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El giro discursivo en el análisis del populismo

Autor: Dr. Noé Hernández Cortez. Docente Investigador de Tiempo Completo Titular “C”
de la Unidad Académica de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-
mail. noe.hernandez@uaz.edu.mx

Trabajo en extenso de conferencia presentada el 10 de octubre en la Segunda Semana


Nacional de las Ciencias Sociales del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales
(COMECSO), organizado en colaboración con la Unidad Académica de Ciencia Política de
la Universidad Autónoma de Zacatecas, en la Ciudad de Zacatecas, Zacatecas, los días 7, 8,
9, 10 y 11 de octubre de 2019.

Palabras clave: populismo, discurso, análisis político, Ernesto Laclau.


El giro discursivo en el análisis del populismo*
Autor: Dr. Noé Hernández Cortez

Introducción
En el presente trabajo identificamos las premisas ontológicas, epistemológicas y

metodológicas de lo que denominamos el giro discursivo en el análisis del populismo. Con

base en la teoría del discurso posestructuralista de Ernesto Laclau y sus comentaristas,

indagamos sobre los supuestos teóricos que permiten estudiar el populismo,

fundamentalmente como una expresión política recurrente en el orbe latinoamericano. En el

plano del análisis político Colin Hay (2002) señala que el investigador en ciencia política

tiene que tener presente las premisas ontológicas, epistemológicas y metodológicas del

enfoque teórico con el cual observa su objeto de estudio. En ese sentido, nuestro trabajo se

divide en cuatro apartados. En el primer apartado, construimos el marco filosófico en que se

encuadra la ontología política de Ernesto Laclau. En el segundo apartado trazamos los

alcances epistemológicos del giro discursivo en el análisis del populismo. En el tercer

apartado, nos apoyamos en el trabajo de los estudiosos sobre los aspectos metodológicos que

se desprenden de la teoría del discurso posestructuralista para el análisis del populismo. En

el cuarto apartado, presentamos unas conclusiones preliminares.

El horizonte ontológico de la política en Ernesto Laclau


El concepto de populismo es un concepto disputable en la ciencia política, esta disputa es

producto de las diversas posturas ontológicas sobre el mundo de lo social. Desde distintos

*
Esta conferencia es producto del proyecto de investigación anual titulado “Los partidos populistas en América
Latina en el siglo XXI: los casos de MORENA en México y el PSUV en Venezuela” con número de registro
UAZ-2019-37948 en la Unidad Académica de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

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ángulos teóricos se ha estudiado el populismo, lo que encierra, sin lugar a dudas, premisas

ontológicas sobre el mundo de la política. En este contexto, existe el enfoque económico, que

considera como populista la “irresponsabilidad” en el manejo de las políticas fiscales en

América Latina, principalmente en la década de los noventa (Dornbusch y Edwards, 1990).

Desde la teoría de la modernización, se ha estudiado al populismo con un enfoque estructural,

en donde se dan las tensiones entre lo urbano y lo rural (Germani, di Tella y Ianni, 1973).

Una perspectiva cercana a la postulada por el giro discursivo en el análisis del populismo

(Laclau, 1989; Laclau y Mouffe, 2011, Laclau, 2010), es el llamado giro ideacional, que pone

el énfasis en el papel que juegan las ideas en los discursos populistas, identificando los dos

polos antagónicos entre la “élite política” corrupta y el “pueblo” (Mudde y Kaltwasser, 2017).

El horizonte de la ontología política en la obra de Ernesto Laclau, se remonta a la

publicación de su obra Política e ideología en la teoría marxista. Capitalismo, facismo,

populismo (1986) en la década de los setenta. En esta obra, tomando como punto de partida,

el mito de la caverna de Platón, Laclau nos señala, sobre este memorable mito, que el esclavo

que permanece en el fondo de la caverna, mirando las sombras proyectadas desde el exterior

de la caverna, representa el conocimiento de la doxa, del sentido común. Cuando este esclavo

se libera y observa las cosas del mundo exterior, ya fuera de la caverna, da inicio a un proceso

de crítica y reconstrucción de conceptos que provenían de la doxa. En efecto, esta crítica de

conceptos es propio de la tradición de occidente, por ejemplo, se requirió un largo proceso –

nos dice Laclau-, para quitarle al concepto “democracia” su asociación con el término

“plebe”, fue así que durante un largo proceso de crítica al concepto de “democracia”, éste

finalmente se articuló con las ideas liberales.

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En la obra de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe Hegemonía y estrategia socialista.

Hacia una radicalización de la democracia (2011), se construye una ontología política del

mundo social. Para ambos autores, el mundo social hunde sus raíces en el antagonismo, a

diferencia, por ejemplo, de corrientes de la ciencia política como la elección racional, que

supone un equilibrio entre las distintas decisiones políticas, para Laclau y Mouffe (2011), lo

que sostiene al mundo social es “lo político”, el conflicto que surge en la comunidad política.

No obstante, existe en el mundo moderno momentos de estabilidad política gracias al

surgimiento de líderes carismáticos de la política populista. Este regreso a la unidad de la

comunidad política Laclau y Mouffe (2011), lo expresan de manera extraordinaria en un

pasaje de su obra en estas líneas comentada, nos dicen ambos autores:

“…En todo caso, si la articulación es una práctica y no el nombre de un complejo


relacional dado, implica alguna forma de presencia separada de los elementos que la
práctica articula o recompone. En el tipo de teorización que nos interesa analizar, los
elementos sobre los que operan las prácticas articulatorias fueron inicialmente
especificados como fragmentos de una totalidad estructural u orgánica pérdida. A
partir del siglo XVIII, la generación romántica alemana va a hacer de la experiencia
de la fragmentación y de la división el punto de partida de su reflexión teórica. El
colapso, a partir del siglo XVII, de la concepción del cosmos como un orden
significativo dentro del cual el hombre ocupa un lugar determinado y preciso, y su
reemplazo por una concepción del sujeto como autodefinido, como una entidad que
mantiene relaciones de exterioridad con el resto del universo –el desencanto
weberiano del mundo- da lugar en la generación romántica del Sturm und Drang a
una búsqueda anhelosa de la unidad perdida, de una nueva síntesis que permita vencer
la división. La visión del hombre como expresión de una totalidad integral trata de
romper con todos los dualismos –cuerpo/alma, razón/sentimiento,
pensamiento/sentidos- que el racionalismo había instituido a partir del siglo XVII. Es
sabido que esta experiencia de la disociación era concebida por los románticos como

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estrictamente ligada a la diferenciación funcional y a la división de la sociedad en
clases, a la creciente complejidad de un Estado burocrático que asumía relaciones de
exterioridad con las otras esferas de la vida social”. (Laclau y Mouffe, 2011: 129-
130).

Estas prácticas articulatorias son posibles gracias al surgimiento del discurso

populista del líder carismático, que logra articular la unidad de una comunidad política, y es

en el mundo de lo político en que se articula dicho discurso populista.

En su obra La razón populista Ernesto Laclau (2010) vuelve con mayor plenitud, a

caracterizar al populismo como una razón populista que recoge las demandas de los

ciudadanos, cuando estas no han sido satisfechas por los canales institucionales. Ahora

Laclau, identifica la articulación del discurso populista, a través de las demandas no

satisfechas y dispersas de los ciudadanos. Al respecto escribe Laclau:

“La unidad más pequeña por la cual comenzaremos corresponde a la categoría de


demanda social. Como señalé en otra parte, en inglés el término demand es ambiguo
puede significar una petición, pero también puede significar un reclamo (como en
“demandar una explicación [demanding an explanation]). Sin embargo, esta
ambigüedad en el significado es útil para nuestros propósitos, ya que es en la
transición de la petición al reclamo donde vamos a hallar uno de los primeros rasgos
definitorios del populismo (Laclau, 2010: 98).

En este contexto, es la práctica discursiva crucial para comprender la articulación de

las demandas insatisfechas, demandas que son el indicador de la exclusión social, así el

discurso populista recoge estas demandas a través del líder carismático, recuperando con ello

la unidad de la comunidad política, por un momento, para hacer visibles a los excluidos de

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la vida política, social y económica. Es justamente esta concepción teórica que denominamos

el giro discursivo en el análisis del populismo.

Las premisas epistemológicas de la teoría del discurso posestructuralista

Una vez que hemos explicado en grandes trazos el horizonte de la ontología política en la

obra de Ernesto Laclau, ahora pasaremos a delinear algunas ideas sobre las premisas

epistemológicas de la teoría del discurso posestructuralista de Ernesto Laclau. Sin lugar a

dudas, que Laclau se posiciona sobre una epistemología cercana al postpositivismo, en

concreto al constructivismo, esta tarea epistemológica que realiza Laclau es importante, para

fijar su postura epistémica con respecto a otros enfoques teóricos en competencia con su

concepción de discurso. Es en su obra, en coautoría con Chantal Mouffe, Hegemonía y

estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia (2011), en que Ernesto

Laclau, nos señala su posición epistemológica, en primer lugar, realizando una crítica al

positivismo, pues, el conocimiento no se construye a partir de la observación de datos

externos al sujeto. Lo que propone Laclau es un constructivismo en donde el discurso es el

núcleo que estructura el mundo social. Asimismo, el mundo social es contingente, no es una

esencia que se fije por siempre, como pensaron, los positivistas del siglo de La Ilustración.

El constructivismo de Laclau es intersubjetivo y es posible gracias al discurso, entendido éste

último concepto como lo lingüístico y extralingüístico. En los términos de Hernán Fair:

“La teoría de Laclau se inserta dentro de un construccionismo social, en el que la


realidad es producto de la construcción intersubjetiva. Sin embargo, a diferencia de
enfoques como los de Berger y Luckmann (1997), entre otros, su propuesta parte de
la base que el discurso es el que construye lo que denominamos lo social. En ese
marco, se refiere al discurso en un sentido amplio, incluyendo a los elementos
lingüísticos y extralingüísticos. Ambos componentes sobredeterminan el sentido

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legítimo atribuido a la realidad social. Se trata, por supuesto, de una construcción que
siempre se realiza de forma precaria, parcial e inacabada, en tanto hemos visto que
Laclau parte de la base de la contingencia de lo social. Sin embargo, esta contingencia
no anula la posibilidad de edificar una estructura coherente.
Pero además, en consonancia con la semiótica social, el análisis crítico del discurso y
el psicoanálisis lacaniano, el pensador argentino nos señala que el discurso es el que
estructura el orden social, otorgando sentido a las identidades políticas. Desde la
perspectiva post-estructuralista del autor, el orden social es articulado a partir de la
presencia de lo que denomina "significantes vacíos", o bien "significantes
tendencialmente vacíos", entendido como aquellas palabras clave (orden, democracia,
revolución, justicia, libertad, igualdad, libre mercado, etc.) que, contextualmente,
asumen un papel privilegiado para estructurar de forma hegemónica o no universalista
el espacio social” (Fair, 2013: 206-207).

Justamente, en La razón populista (2010) es donde Laclau pone el énfasis en la

construcción relacional del mundo social. Esto es posible a partir de las “equivalencias” y los

“significantes vacíos”.

Hacia la formulación de una metodología para el análisis político del populismo

El presente trabajo es una investigación en curso, sin embargo, hemos avanzado en la

identificación de algunos elementos metodológicos con base en la teoría posestructuralista

de Ernesto Laclau, que son importantes para la investigación empírica. Si bien es cierto que

existe un buen número de trabajos empíricos con las categorías analíticas de la teoría

posestructuralista del discurso, consideramos importante orientar la metodología hacia el

análisis político del populismo. Un primer acercamiento metodológico consiste en considerar

al discurso como prácticas sociales que se pueden observar metodológicamente a través de

entrevistas a profundidad a los actores clave en un movimiento populista. Otra vía de esta

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reconstrucción del discurso como práctica social también es posible por medio de la

investigación hemerográfica.

Si bien es cierto, que estas metodologías tienen ya una larga tradición en las ciencias

sociales, lo importante es sustentar estas metodologías con las premisas ontológicas y

epistemológicas del marco conceptual propuesto por Ernesto Laclau. También es importante

tener en cuenta el alcance de la investigación, por ejemplo, si lo que se quiere observar es el

discurso populista del líder carismático, entonces, la metodología se tiene que concentrar en

un solo actor social, por otro lado, si el investigador considera que lo que se intenta construir

es el discurso de las identidades políticas dentro de un movimiento populista, este se puede

construir a partir de entrevistas a profundidad o investigación hemerográfica a partir de los

actores clave que conforman el movimiento populista. Lo que nos interesa bosquejar es que

la teoría del discurso posestructuralista tiene elementos de una teoría social que permite

orientar la investigación empírica en el análisis político del populismo.

Una orientación metodológica para identificar otras categorías de análisis del

populismo lo ofrece Retamozo (2014), quien distingue tres dimensiones para el análisis

político: a). La lógica política; b). El proceso político y c). El discurso. Sobre este punto

escribe Retamozo:

“La teoría política contemporánea inspirada en la obra de Ernesto Laclau ofrece una
serie de movimientos conceptuales capaces de establecer un estatus epistemológico
sólido para el populismo como categoría analítica. La lectura que ofrecemos concibe,
no obstante, que en la teoría política del populismo se cruzaron dimensiones de
análisis que es conveniente distinguir: por un lado, la articulación populista, la
interpelación y la producción de una identidad, es decir, como lógica política, y, por
otro lado, la inclusión radical, la democracia y la transformación del orden social, es
decir, como proceso político. A estas dos debemos agregarle una tercera dimensión

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que sobrevuela permanentemente los estudios: aquella que hace foco en el discurso
populista” (Retamozo, 2014: 225-226).

En este contexto, lo relevante son los esfuerzos teórico-metodológicos para clarificar

las categorías de análisis que se encuentran en la obra filosófica de Ernesto Laclau. Existen

otros esfuerzos, en ese mismo sentido, como los de Howarth y Torfing (2005), quienes han

reunido investigaciones empíricas con base en la teoría política posestructuralista.

Conclusiones preliminares
Como unas primeras conclusiones preliminares de nuestra ponencia, podemos decir, que

hacer explícitas las premisas ontológicas, epistemológicas y metodológicas de la teoría

posestructuralista del discurso de Ernesto Laclau, nos pone en vigilancia epistemológica para

estudiar el populismo como un concepto fundamental para entender la realidad política de

América Latina. Asimismo, nos permite distinguir los distintos enfoques teóricos que han

estudiado el populismo en América Latina, valorando la riqueza conceptual del giro

discursivo para el estudio del populismo en el orbe latinoamericano. Finalmente, las

categorías analíticas que se desprenden de la teoría del discurso posestructuralista son una

gran contribución para el análisis político del populismo.

Bibliografía
Colin, H. (2002). What’s ‘Political’ About Political Science? En C. Hay (Ed.), Political
Analysis: A Critical Introduction (pp. 59-88). New York: Palgrave.

Dornbusch, R. y S. Edwards (1990). The Macroeconomics of Populism. Recuperado de


https://www.nber.org/chapters/c8295.pdf.
Fair, H. (2013). Notas acerca de los presupuestos onto-epistemológicos de la teoría filosófica
de Ernesto Laclau. Fragmentos de Filosofía, 11, 203-209.

Germani, G., T. di Tella y O. Ianni (1973). Populismo y contradicciones de clase en


Latinoamérica. México: Era.
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Howarth, D. y J. Torfing (2005). Discourse Theory in European Politics. Identity, Policy and
Governance. New York: Palgrave.

Laclau, E. (1986). Política e ideología en la teoría marxista. Capitalismo, facismo,


populismo. Madrid: Siglo XXI.

Laclau, E. (2010). La razón populista. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Laclau, E. y Ch. Mouffe (2011). Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización
de la democracia. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Mudde, C. y C. R. Kaltwasser (2017). Populism. A very short introduction. Oxford; New


York, NY: Oxford University Press.

Retamozo, M. (2014). Populismo en América Latina: desde la teoría hacia el análisis político.
Discurso, sujeto e inclusión en el caso argentino. Colombia Internacional, 82, 221-258.

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