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ALUMNA: MONICA ALEJANDRA YEGROS

TUTORA: Dra YOLANDA PEREZ BUACAR


MAIL: monicayegros@hotmail.com

TRABAJO INTEGRADOR FINAL.-

TEMA: DERECHO DEL CONSUMIDOR

TITULO: DERECHO DEL CONSUMIDOR EN LOS CONTRATOS


DE COMPRAVENTA INMOBILIARIOS.-

ANTECEDENTES:

Si bien nuestro ordenamiento jurídico es de tradición


romanista, con la promulgación de la Ley 24240, se quiso incorporar
principios del common law, el denominado Punitive damages.
Los británicos fueron los inventores de los Punitive damages,
con el caso Tarleton v. M´Gawley, resuelto en 1793, donde un barco
disparó una bala de cañón en la proa de otro, para que los nativos no
negociaran con la embarcación llamada Tarleton. El demandante alegó
que el acusado hizo esto para que los indígenas de la costa de
Camerún, no cambiaran con el demandante. Se acusó al demandado
de hacer justicia por mano propia, ya que el Tarleton no pagaba tributo
al rey; y de interferir en la posible ventaja económica, que el Tarleton
había conseguido con los nativos.-
El fallo descripto fue aplicado en el leading case “Rookes v. Barnard,
en 1964, por la Cámara de los Lores. Douglas Rookes fue un
dibujante, empleado de British Overseas Airways Corporation
(BOAC), quien renuncio a su sindicato, la Asociación de Ingeniería y
Construcción Naval dibujante (AESD), después de un desacuerdo. El
sindicato amenazó a la empleadora de efectuarle una huelga, a menos
que despidiera a Rookes. Cumplió con la amenaza y luego de unas
semanas Rookes fue despedido con el pago de una semana de salario,
en lugar de la indemnización debida. Rookes demandó a los dirigentes
sindicales, Barnard y otros, demostrando que fue victima de una
intimidación ilícita, y que el sindicato había utilizado medios ilegales
para inducir a la parte empleadora a rescindir su contrato. La huelga
fue acusada de ser ilícita.-

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EL CASO FORD PINTO: Este auto tenía un defecto de
fabricación, por el cual si era chocado de atrás se prendía fuego,
incluso si esto ocurría a baja velocidad. La compañía lo detectó y
estimó que si reparaba la totalidad de los autos vendidos, le costaría el
80% más que si abonaba las indemnizaciones por las muertes y
quemaduras provocadas. Por lo que decidió esperar las demandas.
Cuando la Justicia constató que la compañía sabía que esto podía
ocurrir, el jurado la condenó a pagar US$ 2,5 millones de
indemnización compensatoria y U$S 3,5 millones mas por “daños
punitivos, a pesar que cada unidad costaba once dólares. Dicha
indemnización iba destinada solo al damnificado.-
En nuestro país se ha legislado la ley 24240 en el año 1993. Ella se
sancionó a fin de solucionar los reclamos de usuarios y consumidores
que se veían afectados por empresas que establecían en sus contratos
cláusulas abusivas.- Los legisladores se pusieron de acuerdo que los
usuarios y consumidores eran los entes débiles de la relación de
consumo y debían ser protegidos por una ley, a fin de poner equilibrio
entre las partes para así poder negociar libremente.-
En el año 2004 luego de la reforma de la Constitución Nacional,
en su art. 42 se elevó el derecho de los consumidores de jerarquía y
paso a ser un derecho fundamental. Se encuentra también plasmada
esta normativa en el art. 38 de la Constitución de la Pcia. De Buenos
Aires, La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y otras
provincias.-
Desde el 2005 asociaciones de consumidores fueron
movilizándose a fin de que se modificara la ley, viendo que habían
muchos casos que habían quedado fuera de la descripción dada de los
actores de la relación de consumo, por lo que a partir del 2006 se
presento ante la Cámara de Diputados un proyecto de modificación de
la ley 24240.-
El 12 de Marzo de 2008 se introdujo modificaciones a la ley 24240, a
través de la Ley 26361, y se amplio los conceptos de usuarios y
consumidores, como así también el de proveedor. Y se agregó una
indemnización ejemplificadora, como es el daño punitivo.-
Se destaca la adopción del principio de indubio pro consumidor. Y se
invierte la carga de la prueba, aplicándose la carga de la prueba
dinámica.-

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El fallo mas importante, sin dudas, fue el
dictado en "MACHINANDIARENA HERNANDEZ NICOLAS C/
TELEFONICA DE ARGENTINA S/ RECLAMO CONTRA ACTOS
DE PARTICULARES.-

PROBLEMA:

A fin de resguardar los derechos de los consumidores y usuarios


nuestra constitucional ha dado un mandato a quienes deben hacer
respetar nuestros derechos, como son los jueces, legisladores y
mandatarios, el derecho del consumidor.
La ley de defensa del consumidor ha establecido una sanción
novedosa a quienes infrinjan las normas que aseguran el buen
cumplimiento de los contratos, el daño punitivo.- Se estudiará cual es
el limite de este daño.-
En el caso específico de los contratos inmobiliarios, al cual me
abocaré, hay una serie de incumplimientos que realizan los
empresarios que quedan sin remedio o castigo. Siendo más
beneficioso para los inversores el incumplimiento de los contratos y el
pago de una indemnización regulada por sentencia, que el
cumplimiento de los contratos mismos, usando como herramienta que
los protege, la cláusula de rescisión unilateral del contrato.-
Dichos incumplimientos pueden ser en retardo o demora
en la entrega del bien, defectuoso material de la construcción, falta de
cumplimiento de los amenities.-
La indemnización ejemplificadora que sostiene el daño
punitivo debería ser tan gravosa que a los empresarios no les
convendría hacer una falta en el contrato.
Si bien la ley de defensa del consumidor es muy general,
comprende expresamente estos contratos inmobiliarios. Es una ley
sustantiva que integra al Codigo Civil y al Codigo de Comercio, que
tambien modifica el Codigo Procesal en algunos articulados. Pero por
tener rango constitucional tiene preeminencia.-
Por el principio pro consumidor se aplica la norma mas
favorable a aquel, por lo que no debería haber dudas de que
interpretación seguir.-
Pero la problemática está dada en que los proveedores de
materias primas, constructores, inmobliarias, dueños no se hacen eco
de la aplicación del derecho del consumidor en la relacion de consumo

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con sus compradores o consumidores, y no practican liquidación de ,
los costes en caso de incumplimiento, teniendo como base el art. 47 de
la ley 24240, o sea “hasta $ 5.000.000”, sino teniendo en miras su
propia clausula de rescision unilateral de contrato, o clausula
compensatoria.-

Objetivo general: 1. Determinar la aplicación de la ley de defensa del


consumidor en el ámbito de los contratos de compraventa
inmobiliarios.-
2. Reconocer el daño punitivo como medio indemnizatorio eficaz para
el cumplimiento de los contratos dentro del derecho del consumidor.-

Objetivo específico: Concientizar a jueces y abogados la importancia


de la aplicación de la ley de defensa del consumidor en las
operaciones de compraventa inmobiliaria.-

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METODOLOGIA:

Para el presente trabajo he utilizado la forma de razonamiento


deductivo, con el estudio de casos.-
El método a emplear es la descripción, a fin de narrar las
justificaciones de los fallos en casos particulares y la conclusión que
se debe llegar en el caso de aplicación de la Ley de Defensa del
consumidor sobre la compraventa inmobiliaria.-

INTRODUCCION:

En el tema específico que nos atañe en este trabajo, la


compraventa de inmuebles, se encuentra reglado en la ley 24240 y su
reglamento, siempre y cuando el comprador o consumidor sea el
destinatario final del contrato, en beneficio propio o de su grupo
familiar o social. O sea que se debe demostrar que el bien no será

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destinado a un proceso de comercialización y distribución. Si así fuera
en vez de consumidor, sería un empresario. En este supuesto la ley de
defensa del consumidor no lo protege como ente débil.-
En relación al Derecho del Consumidor se ha dicho que “la
jerarquía constitucional consagrada implica, por un lado, otorgarle un
rango superior al legislativo a este derecho, incluyéndolo dentro de los
nuevos derechos y garantías que pasaron a ampliar el catalogo de la
parte dogmática de nuestra Carta Magna. Por otra parte, no debe
olvidarse que los constituyentes reformadores tuvieron especialmente
en cuenta el problema de la legitimación y del acceso a la justicia, y al
consagrar las acciones de amparo habeas data y habeas corpus en el
nuevo art. 43, previeron expresamente la potestad de interponer esta
acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al
consumidor” (LOPEZ ALFONSIN, MARCELO; OUTON,
FERNANDA Y VILLANUEVA, CLAUDIA, La constitucionalizacion
de la protección de los consumidores y usuarios, en Derecho del
Consumidor, Nº 9, dir. Por Gabriel A. Stiglitz, Juris, Rosario, 1998, ps.
59y 60).-
En medio del desarrollo económico e inmobiliario, se
realizan grandes emprendimientos, donde se ofrecen infinidad de
agregados, además del inmueble a vender, independientemente a la
estructura, calidad, y cantidad de ambientes. Como ser: piscina,
solarium, gimnasio, parrilla, salón para fiestas, juegos para niños.
Estos amenities, por lo general, no están enunciados en el contrato de
compra-venta. Pero el consumidor para tomar la decisión ha tenido en
cuenta dichas características. En los folletos publicitarios y en la
información dada por los vendedores ofrecen dichos amenities. Ello
incrementa el valor del inmueble. Otro detalle es la vista, algunos
emprendimientos ofrecen vista al lago, al río, al mar, pero si luego
agregan una estructura que se interpone en la vista, el proveedor no ha
cumplido con este ofrecimiento.-
En un juicio por daños y perjuicios, sino se aplicare la ley
de defensa del consumidor, el juez estudiará el contrato y verificará
los daños positivamente provocados, determinará el monto de dichos
daños y decretará una indemnización compensatoria. Pero ello no
alcanzaría para cubrir la real pérdida del comprador dañado, ni
disuadir al vendedor incumplidor.-

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Al incorporar la ley 26361, a la ley de defensa del
consumidor que: “La no efectivizacion de la oferta será considerada
negativa o restricción injustificada de venta, pasible de las sanciones
previstas en el articulo 47 de esta ley….”, cubre los casos descriptos
arriba, donde las pruebas son los folletos explicativos, donde las
constructoras ofrecen los amenities, pero ello esta fuera del Boleto de
compra-venta del inmueble. A fin de valorar el precio de dichos
amenities, el demandante deberá probar el valor del inmueble teniendo
en miras un departamento sin esos agregados y el efectivamente
pagado. Teniendo en cuenta que sin esos amenities el consumidor no
hubiese comprado el inmueble, y visto que el proveedor lo sabe, es
que se asume que la información falsa fue hecha adrede. Por lo que es
pasible de las sanciones previstas en el art. 47 de la ley, mas el daño
punitivo.-
Otra forma de incumplimiento, y donde el consumidor es
fácilmente visto como débil, es el retardo en la entrega del inmueble.
En el mismo boleto de compra-venta se redactan cláusulas
preventivas, para el caso de mora, determinándose las penalidades.
Por lo general estos contratos son de adhesión, por lo que dichas
cláusulas son mas beneficiosas para la empresa constructora. Por lo
que establece que por el incumplimiento de las obligaciones
emergentes del boleto, la parte compradora podrá demandar su
cumplimiento o dar por resuelto el contrato, para el caso de dar por
resuelto el contrato, podrá requerir la devolución de la totalidad de sus
pagos realizados a cuenta del precio, abonados hasta la fecha de la
reclamación, mas un treinta por ciento de dicha suma en concepto de
única y total indemnización. Para cuando la firma ha cumplido con
dichos importes, los damnificados no han recuperado verdaderamente
el valor de su dinero que ya se ha visto disminuido por la inflación, y
la constructora se ha beneficiado usando el dinero en su momento. Así
es que al proveedor le conviene sumar adeptos a su contrato de
construcción, sin tener en miras las perdidas que puede tener por su
incumplimiento. Solo la aplicación de la ley del derecho del
consumidor podrá persuadir al futuro incumplidor, concientizandolo
que podrá perder mucho mas, si se le aplica el daño punitivo.-

DESARROLLO:
CAPITULO I: INDUBIO PRO-USUARIO.

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El art. 37 de la ley 24240, decreta la pauta de
interpretación. “La interpretación del contrato se hará en el sentido
mas favorable para el consumidor. Cuando existan dudas sobre los
alcances de su obligación, se estará a la que sea menos gravosa.
En caso en que el oferente viole el deber de buena fe, en
la etapa previa a la conclusión del contrato o en su celebración o
transgreda el deber de información o la legislación de defensa de la
competencia o de lealtad comercial, el consumidor tendrá derecho a
demandar la nulidad del contrato o la de una o mas cláusulas. Cuando
el juez declare la nulidad parcial, simultáneamente integrará el
contrato, si ello fuera necesario.”-
La jurisprudencia se ha pronunciado diciendo que “del
conjunto de disposiciones que contiene la ley, se desenvuelven las
diferentes notas que deben necesariamente caracterizar el derecho del
consumidor como sistema, esto es, incorpora norma portadoras de
soluciones: 1) De protección; 2) especificas; 3) Preventivas; 4)
Colectivas y 5) Efectivas. De manera primordial, su articulado es de
protección y defensa, pues el legislador parte del supuesto de la
debilidad de los consumidores en las relaciones con los empresarios.
Una debilidad motivada en desigualdades reales que lo colocan
naturalmente en una posición de desequilibrio (en el poder de
negociación, en la inequivalencia del contenido del contacto, derechos
y obligaciones reciprocas) y esencialmente en una desinformación del
consumidor en torno al objeto de la relación.” CC0001 LZ 63986
RSD-27-8 S 21-2-2008, CARATULA: MERCURIO, COSME
GREGORIO C/ ORGANIZACIÓN SUR AUTOMOTORES S.A. S/
SUSTITUCION Y DAÑOS.-
La ley 24240 consagra el deber de información en su art. 4º, en
la oferta (art. 7º), incluye la publicidad (art. 8º) y de especial
relevancia en la venta (art. 10º).-
Wajntraub sostiene que no se requiere intención de no informar. Es un
criterio objetivo, solo debe haber incumplimiento del deber de
información. La información debe brindarse en todas las etapas. -
En el fallo de los autos caratulados: POGGI, JOSE M. C/
SECRETARIA DE COMERCIO E INVERSIONES”, CNFED. C
ADM, SALA II, 6-5-99, se ha dicho que: “el precepto legal
comprendido en el art. 4º, por una parte determina las condiciones que
deberá reunir la información al exigirle “veracidad, eficacia y
suficiencia” y, por otro lado, especifica el contenido del deber en

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examen, al establecer que la información debe referirse a las
“características esenciales de los bienes y servicios”. La razón de esta
normativa se halla en la necesidad de suministrar al consumidor
conocimientos de los cuales legítimamente carece, al efecto de
permitirle efectuar una elección racional y fundada respecto del bien o
servicio en relación al cual pretende contratar. Así entendido el deber
de información deviene en instrumento de tutela del consentimiento,
en tanto otorga al consumidor la posibilidad de reflexionar
adecuadamente al momento de celebración del negocio”. De esta
manera “ el fundamento del deber de información (…) está dado por
la desigualdad que presupone que solo una de las partes se encuentra
informada sobre un hecho que puede gravitar o ejercer influencia
sobre el consentimiento de la otra, de tal modo que el contrato no
hubiera llegado a perfeccionarse o lo habría sido en condiciones mas
favorables”. Así, “la protección a favor del consumidor o “profano” se
sustenta en una suerte de “presunción de ignorancia legitima”,
especialmente cuando se vincula con un profesional”.-
Hoy en día con el uso de la Internet la publicidad es fluida y podemos
ver avisos complementarios de los folletos o anuncios de las
inmobiliarias. Donde ofrecen bines inmuebles nuevos y usados,
construidos y a construir. Donde el futuro consumidor ve los servicios
o amenities como si estuviera en el lugar. Por ende, el efecto principal
de la publicidad debe obligar al oferente y se los tiene por incluidas en
el contrato.-
Como lo sostienen Wajntraub y Mosset Iturraspe, al
anunciarse determinadas precisiones en los anuncios por parte de los
oferentes, aquellas se integraran al contrato que se celebre con el
consumidor, sin importar su trascripción o no en el correspondiente
instrumento. Es así, que los amenities que se encuentran en la
publicidad, como piscina climatizada, gimnasio, quincho con parrilla,
solarium, juego para niños, por ejemplo son parte integrante en un
contrato de compraventa de inmueble, aunque ello no este detallado
en el boleto de compraventa.-
“El oferente, en suma, deberá responder indefectiblemente por
aquello a lo que se ha obligado a través de su publicidad.” Ley de
Defensa del Consumidor. Ley 24240. Protección Procesal de usuarios
y consumidores. Jorge Mosset Iturraspe. Javier H. Wajntraub y
Osvaldo Alfredo Gozaíni, Pág. 101.-

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Kemelmajer de Carlucci expresa que el fundamento del art. 8º
se debe a que la publicidad atrae al usuario o consumidor potencial;
ella entra, penetra, es internalizada, puesto que se usa una técnica de
captación, de sugestión, de convencimiento; el bien o servicio se
quiere sobre la base de lo mostrado, de lo escuchado, percibido por
esta vía, por los sentidos.-
Aclara que cuando hay contradicción entre la publicidad y lo
que dice el contrato debemos estar a la que resulte mas favorable para
el consumidor, en función de lo estipulado en el art. 37 de la ley
24240.- (KEMELMAJER DE Carlucci, Publicidad…cit. Ps. 141 y
142.)-
En un boleto de compraventa por lo general siempre se cumple
con los requisitos que estipula el art. 10 de la ley 24240, pero qué
ocurre cuando no se cumple con el plazo y las condiciones de entrega
del inmueble.-
El artículo nos remite a la reglamentación. Dicho reglamento es
el decreto 1798/94.-
En el inc. c) del reglamento establece que el incumplimiento del
plazo y las condiciones de entrega será pasible de las sanciones del
art. 47 de la ley 24240. Dichas sanciones son, apercibimiento, multa,
clausura del establecimiento o suspensión del servicio (el plazo no
podrá ser mayor a treinta días), suspensión en los registros de
proveedores del Estado (hasta cinco años), perdida de concesiones,
privilegios y otros.-
Y también la ley 26361 incorporó la multa civil, en el art.
52 bis, denominada daño punitivo. Establece en el mismo articulo un
limite en el monto, el cual es Pesos cinco millones.- Este monto es
discrecional del juez. Es el Juez el que decidirá que monto es el justo
para cada caso en particular.-
En autos caratulados ROJAS NILDA SUSANA C/
THAMES GUSTAVO ARIEL Y/O QUIEN RESULTE CIVILMENTE
RESPONSABLE S/ RESOLUCION DE CONTRATO DAÑOS Y
PERJUICIOS, CC0100 SN 5480 RSD 32-7 S 13-3-2007, la
jurisprudencia ha dicho: “Las especificaciones insertas en el folleto
que destaca la optima ubicación de las viviendas, amplitud de los
terrenos verdes que la circundan, los detalles de construcción y
equipamiento con el que las mismas cuentan integran el contrato con
el consumidor en los términos del Art. 8 de la Ley 24240. Para que la
actividad publicitaria este amparada por el derecho a la libre expresión

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tiene que cumplir con los requisitos de legalidad, veracidad,
autenticidad, libre competencia, etc…. Estos principios han servido
para interpretar y juzgar la ilícitud de una publicidad dado que no
interesa la interpretación gramatical ni tampoco el sentido que el
anunciante le ha dado a los términos, sino el que le da el consumidor
medio (cabe apreciar en torno a ello el nivel de la capacidad
intelectiva y condicionamiento psicológico de las personas a las que la
publicidad va destinada).-
Los compradores o consumidores de los bienes inmuebles se
encuentran regidos por la ley de defensa del consumidor, como
particulares que hacen uso del servicio de compraventa.-
La relación existente entre las empresas constructoras, las
inmobiliarias y los consumidores o usuarios, es una relación de
consumo, .-
El Art. 2° de la ley 24240, con su modificatoria la ley
26361, ha establecido que “proveedor” es la persona física o jurídica
de naturaleza publica o privada, que desarrolla de manera profesional,
aun ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación,
construcción, transformación, importación, concesión de marca,
distribución y comercialización de bienes y servicios, destinados a
consumidores o usuarios. Todo proveedor esta obligado al
cumplimiento de la presente ley.-
Y el Art. 3° de la misma ley definen a la Relación de
consumo es el vinculo jurídico entre el proveedor y el consumidor o
usuario. También agrega que “las relaciones de consumo se rigen por
el régimen establecido en esta ley y sus reglamentaciones sin
perjuicio de que el proveedor, por la actividad que desarrolle, este
alcanzado asimismo por otra normativa especifica.-
El daño punitivo es aplicable a las empresas constructoras y también a
las inmobiliarias involucradas.- Esto es así porque tanto la
constructora, como la inmobiliaria realizan una oferta del bien
inmueble, suministra información al consumidor. Dicha información
debe ser cierta, clara y detallada.- “La no efectivizacion de la oferta,…
será pasible de las sanciones previstas en el art. 47” de la ley 24240.-
Además, agrega la ley, en su art. 52 bis: El Daño punitivo, la que es
definida como una multa civil, la que no podrá ser mayor a $
5.000.000, establecido en el art. 47, inc. b) de la ley.-
La indemnización provocada por el daño punitivo debe reparar en
forma integral el daño ocasionado y además, debe provocar en el

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proveedor incumplidor una sanción, por lo que debe ser mucho
mayor.-
La sentencia De la Cámara de los Lores, a partir del caso Rookes v.
Barnard (1964 AC1129), limitó los daños punitivos a tres categorías:
1) Cuando hay disposición legal que los autorice, lo que en Inglaterra
sucede con la ley de derechos de autor; 2) Cuando se trata de
sancionar una conducta vejatoria, opresiva, arbitraria o
inconstitucional, realizada por un funcionario publico, que vulnera un
derecho fundamental del ciudadano; 3) Cuando el autor del ilícito ha
actuado evaluando que la utilidad derivada de la conducta dañosa
será mucho mayor que la indemnización debida al damnificado.-
Según la doctrina norteamericana –sostiene el Dr. Hugo
Fernando Aguiar Lozano, que el daño punitivo se puede agrupar en
tres tipos:
1) Cuando según el cálculo del autor del ilícito, el reconocimiento del
perjuicio será inferior a las ganancias obtenidas por él. Por ejemplo el
caso de la fábrica de automotores Ford Pilato.-
2) Cuando la conducta dañosa, sobre la base de un calculo de
probabilidades, presenta poco riesgo de ser judicialmente sancionado,
lo que puede ocurrir porque la antijuridicidad de la conducta no es
fácilmente reconocible, porque el daño particular es modesto en
relación con el coste del eventual proceso o porque el autor del ilícito
tiene una posición dominante y no se siente intimidado por el proceso
de resarcimiento. Por ejemplo el caso de los gastos en las tarjetas de
crédito.-
3) Cuando independientemente de sus consecuencias el sujeto actúa
con el fin especifico de causar daño.-
En Estados Unidos se han establecido diferentes
parámetros para tasas de indemnización: 1) la gravedad de la falta; 2)
la situación particular del dañado, especialmente en lo atinente a su
fortuna; 3) los beneficios obtenidos con el ilícito; 4) la posición de
mercado o de mayor poder; 5) el carácter antisocial de la inconducta;
6) la finalidad disuasiva futura perseguida; 7) la actitud ulterior del
demandado; 8) el numero y la jerarquía de los empleados
comprometidos en la falta de conducta; 9) los sentimientos heridos de
la victima; entre otros.-
En los países anglosajones el pago del daño punitivo se hace al
perjudicado.

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En el derecho comparado, el daño punitivo es aplicado a
las diferentes ramas del derecho como ser: Derecho laboral, derecho
de contratos, negligencias médicas y también en casos de dolo y
responsabilidad del fabricante.-
En el derecho argentino la ley determina la aplicación del
derecho protectorio del consumidor. Se aplica sobre la relación de
consumo entre consumidor y proveedor, o como consecuencia o en
ocasión de la relación de consumo en caso del usuario, que adquiere o
utilice bienes o servicios como destinatario final. Pero el art. 2° agrega
que: “No están comprendidos en esta ley los servicios de profesionales
liberales que requieran para su ejercicio título universitario y
matricula otorgada por colegios profesionales reconocidos
oficialmente o autoridad facultada para ello” (salvo la publicidad que
se haga de su ofrecimiento).-

COMPETENCIA:
La competencia es determinada por el domicilio del
consumidor, así lo establecen los arts. 36 y 37 de la ley 24240.-
En los autos caratulados “Banco de Galicia y Buenos Aires SA c/
Benítez Villalba Estela Patricia s/ ejecutivo”, pertenecientes a la Sala
F del fuero comercial, se rechazó el recurso de una entidad financiera
que pretendía que se revoque la competencia territorial fijada por la
Ley de Defensa del Consumidor. El fundamento fue que el artículo 36
la ley reza que en las operaciones financieras para el consumo tiene
competencia el tribunal del domicilio real. C. 109.305 "Cuevas,
Eduardo Alberto contra Salcedo, Alejandro Rene. Cobro Ejecutivo".
Como lo ha expresado el doctor Zaffaroni como Ministro del Máximo
Tribunal federal, la finalidad de la ley 24.240 consiste en la debida
tutela del consumidor o el usuario, que a modo de "purificador legal"
integra sus normas con las de todo el orden jurídico, de manera que se
impone una interpretación que no produzca un conflicto
internormativo, ni malogre o controvierta los derechos y garantías
que, en tal sentido, consagra el art. 42 de la Constitución Nacional
("Fallos" 329:646 y 695, voto del doctor Zaffaroni; en el mismo
sentido "Fallos" 331:2614, voto del doctor Maqueda).

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“Luego de la sanción de la ley 26.361 (B.O.: 7-IV-2008), es el mismo
legislador el que se ha encargado de regular esta prohibición de modo
expreso y con efecto automático en las relaciones de financiación para
consumo, estableciendo la ineficacia de toda cláusula de estas
características, por su sola introducción en el contrato.”
Cierto es que en las cuestiones exclusivamente patrimoniales se
encuentra autorizada la prórroga de la competencia territorial atribuida
a los tribunales provinciales (art. 1, C.P.C.C.), más el nuevo texto del
art. 36 in fine de la ley 24.240 -más allá de su ubicación- establece una
excepción a dicha facultad de los particulares, que enerva toda
posibilidad de prórroga expresa o tácita, previa o sobreviniente, con el
objeto de tutelar en forma efectiva el derecho de defensa en juicio de
los usuarios y consumidores en operaciones financieras para consumo
y de crédito para consumo (arts. 1°, 18, 42, 75 inc. 22 y ccdtes., Const.
nacional; arts. 1°, 11, 15, 38 y ccdtes., Const. provincial; arts. 1°, 2°,
3°, 36, 37, ley 24.240; ley 13.133; conf. mi voto en C. 109.193, cit.).
“El crédito o financiación para el consumo será “todo aquel que
una persona física o jurídica en ejercicio de su actividad u oficio,
concede o se compromete a conceder a un consumidor bajo la forma
de pago aplazado, préstamo, apertura de crédito, o cualquier otro
medio equivalente de financiación, para satisfacer necesidades
personales al margen de su actividad empresarial o profesional”,
destacándose que usualmente la operación de crédito al consumo
quedará configurada sin perjuicio de la técnica empleada para la
financiación, siempre que los bienes o servicios contratados estén
destinados a satisfacer necesidades personales o familiares del
consumidor” Javier H. Wajntraub. Análisis exegético de la ley.-

Prescripción:
La prescripción opera a partir de los tres años contados desde la
operación de consumo.-
La interrupción de la prescripción es por el inicio de las actuaciones
administrativas o judiciales o por la comisión de nuevas infracciones.-
En los autos caratulados “Banco de Galicia y Buenos Aires SA c/
Benítez Villalba Estela Patricia s/ ejecutivo”, pertenecientes a la Sala
F del fuero comercial, se rechazó el recurso de una entidad financiera
que pretendía que se revoque la competencia territorial fijada por la
Ley de Defensa del Consumidor.

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Su fundamento giró en torno a que al integrar la Ley de Defensa del
Consumidor la legislación sustantiva, tendría preeminencia sobre la
mentada regla procesal, tal como indicarían los artículos 31 y 75
incisos 12 de la Constitución Nacional. Asimismo, indicaron que
tratándose de una directiva protectoria, quedaría convertida en una
mera declaración sin efectos prácticos si se admitiera al beneficiario la
posibilidad de su renuncia.
En ésta línea argumental sostuvo que la desaparición de ese texto
implicaría un cambio de concepto, de manera tal que aquéllos que
adquieran un bien o servicio en su carácter de comerciantes o
empresarios, quedarían igualmente protegidos por esta ley siempre
que el bien o servicio no fuera incorporado de manera directa en la
cadena de producción.
Por lo tanto, el tribunal confirmó la decisión de grado de declarar
valedera por encima de la ley procesal la ley sustancial, con la
añadidura que aquéllos que adquieran un bien o servicio en su carácter
de comerciantes o empresarios, quedarían igualmente protegidos por
esta ley, siempre que el bien o servicio no sea incorporado de manera
directa en la cadena de producción, claro está, tal como sucedió en
autos.-
Por el principio pro operario, en el caso la compra-venta, se
aplica el plazo de prescripción mas favorable al consumidor. Por lo
que se aplica la prescripción de 10 años.-
En el caso de los vicios ocultos, que la prescripción es de dos
años desde el momento que se conoció el vicio, se aplica el plazo de
proscripción de tres años.-
Esto es así, en cuanto la ley de defensa del consumidor, es una
ley de orden publico, es una ley sustancial que integra las vigentes,
modificándolas cuando éstas se contraponen con su aplicación,
“siempre aplicando la mas favorable al consumidor”, según lo
dispuesto en el art. 3° de la ley.-

CONCLUSIONES PARCIALES:

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Como dije al principio, nuestra legislación ha seguido la
línea romanista, donde en la cuestión de daños, solo se compensa al
damnificado, a fin de que quede equiparado al estado anterior al hecho
dañoso. Determinar la suma indemnizatoria a un valor mayor al
efectivamente causado, sería injustificado, e incurso en
enriquecimiento ilícito.-
A partir de la promulgación de la ley 24240 en 1993, los
constituyentes quisieron que los usuarios y consumidores estemos
protegidos contra abusos de los mas poderosos, ampliando la acción a
dos vías: 1) Administrativa: Hacer una denuncia administrativa, ante
la Dirección de Defensa del Consumidor, la penalidad va destinada al
Estado; 2) Judicial: Cuando se inicia la vía judicial, esa penalidad se
transforma en indemnización compensatoria, mas punitiva.-
En cuanto a la legitimación pasiva, la amplio a toda la cadena de
producción. En cuanto a la legitimación activa, la extendió a toda
persona física o jurídica que adquiera bienes o servicios en forma
gratuita u onerosa.-
Y lo mas novedoso fue la inclusión a nuestro
ordenamiento jurídico del daño punitivo. Este daño fue impuesto con
el fin de persuadir y castigar al incumplidor de la cadena de
producción, a fin de que el consumidor o usuario no tenga que volver
a reclamar un daño.-
Del estudio de casos realizada puedo inferir que se ha
aplicado la ley con un fin compensatorio, restituyendo el derecho
vulnerado.- Se siguen aplicando los enunciados del Codigo Civil a fin
de fundamentar las sentencias, como ser la resolucion extrajudicial del
contrato, y no fundandose en el derecho del consumidor, por lo que
pierde poder disuasivo.-
Sostengo que si los considerandos y el fallo fueran
construidos con bases en la ley de defensa del consumidor, que si bien
es muy general, se aplica a cada una de las relaciones de consumo, el
90% de los juicios estarían resueltos por la Ley 24240. Entonces, los
proveedores serian mas estudiosos de los costes de los daños a
producirse por sus incumplimientos, en la gran mayoría evitables.
Recien allí las sentencias serían ejemplificadoras y disuasivas.-

CAPITULO II: INDEMNIZACION EJEMPLIFICADORA.

16
Daño punitivo: Se ha definido al daño punitivo como las “sumas de
dinero que los tribunales mandan a pagar a la víctima de ciertos
ilícitos, que se suman a las indemnizaciones por daños realmente
experimentados por el damnificado, que están destinados a punir
graves inconductas del demandado y a prevenir hechos similares en el
futuro” (Pizarro, Ramón D., “Derecho de Daños”, 2° parte, La Rocca
Buenos Aires, 1993, pág. 291 y ss.).
Así como hay doctrina a favor, también hay en contra de la aplicación
del daño punitivo en nuestra legislación. Uno de ellos, es el Dr.
Picasso, quien sostiene que al no estar redactado el tipo en la norma
que prohíbe la acción, no puede aplicarse la pena, o sea, el daño
punitivo o multa civil.-
Es cierto que los términos expresados en la norma son vagos y
ambiguos, pero no por ello, dicha norma debe no usarse. Por el
contrario los jueces deberán esforzarse por explicar en sus fallos la
razón por la que en cada caso particular aplica el art. 52 bis de la ley
24240.-
El sujeto a quien esta destinada la norma es el juez. Es el juez
quien “podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor”.-
Además de la indemnización por daños y perjuicios, la multa
civil engrosa esta suma, con el fin de evitar que el proveedor reitere
los incumplimientos con él o los usuarios.-
Se ha definido al daño punitivo como las “sumas de dinero que los
tribunales mandan a pagar a la víctima de ciertos ilícitos, que se
suman a las indemnizaciones por daños realmente experimentados por
el damnificado, que están destinados a punir graves inconductas del
demandado y a prevenir hechos similares en el futuro” (Pizarro,
Ramón D., “Derecho de Daños”, 2° parte, La Rocca Buenos Aires,
1993, pág. 291 y ss.).
Se trata de una institución de sólido predicamento en el derecho
anglosajón, que tiene adeptos y detractores, que ha comenzado a
proyectarse, gradualmente, también dentro del sistema del derecho
continental europeo y en Canadá y que ahora hace su aparición entre
nosotros. Participa de la naturaleza de una pena privada, que se manda
a pagar por encima de los valores que se condene en calidad de daños
y perjuicios, destinada en principio al propio damnificado. Y ésta
existe cuando por expresa disposición de la ley o por la voluntad de
las partes, sin acudir a los principios, normas y garantías del derecho
penal, se sancionan ciertas graves inconductas, mediante la imposición

17
de una suma de dinero a la víctima de un comportamiento ilícito o,
más excepcionalmente, al propio Estado o a otros terceros (liga de
consumidores, organizaciones de tutela del medio ambiente, etc.). La
pena privada está estrechamente asociada a la idea de prevención de
ciertos daños, y también a la punición y al pleno desmantelamiento de
los efectos de ilícitos que, por su gravedad o por sus consecuencias,
requieren algo más que la mera indemnización resarcitoria de los
perjuicios causados (Stiglitz, Rubén S. y Pizarro, Ramón D.,
“Reformas a la ley de defensa del consumidor”, LL 2009-B, 949),
Si bien, como dice el juez, se han escrito voces en contra de la
introducción del instituto de la multa civil –o daño punitivo- a la
legislación argentina por medio de la Ley de Defensa del Consumidor
(ver por caso Jorge Mayo, “La inconsistencia de los daños punitivos”,
en LL periódico del 04/03/09, pág. 1 y ss.; Sebastián Picasso, “Nuevas
categorías de daños en la ley de defensa del consumidor”, en Sup.
Esp. Reforma de la Ley de defensa del consumidor, abril de 2008, pág.
123 y ss.), lo cierto es que la mayoría de la doctrina autoral la ha
recibido con elogios (Stiglitz, Rubén S. y Pizarro, Ramón D., ob. cit.;
Ghersi, Carlos y Weingarten, Celia, “Visión integral de la nueva ley
del consumidor”, Sup. Esp. Reforma de la Ley de defensa del
consumidor, abril de 2008; Alterini, Atilio Aníbal, “Las reformas a la
ley de defensa del consumidor. Primera lectura, 20 años después”,
Sup. Esp. Reforma de la Ley de defensa del consumidor, abril de
2008; Álvarez Larrondo, Federico M., “La incorporación de los daños
punitivos al Derecho del Consumo argentino”, JA 2008-II, Núm. Esp.
“Régimen de Defensa del Consumidor. Análisis de su reforma”;
mismo autor, “La consistencia de los daños punitivos”, LL 2009-B,
1156; entre otros).
Se ha considerado, además, que la inclusión de esta figura es
absolutamente compatible con la finalidad de las normas de consumo,
las que despliegan su actividad tanto en el área de la prevención como
de la reparación (Farina, Juan M., ob. cit., pág. 567).
Ahora bien, para que la actuación del proveedor merezca la citada
sanción, la norma sólo exige el incumplimiento por parte de éste de
sus obligaciones legales o contractuales para con el consumidor. Nada
más. En consecuencia, el daño punitivo resulta aplicable a todos los
casos en los que se de cualquiera de los citados extremos, es decir, a
todo vínculo jurídico dentro de la relación de consumo. Entonces, allí
donde haya un reclamo por un derecho violado, dentro de esta

18
relación, existirá a la par la potestad de exigir daños punitivos
(Álvarez Larrondo, “Contrato de paseo en un shopping, deber de
seguridad, daños punitivos y reforma de la ley 26.361”, LL 2008-D,
58).
Se ha señalado que la ley 26.361, evidentemente, se apartó del
restrictivo criterio que sostenía que sólo debía condenarse a pagar
daños punitivos cuando existiera un previo cálculo de que los
beneficios a pagar eran superiores al costo de hacer el producto más
seguro. EL nuevo artículo 52 bis dice que se pueden imponer daños
punitivos “Al proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o
contractuales con el consumidor”. La norma tiene un indudable
acierto que es la mención de obligaciones legales para terminar de
despejar las dudas sobre si la responsabilidad por daño punitivo es
contractual o legal (López Herrera, Edgardo, “Los Daños Punitivos”,
Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2008, pág. 365).
Si bien es cierto que ha sido criticado el alcance amplio con el que ha
sido legislada la multa civil, en cuanto se alude a cualquier
incumplimiento legal o contractual, existe consenso dominante en el
derecho comparado en el sentido de que las indemnizaciones o daños
punitivos sólo proceden en supuestos de particular gravedad,
calificados por el dolo o la culpa grave del sancionado o por la
obtención de enriquecimientos indebidos derivados del ilícito o, en
casos excepcionales, por un abuso de posición de poder,
particularmente cuando ella evidencia menosprecio grave por
derechos individuales o de incidencia colectiva (Stiglitz, Rubén S. y
Pizarro, Ramón D., ob.cit.).
En esta última categoría –a mi criterio- se sitúa el supuesto bajo
estudio: se encuentra acreditado el incumplimiento a normas de
distinta jerarquía (universales, regionales, nacionales, provinciales y
municipales) en el marco de la relación de consumo que ligaba a las
partes y un derecho superior menoscabado del consumidor al no
proporcionarle un trato digno en los términos del art. 8 bis de la ley
24.240, lo que determina la aplicación de la multa civil (conf. art. 52
bis de la ley citada –t. o. ley 26.361-).
Finalmente, el argumento expuesto por el demandado a fs. 178
referido a que ya no tiene sus oficinas en el local objeto de autos, no
puede ser atendido, toda vez que -además de no existir elemento
alguno que lo acredite- no ha sido puesto a consideración del
magistrado de la instancia anterior (conf. art. 272 del CPCC).

19
Por lo demás, entiendo más que prudente la suma
de $30.000 fijada por el Magistrado de la instancia de origen, atento la
gravedad del incumplimiento, la envergadura de la empresa
demandada y las demás circunstancias personales del actor, por lo que
estimo debe confirmarse.
"MACHINANDIARENA HERNANDEZ NICOLAS C/
TELEFONICA DE ARGENTINA S/ RECLAMO CONTRA ACTOS
DE PARTICULARES.-
Atento que lo que se pretende con la multa civil es que el
damnificado pueda cubrir la totalidad del daño y además, sancionar al
infractor, a fin de que desista del incumplimiento, el monto
indemnizatorio debe ser mayor al valor del daño probado.- El valor
del daño probado será la base, pero no el mínimo indemnizatorio, ya
que debe ser mayor. De lo contrario, caeríamos en una indemnización
por daños simplemente.- En cuanto al máximo, la misma ley se ocupa
de establecerlo en su art. 47 y es de $ 5000000 (Pesos cinco millones).
Será el juez, el que con su sana crítica valorará si la cuantía de la
multa civil es justa o no. Dicho monto se acumulará a la
indemnización que favorecerá al demandante.-
En los autos ya citados MACHINANDIARENA
HERNANDEZ NICOLAS C/ TELEFONICA DE ARGENTINA S/
RECLAMO CONTRA ACTOS DE PARTICULARES, los jueces se
encargaron de aclarar los parámetros que tuvieron en cuenta para fijar
los montos indemnizatorios, la gravedad del incumplimiento, la
envergadura de la empresa demandada y las demás circunstancias
personales del actor—
No hay una cantidad máxima de dólares de daños punitivos que un
acusado puede ser condenado a pagar. En respuesta a los jueces y
jurados que premio altos daños sentencias punitivas, la Corte Suprema
de los Estados Unidos ha hecho varias decisiones que limitan la
concesión de daños punitivos por el debido proceso de la ley de las
cláusulas Quintay Decimocuarta Enmiendas a la Constitución de los
Estados Unidos . En varios casos, la Corte ha señalado que una
relación de 4:1 entre los daños punitivos y compensatorios es
suficiente para dar lugar a una constatación de irregularidades
constitucionales, y que cualquier relación de 10:1 o superior es casi
seguro inconstitucional. Sin embargo, la Corte Suprema labrado una
notable excepción a esta regla de la proporcionalidad en el caso
de TXO Production Corp. v Alianza Resources Corp., donde se afirmó

20
un premio de $ 10 millones en daños punitivos, a pesar de los daños y
perjuicios que son sólo $ 19.000, una relación punitivo-a-
compensatoria de más de 526 a 1. En este caso, el Tribunal Supremo
afirmó que los daños punitivos desproporcionadas se les permitió por
conducta especialmente atroz (el tribunal de primera instancia en la
misma causa que supuestamente dijo: "¿Qué podría ser más atroz que
el vicepresidente de una empresa que dice, bueno, testificar y decir
que sabía desde el principio que esta propiedad perteneció a Tug
Tenedor? ")[20]
En el caso de los restaurantes Liebeck v McDonald (1994), de 79 años
de edad, Stella Liebeck derramó McDonald de café en su regazo, que
resultó en segundo y tercer grado quemaduras en los muslos, las
nalgas, la ingle y los genitales. Las quemaduras eran tan graves que
requieren injertos de piel. Liebeck intentó que McDonald de pagar sus
cuentas médicas 20.000 dólares como indemnización por el
incidente. McDonald ha negado, y Liebeck demandado. Durante el
proceso de descubrimiento del caso, los documentos internos de
McDonald reveló que la compañía había recibido cientos de quejas
similares de los clientes que reclaman el café de McDonald causó
quemaduras graves. En el juicio, lo que condujo al jurado para
encontrar McDonalds sabía que su producto era peligroso e hiriendo a
sus clientes, y que la empresa no había hecho nada para corregir el
problema.El jurado decidió por $ 200,000 en daños y perjuicios, pero
atribuyó el 20 por ciento de la culpa Liebeck, la reducción de su
remuneración a $ 160.000. El jurado también otorgó Liebeck $ 2.7
millones en daños punitivos, que era en el momento de dos días de los
ingresos por ventas de café de McDonald. El juez redujo
posteriormente los daños punitivos a 480.000 dólares. El caso es a
menudo criticado por el elevado monto de los daños que el jurado
otorgó.
En BMW de North America, Inc. v Gore (1996), el Tribunal dictaminó
que un premio punitivo excesivo puede equivaler a una privación
arbitraria de la propiedad en violación del debido proceso. El Tribunal
sostuvo que los daños punitivos deben ser razonables, según lo
determinado por el grado de reprochabilidad de la conducta que causó
la lesión del demandante, la relación de daños y perjuicios a la
indemnización compensatoria, y las sanciones penales o civiles
comparables aplicables a la conducción. En State Farm Auto.Ins. v
Campbell (2003), el Tribunal sostuvo que los daños punitivos sólo

21
podrán basarse en los actos de los acusados que perjudicó a los
demandantes. Asimismo, la Corte se refirió a los tribunales factores
debe aplicar al revisar un laudo punitivas conforme a los principios
del debido proceso.
Más recientemente, en Philip Morris EE.UU. v Williams (2007), la
Corte resolvió que los daños punitivos no pueden ser impuestos por el
daño directo que la mala conducta haya causado a otros, sino que
deben ser considerados en relacion al daño realizado a los demás en
función de la determinación de la forma reprobable. A mayor
conducta reprobable justifica una indemnización por daños punitivos
más grande, así como un reincidente en el derecho penal puede ser
castigado con una pena más dura.-
En Alemania, la Sociedad de Autores –Gesellschaft für musikalische
Aufführungsrechte und mechanische Vervielfältigungsrechte
(GEMA)– tiene reconocida por una jurisprudencia muy antigua la
posibilidad de reclamar a quien ha violado los derechos de propiedad
intelectual derivados de una obra musical el importe de una
indemnización por la explotación indebida de derechos de autor [la
remuneración percibida de haberse autorizado la explotación
(Lizenzegebühr)] y otro tanto, es decir, tiene una pretensión por
double damages. Parecidamente, el Tribunal Supremo federal
(Bundesgesrichtshof), en una sentencia de 15 de noviembre de 1994
(BGHZ 128, 1 y ss., «Carolina de Mónaco», publicación de entrevista
falsa) estableció que la fijación de la cuantía de la indemnización por
lesión del derecho general de la personalidad debía tener en cuenta no
sólo los aspectos de la compensación y satisfacción de la víctima sino
también los de prevención y, por lo tanto, podían superar la estimación
del daño causado [Salvador/Castiñeira (1997), p. 171]: en el caso, la
sentencia de instancia anulada por el Tribunal Supremo federal había
condenado a pagar una indemnización de 30.000 DM; la
segunda sentencia concedió un importe seis veces superior, 180.000
DM).-
En BMW of Northamerica Inc. v. Ira Gore [116 S. Ct. 1589 (1996)],
un caso de Punitive damages en derecho contractual, el vendedor
demandado había vendido a la compradora demandante un automóvil
nuevo sin informarle de que había sido parcialmente repintado. Un
jurado de Alabama dictó un veredicto condenatorio a favor de la
demandante por 4.000.000 de dólares en concepto de Punitive
damages. Aunque el Tribunal Supremo de Alabama redujo la

22
indemnización sancionatoria a la mitad, el Tribunal Supremo Federal,
en ponencia del Magistrado John Stevens, resolvió que esta última
cantidad era claramente exorbitante dados el reducido grado de
reprochabilidad de la conducta del demandado y la proporción o ratio
de 500 a 1 entre una indemnización de 2.000.000 de dólares y un daño
real de 4.000 dólares. El Tribunal estableció tres criterios muy
generales para valorar la constitucionalidad de un veredicto de
Punitive damages:
a) El grado de reprochabilidad de la conducta del demandado.
b) La razonabilidad de la relación entre el importe de los Punitive
damages y los Compensation damages.
c) El alcance de las sanciones penales establecidas por las leyes para
conductas comparables.
En el apéndice del voto particular formulado por la Magistrada Ruth
Bader Ginsburg, el lector encontrará un resumen de las distintas
técnicas adoptadas porlas legislaciones estatales americanas para
limitar los Punitive damages [igualmente, véase Brockmeier (1999)].
Dejando aparte los Estados que los excluyen con carácter general
(Massachussetts, Nebraska, New Hampshire, Washington, así como
Louisiana) salvo que una ley expresamente establezca otra cosa, las
limitaciones son de tres tipos:
a) Baremos (16 Estados, Texas y Florida entre ellos: típicamente, los
Punitive damages no pueden superar el triple de la indemnización
compensatoria (Delaware, Florida, Illinois) o los ingresos anuales
brutos del demandante o 5.000.000 de dólares (Kansas), o han de
mantener una relación razonable con la indemnización compensatoria
(Minnessota).
b) Atribución de parte de su importe a una agencia estatal o a un fondo
especial (13 Estados, Texas e Illinois, entre otros): entre un 50 y un 75
por 100 (excluidas las costas judiciales, extrajudiciales y honorarios
de abogado), es lo usual.

CONCLUSIONES PARCIALES:

Es cierto que los términos expresados en la norma son vagos y


ambiguos, pero no por ello, dicha norma debe no usarse. Por el
contrario los jueces deberán esforzarse por explicar en sus fallos la

23
razón por la que en cada caso particular aplica el art. 52 bis de la ley
24240.-
El sujeto a quien esta destinada la norma es el juez. Es el juez
quien “podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor”.-
Además de la indemnización por daños y perjuicios, la multa civil
engrosa esta suma, con el fin de evitar que el proveedor reitere los
incumplimientos con él o los usuarios.-
Los daños punitivos no tienen el fin de compensar a la parte
demandante, sino que es el de castigar a la parte demandada. El
fundamento es el incumplimiento de la obligación contractual de
buena fe, es independiente y, ademas se suma a la obligación
contractual de pagar la perdida.-
No debe probarse la cuantía del daño en sí, sólo basta que
la conducta del proveedor sea tan valiosa, opresiva y prepotente que
atenta contra el sentido de la buena fe.-
El objetivo es el castigo y disuasión a la repetición del
daño causado a los consumidores. Es muy grande la diferencia en la
indemnización por daños y perjuicios donde lo que se busca es que el
damnificado quede en la misma situación en que se encontraba hasta
que se produjo el daño –dentro de lo posible. Se trata de evitar el
enriquecimiento injustificado. De lo contrario, en el caso de los daños
punitivos, lo que se busca es que la multa por el daño punitivo, sea tan
abultada, que al incumplidor le sea tan gravosa la suma a pagar, que
le será conveniente tratar siempre de evitar el daño y actuar siempre
de buena fe. Tiene una función ejemplificadora.-
En resumen la aplicación del instituto del daño punitivo,
tiene tres finalidades: 1) sancionadora; 2) preventiva; 3) disuasoria; 4)
Restablecedora de equilibrio emocional.-
La determinación de la cuantía del daño punitivo es
discrecional del juez y aplicará el criterio de la sana crítica.-
Falcon define a la sana critica, como el
metodo cientifico, que tiene por objeto determinar cual de las
posiciones del pleito es la correcta. El procedimiento es el siguiente:
1) Solamente se prueban los hechos alegados y afirmados, 2) Los
hechos a probar deben ser controvertidos, 3) Aplica primero las reglas
de la prueba tasada, 4) Usa el orden estático de los medios
probatorios, 5) Busca en la faz dinámica los medios idóneos
correspondientes en cada hecho, 6) Examina los medios en su
conjunto y los coordina con los hechos para tener una solución única,

24
7) Aplica las presunciones y examina la conducta de las partes en el
curso del proceso, 8) Aplica las reglas sobre la carga de la prueba, 9)
Une el desarrollo de la investigación y de las conclusiones de modo tal
que el relato demuestre que la certeza que surge del mismo, proviene
de un procedimiento racional controlable.-

CONCLUSIONES GENERALES

CONCLUSIONES GENERALES

PROPUESTAS.-
Técnicas de validación: 1) Análisis bibliográfico (doctrina).
2) Análisis documental (jurisprudencia).
3) análisis lógico.

ANALISIS BIBLIOGRAFICO DE:

CALOGERO, MARIA DE LOS ANGELES, Defensa del consumidor


y lealtad comercial. -- Buenos Aires: Gowa,
QUAGLIA, MARCELO CARLOS, Grupos de empresas, defensa de
la competencia y derechos del consumidor. -- Buenos Aires : La Ley,
2002.XVI, 238 p.;
FARINA JUAN M, Defensa del consumidor y del usuario. -- 3a ed.
act. y amp. -- Buenos Aires: Astrea, 2004.
WEINGARTEN, CELIA, Derechos en expectativa del consumidor. --
Buenos Aires: Astrea, 2004.XV, 136 p
PEREZ BUSTAMANTE, LAURA Derechos del consumidor. --
Buenos Aires : Astrea,2004.XXIII, 384 p.;
SCHAVARTZ, LILIANA Defensa de los derechos de los
consumidores y usuarios. -- Buenos Aires: García Alonso, 2005.
WAJNTRAUB, JAVIER H. Protección jurídica del consumidor. -- 1a
ed. -- Buenos Aires: Depalma, 2004.-
MOSSET ITURRASPE, JORGE Ley de defensa del consumidor: ley
24.240. – Santa Fe: Rubinzal- Culzoni.--------------------------------------

25
LORENZETTI, RICARDO LUIS. Contratos de servicios a los
consumidores. -- Santa Fe : Rubinzal – Culzoni.-
AGUIAR LOZANO, H. F. (2010) Tratado sobre la teoria del
enriquecimiento injustificado o sin causa en el derecho civil de las
obligaciones, Edición electrónica gratuita. Texto completo en
www.eumed.net/libros/2010c/748/.-
SALVADOR CODERCH, Pablo, y CASTIÑEIRA PALOU, María
Teresa (1997), Prevenir y castigar.
Libertad de información y expresión, tutela del honor y funciones del
derecho de
daños, Madrid, Marcial Pons.
SALVADOR CODERCH, Pablo, y SOLÉ I FELIU, Josep (1999),
Brujos y aprendices. Los riesgos
de desarrollo en la responsabilidad de producto. Madrid, Marcial
Pons.
LOPEZ ALFONSIN, MARCELO; OUTON, FERNANDA Y
VILLANUEVA, CLAUDIA, La constitucionalización de la protección
de los consumidores y usuarios, en Derecho del Consumidor, Nº 9, dir.
Por Gabriel A. Stiglitz, Juris, Rosario, 1998, ps. 59y 60).-

LISTA DE CASOS CITADOS:

Sentencias de los Tribunales Constitucional y Supremo de la


República Federal
de Alemania
Sentencia: BGH de 15 de noviembre de 1994. Referencia: BGHZ 128,
1 y ss.
Sentencia: BverfGE de 7 de diciembre de 1994. Referencia: BVerfGE
91, 335.
Sentencias del Common Law
Caso: Rookes v.Barnard. Referencia: 1964, AC 1129.
Caso: MW of Northamerica Inc. v. Ira Gore. Referencia: 116 S. Ct.
1589 (1996).
Caso: Philip Morris EE.UU. v Williams (2007).

Sentencias de los Tribunales de la Republica Argentina

26
Autos caratulados: Machinandiarena Hernandez Nicolas C/ Telefónica
de Argentina S/ Reclamo contra Actos de Particulares, LL 2009-D-96.
C Cicil y Com. Mar del Plata, Sala II, del 27-05-09.-
CC0001 LZ 63986 RSD-27-8 S 21-2-2008, CARATULA:
MERCURIO, COSME GREGORIO C/ ORGANIZACIÓN SUR
AUTOMOTORES S.A. S/ SUSTITUCION Y DAÑOS.-

autos caratulados ROJAS NILDA SUSANA C/ THAMES GUSTAVO


ARIEL Y/O QUIEN RESULTE CIVILMENTE RESPONSABLE S/
RESOLUCION DE CONTRATO DAÑOS Y PERJUICIOS, CC0100
SN 5480 RSD 32-7 S 13-3-2007.-
Autos caratulados: POGGI, JOSE M. C/ SECRETARIA DE
COMERCIO E INVERSIONES”, CNFED. C ADM, SALA II, 6-5-
99.-

27

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