Sei sulla pagina 1di 8

Deep Web, Dark Web, Internet Profunda son términos que hemos escuchado últimamente con mayor

frecuencia y regularmente asociados a todo tipo de información negativa. La percepción que la mayoría

de las personas tiene de esta otra Internet es algo parecida a una especie de “tierra de nadie”, donde lo

mismo se trafica con drogas y armas que con personas de manera anónima, virtual y sin dejar rastro.

Pero, ¿qué es en realidad la Deep Web? El concepto refiere a todo aquel contenido que no puede ser

indexado (catalogado) o reconocido por buscadores como Google, Bing o Yahoo!, y por lo tanto son

“invisibles” tanto para los motores de búsqueda como para los usuarios.

Por definición no se trata necesariamente de sitios maliciosos, sino que cuentan con salvaguardas de

programación para evitar ser visibles para el Internet que todos usamos. Por ejemplo, es posible

encontrar en los servidores de la Internet Profunda las bases de datos de Bancos Centrales de diversos

países, comunicaciones militares y sitios con información sensible. Al estar ahí, evitan ser indexados por

cuestiones de seguridad y se encuentran protegidos por el anonimato.

Al cierre de 2015, IDC, una prestigiada consultora internacional en temas de tecnología, estimaba que el

Internet Profundo tenía un peso de 91 mil terabytes y que existían cerca de 20 millones de sitios en ella.

La Universidad de Berkeley, California, estima que el Internet Profundo representa 95% del World Wide

Web total, siendo solo 5% accesible para el ciudadano común.

El Deep Web es el resultado de una forma de organización de Internet, pero no es un Internet

separado del que conocemos; es como un territorio sin mapear. Actualmente, Google o Microsoft

solamente tienen el poder para indexar alrededor del 30% de la Deep Web. Si existiera el poder de

cómputo necesario, el porcentaje de sitios desconocidos se reduciría”, aseguró Derek Manky, estratega

de Seguridad Global en la empresa de ciberseguridad Fortinet.

Pero no todo lo que está en la Internet Profunda puede salir a la luz solo por medio de poder de

cómputo para catalogar sitios y contenidos. Existen sitios que están diseñados a propósito para evitar

que Google o Yahoo, por ejemplo, puedan encontrarlos, sumarlos a sus bases de datos y hacerlos

visibles a las personas; algunos de ellos con legítimo argumento de seguridad, por el tipo de datos que

manejan, pero otros sitios no son tan nobles en su propósito de mantenerse ocultos.

Internet anónimo. “El Deep Web es un sitio perfecto para el crimen organizado. Ahí pueden

establecerse contactos que no son monitoreados, nadie está allí observando. Además, las transferencias

tanto de mercancías como de pagos son prácticamente imposibles de rastrear. Ahí tenemos el

emblemático caso de Silk Road”, señaló Carlos Chalico, experto en seguridad informática y académico

de la Universidad de Toronto.

El caso que menciona Chalico fue el que llamó la atención global sobre el fenómeno del Internet

Profundo. Silk Road fue un sitio alojado en Deep Web en el cual se traficaba con drogas como Heroína,

LSD y Cannabis, principalmente. Abierto en 2011 y cerrado en 2013 por el FBI, los vendedores y
consumidores de Silk Road pudieron pasar inadvertidos para el público en general gracias a que las

transacciones se pactaban con ciertos horarios y los pagos se realizaban vía Bitcoin, una criptomoneda

imposible de rastrear.

Su fundador, conocido como “Dread Pirate Roberts” fue identificado por el FBI como Ross William

Ulbricht y sentenciado en 2015 a cadena perpetua, al encontrase culpable de siete cargos federales

como contrabando y conspiración.

México también está en la internet profunda. No solamente criminales estadounidenses o europeos

utilizan la Internet Profunda, en México esta plataforma tiene un uso bastante diverso.

En 2014, el país participó en la Operación “Sin Fronteras”, que detuvo a una red de pornografia infantil

en 14 países de América Latina y Europa. Muchos de sus miembros operaban al cobijo de Deep Web.

Un informe de la División Cibernética de la Policía Federal asegura que dicha unidad ha identificado

actividad ilícita en temas relacionados a pederastia, trata de personas y narcotráfico, aunque por la

naturaleza de la plataforma no puede identificar el origen de esta actividad.


Foto Revistac4.com

No es algo que sorprenda, señaló Derek Manky, “los criminales preferirán siempre aquella

infraestructura que les permita operar sin ser vistos. México actualmente se encuentra en tercer lugar

como país que provee servidores y redes TI para realizar ataques maliciosos. Por tanto es natural

concluir que el crimen organizado, nacional y extranjero está aprovechando esta circunstancia para

explotar los beneficios del Deep Web”.

Pero el anonimato que ofrece la Internet Profunda no solamente es buscado por grupos delictivos,

también representa la única opción para mexicanos que encuentran en la oscuridad de esta plataforma

el lugar ideal para escapar de circunstancias que atentan contra su vida.

“Sabemos que la Deep Web en México también es utilizada de manera importante por los periodistas

para realizar sus investigaciones y por representantes de organizaciones sociales y civiles; el carácter

secreto del Deep Web les permite desaparecer del mapa”, señaló Carlos Chalico.

¿Puedo entrar a la web profunda?

Cualquier persona puede acceder al Internet Profundo: para ello requiere del navegador especial; uno

muy reconocido es Tor, que encripta los datos de la computadora del usuario. Sin embargo, la

experiencia no es tan colorida y suave como el Internet Visible.

Primero están las medidas de seguridad: Internet Profundo es un lugar donde, si no se toman y cuidan

los protocolos, y medidas de seguridad básicas, se corre el riesgo de que la información del usuario sea

robada o que su computadora se convierta en un equipo esclavo dentro de una red Botnet, para

ejecutar ataques cibernéticos.

Adicional a esto, como se ha señalado, el contenido en el Internet Profundo no está indexado; esto es,

no se puede escribir por ejemplo www.misitio.com, sino que el usuario debe conocer exactamente a
dónde va, es decir, cuál es la dirección exacta de red que busca y a veces en qué servidor se encuentra el

contenido o sitio que quiere visitar.

La experiencia para el usuario común puede ser aburrida y menos emocionante de lo que pensó que

sería y al mismo tiempo estaría exponiendo la seguridad de su equipo y datos personales a personas o

redes informáticas expertas en realizar prácticas delictivas.

“La Deep Web sabe ocultar las cosas muy bien; en general cuando quieres ocultar algo es para

protegerlo, pero en la mayoría de los casos es porque no quieres que nadie se entere de lo que estás

haciendo. Ese es el punto a tomar en cuenta al momento de considerar ingresar a esa plataforma”,

concluyó Chalico.

¿Cómo acceder a deep web?

Acceder a deep web es relativamente sencillo; sin embargo, sin las precauciones necesarias, el

aventurero que navegue por ella puede ser una víctima de los criminales que la habitan.

En primer lugar, hay que descargar el navegador Tor. Este será nuestra protección y vehículo en deep

web. Una vez instalado hay que tomarse el tiempo necesario para leer toda la documentación, la cual

nos guiará por el proceso para hacer anónima nuestra dirección IP y ser invisibles mientras

permanezcamos navegando.

El segundo paso es implementar una Red Privada Virtual o VPN, ya que aunque Tor mantendrá anónima

nuestra computadora, la VPN creará un entorno en el que los datos de nuestro módem y conexión a

Internet se mantendrán privados.

El tercer paso será allegarse de fuentes, descargar archivos como Tor Hidden Wiki, que es un repositorio

de sitios de Deep Web o navegar hacia Onion Search Repository; son las mejores opciones para iniciar.

Con lo anterior, estaremos en condiciones de navegar por la deep web. Sin embargo, las condiciones de

seguridad y sentido común que aplicamos en Internet superficial se hacen especialmente importantes

aquí, como no compartir datos con extraños y no ingresar números de tarjetas y cuentas bancarias.

Respuestas breves sobre la web profunda

¿Por qué deberías entrar a la deep web?

Porque en ella encontrarás contenido e información directa desde la fuente, que no aparece en una

búsqueda común.

¿Por qué no deberías ingresar a ella?

Existe un riesgo potencial de que tus datos privados alojados en tu computadora o dispositivo móvil

sean robados, o que tu equipo sea intervenido y ser utilizado para actividades ilícitas. Todo sin que te

des cuenta o puedas remediarlo.

¿Cuáles son los usos positivos que tiene la deep web?


Se alojan las bases de datos del sistema financiero, gubernamental y de corporativos, donde se

encuentran seguros y ocultos de posibles ataques.

¿Cuáles son los usos negativos?

La deep web ha sido más conocida por las redes de compra y venta de diversas mercancías ilegales

como contrabando, falsificaciones, drogas e incluso armas.

¿Cuál es la diferencia entre deep web y el Internet que todos usamos?

El deep web no puede indexarse en los motores de búsqueda y por lo tanto no es visible, carece de la

“submáscara” de red que convierte la dirección IP, que consiste en números (ejemplo: 198.57.201.7), en

una url, que son letras (ejemplo: www.eluniversal.com.mx).

¿Qué es la indexación y por qué la deep web no está indexada?

La indexación refiere a la colección de metadatos de sitios web que hacen los motores de búsqueda

para poder encontrarlos de forma rápida y eficiente. La deep web no está indexada, porque sus

metadatos no son compartidos públicamente.

¿Quién es el dueño de la deep web?

La deep web no le pertenece a nadie. Cada empresa, Banco Central, entidad de gobierno o particular

puede tener servidores sin indexar y conectarlos a la deep web.

¿Alguna vez pensaste por qué navegamos la web y no la, por ejemplo, buceamos? La respuesta es más
sencilla de lo que te imaginas, pero también es una respuesta que está oculta a la mayoría de los
pobladores efímeros de la Internet superficial. La Deep Web o la Red Profunda, es toda aquella
información en sitios web y otros formatos que no está indexada por los motores de búsquedas
convencionales y en ella se esconde el 80% del contenido real de internet, donde habita información
clasificada, páginas olvidadas y hasta actividades delictivas. Entra y síguenos con cautela en un viaje
al lado invisible de la red.

Un misterio en las profundidades


Aumentemos el suspenso. Como sabes y experimentas, la mayoría de los internautas tienen
necesidades que resuelven en la red a la manera de investigación, comunicación, consumo y
entretenimiento. Es así que la búsqueda de información en general, el correo, la compraventa de
productos y el acceso a cualquier tipo de entretenimiento se constituyen como los motivadores
principales del acceso a internet y, en consecuencia, del trabajo de los motores de búsqueda ofrecen
millones de resultados inmediatos y, en general, muy útiles. Pero, los resultados que se consiguen, ¿son
todos los que existen? Y además, ¿son los de mayor calidad? La respuesta es un rotundo NO. Esto es así
porque lo que vemos de internet gracias a los motores de búsquedas es apenas el azulino tono de la
superficie de un océano profundo del que sólo vemos algunos metros hacia dentro. Un porcentaje
irrisorio que esconde más de lo que muestra.

Deep Web o Invisible Web: El origen del concepto


La Deep Web (Red profunda), antes (1994) denominada Invisible Web (no hace falta traducción), ha sido
bautizada de esta manera en 2001 debido a que no es accesible directamente a través del uso del
principal medio de navegación superficial en estos tiempos: los motores de búsquedas tradicionales o
estándar. El motivo de esto se divide generalmente en tres factores. El primero es el técnico o
involuntario, y es debido a una falta de actualización a nuevos estándares en cuanto a indexación o por
el carácter dinámico de un sitio web (cambian de contenido constantemente, se renuevan a través de
interacción del visitante, etc.) El segundo caso es el de los sitios privados y protegidos o aquellos que
contienen documentos en formatos que no pueden ser indexados. En estos dos casos, el motor de
búsqueda no encontrará en el código que leen sus robots un contenido asociable al cuál hacer
referencia estática o directamente no podrá acceder a las bases de datos protegidas (bibliotecas,
diccionarios, etc.), con lo que “pasará de largo” ante ese sitio. El otro caso es el de la decisión
deliberada, pues el mismo desarrollador puede indicarle al motor de búsqueda que no revise
periódicamente su código en busca de cambios a través de una variable como Follow / No Follow en el
caso de Google. Si elige No Follow, los robots ignorarán el sitio y éste se mantendrá escondido, invisible,
en la profundidad a la que muy pocos tendrán acceso.

¿Qué hay en la Deep Web?


Una vez definidas la Surface Web y la Deep Web (ordinariamente resumibles como indexadas y no
indexadas), surge la pregunta sobre qué es lo que hay en todo esto que no vemos. ¿Qué nos estamos
perdiendo? Para comprender lo que queda en el fondo, lo mejor es imaginarnos que sólo en el 2001
(donde los sitios personales como blogs y similares no habían explotado del todo) la información que se
podía encontrar en la Deep Web era 500 veces mayor que en la superficial, teniendo la primera unos
91.000 Terabytes contra 197. Extrapolando los números de una manera más artesanal (no hay datos
actuales al respecto, mismo por las propiedades de la Web Profunda), el crecimiento ha sido sin lugar a
dudas inmenso, aunque hay que reconocer que en 10 años los sistemas de rastreo y la educación al
respecto evolucionaron mucho y gigas y gigas de información de la Red profunda ahora son visibles.

En cuanto a contenido, la Deep Web está compuesta por todo tipo de información, que al ser tanta y tan
variada, la categorización se vuelve obligatoria. Es así que entre lo que no se ve en la superficial,
tendremos archivos que no tengan formatos del tipo HTML o de texto (principal fracaso de los sitios
web completos en Flash) y también algunos documentos multimedia que no se indexan. Como
mencionamos antes, el contenido dinámico será abundante, así como los sitios privados o personales.
También se accederá a la llamada web contextual que varía según quién o desde donde se la visite y no
hay que olvidar el contenido limitado a través de técnicas, etc.

¿Qué significa todo esto en términos de información disponible?


Significa que podrás encontrar la puerta a base de datos (concepto importante en la Deep Web) con
directorios gigantescos de información sobre meteorología, astronomía o cualquiera de las principales
áreas en las que los gobiernos mantengan investigaciones constantes hasta bibliotecas de millones de
tomos, diccionarios, sitios de noticias anónimos, datos financieros, hemerotecas, sitios de personas y
empresas, publicaciones digitales de libros, y una fauna de copias de leyes, álbumes de fotografía
histórica, directorios con información de personas y sus correos electrónicos o números telefónicos,
informes como los de Wikileaks, foros de agrupaciones anónimas, comentarios de redes sociales,
marcadores sociales, discusiones en foros, entre tantos otros contenidos que te estés imaginando.

El lado oscuro de la Deep Web


Luego de leer lo anterior seguramente has quedado pensando en que faltaba lo tal vez más impactante
de todo lo que queda afuera de los buscadores, y en este aspecto la ilegalidad y lo prohibido toman un
papel preponderante en las intenciones del aprovechamiento de la Deep Web. Es así como en la misma
podrás llegar a encontrar sitios donde se comercian drogas, armas y hasta servicios delictivos. Asimismo
hay lugar para el intercambio de pedofilia y cualquier otro tipo de actividad ilegal de las que tendrás que
mantenerte muy atento, pues además de contribuir pasivamente a que estas prácticas horrorosas se
sigan nutriendo de público, también estarás expuesto a todo tipo de amenazas cibernéticas. Sin
descontar la infiltración e investigación constante de organismos de seguridad en estos sitios. Pero no
todo es negativo, pues paralelamente a los aspectos más reprobables que puede tener el Hacking en
general (como se podrá apreciar en sitios donde se ofrecen servicios para destruir servidores, hackear
cuentas, crear virus en comunidad, etc.), también se comparten conocimientos sobre sistemas,
seguridad y mucho más que sin dudas es muy interesante y no genera consecuencias para el usuario
promedio.

¿Cómo se accede a la Deep Web?


Aquí es donde normalmente surge una confusión, pues la Deep Web no refiere directamente a lo que se
conocer como la Darknet o Dark web, pues como hemos visto, sólo una parte de su populoso contenido
refiere a sitios donde es necesario ingresar de manera anónima. O mejor dicho, conviene ingresar de
manera anónima. Por ello, para tener acceso a la parte más inocente, más informativa y más poblada de
la Deep Web, debes utilizar motores de búsqueda especializados o temáticos, además de recorrer las
ofertas de buscadores de base de datos como CompletePlanet, por ejemplo. Además de esto, y como
muchos buscadores estándares han comenzado a indizar este tipo de sitios, una búsqueda del tipo
“astronomical discoveries database” (recuerda que el 90% de los datos fuertes en internet están en
inglés) podría enviarte directo a millones de oportunidades.

Acceder anónimamente a la Deep Web


Si tu intención mientras navegas la web profunda o invisible es evitar los sistemas de análisis de tráfico y
bucear con total anonimato en las profundidades de lo claro y lo obscuro (obligatorio encender un
proxy), entonces te podemos recomendar (como primer acercamiento para el usuario sin
experiencia) Tor.

Tor es una aplicación y también una red abierta que sirve como una herramienta (no infalible)
para proteger tu privacidad en internet a través del anonimato. Sirve tanto para navegar como para usar
mensajeros instantáneos y está abierto a todos los sistemas operativos. El proceso de conexión entre
clientes o entre cliente y servidor a través de Torse hace con encriptación y por diferentes y aleatorios
canales (Onion Routing) para evitar el seguimiento de las identidades por parte del análisis de tráfico en
redes públicas.

Otro sistema para proteger la libertad de expresión y acción es Freenet, que te explicamos en este
artículo.

Ventajas y desventajas de la Deep Web


Cuando se ingresa a buscar información a la Deep Web las ventajas son las que toman el podio, pues se
ha demostrado que al abrir el abanico de opciones de elección, las tasas de calidad aumentan
considerablemente. Dadas las condiciones de la red y teniendo en cuenta que los motores de búsqueda
no son necesariamente calificadores de calidad de información, es más factible encontrar artículos de
calidad dentro de una base de datos de 100.000 que en una de 1.000. Por lo que las investigaciones
sobre diversos temas, conseguirán mejores resultados –y más originales- con una búsqueda en esta
parte de la web. Por otra parte es posible señalar el anonimato, la privacidad, y las oportunidades que
esto puede dar antes situaciones de opresión y coartación de la libertad de expresión.

Las desventajas podrían estar protagonizadas por la dificultad del acceso a la web invisible por parte de
los usuarios más legos, pues la abundancia de información y de procesos que hay que hacer para
acceder a ella podría resultar abrumadora e incómoda (actualmente la cantidad de datos en la Deep
Web, superan a toda la información impresa en el mundo entero). Además hay que contar el grado de
peligrosidad que tiene esta parte de la web que no está controlada a nivel estándares por los propios
navegadores ni por organizaciones de seguridad informática.

Internet tiene un fondo prolífico, donde la información queda anclada en lo hondo esperando que se la
descubra. Tanto en lo legal como en lo ilegal, Internet tiene un sótano gigante que debe ser
experimentado, por eso en un próximo artículo te enseñaremos más específicamente cómo usar Tor y
descubriremos otros sistemas de navegación anónima. Por último, una recomendación personal en
cuanto a lo que puedas encontrarte en la Deep Web y en sus zonas menos iluminadas: Disfruta, pero
con cuidado; las profundidades, como en cualquier aspecto de la vida, no son para cualquiera.

Cuando no encontrás algo en Google, qué hacés?


"No sé, nunca me pasó", responde Emilie.
"Busco un libro o llamo por teléfono a alguien que me ayude", cuenta Cecilia.
"Pero. yo creía que si no estaba en Google no existía. ¿No es así?", bromea Ana.
"Se le pregunta al pulpo Paul ", dice Emiliano. Y la respuesta de Emiliano tal vez sea la más sugerente.
No sólo porque lo que no se encuentra en Google pasa inmediatamente a formar parte de lo
inexplicable o lo esotérico (en efecto, creemos que si no está allí no-existe), sino por la imagen de la
criatura marina.

Es posible que quienes utilizaron por primera vez el término "navegar" para describir los
desplazamientos que uno hace por Internet, no supieran lo exactos que estaban siendo. Uno navega por
la superficie, no por el fondo. Y los motores de búsqueda -encabezados indiscutiblemente por Google -
lo que hacen es eso: barrer la superficie de las aguas, y no el fondo oscuro del mar.
Pero hay algo que se llama Internet profunda, que multiplica astronómicamente a la ya de por sí
astronómica cantidad de páginas a las que se accede mediante los buscadores tradicionales (más de mil
millones y en aumento), haciendo que éstos se vean como la punta de un iceberg insignificante que
nunca habría hecho hundir al Titanic.
Para entender por qué la web profunda no accede a Google, a Yahoo! o a Bing, hay que entender
primero cómo funcionan los motores de búsqueda. Como sabemos, existe una jerarquía en las
respuestas que nos dan a partir de una consulta, por ejemplo, y para seguir en tema, "Titanic". En este
momento (porque mañana puede ser distinto), Google larga 26.500.000 de páginas (y este resultado se
modifica dariamente) donde podemos obtener información sobre el Titanic. Y no las larga al tún tún
sino en base a su rapidísimo sistema de ordenamiento, cuya clave está en los links o enlaces. El
buscador nos dice que la primera página es "la mejor" y la última "la peor". ¿El criterio? Tiene dos
instancias: primero, el mejor sitio es el más reenviado por los sitios interesados en el Titanic. Segundo,
esos sitios son los más enlazados por otros portales.Ante la imposibilidad de Google para analizar la
calidad del contenido, esta segunda instancia es la más importante: mientras más enlaces conduzcan a
un sitio que tiene en alguna parte un link sobre el Titanic, más creíble es, justamente porque miles de
sitios lo han enlazado.
Y así es como obtenemos el "mejor sitio" y el "peor sitio", siendo el peor el más huérfano de todos.

La Internet profunda es, justamente, una Internet que ha quedado fuera de la carrera por los
enlaces. Siempre está la posibilidad de que el autor de un sitio penetre al mundo Google registrándolo
manualmente a través de un formulario. Pero si no lo hace, ese sitio será invisible para los usuarios de
Internet que no tengan la dirección o URL exacta. Y no sólo eso; el lenguaje primordial de Internet es
HTML, con lo que millones de programaciones en imágenes, audio, video, PDF o archivos comprimidos
también quedan fuera.
Hay ya varias empresas que ofrecen servicios -pagos- para explorar las aguas submarinas. Es el caso
de deepdyve, para relevar información científica o médica, o de BrightPlanet, verdaderos pioneros en el
estudio de "cosechar" información de la Internet profunda. "La mayoría de los buscadores te ayudan a
encontrar una aguja en un pajar" dice Anand Rajaraman, cofundador de Kosmix. "Lo que nosotros
intentamos hacer es ayudarte a explorar el pajar". Su sitio ha creado un software que combina la
búsqueda tradicional con bases de datos ocultas, y aspira convertirse en una verdadera "comunidad de
conocimiento".
En español el sitio gratuito Internet Invisible es el mayor buscador de información escondida. Sin
embargo, y como bien consigna, se trata de una "puerta de acceso" a bases de datos. Queda luego la
tarea individual, esforzada y casi bibliotecológica, de encontrar la información que se busca. Y de
evaluar su calidad.
Porque el hecho de estar escondida no la hace necesariamente mejor o más útil. Como dice Rogelio,
especialista en lingüística aplicada: "no es que sea una web en la que los contenidos sean mejores o se
traten con 'mayor profunidad', comparado con las giladas que se encuentran en la web superficial".
En todo caso, y para enterarte de si, efectivamente, lo que buscás no está en Google, podés
visitar Schmoogle, cuyo subtítulo es "¿Y si lo que buscabas estaba en la página 53? Nutriéndose del
buscador de buscadores, lo que hace Schmoogle es, sencillamente, romper con el page rank, con la
jerarquía, y darte las respuestas en un orden aleatorio. Su creadora, la israelí Tsila Hassine, dice que su
invento promueve "la diversidad en la web" y neutraliza los intereses comerciales detrás de ella. Al
parecer, Google los bloquea a menudo. Así que si no pudiste entrar, intentalo más tarde.

Potrebbero piacerti anche