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ÍNDICE
6. PLUVIOMETRÍA ...................................................................................................... 11
9.1. CÁLCULO Y DEFINICIÓN DE LOS SISTEMAS DE DESAGÜE EN CADA UNA DE LAS CUENCAS, SEGÚN LA
ALTERNATIVA ESTABLECIDA........................................................................................................................................ 22
Éste tiene como objeto principal resolver el problema global de las escorrentías en la ciudad
de Santo Domingo, evitando inundaciones y estancamientos en puntos bajos, definiendo
para ello los ejes primarios para el drenaje de la área de estudio hacia su medio receptor
superficial: los ríos Ozama, Haina, Isabela o el mar Caribe, dependiendo de la cuenca
vertiente.
En los 30 últimos años, la población de la ciudad ha pasado de los 670.000 habitantes a más
de los 2.500.000 actuales, en cambio, la longitud de la red de drenaje pluvial apenas se ha
extendido, cubriendo principalmente por la zona situada al norte del antiguo centro urbano,
donde las pendientes del terreno facilitan la implantación de una red de descarga por
gravedad.
Los datos más significativos incluidos en el estudio referidos al año 1969 son:
Drenaje Pluvial del Ayuntamiento del Distrito Nacional, con el objetivo de dotarla de los
medios necesarios para realizar el mantenimiento regular a todos los sistemas de la ciudad.
Los datos más significativos incluidos en el estudio referidos al año 1993 son:
El drenaje superficial de un área geográfica determinada, está siempre condicionado por las
características físicas de la zona considerada, tanto por su forma superficial –orografía-,
como por la composición del suelo –geología-.
Por un lado, la orografía condicionará el camino a recorrer por las escorrentías de las aguas
pluviales, hasta alcanzar el canal de desagüe que discurre por los puntos más bajos de la
superficie drenada. Por otro lado, la composición del subsuelo también influye en la
formación de la red drenante natural, básicamente en función de dos características que le
son propias: a) la impermeabilidad y b) la erosionabilidad. El grado de impermeabilidad
condicionará la generación de un determinado volumen de escorrentías, según la capacidad
de absorción que pueda admitir el terreno. El grado de erosionabilidad condicionará el
trazado natural del canal de desagüe, ya que los cursos fluviales, sean permanentes o no, se
abrirán paso por los lugares en los que la dureza del suelo es más baja, llegando a formar
los valles por erosión de las franjas de los suelos más débiles.
Santo Domingo emerge sobre las aguas, sobre una roca caliza de origen arreficial costero,
cuya continuidad queda truncada por los desagües de los ríos Haina y Ozama . La altura de
esta formación arreficial, en la plataforma situada al este del río Ozama, alcanza valores
próximos a los 45 m sobre el nivel del mar, mientras la plataforma Occidental es un poco
más alta, llegando a cotas superiores a los 55 m del nivel marino, En ambos casos, son
característicos los farallones que separan la franja litoral emergente de la planicie posterior
situada en la cota más alta. Por detrás de las cumbreras de los farallones, la capa rocosa de
origen arrecifal desciende paulatinamente, y el suelo queda nivelado, más o menos llano,
por depósitos de arenas y arcillas. En la zona Este, por encima de la zona central descrita, el
río Ozama ha abierto su camino formando la llanura fluvial por la que discurre, y cuyo
surco ha sido rellenado por sedimentos aluviales. Por el contrario, en la zona Oeste, los
depósitos de las lagunas prearrecifales se adentran más hacia el interior de la isla, y como
resultado de ello, la meseta central alcanza grandes proporciones, pudiéndose detectar una
segunda sobreelevación en los confines de la misma. En este caso, por detrás de la meseta
central, el terreno desciende abruptamente hacia la depresión fluvial del río Isabela,
formando múltiples arroyos y cañadas de desagüe. Más al Oeste, la ciudad se extiende
alrededor de la Autopista Duarte, la cual discurre, en el entorno próximo a Santo Domingo,
por encima de los suelos formados en la época terciaria superior, situándose la propia
autopista sobre el parte-aguas que limita las cuencas vertientes del río Haina y del río
Isabela; la proximidad de ambos ríos y de sus valles fluviales forman laderas
pronunciadas.Ahora la ciudad ya se extiende por el norte de los ríos Isabela y Ozama,
ocupando suelos más o menos estables, de origen lacustre prearrecifal.
Se detectan las tres fácies de un escenario arrecifal típico (arrecifal, posterior y lagunal), y
su distribución determina la capacidad drenante y la profundidad hasta las capas acuíferas
potencialmente aprovechables. La roca caliza arrecifal es muy cársica y permeable, y aflora
en toda la franja que bordea la costa, mientras que hacia el norte resulta cubierta por los
sedimentos de la facie posterior, donde la permeabilidad varia entre moderada y alta. En
algunas zonas aisladas, la roca caliza arrecifal está cubierta por depósitos arcillosos de la
facie lagunal, que a veces sobrepasan los 60 metros de espesor. En estos casos la capacidad
drenante del área depende exclusivamente de la posibilidad de perforar hasta las calizas
subyacentes. Este fenómeno se presenta en el perímetro que abarca los sectores de los
Prados, Fernández, Julieta, La Castellana, Los Jardines, y parte de Arroyo Hondo.
Desde el punto de vista del drenaje pluvial los factores geológicos más importantes a tener
en cuenta son los siguientes:
Las redes existentes de drenaje pluvial cubren una superficie muy limitada de todo el
territorio urbano y su máximo desarrollo coincide básicamente con la zona más antigua de
la ciudad. Los colectores de la red pluvial existente, en su gran mayoría, son de recorridos
cortos y situados cerca del punto de desagüe, por lo que disponen de pendientes que
aseguran velocidades mínimas de paso de agua suficientemente altas como para arrastrar
los sólidos que se introducen en la red conjuntamente con las escorrentías.
En la ciudad existe una gran profusión de pozos filtrantes, sobretodo en la planicie central
de la ciudad, en la que no se ha desarrollado una red drenante tradicional. Se han realizado
unos inventarios de muestreo de pozos filtrantes eficaces situados a cotas relativamente
altas, en dos áreas significativas de la ciudad, una en el sector oriental y otra en el sector
occidental, para poder determinar las relaciones entre el número de filtrantes y la superficie
drenada, así como la capacidad de percolación que ofrece el sistema. En el siguiente plano
puede verse la situación de los pozos filtrantes inventariados, y los resultados teóricos que
pueden deducirse de esta muestra que son:
SECTOR SECTOR
OCCIDENTAL ORIENTAL
Esta red existente presenta problemas derivados por el mal uso de la misma. Entre otros, se
pueden enumerar:
En los siguientes planos parciales se reflejan las zonas de la ciudad que resultan afectadas
por la acumulación temporal de escorrentías a causa de las limitaciones de los sistemas de
drenaje actualmente existentes.
Se ha querido diferenciar dos tipos de afecciones diferentes, a la red vial y al vecindario, así
como el grado de afección que se produce. Del correcto análisis de estos planos se ha
establecido el orden de prioridades de las actuaciones que deben acometerse durante la
vigencia de este plan.
Los planos de por sí son muy ilustrativos de la situación que se produce en la ciudad en los
períodos de lluvia relativamente moderados. A simple vista puede observarse que en las
zonas urbanizadas que disponen de red de drenaje pluvial, los puntos conflictivos son
escasos mientras que por el contrario, en las zonas que no disponen de redes drenantes es
donde aparecen las zonas críticas.
DENOMINACIÓN SUPERFICIE
(H) Río Haina, vertiente oriental 2.513 Ha
(HN) Río Haina, vertiente Norte 1.091 Ha
(IS) Río Isabela, vertiente Sur 3.553 Ha
(ISO) Río Isabela, vertiente Sur-Oeste 2.516 Ha
(IN) Río Isabela, vertiente Norte 2.435 Ha
(DCO) Depresión central, lado Oeste de la Ciudad 1.560 Ha
(CO) Mar Caribe, lado Oeste de la Ciudad 2.490 Ha
(DOO) Desembocadura río Ozama, lado Oeste 988 Ha
(DOE) Desembocadura río Ozama, lado Este 972 Ha
(OS) Río Ozama, vertiente Sur 1.838 Ha
(ON) Río Ozama, vertiente Norte, y 1.267 Ha
(CE1) Mar Caribe, lado Este, hasta la Avda. Charles de Gaulle 865 Ha
Dentro de cada gran cuenca, se han delimitado las sub-cuencas medianas, siguiendo las
líneas cumbreras que forman el perímetro de los valles drenados por los arroyos y cañadas,
que serán los canales de desagüe hacia los ríos Haina, Isabela y Ozama o directamente al
Mar Caribe. Esta delimitación es clara cuando el relieve es diverso, pero cuando la
orografía es prácticamente llana, como ocurre en diversas partes de la ciudad, la
delimitación de las sub-cuencas es muy difícil de establecer, porque existen muchos puntos
bajos que, en si mismos, no son indicadores de ser vértices de pequeñas dolinas, ya que
pueden haberse formado con motivo de las obras de urbanización de los terrenos, si no se
6. PLUVIOMETRÍA
Se puede considerar que la zona de Santo Domingo tiene un clima de transición entre sub-
tropical y tropical, generalmente húmedo a lluvioso. La ciudad está ubicada en una zona
donde el año puede ser dividido en dos distintas temporadas, la época lluviosa de 7 meses
de duración y la seca o no lluviosa de 5 meses. La época más lluviosa se extiende de Mayo
a Septiembre cuando el promedio de lluvia mensual alcanza a 160 milímetros y con un
estimado de 13.9 días de lluvia por mes. La época seca tiene un promedio mensual de 60
milímetros con 9.1 días de lluvia por mes. A nivel anual se registra un promedio de 1410.4
mm de lluvia y de 142.4 días lluviosos.
Los datos pluviométricos del Área Urbana de Santo Domingo, recogidos en la Estación de
Santo Domingo en el período 1931-1985 reflejan estos comentarios:
mm en un período de 24 horas) que acompañan a los ciclones, que por acción directa del
viento.
Los factores climáticos representativos del área de Santo Domingo se pueden resumir como
sigue:
Las intensidades de lluvia máxima adoptadas en este Plan de Drenaje son las referidas y
normalmente empleadas en Santo Domingo, las cuales, para un período de retorno de 5
años y en función del tiempo de duración de la lluvia, dan los siguientes valores:
Para intensidades de lluvia con períodos de retorno superiores a los 5 años, pueden
aplicarse los valores anteriores multiplicados por los coeficientes siguientes:
Q = C m · I t,T · A
Q- Caudal de escorrentía
A- Es la superficie de la cuenca afluente en un punto cuyo caudal pluvial se
desea conocer.
It,T - Es la intensidad de lluvia que corresponde al máximo aguacero para un
período de retorno dado (T) para una duración correspondiente al tiempo de
concentración (tc).
Cm - Es el coeficiente de escorrentía medio que corresponde a la relación entre la
cantidad de lluvia y la cantidad de agua de escorrentía en el área A durante el
tiempo de concentración, siendo éste el tiempo que tarda la gota que cae en
el punto más alejado de la cuenca en alcanzar el punto en el cual se desea
conocer el caudal (sumando el tiempo de recorrido superficial, también
llamado tiempo de escorrentía, y el tiempo de recorrido a través de la red de
colectores aguas arriba del punto de estudio).
Para el diseño de la red principal de drenaje urbano de Santo Domingo se ha elegido como
período de retorno tipo el que corresponde a una frecuencia de 5 años, adoptado en todos
los estudios anteriores y en las normas de diseño de la CAASD para las cuencas urbanas
con relieves moderados, y es adecuado siempre que en los episodios extraordinarios en los
que se presenten caudales de lluvias de mayor intensidad, estos puedan ser drenados de
forma mixta, a través de la propia red drenante y superficialmente, sin que los daños que
puedan derivarse del escurrimiento superficial sean importantes. En otros casos, como en
cauces y cañadas, donde el escurrimiento se acumula en una única sección de desagüe, esta
se habrá de diseñar para lluvias más intensas, con períodos de retorno mayores, que se
definirán en función de la sección disponible, la velocidad de descenso del agua y, por
consiguiente, por los daños que razonadamente se puedan asumir.
Si, para las redes urbanas con pendientes moderadas, en lugar de escoger un período de
retorno de 5 años, se escogiera uno mayor, el diseño de los colectores implicaría secciones
mucho mayores y más costosas, las cuales solo serían utilizadas en su máxima capacidad en
Tc = t fe − t f
Este tiempo de concentración es una característica de la cuenca vertiente, y que es, por
tanto, independiente de la configuración y magnitud del aguacero.
Como ya se ha mencionado, en el año 1997, la Oficina del Plan Director del Ayuntamiento
del Distrito Nacional de Santo Domingo propone a los munícipes los “Lineamientos para el
desarrollo de la ciudad de Santo Domingo” como herramienta de trabajo para organizar la
futura estructura urbana de la ciudad. En base a planteamientos efectuados y analizando la
tipología de los diversos barrios que conforman la ciudad, en la situación actual y la
prevista en las futuras décadas, se han fijado los coeficientes de escorrentía que
corresponden a cada zona dentro del ámbito del estudio, coeficientes variables que
dependen, en las zonas urbanas, principalmente del porcentaje de superficies
impermeabilizadas (cubiertas o pavimentadas), que a su vez vienen determinadas por los
coeficientes de ocupación del suelo y el tipo de urbanización de las zonas libres. En cuanto
a la posible infiltración del agua en la zona edáfica o capa vegetal libre, ésta depende, entre
otros aspectos, de:
Una vez observadas in situ las características de los distintos barrios de Santo Domingo, se
han establecido, para la redacción de este Plan de Drenaje, unos coeficientes de escorrentía
homogéneos para los distintos usos de suelo, de acuerdo con la siguiente clasificación:
1. Casco Antiguo: C = 0,85 (Zonas de estructura urbana muy densa de calles estrechas y
algunas de ellas, con las casas adosadas. Máxima impermeabilización del suelo).
5. Zona urbana semi-densa: C = 0,6 (Constituida por bloques aislados con linderos
medianos, corresponde a la tipología típica de los ensanches construidos a partir de los
años 30 y es la más característica de la ciudad. Los solares presentan pequeñas áreas
ajardinadas en las que el agua puede infiltrarse. Se ha incluido en esta categoría zonas
que, sociológicamente en el día de hoy, se pueden considerar suburbiales pero con un
grado inferior de impermeabilización del terreno (por tener mayores espacios entre las
viviendas, pendientes menos pronunciadas en las calles, etc.) que las que se incluyen en
la categoría 3, como son arrabales de buena parte de la zona Herrera, desde la orilla del
río Haina hasta la zona Industrial y toda el área urbana del sector Norte, (con las
excepciones de las zonas verdes y de desarrollo residencial alto), por ser la tipología de
ocupación del suelo que, posiblemente en un futuro más o menos inmediato, les
corresponda).
6. Zona residencial alta: C = 0,5 (Constituida por bloques aislados de alta calidad, con
grandes linderos ajardinados, en las zonas turísticas y residenciales de clase alta).
7. Ciudad jardín: C = 0,25 (Zonas residenciales de alto nivel, con grandes mansiones
totalmente rodeadas de prados y jardines).
9. Zona verde: C = 0,15 (Por la situación y las características de las zonas verdes de
Santo Domingo, las escorrentías que se generan en estas áreas son muy pequeñas y más
teniendo en cuenta el alto grado de percolación del subsuelo kárstico sobre el que se
asientan la mayoría de zonas verdes urbanas. En esta categoría también se ha incluido
todo el “Cinturón Verde”, incluso las zonas marginales en él incluidas, en las orillas de
los ríos, actualmente muy densificadas).
CATEGORÍA SUPERFICIE
1. Casco Antiguo: C = 0,85 400,0 Ha
2. Zona altamente impermeabilizada: C = 0,80 497,0 Ha
3. Zona suburbial: C = 0,70 895,0 Ha
4. Zona de negocios y comercial: C = 0,65 486,0 Ha
5. Zona urbana semi-densa: C = 0,60 11.016,2 Ha
6. Zona residencial alta: C = 0,50 1.517,1 Ha
7. Ciudad jardín: C = 0,25 1.178,5 Ha
8. Zona industrial: C = 0,70 398,0 Ha
9. Zona verde: C = 0,15 5.800,2 Ha
Total zona urbanizable 22.188,0 Ha
Dentro de los límites urbanos, como zonas verdes, se localizan por un lado el llamado
Cinturón Verde, que como ya se ha indicado, cabalga mayoritariamente sobre los cauces
naturales que, en ningún caso pueden ser urbanizables, mientras que por otro lado, dentro
de la zona puramente urbana, existen unas zonas verdes que corresponden, además del
denominado “Cinturón Verde”, a los parques y jardines de la ciudad, como son: El jardín
botánico nacional, el complejo lúdico Santo Domingo Country Club, el Parque Mirador Sur
el Centro Olímpico y el conjunto Mirador del Este – Los tres Ojos. Finalmente cabe señalar
que en el cómputo de la zona urbana tampoco se ha considerado la pequeña franja del
frente costero, es decir, las zonas acantiladas existentes entre la Avda. España y el Mar
Caribe, en el lado Oriental, y entre la Avda. George Washington y el Mar en el frente
Occidental. Este frente costero de mas de 20 km de longitud y con una anchura media de 35
m, supone una superficie de mas 70 Ha de acantilados que conforman un magnífico
mirador de la costa caribeña.
Una vez determinados los coeficientes de escorrentía en las distintas zonas de estudio, se
han determinado los coeficientes medios de escorrentía correspondientes a cada una de las
grandes cuencas, pudiéndose evaluar, por aplicación directa del “Método Racional” los
volúmenes de escorrentía que se generan y se han de desaguar para una lluvia con una
duración determinada. Para el caso concreto de la máxima lluvia que se puede originar para
un período de retorno de 5 años y una duración de una hora, equivalente a una precipitación
continuada de 2,0”/(h·m2 ) 140 l/(s·Ha), los volúmenes de escorrentía que se generan en
cada una de las cuencas referenciadas son:
9. ESTUDIO DE ALTERNATIVAS
Para resolver el problema planteado por el drenaje pluvial de Santo Domingo, se han
analizado diferentes alternativas, con el objeto de elegir la solución más idónea que evite
los posibles anegamientos de diversas zonas orográficamente deprimidas, donde se originan
perjuicios, más o menos notables, tanto para la vida ciudadana por su incidencia sobre el
tráfico vial, como molestias para el propio vecindario, evacuando las escorrentías que se
generan hacia los medios receptores naturales finales.
Los criterios básicos para el establecimiento de las tres alternativas en la zona urbana
considerada, han sido:
Una vez expuestos los criterios básicos que se aplican en cada alternativa, se han
establecido, para cada una de ellas, los sistemas de drenaje de cada sub-cuenca. Como ya se
ha dicho anteriormente, en las alternativas A y B, al s sub-cuencas de la gran cuenca central
del sector occidental serán drenadas hacia el río Isabela o hacia el Mar Caribe, en función
de la situación del punto de concentración de las aguas, es decir, del punto más bajo de la
sub-cuenca; si este punto está situado cerca del límite meridional (sub-cuencas Luperón,
Nuñez de Cáceres, Fernando Defilló y Naco - Sur), el desagüe se plantea hacia el Mar
Caribe, mientras que en las restantes sub-cuencas (Winston Churchill – Norte, y Tiradentes
– Norte), el desagüe se prevé hacia el río Isabela.
Para todas las alternativas, los criterios establecidos para el dimensionamiento de los
colectores han sido:
Para valorar las distintas alternativas planteadas, una vez dimensionados sus elementos, se
han adoptado los precios de mercado habituales de las distintas unidades de obra que en
ellas intervienen, incrementadas con los porcentajes correspondientes a operaciones
auxiliares tales como entibaciones de zanjas, apeos y/o reposición de servicios afectados,
señalizaciones, achiques, partes proporcionales de pozos de registro, imbornales e
imprevistos. Se ha supuesto que los colectores generales se deben instalar con un
recubrimiento mínimo de 3 m, para salvar las distintas redes de servicio que se afecten,
especialmente los grandes acueductos, que por norma general atraviesan la ciudad por las
grandes avenidas en sentido Este-Oeste, perpendicularmente a los ejes drenantes.
Para valorar correctamente, se han confeccionado los precios unitarios de las distintas
unidades de obra totalmente terminadas, en función de las distintas secciones tipo
constructivas consideradas.
» Es una alternativa conservadora y tradicional. » Es una alternativa novedosa y versátil, al » Es la alternativa que aprovecha la
» Es una alternativa poco flexible: una vez introducir elementos reguladores en el permeabilidad del estrato calizo del subsuelo
adoptada una solución, si la capacidad de ella sistema de evacuación de las escorrentías como elemento receptor de las escorrentías.
se ve ultrapasada, será preciso implantar » Es la alternativa más económica » Es una alternativa practicada
colectores adicionales. » En los embalses de regulación se pretende mayoritariamente en determinadas áreas de
» Es una alternativa con fuertes inversiones aprovechar la capacidad de percolación del Santo Domingo desde las décadas de los años
iniciales para poder iniciar la red drenante terreno, bien directamente, bien a través de 30-40, cuando se dejó de construirse sistemas
secundaria con la que entrarán en servicio los pozos filtrantes, cuyo mantenimiento será de drenaje tradicional. Las inversiones
sistemas correspondientes relativamente asequible al estar debidamente realizadas son inmediatamente operativas.
» No se tiene en cuenta la permeabilidad del localizados. » Es una alternativa altamente eficaz para
subsuelo cárstico de Santo Domingo. » Si las condiciones futuras de permeabilidad resolver problemas locales de forma
» Para que el sistema sea realmente efectivo, la de la superficie urbana aumentan respecto a inmediata y con costes de inversión acotados.
red secundaria se ha de desarrollar las consideradas en los diseños definitivos, la » Es una alternativa de la que no se tiene una
completamente y con secciones relativamente capacidad de la red drenante se podría experiencia, no sólo local, sino a nivel
significativas. aumentar ampliando los embalses, sin internacional, que permita garantizar su
» Si los colectores se diseñan con la pendiente necesidad de construir colectores adicionales. idoniedad.
adecuada, las velocidades de circulación del Es, por tanto, una alternativa segura. » Es la alternativa en la que la red secundaria es
agua podran asegurar un sistema » Es una alternativa que requiere un mayor mucho más corta y de secciones menores.
autolimpiante, lo que da mas seguridad al mantenimiento que la anterior, sobretodo en » Es la alternativa que, para ser eficaz, requiere
sistema y los costes de mantenimiento son la limpieza de los fondos de los embalses un costoso y continuado mantenimiento.
moderados. (para asegurar la capacidad filtrante del » Es la alternativa en la que las infraestructuras
» La vida útil de la red drenante de colectores terreno), y en las secciones de control de principales, los pozos, tiene una vida útil
es mucho más dilatada que el plazo de su salida. limitada (unos 10 años), que deben renovarse
ejecución, planteado en 30 años. Con un » Al igual que en la alternativa A, las continuamente. Con ella no se sientan bases
mantenimiento adecuado, los grandes infraestructuras previstas, si se mantienen permanentes para un sistema de drenaje
colectores de la red primaria pueden perdurar adecuadamente, pueden perdurar múltiples definitivo y estable.
múltiples decenas de años. decenas de años. » Es la alternativa más cara, en su globalidad,
de las tres contempladas.
La red primaria de colectores drenantes de las áreas urbanas está integrada por una serie de
colectores que se han identificado, bien sea por el eje viario bajo el cual discurren, bien por
el barrio principal o sector que drenan. Los sistemas considerados son:
En el sector Occidental:
Y en el sector Oriental:
4. Fernando Defilló
Tramo P.R. a1 – P.R. a9 (445 m) 15,54 3,78 ∅ 60”
Tramo P.R. a9 – P.R. a17 (375 m) 64,68 14,29 2,60 x 2,00 m2
Tramo P.R. a17 – C.E. (250 m) 121,02 26,02 4,00 x 2,25 m2
Tramo P.R. b 1 – P.R. b9 (360 m) 28,32 6,88 1,80 x 1,70 m2
Tramo P.R. b 9 – P.R. a9 (425 m) 37,98 8,93 2,00 x 1,70 m2
Tramo P.R. c1 – P.R. c9 (360 m) 29,46 7,15 1,80 x 1,70 m2
Tramo P.R. c9 – P.R. a17 (400 m) 37,44 8,61 1,80 x 1,70 m2
Embalse de laminación ( 18.396,79 m3 – 0,60 Ha) 121,02 26,01 -
Tramo C.S – C.R.1 (13 m) - 12,00 ∅ 2,30 m
Tramo C.R.1 – C.R.2 (113 m) - 12,00 ∅ 2,30 m
Tramo C.R.2 – C.R.3 (2007 m) - 12,00
La evacuación del volumen de agua de lluvia caido en una ciudad puede hacerse con
opciones distintas: la más tradicional, pretende eliminar las aguas de lluvia que caen en una
zona lo más inmediata y rápidamente posible. Este modo de actuar mediante su
introducción en la red de drenaje, permite despejar la superficie de la ciudad reduciendo al
máximo los problemas o molestias que pueda suponer la escorrentía circulante. Pero esta
forma de abordar el problema confiando exclusivamente en la capacidad de la red planteará
sin duda un sobredimensionado de la misma, más costoso al tener que contemplar la
totalidad de los caudales de diseño.
Para su diseño se establece el balance de volúmenes de agua que son regulados por el
embalse mientras dura la escorrentía debida a la lluvia mediante la ecuación de continuidad.
1. Fondo de Manganagua
2. Fernando Defilló
3. Carolina Mandinga
4. Centro Olímpico
5. Winston Churchill
6. Núñez de Cáceres
• Fondo de Manganagua
• Fernando Defilló
• Carolina Mandinga
• Centro Olímpico
• Winston Churchill
• Núñez de Cáceres
En el diseño básico se han tenido en cuenta diversos elementos. El primero es que estos
embalses deben lógicamente integrarse en el entorno urbano, siendo para ello la mejor
solución su cubrición completa, disponiendo así de una nueva superficie adecuada para
nuevos usos, de carácter eminentemente lúdicos, y conseguir además una nueva ordenación
homogénea del área afectada. En el Plano ‘Propuesta de cubrición. Planta y alzados’ así
como en el Plano ‘Propuesta de cubrición. Persoectiva’ queda definida la propuesta de
cubrición, utilizando la superficie disponible que queda unos metros por encima del nivel
del terreno, para la ubicación de instalaciones deportivas, a las que se accederá por una
escaleras, con un vallado perimetral a modo de protección.
- Definición en planta
- Definición en alzado
- Aspectos estructurales
- Aliviaderos de superficie
- Entradas en el depósito
Los principales cauces fluviales que se integran en la red primaria de drenaje son cuencas
tributarias vertientes de los ríos Haina, Isabela y Ozama y sus afluentes, conformando las
llamadas “cuencas periurbanas”, que tienen como ejes drenantes principales los
mencionados cursos de agua.
Al ir extendiéndose la zona urbana mas allá de las mesetas centrales, se han poblado
masivamente estas zonas próximas a los cursos fluviales, llegando incluso a invadir parte
de los cauces, con la consiguiente disminución de su capacidad de desagüe, que puede
ocasionar graves perjuicios.
Los asentamientos tan densos que padecen determinadas cuencas periurbanas, en las que
las edificaciones se han construido tan próximas que, a veces, ni se ha respetado un paso
mínimo para la circulación vial, con lo que no pueden entrar los servicios de recogida de
basura, los vecinos han utilizado el cauce de las cañadas como vertederos de basuras y
residuos.
En otros casos, el cauce de las cañadas ha sido invadido por los aportes de tierras y
materiales diversos arrastradas por las escorrentías que hacia ellas descienden veloz y
superficialmente a través de las calles y pasajes concurrentes.
La red primaria de cauces fluviales que drenan las áreas periurbanas y se integran dentro
del Plan Director de Drenaje Pluvial son:
A Arroyo Guzmán
B Arroyo Guajimía
C Cañada Villa Aurea
D Cañada Las Caobas – Olimpo
E Cañada Buenos Aires
F Cañada El Indio
G Cañada La Ureña
H Arroyo Manzano
I Arroyo Seco
J Cañada Don Honorio y afluentes
K Arroyo Hondo y afluentes
L Cañada Jardín Botánico
M Arroyo Salado
N Cañada La Cuaba
O Cañada Infierno
P Cañada Cachón de la Rubia
Q Arroyo Varía
R Arroyo San Francisco
S Arroyo Mateo
T Arroyo Manoguayabo
U Arroyo La Ciénaga
V Arroyo Lebrón
W Arroyo Arenoso
X Arroyo Palmarejo
Y Arroyo Arenoso (Cementerio Cristo Redentor)
Z Arroyo Marte
AA Río Yaguaza
AB Arroyo Porquero
AC Arroyo Limonal
AD Cañada Cabeza de Ceuta
AE Cañada Sabana Perdida
AF Cañada Salomé
AG Cañada Villa Blanca
AH Cañada Lotería
AI Zona de la Hondonada
AJ Zona de San Diego
AK Zona de Puerta de Hierro
AL Zona Manzano
AM Zona del Arroyo Lebrón
AN Zona Mirador Norte
AÑ Zona Urbanización Máximo Gómez
AO Zona Urbanización Cerros de Buena Vista
A la hora de establecer las actuaciones en cada uno de los cauces estudiados se han
considerado criterios hidráulicos y criterios de tipo social y medioambiental.
Otros cauces importantes ya están acondicionados para ejercer su función de ejes drenantes,
tanto en la actualidad como en la situación futura prevista para el año horizonte (2012)
correspondiente a las adecuaciones de cañadas del Plan de Drenaje. Ellos son,
concretamente los tramos de cabecera de la Cañada del Jardín Botánico (tramo anterior a la
Avenida Carlos Pérez Ricart) y del Arroyo Salado (tramo anterior a la Avenida Los
Arroyos).
Los cauces fluviales que se integran en la Red Primaria de Drenaje Pluvial de la Ciudad de
Santo Domingo, tienen una característica común: la cota más alta de sus cuencas tributarias
están situadas dentro del área urbana de la zona estudiada, es decir, que las cuencas
vertientes no se extienden fuera de la ciudad sino que están totalmente integradas en ella.
Ninguno de los cauces considerados recibe aportes de escorrentías generadas en tramos
superiores fuera del ámbito urbano.
Este no es el caso de los cauces fluviales mencionados. Gran parte de ellos se originan en
las cabeceras de sus respectivas cuencas, las cuales, que en su mayoría, están densamente
pobladas, y incluso se han llegado a establecer asentamientos ocupacionales en el propio
lecho del cauce.
Por tanto, cuando la expansión urbana se aproxima a un cauce conviene cubrirlo desde su
cabecera, para evitar situaciones como las descritas anteriormente.
Ahora bien, el encauzamiento mediante una sección cerrada en la cabecera de una cañada
supone limitar su capacidad de desagüe al caudal de diseño adoptado por el proyectista. Por
razones económicas el proyectista asumirá en su diseño unas limitaciones, en función del
riesgo de los daños que se puedan producir en situaciones excepcionales, cuando las
escorrentías a desaguar sean superiores a las elegidas para el cálculo de su sección cubierta.
En estas condiciones el drenaje podría establecerse de forma mixta, en parte a través de la
sección encauzada y los excedentes correrán superficialmente por encima de la cubrición.
Por este motivo es indispensable mantener un espacio despejado por encima de la
canalización, en el que no pueda erigirse construcción alguna, ya que este espacio actuará
como cauce superficial para evacuar los excedentes de escorrentías. Además, este nuevo
espacio, en forma de vial deprimido respecto a las edificaciones colindantes situadas por
encima del nivel de seguridad, garantizará el acceso a los registros de la canalización
enterrada para su limpieza y mantenimiento periódico.
La solución adoptada tiene una ventaja adicional nada despreciable: la posible creación del
nuevo vial encima del encauzamiento de la cañada actuará de eje vertebrador y vía de
acceso a las casitas situadas a ambos lados de la cañada, con lo que se facilitará su
integración en el entorno urbano. Pero es más, al efectuar la cubrición, deberá procederse a
la implantación de los diversos servicios e infraestructuras urbanas para servir a la
Las cubriciones de las actuales cañadas deberán diseñarse con los mismos criterios que los
establecidos para el diseño de los colectores urbanos, limitando la velocidad de circulación
del agua a 3 m/s. En los casos en los que la pendiente del terreno y del fondo de la cuenca
es importante, el tiempo de concentración inicial se establece en 10 minutos en las cañadas
cuyas subcuencas se encuentran en su totalidad en zona urbanizada, con alto grado de
impermeabilidad, pendientes notables y con su cabecera muy cercana al límite de la
subcuenca; y se establece en 15 minutos en los casos en que la cañada tiene su cabecera
lejana al límite de la subcuenca tributaria en zonas donde el grado de impermeabilidad no
es tan alto y las pendientes son menos importantes. La capacidad de evacuación de las
secciones cerradas se dispone para aquellas lluvias máximas que puedan originarse para un
período de retorno de 20 años, de manera que, en caso de producirse una situación que
sobrepase a la propuesta, las escorrentías que no puedan conducirse por el colector
descenderán por el vial superior, pero estos caudales ya serán mucho más limitados y
evidentemente no crearán situaciones de riesgo para el entorno (se ha de tener presente que
las cuencas son relativamente pequeñas y el desnivel limitado, pues las cotas más altas se
sitúan sobre los 60 m).
En los tramos intermedios de las grandes cañadas, en los que de una parte los caudales a
evacuar son relativamente altos y de otra la anchura del cauce actual es significativa, ya no
se contempla la cubrición del mismo, pues ello significaría inversiones importantes que no
podrían justificarse de por sí. En este caso se propone el encauzamiento del cauce mediante
una sección formada por unos muros laterales de concreto y una solera de encachado de
piedras, en medio de la cual se prevé un pequeño rebaje, también en U, todo ello de
concreto, para el paso de pequeños caudales, y así facilitar el mantenimiento y limpieza de
la solera. Se considera necesario dejar un resguardo, respecto a la coronación de los muros
del encauzamiento, de 30 cm por encima del máximo nivel de las aguas para el caudal de
diseño.
En este caso los criterios de dimensionado, aunque similares, difieren algo respecto a los
marcados para la cubrición de la cabecera de las cañadas: aunque la velocidad de
circulación del agua por el tramo encauzado continua limitándose a 3 m/s, la capacidad de
evacuación del nuevo cauce se dispone para aquellas lluvias máximas que puedan
originarse para un período de retorno de 15 años, ya que en estos tramos, al ser de
pendiente más reducida, si el cauce fuera desbordado en situaciones límites, el agua
discurrirá por las superficies laterales de anegamiento y los posibles daños que ello
comportase, con las medidas propuestas, serían realmente muy limitados.
En ambos laterales del encauzamiento se establece un vial de servicio, de unos tres metros
de anchura, para poder acceder al nuevo cauce y realizar periódicamente las labores de
limpieza y mantenimiento que se deban realizar regularmente. Paralelamente a estos viales
de servicio se proponen unos viales de circulación, que enlazarán con el vial superior en el
tramo cubierto, actuando como vías de acceso a las zonas urbanas situadas en ambos lados
del cauce.
Ahora bien, la red de Drenaje pluvial, para que sea realmente eficaz, se ha de complementar
con una red de colectores secundarios, la estimación de la cual puede establecerse a partir
de los siguientes ratios determinados en diversos planteamientos efectuados en distintas
zonas de la ciudad:
Aplicando estas ratios a las distintas cuencas que ahora carecen de red drenante, se puede
estimar la longitud de la red secundaria en:
Cabe reseñar que buena parte de la red de drenaje existente es muy antigua y tarde o
temprano debe procederse a su reconstrucción. El mal estado de la misma se detecta
principalmente, como ya se ha expuesto en estudios anteriores, en los colectores de sección
rectangular, construidos in situ sin garantías de estanqueidad y resistencia para las cargas
que han debido soportar posteriormente. Si bien en los grandes colectores los
mantenimientos han sido más continuos, no ha sido así en los pequeños colectores, con
secciones de paso inferiores a 1 m², de los que hay más de 31 km., la mayoría de los cuales
deben reconstruirse.
Así pues, el monto total de las inversiones a realizar para dotar a la ciudad de Santo
Domingo de una completa red drenante, se puede cifrar en 20.000 Millones RD$, cifra en la
que se incluye únicamente los porcentajes correspondientes a la ejecución de diseños
constructivos y control de las obras (estimado en un 6,5% sobre el total de la inversión) y
obras adicionales que la ejecución del nuevo alcantarillado pueda conllevar (estimado en un
8% sobre el total de la inversión).
Es por todo ello que el impacto socio-económico del sistema de alcantarillado pluvial debe
analizarse sobre una doble vertiente.
El cálculo de rentabilidad social sigue una metodología donde se comparan los costes de
construcción y mantenimiento del sistema, con los beneficios que comportan para la
población.
Con este propósito y finalidad debe elaborarse un análisis de prospectiva para la capital
Santo Domingo a un horizonte bastante amplio que incluya una serie de previsiones sobre
la evolución demográfica, las características de la población, el mercado laboral, el
crecimiento económico y la renta de sus habitantes.
A pesar del crecimiento de los últimos años, la capital registra un gran crecimiento
demográfico y una continuada pérdida relativa de su nivel de calidad de vida todo ello
motivado fundamentalmente por la falta de infraestructuras tal como las ahora analizadas,
juntamente con la red viaria necesaria para potenciar los desplazamientos y la creación de
nuevas industrias y servicios.
El escenario “pro-activo” significa cambiar la tendencia reciente que exige una mayor tasa
de crecimiento económico. Las variables motrices para conseguirlo son los puestos de
trabajo y la productividad variable, que es el verdadero indicador de la mejora de la
estructura productiva y de la generación de mayor valor añadido.
Entre estos, los beneficios de una ciudad con sistema de alcantarillado pluvial son
generalmente de naturaleza indirecta. No teniendo datos estadísticos del mantenimiento de
las calles y daños en las propiedades, producida por las inundaciones es prácticamente
imposible valorar monetariamente los beneficios debidos a las instalaciones de este
alcantarillado pluvial, por lo que la comparación de costes y beneficios tangibles, según la
metodología utilizada en estudios de rentabilidad de infraestructuras, no es posible llevarla
a cabo con plena seguridad y certeza de tal modo que se puedan obtener unos datos
claramente contrastables.
* Una localización más central que favorece a los sectores exportadores de la isla,
así como las actividades relacionadas con el sector industrial general.
* Una mejora e impulso del sector turístico al contar con unas infraestructuras
básicas para el desarrollo de las actividades del sector, favoreciéndose la captación
de la inversión nacional e internacional y, en consecuencia, la consolidación de
Santo Domingo como centro turístico de presente y futuro, dentro del contexto
geográfico y económico.
Dentro de este primer período las inversiones se han desglosado en seis etapas, según el
orden de prioridades que se ha considerado más provechoso para el desarrollo integral
urbano. Las actuaciones previstas en cada fase son:
También las inversiones programadas en este segundo período se han desglosado en cuatro
etapas, según el orden de prioridades que se ha considerado más provechoso para el
desarrollo integral urbano. Las actuaciones previstas en cada fase son:
- Núñez de Cáceres
- Fernando Defilló
- Alma Mater
- Arroyo Seco (desde la confluencia con al Cañada Don Honorio hasta la
desembocadura al arroyo Hondo)
- Cañada Jardín Botánico
- Tiradentes – Norte
- Jiménez Moya
- Alma Rosa - Ozama
- Villa Faro (desde cabecera hasta Carretera. Mella)
- Carolina – Mandinga (desde cabecera hasta Carretera Mella)
- Arroyo Limonal
- Mirador Sur
- Los Tres Brazos
- Arroyo Hondo (encauzamiento simple tramo intermedio)
- Arroyos Arenoso (Cementerio Cristo Redentor) y Porquero
- Río Yaguaza-Ramal 2 (Guaricano) y río Yaguaza-Laguna
- Afluentes río Isabela - Zona Mirador Norte
Respecto al tercer período , se ha considerado que los 16 ejes drenantes a construir para
desaguar las escorrentías que se originen en un futuro en la cuenca litoral oriental, en la
zona comprendida entre el Aeropuerto Internacional Las Américas y la Avenida Charles de
Gaulle, deberán implantarse a medida que esta extensa zona vaya completando su
urbanización, ya que así podrán acometerse las obras de forma racional, conjuntamente con
la implantación de las restantes redes de servicio e infraestructuras que deban discurrir bajo
los nuevos viales, con el consiguiente ahorro que ello comporta.
Por otro lado, aunque las zonas colindantes no estén urbanizadas actualmente, cuando se
acometa la ampliación de la Autopista de Las Américas, deberán construirse los pasos
correspondientes a los colectores de drenaje pluvial, ya que estos deben desaguar
directamente al mar Caribe, mientras que el resto de los servicios pueden implantarse por el
vial de servicio, en el lado norte de la Autopista.
Como se ha dicho, se han previsto 16 ejes drenantes, de manera que la cuenca litoral se
divide artificialmente en 16 subcuencas de 1 km. de anchura. Suponiendo la máxima
ocupación futura de la zona y la total impermeabilización de los viales una vez asfaltados,
se ha estimado un coeficiente de escorrentía similar al resto de las zonas urbanas de la
ciudad de Santo Domingo con similares características orográficas.
Como consecuencia de los estudios realizados, la red primaria de drenaje de este sector que
abarca unas 4.500 Ha, estará formada por los mencionados 16 colectores, con una longitud
total de 28,7 km., cuyo coste de construcción estimado es de 1.363,33 M. RD$.
INVERSIÓN PROYECTOS Y
TOTAL
INTERVALO (M. RD$) SUPERVISIÓN
PERÍODO INVERSIÓN
EJECUCIÓN DE OBRAS
PARCIAL TOTAL (M. RD$)
(M. RD$)
a) 740,39
b) 735,54
c) 680,13
I 2001-2006 4.164,49 270,69 4.435,18
d) 673,12
e) 665,81
f) 669,50
g) 707,64
h) 711,71
II 2007-2010 2874,77 186,86 3.061,63
i) 729,37
j) 726,05
III 1.363,33 88,61 1.451,94
TOTAL 8.402,59 546,16 8.948,75