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actuación en
caso de desastres
en los archivos
Protocolos de
actuación en
caso de desastres
en los archivos
Carme Bello Urgellès
Àngels Borrell Crehuet
Colección_Estudios
Serie_Recursos Culturales, 2
Coordinación: Carles Vicente Guitart y Jaume Enric Zamora Escala
(Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona)
© Diputació de Barcelona
Primera edición: julio del 2007
Índice
Presentación ................................................................................................................ 7
Introducción.................................................................................................................. 9
ANEXOS .....................................................................................................................93
Presentación
La conservación del patrimonio documental es una función esencial de los archivos mu-
nicipales, recogida en la legislación y reconocida en todas las publicaciones especiali-
zadas.
La mayor parte de los déficits derivan de puntos de partida en que buena parte de las
instalaciones no se han pensado para cumplir la función de archivo, pero también es
cierto que algunos edificios de nueva planta no siempre están planificados integralmen-
te para poder mantener unas condiciones óptimas para la documentación que custo-
dian. Entonces, el personal responsable de esos archivos, es decir, los archiveros y las
archiveras, deben buscar las medidas correctoras para poder rectificar esas carencias y
poder obtener unas condiciones que se acerquen al máximo a los parámetros óptimos
de conservación.
Con esta publicación, la Red de Archivos Municipales que coordina la Oficina de Patri-
monio Cultural de la Diputación de Barcelona tiene la intención de ofrecer una herra-
mienta a los ayuntamientos y, en concreto, al personal responsable de los archivos, con
objeto de potenciar la prevención y, al mismo tiempo, poder actuar con garantías para
hacer frente a desastres que puedan hacer peligrar la integridad de los documentos.
Ante el riesgo de que un archivo sufra un desastre o cualquier tipo de incidencia que
ponga en peligro la conservación de los documentos que custodia, siempre hay que
poder gestionar tres momentos: el antes, el durante y el después.
En esta publicación, los tres momentos son analizados con detalle por dos autoras,
Carme Bello y Àngels Borrell, quienes, con una gran experiencia en este campo y usan-
do un lenguaje claro y práctico, nos presentan una serie de instrumentos que pueden
ser clave para sistematizar acciones o hacer frente a situaciones que pueden darse en
un archivo.
8 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Por lo tanto, Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos quiere con-
tribuir a potenciar la prevención, a elaborar planes de emergencia y planes de recupe-
ración cuyo objetivo final es que los archivos municipales cuenten con las herramientas
adecuadas para evitar o, en la medida de lo posible, minimizar situaciones de riesgo o
desastre.
Introducción
La idea de esta publicación surgió después de haber realizado un curso organizado por
la Red de Archivos Municipales de la Diputación de Barcelona acerca de la evaluación
del estado de conservación de los fondos documentales y el plan de actuación en caso
de desastres. El curso fue muy positivo y los participantes mostraron un gran interés por
averiguar cuál debía ser la actuación al producirse circunstancias excepcionales que
puedan dañar grandes volúmenes de documentación.
A pesar de que los factores ambientales no son los únicos responsables de las degra-
daciones, los encontramos siempre como desencadenantes de otras agresiones al ma-
terial de archivo. Los documentos de archivo, por su propia naturaleza como materiales
orgánicos (celulosa, piel, etc.), están siempre expuestos a ser fuente de alimentación de
múltiples microorganismos y otra microfauna como insectos, pequeños roedores, etc.,
cuyas degradaciones se manifiestan por lo general en forma de erosiones, agujeros, ga-
lerías y manchas cuando son provocadas por insectos, y putrefacción y manchas, en el
caso de los hongos y las bacterias. O por la acidez y las tintas metaloácidas que, en
combinación con determinados parámetros ambientales, pueden iniciar un proceso de
corrosión, que puede llegar a su destrucción total, ya que con toda seguridad termina-
rán por desintegrar el papel.
Dentro de las patologías o los problemas que puede sufrir el patrimonio bibliográfico y
documental, hay algunos que, por sus características de rápida extensión y desarrollo o
10 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
por la gravedad de los daños que provocan, deben tratarse y solucionarse con mucha
rapidez. La no-intervención en estos casos o el retraso en la intervención pueden signi-
ficar que el problema se agrave tanto que sea imposible la recuperación de este patri-
monio.
Las causas excepcionales de degradación masiva en nuestros archivos son las provo-
cadas por inundaciones, incendios y plagas. Si se produce alguna de estas circunstan-
cias, la actuación que deberemos realizar será excepcional y de extrema urgencia (y de-
beremos contar con presupuestos excepcionales y de urgencia), ya que a menudo los
daños son tan grandes que pueden llegar a destruir la totalidad de la documentación.
Las llamamos causas excepcionales, porque no deberían ser habituales en los archivos;
sin embargo, si hiciéramos un balance anual, observaríamos que esa excepcionalidad
puede acabar siendo crónica debido a las circunstancias, a menudo adversas, que se
producen en los archivos.
La gran mayoría de factores de degradación que afectan al material de archivo están in-
ducidos o potenciados por el ser humano, a veces por negligencia, otras por falta de
conocimientos, o también puede ser el desencadenante de grandes desastres (guerras,
inundaciones, incendios, etc.). Ahora bien, las degradaciones más frecuentes y que se
le pueden adjudicar directamente son las debidas al uso y la manipulación que, en el
siglo XXI, en la sociedad de la información, se traduce en abuso. Esto resulta bastante
curioso, puesto que con las grandes facilidades y ventajas técnicas con que contamos
para la reproducción de documentos, en varios soportes y formatos, debería ponerse fin
a este ciclo de uso y abuso. De hecho, los originales deberían dejar de ser consultables,
salvo en casos especiales.
Es la intención de las autoras que este pequeño manual sirva de guía a los profesiona-
les de los archivos que, día tras día, deben enfrentarse a situaciones que pueden poner
en peligro la integridad de la documentación. Pero siempre es el profesional que traba-
ja directamente con la documentación quien debe establecer sus propios parámetros de
actuación, en función de la tipología documental con la que trabaja y de las circunstan-
cias que puedan presentarse en el archivo. Quisiéramos huir de demagogias y de gran-
des planes pensados sólo para grandes archivos y plantear nuestras tesis desde un
punto de vista riguroso, siguiendo los estándares internacionales, pero dejando la puer-
ta abierta a todos los profesionales para que participen en la confección de sus propios
protocolos y planes de prevención. Sabemos que dedicarse a estos temas supone un
trabajo suplementario en las labores cotidianas del archivero, pero, si tenemos en cuen-
ta que una de sus funciones es conservar la documentación que se halla bajo su cus-
todia, es evidente que planificar y prever los posibles desastres será la mayor contribu-
ción que pueda realizar para la conservación de la memoria histórica.
12 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Diferentes tipos de desastres que pueden afectar a los archivos | 13
Al referirnos a desastres, pensamos en imágenes como las del tsunami más reciente, te-
rremotos, volcanes, tornados, lluvias tropicales, avalanchas de nieve, avalanchas de
barro, incendios forestales, guerras, etc. Y es evidente que cualquiera de estas causas
puede afectar, los archivos en todo el mundo e incluso llevarlos a su destrucción total.
Sin embargo, no todas las causas tienen el mismo denominador común, ya que unas
son causas que podríamos denominar naturales y las otras están fomentadas o poten-
ciadas por el ser humano, quien, desde el punto de vista de la conservación, es el mayor
agente destructor y la primera causa de degradación de los documentos de archivo.
Cuando las áreas afectadas por fenómenos naturales están fuera de las ciudades, la
destrucción de documentación baja en picado, puesto que, en su mayoría, los archivos
están en áreas urbanas. Pero cuando la afectación es en esas áreas, la destrucción
puede ser total y, si realizáramos un estudio acerca de los desastres que han afectado
a archivos en los últimos cien años, veríamos los millones de documentos que se han
perdido por estas causas.
Al oír las noticias de los medios de comunicación, nunca se habla de los archivos y poca
información nos llega de los mismos, pero la que llega es lo bastante significativa. El
efecto del Katrina en Nueva Orleans (EE.UU.) sobre los archivos de la zona fue devasta-
dor para los archivos judiciales del Estado, que quedaron afectados (destruidos) en un
90%. Las lluvias del año 2005 en Suiza, Alemania y los países del Este de Europa pro-
vocaron inundaciones en archivos, bibliotecas y museos, que aún sufren sus efectos. En
toda Europa, en los últimos veinte años, se han producido numerosas inundaciones de
consecuencias desastrosas.
14 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Podríamos preguntarnos por qué los archivos sufren tan directamente los efectos de la natu-
raleza. La respuesta, en parte, es muy simple: la mayoría de depósitos de archivo se hallan
en sótanos y los archivos están en edificios que no están pensados para desempeñar esta
función. Estas dos circunstancias son la primera causa que provoca que los archivos se vean
afectados tan directamente por los fenómenos naturales. Si los edificios de archivo cumplie-
ran con todos los requisitos de seguridad y los depósitos estuvieran situados en primeras
plantas, podrían evitarse un 80% de los desastres, sobre todo los referidos a agua y fuego.
Al hablar de desastres en nuestros archivos, casi siempre nos referimos a las inunda-
ciones y los incendios. Es cierto que son los desastres que provocan un mayor número
de «bajas» entre la documentación, pero existe un tercer elemento que tradicionalmen-
te no se ha considerado un desastre o una circunstancia catastrófica: los microorganis-
mos. En la actualidad, y desde hace unos cinco años, dentro del área mediterránea,
están constituyendo un verdadero quebradero de cabeza para los archiveros y profe-
sionales de la conservación. De hecho, hasta el momento, los conservadores los hemos
clasificado dentro del apartado de degradaciones biológicas, y así sigue siendo. Sin em-
bargo, en este pequeño manual o guía, nos gustaría incluirlos dentro de los desastres,
ya que nuestra experiencia profesional nos ha demostrado que los hongos y las bacte-
rias pueden llegar a constituir verdaderas plagas entre la documentación, hasta el punto
de convertirse en un desastre de gran magnitud y de difícil resolución. A menudo apa-
recen como consecuencia directa de una inundación o de la intervención de los bom-
beros para extinguir un incendio.
No todos los incendios, ni todas las inundaciones, ni todas las plagas de microorganis-
mos tienen los mismos orígenes ni actúan o se desarrollan de la misma forma, por ello no
actuaremos tampoco de forma mimética. Ajustaremos nuestra actuación a la circunstan-
cia en que nos hallemos y a su magnitud. No es lo mismo una inundación parcial de va-
rias cajas, debida a una gotera o una filtración de agua, que una inundación provocada
por el reventón de una cañería o por una riada. Un incendio provocado por un cortocir-
cuito, que se localice en un punto, no tendrá las mismas consecuencias que un incendio
provocado usando un acelerador. El resultado tampoco será el mismo si puede apagar-
se con extintores manuales que si requiere una intervención de los bomberos.
Al detectar la presencia de hongos, debemos averiguar a qué tipo de infección debe-
mos enfrentarnos, si es una infección generalizada de todo el fondo de archivo, si afec-
ta sólo a un depósito, una colección o unos volúmenes. Debemos establecer si hace
años que se desarrolla, o bien se trata de una infección reciente como consecuencia de
un escape de agua, una inundación o una intervención de los bomberos para extinguir
un incendio, o si ha podido producirse una contaminación a través de una transferencia
con documentación infectada.
1.3.1. Inundación
Entre las inundaciones, debe distinguirse entre las localizadas en el interior del edificio,
debidas a problemas estructurales o de instalaciones, y las externas al edificio, que pro-
vienen de un fenómeno natural o de un problema de tuberías generales de agua.
Las inundaciones localizadas en el interior del edificio están provocadas por goteras pro-
cedentes del techo o las cubiertas, desagües que se rompen, radiadores en los que los
16 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
tubos pierden o se agujerean, cañerías de agua que gotean por las juntas o que se rom-
pen, etc. Los motivos son diversos, pero siempre tienen que ver con un edificio que no
está en condiciones (por viejo o por tener otros usos) para ser la sede de un archivo o
que, a pesar de ser un edificio nuevo, no puede garantizar la máxima seguridad para la
documentación, debido a un sistema constructivo y de instalaciones que ofrecen poca
seguridad. A menudo las instalaciones de agua, sea la general del edificio o el sistema
de extinción de incendios, están situadas en zonas demasiado cercanas a los depósi-
tos y muchas veces están dentro y ello pasa porque casi siempre los depósitos de ar-
chivo están localizados en sótanos, junto a los almacenes y las instalaciones generales
del edificio.
Después de una inundación, las principales degradaciones (ver anexo 1.1) se traducen
en soportes mojados, pérdida del apresto del soporte (soportes blandos), emulsiones
fotográficas pegadas, disolución de las tintas manuscritas y pigmentos en la obra gráfi-
ca, aureolas debidas al arrastre de suciedad o tintas, manchas de residuos fecales o de
barro con incrustaciones, etc. También los materiales de recubrimiento, como las en-
cuadernaciones, sufren deformaciones. Y setenta y dos horas después de haberse mo-
jado, se inicia un proceso de crecimiento de microorganismos. Estos provocan varias al-
teraciones, siendo las más espectaculares un cambio cromático del soporte (manchas
Diferentes tipos de desastres que pueden afectar a los archivos | 17
Problema de agua-inundación
Causas Efectos Degradaciones
Accidentes puntuales Absorción de humedad de los materiales
Instalaciones del edificio Aureolas Pérdida de las características físicas
Instalaciones del exterior Manchas Deformación
Catástrofes climatológicas Mojado Elementos sustentados
Extinción de un incendio con agua Empapado Manchas
Desarrollo de microorganismos
1.3.2. Incendio
Dentro de un archivo los incendios pueden tener varios orígenes. Cuando son localiza-
dos, normalmente su origen está en aparatos eléctricos que no funcionan correctamen-
te, en estufas, en la realización de soldaduras dentro del depósito, etc. En estos casos,
por lo general se detectan con una cierta rapidez y afectan pequeños volúmenes de do-
cumentación y pueden apagarse con los extintores manuales, pero por desgracia no
todos son iguales.
Existe un tipo de incendio bastante habitual, que se debe a un fallo en la instalación eléc-
trica del edificio. En estos casos, cuando se detecta, a menudo, el incendio es grande
y difícilmente podremos controlarlo con los extintores manuales, por lo que deberemos
avisar a los bomberos, del mismo modo que habrá que hacerlo en el caso de incendios
provocados o incendios externos al edificio. Y ahí es donde tendremos el auténtico pro-
blema, ya que la actuación de los bomberos suele ser muy destructiva para la docu-
mentación, al utilizar una gran cantidad de agua a una gran presión.
Las degradaciones (ver anexo 1.2) que provocan los incendios son muy graves, ya que
pueden destruir por carbonización el papel. Y a los soportes proteicos (piel, pergamino)
les causa deformaciones espectaculares (deshidratación y retorcimiento del soporte),
que, en la mayoría de casos, convierten el documento en una pieza casi irrecuperable.
Los documentos que no han sido carbonizados sufren un rápido y repentino aumento
de la temperatura que les provoca una intensa deshidratación, lo que se traduce en la
ruptura de la estructura molecular de la celulosa y en una mayor fragilidad del papel. En
el caso de los pergaminos y la piel, la proteína sufre los mismos efectos y pierde su fle-
xibilidad. Como mínimo, un incendio lo que hace es ahumar los documentos, libros,
contenedores, etc., lo que les deja encima una fina capa de hollín muy difícil de eliminar.
Sea como fuere, en los incendios los soportes documentales sufren unos tipos de agre-
siones muy repentinas y de condiciones extremas en poco espacio de tiempo, como el
mojado, la carbonización, el ahumado y agresiones físicas por la fuerza del agua de ex-
tinción que rompe y dispersa la documentación.
Problema de fuego-incendios
Causas Efectos Degradaciones
Asociadas a la climatología Ahumado Deshidratación de los materiales
Instalaciones / edificio Hollín Pérdida de las características físicas
Causas exteriores al edificio Olores Deformación
Potenciadas por el ser humano Quemado Efectos del quemado
Carbonizado Elementos sustentados
Cenizas Efectos de la extinción-agua
1.3.3. Microorganismos
Nos encontramos con documentos que presentan un tipo de infección de extrema gra-
vedad respecto a la extensión y el desarrollo, hasta el punto de hacer ilegible el docu-
mento. Las manchas y el terciopelo invaden la superficie y el soporte es de muy difícil ma-
nipulación, ya que adquiere un aspecto algodonoso y al tacto es muy blando. Este tipo
de infección normalmente tiene su origen en una inundación, después de la que no se ha
realizado un correcto secado del material y posteriormente esta misma documentación
se ha depositado dentro de cajas y está en ellas durante años bajo unos parámetros de
humedad y temperatura que propician el crecimiento de esos microorganismos.
Las degradaciones (ver anexo 1.3) que provocan los microorganismos son debidas a los
metabolitos que fabrican, como las proteasas, amilasas, ácido acético, ácido láctico, etc.
20 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
En el caso del pergamino, es más corriente que los que actúen sean las bacterias a
causa de su naturaleza alcalina, lo que propicia su crecimiento, pudiendo descomponer
el colágeno hasta llegar a la putrefacción total. Puede afirmarse que un ataque de mi-
croorganismos afecta la documentación tanto desde el punto de vista biológico y quí-
mico como mecánico.
Problema de infección-microorganismos
Causas Efectos Degradaciones
Condiciones ambientales Absorción de humedad de los
desfavorables materiales
Asociadas a inundaciones
puntuales del edificio Manchas Pérdida de consistencia
Asociadas a inundaciones
generales externas Moho Desarrollo de microorganismos
Potenciadas por desastres Terciopelo Transformación de los compuestos
naturales orgánicos
Potenciadas por la extinción de un Putrefacción Elementos sustentados
incendio con agua
Condiciones higiénicas desfavorables Manchas de varios colores
Transferencia de documentación infectada
mos sufrir sus efectos negativos. Entonces debemos tener en cuenta que los microor-
ganismos que afectan a los materiales orgánicos pueden afectar a las personas y cau-
sarles problemas en las mucosas, así como afecciones respiratorias, dermatológicas y
digestivas. Por esta razón, es conveniente tomar las máximas precauciones a la hora de
manipular el material contaminado y usar siempre un equipo de protección personal.
Nuestra experiencia como profesionales nos ha demostrado que las personas, por lo
general, no tenemos miedo a los microorganismos, ya sea porque no los vemos a sim-
ple vista, cuando están presentes en el aire, o bien porque, cuando los vemos, nos son
muy familiares (todo el mundo los ha visto alguna vez en las baldosas de un baño o en-
cima de un alimento caducado, etc.). Ello hace que se descuide enormemente la pro-
tección ante los microorganismos y es muy frecuente ver a trabajadores tocando mate-
riales contaminados sin guantes, sin máscara, etc. A menudo, al producirse un desastre
que está relacionado con los microorganismos, para nosotros supone un reto conseguir
que se protejan y tomen conciencia del peligro que significan para su salud.
Otras veces nos hemos encontrado con todo lo contrario, personas que muestran una
gran aprensión para trabajar en labores relacionadas con la limpieza de materiales con-
taminados por hongos o bacterias, y no hay forma de convencerles de que, si se pro-
tegen bien y actúan de una forma correcta, no existe peligro alguno de contaminarse.
Lo que hay que tener claro es que trabajar con materiales o ambientes contaminados
por microorganismos puede ocasionarnos problemas de salud, pero también que, con
un buen equipo de protección personal y sin descuidar las advertencias de higiene rea-
lizadas por los especialistas, el riesgo se minimiza hasta el 99%.
Si realizamos una lectura muy atenta de los resultados obtenidos, veremos que se repi-
ten con insistencia las mismas familias, los géneros y las especies, aunque a menudo se
añade alguno distinto, sobre todo de especie más que de género o familia. Estas tablas
nos sirven para poder realizar un estudio comparativo con otros análisis que se han re-
alizado en diferentes puntos de España, Italia y Francia. A pesar de que este estudio
comparativo no es el motivo de esta publicación, lo que sí podemos afirmar es que se
repiten de forma insistente en estos países. Así pues, encontramos entre los hongos
más habituales los Aspergillius niger y fumigatus, Penicillium rugulosum, Cladosporium
herbarum, Chaetonium globosum, Alternartia tennuis, Rhotodorula, Mucor mucedor y,
22 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Las tablas que presentamos corresponden a los análisis que se han realizado entre los
años 1997 y 2006 (en cuatro laboratorios diferentes) y, si echamos un vistazo, nos re-
sultará muy fácil apreciar el espectacular aumento de archivos, en Cataluña, con pro-
blemas de microorganismos desde el otoño de 2003 y todo el año 2004. Ello corres-
ponde a una determinada climatología que se dio durante este período, mucha sequía
durante muchos meses y después lluvias intensas durante quince días durante el otoño
de 2003. A partir de esta fecha, el aumento de problemas de hongos de tipo brote pun-
tual fue espectacular. A partir de la primavera de 2004 y todo el año 2005, muchas de
las analíticas corresponden a desastres provocados por incendios o inundaciones que
acabaron con una infección de microorganismos.
Si nos fijamos en los siguientes gráficos, en los que hemos hecho un resumen del por-
centaje de los diferentes géneros de hongos que se han localizado entre los años 1997
y 2002, podemos observar que con mucha diferencia el género Penicillium y l’Aspergi-
llius se dan en un 17%, y las especies Chaetonium y Cladosporium se sitúan en un 14-16%.
Durante el año 2003 baja la proporción de Penicillium, Chaetonium y Cladosporium y
aumenta mucho el género Aspergillius. A partir de 2004 Chaetonoium y Cladosporium
se mantienen en la misma proporción, pero los Penicillium y los Aspergillius suben es-
pectacularmente. En 2005 desaparece prácticamente el Chaetonium, el Cladosporium
aumenta, el Penicillium sigue aumentando, el Aspergillius se mantiene y aparece con un
9% la Alternaria. En los primeros nueve meses de 2006, los análisis realizados confirman
que Penicillium y Aspergillius se muestran hegemónicos por encima de todos los demás,
el Cladosporium es mantiene prácticamente en el mismo porcentaje y la Alternaria se
consolida con un 8%.
Quisiéramos dejar muy claro que estos gráficos no son el reflejo fiel de todos los análi-
sis que se han realizado y que los resultados no pueden considerarse definitivos, ya que
también deberían tomarse en consideración los recuentos de unidades formadoras de
colonia, etc. Pero pueden darnos una idea de los microorganismos más representativos
que se han encontrado en diferentes archivos de Cataluña en los últimos nueve años,
así como nos pueden servir de guía para poder constatar la preponderancia de los Pe-
nicillium y Aspergillius dentro de los ámbitos de archivo.
No hemos realizado gráficas de las bacterias, porque, si nos fijamos en las tablas
adjuntas (ver anexo 2), es fácil comprobar que mayoritariamente encontramos el
Bacillus subtilis, seguido del Micrococcus luteus, muy habituales en los documentos
de archivo.
Diferentes tipos de desastres que pueden afectar a los archivos | 23
Rhotodorula 5%
Aspergillus 17%
Rhizopus 4%
Penicillium 17%
Chaetomium 14%
Paecilomyces 3%
Mucor 1% Cladosporium 16%
Trichoderma 3% Alternaria 5%
Fusarium 7%
Aspergillus 25%
Rhizopus 3%
Penicillium 15%
Mucor 3% Cladosporium 8%
Rhizopus 3%
Chaetomium 8%
Penicillium 25%
Cladosporium 11%
Paecilomyces 2% Mucor 2%
24 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Acremonium 4%
Otros 14%
Alternaria 9%
Trichoderma 4%
Rhizopus 4%
Chaetomium 1%
Paecilomyces 3% Mucor 1%
Aureobasidium 5%
Chaetomium 2%
Phoma 5%
Mucor 5%
Cladosporium 13%
Fusarium 8%
Penicillium 16%
Diferentes tipos de desastres que pueden afectar a los archivos | 25
1.4.1. Inundación
Cajas mojadas.
Crecimiento del volumen de las cajas que Desplazamiento de la documentación por la fuerza
sobrepasan los anaqueles de la estantería. del agua de una inundación.
Diferentes tipos de desastres que pueden afectar a los archivos | 27
1.4.2. Incendio
Documentos carbonizados.
1.4.3. Microorganismos
2. Plan de prevención
El plan de prevención en realidad está constituido por varios planes parciales (ver mate-
riales de trabajo C.1), como el de emergencias o los protocolos de actuación, pero,
antes de entrar a elaborar el plan de prevención, desarrollando sus diferentes partes, hay
que hacer un estudio previo de los posibles riesgos potenciales. De hecho, la única ga-
rantía de que un archivo tenga un funcionamiento normalizado dentro de unos paráme-
tros estándar de conservación pasa por llevar un riguroso control del edificio y las insta-
laciones del archivo y por elaborar los planes citados.
Debe realizarse una revisión a fondo del edificio, los equipamientos y las instalaciones en
que se halla el archivo, y de sus fondos documentales, para detectar los posibles pro-
blemas existentes y realizar una serie de propuestas de mejora; de no ser así, nos será
prácticamente imposible poder elaborar un plan de prevención o de emergencia, ya que
los problemas existentes y el día a día del archivo imposibilitarán que el archivero esta-
blezca las bases de futuro respecto a la conservación de los documentos de archivo.
En primer lugar, el técnico de archivos deberá situarse geográficamente y realizar una re-
lación exhaustiva de los condicionantes exteriores del edificio en que está situado el ar-
chivo. Debe tener muy presentes cuáles son las condiciones climáticas y sus variantes,
a lo largo de las estaciones, estableciendo las condiciones máximas y mínimas que se
dan a lo largo del año; estos datos pueden obtenerse de los servicios de meteorología.
A continuación debería conocer el terreno y sus características geográficas y orográfi-
cas, para poder determinar el riesgo de movimiento de tierras, de inundación (si está
junto a un antiguo torrente, o cerca del mar, etc.). Asimismo, hay que saber si se trata
de una zona muy contaminada, si el edificio está cerca de una gasolinera o cualquier
otra circunstancia que pueda incidir en la conservación del material. También es muy im-
portante la periferia del archivo, si es una zona muy degradada de la ciudad, si es una
zona con elementos sociales conflictivos, o bien si el edificio está rodeado de puntos de
riesgo como parques con riego automático, zona de obras, si hay cañerías generales de
agua junto al edificio, etc.
Una vez conozcamos los riesgos potenciales de la periferia del edificio, pasaremos a
establecer los riesgos interiores tanto del edificio en general como del depósito. Ello po-
dremos hacerlo con un examen exhaustivo de las cubiertas del edificio, las ventanas y
las claraboyas, comprobando que estén bien selladas, que cierren bien y que no ten-
gas pérdidas. También deberíamos comprobar que los bajantes de agua de lluvia estén
en buen estado, limpios y sin ningún impedimento para desaguar. Debe revisarse que
las paredes no tengan grietas ni agujeros y localizar las zonas de humedad por capila-
ridad.
32 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
En cuanto a las instalaciones, comprobaremos que las tuberías por las que pasa el agua
no tengan algún escape y estableceremos el recorrido interno para evitar que pasen por
dentro del depósito. Hay que comprobar que las instalaciones eléctricas estén recu-
biertas con materiales de alta seguridad y que no pasen por dentro de los depósitos.
Debe constatarse la existencia de sistemas de extinción de incendios, deshumidifica-
dores y sistema de climatización, que deberían funcionar correctamente y pasar revi-
siones periódicas, ya que son la garantía para poder evitar futuros desastres dentro del
edificio.
Esta revisión estructural y de las instalaciones del edificio debe ser extremadamente ri-
gurosa en los espacios destinados a depósito, ya que es un lugar en el que la docu-
mentación pasa la mayor parte del tiempo y las condiciones del mismo deberían ser de
extrema calidad para poder cumplir con los estándares de conservación. En este senti-
do, el mobiliario es un punto muy importante de cara a la conservación de los docu-
mentos de archivo. Este mobiliario debe adaptarse a la tipología documental y a sus for-
matos, debe ser un mobiliario bien ventilado, que no desprenda gases acidificantes, que
proteja y siempre es aconsejable que sea metálico.
En esta guía, para facilitar la revisión tanto exterior como interior del edificio de archivo,
se proponen varios modelos de tests de evaluación de puntos de riesgo. Uno está refe-
rido al exterior del edificio, otro, al interior del edificio, y el tercero se refiere a las instala-
ciones existentes, sobre todo, del depósito. Y uno concretamente se refiere al tema de
la limpieza, que, en el caso de microorganismos, es fundamental.
Características generales
Elementos constructivos
Cerramientos
2.1.3. Instalaciones
Instalación eléctrica
Instalaciones climáticas
¿Se cuenta con algún sistema para modificar las condiciones ambientales del archivo?
¿Se miden las condiciones climáticas de los depósitos?
¿Queda constancia escrita de las medidas y oscilaciones?
¿Desde cuándo? .....………
¿Qué parámetros climáticos puede modificar en el depósito?
calor frío humidificación deshumidificación ventilación
¿Qué sistema climático existe en el depósito?
calefacción central - con radiadores
calefacción central - por debajo del pavimento
aire acondicionado - general
Plan de prevención | 37
¿Las personas que realizan la limpieza del archivo también realizan la de los depó-
sitos?
¿realizan asimismo la limpieza de las unidades documentales?
¿A quién corresponde dar las directrices de cómo hacer la limpieza de los depósitos y
de la documentación?
a la empresa
al archivo
a otros
¿Cada cuánto tiempo se limpia el depósito?
¿cada cuánto tiempo se friega el suelo del depósito?
¿cada cuánto tiempo se barre?
¿Qué utensilio se emplea?
escoba mopa aspirador
¿Está prevista la limpieza de la documentación o unidades de protección?
¿cada cuánto?
¿cada cuánto se quita el polvo de encima de las cajas de documentación?
¿Qué utensilio se emplea?
plumero aspirador
trapos papel
¿Al mismo tiempo que se realiza la limpieza se podría controlar la actividad biológica, las
alteraciones mecánicas, etc.?
Detectados los problemas del edificio o los posibles puntos de riesgo, hay que buscar
las soluciones más adecuadas en cada caso, con el fin de minimizar el impacto que pue-
den llegar a tener a nivel de preservación. Sin tener resueltos estos problemas detecta-
dos, es muy difícil que podamos avanzar en un plan de prevención, ya que, como
hemos comentado, este plan debe constar de un plan de emergencia, de unos proto-
colos de actuación y de un plan de conservación y restauración de los fondos. Si no so-
lucionamos los problemas detectados, la confección de estos planes se complicará
mucho, ya que partiremos de una base que por sí misma ya constituye un peligro po-
tencial que puede acabar en desastre.
Nos encontraremos con que hay unos puntos relativamente fáciles de solucionar y otros
que implican obras o cambios de equipamiento o de instalación que son mucho más di-
fíciles de conseguir, tanto por su coste económico como por el jaleo que provocan, ya
que a menudo supone tener que cerrar el archivo al público, cosa siempre harto com-
plicada. En esos casos, debe realizarse una planificación, junto con la Administración, a
40 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
medio y largo plazo, para intentar cambiar estos aspectos negativos. Y si no es posible,
debería pensarse en cambiar la ubicación del archivo.
Una vez se haya realizado esta evaluación, debe pasarse a establecer un orden de
prioridades para saber qué documentación debe ser simplemente microfilmada o di-
gitalizada, la que debe pasar antes por un proceso de restauración y la que, por su
valor jurídico, administrativo o histórico, requiere un tratamiento especial. Por ello,
deberemos establecer una especie de test en el que quedarán reflejados estos
puntos.
Para llevar a cabo el trabajo de revisión y control, proponemos una ficha que facilitará la
labor de evaluar el estado de conservación de las colecciones. Esta ficha propuesta es
simplemente un modelo que cada profesional deberá adaptar a sus necesidades; la
ficha está pensada para dar la máxima información posible acerca del estado de con-
servación de un solo libro o documento, serie documental o colección fotográfica.
Las fichas (ver materiales de trabajo B) están divididas en las partes siguientes:
Identificación: aquí habrá que identificar claramente la obra, explicitando el tipo de do-
cumento, título, autor, editor, medidas, ubicación, registro, etc.
Características de los materiales: en este apartado se hará una descripción del docu-
mento. En el caso de los libros, deberemos describir, por un lado, el bloque del libro y,
por el otro, la encuadernación. Haremos una descripción de los materiales constitutivos
y de la técnica de reproducción si se trata de obra gráfica o fotografía.
sustentado (tintas, pigmentos, etc.); por la otra, haremos la descripción del estado de
conservación de todos los elementos de la encuadernación.
En el caso de que se trate de un documento suelto (grabado, mapa, plano, etc.), cum-
plimentaremos la ficha del fondo documental.
Estas fichas deben ser una herramienta de trabajo que permita evaluar el estado de con-
servación de los fondos documentales, pero son los profesionales quienes deberán
adaptarlo a las necesidades concretas de los fondos.
IDENTIFICACIÓN
Documentación textual
Tipos de documento
Documentación gráfica
Tipos de documento
Soporte
Sustentado /Técnica
Dimensiones, ............... alto ............... ancho ...............
datación
autor
notario
abajo firmantes
otros
Serie / colección
topográfico / localización
núm. cajas ............... núm. expedientes ............... núm. volumen ...............
ESTADO DE CONSERVACIÓN
Soporte
Fisicomecánica Manchas Estructura
arrugas suciedad frágil
pliegues grasa / dedos acidez
enrollamiento colas infección
ondulación / curvamiento cinta adhesiva - celo intervenciones anteriores
oxidación - (grapas, clips) ...............
pérdida de soporte humedad ...............
galerías de insecto tintas ...............
rasgados / cortes moho ...............
bordes rotos “foxing” ...............
erosión / desgaste cambio tonalidad
fragmentado ...............
Elementos sustentados
Pérdida o laguna
desvanecimiento / pérdida de la intensidad
corrosión de tintas
VALORACIÓN
B = bueno R = regular M = malo
OBSERVACIONES
Plan de prevención | 43
Protección
encuadernación nueva restaurada
caja funda
carpeta camisa
tubo
REVISIÓN
fecha .....……… confeccionada .....………
finalidad .....……… ratificada .....………
44 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
ESTADO DE CONSERVACIÓN
Bloque soporte
Fisicomecánica Manchas Estructura
arrugas suciedad frágil
pliegues grasa / dedos acidez
rasgados / cortes colas infección
bordes rotos cinta adhesiva - celo intervenciones anteriores
erosión / desgaste oxidación (grapas, clips)
galerías de insecto humedad
pérdida de soporte moho
“foxing”
cambio tonalidad
Elementos sustentados
pérdida o laguna desvanecimiento / pérdida de la intensidad corrosión de tintes
.............. .............. ..............
Encuadernación
Cosido hojas sueltas descosido
cabezadas rotas pérdidas
guardas rotas pérdidas
cubiertas / tapas desgastadas / erosionadas deformadas rotas pérdidas
lomo todo superior/cabeza inferior/pie
desgastado
roto
perdido
Ornamentación
título / letras desgastado rotas despegado perdido
decoración desgastado rotas despegado perdido
Manchas rotas perdidas
Valoración del estado de conservación: B = bueno R = regular M = malo
Plan de prevención | 45
REVISIÓN
fecha hecha por
finalidad ratificada por
46 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
fonos, etc. Estos planos deben estar al alcance de todos los miembros de la comisión
y de los responsables de las secciones. En el caso de archivos pequeños, hay que dejar
una copia a los vigilantes o personal de seguridad.
5. Es fundamental contar con un plan de evacuación de las personas elaborado por los
bomberos y ese plan debe estar expuesto de forma gráfica en cada planta, para que
todos los trabajadores del archivo puedan conocerlo y saber cómo deben actuar en el
caso de que haya que evacuar el edificio. Es preciso, por lo menos una vez al año, que
se haga un simulacro de evacuación entre los trabajadores, para comprobar que este
plan se conoce y puede llevarse a cabo. Es importante que, si el archivo es grande y
está distribuido en más de una planta, se nombre a un responsable de planta que, en el
caso de que se produzca una emergencia, sea quien dé la alarma a sus compañeros,
les haga cumplir el plan de evacuación y compruebe que no queda nadie en la planta.
6. Deben redactarse unas instrucciones de cómo usar las alarmas, los extintores, el ser-
vicio automático de extinción (si existe) y las puertas antipánico de salida. Estas instruc-
ciones se darán a conocer a todos los trabajadores y se les comunicará cualquier cam-
bio que se produzca. Las instrucciones deben ser comprensibles para todo el mundo.
7. Todas las secciones del archivo deben elaborar una lista de aquellos documentos
que se consideren únicos y cuyo salvamento es prioritario por encima de otros, debién-
dose realizar un plano en el que quedará reflejada topográficamente la situación dentro
de los depósitos de cada sección. Este plano topográfico, junto con la lista, es el que
nos servirá a la hora de poner en marcha el plan de salvamento, para priorizar la salida
de estos documentos del lugar siniestrado.
Esta lista debe quedar reflejada de forma gráfica en un plano de los depósitos, y los do-
cumentos deben quedar indicados sin equivocación en el plano y físicamente (con ad-
hesivos de colores) en las estanterías, compactos o cómodas. Ello nos facilitará el sal-
vamento prioritario tanto por parte de los bomberos como del equipo que debe realizar
las labores de salvamento.
8. La comisión que elabore el plan de prevención también será la encargada de realizar
el plan de emergencia y de establecer los protocolos de actuación. Se realizarán tantos
protocolos como se considere necesario, en función de los riesgos que se hayan de-
tectado en el edificio y las instalaciones y en función de si se han resuelto del todo, par-
cialmente o no se han podido solucionar.
Los protocolos más habituales serán los de inundación, incendio y microorganismos,
pero, de existir un riesgo evidente de robo o cualquier otra circunstancia, deben hacer-
se protocolos específicos para poder cubrir esas situaciones. El plan de emergencia y
los protocolos de actuación deben quedar por escrito que los miembros de la comisión
y los responsables de las secciones deben contar con una copia, para saber en todo
momento cómo actuar cuando se produce una circunstancia de desastre.
48 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
9. Todas las secciones del archivo deben contar con una copia del plan de evacuación
y del plan de emergencia y los protocolos de actuación, ya que deben tener la máxima
difusión entre las personas que trabajan en el archivo que, además, deben entenderlo y
saber cuál debe ser su actuación. Cada vez que se produzca cualquier cambio en estos
planes, deberá comunicarse a todo el personal.
Es muy importante que los trabajadores participen de forma directa en la planificación
del salvamento de los documentos considerados prioritarios, ya que son ellos quienes
conocen mejor los depósitos y su situación topográfica y, probablemente, participarán
en el plan de salvamento.
La realidad de los archivos en Cataluña es que el 80% son de tamaño pequeño, en los
que trabajan dos o tres personas como máximo. Incluso se da el caso de que en algu-
nos archivos no hay ninguna persona fija y es un archivero itinerante quien se encarga
del mismo. En estos casos, el plan de prevención deberá adaptarse al tipo de archivo y,
evidentemente, a la tipología documental y la comisión que deberá velar por el plan de
prevención la formarán aquellas personas que trabajen en él. En los archivos que no tie-
nen personal dijo o en los que hay una sola persona, es recomendable pedir a la una
empresa especializada en la conservación y restauración de documentos de archivo que
nos ayude a elaborar ese plan, contando con la colaboración, totalmente necesaria, de
los bomberos y de los funcionarios que trabajen en la institución.
Plan de prevención | 49
DIRECCIÓN
CREACIÓN DE COMISIÓN
ASIGNACIÓN DE RESPONSABILIDADES
MIEMBROS DE
LA COMISIÓN
EVALUACIÓN DE RIESGOS
ELABORACIÓN DE FORMULARIOS EVALUADORES
1. Evacuar el edificio
Si es preciso, siguiendo el plan de evacuación en caso de emergencia establecido por
los bomberos o especialistas en seguridad. La aplicación de este plan de evacuación es
responsabilidad directa del director del archivo o de la persona que, en aquellos mo-
mentos, esté desempeñando esas funciones.
El personal del archivo debe conocer el plan de evacuación y cómo actuar durante su
aplicación. Todo plan de actuación debe mantenerse al día y deben efectuarse simula-
cros de vez en cuando para asegurar que está bien, es comprensible y conocido por
todos y es factible aplicarlo.
Y avisar a los bomberos para que apaguen el incendio o extraigan el agua acumula-
da. En este momento el responsable del archivo será quien podrá informar a los
bomberos de dónde están situados los documentos considerados clave, para
que, una vez controlado el problema, pueda procederse al salvamento de forma prio-
ritaria.
El equipo de salvamento debe estar formado por varias personas, cuyo número estará
en función del volumen de documentación afectada y del recorrido que deberá hacerse
para sacar la documentación de los depósitos. El equipo de salvamento lo dividiremos,
según las tareas a realizar, entre las personas que entrarán en los depósitos a sacar do-
cumentación: las que la llevarán al exterior y las que deben efectuar el traslado de esta
documentación a un espacio que reúna las condiciones adecuadas (ver capítulo 3 apar-
tado 3.3) para iniciar el plan de recuperación.
Es muy importante hacer esta selección, ya que, a menudo, por querer salvar toda la
documentación, se han producido graves problemas de conservación en determinados
documentos, que, por sus características, son de extrema importancia y valor.
Es de gran importancia que este equipo funcione a la perfección, sin dudas y siguiendo
unas pautas de actuación marcadas por los conservadores-restauradores y siguiendo el
orden establecido de prioridades.
Debemos tener en cuenta que una documentación que haya sufrido cualquier agresión
de agua, fuego o microorganismos será mucho más susceptible de sufrir problemas de-
rivados de esas agresiones en el futuro.
PLAN DE EMERGENCIA
PANELES SIMULACRO
INDICADORES DE EVACUACIÓN
ANUALMENTE
DIFUSIÓN
Dentro del plan de prevención existe una serie de aspectos que deben controlarse de
forma especial y continuada. Estos, junto con el plan de emergencia y los protocolos de
actuación, constituirán el núcleo central del plan de prevención de desastres.
1. Debe controlarse que en todo el edificio, y especialmente en los depósitos, haya de-
tectores de incendio y que éstos estén conectados a una alarma sonora. Tienen que ser
distintos con varios tipos de respuesta (de humo, de llama, termovelocímetro, etc.) para
poder cubrir cualquier circunstancia y asegurar que, si uno falla, tendremos otros que
pueden responder. Estos detectores deben ser revisados y hay que comprobar que fun-
cionen correctamente.
Las instalaciones eléctricas no deberían pasar por el interior de los depósitos, pero, si
existen, deben controlarse periódicamente para detectar problemas de cortocircuitos,
enchufes que no funcionan, luces que se funden con frecuencia, etc, y exigir que las ins-
talaciones sean de alta seguridad.
2. Deben realizarse revisiones periódicas de todas las tuberías y los bajantes de agua
del edificio, especialmente si los hay dentro de los depósitos. Hay que recordar que den-
tro de los depósitos no tiene que haber ninguna tubería de agua, pero, si es inevitable,
intentaremos que cambien las tuberías por otras de alta seguridad de monocapa.
Si se detecta alguna pared o zona con humedades por capilaridad, aparte de intentar
solucionar el problema, tal y como hemos comentado antes, realizaremos controles pe-
riódicos para constatar que el problema detectado no se vuelva a repetir. Incluso pode-
mos, en zonas de alto riesgo de inundación, instalar dispositivos de alarma de inunda-
ciones.
Debe evitarse que dentro del depósito haya elementos no propios de un depósito de ar-
chivo, como muebles viejos de madera, ordenadores que no sirven, plantas, etc. Debe
procurarse que el depósito no haga las veces de almacén, ya que este tipo de materia-
les suele ser un foco de polvo y propicia las infecciones.
56 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Plan de recuperación | 57
3. Plan de recuperación
A través de este plan podremos dimensionar el desastre con exactitud, y ello nos obliga-
rá a establecer unos criterios de selección de los documentos, que prioritariamente
deben recuperarse, y del tipo de intervención que hay que hacer. También nos obligará a
dimensionar la temporalidad de la intervención y del restablecimiento de la normalización.
de información que se podrá recuperar. A menudo la información es tan poca que hay
que dedicar los esfuerzos a recuperar los que realmente tengan información.
5. Recursos humanos y económicos con que se cuenta: deben valorarse los costes
económicos que supondrá la recuperación de la documentación y los recursos huma-
nos con que contamos, ya que en todo desastre tanto el salvamento como la recupe-
ración suelen ser muy caros. Debe contratarse a personas que materialicen el plan de
recuperación y los costes económicos son muy elevados. Por ello es muy importante,
antes de iniciar la acción, valorar, con todos los parámetros antes citados en los puntos
anteriores, qué y cuánta documentación y en qué orden de prioridad actuaremos.
Es muy normal que ante un desastre, el propio deseo de poder reparar el daño nos lleve
a cometer el error de no seleccionar los documentos a tratar. Pero si nos paramos a
pensar en los diferentes modelos de archivo existentes, veremos que no todos los ar-
chivos tienen el mismo valor, ni todos tienen documentación original exclusivamente.
Pensemos, por ejemplo, en los archivos de gestión: éstos, por muy importantes que
sean y por muy importante y concreta que sea su función, es más que probable que
puedan recuperarse a base de copias extraídas de los propios ordenadores o de copias
en papel que puedan tener las diferentes personas y los organismos implicados. Por el
contrario, en los archivos históricos o especializados, la mayoría de documentos son ori-
ginales y a menudo únicos, y éstos, aunque no tengamos copias, deberán intentarse re-
cuperar, aunque, a veces, las degradaciones sufridas son tan grandes que es práctica-
mente imposible; en última instancia, será el especialista en conservación y restauración
quien valorará las posibilidades de recuperación.
Según el tipo de desastre que se haya producido, debe tenerse claro cuál es el objetivo
final. A grandes rasgos, en el caso de inundación, será el secado, en el incendio, la rehi-
dratación o el secado y en los hongos o microorganismos, su eliminación. Para alcan-
zar estos objetivos, contamos con varios métodos de intervención; el empleo de unos o
de otros dependerá tanto de los recursos económicos como del alcance del desastre.
3.2.1. Inundación
ros al apagar el fuego o debido a una inundación. También en estos casos, en 72 horas
los microorganismos pueden desarrollarse y la alteración más espectacular que provocan
es un cambio cromático en varias zonas del soporte (manchas de varias coloraciones),
crecimiento de una especie de terciopelo, etc. Pero también provocan un cambio químico
en la estructura molecular de la celulosa y del colágeno. Ello provoca pérdida de resisten-
cia hasta llegar al extremo de la desintegración del soporte, en el caso del papel. Convier-
ten el pergamino en una masa gelatinosa totalmente podrida. Y en el caso de las fotogra-
fías, normalmente, estas situaciones provocan la desaparición de la emulsión.
Para minimizar sus consecuencias, es importante estabilizar el material afectado con la
máxima urgencia posible; para ese objetivo, contamos con varios métodos, que a con-
tinuación pasamos a citar.
El sistema más usado en nuestros archivos para secar la documentación que ha sufri-
do una inundación es el secado por ventilación.
Este sistema consiste en extender la documentación encima de una superficie que per-
mita la ventilación, como podrían ser los palés. Y crear en el espacio un movimiento de
aire con ventiladores, bajar la temperatura por debajo de los 18 ºC y, con la ayuda de
deshumidificadores, reducir la humedad ambiental hasta el 40%. Cuando tenemos la
documentación en esta situación, lo que lograremos es, por un lado, controlar el creci-
miento de microorganismos y, por el otro, con una baja humedad y la ventilación, el se-
cado natural.
Por norma general, cuando se usa este sistema, previamente se ha preparado la docu-
mentación, poniéndola entre hojas de celulosa para absorber el exceso de agua que
pueda contener y con secadores de mano realizar un primer secado.
Bajo este enunciado existen varios métodos de secado por congelación. El tradicional y
más conocido sería congelar la documentación dentro de unos armarios congeladores
aproximadamente a –30 ºC y, sin envolverla, depositarla en unos anaqueles. En este
caso, la congelación nos servirá para evitar el crecimiento de hongos y, con el tiempo,
se irá secando también la documentación.
También debe usarse este método para mantener la documentación estabilizada y po-
derla sacar del congelador poco a poco y proceder a efectuar un secado por ventilación.
Otros métodos más evolucionados son los de congelar la documentación, depositarla
dentro de una cámara de vacío y secarla por sublimación, aumentando la temperatura
por encima de los –20 ºC.
60 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
3.2.2. Incendio
En los incendios, hay que diferenciar muy bien dos tipos de intervención según la de-
gradación que sufra la documentación. Nos podemos encontrar con documentación to-
talmente deshidratada debido a las altas temperaturas del incendio, que sólo tenga los
bordes carbonizados y que, además, haya recibido el impacto directo del agua que han
utilizado los bomberos para apagar el incendio. Si únicamente ha sufrido los efectos del
Plan de recuperación | 61
humo y del hollín, la documentación se verá afectada por suciedad superficial, que es
relativamente fácil de eliminar en según qué soportes. Por el contrario, si la documenta-
ción se ve afectada por la llama o por las elevadas temperaturas que se producen du-
rante el incendio, nos encontraremos con documentos total o parcialmente con cambios
y alteraciones en la estructura física y química del papel. Y en los soportes proteicos
(piel, pergamino) causa deformaciones espectaculares que, en la mayoría de casos,
convierten el documento en una pieza casi irrecuperable.
Por desgracia, a menudo nos encontramos con que es tan o más devastador el pro-
ducto utilizado para la extinción (agua) que el propio incendio. Después de un incendio
y del paso de los bomberos, el panorama que queda es dantesco, ya que la fuerza del
agua a presión tira al suelo los libros y las cajas de documentación, con lo que nos en-
contramos muchos documentos y libros estropeados, amontonados, quemados, moja-
dos y pisados por los propios bomberos y después por el equipo de salvamento.
Rehidratación
En el primer caso, lo que hay que hacer es rehidratar los documentos y, por ello, los tras-
ladaremos dentro de una cámara humidificadora y los mantendremos el tiempo nece-
sario para que recuperen su humedad de equilibrio, lo que se controlará a través de hi-
grómetros de contacto durante todo el proceso. Después de este proceso, se dejará la
documentación a la humedad ambiente para que se estabilice y posteriormente se re-
cortarán los bordes carbonizados con cizalla evitando cortar la grafía. Si los documen-
tos presentan suciedad debida al hollín que se ha desprendido durante la combustión,
se limpiarán a través de aspiración y, si es preciso, por métodos abrasivos.
En el caso de los documentos que han sufrido directamente el efecto del agua usada du-
rante la extinción del incendio, lo primero que se hará es cizallar los bordes carbonizados
para facilitar la manipulación posterior. A continuación, la documentación debe pasar por
un proceso de secado de los anteriormente descritos y, una vez seca, se limpiarán los
documentos que estén sucios de hollín, a través de métodos de aspiración o abrasivos.
3.2.3. Microorganismos
En cualquiera de los casos, el procedimiento a seguir una vez han aparecido los hongos
será siempre el mismo. En primer lugar, conseguiremos un espacio amplio y limpio en el
que se modificarán las condiciones ambientales de temperatura por debajo de los 18 ºC
y humedad relativa alrededor del 50%, y, al mismo tiempo, a través de un sistema de ven-
tilación, hay que obtener el máximo de movimiento de aire para evitar que las esporas pre-
sentes en el ambiente se depositen encima de la documentación y puedan germinar. El si-
guiente paso, si ya ha aparecido el terciopelo, será eliminarlo por métodos de aspiración.
El procedimiento a seguir una vez tenemos la documentación limpia y preparada es
hacer una desinfección. Para ello, contaremos con varios métodos y productos.
Métodos de desinfección
Fumigación por micronebulización
El método más usado hasta el momento es el empleo de fungicidas a través de microne-
bulización. Los fungicidas tradicionales son el ortofenilfenol, el paradiclorbenceno, el bro-
muro de metilo, el timol, etc. El problema es la alta toxicidad de estos productos (la mayo-
ría son mutágenos, cancerígenos y afectan al sistema nervioso), los efectos remanentes que
permanecen en la documentación y la prohibición de su uso por esa toxicidad. Los fungi-
cidas e insecticidas más usados en la actualidad son a base de amonios cuaternarios, pero
también deben enfrentarse a la limitación, cada vez mayor, por parte del Ministerio de Sa-
nidad, para poder usarlos en lugares públicos o en centros en que trabajen personas.
Otro aspecto de estos métodos es que los productos, aparte de tóxico, son muy agre-
sivos tanto para los materiales celulósicos como para los proteínicos, pudiendo llegar a
modificar la estructura molecular de la celulosa y del colágeno. Su uso, desde el punto
de vista de la conservación, es extremadamente limitado y queda prácticamente reser-
vado, única y exclusivamente, en desastres que afecten grandes cantidades de docu-
mentación; la manipulación y la aplicación debe hacerla una empresa especializada.
sas que cuentan con cámara de vacío, correctamente instalada, y con todos los permi-
sos del Ministerio de Sanidad. No hay que recordar que se trata de un método eficaz pero
altamente peligroso y que, si se aplica, deben seguirse escrupulosamente todas las ins-
trucciones y las labores debe realizarlas personal cualificado y entrenado en su uso.
Actualmente, en toda Europa se cuestiona su uso para solucionar problemas de patri-
monio y se limita enormemente a través de normativas, directrices, etc.
Atmósferas controladas
Someter la documentación infectada por microorganismos a una atmósfera con baja hu-
medad relativa y bajo contenido en oxígeno inhibe el crecimiento de los microorganis-
mos, pero no los elimina, por lo que, una vez vuelven a su entorno ambiental, es posi-
ble que inicien de nuevo el proceso de crecimiento. Este es un sistema muy efectivo
para insectos, pero poco efectivo en el caso de microorganismos.
Radiaciones y microondas
Desde hace unos años se está experimentando con diferentes tipos de radiaciones:
gama, roentgen, ultravioletas, etc. Su resultado como germicidas es bastante bueno,
64 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
pero su uso aún es muy limitado, porque provocan cambios en la estructura molecu-
lar de los soportes celulósicos y proteínicos. Las microondas también muestran una
cierta efectividad, pero su gran inconveniente es que no se pueden aplicar en tintas con
cargas metálicas ya que se genera una gran cantidad de calor y pueden calcinar el
papel.
Cuando se produce un desastre debe habilitarse un espacio para poder poner en mar-
cha el plan de recuperación. En un archivo difícilmente encontraremos ese espacio, aun-
que sería lo más deseable por cuestiones de proximidad y facilidad para el traslado de
la documentación afectada. Por ello, debemos contar con un espacio próximo al archi-
vo, a ser posible, amplio, limpio y bien ventilado, en el que podamos extender la docu-
mentación e iniciar el protocolo de actuación previsto para la recuperación.
1. Espacio o local mínimo de 150-250 m2, diáfano, sin muebles, totalmente vacío y muy
limpio. Debe contar con agua corriente y lavabos.
2. Este espacio debe tener un acceso fácil, sin barreras arquitectónicas, sin desniveles.
De existir, deberán habilitarse rampas para acceder del uno al otro o montacargas.
3. Tiene que haber ventanas, que puedan abrirse, para poder ventilar de forma natural
y crear corriente de aire cuando interese. Y, si es posible, también tiene que haber un
espacio exterior donde hacer la limpieza de los documentos que estén muy infectados.
4. La instalación eléctrica del local debe ser potente y debe estar preparada para poder
tener varios ventiladores, deshumidificadores y secadores encendidos al mismo tiempo.
5. El local debe contar con aire acondicionado que nos permita poder bajar la tempe-
ratura hasta los 18 ºC.
6. En este espacio tendremos ventiladores de mucha potencia para mover el aire constan-
temente y deshumidificadores que nos permitan bajar la humedad relativa hasta el 45-50%.
INSTALACIONES
DE AGUA DE ELECTRICIDAD
AGUA CORRIENTE DE ILUMINACIÓN ARTIFICIAL
LAVABOS CORRIENTE ELÉCTRICA POTENTE
VENTILACIÓN
ARTIFICIAL / FORZADA
NATURAL
AIRE ACONDICIONADO
CON VENTANAS
VENTILADORES
ESPACIO EN
EL EXTERIOR
LIMPIAR Y DESINFECTAR
MOBILIARIO
HABILITACIÓN DE LABORES DE
DOCUMENTACIÓN RECUPERACIÓN
PALÉS MESAS
ESTANTERÍAS SILLAS
TRATAMIENTO
Material fungible
– batas y gorros desechables
– guantes de látex y de vinilo
– máscaras para esporas tipo p3
– jabón germicida
– bobinas de papel celulósico
– sprays
– paletinas y pinceles
– agua destilada
– alcohol de 96º
– alcohol de quemar
– recambios de filtros para el aspirador incluidos los HEPA
– papel barrera
– veta
– plásticos
– papel de embalar
– cinta adhesiva
– cordel
– bolsas de basura
– escoba y recogedor
– cajas nuevas para documentos
– carpetas nuevas
– carátulas del archivo nuevas
– etiquetas con goma elástica para identificar
– adhesivos de colores
– cúters y tijeras
– gomas de borrar
– lápices
Plan de recuperación | 67
Material inventariable
– aspiradores con filtro HEPA y sin bolsa, mejor que funcionen con filtro de agua
– recambios de filtros HEPA
– deshumidificadores
– humidificadores
– ventiladores industriales
– secadores de mano de aire frío
– planchas sin vapor
– termohigrómetro digital
– termohigrómetro de espada
– cizalla
– palés
– cajas de plástico agujereadas (como las de fruta)
– maderas de melamina (para hacer de mesa)
– caballetes
– sillas
Este equipo de trabajo debe coordinarlo un conservador-restaurador, pero todas las deci-
siones, tanto las generales como el día a día, se tomarán entre el responsable de los con-
servadores, el director del archivo y la persona que él designe para ayudar en la coordina-
ción del equipo; este grupo puede llamarse de dirección técnica del plan de recuperación.
Una vez tengamos el equipo, que será más o menos grande en función de la magnitud
del desastre y del espacio de trabajo, construiremos varios grupos con diferentes fun-
ciones y esos grupos serán multidisciplinares. Las funciones que deberán desempeñar
las determinará el conservador-restaurador que coordina los trabajos, junto con el equi-
po de dirección. Y cada grupo lo coordinará siempre un conservador-restaurador en
cuanto a la recuperación y un archivero en cuanto a criterios de prioridad según la tipo-
logía documental y el interés desde el punto de vista archivística.
68 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
A menudo los archivos, si no son de gran tamaño, no tienen en su plantilla ningún con-
servador-restaurador; en este caso, deben recurrir a uno que conozcan previamente,
o bien a una empresa especializada en conservación y restauración de documentos de
archivo.
DIRECCIÓN
CONSERVADORES-RESTAURADORES
COORDINACIÓN DE TAREAS DE RECUPERACIÓN
SISTEMA Y MÉTODOS
RECURSOS HUMANOS
CONTROL Y COORDINACIÓN DEL EQUIPO DE TRABAJO
OTROS RECURSOS
- Empresa especializada en conservación
- Empresa de desinfección
- Laboratorio de análisis microbiológicos
- Material / recursos para desarrollar el trabajo
Plan de recuperación | 69
Las personas que tienen el sistema inmunológico deprimido por enfermedades o bien
por estar tomando una determinada medicación deben ir con mucho cuidado a la hora
de trabajar en ambientes que presenten una fuerte carga de microesporas presentes en
el ambiente. Lo más recomendable es que no trabajen en este tipo de situaciones.
Para las personas que no tengan problemas, lo más recomendable para evitar infeccio-
nes es usar un buen equipo de protección personal. Esta protección es externa y su fun-
ción debe ser de barrera para las esporas que se pueden depositar encima de nosotros
o bien que podemos inhalar. Hay microorganismos por todas partes, los encontramos
constantemente en nuestra vida cotidiana y no nos sucede nada. Sin embargo, cuando
debemos actuar en ambientes altamente saturados, debemos protegernos. No debe te-
nerse miedo a trabajar con documentación afectada por microorganismos, ya que, si
vamos bien protegidos, el riesgo de sufrir cualquier patología relacionada es mínimo.
– Protección del pelo con gorros sintéticos desechables para que las esporas no
puedan «pegarse» al pelo.
70 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
– Protección del cuerpo con batas sintéticas desechables. No es preciso que sean
estériles. Éstas desempeñarán la doble función de evitar que nos ensuciemos y nos
aislarán de materiales contaminados por esporas.
– Protección de las manos con guantes de látex o vinilo desechables para evitar el
contacto directo con la documentación mojada, el polvo, el hollín o documentos in-
fectados. Es recomendable que las personas que tengan pequeñas heridas las
protejan con tiritas.
– Para la higiene personal, una vez terminada la jornada, incluso cuando se haga un
descanso, todo el equipo debe lavarse las manos con un jabón especial germi-
cida.
– Todas las personas con problemas inmunológicos, anemia o que estén en trata-
miento de corticoides o antibióticos, mujeres embarazadas y madres que estén
dando el pecho, no pueden trabajar en ambientes altamente contaminados.
Protocolos de actuación en caso de emergencia | 71
Los protocolos de actuación que aquí proponemos son el fruto de la experiencia que
hemos adquirido en los últimos años en diferentes tipos de desastres, pero ya adver-
timos que estos protocolos deben adaptarse a la dimensión del desastre, el tipo de ar-
chivo, la tipología documental y los recursos de espacio y económicos con que conta-
mos. De todos modos, también debemos comentar que hay una intervención mínima
que debe seguir siempre las pautas marcadas, ya que éstas se basan en los estándares.
Al referirnos a inundación, siempre pensamos en agua procedente de una tubería o de
lluvia, pero eso no siempre es así, y tenemos que saber diferenciar las problemáticas que
se producen según el origen de la inundación. Sólo de este modo podremos aplicar, de
forma clara y contundente, los protocolos de actuación.
Si la inundación se ha producido por agua limpia, los principales problemas serán las de-
formaciones, el borrado de tintas y la posibilidad de aparición de microorganismos. Pero
si el agua procede de una inundación, es muy habitual que arrastre barro y residuos, del
mismo modo que si la tubería que se ha roto es la de desagüe de los lavabos, el agua
llevará residuos orgánicos y restos fecales. Por ello, necesitamos dos protocolos dife-
renciados, muy parecidos pero diferenciados, ya que, en el segundo caso, aparte de
secar, deberemos eliminar estos residuos.
En los incendios deberemos establecer dos protocolos de actuación diferenciados, ya
que, a veces, después de un incendio, podemos encontrarnos con documentos que-
mados y deshidratados, pero, en otros casos, aparte de estos problemas, también
están mojados debido a la acción de apagar el fuego con agua. En este caso, aparte
del procedimiento propuesto en el protocolo de actuación en caso de incendio, debe
aplicarse el protocolo de inundación y, si se desarrollan los microorganismos, deberá
aplicarse el protocolo de microorganismos.
La acción de los microorganismos y su grado de destrucción dependerá no tanto de la
extensión, sino del tiempo que han estado actuando y de la penetración dentro de las
fibras del papel o del colágeno. Por ello, proponemos dos protocolos diferenciados, uno
para los brotes de infección y el otro, para las infecciones de larga evolución.
1. Sacar del lugar del siniestro los documentos y trasladarlos a un espacio ya prepa-
rado.
72 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
2. Selección de los documentos que son salvables de los que no lo son; este aspecto
lo determinará el especialista en conservación-restauración.
3. Orden de prioridad: de entre los documentos que son salvables debe establecerse
un orden de prioridades según los criterios establecidos por los archiveros.
4. Congelación y liofilización: si tenemos un gran volumen de documentación, como pri-
mera opción de secado, valoraremos las posibilidades de congelar y liofilizar la docu-
mentación. Esta valoración debe hacerse teniendo en cuenta tanto el aspecto técnico
como el económico y tiene que hacerlo el conjunto de la comisión técnica creada para
afrontar el desastre.
5. Equipo de trabajo: debe organizarse el equipo de trabajo que actuará durante el plan
de recuperación, sea cual sea el método de secado elegido.
Documentación mojada, por inundación, con agua con residuos fecales o barro
4. Antes de que se sequen, eliminar los restos incrustados de aguas fecales haciendo
un baño a los documentos con agua limpia. Si los restos son de barro, se procederá del
mismo modo, pero nos ayudaremos con agua corriente y una paletina o un pincel, ya
que el barro queda muy adherido y es difícil de eliminar.
5. Extraer el exceso de agua: poner hojas de papel celulósico entre los documentos con
un peso encima, o bajo prensa, para evitar deformaciones y facilitar la extracción del
agua, que quedará absorbida por la celulosa. Esta operación debe repetirse varias veces
durante el proceso de secado.
6. Ventilar: una vez tengamos los documentos con la celulosa intercalada entre las hojas, los
depositaremos encima de los palés bajo la corriente de aire de ventiladores preferiblemente
industriales. En el caso de libros, pueden ponerse abiertos de cara a los ventiladores.
Preparación de los depósitos donde deben ser devueltos los documentos después
del tratamiento
1. Limpiar el espacio en que se ha producido el desastre y todo el mobiliario en que
tiene que ir instalada la documentación tratada.
2. Limpieza, revisión y control de los aparatos del aire acondicionado, tubos del aire y
cambio de filtros.
3. Rehabilitar y acondicionar los depósitos.
– Saneamiento del local en caso de humedades localizadas (filtraciones, capilaridad...).
74 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
NOTA:
Hay que hacer un seguimiento de esta documentación y controlar su estabilidad y el posible
crecimiento de microorganismos. Este control se realizará a través de exámenes organolépti-
cos, controles de humedad y temperatura y análisis microbiológicos. Debe hacerse un infor-
me detallado explicando cada una de las actuaciones llevadas a cabo y los procedimientos
utilizados. Este informe irá acompañado de las analíticas microbiológicas, de fotografías que
reflejen todo el proceso y una lista de los documentos que se han visto afectados. Por último,
se harán unas recomendaciones de conservación y control de la documentación tratada.
EXTRACCIÓN DE EXPEDIENTES
NO SOLUBLES SOLUBLES
PROCESOS DE SECADO
Extracción del exceso de agua
Congelación y liofilización
Ventilación
Secado por sistema mecánico
PROTEGER
con carátulas y cajas de conservación
1. Sacar del lugar del siniestro los documentos y hacer su traslado a un espacio ya pre-
parado.
2. Separación de los documentos que sólo están quemados de los que están quema-
dos y mojados, por la acción de haber apagado el incendio.
3. Selección de los documentos que son salvables de los que no lo son. Este aspecto
lo determinará el especialista en conservación-restauración.
4. Orden de prioridades: de entre los documentos que son salvables debe establecer-
se un orden de prioridades según los criterios establecidos por los archiveros.
6. Equipo de trabajo: debe organizarse el equipo de trabajo que actuará durante el plan
de recuperación, sea cual sea el método de secado elegido.
4. Recortar con cizalla los bordes quemados, evitando cortar las letras o la información.
5. Limpiar con aspirador para eliminar lo máximo posible las cenizas más adheridas.
3. Extraer el exceso de agua: poner hojas de papel celulósico entre los documentos con
un peso encima, o bajo prensa, para evitar deformaciones y facilitar la extracción del
agua, que quedará absorbida por la celulosa. Esta operación debe repetirse varias veces
durante el proceso de secado.
4. Recortar con cizalla los bordes quemados, evitando cortar las letras o la información
(sólo márgenes).
5. Secar: después de recortar los márgenes se procederá a realizar todo el proceso nor-
mal de secado y ventilación siguiendo las indicaciones del protocolo de inundación.
6. Limpieza: cuando los documentos estén secos, sea por secado natural, ventilación
o por congelación y liofilización, se procederá a limpiar el hollín, con métodos de aspi-
ración.
Posteriormente se eliminará el hollín o las cenizas más incrustadas con métodos abra-
sivos, gomas de borrar, polvo de goma, etc.
NOTA:
Si, pese a todos los esfuerzos, aparecen los microorganismos en los documentos que-
mados y mojados, se aplicará el protocolo de actuación en caso de microorganismos.
Protocolos de actuación en caso de emergencia | 77
Preparación de los depósitos donde deben ser devueltos los documentos después
del tratamiento
2. Limpieza, revisión y control de los aparatos del aire acondicionado, tubos del aire y
cambio de filtros.
NOTA:
RECORTAR
con cizalla los bordes quemados
PROCESOS DE SECADO
Congelación y liofilización
Ventilación
LIMPIAR
con paletina o pincel los restos de ceniza u hollín
RECORTAR
con cizalla los bordes quemados
LIMPIAR
con aspirador
HIDRATACIÓN DE LA DOCUMENTACIÓN
ESTABILIZAR HIGROSCÓPICAMENTE
PROTEGER
con carátulas y cajas de conservación
TRASLADAR
a los diferentes depósitos habilitados
Protocolos de actuación en caso de emergencia | 79
3. Sacar del lugar del siniestro (infección) los documentos y realizar su traslado a un es-
pacio ya preparado.
6. Equipo de trabajo: debe organizarse el equipo de trabajo que actuará durante el plan
de recuperación. El tratamiento se realizará siempre bajo la supervisión de un especia-
lista en conservación-restauración de documentos de archivo.
2. Eliminar las cajas, las carpetas y los contenedores infectados, salvo ejemplares sin-
gulares o característicos, que se recuperarán con una buena limpieza y desinfección
previas.
La eliminación de las cajas debe hacerse por combustión para evitar la contaminación
ambiental; para este trabajo se contratará a una empresa especializada en la eliminación
de residuos biológicos.
80 | Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
Si se determina que debe hacerse una desinfección química a poder ser, se contratará
a una empresa de desinfección especializada, en materiales de archivo, exigiéndose que
el sistema de aplicación y el producto activo no perjudiquen la documentación.
Revisión de todos los fondos del depósito en que se ha detectado la infección. Si se de-
tectan más documentos infectados, deben marcarse e identificarse de una forma rápi-
da y de fácil visualización.
2. Eliminar las cajas, las carpetas y los contenedores infectados, salvo ejemplares sin-
gulares o característicos, que se recuperarán con una buena limpieza y desinfección
previas. La eliminación de las cajas debe hacerse por combustión para evitar la conta-
minación ambiental; para este trabajo se contratará a una empresa especializada en la
eliminación de residuos biológicos.
(HEPA), con el fin de eliminar los restos del terciopelo del micelio. Es conveniente
que el aspirador cuente con un accesorio con boca de cepillo recambiable para
poder incidir más directamente sobre la documentación.
b) Repaso con paletina o pincel de las partes con mayor dificultad o suciedad
(lomos, pliegues de planos, etc.).
c) Aplicación puntual de alcohol y agua al 70%: aplicar una disolución de alcohol y
agua al 70% a la documentación mediante el procedimiento que se considere
más adecuado en función de las características y el estado de conservación de
los documentos y el tipo de ataque microbiológico detectado. Por lo general lo
aplicaremos con papel celulósico (o paño de algodón) por fricción dejando que se
seque unos minutos y procurando que no se humedezca en exceso.
NOTA:
Preparación de los depósitos donde deben ser devueltos los documentos después
de su tratamiento
2. Limpieza, revisión y control de los aparatos del aire acondicionado, tubos del aire y
cambio de filtros.
4. Desinfección química: dentro de los depósitos se hará una desinfección con pro-
ductos químicos, preferentemente disueltos en alcoholes, para evitar un exceso de hu-
medad en los depósitos tratados. Esta desinfección debe realizarla una empresa de de-
sinfección especializada en materiales de archivo.
Con este tipo de infección, es conveniente, realizar una limpieza y desinfección de los
aparatos y las máquinas del aire acondicionado de todo el edificio.
NOTA:
PROCESOS DE LIMPIEZA
Aspiración superficial de los documentos.
Aspiración inferior de los documentos infectados hoja a hoja.
Repaso con paletina de las partes más débiles y restos de suciedad.
Aplicación puntual por contacto de la disulución alcohólica (70%)
RECORTAR
LOS MÁRGENES DEL
SOPORTE PARA
ERRADICAR LA INFECCIÓN
DESINFECCIÓN QUÍMICA
Empresa de desinfección
PROTEGER
con carátulas y cajas de conservación
TRASLADAR
a los diferentes depósitos habilitados
Protocolos de actuación en caso de emergencia | 85
Sistema de limpieza y eliminación de terciopelo sobre documentación infectada (con aspiración y paletinas).
1. Tablas de Alteraciones
1.1. Provocadas por inundaciones
Elementos sustentados-tintas
– falta de contraste-oscurecimiento del
soporte
– descamación de tintas
– craquelados de les capas pictóricas
– falta de adhesión-desprendimientos
Acremonium sp.
Cladosporium sp.
dic-97 BCN 1010 Geothichum sp. – docs.
Penicillium sp.
Rhotodorula sp.
Año 1998
Alternaria tenuis
Aspergillius fumigatus
Aspergillius niger
Chaetonium globosum
nov.-98 Tarragona 1013 – docs.
Cladosporium herbarum
Mucor mucedo
Penicillium rugulosum
Rhizopus arrhizus
Año 1999
Chaetomium sp.
Cladosporium cladosporioides
Cladosporium sphaerospermum
feb.-99 BCN 1012 – docs.
Penicillium subgen
Aspergilloides
Saccharomyces sp.
Alternaria tenuis
Aspergillius fumigatus
may-99 Tarragona 1013 Chaetonium globosum – ambiental
Cladosporium herbarum
Penicillium rugulosum
Aspergillus terreus
Cladosporium cladosporoides
Cladosporium globosum
Cladosporium macrocarpum
juli.-99 BCN 1012 – docs.
Cladosporium sphaerospermum
Paecilomyces inflatus
Penicillium sp.
Rhizopus stlonifer
Anexos | 99
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 1999
Aspergillius niger
Acremonium strictum
oct.-99 Girona 1014 Trichoderma viride – ambiental
Rhotodorula sp.
Ulocladium chartarum
Año 2000
Aspergillius niger
Aureobasidium pullulans
Chaetomium globosum
Cladosporium herbarum
jun.-00 BCN 1012 Penicillium frequens – docs.
Penicillum notatum
Trichoderma viride
Rhotodorula sp.
Ulocladium chartarum
Aspergillius niger
Aspergillius ochracens
Chaetomium globosum
Chaetomium funicula
jun.-00 BCN 1010 Cladosporium herbarum – docs.
Penicillium frequens
Penicillum sp.
Rhizopus sp.
Rhotodorula sp.
Año 2001
Acremonium strictum
Alternaria tenuis
Aspergillus niger
Chaetomium globosum
sep.-01 BCN 1012 – docs.
Cladosporium herbarum
Penicillum chrysogenum
Penicillium velutinum
Ulocladium chartarum
Aspergillus fumigatus
oct.-01 BCN 1010 Bacillus subtilis ambiental
Aspergillus niger
Arthrinium aureum
Arthrinium phaeospermum
Chaetomium globosum Bacillus subtilis
nov.-01 BCN 1010 docs.
Cladosporium herbarum Pseudomonas
Paecilomyces varioti fluorescens
Phoma herbarum
100 |Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2002
Chaetomium globosum Bacillus subtilis
may-02 BCN 1003 docs.
Flavobacterium sp.
Aspergillus fumigatus
Aspergillus niger
Chaetomium globosum
oct.-02 BCN 1010 Bacillus subtilis docs.
Penicillium meleagrinum
Penicillium rugulosum
Penicillium velutinum
Año 2003
Acremonium strictum
Aspergillus niger
Chaetomium globosum
enero-03 BCN 1016 Fusarium moniliforme Bacillus subtilis docs.
Penicillium lilacinum
Penicillium rugulosum
Trichoderma viride
Acremonium strictum
jun.-03 BCN 1012 Chaetomium globosum Bacillus subtilis docs.
Penicillium rugulosum
Aspergillus niger
jun.-03 BCN 1010 Bacillus subtilis docs.
Chaetomium globosum
Aspergillus niger
Chaetomium globosum
nov.-03 BCN 1010 Cladosporium herbarum Bacillus subtilis docs.
Penicillium rugulosum
Trichoderma viride
Bacillus spp.
nov.-03 BCN 1001 Aspergillus fumigatus Micrococcus spp. docs.
Enterobacteriaceae
Acremonium strictum
Aspergillus fumigatus
Bacillus spp.
Aspergillus niveus
Bacillus subtilis
Aspergillus ochraceus
Enterobacteriaceae
Aspergillus versicolor
Micrococcus luteus
nov.-03 LLEIDA 1002 Beauveria bassiana docs.
Micrococccus spp.
Chaetomium globosum
Micrococccus varians
Cladosporium herbarum
Staphylcoccus epidermidis
Mucor mucedo
Streptomyces sp.
Penicillium meleagrinum
Scopulariopsis brevicaulis
Anexos | 101
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2003
nov.-03 BCN 1003 Penicillium rugulosum Bacillus subtilis docs.
Acremonium strictum
Alternaria tenuis
Aphanocladium album
Aspergillus flavus
Aspergillus fumigatus
Bacillus spp.
Aspergillus niger
nov.-03 BCN 1004 Bacillus subtilis máquinas
Aspergillus ochraceus Micrococcus luteus
Cladosporium herbarum
Fusarium moniliforme
Monilia sitophila
Mucor mucedo
Paecilomyces variotii
Alternaria tenuis
Aspergillus fumigatus
Bacillus spp.
Aspergillus niger
Bacillus subtilis
Chaetomium globosum
Micrococcus luteus
nov.-03 BCN 1004 Cladosporium herbarum ambiental
Fusarium moniliforme Micrococcus spp.
Staphylcoccus epidermidis
Penicillium rugulosum
Streptomyces sp.
Rhizopus arrhizus
Saccharomyces cerevisiae
Alternaria tenuis
Bacillus subtilis
Aspergillus fumigatus
Enterobacter sp.
nov.-03 BCN 1004 Cladosporium herbarum docs.
Micrococcus luteus
Fusarium moniliforme
Proteus sp.
Penicillium rugulosum
Año 2004
Alternaria tenuis
Chaetomium globosum
Cladosporium herbarum
ene.-04 LLEIDA 1002 Bacillus subtilis docs.
Fusarium moniliforme
Penicillum rugulosum
Rhodotorula glutinis
Acremonium strictum
Aspergillus niveus Bacillus subtilis
Chaetomium globosum Enterobacteriaceae
abr.-04 BCN 1005 docs.
Penicillium citrinum Proteus spp.
Penicillum rugulosum Staphylcoccus epidermidis
Ulocladium chartarum
102 |Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2004
Chaetomium globosum
Bacillus subtilis
Penicillum rugulosum
abr.-04 BCN 1006 Enterobacteriaceae docs.
Ulocladium chartarum
Proteus spp.
Rhizopus arrhizus
Bacillus spp.
juli.-04 Maresme Aspergillus flavus
1007 Aspergillus ochraceus Micrococcus luteus docs.
Micrococcus spp.
Alternaria tenuis
Aspergillus fumigatus Bacillus spp.
oct.-04 BCN 1004 Cladosporium herbarum Bacillus subtilis máquinas
Fusarium moniliforme Micrococcus spp.
Penicillium rugulosum
Alternaria tenuis
Aspergillus niger Bacillus spp.
Cladosporium herbarum Bacillus subtilis
1004 Fusarium moniliforme Enterobacteriaceae ambiental
oct.-04 BCN Penicillum frequentans Micrococcus luteus
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2004
Bacillus spp.
oct.-04 BCN 1004 Cladosporium herbarum Bacillus subtilis docs.
Micrococcus luteus
Acremonium strictum
Aspergillus fumigatus
Bacillus spp.
Aspergillus niveus
Bacillus subtilis
Aspergillus ochraceus
Enterobacteriaceae
Aspergillus versicolor
Micrococcus luteus
nov.-04 LLEIDA 1002 Beauveria bassiana docs.
Micrococcus spp.
Chaetomium globosum
Micrococcus varians
Cladosporium herbarum
Staphylococcus epidermidis
Mucor mucedo
Streptomyces sp.
Penicillum meleagrinum
Scopulariopsis brevicaulis
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2005
abr.-05 R. Vallès 1011 Penicillum corylophilum NC docs.
Acremonium strictum
abr.-05 R. Vallès 1011 Alternaria tenuis NC techo
Penicillum corylophilum
Alternaria tenuis
Aspergillus fumigatus
Aureobasidium pullulans
Cladosporium herbarum Bacillus spp.
Fusarium moniliforme Bacillus subtilis
abr.-05 BCN 1004 máquinas
Fusarium sp. Micrococcus luteus
Mucor mucedo Micrococcus spp.
Penicillium rugulosum
Phoma herbarum
Rhizopus arrhizus
Alternaria tenuis
Aspergillus niger
Aureobasidium pullulans Bacillus spp.
Cladosporium herbarum Bacillus subtilis
abr.-05 BCN 1004 Penicillium rugulosum Micrococcus luteus ambiental
Phoma herbarum Micrococcus spp.
Rhizopus arrhizus Staphylococcus epidermis
Rhosotorula glutinis
Trichoderma viride
abr.-05 BCN 1004 Cladosporium herbarum Bacillus subtilis docs.
Cladosporium herbarum
abr.-05 BCN 1010 NC ambiental
Penicillum rugulosum
Bacillus subtilis
abr.-05 BCN 1010 Penicillum rugulosum pared
Enterobacteriaceae
Cladosporium herbarum
abr.-05 BCN 1010 NC máquinas
Penicillum rugulosum
jun.-05 BCN 1010 NC NC docs.
Aspergillus niger
Bacillus spp.
Cladosporium herbarum
jun.-05 BCN 1010 Bacillus subtilis máquinas
Penicillum rugulosum
Micrococcus luteus
Saccharomyces cerevisiae
Acremonium strictum Bacillus spp.
Alternaria tenuis Bacillus subtilis
juli.-05 BCN 1005 docs.
Cladosporium herbarum Enterobacteriaceae
Penicillum rugulosum Micrococcus luteus
Anexos | 105
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2005
Bacillus spp.
Hammigera avellanea Bacillus subtilis
Monilia sitophila Escherichia coli
nov.-05 BCN 1005 docs.
Paecilomyces variotii Micrococcus luteus
Penicillum rugulosum Proteus spp.
Pseudomonas aeruginosa
Alternaria tenuis
Aspergillus fumigatus
Bacillus spp.
Cladosporium herbarum
Bacillus subtilis
Hammigera avellanea
Escherichia coli
nov.-05 BCN 1005 Monilia sitophila ambiental
Micrococcus luteus
Penicillum rugulosum
Proteus spp.
Phoma herbarum
Pseudomonas aeruginosa
Rhizopus arrhizus
Trichoderma viride
Aspergillus niger
Chaetomium globosum Bacillus subtilis
dic.-05 BCN 1012 docs.
Paecilomyces variotii Micrococcus luteus
Penicillum rugulosum
Año 2006
Alternaria tennuis
Aspergillus flavus
Aspergillius niger Bacillus subtilis
ene.-06 Girona 1017 ambiental
Aspergillus ochracens Micrococcus luteus
Cladosporium herbarum
Penicillium rugulosum
Alternaria tenuis
Bacillus subtilis
Aspergillus niger
Enterobacteriaceae
marz.-06 T. Vallès 1018 Chaetonium globosum obra
Micrococcus sp.
Penicillum rugulosum
Streptomyces sp.
Penicillium sp.
Alterbaria tennuis
Aureobasidium pullulans
jun.-06 Girona 1017 Bacillus subtilis ambiental
Cladosporium herbarum
Phoma herbarum
106 |Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2006
Aspergillus niger
Aspergillus ochraceus
Cladosporium herbarum
Bacillus subtilis
Fusarium moniliforme
jun.-06 T. Vallès 1019 Micrococcus sp. ambiental
Penicillium frequens
Staphylococcus epidermis
Penicillium notatum
Penicillium rugulosum
Trichoderma viride
Acremonium sp.
Alternaria tenuis
Aspergillus fumigatus
Bacillus spp.
Aspergillus niger
Bacillus subtilis
Aureobasidium pullulans
Micrococcus luteus
juli.-06 BCN 1004 Cladosporium herbarum máquinas
Micrococcus spp.
Fusarium moniliforme
Proteus sp.
Fusarium sp.
Pseudomonas aeruginosa
Mucor mucedo
Penicillium rugulosum
Phoma herbarum
Alternaria tenuis
Aspergillus niger Bacillus spp.
Cladosporium herbarum Bacillus subtilis
juli.-06 BCN 1004
Penicilliumrugulosum Enterobacteriaceae ambiental
Phoma herbarum Micrococcus luteus
Rhizopus arrhizus
Bacillus subtilis
juli.-06 BCN 1004 Cladosporium herbarum Micrococcus luteus obra
Micrococcus spp.
Acremonium strictum
Aspergillus ochracus
Cladosporium herbarum
Fusarium moniliforme Enterobacteriaceae
sep.-06 BCN 1020 Monilia sitophila Micrococcus sp. ambiental
Mucor mucedo Pseudomonas aeruginosa
Penicillium rugulosum
Rhodotorula glutinis
Sacharomyces cerevisiae
Anexos | 107
2. (Continuación)
Especie Especie Tipos
Año Lugar Código hongos bacterias muestra
Año 2006
Acremonium strictum
Aspergillus ochracus
Aureobasidium pullulans
Cladosporium herbarum
Bacillus sp.
Fusarium moniliforme
Enterobacteriaceae
sep.-06 BCN 1020 Monilia sitophila obra
Micrococcus sp.
Mucor mucedo
Pseudomonas aeruginosa
Penicillium rugulosum
Rhizopus nigricans
Rhodotorula glutinis
Trichoderma viride
108 |Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
110 |Protocolos de actuación en caso de desastres en los archivos
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