Sei sulla pagina 1di 19

Guerra fría y cultura: soportar econoí micamente una reconstruccioí n material e industrial

Un panorama sobre la libertad y el compromiso del escritor en de semejante envergadura; hay que tener en cuenta que los Estados
la mitad del siglo XX Unidos poseíían el 80% de las reservas de oro del periodo y producíía
Pablo Carriedo Castro la mitad de la riqueza del planeta, con lo que su moneda, el doí lar, se
convirtioí en el pivote de la economíía mundial y la referencia de
valor del resto de divisas.[i] Sin embargo, tal y como explica el
RESUMEN.- El presente trabajo pretende ofrecer un mapa profesor Noam Chomsky:
aproximativo de los presupuestos culturales nacidos a raííz de la Europa se beneficioí econoí micamente, aunque condicionaron sus
llamada Guerra Fríía. La configuracioí n econoí mica y políítica del sociedades internas y su lugar en el orden internacional: un papel
mundo en dos bloques enfrentados, provoca en todo el espectro subordinado en cuanto al trabajo en la propia Europa y un papel
intelectual del planeta una fractura ideoloí gica entre los partidarios subordinado en el marco global. [...] Los resultados de la
de un arte independiente, seguí n proclamaba la doctrina del fin de planificacioí n y las polííticas de la posguerra fueron por lo general
las ideologíías y el liberalismo social al uso, y los seguidores de un satisfactorios, por no decir que espectaculares. El crecimiento de la
arte comprometido con su tiempo que participara de la realidad economíía interna y la raí pida expansioí n de las inversiones en el
histoí rica. El objetivo de este trabajo es describir de forma amplia y extranjero devengaron enormes beneficios a los inversores
panoraí mica la morfologíía de sus presupuestos maí s baí sicos, asíí estadounidenses. [...] El Plan Marshall sentoí las bases para muchas
coí mo la naturaleza de los fenoí menos culturales que se desarrollan inversiones directas de los Estados Unidos en Europa y preparoí el
en la mitad del pasado siglo XX. terreno para las empresas transnacionales [...] Por mucho que no
esforcemos es difíícil pensar queí medidas hubiesen podido impulsar
1. Guerra fría: descolonización e imperialismo | 2. la doctrina los planificadores de la posguerra cuyos resultados hubiesen sido
de "el fin de las ideologías": especialización y arte por el arte | maí s ventajosos para el poder privado y estatal de los Estados
3. Morfología del arte comprometido Unidos. CHOMSKY (1996: 161 y 166-167)
Es entonces cuando comienza la hegemoníía histoí rica de los Estados
1. Guerra fríía: descolonizacioí n e imperialismo Unidos de Ameí rica, un dominio que se va a extender por todos los
En el anñ o 1944, cerca de cincuenta paííses, incluida la Unioí n continentes y que perdura en la actualidad. Sin embargo, la
Sovieí tica, firman en la localidad de New Hampshire en Estados supremacíía norteamericana y la estructura econoí mica que la
Unidos, los denominados acuerdos de Breton Woods. El tratado sostiene van a verse amenazas, en el periodo, por la existencia de
surge, inicialmente, con el objetivo de prevenir una crisis econoí mica otro sistema en expansioí n. Hasta 1946 o 1947, aproximadamente,
una vez finalice la Guerra Mundial; pero, de hecho, los principios que las relaciones entre la Unioí n Sovieí tica y el gobierno de Washington,
lo inspiran constituyen la base del sistema financiero actual. Nacen no son hostiles; durante la guerra mundial pueden calificarse
entonces el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dos incluso de cordiales: en 1943, la revista Life, todo un icono del
de las organizaciones encargadas de regular y administrar los flujos “american way”, dedicoí uno de sus nuí meros monograí ficos a la Rusia
econoí micos de caraí cter global, la estabilidad monetaria y, en sovieí tica y al ejeí rcito rojo, abrieí ndolo con una paternal fotografíía de
general, garantizar el funcionamiento de la estructura capitalista. Stalin sonriendo[ii] e, inicialmente, el Plan Marshall incluíía las aí reas
Una de sus funciones histoí ricas fundamentales fue organizar el del este europeo y a la propia URSS. Moscuí declinoí la oferta y
reparto de las ayudas del Plan Marshall en 1947; este programa de planteoí la alternativa econoí mica del socialismo al modelo
preí stamo y auxilio fue disenñ ado para Europa por la administracioí n norteamericano. Desde entonces, puede hablarse ya del estallido de
de gobierno de los Estados Unidos, la uí nica potencia capaz de la guerra fríía. Uno de los hechos fundamentales para entender este
periodo de la historia reside en la detonacioí n de dos bombas El comunismo -su fantasma ubicuo- proporcionoí a la políítica
atoí micas el 6 y el 9 de agosto de 1945, sobre las ciudades de exterior de los Estados Unidos la posibilidad de intervenir en
Hiroshima y Nagasaki para forzar la capitulacioí n de Japoí n en la cualquier punto del planeta para deshacerse de todos aquellos
guerra. Esa realidad va a condicionarlo todo; ambas potencias elementos que contrariaran sus intereses. En la Europa occidental,
inician el rearme de sus ejeí rcitos para disuadir al contrario de su una de sus prioridades fue conseguir el debilitamiento del
capacidad de respuesta ante una posible agresioí n; aparecen socialismo organizado, del movimiento obrero y, sobre todo, de los
entonces bombas de hidroí geno, cabezas nucleares, míísiles de largo grupos de izquierda que habíían formado la resistencia antifascista,
alcance, armas quíímicas, arsenales de destruccioí n masiva, muy fortalecidos tras el final de la guerra. La tendencia es un
programas de investigacioí n militar y una escalada de hostilidades progresivo deterioro de la influencia de las organizaciones
con distintos grados de intensidad en periodos alternativos de comunistas en las distintas sociedades europeas. En 1947, ya
“distensioí n” y “enfriamiento”. En cualquier caso, y aunque nunca constituida la Primera Repuí blica, el poderoso Partido Comunista de
hubo un enfrentamiento directo entre ambas potencias, el riesgo de Italia, que conservaba todavíía un arsenal de maí s de 70.000 armas
una guerra nuclear fue una amenaza inquietante y real para la entre partisanos y militantes, se divide, apareciendo una tendencia
humanidad, cuyo efecto devastador e instantaí neo no tendríía socialdemoí crata; el resultado de las elecciones celebradas ese
parecido en toda la historia. De este modo, en 1947, EEUU elabora mismo anñ o dio la victoria al partido de la Democracia Cristiana con
un proyecto de contencioí n del comunismo conocido como Doctrina un 49% de los votos, los comunistas alcanzaron el 31% y el resto fue
Truman, curiosamente, dentro del marco de su políítica de seguridad a parar al bloque de la izquierda moderada; el gobierno resultante
nacional. El proyecto constituye un ejemplo preclaro del dominio tuvo el apoyo incondicional de los Estados Unidos, a condicioí n de
que ejerce el paíís norteamericano en todas su aí reas de influencia; su prevenir deslizamientos hacia polííticas comunistas. Los lííderes del
contenido maí s baí sico se fundamenta en la Teoríía del dominoí o la socialismo italiano como Gramsci, Enrico Berlinguer o Palmiro
expansioí n encadenada, seguí n la cual si un paíís adopta el socialismo Togliatti se ven obligados entonces a replantear su actividad y a
todo su entorno terminaraí por adoptarlo tambieí n, con lo cual buscar alianzas con los sectores catoí licos progresistas del paíís,
quedaba legitimado polííticamente el discurso de la autodefensa para lanzando la propuesta conocida como El compromiso histoí rico.[iii]
proteger sus inversiones econoí micas en teí rminos de monopolio y La situacioí n econoí mica de Francia en 1945 era desastrosa y el paíís
exclusioí n; de nuevo, para el profesor Chomsky: se encontraba al borde del colapso; se desatoí una verdadera ola de
El teí rmino “seguridad nacional” es tan amplio que incluye la certeza revanchismo y de ejecuciones sumarias a colaboradores y
de que en un futuro indefinido ninguí n adversario potencial (durante simpatizantes del reí gimen de ocupacioí n; como dato, la racioí n de pan
la guerra fríía, la Unioí n Sovieí tica) dispondríía de los recursos por habitante era menor que en 1942. Es tambieí n en 1947, cuando
necesarios para amenazar a los Estados Unidos. [...] La proposicioí n el gobierno de unidad de la IV Repuí blica, reunido en torno a la figura
de que la políítica se guíía por consideraciones de seguridad nacional del general De Gaulle, acepta las ayudas del Plan Marshall. Se
es una proposicioí n vacíía de contenido e invulnerable, a diferencia de desmantela su importante imperio colonial y se emprenden
las ideas que, acertadas o erroí neas, poseen al menos un contenido campanñ as de nacionalizacioí n de los recursos como la banca, la
identificable, como la tesis de que la políítica responde al intento de industria de la hulla o el caso de la empresa Renault que habíía
asegurar que las empresas estadounidenses (que indudablemente colaborado con el nazismo y fue cedida a los sindicatos. Aunque
tienen una gran influencia en la formacioí n de polííticas) dispondraí n Francia fue el paíís que mantuvo la mayor distancia con respecto a
de libertad para maniobrar a placer en la economíía internacional. los Estados Unidos, tambieí n desplazan al Partido Comunista del
CHOMSKY (1996: 45) gobierno que llega a ser ilegalizado en 1950, ante el peligro de un
crecimiento de la subversioí n revolucionaria. Seguí n describe Herbert en 1954 donde se produce un relevo generacional, desplazando a las
Marcuse en 1965, la situacioí n se encuentra generalizada: figuras del comunismo “tradicional” y eligiendo una nueva directiva
El partido laborista ingleí s, cuyos lííderes compiten con sus políítica que va a ser encabezada por Santiago Carrillo. Se impone
oponentes conservadores en promover los intereses nacionales, entonces la llamada estrategia de reconciliacioí n nacional o, en
difíícilmente se dedica a apoyar un modesto programa de teí rminos historiograí ficos, la superacioí n de la oposicioí n por origen;
nacionalizacioí n parcial. En Alemania Occidental, que ha proscrito el renuncian oficialmente al objetivo revolucionario y buscan el
partido comunista, el partido socialdemoí crata, habiendo rechazado reconocimiento de los derechos civiles, adaptaí ndose taí cticamente a
oficialmente sus programas marxistas, estaí probando las condiciones reales de la nueva sociedad espanñ ola.[iv]
convincentemente su respetabilidad. [Todos ellos] dan testimonio de Latinoameí rica es, sin duda, el aí rea geograí fica que ejemplifica a la
la direccioí n general de las circunstancias, la adhesioí n a un programa perfeccioí n la políítica de imperio llevada a cabo por los Estados
míínimo que margina la toma revolucionaria del poder y Unidos. Al periodo de crecimiento que experimentan la mayor parte
contemporiza con las reglas del juego parlamentario. [...] Si han de sus paííses durante los anñ os 40, le sigue una salvaje colonizacioí n
aceptado trabajar dentro del marco del sistema establecido, no es econoí mica basada en el intervensionismo militar directo, con el
soí lo sobre bases taí cticas y como estrategia a corto plazo, sino objetivo de garantizar el monopolio de sus multinacionales en la
porque su base social se ha debilitado y se han alterado sus objetivos explotacioí n de recursos naturales y minerales en todo el cono sur.
por la transformacioí n del sistema capitalista [Estos partidos] Washington se encuentra detraí s del lento fin de la revolucioí n social
desempenñ an el papel histoí rico de partidos de la oposicioí n legal del general Caí rdenas en Meí xico[v] y del golpe contra el general
“condenados” a no se radicales. Atestiguan la profundidad y la Peroí n en Argentina en 1955.[vi] Sin embargo, el procedimiento maí s
dimensioí n de la integracioí n capitalista. MARCUSE (2001: 50-51) habitual fue la instauracioí n de dictaduras oligaí rquicas sanguinarias
En lo que respecta a Espanñ a, es un toí pico ya que la guerra fríía fue que protegieran, auí n a costa del crimen y rayando el genocidio, sus
providencial para el franquismo; despueí s del aislamiento y la intereses econoí micos. En este periodo, destacan por su brutalidad
autarquíía, la extrema pobreza y una densa atmoí sfera de represioí n y los regíímenes de Leonidas Trujillo en la Repuí blica Dominicana, el
oscurantismo, la aparicioí n de los Estados Unidos y sus doí lares –auí n del general Gonzaí lez Videla en Chile,[vii] Anastasio “Tacho” Somoza
con retraso (1953)- vino a significar el milagro que la dictadura en Nicaragua, Reneí Barrientos en Bolivia, François Duvalier en Haitíí,
estaba esperando; de la nada, surge suí bitamente, la colaboracioí n Carlos Castillo Armas en Guatemala, los sucesivos gobiernos de
militar, abundantes inversiones estructurales, inyecciones Getulio Vargas y Castelo Branco en Brasil o el de Fulgencio Batista en
econoí micas, financiacioí n de proyectos, ayuda tecnoloí gica y, lo maí s Cuba.[viii] Estados Unidos tambieí n intervino de forma generosa en
importante, la cobertura políítica y del respaldo internacional de la el Medio y Extremo Oriente. Despueí s del triunfo de la Revolucioí n
mayor potencia de occidente. Espanñ a va saliendo del subdesarrollo, popular china en 1949, la expansioí n del comunismo en el sureste
se moderniza y se integra, tíímidamente, en los complejos engranajes asiaí tico amenazaba la estabilidad del aí rea construida en torno a la
comerciales y diplomaí ticos de Occidente. Resulta contradictorio y produccioí n japonesa, uno de los principales motores econoí micos del
sorprendente comprobar coí mo una dictadura totalitaria y de origen planeta. De este modo, se intervino en Corea en 1950 y, en 1954, tras
fascista es acogida en unas condiciones tan favorables por la la retirada de Francia, enviaron sus primeras tropas a la Repuí blica
comunidad internacional, sobre todo, la europea que tuvo que sufrir de Vietnam e Indochina, iniciando una guerra de quince anñ os.[ix]
una guerra de seis anñ os para ver instalada la democracia en sus Tambieí n financiaron la formacioí n del estado de Israel y lo apoyaron
gobiernos. Una vez que la dictadura recibe el apoyo de los Estados en sus conflictos de 1948, 1955 y en la invasioí n de Palestina; en
Unidos y el asentimiento de la comunidad occidental, el PCE se 1953, derrocan al parlamento iraníí y reponen el reí gimen del Sha de
replantea sus lííneas de accioí n en su V Congreso celebrado en Praga Persia; en 1956, amparan la intervencioí n anglo-francesa contra el
gobierno Nasser en Egipto, despueí s de nacionalizar el Canal de Suez; peligro sovieí tico. El proyecto estuvo, en gran parte, ideado y dirigido
[x] en 1958, promueven un golpe de estado contra el rey Faisal de por el senador republicano Joseph McCarthy, bajo cuyo mandato
Irak que es ejecutado por un directorio militar; ademaí s de su cobroí verdaderos grados de fanatismo: en el Partido Comunista
respaldo a las polííticas apartheid en Sudaí frica y Rhodesia. Pero el estadounidense, llegoí a haber maí s infiltrados del FBI que
anticomunismo no fue un principio exclusivo de su políítica exterior; verdaderos militantes, los sindicatos fueron estrechamente vigilados
dentro del propio paíís tambieí n se desatoí una histeria institucional y neutralizados, mientras las investigaciones alcanzaban al propio
contra cualquier forma de pensamiento progresista. Frente al Departamento de Estado, al cuerpo diplomaí tico, la administracioí n
Welfare o Estado de bienestar instituido por primera vez en la de gobierno, banqueros, periodistas, artistas, escritores, profesores
historia en Gran Bretanñ a y con distintos maí rgenes de influencia en y estudiantes, pasando por las organizaciones de derechos civiles,
los paííses de su entorno europeo (nacionalizacioí n, proteccioí n colectivos pacifistas, agrupaciones de raza negra, hasta personal de
estatal a las empresas, cobertura sanitaria gratuita, ayudas a la la propia CIA. En la ya poderosa industria del cine, la persecucioí n fue
vivienda, educacioí n, subsidios al desempleo), en Estados Unidos, las especialmente implacable y tuvo una gran repercusioí n mediaí tica;
relaciones entre el Estado y el Individuo, ya en el periodo de figuras como Gary Cooper, Walt Disney, Elia Kazan o el futuro
preguerra, estaban condicionadas al poder capital de la iniciativa presidente Ronald Reagan, colaboraron acusando y denunciando
privada: puí blicamente a companñ eros o conocidos; en el extremo contrario,
Los Estados Unidos tienen una historia laboral extremadamente nombres como los de Charles Chaplin, Orson Welles, Frank Sinatra,
violenta, poco comuí n en el mundo industrial. Los trabajadores no Humphrey Bogart, Laurent Bacall, Marlon Brando, Arthur Miller o
obtuvieron derechos que teníían los europeos hasta mediados de los Kathreen Hepburn, entre otros, encabezaron listas negras de
anñ os treinta [...] lo que provocoí una histeria general entre la posibles agentes pro-sovieí ticos, colaboradores o simpatizantes
comunidad empresarial que creíía tener al paíís controlado. [...] A comunistas; ampliamente, cualquier ideologíía de progreso
finales de la segunda guerra mundial, la poblacioí n estadounidense considerada por el Comiteí , sencillamente, no “americana” era
se habíía implicado con las corrientes democraí ticas de todo el suficiente para ser sospechosa.[xi]
mundo. Casi la mitad de la mano de obra pensoí que la situacioí n
mejoraríía si las faí bricas eran propiedad del gobierno en lugar de las 2. La doctrina de “el fin de las ideologías”: especialización y arte
empresas privadas. Los sindicatos de finales de los anñ os cuarenta por el arte
reclamaban como derechos de los trabajadores la supervisioí n de los
libros de cuentas, asíí como la participacioí n en la toma de decisiones El margen ideoloí gico que ocupa el sistema capitalista de
de gestioí n y de control de las faí bricas; en otras palabras, intentaban monopolios, estaí representado por la denominada doctrina del fin
democratizar el sistema, lo que es una idea aterradora para los de las ideologíías, la “asepsia ideoloí gica” o la neutralidad; se trata de
totalitarios como los lííderes empresariales. De manera que tuvo un modelo de pensamiento bastante complejo que encuentra su
lugar una auteí ntica batalla, durante los anñ os cincuenta, en gran justificacioí n histoí rica en la derrota de los fascismos radicales en
parte impulsada por el anticomunismo. CHOMSKY (1997: 57-58) 1945, en la propia guerra fríía, convirtiendo cualquier forma de
En 1945, el Departamento de Estado reactiva el Comiteí de pensamiento social, en cualquier parte del mundo, en “comunismo”,
actividades antiamericanas creado en 1938, con el objetivo de asíí como en la progresioí n geomeí trica que experimenta el avance
detener la expansioí n de polííticas o de ideologíías sociales y tecnoloí gico y cientíífico en este periodo:
erradicarlas. En los anñ os 50, en plena guerra fríía, se desata una La doctrina del “fin de la ideologíía”, que aflora sobre todo en los
verdadera fiebre persecutoria, conocida como la caza de brujas, en la Estados Unidos al iniciarse la deí cada del 60, se presenta como una
que cualquier matiz liberal era considerado potencialmente un exigencia de la “sociedad industrial”; la organizacioí n y direccioí n
racional de semejante sociedad requiere –seguí n ellos- un enfoque gobierno de los Estados Unidos,[xiii] una gran cantidad de
cientíífico-teí cnico de los problemas sociales y, consecuentemente, la actividades de propaganda anticomunista en el viejo continente.
liberacioí n de toda ideologíía. De este modo, la ciencia social, asíí Entre sus maniobras se encontraban buscar el descreí dito de
liberada, se convierte en “ingenieríía” o “tecnologíía social”, capaz de intelectuales significados de la izquierda y de las plataformas de
resolver los grandes problemas de la sociedad sin el influjo actividades relacionadas con el marxismo; la captacioí n de
perturbador de la ideologíía. [...] Las ciencias sociales, al liberarse de “desenganñ ados”; confeccioí n de campanñ as de contra-informacioí n
la ideologíía, alcanzan su pleno estatuto cientíífico y –como las cultural que incluíían la celebracioí n de congresos, publicacioí n de
ciencias naturales- permiten desarrollar una tecnologíía basada en revistas y perioí dicos, promocioí n de editoriales y premios,
ellas. Al mismo tiempo, es justamente el avance de la ciencia y la conciertos, espectaí culos, exposiciones y encuentros, lanzando una
teí cnica, lo que lleva a descartar el papel de la ideologíía en esa idea nueva de la cultura basada en la “libertad del escritor” y la
sociedad “desarrollada”; la ideologíía se admite soí lo fuera de ella, neutralidad ideoloí gica. La piedra angular del proyecto fue el
como propia de paííses atrasados que, carentes de una ciencia y una denominado Congreso por la Libertad Cultural, una poderosa
teí cnica avanzadas, tienen que valerse de ideologíías en sus proyectos institucioí n, nacida en 1950 que llegoí a contar con oficinas en maí s de
de transformacioí n social. Ahora bien -siguen sosteniendo los treinta y cinco paííses y que tuvo caraí cter permanente hasta 1967.
teoí ricos del “fin de las ideologíías”- en la “sociedad industrial”, dado Entre sus actividades maí s destacadas se encuentran la celebracioí n
su alto nivel cientíífico y teí cnico, no se necesita ya la ideologíía, sino de dos congresos a gran escala, uno en Berlíín durante la inmediata
pura y simplemente una “tecnologíía social” capaz de poner en posguerra y otro en Milaí n en 1955, donde se habloí por primera vez
praí ctica ambiciosos programas de reforma. SAÁ NCHEZ VAÁ ZQUEZ del “fin de las ideologíías” en el arte; en la sesioí n de clausura del
(1987: 46-47) congreso se dio lectura a un manifiesto programaí tico –y políítico-
La teoríía de la neutralidad ideoloí gica es de caraí cter conservador; a titulado “Manifiesto por la libertad” en el que se expresaban con las
grandes rasgos, su propuesta consiste en modelos moderados de siguientes palabras:
transformacioí n social basados en la ciencia y la “objetividad”, es La libertad intelectual es uno de los derechos inalienables del
decir, modelos cuantitativos planificados, frente a las categoríías hombre... Esta libertad se define fundamentalmente por su derecho
morales o eí ticas de caraí cter cualitativo y espontaí neo como, por a mantener y expresar las propias opiniones y, en particular,
ejemplo, los procesos revolucionarios o las llamadas transiciones opiniones que difieran de las de sus gobernantes. Privado del
democraí ticas al estilo checoeslovaco o, posteriormente, el chileno. derecho a decir «no» el hombre se convierte en esclavo... Ninguna
Estados Unidos promueve y desarrolla esta doctrina, en el periodo, raza, nacioí n, clase o religioí n puede reclamar para síí el exclusivo
por oposicioí n al caraí cter ideoloí gico del estado sovieí tico; conforma, derecho de representar la idea de libertad, ni el derecho a negar la
ademaí s, la base de todo un sistema de control de la sociedad y la libertad de otros grupos o credos en nombre de ninguí n ideal u
exporta o la impone desde su situacioí n de dominio y liderazgo, objetivo supremo. Pensamos que la contribucioí n histoí rica de toda
como metroí poli cultural, al resto del mundo.[xii] Su aplicacioí n tuvo sociedad hay que juzgarla por la amplitud y la cualidad de la libertad
notables consecuencias en el desarrollo intelectual de la posguerra y de la que gozan en realidad sus miembros... Los medios de coercioí n
en el mundo de la cultura, especialmente complejas y multiformes [de la libertad] en los estados totalitarios, [sovieí ticos, se entiende]
en Europa, donde persistíía una tradicioí n y un sustrato ideoloí gico sobrepasan con mucho los de todas las anteriores tiraníías de la
fuertemente arraigado, asíí como grandes aí reas de influencia del historia de la humanidad. STONOR SAUNDERS (2002: 105)
pensamiento marxista. En lo que a los artistas se refiere, hay que El debate sobre “la libertad intelectual” o “la libertad del escritor” se
destacar el importante papel que desempenñ oí la Agencia Central de convirtioí uno de los maí s poleí micos y extendidos durante la guerra
Inteligencia -la CIA- organizando y financiando, en nombre del fríía en el mundo del arte, pero no puede hablarse en ninguí n caso de
un debate nuevo; se trata maí s bien de una de las controversias maí s En el sistema capitalista de produccioí n econoí mica, resulta muy
recurrentes de la historia de la literatura, repetida en diferentes difíícil determinar y medir en el obrero intelectual, su funcioí n social
eí pocas y bajo distintos roí tulos, oponiendo nociones como el claí sico de cooperacioí n humana –de rendimiento en teí rminos econoí micos-.
arte por el arte, el arte puro, el arte formalista o simbolista, frente a En el obrero manual, el trabajo es, por naturaleza, claro y apreciable
una idea geneí rica y en un alto grado imprecisa de el arte en cifras concretas. El esfuerzo es aquíí susceptible de ser medido y
comprometido. Desde un punto de vista histoí rico, el purismo es un estimado con rigurosa exactitud. [Pero] la forma subjetiva del
modelo asociado paradigmaí ticamente a la burguesíía, cuyo principio trabajo intelectual escapa, al menos por ahora, al time study man y a
fundamental es considerar el arte como un modo de evasioí n; los todos sus diagramas y cronoí metros [...] ni siquiera es posible
elementos considerados tradicionalmente “externos” a la obra atenerse al volumen o alcance objetivo del trabajo, de un libro de
literaria como la historia, la vida cotidiana, la economíía, la políítica o versos, por ejemplo. Para establecer el valor econoí mico de este libro,
el trabajo quedan excluidos de lo “verdaderamente” esteí tico, hay que tener en cuenta una serie de factores inextricables: el
constituido por materiales universalmente vaí lidos, agrupados en prestigio del autor, el grado de su influencia puí blica, el momento
torno al concepto geneí rico de La Belleza. Sin embargo, en el origen social en que viene la obra, su filiacioí n políítica, moral y esteí tica y el
histoí rico del arte por el arte, en torno a la mitad del siglo XIX, se ha valor intelectual intríínseco del libro. Ya soí lo para determinar este
apreciado una funcioí n social de la expresioí n pura asentada sobre la valor intelectual intríínseco, independientemente de los otros
dialeí ctica reaccioí n - progreso; para Alfonso Sastre: “Su proclamada mencionados, se necesita un ííndice infinito y cambiante de otros
libertad era una forma, por cierto muy comprometida, de intervenir tantos datos y elementos importantes de estimacioí n econoí mica y
en un proceso y catalizar una crisis que habríía de beneficiar, social. VALLEJO (1978: 63-64)
secundariamente, el desarrollo. El arte por el arte es una superacioí n De este modo, el prototipo de artista especializado responde al
del moralismo burgueí s; he aquíí, creo, una clave para cualquier toma concepto vago y ambiguo de un profesional especializado en La
de posicioí n frente o contra este principio”.[xiv] Para este estudio, lo Belleza que se relaciona teí cnicamente (tecnoloí gicamente) con su
maí s relevante es poder hablar del arte por el arte en un sentido obra de una forma circular y completa, reducido a “una partíícula de
histoí rico y evolutivo; desde estos presupuestos, en el periodo de la actividad que casi se corresponde, en el trabajo manual, con el
guerra fríía, el modelo de arte puro, se actualiza en el concepto de movimiento elemental que recordamos en el Charlot de «Los
trabajo especializado o especializacioí n, estrechamente relacionado tiempos modernos»”; la “libertad” del arte consiste en preservar su
con la ideologíía de la neutralidad. Los elementos que envuelven toda autonomíía (su independencia, su “objetividad”, su esencia) frente a
esta problemaí tica tienen que ver con la divisioí n geneí rica del trabajo la realidad contaminante y, a menudo, desagradable: la utilizacioí n de
en las modernas sociedades industriales; se distingue entre trabajo materiales y de recursos histoí ricos, la integracioí n de ideologíías
manual, propio del obrero y asociado a la faí brica o el campo, y el “degrada”, “simplifica” o “deforma” lo verdaderamente esteí tico: la
trabajo intelectual, propio del artista o del escritor y, en general, belleza pura. En palabras de Alfonso Sastre: “Se considera la
asociado al pensamiento. Gran parte del rol social atribuido literatura separada de la evolucioí n total de la Sociedad o unida a ella
tradicionalmente a los intelectuales –su especializacioí n-, se deriva por categoríías abstractas”. Uno de los reflejos analííticos de la
de una posicioí n privilegiada, en la que la aplicacioí n de categoríías y doctrina se concreta en la aparicioí n de corrientes de anaí lisis como
conceptos econoí micos como produccioí n, rentabilidad, rendimiento, la Estilíística (Benedetto Croce, Karl Vossler, Daí maso Alonso) la
salario, consumo, plusvalíía o alienacioí n desbordan la cuantificacioí n Nueva Críítica de la Escuela de Chicago, algunas vertientes del
de su trabajo; es decir, el caraí cter no productivo de la actividad Estructuralismo literario (Roman Jakobson, Jurij Tynianov, los
intelectual crea una ilusioí n de independencia; tal y como senñ ala glosemaí ticos), la Semioí tica (Lotman, Greimas, los pragmaí ticos) o la
Ceí sar Vallejo: Fenomenologíía, todas ellas basadas en el principio de inmanencia
del arte y la autonomíía del texto, muy deudoras de las teoríías y respectivamente. Para este estudio lo maí s interesante de su
presupuestos del formalismo ruso claí sico.[xv] investigacioí n es poner de relieve diferentes percepciones esteí ticas
dentro de una misma idea utilitaria del arte; para profundizar es
3. Morfología del arte comprometido necesaria su consulta.
3.1. El mundo sovieí tico y el realismo-socialista.
En el extremo contrario del arte por el arte (de la especializacioí n El desarrollo de la cultura en la Unioí n Sovieí tica tambieí n se
profesional), se situí a el concepto de arte comprometido. Una breve encuentra estrechamente relacionado con su evolucioí n histoí rica.
aproximacioí n a la esfera del compromiso durante este periodo, Con la revolucioí n de 1917, por primera vez, se formaba un estado
revela dos aspectos destacados. El primero de ellos se concreta en la socialista; seguí n palabras de la eí poca, la Unioí n Sovieí tica
influencia que ejerce el pensamiento marxista -la filosofíía políítica representaba la posibilidad real de una Nueva Sociedad sin
que subyace a los modernos movimientos de la izquierda- en todo el diferencias de clase y la posibilidad de un Hombre Nuevo liberado,
espectro intelectual del planeta, un influjo que proviene en una eí poca, ademaí s, en que las condiciones materiales de vida
histoí ricamente de los anñ os de la preguerra y que se mantiene soí lido para la mayoríía de la poblacioí n en todo el mundo resultaban
y activo en este periodo. El segundo aspecto relevante es de tipo espeluznantes. El Partido Comunista y los soviets constituyeron la
geopolíítico; es decir, la categoríía de compromiso, adopta formas y columna vertebral de una compleja transformacioí n social,
contenidos distintos en funcioí n de los lugares donde se instala; el econoí mica, juríídica, institucional y políítica situada claramente bajo
desarrollo econoí mico, las caracteríísticas sociales y polííticas, el grado el signo del internacionalismo marxista (“Proletarios de todo el
de evolucioí n institucional, el estado de la lucha de clases y sus mundo, unios”) y apoyada sobre principios de altura como Libertad,
peculiaridades (histoí ricas, culturales, raciales, religiosas) son rasgos Igualdad, Justicia, Democracia o Pueblo. Esperanza para unos,
variables en cada aí rea y determinan, en cada caso, los matices, el amenaza para otros, todo el planeta poníía sus ojos en el proceso que
caraí cter y la misma necesidad del compromiso. El panorama es muy se habíía iniciado en Rusia, entre ellos, los intelectuales; la Unioí n
complejo y presenta aristas que no es posible analizar con detalle en Sovieí tica constituyoí , en rigor, la vanguardia europea de la literatura
su totalidad; sin embargo, existe una divisioí n geneí rica y amplia que comprometida y se convirtioí en un referente y un estíímulo para
facilita la descripcioí n de los movimientos literarios en relacioí n al todos ellos. En Espanñ a, durante los anñ os 30, se creo una Asociacioí n
contexto histoí rico en el que se inscriben. El concepto de de amigos de la Unioí n Sovieí tica integrada por figuras como Federico
compromiso presenta dos morfologíías claramente distintas: por un Garcíía Lorca, Rafael Alberti, Emilio Prados, Luis Cernuda, Miguel
lado, la vigente en los paííses y las literaturas de la oí rbita sovieí tica Hernaí ndez, Pedro Garfias, Juan Rejano, Max Aub, Joseí Moreno Villa,
(Europa del este, la propia URSS y China) y, por otro, las literaturas Ceí sar Vallejo, Nicolaí s Guilleí n o Pablo Neruda que completaban una
de los paííses subdesarrollados o integrados en el aí rea de influencia nutrida lista de escritores europeos fascinados o simpatizantes de la
econoí mica y cultural de la metroí poli norteamericana revolucioí n como Tristaí n Tzara, Ilya Ehrenburg, Bertorl Brecht,
(Latinoameí rica y Europa Occidental). Un estudio interesante de Andreí Gide, Andreí Breton, Louis Aragon, Paul Eluard, Andreí
caraí cter geneí rico sobre las aportaciones de los paííses socialistas a la Malraux, Vladimir Maiakowski, incluso George Orwell. La políítica
historia de la esteí tica es el artíículo de Alfonso Sastre “Literatura y cultural de la Unioí n Sovieí tica en su primera etapa no deja ninguí n
Revolucioí n: problemas y perspectivas. Sobre la críítica «políítica» de lugar a la duda; son ceí lebres los escritos de Vladimir Ilich Ulianov
la literatura y el arte”, incluido en su libro La Revolucioí n y la críítica “Lenin”: “¡Abajo los literatos apolííticos! ¡Abajo los literatos
de la cultura. SASTRE (1995). Su anaí lisis recoge la direccioí n general superhombres! La literatura debe ser una parte de la causa
de la cultura y la creacioí n artíística en tres de los paííses socialistas proletaria, debe ser rueda y tornillo de un solo y gran mecanismo,
maí s representativos: la Unioí n Sovieí tica, Cuba y China, puesto en movimiento por toda la vanguardia consciente de la clase
obrera”; los de Yuri Plejanov: “La teoríía utilitaria del arte lo mismo propio Trotsky: “Cada escuela realista exige una definicioí n literaria y
se amolda al criterio conservador que al revolucionario [...] ¿Queí social distinta, una estima literaria y social distinta. ¿Queí tienen en
demuestra todo esto? Demuestra precisamente que el valor de una comuí n? Un intereí s concreto nada despreciable por todo cuanto
obra artíística se determina principalmente por el valor especíífico de concierne al mundo, a la vida tal cual es”. Tras la muerte de Lenin, le
su contenido”; y, muy especialmente, los de Leoí n Trotsky, un críítico sucede en el poder Joseph Stalin. Superando la problemaí tica interna
brillante y sutil que, en su poleí mica con los formalistas de 1924, que lo condujo hasta el soviet supremo, puede afirmarse que
explicaba claramente: durante su mandato, el sistema socialista en Rusia derivoí en un
Las querellas sobre el “arte puro” y sobre el arte dirigido eran modelo burocraí tico, muy cercano al fascismo social en objetivos,
propias de los liberales y los populistas. No son dignas de nosotros. meí todos y represioí n. Los notables logros de sus grandes programas
La dialeí ctica estaí por encima; para ella, desde el punto de vista del econoí micos conocidos como Planes Quinquenales, fueron
proceso histoí rico objetivo, el arte es siempre un servidor social sustituidos por colectivizaciones masivas e impuestas y una
histoí ricamente utilitario. [...] La creacioí n artíística es una alteracioí n, economíía intensiva orientada a competir con el capitalismo. Aunque
una deformacioí n, una transformacioí n de la realidad seguí n las la URSS siempre mantuvo su posicioí n de referencia entre los
particulares leyes del arte. Por fantaí stico que el arte pueda ser, no partidos comunistas de todo el mundo, una de las reformas decisivas
dispone de ninguí n otro material que el que le proporciona el mundo que caracterizan al estalinismo fue la políítica de aislamiento
de tres dimensiones en que vivimos y el mundo maí s estrecho de la nacional, la renuncia a la expansioí n políítica del socialismo, cuyo
sociedad de clases. Auí n cuando el artista creara el cielo y el infierno, paradigma fue el apoyo sovieí tico a la contrarrevolucioí n en Mayo de
sus fantasmagoríías transforman simplemente la experiencia de su 1937 durante la Guerra Civil espanñ ola. El periodo estalinista
propia vida, en la que incluso figura la del alquiler no pagado a su constituye un capíítulo dramaí tico y sanguinario de la historia de la
patrona. [...] Es falso decir que para nosotros soí lo es nuevo y humanidad, caracterizado por una políítica de represioí n sin
revolucionario un arte que habla al obrero; en cuanto a pretender precedentes conocida como las grandes purgas, cuando el directorio
que nosotros exigimos de los poetas que describan exclusivamente sovieí tico exterminoí , literalmente, a toda su oposicioí n: cristianos,
chimeneas de faí brica o una insurreccioí n contra el capital, es liberales, socialdemoí cratas, socialistas, bujarinistas, trotskistas
absurdo. [Sin embargo] Es completamente exacto que en ninguí n (asesinado su lííder en Meí xico en 1940) que fueron obligados al
caso se puede uno guiar por los principios del marxismo para juzgar, exilio o enviados a una muerte segura en los gulags siberianos,
rechazar o aceptar una obra de arte. Una obra de arte debe ser donde tambieí n terminaron sus díías muchos intelectuales y artistas
juzgada seguí n sus propias leyes, es decir, seguí n las leyes del arte. disidentes. En medio del periodo estalinista, se abre un pareí ntesis
TROTSKY (1979: 138 y 140) por la guerra mundial; primero por el inquietante pacto germano-
El movimiento literario que acompanñ a a la Revolucioí n de 1917 es el sovieí tico de no agresioí n y despueí s por el propio enfrentamiento
realismo, que se manifiesta en su literatura con varias deí cadas de armado:
adelanto con respecto al resto de Europa; tal y como senñ ala Daríío Durante los anñ os traí gicos de la guerra la intelligentsia sovieí tica
Villanueva, “el realismo es, a no dudar, la base de la esteí tica marxista habíía sonñ ado con una mayor libertad cultural, con una relajacioí n de
[...] La obra de arte siempre daraí , por fuerza, una seccioí n o la vigilancia. Mientras duroí la lucha es cierto que las autoridades
fragmento de la realidad, pero su propoí sito uí ltimo ha de ser el de llevaron adelante una políítica cultural de mayor liberalismo; al
que dicha seccioí n no aparezca desgajada de la totalidad de la vida cientíífico, pintor, escritor o compositor que aportoí su contribucioí n
social”.[xvi] La variante que se instala en la Unioí n Sovieí tica se dio en al esfuerzo beí lico, usualmente le fueron pasadas por alto tanto
llamar realismo-socialista y cuenta con peculiaridades que no es previas desviaciones ideoloí gicas como sus “debilidades doctrinales”
posible valorar, en su propia lengua, en este estudio. En palabras del del momento. Millones de soldados rusos, por otra parte, se veíían
expuestos a las influencias occidentales a medida que el Ejeí rcito [donde] existe la supresioí n de todo debate cultural, de toda
Rojo avanzaba por Europa. [...] Muchos rusos creíían que las posibilidad de confrontacioí n, de toda lucha ideoloí gica. En resumen,
autoridades, en reconocimiento de esto, y de su mayor fortaleza y lo contrario del marxismo y lo contrario de la literatura que necesita
confianza, no insistiríían en una vuelta a las duras foí rmulas de de todo eso para poder vivir. SEMPRUÁ N en SARTRE (1970: 39)
control del pensamiento que estuvieron en vigor desde la subida de De este modo, una vez estalla la guerra fríía, el realismo sovieí tico, a
Stalin al poder. LAQUEUR (1974: 354) expensas de los Estados Unidos, quiso definir y liderar toda la
Pero la realidad fue exactamente la contraria. Con el estallido de la literatura ideoloí gicamente críítica de Europa, haciendo del
guerra fríía la situacioí n incluso se agrava. Con respecto a la cultura, compromiso algo constrictivo e impuesto. Desde entonces, el arte
merece destacarse el desmantelamiento de las llamadas Brigadas de por el arte y el realismo sovieí tico se oponen de forma dialeí ctica, es
choque de la cultura, un proyecto de los anñ os 20 destinado decir, se implican y se excluyen mutuamente; la competitividad en la
fundamentalmente a la alfabetizacioí n y donde se habíían que entraron las dos potencias, ademaí s de la carrera armamentíística
desarrollado avances dentro del arte socialista o prolekult, y la econoí mica, tuvo reflejos en la investigacioí n espacial, en el
motivando la participacioí n activa y coí mplice del pueblo y los deporte y, por supuesto, en la cultura; desde un punto de vista
intelectuales. En su lugar, se dispusieron programas educativos para histoí rico, sus movimientos literarios especííficos no pueden
cuadros de alta formacioí n. El arte se militarizoí ; se crearon los entenderse de forma asilada, sino uí nicamente dentro de las
denominados “frentes” de ciencias, cine, muí sica o literatura, con un dimensiones del enfrentamiento que mantienen. Aunque la
fuerte caraí cter mecaí nico y un Departamento de escritores destinado situacioí n dentro de la URSS resulta ciertamente aterradora, no dejan
a controlarlos y vigilarlos. Una inflexioí n en la cultura del mundo de resultar llamativas las muestras de cercaníía o simpatíía -cuando
sovieí tico fue la celebracioí n en 1946 del Primer Congreso de no adhesiones manifiestas- de notables escritores e intelectuales de
escritores, dirigido por Andrei Zdhanov, miembro del buroí políítico todo el mundo, hacia los presupuestos polííticos de la Unioí n Sovieí tica
de Stalin. Allíí, se puso fin a cualquier intento de experimentacioí n y, fundamentalmente, al socialismo como una alternativa al sistema
artíística que se situara fuera del marco de una duríísima doctrina. El del capital. Por ejemplo, el fíísico alemaí n Albert Einstein en un
realismo-socialista se convirtioí en un dogma incuestionable; la artíículo de 1949 para el Monthly Rewiew de Nueva York escribíía:
realidad debíía de ser presentada siempre y sin excepcioí n alguna, No debemos sobrestimar la ciencia y los meí todos cientííficos cuando
bajo un desarrollo revolucionario, elevando el desarrollismo, la se trata de problemas humanos; y no debemos asumir que los
atmoí sfera industrial y mecaí nica, asíí como el desmesurado expertos son los uí nicos que tienen derecho a expresarse en las
humanismo sovieí tico a una categoríía de absoluta perfeccioí n.[xvii] El cuestiones que afectan a la organizacioí n de la sociedad. [...] Estoy
escritor Jorge Sempruí n valora el sistema de creacioí n establecido en convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos
la Rusia estalinista con las siguientes palabras: graves males [pobreza, educacioí n, alienacioí n, competitividad]: el
Existe el establecimiento de cierto nuí mero de reglas ríígidas que establecimiento de una economíía socialista, acompanñ ado por un
definen, de una vez y para siempre, el contenido del “realismo sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economíía
socialista”. La menor discordancia seraí tratada bien como asíí, los medios de produccioí n son poseíídos por la sociedad y
supervivencia del pasado burgueí s, o bien como reflejo de la utilizados de una forma planificada. Una economíía planificada que
influencia burguesa exterior. En el dominio de la literatura ello ajuste la produccioí n a las necesidades de la comunidad.
condujo a la detencioí n de toda investigacioí n –inmediatamente http://www.marxists.org
calificada de formalismo-, de todo intercambio dialeí ctico con el Un paso maí s allaí , tambieí n el dramaturgo alemaí n Bertolt Brecht en
mundo exterior. La cultura socialista –al nivel de las artes y las los anñ os 50 expresaba sus inclinaciones en los siguientes teí rminos:
letras- se veíía encerrada en los líímites de la estrechez nacional “Las gentes pobres y los artistas estaí n a favor de los rusos, pues los
rusos estaí n a favor de la pobreza y a favor del arte; los americanos, salida en 1958 de su artíículo “Arte como construccioí n” publicado en
sin embargo, estaí n en contra del arte ya a favor del lucro. Los yerros la revista Acento cultural, el dramaturgo madrilenñ o se convierte en
de los rusos son yerros de amigos, los yerros de los americanos son uno de los crííticos maí s sutiles e inteligentes de los nuevos caminos
yerros de enemigos”. Finalmente, el poeta chileno Pablo Neruda, en de la creacioí n, recogiendo en 1965 en ese volumen sucesivas
una entrevista concedida en 1971 al diario Marcha de Montevideo aproximaciones y descripciones teoí ricas del movimiento realista y
tras recibir el Premio Nobel, preguntado por su adhesioí n a la líínea ofreciendo uno de sus mapas maí s completos. Inicialmente, el
comunista sovieí tica, explicaba: problema del realismo incorpora, ya en síí, toda la complejidad de la
Si usted entiende la Revolucioí n francesa, su papel en el mundo [...] relacioí n entre el arte y la vida; cualquier movimiento artíístico se
entenderaí por queí nuestra adhesioí n a la Francia republicana era una explica desde un conjunto de procesos psicoloí gicos, existenciales,
adhesioí n a la conciencia del Nuevo Mundo que se estaba formando. biograí ficos, histoí ricos, sociales, polííticos o econoí micos que se
Es la misma idea que inspira mis relaciones con la URSS. No es la inician necesariamente desde una realidad concreta que supone el
líínea, es un proceso intelectual lo que me guíía, la huella de una punto de partida hacia cualquier posible abstraccioí n; esta realidad
conciencia revolucionaria en una eí poca. La URSS fue el primer paíís (material o existencial) es primero seleccionada por el autor y,
que realizoí una revolucioí n socialista. Puede haber muchas cosas que despueí s, transformada esteí ticamente en la obra de arte, en el caso
no se hayan logrado. Pero, tal y como Francia cometioí errores de la poesíía, mediante el lenguaje y sus recursos. En este proceso
inmensos, la URSS tambieí n sentoí las bases de una gran era políítica. universal, lo que define histoí ricamente el concepto de realismo es
Y me mantengo fiel a este paíís. Me mantengo fiel a su existencia, sobre todo su relatividad:
porque no me puedo permitir el capricho de tener discrepancias.
Para míí lo fundamental es la existencia de la URSS. [Cuando Jruchov El concepto de realismo seraí distinto seguí n las concepciones del
reveloí puí blicamente los críímenes de Stalin] me produjo un gran mundo y dependeraí tambieí n del concepto que tengamos de la
impacto. Sobre todo saber que todo eso existíía y que yo no lo sabíía operacioí n artíística. Asíí, la obra que para unos es realista, para otros
aunque estuve varias veces en la URSS. A pesar de todo, la URSS se no lo es. Observado liberalmente el panorama, puede hablarse de
atrevioí a mostrar al mundo lo que otros hubieran ocultado. NERUDA “formas del realismo” en un sentido histoí rico: la obra que hoy es
(2003- V: 1203) realista, manñ ana puede dejar de serlo; y tambieí n en el sentido de
que son observables distintos grados de realismo, seguí n la
3.2. La literatura comprometida en Europa occidental: el aproximacioí n de la obra a los niveles profundos del desarrollo de lo
realismo crítico. real tanto en el sentido histoí rico como en el orden existencial.
SASTRE (1965: 75).
En cualquier caso, aunque lleguen a tocarse o implicarse en alguí n Por ejemplo, obras literarias realistas de mediados del siglo XIX –
momento, la nocioí n de compromiso en el arte, la ideologíía marxista paradigmaí tica dentro de la corriente- (Dickens, Zola, Peí rez Galdoí s),
y la simpatíía por la Unioí n Sovieí tica transcurren por caminos no pueden ser consideradas, en su sentido maí s estricto y maí s allaí
separados y conforman víías distintas para valorar, en conjunto y de del roí tulo, “realistas” a mediados del siglo XX. Desde estos
manera aproximada, toda una situacioí n histoí rica. El hecho es que, presupuestos, el realismo puede definirse como un movimiento
fuera del teloí n de acero, la literatura comprometida presenta otra progresivo que cuenta con manifestaciones variables y cambiantes
morfologíía distinta. Despueí s del estallido existencial de la inmediata en el tiempo (histoí ricamente) y en el espacio (geograí fica y
posguerra, se va asentando una corriente realista. El estudio linguü íísticamente). La relatividad del realismo se deriva de las
Anatomíía del realismo de Alfonso Sastre, es un de los trabajos de propias variaciones de la realidad. Entre distintas eí pocas y distintos
referencia, dentro de la críítica hispaí nica, sobre el tema. Desde la lugares, median procesos sociales, desarrollos tecnoloí gicos, crisis
econoí micas e ideoloí gicas, evoluciones de las formas de vida y modo inaccesibles en la abundancia en las que se las ofrece la obra;
pensamiento, guerras e, incluso, revoluciones que motivan cambios sus ideas sobre el hombre, sobre sus reales posibilidades en el bien
profundos tanto en la propia realidad objetiva (material o social), y en el mal, experimentan una amplificacioí n insospechada; mundos
como en el modo de percibirla histoí ricamente (psicoloí gica o ajenos espacio-temporalmente, histoí rica, clasíísticamente, se le
existencial). Las formas del realismo, los mecanismos y recursos que revelan en la interna dialeí ctica de fuerzas en las que ve, sin duda,
lo definen son tambieí n relativos y variables; es decir, su teí cnica, algo ajeno, pero al mismo tiempo algo que puede ponerse en
debe ser capaz, en cada eí poca y en cada lugar, de absorber los relacioí n real con su propio curso vital, con su propia interioridad.
sucesivos cambios histoí ricos de la realidad y desarrollar texturas, LUKAÁ CS (1965: 309).
ritmos linguü íísticos, disposiciones narrativas y procedimientos de En poesíía, el realismo, tal y como lo conocemos modernamente, se
transformacioí n que puedan reflejarlos esteí ticamente. De este modo, asienta en Europa despueí s de la Segunda Guerra Mundial.[xviii]
la expresioí n inicial y maí s profunda del movimiento realista guarda Entre los fenoí menos que motivan el movimiento, se encuentran las
relacioí n con la teoríía del conocimiento; coí mo a traveí s de nuestros crisis desatadas por las posguerras mundiales y la atencioí n esteí tica
sentidos, sensaciones, razonamientos o percepciones, procesamos urgente hacia los problemas humanos que han generado; tambieí n la
las evidencias de la realidad y las comprendemos. En este sentido, crisis de la liberacioí n colonial; el nacimiento de nuevos modelos
uno de los conceptos maí s interesantes propuestos por Alfonso econoí micos, sociales y polííticos y el progreso del crecimiento
Sastre, es la existencia de distintos grados en la percepcioí n de la cientíífico desarrollado desde 1945. Las diferencias baí sicas que se
realidad “y en consecuencia de distintos grados en el realismo, establecen entre la tradicioí n simbolista que habíía dominado el
seguí n los distintos niveles alcanzados de penetracioí n en la panorama del arte desde el siglo XVIII y el nuevo paradigma del
profundidad de los real”, cuyo fondo, el grado maí s alto o profundo en realismo en toda Europa, para el profesor Josep Maríía Castellet, se
la percepcioí n de la realidad, es para Sastre el nivel dialeí ctico, el sintetizan en cuatro aspectos. Desde 1930, cambia la relacioí n del
equilibrio entre todos los factores que ordenan o caracterizan una artista con la sociedad; el debilitamiento de la clase burguesa hace
creacioí n artíística: desde las formas y contenidos, la ideologíía, el visible una oposicioí n entre las concepciones del llamado arte por el
tono -pesimismo (tragedia) u optimismo (esperanza)-, el significado arte (que en Espanñ a se materializa en la idea de la poesíía pura
social, la trascendencia interior o el impacto emocional. Todos estos defendida por Juan ramoí n Jimeí nez) y un arte comprometido, críítico
aspectos se vinculan dialeí cticamente dentro de las coordenadas y con la base social en la que se desenvuelve. De esta nueva relacioí n,
los paraí metros donde la obra es concebida y formulada por el autor, surge un nuevo planteamiento del trabajo artíístico; este cambio
pero tambieí n en el momento en el que es percibida por el tiene que ver con la divisioí n del trabajo, reordenando la dinaí mica
destinatario o lector; es decir, el grado de realismo puede variar, tradicional establecida, entre otros, por Carlos Marx entre trabajo
incluso, dentro de una misma obra de arte, en funcioí n de la manual y trabajo intelectual. En general, el acomodo de la posicioí n
combinacioí n de todos estos factores (su caducidad o su social del artista al nuevo orden, afecta al poeta integraí ndolo en el
perdurabilidad), en los que reside la capacidad potencial de una devenir histoí rico comuí n con el resto de los hombres; la idea
obra literaria para representar histoí rica y universalmente la romaí ntica del escritor privilegiado e iluminado, como un artista
realidad que ha seleccionado. El críítico huí ngaro George Lucaí ks maí gico, se abandona progresivamente hasta alcanzar una situacioí n
expresa la dialeí ctica temporal del arte, en los siguientes teí rminos: de igualdad social con sus contemporaí neos. Asíí, la experiencia
Es un hecho universalmente reconocido que esos efectos del arte poeí tica deja de ser vaí lida por síí misma, pasando de una dimensioí n
tienen como base la elevacioí n del individuo que lo disfruta desde la míítico-simboí lica en la que autor y obra se relacionan de forma
limitacioí n de lo meramente subjetivo a la particularidad; eí ste es su circular y completa, a otra histoí rico-narrativa, en que la poesíía soí lo
momento decisivo. El individuo vive realidades que le seríían de otro es vaí lida en cuanto que manifestacioí n esteí tica de una experiencia
“real” y personal, anclada al tiempo y a sus problemas humanos. movimiento modernista organizado en torno a la revista Orpheu; las
Finalmente, todos estos cambios culminan en el desarrollo de una orientaciones poeí ticas consistieron en una ruptura moderada
nueva expresioí n poeí tica que sustituye la musicalidad y la sugestioí n encabezada por la revista Presença –el presencismo- y otra radical
sensual, caracterizada por el hermetismo y el elitismo, en favor de llevada a cabo desde los presupuestos del neorrealismo y la llamada
un lenguaje que acentuí a la funcioí n comunicativa, motivando, en poesíía experimental:
palabras de Castellet, un significado real e, histoí ricamente, maí s Cualesquiera que sean las interpretaciones teoí ricas de la poesíía de
inmediato y asequible. Sin embargo, la evolucioí n hacia el realismo, estos uí ltimos anñ os un orden de hechos parece subyacente: el orden
es decir, el proceso de integracioí n de todos estos cambios, es muy vigente no servíía [se refiere al estado poeí tico de la situacioí n]; el
variable seguí n las diferentes literaturas nacionales en las que se orden nuevo no era totalmente viable e iba siendo sucesivamente
instale. En el mundo anglosajoí n, sus oríígenes estuvieron muy aplazado por la imposicioí n de la fuerza del fascismo. Quedaba pues
ligados al proceso econoí mico desencadenado por la crisis de 1929 una uí nica salida para la prosecucioí n del proyecto creativo de la
que afectoí de una forma muy especial a Gran Bretanñ a, periodo en el Poesíía Portuguesa: la oposicioí n y la destruccioí n del discurso
que ya se habíía iniciado el declive del simbolismo poeí tico y las impuesto por la autoridad y sostenido por el reí gimen. Primero se
primeras formas realistas, definitivamente asentadas tras la Guerra produjo la oposicioí n, realizada por el neorrealismo [...] habiendo
Mundial. Estos acontecimientos propician el nacimiento de una surgido despueí s la destruccioí n que llegoí a su clíímax en la deí cada de
nueva sensibilidad en la poesíía de lengua inglesa, con tendencias los 60 con Poesíía experimental y con Poesíía 61 que, cada uno a su
muy acentuadas hacia lo narrativo y lo social, presentes en modo, determinaron toda la renovacioí n del discurso poeí tico
escritores como Stephen Spender o W.H. Auden. La poesíía francesa portugueí s hasta nuestros díías. MELO E CASTRO en CRESPO (1981-
parte en su trayectoria hacia el realismo desde una fuerte herencia II: 24-25).
de los movimientos de vanguardia y en especial del surrealismo que En todas las lenguas peninsulares del estado espanñ ol, la evolucioí n
ya durante los anñ os 30 experimenta una fuerte permeabilidad hacia hacia el realismo se ve directamente afectada y auí n obstaculizada
los problemas histoí ricos. Algunos de sus maí ximos representantes por la presioí n políítica y social de la dictadura franquista. La políítica
como Andreí Bretoí n o Louis Aragon habíían creado revistas durante linguü íística del reí gimen fue siempre identificar al estado con una
los anñ os 20 como Le surrealisme au service de la reí volucion o La uí nica lengua, reprimiendo cualquier manifestacioí n en hablas
reí volucion Surrealiste ajustando el enfoque ideoloí gico del minoritarias no castellanas. Aunque en los anñ os 50, el reí gimen
movimiento; para Cano Ballesta en Francia esto “ayudoí a plantearse suavizoí la persecucioí n contra ellas y se llevaron a cabo encuentros y
ciertos problemas que eran un producto del mundo en crisis de los rescates de literaturas “perifeí ricas”, el desgarro del exilio y el
anñ os 30”; entre todos ellos merecen destacarse el desarrollo de una oscurantismo al que fueron sometidas en el interior seraí
fobia a la Belleza -en el sentido de virtud esteí tica-, la concepcioí n de irreparable. Asíí, el grueso de la creacioí n en lengua gallega tras la
la poesíía como una obra de la colectividad y, sobre todo, una fuerte Guerra Civil tuvo que desarrollarse en Hispanoameí rica; la poesíía
politizacioí n de la creacioí n artíística. Este uí ltimo aspecto desataraí escrita en el interior quedoí reducida a las variantes ruralistas y
fuertes diferencias entre los partidarios de un arte puramente costumbristas del neotrovadorismo, evolucionando de forma muy
socialista, tal y como preconizaba el ideario sovieí tico, y los lenta hacia una mirada introspectiva de caraí cter existencial tendente
seguidores de una poesíía autoí noma y libre. La poesíía francesa a la humanizacioí n, un aspecto muy definido en toda su poesíía. El
terminaraí por adaptarse a formas de expresioí n realista de caraí cter modelo realista gallego se asienta sobre un caraí cter muy oral,
histoí rico y humano encontrando uno de sus mayores exponentes en combinando el enfoque comprometido e innovador, con
la obra de Paul Eluard. En Portugal, tal y como senñ ala AÁ ngel Crespo, actualizaciones esteí ticas de su rica tradicioí n. La recuperacioí n de la
el realismo se introduce en los anñ os 50 tras una superacioí n del literatura gallega es lenta y seraí en los anñ os 50 cuando comiencen a
aparecer plataformas como la editorial Galaxia que cubran su caduca definitivamente la escuela de Garcilaso, la poesíía espanñ ola de
verdadera demanda social; por ejemplo, la obra Longa noite de los anñ os 50 se desenvuelve en un espacio experimental que trata de
pedra de Celso Emilio Ferreiro, publicada ííntegra en gallego en 1962, ajustar su actitud inconformista –su ideologíía- a un nuevo modelo
supone una inflexioí n que llega a vender la asombrosa cifra de de expresioí n formal que sea capaz de reflejarla; es entonces cuando
25.000 ejemplares en un anñ o. La poesíía y la literatura vasca tras la aparece la llamada poesíía social. Lo social va a ser un movimiento
guerra entraraí n en lo que se ha denominado la eí poca de las muy flexible que incide, inicialmente, sobre el paradigma anti-
catacumbas; seraí una lengua especialmente perseguida que formalista, llevando el inconformismo de los poetas hacia su
consigue sobrevivir en unas condiciones muy adversas soí lo en extremo y convirtiendo el compromiso en una actitud críítica
ambientes familiares o en conventos y que durante la dictadura deliberada y consciente.
nunca es posible expresar en puí blico; la tendencia literaria desde los En este punto, y dentro del debate sobre la “libertad del escritor” lo
anñ os 50 es una progresiva politizacioí n. La lengua catalana supo maí s significativo es observar una importante fragmentacioí n en las
mantener en los difííciles anñ os de la inmediata posguerra, al menos, orientaciones del compromiso en la literatura europea occidental.
una presencia crííptica que se desenvolvíía en la clandestinidad En el aí rea marxista, frente a la aplicacioí n en el arte de los principios
mediante suscripciones a revistas privadas que burlaban como materialistas que dirigíían el realismo sovieí tico, sobretodo en el
podíían la censura; en cualquier caso, sus manifestaciones fueron periodo estalinista,[xx] muchos intelectuales descubren y se centran
igualmente reprimidas y perseguidas, erradicadas del mundo en los escritos de la etapa idealista del joven Marx, orientados hacia
intelectual y cultural del estado. Los autores maí s significativos que el fenoí meno de la alienacioí n (la consecuencia directa de la
dirigen el camino hacia el realismo poeí tico son, en primer lugar, especializacioí n) y el problema de la libertad. En este marco, nace la
Carles Riba, un autor simbolista que inicia el cambio de la actitud denominada Escuela de Frankfurt y la Teoríía Críítica, una variante
poeí tica en la lengua catalana y, fundamentalmente, Salvat-Papasseit, del marxismo que incorpora las tesis de Freud como un instrumento
el introductor definitivo de la corriente;[xix] de su obra son para elaborar su aparato de anaí lisis socioloí gico, con distintos
herederos directos autores como Salvador Espriu, Pere Quart o acercamientos al mundo de la literatura, como la obra de Walter
Gabriel Ferrateí , pero, tambieí n, los poetas catalanes que escriben en Benjamin o la de Theodor Adorno:
castellano como los integrantes de la llamada Escuela de Barcelona, La obra de arte comprometida rompe el hechizo de aquella que no
formada por Carlos Barral, Jaime Costafreda, Jaime Gil de Biedma o quiere ser nada maí s que fetiche, pasatiempo ocioso de quienes en el
Joseí Agustíín Goytisolo. diluvio que amenaza se lo pasaríían de buena gana durmiendo. Una
La evolucioí n hacia el realismo en la poesíía escrita en lengua actitud apolíítica sumamente políítica [se refiere al arte por el arte].
castellana presenta una gran complejidad en sus manifestaciones de Se aparta de la lucha de los intereses reales. El conflicto entre los dos
posguerra. Hasta los anñ os 50, la creacioí n se habíía desenvuelto entre grandes bloques ya no respeta a nadie. La posibilidad del espííritu
dos paradigmas muy diferenciados y hasta cierto punto antagoí nicos mismo depende de eí l hasta tal punto que habríía que estar ciego para
concretados en el manierismo clasicista, asociado a una visioí n seguir reclamando un derecho que manñ ana puede ser abolido. Pero
complaciente y evasiva del mundo, maí s o menos identificable con la para las obras autoí nomas tales consideraciones y la concepcioí n del
esteí tica del triunfo, y un modelo anti-formalista caracterizado, arte en que se basan son ya ellas mismas la cataí strofe de la que las
ampliamente, por su inconformismo. Esta actitud se manifestaba, a comprometidas avisaban al espííritu. Si eí ste renuncia a la obligacioí n
consecuencia de la censura, dentro de un aí rea neutralizada y y a la libertad de su pura objetivacioí n, entonces es que ha dimitido.
ambigua que escondíía, en muchas ocasiones, un compromiso ADORNO (2003: 393).
ideoloí gico e incluso políítico, encontrando un cauce en la reflexioí n Pero, sin duda, el mayor impacto se produce en el anñ o 1947 con la
existencial, con fuertes descargas de pesimismo y angustia. Una vez publicacioí n de la obra ¿Queí es la literatura? del maestro franceí s
Jean-Paul Sartre, una de las obras contemporaí neas fundamentales 4. Libertad absoluta para la muí sica, con una limitacioí n.
para comprender la líínea del compromiso en la literatura europea 5. Libertad absoluta para el cine, con una limitacioí n.
moderna. Su denso estudio, inscrito en la oí rbita del pensamiento
existencial y marxista, realiza una diseccioí n de las relaciones maí s
profundas entre la realidad (la naturaleza, la vida) y el arte: el La limitacioí n: ninguna libertad para escritores u obras de arte que
lenguaje y el problema de la materia y las formas, atravesando todos ensalcen la guerra o la presenten como inevitable, ni para aquellos
los geí neros literarios y relacionaí ndolos con otro tipo de artes y con que alimenten el odio de los pueblos. BRECHT (1973: 377)
las corrientes de creacioí n maí s relevantes del momento, con especial Ambos autores se inscriben dentro de un importante marco teoí rico
atencioí n realismo; explora con profundidad la funcioí n del arte en las de anaí lisis literario donde se concentran disciplinas como la
sociedades modernas y se detiene en las relaciones dialeí cticas que Sociologíía de la literatura (cuya figura maí s destacada fue la del
se establecen entre el escritor y el lector en teí rminos de mutua huí ngaro George Lukaí cs, junto con Roland Barthes o Chistopher
libertad y de libre eleccioí n. Su aproximacioí n al compromiso, en el Caudwell), el Estructuralismo marxista (Althusser, Lucien Goldman),
marco de la posguerra y del nacimiento de la guerra fríía y, la Semioí tica marxista (Della Volpe, Umberto Eco) o la denominada
fundamentalmente, en relacioí n a la neutralidad ideoloí gica, resulta Críítica realista.
de una extrema sutileza y acierto: 3.3. Literatura en Ameí rica Latina y la aspiracioí n al socialismo.
Cabe imaginar que un negro norteamericano escriba una buena Tal y como senñ ala el lííder revolucionario Ernesto “Che” Guevara en
novela, aunque en ella se manifieste el odio a los blancos porque a 1964 en su discurso “El socialismo y el hombre en Cuba”:
traveí s de ese odio, el escritor reclama la libertad de su raza. Y como La angustia sin sentido o el pasatiempo vulgar constituyen vaí lvulas
me invita a adoptar la actitud de la generosidad, yo no podríía coí modas a la inquietud humana; se combate la idea de hacer del arte
soportar, en el momento en que me siento libertad pura [el un arma de denuncia. Si se respetan las leyes del juego se consiguen
momento de la lectura], la identificacioí n con una raza opresora. En todos los honores; los que podríía tener un mono al inventar
contra pues de la raza blanca y de míí mismo en la medida en que soy piruetas. La condicioí n es no tratar de escapar de la jaula invisible.
integrante de ella, apelo a todas las libertades que reivindican la [...] Pero ¿por queí pretender buscar en las formas congeladas del
liberacioí n de los hombres de color. Pero nadie puede suponer que realismo socialista la uí nica receta vaí lida? No se puede oponer al
quepa escribir nunca una buena novela glorificadora del realismo socialista «la libertad», porque eí sta no existe todavíía, no
antisemitismo. Porque no se puede exigir de míí, en el momento que existiraí hasta el completo desarrollo de la sociedad nueva; pero no
siento que mi libertad estaí indisolublemente ligada a la de otros se pretenda condenar a todas las formas de arte posteriores a la
hombres, que la emplee en aprobar la opresioí n de algunos de ellos. primer mitad del siglo XIX desde el trono pontificio del realismo a
Por ello, sea ensayista, panfletario, satíírico o novelista, hable ultranza, pues se caeríía en un error proudhoniano de retorno al
solamente de las pasiones individuales o arremeta contra el reí gimen pasado, ponieí ndole camisa de fuerza a la expresioí n artíística del
de la sociedad, el escritor, hombre libre que se dirige a hombres hombre que nace y se construye hoy. [...] Las grandes multitudes se
libres, no tiene maí s que un tema: la libertad. SARTRE (1985: 212) van desarrollando, las nuevas ideas van alcanzando adecuado
Igualmente, de una forma sinteí tica y precisa, el dramaturgo alemaí n íímpetu en el seno de la sociedad, las posibilidades materiales de
Bertolt Brech, aclaraba la posicioí n del escritor marxista con respecto desarrollo integral de absolutamente todos sus miembros, hacen
a la “libertad” en una carta de 1952 dirigida a sus colegas de la RFA: mucho maí s fructíífera la labor. El presente es de lucha; el futuro es
1. Libertad absoluta para el libro, con una limitacioí n. nuestro. http://www.filosofia.cu/che
2. Libertad absoluta para el teatro, con una limitacioí n. La literatura comprometida escrita en Latinoameí rica presenta
3. Libertad absoluta para las artes plaí sticas, con una limitacioí n. grandes diferencias con respecto a la europea y una extraordinaria
personalidad. El proceso histoí rico en el que se inscribe, no estaí autores en adaptar la muí sica de etnias minoritarias a los metros y
influenciado directamente por el efecto devastador y el impacto de los acentos de la lengua castellana. Sin duda, el momento maí s
una guerra mundial; pero soporta, sin embargo, otras formas de expansivo del nuevo arte del cono sur se produjo en torno a 1958; la
violencia, fundamentalmente, la fuerte presioí n del imperialismo literatura latinoamericana, y en especial la narrativa, se encontroí
norteamericano y su colonizacioí n militar, econoí mica y cultural. Uno con un puente que abríía las puertas del mercado editorial europeo.
de los aspectos fundamentales para entender la literatura En torno a los anñ os 60 nacieron numerosos premios literarios con la
continental reside en la diversidad de sus sustratos culturales: desde finalidad de exportar y comercializar autores y obras de unos
el indíígena que subsiste homogeí neamente con muchas variantes en iniciales mercados a otros nuevos. Las orientaciones de estos
todo el continente; las manifestaciones africanas, sobre todo en el eventos culturales eran tambieí n diversas; destacan el premio Casa
Caribe y Brasil; la colonizacioí n europea, con la masiva influencia de las Ameí ricas de Cuba, instaurado tras el triunfo de la revolucioí n
espanñ ola en el lenguaje, la emigracioí n italiana especialmente en en 1959; igualmente las editoriales Siglo XXI, Zigzag, Nacimiento o
Argentina, la portuguesa o, en menor medida, la francesa u Sudamericana. Desde Europa, como ya se adelantoí , merece ser
holandesa. Toda esta composicioí n histoí rica es neutralizada por la destacada la editorial Seix-Barral, con su premio Biblioteca Breve,
colonizacioí n norteamericana, el dominio de oligarquíías econoí micas que dio inicio con el autor peruano Mario Vargas Llosa; tras eí l,
y el racismo; desde los anñ os 30, la identidad latinoamericana Gabriel Garcíía Maí rquez, Roa Bastos, Guillermo Cabrera Infante, Joseí
experimenta un deterioro progresivo, acentuado por ííndices Donoso, Carlos Fuentes, Julio Cortaí zar, Alejo Carpentier, entre otros,
escandalosos de analfabetismo y pobreza. Frente a la fragmentacioí n que dieron en conformar un grupo literario muy heterogeí neo, ligado
nacional y sobre todas las diferencias eí tnicas y culturales, subsiste la principalmente por el eí xito comercial espontaí neo en el mercado
idea de la unidad continental, dibujada ya a finales del siglo XIX y occidental: lo que se ha denominado el boom. Vistos desde hoy los
que inspira la mayor parte de los movimientos revolucionarios y las criterios que articularon el estallido de aquella narrativa, puede
guerrillas aparecidas en aquel momento, como el sandinismo o el decirse que el boom fue una maniobra estrictamente comercial
Movimiento 26 de Julio, entre otros. En este sentido, el modernismo destinada a integrar en el mercado occidental la rica industria
fue uno de los primeros movimientos propiamente americanos que cultural americana; los autores que coincidieron en el fenoí meno
vieron la literatura desde los presupuestos de la críítica social -con expansivo guardaban entre ellos muy pocas similitudes ideoloí gicas
fuertes herencias romaí nticas- y el peligro del colonialismo; obras de como para poder hablar de un grupo cohesionado por la manera de
autores como Rodoí , Rubeí n Daríío y, sobre todo, Joseí Martíí, hacer literatura. Carlos Fuentes, Vargas Llosa u Octavio Paz,
constituyen sus inicios ideoloí gicos.[xxi] Otros modelos de creacioí n mantuvieron posiciones ideoloí gicas en contra del compromiso,
se corresponden con la llamada literatura indigenista o la poesíía frente a otros escritores maí s vinculados a la lucha social. Un estudio
negra tambieí n de temaí tica críítica y contenido de denuncia. Gran de referencia, escrito en 1968 para la UNESCO, se debe a Mario
parte de la complejidad para definir el compromiso en Benedetti; El escritor latinoamericano y la revolucioí n posible
Latinoameí rica pasa por la incorporacioí n a los modelos de creacioí n constituye un balance general de los problemas con los que se
artíística de la cultura popular, muy socavada por la industria enfrenta el autor comprometido: la industria editorial, la
mediaí tica anglosajona, sobre todo en los espacios urbanos responsabilidad del escritor con su entorno, el realismo (maí gico), el
crecientes; esta tradicioí n, se caracteriza baí sicamente por su fuerte papel de los movimientos revolucionarios -con especial atencioí n al
aporte simboí lico, de caraí cter muy intuitivo y sensorial, cargado de desarrollo de la cultura en Cuba-, asíí como las perspectivas y la
alegoríías y leyendas, y su fuerte vinculacioí n a la naturaleza. Nicolaí s funcioí n social de una literatura de gran calidad y aceptacioí n. Dentro
Guilleí n fue uno de los poetas maí s representativos de la literatura del debate sobre la “libertad del escritor”, en su artíículo “El
socialmente comprometida del periodo y uno de los primeros testimonio y sus líímites”, Benedetti cuestionaba la base misma del
concepto de “libertad” propuesto por los intelectuales orgaí nicos o -(1978) Bertolt BRECHT. “Notas sobre el modo de escribir realista”
afines al sistema capitalista; aunque su anaí lisis valora en VV.AA Dialeí ctica y literatura. Akal. Madrid
exclusivamente la situacioí n de la literatura latinoamericana, los -(1960) Josep Maríía CASTELLET Veinte anñ os de poesíía espanñ ola
teí rminos de su texto son vaí lidos para explicar toda una situacioí n (1939-1959) Seix-Barral. Barcelona
general: -(1996) CHOMSKY, Noam. El nuevo orden mundial (y el viejo).
Al imperialismo le preocupa la “libertad del escritor” porque esa Críítica. Barcelona..
preocupacioí n le sale barata. No lo desvela, en cambio, la libertad de -(1997) CHOMSKY, Noam Lucha de clases. Conversaciones con David
la clase obrera, la del estudiantado, ni mucho menos la del pueblo Barsamian. Críítica. Barcelona.
todo, porque ese desvelo le saldríía caro. La “libertad del escritor” es -(1971) Eduardo GALEANO Las venas abiertas de Ameí rica Latina.
un buen negocio porque alcanza con neutralizarlo; para ello los Siglo XXI. Madrid.
Estados Unidos invierten íínfimos saldos de sus ceí lebres fundaciones -(1989) Eduardo GALEANO Nosotros decimos no. Croí nicas (1963 /
en becas, premios y congresos. [...] En vez de reclamar por la libertad 1988) Siglo XXI. Madrid.
del obrero o del estudiante, asíí, como entes abstractos, el -(1979) LENIN. La literatura y el arte. Progreso. Moscuí
imperialismo elige un camino maí s breve y contundente: cierra -(1965) Georg LUKAÁ CS Prolegoí menos a una esteí tica marxista
universidades (es decir, da la orden a alguí n aquiescente ministro del Grijalbo. Meí xico
ramo que gozosamente pone el candado), ilegaliza sindicatos y -(2001) Herbet MARCUSE El hombre unidimensional. Ariel.
centrales de trabajadores, asesina a estudiantes en las calles y Barcelona.
tortura a militantes; crea sindicatos amarillos e infiltra los -(1974) MARX y ENGELS La ideologíía alemana. Grijalbo. Meí xico
movimientos estudiantiles con tiras y provocadores. Su -(1997) MARX Y ENGELS Manifiesto Comunista. Alba. Barcelona.
preocupacioí n por la “libertad” de un grupo menor de la sociedad, -(1974) Yuri PLEJAÁ NOV Arte y Vida social Fontamara. Barcelona
como es el de los escritores, cubre (o intenta cubrir) su -(2004) RAMONET, CHAO y WOZNIAC Diccionario de la
avasallamiento de otras libertades que atanñ en a amplios sectores del Globalizacioí n. Seix- Barral. Barcelona.
pueblo. [...] El imperio ha elegido sabiamente la palabra libertad -(2004) Jesuí s SAÁ NCHEZ RODRIÁGUEZ Teoríía y praí ctica democraí tica
para conmover al escritor. BENEDETTI (1978: 12-13) en el PCE (1956-1982). FIM. Madrid.
-(1978) Adolfo SAÁ NCHEZ VAÁ ZQUEZ Escritos sobre filosofíía y políítica.
Bibliografía Ayuso y FIM. Madrid.
-(2003) Theodor ADORNO Notas sobre literatura. Akal. Madrid. -(1985) SARTRE ¿Queí es la literatura? Alianza. Madrid
-(1978) Mario BENEDETTI El escritor latinoamericano y la -(1995) Alfonso SASTRE La Revolucioí n y la críítica de la cultura. Hiru.
revolucioí n posible. Alfa. Buenos Aires. Hondarribia
-(1987) John BEVERLY Del Lazarillo al Sandinismo: Estudios sobre (1965) Alfonso SASTRE Anatomíía del realismo. Seix -Barral.
la funcioí n ideoloí gica de la literatura espanñ ola e hispanoamericana. Barcelona
Prisma Mineaí polis, Institute. -(1979) Leoí n TROTSKY Literatura y Revolucioí n. Akal. Madrid
-(2000) BLANCO AGUINAGA, RODRIÁGUEZ PUEÁ RTOLAS Y ZAVALA -(1971) Jorge SEMPRUÁ N en SARTRE ¿Para queí sirve la literatura?
Historia social de la literatura espanñ ola en lengua castellana. Akal. Proteo. Buenos Aires
Madrid -(2003) Frances STONOR SAUNDERS. La CIA y la Guerra fríía cultural.
-(1973) Bertolt BRECHT Literatura y compromiso. Peníínsula. Cíírculo de lectores. Madrid.
Barcelona. -(1975) Ceí sar VALLEJO El arte y la Revolucioí n. Laia. Barcelona.
histoí rico argentino, como alternativa patrioí tica frente al
NOTAS.- imperialismo. Peroí n o Braden: el naciente caudillo nacionalista o el
[i] RAMONET, CHAO, WO’ZNIAC (2004: 93 y 194) embajador norteamericano, tras del cual cerraron filas los
[ii] STONOR SAUNDERS (2002: 70) conservadores y los comunistas, los radicales y los socialistas:
[iii] “La propuesta del «compromiso histoí rico» se inserta en una «Desde el principio, los Estados Unidos trataron de meternos el palo
visioí n pluralista de la vida democraí tica, de la transicioí n al en la rueda», dice [el propio Peroí n].” GALEANO (1989: 65-71)
socialismo y del propio socialismo. La Constitucioí n italiana encierra [vii] Desde su exilio, Pablo Neruda escribíía en 1949: “Gonzaí lez
una visioí n pluralista de la democracia. El concepto de pluralismo no Videla protegido por la violencia y el soborno continuaraí por alguí n
pertenece a la tradicioí n marxista. Procede de la sociologíía catoí lica y tiempo auí n royendo la estructura de la nacioí n chilena. Asíí lo quieren
de la sociologíía americana [...] pluralidad de instituciones, que tiene en esta hora dura los amos del cobre y del salitre que desde Wall
su base en el interclasismo, la conciliacioí n de los intereses de clases Street dan oí rdenes a ese renegado. Asíí lo quieren tambieí n los
sociales diversas, de la clase obrera y la burguesíía capitalista”. implacables y medioevales hacendados de Chile. Quieren ellos no
GRUPPI en GRAMSCI, TOGLIATTI y BERLINGUER (1978) El soí lo la miseria que han dado como uí nico patrimonio por maí s de un
compromiso histoí rico. p. 29) siglo a mi patria, sino tambieí n la condicioí n de siervos que esperan
[iv] “Para nosotros la víía pacíífica no es un traspaso de poderes de perpetuar por medio del terror”. NERUDA (2004) IV Obras
Franco a don Juan, no es una permuta entre un equipo políítico de la completas. Cíírculo de Lectores. p. 771
oligarquíía y otro [...] Nuestra víía pacíífica no consiste tampoco en [viii] En 1953, el comandante revolucionario Fidel Castro Ruz era
esperar una liberalizacioí n del reí gimen, que es impracticable, o unas juzgado por el asalto al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba; en su
elecciones que permitan su eliminacioí n [...] Lo que entendemos por defensa explica los motivos del levantamiento: “Aquíí, todas las
víía pacíífica es la lucha huelguíística de masas y las manifestaciones formas de crueldad, ensanñ amiento y barbarie fueron sobrepasadas.
en la calle, culminando en la Huelga Nacional” CARRILLO en No se matoí durante un minuto, una hora o un díía entero, sino que en
SAÁ NCHEZ RODRIÁGUEZ (2004: 57). una semana completa, los golpes, las torturas, los lanzamientos
[v] Con cierto optimismo Octavio Paz opina que “entre 1930 y 1960 desde azotea y los disparos no cesaron un instante como
[el periodo revolucionario] la mayoríía de los mexicanos estaba instrumentos de exterminio manejados por artesanos perfectos del
segura del camino escogido. Estas certidumbres se han desvanecido crimen. El cuartel Moncada se convirtioí en un taller de tortura y de
y algunos se preguntan si no hay que comenzar todo de nuevo. Pero muerte, y unos hombres indignos convirtieron el uniforme militar
la pregunta no se limita al caso de Meí xico: es universal. Por poco en delantales de carniceros. Los muros se salpicaron de sangre; en
satisfactoria que nos parezca la situacioí n de nuestro paíís, no es las paredes las balas quedaron incrustadas con fragmentos de piel,
desesperada, sobre todo, comparada con la que prevalece en otras secos cabellos humanos, chamuscados por los disparos a boca jarro,
partes. Ameí rica Latina, salvo unas pocas excepciones, vive bajo y el ceí sped se cubrioí de oscura y pegajosa sangre. Las manos de los
dictaduras militares solapadas cuando no apoyadas por los Estados criminales que rigen los destinos de Cuba habíían escrito para los
Unidos”. PAZ (1995) El laberinto dela soledad. Caí tedra. p. 464 prisioneros a la entrada de aquel antro de muerte, la inscripcioí n del
[vi] “Desde la caíída de Peroí n en adelante, los sucesivos golpes infierno: «Dejad toda esperanza»”. CASTRO (1959) La historia me
militares no han sido maí s que homenajes que el miedo ha ido absolveraí . Instituto del libro de Cuba. p. 46
rindiendo a esta verdad: cuando hay elecciones libres, el peronismo [ix] “Los ingentes programas de rearme y la guerra de Corea fueron
gana. [...] Desde que Peroí n cayoí , el pueblo argentino no conocioí otra un poderoso estíímulo para las Economíías europeas y japonesa. Maí s
cosa que humillaciones y estafas y angustia econoí mica, promesas adelante la guerra de Vietnam volvioí a enriquecer a Europa y ayudoí
traicionadas. [...] Peroí n surgioí al primer plano del escenario
a Japoí n a convertirse en una potencia industrial”. CHOMSKY (1996: proclamaban sus organizadores. [...] Anñ os despueí s, Tom Braden, de
156-157) la CIA, razonaba que era suficiente tener algo de sentido comuí n para
[x] “No leo maí s perioí dico que El Norte de Castilla, pero es suficiente saber quieí n estaba tras el Congreso: «Tenemos que recordar que
para divertirme con la tremolina fenomenal que ha levantado estaí bamos hablando de una eí poca en que Europa estaba arruinada.
Nasser. [...] El mundo se ha vuelto complicado. No hay maí s que Si alguien teníía un ceí ntimo, probablemente se trataba de alguna
contemplar a Guy Mollet para darse cuenta: un socialista que pone el organizacioí n criminal. No habíía nada de dinero. Por lo que, claro
grito en el cielo porque cierto paíís nacionaliza una sociedad estaí , la pista del dinero conducíía a Estados Unidos»”. STONOR
anoí nima extranjera. Tiene mucha gracia. [...] La bofetada de Nasser SAUNDERS (2002: 104)
ha estado muy bien. Es posible que acabe por darse el batacazo, o [xiv] SASTRE (1965: 184)
que se lo den –quizaí la misma Rusia- si se aficiona a jugar al doble o [xv] Puede encontrarse un panorama de las distintas teoríías
nada. Pero su desplante ha servido como recordatorio a las contemporaí neas de anaí lisis de la Literatura en WAHNOÁ N
potencias de que estamos en 1956, no en ninguna otra fecha, y de BENSUSAÁ N (1991) Introduccioí n a la historia de las teoríías literarias.
que en políítica internacional ya no hay enemigo pequenñ o”. GIL DE Universidad de Granada..
BIEDMA (1974) Diario del artista seriamente enfermo. Momndadori. [xvi] VILLANUEVA (1992) Teoríías del realismo literario. Espasa
p. 60-61 Calpe. p. 44-46.
[xi] “Al igual que habíía hecho Mussolini, McCarthy era partidario de [xvii] En lengua castellana, existen pocas manifestaciones poeí ticas
la autarquíía: todo habíía de ser “Made in Ameí rica”. La suya era la voz del realismo-socialista de caraí cter sovieí tico; en este sentido, un
de la Ameí rica profunda e inculta que rechazaba el estilo angloí filo pequenñ o volumen muy singular y prototíípico de este modelo de
[de la diplomacia al uso]. El marcartismo fue un movimiento (o un creacioí n corresponde al poeta andaluz Pedro Garfias, Elegíía a la
momento) fundamentado en el resentimiento populista contra las presa de Dnieprostroi, escrito en 1943, en pleno exilio y en
clases dirigentes. A su vez la vulgar demagogia de McCarthy era homenaje a la defensa de Stalingrado, donde pueden observarse
recibida como un insulto por la elite gobernante. Representaba lo níítidamente sus caracteríísticas: “Ennegrecidas torres sudorosas, /
que desde Inglaterra se calificaba como “la gente idiota”; ofendíía el vuestros torsos asoman entre claros/ de sombras agrietadas y de
gusto de las castas superiores, que rechazaban la mediocridad, la muros. Altos y altivos defendeí is la casa/ y el suelo que sujeta vuestra
mentalidad palurda, la odiada cultura de masas”. STONOR planta./ Tierra sois y cemento, azul acero [...] Tus faí bricas azules
SAUNDERS (2002: 229-230) reventadas/ daraí n al viento sus entranñ as rojas,/ su osamenta de
[xii] “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en acero retorcida/ su palpitar exhausto de paloma”. GARFIAS (1996)
cada eí poca; o dicho en otros teí rminos, la clase que ejerce el poder Poesíías completas. Alpuerto. p. 360-361.
material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder [xviii] “El movimiento realista, esbozado hasta 1930, encontroí en la
espiritual dominante. La clase que tiene a su disposicioí n los medios segunda guerra mundial su justificacioí n histoí rica y su expansioí n”.
para la produccioí n material dispone con ello, al mismo tiempo, de CASTELLET (1961: 36)
los medios para la produccioí n espiritual. [...] Las ideas dominantes [xix] “Salvat-Papasseit –com tants altres poetes europeus que
no son otra cosa que la expresioí n ideal de las relaciones materiales formaà ven en les files avantguardistes i combragaren meà s o menys
dominantes, son las mismas relaciones materiales dominantes ocasionalment en una revolta formaliste- impellit per la “dignitat” i
concebidas como ideas”. MARX y ENGELS (1974: 50-51) la sinceritat que volia per al Poeta (amb majuí scula), canviaà la seva
[xiii] “La gran escala a la que se lanzoí el Congreso en una eí poca en revolta i el seu intent de subversioí , superficials en tant que formals,
que Europa estaba en la ruina parecíía confirmar el rumor de que no per una actitud meí s profunda que es traduíí en una poesíía realista,
se trataba del acontecimiento espontaí neo e independiente que tant pels temes (la paà tria, el treball, l’home, l’amor), com pel
tractament teà cnicopoeà tic que hi donaà (llenguatje quotidiaà i
colloquial, illacioí loí gica, etc.)” CASTELLET (1965) Poesíía, realisme,
histoí ria. Edicions, 62. p. 61.
[xx] “Los marxistas rigurosos, los marxistas fanaí ticos, los marxistas
gramaticales, que persiguen la realizacioí n del marxismo al pie de la
letra, obligando a la realidad histoí rica y social a comprobar literal y
fielmente la teoríía la teoríía del materialismo histoí rico –aun
desnaturalizando los hechos y violentando el sentido de los
acontecimientos- [...] son tan excesivos y tan completo su vasallaje a
eí l que no se limitan a defenderlo y propagarlo en su esencia –lo que
uí nicamente hacen los hombres libres- sino que van hasta
interpretarlo literalmente, estrechamente. Resultan asíí convertidos
en los primeros traidores y enemigos de lo que ellos, en su exigua
conciencia sectaria, creen ser los maí s puros guardianes y los maí s
fieles depositarios”. VALLEJO (1978: 101-102)
[xxi] “La poesíía es sagrada. Nadie / De otro la tome, sino en síí. Ni
nadie / Como a esclava infeliz que el llanto enjuga / Para acudir a su
inclemente duenñ a, / La llame a voluntad: que vendraí entonces /
Paí lida y sin amor; como una esclava. [...] ¡Maldiga Dios a duenñ os y
tiranos / Que hacen andar los cuerpos sin ventura / Por do no
pueden ir los corazones!” MARTIÁ (1975) Obras completas. Instituto
del libro cubano. p. 212.

©THEORIA - PROYECTO CRÍTICO DE CIENCIAS SOCIALES -


GRUPO DE INVESTIGACIÓN UCM

Potrebbero piacerti anche