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Ye Dario Salinas Figueredo | (coordinador) Luis Maira Aguirre (prdlogo) eer on Ticsdakeed tanner enter teealae ero heh lead Ps 3 3) Vien he hes ee Cee lee teed AMERICA LATINA: nuevas relaciones hemisféricas e integracion Dario Salinas Figueredo (Coordinador) CIALC ARTES. sik UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, A. C. ‘UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, A. C. CENTRO DE INVESTIGACIONES: UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO ‘SOBRE AMERICA LATINA Y EL CARIBE CCaNTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE AMERICA LATINA Y L CARIBE México, 2016 Amircn Latina: meas reaciones hemisrcas © ineraioa Daso Sams Figuredo (Coorinoe)~ Prime ec, ‘erp. ISDN 976-407-417-3758 (Universidad Ieroamerisn A.C) ISBN 978-7-02-7890-7 (UNAM) [Amira Latina = Relacoet esonimicas exterioes 2. Ama Litas ~ Poltica ‘sonic -Amiis Latin ~ Relaciones eros 1 Salis Figen Dara sion Ftasns.As27 2016 Diseno de portada: Irma Martinez Hidalgo Primera edicion: abril de 2016 Fecha de edicion: 15 de abril de 2016 D.R. ©2016, Universidad Iberoaméricana, A. C. Prolongacin Paseo de a Reforma 990, Lomas de Santa Fe, Alvaro Obregén, 01219, Ciudad de México D.R. © 2016, Universidad Nacional Auténoma de México (Ciudad Universitaria, 04510, Ciudad de México (CENTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE AMERICA LATINA Y EL CARIBE ‘Torre Il de Humanidades, 8° piso, Ciudad Universitaria, 04510, Ciudad de México ittp://wwwecialesunam.mx, ISBN 978-607-417-975-8. (Universidad Iberoamericana, A.C) ISBN 978-607-02-789-7 (UNAM) Prohibida la reproduccion total o parcial por cualquier medio sin la autoriza- i6n escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México. INDICE PROLOGO Luis Maira Aguirre EsTupI0 INTRODUCTORIO Dario Salinas Figueredo PRIMERA PARTE ‘AMERICA LATINA Y EstaDOS UNIDOS: HEGEMONIA ‘Y CONTRA-HEGEMONIA EN LAS TENDENCIAS POLITICAS HEMISFERICAS ... Dario Salinas Figueredo EL MIEDO Y LA CULTURA DE GUERRA: IMPACTOS: DE LA NORTEAMERICANIZACION DE LA SEGURIDAD EN AMERICA LATINA. Maria José Rodriguez Rejas, AMERICA LATINA: RESERVA ESTRATEGICA EN DISPUTA Gian Carlo Delgado Ramos EL PLAN COLOMBIA Y LA DINAMICA HEMISFERICA. Héctor Vega LA POLITICA HACIA AMERICA LATINA Y EL CARIBE [BAJO LA PRESIDENCIA DE BARACK OBAMA: UNA MIRADA DESDE LA PROSPECTIVA CRITICA Luis Suérez Salazar 7 35 B ng 5 173 SEGUNDA PARTE RUSIA Y AMERICA LATINA EN LA GEOPOLITICA GLOBAL .. Ana Teresa Gutiérrez del Cid LAS RELACIONES CHINA-AMERICA LATINA, YSU IMPORTANCIA REGIONAL José Luis Len Manriquez y Eduardo Tzili Apango MEXICO Y CENTROAMERICA EN LAS RELACIONES INTERAMERICANAS: RESISTENCIAS Y VEIBILIDAD SOCIAL sume Jaime Preciado Coronado y Aarén Villarruel Mora TERCERA PARTE LA INTEGRACION ECONOMICA REGIONAL LATINOAMERICANA Alicia Puyana Mutis ‘CONSECUENCIAS DEL COMERCIO EN LA POLITICA EXTERIOR, LA RELACION DE ESTADOS UNIDOS CON LOS MIEMBROS DE LA ALIANZA DEL PACIFICO ‘Mariana Aparicio Ramirez LA ESTRUCTURA DE LA INTEGRACION COMERCIAL PROFUNDA EN AMERICA LATINA Ninf M. Fuentes Sosa ‘CooPERACION SUR-SUR DESDE UNA PERSPECTIVA LLATINOAMERICANA: PROBLEMAS, PERSPECTIVAS E IMPACTOS Gladys Lechini Los AUTORES. 25 257 287 325 355 387 431 461 PROLOGO Luis Maira Aguirre libro que tiene en sus manos —lector— es muy «til porque jentrega criterios sustantivos para comprender la dificil situa~ ‘cién que enfrenta, en Ta coyuntura actual, la mayoria de los pafses de nuestra region. En ella, se mezclan el peso de la desacelera- cién del crecimiento econémico, la falta de transparencia en los episodios cotidianos que dafian la credibilidad de los sistemas politicos, y una sensacién de estancamiento de la movilidad social que ya no permite echar a andar la indispensable agenda de ‘equidad requerida en las politicas sociales, Todo esto se combina con la falta de otro proyecto y nuevas perspectivas. Pienso que para entender la historie reciente de América Latina debemos partir del inmenso big bang de la historia mun- dial causado por la caida del Muro de Berlin, de noviembre de 11989 hasta diciembre de 1991; con el fin del proyecto comunista y de la Uni6n Soviética, episodio amplificado, a su vez, por las, miiltiples repercusiones de la Tercera Revoluci6n Cientifico- Técnica. A este ciclo de transformaciones, el historiador britanico, Eric Hobsbawm, desde el primer momento calificé el impacto, con agudeza, como un “cambio epocal”, explicando que no asistiamos a una crisis particular del orden internacional, sino a un cambio de edad histérica que ponia fin al mundo iniciado en la segunda mitad del siglo xvii con las grandes revoluciones liberales. En tal perspectiva, muchas cosas han cambiado desde enton- ces en nuestros paises: la modificacién del impacto de la hege- 9 10__Luis Maira Aguirre monja internacional estadounidense y sus efectos; la aparicién de nuevas fuerzas y procesos politicos que han sido resultado de una mayor autonomia internacional relativa de nuestros gobier- ‘nos; la basqueda de impulsos més activos de integracién y coope- racion regional; y un salto importante en las condiciones que determinan la calidad de vida y los indicadores estratégicos en muchas de las naciones latinoamericanas, por ejemplo. Desde esta Optica, la América Latina de la segunda década del siglo xx1 resultaria irreconocible para quienes la examinaran a la luz de rasgos y caracteristicas prevalecientes en la dltima fase de la Guerra Fria, y de la forma en que la pensdbamos, por ejemplo, con el instrumental teérico de la Teoria de la Dependencia. __ Pero, ahora mismo, resulta claro que enfrentamos otro ciclo historico, cuyas convulsiones y retos estén conmoviendo los imientos del orden que, provisionalmente, fuimos construyen- do desde la Posguerra Fria. Sin embargo, en este contexto, resul- tan contrapuestas las trayectorias que caracterizan a las dos primeras etapas de este periodo. La década de los afios noventa fue de clara preeminencia del pensamiento neoconservador y de una implacable aplicacién de las reglas que el economista John Williamson codificara bajo la denominacién “Consenso de Washington.” De la mera revision de las diez recomendaciones centrales con las que Williamson sinte- tiz6 su propuesta, se confirma hasta qué punto inspiraron el pro- yecto neoliberal, y que prevalecié en América Latina de modo practicamente uniforme. La mayoria de los veinte paises latinoa- ‘mericanos tuvieron programas de gobierno que buscaron, sobre todo, disciplina en la politica fiscal; una redireccién focalizada del gasto social; enmiendas tributarias para “aliviar la carga de los sectores de mayores ingresos y fortalecer la inversiGn nacio- ral” tipos de cambios “ Gnicos y competitives”; una amplia libe- ralizacién del comercio y la supresién de las barreras a la inversi6n extranjera; junto a la sistemética privatizacién de las empresas estatales. Prologo 11 En suma, el continente fue sometido a una desregulacion econémica y a la supremacia absoluta del mercado, unido ala proteccién entera de los derechos de propiedad. De esta manera, cuando el mundo experimentaba una trans- formacién sin precedentes a finales del siglo xX, debimos hacer frente a una amplia ofensiva que —de acuerdo con la formula- ‘cién hecha por los idedlogos neoconservadores que redactaron el programa de gobierno de Ronald Reagan— apuntaba a desmante- lar el Big Government, estableciendo en si remplazo una vision de cardcter mercantil que reflejaba una articulada cosmovision, impulsada, con arrogancia y dogmatismo, por los empresarios y sus organizaciones, junto con los partidos politicos tradicionales. Los gobiernos, consecuencia de esta nueva visi6n, fueron emblematicos: Carlos Salinas de Gortari en México; Alberto Fuji- mori en Perdi; Carlos Menem en Argentina; Fernando Collor de Mello en Brasil y Gonzalo Sanchez de Lozada en Bolivia, entre otros. Podemos agregar que estas politicas resultaron viables en e508 afios por el enorme impacto que provocé a nivel global el fin de la URSS, que llev6 al descredito no solo la visién sustentada del ‘comunismo soviético, sino a toda la gama de pensamiento y de fuerzas politicas y organizaciones sociales de izquierda. Al mismo tiempo, esta situacion auments los efectos de lo que pare- cfa un estable poderio norteamericano en el mundo, reflejado en las ideas de un sistema internacional unipolar, dominado y con- ducido discrecionalmente desde Washington (Unipolar Politics). Pero, vistas las cosas en perspectiva, lo asombroso fue la fugacidad de estas propuestas. Esto tiene su explicacion debido a los desastrosos resultados que produjeron la aplicacién de sus politicas econémicas. Un buen resumen de ellas es el peor indi cador de la década: el aumento del nivel de pobreza en América Latina, que subi6 de 170 a 221 millones de personas pobres ~67 mi- ones de ellos, indigentes— entre los afios de 1990 y 2000. Junto a eso, se hizo evidente una redistribucién regresiva de la renta y una amplia desnacionalizaci6n de riquezas fundamentales de los paises. Asi, todo acabo en cuadros de desorden y crisis, como 12__Luis Maira Aguirre Prélogo 13, los que vivimos luego de los “errores de diciembre” y el “efecto tequila” de México en 1994, o la crisis brasilena de 1998, vincula- daa los desérdenes de la recesiGn asidtica. Con todo, el peor de los balances fue el de Argentina, donde la quiebra generalizada de las instalaciones productivas y una desocupacién de mas del 30% de la poblacién activa, lev6 a fenémenos como la bancarrota de las instituciones financieras, “el corralito” y la emisién de moneda y contratacién de deuda publica por las autoridades provinciales. EI modelo neoliberal estuvo al borde de comprometer, en algunos casos, la existencia misma de los Estados en los que se implanté. A la luz de tales resultados, no fue extrafio que, de acuerdo con nuestra tradicién politica pendular, los ciudadanos le fueran entregando el poder a los criticos de esta propuesta, exigiendo la correccién de los excesos producidos. Esto se co- menz6 a esbozar en 1998 en Venezuela, con la eleccién de Hugo Chavez, pero se afianz6 como tendencia con el triunfo de Lula y elPten Brasil, en diciembre de 2002. A partir de ahi, la mayoria de los gobiernos de América Latina, especialmente de América del Sur, asaron a manos de un variado arco de Partidos y movimientos s0- ciales de centro-izquierda e izquierda. Hacia 2008, con excepcisn de Colombia, los otros nueve paises sudamericanos tenian go- biemos que se definfan como de izquierda o “progresistas”, que permitieron reforzar la integraci6n y cooperacién nacional a tra- vvés de la creacién de UNASURy dieron forma a un nuevo triangulo enla insercién internacional en que, con una geometria variable, se ubicaban los pafses latinoamericanos frente a Estados Unidos, pero ahora también ante China, que se fue convirtiendo en el pri- ‘mer socio comercial de esa subregion. Por su parte, en Centro América y el Caribe, también se regis- traron hechos en similar direccion: con el triunfo del FMLN en El Salvador, el breve gobierno del Presidente Manuel Zelaya en Honduras y el del Presidente Martin Torrijos en Panamé. En el Caribe, ademas del afianzamiento de Cuba, se implants el régimen més moderno del Presidente Leonel Fernandez en Repiiblica Dominicana, que establecié amplios acuerdos con los paises de América Central. Esta nueva correlacién de fuerzas politicas se beneficié por ‘un sustancial giro en la economia mundial, El ascenso de China ‘como una superpotencia y, en paralelo, el aumento de la capaci- dad productiva de la India, generaron un notable cambio en el ‘mercado mundial de los commodities e incrementaron sustancial- mente el precio de materias primas y recursos naturales que ex- pportan los paises de América Latina. Esto dio lugar a lo que ya se ‘denomina la “década dorada” de la regién que, por primera vez encincuenta afios, el aumento de nuestro PIB fue de mas del doble que el promedio de las economfas desarrolladas del G7. En un auge inusual de los paises del sur, acentuado por la Gran Recesion que estall6 en Estados Unidos en septiembre de 2008, 79 naciones en desarrollo también crecieron el doble que las siete economias ‘més desarrolladas, lo que represent6 un cambio en la correlacion de fuerzas mundiales. El ejemplo més significativo, la economia china tuvo en la primera década del siglo xxi un crecimiento promedio de 10.2%, mientras que la estadounidense lo hacia solo al 2%. YY, por si fuera poco, los ahora lamados “paises emergentes” acabaron dotindose de un poder de asociacién que dio lugar al ‘BRICS, en 2009, en la Conferencia de Ekaterimburgo, Rusia, lo que produjo un desasosiego intelectual entre los académicos estadounidenses y puso nuevamente al centro del debate el tema de una rapida declinacién de Estados Unidos y de su poderfo internacional. Pero, las tendencias de este segundo decenio tampoco resul- taron estables. La Gran Recesién, iniciada con la quiebra del banco Lehman Brothers en Nueva York, desplomé el prestigio de la Administracion de G. W. Bush y pronto se extendio, inconteni- ble, a los principales paises de la Unién Europea, complementando la anticipada contraccién econ6mica de Japén. América Latina al principio absorbio bien el impacto de este proceso, pero a partir de 2011 se fue produciendo una desaceleracién econémica bas- 14 Luis Maira Aguirre tante marcada, que ha hecho del tercer decenio del siglo xxi uno de contratiempos y dificultades generalizadas que, sin embargo, se diferencia de los anteriores en que ahora no hay ninguna orienta~ ci6n ideol6gica predominante, ni un curso predecible a los proble- ‘mas que encaramos. Mas bien, los rasgos contradictorios de las décadas previas han reabierto un camino de desafios y riesgos inciertos en la mayoria de nuestras naciones. Se podria decir que América Latina vive, a partir del actual contexto econémico y de la aparicién simulténea de factores de preocupante debilitamiento politico, en un cuadro de incerti- dumbre con respecto a la orientacién y desenlace de esta tercera década de la Posguerra Fria. Esto hace més indispensable que nunca una reflexién amplia y creativa de cara a la complicada situacién a la que nos enfrentamos. El primer mérito del libro que edita Dario Salinas es lo opor- tuno. Junto a ello, cabe destacar la amplitud y certeza de su enfo- que. Los aftos de crecimiento y la mayor autonomia de la década anterior tuvieron varios efectos, entre otros, el hacer universal la formulaci6n de nuestras politicas exteriores y poner a América Latina —como lo ha probado la creciente actividad de CELAC— en contacto con casi todos los otros bloques de paises emergentes: como Africa, el Medio Oriente y el Asia del Sur. Nuestro destino no es ahora el de una regién aislada, sino el de una que se organi- zay trata de actuar en un mundo de grandes regiones llamadas a remodelar un sistema internacional que se qued6 sin marco ins- titucional y sin gobernanza global desde 1991, tras el fin de la Guerra Fria. Por eso, uno de los mayores aportes de este libro esta en su agenda, que busca examinar el detalle de estas nuevas relaciones en los casos de Rusia, China e Irén. También intenta ver los efec- tos del nuevo contexto en el comercio y la politica econémica inter- nacional, junto a las nuevas oportunidades para la integraci6n econémica latinoamericana. Todo ello con el propésito de inser- tamnos de manera mas eficaz en la economia mundial que tanto ha cambiado tiltimamente, pero que ofrece més espacio a las eco- Prologo 15 nomias regionales fuertes —como puede llegar ser una América Latina con mas unidad y cooperacién regional — que a los esfuer- 208 de paises que solo apuestan por decisiones individuales correctas. De aqui en adelante no nos vaa servirla idea de integracion como sueho ut6pico global, pero vamos a necesitar —si quere- ‘mos seguir progresando— un disefio de avance para América Latina que nos permita tener voz y un proyecto definido y claro en la reorganizacion del Sistema Internacional, que continta pendiente desde el final de la Guerra Fria. ESTUDIO INTRODUCTORIO Dario Salinas Figueredo 0s trabajos que integran esta obra proceden de esfuerzos idiversos desde Ambitos académicos distintos, nacionales internacionales, que convergen en la preocupacién por entender ‘el caracter de los procesos politicos actuales de América Latina y el Caribe, sus principales tendencias regionales a la luz de la dind- ‘mica hemisférica que le circunda, asi como las nuevas manifesta~ ciones que surgen de la relaci6n con la politica estadounidense fen un contexto de crisis global. Los autores son investigadores que desde sus miradas especificas tienen un acervo reconocido de aportaciones sobre los temas que abordan. Una red de redes ‘académicas, con preocupaciones afines, sirve de referencia para apuntalar la articulacién de este proyecto. Un eslabon de esta red es el Seminario Permanente sobre “Gobernabilidad y Procesos Politicos en América Latina”. Este Seminario conforma parte de Ia linea de investigacién que, bajo el mismo nombre, se instru- ‘menta en la Universidad Iberoamericana y desde hace més de una década viene desarrollando sus trabajos de discusi6n, reflexi6n, anélisis y difusién del conocimiento con el concurso de investiga~ dores de la Universidad Nacional Auténoma de México, la Univer- sidad Autonoma Metropolitana, la Universidad de Guadalajara, Ja Universidad Autonoma de la Ciudad de México, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, entre otros centros e insti: tuciones de educacién superior, asf como de otras instituciones Jatinoamericanas, entre ellas, La Universidad de Costa Rica, la 7 18 _Darfo Salinas Figueredo Universidad de La Habana y la Universidad Nacional de Ro- sario, Los autores, procedentes de estas instituciones, son parte fundamental de este esfuerzo colectivo. Su participaci6n en los seminarios o actividades de intercambio académico produjeron los insumos iniciales que mas tarde se convirtieron en los capi- tulos de este libro, Elespacio temporal que enmarca el trabajo de discusi6n pro- ducido en esta obra corresponde a los primeros tres lustros del siglo xxl. Este sefialamiento es apenas una referencia indicativa que va més alld de reconocer un calendario, Lo que importa es el tiempo histérico dentro del cual la emergencia de determinados fenémenos, profundos y gravitantes, sirvieron de impulso para poner en relacién el ejercicio siempre complejo de generar aportes al ‘conocimiento y el abordar importantes procesos de cambio abier- tos a mejores explicaciones. La jerarquizacién de los ejes que hil- vanan la estructura de esta obra busca responder al parametro historico y politico justo de este periodo. Los cambios en curso se refieren a un contexto de crisis global del capitalismo, a senales cada vez més insistentes de que la hegemonia estadounidense ya noes la misma, desde el punto de vista de sus impactos y resulta- dos, asi como de la centralidad que va adquiriendo la regi6n lati- noamericana y el Caribe a partir de sus transformaciones politicas, y gubernamentales, colocando nuevos desafios, propuestas ¢ interrogantes en la dinémica agenda hemisférica. Desde luego, no podria omitirse la trayectoria altamente negativa que necesitamos seguir discutiendo, y sintetizada en la extensa experiencia neoliberal en la regién. Esta forma de valora- ‘in esta asociada a un proceso argumental. Nos referimos a que su instalacién, como modelo del capitalismo de este tiempo, ha impuesto una portentosa remodelacién de la sociedad, que al demostar derechos sociales adquiridos, transformando de mane- ra regresiva el papel del Estado, ha convertido al mercado y a la mercantilizacién en piezas nodales de su estrategia, como sopor- tes de un desarrollo insostenible ni siquiera en sus niveles més basicos de crecimiento econémico. La imposicién de la cultura Estudio introductorio 19 la “libre competencia” y la desregulacién han provocado aston estrecocea ‘en el tejido social y regional, debilitando, a niveles nunca antes vistos, las condiciones de integracin e inser- ‘ional. sae een aalcomo la regién fue el laborataro preferencial para desarrollar este experimento, en la actualidad los procesos en ‘curso estan impulsados desde un cuestionamiento mas profun- do sobre las concepciones y politicas de este modelo. Aquellas invocaciones asociadas al Consenso de Washington, y que fue- ron enarboladas por medio de sendas plataformas gubernamen- tales triunfalistas, en las actuales circunstancias ya no aparecen con la viabilidad de entonces. So reserva de las particularidades, y hasta de las singularidades, la regién latinoamericana y el Caribe, en su conjunto, puede razonablemente admitir la confor ‘maci6n de un escenario que se carcateriza por el desarrollo de nuevas tendencias politicas. Tanto que en el horizonte de la dis cusidn aparecen pertfilados proyectos diferentes, algunos incluso abiertamente anti-neoliberales e impugnadores de su sistema de dominacién, todo lo cual, y més alla de su facticidad, anticipa la necesidad de otro modelo de sociedad y, por supuesto, nuevas vas de desarrollo e integracién. ne er ala tendencia ees venido redisefiando el mapa politico regional, desde los primeros aftos del presente milenio, constatamos el desarrollo simulténeo de un ee sistas, Sobre todo, y con mayor agudeza, cu ‘ir transformaciones erticulan politics de afecacion etatal es decir, de los resortes del poder, como en Venezuela, Bolivia y Ecuador; aunque no tinicamente en estos paises porque también en registros distintos e impulsados por similares intenciones de “restauraci6n conservadora” se pueden advertir en Brasil y Argen- tina. El alcance de sus expresiones va m4s alla de la desestabili zacién de los gobiernos antineoliberales o simplemente distintos a los propésitos o designios hegeménicos de dominacién. El gol- pismo no esta descartado en esta fase. Entonces, al hablar de reor- denamiento en la correlacin estratégica y desde el pensamiento 20 Dario Salinas Figueredo critico, el analisis demanda considerar que se perfila un esct tio dinamico de mayores confrontaciones y profundizacion lucha politica en todos los terrenos. La perspectiva de esta c frontacion también asume ingredientes renovados, toda vez qi combina y articula el desarrollo de una guerra no declara compuesta de maltiples frentes que incluye el despliegue ofensi en diversos registros: medidticos, diplomaticos, electorales, nes encubiertas, entre otros recursos. La “restauracién conservadora” dispone de capacidad par desplegar su ofensiva hacia la sociedad civil, incubar fuer: politicas de referencia acorde con sus propésitos, activar opinion publica favorable capitalizando las debilidades del p gresismo, tocar incluso las puertas de las instituciones castre impulsar propuestas de recambio politico en nombre de unk “oposicion democratica’, etcétera. Lo anterior puede signifi en los hechos que todas las formas de lucha son concebiclas como validas si se trata de retrotraer el mapa politico que se ha configu rado en la regi6n, Sus avances no son ajenos a las decisiones de la politica estadounidense. Llegado a este punto es preciso reconocer que, si bien la més) importante potencia del capitalismo se enfrenta a una disminu- cién relativa de su capacidad de dominacién sobre el sistema internacional, asi como en su gravitacion econémica global, hace falta profundizar en la pregunta sobre cudles pueden ser sus implicaciones para la regién. Todo intento por avanzar hacia un mejor analisis de este proceso implicara preguntarse, de nueva cuenta, cémo se trasladan sus propésitos globales hacia América Latina y el Caribe, Este conocimiento es fundamental. Ante un debilitamiento relativo del liderazgo estadounidense en el esce- nario global y las fisuras advertibles en su tradicional capacidad hegeménica, no resulta descabellado suponer que propenders, por medio de sus politicas concretas, a recuperar los espacios per- didos y a reposicionarse con el objetivo de garantizar la viabilidad de sus objetivos estratégicos. Bajo este planteamiento adquiere renovada importancia su gran frontera sur. Estudio introductorio 21 El predominio que la politica estadounidense tenia en la region latinoamericana, hoy, no es el mismo, si consideramos Ja existencia de importantes contrapesos 0 contra-tendencias ‘quese han configurado, Aquella relacién de “normalidad’” fundada ‘ena subordinacién se encuentra trastocada. Un indicador de este ‘cambio en la naturaleza de la relaci6n es el desarrollo de un con- junto de organismos de concertacién politica que, movilizando fesquemas multilaterales, han venido impulsando propuestas y acuerdos de integracion. La extensién de estos nuevos procesos, que sugieren la existencia de una nueva politica desde la regién, Tega incluso hasta el establecimiento de politicas de cooperacién conlas llamacias “economias emergentes”, sin que para ello medie Jaanuencia estadounidense. Sin embargo, serfa un error gravisimo suponer que las se- Aales que suguieren un declive estadounidense no puedan ser remontadas. Visto de manera integral, es un pafs que sigue dis- poniendo de importantes activos, recursos e infraestructuras muy avanzadas, asi como bases cientifico-tecnolégicas que lo colocan por encima de cualquiera de sus competidores en las, reas predominantes de desarrollo. Esta trama acumulada de recursos esté cletrés del pensamiento politico profundo de su clase dominante, que al proyectar su visién hegeménica no admite la posibilidad de que se desarrollen proyectos fuera de su control. Garantizar y expandir sus reas de influencia le resulta vital. Mas, todavia si se considera el contexto de crisis que afecta profun- damente al sistema capitalista y continga su curso. Desde esta perspectiva, conviene saber leer incluso los positivos giros de la politica estadounidense hacia Cuba, que requieren de una re- flexion que reconozca esta preocupacién. Ninguno de los docu- mentos, oficialmente disponibles, referentes a sus concepciones geopoliticas y de seguridad nacional, formula planteamientos estratégicamente diferentes. En la dindmica de ese marco, la dis- puta por la direccisn de los procesos politicos, endégenos y regionales, se encuentra abierta en América Latina y el Caribe. Conviene hacer hip6tesis en esta perspectiva para la reflexion de 22 Dario Salinas Figueredo que ninguno de los avances logrados en América Latina, en campo de la autodeterminacién politica, debieran consider irreversibles. Entre el otrora orden bipolar, la formidable reconstituci del capitalismo tras la cafda del bloque socialista, el fortales miento de la creencia estadounidense alrededor de la concepci unipolar y el reorcenamiento de fuerzas que se perfilan hacia orden multipolar o policéntrico, se erige actualmente un co escenario global, yuxtapuesto de innumerables fenémen antiguos y nuevos, coyunturas diversas, mutaciones y context Ena densidad de ese contradictorio espacio se mueven las tr formaciones actuales, cuya trayectoria nos inducen a observ con cautela analitica el reordlenamiento de las relaciones de fue zaen el orden internacional. La hegemonia que Estados Unid ejercia sobre el sistema se ha modificado, en parte por el pro; sivo debilitamiento de su propia economia, pero también, principalmente, por el fenémeno de las “ potencias emergent © factores de contrapeso, que en diversos registros, incluyendo comercial y la posesién de recursos estratégicos, estén gravit do en el reordenamiento del tablero internacional. En la medi en que estas formulaciones sean plausibles para detectar pro sos, parece que va quedando relativamente claro la sugerencia que el nuevo orden emergente no descansaré de modo exclusive en los soportes del unipolarismo bajo el liderazgo estadounid se. El conocimiento de estas tendencias, y sus contratendenci puede ser crucial para el presente y el futuro politico de los cesos latinoamericanos. En fin, y para no alargar en demasia este estudio introdu rio, parece indispensable remarcar que los tres campos probl mticos que disefian la estructura del libro se refieren a tendenci advertibles en diversos registros. Posiblemente ninguna soci latinoamericana pudiera reconocerse con toda exactitud dent de las tendencias caracterizadas, pero ninguna podria cot siderarse ajena a ellas. Si el abordaje de los tres campos probl maticos, presentados en tres partes sucesivas, logran estable Estudio introductorio 23 ‘una sintonfa con las preguntas que surgen de este tiempo politi- £0, el libro podria considerarse en el itinerario de sus objetivos, ‘Los capftulos de la primera parte se preocupan por estudiar la dindmica regional, los elementos geopoliticos del nuevo escena- rio post-guerra fria y las reformulaciones de las politicas esta- dounidenses, Darfo Salinas desarrolla una linea reflexiva segin Ia cual se plantea que, al estudiar los procesos politicos de la region, a partir de la crisis del neoliberalismo y las propuestas de cambio, sociales y/o gubernamentales emergentes, se hace nece- sario identificar los ingredientes del entramado de las relaciones hemisféricas, entre cuyas expresiones aparece con notable cen- tralidad a problemética de la hegemonfa estadounidense en el sistema global. Al abordar las llamadas “piezas de la hegemo- nia” y las reformulaciones del concepto de seguridad, muestra sus implicaciones en la politica regional. En una linea desprendi- da de este planteamiento se afirma que la nueva politica hacia Cuba no es independiente de su estrategia hemisférica. Concluye que, aunque en la regién latinoamericana y caribefta no se defina el liderazgo global estadounidense, el fortalecimiento de su hegemo- nia pasa por recuperar todos los espacios de influencia en las decisiones de la politica latinoamericana. En la trayectoria de la problematica que concierne a la hege- ‘monia, el capitulo de Maria José Rodriguez estudia la construccién del miedo como instrumento de la politica dominante. A diferen- ia del pasado, en la actualidad y por primera vezen América Latina, dice la autora de este capitulo, asistimos a la “internacionalizacién del uso del miedo y de ta impunidad como mecanismo de control social”, Su estudio implica, tal como puede observarse en Colombia, Mexico y otras experiencias de la regién, presuponer la recons- truccién de un continuum histérico que forma parte del ciclo con- servador y que se extiende hasta nuestros dias bajo gobiernos 24 Dario Salinas Figueredo Estadio introductorio 25 democréticos-clectorales. Entre sus conclusiones destaca qt una mejor comprensién del fenémeno pasa por revisar “lo lineamientos y concepciones de seguridad de Estados Unido hacia América Latina y su cardcter contrainsurgente...”. Desde una perspectiva de “ecologia politica”, que concie al estudio de las relaciones socioecondmicas y de poder, elt de Gian Carlo Delgado analiza la “ geopolitica de los recurso naturales”. Bajo la premisa de que las reservas estratégicas d ‘América Latina estan en disputa, aunque no solamente su est dio aborda el desarrollo de la “ingenieria de conffictos", que refiere a la movilizacién de diversos instrumentos, legales e ile gales, que terminan por configurar un escenario de “conflict interno”, que a la postre justifique la instalacién de la fuerza “leg tima”’ con el propésito de ejercer el control sobre determinad territorio, Entre sus conclusiones enfatiza que la “ingenieria d conflictos” se construye como “procedimiento de seguritizacié de los recursos”, toda vez que su control tiene proyecciones regio nales ¢ internacionales. En su reflexi6n final, plantea la probler tica dela “seguridad ecolgica” ,y enla perspectiva de alternati sugiere la importancia del “buen vivir” como referente que cont buye a pensar en la recuperacién hist6rica de la experiencia la tinoamericana Héctor Vega, en el apartado sobre “El plan Colombia y dinamica hemisférica”, estudia esta experiencia desde el punte de vista de los criterios y objetivos estratégicos que aparecen en agenda de cooperaci6n. Aunque su justificacién oficial esta rela cionada con la lucha antidroga, el trabajo se empefia por recupers su formulacién inicial, escasamente reconocida, cuando en 1 fue presentada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias d Colombia, FARC, en las negociaciones de paz iniciadas en aquel coyuntura. Entre sus diversos elementos empiricos, este estud muestra cémo, no obstante los recursos movilizados para cumpli con sus objetivos formalmente declarados y la intervencién mil tar requerida para su puesta en marcha, cerca del 80% de la coca consumida en Estados Unidos proviene de Colombia. Al estudian ‘os distintos planes de cooperaci6n, el autor aborda las implica~ ‘Giones de la guerra, su financiamiento y el complejo vinculo entre “narcotrafico y la politica de seguridad hemisférica. Aborda su con una valoracién critica de las negociaciones entre el do colombiano y las FARC en territorio cubano. Aunque reser- do en sus conclusiones, para el autor es significativo el uso de los ursos politicos y diplomaticos para dialogar sobre las causas del conflicto armado mas antiguo de América Latina. Cierra esta unidad el capitulo de Luis Sudrez. Desde un enfo- ‘que que denomina “futurol6gico” o de “prospectiva critica”, cons- ‘truye algunos escenarios para la regién, tomando distancia de las, tentaciones deterministas o voluntaristas. Al hacerlo, estudia con ‘acuciosidad empirica la politica diseftada durante la primera y ‘segunda presidencia de Barack Obama. Su trabajo puede verse como una verdadera arqueologfa de los principales hechos y co- fas de este periodo en la relaci6n entre Estados Unidos y ‘América Latina y el Caribe. De los puntos que adquiere especial ‘importancia, en el andlisis de la politica estadounidense, es el sis- ‘tema interamericano y la defensa actualizada de sus instituciones frente a sus intereses hemisféricos. Escéptico, frente al discurso ficial estadounidense, entre sus conchusiones destaca un suge~ rente ejercicio de reconceptualizacién del llamado “gobierno to”. Categoria desde la cual se estudian los elementos re- ‘gulares en la articulacién del poder estatal estadounidense, mas alld de las variaciones en el ejercicio de la politica gubernamental. Desde alli extrae la idea de que los objetivos de la politica norteamericana, a reserva de conocer sus variantes tacticas, en- ccuentran su impulso en el imperativo de obstruir y destruir los factuales proyectos de gobiernos reformadores 0 revolucionarios de América Latina y el Caribe. Aunque se registren variaciones de métodos politicos, sus objetivos dirigidos a definir la politica de otros paises son permanentes. Aun cuando el trabajo del pro- fesor Sudrez fue escrito antes de los acontecimientos que se suceden al inicio del dialogo para impulsar las relaciones diplomaticas ‘entre Cuba y Estados Unidos, su perspectiva de andlisis abona 26 Dario Salinas Figueredo Estudio introductorio 27 elementos de referencias importantes para estudiar la comp! dad de este proceso bilateral y sus implicancias regionales. ae La segunda parte del libro fija su preocupaci6n en el analisis aquellas relaciones que, desde cierta perspectiva restringida, q daron englobadas en la literatura bajo la denominacién de “ac res extra-regionales”. El motivo que inicialmente impuls6 a l conformacién tematica de esta parte dentro de la obra, tiene qt ver con la importancia de analizar estas experiencias, en algui sus expresiones concretas, y arribar hasta donde sea posible a conclusiones que ayuden a entender su significado y sus perspec: tivas. Para ello se tuvo en cuenta que la presion historica siemp estuvo encaminada a dinamizar un tipo de vinculo que ha tendic a circunseribirse a las asimétricas relaciones dentro de las coorde- nadas norte-sur bajo la hegemonfa estadounidense. La sospecha movilizada se encaminaba alrededor de la idea de que los alinea- mientos de la regi6n con Estados Unidos se habian modificado, Las nuevas relaciones con Irén, por ejemplo, se produjeron en momentos en que la Repiblica Islamica estaba asociada ideol6- gicamente al “terrorismo” y a la Hamada “amenaza nuclear”, all tiempo que Estados Unidos hacia desplazar, junto con sus alia- dos, todo el peso del hostigamiento posible a su economia y a su politica. Bajo esta preocupacién incluimos el andlisis de las expe- riencias estudiadas en este apartado. En el apartado dedicado a “Rusia y América Latina en la geopolitica global”, Ana Teresa Gutiérrez del Cid, retomando una linea de su produccién sobre el tema, aborda los problemas y posibilidades que se advierten en los acuerdos y convenios de cooperacién que involucra a varios gobiernos de la region. Con énfasis en la experiencia inicial de relacién que se vincula con los tiempos politicos de Lula y Chavez, aunque no se limita a sus respectivos paises, el estudio analiza las proyecciones de la poli- tica rusa en la regién junto con las sefiales de debilitamiento hegeménico de Washington. Entre sus conclusiones principales, €l trabajo muestra de qué manera la multilateralidad ejercida ‘por los gobiernos latinoamericanos ha abierto espacios de coo- peracién, de intercambio comercial, incluso bajo esquemas de libre comercio, y de convenios en el terreno militar, sin exponer Jos elementos comprometidos en su capacidad de autodetermi- nacién. Todo este proceso se desarrolla junto con modificaciones enel tradicional liderazgo ejercido por la politica comercial y de seguridad estadounidenses sobre la region. José Luis Leén Manriquez y Eduardo Tzili, en su aportacién “Las relaciones China-América Latina y su importancia en la dinémica hemisférica”, analizan la perspectiva econémica, polf- tica y los acuerdos multilaterales de acercamientos del pais asié- tico con la regién. Para los autores, las relaciones econémicas no son simétricas pues no afectan de la misma forma a los paises latinoamericanos, sentando diferentes esquemas comerciales € industriales con actores de la regiGn. Respecto al tema politico, se enfatiza que detrés de estos acercamientos se encuentra de fondo nuevamente el tema econémico, destacando el posible debilitamiento de Ia agenda estadounidense en la region al esta blecer relaciones que modifican las “preferencias de los gobier- nos latinoamericanos”. Entre sus conclusiones se destaca que en Jas relaciones de China con América Latina y el Caribe se recono- cela enorme vinculacién que mantiene esta region con los Estados Unidos. Sin embargo, “esto no significa que no existan cambios notables”. Mas allé de la relaci6n comercial con 21 paises latinoa- mericanos, para los autores adquiere importancia politica las relaciones multilaterales, tal como ocurre en los vinculos entre Chi- na con el MERCOSUR y la CELAC, aunque como proceso todavia puedan resultar muy incipientes. El texto de Jaime Preciado y Aarén Villaruel, “México y Centroamérica en las relaciones interamericanas: resistencias y visibilidad social”, analiza geopoliticamente las relaciones en. cesta parte de la region a partir del escenario de coyuntura post 11 28 Dario Salinas Figueredo: de septiembre, donde resalta el tema de la seguridad, el nare trafico y la migracién como pilares de las relaciones interat canas. Estos temas no se desligan del proceso de militarizaci de la franja regional. La zona de México, Centroamérica y Caribe, por la cercania geografica, resulta como area prioritari asi como las relaciones con paises afines a la hegemonfa est dounidense en el sur del continente. Entre los puntos destaca del andlisis se reconoce que, si bien para la agenda politica Estados Unidos latinoamérica no es un tema preferente, {result “fundamental para sus intereses”, pues constituye “una impor- tante fuente energética y de recursos naturales”. Una de las con- clusiones a las que llegan los autores, analizando diferentes planes y Proyectos que han tenido lugar en la zona mesoamericana, es que ésta juega un papel de “corredor de seguridad”, pero que, debico a la emergencia de una sociedad civil en movimiento, ‘comienzana surgir propuestas que complejizan las relaciones polf- ticas con Estados Unidos. - La tercera parte se preocupa del tema sobre la integracién, el desarrollo y la inserci6n internacional de las economias latinoa- mericanas. La perspectiva general se propone explorar las condi- ciones de la crisis, las posibilidades de otros enfoques y otras politicas sin desconocer la problematica estructural de re-prima- rizaci6n que afecta a las economias de la regién en un contexto recesivo y de tendencia ala baja en los precios de los commodities, En el diagnéstico regional pesa el saldo del neoliberalismo, cuyas politicas han hecho que la mayorfa de las economias sean hoy més dependientes de las exportaciones. Esto esta obligando a repensar la matriz productiva en los paises en que se desarrollan Proyectos de construccién con propésitos alternativos como en ‘Venezuela, Bolivia y Ecuador. Frente a lo que se ha dado en llamar la propuesta de “integracién profunda”, se discute el significado de la relacién de Estados Unidos con los integrantes de la estra- Esudio introductorio 29 de la“ Alianza del Pacifico”. Cierra este apartado el analisis, Ja cooperacién Sur-Sur como perspectiva contra-hegeménica jel campo de la relacién politica y comercial para el desarrollo. El capitulo de Alicia Puyana aborda, desde una perspectiva a politica econdmica, el tema de la integracién regional como forma para el desarrollo. Haciendo un recorrido historico Ja regién a partir de los acuerdos de integracién, el trabajo ‘ofrece una caracterizacién de las experiencias y sus resultados. Debido a los problemas estructurales no resueltos por las econo- ‘mias nacionales, la “tendencia es a abandonar la creacién de ‘mercados comunes o unidades econdmicas y preferir arreglos, ‘estrictamente comerciales, situacion que complejiza el desarrollo ‘econémico de los actores de la regién”. En esa perspectiva afirma ‘que tampoco ha servido mucho la inclinacién a una mayor inte- gracién con la economia estadounidense. Entre sus conclusions, ‘ademés de mostrar que la experiencia de integracién no ha sido motor para el desarrollo, por las caracteristicas de las politicas no se han logrado crear mecanismos que protejan a la regi6n de “los choques externos”, lo cual, ha ocasionado que se busquen acuerdos bilaterales “debilitando la posibilidad de integrarse”, El trabajo de Mariana Aparicio estudia La Alianza del Pacifico. Al hacerlo, recupera lo que dicho proyecto representa para el interés de la politica norteamericana, a la luz de los vincu- los politicos y econémicos afines con los paises miembros, todos comprometidos con el libre comercio y el incremento de su rela- cién con la region Asia-Pacifico. La Alianza, desde la perspectiva estadounicense, puede jugar un punto de conexién entre los, diferentes acuerdos de libre comercio vigentes en América Latina. Si la expectativa del gobierno norteamericano es que sus socios comerciales tengan posiciones cercanas a su politica exte- rior en el ambito internacional, es posible que no se cumplan en todos los casos. Se puede observar que los paises socios de la Alianza del Pacifico presentan diferencias de afinidad de acuer- do al grado de dependencia del mercado estadounidense y de sus intereses nacionales. El mecanismo principal reside en que la 30__Dario Salinas Figueredo Estudio introductorio 31 afinidad se convierte en selectiva cuando las economias tie asegurado el acceso al mercado de Estados Unidos mediante acuerdo de libre comercio. En la medida en que lo logran, ran primeramente por sus intereses y sopesaran los cost beneficios de tener una posicién en contra o diferente de la tica estadounidense. ‘Ampliando el tratamiento de esta tercera parte del libro, apartado de Ninfa Fuentes estudia la regisn desde el punto vista de la “integracién comercial profunda”. Un concepto qt encierra complejidades tedricas de cuya perspectiva se deri posibles dimensiones que pueden caracterizar las relaci comerciales en la regi6n. Fl ejercicio de realizar un meticuk seguimiento de los acuerdos firmados por los paises de la regi entre 1982 y 2010, Ie permite al trabajo proponer una clasifi cidn a partir del concepto que moviliza para el analisis. Mues entre sus conclusiones que la experiencia que arroja estos pi 505 comerciales quedan por debajo de las expectativas generac ‘enel campo problematico del desarrollo, Flarticulo de Gladys Lechini “Cooperacion Sur-Sur desde perspectiva latinoamericana: problemas, perspectivas e imps tos”, estudia el tema de las relaciones politicas y econémici desde un escenario de crisis global. Aporta referentes para val rar la importancia multifacética del concepto Sur-Sur y st alcances politicos en el campo de la cooperacién. Se reconoce importancia que tiene para los pafses del Sur los procesos cooperacién entre ellos, pues genera nuevos apoyos entre p: con escenarios afines. La autora hace un recorrido histérico estas cooperaciones entre paises de América Latina, Asia Africa, donde las iniciativas y coincidencias desde las economéé periféricas se han generado acuerdos para “reforzar las relaci nes bilaterales”, asi como “formar coaliciones en los foros mull laterales” con el fin de posicionar sus intereses y tener may‘ capacidad de maniobra en la agenda internacional. Sin embar; las cooperaciones Sur-Sur presentan dificultades y problei debido a limitantes de cardcter estructural entre los actores inv . El capitulo propone una conclusién importante, re~ ido que, aun con las debilidades que pueden presentar srelaciones, en el escenario actual se esté promoviendo un vinculaci6n diferente que permite pensar en nuevas for- jde insercién internacional. reflexi6n introductoria serfa incompleta sin la referencia dor trabajo que a manera de prélogo hace Luis Maira. su experiencia analitica voleada en la jerarquizacion de algu- topicos fundamentales que preocupana la obra. También es mecesario mencionar la contribucién de colegas que han partici- _ pado tanto en los seminarios que dieron origen a muchos de los trabajo aquf reunidos como en la revisién de los manuscritos. Entre ellos, no podria dejar de mencionar a Mariana Aparicio, Adén Garcfa y Ana Paula Ruiz. No pocas sugerencias fueron reto- madas de reuniones de trabajo compartidas con John Saxe- Feméndez, Marco Antonio Gandasegui, Jaime Zuluaga, Didimo Castillo, Carlos Eduardo Martins, Theotonio dos Santos y Silvina Romano en actividades del Consejo Latinoamericano de Cien- ‘cias Sociales y la Asociacién Latinoamericana de Sociologfa. La ‘revision mas acuciosa de este libro, en la relacién y organizacion de aspectos centrales comprometidos en su contenido, cont6 con la valiosa participacién académica de Sergio Tapia.

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