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HABLAMOS DE...

NACIDOS PARA LEER

Leer en familia
Gema Paniagua

Leer en familia. Acompañar a nuestros hijos y a nuestras hijas a descubrir la magia de las pa-
labras. Claves para que la lectura, y la escritura, en casa sea placentera y sirva para aprender.

PALABRAS CLAVE: lectura en familia, lectura, cuentos, competencia lingüística.

Los estudios reflejan que en el des- tos y otros materiales de lectura su- Qué
arrollo de la lectura es esencial el pone algo novedoso en sus vidas,
papel de la familia: tiene más proba- porque no lo han vivido de peque-
bilidad de ser una buena lectora ños como algo placentero, sino que Lo primero que nos viene a la ca-
aquella niña que compartió cuentos asocian la lectura con los aburridos beza son los cuentos: empezamos
con sus padres en los primeros deberes. compartiendo las primeras imáge-
años. Hay familias en las que esto nes con los bebés y acabamos le-
se va a dar de forma natural: fami- Para unos y otros, vamos a revisar yendo historias con los más
lias con la casa llena de libros, de algunas claves para que la lectura, y mayores. A veces cuesta saber cuál
periódicos y revistas, etc. Hay otros la escritura, en casa sea placentera es un buen cuento para cada edad;
padres para los que compartir cuen- y sirva para aprender. lo mejor es pedir información en la
escuela o en la biblioteca infantil. En
cualquier caso, tenemos que obser-
var las reacciones de nuestro hijo o
hija para saber si estamos acer-
tando con el cuento (le entusiasma,
le aburre…).

Pero no solo los libros son impor-


tantes. Es fundamental que los ni-
ños vean la función del lenguaje
escrito en muchas situaciones: la
lista de la compra, la nota que deja-
mos a mamá para decirle que esta-
mos en el parque, el correo
electrónico que nos ha escrito la
tía, el texto que acompaña a una
foto en la que se ha fijado nuestro
AULA DE INFANTIL

hijo, etc. Aprovechando esos cien-


tos de situaciones cotidianas, se da
una comprensión del sentido de lo

Aula de Infantil | núm. 67 | pp. 24-26 | septiembre 2012 | 24


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NACIDOS PARA LEER
Lectura | 0 a 6

Aprovechando cientos de tros» con nuestros hijos, es decir, in- mentario («Da un poco de miedo,
situaciones cotidianas, se tentamos hacer una actividad seria, ¿no?») y el que deja hablar y co-
da una comprensión del nos volvemos muy directivos y les mentar al niño todo lo que se le ocu-
sentido de lo escrito y una corregimos con frecuencia. Pero ¡ni rra («¡Como el perro de la yaya!»).
los maestros lo hacen ya así, ni so- Con los que todavía no hablan, el
motivación para querer
mos maestros! ponernos cara a cara con pe-
descifrarlo queño –y el cuento en medio– nos
Estamos acertando en cómo conta- permite ver lo que están mirando
mos o leemos el cuento si conse- para comentárselo, para seguirles
escrito y una motivación por querer guimos emocionarnos juntos: la en sus intereses. Lo importante no
descifrarlo. cara de nuestro hijo muestra preo- es tanto leerlo todo sin dejarse nada,
cupación en esta página, expecta- ni que el niño se fije en lo que nos-
Lo que hay evitar es hacer cosas de ción en aquella y nos tronchamos otros queremos; lo importante es
forma mecánica, con poco sentido. con el desenlace final. Cuando con- que par ticipe realmente, que se
Por ejemplo, hacer fichas donde re- tamos el cuento sin ilusión, de meta en el cuento, que esté muy
petimos una y otra vez una letra, o forma mecánica, como cumpliendo atento y expectante en algunos mo-
escribimos «ma-me-mi-mo-mu». un trámite, contagiamos al niño la mentos, que hable en otros, que
Aunque a veces los niños muestran falta de entusiasmo. Aquí cuentan quiera volver a mirar la página ante-
entusiasmo inicialmente por estos no solo las palabras; son importan- rior, que nos marque el ritmo de la
«deberes como los mayores», aca- tes las miradas de complicidad con narración.
ban siendo actividades tediosas por- el niño, nuestros gestos, nuestra
que no tienen significado, no sirven voz expresiva, el estar muy juntos… También nos la jugamos en el cómo
para enterarse de algo (como su- Cuando padres e hijos consegui- en las situaciones cotidianas. Opor-
cede al leer un cuento), ni para re- mos «meternos» en el cuento, es tunidades para leer y escribir a lo
cordar algo importante (que no se que lo estamos compartiendo de largo de toda la jornada hay en to-
nos olvide comprar el zumo prefe- forma acertada. das las casas, pero es muy distinto
rido), ni para comunicar nada (que cómo se aprovechan («Déjame, que
hemos ido al parque). Insistir en re- Un buen comunicador es aquel que estoy haciendo la lista de la compra»
petir estas tareas mecánicas a ve- está atento a las reacciones de su frente a «¿Me ayudas con la lista de
ces tiene el efecto que menos interlocutor. Los padres que leen o la compra?»). Aprovechar las situa-
pretendíamos: ¡quitar el interés por comentan bien los cuentos son ciones supone, por ejemplo, no es-
leer y escribir! aquellos que están atentos a las re- cribir una nota a la carrera, sino
acciones de su «público»: la mamá dedicar un minuto a compartirla con
Cómo que se para un poco más en la hoja nuestra hija, decidiendo qué escribi-
que más le gusta al mos, dejándole po-
niño, el papá que ner alguna palabra
En el «cómo» nos la jugamos: tene- se salta un poco de Cuando padres e hijos que pueda escribir
mos que conseguir que leer y escri- texto cuando ve conseguimos «meternos» ella con nuestra
bir sea algo placentero y que la niña se abu- en el cuento, es que lo ayuda, etc. Y por
gratificante. A veces asociamos la rre, el que inte- estamos compartiendo supuesto, no hacer
lectura con una actividad escolar y rrumpe la narración de forma acertada de profesores tam-
nos dedicamos a hacer de «maes- para hacer un co- poco en estas situa-

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A veces uno de los dos padres tiene más tiempo o le gusta
más y se dedica un poco más a la lectura, lo mismo que el
otro juega más con la pelota o sale más a la calle con el niño.
Lo importante es que el pequeño vea interés por la lectura
y la escritura en ambos
ciones: arruinamos el momento si
nos ponemos a borrar lo que ha es-
crito la niña para hacérselo escribir tiene más tiempo o le gusta más y tos? ¿Y si intercalamos cosquillas y
bien. se dedica un poco más a la lectura, jugueteo a lo largo del cuento? Y si,
lo mismo que el otro juega más con de momento, no se lo leemos, sino
Cuándo la pelota o sale más a la calle con que le vamos contando lo que a ella
el niño. Lo importante es que el pe- le llame la atención.
queño vea interés por la lectura y la
En muchas familias leer un cuento a escritura en ambos. Pero no se de- «Es que a la hora del cuento siem-
los niños es parte del ritual de irse a ben desaprovechar otros «lectores» pre acabamos mal; de pequeño por-
la cama. Tiene la ventaja de tratarse del entorno. Para algunas abuelas que quería pasar las hojas y ahora,
de una actividad tranquila y rela- y abuelos se trata de una actividad que es más mayor y empieza a leer,
jante…, siempre que se haga de con la que disfrutan mucho. Algu- cuando le corrijo y le hago repetir,
forma tranquila y relajante. En algu- nos hermanos y hermanas mayo- se enfada.» ¿Por qué no dar priori-
nos casos, no es un buen momento res están encantados de leer a los dad al placer del momento, a ayudar
porque el niño está demasiado can- pequeños ese cartel que no entien- frente a corregir? ¿Por qué no mor-
sado o la mamá, muy ocupada. Es den, ese mensaje en el teléfono dernos un poquito la lengua y per-
bueno establecer un ritual diario de que ha enviado papá, etc. Lo im- mitir que haya cosas que se ha
compartir un cuento, porque se ase- portante, de nuevo, es que no sea saltado o ha leído regular? ¿Por qué
gura una estimulación cotidiana y algo impuesto, una obligación, no fijarnos más en lo que sabe ha-
sistemática, pero cada familia debe unos deberes para hacer con la cer que en lo que no sabe? ¿Le
decidir cuál es ese buen momento. nieta o el hermano. ayudamos realmente siendo tan crí-
ticos y perfeccionistas?
En cualquier caso, es importante re- Y con las niñas y los niños
cordar que motivar hacia la lectura y a los que no les gusta… A todos los niños y las niñas les
la escritura no es solo cuestión del puede gustar compartir cuentos.
rato del cuento. Hay cantidad de Tenemos que acertar con su qué,
momentos a lo largo del día en los «Es que David solo quiere el triciclo su cómo, su cuándo y su quién. La
que tenemos que aprovechar para y jugar con los coches.» ¿Es que no diversión y el placer serán el indi-
leer y para que observen el uso so- hay cuentos de coches y motos? Es cador de que vamos por buen ca-
cial de la lectura (la marca del co- esencial para los niños a los que ini- mino.
che que le llama la atención, la cialmente no les interesan los cuen-
señal que indica por donde se va a tos –o los catálogos o lo que sea–
HEMOS HABLADO DE:
la playa, el nombre que aparece en seguirles en sus intereses, dar con - Lectura.
el teléfono móvil, etc.). lo que les atrae. - Familia y educación.

AUTORA
Quién «Es que Marta es muy inquieta y no Gema Paniagua
aguanta ni un segundo.» Tal vez a Equipo de Atención Temprana de Leganés
Marta no se le puede pedir que esté (Madrid)
gema.paniagua.valle@gmail.com
Los padres y las madres tienen, mucho tiempo, pero seguro que po-
por supuesto, un papel esencial en demos pensar en cómo centrar su Este artículo fue solicitado por AULA DE INFANTIL en
abril de 2012 y aceptado en junio de 2012 para su
todo esto. A veces uno de los dos atención. ¿Y si hacemos más ges- publicación.

Aula de Infantil | núm. 67 | septiembre 2012 | 26

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