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El documento define y explica el realismo mágico, un movimiento literario surgido en América Latina en los años 1930 caracterizado por introducir elementos fantásticos en una narrativa realista de forma natural. Explica que el realismo mágico se desarrolló también en la pintura y que los elementos fantásticos forman parte de la realidad cotidiana de los personajes. Además, proporciona ejemplos de obras representativas como Cien Años de Soledad.
Descrizione originale:
Definición, características, y famosos autores acerca del Realismo Mágico
El documento define y explica el realismo mágico, un movimiento literario surgido en América Latina en los años 1930 caracterizado por introducir elementos fantásticos en una narrativa realista de forma natural. Explica que el realismo mágico se desarrolló también en la pintura y que los elementos fantásticos forman parte de la realidad cotidiana de los personajes. Además, proporciona ejemplos de obras representativas como Cien Años de Soledad.
El documento define y explica el realismo mágico, un movimiento literario surgido en América Latina en los años 1930 caracterizado por introducir elementos fantásticos en una narrativa realista de forma natural. Explica que el realismo mágico se desarrolló también en la pintura y que los elementos fantásticos forman parte de la realidad cotidiana de los personajes. Además, proporciona ejemplos de obras representativas como Cien Años de Soledad.
La definición de realismo mágico que nos propone la Real Academia
Española en su diccionario es la de “movimiento literario hispanoamericano surgido en torno a los años 30 del siglo XX, caracterizado por la introducción de elementos fantásticos en una narración realista”.
Esta definición es bastante sencilla de comprender pero un tanto
incompleta. Primero, el realismo mágico, si bien se desarrolla fuertemente en la literatura, no se acota solamente a ella sino que también abarca la pintura, en donde el término tuvo su origen.
Segundo, la definición no nos explica cuál es la función de esos
elementos fantásticos dentro de la narración realista y qué importancia tienen.
Lo principal que hay que comprender en este movimiento es su interés
en mostrar lo irreal y lo extraño, es decir, ese elemento fantástico que menciona la RAE, pero como algo cotidiano o común que hace que la realidad sea un poco más mágica.
Si bien sabemos que el realismo mágico necesita de ese elemento
“sobrenatural” para sobrevivir, es un elemento que solo sirve para adaptarse a la realidad y volverla más mágica. Asimismo, el realismo mágico se desarrolla, como su nombre bien lo dice, desde el “realismo”, lo real. Lo principal es comprender que, en el realismo mágico, los personajes no son conscientes en absoluto de ninguna anomalía respecto a la realidad de su mundo.
En el caso del realismo mágico, el mundo real siempre será real
incluso con los elementos fantásticos. En otras palabras, la realidad es un tanto más mágica pero sigue siendo realidad, no hay asombro ni anomalías para los personajes sino que solo las podemos percibir como lectores. Características del realismo mágico La característica imprescindible en las obras que se inscriben dentro del genéro de realismo mágico es, tal como lo dice su definición, un escenario realista que incorpora elementos mágicos o fantásticos de forma natural en la narración.
Lo más importante de la definición, que separa al realismo mágico del
género de la fantasía, es la naturalidad con la que se tratan los elementos en la historia.
Relacionado íntimamente a esto, como característica primordial
tenemos el papel del narrador. El narrador, al hablarnos de estos elementos sobrenaturales, no puede presentarlos como extraños, sino que debe hacerlo de forma orgánica, no debe explicarlos porque no requieren explicación, son parte del realismo mágico de la historia. Tampoco deben explicarlos los personajes, son elementos que no admiten cuestionamientos, que fluyen sin más en la trama, que solo el lector los percibirá.
Respecto al escenario realista, este debe ser un escenario que sepa
integrar y desarrollar mitos, leyendas urbanas y culturas de ese territorio que propone el autor como lugar donde transcurren los hechos de la historia.
Esto supondrá entonces un vínculo, un arraigo entre ese lugar y la
historia, así como entre ese lugar y los protagonistas de ella. Será un vínculo que no necesariamente se manifestará de forma expresa en el texto pero que, como lectores, seremos capaces de intuir dentro de la intención del autor. En términos de espacio, la mayoría se ubica en los niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica se hace presente.
También, otra característica que suele usarse a menudo, es
el enfoque metafísico del tiempo. El autor se permite jugar con los límites de lo posible y, muchas veces, introducir el elemento fantástico en este concepto. Tiempo Encontramos cuatro posturas:
Tiempo cronológico: Las acciones no siguen el curso lógico del
tiempo. Ruptura de planos temporales: mezcla de tiempo presente con tiempo pasado (regresiones) y tiempo futuro (adelantos). Además, se fragmenta el texto en secuencias que no concuerdan en tiempo y espacio. Tiempo estático: El tiempo cronológico se detiene, es como si no trascendiera. En cambio, fluyen los pensamientos de los personajes. Tiempo invertido: Es el más contradictorio. Se trastoca el curso del tiempo y se cambia la secuencia natural del día hacia la noche o viceversa. Por ejemplo: "Era el amanecer. Se hizo la noche".
Realismo mágico hispanoamericano
Para poder entenderlo aún mejor, vamos a tratar de ubicarnos en el contexto histórico del realismo mágico.
El término de “realismo mágico” fue utilizado por primera vez en el año
1925, por el crítico de arte alemán Franz Roh para referirse a una corriente expresionista en pintura, caracterizada por incorporar elementos de fantasía y de irrealidad en un fondo realista.
Recién en el año 1947 fue utilizado como término propio de la
literatura hispanoamericana por el escritor Arturo Uslar Pietri en su ensayo sobre el cuento venezolano, donde hablaba del realismo mágico como una “adivinación poética o una negación poética de la realidad”.
La definición de realismo mágico fue evolucionando con el tiempo y
con la apropiación que los autores hicieron del género. Es así que, para las décadas de los 60 y 70, podremos encontrar obras de realismo mágico que se ajustan a las características principales que conocemos del género hoy en día.
El choque de la cultura de la tecnología con la cultura de la
superstición, dos visiones que convivían en Hispanoamérica en ese momento, fueron las causantes del florecimiento del realismo mágico en esa época en particular, dando a luz obras magníficas tales como Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, publicada en 1967, novela que quizás sea la más representativa del género.
Posteriormente, el realismo mágico se convirtió en un género muy
visitado y apreciado, no solo en la literatura hispanoamericana sino a nivel mundial. Esto se debe, muy posiblemente, a que esa realidad mágica que propone el movimiento nos enseña valores como la tolerancia y la adaptabilidad de la que el ser humano es capaz.
Autores del realismo mágico en Latinoamérica
Horacio Quiroga (Uruguay, 1878-1937)
Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974) Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-1986) José de la Cuadra (Ecuador, 1903-1941) Arturo Uslar Pietri (Venezuela, 1906-2001) Manuel Mujica Láinez (Argentina, 1910-1984) Jorge Amado (Brasil, 1912-2001) Julio Cortázar (Argentina, 1914-1984) Elena Garro (México, 1916-1998) Juan Rulfo (México 1917-1986) Gabriel García Márquez (Colombia, 1927-2014) Carlos Fuentes (México, 1928-2012) Mireya Robles (Cuba, 1934) Mario Vargas Llosa (Perú, 1936) Isabel Allende (Chile, 1942) Laura Esquivel (México, 1950) Autores del realismo mágico en Europa
Álvaro Cunqueiro (España, 1911-1981)
Günter Grass (Alemania, 1927-2015) Milan Kundera (República Checa, 1929) Manuel Vicent (España, 1936)
Obras del realismo mágico
Cien años de soledad (1967), Gabriel García Márquez
La novela nos contará la historia de la familia Buendía, a lo largo de
siete generaciones, en el pueblo imaginario de Macondo. Es una historia llena de intrigas, de amor, de magia, de guerras, de todo lo que caracteriza a un pueblo y, sobre todo, a la humanidad.
Respecto al realismo mágico, como elementos sobrenaturales
tenemos el regreso de los muertos como fantasmas o reencarnándose en otros miembros de la familia, la alteración del tiempo en relación a la vida de los personajes, pestes de insomnio y de amnesia, una lluvia de flores y otra lluvia casi incesante por cuatro años completos, entre tantos otros elementos más.
La casa de los espíritus (1982), Isabel Allende
La novela nos cuenta la historia de la familia Trueba, a lo largo de
cuatro generaciones. Es una historia muy vinculada a los hechos sociales y políticos de Chile, pero que también desarrolla el amor, la muerte, los fantasmas, la revolución, los ideales y lo maravilloso.
Dentro de los elementos fantásticos, tenemos la clarividencia, el
espiritismo, la telequinesis, la aparición de los muertos, los fantasmas, entre otras. En consecuencia, hay un gran desarrollo de lo sensorial, que también se vincula al movimiento del realismo mágico.