Reflexión: Racismo, discriminación y desigualdad

Antonio del Valle Sierra

En el reporte Por mi raza hablará la desigualdad se expone la realidad de

discriminación histórica y actual de comunidades indígenas, y sobre todo de sus
mujeres, en tres dimensiones: la educación, la ocupación laboral y la riqueza
material. “Nació en tercera base y piensa que conectó un triple” dicen en el reporte
al intentar describir los privilegios de origen, con una metáfora de béisbol, un deporte
que últimamente se ha puesto muy de moda en México. La metáfora refleja todas
las oportunidades adicionales de las que gozamos las personas que nacemos con
un color de piel claro, que nos da beneficios, y que venimos de familias que han
podido acumular ventajas y transmitirlas de generación a generación. Del otro lado,
hay millones de personas que, en este momento, no tienen la oportunidad de ni
siquiera presentarse a batear; las mismas a quienes después juzgamos por su
supuesta falta de contribución al juego.

Es crucial que dejemos de ignorar esta realidad en México. Necesitamos hablar de

los beneficios que nos da, o las cargas que nos impone, el color de piel, el género
o la lengua que habla nuestra familia, variables natas que no tienen nada que ver
con nuestras capacidades intelectuales o la calidad de nuestro trabajo. Según el
reporte, la desigualdad tan exagerada que existe hoy en México es resultado de
decisiones de políticas públicas y puede ser revertida de la misma forma. Por un
lado, México debe detener, por medio de políticas públicas, las prácticas
discriminatorias actuales; por otro, también debe resarcir las desventajas que ya
existen, aquellas creadas y perpetuadas históricamente, de forma que la
desigualdad de hoy todavía es fruto de la discriminación y el racismo del pasado.

Otro reporte que me pareció interesante es El silencioso racismo mexicano. Al leer

este reporte me fue evidente que claro que hay racismo y discriminación de clases
sociales y del color de la piel. Y es hasta mayor o peor que en Estados Unidos. A
veces la discriminación no es intencional, sino que está en el subconsciente, y es
consecuencia histórica de un sistema y políticas públicas que han hecho del racismo
y la desigualdad una realidad. Pero el hecho de reconocerla en uno mismo ya es un
avance importante para poder contrarrestarla o desaparecerla.

Hay ejemplos de países en los que, a través de políticas públicas, lograron combatir
y disminuir el racismo y la desigualdad de oportunidades de forma importante como
Malasia y Nueva Zelanda. Para que estas políticas sean exitosas en México es
importante que primero logremos formar suficiente conciencia y sentido común
sobre la realidad de que sí nacemos con desigualdad de oportunidades, que ocurre
de manera sistemática y es muy difícil de combatir. Es por esto por lo que estudios
como Por mi raza hablará la desigualdad me parecen tan relevantes. Las lecturas
me sorprendieron mucho porque, aunque estaba consciente de la desigualdad y el
racismo en México, no tenía idea del grado al que afecta a tantas personas. Es
inaceptable que tantas personas no tengan acceso a las mismas oportunidades que
personas como yo, simplemente porque son mujeres, tienen un color de piel más
oscuro o hablan lenguas indígenas.

Bibliografía
Krozer, A. (2019). Élites y racismo: el privilegio de ser blanco (en México), o cómo un rico reconoce
a otro rico. Nexos, 1.

Lanzagorta, J. I. (2017). El silencioso racismo mexicano. Nexos, 2.

Oxfam, COLMEX. (2019). Por mi raza hablará la desigualdad. CDMX: OXFAM.

Reina, E. (30 de junio de 2017). México, frente al espejo del racismo. El país, pág. 1.