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LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia intrafamiliar es considerada como un problema de salud pública la


cual abarca un gran porcentaje de la población, siendo los más afectados
aquellos grupos vulnerables: mujeres, niños, adolescentes y adultos mayores. Los
principales agresores forman parte del mundo social más cercano de la víctima; es
decir con quienes conviven cotidianamente e incluso forman parte de su entorno
afectivo, haciendo de esta situación un problema alarmante debido a que los
espacios físicos y sociales considerados como lugares que garantizarían
la seguridad, realmente no lo son y lo que es peor, pueden llegar a convertirse en
espacios de gran peligro para los grupos vulnerables.

La violencia intrafamiliar conlleva muchas consecuencias, pues atenta contra la


integridad, la dignidad, la libertad, la salud de sus víctimas: ocasionando
morbilidad física y mental, discapacidad y en el peor de los casos llega hasta el
feminicidio. Por otro lado, también trae consecuencias sobre el desarrollo social y
económico de un país pues se transforma en una barrera, las mujeres afectadas
por la violencia se caracterizan por tener una muy baja autoestima que afecta
directamente su comportamiento y su productividad en el trabajo, disminuyendo su
ingreso por el impacto sobre el logro educacional. Y a su vez puede traer
consecuencias trascendentales como la transmisión intergeneracional, debido a
que los hijos que viven esa realidad adoptarán dichas conductas cuando sean
adultos pues crecen con un ambiente el cual asumen como normal.

Dicha situación se incrementa día a día, la cual vemos plasmada en


diferentes medios de comunicación (televisión, periódicos, radio, etc.) pero aún así
existen muchos casos que no son denunciados o simplemente no son
descubiertos. La violencia intrafamiliar refleja la discriminación hacia el género
femenino; costumbres que toleran esta práctica, la aceptan y la practican, pues
forma parte de su cultura, en un país pluricultural como el nuestro; la ignorancia de
muchas personas que anteponen la violencia a la palabra como solución de un
problema.

Además es necesario señalar que las organizaciones del Estado y de la sociedad


civil deben incrementar las actividades de promoción y prevención de casos de
violencia intrafamiliar. Se debe exigir a las autoridades la investigación exhaustiva
de los hechos y la aplicación de justicia a los responsables. Debe elaborar planes
interinstitucionales, lo cual fortalecería las actividades y permitiría brindar un apoyo
integral a todas aquellas víctimas.

Finalmente debe comprometer a todos los peruanos a unirse a esta lucha, pues es
un problema de todos.
Tipos de violencia familiar

Este maltrato se puede especificar como:

 Físico: Actos que atentan o agreden el cuerpo de la persona. Que se


puede dar: En forma directa a través de empujones, bofetadas, golpes de
puño, golpes de pies, etc.

En forma indirecta a través del uso de otros objetos o sustancias (golpes o


lanzamientos de objetos, arrojar sustancias, etc.)

 Psicológico: Actitudes que tienen por objeto causar temor, intimidar, y


controlar las conductas, sentimientos y pensamientos de la persona a quién
se está agrediendo como las descalificaciones, insultos, control, etc.
 Sexual: Imposición de actos de carácter sexual contra la voluntad de la otra
persona. Como por ejemplo exposición a actividades sexuales no
deseadas, o la manipulación a través de la sexualidad.
 Económico: No cubrir las necesidades básicas de la persona y ejercer
control a través de recursos económicos.

La violencia durante etapas de la vida

La violencia tiene un efecto profundo sobre la mujer debido a la "cultura del


machismo" fuertemente arraigada en algunos países y el Perú no se queda atrás,
sobre todo en las regiones de la sierra y selva. Se observa que en otros países la
violencia comienza antes del nacimiento, con abortos selectivos según el sexo. O
asesinatos a bebés de sexo femenino por parte de padres que esperaban tener un
hijo varón. Se observa en otras culturas, niñas sometidas a la mutilación de sus
genitales.

En algunos países, si una mujer soltera o adolescente es violada, puede ser


obligada a contraer matrimoniocon su agresor, o ser encarcelada por haber
cometido un acto "delictivo", y en caso de quedar embarazada antes del
matrimonio puede ser víctima de violencia, e incluso llegar a ser asesinada por sus
mismos familiares sin derecho a ningún tipo de protección. Durante el matrimonio,
el riesgo de violencia continúa en su hogar por parte de su pareja o incluso la
familia política.

El maltrato intrafamiliar: el niño y la niña golpeados

Resulta importante hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que


solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las
consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.
Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los
psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos
sabemos cómo duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese
silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho
nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su
identidad..., pensemos en eso.

¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin
darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están
preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista
la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su
hijo.

Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras
tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó
la guardería e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para
él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con
ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que
hay en sus personas.

Consecuencias de la violencia intrafamiliar en los niños

Todos estos golpes emocionales y psicológicos hacen tanto daño en la niñez


porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a
desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar
lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad
para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso
los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más
profundo de ese ser indefenso.

El ciclo de la Violencia de Género

Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia


de género. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada
miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja
termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia. A continuación,
mostraremos el abordaje teórico de Leonor Walker sobre el ciclo de la violencia
de género.

Fase 1. Acumulación de tensión

La dinámica de la violencia Intrafamiliar existe como un ciclo, que pasa por tres
fases:
 A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el
stress.
 Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia
objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos,
romper cosas.
 El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de
la violencia.
 La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un
aumento del abuso verbal y del abuso físico.
 La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia.
Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los chicos más
silenciosos, etc.
 El abuso físico y verbal continúa.
 La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.
 El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que
puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va,
con quién está, etc.).
 El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede
decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los
de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc.

Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses
o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.

Fase 2. Episodio agudo de violencia (explosión)

 Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas.


 El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y
lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del
cuerpo golpear y cómo lo va a hacer
 Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el
abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en
tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia
padecida.

Fase 3. Etapa de calma, arrepentimiento o luna de miel

 Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor


y cariño.
 En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de
la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza
de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera
sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.
 Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de
que la violencia haga una escalada y su severidad aumente.
 A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados
para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a
comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.

Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.

El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa


permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más
violencia.

Cómo reconocer la violencia doméstica

La violencia doméstica o maltrato intrafamiliar no siempre resulta fácil de definir o


reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado
de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.

Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas
relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los
menores que viven en un mismo hogar.

La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas.


Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que
causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia
cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.

La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia


física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a
la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil
comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su
esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o simplemente
como loca..

A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia


psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un
momento en que esa mujer maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes
se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio
cuando cree que no lo necesita.
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen
merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa
situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo
hacen de acuerdo a un patrón de abuso psicológico.

Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata
psicológica o sexualmente, lo primero que hará es negarlo. Negación es decir:
"No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear a una
mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho
nada, sólo tocarla".

Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la


mujer, ni le hablan, ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese
trato.

La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no


se atreven a hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan
contra ellas. Tanto el adicto a cualquier droga como el abusador, siempre tienen
excusas y le echan la culpa a alguien.

También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si
dices algo no te voy a dar la mensualidad". Dentro de ese abuso psicológico de los
maridos que golpean (lo que se llama en psicología la triangulación), hay otro tipo
de abuso: utilizar a los hijos para hacerles sentir culpables a las esposas. En
este caso los hijos sirven de mensajeros: "dile a tu madre que..." Las amenazas a
través de los hijos, las amenazas de que le van a quitar al hijo, todos estos son
abusos psicológicos que preceden al abuso físico.

Todos estos abusos impiden que la mujer deje el hogar, ese hogar violento. Es
que esa violencia psicológica a que están sometidas muchas mujeres, es más
horrorosa que el abuso físico. Pregúntele a cualquier mujer a la cual han
maltratado físicamente qué es lo que le duele más; si las palabras hirientes, los
desprecios o los golpes. Los golpes se pasan, los abusos psicológicos, los
insultos, los desprecios se clavan en el corazón.
ASESINO EN SERIE
El asesinato es uno de los crímenes más graves
que puede cometer el ser humano, y sin embargo
uno de los más antiguos. Desde la prehistoria hasta
la actualidad se han encontrado casos de personas
que han decidido acabar con la vida de otras
personas de forma premeditada. De hecho, se han
encontrado restos de masacres de hace más de
9.000 años.

Perfil psicológico del asesino: características


comunes

Resulta sumamente complicado establecer un perfil


psicológico general de la figura del asesino,
especialmente teniendo en cuenta la gran variedad en lo que se refiere a las
posibles causas de la conducta asesina.

A pesar de ello, a continuación se indican algunos rasgos y características que


tienden a cumplirse en una gran proporción de casos.

1. Visión del otro como causante de daño, amenaza u obstáculo: Si bien


las causas concretas pueden ser muchas, por norma general la persona
que comete un asesinato ve a su víctima como como alguien que le ha
causado un daño, supone una amenaza para su integridad o estatus o para
la de un ser querido o representa un obstáculo para alcanzar un
determinado fin.

También puede tratarse de un acto de violencia premeditado contra alguien que se


asemeja a una persona que le ha producido al asesino un perjuicio, o incluso para
satisfacer una necesidad con la que el sujeto no tiene en principio nada que ver.

2. Alta puntuación en psicopatíaÑ Existen casos de asesinatos que son


cometidos contra personas que no tienen ningún tipo de relación con el
asesino, como ocurre en muchos casos de asesinos en serie o en los casos
en que el asesino en un sicario contratado para acabar con la vida de una
persona.

Sin embargo, la gran mayoría de asesinatos que pueden observarse se llevan a


cabo entre personas que se conocen o cuyo entorno está vinculado, aún si su
contacto ha sido circunstancial. Eso significa que el asesino tiene la capacidad de
distanciarse emocionalmente de la víctima, lo cual encaja con un perfil psicológico
con un alto grado de psicopatía.

3. Discreción: Aparentemente, la personalidad de la mayor parte de asesinos


no suele tener grandes particularidades que los hagan diferenciarse del
resto de la población. El acto de asesinar no está delimitado a una
estructura psíquica que haga que la persona destaque por el tipo de
habilidades sociales que tiene.

4. En muchos casos, bajo nivel de asertividad A pesar de que por lo


general tienen un comportamiento normal, en muchos casos el asesinato se
produce como consecuencia del nacimiento de agresividad hacia una
persona en concreto debido a circunstancias variables. El asesino no es
capaz de gestionar la situación de otra manera que con el asesinato, o bien
a pesar de concebir otra manera la da prioridad a la provocar el deceso de
la futura víctima.

5. No hay necesariamente trastorno mental: Existe socialmente la idea de


identificar asesinato con la presencia de psicopatología. Sin embargo, en
general esto no es así. Normalmente la mayoría de asesinatos son
provocados por personas consideradas mentalmente sanas, siendo algunos
de los más frecuentes los crímenes de odio, los crímenes pasionales o
aquellos vinculados a aspectos económicos o de recursos.

6. Género y edad: En general los asesinos suelen ser varones jóvenes o de


mediana edad, si bien también pueden encontrarse numerosos casos de
asesinas e incluso de niños y niñas asesinos. Tradicionalmente los varones
suelen utilizar métodos más agresivos tales como armas blancas o pistolas
mientras que las mujeres tienden a utilizar métodos menos visibles como el
envenenamiento, si bien estas tendencias parecen ser menos acusadas
con el paso del tiempo.

Los asesinos en serie: perfil y características en común

Existen muchos tipos de asesinos y asesinatos, pero uno de los que más ha
llamado tradicionalmente la atención debido a su crudeza y al elevado número de
víctimas que deja a su paso es el del asesino en serie o asesino serial.

Se considera asesino en serie a todo aquel individuo que quita la vida al menos
tres personas de manera intencional y generalmente con premeditación en un
periodo de tiempo concreto, estando dichos asesinatos separados entre sí.
Esta tipología de asesinos puede manifestar también una elevada heterogeneidad
en lo que se refiere a sus características, pero suelen compartir elementos
comunes. Entre ellos destacan las siguientes, las cuales son compartidas en su
mayoría con las personas con psicopatía.

1. Falta de empatía: El asesino en serie suele emplear el asesinato como


instrumento de cara a obtener un beneficio, por motivos ideológicos, o con
la intención de descargar una frustración o fantasía concreta. Por norma
general no tiende a saber ponerse en el lugar de su víctima, careciendo en
su mayoría de empatía. Una gran parte de ellos son clasificables como
psicópatas y entre sus motivaciones hay una visión de la realidad extraña,
apartada de las ideologías hegemónicas.
2. Suelen dar apariencia de normalidad: Con algunas excepciones, por lo
general el asesino en serie no manifiesta elementos extraños en su
comportamiento que conduzcan a pensar en la posibilidad de que lo sean.
3. Elección de víctimas vulnerables: Por lo general el asesino en serie
escoge víctimas que pueden ser vulnerables a su actuación por
considerarlas más débiles o que pueden ser manipuladas de algún modo
para dejarlas en una situación de sumisión. Esto se hace para notar que se
tiene el control en todo momento.
4. Pueden ser manipuladores e incluso seductores: Muchos asesinos en
serie tienen una capacidad elevada de manipulación y seducción,
empleando dichas habilidades en conseguir acercarse a sus víctimas con
facilidad y sin excesiva resistencia. Es frecuente que establezcan relaciones
con cierta facilidad, si bien en general dichas relaciones son superficiales.
5. Entorno de origen aversivo: Una gran cantidad de asesinos en
serie provienen de familias o entornos desestructurados, con un elevado
nivel de violencia. Muchos de ellos han sufrido diversos tipos de abuso a lo
largo de su vida que dificultan la adquisición de empatía y de preocupación
por el entorno.

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