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ACADEMIA, INDUSTRIA Y ESTADO EN LA ERA DE LAS TIC EN COLOMBIA

JAVIER ANTONIO MARTÍNEZ

Tutor

Mg. EIVIS PATRICIA VILORIA PÉREZ

UNIVERSIDAD DE SANTANDER – UDES

MAESTRÍA EN GESTIÓN DE LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA

POLÍTICAS PÚBLICAS: EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

MONTERÍA, 2019
ACADEMIA, INDUSTRIA Y ESTADO EN LA ERA DE LAS TIC EN COLOMBIA

“Las economías no están basadas únicamente en la acumulación


de capital físico y recursos humanos; hace falta también un sólido
cimiento de información y aprendizaje”

Banco Mundial. Informe sobre el desarrollo mundial 1998/99

La relación existente en los sistemas educativos de América Latina entre la


academia, la industria y el estado, ha sido el eje fundamental para la generación de
políticas públicas educativas encaminadas al fortalecimiento del proceso de
adquisición de conocimientos, en especial en asuntos que requieren la
implementación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Los
factores asociados a estas estrategias, dada la afectación con los niveles de calidad
de vida de un país, influyen directamente en los procesos de aprendizaje, prácticas
de aula y proyectos pedagógicos toda vez que busquen subsanar las falencias
educativas detectadas en evaluaciones diagnósticas y cohesionar la ciencia y la
tecnología con las necesidades académicas del contexto, de tal manera que los
ciudadanos estén mejor preparados para afrontar las problemáticas propias de su
entorno y diseñar estrategias efectivas para lograr su solución. No es de extrañar,
entonces, la fuerte relación que existe entre TIC y ciudadanía, relación que se hace
más evidente cuando miramos de cerca las condiciones sociales de la región.

En países industrializados, las necesidades sociales son las generadoras de


políticas estatales dando prelación a la población y adaptando las estrategias
científicas e investigativas a las necesidades reales y actuales de la ciudadanía, lo
que se refleja en el sistema de educación, medios de transporte y comunicación y
acceso a la información. A este respecto, el director del Centro Iberoamericano de
Ciencia, Tecnología y Sociedad dice:

Muy distinto es el panorama actual de los países latinoamericanos, en


donde la política científica, al igual que la política tecnológica y la de
innovación, no logran trascender el plano de las intenciones declarativas y
acompañan, en realidad, la suerte de otros indicadores que expresan el
estancamiento - y aún el retroceso- de la región en su conjunto (Albornoz,
2001)

El mundo en general ha prestado mucha a atención a la implementación de políticas


que le permitan a Latinoamérica reforzar el matrimonio entre la industria, sus
afectaciones en la academia y el papel que juega el estado en la consolidación de
los proyectos educativos y estrategias especiales en los diferentes campos del
saber. Verbigracia, los datos arrojados por la Conferencia Mundial de la Ciencia
realizada en 1999, y citados por Albornoz (2001) en su artículo, dejaron un plan de
ruta para que los países en vías de desarrollo consolidaran sistemas tecnológicos y
científicos con la colaboración de los países desarrollados a través del intercambio
de conocimientos y experiencias significativas en los campos en cuestión; sin
embargo, pasó muy poco del papel a los hechos reales. Las condiciones sociales,
y es posible que las culturales, no permitieron llevar a feliz término las brillantes
ideas contenidas en aquel informe, sino que de alguna manera retrasaron la
implementación de ideas innovadoras creando desconfianza entre los actores
llamados a iniciar el cambio, con relación a los beneficios que tendrían del modelo
internacional propuesto. Aún con todo, esta empresa no sería solo un montón de
actas firmadas archivadas. Poco tiempo después, los países latinoamericanos se
empoderaron de la necesidad de políticas que estuvieran a la par de los avances
tecnológicos y de la celeridad de cambio a la que los obligada la globalización
creciente a principios del siglo XX.

No obstante los escollos presentados al inicio, Latinoamérica ha surgido como una


de las regiones referente en el uso de las TIC y la inclusión de ellas en las políticas
públicas y la educación. Esto se debe, en gran parte, al impacto de la industria, la
relación con la academia y las necesidades creadas debido a esta relación con
respecto a las demandas del mercado laboral. Acerca de esto, el Banco de
Desarrollo de América Latina (CAF, 2014), afirmó:
Las industrias manufactureras y de servicios que producen o
comercializan bienes o servicios de tecnología de información y
comunicaciones, son industrias TIC. En la región hay países con desempeño
medio en TIC, como Colombia, México o Panamá, y otros con oportunidad
de mejorar, como Bolivia y Paraguay.

Los programas más innovadores y estratégicos en América Latina se


derivan de una comprensión de la importancia de la banda ancha en el
crecimiento económico y en la baja del nivel de pobreza. A partir de que ha
habido estrategias para trabajar aspectos de infraestructura, de mejorar de
marcos institucionales y regulatorios, de capital humano, el ecosistema digital
incorpora TIC en el sector productivo (CAF, 2014)

Podríamos, entonces, deducir que a mayor intervención de políticas públicas y


estrategias mediadas por TIC, dentro de el proceso de desarrollo de un país, mayor
será la productividad, así como el crecimiento de sus indicadores académicos y el
comportamiento porcentual de sus ingresos pecuniarios. A ese respecto, la
publicación supra citada concluía su informe de esta manera:

El impacto que tienen las TIC en los países redunda tanto en su economía
como en las personas que los integran. Se ha comprobado que un
incremento del 10% en la penetración de la banda ancha, genera un impacto
de entre 1 y 1,05% en el Producto Interior Bruto. A su vez, las personas que
tienen habilidad en TIC tienen mejores evaluaciones en el sistema educativo.
Esto último ayuda a su vez a conseguir más fácilmente mejores empleos y
con un incremento del ingreso que oscila entre el 18 y el 30%.

Ahora bien, ¿cuál ha sido la participación de Colombia dentro de la creación de


políticas públicas para generar espacios de investigación y tecnología que apoyen
los procesos de desarrollo estatal? Para entender este proceso es necesario hacer
una reseña histórica de la aparición de tecnologías de la comunicación en nuestro
país: Desde la aparición del Correo Mayor de Indias en la plaza mayor de Santafé
en la Bogotá colonial de 1514, pasando por el nacimiento, por decreto, del Ministerio
de Comunicaciones en febrero de 1953, que en sus inicios fue el Ministerio de
Correos y telégrafos, y la restauración de sus instalaciones en el año 2008, hasta la
creación en 2009 del Ministerio de las TIC, el país se ha esforzado por mantenerse,
en la medida de sus posibilidades y en medio de enfrentamientos de poderes
políticos, al tanto de los avances tecnológicos y los adelantos en ciencia e
investigación generados por la apertura de espacios de comercio e intercambio
cultural propios del proceso de globalización. Sin bien es cierto que las coyunturas
nacionales han obstaculizado la permanencia de políticas públicas en ciencia y
tecnología o, por lo menos, las han retrasado debido a que en toda su historia la
duración de estas no ha sido superior al tiempo en el cual el mandatario de turno
permanece frente a su cartera, también lo es que las ideas que se han podido llevar
a feliz término en estos lapsos, han dado como resultado el posicionamiento de
Colombia como uno de los países líderes en la implementación de políticas que
enlazan la academia, la industria y las tecnologías. La restructuración de los
Ministerios que se han ocupado de este aspecto de la economía y educación del
país permitió una nueva manera de abordar el tema:

La nueva Ley creó un marco normativo para el desarrollo del sector y para
la promoción del acceso y uso de las TIC a través de la masificación, el
impulso a la libre competencia, el uso eficiente de la infraestructura y, en
especial, el fortalecimiento de la protección de los derechos de los usuarios
(MinTic, 2018)

Aunque contra esto se han creado un sinnúmero de versiones que busca invalidar
los avances conseguidos en el campo en cuestión, no se puede negar que la
tecnificación ha crecido de la mano con la demanda de carreras afines que han
mejorado los currículos institucionales y los procesos de emisión y recepción de
comunicación, amoldándolos a las necesidades del contexto. Cabe anotar aquí que,
pese a lo conseguido, una problemática que aún no se supera es la cobertura
tecnológica en regiones que han sido azotadas por la violencia o carecen de
recursos debido a su posición geográfica y que son catalogadas zonas de difícil
acceso. Es algo en lo que aún se debe trabajar de la mano de las empresas que
explotan sus recursos y que al tecnificar sus procesos, reducen cada vez más las
oportunidades laborales evitando la contratación de mano de obra física. Por
supuesto esta situación requiere el acompañamiento del gobierno para lograr
capacitar el recurso humano necesario que se pueda adaptar a las necesidades de
la industria y la ciencia actuales y mantener así un flujo de permanente de
crecimiento tecnológico y laboral.

Dentro de lo ya realizado, se adelanta una iniciativa para el mejoramiento de la


calidad educativa que tiene como objetivo “Contribuir con el cierre de la brecha de
conocimiento, formando docentes para aprovechar las posibilidades de las TIC en
los procesos pedagógicos” (MinTic, 2018) y que describe sus hitos y metas como lo
muestra la siguiente tabla

Metas
Política de
Desarrollo Hito Unidad
Administrativo Descripción de
Medida

Brindar acompañamiento a los Formación en


docentes para orientar el incorporación de TIC en
100
aprovechamiento de las TIC en la educación realizada a
Gestión los procesos pedagógicos 4.586 docentes
misional y de
Gobierno Capacitación a docentes en
Plataformas de robótica
robótica educativa para generar
enviadas a las sedes 400
espacios alternativos de
educativas
aprendizaje

Fuente Mintic.gov.co

Así la cosas, es necesario revisar que cada una de estas propuestas logren abarcar
la totalidad de la población con el fin de conseguir mantener la línea ascendente
que ha conseguido Colombia con relación a la inclusión de políticas TIC y convertir
las existentes en políticas de estado que permanezcan y se vuelvan una constante
creciendo conforme crecen la oferta y demanda industrial en lo referente a la
utilización de las TIC en procesos de producción para generar espacios de
investigación y ciencia que respondan a la realidad actual de nuestro país.
BIBLIOGRAFÍA

Albornoz, M. (2001). Política científica y tecnológica. Una visión desde América


Latina. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e
Innovación, 2-19.
CAF. (23 de 04 de 2014). Noticias: caf.com. Obtenido de CAF Banco de Desarrollo
de América Latina: https://www.caf.com/es/actualidad/noticias/2014/04/el-
avance-de-las-tic-en-america-latina/
MinTic. (26 de febrero de 2018). Acerca de MinTic: historia. Obtenido de página
web del MinTic: https://mintic.gov.co/portal/604/w3-propertyvalue-
6077.html?_noredirect=1
MinTic. (2018). Iniciativa: Ecosistema Digital. Obtenido de Ministerio TIC sitio web:
https://www.mintic.gov.co/portal/inicio/Iniciativas/Usuarios/Aprovechamiento
-de-las-TIC-para-mejorar-la-calidad-educativa/

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