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¿Contribuye o dificulta una Ley como la del negacionismo a la Reconciliación

Nacional?
Durante la década de los años ochenta y parte de los noventa, en el Perú se vivieron
momentos atroces ocasionados por los actos radicales de los grupos revolucionarios
Sendero Luminoso y, en parte también, por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
Después de aproximadamente diecisiete años desde que se puso “fin” al terrorismo en
el Perú, todavía hay ciertas secuelas de esos actos y grupos que de alguna manera
impiden que podamos voltear la página y enfrentar el futuro como una sociedad
reconciliada.
Para poder comentar acerca de la Reconciliación Nacional debemos saber quién fue el
principal responsable de aquellos actos que hoy en día, nos hacen buscarla. Esa
responsabilidad se la atribuimos a Sendero Luminoso (en adelante SL) que según la
Comisión de la Verdad y Reconciliación, fue el responsable del cincuenta y cuatro por
ciento de las víctimas. SL es un grupo terrorista que fue encabezado por Abimael
Guzmán, (“Camarada Gonzalo” como era conocido en la clandestinidad).
La Reconciliación Nacional es “un proceso de restablecimiento y refundación de los
vínculos fundamentales entre los peruanos, vínculos voluntariamente destruidos o
deteriorados por el estallido de un conflicto violento iniciado por el PCP1 Sendero
Luminoso” (CVR, 2003). La reconciliación nacional, como ya mencioné anteriormente,
es un proceso que puede producirse de diferentes formas; ya sea como perdón o como
el hecho de simplemente superar aquellos actos realizados por aquellos grupos.
Este proceso no se logra hasta el día de hoy, debido a que aquellos actos terroristas
crearon heridas muy profundas en nuestra sociedad, difícilmente superables, aún más
para quienes fueron víctimas directas de estos actos y que perdieron seres queridos y
en otros casos bienes materiales que frustraron proyectos de vida. A pesar de los
esfuerzos realizados por los distintos gobiernos involucrados en la lucha contra el
terrorismo, éstos no han sido suficientes para crear conciencia en la sociedad de la
dimensión de los perjuicios ocasionados por el accionar de estos grupos terroristas y, a
mucho pesar, las nuevas generaciones que no vivieron directamente ese conflicto no
dimensionan realmente lo gravedad de aquellos hechos. Y el paso de los años está
ocasionando que miembros pertenecientes a esos grupos terroristas o que compartían
esas ideologías radicales, empiecen a justificar dichos actos amparándose en los
principios de libertad de expresión, que vienen afectando la susceptibilidad de la
mayoría de peruanos que rechazan dichos pensamientos y sobre todo de quienes
fueron directamente afectados.
Actualmente, se encuentra en agenda política el proyecto de ley del negacionismo
terrorista. La ley consiste en que “Será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro años ni mayor ocho años el que públicamente apruebe, justifique,
niegue o minimice los delitos cometidos por integrantes de organizaciones
terroristas…de modo tal que el contenido de esas expresiones resulte idóneo y
suficiente para cualquiera de las siguientes fines: a) Menospreciar, hostilizar u ofender

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PCP: Partido Comunista Peruano
gravemente a un colectivo social. B) Enaltecer a los responsables de dichos delitos. C)
Propiciar o estimular la violencia terrorista. D) Sirva como medio para adoctrinar con
fines terroristas”. (Ley que incorpora el artículo 316° al código penal, 2012)
Un proyecto de ley como el mencionado, en mi opinión, sí contribuiría a la
Reconciliación Nacional ya que, de alguna forma ayuda a proteger el bienestar social
impidiendo que las personas manifiesten expresiones que puedan alterar el orden
público2. Lo que se tratará de demostrar es cómo esta ley no afecta nuestra libertad de
expresión, la que debemos preservar como uno de los derechos más importantes de los
seres humanos en un gobierno democrático, en especial en un país como éste en el
que “la libertad de expresión todavía no está totalmente consolidada” (Lovatón, 2012),
también se presenta el hecho de que no se puede cambiar la “verdad histórica” (Zea,
2012) aunque todos sabemos que una verdad histórica en sí, no existe.
Un argumento por el que ésta ley ayudaría con la Reconciliación Nacional, se sustenta
en el hecho que ésta crearía una barrera dirigida, específicamente, a personas que
justifiquen, nieguen o minimicen los delitos cometidos por integrantes de organizaciones
terroristas; actos que, actualmente, han sido repudiados por la gran mayoría de la
sociedad. Es decir, personas que pretendan ensalzar o justificar actos terroristas,
tendrán que pensarlo dos veces antes de expresarlos públicamente. Esto se justifica de
alguna manera pues, en una sociedad insipiente culturalmente, es común que una gran
porción de la población sea proclive a ser manipulada.
En segundo lugar, “Vemos cómo día a día estos personajes que por ahí siempre
circulan, tienen expresiones que son francamente lamentables, sobre la destrucción, el
odio, y la muerte que sembró el terrorismo en el país” (Jimenéz, 2013). La ley del
negacionismo va a cerrar el paso a todo tipo de pensamiento que reivindique el
pensamiento de los cabecillas terroristas que tanto daño, destrucción y muerte
ocasionaron en el Perú. Además, con esta ley lo que se quiere lograr es la estabilidad y
convivencia social pacífica de nuestros compatriotas, preservando y respetando la
memoria de todos aquellos que fueron víctimas de los terroristas, evitando que las
expresiones de personas afecten sus susceptibilidades como lo ha venido haciendo el
Movimiento de Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF). (Anónimo, 2013)
En tercer lugar, una norma de este tipo podría conseguir que personas, amparándose
en principios de la libertad de expresión, puedan justificar actos de terrorismo
repudiados por la mayoría de la sociedad, haciendo que éstas reflexionen con mucho
cuidado antes de dar una opinión. Por otro lado, esta ley ayudaría a que personas o
grupos terroristas reflexionen o tomen consciencia de la gravedad de los actos o
hechos cometidos en el pasado y también en los que pretendan cometer, en uso de su
ejercicio de la libertad de expresión justificar actos terroristas o sediciosos que atentan
contra el orden público, entendiendo este concepto como el conjunto de normas,
costumbres, principios éticos y morales que inspiran a nuestra sociedad, impidiendo de
esta manera que podamos conseguir una verdadera reconciliación.

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Orden público: Por orden público debemos entender, el conjunto de normas, principios éticos, morales y
religiosos que inspiran a una sociedad.
Este proyecto de Ley ha generado mucha discusión, pues como es natural existe un
sector que no está de acuerdo con el mismo. Un contraargumento es que según la
constitución política del Perú, capítulo uno, artículo dos, tercer punto nos dice que:
“Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión, en forma
individual o asociada. No hay persecución por razón de ideas o creencias. No hay delito
de opinión. El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda
la moral ni altere el orden público.” (Peruano, 1993). El argumento que sostiene la
posición de que una norma de este tipo atenta contra la libertad de expresión es
infundada pues, lo que se está protegiendo es el abuso del derecho, es decir que se
utilice un derecho reconocido en la norma constitucional antes citada, para justificar
actos repudiados por la sociedad
En segundo lugar, la población peruana critica esta ley, debido al supuesto hecho de
que ésta estaría negando nuestra propia realidad, es decir los actos terroristas de las
décadas pasadas; pero cabe resaltar que es todo lo contrario, porque esta ley lo que
quiere hacer es denunciar a aquellas personas que quieren negar nuestra historia y
cambiarla de un modo distinto a como en verdad sucedieron. ¿Cómo alguien en su
sano juicio aprobaría o justificaría los actos terroristas? Creo que estos actos no tienen
justificación y lo que el Estado quiere lograr con esta ley es un gobierno que proteja a la
democracia y haga un país con mayor integración y preocupación por nuestros
compatriotas que se vieron afectados por las desgracias ocurridas en el pasado.

En conclusión, un proyecto de ley como el mencionado, sí ayudaría a la Reconciliación


Nacional ya que, logrará de alguna forma ayudar a proteger el bienestar social en una
sociedad tan complicada como es, la sociedad peruana. Esta ley ayudaría a la
reconciliación porque, estaría dirigida a las personas que menosprecien los actos
cometidos en el pasado. Por otro lado, haría que partidos políticos, como el MOVADEF,
dejen de crear una nueva consciencia de lo que pasó en la época del terrorismo, por lo
que mantendría una estabilidad y convivencia social pacífica. También cabe resaltar el
hecho que, esta ley estaría dirigida a aquellas personas que fueron dañadas por el
terrorismo y que necesitan respeto y consideración con esas personas que desean
impedir una reconciliación.

Por otra parte, hay un sector de la sociedad que no está de acuerdo con esta ley pero,
según la norma constitucional, nos menciona que podemos ser libres de expresarnos
siempre y cuando no se altere el orden público y, como ya he mencionado
anteriormente, quieren justificar actos repudiados por la sociedad, abusando del
derecho que nosotros tenemos como peruanos. También, mencionan que se quiere
cambiar nuestra propia realidad pero, ellos son los que la cambian tratando de cambiar
los hechos como en verdad sucedieron.

Para lograr una Reconciliación Nacional, primero se debería de aprobar la ley y hacer
que aquellas personas que cometieron estos actos, tomen consciencia de lo sucedido y
pidan perdón públicamente así, de algún modo, muestren estar arrepentidos. Después
de tanto tiempo de lo sucedido creo que solamente ha crecido el resentimiento de los
afectados, por lo que para empezar a reconstruir nuestra historia y ser un país unido,
todos deberíamos de apoyarnos entre todos, olvidando lo sucedido, tomando
consciencia de cómo pasaron los hechos y no queriendo cambiar los hechos como de
verdad ocurrieron, hablando con los que cometieron estos hechos y hacerles notar que
como quisieron hacer las cosas estuvo mal y así podremos voltear la página y escribir
una nueva historia en el que haya un Perú más unido y más reconfortado.

Finalmente, unas nuevas posibilidades de estudio al tema podrían ser; enfocándolo


desde el punto de vista religioso, con lo cual nos encontraríamos en una lucha con lo
que Dios y la libertad de acción, y los mandamientos enfocan respecto a la conducta del
hombre, eso en el caso de la religión católico-cristiano (Episcopal, 2003). Si
estudiaríamos el tema desde el punto de vista económico, se encuadraría por ejemplo,
dentro de la idea de calcular o elaborar el presupuesto que se requerirá para que se
aplique de manera efectiva y eficiente de la ley del negacionismo ya que, toda ley tiene
consecuencias económicas porque, representan un gasto en su difusión, aplicación y
estructuración. (Justicia, 00)

Bibliografía
Anónimo. (17 de enero de 2013). Peru. Recuperado el 2013 de julio de 10, de
http://peru.com/actualidad/politicas/juan-jimenez-peru-requiere-ley-negacionismo-luchar-contra-
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http://www.iglesiacatolica.org.pe/comis_episc.htm

Jimenéz, J. (17 de enero de 2013). Ley del negacionismo. (Anónimo, Entrevistador)

Justicia, P. d. (00 de 00 de 00). Corte Suprema. Recuperado el 30 de agosto de 2013, de


http://historico.pj.gob.pe/CorteSuprema/cepj/cepj.asp?opcion=conocenos

Ley que incorpora el artículo 316° al código penal, 1464 (Congreso de la República 28 de agosto de
2012).

Lovatón, D. (12 de diciembre de 2012). punto edu pucp. Recuperado el 5 de junio de 2013, de
http://puntoedu.pucp.edu.pe/noticias/ley-del-negacionismo-democracias-maduras/

Luminoso, S. (00 de 00 de 00). Sol Rojo. Recuperado el 7 de Junio de 2013, de


http://www.solrojo.org/pcp_pggonzalo.htm
Peruano, E. (1993). Derechos fundamentales de la persona. En E. d. Perú, Constitución política del Perú
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Secada, J. (26 de Enero de 2013). Diario 16. Recuperado el 7 de junio de 2013, de


http://diario16.pe/columnista/34/jorge-secada/2291/la-reconciliacia-n-nacional

Zea, A. M. (2012). Un proyecto de Ley generado por el miedo. Especial de Jurisprudencia , 12-16.

(Luminoso, 00)
(Secada, 2013)

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