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David González López y Clara Pulido Escandell no. 7: 4-12, julio-septiembre de 1996.

Etnia-Estado -sociedad
Etnia-Estado-sociedad
en el África subsahariana

David González López y Clara Pulido Escandell

Investigadores. Centro de Estudios sobre África y Medio Oriente (CEAMO).

E n África, como en otras partes, las relaciones entre


grupos étnicos fueron variables: en unos
momentos prevalecieron los nexos de intercambio
aspiraciones que parecen más lejanas que el horizonte
visible.
Desde los albores de la etapa colonial, el europeo
pacífico y, en otros, la conquista y subordinación de un percibió la importancia que conservaban los resortes
pueblo con respecto a otro. Al margen de esos de tipo étnico en la organización social africana. Aun
conflictos en el África precolonial, el colonialismo convencido de que, a la larga, las formas «modernas»
exacerbó el problema étnico a niveles sin precedentes, de organización social traídas de Europa se impondrían
en tanto este se justificó partiendo del presupuesto de a las «tradicionales» africanas, el colonizador no dejó
la superioridad racial europea. de aprovechar los mecanismos autóctonos, allí donde
La nueva dimensión conflictiva que introdujo el sirvieran a su afán dominador.
colonialismo perduró no solamente en los países donde El accionar capitalista colonial fue creando un tipo
la presencia masiva de colonato blanco retrasó el de africano «moderno», que los ingleses llamaron civilized,
reparto del poder político con las mayorías negras; los franceses évolué y los portugueses assimilado. Este
permaneció a lo largo y ancho del continente africano, africano de nuevo tipo, producto de la sociedad que se
en la progresiva extinción del comportamiento iba gestando, fue, al propio tiempo, agente
«tradicional» (negroafricano) y la adopción de formas transformador de esta, en la medida en que la enriqueció
«modernas» (blancoeuropeas), de organización social con instituciones que respondían a formas diferentes
y pensamiento.1 Sigue presente, por todas partes, en la de asociación, a menudo mixtas. La descolonización
interrogante de si la generalización de esas formas iba a significar, en última instancia, el traspaso del aparato
«modernas» —o cuáles de ellas— podrá garantizar un del Estado colonial a este nuevo tipo de hombre y de
mejor desempeño de las economías africanas, un avance asociación africanos, y no precisamente a quienes, en
de los niveles de vida de la población y una mejor las zonas rurales, seguían respondiendo a los patrones
ubicación de África en el concierto mundial; tradicionales de conducta y relacionamiento. Por lo

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Etnia-Estado-sociedad en el África subsahariana
general, la ausencia de una sociedad civil pujante, bien reordenamiento de las relaciones con los acreedores,
delineada y diversificada en la mayoría de los países del son a menudo interpretados como otros tantos
África negra recién independizados, llevó a algunos a componentes de un acelerado proceso de
teorizar en torno a si las estructuras, jefaturas y otras «modernización» de las sociedades africanas. Si este
instituciones tradicionales de base étnica, debían ser proceso ha devuelto el problema étnico a un primer
consideradas en propiedad la «verdadera» sociedad civil plano, es porque parece —al menos a corto plazo—
en esos países. Precisamente por ello, en la mayoría de complicarlo y soslayarlo al mismo tiempo. Pero, de
los países africanos recién independizados, el nuevo, gran parte de las claves para entender los
encuadramiento de las instituciones tradicionales en el problemas presentes hay que buscarla en el modo en
nuevo Estado fue objeto de polémicas. Mientras tanto, que el colonialismo y los Estados que lo sucedieron
las crisis de gobernabilidad fueron, a menudo, percibidas contrariaron la tradición africana, aun sirviéndose de
como otros tantos fracasos del modelo de solución ella.
aplicado al problema nacional o —mejor dicho— de
la relativa endeblez de la cohesión nacional frente al
vigor del llamado «tribalismo» y de las instituciones que El problema étnico y la administración
lo sustentaban. colonial
Si se tiene en cuenta que la ocupación efectiva de la
mayor parte de África ocurrió en el período de entre Aunque la división etnorreligiosa y la diferenciación
guerras del presente siglo, y la mayoría de las social en el África subsahariana predatan, con mucho, a
descolonizaciones datan del decenio de 1960-1969, se la colonización, se reafirmaron durante sus años de
concluye que el dominio colonial europeo en el vigencia. El delineamiento de las fronteras de los que
continente duró apenas cuatro décadas. Pero, aunque luego serían Estados independientes, a partir de los
efímero y contradictorio, asentó realidades sin regreso intereses europeos, y no de la lógica de las variadas
de impacto crucial en la vida cotidiana de los africanos.2 culturas esparcidas por el continente, sembró la semilla
No a pesar de ello, sino precisamente a causa de ello, es de discordias étnicas de largo alcance para los pueblos
que en los últimos ocho o diez años los cambios africanos. Ello ocurrió, sobre todo, porque la política
profundos y homogeneizadores que han venido colonial retrasó la emergencia de estratos nucleares de
produciéndose en los Estados y en las sociedades del una conciencia nacional, de la que no podía ser portador
África subsahariana vuelven a poner sobre el tapete el —a diferencia del criollo americano— el colonato
problema étnico. La esencia de la controversia gira ahora blanco; ni siquiera en los pocos países donde se asentó
en torno a si el efecto de las transformaciones en curso en número suficiente para imponer su poder político,
será atenuar, modificar o, sencillamente, exacerbar el en tanto ese grupo siguió percibiendo su seguridad en
conflicto étnico, sin llegar a solucionarlo a mediano plazo. función de la continuada exclusión de las mayorías
La centralidad continuada de tal problema en esas negras.
sociedades tuvo expresión en la propia evolución de la El sistema de gobierno practicado por las
africanística, dominada en sus albores por la etnografía, metrópolis o por el colonato blanco, su producto social
la etnología y la antropología. Esta última solo cedió más depurado, allí donde existiese, fue decisivo en el
brevemente su papel rector —dentro del conjunto de delineamiento de los rasgos que sirven de base a la
disciplinas que conforman la africanística— a la sociedad africana actual. La imposición de un Estado
sociología, en el período que media entre el decenio de de corte colonial-europeo —doblemente ajeno,
1950-1959 —cuando se expandió la agitación en tanto extranjero—, a las sociedades africanas, negó
independentista que la antropología parecía mal a estas últimas la posibilidad de un desenvolvimiento
equipada para explicar— y el decenio de 1970-1979, autónomo y —lo que es más importante aún— del
cuando la sucesión de contratiempos y crisis en el tipo de relación que pudiese favorecer la evolución del
continente popularizaron los cuestionamientos en torno propio Estado poscolonial y de la sociedad civil. Si
a la viabilidad de los modelos de Estado poscolonial ciertos países del África meridional alcanzaron un
en África. Así, al calor de lo que se dio en llamar «la desarrollo económico-social mayor, traducido en una
desilusión de las independencias», la antropología mayor complejidad del Estado y una floreciente
recuperó con creces su papel central dentro de los sociedad civil, ello se debió precisamente al basamento
estudios africanos. de exclusividad y estricta regulación étnica del uno y de
A lo largo del decenio en curso, la tendencia hacia la la otra, en beneficio de grupos minoritarios blancos.
rápida uniformización de los proyectos económico- Pero tanto estos Estados en función de minorías
sociales y de las formas de Estado, y los pasos raciales, como los demás, estaban predestinados a
acelerados en dirección a la integración regional y al

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afrontar trastornos en la búsqueda de equilibrios en la la etapa colonial temprana algunos jefes se insertaron
relación etnia-Estado-sociedad. en la nueva cultura del colonizador, que iba siendo
Al interrumpir el desarrollo natural de las sociedades dominante, por la vía de educar a sus descendientes y
y las instituciones africanas, el factor externo también parientes y de incorporados a las nuevas formas de
tuvo que institucionalizar nuevas for mas de asociación auspiciadas por el poder colonial. El grupo
intervinculación. El esquema conocido como Indirect integrado por quienes lograron beneficiarse de esas
Rule, practicado esencialmente, aunque no oportunidades estableció posteriormente relaciones
exclusivamente, por Gran Bretaña en varias de sus económicas y de todo tipo con la ex metrópoli y tuvo
colonias, permitió a las estructuras políticas africanas ventaja en la lucha por apoderarse de cargos
mejor diseñadas en tanto más jerarquizadas —los administrativos —y políticos después— de primer
Estados islamizados del norte de Nigeria, el reino rango en las ciudades, pero sin renunciar a los aspectos
Ashanti, el reino Buganda, etc.— preservar buena parte de la tradición que le resultaban ventajosos para
de su identidad y de su organización. La alianza tejida conservar su papel de intermediario.
entre la Corona inglesa y esas jefaturas propició Sin embargo, la relación entre las estructuras étnicas
beneficios mutuos: los jefes ayudaron a controlar y las coloniales no podía evadir contradicciones,
territorios que, aun ocupados, resultaban ingobernables, especialmente cuando se tocaban problemas esenciales
y los ingleses, en retribución, respetaron los poderes de poder como las atribuciones respecto a la tierra. La
internos de esa aristocracia. «tradición» africana, fundamentalmente rural y agraria/
En los casos de las etnias de menor jerarquización agropecuaria, contempla una relación muy especial del
en el orden político —las llamadas «horizontales», grupo con la tierra, un bien legado por los antepasados
«segmentarias» o «acéfalas»—, donde no existía una alta que no puede ser enajenado como mercancía. En la
figura de amplia autoridad susceptible de ser sometida mayor parte del «África profunda», el poder material-
o cooptada, el control colonial afrontó problemas, y a práctico fundamental de las jefaturas se asentaba en su
menudo demandó la aplicación de mayores dosis de capacidad de distribuir la tierra en usufructo a los
coerción y violencia. El colonialismo francés, por su miembros del grupo. Por ello, las jefaturas tradicionales,
parte, apeló con frecuencia —precisamente en y con ellas los grupos étnicos, entrarían en conflicto
sociedades de las llamadas «horizontales»— a la práctica irreconciliable con cualquier práctica que trastornase ese
de situar, al frente de las demarcaciones administrativas, esquema.
a un africano no oriundo del lugar, preferentemente Pero ni siquiera en regiones como las del África
un «asimilado» o integrante de un grupo étnico meridional —donde el interés económico-social de un
probadamente dócil. colonato pujante y numéricamente importante impuso
La lucha entre modernidad (colonial) y tradición el despojo de tierras, el trabajo forzado masivo de la
(precolonial) no termina ahí, porque no es estática. Una mano de obra africana y el impuesto que empujaba a
cantidad creciente de africanos se transformó la población negra hacia la economía dineraria— fueron
gradualmente en élite urbana educada, penetró en la totalmente aniquiladas las estructuras y formas étnicas
red administrativa del gobierno o de las empresas de relación social. Lo que se prohibió por todas partes
públicas y privadas y se erigió en el embrión de grupos, fueron las asociaciones formales de basamento étnico
segmentos o clases sociales, entre los cuales la llamada susceptibles de desafiar el poder colonial, no aquellas
burguesía burocrática debía acceder, en vísperas de la instituciones tradicionales que seguían garantizando la
independencia, a los más altos niveles de autoridad y reproducción de la mano de obra y libraban al
poder. Pero puesto que, en el África subsahariana, la colonizador, en última instancia, de la responsabilidad
mayoría de los estados o «reinos» precoloniales estaban de proveer la educación, los cuidados de salud y la
asentados hacia el interior del continente, y durante casi seguridad social que el medio tradicional siguió
los cuatro primeros siglos la relación con el europeo brindando a sus asociados. Un ejemplo de ello se
fue apenas un fenómeno costero, fueron generalmente manifestó en el sur de Mozambique, donde —desde
etnias ubicadas cerca del mar —a menudo, aunque no el siglo XIX y hasta bien entrado el decenio de 1970-
siempre, caracterizadas por un menor desarrollo relativo 1979— el trabajo forzado intensivo alejó de las aldeas,
en sus estructuras políticas— las que interactuaron de por períodos prolongados, a prácticamente todos los
manera más duradera con el colonizador, las que más hombres hábiles. La migración masiva significó una
pronto se «modernizaron» y, en definitiva, mayor sobrecarga enorme para las instituciones tradicionales,
número de funcionarios aportarían a la administración en tanto las mujeres tuvieron que pasar a asegurar el
colonial.3 autoconsumo junto con sus otras tareas habituales —
A la larga, la mayoría de las jefaturas étnicas tampoco atención al hogar, los niños, los ancianos y los enfermos.
fueron reacias a la «modernización a la europea». Desde Sobrellevar la sobrecarga solo fue posible al precio de

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Etnia-Estado-sociedad en el África subsahariana
cambiar el alimento básico —sorgo y millo— por la con frecuencia sus líderes eran también jefes
mandioca, mucho menos alimenticia, pero más fácil tradicionales, sus asociados, o sus hombres de
de cultivar para la mujer. Para las instituciones étnicas confianza— los gobiernos independientes imprimieron
afectadas, la «modernización» resultó, por ello, en la continuidad a la alianza tejida —tanto en lo económico
depresión del grupo étnico incluso en sus aspectos como en lo político— con el universo étnico en la etapa
nutricionales. Pero la cohesión sobre bases étnicas no colonial, y aplicaron formas de gobierno a menudo
podría desaparecer hasta tanto la nueva sociedad cercanas a las que diseñara la metrópoli. Pero no hay
capitalista no estuviese en condiciones de remplazada que engañarse: casi sin excepción, las dirigencias de esos
en su función de atender a todas las necesidades partidos respondían, en primera instancia, a los sectores
esenciales de sus integrantes. «modernos» de sus respectivas sociedades africanas.
Esto no excluye que frecuentemente el colonizador
temiera más a esos sectores «modernos», portadores
Etnicidad y descolonización del sentimiento nacionalista, que a otros más imbricados
en la madeja de intereses y relaciones «tradicionales».
La relación etnia-poder abarca el problema del nexo Cuando Gran Bretaña encaminó a Nigeria hacia la
entre el Estado y la sociedad en su conjunto. En general, independencia, prefirió dejar el poder político en manos
la sociedad civil africana ha contenido pocas de la jefatura tradicional constituida por la teocracia
instituciones —grupos de profesionales, sociedades de islamizada del norte del país, en vez de favorecer a las
ayuda mutua, organizaciones campesinas, sindicatos, modernas élites comerciales y productivas del sur, más
cuerpos religiosos y culturales, grupos informales y proclives —por su propio dinamismo económico—
tradicionales, asociaciones fraternales y de parentesco— a hacer uso de la herramienta del poder político en
capaces de asumir con efectividad su representación función de intereses nacionales. Hay muchos ejemplos
en la política; en virtud de la relativa fragilidad de la sobre el modo en que la «política étnica» de las metrópolis
sociedad civil, cobran mayor relevancia los lazos entre durante la colonización, o en el instante de la
el Estado y las jefaturas de los grupos étnicos o descolonización, sentaron pautas duraderas en el
etnorreligiosos dentro de las fronteras nacionales. Por accionar de los estados africanos independientes.
la endeblez de la conciencia nacional, la etnicidad y/o Como consecuencia de la política colonial británica
la religión, según el caso, pueden asumir papeles encaminada a frenar la expansión de la «tribu blanca»
protagónicos en el proceso político, en particular de origen holandés (los boers), de concertar acuerdos
cuando sirven de base a la organización política o, por de protectorados con ciertas jefaturas tradicionales que
el contrario, cuando son excluidas de él totalmente. Aun se sentían amenazadas por el avance blanco sobre sus
proponiéndose acelerarlo, ambos fenómenos a menudo territorios, en el África meridional existen hoy en día
afectan el proceso de cohesionamiento y la aplicación algunos de los excepcionales Estados del África negra
de políticas de alcance verdaderamente nacional. considerados homogéneos desde el punto de vista
Cuando el proceso de «modernización» política es más étnico —Botswana, Lesotho, Swazilandia. Pero en esta
gradual, la dimensión psicológica del vínculo región la situación étnica se complicó, en tanto la
etnoconfesional suele complementar la magnitud de temprana independencia de Sudáfrica (1910) permitió
los partidos y de otros grupos afines,4 por su capacidad a Gran Bretaña entregar el poder a una minoría racial
para estimular un «sentimiento de pertenencia» entre de origen europeo, lo cual resultaría internacional mente
individuos afines del medio tradicional. inaceptable 55 años después, cuando Jan Smith intentó
Al momento de la descolonización, las metrópolis una declaración unilateral de independencia en Rhodesia
pugnaron porque las naciones independientes del Sur (hoy Zimbabwe) para imponer un régimen
conservaran, en su esencia, la maquinaria del Estado comparable al sudafricano.
de corte europeo, construida durante la etapa colonial, A esas alturas, al modelo de Estado «de minoría
y por dejada en manos de individuos y grupos que blanca» —Sudáfrica, Rhodesia, y hacia el cual parecían
representasen la mejor garantía a sus intereses. Pero la encaminarse Namibia, Angola y Mozambique, todavía
mayoría de esas instituciones eran realmente mixtas en ocupados— se contrapuso el de «mayoría negra», lo
su naturaleza, como se prueba en las «concesiones a la que oscureció, hasta cierto punto, el problema de otras
tradición» evidentes en casi todos los partidos políticos brechas existentes en las relaciones étnicas dentro de
—nominalmente de corte «moderno», pero ras más cada estado de esta región. El exponente más depurado
de las veces de base étnica— creados en los años del primer modelo, el sudafricano, llegó a crear
inmediatamente anteriores a las independencias. En la ministerios (de Educación, Salud Pública, etc.) por cada
medida en que las «modernas» instituciones de los grupo racial identificado, para administrar las
partidos políticos tuvieron base «tradicional» étnica — instalaciones y servicios segregados. Su política posterior

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de «bantustanización» —la formación de Estados a modernidad y tradición: pugnas de la corona y la
modo de «hogares nacionales» étnicamente monarquía, de un lado, con el ejército, el gobierno
homogéneos dentro de su propio territorio, elegido (en Lesotho), o las asociaciones políticas y
nominalmente soberanos, pero dependientes de la sindicales urbanas (en Swazilandia), del otro.
economía dominada por los blancos sudafricanos— En ciertos casos, las Constituciones de las
representó el último peldaño de la lógica torcida aplicada independencias previeron una Cámara o al menos un
a la búsqueda de una solución etnocéntrica al problema número de escaños parlamentarios reservados a los
nacional. A la postre, la bantustanización no fue jefes regionales. Sin embargo, especialmente durante el
aceptada ni siquiera por la mayoría de las jefaturas período de transición a regímenes multipartidistas,
tradicionales del país, como tampoco resultaría iniciado en años recientes, la mayoría de los reglamentos
aceptable, a la larga, el propio apartheid, cuyo éxito electorales prohíben la participación directa de los jefes
hubiera demostrado la posibilidad de «desarrollo en el aparato del Estado o en la conducción de políticas.
independiente de las razas». Ello no impide que se manipule la captación, o incluso
el lanzamiento, de la candidatura de algunos jefes con
el propósito coyuntural de atraer votos.
Etnia y Estado poscolonial A veces ocurre que en un país no existe ningún grupo
étnico mayoritario, o que ninguna minoría es
Pero si el exclusivismo racial minoritario suficientemente poderosa como para desafiar el
descalificaba el carácter nacional de la aparentemente predominio absoluto de uno o varios grupos
vigorosa sociedad civil de los regímenes racistas del mayoritarios. Sin embargo, es frecuente que una minoría
África meridional presentados como el más fiel reflejo resulte esencial como factor de equilibrio en las alianzas
de su modelo europeo; a la inversa, difícilmente políticas, o hasta consiga, en virtud de su papel pivotal
pudieran homologarse las instituciones tradicionales con para el logro del consenso nacional, que sus exponentes
la «sociedad civil» en la mayoría de los países recién des se mantengan al frente del Estado por períodos
colonizados, con gobiernos de «mayoría negra». Un prolongados.
argumento de peso en este sentido es que, en el proceso El proceso de desarrollo capitalista y la formación
de gestión del nuevo poder independiente, los jefes de la clase capitalista en África ha sido extremadamente
tradicionales «se convierten en agentes del Estado y su accidentado, con frecuencia unido y articulado con
status es preservado e incluso reforzado con la atribución relaciones sociales precapitalistas singulares de la
de parte del símbolo del Estado».5 En el discurso burguesía africana; ello es esencial para comprender el
político-movilizativo de los gobiernos, los jefes solían, significado de las formas intermedias de acumulación
y aún suelen, ser ensalzados como guardianes de la del capitalismo mercantil, especialmente durante la etapa
nación y depositarios de sus valores más altos; aunque, colonial, cuando muchos grupos fueron excluidos de
al propio tiempo, se les prive de participación real en el las actividades productivas. Adicionalmente, lo más
gobierno, tanto por los problemas prácticos del reparto excitante del estudio del capitalismo africano y de la
del poder estatal, como por los riesgos que semejante integración de la burguesía africana es la forma en que
reparto enfrenta en países multiétnicos y las instituciones indígenas fueron movilizadas para lograr
pluriconfesionales. De ese modo, el reparto de la acumulación de capitales y, recíprocamente, cómo
autoridad y poder entre los sectores «modernos» y los estas prácticas han transformado el proceso de
«tradicionales» es casi siempre complejo, pero acumulación en sí mismo.7
generalmente los segundos se suman en la medida en Lo justo sería, entonces, efectuar un análisis casuístico
que los primeros resultan todavía endebles y carentes de los países, los grupos específicos y del
de legitimidad a los ojos de las mayorías. Como se comportamiento tanto del grueso de sus integrantes
afirma para él caso de Nigeria: como de sus jefaturas. Hay ejemplos sorprendentes de
La alianza entre las élites «moderna» y «tradicional. [...] se adaptación de algunas de estas a las circunstancias
basa en un arreglo con mutuo beneficio en el cual esta «modernas»: utilizando sus esquemas tradicionales de
última, que en definitiva detenta la autoridad política, pero poder, y sin abandonar su postura rentista, buen número
con frecuencia es ilegítima, tiene que buscar el apoyo de los de jefes se insertó en la economía capitalista, ganando
representantes de las instituciones bien implantadas para riqueza y poder. Más allá de su base social natural. Por
movilizar apoyo local.6
cierto, en la mayoría de los casos, esa adaptación no los
En muy pocos países —Lesotho y Swazilandia— privó del indispensable contacto con su entorno
la uniformidad étnica ha permitido elevar la jefatura tradicional, que les resulta esencial en términos de
tradicional al rango de monarquía «nacional», sin que reconocimiento y apoyo social. A diferencia de sus
ello eximiese a esos Estados del conflicto entre predecesores, los jefes de hoy suelen tener formación

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académica y, en ciertos casos, se han convertido de lleno margen de tiempo comparativamente extenso para
en hombres de negocio o políticos. Cuando menos, completarse. Pero de manera general hay que recordar
han desempeñado cargos públicos en las ciudades,8 y que el cese de la resistencia étnica al llamado «proceso
por ello tienden a conocer mejor el universo social, civilizatorio» depende de que las formas «modernas»
económico y político «moderno» que lo que los funcionen de manera continuada y efectiva. Por
políticos surgidos y formados en el medio urbano ejemplo, se seguirá recurriendo al curandero en tanto
conocen del mundo rural. Algunos jefes pueden no se afiance y sea realmente accesible la alternativa de
aprovechar su categoría para obtener préstamos, una medicina moderna; el recurso a la educación
facilidades y otras prebendas, o para conectarse tradicional se seguirá manifestando mientras la
directamente con empresas comerciales, públicas, educación moderna sea precaria, incompatible con las
paraestatales y privadas9 o con las organizaciones que necesidades económicas familiares y de dudosa
giran en torno a ellas (sindicatos, etc.), donde luego capacidad para garantizar la inserción ventajosa del
colocan a personas de su entorno. De esa manera, individuo en el mundo moderno.
también el poder tradicional se va insertando de forma En lo que respecta, por lo tanto, a la correlación
dinámica en la sociedad civil moderna.10 entre perspectiva étnica y perspectiva clasista —tanto a
El análisis debe incluir, por supuesto, la complicada nivel individual como de grupo— en las sociedades
pero vigorosa madeja de vínculos que integran una africanas contemporáneas, la sola pertenencia a una clase
compleja red de alianzas formales e informales, en su o estrato social no implica una automática respuesta a
conjunto componentes del sistema de clientelismo.11 intereses «clasistas». Menos riesgoso sería concluir que,
Puesto que el universo «moderno» y el «tradicional» no por regla general, los individuos y los grupos ubicados
constituyen compartimientos estancos, el clientelismo en posiciones más altas de la sociedad tienden a
conforma una fluida y ascendente relación entre responder de manera más consciente a intereses de clase,
factores disímiles —jefes tradicionales, políticos, oficiales al tiempo que, en contrapartida, los situados en
de alto rango, los funcionarios de primer orden, peldaños inferiores de la escala social se inclinan hacia
hombres de negocio prominentes y sus protegidos. un mayor compromiso con su grupo étnico de
Cada uno de ellos está en posición de abrir acceso al procedencia. Esa conclusión es particularmente
aparato burocrático a sus parientes o protegidos —y, aplicable a las zonas rurales, donde el jefe local a
en términos de la tradición africana, el concepto menudo sigue siendo la única autoridad reconocida,
«pariente» es mucho más extendido que en otras partes pues allí las lealtades etnoconfesionales conservan un
del mundo. nivel corporativo tal que predominan sobre cualquier
Las élites locales o los hombres fuertes dependen, otro tipo de afinidad.
de manera creciente, de los recursos estatales que Sin embargo, sería injusto generalizar al respecto, y
pueden distribuir entre sus seguidores para conservar mucho más culpar a la resistencia de la cultura étnica
su fidelidad. Aquí los inter mediarios étnicos por los escasos resultados de los proyectos de desarrollo
desempeñan un papel de primer orden, al promover en buena parte de los países africanos.
los intereses de sus respectivos seguidores étnicos a través
de todos los niveles de las estructuras de poder. Allí
donde la dirección del Estado (colonial o poscolonial) Relación etnia-sociedad: los nuevos
hizo un uso efectivo de la conciliación política para problemas
facilitar servicios, las relaciones Estado-etnia tendieron
a ser más constructivas. Los cambios acelerados en África, desde fines del
A pesar de todo el vigor de la adaptación de la decenio pasado, han creado nuevas tensiones en la
«tradición» a los requerimientos cada vez más relación etnia-sociedad. Las más sobresalientes se
presionantes de la «modernidad», queda la interrogante manifiestan en los ámbitos de la economía, el Estado y
de hasta qué punto la mentalidad o las instituciones la sociedad civil.
étnicas pueden ser responsables de un retraso en el En la esfera económica lo más notable son las
desarrollo de una economía moderna. Es frecuente, tensiones introducidas por los ajustes estructurales
en efecto, topar con cifras, anécdotas y criterios que (SAPs) recomendados por el Fondo Monetario
enfatizan la escasa movilidad de los estratos Internacional (FMI), y diseñados para fortalecer a las
precapitalistas en las sociedades africanas. A esta clases sociales «modernas» —apenas una parte de la
interrogante volveremos más adelante, cuando nos sociedad— por la vía de limitar formas primitivas de
refiramos a la polémica en torno a la llamada «crisis de acumulación y promover alternativas capitalistas. Pero
la tradición» en África. En lo que se refiere a los SAPs están reforzando las contradicciones campo
comportamiento, el tránsito social siempre requiere un ciudad, polos portadores, respectivamente, de las

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culturas «tradicional» y «moderna». Las élites urbanas el clientelismo y el patronazgo étnico y religioso
han desempeñado el papel esencial en el ajuste, al tiempo perviven como herramientas movilizado ras. No parece
que, por regla general, el campo —o, más que esté cambiando ni la base social de los regímenes
específicamente, el amplísimo estrato de pequeños africanos ni su cultura política, sino las formas de
productores para el autoconsumo— se deprime. Sin preservar el status de grupos de poder recientemente
embargo, el objetivo de convertir a los estados africanos consolidados.13
en Estados rentistas modernos es entorpecido por las La reducción de las dimensiones del Estado significa
propias peculiaridades de una economía que sigue recortes en la burocracia pública, que otrora prosperó
sustentándose en una amplia práctica de autoconsumo. como principal fuente de empleo y de «destribalización».
Los SAPs deben modificar sustancialmente a la Puesto que el acceso al Estado fue, casi sin excepción,
familia extendida, cambiando radicalmente su entorno la fuente privilegiada de acumulación de capital y
económico y social, y tal vez debilitando la seguridad formación de clase, al tiempo que la mayoría de las
que el sistema tradicional brinda como escape social en veces ello operaba en beneficio de grupos étnicos
tiempos de crisis. El Estado «redimensionado» devuelve determinados, la reducción de las dimensiones del
muchas de sus antiguas responsabilidades a la sociedad Estado representa una subversión crucial de los
tradicional, hoy que ambos carecen de las capacidades patrones habituales de transformación social, con
para hacerles frente a las contingencias. Así, la especial incidencia en las relaciones interétnicas. Esto se
reintroducción del cobro de los servicios de educación pone de manifiesto en la reducción —simultánea, en
y salud estatales empuja a la población rural a buscar algunos casos, con una reintegración étnicamente
alternativas en las instituciones tradicionales debilitadas.12 incómoda de los ejércitos, institución estatal
Estimulada por los propios Estados, prospera la destribalizadora por excelencia en África, y cuya
búsqueda de soluciones locales a los problemas, aun a composición étnica fue un aspecto generalmente muy
riesgo de promover sentimientos regionalistas o vigilado por las dirigencias nacionales hasta hace pocos
localistas centrados en la solidaridad étnica, con el años.
consiguiente retroceso de la perspectiva nacional. En la Las poblaciones rurales parecen permanecer ajenas
misma dirección parece empujar la regionalización a las fuertes pugnas alrededor del poder central —al
económica que también impulsan los SAPs a través del menos las más visibles en el escenario político
desarrollo de enclaves, que podrá hacer irrelevantes, a «moderno» y con las herramientas de la política
la larga, a las entidades políticas africanas tal y como las moderna— pues, en realidad, la población rural
conocemos en la actualidad, remplazándolas por desempeña un papel de primer orden en la lucha
nuevas unidades geoeconómicas, que no seguirán política.14 La mayor concurrencia a las urnas que exhiben
necesariamente ni las fronteras estatales de hoy ni las los votantes rurales es una paradoja apenas en apariencia:
étnicas de ayer. Con su afán de eficiencia, el ajuste puede refleja que el hombre del campo es más fácil de
complicar, entre otros, el problema de la tierra. Sobre movilizar, —y también de manipular—, gracias a su
todo en el África meridional, desde el punto de vista nivel de compromiso con las jefaturas tradicionales y a
social y político, el tema es neurálgico, porque afecta las la empatía que puede establecer con la dirigencia política
relaciones entre las mayorías negras, ansiosas de una nacional, aspectos que no pasan por los resortes
reforma agraria, y las minorías blancas que acaparan modernos de la conciencia política. En la preparación
los mejores terrenos. de las primeras elecciones multipartidistas en varios
En lo que respecta a los cambios en el Estado y en países africanos, salió a la superficie la distancia que
las formas de gobierno, las presiones para el tránsito al separaba —y seguirá separando durante muchos
multipartidismo han sido, de nuevo, un fenómeno años— a la población rural de las formas «modernas»
urbano —y especialmente de sus clases medias, más de organización política. Al tratarse de traducir ciertos
proclives a ponerse en línea con el mundo exterior— y principios y procedimientos de la democracia de corte
no de las zonas rurales. De otro lado, ello no excluye europeo a las lenguas locales, se puso de manifiesto
que en el tránsito pervivan los aspectos más negativos que la mayoría de sus conceptos no solo son difíciles
de las gobernaturas del pasado. de traducir a los idiomas africanos, sino que era casi
Una primera indicación de ello es que las fórmulas imposible buscar equivalentes que no comportasen una
diseñadas para cortar el paso a la tendencia de la mayoría connotación negativa. Por ejemplo, el concepto de
de los partidos recién emergidos a constituirse sobre «voto secreto» solo podía significar algo así como
bases étnicas, religiosas o regionales bastante estrechas «opción escondida», idea extraña a una mentalidad
no han dado resultado. La necesidad periódica de votos campesina que se rige por muy fuertes normas
inclina a los políticos a seguir recurriendo a hábitos colectivistas incluso frente a las opciones de ámbito
tradicionales en la búsqueda de alianzas, de modo que más individual. Por ello, las campañas de «educación

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Etnia-Estado-sociedad en el África subsahariana
cívica» tendrán poco impacto en las mayorías rurales, sometido a fuertes presiones internas y externas, está
al tiempo que la introducción de formas «modernas» en gran medida incapacitado para diseñar y aplicar
de representación política pueden estar, de hecho, proyectos dirigidos a disminuir y revertir el lento
reforzando la capacidad de acción de las jefaturas proceso de depreciación de la infraestructura política,
tradicionales, en tanto el ejercicio del voto sigue siendo crear una dirigencia más imbuida de sus
percibido como meramente formal por las grandes responsabilidades y un gobierno democrático, y dar
mayorías, y esas jefaturas conservan su ascendencia poder al pueblo como vía para reducir su propensión
sobre la población rural. a generar y/o exacerbar conflictos seccionales y ser
Al calor del redimensionamiento del gobierno políticamente apáticos.16
central y la búsqueda de nuevas for mas de Democracia multipartidista y tranquilidad tribal, la
representatividad política, se puso de nuevo sobre el mayoría de las veces no han ido de la mano en estos
tapete el problema de cómo insertar o reinsertar las años recientes en África. Por ejemplo, en Costa de
estructuras políticas tradicionales en el ejercicio del Marfil, la relativa ausencia de conflicto interétnico
gobierno, en particular de los locales. Pero dar mayor desapareció con el fallecimiento del «Padre de la
poder a los jefes no solo contraría las normas y Independencia», Félix Houphouet Boigny en 1993, junto
principios democráticos proclamados a nivel nacional a problemas económicos sin precedentes surgidos poco
porque, por lo general, no son ni elegidos ni obligados después de establecerse el esquema multipartidista.
a rendir cuentas, y, además, pueden ejercer en la práctica Desde entonces afloró el conflicto étnico que enfrenta
un poder autoritario e incluso despótico sobre sus a la mayoritaria población baulé —históricamente más
súbditos. La población rural se convertiría, en ese caso, favorecida— a otros grupos desplazados por años del
en virtuales ciudadanos de segunda, en tanto —a poder político y de los beneficios económicos
diferencia de la población urbana no participaría en la concomitantes. En su momento, el tránsito al
elección de sus autoridades locales, las cuales tienen una multipartidismo en Zaire, Togo y otros países también
influencia mayor que las nacionales en todos los aspectos suscitó serios estallidos étnicos y regionales.
de la vida cotidiana del elector. Ya hace años que muchos africanistas17 vienen
La falta de apoyo voluntario de la sociedad civil15 advirtiendo que tanto la profundidad y duración de las
hacia el Estado se hace más evidente en sociedades de crisis de los Estados africanos, como la ausencia de
carácter mixto como las africanas, compuestas por un rasgos realmente singulares en la mayoría de las hipótesis
estrato tradicional en descomposición, pero aún fuerte, que se han elaborado para explicarla —ya que aspectos
y clases modernas en vías de crecimiento, pero tales como la dependencia estructural, la corrupción, el
relativamente débiles. Esto no solo enrarece la relación analfabetismo, la carencia de recursos naturales y otros
entre el Estado y la sociedad, sino que particulariza o argumentos son comunes a otras regiones del mundo—
limita las funciones de contrapeso que deberían cumplir , indican que los problemas que hacen de África un
las instituciones de la sociedad civil y —en el pasado caso único, radican más bien en la esfera de su vigorosa
inmediato— ha sido la causa fundamental de la variante cultura espiritual. Al margen de diferencias de un país a
golpista —no democrática, o no constitucional— de otro, existe, en efecto, un fondo de percepciones,
acceso al poder político que históricamente ha operado. conceptos, creencias, valores, normas, expectativas y
Un dilema adicional es que los grupos que prácticas que conforman tradiciones comunes a la mayor
normalmente apoyan al Estado —jefes, líderes parte de la zona subsahariana. Al propio tiempo, sería
religiosos, la mayor parte de la burguesía burocrática— erróneo conceptualizar esas tradiciones como estáticas:
tratan de preservar su status en vez de contribuir al incorporan lo nuevo, pero solo en tanto la sociedad
desarrollo de un nuevo tipo de relaciones Estado- portadora de las tradiciones conser ve su
sociedad. Al propio tiempo, los grupos que parecen autodeterminación para decidir qué ajuste aceptar y cuál
mejor preparados para la nueva sociedad perspectiva, rechazar. El intento de imponerles mutaciones por la
en tanto están organizados siguiendo lineamientos fuerza pudiera explicar la continuada resistencia, de
modernos —grupos de profesionales, sindicatos, etc.— naturaleza étnica, de las poblaciones frente a Estados
, permanecen alienados del Estado, o en relación aún poscoloniales organizados según los perfiles de
conflictual con él. Mientras tanto, las transformaciones tradiciones foráneas. Bajo esta luz pudiera entenderse,
sociales estimuladas por la aplicación del programa de por ejemplo, la persistencia de una vigorosa cultura oral,
ajuste estructural siguen su curso, creando condiciones y su rechazo a la escritura, en los medios rurales
para el desarrollo de clases sociales modernas y, por africanos, en función de una reacción defensiva frente
ello, introduciendo gradualmente cambios importantes a un arma utilizada por el colonizador en su contra:
y a menudo violentos en la sociedad. Pero, puesto que desde las escrituras de propiedad a través de las cuales
el propio Estado se encuentra evolucionando, y

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David González López y Clara Pulido Escandell
se les privó de la tierra, hasta los cuadernos de los y que solo podía resolverse con la extinción gradual de las lealtades
recaudadores de impuestos. étnicas en favor del estado nacional.
La prolongada crisis africana pudiera, entonces, 3. A partir del siglo XV, la presencia colonial europea continuada se
caracterizarse como la crisis de la tradición,18 manifiesta ejerció apenas en ciertos puntos de las costas africanas, y por dio
en la duplicación de instituciones a menudo afectó (y asimiló) con mayor profundidad a los grupos humanos
asentados en esas regiones. Esto no quiere decir que las etnias
concurrentes, ya que unas responden a la tradición establecidas más al interior del continente no experimentaran
africana, y las otras a la «nueva» tradición que todavía cambios en sus modos de vida como resultado de la influencia
buena parte de la población percibe como ajena. El europea, sino que esta fue ciertamente limitada en vastas regiones
fenómeno permanece palpable en el vigor de la práctica de África hasta el siglo XX.
de una economía informal que, aun deprimida, tiende 4. Naomi Chazan, Robert Mortimer, John Raventhill y Donald
a subvertir los programas estatales, pero lo mismo Rothchild, Politics and Society in Contemporary Africa, Boulder, CO.:
podría decirse de las esferas de la educación, la salud y Lynne Rienner Publishers, 1988: 102.
otras. Visto desde ese ángulo, el problema ha venido 5. Víctor Arzaya, «Recordering State-society Relations:
enfrentando una tradición todavía minoritaria pero Incorporation and disengagements», en: Donald Rotchild y Naomi
dominante —implantada localmente al calor del Chazan: The Precaroius Balance: State and Society in Africa, Boulder,
dominio colonial, y afincada en el poder político a lo CO.: Boulder Westview Prcss, 1988: 6-7.
largo de la fase poscolonial—, a una tradición popular 6. Ibid.: 311.
africana mayoritaria, aunque subordinada, que persiste 7. Paul Lubeck, The African Bourgeoise: Debates, Methods and Units of
y resiste. La supresión de cualquiera de las dos en Analysis, Boulder, CO.: Lynne Rienner Publishers, 1986: 7.
impensable, pero la coexistencia en armonía tiene que 8. El caso nigeriano es paradigmático en este sentido. El Emir de
pasar por la renuncia al intento de imponer a esta última Kano, Alhaji Ado Bayero, fue, por ejemplo, embajador de Nigeria
virajes «desde arriba» y «desde afuera», incluso cuando en Senegal antes de ser coronado decimotercer Emir fulani en 1963;
ello sea para «devolverle» atribuciones y el Etsu Nupe. Alhaji Umaru Sanda Nkayako, fue Vicesecretario
responsabilidades. Parece más bien que lo que habría Permanente, bajo Gowon; el Tor Tiv, abogado de carrera, fue hasta
su entronización. presidente del Consejo de administración de la
que devolverle es la autodeterminación necesaria para Nigerian Airways, en el estado de Bendel; el Oba de Benin, graduado
que la tradición esté en condiciones de contribuir al de Cambridge, fue Federal Permanent Secretary hasta que se retiró
diseño de los cambios a operar, que son indispensables. debido a su coronación en marzo de 1979. Véase Olufemi Vaughn,
«Les chefs traditionnels face au pouvoir politique», Politique Africain,
(32), diciembre, 1988: 45.
Notas 9. Nuevamente aquí Nigeria provee importantes ejemplos. El Emir
de Kano director de la BEWAC Lrd., el Emir de Zaria, director de
l. Entiéndase por «tradicional. (negroafricana) las formas la United African Company, el Emir de Fika, director de la Hopechest
precapitalistas de la cultura material —esencialmente la producción Nigerian LOO., el Etsu Nupe, director de Henkels Chemicals, el
para el autoconsumo con poco excedente— que llevan aparejadas Emir de Ilorin, director de la Glauber Enterpriscs, el Oni de Ife,
una poca profundización de la diferenciación social y el predominio director de la filial de la multinacional francesa Dégremont, el Obi
de la solidaridad comunitaria y las afinidades étnicas, entre otros de Onitsha, director de la filial nigeriana de la Mobil, y muchos
aspectos esenciales de la esfera espiritual, tal como persisten hoy, en otros. Ibid.
estado de descomposición, en extensas zonas rurales de África. 10. Véase Olufemi Vaughan, «Chieftainship Politics and Social
2. Está claro que, incluso después de la ocupación efectiva, en Relations in Nigeria», The Journal of Commonwealth Comparative
muchas partes de Africa el domino colonial se siguió ejerciendo de Politics, 27(2), 1989: 308.
manera indirecta, a través del poder tradicional. Lo que se subraya 11. Ibid.: 311.
aquí es que, David González López y Clara Pulido Escandell en un
tiempo relativamente breve, se crearon las condiciones que debían 12. Pauperización y retorno a la tradición no fueron siempre
garantizar la emergencia de estados independientes según las normas sinónimos en momentos de crisis económica en el África
vigentes a la altura de la segunda mitad del siglo XX, y que esos independiente, en virtud del recurso a la migración transitoria o
estados iban a enmarcar a sociedades que serían empujadas sin permanente a los enclaves de desarrollo en zonas urbanizadas,
remedio, a paso forzado, hacia la modernización capitalista. Se ha bastiones avanzados de la «modernidad., aun cuando el individuo
argumentado, por ejemplo, que mientras la creación de estados se insertase apenas en su periferia. Pero los ajustes estructurales de
nacionales en Europa por lo general emergió de la necesidad creada los últimos años tienden a deprimir particularmente el mercado
por una pujante conciencia nacional en sectores claves de esas laboral urbano, de modo que en muchos países se está produciendo
sociedades, en África la lógica fue inversa —crear la nación a partir un flujo de retorno a la aldea entre los grupos de trabajadores
del establecimiento del Estado nacional— por la débil cohesión migratorios, que abarca a personas de antiguo establecimiento en la
nacional en el instante de las independencias. Por demás, las fronteras ciudad e incluso a sus hijos. (Véase, por ejemplo, Patrick Gubry et
estatales responderían al trazado colonial y no a las realidades sociales al., Le retour au village: une solution à la crise economique au Cameroun?,
precoloniales (fronteras étnicas), aunque estas últimas tuvieran mayor París: L’Harmattan/MINREST/IFORD/CEPED, 1996.) Al
vigor que las primeras en las lealtades de las mayorías rurales; de ahí propio tiempo, se comprueba que en el campo son muy pocos los
que en el período poscolonial se prolongara un foco primordial de que pueden adaptarse a sobrevivir en el marco de las nuevas reglas
tensión entre el Estado y la sociedad que afectara a la fase colonial, de juego. (Véase, por ejemplo, Paul Mathieu y Dominique Tabutin,

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Etnia-Estado-sociedad en el África subsahariana
«Démographie, crise et environnement dans le monde rural africain», género y edad que tienen su sustento en la tradición. Pueden existir
en: Jean Coussy y Jacques Vallin, dirs., Crise et population en Afrique, también asociaciones de jefes tradicionales, tales como la Casa
Paris: Centre Français sur la Population et le Développement, 1996.) Central de Jefes en los países de antigua colonización británica, que
Algunos de los «perdedores» se proletarizan, pero otros vuelven al han influido en la formulación de políticas y en la vida de muchos
autoconsumo, y con él, en lo inmediato, retroceden —aun de manera sectores de la población. El análisis tampoco puede pasar por alto
incompleta e incoherente— a formas tradicionales de vida, lealtades las formas peculiares de movilización y comunicación en estas
y pensamientos. sociedades, donde los mecanismos modernos y tradicionales se
entrecruzan —en ocasiones de maneras muy elaboradas— y dan
13. Chris Allen, Carolyn Baylies y Morries Szeftel, «Surviving origen a dinámicas muy específicas.
Democracy?», ROAPE, (54), 1992: 8.
16. Oyeleye Oyediran y Adigun Agbaje, «Two-Partyism and
14. Mbembe Achille, «Diagnostique sur les dérapages de la transition Democratic Transition in Nigeria», The Journa/ of Modern African
démocratique en Afrique», Afrique 2000, (12), 1993: 63. Studies, 29(2), 1991: 218.
15. El análisis de la sociedad civil en África, como en otras partes 17. Véase, entre otros, Jan Vansina, «A Past for the Future?,
del mundo, debe evitar el traslado de esquemas propios de zonas Dalhousie Review Spring/Summer 1988: 8-23.
más desarrolladas, y también tener en cuenta situaciones a veces
complejas en sus relaciones con el Estado. El espacio de la sociedad 18. Idem.
civil en África no se limita a los habituales de otros escenarios
(partidos políticos —allí donde no se aplicó el esquema de partido-
Estado—, sindicatos, organizaciones empresariales, campesinas,
estudiantiles, femeninas, juveniles, de profesionales y otras). Hay
que prestar atención también a la amplia gama de asociaciones,
organizaciones e instituciones de base etnoconfesional o híbrida
—a menudo de gran pujanza— tales como los grupos de edades y,
en ciertos casos, algunas asociaciones mutualistas, o religiosas, las
cuales frecuentemente también siguen líneas de filiación étnica, de ©
, 1996

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