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KOINONIA-La Familia de Dios

Mateo 21:33-44 Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el


cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una
torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. 34 Y cuando se acercó
el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que
recibiesen sus frutos. 35 Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno
golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. 36 Envió de nuevo otros
siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. 37
Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. 38 Mas
los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Éste es el heredero;
venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. 39 Y tomándole, le
echaron fuera de la viña, y le mataron. 40 Cuando venga, pues, el señor de
la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? 41 Le dijeron: A los malos
destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le
paguen el fruto a su tiempo. 42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las
Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser
cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros
ojos? 43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y
será dado a gente que produzca los frutos de él. 44 Y el que cayere sobre
esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
Introducción: – Los Padres salieron a un viaje y dejaron los hijos mayores
y maduros encargados de la familia. Así es la iglesia.
I. ¿Quiénes somos?
A. Somos hijos del Rey.
Efesios 3:14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro
Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y
en la tierra,
 Llevamos el nombre de Dios porque habernos sujetado al
Padre.
B. Somos Hijos de Dios.
(1) ¿Quién es un hijo de Dios? ¿Cómo llega a ser?
Mateo 12:46-50 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus
hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu
madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48 Respondiendo él
al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?

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49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y
mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
 Lo que nos hace un hijo de Dios es quien que hace la voluntad de Dios
el Padre.
Gálatas 3:26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
 Este sumisión es la fe o confianza que damos a Dios, que lo que Él diga
y quiera es nuestro querer y hacer.
 Fe es una confianza que damos, que dice que “tú sabes mejor que yo,
entonces yo te obedezco.”
(2) ¿Quién no es y por qué?
Lucas 13:23-28 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él
les dijo: 24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que
muchos procurarán (buscan para entrar, buscar por meditar, pensar, o
razonar) entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se haya
levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la
puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de
dónde sois. 26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y
bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo que no sé
de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad
(injusticia, hechos en violación de la ley). 28 Allí será el llanto y el crujir de
dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en
el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
 No es fácil de entrar en el cielo. Es una “puerta angosta” por lo cual que
tenemos pasar. Habla de algo restringido, algo que uno tiene que ser
muy restringido o sujetarse exactamente a donde está la puerta para
pasarla.
 Hay un elemento de grande esfuerzo de nuestra parte, y aun así, muchos
que atentan no van a entrar.
1° Juan 2:3-6 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos
sus mandamientos. 4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5 pero el que
guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha
perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo.
 La persona que no guarda los mandamientos de Dios no es salvo.

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 La persona que no anda como Jesucristo anduvo no es hijo de Dios.
1° Juan 2:9-10 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está
todavía en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y
en él no hay tropiezo.
 La persona que no ama a su hermano en Cristo no es hijo de Dios.
 La persona que no busca de quedarse o concentrar su vida en la luz de
Dios no es hijo de Dios.
1° Juan 2:15-17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si
alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo
que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo
pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre.
¿Por qué?
 El amor de Dios es exclusivo en contra de otros amores mundanos.
 De ser salvo, de ser un hijo de Dios, se base en amar verdaderamente a
Dios. Si uno deja amor, estima, apreciación, o pone prioridad sobre otra
cosa antes que a Dios, no es salvo.
 Otra vez: La persona salva ama a Dios, y busca con todo su corazón de
obedecer a Dios, a Su voluntad.
Juan 8:41-44 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le
dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que
es Dios. 42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente
me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de
mí mismo, sino que él me envió. 43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje?
Porque no podéis escuchar mi palabra. 44 Vosotros sois de vuestro padre el
diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida
desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad
en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre
de mentira.
 Sumisión a alguien, o sea, de hacer lo que agrada, es de
hacerle tu padre. ¿Quién es tu padre? ¿Dios? O ¿El diablo?
C. Somos embajadores de Cristo.
2° Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como
si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios.

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El trabajo de un embajador de Cristo es de rogar a otros de reconciliarse
con Dios.
 Debemos portarnos como digno a embajador de nuestro Rey.
II. ¿Qué somos? Familia.
Romanos 11:25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio,
para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha
acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles;
 Pablo explicó que el cambio de la nación de Israel a una familia
espiritual con hermanos es para la gloria de Dios. No es algo de jactarse
o ser arrogante sobre esto. Así se portó Israel, y por esto, Dios rechazó
a ellos.
A. Hermanos bajo la autoridad del Padre.
Efesios 3:12-20 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por
medio de la fe en él (Jesucristo); 13 por lo cual pido que no desmayéis a
causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. 14
Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para
que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder
en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en
vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis
plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura,
la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo,
que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de
Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa
en nosotros,
Efesios 2:18-19 porque por medio de él (Jesucristo) los unos y los otros
tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19 Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros
de la familia de Dios,
 Nuestra fe en Jesucristo, el hombre especial (Mesías o Cristo), quien
nos trajo o nos proveyó la salvación a nosotros.
 Por tener fe en Jesucristo, nos hizo miembros de la familia de Dios.
Mateo 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto
lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

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 La relación que llevamos con Dios es demostrada por la relación que
llevamos con nuestros hermanos espirituales en la iglesia.
(1) Como hermanos no tomamos autoridad (como un padre) uno sobre
el otro.
Mateo 23:8-12 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es
vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis
padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está
en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro,
el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
 Entre la familia de Dios, solamente Dios es padre. Solamente Dios
puede decir la disposición, vocación, y situación de cada miembro de
la familia. No somos padres sobre nuestros hermanos.
 Servicio es lo que marca miembros de la familia de Dios, no enaltecerse
sobre los demás.
 Un padre puede mandar y decidir la fortuna de uno de sus hijos, pero
siendo un hermano, no es posible que nos imponemos sobre nuestros
hermanos.
(2) Exhortación y enfrentar para evitar castigo.
Romanos 15:14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que
vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal
manera que podéis amonestaros los unos a los otros.
 Es la relación de ayudar uno al otro en sus problemas y necesidades que
nos asegura que nuestros hermanos también van a escucharnos cuando
les amonestamos.
B. La Relación de igualdad entre los hermanos
Gálatas 3:26-29 Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay
varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si
vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos
según la promesa.
 Todos los hijos son hijos iguales delante de Dios.
Romanos 14:7-10 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere
para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor
morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9

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Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así
de los muertos como de los que viven. 10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu
hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque
todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
 Somos iguales en Cristo y no debemos jactarnos.

(1) Lo que afecta uno afecta a todos.


1° Corintios 12:25-27 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que
los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que
si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro
recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 27 Vosotros, pues, sois el
cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
 Dios usa el ejemplo de un solo cuerpo con varios miembros.
(2) Usamos presión amigable para ayudar a nuestros hermanos.
Hebreos 10:24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y
a las buenas obras;
(3) Contacto y compañerismo regular es obligatorio.
Hebreos 10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca.
(4) Liderazgo es obligatorio para los maduros.
Gálatas 6:2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley
de Cristo.
(5) Rescatamos a los que anden mal.
Gálatas 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros
que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
C. Nuestra obligación con nuestros hermanos pequeños.
Gálatas 6:3-10 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo
se engaña. 4 Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces
tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; 5 porque
cada uno llevará su propia carga. 6 El que es enseñado en la palabra, haga
partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. 7 No os engañéis; Dios no
puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas
el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9 No nos

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cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a
todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
 Dios va a recompensar o enojar con nosotros según que actuamos.
Nadie puede burlarse (ignorar los mandamientos) de Dios y salir con lo
suyo.
 Hay obligación hacía a la familia de Dios. Esta obligación incluye algo
económico, pero no es limitado a ello.
Hebreos 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque
de tales sacrificios se agrada Dios.
III. ¿Cómo debemos actuar?
A. Debemos ser sumisos no rebeldes.
 Somos sujetos a Dios primero.
Hebreos 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque
ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo
hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
 Luego estamos sujetos a los hermanos mayores que Dios dejó
encargados de la familia, la obra de Dios.
1° Corintios 16:15-16 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es
las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos.
16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan
y trabajan.
 Luego somos sujetos a los que ayudan y trabajan para la obra de Dios.
B. Debemos preocupar para el bien de nuestros hermanos.
Lucas 22:31-32 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu
fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
 “confirma” – haz estable, firme, de arreglar para que sirve o está
normal, maduro, que debe ser.
C. Debemos corregir a nuestros hermanos en amor.
Mateo 18:15-17 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele
estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te
oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos

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conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere
a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
 Primero enfrentamos a un hermano en pecado para que salga del pecado.
Si no nos oye, hablamos con testigos. Si nadie en la iglesia está de acuerdo
contigo, probablemente estás mal en tu entendimiento de las cosas. Luego
en lugar de presentar el problema delante de “una familia”, lo presentas
delante de “la iglesia” que es nuestra familia espiritual.
D. Debemos perdonar ofensas de nuestros hermanos.
Mateo 18:21-22 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces
perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le
dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
 Siete es un número de perfección o cumplimiento. Creación terminó al
séptimo día. Pedro preguntó si con siete veces perdonamos a nuestro
hermano cumplimos con lo que Dios requiere de nosotros, y Jesús dijo
“no”, hasta siete por setenta. Esto es técnicamente 490 veces, pero la idea
es siempre sin número y sin contar de veces, perdonamos a nuestro
hermano. La parábola que relata Jesús después hasta versículo 34 (siervo
que no perdonó su consiervo) nos enseña que Dios no perdona a la persona
que no siempre perdona a sus hermanos.
Lucas 17:3-4 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti,
repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare
contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento;
perdónale.
 Esto es el proceso normal, reprender para corregir, y perdonar. Nuestro
perdón depende de arrepentimiento y que el hermano nos pide de perdonarle.
E. Debemos estar motivados por el pronto regreso.
Hechos 1:9-11 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le
recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos
puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos
dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales también les dijeron:
Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que
ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo.
 Nada afuera de su orden.
 Todo lo que debemos hacer es al día.
 Regalitos para cuando llegan.

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