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Anagrama  «LUCHA CONTRA LA PIRATERÍA», propiedad de Unión Internacional de Escritores.

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E © CEA. Ediciones Valbuena, S.A.
DERECHO ISBN: 978-84-9147-590-3
Editado en abril de 2018

Tema 10
Atención y cuidados del paciente
con problemas de movilización.
Movilidad e inmovilidad física,
factores que afectan la movilidad.
Técnicas de ayuda a la deambulación.
Movilizaciones del
sistema músculo esquelético.
Posiciones corporales.
Procedimientos de preparación
para el traslado del paciente.
Riesgo de caídas, medidas preventivas.
Uso correcto de dispositivos de ayuda.
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Guion-resumen

1. Atención y cuidados del paciente con 4. Riesgo de caídas, medidas preventivas


problemas de movilización. Movilidad 4.1. Factores que incrementan el riesgo
e inmovilidad física, factores que de caídas
afectan la mobilidad
4.2. Consecuencias de las caídas
1.1. Introducción
4.3. Medidas preventivas
1.2. Movilidad física. Factores que afectan
a la movilidad 5. Uso correcto de dispositivos de ayuda
2. Técnicas de ayuda a la deambulación 5.1. Clasificación del material
2.1. Ejercicios activos y pasivos 5.2. Utensilios
2.2. Ejercicios isométricos e isotónicos 5.3. Herramientas e instrumentos
5.4. Enseres
3. Movilizaciones del sistema músculo
esquelético. Posiciones corporales. 5.5. La cama hospitalaria
Procedimiento de preparación para el 5.6. Camillas
traslado del paciente
3.1. Normas generales de elevación de
cargas
3.2. Movilización del paciente
encamado
3.3. Movilización del paciente ayudado
por una sábana
3.4. Movilización del paciente hacia un
lateral de la cama
3.5. Giro del paciente encamado de
decúbito supino a decúbito lateral
3.6. Forma de sentar o incorporar al
paciente en la cama
3.7. Forma de sentar al paciente en el
borde de la cama
3.8. Trasladar al paciente de la cama a la
camilla o viceversa
3.9. Trasladar al paciente de la cama a la
silla de ruedas
3.10. Posiciones corporales

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

1. Atención y cuidados del paciente con problemas de


movilización. Movilidad e inmovilidad física, factores que
afectan la mobilidad
1.1. Introducción
El movimiento es un componente esencial de la vida del ser humano, poder moverse
libremente es necesario para llevar a cabo un gran número de actividades cotidianas que
cada persona realiza normalmente y que le son imprescindibles para adaptarse al medio
y relacionarse con su entorno y con los demás individuos.
La necesidad de movimiento incluye no solo el caminar, sentarse, acostarse o mantener
una postura sino también con los gestos y las expresiones faciales necesarios para la comuni-
cación es frecuente que, por el solo hecho de tener que permanecer inmóviles o en situación
de reposo, algunas personas se consideren enfermas. La pérdida de movilidad, aunque sea
parcial o dure poco tiempo, es suficiente para que la persona deba modificar sus hábitos y
modo de vida, lo cual le va a suponer una cierta dependencia de los seres que le rodean.
La movilidad está determinada por el estado y la correcta coordinación de los siste-
mas musculo-esquelético y nervioso. La alteración de cualquiera de sus estructuras puede
modificar total o parcialmente los aspectos relacionados con los mecanismos corporales.

1.2. Movilidad física. Factores que afectan a la movilidad


1.2.1. Sistemas que participan en el movimiento
Los principales sistemas que participan en los movimientos del cuerpo que realiza el
ser humano son:
— Esquelético.
— Muscular.
— Nervioso.
— Circulatorio.

A) Sistema esquelético

El hueso es un tejido vivo formado por células, matriz y minerales. El esqueleto humano
está constituido por 206 huesos, los cuales se pueden clasificar, según su tamaño, en:
— Huesos largos: húmero, cúbito, radio, fémur, tibia y peroné. Son aquellos for-
mados por la epífisis, diáfisis y metáfisis.
— Huesos anchos o planos: omoplato, occipital y frontal. Suelen ser delgados y
de aspecto curvo.
— Huesos cortos: carpo, tarso y sesamoideos. Son aquellos que
no predomina ninguna de las tres dimensiones y tienen forma
irregular.
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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Según su morfología, se clasifican en:

— Huesos radiados o irregulares: vértebras y maxilar superior.

— Huesos arqueados: costillas y mandíbula.

— Huesos papiráceos: etmoides y lacrimal.

El sistema esquelético, por sus características de rigidez y dureza, presenta varias


funciones:

— Soporte de los tejidos circundantes.

— Protección de órganos vitales: cerebro, pulmones y médula espinal.

— Movimiento a través de su sistema de palancas, accionado por las contracciones


musculares.

— Hematopoyesis o formación de células sanguíneas.

— Depósito de almacenamiento de sales minerales principalmente calcio y fósforo.

— Reparación y reestructuración ante agresiones externas como acontece en la


formación del callo óseo en las fracturas.

B) Sistema muscular

El músculo es un órgano que tiene la capacidad de contraerse. Las células del tejido
muscular son alargadas y reciben el nombre de fibras musculares. La amplitud y energía
de la contracción muscular depende de la proporción de fibras musculares que entren
en actividad.

Los músculos, según su estructura, se pueden dividir en dos tipos:

— Músculos de fibra lisa y de contracción involuntaria. Ejemplo: miocardio, vasos


sanguíneos, músculos que recubren el interior de órganos vitales.

— Músculos de fibra estriada de contracción voluntaria. Están regulados por el


sistema nervioso central...

Según su función, se clasifican en:

— Agonistas: los que realizan junto a otros un mismo movimiento.

— Antagonistas: realizan flexión y extensión.

— Sinérgicos: ayudan a los agonistas a cumplir el movimiento.

Como ya hemos comentado, a principal función del músculo es la


contracción, no obstante esta solo se da cuando son estimulados por su

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

nervio motor. En consecuencia puede pensarse en el músculo y el nervio como una uni-
dad fisiológica que siempre funciona en combinación y en la cual cada parte es ineficaz
sin la otra.

Los músculos se insertan en los huesos a través de tendones. Los más destacados
son:
— Espalda: trapecio, dorsal ancho, romboides.
— Tórax: pectoral, serrato mayor, músculo intercostales.
— Abdomen: oblicuos y recto anterior.
— Extremidades superiores: deltoides, bíceps, tríceps, braquial anterior, palmares,
cubital.
— Extremidades inferiores: psoas, glúteos, cuádriceps, aductores, semimebranoso,
semitendonoso, tibial, gemelos, sóleo.

C) Sistema nervioso

Los nervios raquídeos se relacionan directamente con los movimientos del tronco
y de los miembros. Cada nervio raquídeo tiene una raíz anterior y una posterior en la
columna vertebral.

La anterior conduce impulsos del sistema nervioso central a los músculos.

La posterior lleva mensajes de los receptores sensoriales al sistema nervioso central.

Casi todos los movimientos pueden inducirlos la medula espinal sola, sin embargo el
equilibrio y la progresión, coordinación y finalidad de los movimientos están controladas
por los lóbulos frontales de la corteza cerebral.

D) Sistema circulatorio

Se habla que interviene este sistema, ya que si hay un deterioro de la circulación en


cualquier parte del cuerpo se inicia la degeneración de los tejidos de esta área ya que las
células no pueden vivir sin nutrientes adecuados que le son aportados por el torrente
circulatorio.

1.2.2. Tipos de movimientos


Las distintas articulaciones son los puntos donde entran en contacto unos huesos
con otros.

Según su función, podemos hablar de tres tipos de articulaciones:

— Sinartrosis o articulaciones inmóviles: el cráneo.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Anfiartrosis o articulaciones ligeramente móviles: la pelvis, sínfisis del pubis.

— Diartrosis o articulaciones libremente móviles: el codo, la rodilla, la cadera.

Según su estructura, se clasifican en:

— Fibrosas: no permiten el movimiento por tener tejido conjuntivo fibroso.


Cráneo.

— Cartilaginosas: los huesos se unen con cartílago hialino. Sínfisis del pubis,
vértebras.

— Sinoviales: son las más móviles y mayoritarias, llamadas también diartrosis.


Están formadas por cartílago articular, cápsula articular, membrana sinovial,
cavidad articular y ligamentos, tales como el hombro o el codo.

Los movimientos que las articulaciones sinoviales permiten realizar a una persona
son:

— Flexión: el acto de doblarse disminuye el espacio entre las superficies articulares


de los huesos.

— Extensión: consiste en estirar, con ello se aumenta el espacio entre las superfi-
cies articulares de los huesos.

— Rotación: giro de un hueso sobre su eje.

— Interna: movimiento sobre su eje central que tiende a aproximarlo a la línea


media.

— Externa: movimiento sobre su eje central que tiende a alejarlo de la línea media.

— Abducción: es el movimiento que separa de la línea media del cuerpo el hueso.

— Aducción: es el movimiento que atrae hacia la línea media del cuerpo al hueso.

— Circunducción: consiste en combinar varios movimientos para que el extremo


distal de un hueso describa un círculo.

A continuación se enumeran otros movimientos especiales.

— Supinación: girar hacia el techo la palma de la mano.

— Pronación: girar hacia el suelo la palma de la mano.

— Inversión: girar una extremidad o parte de ella hacia dentro.

— Eversión: lo contrario a la inversión girar hacia fuera una extremi-


dad o parte de ella.

— Protección: desplazar la mandíbula hacia delante.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

1.2.3. Factores que alteran la función motora normal


Existe un gran número de factores que pueden influir en la mecánica corporal tales
como:

1. Factores biológicos:

— Edad: con la vejez las modificaciones que sufren los huesos pueden origi-
nar cifosis (curvatura anormal columna vertebral) y otras alteraciones que
dificultan el movimiento.

— Embarazo: en las mujeres embarazadas aparece una lordosis (curvatura


vertebral de convexidad anterior) con el consiguiente dolor de espalda.

— Nutrición: tanto la desnutrición como la obesidad pueden dar lugar a alte-


raciones en las articulaciones. Puede existir sobrecarga, al mismo tiempo
que la actividad física disminuye por la fatiga que le supone la realización
de determinados ejercicios.

— Enfermedad: hay que tener en cuenta que cualquier enfermedad que


padezca una persona limitará en mayor o menor medida su actividad.

2. Factores emocionales: cada ser humano manifiesta sus emociones y senti-


mientos por medio de los movimientos que realiza ya sean de forma consciente
o inconsciente. Los valores personales de cada ser influyen de manera importan-
te un individuo alto y joven que este acomplejado por su estatura adoptara una
mala postura ya que intentará encorvarse para parecer más bajo. Por el contrario
una persona que considere que la postura correcta beneficia el estado de salud
mantendrá intencionadamente una buena alineación corporal.

3. Factores socioculturales: dentro de este campo podemos citar como elemen-


tos a tener en cuenta:

— Patrones culturales: las tradiciones, costumbres, modas, valores culturales


y creencias individuales de cada persona pueden motivarle a que realice
actividades físicas para mantener su nivel de salud.

— Actividad laboral: las posturas incorrectas que se adoptan durante las


horas de trabajo pueden originar alteraciones permanentes de la alineación
corporal.

— Vivienda: una casa situada en un bloque sin ascensor puede favorecer la


actividad en aquellas personas que no padezcan problemas de moviliza-
ción. Por el contrario en un anciano esta misma situación limita mucho su
capacidad de movimiento al tener que subir y bajar escaleras.

— Política social: barreras arquitectónicas, y ciudades con un


déficit de parques y jardines pueden influir en actividades
como pasear.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

1.2.4. Inmovilidad física. Consecuencias de la inmovilización


La inmovilización puede definirse como una restricción o limitación física de los
miembros y del cuerpo para realizar giros, sedentar y deambular, la inmovilización puede
obedecer a múltiples causas. La inmovilización conduce a una reducción de la actividad
metabólica y a una disfunción multisistémica.

Las consecuencias de la inmovilización son independientes de su causa, pero en


pacientes de edad avanzada, con déficit neurológico o musculo esquelético, los efectos de
la inmovilización reducen adicionalmente su capacidad funcional.

Los efectos del reposo prolongado dependen en cierto modo, de la duración de la


inmovilización, pero estos pueden y deben ser prevenidos.

A) Efectos de la inmovilización prolongada

1. Sistema nervioso central:

— Disminución actividad motora.

— Alteración sensación.

— Labilidad autonómica.

— Depresión, ansiedad, desorientación.

2. Sistema musculoesquelético:

— Disminución de fuerza y resistencia muscular.

— Atrofia muscular por desuso.

— Contractura articular.

— Osteoporosis, fractura patológica.

3. Sistema cardiorrespiratorio:

— Aumento de la frecuencia cardíaca.

— Disminución de la eficiencia cardíaca.

— Hipotensión ortostática.

— Tromboflebitis.

— Disminución capacidad vital y funcional.

— Embolia pulmonar, atelectasia, neumonía.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

4. Sistema digestivo:

— Anorexia.

— Malnutrición.

— Constipación.

5. Sistema endocrino-renal:

— Hipercalciuria.

— Aumento natriuresis.

— Incremento diuresis.

— Litiasis renal.

6. Sistema tegumentario:

— Úlcera presión.

• Sistema musculo esquelético

Con la inmovilización, los distintos grupos musculares experimentan una dismi-


nución variable en su fuerza y resistencia. Los músculos de las extremidades inferiores,
particularmente los antigravitatorios y los de mayor tamaño, se afectan especialmente.

En condición de reposo estricto, el músculo pierde en una semana de reposo cerca


del 15% de su fuerza inicial; al término de cinco semanas de inactividad cerca del 50%
de la fuerza muscular se ha perdido, el mayor grado de pérdida ocurre durante la primera
semana.

La pérdida de fuerza muscular se acompaña de atrofia, demostrándose cambios seve-


ros entre la 4-6 semana de inmovilización, la atrofia muscular depende en cierto modo de
la causa de inactividad y desuso. En enfermedades de motoneurona superior, el volumen
muscular disminuye de un 30 a un 35%, esto porque el aumento de tono actúa previ-
niendo completamente la atrofia, en caso de enfermedad de motoneurona inferior, con
parálisis fláccida irreversible, el volumen muscular se reduce en un 90-95%.

En los tejidos blandos periarticulares ocurre una reorganización estructural, el tejido


conectivo laxo cambia gradualmente a tejido conectivo denso, lo que ocasiona contrac-
tura articular, este proceso puede comenzar luego de una semana de inmovilización. La
contractura se evidencia clínicamente por una limitación del rango de movimiento articu-
lar, se pueden comprometer tendones, ligamentos, músculos y articulaciones. No tratada
conduce a la rigidez articular.

Diversos factores contribuyen a intensificar su formación, espasticidad,


paresia, posición antiálgica, edema, edad avanzada, lesión de partes blandas

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

y principalmente el desbalance muscular. En un paciente inmovilizado son más comunes


las contracturas en extremidades inferiores.

La osteoporosis es otra complicación temida, la pérdida del estrés sobre los huesos
(peso, gravedad, actividad muscular) conduce a un predominio de la actividad osteoclás-
tica, lo que provoca una reducción de la masa ósea, especialmente en huesos que sostie-
nen peso, después de doce semanas de reposo, la densidad ósea disminuye un 40-45%.
La osteoporosis puede conducir a fracturas vertebrales y de huesos que cargan peso con
un traumatismo mínimo.

Otra enfermedad desencadenada por la inmovilización continua y envejecimiento


es la artrosis. Es la artropatía más frecuente en los países desarrollados, y cursa con dolor
articular, rigidez, limitación de la movilidad e inflamación local. Se diferencia de la artritis
en la etiología. La artrosis es una degeneración crónica y progresiva, mientras que la artri-
tis es de origen infeccioso y puede clasificarse en artritis gotosa relacionada con el ácido
úrico, artritis reumatoidea generada por procesos autoinmunes y osteoartritis que es el
deterioro del cartílago articular y neoformación ósea en la zona.

Pueden desarrollarse, tras períodos de inmovilización, osificaciones heterotópicas,


que corresponden a la formación de hueso en áreas anormales, generalmente en tejidos
blandos periarticulares. Su etiología no es clara, existiría cierta predisposición genética,
asociada a una reacción inflamatoria a un determinado daño (trauma, hipoxia tisular,
ectasia vascular, infección).

El signo más precoz es la limitación de rangos articulares, a lo que se agrega poste-


riormente, eritema, edema y calor local.

• Sistema cardiovascular

Los efectos de la inmovilización incluyen: aumento del tono simpático, desacondi-


cionamiento cardíaco, hipotensión ortostática y tromboflebitis.

La frecuencia cardíaca aumenta un latido por minuto por cada dos días de reposo, el
volumen plasmático disminuye 7% y el volumen de oxígeno máximo disminuye un 27%
después de 20 días de reposo.

La respuesta normal de vasoconstricción, taquicardia, y aumento de la presión arte-


rial, al asumir la posición erecta puede verse alterada significativamente tras un reposo
prolongado. Una persona desacondicionada, al ponerse de pie experimenta una gran ele-
vación de la frecuencia cardíaca, esto se acompaña de síntomas y signos de ortostatismo
como vértigo, sudoración, palidez y caída de la presión sistólica. La mayoría de estos efec-
tos ocurren en un período de 4 a 7 días después de iniciado el reposo y son de aparición
más rápida en personas mayores y con problemas médicos asociados.

La tromboflebitis es un riesgo conocido, el estasis venoso que ocurre en


las extremidades inferiores por falta de bombeo muscular, el incremento de la
viscosidad sanguínea, asociado a parálisis, deshidratación, falla cardíaca conges-
tiva, edad avanzada y obesidad, aumentan su riesgo y el de embolia pulmonar.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Sistema respiratorio

Este sistema sufre complicaciones graves, capaces de poner en riesgo vital al paciente.
El reposo en cama causa daño mecánico restrictivo. Como resultado de la disminución
global de la fuerza y reducción de la excursión del diafragma, músculos abdominales e
intercostales, las articulaciones costocondrales y costovertebrales pueden quedar fijas en
espiración.

Con esto se reduce la inspiración máxima, disminuye la capacidad vital y de reserva.


La respiración tiende a hacerse más superficial, con un aumento del CO2 alveolar y de la
frecuencia respiratoria.

Esto causa diferencias regionales de la relación ventilación/perfusión. La función


mucociliar y el mecanismo de la tos también pueden estar dañados, se acumulan secre-
ciones en las zonas más bajas del tejido pulmonar debido a la gravedad. Esto conduce
finalmente a atelectasias y neumonías.

• Sistema tegumentario

Las úlceras por presión son una temida complicación de la inmovilidad, son más
frecuentes en pacientes con alteración de la sensibilidad, edad avanzada, malnutridos
(anemia, hipoalbuminemia) e incontinencia.

Las úlceras por presión ocurren sobre prominencias óseas como: sacro, isquión,
trocánter, talón y maléolos principalmente.

Se producen debido a una presión sobre la piel que excede a la presión capilar del
tejido, lo que se traduce en deprivación de oxígeno y de nutrientes (isquemia e hipoxia).

Talones Sacro Codos Escápulas Cabeza

Espina
dorsal

30°

Sacro
Maléolos Rodillas Trocanter Hombro Oído Cabeza
Mayor Tuberosidad isquial

Dedos Rótula Genitales Mamas Acromión Mejilla


EIAS Oído

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Escala de clasificación de las escaras

— Estadio I: limitadas a la epidermis.

— Estadio II: afectan epidermis, dermis y se extienden al tejido adiposo.

— Estadio III: atraviesan estructuras superficiales, tejido adiposo hasta incluir el


músculo.

— Estadio IV: destruyen todo el tejido blando hasta el hueso y se comunican con
él, con las estructuras articulares o ambos.

• Sistema genitourinario

Los trastornos genitourinarios derivados de un reposo prolongado, incluyen aumen-


to de la diuresis y de la excreción de sodio, potasio, calcio y fósforo. La formación de
cálculos renales y vesicales es frecuente.

En posición supina la micción se transforma en una acción difícil. La falta de gra-


vedad, la mayor complicación que los pacientes encuentran en generar aumentos de
presión intraabdominal, generan un vaciamiento vesical incompleto, con aumento del
residuo post-miccional, lo que predispone a infecciones del tracto urinario.

• Sistema gastrointestinal

La anorexia y constipación son el resultado de la disminución de la demanda meta-


bólica, ingesta hídrica y de la peristalsis intestinal.

• Sistema nervioso

Pueden ocurrir compresiones de nervios periféricos. Dentro de estas, las más impor-
tantes son la compresión del nervio peroneo a nivel de la cabeza del peroné, y la del
nervio cubital a nivel de codo.

El aislamiento social al que obliga la inmovilización se traduce en depresión, angustia,


irritabilidad, falta de cooperación, labilidad emocional y desorientación entre otros aspec-
tos negativos. La edad avanzada es un factor que potencia la aparición de estos problemas.

B) Efectos metabólicos y alteraciones nutricionales

Se ha visto una disminución en la masa magra y un aumento del contenido graso


del cuerpo de 2,3% y 12%, respectivamente. En todo caso el organismo parece ser menos
eficiente en transformar el exceso calórico en grasa mientras está en cama.

La absorción de energía desde los alimentos no varía no hay alteración


de la pérdida proteica, aunque si el aporte disminuye, la síntesis de proteínas
también lo hace.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

El metabolismo basal puede caer probablemente asociado a la pérdida de masa


muscular. También se registran variaciones en minerales y metabolitos, se produce una
pérdida urinaria de nitrógeno, paralela a la pérdida de musculatura, que comienza a evi-
denciarse al 5°-6° día de inmovilización.

La hipercalcemia puede ocurrir varias semanas después de la inmovilización. Es más


frecuente en hombres jóvenes que fueron físicamente activos y que han tenido lesiones
traumáticas, la hipercalcemia se asocia a alcalosis metabólica y puede conducir a fallo
renal.

El mejor manejo de la inmovilización prolongada es su prevención. Existen una serie


de medidas profilácticas fáciles de aplicar, capaces de contrarrestar los aspectos dañinos
de la inmovilización.

C) Estrategias para disminuir los aspectos dañinos de la inmovilización

— Adecuado posicionamiento del paciente en cama.

En posición supina el tronco debe estar alineado con las caderas, rodillas y tobi-
llos en posición neutra, con los primeros ortejos de ambos pies apuntando hacia
el techo, los hombros deben estar en 30° flexión y 45° abducción, las muñecas
en 20°-30° de extensión y las manos en posición funcional. Este puede ser fácil-
mente realizado con el uso de almohadas, rollos y férulas de reposo.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Complemento a la adecuada posición en cama es el uso de colchón antiesca-


ras, sistemas antiequino y alzaropas.

— Cambios de posición frecuente. Si es necesario, deben llevarse a cabo cada


dos horas, como en el paciente lesionado medular con piel insensible o el
paciente comatoso.

— Adecuada higiene de la piel, manejo criterioso de vejiga e intestino, con medi-


das los menos invasivas posibles.

— Uso de vendaje elástico, compresión neumática intermitente y dosis bajas de


heparina, como prevención de fenómenos tromboembólicos.

— Adecuada nutrición e hidratación.

— Monitorizar cuidadosamente los síntomas y signos de hipercalcemia, úlceras


de presión, infección urinaria y neumonía.

— Terapia física, que debe comenzar desde un primer momento con movilizacio-
nes progresivas de todas las articulaciones al menos una vez al día, reentrena-
miento ortostático apenas el paciente se ha estabilizado, ejercicios isométricos y
la carga de peso (bipedestación) ayudan a prevenir la osteoporosis.

— Terapia respiratoria, ejercicios de respiración profunda, tos asistida y percusión


torácica entre otros, para mantener la capacidad ventilatoria del paciente.

— Estimular y preservar las actividades de la vida diaria, estimulación sensorial,


integrar y educar al paciente y su familia.

— Son muchas las intervenciones necesarias en el manejo de la inmovilización,


sin embargo las intervenciones tienen que ser individuales y sus consecuencias
deben ser prevenidas.

2. Técnicas de ayuda a la deambulación


2.1. Ejercicios activos y pasivos
2.1.1. Ejercicios activos
Se llevan a cabo por parte del paciente, quien proporciona la energía para mover las
partes del cuerpo, este tipo de ejercicio sirve a la vez para aumentar y mantener el tono
muscular, mantener la movilidad articular y proporcionar otros efectos tratados más
adelante.

Los ejercicios activos asistidos, los lleva a cabo el paciente con alguna ayuda del
enfermero. El paciente mueve la parte del cuerpo tan lejos como personal-
mente puede, el personal de enfermería lo mueve hasta completar el resto
del grado del movimiento normal. Estos ejercicios fortalecen la función
del músculo.
10-14
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Ejercicios activos para alcanzar el arco normal de movimientos.

— Los ejercicios activos son efectuados por el paciente bajo supervisión y con
el apoyo de la enfermera. Los ejercicios pueden hacerse mientras el enfermo
permanece acostado en su cama, se encuentra de pie durante sus actividades
diarias. Cada movimiento debe ser repetido tres veces o conforme lo tolere el
paciente.

— El cuello debe colocarse en las siguientes posiciones: flexión, en el que la cabe-


za se mueve hacia delante hasta que la barba pegue con el pecho; extensión,
en el que la cabeza se mantiene en la posición erecta normal; hipertensión; la
cabeza inclinada hacia atrás lo más que se pueda; flexión lateral, en el que la
cabeza se inclina hacia cada uno de los hombros alternativamente, y rotación;
la cabeza se mueve con movimiento circular a la derecha, hacia atrás, hacia la
izquierda y hacia delante.

— El hombro debe colocarse en las siguientes posiciones: flexión, en el brazo se


levanta desde el lado del cuerpo hacia delante hasta una posición situada por
encima de la cabeza; extensión, en el que el brazo se mueve desde la posición
elevada hacia atrás, para regresar a un lado del cuerpo; hiperextensión, cuando
el brazo hacia atrás del cuerpo del paciente; abducción, en el que el brazo se
desplaza desde el costado del cuerpo hacia fuera y hacia arriba con la palma de
la mano hacia abajo; aducción, en el que el brazo se mueve de regreso hacia
el costado del cuerpo con la palma de la mano hacia abajo; rotación interna,
en el que el brazo se separa del cuerpo con el codo doblado, y la mano y el
antebrazo son llevados hacia delante desde la posición erecta hacia arriba, hasta
la posición colgando hacia abajo; rotación externa, que lleva la mano y el
antebrazo de nuevo a la posición erecta hacia arriba con el codo flexionado y la
circundicción, en el que el brazo se mueve describiendo un círculo completo
en uno de los costados del cuerpo.

— El codo debe ser colocado en las siguientes posiciones: flexión, en el que el


brazo se desplaza hacia fuera y adelante del cuerpo y el codo es doblado tra-
yendo la mano hacia arriba hacia la cara, y extensión, que endereza el codo
regresando en la posición estirada hacia delante.

— El antebrazo debe ser colocado en las siguientes posiciones: supinación, en el


que el antebrazo gira hasta que la palma de la mano mire hacia arriba; prona-
ción, la palma de la mano gira hasta que mire hacia abajo.

— La articulación de la muñeca debe ser colocada en las siguientes posiciones:


flexión; en la que la mano es doblada hacia delante aproximando la palma de
mano al antebrazo; extensión, en la que el dorso de la mano se dirige hacia
arriba hasta alcanzar el mismo plano del antebrazo; hiperextensión, en la que
se mueve el dorso de la mano hacia el extremo superior del ante-
brazo; la abducción, es el acodamiento de la mano hacia fuera,
alejándose del borde radial y aducción, es el acodamiento de la
mano hacia el borde radial del antebrazo.

10-15
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Los dedos y el pulgar deben ser colocados en las siguientes posiciones: flexión,
da como resultado empuñar la mano; extensión, los dedos se mueven hacia
fuera al mismo plano del antebrazo; hiperextensión, los dedos se mueven
hacia atrás lo más que se pueda; abducción, los dedos se separan, los espacios
entre los dedos extendidos se cierran.

— La cadera debe colocarse en las siguientes posiciones: flexión, mover la pierna


hacia delante y hacia arriba; extensión, regresar la pierna de nuevo a la posi-
ción normal del pie; hiperextensión, mover la pierna hacia atrás; abducción,
desplazar la pierna hacia fuera, separándola del costado del cuerpo; aducción,
regresar la pierna a la posición normal de pie; rotación interna, girar el pie
hacia dentro con los dedos apuntando hacia el pie del dedo opuesto; rotación
externa, girar el pie hacia fuera con el talón apuntando hacia el pie del lado
opuesto y la circundicción, mover el pie en un circulo con la rodilla extendida,
a un costado del cuerpo.

— La rodilla debe colocarse en las siguientes posiciones: flexión, la rodilla se


dobla y se levanta el talón del piso; extensión, el pie regresa al piso; circun-
dicción, el pie se levanta del piso y la parte inferior de la pierna se mueve con
movimientos circulares.

— El pie y el tobillo deben colocarse en las siguientes posiciones: flexión, los


dedos se doblan hacia abajo; extensión, los dedos regresan a su posición nor-
mal; hiperextensión, los dedos se levantan en el aire; extensión plantar, el
pie se mueve hacia abajo lo más que se pueda; flexión dorsal, el pie se mueve
hacia arriba lo más que se pueda; abducción, los dedos se separan entre sí lo
más que se pueda; aducción, los dedos se juntan apretadamente; eversión, el
borde externo del pie se lleva hacia fuera; inversión, el borde interno del pie es
levantado hacia dentro y hacia fuera.

— El tronco debe colocarse en las siguientes posiciones: flexión, el tronco se


dobla hacia delante a nivel de la cintura; extensión, el tronco se eleva de regre-
so a la posición natural del pie; hiperextensión, el tronco se dobla hacia atrás
más allá del plano que ocupa en la posición normal del pie; flexión lateral, el
tronco doblado hacia un lado; circundicción, el tronco se mueve en círculo a
partir de la cintura.

2.1.2. Ejercicios pasivos


Son aquellos en los que la energía requerida para mover la parte del cuerpo la pro-
porciona el personal de enfermería mediante un equipo mecánico, o el paciente hacia
una extremidad afectada. Estos ejercicios solo mantienen la movilidad articular, al no
contraerse los músculos no previenen la atrofia muscular.

Los ejercicios pasivos se hacen normalmente para corregir problemas


específicos del paciente. Si la pierna del paciente gira hacia fuera, hay que
hacer hincapié en girarla hacia dentro. Para los ejercicios pasivos, el paciente

10-16
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

tomará una posición que permita libertad de movimientos a la articulación que se va a


mover.

Ejercicios pasivos para alcanzar el arco normal de movimientos.

1. Los ejercicios pasivos son realizados por la enfermera o el terapeuta en el


paciente que no puede realizarlos por sí mismo. Son adecuados los mismos
movimientos que fueron explicados en los ejercicios activos para todas las arti-
culaciones, pero debido a limitaciones de posición o del estado del enfermo, no
se obtiene el rango completo. La meta es alcanzar el mayor movimiento posible,
se ejecuta cada movimiento de tres veces a lo más que tolere el paciente. Utilice
la mecánica corporal adecuada.

2. La cabeza debe estar flexionada, extendida, hiperextendida y extendida a cada


uno de los lados.

3. El hombro debe ser flexionado, extendido, abducido y aducido y después en


rotación externa e interna.

4. El codo y el antebrazo deben ser flexionados, después extendidos, en supina-


ción y pronación.

5. La mano y la articulación de la muñeca deben ser flexionadas e hiperextendi-


das. Al mismo tiempo se pueden flexionar los dedos. La abducción y la aducción
de la muñeca se pueden efectuar al mismo tiempo que los dedos se juntan y se
separan.

6. La pierna y la cadera deben ser flexionadas hacia fuera y hacia dentro, en rota-
ción y en abducción y aducción. El tobillo debe ser flexionado hacia el dorso,
invertido y evertido. También en flexión plantar. Los dedos deben ser flexiona-
dos e hiperextendidos.

7. Con el enfermo en posición prona, el brazo puede ser hiperextendido y la cade-


ra también.

Modificaciones específicas: si el paciente presenta debilidad o limitaciones debido a


su enfermedad o a lesiones, los ejercicios deben incluir el mayor número de actividades
posibles, pero sin amenazar la movilidad actual.

Guías para proporcionar ejercicios pasivos:

1. Asegúrese que el paciente entiende la razón de hacer los ejercicios.

2. Utilizar mecanismos corporales apropiados cuando se realicen los ejercicios,


para evitar la fatiga muscular o lesionar los músculos de la enfermera y paciente.

3. Exponer solo el miembro que se va a ejercitar, para evitar aturdir al


paciente.

10-17
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

4. Sujetar las articulaciones y miembros del paciente, según sea necesario para
prevenir lastimar o lesionar el músculo. Esto se hace cogiendo la articulación
en la palma de la mano o acuñando el miembro a lo largo del antebrazo. Si
la articulación le duele (por ejemplo, en una persona artrítica, el miembro
se sujeta por las áreas musculares de encima y debajo de la articulación),
el miembro se sujeta por las áreas musculares de encima y debajo de la
articulación.

5. Utilizar un punto de apoyo firme y confortable cuando se maneja un miembro.

6. Mover las partes del cuerpo suave, despacio y rítmicamente. Los movimientos
espasmódicos causan malestar y la posibilidad de lesiones. Los movimientos
rápidos pueden causar malestar y la posibilidad de lesiones, así como espasti-
cidad (espasmos) o rigidez (dureza o tirantez) en algunos pacientes.

7. Evitar mover o forzar una parte del cuerpo por encima del grado de movimien-
to existente en el paciente. Esto puede producir daño, dolor o lesión muscular.

8. Si se padece espasticidad muscular durante los movimientos, pararlos tempo-


ralmente, pero continuar presionando suave y lentamente sobre dicha parte
hasta que el músculo se relaje. Después seguir con el movimiento.

9. Si se presenta una contractura, presionar de forma firme y lenta sin producir


dolor, para ensanchar las fibras musculares.

10. Si padece rigidez, presionar contra la dureza y continuar el ejercicio lentamente.

2.2. Ejercicios isométricos e isotónicos


2.2.1. Ejercicios isométricos
Los ejercicios isométricos ponen los músculos en acción y fortalecen los huesos. El
incremento de masa muscular eleva el metabolismo que, a su vez, quema grasa. El entre-
namiento de fortaleza, también llamado ejercicio anaeróbico, es opuesto al aeróbico,
debido a que no se requiere incremento en la producción de oxígeno.

2.2.2. Ejercicios isotónicos


También son una forma de ejercicio activo. Con estos ejercicios el músculo se con-
trae o acorta activamente haciendo que se mueva el miembro, de esta manera se aumen-
ta la fuerza y el tono muscular además de mejorar la movilidad articular.

El grado de tolerancia al ejercicio varía mucho con las personas, los pacientes deben
evitar la fatiga y el dolor cuando hacen los ejercicios. Es necesario que las
articulaciones se ejerciten en el arco completo de movimiento pero nunca
debemos forzar este cuando causa dolor o hay resistencias.

10-18
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Habitualmente un paciente que ha precisado un periodo de tiempo largo o corto de


inmovilización va a tener que reaprender a caminar. Para facilitar esta labor podemos usar
los denominados dispositivos facilitadores de marcha, que son aparatos mecánicos que
proporcionan al paciente soporte y equilibrio para realizar una deambulación cómoda.
Entre ellos podemos citar:

— Bastón: proporciona soporte y equilibrio al paciente en su deambulación a la


vez que le permite conseguir una adecuada posición y alineación corporal, así
como evitar la sobrecarga articular. Su uso es recomendado en personas con
limitación unilateral de movimientos, pérdida de equilibrio o artrosis/artritis.
El bastón se sitúa a unos 10 cm del lado sano del paciente; la marcha se ini-
cia avanzando el bastón y la extremidad afecta al mismo tiempo y después la
extremidad sana. Aparte del bastón convencional, existe el bastón multipodal
con tres o cuatro puntos de contacto con el suelo. Se usan en pacientes que
caminan con pasos cortos.

— Trípode: es una variante de bastón que ofrece mayor apoyo al tener más esta-
bilidad pero, como desventaja, al usarlo nos crea propensión a tropiezos por
parte del paciente al tener más base. Su utilización es idéntica a la del bastón.

— Balconera: también denominado andador, asegura al paciente más apoyo, lo


hace sentir más protegido pues este presenta cuatro puntos de apoyo. La mar-
cha con este dispositivo es a tres tiempos (avance de la balconera, avance de
una pierna y avance de otra pierna). Una de las desventajas es que el paciente
no puede mantener la alineación corporal correcta pues para usarlo debe flexio-
narse hacia delante.

— Muletas: procedimiento mediante el cual la persona logra una deambulación


con mayor estabilidad, reduciendo el peso que ejerce el cuerpo sobre las extre-
midades, siendo su finalidad permitir la deambulación del paciente fomentando
su independencia. Podemos hablar de dos tipos:

• Bastón inglés: se apoya en el antebrazo. Son los de uso habitual y suelen


ser de aluminio o madera. Su uso requiere tener fuerza en las extremidades
superiores para permitir la deambulación.

• Muleta canadiense: se apoya en la región axilar. Su uso es habitual en


personas parapléjicas.

3. Movilizaciones del sistema músculo esquelético. Posiciones


corporales. Procedimiento de preparación para el traslado
del paciente
3.1. Normas generales de elevación de cargas
Las normas generales de elevación de cargas están estipuladas en el Real
Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad

10-19
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

y salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular


dorso lumbares, para los trabajadores. En su Disposición Final, encomienda al Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo la elaboración de una guía técnica para la
evaluación y prevención de los riesgos relativos a la manipulación manual de cargas. En
esta guía, a efectos prácticos, podrían considerarse como cargas los objetos que pesen más
de 3 kg. En general, el peso máximo que se considera no sobrepasar es de 25 kg, siendo
la dorsolumbalgia la enfermedad laboral más frecuente relacionada con la manipulación
de cargas.

Las normas a seguir son:

— Separar los pies, uno al lado del objeto y otro detrás.

— A partir de la posición de agachado (posición de sentado), mantener la espalda


derecha (que no siempre es vertical).

— Una espalda derecha hace que la espina dorsal, los músculos y los órganos
abdominales estén en alineamiento correcto.

— Se minimiza la comprensión intestinal que causa hernias.

— Cuello y cabeza deben seguir la alineación de la espalda.

— Dedos y manos han de extenderse por el objeto para ser levantados con la
palma. Los dedos solos, tienen poca potencia.

— Acercarse al objeto, con los brazos y codos al lado del cuerpo. Si los brazos están
extendidos pierden mucha de su fuerza. El peso del cuerpo está concentrado
sobre los pies. Comenzar el levantamiento con un empuje del pie trasero.

— Para evitar la torsión del cuerpo, pues es la causa más común de lesión de la
espalda, se ha de cambiar el pie delantero en la dirección del movimiento.

— Si el objeto es demasiado pesado para una persona y necesita la ayuda de otra,


deben coordinarse entre ellas contando uno, dos, tres, arriba.

3.2. Movilización del paciente encamado


Para movilizar al paciente encamado debemos tener en cuenta su estado y conocer si
puede colaborar con nosotros o no es posible su ayuda para cambiarlo de postura.

Paciente no colaborador: realizar la movilización entre dos personas.


— Colocarse cada persona a un lado de la cama, frente al enfermo.
— Debemos colocar los pies separados así como las rodillas ligeramen-
te flexionadas.
— Retirar la ropa superior de la cama así como la almohada del
paciente.
10-20
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

— Los técnicos en cuidados auxiliares o celadores introducen un brazo por debajo


del hombro del paciente y el otro debajo del muslo. Sujetan al paciente y lo
levantan con cuidado hasta llevarlo a la posición deseada.

A la hora de movilizar al paciente a la posición deseada es preciso evitar fricciones y


sacudidas repentinas o bruscas, para lo cual este paso es mejor realizarlo con la ayuda de
una “entremetida” (sábana doblada en su largo a la mitad).

También se pueden colocar las dos personas al mismo lado de la cama, de esta
forma:

— La primera persona coloca un brazo por debajo de los hombros del paciente y
el otro brazo por debajo del tórax.

— La segunda persona desliza sus brazos a la altura y por debajo de la región glútea.

— Entonces elevan cuidadosamente al paciente hacia la posición requerida.

Paciente colaborador: En este caso con una sola persona basta.

— Nos colocaremos junto a la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su


cadera.

— Decirle al enfermo que se agarre a la cabecera de la cama y, flexionando sus


rodillas, coloque la planta de los pies apoyándola sobre la superficie de la cama.

— Colocamos nuestros brazos por debajo de las caderas del paciente.

— Se le pedirá al paciente que, haciendo fuerza con sus pies y brazos, intente
elevarse.

— Es entonces cuando el técnico en cuidados auxiliares o el celador, con sus bra-


zos, debe ayudar al enfermo a subir hacia la cabecera.

— Si el paciente se encuentra bastante ágil, puede realizar él solo esta movilización.

3.3. Movilización del paciente ayudado por una sábana


Se realiza entre dos personas, situados uno a cada lado de la cama.

— Para esta técnica nos ayudaremos de una “entremetida”.

— Se la colocaremos al paciente por debajo, de forma que llegue desde los hom-
bros hasta los muslos.

Para ello colocaremos al enfermo en decúbito lateral, lo más próximo a un


borde de la cama y meteremos la “entremetida” por el lado contra-
rio al que está girado, luego lo volveremos al otro lado y sacaremos
la parte de “entremetida” que falta por colocar.

10-21
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Una vez colocada la “entremetida”, se enrolla esta por los laterales sujetándola
cada persona fuertemente, pudiendo así mover al paciente hacia cualquier lado
de la cama evitando las fricciones.

3.4. Movilización del paciente hacia un lateral de la cama


El técnico en cuidados auxiliares de enfermería o celador se coloca en el lado de la
cama hacia el cual va a trasladar al enfermo:
— Colocar un brazo debajo del hombro del paciente, sujetándolo sobre la axila
opuesta.
— Colocar el otro brazo por debajo de la cadera, desplazándolo hacia la otra cadera.
— Si el enfermo es corpulento debe realizarse entre dos personas.
— Movilizarlo con cuidado a la posición deseada.

3.5. Giro del paciente encamado de decúbito supino a


decúbito lateral
El técnico en cuidados auxiliares de enfermería o celador debe colocarse en el lado
de la cama hacia el que va a girar el enfermo:

— En primer lugar, se desplaza al paciente hacia el lado de la cama contrario al


decúbito deseado, para que al girarlo quede el paciente en el centro de la cama.

— Se le pide al paciente que estire el brazo hacia el lado que va a girar el cuerpo y
que flexione el otro brazo sobre el pecho.

— Se le pide que flexione la rodilla del miembro que va a quedar por encima.

— A continuación el técnico en cuidados auxiliares de enfermería o el celador


debe colocar uno de sus brazos por debajo del hombro y el otro por debajo de
la cadera.

— Girar al paciente hacia el lado en que se encuentra el técnico o celador, deján-


dole colocado en decúbito lateral.

— En la posición de decúbito lateral hay que tomar precauciones con orejas,


hombros, codos, cresta ilíaca, trocánteres y maleolos para que no se produzcan
úlceras por presión.

3.6. Forma de sentar o incorporar al paciente en la cama


Para sentar un enfermo en la cama, si ésta es articulada, como son prác-
ticamente todas, basta dar vueltas a la manivela correspondiente hasta que
la elevación de la cama haga que el enfermo se encuentre cómodo y en una
postura adecuada a su estado.

10-22
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Para levantarle los hombros, el técnico o celador se coloca de cara al enfermo y de


lado con respecto a la cama. El pie más cercano se coloca atrás y la mano más lejana se
pasa por detrás de los hombros del enfermo balanceando el cuerpo hacia atrás, bajando
las caderas verticalmente de forma que el peso pase de la pierna de delante a la de atrás.

3.7. Forma de sentar al paciente en el borde de la cama


— El técnico en cuidados auxiliares de enfermería o celador adelanta un brazo, el
más próximo a la cabecera, y rodea los hombros del enfermo, y el otro lo coloca
en la cadera más lejana del enfermo.
— Con esta mano hace que la cadera y las piernas giren de modo que queden
colgando del borde de la cama.
— Con el otro brazo ayuda a erguir el tronco.
— En el momento en que se ha sentado se le debe tomar el pulso y luego se le
colocan la bata y las zapatillas.

3.8. Trasladar al paciente de la cama a la camilla o viceversa


— La camilla se coloca paralela a la cama y bien pegada a esta; nos aseguraremos
de que ambas estén frenadas.
— Previamente se habrán sacado la entremetida y el hule (salvacamas) tras haber
retirado la sábana encimera y las mantas hacia los pies.
— Si el paciente puede desplazarse bien, se le ayudará en el proceso. Si no, será
necesaria la ayuda de dos o tres personas. Se le colocarán al paciente sus brazos
sobre el tórax.
— Es importante acercarnos lo máximo posible al borde de la cama para que el
esfuerzo sea menor. La columna debe mantenerse erguida.
— Una de las dos personas se coloca en el lado externo de la camilla, y la otra en
el borde externo de la cama.
— Si existe entremetida es preferible deslizar al enfermo en vez de levantarlo. Una
vez que el enfermo está colocado en la camilla, se le tapa con las sábanas y
mantas y se arreglan el hule y la entremetida.
— Si no existiese entremetida se trasladará al paciente de la siguiente manera: se
colocan los brazos por debajo del paciente. El primero, uno por debajo de la
nuca y hombros y el otro en la región lumbar; el segundo, uno bajo la región
lumbar y otro debajo de las caderas, y el tercero, uno debajo de las caderas y el
otro debajo de las piernas.
— Los movimientos han de ser suaves y simultáneos para dar seguri-
dad al enfermo y evitar que se asuste.

10-23
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

3.9. Trasladar al paciente de la cama a la silla de ruedas


— Lo primero que hay que hacer es fijar las ruedas. Si aún así hay peligro de que
la silla se mueva harán falta dos personas, una de las cuales sujetará la silla por
el respaldo para evitar su movimiento.

— Si la cama está muy alta se colocará un escalón que sea firme y que tenga una
superficie suficiente para que el enfermo se mueva sin caerse.
— El paciente se sentará al borde de la cama y se pondrá, con la ayuda del técnico
en cuidados auxiliares de enfermería, la bata y las zapatillas (de forma que no
se le salgan con facilidad).
— Si el paciente no puede hacer solo los movimientos necesarios para sentarse
al borde de la cama se le ayudará de la manera indicada en forma de sentar al
paciente en el borde de la cama.
— La silla se coloca con el respaldo en los pies de la cama y paralela a la misma.
— El técnico o celador se coloca frente al enfermo con el pie que está más próximo
a la silla por delante del otro.
— El paciente pone sus manos en los hombros del técnico o celador mientras éste
lo sujeta por la cintura.
— El enfermo pone los pies en el suelo y el técnico o celador sujeta con su rodi-
lla más avanzada la rodilla correspondiente del enfermo para que no se doble
involuntariamente.
— El técnico o celador gira junto con el enfermo y, una vez colocado frente a la
silla, flexiona las rodillas de forma que el enfermo pueda bajar y sentarse en
la silla. Cuando la silla no es de ruedas se procede en la misma forma, pero el
peligro de que la silla se mueva es inferior.

3.10. Posiciones corporales


Nos remitimos al estudio de las mismas efectuadas en el Tema 8.

4. Riesgo de caídas, medidas preventivas


Las caídas constituyen un fenómeno frecuente entre los ancianos (13-25% de los
mayores de 65 años, 31-35% de los mayores de 85 años), más en los institucionalizados
(hasta el 50%), y con preferencia en el sexo femenino hasta los 75 años, edad en que la
frecuencia se iguala para ambos sexos.

Las caídas constituyen una causa importante de lesiones (4-8% de fracturas), de


incapacidad e incluso de muerte en los ancianos (siendo la causa principal
de muerte por lesiones en mayores de 65 años) y son indicador importante
en geriatría al definir el anciano frágil. Se conoce que en los ancianos activos

10-24
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

las caídas, aún siendo menos frecuentes, tienen peores consecuencias.

La conservación de la postura precisa de mecanismos de regulación complejos e


integrados en los que participa el sistema nervioso, cardiovascular, músculo esquelético y
sensorial. Los ancianos en general tienen más dificultades para conservar la estabilidad, lo
que se manifiesta por la existencia de una “marcha senil” o “marcha cauta” (postura rígi-
da y en flexión, pasos cortos y lentos, giro en bloque, desequilibrio, base de sustentación
ancha, pasos cortos y menor oscilación de los brazos). Además, con el envejecimiento se
pierden las respuestas protectoras normales o reflejas frente a las caídas, como la exten-
sión de manos y brazos.

4.1. Factores que incrementan el riesgo de caídas


Entre las alteraciones fisiológicas relacionadas con la edad que predisponen a las
caídas destacamos:

— Alteraciones oculares: disminución de la agudeza visual, de la capacidad de


acomodación, de la visión cercana, de la nocturna y de la periférica, disminu-
ción de la tolerancia a la luz brillante.

— Alteraciones auditivas: trastorno en la discriminación del lenguaje, aumento


del umbral del tono puro, tendencia a acumulación excesiva de cerumen.

— Alteraciones del sistema nervioso: aumento del tiempo de reacción, disminu-


ción del reconocimiento sensorial, alteración de los reflejos.

— Alteraciones del aparato locomotor: degeneración del cartílago articular y


disminución del tono muscular.

La existencia de discapacidad supone un mayor riesgo de caídas, relacionándose


estas más con las siguientes patologías: enfermedad de Parkinson, demencia, hemiplejia,
mielopatías, graves deformidades ortopédicas, y problemas cardiovasculares (síncope,
hipotensión postural, arritmias, trastornos en la respuesta vagal). Incluso se sabe de la
influencia de la hipoacusia en un mayor riesgo de caídas. También se encuentran entre
los factores predisponentes los trastornos emocionales, la depresión y la negación de las
limitaciones físicas que llevan al individuo a sobrevalorar sus capacidades evitando la
ayuda de otras personas o de dispositivos.

Además de las enfermedades, el consumo de determinados medicamentos puede


favorecer mucho la existencia de alteraciones del equilibrio y la marcha (hipnóticos,
antidepresivos, antipsicóticos, hipotensores, diuréticos), de forma tal que se afirma que el
elemento predictivo más importante de las caídas es el consumo de sedantes.

Siempre es necesario considerar la caída como posible signo de una


enfermedad grave: “caída premonitoria” dentro de la manifestación atípica
de enfermedades en el anciano.

10-25
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Se podría resumir que los factores intrínsecos más determinantes del riesgo de caí-
das son:

— Mayor de 75 años.

— Alteración de la estabilidad y la marcha.

— Caídas previas.

— Número de fármacos consumidos: cuatro o más.

— Anciano frágil. Para considerar un anciano como "frágil", debe cumplir como
mínimo tres de los siguientes requisitos: edad superior a 75 años, múltiples
patologías, polifarmacia (toma de cuatro o más fármacos), incapacidad reciente,
deterioro cognitivo, riesgo socioeconómico alto, riesgo de caídas, incontinencia
y riesgo alto de hospitalización.

— Vivir fuera del entorno familiar.

Además de estas causas de origen personal, existen factores ambientales o extrín-


secos que pueden provocar un mayor riesgo de caídas: iluminación, barreras arquitectó-
nicas, el empleo correcto de equipos de adaptación, vestimenta, calzado, condiciones del
hogar y ayudas técnicas.

Estudios en ancianos institucionalizados y en la comunidad muestran que la mayoría


de caídas son de origen extrínseco para ambos. Las actividades que realizan los ancianos
cuando ocurre la caída son actividades cotidianas normales como asearse, cambiar de
posición, andar y subir o bajar escaleras y sólo el 5-10% ocurre realizando actividades
potencialmente peligrosas.

4.2. Consecuencias de las caídas


4.2.1. Consecuencias físicas
Destacan las fracturas, ya que éstas pueden constituir una importante causa de inca-
pacidad posterior, ya que la mitad de los pacientes que sobreviven a ellas no recuperan
más la capacidad funcional que tenían previamente.

También pueden ocasionar lesiones dolorosas de tejidos blandos, hematomas sub-


durales y quemaduras o rabdomiólisis.

4.2.2. Consecuencias psicosociales


Debido a la restricción de actividad que el propio paciente o la familia establecen,
debido a la falta de confianza y a la angustia que una nueva caída producen.
Se puede desencadenar agresividad y trastornos del comportamiento, pérdi-
da de la autoestima y un aumento del aislamiento social.

10-26
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Este factor puede ser bastante importante, además hay que considerar que la mayo-
ría de las caídas en estos pacientes no suelen tener repercusiones físicas significativas. Se
habla de un “síndrome poscaída”, típico de mujeres con caídas de repetición, en las que
el miedo a caerse de nuevo incapacita para la marcha. También cambia la actitud de la
familia que suele hacerse más sobreprotectora. Se incrementa también tras las caídas el
riesgo de institucionalización.

Las caídas ocurren sobre todo en el medio domiciliario, al atardecer y por la noche.
En residencias suelen ocurrir próximas al ingreso debido a la falta de conocimiento de la
nueva ubicación y al aumento del deterioro del enfermo.

4.3. Medidas preventivas


4.3.1. Prevención primaria
Las caídas son un fenómeno prevenible en el anciano. La prevención primaria inclu-
ye medidas en:

— Hábitos de vida: mantener la capacidad funcional, programas de ejercicio, evitar


hábitos tóxicos.

— Medidas de seguridad ambiental: en el hogar y en el medio comunitario.

— Detección precoz y corrección de factores predisponentes intrínsecos y extrínsecos.

— La valoración del riesgo de caídas se debe realizar en el marco de la evaluación


geriátrica exhaustiva, centrándonos expresamente en la valoración de la marcha
y el equilibrio.

Los grupos de expertos sobre prevención recomiendan aconsejar a los ancianos y sus
cuidadores la adopción de medidas de reducción del riesgo de caídas: ejercicio, reducción
de riesgos ambientales, control de medicamentos.

4.3.2. Prevención secundaria


Ante una caída deben iniciarse medidas de prevención secundaria:

— Comprobar lesión acompañante: descartar pérdida de conciencia. Descartar


enfermedades sincopales. Algunas preguntas útiles: ¿Cuándo y dónde tuvo
lugar la caída? ¿Qué estaba haciendo en ese momento? ¿Tuvo sensación de
que se iba a caer? ¿Perdió el conocimiento? ¿Cómo se levantó? ¿Notó algún
síntoma antes de que se produjera la caída?

— Anamnesis sobre caídas previas: identifica alteraciones de la marcha, confu-


sión mental o problemas sensoriales. Se recomienda aplicar la eva-
luación geriátrica exhaustiva. Existen algunas pruebas orientadas a
la detección específica de problemas de equilibrio y marcha:

10-27
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

A) Evaluación cronometrada de estación unipodal

Se mide la duración máxima del equilibrio manteniéndose en un solo pie, sin apoyo
y sin separar los brazos. Se permiten como máximo cinco ensayos y la duración máxima
es de treinta segundos. Se considera que deben permanecer al menos cinco segundos con
los ojos cerrados.

B) Test de Tinetti

Consta de 16 ítems y valora la marcha y el equilibrio estático y dinámico. Permite


clasificar en 3 gradientes: normal, adaptado y anormal.

C) Test time up and go (levántate y anda)

Se parte de la posición de sentado y debe levantarse, caminar tres metros, volverse y


retornar a la posición sentada. Se cronometra el tiempo que tarda en hacerse: un tiempo
mayor de 20 segundos implica alto riesgo de caídas.

D) Test de Romberg

— Se coloca al paciente en bipedestación, con los pies juntos y los ojos cerrados:
se valora la dirección de la caída si ésta se produce en los treinta segundos de
duración máxima de la prueba.

— Revisar el tratamiento.

— Identificar y corregir factores ambientales. Conveniente realizar visita domiciliaria.

E) Escala Dowton

Consta de 5 ítems: caídas previas, medicamentos, déficit sensoriales, estado mental


y deambulación. Si se tiene una puntuación mayor a 2, existe un alto riesgo de caídas.

4.3.3. Prevención terciaria


Su principal finalidad es reducir las consecuencias de la caída tanto a nivel de inca-
pacidad física como psíquica evitando el síndrome poscaída.

Deben marcarse objetivos concretos y progresivos:

— Enseñar al anciano a levantarse. Evita la permanencia en el suelo después de la


caída: deshidratación, hipotermia, etc. Más del 75% de los pacientes institucio-
nalizados y el 50% en la comunidad no pueden incorporarse.

— Rehabilitar la estabilidad. Primero en sedestación, después en bipe-


destación. Programa de ejercicio.

10-28
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

— Reeducar la marcha. Ayuda dispositivos ortopédicos.

— Psicoterapia de apoyo.

5. Uso correcto de dispositivos de ayuda


5.1. Clasificación del material
5.1.1. Introducción
Para el uso correcto de los dispositivos de ayuda es preciso un adecuado conoci-
miento de estos utensilios y enseres. El cuidado que se debe tener con ellos debe ser el
adecuado para evitar su pronto deterioro. En lo referente a la conservación se debe vigilar
que esta sea adecuada a fin de que estén dispuestos en todo momento para su uso.

Finalmente, tendríamos que precisar en las definiciones de cada término lo siguiente:

— Utensilios: herramienta o instrumento de un oficio o un arte. Cosa que sirve


para el uso manual y frecuente.

• Herramienta: instrumento por lo común de hierro o acero.

• Instrumentos: conjunto de diversas piezas combinadas adecuadamente


que sirven para determinado objeto en el ejercicio de las artes y oficios.
– Instrumentos son todos aquellos materiales de los que se vale el perso-
nal sanitario para realizar exploraciones, curas e intervenciones quirúrgi-
cas.
- Normalmente es de acero inoxidable o bien de una aleación de meta-
les. Es resistente, no se oxida y el instrumental de corte tiene buen filo.
• Equipo: colección de utensilios, instrumentos y aparatos especiales para
un fin determinado, equipo quirúrgico, etc.
— Enseres: muebles o aparatos necesarios para el ejercicio de una profesión o
convenientes en una estancia. Sirven para mejorar la comodidad en el trata-
miento o traslado de los pacientes.
• Mueble: cada uno de los enseres móviles que sirven para los usos necesa-
rios o para decorar casas, oficinas y todo género de locales.
• Aparato: conjunto organizado de piezas que cumple una función deter-
minada.

5.1.2. Clasificación por sus características y duración


Los materiales se pueden clasificar según las características y duración
de los mismos en:

10-29
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Material fungible: se caracteriza porque se deteriora con el uso, en algunos


casos es frágil y por lo tanto tiene una corta vida. Se trata de materiales que por
sus características no son inventariables.
• Podría ser un material desechable, es decir, que tiene
un solo uso. Guantes de latex o plástico, bisturís.
• Podría ser un material reutilizable que después de su
limpieza y esterilización vuelve a ser utilizado. Se refie-
re al material de plástico, tijeras, etc.
— Material inventariable: se trata de materiales que tienen una larga vida y por lo
tanto un carácter más definitivo. Por ello forman parte del inventario del centro,
aunque tengan un cierto desgaste y deterioro. Se refiere al material en general,
camas, mesas, mesillas, sillas, vitrinas, aparatos, máquinas, etc.

5.1.3. Clasificación por su peligrosidad infectiva


Debemos de clasificar el material por su peligrosidad infectiva en:
1. Producto sanitario crítico: requiere una total asepsia. Es instrumental que
temporal o definitivamente va a quedar en el organismo, entra en contacto
con el sistema vascular o zonas estériles del organismo (implantes, catéteres,
instrumental quirúrgico, prótesis, válvulas cardíacas, hilos de sutura, material
quirúrgico, material de curas, etc.). Estos deben ser sometidos a esterilización.
2. Producto sanitario semicrítico: debe estar desinfectado. No es necesaria su
esterilización. Es aquel que entra en contacto con piel no intacta y mucosas
(endoscopios, tubos endotraqueales, gorros, mascarillas, etc.). Estos deben ser
sometidos a desinfección intermedia.
3. Producto sanitario no crítico: está rigurosamente limpio. En la medida de lo
posible desinfectado. Es aquel que entra en contacto con piel íntegra, pero no con
mucosas, o no toca directamente al paciente (manguitos de tensión, termómetros,
ropa, orinales, cuñas, etc.). Debe ser sometido a limpieza y/o bajo nivel de desin-
fección. Debe ser desinfectado o esterilizado en el caso de que dicho material haya
estado en contacto con enfermos que padecen enfermedades contagiosas.
Pasaremos, a continuación, a ofrecerles la imagen de los diferentes utensilios y ense-
res, así como la descripción de sus usos.

5.2. Utensilios
5.2.1. Instrumentos de exploración
• Estetoscopio o fonendoscopio

Es un amplificador del sonido utilizado para la exploración de aparatos


y órganos.

10-30
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Está provisto de una membrana sensible a los ruidos respira-


torios, cardiacos, abdominales, etc. Incluido con ambos diafrag-
mas: de campana y de disco liso.
Existe una variante de estetoscopio llamado estetoscopio de
Pinard, utilizado para la auscultación del latido cardiaco fetal en
las embarazadas.

• Espejo frontal
Es un espejo redondeado y cóncavo, con un agujero central
que se sujeta con una correa a la cabeza del médico y se conecta
a una fuente de luz para iluminar la zona que se quiere explorar.
En la figura se aprecia un espejo de Clar.

• Espejillo laríngeo
Es un espejo redondeado y con mango que permite visuali-
zar la entrada a la glotis y las cuerdas vocales verdaderas en una
imagen invertida.
Debe calentarse a la llama de un mechero para evitar que se
empañe.

• Lupas quirúrgicas
Las lupas quirúrgicas son usadas de manera muy parecida a
anteojos con la finalidad de amplificar el campo quirúrgico. Debido
a que son menos difíciles de manejar que el microscopio quirúrgico,
las lupas son empleadas para aquella cirugía que no requiera del
grado de amplificación que proporciona el microscopio. El algunos
procedimientos tanto el cirujano como la enfermera instrumentista pueden necesitar el
empleo de lupas. Esta circunstancia se da frecuentemente en la cirugía de mano.

• Diapasón
Es un instrumento de metal provisto de un mango y dos
ramas que vibran al golpearlo.
Se utiliza para la exploración de la audición, para explorar la
transmisión del sonido por vía ósea y aérea.

• Esfigmomanómetro o tensiómetro
Consta de un manguito o brazalete hinchable, un
manómetro de presión y una pera:
10-31
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Un manguito para enrollar alrededor del brazo, que se llena de aire ejerciendo
una presión sobre el mismo hasta colapsar el paso de la sangre por las arterias.
— Un manómetro que mide la presión que hay dentro del manguito. El manó-
metro puede ser columna de mercurio o reloj. El primero es más preciso que el
segundo y suele utilizarse a la cabecera de la cama del enfermo.
— Una pera de goma para inyectar el aire en el manguito. La pera dispone de una
válvula que permite regular la entrada y salida de aire en el manguito.
Existen tres tipos de aparatos para medir la presión arterial:
— El esfigmomanómetro de mercurio: es el más exacto y menos expuesto a
errores, para su uso se requiere un fonendoscopio.
— El esfigmomanómetro de aire: es el más utilizado y es también un aparato
preciso e igualmente necesita de un fonendoscopio para su uso.
— El aparato electrónico: este tipo de aparato se utiliza mucho para realizar el
autocontrol, no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso
incorporado, es de fácil manejo. Se trata de un aparato muy sensible a los ruidos
y a los movimientos, para que los valores obtenidos sean exactos, es necesario
que el brazo no se mueva y que no se hable.

• Otoscopio
Para la exploración visual del oído externo se utiliza un otosco-
pio y un espéculo auricular.
Se observan por visión directa la estructura y las alteraciones
del oído por dentro.

• Laringoscopio
Para la exploración visual de la cavidad laríngea y
cuerdas vocales.

• Rinoscopio y espéculo de nariz


Para la exploración interna de las fosas nasales.

• Pelvímetro
Instrumento para la medición de la pelvis.

10-32
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Lancetas estériles
Son desechables. Se usan para efectuar punciones capilares.

• Depresor de la lengua
Pieza generalmente de madera utilizada para la visualización de cavi-
dad bucal.

• Martillo de reflejos
Usados para la exploración de los reflejos ósteo-tendinosos.

Lleva anexos, una aguja y un pincel para explorar la sensibilidad.

• Tonómetro

Se utiliza en oftalmología para medir la córnea y las lesiones en los ojos.

• Broncoscopio
La broncoscopia se utiliza para diagnosticar o tratar procesos que afecten al árbol
tráqueobronquial. Un broncoscopio es un instrumento largo, delgado y hueco, a
través del cual se puede reflejar la luz y se pueden realizar exámenes visuales de las
ramificaciones.

Visor

Tubo de fibra óptica de la


fuente de luz frío

Tubo de aspiración
Canal de de esputos
visualización
Tubo broncoscópico flexible

Canal de luz

Canal abierto

Tubo de aspiración

10-33
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

5.3. Herramientas e instrumentos


En las Instituciones Sanitarias son muchos y muy variados los instrumentos que se
utilizan, dadas las diversas patologías o enfermedades de los pacientes. De entre ellos,
destacaremos solo los de uso más frecuente:

• Bolsa de agua caliente


Son utensilios de goma que se suelen utilizar para dar calor a los enfermos en aque-
llas zonas del cuerpo que se requiera.

• Bolsa de hielo
Son, también, instrumentos de goma que se utilizan para bajar la temperatura a los
enfermos cuya patología así lo aconseje. Se usan cuatro o seis bolsas de hielo situadas bajo
los brazos, entre las piernas pero no cerca de los genitales, y a lo largo de la columna verte-
bral. Para proteger la piel conviene colocar una toalla delgada que cubra la superficie de la
piel sobre la que se aplican directamente las bolsas.

• Cuña

Son utensilios, generalmente plásticos, que se usan para


retirar la orina y las excretas a los enfermos encamados que no
puedan evacuar de otra forma. Pueden ser metálicos o de cartón
piedra (desechables).

La cuña se emplea para la defecación, en el hombre y en la mujer, la micción en la


mujer.

• Conejo

La botella se usa para la micción en el hombre. Puede ser de


vidrio, plástico o de cartón piedra (desechable).

• Mortero

Se utiliza para triturar los comprimidos, no las cápsulas, hasta que


quede un polvo fino.

• El balde

El uso del balde (sobre ruedas) se limita a las gasas


usadas durante la operación. El resto de los desechos se
coloca en otros recipientes más grandes.
10-34
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Sondas

Instrumento en forma de varilla tubular que se introduce en


cavidades naturales o patológicas con fines diagnósticos o terapéu-
ticos. Las hay de muy diversos tipos. Están fabricadas, generalmen-
te, de látex o silicona. Su uso por el Celador se limita al transporte
de estas, ya que es el personal sanitario el que las coloca o retira del
cuerpo del paciente. Las de uso más frecuente son:

— Sonda de oxígeno nasal.

— Sonda uretral.

— Sonda nasogástrica.

— Sonda rectal.

— Sonda de lavado gástrico.

La nutrición por sonda (enteral) es una manera de tomar alimentos a través de


una sonda que se introduce por la nariz y se desliza hasta el estómago o bien que se
implanta directamente en el estómago, en enfermedades que impiden deglutir correc-
tamente, situaciones de importante pérdida de apetito, estados de confusión.

Los alimentos están en forma líquida y contienen el mismo valor alimenticio (proteí-
nas, vitaminas, hierro, calcio, energía...) que una dieta normal y equilibrada.

Se aplican con una bomba de infusión.

El equipo necesario desde la alimentación a la


sonda es:

— Cámara de goteo.

— Ruedecilla.

— Conector.

• Férulas

Son tablillas de madera, hierro, cartón, alambre,


etc., rígidas y flexibles, que se aplican para mantener en su posición partes movibles o
desplazadas, especialmente huesos fracturados o luxados.

10-35
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Mascarillas

Sirven para filtrar el aire tanto inspirado como espirado. Pueden


ser de algodón, gasa, etc., o desechables de papel. Deben usarse una
sola vez, no dejándolas debajo del mentón, mientras no es necesario
usarlas. Se deben cambiar cuando se humedecen, pues esto facilita el
paso de gérmenes.

Se utilizan también para la administración de oxígeno


medicinal a los pacientes, siendo éstas rígidas.

• Ambú
Respirador manual portátil o resucitador.

• Jeringas y otros útiles sanitarios


Generalmente son de material desechable (válidas para un solo uso). En aquellas
intervenciones que requieran su uso directo sobre el cuerpo del paciente es el personal
sanitario el que las manipula. Su utilización por el Celador se limita a su transporte.

• Armazón de Bolkan

Es un cuadro de metal que va a lo largo de


la cama y se sostiene por un asta a cada lado
(cabecera y pie). En el centro hay un trapecio
para que el enfermo se pueda apoyar en él para
incorporarse.
Se llama también cuadro balcánico. El monta-
je y desmontaje del mismo corresponde al celador.

• Cubos de limpieza
Se emplea para el fregado: se realiza después de proceder a la eli-
minación del polvo. En los hospitales esta operación se hace siguiendo
la técnica de doble cubo: el cubo limpio es de color azul y el cubo rojo
es el cubo sucio.

• Soportes
Dispositivos en los que se colocan materiales diversos:
— Sueros.

— Bombonas de gasas.

10-36
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

— Irrigadores.

— Balas de oxígeno, etc.

5.4. Enseres
5.4.1. Aparatos
• Bala de oxígeno medicinal

El oxígeno medicinal se puede suministrar en bombo-


nas de oxígeno (grandes), balas de oxígeno (pequeñas) y a
través de las tomas centralizadas de las habitaciones, que
son de color gris plateado.

Las balas son cilindros de acero, de mayor o menor


capacidad, donde el oxígeno está a una presión superior a
la atmosférica y a una temperatura de 21°C.
Suelen estar almacenadas en un lugar especial del hos-
pital a cargo de los mecánicos.
Se utiliza para suministrar oxígeno medicinal o puro
a los enfermos cuyo tratamiento así lo requiere. Su utili-
zación se limita, prácticamente, al transporte de enfermos
en ambulancias y a los traslados del enfermo o en los casos de urgencia.

Vienen señalizadas con una cruz roja en un círculo blanco para ser distinguidas del
oxígeno que no se puede aplicar a los pacientes.

• Manorreductor de bala de oxígeno

Como su nombre indica, se utiliza para reducir la presión de la


bala de oxígeno.

• Caudalímetro, flujómetro o medidor de flujo

Indica y controla la cantidad de oxígeno expulsado


en litros por minuto.

Se acciona mediante un regulador (una ruedecilla


o llave de paso) y la cantidad es marcada, bien por una
“esfera o bolita de mercurio” flotante que lleva el flujó-
metro o mediante una esfera graduada.

10-37
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Necesita el empleo de un depósito de agua destilada llamado burbujeador, humec-


tador o humidificador.

• Sistemas de infusión

Son sistemas de infusión aquellos aparatos que ayudan a


administrar fármacos o nutrición por vía enteral o parenteral
mediante un sistema de presión.

Estos sistemas se pueden clasificar en controladores y bombas.

Los controladores son utilizados para la administración de solu-


ciones fluidas por vía intravenosa. Las bombas proporcionan mayor
exactitud y seguridad y permiten la administración de soluciones con
mayor viscosidad.

Se componen de asa de transporte, indicadores de conexión a la red con batería,


pulsadores y protección contra derrames y fluidos.

• Optotipo (escalas de visión)

Se emplea en la consulta de oftalmología y pediatría y


sirve para graduar la visión de los pacientes.

Puede ser infantil o de adulto.

Utiliza los colores rojo, azul, amarillo y verde, para res-


ponder a la preguntas que realice el facultativo.

Dispone de una especie de reloj central y letras o sím-


bolos para identificar por el paciente, que serán de diferentes
tamaños para comprobar el grado de visión.

• Negatoscopio

Consiste en una pantalla luminosa constituida por un cris-


tal esmerilado y alumbrado por detrás, sobre el cual se ponen
radiografías u otros clisés para observarlos por transparencia.

• Equipamiento de anestesia

En cada quirófano se encuentran el carro de


anestesia, el monitor, el carro de material anestésico
y los asientos. En la mayoría de los casos, éstos se
ubican a la cabecera del paciente.

10-38
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Incubadoras

Son dispositivos para colocar a los recién nacidos que en


el momento del nacimiento no alcanzaron el grado de madu-
rez necesario para sobrevivir.

Se utilizan para recién nacidos prematuros o para recién


nacidos a término que padecen alguna patología.

Mantiene una temperatura adecuada (36,5-37°C) el


grado de humedad necesario, la concentración de oxígeno y
un ambiente reducido en microorganismos, que lo mantiene
a salvo de contraer infecciones.

Se limpia con agua y jabón, con un desinfectante y se


somete a esterilización.

• Lámparas de hendidura

Se utiliza en oftalmología para medir la córnea y las


lesiones en los ojos.

• Pesabebés
Se utiliza para pesar a los recién nacidos y a los bebés.

• Desfibrilador
El desfibrilador es una unidad que genera un impulso eléctrico, utilizándose durante
un paro cardíaco para intentar restablecer el latido de dicho órgano. La unidad posee dos
paletas, las cuales son colocadas sobre el pecho del paciente y activadas mediante botones
ubicados en sus manijas. Al utilizar el desfibrilador, todo el personal deberá alejarse del
paciente para evitar ser electrocutado.

• Fuente de luz de fibra óptica


La fuente de la luz de fibra óptica constituye la fuente motriz
de todos los instrumentos y equipos de fibra óptica. Durante la
conexión del cable a la fuente de luz, el dial de intensidad lumínica
debe estar en su punto más bajo, y la unidad debe encontrarse
apagada. Una vez que el cable ha sido conectado, la unidad podrá
ser encendida y la intensidad aumentada al nivel deseado. Para
prevenir el daño de la unidad, la intensidad de la luz deberá ser
disminuida antes de ser apagada.

10-39
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Frontoluz
El frontoluz es utilizado en toda ocasión en la cual el ciru-
jano o el otorrinolaringólogo requieran una intensa iluminación
en un área pequeña como puede ser la faringe, el oído o la nariz.
El frontoluz puede ser de fibra óptica o del tipo incandescente.
Posee además un cable que será conectado a la fuente motriz
por la enfermera circulante, luego de que el cirujano se haya
cepillado y colocado la vestimenta quirúrgica.

• Podoscopio
Se emplea en rehabilitación y traumatología, en los problemas
con los pies.

• Portachasis
Para la sujeción del chasis, en donde se realizará el negativo
de la radiografía.

• Electroencefalógrafo
Aparato que permite amplificar los impul-
sos eléctricos que derivan del cerebro y registrar-
los en un papel, similar al del electrocardiógrafo.
El registro gráfico de las corrientes eléctri-
cas generadas en el músculo activo se deno-
mina electromiografía. Estudio y tratamiento
bioeléctrico de las señales del nervio y músculo.
Su aplicación sirve para el diagnóstico del siste-
ma nervioso periférico.

• Electrocardiógrafo
Aparato que permite amplificar los impulsos eléctricos que derivan del corazón y
registrarlos en un papel, similar al del electroencefalógrafo.
El registro gráfico de las corrientes eléctricas producidas por la actividad del corazón
activo se denomina electrocardiografía.
— ECG (electrocardiograma)

Trazado gráfico de las corrientes eléc-


tricas originadas por la acción cardiaca,
constituido por una línea quebrada por
ascensos y descensos correspondientes
a la actividad cardiaca.

10-40
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Pulsioxímetro
El pulsioxímetro suministra determinaciones rápidas y fiables de la SpO2, la frecuen-
cia cardiaca y la intensidad del pulso. El monitor admite oximetría, que mide y presenta
continuamente el porcentaje de saturación de oxígeno (%SpO2)
en la sangre arterial y la frecuencia cardiaca (FC).

5.4.2. Equipos o dispositivos para la movilización


o desplazamiento del paciente
• Camilla
Cama estrecha y portátil para trasladar enfermos o heridos. Se utiliza para trasladar al
paciente, básicamente en urgencias y en los traslados a la planta cuando no puede ir en
silla de ruedas, también se utiliza para trasladar los cadáveres
al mortuorio.
Existen varios tipos dependiendo de su lugar de utiliza-
ción, como se comentará más adelante.

• Silla de rueda
Es una silla con ruedas plegable con una estructura en
tubo de acero y reposabrazos abatibles y desmontables y reposapiés
desmontables y giratorios hacia dentro. El peso aproximado de una
silla de ruedas es de 17,4 kilogramos.
La silla de ruedas dispone de dos ruedas grandes y dos ruedas
pequeñas para facilitar el traslado y la movilidad del paciente. Exis-
ten varios tipos dependiendo de su lugar de utilización.
La silla de ruedas que se emplea en las ambulancias sin Silla de ruedas de
embargo puede ser de dos o cuatro ruedas pequeñas y se uti- ambulancia
liza para bajar los pacientes por las escaleras, no siendo idónea
ni cómoda para emplearla en los traslados en la institución
hospitalaria.

• Cuna portátil

La cuna es un mueble que se utiliza para aco-


modar a los recién nacidos. Generalmente es de
plástico. Es de fácil limpieza (agua y jabón con un
desinfectante) y se puede someter a esterilización.

Con un armazón soporte se utiliza como


un equipo para el desplazamiento de los recién
nacidos.

10-41
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Grúa para pacientes

Es un elevador hidráulico, que puede levantar a una perso-


na y moverla, por ejemplo, para pasarlo a una camilla. Algunos
modelos tienen refuerzos de lona que se ajustan debajo de los
glúteos del paciente y detrás de su espalda para proporcionarle
apoyo. Este elevador puede utilizarse para ayudar a un paciente a
entrar y salir de la bañera y a acostarse o a salir de la cama.

Tener precaución ya que algunos modelos pueden ladearse


fácilmente. Es importante contar con la ayuda suficiente para
llevar a cabo el procedimiento con seguridad y vigilar tanto el ele-
vador como el paciente. Abrir el ángulo de apoyo del elevador cuando esté con el paciente.

Colocar un arnés (slings) al paciente para facilitar la sujeción.

La capacidad máxima de carga en todos los casos de utilización de “slings” es de


150-180 kg. El paciente puede ser levantado un metro por encima del nivel del suelo. Las
ruedas pivotantes disponen de freno. El giro del gancho de sujeción es de 360°.

La grúa como elemento de apoyo al personal, se utiliza para llevar a cabo todos los
traspasos de pacientes pesados, inmóviles, con el mínimo esfuerzo.

Como grúa camilla también es sencilla de emplear. El bastidor de la camilla se coloca


alrededor del paciente y las correas de soporte pasan delicadamente por debajo con la
ayuda de una regla antes de usarlas. El paciente puede entonces ser elevado para su tras-
paso, para realizar cuidados en zonas de mucha presión o para hacer la cama, sin tener
que rodar al paciente o ser molestado.
Dispone de un manillar en el bastidor móvil para poder
colocar al paciente en diferentes posiciones. Erguido antes de
bajarlo a una silla o reclinado antes de bajarlo a una cama. Se
equilibra manualmente.
La grúa funciona con batería recargable.
Todo personal que moviliza pacientes debe saber mane-
jar la grúa.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Bipedestador estático con 4 ruedas


Bipedestador compuesto por: una base con 4 ruedas con
frenos autoblocantes, apoyos para los pies regulables horizon-
talmente y con sujeciones de velcro, topes de rodillas contor-
neadas regulables individualmente, apoyos pélvico y de pecho
regulables, cinchas de fijación con velcro y controles laterales
ajustables.

Dispone igualmente de una bandeja ajustable en altura e


inclinación con recipiente para líquidos u objetos pequeños.

Este bipedestador, regulable en altura de 74 a 94 cm, está


diseñado para niños de 5 a 10 años.

• Bipedestador inclinable de prono

Bipedestador inclinable de prono que puede alcanzar la posición vertical, compuesto


por: una base con 4 ruedas con frenos autoblocantes, apoyos para los pies con regulación y
graduación independiente y cinchas con velcro para su fijación, topes de rodillas contornea-
dos con regulación independiente, controles de pelvis y tronco articulados y regulables en
altura y profundidad con cinchas de velcro.

Dispone igualmente de una bandeja regulable en altura y profundidad y graduable en


inclinación, con una barra extensora de miembros superiores y dos apoyos extensibles para
los antebrazos.

Este bipedestador está diseñado para niños de 1 a 8 años de edad.

• Los andadores

Proporcionan un apoyo muy estable que resulta de gran utilidad a las personas con
problemas de equilibrio o afectadas por debilidad, dolor o rigidez en ambos lados del
cuerpo. Sin embargo, los andadores suelen dificultar el movimiento de los pies y solo
permiten una marcha muy lenta.

Suelen estar hechos de aleación ligera y resistente y están provistos de unos tacos de
goma en los extremos de las patas para evitar deslizamientos. Con frecuencia llevan ruedas
en las patas delanteras para mejorar su maniobrabilidad, aunque pueden ser sin ruedas con
cuatro puntos de apoyo fijos.

El paciente agarra la parte superior del andador a cada lado, mueve el andador hacia
delante y después da un paso dentro de él. La desventaja es que no favorece
el alineamiento corporal y el movimiento para caminar normal, puesto que
el paciente debe inclinarse hacia delante para mover el andador. También se
conoce con el nombre de andadera.

10-43
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Bastones

Están indicados para pacientes con debilidad


o dolor de un solo lado. Son de altura ajustable.
Se ajustan al antebrazo, con apoyo en la parte
inferior del codo (baston inglés o muleta de Lofs-
trand) (Figura A).
Simplemente se agarran (fritz o bastón). Den-
tro de los bastones pueden tener uno, tres o cuatro
extremos o patas que le proporcionan una amplia base de apoyo (Figura B).

• Muletas
Permiten una mayor movilidad que los andadores, pero solo
sirven para personas capaces de soportar su propio peso.

Es un excelente recurso para el paciente con problemas de deam-


bulación, siempre que se sigan las pautas básicas para su correcta
utilización y se tomen las medidas oportunas para prevenir accidentes.
El uso de muletas requiere destreza y entrenamiento, es indispensa-
ble que el paciente desee andar y tenga paciencia para un correcto
aprendizaje.

Las muletas siempre deben disponer de tacos de goma que aseguren su adherencia
al suelo e impidan que resbalen. Para deambular con muletas, debe usarse un calzado
con suela antideslizante.
Cómo se usan las muletas:

— Marcha con cuatro puntos de apoyo: los pies y las con-


teras están bien separados, y se mueve un punto de apoyo
cada vez. Existen dos secuencias posibles: muleta derecha,
pie izquierdo, muleta izquierda, pie derecho o muleta dere-
cha, muleta izquierda, pie izquierdo, pie derecho.

— Marcha con tres puntos de apoyo: las muletas se adelan-


tan al mismo tiempo y la persona balancea el cuerpo sobre
uno o ambos pies, el peso pasa a las muletas mientras los
pies basculan.

— Marcha sobre dos puntos de apoyo: el individuo adelan-


ta el pie izquierdo y la muleta derecha al mismo tiempo y
a continuación adelanta el pie derecho y la muleta izquierda.

— Marcha en trípode o balanceada: consiste en adelantar simultá-


neamente ambas muletas y luego balancear el cuerpo hasta que
los pies lleguen hasta ellas o un poco por delante. Inmediatamente

10-44
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

se adelantan las muletas y se repite movimiento oscilatorio. Se emplea cuando


el paciente no puede mover los miembros inferiores (paraplejia).

4.4.3. Mobiliario
• Arañas o luces quirúrgicas (cialíticas o escialíticas)
Para conseguir una buena iluminación, se utilizan lámparas
escialíticas que son artefactos eléctricos cuya fuente de luz es
intensa y se proyecta sobre un espejo cóncavo; los rayos reflejados
se entrecruzan y dan un foco central de luz intensa rodeado de una
zona también iluminada (luz focal sin sombras).
La interposición de un objeto entre la lámpara escialítica y la
mesa de operaciones no da sombra.
Estas lámparas escialíticas penden de un brazo articulado que se apoya sobre un riel
fijo en el techo, paralelo a la mesa de operaciones o cuelgan libremente del cielo raso,
que permite ajustarse con libertad a cualquier posición o ángulo sobre la mesa quirúrgica
y una fácil movilidad.

• Biombo
Mampara plegable con varios bastidores articulados. Separan una unidad de paciente
de otra, dentro de la misma habitación. Se utiliza para procurar intimidad al paciente en
determinados momentos.

• Mesa de operaciones

La mesa es totalmente ajustable en todas las direcciones a fin de crear las posturas
requeridas para las diferentes posiciones quirúrgicas. Usualmente los accesorios de la
mesa se guardan en el armario de quirófano. Para su traslado se utiliza un “transfer”.

• Mesa de Mayo

Se utiliza para ubicar el instrumental que será usado frecuentemente durante una
operación determinada. Es de acero inoxidable y lisa. La mesa es cubierta antes de la ciru-
gía y se le sitúa directamente sobre el paciente, pero no en contacto con él.

También se le denomina “cigüeña” por su forma aparente.

Dispone de un sistema hidráulico para elevación y descenso


accionado a pedal, para poder adaptarse a la altura que sea precisa.

10-45
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Mesa accesoria

En ella se ubican los materiales e instrumental complementarios para una ope-


ración determinada. Antes de comenzar el procedimiento, sobre la mesa se abre un
paquete de ropa estéril y allí se depositarán los materiales accesorios. Una vez vestida,
la enfermera instrumentista arregla los materiales de una manera ordenada.

• Gotero con pie o soporte de sueros

Instrumento compuesto de una varilla metálica para la suje-


ción de un envase de cristal o plástico y este, utilizado para sumi-
nistrar a los enfermos, por vía intravenosa, medicamentos. Tam-
bién se le conoce con el nombre de “árbol”.

También puede ser portátil (es decir, provisto de rue-


das para su desplazamiento) o adaptable a la cama. Cons-
ta de un tubo metálico hueco, cuya parte superior termina
en dos pequeñas perchas, de las que se cuelgan las solu-
ciones intravenosas. La altura es regulable por medio de
un dispositivo situado en el tubo vertical del portasueros.

El “pie de gotero” es la parte inferior con o sin ruedas


y “el palo de gotero” es la varilla que puede variar la altura.

• Escabel

Pequeña banqueta para ayudar a los pacien-


tes a realizar movimientos de subir o bajar, y para
tener los pies en alto cuando se está sentado.
Observar el dibujo de la derecha.

• Altillo o banquillo de dos tramos

Se utiliza para coger objetos que estén a una


altura superior en una estantería. Normalmente
tiene dos tramos pero también existen los altillos
o banquillos de tres tramos.

• Cómodo

Es una variante de la silla de ruedas y se


utiliza para que el paciente pueda orinar o
defecar, sin necesidad de tener que desplazarse
al cuarto de baño.

10-46
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

No está pensada para efectuar grandes desplazamientos ni para salvar desniveles,


sino simplemente como lugar de reposo.

• Sillón de reconocimiento

Se utiliza en diferentes consultas para el reconocimiento de


pacientes: otorrinolaringología, oftalmología y odontología.

• Diversos tipos de carros

Carro porta-bandejas Carro térmico de cocina Carro auxiliar

Carro de yesos Carro para ropa limpia Carro ropa sucia

• Carros de curas

Son de metal. Permiten el transporte del material que es necesario para realizar una
cura. Deben estar equipados para ser utilizados en cualquier momento. En los carros de
curas hay dos bandejas que se distribuyen de la siguiente manera:

a) Bandeja superior: en ella se dis-


pone el material estéril: compresas,
gasas, apósitos, paños de campo,
caja de curas, suturas, guantes esté-
riles, pinzas porta-algodones sumer-
gidas en un antiséptico, frascos con
antisépticos locales (alcohol, agua
oxigenada, povidona yodada, etc.).

Carro de curas

10-47
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

b) Bandeja inferior: en ella se coloca el material:

— De fijación: esparadrapo de tela de distintos anchos, esparadrapo hipoalér-


gico y vendas.

— De protección: hule y celulosa.

— Jeringas y agujas desechables, tubos de gasas y algodón hidrófilo.

Aunque el enfermero y el axiliar de enfermería son los responsables directos


del carro de curas, el celador debe tener los conocimientos mínimos sobre el material
que contiene.

• Carro de parada

Compuesto de un carro auxiliar y una tabla de parada para ser utilizada en el


momento que sea necesario aplicar una RCP a un paciente.

Este carro entra en la habitación del paciente para socorrerlo.

Carro de parada
Tabla de parada

• Carro de medicación
Se utiliza para llevar la medicación de unidosis de los pacientes
hasta planta.

• Cabinas de bioseguridad
Se utilizarán por el personal técnico o el que trabaje en un labo-
ratorio o farmacia, cuando se den los siguientes casos:
— Cuando se realicen procedimientos o técnicas con gran riesgo de producir aero-
soles, como centrifugación, homogeneización, agitación vigorosa, apertura de
recipientes con microorganismos liofilizados, etc.

— Cuando se trabaje con grandes volúmenes de microorganismos. El personal


usará guantes y mascarilla durante la realización de estas técnicas.

— En la preparación de medicamentos.

10-48
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

En determinadas ocasiones, se debe utilizar además el equipo de aislamiento.


Se utilizarán cabinas de seguridad de las clases 1, 2 y 3.

Los Citostáticos se preparan en una cabina de flujo laminar vertical de clase 2.

5.5. La cama hospitalaria


5.5.1. Características
La cama es un mueble constituido por cuatro patas o puntos de apoyo y un somier
sobre el que se coloca un colchón y se utiliza para dormir o para mantener un enfermo en
reposo.
Las camas hospitalarias deben disponer de ruedas obligatoriamente.

Para el paciente la cama se convierte en algo más que en un lugar de reposo. En


ocasiones, se verá obligado a permanecer en ella durante largos períodos de tiempo, a
veces, las 24 horas del día.

Algunas de sus características son:

— En general, están hechas de tubos huecos, fácilmente lavables, para facilitar su


limpieza y desinfección.

— Suelen estar equipadas con ruedas en cada pata y pueden tener tres o cuatro,
con sistema de freno para bloquearlas. Esto facilita el desplazamiento, tanto en
la unidad en que está ingresado el paciente como de un servicio a otro, estando
dos ruedas enclavables. El diámetro de las ruedas será de 150 mm, con frenado
simultáneo y bloqueo unidireccional de una de ellas, accionada por pedales de tres
posiciones. Las de atención domiciliaria no disponen de ruedas al no desplazarse.

— Cabezal abatible.

— El somier puede estar dividido en segmentos móviles o planos, que pueden


cambiar de posición al ser accionados con una manivela o mediante un mando
a distancia si dispone de motor.

— Número de planos:

El número de planos puede ser muy variable, si bien lo más


común, es encontrarnos de 2 a 4 planos.

10-49
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Cuando son dos el número de planos, solo se articula el tronco, mientras que
el plano de las piernas permanece estático.

Cuando los planos son tres, (dibujo de abajo), tronco y piernas se articulan.
También podría ser que el plano de la zona de los glúteos permanezca estático.
En este caso, las piernas suben estiradas.

Lo más funcional y anatómico, es que el número de planos sean 4. De esta manera


las piernas suben dobladas y no tiran de la cadera.

• Ventajas

El enfermo puede incorporarse, esto permite:

— Llevar una vida más activa que tumbado. Ver la televisión, leer o simplemen-
te conversar es una tarea más compleja si se está tumbado.

— Favorece la respiración y evita los problemas respiratorios derivados de perma-


necer tanto tiempo tumbado.

— La ingesta de comida se realiza sentado, en una cama convencional hay que


incorporarle con la ayuda de otra persona o el esfuerzo del paciente por mante-
ner el tronco erguido.

— Dificulta la formación de escaras (heridas en la piel derivadas de


estar mucho tiempo en la misma posición) al cambiar continua-
mente la postura y por tanto los puntos de apoyo.

10-50
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

— Al incorporar el tronco, poner de pie al enfermo es mucho más sencillo, ya


que solo tenemos que mover las piernas hacia el suelo.

— Las dimensiones de la cama, suelen ser:

• 80-90 cm de anchura.

• 180-200 cm de largo.

• 70 cm de altura en cama fija (sin colchón).

Su emplazamiento debe ser aquel que nos permita acceder fácilmente a ella por
tres de sus lados. El cabecero de la cama está en contacto con la protección de la
pared.

Las distancias estándar de las camas, dentro de la unidad de hospitalización son:


• 1,20 metros entre cama y cama.
• 1,12 metros desde la cama a la pared.
— El colchón utilizado es, generalmente, de una pieza y duro, para facilitar un
buen soporte del cuerpo. Sus medidas serán de 190 x 80 cm normalmente.
Existen, sin embargo, otros tipos de colchones con indicaciones concretas.
— Se suele cubrir el colchón con una pieza impermeable y flexible, para protegerlo
de las posibles secreciones del paciente.
— La lencería ha de ser lo suficientemente amplia para poder sujetarla correcta-
mente al colchón. Debe ser resistente a lavados frecuentes, pero no áspera.

5.5.2. Tipos de camas


Según las necesidades específicas de los pacientes, se utilizan diferentes tipos de
camas, independientemente de que sean manuales o eléctricas.
En general podemos distinguir dos grupos:
Uno lo componen las camas de descanso, destinadas a la estancia del paciente por
largos períodos de tiempo.
Las camas especiales, para pacientes complejos.

A) Camas de descanso
• Cama de somier rígido
La cama metálica de somier rígido consta de
un somier rígido, sin articulaciones. En algunos
modelos puede elevarse la parte de la cabeza,

10-51
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

mediante un sistema de torno accionado por una manivela, llegando a tener un plano.
Actualmente no se utiliza.

• Cama articulada
Las camas articuladas son aquellas divididas en diferentes planos, y que de manera
voluntaria podemos cambiar el ángulo de estos para cambiar la postura del enfermo. Se
llama también cama Nelson.
Consta de un somier metálico, formado por dos-cuatro
segmentos móviles o planos, que se accionan con una
manivela situada en los pies o a los laterales de la cama, o a
través de un mando. Facilita la acomodación del paciente y
los cambios posturales.

Tipos según el sistema de regulación:

Eléctricas: el movimiento se efectúa a través de un mando. Su gran ventaja es la


independencia del enfermo, que puede, a voluntad propia, cambiar los planos
de la cama y así incorporarse o tumbarse.
Manuales:
• A husillo: mediante una manivela se accio-
na un husillo que hace elevar o descender
el somier.
• Cremallera: el plano se eleva con la mano
y una cremallera dentada retiene el somier.

• Camas hidráulicas

Consta de un somier, formado por cuatro segmentos móviles o planos, que se


accionan por medio de un mando a distancia o también de forma manual. Consta de un
motor situado en los pies o los laterales de la cama que regula la altura, aunque podría ser
accionada de forma manual mediante el pie.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Facilita la acomodación del paciente y los cambios posturales, así como el trabajo
del personal auxiliar, siendo utilizada frecuentemente en los pacientes geriátricos.

• Cama traumatológica

Se denomina también Ortopédica o de JUDET.

Consta de un marco que sujeta unas varillas metálicas situadas por encima de la
cama para acoplar poleas que, mediante cuerdas, soportan diferentes sistemas de pesas
(cuadro balcánico).

También está provista de un “estribo” o triángulo, que permite al paciente moverse


ligeramente para incorporarse o cambiar de posición en pequeñas movilizaciones.
Indicada para pacientes con luxaciones o fracturas en extremidades superiores e
inferiores.

• Cama de parapléjico
El plano de reposo está constituido por elementos de
goma: bloque de Dunlopillo de alvéolos intercambiables,
que moviéndolos se puede sacar peso a un segmento deter-
minado del cuerpo.
Un cuadro metálico rectangular pasa por encima de la
cama pudiéndose colgarse un soporte regulable y una polea
con pesos para mecanoterapia.

• Cama libro o cama de lateralización


Se utiliza con pacientes que permanecen inmovilizados durante largos
períodos de tiempo. Su aspecto es semejante al de la cama articulada, pero

10-53
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

permite además la angulación lateral y, por tanto, la modificación de las zonas de apoyo
del cuerpo.
El somier está dividido en 4 planos y 12 secciones inclinables por un mecanismo
electrónico que permite los movimientos de elevación del respaldo y de las extremidades
inferiores, lateralización en la dirección y en un ángulo del 15% y regulación del tiempo
de permanencia en reposo en las posiciones extremas. Permite también las posiciones de
Trendelemburg y Antitrendelemburg.
Existe otro modelo de cama (lateralización fija) que tiene idénticas prestaciones que
la anterior a excepción de la elevación, y el accionamiento de los planos se consigue por
el uso de un mando por cable. No lleva programador electrónico.

Cama libro o de lateralización

• Cama de gatch

Cama articulada que permite levantar al paciente hasta


una posición semisentada.

Se emplea generalmente en la UCI.

Se evita levantar al paciente y causarle molestias innecesarias.

B) Camas especiales

• Cama Clinitron

Este sistema de soporte por flujo de aire se compone de una estructura rectangular
cubierta por una tela de poliester monofilamento y que contiene 35 kilogramos de bolitas
de cristal recubiertas de silicona (microsferas). Hay diferentes modelos.

Una corriente de aire caliente presurizado mueve las bolitas y hace flotar
la tela de poliester. El paciente se coloca sobre la cubierta. Esta cama puede
estar diseñada para ser utilizada con una tracción.

10-54
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Reduce la presión de contacto del paciente con el colchón.

También se le conoce como cama de levitación.

Son unas camas que constan de un recipiente de unos 30 o 40 cm de profundidad


(tipo bañera) que está lleno de microesferas de cerámica (tiene el aspecto de polvo, casi
como polvos de talco).

Es ideal para pacientes con grandes extensiones de zona cruenta (grandes quema-
dos, epidermolisis extensas). Además, tienen la posibilidad de regular la temperatura del
aire mediante un termostato. Cuando se para el motor, la sensación es de estar sobre
un lecho de arena muy fina. Para movilizar los pacientes durante los cambios de apósito
(curas) se tiene que parar el motor. Tienen algún que otro problema de intolerancia y/o
contraindicaciones.
Hay también camas con levitación magnética, que se mantienen solas en el aire.

• Cama roto rest


Esta cama está equipada con unos paquetes y
unas correas de soporte que mantienen la correcta
alineación del cuerpo mientras el paciente es girado
lenta pero continuamente, 62° en todas direcciones.
Minimiza las molestias del paciente al elimi-
nar la manipulación necesaria para girarlo y cam-
biarlo de posición.
Estimula al paciente comatoso mediante un
movimiento constante, pero que afecta el sistema
vestibular.

• Cama basculante y giratoria Egerton Stoke


Mandeville
Estructura metálica articulada que permite mover los lados de la cama
desde la posición plana hasta los 90°. Incorpora almohadillas de apoyo y un
equipo de tracción que mantiene las vértebras del paciente alienadas.

10-55
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Mantiene la tracción vertebral y de los huesos largos así como la cervical, mientras se
gira o mueve al paciente.
Permite colocar al paciente en decúbito supino o lateral mientras se mantiene la
alineación vertebral y la inmovilización.

• Cama electrocircular
Está formada por dos armazones metálicos circulares, unidos entre sí por un plano
rígido, también metálico, que gira sobre los anteriores.
La cama puede adoptar cualquier posición: horizon-
tal, vertical, inclinada en todos los ángulos y boca abajo.
Además, está provista de un interruptor que permite un
movimiento lento en sentido circular y puede ser mane-
jado por el propio paciente, incluso con la barbilla.
Para colocar al paciente decúbito prono, se coloca
sobre él una camilla (igual que en la que él se apoya),
sujeta mediante unas cintas, y se gira 180°. Después se
retirará la camilla de la espalda, sobre la que descansaba
el paciente.
Pueden acoplarse soportes para los pies, barandillas
laterales, cintas de sujeción y cualquier elemento que facilite los cambios de presión en la
superficie corporal, evitando así las úlceras por decúbito.
Se utilizan para pacientes politraumatizados y grandes quemados.

• Cama o armazón de Foster

Es un modelo de cama más antiguo que la elec-


trocircular, pero que aún se conserva en grandes hos-
pitales especializados.

Está indicada también para evitar las úlceras por


decúbito en pacientes que deben permanecer inmo-
vilizados. Consta de dos armazones, de los cuales uno
actúa como soporte y lleva acopladas unas ruedas
para su desplazamiento, mientras el otro realiza las
funciones de la cama propiamente dicha, uniéndose al
primero por dos puntos móviles, accionables median-
te una manivela. Las cintas de sujeción mantienen al
paciente inmovilizado, mientras se realiza la maniobra de cambio de supino a prono.

Para estas camas especializadas, se emplean sábanas que se adaptan


fácilmente al colchón. Se utilizan para pacientes politraumatizados y grandes
quemados.

10-56
ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Estructura Stryker

El armazón de Stryker es parecido al de Foster, pero


más ligero. También se le denomina cama de volteo.

Dos estructuras (una anterior y otra posterior) con


cubierta de lona almohadilladas sostienen al paciente
entre ellas cuando se le gira. Estas estructuras están mon-
tadas sobre una camilla móvil y tienen un pivote de
rotación en cada extremo. Permite colocar al paciente en
decúbito prono y supino mientras se mantiene la alinea-
ción corporal y la inmovilización. Mantiene la tracción
cervical mientras se gira al paciente. Se utilizan para
pacientes politraumatizados y grandes quemados.

— Fundamento de las actividades de Foster, Stryker y cama electrocircular


— Asegurar un grado mayor de inmovilización.
— Mantener el cuerpo en la posición deseada para administrar la atención física
necesaria.
— Conservar la posición de hiperextensión en sitios y alturas variables.
— Conservar la tracción al dar vuelta al paciente, si es necesario.
— Hacer variar los puntos de mayor presión sobre el cuerpo para impedir la apari-
ción de grietas y úlceras a consecuencia de la presión.

— Preparación del paciente


— A causa de la invalidez provocada por el trastorno, el enfermo por lo general
verá con cierta aprensión la idea del voltearse.
— El procedimiento debe explicársele a la perfección antes de darle la
vuelta al paciente por primera vez, si está consciente. La enfermera
hará hincapié en las precauciones adicionales que se toman para

10-57
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

asegurarse que no caiga o se deslice. Más aún, será necesario tranquilizar al


paciente cada vez que se le dé la vuelta diciéndole que está seguro y no se caerá.
— Para facilitar el proceso, todo el equipo (correas, almohadas) deberá estar dis-
ponible y a la mano.
— Cuando el paciente se coloca en la cama electrocircular se le dirá que es de
esperarse que sufra mareos iniciales.

C) Otras camas
— Cama de partos: modelo de cama apropiada
para el parto, que ayudará a la madre a que
el parto sea más confortable. Viene con aga-
rraderas acolchadas.
— Cama de Arnott: colchón de goma relleno
de agua para evitar la formación de úlceras
por decúbito.
— Cama de Bandeloux: colchón inflable con
un depósito para la recolección de orina.
Cama de Partos
— Cama de Klondike: cama diseñada para dor-
mir al aire libre con protección frente a las corrientes de aire.
— Cama de Sanders: cama adecuada para los ejercicios posturales pasivos en el
tratamiento de las afecciones oclusivas arteriales crónicas.

5.5.3. Accesorios de las camas


A) Almohadas y colchones

• Almohada

Es un accesorio, por lo general, de espuma blanda y baja. Para facilitar los cambios
posturales y la acomodación del paciente, así como para evitar la formación de escaras.
En el servicio de hospitalización suele disponerse de más de una almohada por cama.

Los diferentes tipos de almohadas son:

— De picadillo: elaborada de recortes de esponja sintética.

— De fibra.

— De látex y espuma viscoelástica: son dos materiales que aseguran almohadas


indeformables a lo largo del tiempo. Son en forma de bloque.

— De pluma, miraguano natural y lana: elaboradas de productos


100% naturales y reciclables.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

— Cervicales: de diversas formas y materiales, la más generalizada es la de mari-


posa. Almohadas antirronquidos y collarines.

• Colchones

Los hay de diversas formas y estructuras. Estos diferentes modelos tienen como obje-
tivo contribuir a la prevención de las úlceras por decúbito. Algunos son:

— Colchón de muelles

Es el más habitual. Su núcleo consiste en una carcasa


compuesta por muelles fabricados con alambre de
hierro de un espesor de alrededor de dos milímetros.
Estos se fijan en la parte superior e inferior a una vari-
lla de contorno de acero. La carcasa se suele proteger
mediante un manto de fibras a la que se puede añadir
una plancha de espuma de poliuretano. En sus esquinas
se encajan cantoneras de espuma para dotarle de mayor
consistencia.

Sobre ella, se colocan las tapas. La tapa está compuesta


por una tela de variado material y diseño (damasco,
piqué, etcétera) que se acolcha con una o varias planchas de espuma de poliure-
tano o, más recientemente, de látex. A la postre, la firmeza del colchón depen-
derá de la altura de la carcasa así como del número y densidad de planchas
amortiguadoras que contenga. Las platabandas laterales también se acolchan
en la misma tela y se cosen a las tapas por medio de burletes. En las plataban-
das, se practican orificios o se insertan válvulas de ventilación que permiten la
circulación del aire durante la noche.

El colchón se puede reforzar suplementando material (manto de fibras, plancha


de espuma, etc.) en determinadas zonas. Así se hace ocasionalmente en el ter-
cio lumbar y más raramente en la zona cervical y podal.

Existen diferentes variantes según la configuración de los muelles:

• Muelles bicónicos o Bonell. Los muelles presentan una forma de doble


cono (es decir, se estrechan por el centro) que se adaptan mejor al peso
de las diferentes partes del cuerpo. Es la llamada carcasa tipo Bonell.

• Muelles cilíndricos o ensacados. Los muelles tienen forma de cilindro.


Suelen ir ensacados para evitar sonidos molestos a causa del rozamiento.

• Carcasa compacta. Se fabrica con alambre de hierro que


atraviesa la estructura en forma de zigzag. A lo largo de todo
el perímetro, se colocan muelles romboidales lo que confiere
una mayor firmeza y rigidez al colchón. En España esta carca-

10-59
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

sa es comercializada exclusivamente por los fabricantes Pikolin (el sistema


Normablock de muelles de hilo continuo) y Flex (Multielastic), existiendo
diferencias entre ambas carcasas siendo la del primero, Pikolin, la más
avanzada tecnológicamente ya que ambas son patentes del fabricante
americano Leggett & Platt.

— Colchón de goma-espuma

Se deja vencer más fácilmente por el peso del cuerpo, ejerciendo, por tanto, una
menor presión sobre las prominencias óseas. Puede ser de una pieza, o estar
seccionado en tantos segmentos como tenga el somier. Actualmente su empleo
es frecuente juntamente con los de látex.

— Colchones sanitarios y antiescaras

Se conocen por antiescaras los colchones que están formados por materiales
adaptables que no ejercen presión en el cuerpo, de forma que se previene la
aparición de escaras en el durmiente. Este tipo de colchones están especialmen-
te pensados para personas cuyas necesidades de salud les obligan a permanecer
largo tiempo en reposo, y por el roce que el equipo de descanso ejerce en
ciertos puntos del cuerpo, puede producirse la aparición de llagas o escaras. En
un principio estos colchones se utilizaban en centros hospitalarios y geriátricos,
pero hoy en día ya pueden adquirirse de forma particular, pues las ventajas de
los nuevos materiales de adaptación han ampliado su uso y comercialización.
Este tipo de colchones normalmente se combinan con somieres articulados
especiales que facilitan la movilidad del paciente en su equipo de descanso, así
como las tareas de los cuidadores. Existen distintos tipos de colchones anties-
caras según su composición: colchones de espumaciones adaptables como el
material viscoelástico, de látex, de espumas HR o de aire.

Ninguno de los colchones antiescaras que se citan, pueden reemplazar las


técnicas de prevención de las úlceras por decúbito, pues solo constituyen una
medida más, pero no la única, que debe utilizarse para evitar su aparición.

Descripción: colchón de goma-espuma con forma de cartón de huevos o per-


foraciones para permitir la circulación del aire.

Su espesor oscila entre los 12 y los 16 centímetros.

Se suele componer de tres bloques, independientes.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

— Colchón de aire de presión alternante

Descripción: colchón de plástico lleno de aire con


unos cilindros longitudinales o transversales que se
hinchan y deshinchan alternativamente mediante
una bomba eléctrica.

Función: reduce la presión por contacto al alternar


constantemente la presión del colchón. Consta
de 18 tubos neumáticos que se hinchan y se des-
hinchan alternativamente, gracias a dos motores silenciosos que dirigen un
compresor-descompresor.

Mientras están hinchados los tubos de número par, los de número impar
permanecen deshinchados, invirtiéndose automáticamente el ciclo cada 4
minutos.

Este tipo de colchón, al desplazar los puntos de apoyo, evita la presión conti-
nuada, realizando un masaje continuo.

— Colchón de aire de nylon con microporos

Sus celdas se hinchan y se deshinchan


alternativamente cambiando continua-
mente los puntos de contacto de la piel,
como el alternanting, solo que este dis-
pone de microporos por los que sale aire
permanentemente manteniendo así la piel
seca y ventilada. Con funda impermeable y
transpirable.

Además, la presión que proporciona sobre


el usuario es ultra baja lo que le ayuda a
mantener un correcto riego sanguíneo.
— Colchón neumático
Sus celdas de aire se hinchan y deshinchan
alternativamente. De esta forma, el usuario va
cambiando sus apoyos en el colchón a la vez que
se activa la circulación sanguínea. Y para mayor
comodidad, la presión del aire es regulable según
la necesidad del usuario. Además, es de fácil lim-
pieza y desinfección.
— Colchón de flotación de agua
Es un colchón de plástico y lleno de agua cuya función es la de
disminuir la presión de contacto al desplazarse constantemente el

10-61
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

peso del cuerpo. Además de agua, algunos llevan en su interior bolas de poliu-
retano, reduciendo así el volumen de aquella.
Debe cuidarse la temperatura del agua.
— Colchón de esferas fluidificado
Está formado por esferas de vidrio muy finas, que se mantienen en movimiento
gracias al aire insuflado entre ellas, repartiendo así las presiones y haciendo que
el paciente experimente la sensación de estar flotando.
— De bolsas de poliuretano
En cojines de materia plástica muy espesa y resistente, la mayoría de su volu-
men se ocupa en bolsas de poliuretano expandido, de un diámetro de 2 a 5
mm.
— Colchón de agua
El núcleo consta de un conjunto de módulos estancos rellenos de agua. El primer
colchón de agua apareció en el 3.600 a. C. en Persia, formado por cueros llenos
de agua. Es una mezcla de agua y bolas de poliuretano. El agua ocupa el 10% del
volumen total. Las bolas flotan en la superficie del agua formando capas aislantes
que mantienen la temperatura corporal y reparten el peso del paciente.

— Colchones de espuma viscolástica


El material viscoelástico fue desarrollado
por la NASA con unas propiedades únicas
e innovadoras para aliviar la presión del
cuerpo. Este tipo de material sintético nació
como resultado directo del programa espa-
cial en los años sesenta, aunque fue a prin-
cipios de los 90 cuando los investigadores
consiguieron incorporarlo al uso doméstico.
El material viscoelástico (también llamado
viscolástica, visco elástica, viscolastic, vis-
coelástica, etc) incorporado en artículos del
descanso, en un principio se utilizaba sobre
todo en hospitales, pero en los últimos años
su comercialización se ha generalizado tanto
que este tipo de colchón ya se encuentra en muchos hogares.
Entre las propiedades del material viscoelástico destaca su gran
adaptabilidad y su grado de firmeza medio.
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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

B) Otros accesorios
• Baldera, barandillas o reja de seguridad
Es un protector metálico, que se coloca en cada lado libre de la cama para evitar
caídas del paciente (en niños, enfermos agitados, ancianos, etc.). Puede abarcar
toda la longitud lateral de la cama, o solo la mitad superior.

No deben sobresalir del somier cuando estén plegadas. Deberán tener una
altura mínima de 45 cm.

No se deberían utilizar como medio de contención, en personas con demen-


cias, alzheimer o problemas mentales. En estos casos, muy a menudo saltan las
barandillas y se producen caídas con peores consecuencias que si no las tuviera.
En estos casos, se recomienda usar cinturones de seguridad.

• Centinelas de cama

Almohadillas hinchables para la protección de la baldera, barandilla o reja.

• Arco de protección o férula de arco

Mantiene el peso de las ropas de la cama, evitan-


do que ejerzan presión sobre el paciente. Los hay
de distintos tamaños. Cuando se utiliza es nece-
sario tener en cuenta que las ropas de la cama
necesitarán más holgura que de costumbre, y
que deben cubrir al paciente hasta los hombros.
• Tabla de cama

Llamada también tabla de fracturas. Se utili-


za para pacientes con lesiones de espalda, colocándola bajo el colchón. Nor-
malmente tiene el tamaño del colchón. Puede ser entera o tipo persiana,
enrollándose.

No debe confundirse con la tabla de parada que habrá


en cada planta de hospitalización, junto al carro de parada,
que se coloca bajo el paciente, para conseguir un plano
duro mientras se realiza el masaje cardíaco externo.

• Soporte para los pies

El tradicional es un tablero, que se coloca a los pies o a un lado de la cama, que


sirve de apoyo a los pies del paciente. Facilita su posición natural y evita el peso
de la ropa de la cama sobre ellos, y por tanto la flexión plantar prolongada (pie
péndulo), que dificulta la bipedestación y la marcha.

Para conseguir este objetivo también se utilizan sacos de arena o


toallas entre otros objetos, y actualmente férulas antirrotación,
que constan de una superficie exterior de plástico duro y un
10-63
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

interior almohadillado, en el que se introduce el pie, manteniéndose inmovili-


zado y en la posición correcta.

• Soporte de sueros

En las camas viene acoplado un tubo que puede regular la altura del palo de
suero o gotero.

El soporte de suero es donde se coloca el palo de gotero para colgar el suero y


la alimentación parenteral del paciente.

• Mesilla de cama

Se colocará incorporada en los pies de la cama y será abatible, para usos diversos.

• Antichoques

Son topes de protección de choque con tacos rodan-


tes colocados en las esquinas de la cama.

• Soporte

Se utilizan para colgar las bolsas urinarias o líquidos de


drenajes. También podría haber uno para colocar la bala de oxígeno medicinal
en la cama.

• Potenciador o potencia de cama

También se le conoce popularmente como “Arco de cama” o “Loro”.

Se utiliza para el que paciente ayude en la movilización, colocándole un trapecio


o triángulo para que el paciente se agarre. Se coloca en el cabezal de la cama.

Su finalidad primordial es el cambio de postura lateral.

4.5.4. Posiciones de las camas de descanso


Las distintas posiciones que puede adoptar una cama hospitalaria serían:

• Posición plana

En la posición plana el colchón está completamente horizontal. Se pueden uti-


lizar almohadas o no.

• Posición de Fowler

Posición semisentada en la cama, que se usa con mucha fre-


cuencia en los hospitales. Resulta cómoda para el paciente y es
conveniente para comer y leer en la cama. En la posición Fowler
la cabecera de la cama está levantada como mínimo a 45 grados.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

• Posición de Trendelemburg

La cabecera de la cama está hacia abajo y los pies


de la cama elevados. Si el somier no se puede ele-
var mecánicamente, esta posición se puede lograr
introduciendo unos tacos bajo los pies de la cama.

Actualmente está contraindicada para los pacientes


con lesiones en la cabeza, problemas respiratorios,
lesiones en el pecho o shock. Ahora se emplea con
fines de drenaje postural.

• Posición Antitrendelemburg

Es la posición inversa a la anterior, la cabecera está elevada y los pies hacia abajo,
manteniendo el colchón recto. Si el somier no se puede elevar mecánicamente
se emplean tacos que se colocan bajo los pies de la cabecera. Esta posición se
emplea para los pacientes con problemas de circulación arterial en las piernas,
hernias de hiato, etc.

• Posición curvada

Tanto los pies como la cabecera están elevados


unos 15º.

Para obtener esta posición, en algunas camas


hay que elevar los planos de los pies y de las
rodillas.

• Posición de hiperextensión

Tanto los pies como la cabecera se bajan


unos 15º para crear un ángulo en la cama. Se
emplea a veces para pacientes con fractura de
columna. Solo debe emplearse atendiendo
a las órdenes del médico y bajo la continua
supervisión de la enfermera. No todas las
camas pueden ponerse en esta posición.

5.6. Camillas
5.6.1. Definición y uso
La camilla es una cama estrecha y generalmente portátil, especie de litera, para tras-
ladar enfermos o heridos.

Se utiliza para trasladar al paciente, generalmente de urgencias, a


la planta cuando no puede ir en silla de ruedas; también se utiliza para

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

trasladar los cadáveres al mortuorio. Se le puede acoplar un palo de suero al soporte, si


fuese necesario. Se deben cubrir con una sabanilla antes de colocar al paciente.

Existen varios tipos dependiendo de su lugar de utilización: ambulancia e institución.

5.6.2. Camillas en medios de transporte


A) Camilla de rescate de canasta
Es una camilla de tipo nido, hecha en polietileno de alta densidad y estructura de
aluminio de medida de 217 x 62 x 19 cms. Tienen una capacidad de carga de 270 kg.
Dispone de asideros para el transporte y de ojales en acero, reposapiés ajustable y
cuatro cinchas de sujeción de enganche rápido para inmovilizar al paciente.
Se emplea en el rescate aéreo para suspenderla del helicóptero.

Camilla de rescate de canasta

B) Camilla de rescate Neil Robertson


Para rescate en vertical, esta camilla está com-
puesta por una estructura interior de tablillas de
madera y revestida de lona gruesa de color marfil.
La inmovilización se lleva a cabo mediante
correas y broches.
Es ideal para rescate en barcos, edificios en
construcción, minas y lugares angostos.

C) Camilla para ambulancia

Es la camilla con ruedas de uso común en las ambulancias. Se utiliza


para el transporte de un paciente desde su lugar de origen a la ambulancia
y desde ésta a su destino.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

Cuenta con ruedas estrechas y amortiguación. Generalmente dispone de 2 ruedas


fijas y 2 giratorias, además de barandillas abatibles y reposapiés envolventes.

Sus medidas son 191 x 57 x 20 cm y su peso aproximado es 35 kg.

Cuenta con dos ruedas que giran 360°, respaldo reclinable hasta 75°, con cinturones
de seguridad desplazables longitudinalmente. Está dotada de los siguientes accesorios:
palo de suero, mesa auxiliar para transporte, soporte para botella de oxígeno portátil y
bolsa de accesorios.

El carro debe permitir movimientos de desplazamiento lateral e inclinación completa


hacia un sentido y otro, y debe poder incorporar una incubadora de transporte.

Mientras se traslada en la camilla, debe ir protegido o afianzado por cintas o correas.


Debe ir cubierto por la sábana y por una manta. Se empuja desde los pies al ser camillas
de ambulancia y estar diseñadas para encajar en las guías de sujeción del carro de la cami-
lla al vehículo. La empuñadura va en la parte de los pies, que es por donde se empuja.

5.6.3. Camillas manuales


A) Camilla de tijera o de palas

También llamada camilla de cuchara, tele-


scópica, de palos de cuñas. Se utiliza para el
rescate y transporte de pacientes situados en el
suelo y que no podemos mover y para el trans-
porte desde lugares de difícil acceso. Nunca se
debe usar durante el transporte en ambulancia ya
que puede ser traumática para el paciente, siendo
además incompatible con el colchón de vacío
durante el transporte.

Está fabricada en una estructura de aluminio y palas de polietileno de alta densidad.

La mayoría son plegables, sin piezas sueltas que se puedan perder. El plegado se rea-
liza extendiendo la sección destinada a las piernas hasta su máxima longitud y girando la
misma 180° por medio de sus goznes (bisagra). Las dos mitades de la camilla se separan
o se unen por medio de un pestillo automático con cierre por resorte situado a cada uno
de los extremos. De este modo pueden separarse y, suavemente con un movimiento
tipo tijera, recoger al enfermo o accidentado en la misma posición en que se encuentra,
eliminando el riesgo de lesiones en el traslado.

Dispone de tres correas de afloje rápido para la sujeción del paciente a la camilla.

Características técnicas:

— Longitud mínima: 166 cm.

— Longitud máxima: 210 cm.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Longitud plegada: 115 cm.

— Anchura: 42 cm.

— Peso: 7 kg.

— Resistencia: 300 kg.

Camilla de ambulancia

Camilla de palas, tijera, cuchara, telescópica o de palas de cuñas

Las camillas de palas no se emplean para los traslados en la institución. Recogen al


enfermo o accidentado en la misma posición en que se encuentra, eliminando el riesgo
de lesiones en el traslado.

B) Camillas de un plegado
Las camillas de un plegado están fabricadas en aluminio
y con lecho de nylon, son ligeras y muy resistentes.

Plegado longitudinal, con 4 patas de acero cincado. Sus


medidas son de 229 x 57 x 12 cms y su peso de 8 kg.

C) Camillas de doble plegado

Igual que la anterior, pero con un peso de 9,5 kg.

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ATENCIÓN Y CUIDADOS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE MOVILIZACIÓN

D) Camilla flexible

Es una camilla flexible de lona plastificada con 6


asas, ligera y robusta, disponible también con piecero.

Sus medidas son de 200 x 80 cm.

E) Tablero espinal

Está construido en polietileno, es


impermeable y radiotransparente de
fácil manejo y limpieza.

Dispone de tres cinchas de suje-


ción de enganche rápido.

Sus medidas son de: 1.820 x 435


x 60 mm, con un peso de 8,2 kg y una resistencia de 171 kg.

5.6.4. Camillas de instituciones


A) Camilla fija

Es aquella que generalmente no se desplaza de lugar y no se utiliza para realizar


traslados.

B) Mesa de reconocimiento

Es una estructura de tubo metálico hueco, sobre la


que se asienta una colchoneta con base rígida, recubier-
ta de piel o similar.

Suele presentar dos segmentos articulados, uno


para la cabeza y otro para el resto del cuerpo.

No lleva ruedas.

También puede ser eléctrica y de tijera para facilitar la movilidad de los pacientes.

Camilla fija eléctrica

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

C) Camilla móvil

Es aquella que tiene ruedas y por lo tanto se utiliza para el traslado de los pacientes
al lugar donde sea preciso.

D) Camilla rígida
Es una estructura de tubo metálico hueco,
sobre la que se asienta un colchón con base rígida,
recubierto de piel o similar.
Lleva ruedas articuladas para su desplazamiento
y deberá estar provista de un sistema de freno que
bloquee las ruedas.

El dibujo corresponde a una antigua camilla


para exitus. Deberá ser rígida. Se emplea para trasla-
dar el cadáver hasta el mortuorio y únicamente para
este fin y se encuentra disponible solo en el mortuo-
rio. Es recomendable que sea hidráulica, para facilitar
el manejo del cadáver.

E) Camilla articulada
El colchón no es de base rígida y suele presentar dos segmentos articulados, uno para
la cabeza y otro para el resto del cuerpo. Es una estructura de tubo metálico hueco, sobre
la que se asienta un colchón con base movible.

Una de las articulaciones está situada al nivel de la cabeza, que se puede elevar hasta
90° respecto al plano de la camilla.

Lleva ruedas articuladas para su desplazamiento y deberá estar provista de un sistema


de freno que bloquee las ruedas.

F) Otras camillas

— Camilla de Gatch: camilla con una articulación ajustable, que permite flexio-
nar las rodillas y seguir apoyando las piernas.

— Camilla de Neal-Robertson: tabla espinal modificada para el transporte de


pacientes con lesión de la columna vertebral.

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