Oswaldo E. Lira Sánchez/ Derecho Penal/ 2do-Seccion.

B Miércoles 10 de Abril del 2019

El Poder Punitivo.
Eugenio Zaffaroni (2008): “El Poder punitivo es la facultad que tiene el Estado para
penar a quien comete un crimen, quien violó las normas, para que no vuelva a
hacerlo y a su vez disuadir a los demás de imitarlo para que no le suceda lo
mismo”.

Muchos autores como el filósofo Carl Schmit y el filósofo, jurista y

criminólogo Eugenio Zaffaroni han hablado muchísimo respecto al Poder Punitivo y
no de la mejor manera, es decir, consideran al mencionado Poder Punitivo como
un factor represivo, ya que su función es, en forma burgal o coloquial, endolecerse
para castigar al criminal, para que éste a su vez sea ejemplo a los demás que no se
debe violar las normas del Estado. Sin embargo la victima del crimen cometido, ya
sea una violación, un robo o un homicidio, no recibe ninguna justicia, ya que no
basta con que encierren al culpable sino que le sea reparado e indemnizado el
daño recibido.

En épocas romanas quien cometía un crimen contra alguien debía repararlo

de forma indefectible, lo hacía otorgándole extractos de sus pertenencias sea
animales o materiales, esa era la forma que reparar y darle una respuesta a la
víctima.

Pero en la actualidad la verticalizacion en la que se tornó el Poder Punitivo

cambió tal formato de reparación, o sea, que al Estado reemplazar a la víctima del
delito cometido y ponerse a sí mismo como víctima por violarse sus normas las
cuales deben cumplirse, toma como personal el sancionar tales acciones contra el
orden social.

El Poder Punitivo hace eminente la pena contra el agresor, el violador de las

normas; pero lo que no determina efectivamente es la resolución del problema, no
da una respuesta a la víctima, pues ésta pasa a un segundo plano.

Por ejemplo, hace pocos meses en el estado Aragua, los hijos de un señor
empresario (se omite el nombre) conocido en la localidad, fueron secuestrados,
robaron en la residencia donde vivían y terminaron asesinando a los jóvenes, los
delincuentes desaparecieron sin remordimiento alguno, las investigaciones del
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CICPC dieron con los autores intelectuales y materiales del acto atroz, dándole
muerte a algunos de ellos y arrestos al resto de los maleantes; pero, ¿Puede la
muerte de los criminales, la privación de libertad por algunos años, indemnizar de
algún modo a las víctimas?

Es por ello que el Poder Punitivo no es la respuesta que la víctima necesita,

es más bien la medida de coacción que el Estado cree que es necesario para frenar
la conducta desviada de la sociedad.

Zaffaroni dice que el exceso de Poder Punitivo es la confesión de la

incapacidad estatal para resolver su conflictividad social.

Todos los estudiantes de derecho debemos conocer que el Estado tiene dos
maneras de utilizar la fuerza, hablamos de la coerción reparadora o coerción
restitutiva donde el Estado impone el deber de reparar el daño físico, material o
moral causado a la víctima; la otra es la coerción directa, ésta compete al campo
del derecho administrativo donde se busca prevenir las situaciones riesgosas; un
ejemplo de ello seria, si una pared tienta con caerse y pueda obstruí la vía publica
el Estado puede intervenir y tumbar la pared así el dueño no esté de acuerdo. En el
Poder Punitivo, el objeto es que la pena logre prevenir que se cometan los delitos
evitando así la reincidencia de los mismos.

El Poder punitivo es ejecutado por el sistema penal integrado por las

agencias de seguridad venezolanas que participan en el “tema criminal”, ya sea la
policía, la policía científica, los cuerpos de inteligencias y contrainteligencias, etc.
Recordemos que el Poder Punitivo es un factor represivo, trata de penar todas las
conductas que intenten alterar el orden público.

Zaffaroni dice: “El Poder Punitivo forma parte de nuestra realidad, no podemos
desecharlo, no podemos negarlo, pero si afianzarlo a la estructura, a los principios
y valores del Estado democrático de derecho, que incidirán en la consolidación de
un Poder de no dominio, sino de mediación y servicio.”

Sin embargo, el derecho penal sirve al Estado para garantizar la vida, los bienes y
en fin, los derechos y deberes de los ciudadanos, por lo que el Poder Punitivo se
doblega para servir en las situaciones más requerido, bajo el principio “Nullun
crimen, nulla poena, sine praevia lege” (ningún crimen, ninguna pena, sin ley
previa).