Sei sulla pagina 1di 6

Toma de decisiones: En adolescentes y autoconfianza

a
*, Ana Raquel Gutierrez C. a
a
Facultad de Ciencias de la Salud , Universidad Peruana Unión

Resumen
El presente estudio se propuso analizar la estructura factorial del Cuestionario Melbourne sobre Toma de Decisiones, y estudiar
las relaciones entre los factores identificados y la Autoconfianza, con la finalidad de conceptualizar la toma de decisiones de los
adolescentes en el marco del Modelo de Conflicto de Decisión. Los participantes fueron 992 estudiantes mexicanos de bachillerato
con edades entre 15 y 19 años. Se identificaron tres factores interpretados como patrones de toma de decisiones en adolescentes:
Vigilancia, Procrastinación/ Hipervigilancia y Transferencia. La Autoconfianza resultó tener un efecto positivo sobre Vigilancia,
y un efecto negativo sobre los otros dos patrones. Se discuten estos y otros resultados considerando la literatura sobre toma de
decisiones en la adolescencia.
Palabras clave: Conflicto de decisión, autoconfianza, Vigilancia, Hipervigilancia, Procrastinación, Transferencia

Abstract
The present study set out to analyze the factor structure of the Melbourne Questionnaire on Decision Making, and to study the
relationships between the identified factors and Self-confidence, in order to conceptualize the decision making of adolescents
within the framework of the Decision Conflict Model . The participants were 992 Mexican high school students between the ages
of 15 and 19. Three factors interpreted as decision-making patterns in adolescents were identified: a) Surveillance, b)
Procrastination / Hypervigilance and c) Transfer. Self-confidence proved to have a positive effect on Surveillance, and a negative
effect on the other two patterns. These and other results are discussed considering the literature on adolescent decision making.
The present study set out to analyze the factor structure of the Melbourne Questionnaire on Decision Making, and to study the
relationships between the identified factors and Self-confidence, in order to conceptualize the decision making of adolescents
within the framework of the Decision Conflict Model . The participants were 992 Mexican high school students between the ages
of 15 and 19. Three factors interpreted as decision-making patterns in adolescents were identified: a) Surveillance, b)
Procrastination / Hypervigilance and c) Transfer. Self-confidence proved to have a positive effect on Surveillance, and a negative
effect on the other two patterns. These and other results are discussed considering the literature on adolescent decision making.
Palabras clave: Conflicto de decisión, autoconfianza, Vigilancia, Hipervigilancia, Procrastinarían, Transferencia

1. Introducción

Uno de los enfoques más fructíferos para el estudio psicológico de la toma de decisiones es el Modelo de Conflicto de Decisión
propuesto por Janis y Mann (1977). Los estudios que se han desarrollado en el ámbito hispanoamericano con este modelo han sido
con estudiantes universitarios (Alzate, Laca & Valencia, 2004; Laca & Alzate, 2004; Macía, Barbero, Pérez-Llantada, Vila, Navas
& Mandakovic, 1996). Sin embargo, la literatura sobre psicología de la adolescencia reporta aspectos peculiares de la toma de
decisiones en este grupo de edad, relacionados con diversos factores tales como: la maduración del cerebro adolescente, la
percepción subjetiva del riesgo, los distintos sistemas de procesamiento cognitivo de la información, el papel de la familia y el
grupo de pares, entre otros (Albert & Steinberg, 2011; Bacanli, 2012; Fischhoff, Crowell y & Kipke, 1999; Gordon, 1996; Hoffman,
Paris & Hall, 1995; Jacobs & Klaczynski, 2002; Reyna & Farley, 2006; Schvaneveldt & Adams, 1983; Steinberg, 2007; Steinberg
& Cauffman, 1996). Con el fin de contribuir a conceptualizar la toma de decisiones de los adolescentes en el marco del mencionado
Modelo de Conflicto de Decisión, el presente trabajo se propuso analizar la estructura factorial de uno de los instrumentos
mayormente empleados en este ámbito (el Cuestionario Melbourne sobre Toma de Decisiones), validado anteriormente con
estudiantes universitarios (Alzate et al., 2004; Laca, 2005), así como estudiar las relaciones entre los factores identificados y la
autoconfianza.

2. Desarrollo o Revisión

2.1 MODELO DE CONFLICTO DE DECISIÓN

En el campo de las teorías de toma de decisiones desde hace algunas décadas se reconoce la existencia de dos grandes vertientes:
la de las teorías normativas y la de las teorías descriptivas (Aguiar, 2004; León, 1987). La mayor parte de las primeras se han
desarrollado en el ámbito En el campo de las teorías de toma de decisiones desde hace algunas décadas se reconoce la existencia
de dos grandes vertientes: la de las teorías normativas y la de las teorías descriptivas (Aguiar, 2004; León, 1987). La mayor parte
de las primeras se han desarrollado en el ámbito aporte importante entre los estudiosos del estrés (Lazarus & Folkman, 1986).
Asimismo, inspiró la investigación sobre la toma de decisiones bajo el estrés inducido por la amenaza de castigos (Keinan, 1987),
sugiere marcos de trabajo para la toma de decisiones en medios complejos como el control aéreo (O’Hare, 1992), y es empleado
para analizar la relación entre la toma de decisiones y la resolución de conflictos (Alzate et al., 2004; Deutsch & Coleman, 2000;
Folger, Poole & Stutman, 1997; Laca & Alzate, 2004; Luna & Laca, 2010). En el presente trabajo consideramos útil para el estudio
de la toma de decisiones en la adolescencia el analizar, en una muestra de adolescentes bachilleres, los Patrones de Toma de
Decisiones (Decision Coping Patterns) y la Autoconfianza como Tomador de Decisiones (Self-esteem as a Decision Maker),
ambos, constructos centrales del modelo de Janis y Mann (1977).

2.2 PATRONES DE TOMA DE DECISIONES

El modelo de Janis y Mann (1977) se basa en que la toma de decisiones es un proceso que conlleva un conflicto de decisión
generador de estrés. Este estrés de decisión se ve alimentado, según los autores, por dos fuentes: (a) la preocupación por pérdidas
objetivas y (b) la preocupación por pérdidas subjetivas. Confluyen en el individuo fuertes deseos de acabar cuanto antes con el
problema precipitando una decisión (cierre prematuro del problema) con deseos no menos intensos de evitar o al menos aplazar
cualquier decisión (estancamiento del problema). La preocupación por pérdidas objetivas y subjetivas genera que el individuo
inicialmente tenga cierta resistencia a tomar decisiones y a que se pregunte si realmente se corre algún riesgo dejando las cosas tal
como están (patrón de inercia no conflictiva); en caso de no ser así y de que el sujeto perciba que la tendencia del estado de cosas
es a empeorar si no se introducen cambios, se preguntará si se corren demasiados riesgos llevando a cabo el curso de acción más
accesible (patrón de cambio no conflictivo). Ahora bien, si la situación tiende a empeorar de no introducirse cambios entonces el
sujeto entrará en un conflicto de decisión. Según Janis y Mann (1977), cuando hablamos de conflicto de decisión “nos referimos
con ello a tendencias opuestas y simultáneas en el individuo a aceptar y rechazar, al mismo tiempo, un determinado curso de
acción” (p. 46). Para resolver este conflicto de decisión, el individuo puede adoptar alguno de los siguientes patrones de toma de
decisiones: a) Vigilancia, cuando el sujeto es optimista respecto a encontrar una solución y cree que tiene el tiempo suficiente para
buscar sistemáticamente la información relevante y evaluarla razonadamente; b) Hipervigilancia, cuando el individuo cree que es
posible encontrar una solución pero piensa que el tiempo de que dispone es insuficiente de modo que, en un estado próximo al
pánico, busca frenéticamente información de manera desordenada y se ve presa de altos niveles de estrés; c) Evitación defensiva,
cuando el individuo es pesimista respecto de encontrar una solución e intenta escapar del conflicto evitando tomar una decisión,
ya sea posponiéndola (aplazamiento o procrastinación), transfiriéndola o racionalizando la alternativa más accesible (Burnett,
1991; Mann, Radford, Burnett, Ford, Bond, Leving et al., 1998). Con el fin de contar con un instrumento que permitiera obtener
información sobre los patrones de toma de decisiones con base en el Modelo de Conflicto de Decisión, Mann propuso en 1982 el
Cuestionario Flinders DMQ. Posteriormente, Mann, Burnett, Radford y Ford (1997) sometieron el Flinders DMQ a diversos
análisis de ecuaciones estructurales con el objetivo de afinar estadísticamente el instrumento. El resultado fue el Cuestionario
Melbourne sobre Toma de Decisiones (DMQ-II) al cual se hará referencia en el apartado de Método.

2.3 LA AUTOCONFIANZA COMO TOMADOR DE DECISIONES

En el marco del modelo de Janis y Mann (1977) es importante considerar el importante papel que juega la confianza que el sujeto
que decide pueda tener en su propia capacidad de tomar decisiones efectivas (Self-esteem as a Decision Maker) ya que esta puede
afectar al proceso de toma de decisión y verse, al mismo tiempo, afectada por los resultados de una decisión juzgada como exitosa
o errónea (Burnett, 1991; Mann et al., 1998). Janis y Mann (1977) subrayaron el peso que ejerce la anticipación de emociones
negativas sobre quien ha de tomar decisiones, por cuanto pueda conllevar a lamentar su elección. El sujeto que está ante un conflicto
de decisión, con frecuencia anticipa con ansiedad que pudiera también encontrarse en un conflicto post decisional (Janis & Mann,
1977; Laca, 2005; Mann, 2008). Más aún, el riesgo de sufrir pérdidas subjetivas es un factor inmerso en un conflicto de decisión,
que podría presentarse como un riesgo de sufrir pérdida de autoestima en caso de que las decisiones tomadas se revelaran erróneas
(Janis & Mann, 1977; Wray & Stone, 2005). Como señala Larrick (1993) las decisiones pueden entenderse en términos de un deseo
por evitar las consecuencias psicológicas dolorosas que resultan de una decisión que sale mal. Segúne Larrick (1993) realizar

2
elecciones puede ser amenazante para el yo “porque un resultado pobre menoscabará el propio sentido de competencia como
tomador de decisiones” (p. 440). De ahí la importancia de este factor para la comprensión de todo el proceso. El presente trabajo
se planteó como objetivo explorar la estructura factorial del Cuestionario Melbourne sobre Toma de Decisiones, en una muestra
de adolescentes bachilleres, identificando los factores subyacentes a los reactivos de dicho instrumento, así como sus correlaciones,
sus posibles diferencias significativas por edad y género, y sus relaciones con la Autoconfianza. Con lo anterior, el presente trabajo
pretende contribuir a conceptualizar adecuadamente el fenómeno de la toma de decisiones de los adolescentes en el marco del
mencionado Modelo de Conflicto de Decisión.

3. Bases Epistemologicas

3.1 Racionalidad en la Toma de Decisiones

En el proceso de toma de decisiones no siempre se dispone en el momento preciso de toda la información


requerida y mientras más compleja sea la decisión, más difícil resultará conocer todas las alternativas.
Además, aunque quien toma la decisión trate de ser objetivo no siempre es posible lograrlo. Por estas y otras
razones, es ilógico esperar que las personas actúen en forma completa y estrictamente racional, en particular,
en la toma de decisiones.

La mayoría de los que tienen esta responsabilidad intentan tomar sus decisiones en los marcos de la
racionalidad aunque no siempre esto es posible, debido a que se enfrentan un mundo real, muy complejo,
donde las limitaciones de información, tiempo y la incertidumbre reinante limitan considerablemente la
racionalidad.

Los cambios que se suceden desde el siglo pasado en las esferas económica, social, cultural y de mercado
llevan a que todas las organizaciones manejen información, una notable transformación en la que la base es
el conocimiento, se vive una nueva era, la "Era del conocimiento".

Dicha era se caracteriza por una serie de cambios constantes en lo que a los procesos gerenciales respecta:

 La dirección se basa en el liderazgo.


 Los estilos de dirección evolucionan.
 Los directivos se convierten en facilitadores.
 Se trabaja en entornos participativos y de colaboración que compromete a todos los miembros de la
organización.
 La gestión es estratégica y presenta un enfoque sistémico.
 Las estructuras son cada vez más planas.
 Las estrategias tienen mayor orientación al cliente

3
3.2 Perspectiva integral para la resolución de problemas

Se requiere un cambio de enfoque para enfrentar la realidad, o sea, la problemática del mundo Para esto,
se han de identificar las variables relevantes que interesan al decisor, las que se perciben holísticamente de
manera que se pueden prever las fallas que surgen al implantar soluciones parciales o los nuevos

4. ANALISIS DE INFORMACION

La mayor parte de los autores hablan en forma general sobre el análisis de información y, en ocasiones, no
llegan a proponer su concepto.

 Marín, subraya que de forma general el análisis de información puede definirse como "un proceso
mediante el cual se definen las necesidades del estudio, se busca información, se validan las fuentes,
se procesa la información, se realiza el análisis, la integración y se presenta el resultado" (Marín
Llanes LA, Carro Cartaya J. A. Análisis de información en los estudios prospectivos de ciencia,
tecnología e innovación. Ponencia presentada al IV Foro Iberoamericano de Prospectiva Tecnológica.
La Habana, enero 31- febrero 2, 2000. p.3).
 Ania Hernández plantea que "el análisis de información es el método de investigación de las
informaciones, que registra lo que contienen y descubren su significado profundo tras la forma en que
se presentan, para contribuir a la toma de decisiones" (Hernández A. Observaciones no publicadas.
2002).

Mientras tanto, Faúndez, afirma que "El análisis de información puede ser de oportunidad -para decidir el
mejor momento; de valor agregado -para potenciar el valor de significados aparentemente inconexos; de
objetivos -para identificar un blanco y abatirlo en el mejor momento posible." 6

 "El análisis de información es el proceso que enlaza la "actividad humana", como fuerza generadora
de "conocimiento", con los productos de la inteligencia empresarial y, por ende, con la inteligencia
competitiva". Para su realización, se requiere del dominio de las fuentes y las técnicas de búsqueda y
de procesamiento, así como para el análisis cuantitativo y cualitativo de la información. "Puede
considerarse como el proceso básico que permite la existencia de la inteligencia empresarial y que
posibilita la toma de decisiones" (Cueto Leiva K. El análisis de información para la inteligencia
competitiva observaciones no publicadas. 2003).

La mayor parte de los autores hablan en forma general sobre el análisis de información y, en ocasiones, no
llegan a proponer su concepto.

4
 Marín, subraya que de forma general el análisis de información puede definirse como "un proceso
mediante el cual se definen las necesidades del estudio, se busca información, se validan las fuentes,
se procesa la información, se realiza el análisis, la integración y se presenta el resultado" (Marín
Llanes LA, Carro Cartaya J. A. Análisis de información en los estudios prospectivos de ciencia,
tecnología e innovación. Ponencia presentada al IV Foro Iberoamericano de Prospectiva Tecnológica.
La Habana, enero 31- febrero 2, 2000. p.3).
 Ania Hernández plantea que "el análisis de información es el método de investigación de las
informaciones, que registra lo que contienen y descubren su significado profundo tras la forma en que
se presentan, para contribuir a la toma de decisiones" (Hernández A. Observaciones no publicadas.
2002).

Mientras tanto, Faúndez, afirma que "El análisis de información puede ser de oportunidad -para decidir el
mejor momento; de valor agregado -para potenciar el valor de significados aparentemente inconexos; de
objetivos -para identificar un blanco y abatirlo en el mejor momento posible." 6

5. El proceso de decisión vocacional en los adolescentes

Muchas de las decisiones tomadas por los adolescentes en su vida cotidiana no responden a una opción que ocurre de
manera autónoma sino que están sujetas al influjo de los distintos entornos de socialización en los que se desenvuelven. Así,
las aspiraciones profesionales y por tanto sus elecciones académicas suelen estar mediadas por factores individuales,
contextuales y sociales, como la familia, el estatus socioeconómico, los iguales, la etnia, la comunidad, etcétera, que pueden
actuar bien como barrera, bien como refuerzo o apoyo de la decisión manifestada (Brown, 2004; Dahling y Thompson,
2010; Hill, et al., 2003; McMahon y Watson, 2009; Schultheiss et al.,2001; Shin y Kelly, 2013; Turner y Lapan, 2002). En
todo caso, la familia –y más concretamente los padres y madres– se han revelado como uno de los elementos centrales en el
proceso de decisión vocacional en la mayoría de las culturas (Bregman y Killen, 1999; Cortés y Conchado, 2012; Dietrich
et al., 2011; Keller y Whiston, 2008; Lease y Dahlbeck, 2009)se concluye que la familia (padres, madres, hermanos o
hermanas) provee de soporte, cercanía emocional y estímulo para tomar por uno mismo las decisiones que atañen a la
carrera académica. Así, se considera que compartir rasgos de personalidad e intereses similares a otros miembros del grupo
familiar se experimenta como una importante influencia relacional que no es independiente de las decisiones y planes de
carrera. Aunque los padres salgan a relucir en este estudio como los más determinantes, igualmente serían figuras
importantes de apoyo los orientadores, docentes o amigos, mientras los hermanos no parecen tener tanta influencia, salvo
en casos muy concretos. Esta circunstancia puede reflejar las diferencias en la percepción del grado de experiencia o
madurez basado en la edad. Por el contrario, otros estudios sí han mostrado que también los hermanos y hermanas resultan
elementos importantes en la esfera familiar. En efecto, éstos pueden actuar como modelos, funcionar a modo de fuente de
información o proporcionar apoyo (Cortés y Conchado, 2012; Dahling y Thompson, 2010) sostienen que en culturas
colectivistas el nivel de implicación familiar en la toma de decisiones profesionales de los hijos puede resultar aún más
determinante, puesto que puede priorizarse que las opciones elegidas conduzcan a profesiones de prestigio en dichas
culturas, la necesidad de conseguir el acuerdo del resto de miembros de la familia o que la decisión tomada posibilite el
bienestar de todo el núcleo familiar. Estas expectativas son transmitidas a los hijos e hijas mediante variadas formas tanto
explícitas como implícitas que tratan de conseguir que las necesidades familiares se sitúen por encima de los gustos o
preferencias personales. Algunos trabajos han evidenciado diferencias asociadas al género. En efecto, Paa y McWhirter
(2000) obtuvieron en su estudio que para las chicas las influencias más importantes serían por este orden: madre, padre y
amigas, mientras que los profesores varones y los orientadores serían los menos influyentes; en el caso de los chicos, las
personas más influyentes serían padre, madre y amigos siendo los menos relevantes los orientadores,

5
REFERENCIAS
 Aguiar, F. (2004). Teoría de la decisión e incertidumbre: modelos normativos y descriptivos. EMPIRIA.
Revista de Metodología de Ciencias Sociales, 8, 139-160.
 Alzate, R., Laca, F. & Valencia, J. (2004). Decision-making patterns, conflict styles, and self-esteem.
Psicothema, 16(1), 110-116

 Álvarez, O. R., (2010). Procrastinación general y académica en una muestra de estudiantes de secundaria de
Lima metropolitana. Persona, 13, 159-177.
 Bacanli, F. (2012). An examination of the relationships amongst decision-making strategies and ego identity
statuses. Education and Science, 37(163), 17-28.

 Bersabé, R. M. (1995). Sesgos cognitivos en los juegos de azar: la ilusión del control. Tesis de doctorado no
publicada, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España

 Burnet, P. C. (1991). Decision Making Style and Self-Concept. Australian Psychologist 26 (March), 55-58.
doi: 10.1080/00050069108258834.

 Cortés, Alejandra y Andrea Conchado (2012). “Los contextos parentales y académicos y los valores laborales
en la toma de decisiones en Bachillerato”, Estudios sobre Educación, vol. 22, pp. 93-114

 Contreras, H., Mori, E., Lam, N., Gil, E., Hinostroza, W., Rojas, D., Espinoza, E., Torrejón, E. & Conspira, C.
(2011). Procrastinación en el estudio: exploración del fenómeno en adolescentes escolarizados. Revista
Peruana de Epidemiología, 15(3), 1-5.

 Edwards, W. (1979). La teoría de la toma de decisiones. En Edwards, W. y Tversky, A. (Eds.), Toma de
decisiones (pp.15-67). México: Fondo de Cultura Económica. (Trabajo original publicado en 1954).
 Jacobs, J. E. & Klaczynski, P. A. (2002). The development of judgment and decision making during childhood
and adolescence. Current Directions in Psychological Science, 11(4), 145-149. doi: 10.1111/1467-8721.00188

 Lipshitz, R. & Strauss, O. (1997). Coping with uncertainly: a naturalistic decision-making analysis.
Organizational Behavior and Human Decision Processes, 69(2), 149-163. doi: 10.1006/ obhd.1997.2679.
 McKinney, J., Fitzgerald, H. & Strommen, E. (1982). Psicología del desarrollo. Edad adolescente (Tr. P.
Rivera). México: Manual Moderno. (Trabajo original publicado en 1977).

 Sánchez, José (2013). “Paradigmas de investigación educativa: de las leyes subyacentes a la modernidad refl
exiva”, Entelequia. Revista Interdisciplinar, vol. 16, pp. 91-102.

 Santana, Lidia E. y Luis Feliciano (2009). “Difi cultades en el proceso de toma de decisiones académico-
profesionales: el reto de repensar la orientación en Bachillerato”, Revista de Educación, vol. 350, pp. 323-350.

 Turner, Sherri y Richard T. Lapan (2002). “Career self- effi cacy and perceptions of parent support in
adolescent career development”, Career Development Quarterly, vol. 51, pp. 44-55.

Potrebbero piacerti anche