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Tenemos el narrador omnisciente (que todo lo sabe), el conocimiento de los hechos es total,
conoce el pensamiento y sentimiento de los personajes; es en tercera persona y no funge
como un personaje. No sugiere, sino se encarga de explicar el cómo y por qué de los
hechos, de juzgar; en cambio el narrador no omnisciente se encuentra en el caso contrario,
únicamente conoce una parte de la historia, sólo explica o que puede observar.
“Dantes pasó por todos los grados de desventura que experimentan los presos olvidados
en el fondo de sus calabozos, Comenzó por recurrir al orgullo, que es una consecuencia de
la esperanza y un íntimo convencimiento de la propia inocencia; después dudó de su
inocencia, lo que no dejaba de justificar un tanto las suposiciones de locura de
gobernador, y por último cayó del pedestal de su orgullo, y no para implorar a Dios, sino a
los hombres”1
1
Dumas, Alejandro. El Conde de Montecristo. México D.F. Editores Mexicanos Unidos. 2013. 98 p.
Tiempo: Cuando sucede la acción de la historia, en qué momento suceden los hechos, y
cómo se sitúan. Hay que saber diferenciar en que el tiempo en que se escribe la historia no
es igual a cuándo sucede la historia. Es desde cuándo empieza la historia. Lo podemos
deducir del ambiente en que se desarrolla la historia, los personajes, o acciones relatadas.
Las diferencias entre el orden de la historia y el del discurso, se denomina anacronismo.
Cuándo sucede la historia, entra en el concepto la época en que es descrita la historia, el
margen temporal, los sucesos que forman la historia, lo que pasa en ese espacio, son hechos
dinámicos. Los elementos históricos que forman parte de la historia y que para cuidar caer
en el anacronismo, debemos cuidar cómo los situamos.
“Aquel jueves, por consiguiente, estuvo paseando por las resbaladizas y paleadas aceras
hasta que llegó a la casa de Myra a eso de las cinco y media, con un retraso que su madre,
sin duda, habría aplaudido”2
Espacio: El espacio en el relato lo podríamos definir como todo lo que existe en el texto,
aspectos materiales e inmateriales. Aquí podemos encontrar los personajes, los objetos, los
lugares, y los conceptos que se manejan en la historia. Con frecuencia, el espacio no es un
simple decorado, sino que determina el comportamiento de los personajes, a reflejar su
estado de ánimo e incluso a formar parte del eje central de la historia. En una narración el
espacio y el tiempo están muy relacionados.
Personajes: Son los agentes de las acciones realizadas en el relato, son los que hacen las
cosas contadas por el narrador.
Están los personajes principales realizan acciones que desarrollan la trama o puede ser el
caso que en torno a ellos gire la trama, destacan por encima de otros personajes.
2
FITZGERALD, F. Scott, Obras maestras. A este lado del paraíso, México D.F, Editores Mexicanos Unidos,
2016. 15 p.
3
TAIBO, Benito. Persona Normal. México D.F, Editorial Planeta Mexicana. 2013, 189 p.
Los personajes terciarios; son más fugaces en la historia, no son recurrentes e incluso no
son relevantes para la trama, pero participan en ella en algún punto, pero suelen
desaparecer.
Sujeto
Adversario: El antagonista
Trama: Son los eventos cronológicos que tienen lugar en la historia. La trama se compone
de un comienzo la introducción, donde se nos da a conocer a los personajes, el contexto en
que transcurrirá la historia, las condiciones básicas a partir de las que se desarrollara la
historia. El nudo o conflicto, donde se dan las complicaciones que nos llevarán al clímax o
desenlace de la historia, donde estará la tensión emocional del relato. El desenlace donde
estas complicaciones tendrán su solución, o no, pero concluirán la historia.
Un ejemplo de género podríamos encontrarlo en uno de los cuentos de Edgar Allan Poe, El
Gato Negro:
4
QUIROGA, Horacio, El hombre muerto,. Uruguay, 1928
5
POE, Edgar Allan, Narraciones Extraordinarias. El gato negro, México, Editores Mexicanos Unidos, 1990,
44 p
Discurso: Es la manera en que está escrito el texto, es cómo escribe el autor.
La descripción, que bien puede entrar en algún otro tipo de discurso narrativo, se enumera
o nombran los aspectos visuales, auditivos, etc, del texto. Las características de espacio que
relata o mismos personajes.
6
VILLORO, Juan, El libro Salvaje, México, Fondo de Cultura Económica, 2011.
Bibliografía: