Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El Artículo 86 sobre Persecución del Código Orgánico Integral Penal nos dice que la persona
que, sea parte de una agresión generalizada, se les priva de derechos, dotada en razones de la
identidad del grupo o de la colectividad, serán castigados con pena preventiva de veintiséis a
treinta años.
La persecución puede consistir tanto en una acción como en una omisión, sin resultar
necesario que se vincule con una política de Estado. Sin embargo, la configuración de este
crimen requiere que no se trate de un acto aislado sino de una serie de actos que pueden llegar
También señala que la evolución más reciente del derecho penal internacional ha retocado en
nuestro ámbito de cultura jurídica un conjunto de conductas criminales que de forma general se
considera que entrañan un grado máximo de lesiones, gravedad, daño, por infringir de un modo
recogida en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (17 julio 1998), al crimen de
genocidio, a los crímenes de lesa humanidad (o crímenes contra la humanidad), a los crímenes de
guerra y, finalmente, al crimen de agresión. Como el propio Estatuto señala en su prólogo se
del artículo 86, por ejemplo, en el que se castiga nada más ni nada menos que con una pena de
veintiséis a treinta años a quien “como parte de un ataque generalizado o sistemático prive de
colectividad”. ¿Qué debemos entender por “privar de derechos”? ¿Referirse a varios miembros
perseguidos penalmente? ¿Que su agrupación política sea borrada del mapa electoral bajo
estándares cuestionables? ¿Que a las empresas en las que laboran se les hubiera impuesto
sanciones evidentemente injustas? Cualquier cosa cabe en un tipo penal, así de laxo y de seguro
en el futuro será utilizado como instrumento de persecución por quienes como grupo se han
sentido atacados sistemáticamente por los detentadores del poder, que mal asesorados se dieron
otro tiro en los pies. La situación es todavía más grave si se considera que esta joya de tipo penal
se incluyó en la sección correspondiente a los delitos de lesa humanidad, con lo que se convierte