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AUTOMEDICACIÓN EN MUJERES EN ESTADO DE GESTACIÓN

Presentado por:

Barrios Quintero Danna Shirley

Meza Guerrero Chellsy Farlith

Pinzón Gómez Lorena

TECNOLOGIA EN REGENCIA DE FARMACIA

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER

GRUPO-AN2 (IPRED)

BUCARAMANGA/SANTANDER

2019
AUTOMEDICACIÓN DE MUJERES EN ESTADO DE GESTACIÓN

Presentado a:

Cely López Carmen Luz

Presentado por:

Barrios Quintero Danna Shirley


Meza Guerrero Chellsy Farlith
Pinzón Gómez Lorena

TECNOLOGIA EN REGENCIA DE FARMACIA

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER

GRUPO-AN2 (IPRED)

BUCARAMANGA/SANTANDER

2019
INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo se realizarán varias indagaciones sobre cómo se auto-


medican las mujeres en estado de gestación, que tan importante es para ellas,
cómo funciona y que tanto lo implementan en su vida cotidiana.

Lo que queremos lograr con esta investigación es resolver algunas dudas con el
fin de evitar su implementación; como, por medio de libros, internet, incluso
encuestas a las mismas, etc. Ya que, como futuros Regentes de Farmacia para
nosotros es importante ayudar a la comunidad a tener un uso adecuado de los
medicamentos para poder evitar posibles consecuencias en la salud de la persona
que los esté consumiendo, generando así conciencia en la población y reduciendo
daños en la salud pública.

En sí, nuestro fin es dar a conocer las razones de como algo tan poco relevante
como lo pueden ser un par de hierbas, puede desde curar nuestra dolencia,
enfermedad y/o malestar, como lo puede ser un dolor de cabeza, mareos, vomito
e incluso hasta causarle la muerte al feto/bebé o incluso a la madre. También lo
hacemos para que tengan una pequeña información de cómo saber reconocer,
administrar, dosificar y hasta como contrarrestar aquellos efectos secundarios que
muchas madres puede que pasen por alto, ya que, esto es muy importante para el
cuidado del feto/bebé.
LA MEDICINA DE LOS PRIMITIVOS

Figura 2 reacciones a medicamentos Figura 1 Embarazo

El ser humano sufre, se enferma e inevitablemente muere; desde sus comienzos


los homínidos nómadas y los agrícolas sedentarios, buscaron una explicación a los
fenómenos y una solución a sus males. El pensamiento mágico, más acentuado en
las tribus y en las más antiguas civilizaciones, hizo importante el poder de los
conjuros y la influencia de los dioses sobre las pócimas. Curar era fuente de
autoridad y prestigio, en general una tarea reservada a los sacerdotes y magos.
Poco a poco se fueron señalando propiedades varias a dichas plantas, ya fuesen
sus flores, corteza o raíces, y aparecieron los primeros listados para unas
enfermedades de diagnóstico tan confuso como absurdas eran las indicaciones y la
manera de aplicar esas hierbas. No es difícil pensar que aquellos hombres y
mujeres (incluso estando embarazadas), que guerrearon con caníbales y
depredadores animales, recibieron heridas, comieron venenos y sufrieron
enfermedades favorecidas por los intensos cambios de temperatura. Algunas
formas de sanación debieron emplear, lógicamente a creencias mágicas, religiosas
y a fetiches, pero también al uso de algunos elementos encontrados en el planeta.
Por instinto, y observando además a bestias, aves y animales domésticos,
descubrieron que estos se trataban sus propias dolencias al comer tal o cuál hierba;
ellos siguieron su ejemplo, y por medio de un lento y doloroso proceso de ensayo y
error, aprendieron a distinguir los venenos de los alimentos y de las plantas con
poder curativo. Aquellos primeros remedios incluían algunos órganos de animales
y también ciertos elementos minerales. Las primeras aplicaciones externas para
aliviar el dolor, las heridas, los golpes y fracturas, pudieron haber sido el agua fría,
una hoja, la mugre o el lodo. Se lo aplicaron primero para aliviarse a sí mismos y
luego para aliviar a otros. Vale la pena anotar que el color rojo guarda importancia
en las primeras medicinas (en parte por ser el color de la sangre), también se usaba
en embalsamamiento de las momias (y aún todavía) pues da aspecto de vida,
colgaduras rojas anti-viruela en los cuartos de los enfermos, franela roja contra la
ronquera, hilo rojo en el cuello contra el sangrado nasal, o píldoras rojas en la
antigua china. Anotaban los síntomas de la enfermedad, procediendo luego con las
recetas y las instrucciones para preparar los compuestos; aunque la farmacopea
era en gran medida vegetal, ciertos preparados han sido difíciles de identificar, pues
les asignaban nombres curiosos como “grasa de león” o “aliento de bebé”. De las
medicaciones que han sido identificadas, hay extractos de plantas, resinas y
condimentos; algunos de estos preparados tenían propiedades antibióticas o
antisépticas, y enmascaraban el mal olor de las heridas. El aceite era el principal
bálsamo para las heridas abiertas, lo que prevenía la adherencia del vendaje. Sin
embargo, no hay que olvidar el importante efecto placebo que tenían muchos de
estos menjurjes pues los pacientes consideraban que los médicos podrían curarlos
o aliviarlos con sus compuestos.

En el caso de las mujeres, este tipo de


sustancias resultaban riesgosas para el
bebé, ya sea de manera abortiva o
infecciosa. Por lo general, varias mujeres
no tenían el suficiente conocimiento para
saber que estaban embarazadas, por lo
que no sentían preocupación alguna y
Figura 3 Embarazada terminaban abortando, o muriendo. Así
sean sustancias naturales, la mayoría de éstas suelen tener varias
contraindicaciones para las mujeres, a pesar de la fortaleza de nuestros
antepasados, el no tener conocimiento de que podían ingerir, terminaba
perjudicándolas.
CONCLUSIONES

Con el paso de los años, las mujeres han tenido más oportunidades, ya que años
atrás lo más probable era que no supieran que estaban embarazadas, por lo que
muchas morían o abortaban, por lo cual se concluye que tomar plantas medicinales
o fármacos, sin ninguna identificación, ni tipo de prescripción médica puede traer
consecuencias nefasticas provocando intoxicaciones crónicas, abortos, alergias;
por lo que se recomienda tener una previa consulta con un profesional. El
comprender la responsabilidad que se adquiere consigo mismo del posible riesgo
que se está afrontando al auto-medicarse con plantas medicinales o con cualquier
medicamento sin antes conocer sus posibles efectos adversos que puedan
ocasionar en la salud, para ello se estudiaron varios tipos de plantas, fármacos e
incluso el riesgo biológico que estos generan. Los usos adecuados pueden traer
cantidad de beneficios, como si también se administrase en forma inadecuada
puede causar intoxicaciones. Está en las manos de la futura madre estar al tanto de
qué es bueno o malo para su embarazo, eso sí, pensando siempre en el bebé que
viene en camino, incluso las plantas siendo un “medicamento natural” puede llegar
a generar hasta el aborto del feto. Nos dimos cuenta de que con cualquier pequeño
detalle el embarazo puede complicarse. Nuestro fin como Regentes de Farmacia,
es prevenir cualquier riesgo que la madre llegue a adquirir.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Roca Jácome, A. La historia de los medicamentos. 2ª ed. Bogotá, Colombia:


Universidad Javeriana, 2008.

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