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MICROBIOLOGIA
AGRICOLA
La Microbiología es la ciencia que estudia los seres vivos muy pequeños, concretamente
aquellos cuyo tamaño se encuentra por debajo del poder resolución del ojo humano. Basa su
etimología en los vocablos griegos micros= pequeño, Bios = vida.
En el siglo XIV, con la invención de las primeras lentes para corregir la visión, surgió una
cierta curiosidad sobre su capacidad de aumentar el tamaño aparente de los objetos. Luego
en el siglo XVI surgen innovadoras ideas sobre aspectos de la física óptica en las lentes de
aumento, pero no encontraron una aplicación inmediata. Se dice que Galileo Galiley hizo
algunas observaciones “microscópicas” invirtiendo su telescopio a partir de lentes montadas
en un tubo, pero en cualquier caso está claro que no tuvieron ninguna repercusión.
Aristóteles junto a las opiniones de escritores clásicos como Galeno, Plinio y Lucrecio, y la
autoridad moral representada por la Biblia, dieron carta de naturaleza a la idea de que
algunos seres vivos podían originarse a partir de materia inanimada, o bien a partir del aire o
de materiales en putrefacción. Esta doctrina de la “generatio spontanea” o abiogénesis, fue
puesta en entredicho por los experimentos de Francesco Redi (1621-1697), quien había
acuñado la expresión “Omne vivum ex vivo” (Toda vida es de vida) (1668), tras comprobar
que los insectos y nematodos procedían de huevos puestos por animales adultos de su
misma especie. Demostró que si un trozo de carne era cubierto con gasa de forma que las
moscas no podían depositar allí sus huevos, no aparecían “gusanos”, que él correctamente
identificó como fases larvarias del insecto. Los descubrimientos de Redi tuvieron el efecto de
desacreditar la teoría de la generación espontánea para los animales y plantas, pero la
reavivaron respecto de los recién descubiertos “animálculos”, de modo que aunque se aceptó
la continuidad de la vida en cuanto a sus formas superiores, no todos estaban dispuestos a
admitir el más amplio “Omne vivum ex vivo” aplicado a los microorganismos.
Lazzaro Spallanzani (1729-1799) sostuvo una disputa con J.T. Needham (1713-1781) en la
que el primero demostró que los “infusorios” no aparecían en muestras de maceraciones
animales o vegetales sometidas durante tiempo suficiente a ebullición en frascos
herméticamente cerrados, pero volvían a aparecer si se practicaban agujeros en el
recipiente. Sin embargo los preformacionistas no se daban por vencidos; el mismo Needham,
recogiendo una idea ya expresada por Huygens, amigo de Leeuwenhoek, replicó que el
calor había destruido la “fuerza vegetativa” de las infusiones y había cambiado la “cualidad”
del aire dentro de los frascos.
Los últimos escépticos quedaron silenciados cuando en 1877 John Tyndall (1820-1893)
aplicó su sistema de esterilización por calentamiento discontinuo (hoy conocida precisamente
como tindalización), que evidenció la existencia de formas microbianas de reposo muy
resistentes al calor, lo cual fue confirmado poco más tarde por Ferdinand Cohn al descubrir
las esporas bacterianas.
Este periodo llega hasta finales del siglo XIX, donde Pasteur y Koch encabezan el logro de
precisar a la Microbiología como ciencia experimental fundamentada.
Los primeros cultivos puros fueron obtenidos por el micólogo Brefeld, quien logró aislar
esporas de hongos y cultivarlas sobre medios sólidos a base de gelatina. Por su menor
tamaño, este método se hacía inviable para las bacterias, por lo que se recurrió a un método
basado en diluciones: Lister, en 1878 realizó diluciones secuenciales de cultivos mixtos,
hasta lograr muestras en las que existía una sola célula..
Por aquella época Koch) empleó rodajas de patata como sustrato sólido nutritivo sobre el que
se podían desarrollar colonias macroscópicas de bacterias que presentaban morfología
característica. Koch interpretó como resultantes del crecimiento a partir de células
individuales. Pero enseguida recurrió a compactar el típico caldo de cultivo a base de carne
(diseñado por Loeffler) añadiéndole gelatina (1881). El medio sólido así logrado era
transparente, lo que permitía visualizar fácilmente los rasgos coloniales, y contenía los
nutrientes adecuados para el crecimiento de una amplia gama de bacterias.
En 1887 Petri, un ayudante de Koch, sustituyó las engorrosas bandejas de vidrio cubiertas
con campanas, por un sistema manejable de placas de cristal planas, que se conoce como
cajas de Petri.
La industria óptica de Abbé y Zeiss, que se mantenía en conexión con la compañía vidriera
Schott, introducen lentes acromáticas y una iluminación inferior provista de condensador.
La industria química BASF produce una serie de derivados de anilina que teñían las
bacterias permitiendo su fácil visualización al microscopio en frotis de tejidos infectados.
En 1875 Carl Weigert tiñó bacterias con pirocarmín, un colorante que ya venía siendo usado
desde hacía unos años en estudios zoológicos.
En 1884 el patólogo danés Christian Gram establece una tinción de contraste que permite
distinguir dos tipos bacterianos en función de su reacción diferencial de tinción.
En (1885) el químico Berthelot había señalado que los microorganismos del suelo podían
incorporar nitrógeno molecular directamente del aire.
Fue igualmente Winogradsky el primero en aislar una bacteria capaz de fijar nitrógeno
atmosférico (Clostridium pasteurianum) y en explicar el ciclo del nitrógeno en la naturaleza
(1890),
Más tarde Beijerinck demostró por métodos químicos que Azotobacter incorpora nitrógeno de
la atmósfera mientras crece (1908).
En 1866 Voronin descubrió las bacterias de los nódulos radicales de esta familia de plantas.
Estos estudios están en la base de todos los ulteriores trabajos de Microbiología Agrícola, de
modo que esta especiliadad fue incorporada tempranamente a los laboratorios científicos y
estaciones experimentales.
Durante el siglo XIX la atención de muchos naturalistas se había dirigido hacia las diversas
formas de animales y plantas que vivían como parásitos de otros organismos, asì en 1835
Agostino Bassi (1773-1856) demostró que cierta enfermedad del gusano de seda (mal di
segno), que había hecho su aparición en Lombardía, se debía a un hongo (Botrytis
bassiana).
En 1882, Koch publica “Die Äthiologie der Tuberkulose”, donde se comunica por primera
vez la aplicación de los criterios que Henle había postulado en 1840. Estos criterios hoy se
conocen como los postulados de Koch y dicen:
2. El microorganismo debe poder aislarse del hospedador y ser crecido en cultivo puro.
3. La inoculación del microorganismo crecido en cultivo puro a animales sanos debe provocar la aparición de
4. El microorganismo debe poder ser reaislado del hospedador infectado de forma experimental.
Durante las dos décadas siguientes la Microbiología experimentó una auténtica edad de oro,
en la que se aislaron y caracterizaron muchas bacterias patógenas. La Alemania del Reich,
que a la sazón se había convertido en una potencia política y militar, se decidió a apoyar la
continuidad de los trabajos del equipo de Koch, dada su enorme importancia social y
económica, creando un Instituto de investigación, siendo Koch su director en el
Departamento de Salud. De esta forma, en la Escuela Alemana se aislaron los agentes
productores del cólera asiático (Koch, 1883), de la difteria (Loeffler, 1884), del tétanos
(Nicolaier, 1885 y Kitasato, 1889), de la neumonía (Fraenkel, 1886), de la meningitis
(Weichselbaun, 1887), de la peste (Yersin, 1894), de la sífilis (Schaudinn y Hoffman, 1905),
etc. Igualmente se pudieron desentrañar los ciclos infectivos de agentes de enfermedades
tropicales no bacterianas que la potencia colonial se encontró en ultramar: malaria
(Schaudinn, 1901-1903), enfermedad del sueño (Koch, 1906), peste vacuna africana (debida
al inglés Bruce, 1895-1897), etc.
Por otro lado, la Escuela Francesa, nucleada en el Instituto Pasteur, se concentró en los
estudios sobre los procesos infectivos, la inmunidad del hospedador, y la obtención de
vacunas, sobre todo a raíz de la vacuna antirrábica ensayada por Pasteur (1885),
contribuyendo al nacimiento de la Inmunología
En 1874, el médico inglés W. Roberts había descrito las propiedades antibióticas de ciertos
cultivos de hongos (Penicillium glaucum) contra las bacterias, e introdujo en Microbiología el
concepto de antagonismo.
Fleming, en 1929, logró expresar ideas claras sobre el tema, al atribuir a una sustancia
química concreta (la penicilina) la acción inhibidora sobre bacterias producida por el hongo
Penicillium notatum. Las dificultades técnicas para su extracción, junto al hecho de que el
interés de la época aún estaba centrado sobre las sulfamidas, impidieron una pronta
purificación de la penicilina, que no llegó hasta los trabajos de Chain y Florey (1940),
comprobándose entonces su gran efectividad contra infecciones bacterianas, sobre todo de
Gram-positivas, y la ausencia de efectos tóxicos para el hospedador.
El botánico ruso Dimitri Iwanovski había observado (1892) que la enfermedad del mosaico
del tabaco podía ser reproducida experimentalmente usando el fluido que atravesaba los
filtros de porcelana que normalmente retenían a las bacterias, pero siendo incapaz de aislar y
crecer el supuesto microorganismo, abandonó la investigación.
Pocos años más tarde (1898), y probablemente sin tener noticias del trabajo de Iwanovski,
Beijerink realizó experimentos similares con el mismo sistema, y en otro rasgo de su genio,
enfrentándose a los conceptos de la época, avanzó la idea de que el agente filtrable (un
contagium vivum fluidum, según su expresión), debía de incorporarse al protoplasma vivo del
hospedador para lograr su reproducción. Este tipo de agentes infectivos que atravesaban los
filtros de porcelana fueron llamados en principio “virus filtrables”, quedando más tarde su
denominación simplemente como virus.
En 1898 Loeffler y Frosch descubren los virus animales al comprobar que un virus filtrable es
responsable de la glosopeda del ganado.
Inicialmente Stanley comprobó que el TMV contenía gran proporción de proteína, pero poco
más tarde detecta, además, la presencia de ácido nucleico. A partir de aquí, la Virología entra
en una fase de ciencia cuantitativa, en la que participan numerosos físicos, bioquímicos y
genetistas, en un esfuerzo interdisciplinar que da origen a la moderna Biología Molecular.
Los recientes progresos en las numerosas técnicas de biología molecular han propiciado una
auténtica explosión de descubrimientos sobre la biología de los virus y de sus células
hospedadoras; basta citar la replicación del genomio de ARN de los retrovirus por
reversotranscripción a ADN, los fenómenos de transformación oncogénica virásica y su
aplicación a los estudios generales del cáncer, el diseño de vacunas recombinantes por
manipulación in vitro de genomios virásicos, la próxima aplicación clínica de la primeras
terapias
En años recientes han sido descubiertos dos nuevos tipos de entidades infectivas,
subvirásicas: T.O. Diener describió en 1967 la existencia de ARN desnudos infectivos en
plantas, a los que llamó viroides, y en 1981 Prusiner puso de manifiesto que determinadas
enfermedades de mamíferos se deben a partículas proteicas aparentemente desprovistas de
material genético, a las que bautizó como priones.
Las actividades microbianas sustentan los ciclos biogeoquímicos de la Tierra: los ciclos del
carbono, del nitrógeno, del azufre o del fósforo dependen de modo fundamental de los
microorganismos.
Todas las culturas desarrollaron de modo empírico multitud de bebibas y alimentos derivados
de fermentaciones microbianas: vino, cerveza, pan, verduras fermentadas, etc.
No hace falta resaltar el papel que ha tenido la microbiología médica, desde la época de
Pasteur y Koch, en la lucha contra las enfermedades infecciosas (antisepsia, desinfección,
esterilización, quimioterapia). Y aunque ahora tengamos nuevos retos (SIDA, fiebres
hemorrágicas, etc.), no cabe duda de que la Microbiología está contribuyendo a no perder
esta permanente batalla contra los gérmenes patógenos.
La microbiología actual es una de las disciplinas con mayor impacto y futuro. Comprende dos
áreas de trabajo:
2.- Microbiología aplicada. Utiliza los conocimientos generados por la Microbiología básica
conviertiendose en herramientas biotecnológicas orientadas a resolver problemas y obtener
beneficios, productos y servicios en las diferentes actividades del hombre, las mismas que se
resumen en las siguientes ramas:
LOS MICROORGANISMOS
I. INTRODUCCION
Los microorganismos se hallan capacitados para realizar una extensa gama de reacciones
Metabólicas y adaptarse a muchos ambientes diferentes. Por su poco peso pueden ser
transportados por las corrientes de aire y estar en todas partes, pero las características del
ambiente determinan cuáles especies pueden multiplicarse. Existen varias clases de
microorganismos, entre los que caracterizan, mohos, levaduras, bacterias, spiroplasmas,
fitoplasmas actinomicetos, protozoos, algas, virus y viroides.
Los microorganismos como parte importante en la vida misma de nuestro planeta han sido
bastante estudiados, como lo demuestra la literatura científica universal cuando indica que la
biología empezó a crear distintos grupos para intentar englobar a todos los seres, una
primera división fue la zoología que agrupaba a los animales pluricelulares y la botánica en la
cual se incluían a las plantas. Haeckel (1866) hizo una distinción y creó el llamado grupo de
los protistas que eran seres unicelulares, los cuales a su vez se podían dividir en superiores
(eucariotas) donde encontramos los protozoos, algas y hongos; o también los inferiores
(procariotas) en donde encontramos las bacterias y las cianobacterias. Las principales
diferencias entre estos dos grandes grupos son que los eucariotas contienen mitocondrias y
membranas nucleares, mientras que los procariotas no, por lo que el material nuclear se
encuentra disperso en el citoplasma.
Comprender la diversidad microbiana requiere conocer las raíces evolutivas de las células.
Debido a que la evolución ha forjado todas las formas de vida en la Tierra, la diversidad
estructural y funcional que apreciamos en las células representa un conjunto de éxitos
evolutivos que, a través del proceso de la selección natural, confieren un valor de
supervivencia (adaptabilidad) a los microorganismos de hoy.
1. ORGANISMOS PROCARIÓTICOS
Actinomicetes
1.3.- LAS ARQUEOBACTERIAS
Las halófilas extremas son bacterias que, para sobrevivir, requieren elevadas
concentraciones de sal. Algunas de ellas crecen fácilmente en salmuera saturada.
Pueden conferir color rojo a los estanques de evaporación donde se obtiene la sal.
Mantienen fuertes gradientes en la concentración de ciertos iones a través de la
membrana celular y utilizan esos gradientes para transportar diversas substancias
hacia adentro o hacia afuera de la célula. Poseen un mecanismo fotosintético sencillo
que se basa en un pigmento ligado a la membrana: la rodopsina bacteriana. La pared
de Halobacterium está formada por proteínas pero la de Halococcus por
heteropolisacáridos.
1.4.- CIANOBACTERIAS
Las que forman cadenas de células (tricomas) que pueden deslizarse, suelen tener células
especiales donde ocurre la fijación del nitrógeno molecular (heterocistos) y células de
reposo (acinetos), ej. Nostoc, o carecer de ellas, ej. Oscillatoria, Unas pocas tienen una
vaina alrededor del tricoma.Los géneros Anabaena, Aphanizomenon, Microcystis y
Nodularia contienen especies tóxicas. En cambio el género Spirulina es comestible y
apreciado por el alto tenor de proteínas, del orden del 50-60% del peso seco, con un
aminograma similar al de la harina de soja. Las cianobacterias también pueden convivir en
simbiosis con las plantas, debido a su capacidad de fijar el nitrógeno molecular, por ej.
Anabaena en las cavidades dorsales de las hojas del helecho acuático Azolla, y Nostoc
Anabaena Microcystis
1-5.- MIXOBACTERIAS
Las mixobacterias son organismos sociales cuyas células son flexibles y no tienen una
pared celular rígida, generalmente están embebidas en un limo espeso. Al desplazarse
segregan un material mucoso extracelular que se convierte en grandes avenidas por donde
avanzan miles de células. El movimiento es muy coordinado. Cuando la población emigra
sobre el agar, se desplaza como una unidad indivisa. Incluso las especies que entran en
letargo como esporos unicelulares, exhiben hábitos sociales durante buena parte de su ciclo
vital, muchas de ellas nunca se presentan aisladas, por el contrario, entran en una etapa de
letargo en forma de cisto pluricelular que luego germina y libera una nueva población de
millares de mixoporos.
Las mixobacterias son organismos del suelo y los cuerpos fructíferos se encuentran sobre
material vegetal en descomposición o estiércol, algunas como Myxococcus, forman cuerpos
fructíferos como gotitas con menos de 1 mm de diámetro. Otras como Sporocytophaga
forman además de los bacilos delgados, unas células ovales como esporos llamadas
microcistos. Pero Cytophaga no forma ni microcistos ni cuerpos fructíferos
Una célula eucariótica contiene orgánulos definidos por membranas que cumplen funciones
esenciales, tales como las mitocondrias (producción la energía), el retículo endoplásmico
(síntesis de proteínas en los ribosomas adheridos), el aparato de Golgi o dictiosoma
(síntesis y almacenamiento de glicoproteínas) y en algas los cloroplastos (fotosíntesis) .
Todas las estructuras se desplazan por el citoplasma a lo largo de pequeños tubos huecos,
los microtúbulos, que son polímeros de tubulina nucleados por el centrosoma. La
organización de los microtúbulos en flagelos y cilios, permite a algunos eucariotas
unicelulares nadar en el medio en que se encuentra .
2.1.-MOHOS
Los mohos se caracterizan por tener núcleo verdadero, carecer de pigmentos fotosintéticos,
poseer micelio con pared celular constituida por glucanos, quitosano y quitina (polímeros de
glucosa, glucosamina y N-acetil-glucosamina, respectivamente). En pocas ocasiones la
pared está constituida enteramente de quitina. La pared celular del micelio de los hongos
semeja un extenso sistema tubular por el que avanza protegido el citoplasma para su
dispersión y búsqueda de nutrientes .
Los elementos somáticos tubulares que constituyen el micelio reciben el nombre de hifas.
Las hifas pueden estar separadas en secciones, generalmente multinucleadas, por medio de
septos perforados o bien carecer de ellos. Los hongos pueden reproducirse tanto sexual
como asexualmente. Los hongos asexuales (anamorfos) generan varias clases de esporas
asexuales por mitosis del núcleo celular (mitosporas).
La morfología de las estructuras que contienen las esporas es muy variable y constituye una
de las bases de la clasificación de los hongos. El micelio somático no es suficientemente
discriminador para utilizarlo en la clasificación. El color de muchos mohos que viven en la
materia orgánica en descomposición se debe al color de sus esporas asexuales. Éstas
presentan varias tonalidades de color blanco, amarillo, azul, verde, rojo, pardo o negro.
2.2.- LEVADURAS
Tres grupos de hongos acogen a las levaduras: los ascomicetos, los basidiomicetos y los
hongos imperfectos.
El primer grupo incluye las levaduras cuyas estructuras reproductoras sexuales son l os
ascos sencillos que contienen ascosporas. Una célula diploide de levadura sufre meiosis y
forma de cuatro a ocho ascosporas, encerradas en el asco. Una ascospora es una célula
haploide que al germinar genera una progenie de células haploides por mitosis
(reproducción asexual). Las células de diferente polaridad sexual se combinan para formar
un nuevo organismo diploide.
2.3.- MACROMICETOS
Son hongos con cuerpos fructíferos (ascoma o basidioma) que se miden en centímetros.
Entre ellos son de interés los que forman asociaciones simbióticas con árboles
(ectomicorrizas), por ej. Amani ta, Boletus, Cortinarius, Lactarius, Russula, Scleroderma,
Suillus, Tricholoma, y los que crecen sobre troncos descomponiendo la madera, por ej.
Schyzophyllum, Polyporus, Coriolus, Xylaria.
2.4.- MIXOMICETOS
Los mixomicetos son organismos eucarióticos mucosos que forman plasmodio y luego un
cuerpo fructífero de colores destacados, sobre troncos y hojas en descomposición o postes
viejos, de 0,5 a 1 cm.
La asociación celular en los hongos mucilaginosos está mediada por la interacción entre
proteínas unidas a carbohidratos de una célula y receptores formados por oligosacáridos
específicos de otra. De este modo, la diferenciación de los hongos mucilaginosos desde una
forma somática (unicelular) hasta la forma cohesiva (agregada) va acompañada de la
aparición de lectinas y glicoproteínas específicas en la superficie celular.
Las esporas liberadas de los cuerpos fructíferos germinan sobre una superficie húmeda y
producen mixoflagelados que nadan o bien mixamebas. Éstos se alimentan de los nutrientes
líquidos o por fagocitosis de bacterias, levaduras, esporas fúngicas, etc. Las células
flageladas pierden luego su flagelo y entran en un estado ameboide. Estas células son
mononucleadas. Ocasionalmente se fusionan en pares para dar mixozigotos. Estas amebas
diploides se fusionan para dar un plasmodio (estructura multinucleada). Luego el plasmodio
da origen al cuerpo fructífero o esporangio con numerosos esporas haploides.
Hemitricha sp. Trichia decipiens Mixomycete carbonoso
2.5.- PROTOZOOS
Se los agrupan en: rizópodos que se desplazan por pseudópodos (amebas y testáceos o
foraminíferos), flagelados con uno o más flagelos, ciliados dotados de cilias y dos núcleos, y
esporozoos parásitos. La población de flagelados y amebas es del orden de 103 - 105 por
gramo de suelo, la de ciliados 103/g y la de rizópodos testáceos 103 - 104 /g. Participan en
el equilibrio biológico del suelo pues consumen grandes cantidades de bacterias, una
ameba ingiere unas 40.000 bacterias entre cada división celular.
2.6.- ALGAS
Son organismos fotosintéticos eucarióticos. Las algas del suelo viven en la proximidad
inmediata a la superficie o sobre la misma. Predominan, arriba las diatomeas y abajo las
clorofíceas y xantofíceas ubicuas. La humedad óptima es del 40 al 60% de la capacidad de
retención del agua por el suelo. Las algas libres o liquenizadas constituyen el estado inicial
de la vegetación rocas y suelos minerales infértiles.
2.7.- LÍQUENES
Un líquen está constituído por un hongo (el micobionte) junto con un a o más algas y/o
cianobacterias (el fotobionte) viviendo en una relación simbiótica y formando un cuerpo
estable e identificable.
Salvagina Ascoliquen Rhizocarpon
3. ORGANISMOS ACELULARES
3.1.- VIRUS
Los virus estan formados por un ácido nucleico y una cubierta proteínica conocida como
cápside, a veces también tiene una envoltura. Hay muchas clases de virus y se los puede
agrupar por el tipo de material genético que portan. Podemos comparar con un cable
electrico, donde el cobre es el ácido nucleico y el plástico es la proteína.
Algunos tienen una molécula de ARN monocatenario (cadena "más") compuesto por varios
miles de subunidades nucleotídicas, que puede ser leído directamente por el aparato de
traducción del hospedador, el ribosoma, como si fuera un ARN mensajero propio. Un
ejemplo de este tipo de virus es el del mosaico del tabaco.
Otros virus, por ej. el de la rabia, cifran sus mensajes en cadenas "menos" de ARN, las que
en el interior de la célula deben transcribirse en cadenas complementarias de tipo "más"
para que empiece la replicación.
Los retrovirus constituyen una tercera clase de virus de ARN monocatenario. Cuando un
retrovirus infecta a una célula, la enzima retrotranscriptasa transforma la cadena de ARN
vírico en ADN monocatenario y éste es copiado por la ADN-polimerasa celular a ADN
bicatenario que puede integrarse al genoma del hospedador.
Los reovirus, patógenos de plantas y animales, tienen ARN bicatenario. Ejemplos de virus
con ADN monocatenario son los inovirus y con ADN bicatenario los miovirus, ambos
patógenos de bacterias
Un fago (virus que infecta a bacterias) posee una sola molécula de ácido nucleico que se
inyecta en la célula bacteriana. La figura 19 muestra la forma de un tipo de bacteriófago. En
la figura 20 se observa el ciclo de un fago lambda con ADN bicatenario lineal cuyos
extremos se unen una vez dentro de la bacteria y los genes dispuestos sobre ese anillo
dirigen la síntesis de las proteínas víricas, valiéndose de la maquinaria bacteriana de
síntesis. Parte de las proteínas son enzimas implicadas en la replicación del ácido nucleico
del fago, tarea que realizan en conjunción con enzimas de la propia bacteria. El virus se
reproduce, es decir fabrica nuevas moléculas de ADN y proteínas de la cápsula. Los nuevos
ADN se introducen en las cápsulas recién formadas y el hospedador acaba lisándose. Por
otra parte, el fago puede insertarse en el ADN de la bacteria hospedadora. En el estado
integrado, el ADN del fago es replicado junto con el ADN bacteriano y no se expresa la
información contenida en el primero. Este fago no infeccioso, que puede pasar de célula en
célula por herencia, se denomina profago. La excisión del fago en la célula lisogénica le
devuelve la virulencia.
Otra forma de agrupar los virus es por la forma. Se llama nucleocápside al ácido nucleico (o
virión) con la cápside, y puede estar desnuda o recubierta por una membrana. Una cápside
consta de capsómeros, y en la mayoría de los casos es simétrica. Se observan dos tipos de
estructuras simétrícas: helicoidal e icosahédrica.
3.2.- VIROIDES
Los viroides son más sencillos que los virus, pues son sólo filamentos muy cortos de ARN.
Producen enfermedades específicas de las plantas.
3.4.- PRIONES
Se llama así a las proteínas que actúan como agentes infecciosos en algunas enfermedades
del sistema nervioso de ovejas, vacas y otros animales, pero es discutible si se pueden
considerar microorganismos.
REFERENCIAS
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http://es.geocities.com/joakinicu/apartado1e.htm
UNIDAD III
METABOLISMO MICROBIANO
Los distintos tipos de metabolismo microbiano se pueden clasificar según tres criterios
distintos:
En la práctica, estos términos se combinan casi libremente. Los ejemplos típicos son como
sigue:
Metabolismo heterótrofo
Fermentación
1.- Metilotrofía
Puesto que se requiere oxígeno para este proceso todos los metanotrofos (convencionales)
son aerobios obligados. La reducción de energía se produce en la forma de quinonas y
NADH durante la oxidación, lo que origina la fuerza motiva del protón y, por lo tanto, la
generación de ATP. Los metilotrofos y metanotrofos no se consideran autótrofos porque
suelen incorporar algunos de los metanos oxidados (u otros metabolitos) como carbono
celular antes de su oxidación completa a CO2. El carbono se adquiere en el nivel del
formaldehído usando la ruta de la serina (Methylosinus, Methylocystis) o la ruta de la ribulosa
monofosfato (Methylococcus), dependiendo de la especie de metilotrofo.
2.- metanogénesis
3.- Sintrofía
Existen otro grupo de microorganismos que son los anaerobios facultativos, estos
pueden utilizar tanto oxígeno como receptores finales de electrones alternativos para la
respiración dependiendo de las condiciones ambientales. La mayoría de los organismos de
respiración anaerobia son heterótrofos, aunque hay algunos autótrofos. Todos los procesos
que describiremos a continuación son disimilativos, es decir que proporcionan energía pero
no nutrientes para la célula (lo que sería asimilativo). Se conocen también las rutas
asimilativas de muchas formas de respiración anaerobia.
Desnitrificación
Algunos organismos (por ejemplo, E. coli) producen solamente nitrato reductasa y, por lo
tanto, solo pueden realizar la primera reducción, lo que lleva a la acumulación del nitrito.
Otros (por ejemplo, Paracoccus denitrificans o Pseudomonas stutzeri) reducen el nitrato
totalmente. La desnitrificación completa es un proceso ambientalmente significativo porque
algunos productos intermedios de la desnitrificación (óxido nítrico y óxido nitroso) son gases
importantes que reaccionan con la luz del sol y el ozono para producir ácido nítrico, un
componente de efecto invernadero de la lluvia ácida. La desnitrificación es también
biológicamente importante en el tratamiento de aguas residuales donde se utiliza para reducir
la cantidad de nitrógeno emitida al ambiente de tal modo que reduce la eutroficación.
La reducción del sulfato es un proceso energético relativamente pobre usado por muchas
bacterias Gram negativas (Proteobacterias gamma) y por organismos Gram positivos
relacionados con Desulfotomaculum o con la archaea Archaeoglobus. Como producto final
metabólico se obtiene sulfuro del hidrógeno (H2S) . Muchos organismos reductores del
sulfato son heterótrofos, empleando compuestos del carbono tales como lactato y piruvato
(entre muchos otros) como donadores de electrones mientras que otros son autótrofos, con
el gas hidrógeno (H2) como donador de electrones. Algunas bacterias reductoras del sulfato
autótrofas inusuales pueden utilizar el fosfito (HPO3- ) como donador de electrones (por
ejemplo, Desulfotignum phosphitoxidans) o son capaces de generar dos compuestos a partir
del azufre, en este caso un donador de electrones y un receptor de electrón) usando el
tiosulfato (S2O32-, por ejemplo, Desulfovibrio sulfodismutans).
Todos los organismos reductores del sulfato son anaerobios obligados. Puesto que el sulfato
es energéticamente estable, antes de que pueda ser metabolizado debe primero ser activado
por adenilación para formar APS (adenosina 5-fosfosulfato) de tal modo que se consume
ATP. El APS es entonces reducido por la enzima APS reductasa a sulfito (SO 32- ) y AMP. En
los organismos que utilizan compuestos de carbono como donadores de electrones, el ATP
consumido es proporcionado por la fermentación del substrato de carbono. El hidrógeno
producido durante la fermentación es realmente quién conduce la respiración durante la
reducción del sulfato. Eventualmente, los electrones pasan de la enzima hidrogenasa a la
APS reductasa, que junto con la sulfito reductasa termina la reducción del sulfato a sulfuro
del hidrógeno. El gradiente que mueve al protón se establece debido al hecho de que la
hidrogenasa, que convierte H2 a 2H+, se localiza en el periplasma (o fuera de la célula en las
bacterias Gram positivas).
Acetogénesis
TMAO es un producto químico producido comúnmente por los peces que cuando se reduce a
TMA produce un fuerte olor. DMSO es un producto químico marino y de agua dulce común
que también es odorífero cuando se reduce a DMS. La declorinación reductora es el proceso
por el cual los compuestos orgánicos con cloro se reducen para formar productos finales sin
cloro. Puesto que los compuestos orgánicos que contienen cloro son importantes (y a
menudo difíciles de degradar) contaminantes ambientales, la declorinación reductora es un
proceso importante en la biorremediación.
Quimiolitotrofía
Muchos organismos son capaces de usar hidrógeno (H2) como fuente de energía.
Previamente se han mencionado varios mecanismos de oxidación anaerobia del hidrógeno
(por ejemplo, la reducción del sulfato y las bacterias acetogénicas), pero además el
hidrógeno se puede utilizar también como fuente de energía aerobia. En estos organismos, el
hidrógeno es oxidado por una hidrogenasa ligada a la membrana, realizando el
desplazamiento del protón vía una transferencia de electrones a varias quinonas y
citocromos. En muchos organismos se utiliza una segunda hidrogenasa citoplásmatica para
generar un potencial reducido bajo la forma de NADH, que se usará posteriormente para fijar
el dióxido de carbono vía el ciclo de Calvin. Los organismos que oxidan del hidrógeno, tales
como Ralstonia eutrophaeutropha, viven a menudo en las zonas de transición oxigenadas-
anóxicas de la naturaleza para aprovechar el hidrógeno producido por los organismos
fermentantes anaerobios mientras que todavía pueden acceder al oxígeno.
El hierro ferroso es una forma soluble de hierro estable a un pH extremadamente bajo o bajo
condiciones anaerobias. Bajo condiciones aerobias y pH moderado, el hierro ferroso se oxida
espontáneamente a la forma férrica (Fe3+ ) y abióticamente a hidróxido férrico (Fe(OH)3 )
insoluble. Existen, por lo tanto, tres tipos distintos de microbios reductores del hierro ferroso.
Nitrificación
Bioquímicamente, la oxidación del amoníaco ocurre por la oxidación en varios pasos del
amoníaco a hidroxilamina (NH2OH) por la enzima amonio monooxigenasa en el citoplasma,
seguida por la oxidación de la hidroxilamina a nitrito por la enzima hidroxilamina
oxidoreductasa en el periplasma. El ciclo de electrones y protones es muy complejo pero
como beneficio neto solamente un protón se desplaza a través de la membrana por cada
molécula de amoníaco oxidada.
La reducción del nitrito es mucho más simple: el nitrito es oxidado por la enzima nitrito
oxidoreductasa unida al desplazamiento de un protón por una cadena de transporte de
electrones muy corta. Esto conduce de nuevo a tasas de crecimiento muy bajas para estos
organismos. Se requiere oxígeno tanto para la oxidación del amoníaco como para la del
nitrito, lo que implica que las bacterias nitrificantes y oxidadoras de nitrito sean aerobias.
Como en la oxidación del azufre y del hierro, el NADH para la fijación del dióxido de carbono
en el ciclo de Calvin es generado por un flujo inverso de electrones, poniendo otra carga
metabólica a un proceso ya energéticamente pobre.
Anammox
Los organismos del Anammox son autótrofos, aunque el mecanismo por el cual realizan la
fijación del dióxido de carbono todavía no es conocido. Debido a esta característica, son
organismos que se utilizan industrialmente para eliminar el nitrógeno en los procesos del
tratamiento de aguas residuales. Estos organismos proliferan extensamente en los sistemas
acuáticos anaerobios y se ha especulado que generan aproximadamente el 50% de la
producción de gas nitrógeno en algunos ambientes marinos.
Fototrofía
Muchos microorganismos son capaces de usar la luz como fuente de la energía (fototrofía).
De éstos, Cyanobacteria y las algas son particularmente significativas porque son oxigénicas,
usando agua como donador de electrones para la transferencia del electrón durante la
fotosíntesis. Junto con las plantas, estos microorganismos son responsables de toda la
generación biológica de oxígeno sobre la Tierra. En cierto sentido, todos los generadores
biológicos de oxígeno descienden de estos microorganismos puesto que los cloroplastos
fueron adquiridos por endosimbiosis de un linaje de Cyanobacteria. Así, los principios
generales del metabolismo en Cyanobacteria se pueden también aplicar a los cloroplastos.
Fijación de nitrógeno
El nitrógeno es un elemento requerido para el crecimiento por todos los sistemas biológicos.
Aunque es extremadamente común (80% por volumen) en la atmósfera en forma de gas (N2)
es generalmente inaccesible biológicamente debido a su alta energía de activación. En toda
la naturaleza solamente las bacterias especializadas son capaces de la fijación de nitrógeno,
convirtiéndolo en amoníaco (NH3) que es asimilado fácilmente por todos los organismos.
Éstas bacterias, por lo tanto, son muy importantes ecológicamente y son a menudo
esenciales para la supervivencia de ecosistemas enteros. Esto es especialmente cierto en el
océano, en donde las cyanobacterias fijadoras de nitrógeno son menudo las únicas fuentes
de nitrógeno. También es muy importante en el suelo, existiendo simbiosis especializadas
entre legumbres y bacterias fijadores de nitrógeno, imprescindibles para el crecimiento de
estas plantas.
La fijación de nitrógeno se puede encontrar en casi todos los linajes bacterianos y clases
fisiológicas pero no es una característica universal. Puesto que la enzima nitrogenasa,
responsable de la fijación de nitrógeno, es muy sensible al oxígeno que la inhibirá
irreversiblemente, todos los organismos fijadores de nitrógeno deben tener un cierto
mecanismo para mantener la concentración de oxígeno baja. Las posibilidades incluyen:
Nódulos en las raíces de las plantas (por ejemplo, Rhizobium), en donde la planta le
proporciona oxígeno a la bacteria a través de moléculas de leghemoglobina.
MICROBIOLOGIA AGRICOLA
Enfrentamiento ciego con los microorganismos como agentes de la fertilidad del suelo
El descubrimiento de la agricultura, evento crucial que dio inicio a la vida civilizada hace unos
10.000 años, enfrentó al hombre con otras manifestaciones importantes del mundo microbial.
Muy pronto el hombre se dio cuenta de que el estiércol enriquece el suelo, después encontró
que la siembra de ciertas especies como el fríjol y la soya tenían un efecto parecido. El
abonamiento con estiércol y orina y la siembra de leguminosas como abono verde, practicados
por los agricultores romanos hace más de dos mil años, así como la práctica de cultivos
asociados de fríjol y maíz que data posiblemente de las épocas precolombinas, constituyen
expresiones antiguas del dominio relativo pero ciego, sobre las fuerzas microbiales, entonces
desconocidas.
Existe una gran diversidad de microorganismos que viven en el suelo. El número y tipos de
microorganismos presentes en el suelo dependen de diversos factores ambientales como
son los nutrientes, humedad, aireación, temperatura, pH, prácticas agrícolas, etc. Existen del
orden de varios miles de millones de bacterias por gramo de suelo. La mayor parte son
heterotrofos, siendo comunes los bacilos esporulados, los actinomicetos que son los
responsables del olor a tierra mojada, y en la rizosfera (región donde el suelo y las raíces de
las plantas entran en contacto) especies de los géneros Rhizobium, Pseudomonas y los
hongos micorrizógenos.
El medio donde se desarrollan los microrganismos telúricos está dividido en una multitud de
microambientes donde las condiciones pueden ser muy diferentes unas de otras
confiriéndole una microheterogeneidad inusual. El soporte orgánico y mineral no es inerte y
los diversos procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en el suelo están
íntimamente intrincados. La energía necesaria para el desarrollo de los microorganismos
heterótrofos, que son la mayoría de las micropoblaciones del suelo, proviene indirectamente
de la fotosíntesis. Hay también una microfauna que a veces interviene activamente al lado de
la microbiota (1).
El suelo está formado por cinco componentes principales: materia mineral, agua, aire,
materia orgánica y seres vivos. La cantidad de estos constituyentes no es la misma en
todos los suelos. El aire y el agua juntos representan aproximadamente la mitad del volumen
del suelo. El agua que se mueve por la gravedad se encuentra en los poros más grandes del
suelo, que frecuentemente están llenos de aire. Parte del agua es retenida por interacciones
con otros constituyentes del suelo y sólo una fracción de ésta es aprovechable por los
organismos vivos. La aireación y la humedad están directamente relacionados ya que los
poros que no contienen agua están llenos de gas.
Un corte vertical del suelo revela un perfil definido por capas horizontales:
A nivel mundial, la producción agrícola presentó una gran evolución con la aplicación
creciente de fertilizantes minerales y productos químicos, lo que se reflejó en un incremento
ininterrumpido de los rendimientos agrícolas. A través de los años, para mantener ese
potencial productivo, los cultivos requerían de una aplicación masiva de diversos insumos
químicos, lo que empezó a generar, junto con su efecto positivo, una serie de condiciones y
factores negativos en los agroecosistemas actuales, por lo que en muchos suelos agrícolas
se observaron acumulaciones importantes de de nitratos, nitritos, pesticidas y otras
combinaciones ecológicamente dañinas.
Una de las principales causas de que no se hayan detenido a tiempo los procesos negativos
en la agricultura intensiva, lo fue el desconocimiento de las implicaciones en el uso excesivo
de los insumos y al poco estudio de su efecto sobre la microflora del suelo y sobre los
procesos biológicos que condicionan la fertilidad de los mismos. El efecto final fue una
destrucción sustancial de las asociaciones microbianas y su actividad funcional o bioquímica.
La rizosfera fue definida por Hiltner (1904) como “la zona alrededor de las raíces de las
plantas, donde se estimula el crecimiento de las bacterias”, según cita de Box y Hammond
(1990). Esta definición se ha ido ampliando a través del tiempo (Ferrera -Cerrato, 1989;
Cambpell y Greaves, 1990 y Hund, 1990), reconociéndose en la actualidad varias zonas, por
ejemplo la ectorizosfera (zona alrededor de la raíz). El incremento de la actividad microbiana
en la rizosfera, ejercido por el suministro de compuestos orgánicos que aportan los exudados
radicales y otros materiales, recibe el nombre de efecto rizosférico, que puede afectar
positiva o negativamente la actividad microbiana del medio edáfico. Los tipos de exudados
que frecuentemente se encuentran son: carbohidratos del tipo de los monosacáridos, di, tri y
oligosacáridos.
Existen una gama de compuestos que inducen cambios de pH en la raíz, entre ellos los
agroquímicos utilizados comúnmente en una finca agrícola, además de compuestos químicos
naturales como los ácidos orgánicos que forman parte del Ciclo de Krebbs, tales son el ácido
cítrico, ácido acético y málico (Alexander, 1980). Se encuentran también otros compuestos
como son los nucleótidos (adenina, guanina, uridina y citocina), flavomonas y enzimas
(fosfatasas, invertasas, amilasas, proteasas), así como hormonas vegetales (auxinas,
citoquininas, ácido giberélico, etc.) y otros importantes para la actividad microbiana en la
rizosfera. ya que ayudan a formar quelatos asociados con poblaciones microbianas y
nutrimentos del suelo, aunque también participan en la inmovilización de elementos
esenciales. En resumen, los compuestos químicos que exudan las raíces modifican las
poblaciones de bacterias, hongos y actinomicetos y provocan cambios en los protozoos y
algas. Los estudios cualitativos revelan cierto efecto selectivo en el sistema radical, al
encontrarse una estimulación preferencial sobre los microorganismos Gran negativos, no
esporulados. Los géneros frecuentemente encontrados son Pseudomonas, Arthrobacter,
Agrobacterium, Azotobacter, Mycobacterium etc. (Ferrera-Cerrato y Pérez- Moreno, 1995).
Desde el punto de vista de sus relaciones con las plantas, los microorganismos del suelo se
dividen en tres grandes grupos:
c) simbiontes, los cuales benefician el desarrollo y nutrición vegetal. Entre los beneficios
para el sistema suelo-planta, pueden citarse los siguientes:
Los hongos de tipo micorriza arbusculares (VAM), una vez que colonizan la raíz desarrollan
un micelio externo que la conecta con los variados microhábitas del suelo, permitiendo una
mayor disponibilidad de nutrientes (fósforo y nitrógeno fundamentalmente), protección frente
a estreses bióticos y abióticos.
Las bacterias fijadoras de nitrógeno (Rhizobium, Frankia y de vida libre) efectúan su función
en la rizosfera de las plantas a las cuales les incorporan altas cantidades de nitrógeno.
CICLOS BIOGEOQUIMICOS
Cualquier elemento que un organismo necesite para vivir, crecer y reproducirse se llama
nutrimento o nutriente. Los organismos vivos necesitan de 30 a 40 elementos químicos,
aunque el número y tipos de estos elementos pueden variar con los distintos organismos. En
general, tales nutrientes se encuentran en diversos compuestos.
Los elementos requeridos por los organismos en grandes cantidades se denominan
macronutrientes. Son ejemplos: el carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, fósforo, azufre,
calcio, magnesio y potasio. Estos elementos y sus compuestos constituyen el 97% de la
masa del cuerpo humano, y más de 95% de la masa de todos los organismos. Los 30 o más
elementos requeridos por los organismos en cantidades pequeñas, o trazas, se llaman
micronutrientes. Son ejemplos el hierro, cobre, zinc, cloro y yodo.
La mayor parte de las sustancias químicas de la tierra no ocurren en formas útiles para los
organismos que viven en el planeta. Afortunadamente, los elementos y sus compuestos
necesarios como nutrientes para la vida sobre la tierra, son ciclados continuamente en vías
complejas a través de las partes vivas y no vivas de la ecósfera, y convertidos en formas
útiles por una combinación de procesos biológicos, geológicos y químicos.
Este ciclamento de los nutrientes desde el ambiente no vivo (depósitos en la atmósfera, la
hidrosfera y la corteza de la tierra) hasta los organismos vivos, y de regreso al ambiente no
vivo, tiene lugar en los ciclos biogeoquímicos (literalmente, de la vida (bio) en la tierra
(geo), estos ciclos, activados directa o indirectamente por la energía que proviene del Sol,
incluyen los del carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre y del agua (hidrológicos).
De este modo, una sustancia química puede ser parte de un organismo en un momento y
parte del ambiente del organismo en otro momento. Por ejemplo, una de las moléculas de
oxígeno que usted acaba de inhalar, puede ser una inhalada anteriormente por usted, o su
abuela, o por
un dinosaurio hace millones de años. En forma semejante, alguno de los átomos de carbono
de la piel que cubre su mano derecha puede haber sido parte de la hoja de una planta, la piel
de un dinosaurio o de una capa de roca caliza.
Estos elementos circulan a través del aire, el suelo, el agua y los seres vivos.
Gracias a los ciclos biogeoquímicos es posible que los elementos se encuentres disponibles
para ser usados una y otra vez por otros organismos; sin estos la vida se extinguiría.
El término ciclo biogeoquímico se deriva del movimiento cíclico de los elementos que forman
los organismos biológicos (bio) y el ambiente geológico (geo) e intervienen en un cambio
químico.
Hay tres tipos de ciclos biogeoquímicos interconectados.
En los ciclos gaseosos, los nutrientes circulan principalmente entre la atmósfera (agua) y los
organismos vivos. En la mayoría de estos ciclos los elementos son reciclados rápidamente,
con frecuencia en horas o días. Los principales ciclos gaseosos son los del carbono, oxígeno
y nitrógeno.
En los ciclos sedimentarios, los nutrientes circulan principalmente en la corteza terrestre
(suelo, rocas y sedimentos) la hidrosfera y los organismos vivos. Los elementos en estos
ciclos, generalmente reciclados mucho más lentamente que en los ciclos atmosféricos,
porque los elementos son retenidos en las rocas sedimentarias durante largo tiempo, con
frecuencia de miles a millones de años y no tienen una fase gaseosa. El fósforo y el azufre
son dos de los 36 elementos reciclados de esta manera.
En el ciclo hidrológico; el agua circula entre el océano, el aire, la tierra y los organismos
vivos, este ciclo también distribuye el calor solar sobre la superficie del planeta.
1. CICLO DEL CARBONO.
Todos los seres vivos requieren de átomos de nitrógeno para la síntesis de proteínas de una
variedad de otras moléculas orgánicas esenciales. El aire, que contiene 79% de nitrógeno, se
utiliza como el reservorio de esta sustancia. A pesar del gran tamaño del patrimonio de
nitrógeno, a menudo es uno de los ingredientes limitantes de los seres vivos. Esto se debe a
que la mayoría de los organismos no puede utilizar nitrógeno en forma elemental, es decir:
como gas N2. Para que las plantas puedan sintetizar proteína tienen que obtener el nitrógeno
en forma "fijada", es decir: incorporado en compuestos. La forma más comúnmente utilizada
es la de iones de nitrato, NO3-. Sin embargo, otras sustancias tales como el amoníaco NH3 y
la urea (NH2) 2CO, se utilizan con éxito tanto en los sistemas naturales como en forma de
fertilizantes en la agricultura.
Fijación del Nitrógeno. La molécula de nitrógeno, N2, es bastante inerte. Para separar los
átomos, de tal manera que puedan combinarse con otros átomos, se necesita el suministro
de grandes cantidades de energía. Tres procesos desempeñan un papel importante en la
fijación del nitrógeno en la biosfera. Uno de estos es el relámpago. La energía enorme de un
relámpago rompe las moléculas de nitrógeno y permite que se combinen con el oxígeno del
aire. Los óxidos de nitrógeno formados se disuelven en el agua de lluvia y forman nitratos. En
esta forma pueden ser transportados a la tierra. La fijación atmosférica del nitrógeno
probablemente representa un 5-8% del total.
La necesidad de nitratos para la fabricación de explosivos condujo al desarrollo de un
proceso industrial de fijación del nitrógeno. En este proceso, el hidrógeno (derivado
generalmente del gas natural o del petróleo) y el nitrógeno reaccionan para formar amoníaco,
NH3. Para que la reacción pueda desarrollarse eficientemente, tiene que efectuarse a
elevadas temperaturas (600ºC), bajo gran presión y en la presencia de un catalizador. Hoy en
día, la mayor parte del nitrógeno fijado industrialmente se utiliza como fertilizante. Quizás un
tercio de toda la fijación del nitrógeno que hoy en día tiene lugar en la biosfera se efectúa
industrialmente.
Las bacterias son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico tanto para su huésped como para
sí mismas. En efecto, la capacidad para fijar nitrógeno parece ser exclusiva de los
procariotes.
Otras bacterias fijadoras del nitrógeno viven libremente en el suelo. También algunas algas
verde-azules son capaces de fijar en nitrógeno y desempeñan un papel importante en el
mantenimiento de la fertilidad en medios semiacuáticos como campos de arroz.
A pesar de la amplia investigación desarrollada, todavía no es claro de que manera los
fijadores del nitrógeno son capaces de vencer las barreras de alta energía inherentes al
proceso. Ellos requieren de una enzima, llamada nitrogenasa, y un alto consumo de ATP.
Aunque el primer producto estable del proceso es el amoníaco, este es incorporado
rápidamente en las proteínas y en otros compuestos orgánicos que contienen nitrógeno.
Podemos decir, entonces, que la fijación del nitrógeno en las proteínas de la planta (y de los
microbios). Las plantas carentes de los beneficios de la asociación con fijadores del
nitrógeno, sintetizan sus proteínas con fijadores de nitrógeno absorbido del suelo,
generalmente en forma de nitratos.
Descomposición. Las proteínas sintetizadas por las plantas entran y atraviesan redes
alimentarias al igual que los carbohidratos. En cada nivel trófico se producen
desprendimientos hacia el ambiente, principalmente en forma de excreciones. Los
beneficiarios terminales de los compuestos nitrogenados orgánicos son microorganismos de
descomposición. Mediante sus actividades, las moléculas nitrogenadas orgánicas de las
excreciones y de los cadáveres son descompuestas y transformadas en amoniaco.
Nitrificación. El amoniaco puede ser absorbido directamente por las plantas a través de sus
raíces y, como se ha demostrado en algunas especies, a través de sus hojas. (Estas últimas,
cuando se exponen a gas de amoniaco previamente marcado con isótopos radiactivos,
incorporan amoniaco en sus proteínas). Sin embargo, la mayor parte del amoníaco producido
por descomposición se convierte en nitratos. Este proceso se cumple en dos pasos. Las
bacterias del género nitrosomonas oxidizan el NH3 y lo convierten en nitritos (NO2-). Los
nitritos son luego oxidados y se convierten en nitratos (NO 3-) mediante bacterias del género
Nitrobacter. Estos dos grupos de bacterias quimioautotróficas se denominan bacterias
nitrificantes. A través de sus actividades (que les suministran toda la energía requerida para
sus necesidades), el nitrógeno es puesto a disposición de las raíces de las plantas.
Desnitrificación. Si el proceso descrito antes comprendiera el ciclo completo del nitrógeno,
estaríamos ante el problema de la reducción permanente del patrimonio de nitrógeno
atmosférico libre, a medida que es fijado comienza el ciclaje a través de diversos
ecosistemas. Otro proceso, la desnitrificación, reduce los nitratos a nitrógeno, el cual se
incorpora nuevamente a la atmósfera. Así, otra vez, las bacterias son los agentes implicados.
Estos microorganismos viven a cierta profundidad en el suelo y en los sedimentos acuáticos
donde existe escasez de oxígeno. Las bacterias utilizan los nitratos para sustituir al oxígeno
como aceptor final de los electrones que se desprenden durante la respiración. Al hacerlo
así, las bacterias cierran el ciclo del nitrógeno.
BIBLIOGRAFIA
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JUAN CARLOS ZARATE, CLAUDINO MAMANI, WILLIAM RIVERA Presentación de
microbiología Facultad de Ciencias Agrícolas U.A.G.R.M. Semestre II-2009