Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Y LA CONSTITUCIÓN DE MÉXICO
I . I N T RO D U C C I Ó N
II. LA IDENTIDAD
499
500 jesús a. arroyo moreno
Estos tres documentos son el segundo intento para constituir al país que
tuvieron una vida efímera:
h) La Constitución de 1836.
i) Las Bases Orgánicas de 1843.
los derechos humanos y la constitución de méxico 501
III. LA DESUNIÓN
7.- La otra constante es la división que todavía hoy existe entre los mexicanos,
aun cuando no tenga en este momento la misma virulencia que tuvo en el
siglo xix. Podemos citar los nombres que ha recibido las diversas divisiones:
borbonistas e iturbidistas; federalistas y centralistas; yorquinos y escoceses;
liberales y conservadores. No me referiré a las divisiones entre los habitantes
del país en el siglo xx, pues sería difícil determinar quién es quién, ya que
hay cambios en las lealtades, aunque hay entre los hombres del poder y los
católicos diferencias acerca del papel de la iglesia, invocando los primeros los
artículos antirreligiosos de la Constitución y el Estado laico, y los segundos
la libertad religiosa.
8.-. No es posible en un trabajo como el presente expresar todas las razo-
nes por las que llego a ciertas conclusiones, sobre todo porque pretendo ver
a la historia del país, como se ve a México en una fotografía de satélite: todo
completo; así se puede observar que hubo una búsqueda de identidad y que
la nación estuvo dividida.
La búsqueda de la identidad y la desunión tienen una causa predominante:
los derechos humanos y la constitución de méxico 503
de las misiones era un vergel, pues había, entre otros cultivos, olivares y
vides. Y después de la incautación del fondo, y del descuido en que se tuvo
a esa región, el vergel se convirtió en un erial, según autores de los Estados
Unidos.
• Se proyectó la desamortización general de los bienes de la Iglesia.
I V. E L E S TA D O L A I C O
en hacer perder a la Iglesia todos sus bienes; pero no fue la Iglesia católica la
que, a la postre, se vio afectada: fueron las misiones de California, y con ello
la miseria de los agricultores de esa región a grado tal que cuando la ocupa-
ron los norteamericanos, como consecuencia de la guerra de 47, dijeron que
California era un erial, cuando había sido un vergel; se suprimieron las di-
versas misiones privándose de educación a los indígenas; se perdió una parte
considerable de los bienes culturales que pertenecieron a la Iglesia: hay que
recordar que los zapatistas en la ciudad de México, calentaban su café con los
libros del seminario.
Pero todavía hoy, si un gobernante de México se atreve a citar a Dios en un
discurso, no falta quien proteste afirmando que México es un país laico; por
consiguiente, no puede citarse a Dios, pero esta situación no puede denomi-
narse laica, pues es un anticlericalismo más o menos matizado, cuyo fin es que
la Iglesia quede encerrada en los templos, sin trascender a la vida social.
14.- Las luchas antirreligiosas del siglo xix llevaron al gobierno mexicano
a la convicción de que debía de ser laico, con las siguientes características:
separación de la Iglesia y el Estado, prohibición para que la Iglesia tuviere
injerencia en la educación, en especial en la primaria y en la que se impartiera
para obreros y campesinos; prohibición para que la Iglesia realizara cualquier
acto de culto fuera de los templos; prohibición para que hubiera sacerdotes
extranjeros y, de acuerdo con el artículo 130 de la Constitución, las leyes
federales y locales de la época del presidente Calles limitaron el número de
sacerdotes en cada estado y en el Distrito Federal.
Si se observa con cuidado la legislación mexicana, y las relaciones entre la
Iglesia y el Estado se observará que, la intención del legislador es que la Iglesia
no tenga injerencia alguna dentro de México, limitando sus actividades al
máximo, pues incluso se ha prohibido a los militares entrar uniformados a la
iglesia; se negó personalidad a las iglesias; se impide a los sacerdotes cualquier
crítica a las leyes, a las autoridades, al gobierno y, en general, disposiciones
que implican un sometimiento de la Iglesia católica en especial, a las autori-
dades estatales.
Por otra parte existe una realidad terca: hay escuelas católicas, hay sacer-
dotes extranjeros, hay actos de culto externo y, con ciertas dificultades, la
iglesia realiza sus funciones en un clima de tensión, por lo que siempre hay la
posibilidad de una ruptura.
15.- En 1992, bajo la presidencia del licenciado Carlos Salinas de Gortari
se modificó, entre otros, el artículo 130 de la Constitución, para reconocer la
508 jesús a. arroyo moreno
V. L O S D E R E C H O S H U M A N O S
16.- Esta situación es, desde el punto de vista de los derechos humanos, noto-
riamente violatoria de ellos, como lo probaré con posterioridad; pero antes es
pertinente determinar qué es laicismo y qué debe entenderse por laico.
A principios del siglo xix, con la formación del Estado liberal, se acuña
una frase que dice “Iglesia libre dentro del Estado libre”. Se tiende a menos-
cabar el influjo de la Iglesia y a estatizar o uniformar la enseñanza, bajo un
patrón oficial. Estos principios, en la práctica, acaban por convertirse en una
actividad del Estado tratando de someter a las iglesias, en especial a la Iglesia
católica, que siempre ha sido celosa de su libertad en relación con el Estado,
lo que obviamente traduce el gobierno como una rebeldía o una oposición a
sus leyes, convirtiéndose el laicismo, que es lo que en México ha sucedido, en
un verdadero anticlericalismo, que tiende a someter, de cualquier manera, a
la Iglesia a las disposiciones estatales.
Por otra parte, puede haber una confusión derivada del uso de la palabra
laico, que en el idioma de la Iglesia católica en la que por la diversidad de
funciones entre los sacerdotes o, por mejor decir, la jerarquía eclesiástica y
quienes no pertenecen a ello, se llama laico al fiel que no pertenece la jerar-
quía, pero implica en la iglesia una función no activa de los laicos, distinta de
la jerarquía, pues los laicos no tienen una función no oficial, ya que pueden
actuar sin mandato de la jerarquía, haciendo apostolado y tratando que el or-
den temporal se ajuste al evangelio. Lógicamente, hay que tener en cuenta el
los derechos humanos y la constitución de méxico 509