible en
http://www.cels.org.ar/especiales/abortolegal/#la-penalización-del-aborto-no-
disuade-a-las-mujeres-de-la-práctica
• Ferrajoli, Luigi. “La cuestión del embrión entre derecho y moral”, Revista
UNAM. 2006
• Novaresio, Luis. Nota en el programa “Debo Decir” sobre el proyecto de
legalización del aborto en Argentina 10 de abril, 2018
• Proyecto de ley, disponible en http://www.abortolegal.com.ar/proyecto-de-ley-
presentado-por-la-campana/
• Zurbriggen, Ruth y Anzorena, Claudia. Campaña Nacional por el Derecho al
Aborto Legal Seguro y Gratuito. El aborto como derecho de las mujeres.
Buenos Aires, Argentina. Ediciones Herramienta. 2013

12

Potrebbero piacerti anche