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La Profase es la primera fase de la mitosis y de la meiosis.

En ella se produce la
condensación de todo el material genético (ADN)-que normalmente existe en forma
de cromatina condensada dentro de una estructura altamente ordenada
llamada cromosoma- y el desarrollo bipolar del huso acromático.

Uno de los hechos más tempranos de la profase en las células animales es la migración
de dos pares de centríolos hacia extremos opuestos de la célula.

Los cromosomas se enrollan


más y pueden ser vistos al
microscopio.
Cada cromosoma duplicado se
ve como un par de cromátidas
hermanas unidas por el
duplicado, pero no separado
centrómeros.
El nucléolo desaparece
durante la profase.
En el citoplasma, el huso
mitótico, consistente de
microtúbulos y otras proteínas,
formados entre los dos pares
de centriolos, al tiempo que
migran a los polos de la célula.
La membrana nuclear
desaparece al final de la
profase. Esto da la señal para
el inicio de una subfase
llamada prometafase.
En la prometafase, el huso
entra en el área del núcleo.
Estructuras especializadas
llamadas cinetócoros se
forman en los centrómeros de
los cromosomas; ciertos
microtúbulos del huso —
microtúbules cinetocóricos —
pegados a los cinetócoros.

La división de una célula puede producirse por meiosis o por mitosis.


La primera etapa de ambos procesos recibe el nombre de profase: en
esta fase, el contenido genético existente se condensa y comienza a
formarse el huso acromático.
Dicho contenido genético, el ADN, que atraviesa el
proceso de condensación, por lo general se encuentra
en una estructura muy ordenada
denominada cromosoma (reúne la mayoría de la información genética
de un ser vivo y está compuesto de proteínas y ADN) en forma
de cromatina condensada. La cromatina es el grupo de histonas, ADN,
ARN y proteínas no histónicas que se hallan en el núcleo interfásico de las
células eucariontes y que conforma su genoma.
El huso acromático, por su parte, también se conoce como huso
mitótico o meiótico y consiste en un grupo de microtúbulos que surgen de
los centriolos a lo largo de los procesos de reproducción de las células, ya
sea mitosis o meiosis, y que se dirigen a los centriolos en los polos desde
los centrómeros de los cromosomas. Su origen tiene lugar en el
centrosoma o en el centro organizador de microtúbulos, según se trate de
una célula animal o vegetal, respectivamente.
Dado que la estructura del huso mitótico, el cual surge durante la mitosis,
se organiza durante la profase, no se encuentra presente en la interfase.
Su función es producir el enlace entre los cromosomas por sus
cinetocoros para situarlos en el ecuador y llevarlos a los polos de la célula,
tarea que se extiende desde la profase hasta la anafase, pasando por la
metafase, y que tiene como objetivo repartir de manera equitativa los
cromosomas cuando la célula se divide.
Durante la profase se desarrollan una serie de modificaciones que
hacen la división celular. Los cromosomas se engrosan y se acortan, la
envoltura del núcleo se divide y los nucleolos se reparten en el
citoplasma, convirtiéndose en ribosomas. La profase también implica la
desintegración de la membrana nuclear y la fijación de los cromosomas en
el huso acromático a través del centrómero.
En el caso de la meiosis, la división celular se produce a través de dos
procesos consecutivos. Existen, por lo tanto, dos profases. La primera
puede dividirse en etapas conocidas como:
* leptoteno: los cromosomas pueden

ser reconocidos mediante el uso de un microscopio óptico, pero no se


puede saber si los han formado cromátides hermanas a menos que se
utilice un microscopio electrónico;
* zigoteno: tiene lugar la sinapsis de los cromosomas homólogos y
surgen los quiasmas sinápicos;
* paquiteno: se obtiene el cromosoma denominado bivalente o tétrada y
puede tener lugar el entrecruzamiento cromosómico, durante el cual los
fragmentos de cromátidas pueden pasarse al puesto de sus homólogos;
* diploteno: se aprecian las quiasmas, unión de los cromosomas luego
del entrecruzamiento;
* diacinesis: los quiasmas se mueven hacia los extremos.
La segunda profase, más breve, ocurre con la desaparición del nucléolo y
de la membrana del núcleo.
La profase de la mitosis, por su parte, ocupa cerca del 40 por ciento
del proceso de división celular. Los cambios que experimenta la célula
son tanto químicos como físicos y morfológicos. La separación de los
centríolos, el surgimiento de las fibras que constituyen la estructura del
huso acromático y la desintegración del nucleolo y de la envoltura nuclear
también ocurren en la profase de la mitosis.
Para observar la profase de la mitosis se deben usar técnicas
inmunocitoquímicas. Estas últimas sirven para localizar moléculas en
tejidos a través del uso de anticuerpos, los cuales pueden conseguirse
fácilmente en el mercado y permiten trabajar de forma rápida y sencilla,
pero con resultados muy avanzados. Los anticuerpos que se utilizan en
estas técnicas pertenecen al tipo G y las producen unas células llamadas
linfocitos B.
A la profase le siguen la prometafase, la metafase, la anafase y
la telofase en el ciclo de división celular, cuyo efecto es la aparición de
dos células con material genético idéntico.

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